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Deglución atípica: ¿qué consecuencias tiene y cuál es su tratamiento?

 El crecimiento habitual de las estructuras orofaciales tiene numerosas consecuencias para nuestro desarrollo y bienestar general. De esta forma, una correcta posición de los huesos maxilares o un desarrollo habitual de la lengua tienen consecuencias positivas en actos como el habla o la masticación.Una de las funciones que se ve más afectada por un desarrollo anómalo -si bien no debemos olvidar que también puede estar relacionada con otros trastornos- es la deglución. En el presente artículo te contaremos en qué consiste esta función, qué consecuencias puede tener la deglución atípica para tu organismo y cuál es el tratamiento más indicado en cada caso.   ¿Qué es la deglución? Denominamos deglución al tránsito del bolo alimenticio de la boca a la faringe, en primer lugar, y, posteriormente, al esófago. Este proceso varía en función de la edad de la persona: es diferente en bebés y en adultos. Dentro de este proceso, podemos distinguir tres fases diferentes. Fases de la deglución La primera fase, denominada fase oral, es aquella que comprende desde el momento en el que trituramos el alimento y formamos el bolo alimenticio hasta que la lengua empuja el mismo hasta la faringe. La fase oral comprende, a su vez, dos etapas diferenciadas: La fase preparatoria, en la que intervienen actos como la salivación, la masticación y la trituración de los alimentos. De esta forma, se prepara el bolo alimenticio. La fase expulsiva, durante la cual la lengua desplaza este bolo a la zona de la faringe. Esta fase es completamente consciente y voluntaria. La fase faríngea, por el contrario, es un acto involuntario. Consiste en el paso del bolo alimenticio a través de la faringe hasta el esfínter esofágico superior. Por último, durante la fase esofágica el bolo alimenticio es conducido a través del esófago hasta el estómago. PROCESO DE DEGLUCIÓN El curso normal de la deglución -y, por ende, de estas tres fases- se puede ver alterado a causa de anomalías en el desarrollo de las estructuras orofaciales. Es entonces cuando nos encontramos ante un caso de deglución atípica. Pero, ¿qué síntomas nos indican que tenemos dificultad para tragar correctamente -disfagia- o que no lo estamos haciendo de la manera habitual? Síntomas de la deglución atípica Como ya hemos comentado anteriormente, la deglución se transforma con el desarrollo de la persona. Los bebés se ayudan del posicionamiento lingual entre ambas arcadas para favorecer la succión de la leche. Sin embargo, cuando su alimentación comienza a ser sólida, la posición de la lengua debe variar: debe colocarse en el paladar, justo detrás de los dientes de la arcada superior. En caso de que, con el citado cambio de alimentación, el niño no modifique su forma de posicionar las estructuras orales, estaremos ante un caso de la denominada deglución atípica. Consideraremos que estamos ante un caso de deglución atípica cuando, al tragar: Los dientes de la arcada superior e inferior no están en contacto. La lengua no se posiciona en el paladar, si no entre los dientes de ambas arcadas. No existe sellado labial. En ese caso, en múltiples ocasiones se coloca el labio interior detrás de los dientes de la arcada superior. Existe una prevalencia de la respiración oral. El bolo alimenticio no se forma de la manera debida, pues existen problemas de masticación. Por este motivo, es habitual que los pacientes que padecen estas anomalías en el proceso de deglución realicen movimientos con la cabeza, echando ésta hacia detrás para favorecer el paso del bolo a la faringe. La hipotonía -falta de tono muscular- en los músculos de la mejilla puede favorecer la acumulación de restos de comida en el vestíbulo bucal -espacio situado entre los labios y la parte interior de las mejillas, por un lado, y las arcadas dentarias, por otro-. Se realizan ruidos, fruto de la presión excesiva que realiza la parte superior de la lengua con el paladar para facilitar la deglución. La deglución atípica está, muchas veces, relacionada con alteraciones en el desarrollo de las estructuras orofaciales. Sin embargo, existe una amplia variedad de causas asociadas a esta condición.   ¿Cuáles son las causas de la deglución atípica? En muchas ocasiones, las causas de la deglución atípica están relacionadas con malos hábitos que tienen consecuencias en nuestra salud bucodental. Entre los mismos, podemos destacar: Succión digital prolongada en el tiempo. Uso del biberón o del chupete a edades más avanzas de lo recomendable -más allá de los 18 meses-. MORDIDA ABIERTA POR ABUSO DEL CHUPETE   Pero, además, la deglución atípica también está relacionada con alteraciones orgánicas como, por ejemplo: El desarrollo anómalo de los huesos maxilares que genera, por lo tanto, problemas de mordida. Ausencia de las piezas dentales debido a una caída temprana de los dientes anteriores temporales. Dificultad para mover la lengua -anquiloglosia-. Un frenillo lingual corto o una lengua de un tamaño superior al resto de las estructuras bucales -macroglosia- limitan la movilidad de la este órgano y dificultan, por lo tanto, la masticación de los alimentos. Alteraciones del sistema linfático -hipertrofia de los adenoides o de las amígdalas, episodios recurrentes de amigdalitis-. Hipotonía -disminución del tono muscular- de los músculos que inciden en el proceso de masticación. Consecuencias de la deglución atípica La deglución atípica no solo tiene consecuencias en el proceso de digestión, sino que también supone ciertos perjuicios para nuestra salud oral. La colocación de la lengua entre los dientes de ambas arcadas supone uno de los problemas de maloclusión más comunes: la mordida abierta. Ésta se presume cuando no existe contacto entre las piezas dentales de la arcada superior e inferior. MORDIDA-ABIERTA Además, la presión que ejerce la lengua sobre los dientes de la arcada superior al tragar provoca una protrusión de los mismos, y la aparición de diastemas. Los problemas de oclusión no solo generan ciertas complicaciones a la hora de masticar, si no que también suponen dificultades en la fonación. Por este motivo, el tratamiento indicado para abordar un caso de deglución atípica vendrá de la mano de un logopeda y un ortodoncista especializado.   Deglución atípica: tratamiento En primer lugar, se realiza un diagnóstico detallado del caso, estudiando la historia clínica del paciente y realizando una evaluación de las alteraciones del sistema orofacial. La actuación conjunta del ortodoncista y

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Las etapas de dentición: ¿qué puedes hacer para aliviar las molestias de tu bebé?

Hablamos de dentición para referirnos al proceso durante el cual erupcionan los dientes. A lo largo de la vida de una persona, se distinguen a su vez tres etapas diferentes de dentición que se adaptan a las necesidades de las mismas en función de su proceso de desarrollo.En el presente artículo podrás aclarar todas tus dudas acerca de las distintas etapas de dentición, así como de los síntomas y la manera adecuada de actuar ante las molestias típicas de este proceso. Tipos de dentición A lo largo de la vida de una persona, podemos diferenciar tres tipos diferentes de dentición: dentición primaria -o dientes de leche-, mixta y permanente. ¿Qué es la dentición primaria? Hablamos de dentición primaria -o temporal- para referirnos al proceso de erupción los dientes de leche. Estos acuñan su nombre debido no sólo a la base de la alimentación en edades tempranas de los niños, si no también al aspecto más blanco de las piezas dentales propias de esta etapa. ¿A qué edad sale la primera pieza dental? Por lo general, el primer diente de leche erupciona alrededor de los 6 meses de edad. Sin embargo, conviene aclarar que el proceso de erupción es diferente en cada persona y que es normal que ésta se desarrolle entre los tres meses y el año de edad. La dentición primaria consta con un total de 20 piezas dentales que siguen el siguiente orden de desarrollo: En primer lugar, brotan los incisivos centrales y laterales -de 6 a 16 meses de edad, habitualmente-. Erupción de los primeros molares -hasta el año y medio de edad-. Desarrollo de los colmillos entre los 18 meses y los dos años. Por último, erupcionan los segundos molares entre los 24 y los 30 meses de edad.   PROCESO DE ERUPCIÓN DE LAS PIEZAS DENTALES Estas piezas dentales se mantendrán aproximadamente hasta los 6 o 7 años, momento en el que el niño comenzará con el recambio dentario. ¿Cuáles son los síntomas típicos en el proceso de erupción de los dientes de leche? En muchas ocasiones, los padres achacan distintos síntomas al proceso de erupción dental que en nada tienen que ver con el mismo. Un ejemplo de esta sintomatología sería la siguiente: Incremento de la segregación de saliva, generalmente debida al cambio de alimentación de líquido a sólido La erupción dental puede elevar de cierta manera la temperatura corporal debido a la inflamación de las encías, pero debemos descartarla como causante de un estado febril. Aumento de la mucosidad y diarreas. Ante estos síntomas, debemos acudir al pediatra para que valore el caso y pueda esclarecer la causa de los mismos. El único síntoma claro del desarrollo de las piezas dentales es el enrojecimiento e irritación de las encías. Pero, ¿qué puedes hacer para reducir las molestias durante este proceso? Remedios para aliviar las molestias derivadas de la erupción dental A lo largo de la dentición, el bebé se mostrará más irritable de lo habitual. A continuación, te detallamos una serie de remedios para tranquilizarlo y aliviar las molestias en la medida de lo posible: Usa mordedores para que el bebé pueda calmarse ligeramente. Aquellos que contienen líquido en su interior, susceptibles de meter en la nevera, están especialmente recomendados. Si bien el frío alivia la inflamación, evita meter estos juguetes en el congelador: un frío excesivo puede provocar quemaduras en la mucosa. Masajea ligeramente las encías. Para ello, puedes emplear una gasa que contenga manzanilla tibia. En algunos casos, puedes aplicar de manera tópica una crema antiinflamatoria o unas gotas de ibuprofeno o paracetamol directamente sobre la encía -siempre previa consulta al pediatra-. Recuerda que, durante este periodo, el bebé tenderá a meterse en la boca cualquier objeto que tenga a mano. Vigila aquello que esté a su alcance y extrema las precauciones de higiene durante este periodo.   MORDEDOR A lo largo de la etapa de dentición temporal, debes tener en cuenta que la higiene dental es especialmente importante. Recuerda que debes inculcarle a tu hijo unas buenas rutinas de limpieza bucodental. En caso de que todavía no sea capaz de lavarse los dientes con un cepillo dental, debes pasarle una gasa con agua por las encías o piezas dentales para eliminar los restos de comida y evitar, de esta manera, la afección de caries. Además, existen ciertos hábitos en esta etapa que pueden ocasionar futuros problemas de oclusión. Un ejemplo de ellos es la succión del dedo pulgar o el uso abusivo de biberones o chupetes. Intenta, en la medida de lo posible, erradicar estas costumbres. La etapa de dentición primaria dura hasta los 6-7 años. Transcurrido este periodo, el niño empezará con el recambio dentario, iniciando la etapa de dentición mixta. ¿Qué es la dentición mixta? Una vez el niño empieza con el recambio dentario, los dientes de leche empiezan a ser sustituidos por las piezas definitivas.   Por lo general, la etapa de dentición mixta se extiende entre los 6 y los 12 años. En la misma, las piezas temporales convivirán con las definitivas. Durante esta etapa, el niño puede realizar su primera visita al ortodoncista. Es entonces cuando el mismo puede pautar dos tratamientos diferenciados para conseguir una perfecta oclusión a edades tempranas: El especialista optará por un tratamiento de ortodoncia interceptiva en aquellos casos en los que deba corregir problemas de crecimiento de los huesos faciales. A partir de aparatos -fijos o removibles-, solucionará problemas de desarrollo y de posición de los huesos maxilares que, en edades más avanzadas, sólo podrán corregirse mediante un tratamiento combinado de ortodoncia y cirugía ortognática a nivel hospitalario. Además, en algunas ocasiones el especialista puede colocar brackets de manera seccional en pacientes con dentición mixta para solucionar problemas de erupción dentaria o alineamiento.   APARATOS DE ORTODONCIA INTERCEPTIVA La etapa de dentición mixta termina cuando el niño ha acabado con el recambio dentario. Esto es, por lo general, a los 12 años de edad. Características de la dentición permanente La etapa de dentición definitiva termina cuando la persona tiene la totalidad de las piezas dentales erupcionadas. Esto es cuando se han desarrollado las muelas del juicio. La dentición permanente asciende a un total de 32 piezas dentales. En este aspecto, no todas las personas constan de

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Agenesia dental

La agenesia dental es una enfermedad congénita  bastante frecuente en un gran porcentaje de seres humanos. Se trata de una anomalía de la boca, por lo cual no aparecen ciertas piezas dentales, no surgen en nuestra boca, hay una ausencia de ellas. Puede ocurrir en las piezas dentales temporales (que son conocidas como dientes de leche) como también en las piezas dentales permanentes. El diagnóstico se realiza mediante la observación de la ausencia de uno o más dientes. En el caso de los dientes permanentes la presencia de los dientes de leche más tiempo de lo que deberían puede indicar que no haya un diente permanente para sustituirlo y tendremos que comprobarlo mediante radiografías. Esta anomalía de origen genético se reconoce generalmente cuando los dientes de leche se caen (entre los seis y los 10 años) y se supone que los dientes permanentes ocuparán su lugar. Pueden ocurrir dos fenómenos: El diente de leche no se cae porque no está impulsado por el diente permanente. El diente de leche se cae pero no lo reemplaza el diente permanente.   Uno de los rasgos principales de la agenesia dentaria es que aparece sobre todo en el maxilar, en la mandíbula superior. Además, también es bastante común, en los casos de agenesia dental, que los incisivos laterales sean los más afectados por esta ausencia, aunque no los terceros molares.   Cuando se produce una agenesia dental normalmente se ve afectado el espaciamiento entre los dientes que si han salido rompiéndose el equilibrio y produciéndose maloclusiones. Además del problema funcional existe el  problema estético ya que los dientes  pueden encontrarse  en la zona de la sonrisa. La mayoría de las consultas son  por motivos estéticos, aunque no debemos olvidar la tan importante parte  funcional de nuestro aparato, ya que su funcionamiento óptimo y correcto dependerá de todas sus piezas conjuntamente y la  falta de alguna pieza desequilibraría a las demás.   La agenesia puede clasificarse en varios tipos dejando a un lado los dientes e leche: Ausencia de una o dos muelas de juicio. El caso más común. Consiste en la ausencia de una o dos muelas del juicio, lo que afecta a alrededor del 25 % de la población. En general, se descubre en la adolescencia, cuando el dentista hace las primeras radiografías para observar la posición de las muelas del juicio. No hay que preocuparse, ya que la ausencia de una o más muelas del juicio no es un problema y no requiere tratamiento. Agenesia dental o hipodoncia. La agenesia puntual o hipodoncia afecta a aproximadamente un 5 % o 6 % de la población. En este caso, entre uno y seis dientes pueden faltar. Muy a menudo se ven afectados el segundo premolar inferior y el incisivo superior. La causa es genética: hay familias en las que faltan uno o más dientes en varias generaciones. Si se tiene esta información hay que dársela al dentista en la primera consulta. Esta agenesia se detecta generalmente entre los seis y los diez años de edad, momento en el cual se supone que los dientes de leche tienen que caer. Pero en ausencia del diente permanente que empuje el diente de leche, este no cae y permanece implantado en el hueso de la mandíbula. Si el niño no va al dentista, la agenesia puede pasar desapercibida durante varios años. La agenesia múltiple u oligodoncia. Cuando faltan más de seis dientes y hay otras anomalías dentales presentes (dientes de diferentes formas y colores). Esta condición es muy rara, con una frecuencia estimada de 1 a 7 por cada 100 000 nacimientos. Como en el caso de la hipodoncia, las causas de la oligodoncia son genéticas, pero las anomalías no se limitan solo a los dientes sino que se extienden a otros órganos. La falta de dientes constituye entonces un marcador genético de una enfermedad rara, frecuentemente displasia ectodérmica, un conjunto de enfermedades que se manifiestan con oligodoncia y otras anormalidades en el cabello, las uñas y las glándulas sudoríparas. Cuando faltan más de seis dientes se deriva al paciente a una consulta genética para comprobar que no existan otras anomalías. Otra posible causa: puede ser el haber estado en tratamiento de quimioterapia. Entre los niños tratados por cáncer en las edades en las que los dientes están desarrollándose, la quimioterapia puede aumentar el riesgo de desarrollar oligodoncia. Es posible presentar agenesia dental sin desarrollar otros síntomas en otros órganos.   La agenesia dental es objeto de estudio en muchas universidades y en muchas clínicas especializadas, ya que se trata de una anomalía demasiado frecuente en los seres humanos. Por eso, se están hallando diferentes tratamientos para solucionar este problema.   En primer lugar, se puede optar por cerrar espacios, de manera que los incisivos laterales se vean sustituidos por los caninos. La forma sería camuflándolos de forma estética, para convertir así a los premolares primeros en caninos, haciendo un cambio de papeles. Es una solución que se ha aplicado a varios pacientes, para que la oclusión sea correcta.   Por otra parte, también se pueden abrir espacios, de manera contraria al anterior tratamiento, implantando nuevos dientes en los espacios disponibles. Es un tratamiento también bastante común y frecuente en pacientes con agenesia dentaria.   En tercer lugar, hablando de nuevo de implantes, también es posible que sean colocados cerrando espacios, en vez de haciendo más hueco, de manera que coloquemos el implante en la zona que está menos visible.   Hay que tener en cuenta que para poder seleccionar el tratamiento más adecuado para cada caso de agenesia dental, es necesario que el paciente se someta a un estudio muy profundo, considerando todos los factores posibles, como es el caso del patrón esquelético de cada paciente, las relaciones oclusales que se establecen entre las piezas dentales o la tipología facial que tiene la persona, puesto que dependiendo de todo ello, se podrá aplicar un tratamiento mejor que otro. Los tratamientos siempre serán personalizados y multidisciplinarios.

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Cuidados bucodentales en la dentición mixta

La dentición mixta es una etapa crucial en el desarrollo bucodental de los niños. Marca el cambio de la primera dentición a las piezas dentales definitivas. Mantener unos buenos cuidados bucodentales con estas piezas será clave para tener una sonrisa sana en el futuro. Este proceso suele comenzar a los seis años de edad, aunque puede variar en función de cada niño. El recambio de dientes puede alargarse hasta los 12 años, de modo que de forma progresiva los dientes de leche dan paso a los dientes definitivos, que ejercen presión desde el interior de la encía. Durante esta etapa los dientes de leche y los permanentes coinciden, formando lo que conocemos como dentición mixta. Después de este cambio aún quedarán por erupcionar las muelas del juicio, que en general se desarrollan a partir de la mayoría de edad. La importancia de cuidar la dentición mixta La dentición mixta se divide en dos fases. La primera fase consiste en la erupción de los primeros molares e incisivos permanentes, y se alarga hasta los 10 años. A partir de entonces se pasa a la segunda fase, en la que se desarrollan los premolares y caninos hasta completar la segunda dentición. Un buen desarrollo de los dientes definitivos es clave para evitar problemas de alineación y mordida. Para conseguirlo, conviene mantener una serie de cuidados en la etapa más delicada: la dentición mixta. Rutina de higiene oral. Durante el cambio de dientes es muy importante mantener una buena rutina de limpieza. Se recomienda cepillar los dientes después de cada comida y potenciar la higiene interproximal para eliminar los restos de bacterias de los espacios más difíciles de la cavidad oral. Alimentación equilibrada. Durante la infancia es habitual el consumo de alimentos muy azucarados, como los caramelos y los pasteles. Moderar el consumo de azúcar durante esta etapa de cambio es fundamental para evitar el desarrollo de caries dental. Además, tener caries en los dientes de leche aumenta las posibilidades de desarrollarla en un futuro. El papel del odontopediatra. Acudir al odontopediatra con regularidad durante esta etapa es esencial. En algunos casos puede haber un retraso en la erupción de los dientes definitivos, o bien una pérdida prematura de los dientes de leche. Los dientes de leche tienen un papel fundamental en el desarrollo del niño no sólo a nivel bucodental. También influyen en el proceso de habla, masticación y desarrollo tanto óseo como muscular. Un mal desarrollo de la dentición mixta puede alterar estos procesos además de favorecer el desarrollo de patologías bucodentales en el futuro, como la caries dental. En la clínica dental SanCal realizamos un estudio personalizado para adaptar nuestros tratamientos a las necesidades de cada niño. Un buen desarrollo de la dentición mixta es fundamental para mantener una sonrisa sana en el futuro.

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¿La caries es genética? ¿Se transmite de padres a hijos?

¿Si yo tengo caries mi hijo también las tendrá? Es una pregunta que se hacen muchas personas y a la cual vamos a intentar dar una respuesta desde la experiencia y los estudios disponibles al respecto. Sí es cierto que existe una cierta predisposición genética a la caries. Ésta la heredamos de nuestros padres. Pero la aparición de caries está más relacionada con los hábitos dentro del hogar que con la genética en sí. Al tratarse la caries de una enfermedad producida por bacterias, si el estado de salud bucodental de los padres es malo, tienen caries en boca, enfermedad periodontal (piorrea), mucho sarro o placa lo más probable es que todas esas bacterias que viven en la boca de los padres lleguen a colonizar las bocas de los hijos, ya que al convivir juntos es muy difícil que no se produzca ese traspaso de bacterias. Por ello es fundamental que los padres tengan una buena salud oral y unos buenos hábitos de higiene oral.   Hábitos en el hogar Nuestros hijos, en general aprenden de lo que ven en sus casas. Si ven que mamá y papá todos los días después de comer se van a cepillar los dientes, enseguida ellos querrán imitarlo, querrán tener su cepillo, su pasta y participar en esa actividad, que les parece de mayores. Si los mayores para acompañar las comidas a diario beben con zumos o refrescos, probablemente ellos también querrán hacer lo mismo. Debemos intentar reducir la ingestión del azúcares libres a menos del 10% de la ingesta energética diaria, ésta es la ultima recomendación de la Organización Mundial de la Salud para adultos y niños. Si mi hijo es muy mal comedor y para que coma hay que echarle salsa de tomate envasada a todo y luego no le cepillo, probablemente desarrolle caries. Si los mayores son los que ofrecen meriendas ricas en alimentos con alto contenido en azúcar ( zumos envasadas diarios, batidos envasados diarios, galletas,) y luego no llevamos a cabo un cepillado eficaz, probablemente desarrollen caries.   ¿ A partir de que edad pueden aparecer las caries? Las caries pueden aparecer desde el mismo momento en que el diente de leche emerge en la boca. Cada vez son mas frecuentes ver en las consultas de odontología infantil cuadros severos de caries en menores de cinco años.   ¿ Qué puedes hacer para evitar la caries de la primera infancia? Lo ideal es comenzar con el cepillado desde el nacimiento, limpiando su boca con una gasa húmeda una vez al día. A medida que van apareciendo los primeros dientes de leche ya debemos comenzar con el cepillo de dientes y pasta en función del riesgo de caries que tenga tu hijo. (éste debe ser determinado por un odontólogo) Una vez erupcionado el primer diente evita que tu hijo se quede dormido con el biberón o el pecho en la boca. Si lo hace, debes cepillarle los dientes igualmente. Sobre todo si es por la noche, si en el biberón has introducido cereales o chocolate… Si le das pecho y hacéis colecho, lo ideal es que el bebé, después de la última toma se le haga un cepillado de dientes con pasta fluorada, y esperar mínimo una hora para la siguiente toma. Recuerda que tanto la leche de vaca como la leche materna están compuestas por lactosa, un azúcar. No introduzcas bebidas azucaradas como zumos industriales o batidos en biberones o vasos de tapa. Esto fomenta un consumo frecuente de éstos productos azucarados. Cuanto más tiempo estén en contacto estas bebidas con los dientes, más riesgo hay de desarrollar caries. Por lo que en los biberones solo se debe introducir agua o leche.   ¿Por qué es importante curar los dientes de leche? Por que una boca libre de caries en la infancia está directamente relacionada con una buena salud bucodental en la edad adulta. Los dientes de leche también sirven para que los niños mastiquen bien, pronuncien correctamente determinadas palabras y tenga una buena autoestima. Sirven con mantenedor de espacio y guía de erupción para los dientes permanentes, es decir, los dientes de leche le indican al diente permanente donde debe colocarse. Si dejamos una muela de leche sin curar, se irá rompiendo y poco a poco se irá perdiendo el espacio que ésta ocupaba en la arcada, por lo que su sucesor permanente no tendrá sitio suficiente para erupcionar. De este modo estamos condenando a nuestro hijo a un tratamiento de ortodoncia en la adolescencia para recuperar el espacio que ha perdido. Los dientes de leche, al igual que los dientes permanentes sólo se extraen sí debido a una gran destrucción ya no se pueden curar. Lo ideal, es que alrededor del año realices una primera visita con un odontólogo infantil .De este modo, irá vigilando si sus dientes están naciendo sanos y en una buena posición. A demás te instruirá en la mejor técnica de higiene para tu hijo en función de sus edad y su riesgo de caries. Así se reduce la posibilidad de que tu hijo padezca caries en el futuro. Recuerda: Unos hábitos adecuados y rutinarios de higiene oral y de alimentación en el hogar son el factor más importante para evitar las caries en tus hijos. No introducir bebidas azucaradas como zumos industriales, o batidos en biberones o en vasos de tapa. Los dientes de leche solo se extraen si no queda más remedio, reciben los mismos tratamientos que los dientes permanentes.  ¿No lo tienes claro? Pide cita con nuestra odontóloga Sara Sánchez -> Pulsa aquí

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Primeros dientes del bebé: Mitos a desmentir

Todos sabemos que los primeros dientes del bebé , más allá de ser una ilusión a la vez que un dolor de cabeza para los padres, son muy importantes. Cuidar estos pequeños dientes será fundamental para evitar patologías como la caries de leche; perder estos dientes puede suponer complicaciones para la dentadura definitiva en un futuro. Los primeros dientes constan de 20 piezas. Estos son los conocidos dientes de leche. Cuidar de ellos es fundamental incluso antes de que salgan, mediante la correcta limpieza de la boca de los pequeños. Si bien todos sabemos que los primeros dientes suelen molestar mucho a los niños cuando esta sale, debemos saber que hay ciertos mitos que desmentir. Mitos acerca de los primeros dientes de leche Hay que saber que el desarrollo de los dientes será diferente en cada niño. Muchos factores influyen, un buen ejemplo de esto es la herencia genética, pero no se queda aquí. También hay que tener en cuenta la alimentación y el tipo de higiene que estamos siguiendo. Pasemos ahora a hablar acerca de los mitos con los que nos encontramos más frecuentemente respecto a los dientes de leche de los más pequeños: Los niños pierden el hambre cuando les salen los dientes de leche No es que los niños pierdan el apetito mientras les salen los dientes, sino que sencillamente el dolor que sienten hace que eviten el masticar e ingerir, debido a las molestias que están sufriendo, lo que hace que rechacen ciertos alimentos. Podemos optar por ofrecer alimentos blandos o líquidos, siempre evitando abusar del azúcar. Los dientes de los niños salen a los 6 meses Como decíamos antes cada niño es distinto, por lo que dependerá de sus factores particulares cuando comenzará a desarrollar la dentición. Lo normal es que esto ocurra a partir de los seis meses, pero en ningún caso debe ser constatado como un hecho fehaciente. Sí que es recomendable que nuestro odontopediatra de confianza realice una revisión del pequeño si no ha desarrollado los dientes a partir de los 18 meses. La erupción de los dientes debe seguir un patrón Si bien existe un orden, no significa que los dientes de todos los niños vayan a erupcionar de la misma manera. Es recomendable que el odontopediatra realice un seguimiento de la erupción de la dentición para que valore que todo está correcto. Si lo está, no hay nada más que temer. Cuida los dientes de tu bebé, incluso antes de que le salgan Mientras los dientes están saliendo, el bebé sufrirá mocos, fiebre y babeo Si bien es normal ver como el bebé babea de forma notoria mientras sus primeros dientes están saliendo, no es tan normal que moquee. Un aumento muy ligero de la temperatura también es plausible, pero si el niño tiene fiebre puede ser debido a una debilitación del sistema inmunitario. Ante la duda, mejor consultar con el pediatra. La erupción dental causa diarrea Como ocurre con los mocos y la fiebre, la diarrea en el bebé no tiene por qué tener relación alguna con la erupción dental. Puede ser motivada por reacciones alérgicas, por problemas digestivos… Nuevamente, el pediatra será la opción más recomendable. Puedes darle fármacos al bebé para recudir el dolor Está completamente desaconsejado el uso de fármacos para aliviar este tipo de dolores en los niños. Sólo adormeceremos un tiempo las encías, y no podemos tener permanentemente medicado al niño. Podemos usar remedios inocuos como los mordedores fríos. No hay que tocar la boca mientras le salen los dientes Esta creencia es directamente perjudicial. De hecho, debemos limpiar su boca con frecuencia, ya que de lo contrario pueden haber consecuencias muy problemáticas para el correcto desarrollo de los dientes de leche. Es recomendable que limpiemos la boquita con mucha delicadeza y evitemos presionar las zonas inflamadas. El odontopediatra juega un papel fundamental Como vemos hay mitos que realmente no tienen justificación alguna, y que aunque podemos tratar de seguirlos con la mejor de nuestras intenciones en realidad estaremos consiguiendo un efecto contraproducente. Ante la duda, la mejor solución siempre pasa por preguntar a nuestro dentista de confianza. Él será el encargado de arrojar luz ante nuestras inquietudes y nos brindará todo el apoyo que necesitamos para asegurarnos de estar haciendo un buen trabajo con los más pequeños de la casa. Asimismo, una revisión periódica para que el odontopediatra determine que estamos cuidando bien los primeros dientes de los niños será fundamental para asegurarnos de que no sólo su boca está libre de enfermedades, sino que también el desarrollo que está llevando es el correcto.

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Las claves de la salud oral en la infancia

Mantener los dientes y las encías sanos durante toda la vida es posible. Pero para conseguirlo conviene mantener unos hábitos saludables y una rutina de higiene oral desde la infancia. Incluso antes del desarrollo de los primeros dientes, se recomienda limpiar la cavidad oral de los pequeños. La infancia es clave para el desarrollo de los niños, en todos los aspectos. También es una etapa clave para el desarrollo bucodental. Durante la infancia erupcionan los dientes de leche, también conocidos como primera dentición. Se trata de un conjunto de 20 piezas que antes de la adolescencia serán sustituidos por los dientes definitivos. Durante la primera dentición es fundamental transmitir hábitos de higiene oral a los más pequeños. Claves para una buena salud oral en niños Pero, ¿Cómo conseguir que los pequeños adopten una rutina oral saludable? La clave está en que no relacionen los hábitos de limpieza con algo aburrido o con un castigo. Para evitarlo es importante concienciar al pequeño de la importancia de mantener sanos sus dientes y encías. También es recomendable introducir el cepillado como una rutina familiar o como un juego. En este sentido conviene que los padres muestren un buen ejemplo para que el niño adopte buenas técnicas de higiene oral. Pero hay que revisar que el niño se cepilla los dientes correctamente hasta los ocho años aproximadamente. Una mala técnica favorece el desarrollo de patologías como la caries dental. La caries dental es la enfermedad oral más común en la infancia. Además es importante que el niño use un equipo de limpieza ajustado a su edad. En el mercado hay una gran variedad de cepillos de dientes, pastas dentales y colutorios específicos para niños. Los profesionales de la clínica dental SanCal recomiendan consultar con la Dra. Sánchez qué productos son los más indicados. Es aconsejable que la pasta dental o el enjuague bucal contengan flúor, que ayuda a remineralizar el esmalte. También hay cepillos específicos para niños, con un cabezal más pequeño y un mango específico. Además de la rutina de higiene, para mantener una buena salud oral durante la infancia también es importante cuidar la alimentación. A muchos niños les gusta comer alimentos dulces como las golosinas y las galletas. El azúcar favorece la acumulación de biofilm oral, un factor clave en el desarrollo de la caries dental.

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La salud oral del bebé, un factor muy importante

Una boca saludable es aquella libre de enfermedades, limpia y sin problemas. Los más pequeños de la casa deben tener también su boca sana, y eso incluye a aquellos bebés que ni siquiera tienen sus primeros dientes. Si mantenemos un óptimo nivel de salubridad en su boca, nos aseguraremos de que su dentición empiece con buen pie. Para ello tenemos que realizar un examen periódico en los dientes del pequeño. Un diente sano tiene que ser de color uniforme, ya que si por el contrario éstos tuvieran manchas o puntos es que algo no marcha del todo bien, por lo que un dentista especialista en niños puede determinar si necesita algún tipo de limpieza específica. En el caso de que el pequeño todavía no tenga dientes también resultará fundamental limpiar su boca, a través de un paño húmedo, suave y limpio en la zona de las encías. Una vez los dientes comiencen a salir, podemos encontrar cepillos de dientes específicos para sus necesidades particulares. Este utensilio es fundamental para el cuidado del pequeño. Mantén a tu bebé con la boca sana Un tratamiento de prevención de caries en el futuro es limpiar frecuentemente los dientes de leche; éstos podrían picarse al salir debido al contenido en azúcar de la leche materna, causándole dolor y problemas. Hay que tener en cuenta que un diente de leche está ahí no sólo para que el pequeño pueda morder, sino para que éstos mantengan el espacio de los dientes definitivos para cuando salgan. Una vez el niño alcance los dos años de edad podemos comenzar a usar pasta dental específica para niños con flúor, ya que éste protegerá la boca del bebé de las caries, fortaleciendo sus pequeños dientes. No es extraño ver cómo el impacto del flúor beneficia frente a enfermedades orales, ya que éste está presente en prácticamente todos los colutorios enfocados a proteger nuestra dentición. Ahora, pasaremos a dar algunos trucos que puede que sean de utilidad para hacer de la tarea de ayudar a los peques de la casa en su rutina de higiene algo más sencillo: El primero consiste en el acompañamiento de un adulto durante su rutina de higiene oral. Hasta una edad prudencial donde el niño haya asumido perfectamente su rutina y pueda realizarla solo, es ideal que alguno de sus progenitores la realice junto a él. Otro interesante consejo pasa por llevar al dentista incluso antes de que cumpla su primer año de edad. De esta manera, el especialista podrá determinar si su desarrollo oral va correctamente. El biberón o el chupete no son buenos compañeros de cama a la hora de dormir. Estos pueden causar problemas en la alineación dental, máxime si los endulzamos, ya que entonces estaremos desprotegiendo a nuestro pequeño frente a problemas como la caries. Como decíamos antes, una buena higiene de la boca de nuestro pequeño con un trapo húmedo, suave y limpio es fundamental, aunque el niño todavía no tenga ningún diente. Para terminar, una dieta saludable para el bebé es fundamental. El azúcar nunca suele ser bueno en exceso, pero sobre todo si el niño todavía es pequeño. No sólo estaremos potenciando un hábito alimenticio problemático, sino que además también es altamente problemático para su boca. Podemos tratar de hacer que nuestros pequeños se diviertan más mientras se lavan los dientes buscando cepillos dentales específicos para niños; estos suelen traer motivos de dibujos, e incluso forma de figuras que harán las delicias de los más fanáticos a sus series favoritas. En cualquier caso, en la farmacia de buen seguro que tendrán un amplio surtido para enseñarnos y que sea nuestro pequeño quien escoja; haciéndole partícipe de la decisión no le faltarán ganas para que llegue la hora del cepillado dental. Otra opción a tener en cuenta son los juegos que podamos inventarnos durante el cepillado para animar al pequeño, ya sea desde enseñarle a limpiarse la boca por cuadrantes para que le resulte más ameno hasta prácticamente cualquier cosa que se nos ocurra, la imaginación es lo único que marcará el límite en este caso. Como vemos, no son grandes cosas las que tenemos que hacer para que los más pequeños de la casa se interesen por la limpieza de su boca, algo que si mantienen desde edades tempranas, se convertirá en un hábito saludable durante el resto de su vida. ¿Y tú, ya has empezado con tu pequeño?

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