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¿Qué efectos tiene el azúcar en mi boca?

El azúcar es un ingrediente muy presente en la alimentación diaria. En nuestro país se consume el doble de la cantidad de azúcar recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS). La cantidad que recomienda la OMS equivale a unas doce cucharillas de azúcar. Tomar azúcar en exceso puede provocar diferentes problemas de salud, como la obesidad. A nivel bucodental, el azúcar también puede causar varias patologías. Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) los españoles consumen cada día 94 gramos de azúcar. Además de ser el doble de la cantidad recomendada por la OMS, resulta cuatro veces superior a la cantidad considerada como ideal. En nuestro país se está valorando la posibilidad de sanciones en la industria alimentaria. Pero, ¿Qué efectos puede tener el azúcar en la boca? Consecuencias bucodentales del azúcar Cuanto más se exponen los dientes al azúcar, más susceptibles son de desarrollar diversas patologías bucodentales. El problema bucodental más importante provocado por el azúcar es la caries. Se ha demostrado que el azúcar es la causa principal de la caries, un problema que afecta especialmente a los niños. Los más pequeños son consumidores potenciales de alimentos que contienen altos niveles de azúcar: golosinas, pasteles, galletas… Además el azúcar concentrado en este tipo de alimentos también provoca la producción de ácidos en la cavidad oral. Estos ácidos actúan después de las comidas y pueden erosionar el esmalte. El exceso de azúcar también favorece la acumulación de biofilm oral entre dientes y encías. Existen varios consejos para prevenir los efectos del azúcar sobre los dientes. La clave está en moderar la alimentación. Así, se recomienda sustituir los alimentos con más azúcar por otros más saludables. También es recomendable beber agua en vez de zumos y evitar los refrescos. Además, es fundamental evitar picar entre horas. Normalmente entre horas se consumen alimentos poco saludables. Como no suele dar tiempo de realizar una buena limpieza oral, los ácidos atacan con más facilidad los dientes y las encías. Sorprendentemente, el azúcar no es la principal causa de las caries. Lo que provoca caries es el ácido, no el azúcar. Pero existe una relación entre el azúcar y el ácido. El azúcar hace que las bacterias en su boca produzcan el ácido que finalmente daña sus dientes. Es decir que cuanto más azúcar consuma, más ácido creará en su boca. Pero este proceso se produce debido a la placa. La placa es una película de bacterias que recubre sus dientes y encías. Se desarrolla constantemente y la elimina cuando se cepilla los dientes. Cada vez que la placa entra en contacto con el azúcar, se produce ácido que ataca a los dientes durante 20 minutos. Este ácido puede crear un pequeño agujero en el esmalte. ¿Qué debe hacer para ayudar a evitar que el azúcar dañe sus dientes? ¿Debe dejar de comer dulces para siempre? No, para nada. Su primera defensa es prestar atención a la cantidad de tiempo que sus dientes están expuestos al azúcar. Pasarse 10 minutos comiendo un trozo de tarta es mucho mejor para sus dientes que sorber una bebida azucarada durante tres horas. También debe prestar atención a los alimentos y las bebidas que contienen azúcares agregados. Las pautas alimentarias del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) alientan a limitar este tipo de alimentos; los refrescos son una de las mayores fuentes de azúcar agregado en la dieta de los estadounidenses. Los estadounidenses toman más refrescos que cualquier otra bebida, ¡incluso agua, café, leche y cerveza! Esto se traduce en grandes cantidad de azúcar que entran en contacto con sus dientes. Si le gustan los dulces, naturalmente sus dientes estarán expuestos al ácido con más frecuencia. Intente limitar los dulces poco saludables lo más posible. Elija alimentos saludables sin azúcar agregada y limite el consumo de bebidas azucaradas entre las comidas, tome agua en lugar de ello. Las mejores elecciones de alimentos para su salud general también son buenas para su salud dental. Estos alimentos incluyen vegetales y frutas crujientes, por ejemplo brócoli, zanahoria, pepino, manzana y pera. Estos alimentos tienen un alto contenido de agua y un bajo contenido de azúcar. También estimulan el flujo de saliva, lo que ayuda a eliminar los restos de comida y amortiguar los efectos del ácido. Otros alimentos con bajo contenido de azúcar que son buenos para sus dientes son las carnes, los quesos y los frutos secos. Los alimentos que debes evitar son todas las golosinas, galletas dulces, tortas, muffins, patatas fritas, caramelos masticables y otros alimentos que contiene azúcar. Las bebidas que debes evitar son todos los refrescos, jugos de fruta y bebidas azucaradas. Estos tienen un alto contenido de azúcar, que alimenta a las bacterias que provocan caries. Asegúrese de mantener una higiene dental adecuada para que la placa bacteriana esté bajo control. Esto le ayudará a reducir la cantidad de ácido que se produce cuando come y reducirá los efectos del azúcar en los dientes. Cepíllese los dientes dos veces al día, use hilo dental una vez al día y hágase limpiezas dentales regularmente para eliminar el exceso de placa. No podemos evitar todas las caries, pero podemos reducir las posibilidades de tener caries mediante el cuidado oral apropiado y pequeños cambios en la dieta. Recuerde reducir su consumo de azúcar, reducir la cantidad de tiempo que los dientes están expuestos al azúcar y realizarse limpiezas regulares. Su sonrisa se lo agradecerá y podrá satisfacer sus ansias de comer dulces sin dañar demasiado el esmalte de sus dientes. Moderar los niveles de azúcar consumidos ayudará a prevenir el desarrollo de patologías como la caries. En este sentido es muy importante acudir al odontólogo con frecuencia. El dentista podrá detectar a tiempo los primeros síntomas de la caries. Además, moderar el azúcar también permitirá mantener una mejor salud general. Además es muy importante mantener una buena higiene bucodental. Se recomienda cepillarse los dientes un mínimo de dos veces al día con una pasta dental que contenga flúor. También es aconsejable acompañar el cepillado con el uso del colutorio y el hilo dental. Una buena limpieza diaria ayuda a eliminar los restos

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Consecuencias bucodentales de chuparse el dedo

Chuparse el dedo es algo natural e instintivo en muchos niños. Desde que son bebés hasta los primeros años los pequeños se acostumbran a succionar: durante la lactancia, el biberón, el chupete… Y también sus propios dedos y otros objetos como los juguetes. La acción de chuparse el dedo es prácticamente un reflejo para los más pequeños. Les hace sentir seguros a la vez que resulta relajante. De hecho, muchos bebés se chupan el dedo para conciliar el sueño. No obstante, según la Sociedad Española de Odontopediatría (SEOP) chuparse el dedo es mucho más peligroso que el chupete por el riesgo de infección. Las manos de los bebés exploran muchas cosas y hay un alto riesgo de contraer infecciones bucodentales incluso antes de desarrollar los primeros dientes. Lo más habitual es que el bebé mantenga este hábito hasta los tres o cuatro años. Durante este tiempo es probable que ya hayan erupcionado los primeros dientes, conocidos como dientes de leche. Si el hábito de chuparse el dedo persiste más allá de los cuatro años es importante eliminarlo para evitar problemas bucodentales. Hay varias causas por las que los niños siguen con el hábito de chuparse el dedo. La más común es la relajación antes de ir a dormir. También puede ser una necesidad para aliviar la ansiedad de ciertos momentos como el llanto, o simplemente un reflejo del niño por puro aburrimiento. En cualquier caso es importante modificar esta conducta en los pequeños. De lo contrario además de contraer infecciones los dientes pueden salir en una mala posición. ¿Cómo lograr que el niño deje de chuparse el dedo? Existen varias técnicas para lograr que el pequeño abandone este hábito sin que esto conlleve grandes problemas. Mojar el dedo en sustancias. A ser posible se recomienda que no resulten muy agradables para el pequeño. Así, mojar levemente su dedo en zumo de limón o vinagre ayudará a que el pequeño deje de relacionar chuparse el dedo con comodidad. En este caso es imprescindible supervisar al pequeño para evitar que se lleve los dedos a los ojos. Cubrir el dedo. Una tirita o un guante durante la noche son buenas opciones para que el pequeño deje de chuparse el dedo. Consejos del odontopediatra. Llevar al pequeño al odontopediatra para que éste le explique las consecuencias de chuparse el dedo puede ayudar a que se mentalice. Si el pequeño es consciente de lo perjudicial que puede ser chuparse el dedo, es más probable que abandone este hábito. ¿Qué deben hacer los padres? Otro estudio encontró que 15% de los niños de cuatro años se chupaban el pulgar, quienes al mismo tiempo vivieron conflictos con uno de los padres que trató de hacer que el niño dejara el mal hábito. Afortunadamente, la costumbre resulta inofensiva a esa edad, pero se tornará en problema cuando empiecen a brotar los dientes permanentes, aproximadamente a los 6 años. Lo que indican los pediatras a los padres es no buscar el conflicto (aunque sea casi imposible no manifestar enojo), y emprender medidas que compensen la acción, por ejemplo, cuando el niño esté cansado o aburrido hay que intentar distraerlo con algo que pueda sostener entre sus manos. La Asociación Dental Americana (estadounidense) aconseja que la succión del pulgar debe ser interrumpida entre los 4 y 5 años de edad, porque si continúa los dientes tenderán a «salirse», lo que afectará cuando tenga que morder (oclusión). Lo anterior se explica porque la mandíbula se irá hacia atrás por la presión que ejercen mano y brazo. Asimismo, los dientes se inclinan y el paladar se profundiza. Lo que sigue es que el niño no va a poder cerrar normalmente sus labios por el desplazamiento óseo y dental, aumentando la distancia entre los labios. Estéticamente lo anterior dará la impresión de que el niño no tiene mentón y ello puede llegar a crear en él ciertos conflictos emocionales, debido a la burla de sus compañeros, disminuyendo con ello su autoestima. Actualmente los odontopediatras recomiendan aparatos fijos que no sean fáciles de quitar, como una rejilla con bandas que impide el contacto del dedo con el paladar, además de que le va a servir al niño como recordatorio cada vez que intente llevarse el dedo a la boca. Recuerde, no conflicto Si tu bebé tiene gran necesidad de succionar trata de interesarlo en un chupón en vez del pulgar, lo cual tiene ciertas ventajas, pues el artefacto puede ser controlado cuando el niño crezca porque podrás quitárselo entre los 4 o 5 años de edad. Por otra parte, no hay reportes de que los pequeños que dejan el chupón se chupen posteriormente el dedo. Procura no comentar en público, y en presencia del chico, el disgusto que tal costumbre te provoca, pues lo harás sentirse avergonzado y no es la mejor estrategia; recuerda que regaños, nalgadas y otros castigos sólo harán que tu hijo se empeñe en chuparse el dedo. Si el niño es más grande, explícale lo que el hábito le produce, muéstrele en un espejo la separación de sus dientes y dile lo mal que se ve, de esta manera afectarás su sentido de orgullo y seguramente pondrá de su parte para mejorar. Sugerirle que dibuje una estrellita o se coloque cinta adhesiva en el dedo que le recuerde no chupárselo. No obstante, el niño, por lo general, deja de chuparse el dedo en forma natural. De noche chuparse el dedo tiende a ser un proceso involuntario, pero hay que intentar detenerlo; para ello, puedes colocar algo en el dedo, como un guante que abarque toda la mano o un calcetín, pero deja que él escoja el método y felicítalo por la idea. Aunque no es lo más recomendable, hay quien unta en el dedo sustancias amargas -nunca deberán ser picantes o irritantes-, lo cual es aceptable siempre y cuando el chico esté de acuerdo y dejando que sea él mismo quien se lo aplique; no lo uses como castigo. Recuerda que el odontopediatra deberá estar al tanto de este hábito en

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Salud dental en pacientes celíacos

La enfermedad celíaca es una enfermedad autoinmune caracterizada por una anormalidad de la mucosa intestinal dependiente del gluten. Una persona celíaca es aquella que tiene intolerancia al gluten, siendo una afección que afecta principalmente sobre el sistema digestivo y que causa problemas en la digestión. Seguramente lo que mucha gente no sepa es que este trastorno también afecta a nuestra boca, por ello a través de este artículo hablaremos acerca de la salud dental en pacientes celíacos, especialmente si consideramos que a través de una inspección bucal podremos determinar si un paciente padece celiaquía y, de este modo, podremos detectar esta patología de forma precoz. De igual forma que sucede con otras enfermedades como la diabetes, el cáncer o el VIH hay que destacar que el colectivo de pacientes que sufren celiaquía tendrán que llevar a cabo una serie de cuidados especiales para que este trastorno no afecte a la salud de la boca. Por otra parte ya hemos advertido de la importancia de acudir al dentista desde niños y es que, en el caso de la celiaquía, debemos saber que podremos diagnosticarla mediante un estudio bucal. Una de las mayores ventajas que encontramos con la detección de esta enfermedad mediante la salud oral es que esta técnica es una de las más precoces que podremos encontrar, ya que se puede saber si un paciente padece celiaquía incluso antes de que éste haya tenido cualquier tipo de síntoma de carácter digestivo. Es por esto que resulta tan importante que el especialista lleve un control de carácter rutinario sobre el paciente, y éste deberá tener en cuenta las enfermedades orales que padece, a fin de poder detectar la enfermedad. En este sentido, resulta importante que sepamos que existen dos trastornos orales, cuya relación con la celiaquía es directa. En el caso de que se manifieste de forma continuada, resultará muy probable que el paciente sea celíaco. Una de las patologías es la estomatitis aftosa recurrente. Esta se manifiesta mediante una úlcera de color blanco o amarillo, y produce un dolor acentuado. La zona está rodeada por un color rojizo brillante. Por otro lado, tenemos que hablar de la lesión hipoplásica del esmalte. Este trastorno oral está relacionado con la celiaquía también, y tenemos que decir que este presenta un cambio de la coloración dental, y hace posible que la dentición tienda a volverse de un color marrón o amarillo. Esta es una afección poco común, y afecta generalmente a los incisivos y molares, lo que termina por causar una gran multitud de problemas de carácter estético. Como podemos ver, la salud oral está relacionada con un gran número de enfermedades y patologías de salud general. Este es otro de los motivos por los cuales deberemos realizar una visita de forma periódica a nuestro dentista de confianza. ¿Por qué afecta esta afección a nuestra boca? Debemos saber que esta situación, tal y como hemos explicado anteriormente, afecta al sistema digestivo y ello se traduce en una mala absorción del calcio que se consume, situación que hace posible que la estructura dental se vea afectada por este trastorno. Una vez que se ha diagnostico esta enfermedad se deberán tomar una serie de medidas y, como no podía ser de otra forma, hacen especial hincapié a mantener unos hábitos saludables y completas en relación a la higiene bucodental así como también se deberá acudir al especialista de forma periódica con el fin de comprobar el estado de las piezas dentales así como también del resto de tejidos bucales. En cuanto a la higiene oral debemos saber que no solamente es necesario el cepillado dental después de cada comida, especialmente antes de ir a dormir o al consumir productos azucarados, dado que también es indispensable utilizar el hilo dental, elemento tan olvidado como útil y eficiente a la hora de eliminar los restos de alimentos que se quedan alojados en los espacios interdentarios. A través de este sencillo proceso evitaremos la aparición de caries en esta zona tan propensa a ello así como evitaremos las enfermedades periodontales. En definitiva, si padeces celiaquía deberás llevar a cabo una serie de cuidados simples y mínimos para evitar que este problema digestivo afecte a la salud de tu boca. Las afectaciones orales  de la enfermedad celíaca pueden detectarse incluso antes que los padres sepan que su hijo/a sufre dicha enfermedad. Una detección temprana de la enfermedad ayuda a un desarrollo psicológico y físico normal, disminuyendo también la posibilidad de desarrollar linfomas, neoplasias gastrointestinales y otros trastornos orales como pérdidas de material dentario  o  aparición de aftas bucales. Las manifestaciones más recurrentes en la cavidad oral son: estomatitis aftosas recurrentes lesiones hipoplásicas del esmalte Los pacientes que presenten ambas lesiones y aun no presentan  alteraciones gastrointestinales, deberían someterse a pruebas diagnosticas para descartar la enfermedad celíaca. Las revisiones tempranas con un odontólogo familiarizado con la enfermedad pueden descubrir las lesiones relacionadas con ello. Las lesiones en los dientes tienen un color marrón o amarillento que son simétricas afectando más a los incisivos y los primeros molares. Estos dientes empiezan a formarse y a calcificarse en la misma época. En esta enfermedad la afectación dental aparece en el 71% de los casos y siempre en la dentición permanente. Estos defectos en el esmalte no aumentan el riesgo de caries si la higiene oral es buena. Las revisiones en la consulta odontológica son muy importantes y sirven para pautar las normas de higiene oral  y enseñar a los padres las diferentes técnicas de cepillado. La prevención forma parte esencial de cualquier enfermedad y la consulta odontológica forma parte esencial en el diagnostico de la enfermedad celíaca pero muchas veces esta olvidada y no se incluye en el diagnostico de esta última. Una de las manifestaciones orales más frecuentes es la estomatitis aftosa, donde las molestias derivadas por las llagas que aparecen en toda la boca, pueden ser tratadas de forma sintomatológica  mediante gel de clorhexidina , enjuagues bucales y anestésicos tópicos. En el caso de los defectos del esmalte la afectación

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¿Qué es la displasia cleidocraneal?

La displasia cleidocraneal es una enfermedad rara que altera el desarrollo de huesos y dientes. Afecta a una persona entre un millón, aunque últimamente se ha hablado de ella por Gaten Matarazzo. El joven actor interpreta un personaje en la exitosa serie Stranger Things. El personaje de la serie, al igual que el actor, padece displasia cleidocraneal. Esta rara enfermedad tiene un origen genético. Presenta diferentes niveles de gravedad, en función de cada paciente. El diagnóstico de la displasia cleidocraneal se puede hacer antes o después del nacimiento. No obstante, en la actualidad no hay una cura para esta rara enfermedad. Los tratamientos existentes sirven para minimizar los síntomas, de modo que los pacientes puedan llevar un estilo de vida lo más normal posible. En general los pacientes con displasia cleidocraneal tienen una estatura más baja que el resto. También suelen tener las extremidades algo más cortas. Se trata de pacientes muy frágiles, que pueden romperse los huesos con más facilidad. De hecho, muchos pacientes desarrollan osteoporosis de forma precoz. Consecuencias bucodentales de la displasia cleidocraneal A nivel bucodental, la displasia cleidocraneal tiene algunas consecuencias que pueden alterar la calidad de vida del paciente, especialmente en la niñez. ¿Cuáles son? La Dra. Sánchez te los explica: Una de las anomalías bucodentales por esta enfermedad es el retraso en la erupción de los dientes. Incluso algunos dientes no llegan a desarrollarse. Esto puede tener graves consecuencias en los pacientes más pequeños. Los dientes de leche son fundamentales para el proceso del habla y la masticación. Además, estos pacientes también tienden a perder las piezas dentales más tarde que el resto. Por tanto, los dientes definitivos también erupcionan con retraso. Otra consecuencia a nivel bucodental es la aparición de quistes en los huesos maxilares. Esto puede alterar notablemente la comodidad del paciente. En algunos pacientes también pueden erupcionar dientes adicionales. Además de otras malformaciones que pueden alterar un buen desarrollo bucodental del paciente. Para resolver todas estas complicaciones orales es muy importante acudir al dentista. En las clínica dental SanCal los profesionales encontrarán el tratamiento más adecuado a tu boca. Nuestros profesionales saben ajustar los tratamientos a las diferentes patologías de los pacientes, tanto pequeños como adultos. Una buena salud oral influye en el resto del cuerpo. Por ello recomendamos acudir al odontólogo de confianza un mínimo de dos veces al año.

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La corona dental

 Las coronas dentales son un tratamiento dental que tiene utilidades estéticas y funcionales, y que consiste en una especie de funda con forma de diente que se coloca sobre un diente natural del paciente con el fin de sustituirlo a todos los efectos. Dicho de otra forma, una corona dental es prácticamente un “diente nuevo” que se encaja sobre el diente natural. Tienen algunas similitudes con las carillas dentales, pero realmente son tratamientos diferentes con varias diferencias de peso entre ambos. Las coronas dentales constituyen un tratamiento estético (puesto que sustituyen visualmente a los dientes naturales del paciente), pero además y a diferencia de las carillas, también suponen un tratamiento funcional, ya que la corona dental refuerza el diente por lo que además de hacerlo más bonito, se convierte en un diente más “útil”. Suelen utilizarse sobre todo en los dientes posteriores (los más ocultos), es decir, en los premolares y molares, puesto que son los dientes más utilizados en la masticación y por tanto, más expuestos al desgaste y más necesitados de una gran firmeza. Las coronas dentales pueden fabricarse con diversos materiales, aunque los más utilizados son la porcelana, el metal y el circonio. ¿Cómo se coloca una Corona Dental? Tal y como se puede ver en las imágenes, una corona dental tiene un espacio hueco, el cuál sirve para encajarla en un diente natural. Para que el diente pueda meterse dentro de la corona, es necesario tallarlo para reducir su tamaño. En el proceso de colocación de la corona, el dentista pondrá anestesia local en la zona y procederá a limar el diente y cuando ya haya reducido su tamaño lo suficiente, tomará medidas y con ellas se fabricará una corona dental específica para ese diente. Una vez fabricada y preparada, la corona se fijará fuertemente al diente tallado y el paciente podrá olvidarse de que lleva una corona y utilizar su nuevo diente de manera totalmente normal.  ¿Para qué sirven las Coronas Dentales? Una corona dental tiene los mismos usos que pueden tener las carillas dentales (todos estéticos), pero además pueden utilizarse para otros fines más funcionales como pueden ser: Reforzar dientes: Si un diente está demasiado debilitado o es demasiado pequeño, el uso de las carillas no sería adecuado, ya que sólo tienen utilidad estética y se limitan a cubrir una parte del diente. En este caso, las corona dental es un tratamiento ideal que para el paciente supondría un tener un auténtico “diente nuevo”, más grande, más fuerte y más bonito. Cubrir la falta de dientes: Si un paciente tiene un espacio muy grande entre dos dientes, debido a que ha perdido el diente que se encontraba entre ambos, es posible recuperar ese diente perdido mediante la colocación de implantes dentales en los que posteriormente se pondrán coronas. También se podrían recuperar dientes mediante una “triple corona” (un puente dental) colocado sobre los dientes que sí están (previamente tallados) o sobre otros implantes en caso de necesidad. Algo similar a lo que aparece en la imagen: Corresponde al dentista valorar el uso de las coronas dentales según el caso y circunstancias del paciente. Es posible que se utilicen carillas y coronas para la dentadura de un paciente según el diente concreto a tratar, y también que se combinen varios tipos de coronas dentales según el caso, ya que cada corona se ajusta a un diente específico.   Para realizar una corona dental, el dentista toma unas impresiones de los dientes para enviar al laboratorio donde se fabrica unos modelos de estudio de la boca del paciente y la corona dental con cad cam dental (diseño y la preparación son asistidos por ordenador). En la mayoría de los casos que necesitan coronas dentales es para rehabilitación de la estética dental de la sonrisa o para tratamientos en que hay caries muy extensas o dientes debilitados con la estructura dental demasiado frágil después de un tratamiento de endodoncia que han son necesarios cuando la caries llega al nervio. Durante el proceso de realización de la corona definitiva se coloca sobre el diente a tratar una corona provisional que permanecerá allí hasta la colocación de la prótesis fija definitiva. Material de las coronas dentales Las coronas dentales suelen tener un núcleo de un material más resistente y luego ir revestidas por porcelana. La corona dental puede ser de metal porcelana o de circonio porcelana. Las coronas de metal porcelana, suelen tener un núcleo de metal (cromo- cobalto) y van revestidas por porcelana. Las coronas de circonio, tienen el núcleo de zirconio y luego también la porcelana. Las coronas 100% porcelana, son realizadas completamente con porcelana. La diferencia es que la corona de circonio es estéticamente más agradable debido a la translucidez del material y es biocompatible. La corona dental se asemeja al  diente natural y la porcelana es el material empleado para revestir el diente por tener unas calidades más estéticas.

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Dientes supernumerarios

Los dientes supernumerarios son aquellos que exceden de la formula dental habitual y se conocen como los dientes que salen de más. No acostumbran a dar sintomatología y su hallazgo suele ser casual en pruebas radiográficas de rutina en la clínica dental o bien como consecuencia del retraso en la erupción del diente definitivo habitual. Se llaman dientes supernumerarios a la presencia de un número de dientes superior al normal en el arco dental. Los dientes supernumerarios son asintomáticos y se encuentran en revisiones en el dentista. Son dientes que aparecen de forma adicional al número de piezas de la dotación dental normal (que es de 20 dientes deciduos o “de leche” y 32 permanentes). El número de dientes común entre las personas es de 20 durante la dentición temporal y de 32 en la dentición permanente (en los casos en que erupcionan las cuatro ‘muelas de juicio’). Pero un 2’5% de la población cuenta entre sus dientes con piezas de más, conocidas como los dientes supernumerarios. La presencia de estas piezas anormales se denomina hiperdoncia y puede causar alteraciones importantes tanto en la dentición temporal como en la dentición permanente. Tratamiento de los dientes supernumerarios El tratamiento de los dientes supernumerarios se decidirá en cada caso por parte de los dentistas pero suele aplicarse su extirpación. No existe un momento determinado para realizar su extracción aunque algunos especialistas prefieren esperar hasta los 10-12 años de edad para disminuir el riesgo de lesión de piezas adyacentes. Esta espera no se producirá en ningún caso cuando el diente produzca retraso en la erupción, interfiera en el desarrollo dimétrico o esté a punto de producir un quiste. Una vez más, la detención precoz puede ser un atenuante de esta afección que en muchos casos conlleva problemas importantes. Por este motivo será vital llevar los niños a la clínica dental lo más temprano posible, de esta forma los dentistas podrán detectar cualquier anomalía para actuar en consecuencia. Las pruebas radiológicas en niños son es mejor método para el diagnostico de inclusiones dentarias. La extracción de dientes supernumerarios incluidos es el tratamiento de elección para evitar la aparición de maloclusiones dentarias y quistes dentigenos asociados. Causas de los dientes supernumerarios Las causas de su aparición son desconocidas, aunque se han relacionado con la naturaleza hereditaria. Su presencia puede alterar la erupción de los otros órganos dentarios, especialmente cuando los dientes supernumerarios están completamente sin erupcionar y bloquean la salida de las piezas normales. Las piezas supernumerarias se pueden encontrar en cualquier región del arco dental pero hay lugares en los que son mucho más recurrentes. En más de un 90% de los casos aparecen en el maxilar superior, principalmente en la zona central (premaxila) y hasta dentro de ella, fuera de la línea natural de la sonrisa. Otros lugares comunes de erupción son en los incisivos centrales y laterales o en el área de los premolares. La aparición de dichos dientes provoca en la mayoría de los casos graves desarmonías tanto estéticas como funcionales. La posibilidad de un diagnóstico precoz será vital para aplicar un tratamiento de garantías, por eso los profesionales de Clínica dental SanCal aconsejamos fervientemente la realización de las visitas periódicas correspondientes por parte de todas las personas, especialmente de los niños en este caso. Solo un 25% de los dientes supernumerarios erupcionan de manera total o parcial, por lo que la mayoría de los casos son asintomáticos y únicamente se descubren mediante un examen radiológico de rutina. En caso de erupcionar conllevarán apiñamiento en la dentición normal. Mientras que de mantenerse incluidos los peligros van desde la reabsorción radicular, la interferencia en la erupción normal y la posibilidad de generar quistes en los folículos de los dientes no erupcionados. Su etiología no es del todo conocida aunque se piensa que está relacionado con una hiperactividad de la lamina dental, o bien una división de un germen dental. Los más frecuentes se encuentran en la premaxila, los llamados mesiodens, seguidos por los cuartos molares y en mandíbula por los premolares inferiores, que se presentan entres el 0,29% y el 0,64% de la población, representando el 8%de los supernumerarios. Existe una predilección sexual varón/mujer de 2.1 así como una mayor existencia de hiperdoncias bilaterales frente a unilaterales. Estos premolares supernumerarios acostumbran a ser eumorfidos, es decir conservar la forma habitual del diente, y a situarse hacia la cortical lingual mandibular. Los dientes supernumerarios son unas de las principales causas de inclusiones dentarias y maloclusiones en niños en la etapa de denticion mixta y permanente. La realización de pruebas radiológicas periódicas en niños es el método más sencillo para diagnosticar posibles inclusiones dentarias y su relación beneficio/riesgo es alta.

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Riesgos de los piercings bucales

El uso del piercing oral (lengua, labios, frenillo e incluso mejillas) puede tener importantes consecuencias para la salud bucodental, más allá del dolor, el posible rechazo y el alto riesgo de infección que implica su colocación, dada la elevada presencia de bacterias y la humedad propia del interior de la boca, que dificulta la cicatrización de los tejidos. Además, en su colocación también es importante el riesgo de causar lesiones importantes si al hacer el agujero se comprometen determinados vasos sanguíneos o nervios. Pero lo más importante es que, una vez puesto, el piercing oral puede provocar problemas de diversa índole: maloclusiones dentales, traumatismos en los dientes adyacentes, infecciones, retracción de las encías y pérdida de dientes. Ningún odontólogo recomendará la colocación de un piercing en la cavidad oral. Todo lo contrario. Pero, si pese a los riesgos se decide hacerlo, es muy importante visitar desde el primer momento y de forma regular la consulta del dentista para que éste realice un seguimiento de la pieza y de sus efectos en la salud bucodental. Localizaciones más frecuentes del piercing oral Los lugares de la cavidad oral en los que se suelen colocar los piercings son las siguientes: Lengua: suele hacerse en la parte central y se utilizan los denominados barbell (una barra limitada en cada extremo por una esfera), aunque también hay quien se coloca aros en las partes laterales y anteriores de la lengua. Labios: se utilizan habitualmente aros y labrettes (una barra con una esfera en la parte exterior y un disco plano que hace de cierre en la interior. Se colocan en cualquier parte del perímetro labial, aunque lo habitual es que se haga en la parte central del labio inferior. Otras: mejillas (aunque el piercing es externo, la perforación alcanza la mucosa yugal), frenillo lingual y la úvula (campanilla). Complicaciones del piercing oral Al hablar de complicaciones hay que comenzar por el mismo momento de la colocación del piercing. Las más habitaules son el dolor y la inflamación. Ésta última, que puedo afectar a los ganglios situados bajo el mentón y la mandíbula inferior, se inicia a las pocas horas de haberse colocado y se puede prolongar hasta 3 y 5 semanas. En el caso de la lengua, muy vascularizada y enervada, también puede producirse alguna hemorragia al hacer la perforación o la alteración del sentido del gusto y de alguna función motora si se afecta a algún nervio. La infección local del área en la que se coloca el piercing ocurre en aproximadamente un 15% de los casos y existe el riesgo de sufrir una bacteriemia, por lo que deberá acudirse al médico en caso de presentar fiebre, enrojecimiento acusado en torno a la perforación, temblores y escalofríos. La alergia, es otra de las posibles complicaciones, en función de la aleación con que se ha confeccionado el piercing. El níquel es el metal con que hay que tener especial cuidado. Finalmente, a medio y largo plazo, el impacto de un piercing en cualquier parte de la cavidad oral puede tener importantes consecuencias para la salud bucodental: Resección gingival: es una de las consecuencias más importantes de los piercings orales(especialmente de los colocados en los labios) en la estética y la salud bucodental. Se retraen las encías, dejando más superficie dental al descubierto, lo que favorece la pérdida de inserción del diente, lo que puede causar su movilidad y posterior pérdida. El riesgo de sufrir esta complicación es aún mayor si el portador del piercing es fumador. Traumatismos dentales: son las lesiones más frecuentes y pueden ir desde un simple desgaste por rozamiento del metal en el diente, hasta el astillamiento o fractura de alguna pieza dental. Enfermedad periodontal: el contacto continuo del metal del piercing oral puede causar al acúmulo de placa bacteriano, y por tanto la formación de sarro, en los dientes inferiores anteriores, lo que favorece la aparición de gingivitis y, como consecuencia de periodontitis. Halitosis: puede causarla la acumulación de placa bacteriana. Maloclusiones dentales: la introducción permanente de un cuerpo extraño en la cavidad oral, altera el equilibrio de fuerzas de la lengua y, consecuencia, la posición de los dientes, modificando la mordida. Alteraciones del habla: el piercing en la lengua altera la pronunciación de las palabras que contengan las letras R, S, T y L. Alteraciones del gusto. Ingestión del piercing oral. En el caso de llevar piercings bucales es muy importante realizar un seguimiento constante para evitar todos estos inconvenientes. Aun así, la mayoría de profesionales recomiendan no llevar estas piezas metálicas que pueden comprometer nuestra salud bucodental.

Cultura y curiosidades

Cambios hormonales femeninos y salud oral

Los cambios hormonales influyen en la salud oral, especialmente en las mujeres. Durante estos cambios incrementan algunas hormonas que provocan cambios en las encías. También liberan grandes cantidades de fluidos en la boca. Todo esto provoca que las encías estén más susceptibles a la acumulación de placa bacteriana. En las mujeres las enfermedades periodontales surgen con más facilidad durante los cambios hormonales. Se trata de enfermedades como la gingivitis, que consiste en la inflamación de las encías. También pueden surgir con más facilidad la xerostomía o síndrome de la boca seca, así como la aparición de irritaciones bucales. Cómo afectan los cambios hormonales femeninos a la salud oral Por todos es sabido que los cambios hormonales afectan en mayor o menor medida al humor de las mujeres, pero ¿sabías que también tienen un impacto en su salud oral? Las mujeres se vuelven más susceptibles de lo habitual a la enfermedad periodontal en distintas fases de su vida y algunos estudios muestran que los altibajos en las hormonas son parte de este problema. Hay cinco situaciones en la vida de una mujer en las que las fluctuaciones hormonales la hacen más susceptible a los problemas de salud oral: la pubertad, el ciclo menstrual, el embarazo, la menopausia y el uso de la píldora anticonceptiva. ¿Qué sucede en estas etapas? ¿Cómo puedo proteger mi salud oral en estas fases? Los dentistas de SanCal nos explican los cambios que se producen en cada situación y nos dan consejos para evitar posibles problemas. Pubertad: el aumento de la producción hormonal propio de la pubertad provoca un aumento del flujo sanguíneo hacia las encías que cambia la manera en cómo responden a la irritación. Como resultado, éstas se infectan más fácilmente y pueden sangrar durante el cepillado o la utilización del hilo dental. Menstruación: los cambios en las hormonas femeninas (especialmente el aumento de la progesterona) durante la menstruación provocan el enrojecimiento de las encías, la hinchazón de las glándulas salivales, el sangrado de las encías e incluso la aparición de úlceras. Embarazo: los niveles hormonales también fluctúan durante el embarazo. Como resultado, la futura madre aumenta el riesgo de sufrir gingivitis. Por este motivo es aconsejable seguir un cuidado especial, con limpiezas profesionales más frecuentes durante el segundo trimestre y el principio del tercero. Menopausia: en esta etapa de la vida las mujeres pueden sufrir tres problemas distintos: el primero es la xerostomía o síndrome de la boca seca, una disminución de la cantidad de saliva que aumenta el riesgo de caries dental y enfermedad periodontal. La pérdida de estrógenos también aumenta el riesgo de disminución de la densidad ósea, que puede comportar pérdida dental. Y por último la recesión de las encías, que también aumenta el riesgo de caries. Uso de la píldora anticonceptiva: algunas de estas píldoras contienen progesterona, una hormona que facilita la inflamación de las encías. Si estás tomando este tipo de píldoras, debes comunicárselo a tu dentista para facilitar el tratamiento. La Dra. Sánchez, periodoncista de la clínica dental SanCal recomiendan seguir los siguientes consejos para prevenir la enfermedad periodontal: Cepillarte los dientes al menos dos veces al día con una pasta que contenga flúor. Utilizar el hilo dental o sustitutivo una vez al día. Seguir una dienta equilibrada. Evitar alimentos azucarados. Además de estas etapas, hay hábitos que alteran hormonas y salud oral. Es muy importante acudir al odontólogo para evitar complicaciones en los tejidos que sujetan las piezas dentales. También es importante mantener una buena higiene bucodental en todo momento. Limpiar la boca sólo en ciertos periodos no es suficiente. Es necesario cepillarse un mínimo de dos veces al día y enjuagarse con un colutorio para eliminar la placa bacteriana y mantener la boca sana. Nuestro equipo dental te recibirá con los brazos abiertos para desarrollar un plan de tratamiento que te ayude a mantener los dientes y las encías sanas.        

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Soluciones para los espacios interdentales

Los espacios interdentales son espacios entre dos o más dientes. Este tipo de espacios suele alterar el aspecto de la sonrisa y resulta poco estético. Si bien suelen ser hereditarios, los espacios interdentales pueden deberse a varios hábitos. Así, es probable que los espacios interdentales hayan surgido por empujar con la lengua o por realizar ciertos movimientos al masticar. También la pérdida de hueso dental puede generar los espacios interdentales. Las causas que hayan provocado los espacios interdentales influyen en su tratamiento. No obstante, es muy importante mantener estos espacios limpios y libres de infecciones. En este sentido es básica una buena rutina de higiene oral diaria. Así, se recomienda cepillar los dientes un mínimo de dos veces al día y durante dos o más minutos. Además para una limpieza más profunda se recomienda el uso de colutorio e hilo dental. La presencia de infecciones y enfermedades periodontales en los espacios interdentales puede complicar el tratamiento escogido. Antes de decantarse por un tratamiento u otro la Dra. Sánchez, estudiará las características del paciente. En la clínica dental SanCal te ofrecemos un servicio personalizado, para garantizar los mejores resultados con tu sonrisa. ¿Cómo solucionar los espacios interdentales? Para tapar estos antiestéticos espacios existen varias soluciones. El tratamiento escogido no sólo depende de las causas de los espacios interdentales. También depende del tamaño del espacio, su ubicación y demás factores. Todos los tratamientos se engloban en las conocidas “3 R”. Recolocar con ortodoncia. Es el método más usado para tapar los espacios interdentales. Aunque dependiendo de cada paciente puede ser un proceso lento, no conlleva la pérdida del esmalte y se logra la corrección estética deseada. Existen diferentes tipos de ortodoncia: desde los brackets metálicos tradicionales hasta la ortodoncia invisible Invisalign®. También destaca la ortodoncia de porcelana y la ortodoncia estética. En función del caso de cada paciente se optará por uno u otro tratamiento de ortodoncia, que se suelen alargar un mínimo de seis meses. Restaurar las piezas dentales. Los tratamientos más usados para la restauración son las carillas, las coronas y la adhesión dental. En algunos casos se llegan a combinar todos los tratamientos y los resultados obtenidos son rápidos y naturales. No obstante, a veces requieren modificar la forma de los dientes o el esmalte. Retirar con exodoncia. En este caso se realiza una extracción dental. Así, se requiere una cirugía y un proceso de recuperación que puede alargarse varios días. Posteriormente se procede a la colocación de un implante dental. La exodoncia suele ser el último recurso, ya que siempre prevalece mantener todas las piezas naturales. Corregir los espacios interdentales conlleva una sonrisa bonita, algo que puede cambiar toda tu imagen. No dudes en acudir a tu odontóloga de confianza, la Dra. Sánchez quien valorará qué tratamiento es el más adecuado para tu sonrisa.

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