Clínica Sancal

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Buenos hábitos, Cultura y curiosidades, Prevención

Los 4 alimentos y bebidas peores para tu esmalte

A medida que las personas vamos cumpliendo años, el esmalte de los dientes se va desgastando y su característico color blanco original se va perdiendo. Esto se debe, por un lado, al lógico paso del tiempo. Pero, por otro, también está provocado, en gran medida, por nuestros hábitos de alimentación e higiene. Ante esto, se pueden tomar dos opciones: evitar completamente determinados alimentos y bebidas, lo que sin duda es muy complicado y puede parecer un sacrificio excesivo para muchas personas. La opción más sencilla -y más común- es restringir su ingesta todo lo que podamos pero sin obsesionarnos y acompañar el consumo de dichos alimentos de una higiene exhaustiva. Para que a partir de ahora sepas cuáles son las bebidas y alimentos de los que estamos hablando, te dejamos la lista de los más dañinos para tu esmalte: 1. Refrescos Los refrescos, así como cualquier tipo de bebida ácida, carbonatada o energética, ocupan, por méritos propios, el primer lugar de esta lista. Esto se debe a que son doblemente perjudiciales: contienen ácidos y azúcar. El consumo de ácidos contribuye a erosionar el esmalte dental, ya que lo reblandecen y éste termina desgastándose. Alimentos y bebidas malos para el esmalte Por su parte, el hecho de que este tipo de líquidos contengan grandes cantidades de azúcar añadido contribuye a que los refrescos sean muy perjudiciales para los dientes. En primer lugar, su consumo frecuente combinado con una higiene bucodental insuficiente provoca que la placa bacteriana haga acto de presencia en nuestra boca. No hay que olvidar, además, que la placa bacteriana es la antesala de la caries. Pero, dejando a un lado los problemas localizados que el azúcar provoca en los dientes, una ingesta frecuente y continuada en el tiempo provoca, entre otras cosas, su transformación en grasa, resistencia a la insulina, disminución de la sensación de saciedad y adicción. Estas consecuencias llevan, a su vez, a importantes problemas de salud general como el sobrepeso, los trastornos cardiovasculares o la diabetes. En este punto, es conveniente recordar la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de ingerir un máximo de 25 gramos de azúcar al día, lo que equivale a unas 6 cucharillas. Azúcar añadido en alimentos 2. Cítricos En línea con lo que hemos explicado en el punto anterior, lo cierto es que el ácido –aunque se encuentre de manera natural en los alimentos- es malo para el esmalte de los dientes. Por eso, los cítricos -ya sea la fruta entera o en zumo- son perjudiciales. El ejemplo más evidente de esto es el limón o la lima. Sin embargo, al contrario de lo que puede parecer, el zumo de naranja no es beneficioso para los dientes. Como precisamente los dos alimentos que hemos mencionado son buenos para la salud general, nuestra recomendación no es dejarlos de consumir. En su lugar, es preferible evitar tenerlos en la boca durante un tiempo prolongado y beber mucho agua para compensar su acidez. Y, por supuesto, cepillarse bien los dientes después de haberlos consumido. Cepillo de dientes y uso de enjuague Además de los propios cítricos, otros alimentos ácidos que son malos para el esmalte son el vinagre y los encurtidos (cebolletas o pepinillos). 3. Dulces muy pegajosos o pastosos Hay alimentos dulces que, por ser especialmente pegajosos o pastosos, tienen tendencia a dejar restos entre los dientes. Ejemplos de ellos son los turrones, las chucherías, la fruta deshidratada o la leche condensada. Si este tipo de alimentos no se retira bien después de haberlos ingerido, la exposición continua al azúcar facilita la aparición de caries. El azúcar añadido está presente en numerosos alimentos como cereales, pan de molde, salsas, zumos envasados, productos lácteos, pizzas, platos precocinados… 4. Caramelos o frutos secos duros Los caramelos duros pueden ser doblemente perjudiciales para nuestros dientes. Por un lado, pueden contener grandes cantidades de azúcar. Por otro, su efecto dañino se debe a la manera que tenemos de consumirlos: chuparlos durante un tiempo para posteriormente romperlos en pedazos con los dientes. Esto es especialmente malo si lo hacemos con los dientes incisivos centrales -comúnmente llamados “paletas”-, en lugar de con los molares.  El partir los caramelos con los incisivos puede provocar que nos fracturemos el diente. Lo mismo ocurre con los frutos secos especialmente duros como los kikos. Aunque éstos no contengan azúcar, sí es necesario tener precaución al masticarlos para no dañar el diente. De hecho, su consumo está desaconsejado cuando una persona lleva brackets, ya que éstos se pueden despegar y caer. Ortodoncia con brackets Como ves, el esmalte de nuestros dientes tiene dos enemigos fundamentales: el ácido y el azúcar. Posiblemente, el primero sea más fácil de evitar -y de detectar-, ya que está presente en alimentos y bebidas más concretos. Sin embargo, es importante tener en mente que muchas veces consumimos azúcar sin ser conscientes de ello. Es decir, no sólo tenemos que contar las cucharillas que echamos en el café, por ejemplo. Debemos estar especialmente atentos de todo el azúcar añadido que encontramos en galletas, cereales, pan de molde, salsas como el tomate frito o el ketchup, zumos envasados, productos lácteos, pizzas, platos precocinados… Si eres de los que no te fijas en la composición de los alimentos que compras habitualmente y ahora empiezas a hacerlo te llevarás una sorpresa: estás consumiendo una cantidad de azúcar muy superior a aquella con la que contabas.

Buenos hábitos

Problemas bucodentales en la tercera edad

Mantener una buena salud bucodental es muy importante en cualquier etapa. Pero los pacientes más mayores, junto con los niños, son los más susceptibles a patologías como la caries. Además suelen ser los pacientes que más evitan la consulta. En el caso de los pacientes mayores, se suma el desgaste de las piezas dentales. Pero, ¿Cuáles son las principales complicaciones orales en la tercera edad? En esta etapa hay diversos problemas de salud general que influyen en la salud oral. Es el caso de la diabetes, que está muy relacionada con casos de periodontitis. Otros factores comunes son hábitos como el tabaquismo o el consumo de medicamentos. Para evitar que estos factores influyan en las complicaciones orales, conviene que los pacientes mayores tomen conciencia. Problemas bucodentales en pacientes mayores Caries dental. Los pacientes mayores y los niños son el grupo más expuesto al desarrollo de caries. Según el Instituto de Investigación Dental más del 90% de mayores de 65 años han padecido caries. Uno de los factores principales es que los pacientes mayores son los que menos acuden al odontólogo. En este sentido es muy importante acudir como mínimo dos veces al año al dentista de confianza. Así, las revisiones regulares son imprescindibles para realizar una buena prevención oral. Mandíbula. En la tercera edad es muy habitual padecer complicaciones en la mandíbula. De hecho los casos más comunes son problemas de masticación. La falta de piezas dentales o la mala colocación de prótesis suelen causar complicaciones al masticar. Una mala mordida o una mala masticación pueden alterar la dieta y la digestión del paciente. Sequedad bucal. Esta sensación también es conocida como xerostomía. Esta sensación resulta muy incómoda para el paciente. En general se debe a alteraciones en la producción de saliva. Uno de los factores principales es la ingesta de medicamentos. Enfermedades periodontales. Se trata de enfermedades en las encías. Las principales son la gingivitis y la periodontitis. La gingivitis consiste en la inflamación y sangrado de las encías, un proceso que suele ser reversible. Pero si no se trata a tiempo evoluciona a periodontitis, que provoca la movilidad e incluso la pérdida del diente. Sensibilidad dental. Con el paso del tiempo las encías se retraen y el esmalte queda más expuesto. Esto favorece la sensibilidad dental, que provoca un dolor en los dientes ante estímulos como alimentos y bebidas muy fríos o muy calientes. Periimplantitis. Muchos pacientes mayores son portadores de implantes y prótesis dentales. La periimplantitis consiste en la inflamación de los tejidos que rodean los implantes. Para prevenirla es fundamental mantener una buena higiene oral en la zona del implante. La clave para evitar las principales enfermedades orales durante la tercera edad es acudir con regularidad al odontólogo. Pero también es importante mantener una rutina de higiene eficaz, basada en el cepillado diario y en el uso del colutorio y del enjuague bucal.

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Consecuencias y manifestaciones orales: diabétes

Consejos bucodentales para diabéticos Mantenga su nivel de glucosa sanguínea en niveles adecuados. Es una de las cosas más importantes que puede hacer para mantener la salud de su boca. Realizar un correcto control glucémico para mantener los niveles de glucemia lo más cercanos posible a la normalidad para disminuir el riesgo de enfermedad periodontal ya que ésta dificultará a su vez el control glucémico. Visite a su dentista cada 6 meses para un examen completo, en caso de ser necesario visítelo con mayor frecuencia. Hable con la Dra. Sánchez sobre cómo mantener una buena salud bucal. Mantener unas correctas medidas de higiene bucodental. Examine regularmente su boca para detectar los problemas a tiempo, pieza por pieza e incluyendo las encías. En caso de usar dentadura postiza, extremar su higiene y su estado, y asegurarse de que ajuste bien y no produzca roces o heridas. En caso de que presente llagas, heridas, sangrado de encías, ulceras, pérdida de dientes, dolor en la boca, parches blancos o mal aliento, visite inmediatamente a su dentista. Cepille los dientes después de cada comida  y use el hilo dental diariamente. Los dientes deben cepillarse al menos dos veces al día, y siempre después de cada comida. Completar la limpieza con hilo dental o por lo menos usarlo una vez al día para remover la placa y bacterias depositadas entre los dientes. De esta forma se evita la aparición de placa dental y el desarrollo de la enfermedad periodontal. Deje de fumar. Esto agrava la enfermedad periodontal. Someterse a tratamientos periodontales, en caso de ser necesarios, con el fin de conseguir un adecuado estado del hueso y la encía y así evitar la pérdida de piezas dentales. Estas pueden ser las consecuencias si no sigue estos consejos. Periodontitis *  Es muy importante mantener unas correctas medidas de higiene. *  Los dientes deben cepillarse al menos dos veces al día, y siempre después de cada comida. *  Completar la limpieza con hilo dental o por lo menos usarlo una vez al día para remover la placa y bacterias depositadas entre los dientes. *  Tratamientos periodontales, en caso de ser necesarios para conseguir un adecuado estado del hueso y de la encía evitando la pérdida de los dientes y manteniendo los niveles de glucosa en los rangos objetivos Xerostomía * Boca seca de sabor metálico. * Lengua ardiente y alteraciones del gusto. * Las glándulas salivares no producen la cantidad de saliva suficiente. La saliva nos ayuda a tener una buena salud bucal, ya que hidrata además de lavar el interior de la boca de las bacterias y residuos. * Halitosis con olor típico a acetona. * Mayor susceptibilidad a caries. * Se hace difícil el maticar, tragar, y hasta hablar. * Existen tratamientos pero hay que tener mucha paciencia y en ocasiones es un problema irreversible. * Los chicles sin azúcar y/o beber con frecuencia pueden ayudar. * Hay productos farmacéuticos para mejorar la calidad de vida en convivencia con dicho síndrome. Candidiasis oral * Infección de la mucosa bucal producida por hongos. * Tiene lugar cuando un nivel elevado de azúcar en la sangre hace que el pH fluctúe, permitiendo que un hongo llamado Cándida crezca sin control. * Normalmente limitada a personas con el sistema inmunitario debilitado. * Lesiones blancas sobreelevadas . * Enrojecimiento, picazón, quemazón y malestar * Tratamiento curativo con antimicóticos. Aftas * Úlcera o llaga abierta y dolorosa en la boca. * Un alto nivel de azúcar en  sangre ocasiona las aftas. * Suelen aparecer en las superficies interiores de los carrillos y los labios, la lengua, el paladar blando y la base de las encías. * Mantener tu nivel lo más cerca posible de tu objetivo de glucosa ayudará a disminuir la aparición de lesiones bucales.     Estomatitis * Inflamación de la mucosa de soporte de las prótesis. * En caso de usar dentadura postiza, extremar su higiene y su estado, y asegurarse de que ajuste bien y no produzca roces o heridas. * Muchas veces asociada a Candidiasis. * Puede ser asintomática pero algunos pacientes pueden quejarse de sangrado e inflamación de la mucosa, sensación de ardor, halitosis, sabor desagradable y sequedad de la boca. Lengua fisurada * Fisuras más o menos profundas, únicas o múltiples en el dorso de la lengua. * No dan síntomas, aunque cuando las fisuras son profundas pueden causar efectos inflamatorios y dolor. *En casos de fisuras profundas se deben cepillar bien para eliminar los restos acumulados en su interior, evitando infecciones como la Candida         Glositis romboidal * Zona roja, sobreelevada, de forma romboidal situada en el dorso de la lengua, que se irrita con frecuencia con el alcohol, las bebidas calientes o los alimentos muy especiados. * Ausencia de papilas filiformes. * Su tratamiento consiste en evitar el uso de irritantes y en el uso de medicación antifúngica debido a su relación con la candidiasis.       Paratiditis crónica bilateral * Agrandamiento asintomático frecuente en la diabetes moderada y severa y en los pacientes pobremente controlados. Este aumento de tamaño no inflamatorio de las glándulas salivales carece de etiología conocida aunque algunos autores lo atribuyen a una hiperplasia compensatoria al descenso tanto en los niveles de insulina, como del flujo salival. Otros autores relacionan este agrandamiento con cambios histológicos inducidos por la hiperglucemia.           Hipoplasia del esmalte * Alteración de la calcificación del esmalte o del desarrollo normal de los ameloblastos (células encargadas de la formación y organización del esmalte dental). * Puede aparecer tanto en la dentición temporal o permanente. * Los dientes afectados presentan un aspecto de dientes con falta de esmalte, y/o alteración del color. * Debido a los efectos de la hiperglucemia en el desarrollo de los gérmenes dentales. * Mayor propensión a la aparición y progresión de la caries dental.   Líquen plano oral * Enfermedad, inflamatoria, crónica y recurrente que afecta a las mucosas. * Su causa sigue siendo desconocida aunque existen diferentes factores que influyen en su aparición,

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Prevención de las enfermedades periodontales

Las enfermedades periodontales conllevan una infección en las encías y los huesos que sostienen los dientes. Aunque tienen un origen similar, sus consecuencias y tratamientos pueden variar en función del nivel de gravedad. ¿Cómo prevenir las enfermedades periodontales? Una detección a tiempo es fundamental para evitar el desarrollo de las enfermedades periodontales. No obstante, también es muy importante realizar una buena prevención de estas patologías. Esto ayudará a mantener la boca protegida. Las principales enfermedades periodontales son la gingivitis y la periodontitis. La gingivitis consiste en una inflamación y enrojecimiento de las encías. En la mayoría de los casos se debe a la acumulación de placa bacteriana entre las encías y las piezas dentales. Aunque es reversible, si no es detectada o tratada a tiempo puede evolucionar a la periodontitis. La periodontitis, también conocida como piorrea, suele ser irreversible. Además de la inflamación y el sangrado, el paciente puede notar halitosis e incluso movilidad de los dientes. En sus fases más avanzadas, la periodontitis conlleva la pérdida de la pieza dental. Hay varios factores que influyen en el desarrollo de las enfermedades periodontales. Además dela herencia genética, la alimentación y la rutina de higiene oral son decisivas para realizar una buena prevención. Claves para prevenir las enfermedades periodontales Existen diversas pautas para evitar el desarrollo de las enfermedades periodontales: Rutina de higiene bucodental. Mantener unos buenos hábitos de limpieza oral es imprescindible para prevenir las enfermedades periodontales. Esto consiste en cepillarse los dientes después de cada comida y durante dos minutos como mínimo. Alimentación sana. Mantener una dieta sana es importante para la salud general. También para la salud bucodental. Los alimentos que comemos influyen en el estado de nuestros dientes y encías. Por ello conviene evitar los alimentos muy azucarados y muy ácidos, ya que pueden erosionar las piezas dentales. Además el azúcar favorece la acumulación de biofilm oral, principal factor de desarrollo de las enfermedades periodontales. Cuidar la salud general. Varios estudios han demostrado la relación entre la periodontitis y la diabetes. Informar al odontólogo si se sufre diabetes. Mantener una buena salud general favorecerá una buena salud bucodental. Acudir con regularidad al odontólogo. Algunos síntomas de las enfermedades periodontales no son visibles a simple vista. Por ello conviene acudir a la consulta de forma frecuente. También se recomienda someterse a una limpieza dental profesional cada seis meses, aún si no se sintiera ninguna molestia en los dientes o encías. Utilizar un cepillo de dientes de cerdas suaves y redondeadas. Realizar un cepillado consciente y completo. Utilizar pastas dentales con fluoruro. Cepillarse la lengua. Usar hilo dental diariamente, si no sabe usarlo, pida a la Dra. Sánchez que le enseñe como hacerlo correctamente. No fumar. La prevención y el tratamiento es muy beneficioso para la salud bucal, además de posibilitar una sonrisa sana y agradable. Mantener una boca sana es fundamental para prevenir las enfermedades periodontales. Los dientes definitivos son únicos y por ello aconsejamos mantenerlos en buen estado para lucir una sonrisa sana y bonita durante toda la vida.

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¿Cómo afecta la diabetes a mi boca?

Hoy es el Día Internacional de la Diabetes. La diabetes es una enfermedad crónica. Consiste en que el organismo no produce insulina suficiente o bien no la usa con eficacia, en función del tipo de diabetes. ¿Cómo puede afectar la diabetes a la salud oral? Diversos estudios han demostrado la relación entre la diabetes y las enfermedades periodontales. Hay dos tipos de diabetes. La diabetes tipo 1 es la menos frecuente. El cuerpo deja de producir insulina. En cambio en la diabetes tipo 2 el organismo produce insulina, pero en cantidades insuficientes. Se calcula que entre el 85% y el 95% de los casos de diabetes son de este tipo. Por otro lado también existe la diabetes gestacional. Este tipo de diabetes surge durante el embarazo y suele desaparecer después de esta etapa. Respecto las enfermedades periodontales, destaca la relación entre gingivitis y periodontitis. La gingivitis es una inflamación de las encías que conlleva sangrado y enrojecimiento. Normalmente se trata de un proceso reversible. Pero si la gingivitis no es detectada y tratada a tiempo, evoluciona a la periodontitis. También conocida como piorrea, conlleva la formación de bolsas periodontales entre los dientes y las encías. El paciente puede experimentar otros síntomas como la halitosis o la movilidad dental. En los casos más severos, la periodontitis provoca la pérdida del diente. Cómo puede afectar la diabetes a mi boca Periodontitis. Según varios estudios los pacientes diabéticos tienen mucho más riesgo de desarrollar periodontitis. Xerostomía. Conocida como sequedad bucal, puede alterar el habla y la masticación. Otras patologías. Los pacientes diabéticos también son más susceptibles a patologías como la boca ardiente, o las irritaciones bucales como el herpes labial. Además la diabetes altera el sistema inmunológico de modo que el paciente es más vulnerable a las infecciones. Alteraciones en el gusto. La percepción del gusto también puede verse alterada por la diabetes. Es necesario adaptar la dieta a la enfermedad, evitando alimentos como los dulces. ¿Se pueden perder piezas dentales a causa de la Diabetes? Sí, un mal control de la Diabetes y una mala higuiene bucal pueden derivar en enfermedad de las encías que a la larga causa pérdida de piezas dentales. Lo ideal es que cada paciente controle bien la glucosa y evite de esta manera perder dientes. En caso de una pérdida se puede optar por implantes dentales, pero sólo si existe un buen control. ¿Qué pasa cuando no existe un buen control y se necesita un implante? Es complicado realizar cualquier cirugía en una persona con Diabetes que no se controla, así sea un implante o una extracción. El sistema estomatológico esta en una relación directa con los demás sistemas y al practicar cualquier cirugía la coagulación se ve afectada con niveles altos de glucosa. Además si no está controlada la Diabetes, se puede ser blanco de una infección. ¿Una persona con Diabetes debe lavarse los dientes con pasta especial? Es común que las personas piensen que no deben usar pasta dental porque contiene azúcar; sin embargo, no es necesario cambiar la pasta por ningún otro producto, pero sí es necesario tener una excelente técnica de cepillado, hilo dental y completarlo con visitas periódicas al dentista. El azúcar o edulcorantes de las pastas dentales son en su mayoría edulcorantes naturales como sorbitol que no interfieren el metabolismo de la glucosa. ¿Es normal que una persona con Diabetes sienta la boca seca y tenga mal olor al despertar? El mal olor se debe a las bacterias bucales y éstas se reproducen muy rápidamente. De hecho una vez que terminamos de cepillarnos inmediatamente se empiezan a reproducir, esto sumado a que no hay circulación de saliva aumentan la actividad y como todo ser vivo, las bacterias producen desechos que nos provocan un mal sabor de boca al despertarnos; esto le sucede a todas las personas, no sólo a quienes tienen Diabetes. Sin embargo si la sensación es de falta de salivación estaríamos hablando de xerostomía que sí se presenta en mayor medida en personas con Diabetes. ¿Qué tiene que ver la enfermedad periodontal con la Diabetes? La Diabetes nos disminuye las defensas del organismo al tiempo de que nos provoca cambios en la salivación por lo que si uno no tiene una buena higiene bucal y padece Diabetes el riesgo a tener problemas en las encías provocado por el aumento en el numero de bacterias, es mucho más alto. En la enfermedad periodontal, las bacterias provocan una infección tal que las encías se acortan y enferman, dando como consecuencia una perdida de dientes. ¿Una persona con Diabetes puede someterse a un tratamiento con brakets? Sí, se puede realizar siempre que las encías se encuentren sanas y el control de glucosa sea adecuado. ¿Qué cuidados debe tener una persona con Diabetes para su boca? La higiene bucal en la Diabetes es de suma importancia por lo que una técnica adecuada, uso de hilo dental es importante, por lo que es necesario que sea un dentista el que le explique al paciente la técnica adecuada de cepillado. La Diabetes es un padecimiento que nos obliga a tener revisiones periódicas con la Dra. Sánchez, como mínimo tres veces al año. El control por el especialista de la higiene bucal podrá evitar problemas como la gingivitis y la enfermedad periodontal. Una de las claves para reducir estos riesgos es controlar la diabetes. Los pacientes diabéticos con el azúcar controlado presentan un riesgo mucho menor de desarrollar estas patologías orales. Además es imprescindible realizar una buena rutina de higiene oral, además de acudir al odontólogo de confianza con regularidad.

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¿Puedo ponerme implantes dentales con osteoporosis?

Los implantes dentales osteointegrados se consideran restauraciones efectivas para el reemplazo de dientes perdidos. Sin embargo, aunque los resultados son muy satisfactorios y la supervivencia a largo plazo de los tratamientos de estos implantes dentales están bien documentados en numerosos estudios, la no integración de los mismos todavía se produce por varias razones, por lo que los riesgos asociados con el fracaso de implantes dentales se han convertido en un tema frecuentemente discutido en la investigación dental reciente.   Existen una variedad de condicionantes: El diseño del implante (longitud, forma o textura de la superficie), factores médicos relacionados con los pacientes (enfermedades o hábitos sistémicos, tales como fumar) y factores relacionados con la cirugía (la experiencia del cirujano o el diseño quirúrgico). Todos estos factores han sido considerados como influyentes en el resultado de la restauración dental con implantes. Con los avances espectaculares de los materiales del implante dental y las técnicas quirúrgicas, el aumento de la atención se centra en las condiciones relacionadas con el paciente como factores de riesgo para el fracaso del implante dental, lo que incluye la diabetes, el tabaco y la osteoporosis. La osteoporosis es una enfermedad sistémica del metabolismo del hueso que se caracteriza por la disminución de la masa ósea, lo cual predispone a los pacientes a una mayor fragilidad ósea y mayor índice de fracturas. Como se trata habitualmente de pacientes de edad avanzada, es normal que estas personas tengan una alta demanda y necesidad de implantes dentales para colocar dientes o dentaduras implanto-soportadas. Así como la radioterapia sí que es un factor de riesgo para la integración en implantes dentales, la literatura científica concluye que es necesaria más investigación para dilucidar cuál es la relación entre la pérdida de hueso bucal y sistémico en pacientes con osteoporosis, puesto que hay estudios que concluyen que los cambios a nivel bucal son mínimos o no se producen y sin embargo hay otros que sí que indican cambios a nivel de masa ósea bucal. Lo que sí está claro es que no existe contraindicación a la hora de colocar implantes dentales en pacientes con osteoporosis y éstos se integran perfectamente. Pero sí es importante preguntar al paciente con qué se está tratando dicha enfermedad, ya que si se están utilizando bifosfonatos durante mucho tiempo se deben limitar los procedimientos bucales con cirugía, incluidas las extracciones dentales, debido a los efectos sobre el hueso que produce dicha medicación.

Prevención

Enfermedad de las encías o enfermedad periodontal: Causas, síntomas y tratamientos

Si su dentista le ha dicho que tiene una enfermedad de las encías o periodontal, usted no está solo. Muchos adultos padecen de una u otra forma de esta enfermedad. Las enfermedades periodontales pueden variar desde una simple inflamación de las encías hasta una enfermedad grave que puede dañar los tejidos blandos y los huesos que sostienen los dientes. En los casos más graves, los dientes se caen. Si la enfermedad de las encías deja de avanzar, progresa lentamente o empeora dependerá mucho de cómo usted se cuide los dientes y encías diariamente desde que recibe el diagnóstico. ¿Cuál es la causa de la enfermedad de las encías? La boca está llena de bacterias. Estas bacterias, junto con las mucosidades y otras partículas, están constantemente formando una “placa” pegajosa e incolora que se deposita sobre los dientes. El cepillado y el uso de la seda dental ayudan a eliminar esta placa. Cuando la placa no se elimina, se endurece y forma unos depósitos llamados “sarro” o “tártaro”, que el simple cepillado no puede remover. Solamente una limpieza profesional hecha por un dentista puede eliminar el sarro. Gingivitis Mientras más tiempo permanezcan la placa y el sarro sobre los dientes, más daño pueden hacer. Las bacterias causan una inflamación de las encías que se llama “gingivitis”. Si una persona tiene gingivitis, las encías se enrojecen, se inflaman y sangran fácilmente. La gingivitis es una forma leve de enfermedad de las encías que, por lo general, puede curarse con el cepillado y el uso de la seda dental a diario, además de una limpieza periódica por un dentista o higienista dental. Esta forma de enfermedad periodontal no ocasiona pérdida del hueso ni del tejido que sostiene los dientes. Periodontitis (o piorrea) Cuando la gingivitis no se trata debidamente, puede convertirse en “periodontitis”. Esto quiere decir “inflamación alrededor del diente”. En la periodontitis, las encías se alejan de los dientes y forman espacios o bolsas que se infectan (también conocidos como “postemillas”). El sistema inmunitario del cuerpo lucha contra las bacterias a medida que la placa se extiende y crece por debajo de la línea de las encías. Las toxinas de las bacterias y la respuesta natural del cuerpo contra la infección empiezan a destruir el hueso y el tejido conjuntivo que mantienen a los dientes en su lugar. Cuando la periodontitis no se trata debidamente, los huesos, las encías y los tejidos que sostienen los dientes se destruyen. Con el tiempo, los dientes pueden aflojarse y hay que sacarlos. Si la enfermedad de las encías no se trata a tiempo, los dientes pueden aflojarse y caerse.   Factores de riesgo El hábito de fumar. ¿Quiere otra razón para dejar de fumar? Fumar es uno de los factores de riesgo más significativos relacionados con el desarrollo de la enfermedad de las encías. Además, el hábito de fumar puede disminuir el efecto de algunos tratamientos. Cambios hormonales en las niñas y mujeres. Estos cambios pueden hacer que las encías se hagan más sensibles facilitando así el desarrollo de la gingivitis. Diabetes. Las personas con diabetes tienen un mayor riesgo de desarrollar infecciones, entre ellas, la enfermedad de las encías. Otras enfermedades. Enfermedades, como el cáncer o el SIDA y sus respectivos tratamientos, también pueden perjudicar la salud de las encías. Medicamentos. Hay cientos de medicamentos tanto de receta médica como los que se pueden comprar sin receta, que pueden reducir el flujo de la saliva. La saliva sirve para proteger la boca, y si no se tiene suficiente, la boca queda susceptible a infecciones como la enfermedad de las encías. Hay algunos medicamentos que pueden hacer que el tejido de las encías crezca más de lo normal. Esto dificulta mantener las encías limpias. Genética. Algunas personas son más propensas que otras a tener un caso grave de la enfermedad de las encías. ¿A quién le da la enfermedad de las encías? Generalmente, las personas no muestran señales de enfermedad de las encías hasta que tienen entre 30 y 50 años. Los hombres tienen mayor probabilidad que las mujeres de tener enfermedad de las encías. Aunque es raro que los adolescentes desarrollen periodontitis, pueden desarrollar gingivitis, la forma más leve de la enfermedad de las encías. Por lo general, la enfermedad de las encías se desarrolla cuando se deja que la placa se acumule a lo largo y por debajo de las encías. ¿Cómo sé si tengo enfermedad de las encías? Los síntomas de la enfermedad de las encías incluyen: Mal aliento constante Encías rojas o inflamadas Encías muy sensibles o que sangran Dolor al masticar Dientes flojos Dientes sensibles Encías retraídas o dientes que se ven más largos de lo normal. Cualquiera de estos síntomas puede ser una señal de un problema grave que debe ser examinado por tu dentisa, la Dra. Sánchez. Cuando vaya al dentista, el dentista deberá: Uso de la sonda para medir la bolsa periodontal Hacerle preguntas sobre su historia médica para determinar si hay otros problemas o factores de riesgo, tales como el hábito de fumar, que quizás influyan en la enfermedad de las encías. Examinarle las encías para ver si hay alguna señal de inflamación. Usar una “sonda”, que es una especie de regla muy pequeña, para determinar si hay bolsas periodontales y medirlas. En una boca sana, la profundidad de estas bolsas es de entre 1 y 3 milímetros. Normalmente esta prueba no causa dolor. El dentista también puede: Hacerle una radiografía para saber si hay pérdida o desgaste de hueso. Recomendarle un tratamiento periodontal, la Dra. Sánchez, es especialista en el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades de las encías y le puede dar opciones de tratamiento. ¿Cómo se trata la enfermedad de las encías? El objetivo principal del tratamiento es controlar la infección. La cantidad y los tipos de tratamientos pueden variar dependiendo de hasta dónde se ha extendido la enfermedad de las encías. Cualquier tipo de tratamiento requiere que el paciente continúe con un buen cuidado diario de los dientes en su casa.

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Relación entre diabetes y periodontitis

La diabetes es una de las enfermedades más comunes que afectan a un mayor porcentaje de la población y es que se estima que más de 400 millones de personas padecen esta patología, lo que supone una cifra cercana al 10 % de adultos del planeta. La diabetes está directamente relacionada con el sector de la Odontología, por lo que este colectivo de pacientes deberán llevar a cabo una serie de conductas y controles con el fin de preservar una correcta salud bucodental. A través de este artículo vamos a conocer la relación entre diabetes y periodontitis, solo de esta manera tomaremos conciencia de los problemas periodontales que puede padecer este colectivo en caso de que no lleven un control adecuado acerca de los tejidos que se encargan de sujetar el diente. Enfermedades periodontales; relación entre diabetes y periodontitis Para entender la relación que existe entre ambas patologías hay que considerar que la periodontitis está directamente relacionada con las alteraciones del control de la glucosa, de este modo no nos debe extrañar que aquellas personas que padecen diabetes tendrán una mayor incidencia de esta enfermedad periodontal que se caracteriza por la inflamación de la encía así como también por la pérdida y destrucción del tejido óseo, cuya principal función es la de sujetar el diente. Teniendo en cuenta las consecuencias de esta enfermedad oral no nos debe extrañar que la periodontitis sea una de las principales causas por la cual se produce la pérdida de piezas dentales. Si ya de por si cualquier persona debe llevar a cabo una serie de conductas mínimas para mantener en buen estado las encías, queda claro que aquellas personas que padezcan diabetes deberán extremar estas conductas en pro de una buena salud periodontal. En este sentido, cobra importancia la práctica de una rutina de higiene bucodental correcta y óptima, donde no solamente hay que hablar de la importancia del cepillado dental después de cada comida puesto que además hay que incluir en esta rutina el uso del hilo dental, para eliminar los restos de alimentos que se alojan en los espacios interdentarios, así como también es fundamental finalizar este proceso mediante el uso de colutorios o enjuagues bucales. Paralelamente a ello hay que hablar también de la importancia de acudir regularmente a nuestro dentista, siendo estas visitas muy importantes ya que el especialista no solamente se encargará de revisar el estado de las piezas dentales y del resto de tejidos orales. Otro beneficio que nos proponen estas visitas periódicas está en la posibilidad de prever cualquier problema y para ello se llevarán a cabo todo tipo de sencillas intervenciones de carácter preventivo, como por ejemplo la limpieza dental profesional. En definitiva, si bien es cierto que un paciente con diabetes tiene más posibilidades de desarrollar periodontitis, lo cierto es que a día de hoy cuenta con recursos y herramientas para prevenir esta enfermedad oral.

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