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Bruxismo y ATM

¿Qué consecuencias tiene el bruxismo para tu salud dental?

¿Eres de esas personas que, al levantarse, nota cierto dolor de cabeza y aqueja dolores cervicales? ¿Has observado cómo, de manera paulatina, tus piezas dentales se han ido desgastando? Quizá no lo sepas todavía, pero puedes pertenecer a ese 20% de la población que padece bruxismo. El bruxismo es uno de los desórdenes orofaciales más comunes. Y es que su origen, ligado a causas relacionadas con los picos de ansiedad -entre otras-, es una consecuencia directa del ritmo de vida actual. Pero, ¿en qué consiste el bruxismo y qué consecuencias tiene para tu salud?   ¿Qué es el bruxismo? El bruxismo es el hábito de apretar o rechinar los dientes de forma involuntaria. Aunque puede manifestarse tanto de día como de noche, lo más habitual es que suceda durante las horas de sueño. Por este motivo, esta afección muchas veces pasa desapercibida y no es diagnosticada hasta que el paciente acude a la clínica dental para una revisión rutinaria acusando otros síntomas como sensibilidad dentaria o dolores de mandíbula. ¿Quién puede padecer bruxismo? El bruxismo afecta a personas de todas las edades, sin distinción de sexos, si bien es cierto que es especialmente frecuente en personas cuyas edades oscilan entre los 17 y los 40 años. Además, también tiene su incidencia entre la población infantil. Sin embargo, el bruxismo en niños se considera menos relevante. Suele afectar a niños con edades comprendidas entre los 4 y los 6 años. A estas edades, se entiende que apretar la mandíbula durante las horas de sueño contribuye a estimular el correcto desarrollo de los músculos y huesos faciales, así como a favorecer el proceso de dentición. De hecho, este hábito suele remitir con el crecimiento de las piezas definitivas. De todas formas, en caso de acusar este hábito lo ideal es que los padres acudan con su hijo al odontólogo. Tras analizar su caso, el especialista valorará si los episodios bruxismo entran dentro de los parámetros normales o si, por el contrario, es necesario pautar un tratamiento para mitigar las consecuencias del mismo en la salud oral. Caso de bruxismo infantil Pero, ¿qué factores están ligados al mal hábito de rechinar los dientes? Causas del bruxismo No existe un único hecho que sea considerado como el detonante de esta afección. Sin embargo, hay una serie de factores de riesgo ligados a la aparición de dicha enfermedad como, por ejemplo, los siguientes: Padecer elevados niveles de estrés o ansiedad Sufrir algún tipo de maloclusión dental: es más común en personas cuya mordida no encaja debidamente Acusar trastornos del sueño: insomnio, malas posturas adquiridas al dormir, dificultades respiratorias, etcétera Admitir malos hábitos alimenticios Padecer algún tipo de enfermedad neurodegenerativa: esclerosis múltiple o parálisis cerebral, entre otras ¿Qué consecuencias tiene el bruxismo? El bruxismo repercute de manera negativa, en primer lugar, en el correcto estado de nuestros dientes y encías. Pero, además, puede afectar a nuestras horas de descanso y a nuestro estado de salud general. Consecuencias del bruxismo en la salud dental El bruxismo supone una serie de perjuicios para el estado de tus dientes y encías. Sus efectos varían en función del grado de severidad de la afección, y también de la frecuencia con la que se repitan estos episodios. La principal consecuencia del bruxismo es el desgaste de las piezas dentales. Desgaste dental   En los estados más iniciales de la enfermedad, el mal hábito de rechinar los dientes se traduce en pequeñas señales de erosión en las piezas. Sin embargo, en casos más severos provoca un daño irreversible en el esmalte que tiene una incidencia directa tanto en el padecimiento de hipersensiblidad dental como en la aparición de caries y abfracciones dentales -pérdida de espesor del esmalte que se presenta en forma de cuña alrededor del cuello dentario-. Además, en estados muy avanzados, el bruxismo puede afectar a la estabilidad de las piezas: provoca movilidad dentaria y favorece la fractura de los dientes. Sin embargo, las piezas dentales no son las únicas que sufren las consecuencias de esta afección: las encías son otras grandes perjudicadas. El bruxismo provoca la inflamación y retracción de las mismas. La tensión en las mandíbulas tiene, además, repercusiones en nuestro estado de salud general. Síntomas como molestias en las mandíbulas, dolores de cabeza y cervicales o desgaste en las piezas dentales pueden ser claros indicadores de que padeces bruxismo ¿Qué consecuencias tiene el bruxismo en tu estado de salud? Seguramente, si padeces algunos de los síntomas asociados al bruxismo y has buscado información al respecto, te habrás topado con las consecuencias que éste genera en la articulación temporomandibular (ATM). Y es que esta afección es un trastorno que afecta tanto a los músculos de la masticación como a esta articulación -que conecta la mandíbula inferior al cráneo-, generando sobrecargas de la misma. Por este motivo, es habitual que los pacientes que padecen bruxismo sufran también insomnio, dolores de caza, oídos o cervicales. Además, son frecuentes las molestias para abrir la boca, masticar o hablar con normalidad. ¿Cómo se trata el bruxismo? Si bien el bruxismo en estados iniciales pasa, en muchas ocasiones, desapercibido por la persona que lo padece, una vez diagnosticado el tratamiento es relativamente sencillo. El bruxismo, como tal, no se puede atajar. Sin embargo, gracias a la colocación de una férula de descarga, se podrá restablecer el equilibrio de las cargas masticatorias y se disminuirá la tensión ejercida en las mandíbulas. Férula de descarga Estas férulas se realizan a medida de la boca del paciente, y su acción es compatible con sesiones de fisioterapia en la que el especialista eliminará la tensión acumulada en la ATM, devolviendo la movilidad a la mandíbula y disminuyendo las molestias para hablar o masticar con normalidad. En pacientes con grandes desgastes de las piezas dentales son habituales los tratamientos de colocación de coronas o carillas. De esta manera, se devolverá la estética y la funcionalidad a su sonrisa. ¿Se puede prevenir el bruxismo? La prevención de esta afección, como tal, no es posible, pero siempre es beneficioso atajar la raíz del problema. Es decir, en caso de sufrir episodios de estrés de manera regular que originen episodios de bruxismo, lo ideal es acudir a un especialista

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Férulas de descarga: cómo aliviar las molestias del bruxismo

El bruxismo no responde únicamente a una patología, sino que es un síntoma de que algo, tanto en el plano físico como psicológico, no está funcionando de la manera correcta.Éste no solo tiene consecuencias negativas para tus dientes, sino que puede generar dolores de cervicales, de cabeza e incluso afectar a tus horas de descanso.   En el presente artículo resolveremos todas tus dudas acerca del bruxismo, cómo éste puede afectar a tu día a día y, sobre todo, indagaremos en las férulas de descarga y en los beneficios que las mismas tienen para tu salud bucodental.   ¿Qué es el bruxismo? El bruxismo es el hábito involuntario e inconsciente de apretar y rechinar los dientes. Tiene su incidencia tanto en hombres como en mujeres, y no hay un rango de edad específico que se vea especialmente afectado: es común tanto en adultos como en niños.   Podemos distinguir dos tipos de bruxismo: Estamos ante un caso de bruxismo céntrico cuando el paciente aprieta los dientes. El mismo puede suponer dolores cervicales, de cabeza u oído. Por el contrario, el bruxismo excéntrico consiste en rechinar los dientes. Produce desgaste oclusal y compromete la estabilidad del esmalte de las piezas dentales.   Por lo general, las personas que padecen este síntoma suelen experimentar bruxismo nocturno -especialmente durante las horas de dormir-, aunque también puede ser frecuente a lo largo de las horas del día. ¿Por qué se produce el bruxismo? El bruxismo se debe a causas muy diversas, que bien pueden ser físicas o responder a factores psicológicos. Entre las mismas, podemos distinguir: Problemas de oclusión como mordida cruzada o dientes mal alineados Incidencia de enfermedades periodontales Malos hábitos a la hora de dormir como, por ejemplo, la adopción de posturas poco recomendables Trastornos respiratorios en las horas de descanso Picos de estrés o ansiedad mal gestionados Síntomas de bruxismo Si bien esta afección supone ciertas molestias, en muchos casos las personas no sospechan que la padecen hasta que otra les alerta de la existencia de este problema. Entre los síntomas del bruxismo, podemos destacar: Dolores cervicales, de cabeza u oído al despertar Molestias en los músculos que participan en el proceso de masticación Desgaste de las piezas dentales Daño en la estructura dentaria, generalmente en el esmalte de las piezas -lo que supone la aparición de molestias derivadas de la sensibilidad dental- Retracción e inflamación de encías DOLORES CERVICALES En caso de que sospeches que puedes estar padeciendo bruxismo, lo ideal es que acudas un especialista para que éste realice un diagnóstico certero del caso. ¿Cómo se trata el bruxismo? El bruxismo puede estar debido a problemas alimenticios, psicológicos o emocionales. Por este motivo, es imprescindible que, además de visitar al dentista, también, acudas a un especialista que esclarezca la causa de esta afección y pueda atajar este problema de manera efectiva.   Si acudes a un odontólogo con este tipo de molestias y la sospecha de que puedes estar padeciendo bruxismo, éste pautará un tratamiento para aliviar los dolores articulares y las consecuencias negativas que esta afección supone para la estructura dentaria.   Si la misma está causada por problemas de oclusión, recurrirá a un tratamiento de ortodoncia. Gracias al mismo, podrás gozar de una sonrisa estética y completamente funcional gracias al fin de los problemas de oclusión.   Sin embargo, si la causa del bruxismo es otra, optará por la confección de una férula de descarga. ¿Qué es una férula de descarga? Denominamos férulas de descarga a unos protectores dentales realizados a medida de la boca del paciente que amortiguan la presión a la que se ven sometidos los dientes de aquellas personas que padecen bruxismo. Están realizadas en unas resinas muy resistentes, y su grosor oscila entre los dos y los tres milímetros. ¿Cómo se usa la férula para bruxismo? Estos protectores se colocan en una sola arcada –generalmente en la superior-. Su uso está más generalizado por la noche, momento en el que los pacientes suelen ejercer esta presión sobre las piezas dentales de forma involuntaria. Sin embargo, aquellos pacientes que sufran de bruxismo debido a picos de estrés y ansiedad también pueden emplearlas en el momento del día en el que sean conscientes de que están teniendo uno de estos episodios y, por lo tanto, están apretando la mandíbula o friccionando las piezas dentales. FÉRULA DE DESCARGA ¿Qué beneficios tienen las férulas de bruxismo? Gracias al empleo de estos protectores bucales, el paciente observará una serie de beneficios tanto en su salud bucodental como en su estado de salud general. Entre los mismos, destacan los siguientes: Evitan problemas de tensión en los músculos faciales, al relajar la mandíbula Aminoran o erradican la incidencia de los dolores cervicales, de cabeza u oído Influyen de manera positiva en el descanso de las personas que padecen bruxismo Frenan las consecuencias negativas que esta afección tiene para las piezas dentales, tales como desgaste oclusal o el daño de los tejidos duros de la estructura dentaria ¿Qué tipos de férulas para bruxismo existen? En primer lugar, debemos tener en cuenta que el uso de protectores bucales para deportistas no está indicado en personas que padecen bruxismo. Al estar realizados en un material blando, nos invitan a ejercer una mayor presión en nuestros dientes.   Existe una amplia variedad de férulas ofertadas en la red. Sin embargo, los odontólogos recomiendan la confección de una a medida, fabricada en un material acrílico.   De esta forma, la comodidad del paciente es mucho mayor, y, además, aumentan las posibilidades de éxito del tratamiento.   A la hora de elegir la más adecuada en tu caso, el odontólogo te ofrecerá dos tipos diferentes de protectores: los rígidos y los semirrígidos.   La férula de descarga rígida no es nada flexible, por lo que en algunas ocasiones resulta complicado adaptarse a la misma.   Por el contrario, la semirrígida, si bien tiene un exterior rígido, es un poco más flexible en su interior. Esto no compromete la eficacia del tratamiento, pero, en cambio, sí facilita el proceso de adaptación a la misma.   ¿Cómo debes cuidar tu férula de bruxismo? Estos protectores bucales exigen una serie de cuidados para garantizar el éxito del tratamiento, sobre todo en lo relativo a

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Bruxismo: ¿rechinas los dientes?

El bruxismo es el hábito involuntario de apretar o rechinar los dientes. Se trata de una acción que se realiza sin ningún tipo de función práctica y que afecta a entre un 10 y un 20% de la población a nivel mundial. Lo padecen mujeres y hombres por igual y, aunque también puede darse en la edad infantil, tiende a aparecer entre los 17 y 20 años de edad y suele remitir a partir de los 40. ¿Rechinas los dientes y crees que puedes padecer bruxismo? Si es así, a continuación se presentan algunas de las causas que pueden llegar a provocar este mal hábito. ¿Qué factores provocan el bruxismo? El bruxismo puede venir determinado por muy diversas causas; es más, a pesar de tratarse de algo frecuente y no asociado a ninguna enfermedad grave, puede darse por factores tanto externos, como internos o psíquicos: La maloclusión o más comúnmente conocida como la desalineación de los dientes. La inestabilidad oclusal: personas con mordida desplazada. Las enfermedades periodontales: un empaste o una prótesis dental mal asentada… Es más, el 80% de las personas que sufren de algún tipo de enfermedad periodontal, tienden, además, a padecer bruxismo. El estrés, la ansiedad o el nerviosismo. Los hábitos alimenticios. La postura o costumbres al dormir. La capacidad de cada individuo de relajarse. Los trastornos respiratorios durante el sueño.   Puede que aún no lo sepas, pero si padeces de alguno de los factores aquí descritos podrías ser bruxista, ya que algunas personas no presentan ningún síntoma específico y no lo descubren hasta que duermen con alguien que detecta que rechinan los dientes.   Sin embargo, no es un acto que se dé únicamente por las noches. Es más, el bruxismo se divide en diferentes tipos: Nocturno: Normalmente el que lo padece ni siquiera es consciente de que rechine los dientes y puede darse en periodos de 17-20 minutos durante la noche. Diurno: Es un acto que suele ir unido a periodos de estrés y que se realiza de manera inconsciente. Bruxismo céntrico: Se asocia a apretar los dientes. Afecta sobre todo a los premolares. Bruxismo excéntrico: En estos casos se tiende a la fricción entre los dientes, por lo que afecta al desgaste de los mismos. Las férulas ayudan a mantener la mandíbula en una posición relajada y a proteger los dientes del rechinamiento.   Además de estos tipos, el bruxismo presenta diferentes grados que vienen determinados por lo establecido que esté dicho hábito: Hábito incipiente: Ocurre de manera ocasional y durante periodos cortos de tiempo. Aparece y desaparece por temporadas por lo que se considera reversible. Hábito establecido: Puede deberse a periodos de ansiedad y puede provocar ciertas lesiones. Se considera reversible siempre y cuando se realice un tratamiento para evitar que pase al siguiente grado. Hábito poderoso: En estos casos el hábito está totalmente establecido y el paciente no puede controlarlo. Sufre de lesiones importantes que requieren un tratamiento integral y especializado por parte del dentista. ¿Cuáles son las consecuencias del bruxismo?   Detectaremos que padecemos de bruxismo cuando se presenten algunas de las siguientes consecuencias: Desgaste dental Problemas en los músculos y articulaciones que participan en la masticación: dolor, inflamación… Dolor de cabeza Dolor de oído Contracción de los músculos del cuello Insomnio Sensibilidad de los dientes al contacto con el frío o el calor Encías retraídas, debilitadas o inflamadas Abfracción dental o la pérdida de tejidos dentarios duros   En algunos casos estos efectos pueden sufrir complicaciones que deriven en trastornos alimenticios, problemas dentales graves, depresión… Por eso es importante realizar un tratamiento inmediato. ¿Cuál es el tratamiento más indicado para el bruxismo? El tratamiento que escoja nuestro odontólogo para evitar el bruxismo está destinado a reducir el dolor, prevenir el daño dental y disminuir el rechinamiento; en ningún caso resuelve las causas que lo provocan. Por eso, las férulas de descarga son la solución más común y eficaz. Hablamos de protectores dentales realizados en resina o plástico que se realizan a medida, y que ayudan a mantener la mandíbula en una posición relajada y a proteger los dientes del rechinamiento.   Se recurrirá a la ortodoncia para casos en los que es la maloclusión lo que provoca el bruxismo. ¿Crees que padeces bruxismo? Sal de dudas En clínica dental SanCal podemos ayudarte a determinar las causas que provocan que rechines los dientes y te asesoraremos en el tratamiento más adecuado. Solicita una primera consulta con nuestros especialistas.

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Causas y remedios para aliviar el dolor de encías

El dolor de encías –normalmente unido a una inflamación y/o sangrado de las mismas- es una patología muy común entre la población en general, aunque especialmente en personas de entre 30 y 50 años. Puede aparecer como un dolor puntual asociado a una herida o un traumatismo, pero aquel dolor de encías que persiste en el tiempo y que se presenta de manera muy localizada es el más preocupante, dado que puede ser síntoma de una enfermedad periodontal. Causas principales del dolor de encías Las causas más comunes del dolor de encía suelen ser las enfermedades periodontales, que como procesos infecciosos causados por las bacterias que se alojan en nuestra boca, provocan la inflamación e irritación de las encías y por tanto, molestias en las mismas. Existen dos estadios de enfermedad periodontal que provocan dolor de las encías. Los describimos a continuación: Gingivitis Es la enfermedad periodontal provocada por la acumulación de placa bacteriana y que ocasiona inflamación, enrojecimiento y sangrado de la zona gingival. El principal factor por el que se origina es la mala higiene dental: no cepillarse correctamente, o hacerlo de forma agresiva, no utilizar hilo dental… Todo ello favorece la aparición de gingivitis. Periodontitis Se trata del estadio avanzado de la gingivitis, donde las bacterias han afectado no sólo a los tejidos blandos, sino también al hueso maxilar, poniendo en riesgo el sustento de los dientes. Este tipo de infección provoca síntomas como mal aliento, enrojecimiento o sangrado de encías, inflamación gingival, dolor, y movimiento de los dientes.   GINGIVITIS Tanto en el caso de la gingivitis como en el de la periodontitis crónica, el dolor de encías, aunque muy localizado, no suele presentarse de forma permanente. De hecho, lo más frecuente es que surja durante el cepillado o cuando comemos algo. De cualquiera de las maneras, el tratamiento para frenar la gingivitis y que no derive en una periodontitis es una limpieza profesional. Gracias a ella se eliminará la placa bacteriana acumulada y las encías irán desinflamándose hasta que, finalmente, remita el dolor gingival. Otros motivos por los que duelen las encías Además de las enfermedades periodontales como la gingivitis y periodontitis, existen otras causas por las que las encías pueden llegar a doler. Estas son algunas de ellas: Después de una profilaxis: después de una limpieza profesional donde el higienista tiene que raspar la zona de las encías para eliminar la placa bacteriana, es normal que las encías se inflamen y duelan. Tras un tratamiento de blanqueamiento dental: los productos que se utilizan durante una sesión de blanqueamiento dental pueden provocar sensibilidad dental. Cuando esto ocurre, el paciente siente un dolor localizado e intenso al contacto con alimentos o bebidas muy frías o calientes. Sin embargo, las molestias deberían desaparecer al separar los dientes y encías del estímulo externo. Cambios hormonales: aunque la gingivitis gestacional es de conocimiento general, el dolor de encías no va asociado únicamente al embarazo, sino a todos los cambios hormonales que sufren las mujeres. Por ejemplo, después del parto, antes de la menstruación… GINGIVITIS DURANTE EL EMBARAZO Después de la colocación de un implante: la intervención para la colocación de un implante es bastante invasiva por lo que es habitual que los días posteriores a la cirugía se sienta dolor en las encías cercanas al implante dental. Tras la extracción de un diente: es completamente normal sentir dolor en las encías que se encuentran alrededor del diente extraído. La exodoncia habrá producido una inflamación en las mismas y hasta que ésta remita pueden padecerse dolores. Después de someterse a una endodoncia: al igual que en los casos anteriores, al intervenir quirúrgicamente un diente, que en este caso ha sufrido una endodoncia, las encías que le rodean se ven afectadas por la manipulación realizada por el profesional y por lo tanto, pueden sufrir dolor e hinchazón de la zona gingival cercana. Encías retraídas: hay ocasiones en la que la retracción de encías se debe a un cepillado fuerte, en lugar de a una enfermedad periodontal. Cuando las encías retroceden hasta dejar la raíz del diente al descubierto, es posible sentir un fuerte dolor que irá asociado a la exposición del nervio ante estímulos externos. Diabetes: son muchos los estudios que demuestran la relación directa que existe entre esta patología y las enfermedades periodontales. Y ello se explica debido a que las personas que padecen  diabetes mellitus de tipo 2 sufren unas alteraciones en sus vasos sanguíneos que pueden impedir la adecuada circulación de la sangre en las encías. Dichos problemas circulatorios provocan inflamación y dolor en las mismas. Anemia: la falta de vitaminas propia de personas que padecen anemia también puede provocar problemas en la cavidad oral. Bruxismo: las personas bruxistas suelen padecer dolores de dientes y encías debido a la fricción que producen al rechinar los dientes. La dentición en bebés: se trata de una de las causas más comunes del dolor de encías en bebés. A partir de los 6 u 8 meses de edad los niños empiezan a sentir las encías inflamadas y sensibles. Sin embargo, esto es una consecuencia natural de su desarrollo. DENTICIÓN EN BEBÉS El uso de prótesis: sin una correcta higiene, es frecuente que se acumulen restos de comida entre la prótesis, por lo que puede producirse una inflamación por sarro. La toma de determinados medicamentos: algunos fármacos también pueden provocar que las encías se inflamen y duelan. El uso de ortodoncia: aparatos de ortodoncia como los brackets dificultan la limpieza dental y, por tanto, pueden favorecer la aparición de gingivitis por acumulación de sarro. El hábito de fumar: fumar aumenta la acumulación de la placa bacteriana, lo que hace que se desarrollen enfermedades periodontales con mayor facilidad. Dientes mal alineados: cuando existen malposiciones en los dientes es más común que se acumule el sarro alrededor de las piezas dentales. Si no se practica una buena higiene dental, esta situación puede derivar en una posible gingivitis. Dado que el dolor de encías puede deberse a algunas enfermedades que pueden llegar a ser graves (especialmente en el caso de la periodontitis) es importante determinar cuál de las anteriores puede ser la causa subyacente para poder así aplicar el tratamiento adecuado para la misma. Remedios para aliviar el dolor de encías Una vez que hemos diagnosticado dónde está nuestro problema, es momento de buscar la solución para calmar el dolor de encías. Cuando se trata de un dolor puntual no asociado a una patología

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Pulpa dental: ¿por qué se infecta?

La pulpa dental es uno de los componentes de la compleja estructura de nuestros dientes. Su integridad se puede ver amenazada por la acción de fuertes traumatismos o de caries avanzadas.En el presente artículo te contaremos qué es exactamente la pulpa dental, por qué se puede ver afectada y qué tratamientos son los adecuados en estos casos.   Estructura del diente Los dientes son estructuras complejas que posibilitan, entre otras, las funciones de masticación de los alimentos o la pronunciación de los distintos fonemas. Se encuentran unidos al maxilar a través del periodonto, y en su estructura podemos distinguir una parte visible y una invisible. En el caso de los dientes sanos, la estructura visible la conforma la corona, mientras que la parte no visible la integran el cuello y la raíz del diente. Una pieza dental se compone, por lo tanto, de las siguientes partes: La corona dentaria es la parte visible de la dentadura de las personas que gozan de una perfecta salud dental. Su forma determina la función de cada pieza. Gracias a las mismas, podemos llevar a cabo las funciones de masticación y trituración de los alimentos. El borde de la encía es la unión de las piezas dentales con la mucosa. Es en esta zona en la que se tiende a acumular bacterias y restos de comida que, en caso de no ser removidos de la manera debida, dan lugar a la afección de las enfermedades periodontales -gingivitis o periodontitis-. La raíz dental es la parte del diente insertada en el hueso alveolar. Su función es la de soportar el diente. Se encuentra anclada en el hueso maxilar o de la mandíbula. Un diente puede tener una raíz -como es el caso de los caninos y los incisivos- o varias -premolares y molares-. Además, el diente está formado por distintas capas. Entre las mismas, podemos distinguir: El esmalte dental es una capa mineralizada de gran dureza que recubre las coronas dentales. Su función es proteger la dentina de la acción de los agentes patógenos. El mismo puede sufrir cierto desgaste derivado de una mala higiene bucodental o de agentes abrasivos, dando lugar, por ejemplo, a la formación de caries. La dentina se encuentra situada debajo del esmalte. Está formada por una gran cantidad de túbulos que la conectan directamente con la pulpa dental -o nervio-. Es la encargada de mitigar los golpes y las distintas presiones que padece la pieza dental, y su deterioro puede generar molestias derivadas, por ejemplo, de la sensibilidad dental. El cemento forma parte del periodonto. Se trata de una fina capa cuya función es de cubrir la superficie de la raíz dental. Localizada dentro de la cámara pulpar, la pulpa dental es un tejido conectivo blando compuesto de nervios y vasos sanguíneos. Se encuentra recubierta de otras capas -dentina y esmalte- que la protegen frente a amenazas externas.   ESTRUCTURA DEL DIENTE   Ahora ya hemos entendido la estructura del diente y qué lugar ocupa la pulpa en la misma, pero ¿cuál es su función? Funciones de la pulpa dental Como hemos comentado anteriormente, en la pulpa dental se insertan los vasos sanguíneos y las fibras nerviosas. Su función, por tanto, es la de enviar una señal sensorial en el caso de que la pieza esté sufriendo algún tipo de daño. Pero, además, cumple otra función fundamental durante la etapa de desarrollo de los dientes: es la encargada de nutrir las piezas dentales y de formar la dentina. Una vez la pieza definitiva se ha desarrollado por completo, no es necesaria la acción de la pulpa para que ésta se mantenga estable. En algunas ocasiones, ciertas afecciones o la acción de agentes patógenos pueden causar el daño de la estructura dentaria, quedando expuesta pulpa dental -o nervio-. ¿Qué puede causar el daño de la pulpa dental? La pulpa dental puede verse afectada siempre que la estructura dentaria se ve comprometida. Dos de las causas más comunes es la aparición de caries o la afección de las enfermedades periodontales en estado muy avanzado. Ambas afecciones tienen una causa común: una higiene bucodental poco rigurosa. Pero, además, existen otras causas diversas que pueden tener cierta repercusión en el daño de la pulpa -o nervio-: La erosión dental, muchas veces originada por el bruxismo. La abrasión dental, a causa de la acción repetitiva de elementos nocivos para el esmalte sobre la superficie de los dientes. La aparición de una fisura o fractura en la pieza dental a causa de un fuerte traumatismo. Tratamientos odontológicos que no han sido llevados a cabo con rigor como, por ejemplo, una obturación o una reconstrucción que no se ha realizado con éxito.   CASO DE FRACTURA DENTARIA Afecciones más comunes en torno a la pulpa dental El daño en la pulpa dental podemos dividirlo en reversible y no reversible, y las consecuencias que se desprenden del mismo pueden variar entre una ligera sensibilidad dental y la pérdida de la pieza dental a causa de la muerte del nervio. A continuación, te detallamos las afecciones más comunes relativas a la pulpa dental. Pulpitis dental reversible La pulpitis dental reversible es una leve inflamación del nervio que, en muchos casos, puede ser asintomática. En algunas ocasiones puede suponer cierta sensibilidad dental ante determinados estímulos tales como unas comidas o bebidas muy frías o calientes, o con un alto contenido en azúcar. En aquellas ocasiones en las que las molestias generadas por la sensibilidad dental responden a una inflamación del nervio, las mismas remiten una vez ha desaparecido el estímulo. Sin embargo, la sensibilidad dental no responde únicamente a la infección del nervio. En algunos casos, ésta está causada por un daño de la estructura dentaria en el que el esmalte se ha debilitado y la dentina queda expuesta. En casos de pulpitis reversible, el tratamiento radica en eliminar la causa que genera esta sensibilidad. Un ejemplo de ello puede ser una obturación de una caries que afecta a una pieza dental, por ejemplo. Por el contrario, en casos de pulpitis más avanzadas, esta molestia persiste durante un periodo de tiempo una vez el estímulo que la genera ha desaparecido. Es entonces cuando estamos ante un caso de pulpitis irreversible. Pulpitis dental irreversible

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¿Qué es el trismus dental? Causas y tratamiento

En ciertas ocasiones, algunas personas manifiestan ciertas dificultades a la hora de abrir la boca con normalidad. Si esta es tu situación, seguramente no conocerás esta afección por su nombre técnico, pero posiblemente estés padeciendo trismus dental.De causas diversas, sus síntomas pueden pasar desapercibidos en un inicio si se presentan de forma gradual o, por el contrario, manifestarse de repente. En este artículo te detallaremos cuáles son los posibles orígenes de esta condición y cuál es el tratamiento más adecuado en cada caso.   ¿Qué es el trismus dental? El trismus –o trismo- dental es la incapacidad para abrir la boca por completo. Se trata de un síntoma resultante de diferentes causas que puede informar al especialista de distintas afecciones, no de una enfermedad como tal. Está favorecida por la contracción de manera constante e inconsciente de los músculos mandibulares, especialmente de aquellos empleados en la masticación. Habitualmente, una persona tiene la capacidad de abrir la boca una distancia comprendida entre 40 y 50 milímetros. Para hacer un primer diagnóstico, los especialistas recomiendan hacer la conocida como prueba de los tres dedos. La persona deberá ser capaz de abrir la cavidad bucal de manera que pueda introducir tres dedos entre los incisivos centrales superiores e inferiores. En caso contrario, entenderá que su capacidad para abrir la boca está mermada.     PRUEBA DE LOS TRES DEDOS ¿Qué síntomas presenta el trismus dental? El trismo dental responde a una serie de síntomas que, en algunas ocasiones, pueden aparecer de manera gradual. De esta forma, hay personas que no notifican esta molestia hasta que la apertura bucal es inferior a 20 milímetros. Los síntomas inequívocos del trismo son los siguientes: Dificultad para abrir la boca con normalidad Dolor, hinchazón o cierta rigidez mandibular Molestias a la hora de masticar o tragar los alimentos, así como en las rutinas de higiene oral Dificultades en el habla Al igual que los síntomas acusados por las personas que lo padecen, las causas que pueden originar esta condición también son diversas. Causas del trismus dental Cuando una persona acusa dificultades a la hora de abrir la boca, éstas se achacan a problemas derivados de los músculos responsables de permitir una completa apertura bucal. Esta anomalía en la movilidad de la articulación mandibular puede estar motivada por las siguientes causas: Traumatismo provocado por un fuerte golpe que haya afectado a los músculos faciales. Procedimiento quirúrgico en la zona adyacente: cuello, cara, mandíbula. Cirugías en las que el paciente haya permanecido con la boca abierta durante un largo periodo de tiempo. Un ejemplo de ello serían las cirugías de extracción de una muela del juicio. Procesos infecciosos tales como el tétanos, que provoca contracciones súbitas de los músculos faciales, o la otitis.   LA OTITIS ES UNA DE LAS CAUSAS DEL TRISMUS Presencia de un tumor en el área mandibular o la aplicación de un tratamiento de radioterapia o quimioterapia en la zona Dolor muscular o sobrecargas en la articulación temporomandibular –ATM- producidas tras apretar fuertemente la mandíbula o rechinar los dientes –bruxismo- a causa, entre otros motivos, de altos niveles de estrés Trastornos del sistema nervioso central –personas que han sufrido un infarto, por ejemplo-, enfermedades neurológicas como el Parkinson o enfermedades autoinmunes tales como el lupus o la artritis Hemorragias internas motivadas por una anestesia local que ha dañado el tejido muscular o un vaso sanguíneo ¿Qué consecuencias tiene el trismo dental? Las personas que presentan una incapacidad para abrir la boca con normalidad experimentan molestias a nivel local que pueden tener repercusiones en su estado de salud general. En primer lugar, encuentran sus primeras limitaciones a la hora de alimentarse. El trismus puede generar cierta incomodidad tanto a la hora de masticar como de deglutir los alimentos. Por este motivo, puede afectar a la nutrición de la persona que lo padece. Además, el hecho de no poder abrir la boca con normalidad repercute también en la higiene bucodental: dificulta el acceso del cepillo a todos los recovecos de la boca, provocando el acúmulo de placa y favoreciendo la afección de caries o de enfermedades de las encías –gingivitis y periodontitis-.     CARIES PROVOCADA POR HIGIENE DEFICITARIA Por último, también afecta negativamente a la autoestima de las personas: el trismo bucal genera problemas en el habla, afectando no solo a las relaciones laborales, sino también personales de quien lo padece. ¿Cuánto dura el trismus dental? La duración del trismus dental depende fundamentalmente de su origen. Por ejemplo, aquellos episodios motivados por mantener la boca abierta durante un largo periodo de tiempo –a causa de una cirugía -, remitirán de forma más rápida que los originados por un tratamiento de radioterapia, por ejemplo, en la zona. Por ello, es importante que, ante molestias derivadas de la incapacidad para abrir la boca completamente, acudas al especialista. Éste diagnosticará la causa del trismo y determinará el tratamiento más adecuado en cada caso. Tratamientos para el trismo dental En primer lugar, el especialista deberá analizar debidamente el caso para determinar el origen del trismo y pautar un tratamiento adecuado. Los remedios para mitigar los efectos del trismus son muy variados en función del motivo de su causa. En la mayoría de las ocasiones, bastará con pautar una serie de ejercicios que, siempre bajo la supervisión de un odontólogo o maxilofacial, están destinados a permitir de manera progresiva una mayor apertura bucal. Te interesará »  Endocarditis bacteriana: ¿qué es y cómo se previene? En algunos casos más severos, el médico considerará oportuna la ingesta de analgésicos, relajantes musculares o antiinflamatorios que alivien las molestias y faciliten la consecución de estos ejercicios. Además, existe una serie de dispositivos auxiliares que colaboran a acelerar el proceso de rehabilitación, así como fisioterapia destinada a aliviar estas molestias –masajes que ayudan a una pronta recuperación-. TRATAMIENTO DE FISIOTERAPIA PARA EL TRISMUS DENTAL   Sin embargo, en algunas ocasiones las terapias fisioterapéuticas y los ejercicios no tienen efecto alguno en la mejora de esta condición. Tal es el caso, por ejemplo, de los trismus causados por procedimientos infecciosos. En estos casos, el especialista recomendará tratamientos antibióticos y drenajes. Por último, cuando el trismo bucal sea consecuencia de un cáncer oral, el paciente deberá someterse a procesos quirúrgicos que erradiquen por completo el origen de su causa.

Cultura y curiosidades

¿Qué relación hay entre una mala mordida y mi salud?

Corregir la sonrisa es la máxima prioridad en los tratamientos odontológicos como la ortodoncia, pero no sólo a nivel estético; también a nivel funcional. ¿Sabías que una mala mordida puede afectar a tu salud? ¿Qué relación tienen? La mala mordida es un problema muy habitual por el que muchos pacientes deciden acudir a la consulta. En estos casos la ortodoncia es la mejor opción. Y cada vez son más los pacientes que son conscientes de que la ortodoncia va mucho más allá de la estética. De hecho, según diversos estudios una mala mordida tiene diversas consecuencias sobre la salud. Pero, ¿Cuál es el origen de una mala oclusión? Estas son las causas más habituales: Hábitos en la infancia: chuparse el dedo, uso excesivo del chupete y el biberón… Pérdida prematura de dientes. Bruxismo. Factores genéticos. El tratamiento más habitual para solucionar estos problemas es la ortodoncia. En la actualidad existen muchos tipos de ortodoncia, en función de si queremos preservar o no la estética. Corregir estos problemas cuanto antes es fundamental para evitar diferentes consecuencias sobre la salud, que pueden alterar la calidad de vida diaria. ¿Cuáles son? ¿Cómo afecta una mala mordida a mi salud? Estos son algunos de los efectos de la mala oclusión sobre la mordida: Dolor de cabeza. La mala oclusión conlleva una serie de descompensaciones musculares que pueden provocar casos de cefalea intensa o migraña. Dolor cervical. Esto es especialmente grave en deportistas, ya que puede alterar su rendimiento. Desequilibrios posturales. Un estudio reciente de la Universidad de Barcelona y la Universidad de Innsbruck revela que la mala oclusión dental puede afectar al control de la postura, además de provocar fatiga. Dolor de mandíbula. No es la primera vez que hablamos de los efectos la salud bucodental sobre la salud general. Estas son otras complicaciones que también pueden alterar tu bienestar. El bruxismo es otro síndrome que puede provocar dolores de cabeza y contracturas musculares. Se trata del hábito inconsciente de apretar y rechinar los dientes. En general este hábito se produce por las noches, por lo que no somos conscientes de que lo padecemos. Y ese es el gran peligro del bruxismo: a la larga puede provocar, sin que nos demos cuenta: dolores de cabeza muy intensos y otras molestias musculares. El estrés y una mala oclusión son las principales causas del bruxismo, según diversos estudios. La salud bucodental y la salud general siempre han estado muy relacionadas. Por ello si queremos mantener una buena salud es importante cuidar nuestra boca, y viceversa. Si tienes cualquier duda sobre los efectos de la salud bucodental sobre la salud general pregunta a nuestros profesionales. En las clínica dental SanCal concebimos nuestros tratamientos como un todo para conseguir una sonrisa y también tu bienestar.

Cultura y curiosidades

Retracción gingival: ¿Cómo evitarla?

La retracción de las encías altera tanto la imagen como la funcionalidad de nuestra sonrisa. Pero, ¿En qué consiste y cómo evitarla? La retracción gingival altera la calidad de vida del paciente. Provoca una pérdida del tejido gingival, de modo que se enseña más diente de lo normal al hablar y sonreír. Además dificulta la limpieza bucodental y favorece la hipersensibilidad dental. Pero, ¿Por qué tengo las encías retraídas? Existen diversas causas de las encías retraídas: Cepillado dental agresivo. Es la causa más habitual. Ejercer mucha presión con el cepillo provoca, a largo plazo, la retracción de las encías. Enfermedades periodontales. La gingivitis y la periodontitis conllevan muchas complicaciones para la sonrisa; una de ellas es la retracción gingival. Bruxismo. Es el hábito inconsciente de apretar y rechinar los dientes y en la mayoría de casos se debe al estrés. Cómo evitar la retracción gingival En función de las necesidades de cada paciente se escoge una técnica concreta para solucionar la retracción gingival. Una de las técnicas más usadas es el injerto de encía. Mediante una mínima incisión, se cubre parte de la encía. Otra técnica muy habitual es el estiramiento de encía, que permite cubrir la raíz del diente. Esta técnica permite cubrir la raíz del diente aprovechando la misma superficie, de modo que evitamos el injerto. La prevención es muy importante para evitar la retracción de las encías. Existen diversas claves para conseguirlo: Higiene bucodental óptima. Presionar con el cepillo es un grave error. No sólo eliminamos menos placa dental, sino que dañamos el esmalte y la encía. Entonces, ¿Cómo cepillarse correctamente? La clave está en usar un cepillo de cerdas suaves y realizar movimientos poco agresivos y giratorios. También es importante complementar el cepillado con otras técnicas para evitar la formación de sarro. Las más recomendadas son el enjuague bucal y la seda dental, pero el irrigador es una buena opción si tenemos los dientes sensibles. Estilo de vida sano. Algunos hábitos perjudiciales como el tabaco favorecen la retracción gingival. Por otro lado, es importante mantener una alimentación equilibrada, evitando el exceso de azúcares y ácidos. Acudir al dentista. Detectar la retracción gingival en sus primeras fases es clave para recuperar la encía de modo natural. Por ello es muy importante visitar a nuestro dentista una vez cada seis meses como mínimo. Para evitar la incrustación de placa bacteriana, también se recomienda realizar una higiene dental profesional una vez al año. En las clínica dental SanCal realizamos un estudio personalizado para escoger el tratamiento que mejor se adapte a la sonrisa de cada paciente.

Estética dental

Gingivectomía estética: solución rápida, sencilla y eficaz para la sonrisa gingival

Hay algunas personas que al sonreír muestran una cantidad de encía que resulta antiestética, ya que es mayor de lo habitual. Es decir, la encía tiene un protagonismo excesivo y el diente parece muy corto o pequeño. Esto es lo que se conoce con el nombre de sonrisa gingival. Dado que para muchas personas dicho exceso de encía supone un problema complejo, existe una pequeña intervención quirúrgica que permite disminuir la cantidad de encía que mostramos cuando sonreímos. Dicha operación es la gingivectomía estética. ¿Qué es la gingivectomía estética? La gingivectomía es un sencillo procedimiento quirúrgico que consiste en recortar ligeramente la encía que rodea el diente. De esta manera, se descubrirá más la pieza dental y se conseguirá una mejora notable en la sonrisa, que será más proporcionada y estética. Con ello, los dientes parecerán más grandes, más largos y menos cuadrados. La gingivectomía estética es un tratamiento muy agradecido: rápido, previsible e indoloro. Además, consigue unos resultados muy visibles y satisfactorios ¿Cuándo se realiza una gingivectomía estética? Se puede recurrir a la gingivectomía estética cuando la causa del exceso de encía se debe a alguno de los tres supuestos siguientes: 1. Erupción pasiva alterada (EPA) La erupción pasiva alterada (EPA) es un trastorno que se produce cuando tiene lugar el crecimiento natural de los dientes, el cual termina entre los 14 y los 16 años de edad. La EPA provoca una alteración en la erupción de las encías, que hace que éstas no se retiren lo suficiente y, por tanto, cubran demasiado esmalte dental. 2. Sobrecrecimiento del maxilar superior   SOBRECRECIMIENTO DEL MAXILAR SUPERIOR  Otra de las causas dela sonrisa gingival es el sobrecrecimiento del maxilar superior. Dicha alteración en el crecimiento de los huesos maxilares va acompañada, habitualmente, de una erupción pasiva alterada a menor escala. Dicho esto, una gingivectomía estética serviría para mejorar, en parte, la estética de la sonrisa. Sin embargo, para conseguir la mejor solución estética tendríamos que recurrir a la cirugía ortognática. Esto sucede porque la causa principal del exceso de encía es un crecimiento óseo mayor de lo normal. Por tanto, dicho hueso debe ser reducido y la única forma de hacerlo es recortándolo mediante una intervención quirúrgica que realiza el cirujano maxilofacial. La cirugía ortognática siempre se combina con ortodoncia. Primero se lleva a cabo una fase de ortodoncia para colocar los dientes en la posición adecuada. Esto se hace porque el sobrecrecimiento del maxilar superior va acompañado de una clase II, en la que los dientes superiores están adelantados. Por tanto, la ortodoncia servirá para solucionar la posición de las piezas dentales. 3. Bruxismo Las personas bruxistas tienen el hábito de apretar los dientes, lo que provoca en los mismos un desgaste. Este desgaste continuado en el tiempo hace que los dientes se vayan erosionando y haciendo más pequeños. Y, por tanto, que se exponga la encía. Además de esto, los dientes superiores tienen una tendencia natural a buscar el contacto con los de la arcada inferior para poder realizar una correcta oclusión. Al ser cada vez más pequeñas, las piezas dentales de la arcada superior tienden a erupcionar llevando consigo la encía. En estos casos, y debido a que se ha producido un desgaste irreversible del diente, será necesario cubrir la pieza dental con carillas o coronas de porcelana. Antes BRUXISMO (ANTES DE LA GINGIVECTOMÍA) Después   BRUXISMO (DESPUÉS DE LA GINGIVECTOMÍA) La técnica quirúrgica En la Clínica Dental SanCal realizamos la gingivectomía estética mediante un bisturí eléctrico. Dicha intervención también puede llevarse a cabo con un bisturí láser. Sin embargo, nuestros periodoncistas utilizan el bisturí eléctrico ya que hace que el procedimiento sea más preciso, indoloro y cause menor sangrado. Además, consigue algo muy importante: evitar el retorno de la encía. Este tratamiento de cirugía gingival se realiza con anestesia local, por lo que el paciente no siente ningún tipo de dolor. Por otro lado, conlleva unos puntos de sutura muy finos (utilizados comúnmente en oftalmología) que se quitarán al cabo de una semana. En ocasiones, además de recontornear el tejido blando (encía), es necesario realizar una osteotomía, es decir, un recontorneado del hueso. Esto se realiza en aquellos casos en los que el periodoncista considera que se puede producir una recidiva, es decir, que con el tiempo la encía volviera a ocupar la posición previa a la intervención. En cambio, realizando un recorte tanto del tejido gingival como del hueso -de unos 2 milímetros- se conseguirá que los resultados sean siempre permanentes. Animación 3D de una gingivectomía Postoperatorio de la gingivectomía estética El tratamiento de gingivectomía tiene uno de los mejores postoperatorios de todas las cirugías orales que pueden realizarse. Al día siguiente de la intervención el paciente ya puede cepillarse los dientes con un cepillo quirúrgico que ayudará a deshacer el coágulo de sangre que tiende a formarse en el margen gingival. Y, a pesar de que la operación produce un hematoma y una inflamación en las encías, estas señales empiezan a desaparecer en una semana. Así, en el plazo de dos semanas, se conseguirá una recuperación total de las encías. Además de esto, podemos decir que el postoperatorio no resulta doloroso para el paciente, ya que las molestias que pueda padecer podrá paliarlas simplemente con un analgésico. Posibles complicaciones La gingivectomía estética es una cirugía muy predecible por lo que resulta muy poco común que surja algún tipo de complicación. Además, no existen importantes contraindicaciones que impidan a un paciente someterse a esta intervención estética. Por ello, decimos que es un tratamiento muy agradecido. Por un lado, es sencillo, rápido, predecible y no presenta complicaciones importantes. Por otro lado, ofrece unos resultados altamente visibles y satisfactorios. Es por todo lo anterior por lo que someterse a una gingivectomía compensa claramente debido a que presenta grandes ventajas. Su única desventaja pasa por tener la zona de las encías amoratada. Sin embargo, este pequeño inconveniente se solventa en aproximadamente dos semanas. Gingivectomía como solución a problemas de salud Hay algunas ocasiones en las que se produce una excesiva inflamación de las encías por acumulación de sarro. En estos casos, además de tomar cierta medicación, es posible tratarse con una gingivectomía. Esto suele realizarse en aquellos pacientes que llevan brackets y cuya salud de las encías hace peligrar el tratamiento de ortodoncia.   Gingivectomía estética: antes y después En nuestra clínica dental, la doctora

Ortodoncia

Tengo sobremordida: ¿qué problemas genera y cómo puedo corregirla?

Dentro de los problemas de maloclusión dental por los que cada día tratamos a nuestros pacientes, la sobremordida es uno de los más comunes. Aunque depende de su grado, la sobremordida no es una de las maloclusiones más visibles, ya que no tiene por qué percibirse al sonreír debido a que no siempre mostramos los dientes inferiores cuando lo hacemos. Y es que se considera que una persona tiene sobremordida cuando sus dientes superiores están más adelantados que los inferiores e, incluso, llegan a cubrirlos -ya sea total o parcialmente-. Por tanto, depende cómo afecte esta posición incorrecta al aspecto estético y funcional del paciente se debe determinar si la sobremordida se soluciona con un tratamiento de ortodoncia o con una combinación de ortodoncia y cirugía ortognática. ¿Qué es la sobremordida? Como acabamos de avanzar, la sobremordida se caracteriza porque los dientes superiores llegan a cubrir verticalmente los dientes inferiores. Ésta suele ser consecuencia de una maloclusión de clase II, en la que el maxilar se encuentra adelantado respecto a la mandíbula. Dado que puede estar presente en diferentes grados, en algunas ocasiones la sobremordida es muy leve y apenas se aprecia. Sin embargo, hay casos de sobremordida profunda en los que, al morder, los dientes superiores tapan totalmente los inferiores. De hecho, se considera sobremordida profunda cuando los incisivos superiores cubren un tercio de los inferiores. SOBREMORDIDA PROFUNDA ¿Qué problemas genera? Ya que existen diferentes grados de sobremordida, cuanto mayor sea éste más importantes serán los problemas que provoque o que lleve aparejados: Apiñamiento en incisivos y/o caninos (colmillos) superiores Mayor probabilidad de caries debido al apiñamiento, que dificulta la higiene bucodental Mayor probabilidad de padecer una enfermedad periodontal debido a la dificultad para mantener la higiene Tensión excesiva en la mandíbula, lo que se traduce en bruxismo y desgastes en los dientes ¿Cómo puedo evitar la sobremordida? Antes de comenzar a detallar en qué consisten los tratamientos para solucionar la sobremordida, es importante destacar que, en muchas ocasiones, la sobremordida no se puede evitar. Esto se debe a que en, en este caso, la herencia genética juega un papel fundamental. De hecho, la mayoría de personas con este tipo de maloclusión tienen antecedentes familiares de sobremordida. Dicho esto, también es verdad que hay hábitos que tienen lugar en la infancia y que pueden contribuir a que los niños desarrollen sobremordida. Estos son la succión del dedo pulgar o el uso del chupete durante un tiempo prolongado. NIÑO SUCCIONANDO EL PULGAR ¿Cómo se puede corregir? En función de la edad del paciente y del grado de sobremordida podemos aplicar diferentes soluciones: Ortodoncia interceptiva (niños): Llamamos ortodoncia interceptiva a aquellos aparatos que colocamos en niños con edades comprendidas entre los 6 y los 11 años aproximadamente y que sirven para guiar el desarrollo de sus huesos maxilares cuando aún están en fase de crecimiento. Dadas las edades tempranas con las que se coloca la ortodoncia interceptiva, con estos aparatos nos centramos únicamente en los huesos. Es decir, no realizamos ninguna corrección en la posición de los dientes. Esto se debe a que entre los 6 y los 11 años por lo general no han erupcionado aún todos los dientes definitivos. Una vez que este proceso ha concluido se podrá comenzar un tratamiento de ortodoncia para corregir la posición dentaria. Ortodoncia (adolescentes y adultos): La diferencia fundamental entre la ortodoncia interceptiva y la que llevamos a cabo en adolescentes y adultos es que con esta última solamente podemos corregir la posición de los dientes. Es decir, ya no podemos realizar modificaciones en los huesos. Los tratamientos de ortodoncia que se pueden llevar a cabo para solucionar la sobremordida son mediante brackets (metálicos, de zafiro o linguales Incognito) o a través de los alineadores Invisalign. Como hemos mencionado anteriormente, cuando existe sobremordida es muy frecuente que también haya apiñamiento. Debido a las diferentes opciones de tratamiento ortodóncico y a que cada problemática debe estudiarse de manera personalizada, el ortodoncista es el profesional adecuado para determinar cuál es la alternativa más indicada.   INVISALIGN: ORTODONCIA SIN BRACKETS Cirugía ortognática (adultos): Aunque lo más frecuente es que la sobremordida pueda ser corregida únicamente mediante ortodoncia, existen casos en los que la causa de esta maloclusión es esquelética. Esto significa que dicha causa se debe a la posición de los huesos maxilares, es decir, a que el problema de mordida no se ha tratado adecuadamente durante la infancia. En los casos en los que la ortodoncia con brackets o con Invisalign no sea suficiente para corregir la mordida, se deberá recurrir a un tratamiento que combine la ortodoncia (normalmente con brackets) y la cirugía ortognática. La cirugía ortognática es una especialidad dentro de la Medicina que tiene como objetivo realizar correcciones en los huesos maxilares de pacientes adultos. Es decir, permite realizar cortes en los huesos para modificar su tamaño o posición. De esta manera, podemos adelantar la mandíbula o retrasar el maxilar superior. En cualquier caso, nuestra recomendación es la de acudir al ortodoncista en cuanto se aprecien los primeros síntomas de sobremordida. De hecho, nunca es demasiado pronto para acudir al ortodoncista, aunque no se haya advertido ningún síntoma. En caso de no advertir ninguna señal, mi consejo personal es llevar a los niños al ortodoncista a los seis años de edad. Si el desarrollo de los huesos es el adecuado, se podrá pautar una revisión un tiempo después para valorar si sigue siéndolo. Y, si se aprecian anomalías en el crecimiento, siempre será más sencillo solucionar cualquier problema de mordida en niños que en adultos, cuando sus maxilares están en fase de crecimiento. Como acabamos de ver, también es posible solucionar la sobremordida en adultos, pero la duración y la complejidad del tratamiento serán siempre mayores.

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