Clínica Sancal

fractura dental

Cultura y curiosidades, Prevención

¿Cuál es el tratamiento para un flemón dental?

 El flemón o absceso dental es uno de los problemas bucales más comunes entre la población. De hecho, si has tenido la suerte de no padecerlo seguro que conoces a alguien que sí que lo ha sufrido. A pesar de la relativa frecuencia con la que se presenta, no deja de ser una de las afecciones más molestas y dolorosas para cualquier paciente. Dicho esto, ¿sabes cuáles son sus causas y qué debes hacer para evitar  que aparezca? ¿Qué es un flemón dental? Un flemón dental es una inflamación localizada en la encía producida por una infección bacteriana que se origina en un diente, accede a la pulpa y llega hasta su raíz. Cuando esto sucede, se forma un depósito de pus y se inflama el tejido blando de la zona. La importancia de eliminar la infección con un tratamiento odontológico adecuado reside en la capacidad de las bacterias de llegar hasta los huesos que soportan el diente. Lo más habitual es que el flemón tenga su origen en una caries no tratada, una periodontitis o un traumatismo. ¿Cuáles son sus causas? Las principales causas por las que puede aparecer un flemón son las siguientes: Caries no tratadas Enfermedad periodontal (periodontitis) Traumatismos que provocan la fractura del diente Para evitar la aparición de un absceso lo primero que debemos hacer es extremar nuestra higiene bucodental, lo que incluye el cepillado después de cada comida así como el uso de seda dental y enjuague. Además, es importante realizar visitas periódicas al dentista (una o dos veces al año) y estar atentos a cada señal que nos dé nuestra boca en forma de molestia o dolor. Ante cualquier indicio que tengamos, lo mejor es ser revisados por un profesional lo antes posible. Por ejemplo, es más sencillo y económico realizar un empaste que eliminar un flemón, ya que además de ser muy doloroso, suele conllevar un tratamiento farmacológico y una endodoncia.   COMO ES FLEMON DENTAL ¿Qué síntomas presenta un flemón? Aunque los síntomas pueden variar según la gravedad y el caso de cada persona, los más habituales son: Dolor intenso y punzante: normalmente aparece de forma repentina y puede manifestarse tanto en reposo como al morder o tocar la zona afectada Sensibilidad al ingerir bebidas o alimentos fríos o calientes Mal sabor de boca o halitosis Inflamación en la cara o las mejillas Malestar general Fiebre Dificultades al comer o abrir la boca ¿Qué tratamiento debo seguir? Si crees que tienes un flemón y padeces alguno de los síntomas anteriormente mencionados, lo más recomendable es que acudas a la consulta del odontólogo general lo antes posible. Te interesará »  Tengo infección de muela: ¿cómo la curo y qué complicaciones puede dar? Solamente de esta manera el profesional podrá determinar cuál es el origen del absceso y curar la infección mediante un tratamiento específico. De cualquier otra manera, no se eliminará definitivamente y volverá a aparecer reiteradamente. Lo más habitual es que el dentista actúe en dos fases para tratar el flemón: 1. En una primera consulta, el odontólogo receta antibióticos (para eliminar la infección) y antiinflamatorios (para quitar el dolor y la hinchazón) 2. En una segunda consulta, el dentista valora el efecto conseguido con el tratamiento pautado y determina si es necesario llevar a cabo un procedimiento adicional para tratar la causa que originó el flemón. En muchas ocasiones, es necesario realizar una endodoncia. Como puedes ver, el tratamiento para eliminar un flemón dental no es únicamente farmacológico sino que complementariamente se debe atacar la causa directa que provocó su aparición. Sin embargo, también es importante señalar que la infección debe haber remitido para cuando se realice dicho procedimiento adicional. Tratamiento para un flemón en la Clínica Dental SanCal Si necesitas tratamiento para un flemón dental puedes acudir a nuestra consulta para que valoremos tu caso. La Dra. Sánchez,  profesional especializada en Odontología General estudiará tu estado de salud bucodental y podrá poner solución al problema. Pide tu cita

cirugía e implantes, Estética dental, Ortodoncia

Tengo una corona dental, ¿puedo llevar ortodoncia?

Las coronas dentales –popularmente conocidas como “fundas”- mejoran la estética de tu sonrisa y devuelven a las piezas dentales su función masticatoria, pero ¿suponen algún impedimento a la hora de iniciar un tratamiento de ortodoncia?  ¿Qué es una corona dental? Las coronas dentales son prótesis fijas que sustituyen una pieza dental. Éstas se realizan a medida y a imagen y semejanza de la pieza a la que sustituyen. Imitan, por lo tanto, el color y la forma de la misma para obtener el resultado más estético posible. Pueden ir colocadas bien sobre una pieza dental que ha sufrido cierto deterioro, o bien sobre un implante. ¿En qué casos está recomendada la colocación de una corona dental? La colocación de una corona sobre un diente natural supone cierto tallado del mismo, y los profesionales la recomiendan en los siguientes casos: Dientes afectados por caries que han sufrido la pérdida de parte de la estructura dentaria y que no pueden ser reparados mediante un tratamiento de conducto. Dientes desvitalizados que, en caso de no ser cubiertos por una corona, pueden sufrir una fractura en cualquier momento. Dientes cuyo esmalte se ha visto debilitado y presenta tonalidades amarillentas o grisáceas que no favorecen la estética de la sonrisa. Por otra parte, la corona puede ir colocada sobre un implante para sustituir una pieza dental que se ha perdido de manera definitiva. La colocación de un implante supone un periodo de osteointegración durante el cual deben cicatrizar tanto el tejido como el hueso maxilar. Una vez se ha producido la osteointegración con éxito se procederá a la colocación de la corona, que puede ir bien cementada sobre un muñón artificial o atornillada sobre el implante. ¿Qué beneficios tienen las coronas dentales? La colocación de una corona dental supone una serie de ventajas para nuestra funcionalidad y estética bucodental. Entre ellas, destacamos las siguientes: Mejora la estética de nuestra sonrisa, recubriendo tanto los dientes con problemas de tinción como sustituyendo aquellas piezas que hemos perdido. Protege los dientes dañados o debilitados de una posible fractura y recupera su función masticatoria. Permite la sujeción de puentes dentales, al servir de soporte para la colocación de coronas triples. ¿Qué tipos de coronas dentales hay? Existe una gran variedad de coronas, ya no tanto por la cantidad de piezas que sustituyen, sino también por los materiales en los que están confeccionadas. Las más empleadas han sido las de metal-cerámica o porcelana, dados los buenos resultados estéticos y funcionales. Sin embargo, en los últimos años han tenido un auge especialmente significativo las fabricadas en zirconio. El zirconio es un material de gran resistencia –sólo supera su dureza el diamante- que permite una fabricación mucho más estética de la prótesis. Tengo una corona dental, ¿puedo llevar ortodoncia? Siempre que se goce de buena salud bucodental, la colocación de una o varias coronas dentales no supone ningún impedimento a la hora de iniciar un tratamiento de ortodoncia. Sin embargo, la manera de abordar un tratamiento de ortodoncia con coronas sobre dientes es diferente con respecto a la manera de hacerlo en un proceso con coronas sobre implantes. Las coronas dentales no suponen ningún impedimento para mejorar la estética y la funcionalidad de tu sonrisa Ortodoncia con corona sobre diente natural La presencia de coronas sobre dientes no debe suponer ninguna complicación en un tratamiento de ortodoncia, siempre y cuando esté bien colocada. La pieza dental que lleve la prótesis realizará los movimientos pautados comportándose de la misma manera que los demás dientes. Eso sí, debemos tener en cuenta que los productos empleados para adherir los brackets a la superficie de la prótesis deben ser diferentes. Ortodoncia con corona sobre implantes Antes de iniciar cualquier tratamiento de ortodoncia en pacientes que lleven implantes –o que precisen de ellos- es necesario hacer una revisión bucal para, en primer lugar, poner la boca en salud. Los tratamientos de ortodoncia en pacientes con enfermedades periodontales que no han sido debidamente atajadas aceleran los procesos de pérdida de hueso y tejido. Por ello, deben ser abordadas adecuadamente mediante tratamientos periodontales. Los tratamientos de ortodoncia también están recomendados para aquellas personas que llevan coronas sobre implantes, ya sean atornilladas o cementadas. Una vez el implante ha sido colocado y se ha producido la osteointegración, éste no se puede desplazar. Se hace indispensable, por lo tanto, una buena planificación del tratamiento por parte del profesional que vaya a llevarlo a cabo. Teniendo este aspecto en cuenta, la decisión sobre cómo proceder con el tratamiento vendrá determinada por una serie de factores: En el caso de que la persona precise la colocación de un implante pero ésta no se haya llevado a cabo, se puede emplear el hueco que ha dejado la ausencia de esa pieza dental para solucionar problemas graves de apiñamiento, colocando en la posición correcta las demás piezas dentales. Esta decisión se tomará no sólo en función de la severidad del apiñamiento dental, sino también de la pieza que falte.En casos de apiñamiento leve en los que no se necesite ganar demasiado espacio, o de la falta de una pieza dental cuya sustitución resulte antiestética, esperaremos a la fase final para colocar el implante. De esta manera, su colocación se realizará, sin riesgos, en la posición adecuada. En caso de que el implante ya haya sido colocado, podemos apoyarnos en el mismo a la hora de colocar los demás dientes en la arcada. Es decir: el implante nos puede servir como punto de anclaje.Hay que tener en cuenta que la corona de este implante es susceptible de cambio una vez haya finalizado el tratamiento de ortodoncia, pues puede no encajar bien la forma que tenía en un inicio una vez los demás dientes han adoptado su posición final. ¿Qué tratamiento de ortodoncia es el más adecuado si llevas una corona dental? Si bien una persona que lleve coronas dentales puede elegir cualquier tratamiento de ortodoncia en función de sus prioridades –estéticas, económicas…-, está especialmente recomendado un tratamiento de ortodoncia a base de férulas invisibles –Invisalign-. Con los alineadores, no es necesario adherir los brackets a las piezas dentales sobre las que se ha colocado la corona dental. Aunque

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Tengo infección de muela: ¿cómo la curo y qué complicaciones puede dar?

Quienes lo han padecido, dicen que el dolor de muelas es uno de los peores dolores que se pueden padecer. Se caracteriza por ser especialmente intenso, persistente y punzante. Y, hasta que se cura, tiene un gran protagonismo en la vida de la persona que lo sufre. El dolor de muelas puede responder a diferentes motivos. Lo más frecuente es que se deba a la aparición de las muelas del juicio -también llamadas cordales- o a la existencia de una infección. En este artículo, vamos a centrarnos en el dolor de muelas a causa de una infección.  A su vez, las infecciones a las que hacemos referencia pueden producirse en cualquier molar, incluidas las muelas del juicio. ¿Por qué se infecta una muela? La infección de cualquiera de nuestras piezas dentales se debe a un problema bacterianoque puede tener, a su vez, diferentes causas: Caries Si la caries no se trata, avanza y se complica su pronóstico. Es decir, las bacterias penetran en el interior del diente (pulpa) y llegan, incluso, a afectar al nervio. En el caso de que se produzca la afectación del nervio, la solución para tratar una caries ya no es un empaste dental -que sería lo habitual- sino una endodoncia o tratamiento de conducto. Enfermedad periodontal (gingivitis y periodontitis) Cuando la gingivitis no se trata, se transforma en una periodontitis, que es una patología que requiere un tratamiento más complejo. Si, a su vez, no nos ponemos en manos de un odontólogo especializado en Periodoncia, la periodontitis avanzará. Dicha enfermedad dará lugar a la destrucción del hueso mandibular -que causa la pérdida de dientes- y a lo que conocemos como bolsas periodontales. Éstas son depósitos que se forman en las encías y se hacen cada vez más grandes para acumular mayor cantidad de bacterias. Traumatismo Cuando un diente se rompe o se astilla por un golpe, también se vuelve vulnerable ante las bacterias. Esto sucede porque en la pieza dental se crea una grieta o un orificio que permite la contaminación de agentes externos. Es decir, esta abertura facilita la entrada de bacterias.   Lesión con objeto punzante En ocasiones, se tiene la costumbre de utilizar palillos o de mordisquear bolígrafos. Sin embargo, este tipo de hábitos -a menudo inconscientes- pueden dañar la salud de la boca. Si nos hacemos una herida, la zona queda expuesta y las bacterias pueden entrar en contacto con nuestra cavidad oral. El tratamiento para curar una muela infectada suele pasar por eliminar la infección mediante antibióticos, realizar una endodoncia o recurrir a una extracción (si es una muela del juicio) ¿Cuáles son los síntomas una infección? La infección de una muela se manifiesta con un absceso (inflamación y acumulación de pus) en la zona donde se encuentra dicha pieza dental.   Unido a ello, la persona experimenta un dolor agudo, persistente y punzante. Pero, además de estas consecuencias, que son compartidas en todos los casos, las muelas infectadas dan lugar a los siguientes síntomas: Dolor al masticar Sangrado de encía Dolor de oído Sabor amargo en la boca Halitosis o mal aliento Fiebre Sensibilidad de los dientes al calor y/o al frío Dolor de garganta Inflamación de los ganglios del cuello Mandíbula inflamada (si es una muela de la arcada inferior) Mejilla inflamada (si es una muela de la arcada superior)   Tratamiento: ¿cómo curar la infección de muela? Los tratamientos para curar las infecciones pueden variar en función de cuál sea el origen de ésta. Sin embargo, el primer paso -una vez contamos con un diagnóstico- es siempre controlar la infección para evitar mayores complicaciones. Y, de esta manera, calmar el dolor ybajar la hinchazón. Para eliminar la infección es necesario el uso de antibióticos recetados por el dentista. En este punto, es necesario recordar que no se debe tomar un antibiótico, o ningún otro tipo de medicamento, sin que haya sido prescrito por un médico u odontólogo. Además de antibióticos, nuestro dentista nos puede pautar medicación analgésica y recomendar enjuagues bucales para calmar el dolor. Una vez que tenemos la infección controlada, en la mayoría de los casos será prioritario tratar de conservar el diente. Para ello, se puede recurrir a una endodoncia o tratamiento de conducto. En cambio, habrá otras ocasiones en las que recurramos a la extracción. Esto puede suceder porque el dentista determina que la muela no se puede salvar o porque la infección afecta a una muela del juicio. Dado que las muelas del juicio no desempeñan un papel relevante en nuestra boca, lo habitual cuando causan problemas es extraerlas. Remedios caseros: ¿qué es bueno utilizar? En algunas ocasiones, nos sentimos tentados de buscar a través de Internet remedios caseros para nuestras dolencias. Sin embargo, es importante saber que no es recomendable intentar solucionar la infección de muelas sin un tratamiento supervisado por un odontólogo. Algunos de los remedios naturales que puedes encontrar en Internet pueden ser colocar sobre la zona algo de lo siguiente: aspirina, clavo en especia, bolsas de té, agua oxigenada, bicarbonato o alcohol.   Si embargo, muchos de estos remedios caseros pueden quemar los tejidos blandos de la boca (encía, parte interna de la mejilla, interior del labio y zona del paladar) si se colocan directamente en el área donde se encuentra la muela infectada. La aspirina es, probablemente, uno de los remedios más conocidos. Sin embargo, es importante saber que este medicamento es ácido acetilsalicílico, por lo que su componente ácido es especialmente peligroso para dichos tejidos blandos. Por su parte, hay otros remedios naturales como las bolsas de té o el clavo que pueden aliviar el dolor momentáneamente pero no sirven para curar la muela infectada. Por tanto, el tratamiento debe ser siempre profesional. Y, en el caso de que recibas alguna recomendación sobre un remedio casero, nuestro consejo es que consultes su uso con tu dentista antes de probarlo.   Complicaciones: ¿qué puede desencadenar una muela infectada? Una vez mencionados los tratamientos con los que se cura la infección de muela, es importante saber que sea cual sea el procedimiento adecuado, éste debe llevarse a cabo cuanto antes. De esta manera, estaremos tratando de evitar peligros y futuras complicaciones. Y es que, las consecuencias más habituales que conlleva la infección de una pieza dental son las siguientes: Pérdida de la muela La pérdida de la pieza dental se produce debido a la destrucción que causan las bacterias en las encías y el hueso maxilar.

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Los 4 alimentos y bebidas peores para tu esmalte

A medida que las personas vamos cumpliendo años, el esmalte de los dientes se va desgastando y su característico color blanco original se va perdiendo. Esto se debe, por un lado, al lógico paso del tiempo. Pero, por otro, también está provocado, en gran medida, por nuestros hábitos de alimentación e higiene. Ante esto, se pueden tomar dos opciones: evitar completamente determinados alimentos y bebidas, lo que sin duda es muy complicado y puede parecer un sacrificio excesivo para muchas personas. La opción más sencilla -y más común- es restringir su ingesta todo lo que podamos pero sin obsesionarnos y acompañar el consumo de dichos alimentos de una higiene exhaustiva. Para que a partir de ahora sepas cuáles son las bebidas y alimentos de los que estamos hablando, te dejamos la lista de los más dañinos para tu esmalte: 1. Refrescos Los refrescos, así como cualquier tipo de bebida ácida, carbonatada o energética, ocupan, por méritos propios, el primer lugar de esta lista. Esto se debe a que son doblemente perjudiciales: contienen ácidos y azúcar. El consumo de ácidos contribuye a erosionar el esmalte dental, ya que lo reblandecen y éste termina desgastándose. Alimentos y bebidas malos para el esmalte Por su parte, el hecho de que este tipo de líquidos contengan grandes cantidades de azúcar añadido contribuye a que los refrescos sean muy perjudiciales para los dientes. En primer lugar, su consumo frecuente combinado con una higiene bucodental insuficiente provoca que la placa bacteriana haga acto de presencia en nuestra boca. No hay que olvidar, además, que la placa bacteriana es la antesala de la caries. Pero, dejando a un lado los problemas localizados que el azúcar provoca en los dientes, una ingesta frecuente y continuada en el tiempo provoca, entre otras cosas, su transformación en grasa, resistencia a la insulina, disminución de la sensación de saciedad y adicción. Estas consecuencias llevan, a su vez, a importantes problemas de salud general como el sobrepeso, los trastornos cardiovasculares o la diabetes. En este punto, es conveniente recordar la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de ingerir un máximo de 25 gramos de azúcar al día, lo que equivale a unas 6 cucharillas. Azúcar añadido en alimentos 2. Cítricos En línea con lo que hemos explicado en el punto anterior, lo cierto es que el ácido –aunque se encuentre de manera natural en los alimentos- es malo para el esmalte de los dientes. Por eso, los cítricos -ya sea la fruta entera o en zumo- son perjudiciales. El ejemplo más evidente de esto es el limón o la lima. Sin embargo, al contrario de lo que puede parecer, el zumo de naranja no es beneficioso para los dientes. Como precisamente los dos alimentos que hemos mencionado son buenos para la salud general, nuestra recomendación no es dejarlos de consumir. En su lugar, es preferible evitar tenerlos en la boca durante un tiempo prolongado y beber mucho agua para compensar su acidez. Y, por supuesto, cepillarse bien los dientes después de haberlos consumido. Cepillo de dientes y uso de enjuague Además de los propios cítricos, otros alimentos ácidos que son malos para el esmalte son el vinagre y los encurtidos (cebolletas o pepinillos). 3. Dulces muy pegajosos o pastosos Hay alimentos dulces que, por ser especialmente pegajosos o pastosos, tienen tendencia a dejar restos entre los dientes. Ejemplos de ellos son los turrones, las chucherías, la fruta deshidratada o la leche condensada. Si este tipo de alimentos no se retira bien después de haberlos ingerido, la exposición continua al azúcar facilita la aparición de caries. El azúcar añadido está presente en numerosos alimentos como cereales, pan de molde, salsas, zumos envasados, productos lácteos, pizzas, platos precocinados… 4. Caramelos o frutos secos duros Los caramelos duros pueden ser doblemente perjudiciales para nuestros dientes. Por un lado, pueden contener grandes cantidades de azúcar. Por otro, su efecto dañino se debe a la manera que tenemos de consumirlos: chuparlos durante un tiempo para posteriormente romperlos en pedazos con los dientes. Esto es especialmente malo si lo hacemos con los dientes incisivos centrales -comúnmente llamados “paletas”-, en lugar de con los molares.  El partir los caramelos con los incisivos puede provocar que nos fracturemos el diente. Lo mismo ocurre con los frutos secos especialmente duros como los kikos. Aunque éstos no contengan azúcar, sí es necesario tener precaución al masticarlos para no dañar el diente. De hecho, su consumo está desaconsejado cuando una persona lleva brackets, ya que éstos se pueden despegar y caer. Ortodoncia con brackets Como ves, el esmalte de nuestros dientes tiene dos enemigos fundamentales: el ácido y el azúcar. Posiblemente, el primero sea más fácil de evitar -y de detectar-, ya que está presente en alimentos y bebidas más concretos. Sin embargo, es importante tener en mente que muchas veces consumimos azúcar sin ser conscientes de ello. Es decir, no sólo tenemos que contar las cucharillas que echamos en el café, por ejemplo. Debemos estar especialmente atentos de todo el azúcar añadido que encontramos en galletas, cereales, pan de molde, salsas como el tomate frito o el ketchup, zumos envasados, productos lácteos, pizzas, platos precocinados… Si eres de los que no te fijas en la composición de los alimentos que compras habitualmente y ahora empiezas a hacerlo te llevarás una sorpresa: estás consumiendo una cantidad de azúcar muy superior a aquella con la que contabas.

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Cómo actuar en caso de emergencia dental

Por mucho que seamos prudentes y tomemos precauciones para no poner en riesgo nuestra salud, lo cierto es que todos nosotros estamos expuestos a tener un accidente que afecte a cualquier parte de nuestro cuerpo, como la boca. El hecho de saber cómo actuar ante una emergencia dental puede marcar la diferencia entre, por ejemplo, salvar o perder un diente.  Recuerda que además de los conocimientos que puedas aprender leyendo este artículo, lo más importante es actuar con calma y no perder los nervios. Además de lo que podamos hacer por nosotros mismos, es muy importante recibir la atención odontológica adecuada lo más rápido posible. Todos estos factores, determinarán, en gran medida, el pronóstico de la situación. Por tanto, cuanto más rápida y mejor sea la atención odontológica, más posibilidades habrá de solventar el percance con éxito. ¿Qué hacer en caso de emergencia dental? Por eso, si estás ante una urgencia dental, te ofrecemos que nos llames para consultarnos la posibilidad de tomar un analgésico y para avisarnos de que te atendamos en nuestra clínica. A continuación te presentamos 8 soluciones rápidas para saber qué hacer ante algunas de las urgencias dentales más comunes. Ten en cuenta que son medidas orientativas y de primeros auxilios, ya que la mayoría de las emergencias requieren la visita a una clínica dental.  1. Dolor de muelas Primeros auxilios Enjuágate la boca con agua tibia para retirar cualquier residuo Pasa la seda dental cuidadosamente entre los dientes para extraer los trozos de alimento que se haya podido quedar entre ellos Si tienes inflamación, coloca una compresa fría en la zona pero nunca apliques una aspirina sobre el diente o la encía Cuidados posteriores Si te sigue doliendo una vez hecho esto, acude a la consulta del dentista 2. Pérdida de un diente a causa de un golpe Primeros auxilios Si el diente está sucio, enjuágalo suavemente con agua Intenta volver a colocar el diente en el orificio y mantenerlo hasta que seas visto por un profesional. Morder ligeramente una gasa puede ayudarte a que permanezca en su lugar, pero ten cuidado de no tragártelo Si no es posible, sumerge el diente en un vaso con leche para que esté humedecido en todo momento Coloca una compresa fría en la zona para calmar el dolor y aplica presión con una gasa o una servilleta limpia para controlar el sangrado Este caso no puede esperar: acude al dentista o al hospital de inmediato y lleva el diente. Cuanto menos tiempo pase el diente fuera de la boca, más posibilidades habrá de salvarlo   Cuidados posteriores Si no ha sido posible fijar de nuevo el diente, trata con tu odontólogo las opciones disponibles para reemplazar el diente perdido Usa férulas de protección cuando practiques deporte o actividades de contacto 3. Fractura de un diente Primeros auxilios Limpia suavemente el trozo de diente que se ha desprendido Enjuaga la boca con agua tibia para eliminar los restos de alimentos o de tierra, para los casos en los que la lesión se haya producido al masticar comida o a un golpe Aplica una compresa fría en la cara para combatir la inflamación Este caso tampoco puede esperar: acude al dentista o al hospital de urgencia Cuidados posteriores Valora con tu odontólogo las diferentes opciones para reconstruir el diente y sigue las instrucciones relativas a los cuidados que tendrás que seguir 4. Aflojamiento de un diente tras un golpe Primeros auxilios Cuando notes que algún diente está flojo es fundamental que no lo toques ni con los dedos ni con la lengua para evitar que se siga aflojando No aprietes los dientes Acude de inmediato al odontólogo. Si la movilidad del diente aumenta, éste puede llegar a caerse Cuidados posteriores Sigue las instrucciones del dentista relativas al cuidado del diente 5. Absceso Primeros auxilios Enjuágate la boca con agua para limpiarla Aplica una compresa fría en la zona donde tienes el absceso para disminuir la inflamación pero nunca apliques una aspirina sobre el diente o la encía Cuidados posteriores Aunque dejes de sentir dolor, acude al dentista para evitar que la infección progrese Sigue las instrucciones del odontólogo respecto al procedimiento para poder eliminar la infección y prevenir complicaciones. Es posible que necesite llevar a cabo un tratamiento adicional como la endodoncia 6. Mordedura en la lengua o el labio Primeros auxilios Aplica presión en la zona en la que se encuentra la mordedura con una gasa o una servilleta limpia Coloca una compresa fría o hielo en la cara –en la zona afectada- para reducir la inflamación Cuidados posteriores Si el sangrado no cesa o la herida es grande, se debe acudir al dentista o al hospital de inmediato 7. Pequeño objeto entre los dientes Primeros auxilios Intenta extraer el cuerpo extraño con la seda dental cuidadosamente, para no causar daños en dientes o encías No utilices ningún objeto punzante o cortante Cuidados posteriores Si el objeto no puede ser retirado con hilo dental, acude al dentista de inmediato  8. Heridas provocadas por la ortodoncia Primeros auxilios Si hay una parte de tu aparato que se ha caído o se ha roto, ya sea un bracket o cualquier otro elemento de sujeción, intenta recuperarlo y llévalo al dentista Si es el extremo de un alambre el que está causando irritación, coloca en dicho extremo una pequeña bola de algodón o un trozo de gasa para evitar que siga incidiendo en la zona En caso de que el alambre haya penetrado en la encía, lengua o mejilla, acude inmediatamente a la consulta del dentista o al hospital Cuidados posteriores En los dos primeros casos, lo mejor es acudir a la consulta de nuestro ortodoncista para que vuelva a fijar o cambiar los elementos que nos están causando problemas. En el último caso, no hay tiempo que perder: es una urgencia que debe ser tratada de inmediato ¿Cómo evitar estos accidentes? Evita comer alimentos muy duros No utilices los dientes para cortar o romper cosas Utiliza un protector bucal cuando practiques deporte o

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