Clínica Sancal

gingivitis

Buenos hábitos, Cultura y curiosidades

¿Cuándo es mejor lavarse los dientes: después de cenar o justo antes de dormir?

Cepillarse los dientes es una forma de mantener a raya las caries, así como de lucir una sonrisa brillante y tener un aliento fresco. Pero todos nos hemos saltado alguna vez este gesto, especialmente a última hora del día, ya sea por olvido o por pereza. ¿Sabe las consecuencias que tiene semejante descuido?. La ausencia de saliva antibacteriana durante la noche significa que estamos especialmente vulnerables a los agentes causantes de las caries y enfermedades de las encías. Al dormir, salivamos muy poco, el movimiento de lengua, mejillas y labios es menor, y teniendo en cuenta que la saliva es la encargada de limpiar nuestra boca naturalmente, el cepillado nocturno es el más importante para evitar que los alimentos estén en contacto con nuestros dientes durante muchas horas, lo que conduciría a un aumento de las enfermedades dentales. Al disminuir la capacidad reguladora del pH de la saliva para evitar la agresión ácida sobre el esmalte y la consecuente desmineralización, es importante el cepillado después de cenar.  Más de 500 tipos de bacterias En nuestra boca se encuentran unos 600 tipos de bacterias, y aunque algunas son ‘buenas’ y ayudan a mantener el equilibrio de la flora, otras predisponen a enfermedades como la caries, la gingivitis y la periodontitis, el Streptoccocus Muttans, uno de los más involucrados en la formación de caries dental, obtiene su energía del alimento que ingerimos, su flexibilidad genética le permite romper toda una amplia gama de hidratos de carbono. Entre las sustancias que aprovecha, figuran la glucosa, fructosa, sacarosa, galactosa, maltosa, rafinosa, ribulosa, melibiosa e incluso el almidón. Las bacterias intentan fijarse continuamente a nuestros dientes, pero ese proceso es frenado por la acción de la saliva, la lengua y el cepillado. Las bacterias producen ácido durante todo el día, más cuando está comiendo, por lo que la única forma de deshacerse de esa película de placa es cepillándose al menos dos veces diarias, mejor tres, para eliminar subproductos ácidos que pueden dañar su esmalte y causar caries. La cantidad de bacterias que tenemos en la boca es altísima incluso después del cepillado y en estado de buena salud. Lo verdaderamente importante es mantener a raya ese crecimiento bacteriano para que no pueda convertirse en patológico. Pues bien: el modo más rápido para multiplicar la proliferación de microorganismos entre su boca es olvidar el cepillado nocturno. Pero hay más consecuencias. Si se acuesta sin lavarse los dientes, su aliento amanecerá con un olor insoportable. La persistencia de alimentos en descomposición en la boca y la menor secreción salival nocturna son una mezcla explosiva para el desarrollo de halitosis. Aunque hay que saber que el cepillado elimina gran parte de los anillos aromáticos desagradables por metabolismo bacteriano, pero si el origen de la halitosis no es solamente la boca, este no será tan efectivo como desearíamos. 20 o 30 minutos después del último bocado Normalmente, hay un espacio de tiempo entre la cena y el sueño de unas 2-3 horas. Hay quien tiene la costumbre de cepillarse después de comer y quien lo hace inmediatamente antes de irse a la cama. La mayoría de los expertos se inclina por la primera opción, aunque con matices. «El cepillado después de la cena es técnicamente mejor para los dientes que el de antes acostarse, porque se aporta fluoruro, en la pasta de dientes, que actúa durante más tiempo para fortalecer la dentadura», aclaró en sus investigaciones Denis Kinane, decano de la Universidad de la Escuela de Medicina Dental de Pennsylvania. Aunque hay una excepción: una cena a base de alimentos ácidos (cítricos, lácteos fermentados, vinagre o tomate guisado). «En esos casos, es mejor cepillarse una media hora después, cuando el pH haya vuelto a la normalidad”, aconseja la doctora Alicia Matas. El odontólogo del centro médico de la Universidad de Rochester (EE UU) Yanfang Ren lo documentó con el siguiente argumento: el ácido suaviza la parte superior del esmalte, por lo que un cepillado inmediato podría ablandarlo y provocar desgaste. Otros médicos apuestan por esperar siempre esos 20 o 30 minuto, así damos tiempo a los nutrientes de enriquecer la microbiota oral. Lo mejor es cepillarse en los primeros 20 minutos después de cada comida, ya que es el momento de mayor actividad bacteriana. Pero como avanzamos, no hay unanimidad. Tras la cena se produce la autoclisis, que es un proceso de limpieza natural por el movimiento de labios, lengua y demás tejidos blandos de la boca que ayuda a mantener la limpieza en cierta medida (este proceso se produce continuamente mientras está despierto). Si el cepillado se hace justo antes de acostarse la limpieza será más fácil, porque la autoclisis ya ha hecho parte del trabajo. Cómo reaccionar ante un olvido Si una noche no cepillamos los dientes, no hay gran peligro, mas no debe tomarse como costumbre. Durante esa jornada, bajaría el pH de la boca y se acumularía más placa en las zonas de retención, pero no habría una consecuencia relevante más que la maduración de la placa, que será más difícil de eliminar posteriormente. Así, si confiesa que ha pecado, asegúrese de cepillar bien por la mañana, y no olvide aplicar el hilo dental para eliminar las bacterias acumuladas.

Buenos hábitos

¿Cómo cuido mi boca si estoy de viaje?

¿Te vas de viaje durante este puente? No descuides tu salud bucodental. Cuando estamos de viaje a menudo probamos nuevos tipos de comida, alteramos nuestra rutina y esto puede provocar un descuido de la higiene oral… ¿Cómo cuidar la boca durante un viaje? El primer paso es realizar una buena prevención antes de irse. Una buena prevención no sólo se basa en cuidar los dientes a diario, también en acudir con regularidad al odontólogo. Por ello, los profesionales de la clínica dental SanCal recomiendan acudir a la consulta poco antes de ir de viaje. Mediante una exploración profunda de la cavidad oral, la Dra. Sánchez puede detectar los primeros síntomas de una patología bucodental, como la caries o la gingivitis. Detectar este tipo de patologías en sus primeras fases es fundamental para un tratamiento rápido y de éxito. No obstante, en caso de emergencia dental lejos de casa, puedes resolverlas por teléfono con tu dentista de confianza, para aclarar si puede esperar hasta el final del viaje. También se recomienda buscar una segunda opinión en el mismo lugar. También es muy importante llevar encima un pequeño kit de higiene oral, ya que muchas comidas se suelen hacer fuera del lugar de alojamiento. Existe una gran variedad de cepillos y pastas dentales portátiles, con un tamaño reducido para que sea cómodo llevarlas de viaje. Se recomienda llevar un cepillo y una pasta dental de calidad, ajustada a la situación de la boca, así como enjuagar el cepillo con agua antes de lavar los dientes. Además, es necesario transportar el equipo de limpieza en condiciones óptimas. Mantener el cepillo limpio y alejado de otros productos es muy importante para que la limpieza sea eficaz. Después de usarlo, se recomienda dejar que se seque al aire. En caso de que el destino del viaje sea un entorno natural o rural, es muy importante comprobar que el agua usada para la higiene oral es potable. En caso contrario se recomienda realizar la limpieza con agua embotellada. Si de forma accidental mojamos el cepillo en otra agua, se recomienda reponerlo. Rutina de higiene oral durante el viaje A pesar de no comer en casa, hay diversas pautas a seguir para mantener una buena higiene bucodental: Cepillado: Es muy importante que la base de la limpieza oral sea el cepillado, durante un mínimo de dos minutos. Después de cada comida se recomienda esperar unos 20 minutos para que la limpieza sea más profunda. No obstante, en caso de no disponer de mucho tiempo conviene insistir en zonas susceptibles de acumulación de biofilm oral o placa bacteriana. Mascar chicle: Para situaciones puntuales también es recomendable el uso del chicle sin azúcar. Varios estudios han demostrado que mascar chicle después de una comida puede ayudar a prevenir la caries, porque estimula el flujo de saliva. No obstante, la Dra. Sánchez recomiendan el cepillado como técnica principal de limpieza, siempre que sea posible. Vuelta a casa: después del viaje es importante retomar la rutina de higiene habitual. Además del cepillado, se recomienda usar a diario el hilo dental, interdentales y el enjuague bucal.

Prevención

Factores de riesgo de la osteonecrosis mandibular

La osteonecrosis mandibular es una patología poco frecuente entre los pacientes pero muy grave, ya que consiste en la pérdida progresiva de las células de la mandíbula. A pesar de que el primer caso de la osteonecrosis mandibular fue registrado hace más de una década, su fisiopatología es objeto de debate entre un amplio sector de médicos e investigadores. Las causas de la osteonecrosis mandibular son diversas. Muchos cirujanos orales y maxilofaciales señalan que se debe a la radioterapia y a fármacos relacionados con este tratamiento: los medicamentos antirresortivos y los medicamentos antiangiogénicos. Los medicamentos antirresortivos son aquellos que ralentizan este proceso de pérdida y contienen bifosfonatos, que se pueden administrar por vía intravenosa u oral. Normalmente se aplican en pacientes con osteoporosis, aunque también son utilizados para prevenir las metástasis óseas en casos de cáncer de mama, próstata, pulmón y mieloma múltiple. Este tipo de medicamentos tienen un gran potencial para mejorar la calidad de vida del paciente, aunque su uso es controvertido por los riesgos de contraer esta enfermedad, porque conllevan una disminución de la resorción ósea. Los medicamentos antiangiogénicos son aquellos que inhiben la producción de nuevos vasos sanguíneos para que un tumor no siga creciendo. Este tipo de medicamentos han resultado especialmente útiles en el tratamiento de tumores gastrointestinales, carnicomas de células renales y tumores neuroendocrinos. Así, los pacientes expuestos a esta patología suelen tener todas estas características: Tienen un tratamiento actual o previo con medicamentos antirresortivos o antiangiogénicos. Presentan un retraso en la cicatrización del hueso. Después de una extracción dental u otros procedimientos parecidos, el hueso queda expuesto y no cicatriza. Si esta situación persiste durante más de ocho semanas, es muy probable que el paciente pueda contraer esta enfermedad. Presentan antecedentes de radioterapia en los maxilares o de enfermedad metastásica en las mandíbulas. A pesar de reunir estas características, los pacientes pueden presentar otras patologías que no se deben confundir con la osteonecrosis mandibular. Es común un mal diagnóstico relacionado con osteítis alveolar, gingivitis y periodontitis, lesiones fibro-óseas, odontalgia o dolor agudo en los dientes, entre otras complicaciones. Además, no hay que olvidar que el hueso puede estar igualmente expuesto aunque el paciente no haya consumido fármacos antirresortivos o antiangiogénicos. Existen otras hipótesis respecto la aparición de la osteonecrosis mandibular además del consumo de fármacos, como microtraumatismos, déficit de vitamina D, inflamaciones e infecciones concretas en la boca, toxicidad en los tejidos o una disfunción del sistema inmunitario. Pero el factor de riesgo clave es el tratamiento con estos fármacos en enfermedades como el cáncer o la osteoporosis. En el caso de los pacientes con cáncer se mide el riesgo tanto de pacientes expuestos como no expuestos a medicamentos antirresortivos o antiangiogénicos. Según la Asociación Estadounidense de Cirujanos Orales y Maxilofaciales, diversos ensayos clínicos han establecido que el riesgo de osteonecrosis mandibular en pacientes expuestos es mayor. Se establece una frecuencia de 1,9 casos por cada 10.000 pacientes con cáncer. Respecto los pacientes con osteoporosis, los ensayos clínicos han establecido una tendencia de 1,7 casos por cada 10.000 pacientes. Otros factores de riesgo de la esteonecrosis mandibular Debido a las múltiples hipótesis se ha llegado a la conclusión de que esta enfermedad puede ser multifactorial: Tratamientos quirúrgicos. Los procedimientos que requieren la exposición y manipulación del hueso (colocación de implantes dentales, extraer un diente…) conllevan un gran riesgo para pacientes expuestos a medicamentos antirresortivos. Factores anatómicos. La osteonecrosis mandibular tiende a aparecer en la mandíbula y no en el maxilar superior, aunque esto puede variar en función del paciente. Prótesis dentales. Las intervenciones con implantes dentales también pueden ser un factor de riesgo. Otras enfermedades orales. Algunas inflamaciones o infecciones dentales pueden complicarse. Edad y género. Esta enfermedad tiene tendencia a manifestarse más en la población femenina adulta, con osteoporosis o cáncer de mama. Hábitos no saludables. El consumo de tabaco puede ser un factor de riesgo de osteonecrosis mandibular. Factores genéticos. Diversos especialistas señalan que la genética también influye al desarrollar esta enfermedad. Prevención La prevención es un factor clave para evitar esta enfermedad. Por ello es necesaria una consulta con el odontólogo cuando se determina que un paciente debe someterse a tratamientos con fármacos antirresortivos o antiangiogénicos. La Dra. Sánchez le someterá a un examen dental en profundidad, para establecer qué cuidado dental y qué medidas preventivas hay que tomar. Una buena higiene será muy importante, con el cepillado diario, la aplicación de flúor y enjuagues de clorhexidina. Los principales objetivos del tratamiento aplicado sobre pacientes en riesgo o que padecen esta enfermedad son varios. Los más importantes son el apoyo continuo por parte del odontólogo de confianza, la educación del paciente y el control del dolor y posibles infecciones secundarias, para prevenir áreas de expansión de la necrosis. Todo ello tiene como objetivo principal reducir al mínimo el riesgo de desarrollar esteonecrosis mandibular. En el caso de pacientes con prótesis dentales hay que examinar las áreas mucosas con más frecuencia, ya que presentan más riesgos. Lo más importante en todos los casos es optimizar la higiene bucal. Investigación futura de la osteonecrosis mandibular Esta patología aún requiere de investigación para establecer sus mecanismos fisiopatológicos. Así, existen distintas áreas de investigación: – Análisis de la respuesta del hueso alveolar a los tratamientos antirresortivos. – El papel de nuevos fármacos antiangiogénicos y sus efectos sobre la curación del hueso de la mandíbula. – Investigación genética y de otros factores de riesgo. – Estudios en animales, para validar las propuestas e hipótesis de tratamientos de prevención. Además, muchos investigadores reclaman apoyos institucionales para investigar la osteonecrosis mandibular. El objetivo es reducir los riesgos, investigando diferentes modos de prevención y tratamiento de esta enfermedad que es poco frecuente, pero puede llegar a ser muy perjudicial para el paciente.

Estética dental, Prevención

¿Puedo ponerme ortodoncia estando embarazada?

La dulce espera. Esa espera que, a pesar de ser tan dulce, te pone cientos de restricciones: no comer alimentos crudos, no tomar medicamentos, no teñirte el pelo, no ir a un spa… Pero en cuanto a tu boca se refiere, ¡basta de restricciones! La ortodoncia es total y completamente compatible con tu embarazo. Eso sí, deberemos tener en cuenta una serie de factores que sí podrían afectarte en cierta medida: Las radiografías Como bien es sabido, la radiación que emiten las radiografías puede llegar a provocar alteraciones en la formación del feto, especialmente en el primer trimestre. Es por eso, que si ya estás embarazada no podremos realizarte las radiografías que nos ayuden a ofrecerte un buen diagnóstico de tu problema dental y un plan de tratamiento adecuado para ti. Sin embargo, ¿quién no tiene una radiografía mínimamente actualizada de su boca en casa? Tráenosla y trabajaremos sobre ella. Radiografías durante el embarazo Por otro lado, si quieres corregir tus dientes y aún no te has quedado embarazada, pero quieres tener un bebé durante el periodo que dure el tratamiento, no hay ningún problema. Te realizaremos la radiografía panorámica y lateral para ofrecerte el diagnóstico más certero y comenzaremos el tratamiento sin que afecte en absoluto al futuro bebé. La gingivitis gravídica o del embarazo Durante el embarazo, los cambios hormonales y el aumento del flujo sanguíneo asociado al estado gestante son factores que provocan la inflamación de las encías: lo que se conoce como gingivitis gravídica o del embarazo. Gingivitis durante el embarazo Es por eso que a la hora de escoger un método de ortodoncia debemos tener en cuenta que nos facilite en la mayor medida posible la higiene dental diaria, para evitar que el acumulo de sarro agrave la gingivitis y acabe derivando en consecuencias más graves como la periodontitis. Los brackets tanto tradicionales como linguales (colocados en la cara interna de los dientes) requieren una rutina de higiene más exigente, ya que hay más probabilidades de que se acumule sarro en los espacios interdentales y entre bracket y bracket. Las férulas de Invisalign, al ser removibles, podrás quitártelas para comer, lavarte los dientes, e incluso para dar a luz. Así, nuestra recomendación siempre irá dirigida a un sistema de ortodoncia removible. Invisalign, con sus férulas transparentes y removibles son la solución ideal, ya que te permite quitártelas para comer, para lavarte los dientes, y por supuesto, podrás quitártelas el día que vayas a dar a luz. Posibles molestias Cuando llega el momento de la revisión del tratamiento de ortodoncia y se producen ajustes, es posible que puedas sentir molestias las primeras horas o incluso los primeros días. En esos casos, siempre recomendamos tomar un paracetamol para poder sobrellevar esos momentos. Y aunque este medicamento sea el único que los médicos permiten que tomen las embarazadas, no conviene abusar de ellos, ya que los últimos estudios reconocen que, aunque no graves, el paracetamol sí puede tener consecuencias en el feto. Importante: prevención Si bien los tratamientos de ortodoncia no son ningún impedimento para las embarazadas, sí que debemos tener en cuenta que, aquellos tratamientos odontológicos que requieran de anestesia (una endodoncia, un tratamiento periodontal, etc.), son totalmente desaconsejables durante la época gestante, ya que pueden afectar al desarrollo del bebé. Por eso debemos extremar la higiene dental durante todo el embarazo, para que la posible gingivitis que padezca la embarazada esté controlada y no derive en complicaciones que requieran de tratamientos más complejos. Decídete Ahora que ya tienes toda la información en referencia a la ortodoncia durante el embarazo (y si no te queda claro, contáctanos), ya puedes tomar una decisión. Así, en unos meses conseguirás, no sólo un bebé precioso, sino también una sonrisa deslumbrante. Feliz espera.

Cultura y curiosidades, Prevención

Prevención de las enfermedades periodontales

Las enfermedades periodontales conllevan una infección en las encías y los huesos que sostienen los dientes. Aunque tienen un origen similar, sus consecuencias y tratamientos pueden variar en función del nivel de gravedad. ¿Cómo prevenir las enfermedades periodontales? Una detección a tiempo es fundamental para evitar el desarrollo de las enfermedades periodontales. No obstante, también es muy importante realizar una buena prevención de estas patologías. Esto ayudará a mantener la boca protegida. Las principales enfermedades periodontales son la gingivitis y la periodontitis. La gingivitis consiste en una inflamación y enrojecimiento de las encías. En la mayoría de los casos se debe a la acumulación de placa bacteriana entre las encías y las piezas dentales. Aunque es reversible, si no es detectada o tratada a tiempo puede evolucionar a la periodontitis. La periodontitis, también conocida como piorrea, suele ser irreversible. Además de la inflamación y el sangrado, el paciente puede notar halitosis e incluso movilidad de los dientes. En sus fases más avanzadas, la periodontitis conlleva la pérdida de la pieza dental. Hay varios factores que influyen en el desarrollo de las enfermedades periodontales. Además dela herencia genética, la alimentación y la rutina de higiene oral son decisivas para realizar una buena prevención. Claves para prevenir las enfermedades periodontales Existen diversas pautas para evitar el desarrollo de las enfermedades periodontales: Rutina de higiene bucodental. Mantener unos buenos hábitos de limpieza oral es imprescindible para prevenir las enfermedades periodontales. Esto consiste en cepillarse los dientes después de cada comida y durante dos minutos como mínimo. Alimentación sana. Mantener una dieta sana es importante para la salud general. También para la salud bucodental. Los alimentos que comemos influyen en el estado de nuestros dientes y encías. Por ello conviene evitar los alimentos muy azucarados y muy ácidos, ya que pueden erosionar las piezas dentales. Además el azúcar favorece la acumulación de biofilm oral, principal factor de desarrollo de las enfermedades periodontales. Cuidar la salud general. Varios estudios han demostrado la relación entre la periodontitis y la diabetes. Informar al odontólogo si se sufre diabetes. Mantener una buena salud general favorecerá una buena salud bucodental. Acudir con regularidad al odontólogo. Algunos síntomas de las enfermedades periodontales no son visibles a simple vista. Por ello conviene acudir a la consulta de forma frecuente. También se recomienda someterse a una limpieza dental profesional cada seis meses, aún si no se sintiera ninguna molestia en los dientes o encías. Utilizar un cepillo de dientes de cerdas suaves y redondeadas. Realizar un cepillado consciente y completo. Utilizar pastas dentales con fluoruro. Cepillarse la lengua. Usar hilo dental diariamente, si no sabe usarlo, pida a la Dra. Sánchez que le enseñe como hacerlo correctamente. No fumar. La prevención y el tratamiento es muy beneficioso para la salud bucal, además de posibilitar una sonrisa sana y agradable. Mantener una boca sana es fundamental para prevenir las enfermedades periodontales. Los dientes definitivos son únicos y por ello aconsejamos mantenerlos en buen estado para lucir una sonrisa sana y bonita durante toda la vida.

Buenos hábitos, Prevención

¿Cómo afecta la diabetes a mi boca?

Hoy es el Día Internacional de la Diabetes. La diabetes es una enfermedad crónica. Consiste en que el organismo no produce insulina suficiente o bien no la usa con eficacia, en función del tipo de diabetes. ¿Cómo puede afectar la diabetes a la salud oral? Diversos estudios han demostrado la relación entre la diabetes y las enfermedades periodontales. Hay dos tipos de diabetes. La diabetes tipo 1 es la menos frecuente. El cuerpo deja de producir insulina. En cambio en la diabetes tipo 2 el organismo produce insulina, pero en cantidades insuficientes. Se calcula que entre el 85% y el 95% de los casos de diabetes son de este tipo. Por otro lado también existe la diabetes gestacional. Este tipo de diabetes surge durante el embarazo y suele desaparecer después de esta etapa. Respecto las enfermedades periodontales, destaca la relación entre gingivitis y periodontitis. La gingivitis es una inflamación de las encías que conlleva sangrado y enrojecimiento. Normalmente se trata de un proceso reversible. Pero si la gingivitis no es detectada y tratada a tiempo, evoluciona a la periodontitis. También conocida como piorrea, conlleva la formación de bolsas periodontales entre los dientes y las encías. El paciente puede experimentar otros síntomas como la halitosis o la movilidad dental. En los casos más severos, la periodontitis provoca la pérdida del diente. Cómo puede afectar la diabetes a mi boca Periodontitis. Según varios estudios los pacientes diabéticos tienen mucho más riesgo de desarrollar periodontitis. Xerostomía. Conocida como sequedad bucal, puede alterar el habla y la masticación. Otras patologías. Los pacientes diabéticos también son más susceptibles a patologías como la boca ardiente, o las irritaciones bucales como el herpes labial. Además la diabetes altera el sistema inmunológico de modo que el paciente es más vulnerable a las infecciones. Alteraciones en el gusto. La percepción del gusto también puede verse alterada por la diabetes. Es necesario adaptar la dieta a la enfermedad, evitando alimentos como los dulces. ¿Se pueden perder piezas dentales a causa de la Diabetes? Sí, un mal control de la Diabetes y una mala higuiene bucal pueden derivar en enfermedad de las encías que a la larga causa pérdida de piezas dentales. Lo ideal es que cada paciente controle bien la glucosa y evite de esta manera perder dientes. En caso de una pérdida se puede optar por implantes dentales, pero sólo si existe un buen control. ¿Qué pasa cuando no existe un buen control y se necesita un implante? Es complicado realizar cualquier cirugía en una persona con Diabetes que no se controla, así sea un implante o una extracción. El sistema estomatológico esta en una relación directa con los demás sistemas y al practicar cualquier cirugía la coagulación se ve afectada con niveles altos de glucosa. Además si no está controlada la Diabetes, se puede ser blanco de una infección. ¿Una persona con Diabetes debe lavarse los dientes con pasta especial? Es común que las personas piensen que no deben usar pasta dental porque contiene azúcar; sin embargo, no es necesario cambiar la pasta por ningún otro producto, pero sí es necesario tener una excelente técnica de cepillado, hilo dental y completarlo con visitas periódicas al dentista. El azúcar o edulcorantes de las pastas dentales son en su mayoría edulcorantes naturales como sorbitol que no interfieren el metabolismo de la glucosa. ¿Es normal que una persona con Diabetes sienta la boca seca y tenga mal olor al despertar? El mal olor se debe a las bacterias bucales y éstas se reproducen muy rápidamente. De hecho una vez que terminamos de cepillarnos inmediatamente se empiezan a reproducir, esto sumado a que no hay circulación de saliva aumentan la actividad y como todo ser vivo, las bacterias producen desechos que nos provocan un mal sabor de boca al despertarnos; esto le sucede a todas las personas, no sólo a quienes tienen Diabetes. Sin embargo si la sensación es de falta de salivación estaríamos hablando de xerostomía que sí se presenta en mayor medida en personas con Diabetes. ¿Qué tiene que ver la enfermedad periodontal con la Diabetes? La Diabetes nos disminuye las defensas del organismo al tiempo de que nos provoca cambios en la salivación por lo que si uno no tiene una buena higiene bucal y padece Diabetes el riesgo a tener problemas en las encías provocado por el aumento en el numero de bacterias, es mucho más alto. En la enfermedad periodontal, las bacterias provocan una infección tal que las encías se acortan y enferman, dando como consecuencia una perdida de dientes. ¿Una persona con Diabetes puede someterse a un tratamiento con brakets? Sí, se puede realizar siempre que las encías se encuentren sanas y el control de glucosa sea adecuado. ¿Qué cuidados debe tener una persona con Diabetes para su boca? La higiene bucal en la Diabetes es de suma importancia por lo que una técnica adecuada, uso de hilo dental es importante, por lo que es necesario que sea un dentista el que le explique al paciente la técnica adecuada de cepillado. La Diabetes es un padecimiento que nos obliga a tener revisiones periódicas con la Dra. Sánchez, como mínimo tres veces al año. El control por el especialista de la higiene bucal podrá evitar problemas como la gingivitis y la enfermedad periodontal. Una de las claves para reducir estos riesgos es controlar la diabetes. Los pacientes diabéticos con el azúcar controlado presentan un riesgo mucho menor de desarrollar estas patologías orales. Además es imprescindible realizar una buena rutina de higiene oral, además de acudir al odontólogo de confianza con regularidad.

Prevención

Enfermedad de las encías o enfermedad periodontal: Causas, síntomas y tratamientos

Si su dentista le ha dicho que tiene una enfermedad de las encías o periodontal, usted no está solo. Muchos adultos padecen de una u otra forma de esta enfermedad. Las enfermedades periodontales pueden variar desde una simple inflamación de las encías hasta una enfermedad grave que puede dañar los tejidos blandos y los huesos que sostienen los dientes. En los casos más graves, los dientes se caen. Si la enfermedad de las encías deja de avanzar, progresa lentamente o empeora dependerá mucho de cómo usted se cuide los dientes y encías diariamente desde que recibe el diagnóstico. ¿Cuál es la causa de la enfermedad de las encías? La boca está llena de bacterias. Estas bacterias, junto con las mucosidades y otras partículas, están constantemente formando una “placa” pegajosa e incolora que se deposita sobre los dientes. El cepillado y el uso de la seda dental ayudan a eliminar esta placa. Cuando la placa no se elimina, se endurece y forma unos depósitos llamados “sarro” o “tártaro”, que el simple cepillado no puede remover. Solamente una limpieza profesional hecha por un dentista puede eliminar el sarro. Gingivitis Mientras más tiempo permanezcan la placa y el sarro sobre los dientes, más daño pueden hacer. Las bacterias causan una inflamación de las encías que se llama “gingivitis”. Si una persona tiene gingivitis, las encías se enrojecen, se inflaman y sangran fácilmente. La gingivitis es una forma leve de enfermedad de las encías que, por lo general, puede curarse con el cepillado y el uso de la seda dental a diario, además de una limpieza periódica por un dentista o higienista dental. Esta forma de enfermedad periodontal no ocasiona pérdida del hueso ni del tejido que sostiene los dientes. Periodontitis (o piorrea) Cuando la gingivitis no se trata debidamente, puede convertirse en “periodontitis”. Esto quiere decir “inflamación alrededor del diente”. En la periodontitis, las encías se alejan de los dientes y forman espacios o bolsas que se infectan (también conocidos como “postemillas”). El sistema inmunitario del cuerpo lucha contra las bacterias a medida que la placa se extiende y crece por debajo de la línea de las encías. Las toxinas de las bacterias y la respuesta natural del cuerpo contra la infección empiezan a destruir el hueso y el tejido conjuntivo que mantienen a los dientes en su lugar. Cuando la periodontitis no se trata debidamente, los huesos, las encías y los tejidos que sostienen los dientes se destruyen. Con el tiempo, los dientes pueden aflojarse y hay que sacarlos. Si la enfermedad de las encías no se trata a tiempo, los dientes pueden aflojarse y caerse.   Factores de riesgo El hábito de fumar. ¿Quiere otra razón para dejar de fumar? Fumar es uno de los factores de riesgo más significativos relacionados con el desarrollo de la enfermedad de las encías. Además, el hábito de fumar puede disminuir el efecto de algunos tratamientos. Cambios hormonales en las niñas y mujeres. Estos cambios pueden hacer que las encías se hagan más sensibles facilitando así el desarrollo de la gingivitis. Diabetes. Las personas con diabetes tienen un mayor riesgo de desarrollar infecciones, entre ellas, la enfermedad de las encías. Otras enfermedades. Enfermedades, como el cáncer o el SIDA y sus respectivos tratamientos, también pueden perjudicar la salud de las encías. Medicamentos. Hay cientos de medicamentos tanto de receta médica como los que se pueden comprar sin receta, que pueden reducir el flujo de la saliva. La saliva sirve para proteger la boca, y si no se tiene suficiente, la boca queda susceptible a infecciones como la enfermedad de las encías. Hay algunos medicamentos que pueden hacer que el tejido de las encías crezca más de lo normal. Esto dificulta mantener las encías limpias. Genética. Algunas personas son más propensas que otras a tener un caso grave de la enfermedad de las encías. ¿A quién le da la enfermedad de las encías? Generalmente, las personas no muestran señales de enfermedad de las encías hasta que tienen entre 30 y 50 años. Los hombres tienen mayor probabilidad que las mujeres de tener enfermedad de las encías. Aunque es raro que los adolescentes desarrollen periodontitis, pueden desarrollar gingivitis, la forma más leve de la enfermedad de las encías. Por lo general, la enfermedad de las encías se desarrolla cuando se deja que la placa se acumule a lo largo y por debajo de las encías. ¿Cómo sé si tengo enfermedad de las encías? Los síntomas de la enfermedad de las encías incluyen: Mal aliento constante Encías rojas o inflamadas Encías muy sensibles o que sangran Dolor al masticar Dientes flojos Dientes sensibles Encías retraídas o dientes que se ven más largos de lo normal. Cualquiera de estos síntomas puede ser una señal de un problema grave que debe ser examinado por tu dentisa, la Dra. Sánchez. Cuando vaya al dentista, el dentista deberá: Uso de la sonda para medir la bolsa periodontal Hacerle preguntas sobre su historia médica para determinar si hay otros problemas o factores de riesgo, tales como el hábito de fumar, que quizás influyan en la enfermedad de las encías. Examinarle las encías para ver si hay alguna señal de inflamación. Usar una “sonda”, que es una especie de regla muy pequeña, para determinar si hay bolsas periodontales y medirlas. En una boca sana, la profundidad de estas bolsas es de entre 1 y 3 milímetros. Normalmente esta prueba no causa dolor. El dentista también puede: Hacerle una radiografía para saber si hay pérdida o desgaste de hueso. Recomendarle un tratamiento periodontal, la Dra. Sánchez, es especialista en el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades de las encías y le puede dar opciones de tratamiento. ¿Cómo se trata la enfermedad de las encías? El objetivo principal del tratamiento es controlar la infección. La cantidad y los tipos de tratamientos pueden variar dependiendo de hasta dónde se ha extendido la enfermedad de las encías. Cualquier tipo de tratamiento requiere que el paciente continúe con un buen cuidado diario de los dientes en su casa.

Prevención

Consejos de alimentación durante el embarazo

La alimentación juega un papel clave en la salud bucodental, por esta razón no es de extrañar el hincapié que le hacemos en este sector y es que una alimentación incorrecta puede ser causa directa de la aparición de enfermedades dentales tan comunes como la caries. A través de este artículo vamos a conocer una serie de consejos de alimentación durante el embarazo, siendo este un período donde se deben extremar los hábitos alimenticios y de higiene oral ya que la mujer estará más expuesta a padecer enfermedades orales. Útiles consejos de alimentación durante el embarazo Existe el falso mito de que un embarazo implica la pérdida de un diente, sin embargo si que es cierto que se trata de un período que conlleva una serie de cambios hormonales que afectan directamente a nuestra boca, especialmente a las encías. Es importante extremar nuestros hábitos de alimentación así como es imprescindible mantener una estricta higiene bucodental con el objetivo de evitar la aparición y desarrollo de enfermedades bucodentales, como por ejemplo la caries, la gingivitis o las aftas bucales. Durante el embarazo es común que se produzca un déficit de vitaminas (A,  B, C) así como también hay que hablar de un sensible descenso del nivel de minerales como el zinc o el hierro, por lo que a través de la alimentación tenemos una interesante alternativa para recuperar los niveles normales. Empezamos hablando de la importancia de los lácteos ricos en vitamina A o bien todo tipo de frutas ricas en vitamina C, como por ejemplo los cítricos o las fresas. A la hora de recuperar los niveles habituales de vitamina B tenemos a nuestra disposición diferentes alimentos como lácteos, huevos o carnes mientras que el zinc lo encontramos presente en carne, pescado y huevos. Finalmente, hay que hablar de alimentos ricos en hierro y, en este sentido, tenemos una amplia variedad a nuestro alcance (carne, frutos secos, legumbres…). La nutrición de la futura mamá es clave para tener un embarazo saludable. La gestación es una etapa con necesidades nutricionales especiales que la madre debe satisfacer a través de una dieta equilibrada. La mejor dieta en el embarazo es una dieta variada y completa, con alimentos que aporten nutrientes de calidad. La cantidad de comida, la forma de prepararla, los alimentos más convenientes y los que hay que evitar son algunas de las recomendaciones que daremos a través de diez consejos para una alimentación sana en el embarazo. 1) No es cuestión de cantidad, sino de calidad Estar embarazada no significa que haya que comer por dos. No hay que comer mucho más, sino comer mejor. La ingestión de calorías recomendada durante el embarazo se sitúa en torno a las 2.000 calorías diarias. El 70 por ciento de la dieta debe estar compuesta por cereales, pan y pasta, preferiblemente integrales. Al menos cinco raciones diarias de fruta y verdura. De dos a tres porciones diarias de proteínas y de dos a tres porciones de lácteos desnatados. En el primer trimestre no hay necesidad de calorías extra. Es recién a partir del segundo trimestre cuento las necesidades de calorías aumentan, pero muy poco, alrededor de 300 calorías más por día. Por tanto, esto no justifica excederse con los dulces y alimentos poco saludables. Tampoco es momento de restringir calorías. Con una dieta equilibrada el organismo recibirá la cantidad de energía que necesita para que el bebé se desarrolle adecuadamente. Lo importante es tomar alimentos ricos en nutrientes y vitaminas como ácido fólico, hierro, calcio y yodo, pero no en grasas. La dieta ha de ser variada a base de verduras, frutas, cereales, lácteos y legumbres, sin olvidar el aporte diario de proteínas de carne y pescado. El aumento de peso ideal en el embarazo se sitúa entre los 9 y los 12 kilos, un aumento que garantiza el adecuado crecimiento del bebé así como la salud de la madre, ya que un exceso de peso de la futura mamá puede acarrear complicaciones en el embarazo y en el parto. 2) Consumir varias raciones al día Es preferible consumir pequeñas raciones varias veces al día para favorecer la digestión y combatir la pesadez y la acidez de estómago típica del embarazo. En lugar de hacer ingestas copiosas, haz más comidas a lo largo del día y mastica bien los alimentos. Elige tentempiés sanos como frutas o lácteos para comer a lo largo del día entre el desayuno y la comida o entre la merienda y la cena extendiendo así de cuatro a seis las comidas diarias. 3) Nutrientes esenciales Es necesario que la embarazada ingiera algunos nutrientes imprescindibles para un correcto desarrollo del bebé. No puede faltar el calcio, para un adecuado desarrollo óseo, el hierro, para la formación de los glóbulos rojos, el ácido fólico para prevenir defectos congénitos, el yodo y el omega 3, para un mejor desarrollo cerebral y cognitivo. Todos estos nutrientes pueden conseguirse a través de una adecuada alimentación, pero la realidad demuestra que muchas veces la ingesta de estos nutrientes no es la suficiente, por tanto se recomiendan suplementos nutricionales para cubrir posibles carencias. 4) Mantenerse hidratada El consumo de agua es muy importante en el embarazo, así como de otros líquidos, para mantener la hidratación adecuada. Facilita la digestión, la eliminación de toxinas y ayuda a aliviar las principales molestias del embarazo como el dolor de cabeza, el estreñimiento y, al contrario de lo que puede pensarse, la retención de líquidos. También puedes beber zumos de fruta naturales. Se recomienda aumentar entre 0,5 y un litro la ingesta de líquidos en el embarazo. Está prohibido el consumo de alcohol en el embarazo, ni siquiera una gota, pues cada mujer es diferente y no se sabe la cantidad que puede llegar a afectar el desarrollo del bebé. 5) Alimentos seguros Pescado: es una fuente importante de omega 3 y omega 6, nutrientes imprescindibles en el embarazo, pero el pescado grande lo es también en mercurio. Por tanto, se recomienda limitar la ingesta de ciertos pescados como el atún

Cultura y curiosidades, Prevención

Embarazo y dentista

Hay siempre preocupaciones con relación al tópico embarazo y dentista. Ante la pregunta ¿Puedo ir dentista estando embarazada? La respuesta es si, aunque para la mujer acudir al dentista embarazada siempre levanta dudas y ocasiona preocupaciones de si el tratamiento dental afectará al bebé. No sólo no está contraindicado ir al dentista embarazada sino que es recomendable que lo haga especialmente si tiene un problema dental para evitar que este se agrave. Eso sí, avise al personal de la clínica para que se pueda tomar las medidas necesarias según el mes del embarazo en que se encuentra, así como para tener en cuenta la tener en cuenta la medicación, la anestesia empleada y evitar la realizar la ortopantomografia u otras radiografias si no son urgentes. Si estás pensando en quedarte embarazada es  muy importante visitar el dentista para asegurarte de que tus encías están en salud y tus dientes no tengan caries, ya que estos procesos patológicos se aceleran durante el embarazo. Anestesia dental en embarazadas El dentista durante el embarazo administrará mepivacaína o lidocaína, como anestesia dental durante el período de gestación. La anestesia dental no esta contraindicada durante el embarazo. En la mujer embarazada se debe emplear anestesia sin vasoconstrictor. Los principales efectos secundarios o riesgos de la anestesia dental durante el embarazo en la fase de lactancia se deben a que todos los anestésicos locales se excretan por la leche materna. Sin embargo la anestesia dental en el embarazo se puede emplear sin ningún tipo de preocupación ya que la dosis empleada por el dentista en el tratamiento dental en muy pequeña. La concentración de cualquier fármaco en la leche prescrito por el médico o por el dentista durante el embarazo es proporcional a la del plasma materno, llegando a ella por difusión pasiva. Tratamiento dental durante el embarazo Normalmente la visita al dentista durante el embarazo viene motivada por un dolor dental o una situación de urgencia dental. No debe preocuparte la anestesia dental durante el embarazo ya que la cantidad que emplea el dentista por ejemplo en una reconstrucción no debe tener efecto negativo sobre el bebe ya que las dosis empleadas son muy pequeñas. La paciente embarazada debe sentarse en la sillón dental, durante la visita al dentista, en una posición de ligero decúbito lateral, mediante un cojín que se pondrá debajo la nalga derecha para evitar la compresión sobre la vena cava. Esta posición recomendada en la clínica dental se debe realizar en especial en el tercer trimestre de gestación, ya que  útero grávido comprime la vena cava en las posiciones de sentado y de decúbito puro, acción que puede facilitar reacciones de hipotensión. Embarazo y dentista En nuestras clinicas dentales nos encontramos con muchas mujeres han necesitado acudir al dentista durante el embarazo, o bien por una caries, o porque le están saliendo las muelas del juicio o infección que provoca dolor y necesitan por ello recibir un tratamiento dental de urgencia. Para prevenir estas situaciones de urgencia en la clinica dental es importante si estas embarazada o intentando el embarazo que acudas al dentista para revisión cada 6 meses y para confirmar que tienes los dientes y las encías en salud. En Clínicas Propdental siempre recomendamos un mantenimiento o tratamiento periodontal si necesario en las pacientes que se están planteando quedar embarazadas. No esta contraindicado en dentista en el embarazo, se debe usar anestesia dental sin vasoconstrictor y evitar las radiografías. Los tratamientos que requieran hacer la radiografía de forma obligatoria deben ser evitados y en lo casos de urgencia donde es imprescindible la radiografía se debe colocar un delantal de plomo. Gingivitis en la embarazada La gingivitis es una afectación de las encías muy frecuente durante el embarazo que se manifiesta en la embarazada como inflamación y sangrado en las encías. Los cambios hormonales que se producen durante el embarazo hacen que se agraven los problemas periodontales siendo muy común que la mujer embarazada presente gingivitis. Para prevenir la gingivitis en el embarazo, o que se agrave la enfermedad periodontal en la mujer embarazada es muy importante visitar el dentista antes de quedar embarazada para realizar una limpieza dental o tratamiento periodontal si la paciente sufre de esta enfermedad. Los problemas de las encías aparecen a menudo durante el segundo mes del embarazo, suelen ser máximos en el octavo mes y mejoran tras el parto. Si antes del embarazo ya tenías problemas gingivales o enfermedad periodontal probablemente se agraven. Actuación del dentista durante el Embarazo Como norma general, los peligros se sitúan en primer trimestre, concretamente en las ocho primeras semanas (riesgo de malformaciones) y al final del tercer trimestre (inducción prematura del parto). La anestesia se debe usar sin vasoconstrictor y se reservará para situaciones de urgencia. Hay que distinguir los problemas posibles derivados de los fármacos según vayan dirigidos a la madre o al feto. En el caso de la madre gestante, se debe recordar que existe riesgo de reacciones tóxicas desencadenadas por medicamentos asimismo, esta reacción puede afectar al feto. Hay que tener en cuenta la alteración orgánica que presenta la madre durante el embarazo, así pues tratamos una paciente con hipoproteinemia y hipervolemia, que tiene una filtración glomerular aumentada en más de un 50% y una variación del metabolismo hepático. Todos estos factores condicionarán el éxito terapéutico con dosis habituales de fármacos. Los fármacos deben administrarse con cautela y en dosis moderadas, cumpliendo a su vez la condición de que, el peso molecular de su principio activo o droga sea inferior o no exceda de 600, ya que esta premisa impide que la droga o principio activo pueda atravesar la barrera placentaria. Los anestésicos locales están siempre por debajo de esta cifra. Dentista en el primer trimestre del embarazo El dentista durante el primer trimestre del embarazo debe evitar medicamentos y radiografías ya que puede afectar al desarrollo del bebé. La embarazada en el primer trimestre debe realizar apenas los tratamientos de urgencia que no se pueden postergar. Dentista en el segundo trimestre del embarazo En segundo trimestre es

Cultura y curiosidades

Estrés y salud bucal

En la rutina diaria sometemos nuestro cuerpo a grandes niveles de estrés que afectan a nuestra salud. No solamente mente y partes del cuerpo se ven afectadas, también nuestra salud bucal se resiente del estrés diario. El estrés se define según los expertos como una respuesta del cuerpo a situaciones o hábitos negativos para la salud. Así, el estrés se divide en cuatro categorías distintas: Euestrés. Es un tipo de estrés positivo, que motiva a la persona para que termine de realizar la tarea que está haciendo. Distrés. Es un estrés negativo que se manifiesta mediante el miedo, la frustración e incluso la ira. Hipoestrés. También se trata de un estrés negativo que en este caso produce desesperación. Hiperestrés. Es el resultado de un sobreesfuerzo por la persona, puede dar lugar a otros problemas de salud Diversos estudios han demostrado la relación entre estrés y salud bucal. Esto se debe a que en situaciones de estrés las personas tienden a abandonar los hábitos saludables para sustituirlos por hábitos perjudiciales que calman la sensación de estrés temporalmente. Así, se retoman hábitos como el tabaquismo, consumir alcohol o comer más alimentos azucarados. Esto favorece la acumulación de biofilm oral o placa bacteriana, que puede provocar el sangrado o llagas en la boca e incluso terminar en enfermedades en las encías. Problemas bucales por estrés El estrés aumenta la hormona cortisol, que puede provocar enfermedades periodontales y otras complicaciones en la boca. Irritaciones bucales. Son diferentes tipos de erupciones en la boca a causa de bacterias y virus. Hay cuatro tipos: aftas, candidiasis, herpes labial y leucoplasia. Bruxismo. Consiste en el hábito por parte de algunos pacientes de rechinar o apretar los dientes. Xerostomía. También conocida como el síndrome de la boca seca, consiste en una sensación constante de sequedad bucal provocada por la producción insuficiente de saliva. Gingivitis y periodontitis. La gingivitis es una enfermedad en la encía que se caracteriza por su inflamación y sangrado, que se puede tratar con ayuda profesional. La periodontitis es la evolución de una gingivitis sin tratar, que en muchos casos es irreversible y puede provocar la pérdida de alguna pieza dental. Para evitar todas estas patologías bucales es importante saber afrontar los periodos estrés y no dejar que nos sobrepasen. Existen diversas técnicas de relajación y meditación para conseguirlo. Además es fundamental una buena higiene bucodental basada en el cepillado diario, el uso del enjuague bucal y el hilo dental. De este modo superaremos los periodos de estrés sin que tenga grandes consecuencias en nuestra salud bucal.

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