Clínica Sancal

bruxismo

Estética dental

Formas comunes de restaurar una caries dental

Como todo el mundo sabe, la caries dental es una enfermedad que por desgracia se da con demasiada frecuencia, y es que la OMS ha dictado que es una epidemia. Para hacernos una idea de su incidencia, tenemos que decir que ésta sigue al resfriado común. Suele aparecer tanto en niños como en adultos jóvenes, pero no hace discriminación a la hora de afectar a cualquiera, inclusive a pacientes geriátricos. Lamentablemente tenemos que decir que junto con los casos más avanzados de enfermedad periodontal, la caries es el principal motivo que provoca la pérdida de dientes en pacientes jóvenes. Puede que después de leer estos números nos entren más ganas de saber qué es la caries, cómo se produce y cómo combatirla, motivo por el cual hoy pasaremos a enseñarlo. Para entender un poco más la caries dental tenemos que hacer mención a las bacterias que se acumulan en la cavidad oral. Estas se acumulan en los dientes y crean ácido mediante los restos de alimentos, azúcares y almidones. Esta placa se sigue acumulando y llega a crear la caries dental, la cual deberá ser tratada con la máxima celeridad posible, de cara a evitar problemas más graves. ¿Cómo se solventa una caries? Encontramos diferentes tipos de restauración, pero destacamos tres métodos por encima de los demás por ser los de elección en la gran mayoría de clínicas. En cualquier caso, la Dra. Sánchez elegirá entre estos, que son los empastes de composite, las incrustaciones de porcelana y las coronas dentales. ¿Cómo puede la Dra. Sánchez sellar el diente y tratar la caries dental? ¿Cómo se aplican este tipo de restauraciones? Veámoslo. Restaurando una caries con las técnicas actuales Empastes de composite Los empastes de composite resultan una solución económica, fiable y estética. Esta es usada fundamentalmente en los dientes posteriores que también quedan expuestos cuando sonreímos. Durante esta técnica, el especialista primero se encarga de eliminar la caries. Posteriormente, prepara la pieza para rellenarla con el empaste de resinas compuestas y coloca una banda metálica alrededor del diente para elaborar el nuevo empaste. La resina de composite posee el mismo tono que el diente, por lo que no afectará negativamente a la estética, sino que se mimetizará. Para terminar endureceremos el empaste mediante luz de alta intensidad, dando como resultado una fusión total entre el diente y el empaste final, que mantendrá la armonía con el resto de piezas dentales de la arcada. Incrustaciones de porcelana Las incrustaciones de porcelana cubren toda la superficie masticatoria del diente que se ha visto afectado. Según se ha demostrado este tipo de restauración nos ofrece una fuera igual a la que tienen los dientes naturales, por lo que cobran un especial interés para cubrir aquellos casos donde se necesita tanto una estética igual a la del diente original como la fuerza y durabilidad. Debemos advertir eso sí que puede fracturarse en caso de que no la cuidemos y no evitemos algunos hábitos perjudiciales, como puede ser morder bolígrafos, las uñas o rechinar los dientes. El tratamiento en cuestión consiste en la solución a caries dentales realmente extensas, por lo que nos vemos obligados a reducir una gran parte del diente afectado. La Dra. Sánchez deberá confeccionar una impresión de cara a construir una incrustación de porcelana, para después esta ser colocada justo encima de la pieza dental. En el momento en el que hayamos concluido este paso, durante la siguiente visita deberemos ajustar los contornos de la incrustación y la adheriremos al diente pertinente. Como resultado final encontraremos una restauración perfecta: se mimetizará a simple vista con el resto de dientes, será duradera, fuerte y perfectamente estética. ¿Quién da más? Coronas dentales Al igual que las incrustaciones de porcelana, las coronas dentales también suponen un tratamiento efectivo y duradero que requerirá de un pequeño tallado dental. Pese a que la Dra. Sánchez siempre busca conservar el diente natural, esta solución puede ser especialmente útil en aquellos casos donde la caries dental ya ha afectado de forma muy severa a un diente en particular. Veamos cómo funciona esta técnica: En primer lugar, deberemos eliminar la caries y reconstruiremos parte de la pieza dental justo antes de realizar la preparación final completa de la corona. Una vez hecho esto, los especialistas construirán esta corona en el laboratorio, para terminar ajustando la corona en la siguiente visita que el paciente realice a la clínica. Los resultados también son prácticamente idéntico al resto de dientes que no se han visto afectados por la caries. ¿Son suficientemente duraderas las restauraciones de la caries? En la clínica dental SanCal siempre avisamos al paciente que nada dura mil años, sobre todo si no encontramos un hábito de cuidados y mantenimiento adecuados. Hay que pensar en que los materiales usados en odontología requerirán de unos cuidados específicos, y que estos se exponen a nuestro uso diario. Estos pueden astillarse, romperse, fracturarse… Por ejemplo, encontramos ciertos pacientes con bruxismo que al aplicar esta excesiva presión de forma continuada en sus dientes pueden terminar por desgastar prematuramente las restauraciones. Además, con el paso del tiempo los materiales empleados para crear la adhesión también pueden llegar a deteriorarse. Pese a esto sí que es cierto que pueden durar durante décadas, y en casos de cirugías más importantes como la técnica de implantología dental, podemos llegar a tenerlos durante toda la vida, siempre con los cuidados necesarios. A fin de evitar consecuencias desagradables que puedan manchar nuestra experiencia del tratamiento para eliminar la caries dental, lo más recomendables es que hagamos casos de los consejos que la Dra. Sánchez nos dé y apliquemos las pautas de comportamiento que nos indica. De esta forma, nos aseguraremos de que nuestras restauraciones dentales duren muchos, muchos años.

Buenos hábitos, Cultura y curiosidades

¿Mascar chicle es bueno para los dientes?

Mascar chicle es uno de los hábitos más extendidos en el mundo. Se dice que al año se consumen unas 100.000 toneladas. Para unos es una mala costumbre, para otros uno de los hábitos más placenteros ¿y para nuestros dientes? Un estudio de la Asociación Dental Americana (ADA) publicado hace un par de meses en The Guardian, afirmaba que mascar chicle sin azúcar durante veinte minutos tras las comidas prevenía la caries dental. Después de las comidas estimula la producción de saliva y así ayuda a neutralizar los ácidos producidos por las bacterias de la placa. Más aún, el chicle permite aliviar la presión de las orejas tapadas por una sinusitis, resfriado o una reacción alérgica. Los chicles sin azúcar contienen edulcorantes como el xilitol. Tiene el mismo poder que la sacarosa (azúcar en polvo), pero contiene menos calorías que otros glúcidos. Esto quiere decir que la misma cantidad de xilitol es capaz de endulzar una taza de café de la misma manera que el azúcar pero con menos calorías. Además este componente produce un efecto real contra la caries, ya que detiene el crecimiento de la principal bacteria causante de la caries, streptococcus mutans. En realidad no debiera existir dilema ni duda alguna. Mascar chicle se recomienda exclusivamente en situaciones en las que te es imposible cepillarte los dientes. Una cosa no sustituye la otra. El chicle es una ayuda importante para mantener la salud dental pero no sustituye al cepillado o a la higiene normal. Calman la ansiedad: mascar chicle produce un efecto relajante. Ayuda a dejar de fumar: los chicles con nicotina han ayudado a numerosas personas a dejar de fumar. Es por ello que muchos investigadores estudian otros usos que se lo podrían dar a esta goma. Reduce el apetito: mascar chicle produce una sensación de saciedad y disminuye las ganas de comer cosas dulces. En este sentido, se ha demostrado que personas que han mascado chicle después del almuerzo ingieren una menor cantidad de productos dulces. Ayuda a disminuir la acidez de la boca: al mascar chicle aumentamos el flujo de nuestra saliva, lo que permite neutralizar los ácidos de las bebidas y alimentos que ingerimos. La saliva posee fosfato y calcio, muy beneficiosos para los dientes. Reduce la caries: los edulcorantes que se añaden a los chicles, tales como el xitilol, reducen la posibilidad de tener caries. El chicle en sí como ya hemos visto no es malo, el abuso de esta goma es lo que puede afectar a nuestro estómago, dientes y a nuestro cuerpo en general. Masticar chicle no es para ti si… Llevas ortodoncia del tipo que sea: brackets, ortodoncia lingual win… Vas a hablar en público. Mascar chicle no se considera de buenos modales. Tienes dolores de estómago. Los chiles contienen sorbitol, una sustancia que puede aumentar el dolor estomacal e incluso ocasiona diarrea crónica. Si padeces bruxismo (aprietas los dientes) no conviene abusar del chicle, empeorará los dolores de mandíbula. Tiendes a abusar de los chicles. Piensa que realmente es una goma con un montón de aditivos que tienen como objetivo engañar a nuestro cuerpo durante un tiempo limitado. Ya lo sabes, el chicle es un producto que puede hacerte disfrutar, pero como todo hay que tomarlo con moderación y en los momentos idóneos. Recuerda que aunque el chicle aporta numerosos beneficios, tal y como hemos comentado, existen otros productos que pueden resultar igual de beneficiosos para nuestra mandíbula. Por ejemplo, ingerir un trozo de queso duro al final de una comida aporta muchos nutrientes y también estimula la producción de saliva en boca. ¿Entonces por qué terminamos mascando chicle? No sabría decirlo con seguridad, puede que sea porque resulta cómodo…

Buenos hábitos, Cultura y curiosidades

Muchos padres y madres se despiertan durante la noche alertados por el ruido que produce el rechinar de los dientes de sus hijos durante el sueño. Se trata de bruxismo, conocido coloquialmente como “chirriar de dientes”, y se produce por la contracción excesiva de los maxilares que generan un ruido característico, que en raras ocasiones despierta al niño. A pesar de que es un trastorno que puede aparecer a cualquier edad, suele ser un fenómeno frecuente en la infancia, y que afecta a entre el 20% y el 30% de los niños españoles. Las causas asociadas al mismo apuntan a factores de carácter físico, psicológico o neurofisiológico. Actualmente, existen estudios que apuntan un incremento de este trastorno en edad infantil y adolescente, asociado a estados de ansiedad y estrés. La Dra. Sánchez comenta que hay que diferenciar dos grupos dependiendo de la edad a la que se presenta el trastorno. Por un lado, los pacientes en edad infantil (antes de la adolescencia), con dientes de leche presentes, en los que el bruxismo puede llegar a ser funcional, no una patología, a pesar de tener desgaste de los mismos. Y por otro lado, el paciente adolescente, que muestra ya cambios hormonales y que tiene la mayoría de los dientes definitivos presentes. En esta etapa, el bruxismo se expresa ya con dolores musculares, dolores de cabeza y alteraciones de la articulación mandibular en forma de chasquidos e incluso de bloqueos o dificultad de apertura de la mandíbula. En el primer grupo no hay diferencias de afectación entre sexos, en el segundo es claramente más frecuente en niñas. El bruxismo afecta a entre el 20% y el 30% de los niños españoles El bruxismo es una actividad involuntaria de la musculatura de la mandíbula. Durante la infancia se considera una forma natural de desarrollar la dentición y estimular la formación muscular y ósea de los huesos de la cara; un hábito de desarrollo que disminuye progresivamente al salir las muelas permanentes y dientes incisivos. Existe el bruxismo diurno que puede ser consciente o inconsciente; y el bruxismo nocturno, que es inconsciente y producido por la contracción rítmica, repetitiva y violenta de los maseteros. Normalmente, sucede en los primeros momentos del sueño y cesa cuando este es más profundo. El bruxismo puede detectarse a partir de los 4 años, sin apreciarse diferencias de prevalencia según el sexo. Sí varía con la edad del paciente y el tipo de dentición (dientes de leche, dentición mixta o dentición definitiva). En niños menores de 7 años, con dientes de leche, la tasa de bruxismo es del 10%; sin embargo, este porcentaje se eleva entre los 7 y 11 años, estando presente en aproximadamente uno de cada cuatro niños de esta edad. El bruxismo puede estar causado por un componente psicológico o por la situación/condición bucal odontológica del paciente, existe un mayor porcentaje de bruxismo infantil en hijos de padres que en su momento también lo padecieron. En adolescentes, puede venir acompañado de dolores musculares, de cabeza y alteraciones de la articulación mandibular Con relación a la adolescencia, en esta etapa el bruxismo puede permanecer durante la vida adulta. En la mayoría de los casos porque permanecen las causas, sobre todo el estrés y el modo de afrontar el mismo. Aunque hay artículos que señalan la existencia de un componente genético, este no está muy claro. Además, hay que tener en cuenta que la expresión de enfermedades o síntomas en el entorno familiar puede estar influenciado más por cuestiones ambientales o de entorno, que genéticas. ¿Cuáles son las causas que originan este trastorno? En primer lugar hay que descartar una patología asociada, como enfermedades neurológicas o reumatológicas. Una vez descartadas estas causas, hay que identificar las que desencadenan los síntomas en el niño como factores estresantes o hábitos que aumentan los síntomas (ingesta de chicles, algunas chucherías o morderse la uñas). Una vez localizados estos elementos, es importante minimizarlos, evitarlos o disminuir el impacto (a veces es necesario recurrir a otros profesionales sanitarios como psiquiatras o psicólogos). Hay que tratar al paciente con analgésicos y relajantes musculares adecuados durante el tiempo que se considere oportuno (evitando las benzodiacepinas). Además, es conveniente aplicar calor para relajar la musculatura. Si hay alteraciones de la oclusión, la forma de morder, debe colocarse en la edad adecuada el tratamiento ortodóncico necesario. Hay que evitar la colocación precoz de férulas sobre todo cuando quedan aún dientes por salir. Especialmente, es contraindicado colocar una férula sin hacer todo lo que hemos dicho previamente de identificación de factores y tratamiento. Cada vez es más frecuente ver en consulta a niños de corta edad con bruxismo, cuyos síntomas están asociados a la articulación temporomandibular, con dolores musculares o con cefaleas. Son niños que afrontan situaciones que ellos viven como estresantes, en el colegio o por situaciones familiares o personales. Esta sí es una patología de nuestro tiempo, una infancia que vive situaciones como los adultos y que se reflejan por la aparición de síntomas musculares, mandibulares o cefaleas.

Buenos hábitos

Con cada refresco, tus dientes se hacen más pequeños

Y «cada milímetro que pierden nos hace envejecer diez años» «Es el peor enemigo de nuestra sonrisa: silente, invisible, nos acecha día y noche. No vemos el ataque y, sin embargo, cada mañana al despertar nuestro diente desaparece un poco más”, asegura la odontóloga Sara Sánchez. Es el terrorífico guion de lo que el desgaste dental está haciendo ahora mismo en su boca. El estrés tiene bastante que ver: además de fatiga, dolor de cabeza, molestias gástricas, tensión muscular… provoca bruxismo y cambios en el pH de la boca que, como mal menor, hacen que sus dientes cambien de color. Veamos qué es, cómo prevenirlo y qué tratamientos corrigen sus consecuencias. Las alarmas han saltado. “Que los dientes se desgastaran era hasta ahora un achaque de la edad, pero hoy se ve demasiado frecuentemente en jóvenes. Y hay que frenarlo cuanto antes”, advierte la doctora. “La expectativa de vida crece y tenemos que conseguir una dentición sana, bonita y funcional durante más años”. Nadie está a salvo. Tres de cada cinco adultos padecen este desgaste. Aunque vivan relajadamente o se laven los dientes con fruición: además del estrés, afectan la dieta, el estilo de vida y ciertas intolerancias y trastornos alimenticios. ¿Qué ocurre exactamente? la Dra. Sánchez, experta en implantes de la Clínica dental SanCal y profesora de la Universidad Europea de Madrid, explica que primero se come el esmalte hasta que llega a la dentina, produciendo sensibilidad. “Provoca pérdida de altura de los dientes, en longitud y volumen, haciendo que la sonrisa se retraiga marcando arrugas peribucales (la sintomatología de Popeye) y horizontales sobre el labio superior e inferior. Además de limitaciones funcionales por problemas en la oclusión, la relación entre dientes superiores e inferiores puede derivar en molestias musculares en la cara, cuello y espalda”, añade. Una advertencia más: la dificultad de detectarlo e interceptarlo mediante prevención. “En determinados casos se produce de una manera lenta y puede pasar desapercibida tanto para el paciente como para el dentista. Y cada milímetro de longitud de diente que perdemos nos hace envejecer diez años”. Si Hitchcock levantara la cabeza… «Después de tomar un zumo de naranja hay que esperar al menos 20 minutos antes de lavarse los dientes, para no frotar el ácido contra el diente haciendo que se desgaste aún más” De nuevo, el estrés Cuánto puede afectarle el desgaste dental depende de la estructura genética de su diente, del tipo de agresión y de su capacidad de defensa. “Hasta ahora se creía que, sobre todo, era un ataque físico: el que causa el bruxismo [apretar los dientes de manera involuntaria]. Y en ese cajón se metía todo…”. Ese rechinar nocturno, pesadilla casi más para quien le acompaña en sus desvelos, afecta a un 17% de quienes padecen estrés. “En la clínica lo hemos notado muchísimo, porque de alguna manera gran parte de la población ha sufrido la crisis, lo que ha provocado que los pacientes con problemas de bruxismo hayan aumentado muchísimo. Al apretar los dientes, erosionan y desgastan la dentadura, hasta se llegan a romper piezas”, confirma la Dra. Sánchez, quien detalla: provoca microfisuras y aumenta la porosidad, que favorecen que el esmalte se manche más con vino, té o café, o incluso se fracture. Utilizar una férula de descarga (molde de material flexible y blando que se erosiona en lugar de su esmalte mientras aprieta los dientes) o formar parte de ese privilegiado grupo que duerme a pierna suelta (poco más de la mitad de la población) solo evita uno de los problemas. En el desgaste dental es casi más importante cómo afecta el pH de la boca. Hoy sabemos que, sobre todo, lo originan causas químicas. Internas, por los ácidos del reflujo gastroesofágico, que afecta al 60% en algún momento de su vida, y los que provocan ciertos trastornos de la alimentación o intolerancias alimentarias que cursan vómitos. El estrés, no desayunar lo que debemos, abrir latas de bebida en la oficina sin parar o creernos deportistas de élite; así como seguir a pies juntillas todas las tonterías que dicen las celebridades en Internet (como beber agua con limón, en ayunas o no, o hacer del vinagre de manzana el nuevo elixir antigrasa), son algunas de las causas que llaman externas o medioambientales. “¿Quién no toma un zumo de naranja por la mañana? ¿Y cuántos están limitando los lácteos? Bebidas isotónicas, carbonatadas, colas… Todas ellas contienen ácido cítrico que provoca un descenso en el pH de la boca y acelera el desgaste”, apunta la odontóloga. Bebidas que cambian el pH de su boca Algunos líquidos pueden modificar la acidez de su boca. Correr a por su cepillo de dientes mientras apura las últimas gotas del zumo o su refresco favorito es aún peor: “No sabemos por qué nadie dice que después de tomar una bebida ácida, como el jugo de cítricos del desayuno, hay que esperar al menos 20 minutos antes de lavarse los dientes para no frotar el ácido contra el diente haciendo que se desgaste aún más”. La recomendación para contrarrestar los ácidos es: “Si no podemos evitar las bebidas gaseosas, mejor tomar a la vez alimentos. Y si queremos aromatizar la ensalada con limón, poner unas rodajas impregnadas en aceite”. Las bacterias que viven en nuestra boca también atacan. El desgaste por erosión ácida puede provenir de la gran cantidad de bacterias que viven en su interior. Bien por falta de mantenimiento o hábitos hay veces que las bacterias se descontrolan haciendo que los dientes pierdan hueso sin parar. La medicación es otra de las amenazas: no solo hablamos de las tetraciclinas, que sabemos que tiñen los dientes, sino que tomar más de tres medicamentos al día hace que nuestras glándulas salivales pierdan la capacidad de proteger nuestro esmalte. La importancia de la saliva Cada día se produce una sucesión de agresiones que, si superan los mecanismos de defensa del diente, pueden desencadenar un deterioro precoz que conduzca a la destrucción de la dentición. Empezando por el esmalte, responsable de la dureza, la

Bruxismo y ATM, Buenos hábitos, Ortodoncia, Sin categoría

¿Qué es el síndrome ocluso-postural?

El síndrome ocluso-postural se refiere a un conjunto de dolencias que relacionan la boca y los problemas nasales o musculares. La salud bucodental influye en el resto del cuerpo. Así, problemas tan comunes como roncar o una contractura en la espalda pueden estar relacionados con nuestra salud oral. ¿Cuál es el origen del problema? Si durante la infancia o adolescencia no has solucionado problemas relacionados con la respiración nasal, lo más probable es que tu mordida presente malposición dental lo que provoca desviación en la mandíbula y, en consecuencia, contracturas musculares en el cuello, cervicales y espalda. ¿Qué signos nos pueden ayudar a detectar este síndrome? Las ojeras marcadas o la forma de la cara, bien alargada o bien corta. Estas alteraciones pueden ocasionar masticación desequilibrada que afecta a la digestión y nutrición del adulto, fomenta la respiración bucal y limita la higiene dental, provocando un mayor desarrollo de caries y enfermedades periodontales e, incluso, hasta el lenguaje puede verse afectado. Además de mantener la boca sana, los dientes y la mandíbula deben tener una buena posición. De lo contrario, pueden provocar contracturas en diferentes zonas del cuerpo: cuello, espalda y cervicales. El síndrome ocluso-postural también puede provocar bruxismo y dolores de cabeza. Algunas de estas anomalías suelen ser difíciles de detectar a simple vista. Por ello es fundamental visitar al odontólogo con frecuencia. No obstante tener problemas al masticar puede ser un síntoma del síndrome ocluso-postural. ¿Cuál es su tratamiento? El tratamiento para solucionar estos problemas consiste en una relajación neuromuscular y una alineación de los dientes con la idea de conseguir una óptima oclusión dental que estabilice las estructuras musculares de cuello y espalda. Para ello se empleará una ortodoncia que solucionará los problemas de mordida, y posteriormente una férula de descarga que ayudará a corregir el bruxismo. Y es que las expectativas de tratamiento de la población adulta han variado en los últimos años, y es cada vez más frecuente la demanda de tratamientos de ortodoncia para adultos. ¿Cómo solucionar el síndrome ocluso – postural? El síndrome ocluso-postural tiene un tratamiento concreto que pasa por diversas fases: Relajación neuromuscular. De este modo se relaja la tensión bucal que puede provocar el dolor de cabeza y el bruxismo. Corrección de la mordida. Para corregir la mordida se suele aplicar un tratamiento con ortodoncia. Los aparatos pueden ser fijos y removibles, en función de cada caso. También hay aparatos que no comprometen la estética de la boca, como la ortodoncia lingual. Férulas de descarga. Después de la ortodoncia se usa una férula de descarga. Se trata de un aparato bucal que evita el rechinamiento de los dientes propio del bruxismo. ¿Qué sucede si no soluciono el problema? Si no soluciono este problema aumentará el dolor muscular localizado en cuello y espalda y el chasquido de la mandíbula al comer o bostezar. Todo ello provocará limitación de las actividades diarias y cotidianas por el dolor, repercutiendo en la calidad de vida de la persona e incluso en su trabajo, ya que los problemas de espalda causan hasta el 20% de las bajas laborales. El síndrome ocluso-postural puede alterar gravemente la calidad de vida del paciente. Por ello es importante una detección a tiempo y un tratamiento ajustado a las necesidades del paciente. En la clínica dental Sancal te ofrecemos un trato personalizado, para garantizar los mejores resultados con tu sonrisa.

Buenos hábitos

Enfermedades orales relacionadas con el estrés

Tanto el estrés como la ansiedad se han convertido en trastornos muy habituales y es que son muchas las personas que padecen estas enfermedades de carácter psicológico y que pueden afectar a nuestra salud física. En este artículo hablaremos acerca de las enfermedades orales relacionadas con el estrés, y es que solo de esta forma tomaremos conciencia de hasta que punto influye la psicología en nuestra salud. Ansiedad | Enfermedades orales relacionadas con el estrés Para tomar las medidas apropiadas para mejorar esto, es necesario conocer cómo es que el estrés afecta la salud de la boca, cuáles son las potenciales consecuencias que el estrés puede provocar en ella. Entre estas que se incluyen: Aftas, llagas, úlceras bucales Una de las enfermedades orales que tienen mayor incidencia en las personas con estrés son las llagas, también conocido como herpes labial.  Estamos ante un virus que se caracteriza por ser muy contagioso y se manifiesta a través de ampollas que se localizan alrededor de los labios, aunque también es posible que se hallen alrededor de la barbilla o cerca de la nariz. Las aftas son pequeñas úlceras muy incomodas de color blancuzco o gris con un reborde rojo que suelen aparecer dentro de la boca y duran, aproximadamente, 1 semana o 10 días. Si bien se desconoce cual es la causa que las produce (algunos expertos sugieren que pueden deberse a virus, bacterias, problemas inmunológicos), el estrés es un factor de riesgo ya que al bajar las defensas, incrementa las probabilidades de que aparezcan. Las aftas no son contagiosas y para aliviar la molestia, los anestésicos tópicos pueden ser de utilidad. También conviene evitar los alimentos calientes, picantes y con contenido ácido (como cítricos) mientras permanecen para disminuir la irritación. Uno de los factores que hace posible la aparición de las llagas es el estrés, aunque no debemos olvidar otras causas como, por ejemplo, la fiebre o las quemaduras provocadas por el sol. Herpes labial El herpes labial es una o varias pequeñas ampollitas con líquido amarillento clarito dentro, que suelen aparecer en alguna de las comisuras de los labios o alrededor de ellos, producidas por el virus del herpes simple. Suelen ser muy molestas, producen picazón y ardor. El herpes labial no es una enfermedad grave pero si causa bastantes molestias, mientras que la infección remitirá de forma natural pasados unos días (espontáneamente a los 10 o 14 días), aunque existen medicamentos antivirales para acelerar el proceso de curación y aliviar los síntomas. Bruxismo El bruximo denominado popularmente rechinar los dientes, es el hábito que tienen algunas personas de apretar y rechinar los dientes de arriba y de abajo sobre todo mientras duermen. Es una de las principales consecuencias del estrés ya que al estar estresado el individuo duerme tensionado. Puede derivar en dolores de cabeza, contracturas, molestias en la columna y dolores en las articulaciones de la mandíbula, además del desgaste de las piezas dentales. El tratamiento del bruxismo consiste en la colocación de un aparato para evitar el contacto la fricción entre de los dientes durante la noche. Para evitar que el estrés produzca problemas en la salud bucal, se recomienda tener buenos hábitos de higiene bucal, mantener una dieta saludable y visitar regularmente al odontólogo. Enfermedad de las encías El estrés puede traer como consecuencia un incremento de la placa y mayor riesgo de gingivitis y sangrado de encías. Caries y mal aliento El estrés es una de las causas de caries luego de la mala higiene bucal, ya que éste incrementa la acidez de la saliva y disminuye la cantidad de ella, lo que afecta directamente al esmalte que protege a los dientes. Además es frecuente que a causa del estrés y del malestar que este produce, uno descuide sus hábitos de higiene, no se cepille con tanta asiduidad, no use hilo dental, no visite al dentista con regularidad y tenga una alimentación menos saludable todo lo cual finalmente desemboca en problemas bucales, mal aliento, placa y caries. Toca hablar de las enfermedades periodontales como otra de las consecuencias de padecer estrés y es que tanto las encías como el resto de tejidos periodontales se verán afectados por esta situación emocional.  En este sentido hay que destacar que el tratamiento para frenar esta enfermedad no será tan efectivo en personas que padecen estrés o depresión si lo comparamos con el resto de pacientes. ¿Por qué razón? Se cree que el manejo de recursos para controlar la ansiedad repercute directamente en la salud de nuestras encías así como también no debemos obviar que las personas que padecen un cuadro ansioso o depresivo tienden a descuidar la rutina relacionada con la higiene bucodental, que supone la principal técnica para evitar y solucionar problemas de carácter periodontal. Es evidente que la ansiedad tiene una incidencia destacada en la salud de nuestra boca y si a ello le unimos que este cuadro no afectará en numerosos campos queda clara la importancia de solucionar esta situación. Aprender a manejar el estrés es clave, en algunas ocasiones es posible que uno se sienta incapacitado para ello y, en estos casos, hay que destacar la figura del psicólogo para conseguir encauzar esta situación. Una vez más hemos demostrado que la salud física o general está directamente relacionada con el estado de nuestra boca, siendo este un factor que debemos tener muy en cuenta a la hora de cuidar nuestros dientes.

Cultura y curiosidades

Estrés y salud bucal

En la rutina diaria sometemos nuestro cuerpo a grandes niveles de estrés que afectan a nuestra salud. No solamente mente y partes del cuerpo se ven afectadas, también nuestra salud bucal se resiente del estrés diario. El estrés se define según los expertos como una respuesta del cuerpo a situaciones o hábitos negativos para la salud. Así, el estrés se divide en cuatro categorías distintas: Euestrés. Es un tipo de estrés positivo, que motiva a la persona para que termine de realizar la tarea que está haciendo. Distrés. Es un estrés negativo que se manifiesta mediante el miedo, la frustración e incluso la ira. Hipoestrés. También se trata de un estrés negativo que en este caso produce desesperación. Hiperestrés. Es el resultado de un sobreesfuerzo por la persona, puede dar lugar a otros problemas de salud Diversos estudios han demostrado la relación entre estrés y salud bucal. Esto se debe a que en situaciones de estrés las personas tienden a abandonar los hábitos saludables para sustituirlos por hábitos perjudiciales que calman la sensación de estrés temporalmente. Así, se retoman hábitos como el tabaquismo, consumir alcohol o comer más alimentos azucarados. Esto favorece la acumulación de biofilm oral o placa bacteriana, que puede provocar el sangrado o llagas en la boca e incluso terminar en enfermedades en las encías. Problemas bucales por estrés El estrés aumenta la hormona cortisol, que puede provocar enfermedades periodontales y otras complicaciones en la boca. Irritaciones bucales. Son diferentes tipos de erupciones en la boca a causa de bacterias y virus. Hay cuatro tipos: aftas, candidiasis, herpes labial y leucoplasia. Bruxismo. Consiste en el hábito por parte de algunos pacientes de rechinar o apretar los dientes. Xerostomía. También conocida como el síndrome de la boca seca, consiste en una sensación constante de sequedad bucal provocada por la producción insuficiente de saliva. Gingivitis y periodontitis. La gingivitis es una enfermedad en la encía que se caracteriza por su inflamación y sangrado, que se puede tratar con ayuda profesional. La periodontitis es la evolución de una gingivitis sin tratar, que en muchos casos es irreversible y puede provocar la pérdida de alguna pieza dental. Para evitar todas estas patologías bucales es importante saber afrontar los periodos estrés y no dejar que nos sobrepasen. Existen diversas técnicas de relajación y meditación para conseguirlo. Además es fundamental una buena higiene bucodental basada en el cepillado diario, el uso del enjuague bucal y el hilo dental. De este modo superaremos los periodos de estrés sin que tenga grandes consecuencias en nuestra salud bucal.

Buenos hábitos, Prevención

Dolor de muelas: ¿de dónde viene?

El dolor de muelas es muy frecuente entre los pacientes. Muchos son los que acuden a Clínica dental SanCal y comentan que ya hace unas semanas que sienten un dolor intenso que no les deja descansar. A menudo creemos que esta sensación es normal, que las molestias dejarán de atormentarnos algún día sin que nos demos cuenta. Pero podrían ser síntoma de problemas más graves, y no sólo bucodentales. Cuando sientas dolor de muelas, lo primero que tienes que hacer es llamar a tu dentista y pedir una cita lo antes posible. No obstante, te damos información sobre el origen y las características del dolor, para que así puedas informar con más precisión al profesional. Dolor de muelas: el origen La sensibilidad dental: cuando el dolor es producto de la sensibilidad dental, los síntomas son claros. Las molestias se producen cuando el paciente consume alimentos o bebidas demasiado fríos o demasiado calientes, y normalmente es debido a una retracción de encías o al desgaste excesivo del esmalte. No obstante, estos síntomas también pueden aparecer cuando el dolor de muelas es el resultado de una caries dental. Si se da alguna de estas situaciones, lo primero que tienes que hacer es visitar a la Dra. Sánchez. Mientras tanto, debes cepillarte los dientes después de cada comida y hacerlo de forma suave, a ser posible con una pasta dental que actúe contra la sensibilidad. Una infección en las muelas: el dolor de muelas también puede ser debido a una infección o a problemas más graves y, en este caso, las molestias son punzantes y agudas. Las infecciones o abscesos dentales suelen provocar dolores continuos que deben tratarse lo antes posible para evitar daños mayores. A menudo, esta situación se da cuando empiezan a salir las muelas del juicio. Por eso la mayoría de dentistas insisten en tener controlada su erupción y, si hace falta, sacarlas cuanto antes. Otros problemas de salud: pero el dolor de muelas no sólo se debe a problemas o circunstancias de carácter bucodental. También pueden ser una muestra clara de otros problemas de salud. Es el caso de la enfermedad ósea degenerativa o la artritis, incluso del bruxismo. ¿Qué es exactamente el bruxismo? Los pacientes que padecen este trastorno parafuncional rechinan o aprietan los dientes con fuerza, de día o de noche. Esto produce un desgaste constante de los dientes y, como consecuencia, sensibilidad dental o dolor agudo. Hay diferentes métodos para tratar el bruxismo: las férulas de descarga, tratamientos fisioterapéuticos o tratamientos psicológicos. No obstante, una combinación de las tres es la solución más adecuada. Recuerda que este trastorno suele producirse por estrés o ansiedad.

Bruxismo y ATM

El bruxismo en 10 preguntas

En los casos en los que rechinamos o apretamos los dientes –, principalmente nocturno, afecta a más o menos el 70% de la población adulta española, pero aún sigue planteando muchos interrogantes, en particular por lo que se refiere al origen y las causas del mismo ¿Qué es el bruxismo? ¿Cuáles son las causas? ¿Cómo se diagnostica? ¿Cómo prevenir el bruxismo? ¿Solo se manifiesta por la noche? ¿Existe tratamiento para el bruxismo? ¿Existe un «perfil tipo» de bruxómano? ¿Es el bruxismo crónico? ¿Puede afectar a los niños? ¿Cuáles son los riesgos para la salud bucodental y la salud en general? Aunque la mayoría de las personas con problemas de bruxismo presentan los mismos síntomas (molestias en mejillas, mandíbulas, sienes y delante de las orejas al despertar; desgaste acelerado de la superficie de los dientes…), casi todos los factores que causan desgaste excesivo de los dientes, aparte del bruxismo (como el conjunto de erosiones ácidas: sodas, cítricos, vómitos…), pueden inducir errores en el diagnóstico de los pacientes afectados. Entendamos mejor el bruxismo… en 10 preguntas. ¿Qué es el bruxismo? Existen dos tipos de bruxismo: uno se presenta cuando se rechinan los dientes inferiores y superiores de forma inconsciente; y el otro cuando apretamos continuamente las mandíbulas, es decir, contraemos los músculos que participan en la masticación, pero, por ejemplo, fuera de las horas de la comida (lo que se denomina actividad parafuncional). ¿Cuáles son las causas? Las causas del bruxismo no se conocen en profundidad. No obstante, los individuos bruxómanos suelen presentar síntomas de estrés. Se distinguen dos grandes causas de bruxismo: una por alteración de la oclusión dental y otra derivada de una manifestación psicosomática. ¿Cómo se diagnostica? A falta de alguien que esté presente durante las horas de sueño para oír el rechinamiento de los dientes, que suele ser más o menos ruidoso, el diagnóstico se realiza al comprobar el desgaste acelerado de los dientes durante una visita al dentista. Los dientes pueden sufrir un desgaste importarte como consecuencia de la presión ejercida por las mandíbulas durante el sueño, que es mucho más importante que la que se ejerce cuando nos encontramos en estado de vigilia. El desgaste puede acarrear daños considerables en los dientes y las prótesis dentales. Los sujetos bruxómanos suelen presentar dolores faciales, en particular en las mandíbulas. ¿Cómo prevenir el bruxismo? El bruxismo, sobre todo el nocturno, se manifiesta generalmente antes de la fase de sueño paradójico o REM y se produce de forma inconsciente, así que, no se puede controlar. ¿Solo se manifiesta por la noche? En la mayoría de los casos el bruxismo es nocturno (80% de los bruxómanos) y, en general, los bruxómanos (salvo los que están en coma o padecen una enfermedad neurológica particular) no rechinan los dientes durante el día. Sin embargo, hay pacientes que, durante el día, realizan ciertas actividades parafuncionales (cualquier función distinta de la masticación, deglución o fonación) con los dientes, lo que produce un desgaste más o menos considerable. Hoy en día, se considera que los pacientes bruxómanos y los pacientes parafuncionales de día no se incluyen en las mismas clasificaciones nosológicas. Se necesitan más estudios para determinar las diferencias. ¿Existe tratamiento para el bruxismo? El bruxismo en sí mismo no tiene tratamiento. Se tratan las consecuencias, y en ciertos casos, se pueden prevenir los daños. Pero si se confirman algunos estudios sobre el sueño, es posible que aparezcan medicamentos que actúen sobre los neurotransmisores para limitar los episodios de rechinamiento y, en consecuencia, el desgaste. Si el desgaste dental está muy avanzado (aparición de problemas infecciosos o estéticos), pasamos al ámbito de la reconstrucción mediante prótesis fijas. está cubierto por la Seguridad Social. También se pueden reducir o prevenir los efectos del rechinamiento (en los dientes o en la prótesis) con unas férulas de descarga (también conocidas como placas oclusales) que protegen las arcadas dentales. En ciertos casos, se puede recurrir a la toxina botulínica para aliviar las tensiones de los músculos de la masticación. ¿Existe un «perfil tipo» de bruxómano? Durante mucho tiempo se ha creído que el bruxismo se debía a un «perfil psicológico» de estrés. En tales casos, sesiones de relajación y un trabajo psicoterapéutico suelen resultar beneficiosos para el sujeto bruxómano. Pero, a día de hoy, no contamos con ningún dato que pueda confirmar dicho perfil. Aunque es verdad que las situaciones de estrés provocan una contracción de las mandíbulas, no es lo mismo apretar que rechinar. Nos encontramos ante fenómenos diferentes y, a falta de verificación científica, podría resultar peligroso categorizar los individuos «en riesgo». ¿Es el bruxismo crónico? No necesariamente. El bruxismo puede presentarse de forma temporal y episódica. ¿Puede afectar a los niños? Sí, es muy frecuente encontrar dientes de leche completamente fracturados como consecuencia del bruxismo. ¿Cuáles son los riesgos para la salud bucodental y la salud en general? Los principales riesgos son desgaste, retracción de las encías, e incluso fracturas en los dientes; pérdida de tejidos dentales (esmalte, dentina y pulpa); y dolores en las articulaciones y los músculos. Además de las dificultades para masticar y los riesgos de infección de los dientes más afectados, tampoco se pueden pasar por alto las graves consecuencias del bruxismo desde el punto de vista de la estética del rostro y la sonrisa. El bruxismo también puede acarrear hipersensibilidad al frío y al calor; alteraciones en las encías y las articulaciones temporomandibulares; así como cefaleas y dolores cervicales.

Bruxismo y ATM

El Bruxismo

Qué es El bruxismo es una parafunción mandibular persistente que se conoce comúnmente como rechinar de los dientes. Éste se puede producir durante el día o por la noche. El más frecuente es el relacionado con el sueño, también el más difícil de controlar. Las personas que tienen bruxismo aprietan fuertemente los dientes superiores con los inferiores y los mueven de atrás y a adelante y viceversa, la mayoría de las veces de forma inconsciente produciendo el desgaste de las piezas. Su principal desencadenante se sitúa en el plano psicológico, aunque las repercusiones se extienden al plano de la odontología. Causas En la actualidad los especialistas difieren sobre las causas que originan el bruxismo aunque apuntan al estrés como el principal desencadenante. Además del estrés existen otros factores que pueden contribuir a la aparición: El tipo de alimentación que sigue el paciente. Loshábitos del sueño. La postura. La alineación de los dientes, especialmente si ésta es inadecuada. La incapacidad para relajarse. Los especialistas señalan que cada caso es diferente y, por tanto, las causas pueden diferir en cada situación. Síntomas Uno de los principales problemas del bruxismo es que los dientes pueden ejercer una presión excesiva en los músculos, los tejidos y las estructuras que rodean la mandíbula. De hecho, si se prolonga en el tiempo puede causar problemas en la articulación temporomandibular (ATM). Los principales síntomas son: Ansiedad. Estrés. Depresión. Dolor de oído. Dolor de cabeza. Sensibilidad muscular. Sensibilidad a las cosas calientes, frías y dulces. Trastornos alimentarios. Dolor y/o inflamación de la mandíbula. Insomnio. Prevención En personas propensas a tener bruxismo se ha demostrado que la reducción del estrés y la ansiedad pueden disminuir esta afección. Tipos En la actualidad esta patología no tiene ninguna clasificación. Diagnóstico En muchos pacientes el bruxismo no presenta síntomas por lo que algunos desconocen que tienen esta enfermedad. Normalmente el diagnóstico se produce durante una revisión dental rutinaria o cuando el paciente acude a la consulta ante un dolor repetitivo en la cara y en el cuello. En otras ocasiones el diagnóstico se produce porque alguna persona del entorno detecta que al dormir hacer ruido debido al rechinar de los dientes. Para confirmarlo el especialista realizará una entrevista clínica, una exploración y un estudio radiográfico.   Tratamientos Las terapias que se aplican para tratar el bruxismo están orientadas a la reducción del dolor, la prevención del desgaste de las piezas dentales y los daños permanentes en la mandíbula y la disminución del rechinamiento de los dientes. Los protectores dentales y las férulas suelen emplearse para evitar el bruxismo mientras el paciente duerme. Este método ayuda a prevenir los daños en los dientes y los problemas en la articulación temporomandibular.

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