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Ortodoncia

Claves sobre los brackets metálicos

Los brackets metálicos han sido durante mucho tiempo la única opción para corregir la alineación de la sonrisa. Son el tratamiento más tradicional en ortodoncia y permiten corregir problemas severos de posición y mordida. ¿En qué consiste el proceso de ortodoncia con brackets?  La ortodoncia es una especialidad de la odontología que se centra en corregir la posición defectuosa de los dientes, con fines tanto estéticos como funcionales. Así, puede conseguir una sonrisa perfectamente alineada, corregir problemas de mordida, apiñamiento dental, falta de espacio… Unos dientes mal alineados pueden alterar la calidad de vida del paciente. Sobre todo en procesos como la masticación o la mordida, incluso el habla. Además una sonrisa mal alineada puede generar complejos a nivel estético. Una forma de corregir la posición de las piezas dentales es mediante los brackets metálicos. Este tratamiento consiste en elementos adheridos a los dientes y unidos con arcos elásticos que mueven de forma progresiva los dientes hasta que adquieren la posición deseada. Generalmente son metálicos, aunque también hay brackets de porcelana si queremos preservar la estética durante el tratamiento. En ambos casos son aparatos fijos y sólo pueden ser manipulados por el odontólogo. Brackets metálicos tradicionales: las claves ¿Cuánto dura el tratamiento? La duración del tratamiento puede variar en función de las necesidades de cada paciente. Normalmente se prolonga de 12 a 24 meses, pero la duración es variable en función de los problemas de cada sonrisa. En general estos tratamientos con ortodoncia suelen iniciarse durante la adolescencia. No obstante, los brackets también son habituales en adultos, quienes suelen utilizar los de porcelana, buscando procesos más estéticos. La higiene con brackets metálicos La limpieza diaria es fundamental, ya que los aparatos pueden generar zonas de retención de placa bacteriana. Por ello debe ser muy constante, para evitar complicaciones durante el tratamiento. Se recomienda cepillarse los dientes después de cada comida. Conviene hacerlo con un cepillo de cerdas suaves y cepillando desde las encías hacia los bordes. También es aconsejable enjuagarse los dientes con un colutorio que contenga flúor. Además es fundamental realizar una serie de cuidados para mantener los brackets en buen estado. En este sentido se deben evitar los alimentos duros y pegajosos, ya que pueden dañar los brackets metálicos. También es recomendable acudir al odontólogo con regularidad, para realizar un seguimiento de la ortodoncia. ¿Y después de los brackets qué? Después de retirar los brackets, el tratamiento no ha terminado. De hecho se pasa a una parte muy importante: la fase de retención. Esta fase puede determinar el éxito o el fracaso de los brackets. El paciente lleva unos retenedores hechos a la medida de su boca, que ayudan a mantener los buenos resultados conseguidos con la ortodoncia. En general, los retenedores suelen llevarse por las noches. Lo más común es llevar una funda transparente en la arcada superior y unos retenedores metálicos apenas perceptibles en los incisivos.

Ortodoncia

Pasos a seguir tras la ortodoncia

La ortodoncia es un tratamiento cada vez más solicitado por los pacientes, tanto jóvenes como adultos. Corregir la posición de los dientes es clave para conseguir una alineación perfecta y una sonrisa bonita. No obstante, para mantener los mismos resultados durante mucho tiempo conviene seguir diversos pasos tras retirar los aparatos de ortodoncia. ¿Cuáles son? Hay varios factores que condicionan la necesidad de llevar aparatos, tanto estéticos como funcionales. A nivel estético, con la ortodoncia se consigue una sonrisa alineada y más bonita. Tener una sonrisa estética es algo muy importante para muchos pacientes en la actualidad. A nivel funcional, la ortodoncia corrige problemas de mordida y posición que pueden alterar la calidad de vida del paciente. Uno de los más habituales es el apiñamiento dental. Además una mala posición de las piezas dentales favorece la acumulación de placa bacteriana entre dientes y encías. Esta es una de las principales causas del desarrollo de patologías como la caries y la gingivitis. Para evitarlas, conviene mantener una sonrisa sana y bien alineada. Entonces, ¿Qué pasos hay que seguir después de la ortodoncia? Pasos tras la ortodoncia Retirar los aparatos no significa terminar con el tratamiento. Estos son los pasos más importantes a seguir después de la ortodoncia: 1. La importancia de la retención Después de retirar los aparatos, se procede a la fase de retención. Esta fase posterior a la ortodoncia consiste en llevar los aparatos retenedores. En función de cada tratamiento, los retenedores se llevan todo el día de forma permanente o sólo por la noche. los retenedores más habituales son fundas transparentes, junto con un hilo metálico apenas perceptible, que se coloca detrás de las piezas dentales. Mantener una constancia diaria en esta fase es clave para evitar que los dientes vuelvan a su posición inicial defectuosa. 2. Rutina de higiene bucodental Para evitar la acumulación de bacterias, es recomendable limpiar de forma regular los retenedores con pastillas efervescentes. Además conviene mantener una buena rutina de higiene oral. Es decir, cepillarse los dientes después de cada comida. Para evitar la acumulación de placa en zonas difíciles, es importante complementar el cepillado. Las técnicas más usadas son el hilo dental y el enjuague bucal. Durante la ortodoncia es muy recomendado el irrigador bucal. Después del tratamiento sigue siendo una buena opción para eliminar los restos de comida y bacteria incrustados entre dientes y encías. 3. Revisiones periódicas Mantener un seguimiento profesional es igual de importante cuando tenemos los aparatos que cuando los hemos retirado. La Dra. Sánchez y el Dr. Arias de la clínica dental SanCal recomiendan acudir a la consulta un mínimo de dos veces al año. Hay varias complicaciones que pueden alterar los resultados de la ortodoncia, como la erupción de las muelas del juicio o el desarrollo de algunas enfermedades bucodentales.

Buenos hábitos, cirugía e implantes, Cultura y curiosidades, Estética dental

¿Qué tipos de prótesis dentales hay?

Las prótesis dentales son una opción recomendada en caso de perder una o varias piezas dentales. Permiten sustituir los dientes perdidos y además rehabilitar la estructura dental. Pero hay diversos tipos de prótesis, en función de las necesidades de cada paciente. ¿Cuáles son? Hay diversos factores que condicionan la pérdida dental. En muchos casos se debe a traumatismos o bien enfermedades bucodentales muy avanzadas. La caries y la periodontitis son algunas de las patologías que pueden provocar la pérdida de un diente. En este sentido es fundamental realizar una buena prevención oral tanto en casa como en la consulta. Detectar estas enfermedades orales a tiempo es clave para evitar consecuencias como la pérdida dental. Pero en caso de perder un diente existen varias opciones para recuperar tanto la estética como la funcionalidad de la sonrisa. De hecho muchos profesionales recomiendan los implantes dentales, ya que a pesar de tener más coste son el tratamiento más seguro y duradero en caso de pérdida dental. Pero las prótesis son una opción muy recomendada para sustituir una o varias piezas dentales perdidas. Tipos de prótesis dentales En función de las necesidades de cada paciente es preferible optar por un tipo de prótesis concreto: Prótesis fija. Es la dentadura postiza fija. Se trata de prótesis dentales que quedan adheridas a los dientes naturales, de modo que se respeta la estética y la naturalidad de la sonrisa. Prótesis removible. En general este tipo de prótesis se usa en pacientes que han perdido todas las piezas naturales. Se trata de una estructura completa que sustituye todas las piezas dentales y aporta un aspecto uniforme a la sonrisa. Prótesis sobre implantes. Es una prótesis fija que se coloca encima de los implantes dentales. Aunque es el método más seguro y duradero, también suele ser el que tiene más coste. Los pacientes portadores de prótesis deben mantener una rutina de higiene completa y adaptada a las prótesis. La acumulación de placa bacteriana en las prótesis dentales puede comprometer la salud del resto de dientes y causar el desarrollo de infecciones en las encías. Además también es fundamental visitar con regularidad a la Dra. Sánchez para realizar un seguimiento profesional. En la clínica dental SanCal realizamos un estudio personalizado para adaptar nuestros tratamientos a las necesidades de cada paciente y conseguir los mejores resultados con cada sonrisa. Gracias a estos tratamientos podrás recuperar una sonrisa estética y funcional tras perder uno o varios dientes.

Cultura y curiosidades, Prevención

7 efectos de la menopausia en tu salud bucodental

Con una esperanza de vida de 85 años, a las mujeres españolas no les queda otra opción que sufrir las consecuencias de la menopausia durante el 40% de su vida. De hecho, el aumento en dicha esperanza de vida provoca, a su vez, un aumento en la incidencia de enfermedades asociadas a esta etapa. El descenso en la producción de hormonas que comienza a producirse entre los 45 y 55 años de edad, además de los ya conocidos síntomas como los sofocos, los dolores de cabeza y la irritabilidad, provoca una mayor propensión a sufrir problemas bucodentales. Así, la bajada de los niveles de estrógenos hace que disminuya el efecto inflamatorio de éstos en el cuerpo, lo cual afecta directamente en las encías; del mismo modo que la reducción de progesterona provoca una disminución de la densidad ósea de la mandíbula, poniendo en riesgo el sustento de nuestros dientes. A pesar de todo, y gracias a los avances de la tecnología y la concienciación social, las mujeres de hoy en día pueden disponer de una dentadura sana hasta la ancianidad. Sin embargo, para ello, será necesario un cuidado especial de la higiene y visitar con regularidad al dentista ya que durante la menopausia se pueden eden padecer algunos de los siguientes problemas: Dolencias bucodentales asociadas a la menopausia 1. Gingivitis descamativa Se caracteriza por la separación de las capas externas de las encías hasta el punto de dejar la raíz del diente expuesta, provocando sensibilidad ante agentes externos como bebidas o comida caliente o fría. También presenta el tejido gingival enrojecido y dolorido con probabilidad de sangrado. Una gingivitis descamativa no tratada a tiempo, puede derivar en una grave periodontitis, por lo que es recomendable mantener un control del estado de las encías. 2. Xerostomía o sequedad bucal Durante la menopausia las glándulas salivales producen menos saliva por lo que se presenta sequedad bucal. La secreción salival es importante debido a su función de mantener los tejidos húmedos y a que favorece que la boca esté más limpia, regulando la cantidad de bacterias presentes en la boca. Su ausencia puede producir dificultades a la hora de saborear alimentos, tragar o incluso al hablar. 3. Síndrome del ardor bucal Se trata de uno de los problemas posmenopáusicos más comunes. Se caracteriza por presentar un fuerte ardor y sensación de quemazón o picor que afecta principalmente a la lengua, y en ocasiones, a las encías y labios. 4. Adelgazamiento de la mucosa bucal Como consecuencia de la reducción en la producción de hormonas, las mucosas de la boca, al igual que las de todo el cuerpo, se vuelven más frágiles y su función protectora se debilita. 5. Caries radiculares Como consecuencia de la gingivitis descamativa, al quedar la raíz del diente expuesta a agentes externos, y agravado por la sequedad bucal, existe una mayor probabilidad de desarrollar caries de origen radicular. De no ser tratadas, podrían llegar a provocar la pérdida de piezas dentales. Una gingivitis descamativa no tratada a tiempo, puede derivar en una grave periodontitis, por lo que es recomendable mantener un control del estado de las encías. 6. Deterioro dental El envejecimiento va unido a una pérdida de brillo y opacidad en los dientes, que además hace que se vuelvan más amarillos. Pueden, también, presentar desgaste y apiñamiento, lo que contribuye a que la boca aparezca deteriorada, en general. 7. Enfermedades periodontales y pérdida de hueso Existen numerosos estudios que demuestran que existe una relación directa entre las enfermedades periodontales y la osteoporosis. Y es, precisamente, durante la menopausia cuando estos problemas se agravan, ya que la reabsorción de hueso que suele afectar a todo el organismo, afecta de igual modo a la boca, poniendo en riesgo la supervivencia de los dientes con motivo de la merma de hueso maxilar. Es por ello, que será importante llevar un control por parte de un especialista para evitar, en la mayor medida posible, la pérdida de piezas dentales. Algunas recomendaciones y la importancia de la prevención Si bien puede que la prevención no evite por completo la aparición de algunos de los problemas mencionados, es seguro que en gran medida mejorarán. Es por ello, que será vital realizar una buena higiene diaria para mantener bajos los niveles de placa bacteriana, para lo que se aconseja el uso del hilo dental y los enjuagues bucales además del clásico cepillado 3 veces al día. Y además: Realiza al menos una visita semestral a tu clínica dental para que el especialista realice las revisiones pertinentes para controlar los posibles cambios que surgen en esta etapa de la vida. Además, una profilaxis o limpieza dental profesional ayudará a mantener las bacterias a raya. Evita el tabaco, especialmente en los casos de sequedad bucal o síndrome de ardor bucal. Consume alimentos ricos en calcio y con vitaminas A, E y C que fortalecerán tanto tus huesos como la piel y las mucosas. Bebe mucha agua y, en aquellos casos de sequedad bucal, recurre al uso de sprays hidratantes o colutorios. Escoge una pasta de dientes con índices de abrasividad bajos para que no dañe tus encías y recurre a filamentos suaves en el cepillo de dientes para proteger el esmalte de tus dientes.

cirugía e implantes

Implantes dentales en pacientes con problemas periodontales

Si eres un paciente con problemas periodontales y quieres colocarte un implante dental, te interesará conocer la respuesta a algunas de las preguntas que te presentamos a continuación. ¿Los pacientes de periodoncia pueden colocarse implantes dentales? La respuesta es sí. Si eres un paciente con problemas en las encias, puedes llevar a cabo un tratamiento de implantología en una o varias piezas, pero es vital que el periodontólogo trate primero la enfermedad periodontal de los dientes sanos, antes de colocar el implante para eliminar cualquier riesgo de infección. También deberás extremar las precauciones durante el tratamiento periodontal y después del mismo, ya que se incrementa el riesgo de complicaciones durante el tratamiento con implantes dentales, en pacientes que han sufrido problemas periodontales. ¿Afecta la enfermedad periodontal a los implantes dentales? Sin duda sí. La periodontitis o gingivitis puede crear una infección en el implante dental, es por ello que se debe primero tratar la enfermedad periodontal y dejar un margen de dos semanas antes de colocar el implante. Entre los tratamientos periodontales a llevar a cabo antes de la colocación del implante están: La profilaxis (la limpieza dental llevada a cabo por la higienista dental) El curetaje (limpieza más profunda por debajo de la encía). ¿Qué son las enfermedades periimplantarias? Las enfermedades perimplantarias afectan al implante dental y tienen cierta relación con las enfermedades periodontales. Pueden ser de dos tipos: Mucositis periimplantaria: es una inflamación de la mucosa que rodea al implante. Periimplantitis: es una inflamación de la mucosa que incluye además pérdida de la masa ósea que sujeta el implante. La Dra. Sánchez deberá realizar un estudio del estado de la zona, para determinar cuál de las dos enfermedades afectan a pieza y de esta forma proceder a realizar el tratamiento adecuado.Para su resolución el dentista llevará a cabo una eliminación de la placa bacteriana y la reimplantación de la estructura ósea perdida. Pide tu cita ¿Cuáles son las medidas de prevención? Las medidas de prevención para evitar problemas tanto periodontales, como periimplantarios  incluyen: Llevar a cabo una correcta limpieza bucal diaria. Realizar las visitas correspondientes al dentista para la revisión del estado bucal. Si además tienes un implante dental, recuerda que debes extremar las precauciones para evitar cualquier problema en el mismo. Dra. Sánchez » Llevo a cabo la colocación de implantes mediante técnicas que son difíciles de encontrar en la mayoría de clínicas dentales como la carga inmediata o la cirugía guiada por ordenador, así como tratamientos de periodoncia que incluyen la cirugía de acceso periodontal, el injerto de encía o la gingivectomía estética. «

Buenos hábitos, Prevención

Hilo dental: ¿cómo usarlo correctamente?

En muchas ocasiones, problemas dentales como, por ejemplo, las caries o las enfermedades periodontales pueden prevenirse con unas buenas pautas de higiene dental.A pesar de la creencia extendida de que basta con el cepillado después de cada comida para mantener una buena salud dental, a veces no es suficiente. Es entonces cuando el uso de elementos de higiene adicionales, tales como el hilo dental, puede ahorrarte muchas visitas al dentista. ¿Qué es el hilo dental? El hilo dental es un filamento de un grosor muy fino destinado a eliminar los restos de comida y las bacterias que se acumulan allí donde el cepillo no puede llegar: es decir, entre los dientes y debajo de las encías. ¿En qué casos está recomendado? La seda dental es un elemento que suelen usar aquellos pacientes que han sufrido problemas derivados de unas malas pautas de higiene bucodental: enfermedades periodontales tales como la gingivitis o la periodontitis, o caries. Además, suele estar extendida la creencia de que sólo es necesario su uso en aquellos casos en los que los espacios interproximales –distancia existente entre dos dientes- son grandes. Sin embargo, lo ideal sería que todas las personas completaran su higiene bucal con el uso del hilo dental. Los restos de comida y las bacterias se acumulan en todos los espacios interdentales, generando placa. Esta acumulación resulta más peligrosa en aquellos casos en los que el paciente no es consciente de ello –es decir, no sufre molestias derivadas de notar la presencia de un trozo de comida entre los dientes-. El empleo del hilo dental es esencial para completar la higiene de nuestra boca y colabora en la prevención de afecciones bucales. El hilo dental ayuda a eliminar la placa que se acumula allí donde no podemos llegar con un cepillado de dientes ¿Cómo se usa el hilo dental? En un inicio, el uso del hilo dental te puede resultar incómodo. Es normal que necesites un periodo de adaptación desde la primera vez que empiezas a utilizarlo. La importancia reside en entender su técnica de uso, de tal manera que no dañes tus encías al hacerlo. Uso del hilo dental paso a paso Corta un trozo de hilo dental de una longitud aproximada de 50 centímetros. Enrolla cada extremo de éste en el dedo corazón de cada mano, de forma que los dedos pulgar e índice queden libres. Es importante que enrosques la mayor parte en uno de los dedos, de manera que puedas ir deslizando el hilo usado hacia el lado opuesto para emplear siempre hilo limpio para cada espacio interproximal. Pasa el hilo dental en el primer espacio interdental que elijas, haciéndolo con un movimiento de vaivén –o de serrucho- para limpiar la superficie de los dientes. Rodea el diente con el hilo y realiza el mismo movimiento alrededor del diente. Con los dedos pulgar e índice, manipula el hilo dental de tal forma que emplees seda dental limpia para eliminar la placa. Pasa el hilo por todas las piezas dentales, realizando los dos movimientos indicados. Enjuágate la boca para eliminar los restos de comida y placa bacteriana. Si quieres, puedes ayudarte del uso de colutorio para completar tu higiene bucal. Uso del hilo dental con ortodoncia El empleo de la seda dental es especialmente importante para aquellos pacientes que estén llevando a cabo un tratamiento de ortodoncia. Si bien es cierto que el tratamiento de ortodoncia no daña los dientes, la colocación de un aparato fijo en la boca dificulta la llegada del cepillo a todos los espacios de la misma. De esta manera, favorece la acumulación de placa y de bacterias en los dientes y alrededor de las encías, lo que puede originar diferentes afecciones bucales que, en un inicio, no tenían presencia en la boca del paciente. A la hora de usar hilo dental, las personas que se estén sometiendo a un tratamiento de ortodoncia deben incluir una única variación: deben pasar el filamento por el arco antes de limpiar los espacios interdentales. En el mercado hay hilos dentales especiales para ortodoncia que tienen una parte un poco más rígida. Será ésta la que deberemos pasar por el arco. ¿Qué hilo dental es mejor? Actualmente podemos encontrar una gran variedad de hilos dentales. El más común es el hilo en carrete, dentro del cual podemos distinguir entre el hilo multifilamento y el monofilamento. El primero, generalmente hecho de seda o nylon, tiende a deshilacharse, especialmente en espacios interdentales anchos. Algunos de ellos van recubiertos de cera, de manera que es más fácil limpiar el espacio interdental y está menos expuesto al desgaste. El hilo monofilamento es un material nuevo, más resistente que la seda o el nylon. Su textura es más sedosa y agradable, por lo que está especialmente recomendado para pacientes que tengan problemas en las encías. Para una mejor adaptación al ancho de los diferentes espacios interdentales, podemos encontrar hilo dental de diferentes grosores. Además del hilo dental, en el mercado encontramos una amplia variedad de productos alternativos. Por ejemplo, para aquellos pacientes que tengan puentes dentales o coronas, o cuyos espacios interdentales son más grandes de lo habitual, está especialmente recomendado el uso de cinta dental –de un grosor más ancho-; y para aquellas personas que sufren de sangrado en las encías, el empleo de sedas tejidas, de una textura más suave. Es importante ser consciente del efecto que pueden tener unas buenas pautas de higiene dental en nuestra salud bucodental, y saber que a veces resulta insuficiente cepillarse los dientes tras cada comida. La incorporación de elementos de higiene oral a nuestra rutina, tales como el hilo dental, asegura la eliminación de placa y favorece la salud de nuestros dientes y encías. En caso de tener dudas con respecto al uso de estos elementos, podemos consultar a la Dra. Sánchez de la Clínica dental SanCal, te explicará las técnicas de higiene dental y te ayudará a mantener una sonrisa bonita y saludable. Pide tu cita

Prevención

¿Cómo afecta el calor a nuestros dientes?

El verano es la estación predilecta para muchos, ya que conlleva un aumento de vida social y es sinónimo de playa, piscina y diversión. Los días largos y el aumento de las temperaturas hacen que estemos más predispuestos a hacer muchos más planes a diario. Pero debemos tener en cuenta que estas altas temperaturas pueden afectar a nuestra salud bucodental. Factores como un aumento de las temperaturas, una mayor exposición solar y un aumento de la actividad social y de la práctica de deporte provocan que nuestro organismo pierda mayores cantidades de agua y tenga que adaptarse. Esta adaptación implica un cierto cambio para poder mantener la hidratación y la concentración de sales de la misma. La sequedad bucal suele estar ligada a una reducción de los niveles de saliva, elemento vital para la protección de nuestros dientes. Por ello, es fundamental mantener una constante hidratación y una concentración adecuada de estas sales a través de una ingesta regular de agua y bebidas sin azúcar, así como frutas y verduras, ya que éstas, además de contener agua, favorecen una mayor salivación. La disminución de la saliva puede favorecer la aparición de lo que conocemos como boqueras (queilitis angular) y hace que el ambiente sea idóneo para la proliferación de las bacterias de la placa bacteriana que aumenta el riesgo de desarrollo de caries o gingivitis (inflamación y sangrado de las encías). Estas situaciones bucales junto a la halitosis, y la hipersensibilidad son los problemas bucodentales más frecuentes en época estival. La boca es el órgano en el que iniciamos nuestra digestión mediante la ingesta de alimentos y si protegemos nuestra boca, alimentándonos a base de alimentos frescos, podremos prevenir dichas enfermedades. Higiene y salud bucodental en verano Por este motivo, durante esta época del año, es importante no descuidar la higiene bucodental. – Cepillarse los dientes tres veces al día durante al menos dos minutos después de las comidas y poniendo especial atención en el cepillado justo antes de acostarse. – Utilizar un dentífrico con flúor y una correcta técnica del cepillado que consista en mover el cepillo desde el margen entre encía y diente hasta el borde del diente, limpiando tanto su cara exterior como interior y masticatorias, así como los espacios interdentales, y la lengua. – No olvidarse del hilo, la seda dental o el cepillo interdental. Un aliado muy importante para prevenir la caries interdental y la gingivitis, por lo que debe utilizarse una vez al día y preferiblemente por la noche. Además, se recomienda usar de forma complementaria un enjuague bucal adecuado. Alimentación para nuestra sonrisa de verano Durante el período estival solemos cambiar nuestros hábitos alimenticios, comiendo alimentos menos recomendables para nuestros dientes, y haciéndolo fuera de horarios. Se trata de una práctica poco recomendable si tenemos en cuenta que facilitaremos el desarrollo de patologías bucodentales. Si bien es cierto que realizar una rutina de higiene bucal es la técnica de prevención más efectiva a la hora de tener una boca sana, pero también hay que tener en cuenta otros factores que nos serán de gran ayuda, como por ejemplo una serie de alimentos que ayudan a cuidar la salud bucal en verano, puesto que ya sabemos que la alimentación juega un papel fundamental en la salud bucodental. Estos alimentos nos ayudarán a mantener el buen estado de nuestra sonrisa. – Agua. Es esencial y no puede faltar en nuestra dieta y menos en verano cuando los niveles de hidratación bajan y necesitamos mantenernos con energía. – Frutas y verduras de temporada. La sandía y el melón son dos de las frutas de la temporada de verano que más nutrientes aportan para el cuerpo y al mismo tiempo ayudan a refrescar nuestro organismo. – Si te gusta el pescado y el marisco debes saber que su consumo es muy bueno para nuestros dientes y ello se debe a que alimentos como la sardina contienen flúor, así como también hay que destacar los ácidos grasos Omega 3 como uno de los componentes más interesantes del pescado y que nos ayudan a controlar tanto la inflamación como el sangrado de las encías. – El queso fresco y los lácteos en general, ya que son una gran fuente de calcio y ayudan a mantener fuertes nuestros dientes y la boca hidratada. El queso fresco contiene muchas proteínas que aporta un gran valor nutricional a nuestro cuerpo y para las ensaladas de verano funciona a la perfección. Ahora que llega el calor no descuides tu salud bucal. Estés donde estés llévate tu cepillo de dientes en tu neceser y tu kit dental de viaje. Porque el verano es para sonreír más que nunca.

Prevención

Curetaje dental: ¿Qué es y cómo se realiza?

A día de hoy, las enfermedades periodontales (gingivitis y periodontitis) son uno de los problemas bucodentales más frecuentes entre la población de nuestro país. Así lo constatan los datos dados a conocer por la Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración (SEPA), que asegura que 8 de cada 10 personas mayores de 35 años padece gingivitis o periodontitis. Mientras que la gingivitis es la más moderada de dichas enfermedades y se cura con una mayor higiene bucodental, la periodontitis representa la peor cara del problema. Conocida comúnmente también como piorrea, la periodontitis causa daños graves e irreversibles en nuestros dientes y encías. En una primera fase, la gingivitis se manifiesta con sangrado, inflamación y enrojecimiento de encías. La gingivitis es de carácter infeccioso y se produce por una acumulación de bacterias debida a una higiene bucodental deficiente. Es decir, cuando los restos de comida no se retiran adecuadamente mediante el cepillado comenzarán a aparecer las bacterias y, con el tiempo, la placa bacteriana.   Si esta infección no se trata, avanzará, atacará a más tejido sano y derivará en retracción de encías. Esto generará sensibilidad,  repercutirá negativamente en la estética del diente e, incluso, provocará la posterior caída de éste. RETRACCIÓN DE ENCÍAS POR PERIODONTITIS Por eso, sea cual sea la fase en la que se encuentra la patología, es importante acudir a un especialista en Periodoncia tan pronto como advirtamos los primeros síntomas. En este punto, es fundamental destacar que, si bien la higiene es la mejor prevención contra estas enfermedades, no existe ningún remedio casero o solución que podamos aplicar por nosotros mismos para curarlas. Es decir, una vez que han aparecido no se pueden frenar sin la ayuda de un profesional. El especialista determinará en qué punto se encuentra el problema y establecerá el tratamiento más adecuado para recuperar la salud oral: bien limpieza dental o bien raspado y alisado radicular, conocido también como curetaje. Este proceso no duele porque se realiza bajo anestesia local, pero si te surgen molestias después de que haya finalizado, puedes evitarlas consultando con tu dentista o médico la medicación a tomar ¿Qué es un curetaje dental? El curetaje dental -también conocido como raspado y alisado radicular- es una técnica odontológica que se lleva a cabo en el tratamiento contra la periodontitis o piorrea. Se realiza, por tanto, en los casos en los que la enfermedad ha avanzado y el sarro se ha extendido más allá de la superficie de los dientes. Es decir, cuando ha penetrado en el interior de las encías, llegando a formar las llamadas bolsas periodontales. Dichas bolsas periodontales son, probablemente, el rasgo clínico que mejor evidencia la existencia de una periodontitis. Éstas son, a fin de cuentas, surcos que se forman entre la encía y el diente y que se hacen más grandes a medida que la enfermedad avanza, que hay mayor cantidad de bacterias y que se destruyen los tejidos de soporte del diente. A pesar de que exista la creencia extendida de que el curetaje es, en sí mismo, el tratamiento contra la periodontitis, lo cierto es que el raspado y alisado es solamente una parte más del proceso. Es decir, para que sean efectivos, los tratamientos contra la piorrea deben contemplar una serie de pasos más. Por ejemplo: Análisis microbiológico para saber a qué bacterias nos enfrentamos y pautar el antibiótico adecuado Mediciones con la sonda Florida para comprobar los niveles de sarro al inicio y al final del tratamiento Mantenimientos periódicos para asegurar que la periodontitis no vuelve a aparecer SONDA PERIODONTAL ¿Quién lleva a cabo este tratamiento? España es el único país de la Unión Europea en el que no están reguladas las especialidades dentales. Por tanto, el tratamiento para curar la periodontitis puede ser realizado por cualquier dentista. Sin embargo, nuestra recomendación es que éste sea llevado a cabo por un odontólogo especializado en Periodoncia. Por ejemplo, en nuestra clínica lo realizan la doctora Sara Sánchez. Cuenta con una amplia experiencia en este tratamiento y tienen conocimientos específicos -al igual que muy actualizados- acerca del procedimiento. Este hecho hace que puedan llevar a cabo un completo tratamiento periodontal como el mencionado anteriormente. Es decir, que incluya una serie de pasos -además del curetaje convencional- que aseguren la curación y eviten la recidiva de la enfermedad. ¿En qué consiste el raspado y alisado radicular? La técnica del curetaje se lleva a cabo con unos instrumentos llamados curetas. Dichas curetas son diferentes en función del área a tratar (zona de dientes incisivos, caninos, premolares o molares), ya que varían en función de su tamaño, longitud y angulación. Sin embargo, el procedimiento para realizar el curetaje es el mismo. El primer paso siempre es aplicar anestesia local para poder acceder a las bolsas periodontales -con la cureta correspondiente- y limpiarlas en profundidad. De esta manera, se raspa y retira el sarro acumulado debajo de la encía y posteriormente se alisa la raíz del diente.  CURETAJE PARA ELIMINAR EL SARRO DE LAS ENCÍAS   ¿Cuánto tiempo dura un curetaje dental? Si por curetaje entendemos el tratamiento periodontal, es decir, el estudio (análisis microbiológico y mediciones) y el raspado y alisado radicular, podemos decir que, en nuestra clínica, el procedimiento completo lo llevamos a cabo en dos citas. La primera dura unos 50 minutos aproximadamente y en ella se realiza el estudio y el propio curetaje en dos cuadrantes de la boca. La segunda cita se produce varios días después de la primera, pero no más de siete días y dura una hora. En ella se realiza el raspado y alisado radicular en los otros dos cuadrantes de la boca. Además, en esta cita pautará el antibiótico adecuado para terminar de eliminar las bacterias que han provocado la enfermedad periodontal, en caso necesario. ¿El curetaje dental duele? Antes de comenzar con el raspado y alisado radicular, se aplica anestesia local. Por tanto, durante el proceso el paciente no siente ni dolor ni molestias. Una vez que el procedimiento ha concluido y la anestesia ha dejado de hacer efecto, es posible que se presente algún tipo de molestia. Esto es principalmente

Cultura y curiosidades

5 hábitos diarios que perjudican tu sonrisa

Una buena salud oral es muy importante para mantener la boca protegida de las enfermedades bucodentales. Pero en el día a día exponemos nuestra sonrisa a las bacterias mediante diferentes hábitos. ¿Cuáles son? La mayoría de estos hábitos se realizan de forma inconsciente, pero la realidad es que contribuyen al deterioro de dientes y encías. Para evitar sus consecuencias a nivel bucodental es imprescindible mantener una buena rutina de limpieza oral. Es decir, cepillarse los dientes después de cada comida, además de no descuidar la higiene interproximal. También es fundamental acudir al dentista de confianza con regularidad. 5 hábitos diarios perjudiciales para tu sonrisa Morderse las uñas. Las manos acumulan grandes cantidades de bacterias. Por ello, llevárselas a la boca para morder las uñas es muy perjudicial. Además de comprometer la salud oral, la estética de los dedos también puede verse afectada. Normalmente, morderse las uñas es síntoma de nerviosismo y ansiedad. Pero puede convertirse en una manía inconsciente muy difícil de eliminar. Del mismo modo, morder otros objetos como bolígrafos es muy perjudicial para los dientes y las encías. Picar entre horas. Este hábito es muy perjudicial para la salud, porque altera las cantidades recomendadas en una dieta sana y equilibrada. De hecho, es uno de los factores para ganar peso. Picar también afecta a tus dientes y encías, porque estimulan la acumulación de placa bacteriana. Además, los alimentos más consumidos entre horas suelen ser los dulces o bien las bebidas azucaradas. Estos alimentos son los más perjudiciales para la salud oral. Aunque una buena limpieza puede minimizar sus efectos, se recomienda moderarlos. En los niños es fundamental limitar el consumo de estos alimentos. El azúcar es una de las principales causas de desarrollo de patologías como la caries dental. Apretar los dientes. El hábito de apretar y rechinar los dientes es propio del bruxismo. Esta patología suele producirse por las noches, ya que es inconsciente. Apretar los dientes puede provocar dolores en la mandíbula y la cabeza. También puede causar fisuras en los dientes. El bruxismo debe ser tratado a nivel profesional por el odontólogo de confianza. Mala técnica de cepillado. Algunos pacientes se cepillan los dientes ejerciendo mucha fuerza. Este hábito crea una sensación de limpieza más profunda totalmente falsa. La realidad es que se debilita y erosiona el esmalte. En la clínica dental SanCal recomendamos realizar la técnica de Bass. Consiste en realizar movimientos suaves y verticales para limpiar los surcos gingivales con más profundidad. Hábitos alimenticios. Hay varios alimentos perjudiciales para la salud oral, como el café. También hay hábitos como masticar hielo que aumentan la sensibilidad dental. Además, es imprescindible abandonar hábitos perjudiciales como el consumo de alcohol o el tabaquismo. Una buena prevención oral es la clave para evitar los efectos de estos hábitos sobre la sonrisa. En la clínica dental SanCal realizamos un estudio personalizado para conseguir los mejores resultados con cada sonrisa.

Cultura y curiosidades, Prevención

¿Cómo afecta la enfermedad periodontal al sistema respiratorio?

En los últimos años, diversos estudios han revelado la relación existente entre la enfermedad periodontal y el riesgo de padecer patologías respiratorias infecciosas tales como la neumonía y la bronquitis, o afecciones pulmonares como la EPOC.De esta forma, podemos asegurar que problemas dentales como la gingivitis o la periodontitis no afectan únicamente a la salud bucodental: pueden tener otras muchas consecuencias a nivel sistémico. La prevención de las enfermedades periodontales y el tratamiento de las mismas pueden tener efectos positivos en pacientes que padezcan afecciones respiratorias, mejorando su diagnóstico. ¿Qué son las enfermedades periodontales? Llamamos enfermedad periodontal a todas aquellas patologías que afectan a los tejidos de soporte de los dientes, es decir, a las encías y al hueso. Son afecciones infecciosas causadas por bacterias que provocan una respuesta inflamatoria que va destruyendo la encía y, posteriormente, suponiendo la pérdida de tejido del hueso. Podemos distinguir dos tipos de enfermedades periodontales en función del grado de afección: La gingivitis consiste en la inflamación y sangrado reversible de las encías. En caso de no ser tratada a tiempo, esta patología derivaría en periodontitis. La periodontitis es una enfermedad crónica que cursa con la infección de los tejidos de soporte, continúa con la movilidad dentaria y termina con la pérdida de las piezas dentales. En ella influyen, además, otro tipo de factores genéticos, medioambientales… ¿Qué síntomas presenta la enfermedad periodontal? Si bien el síntoma más común es el sangrado de las encías, tanto al cepillarse los dientes, al masticar o bien de manera espontánea, hay un gran número de factores que nos pueden indicar la presencia de problemas tales como gingivitis o periodontitis: Mal aliento Dolor, picor o escozor en las encías Movilidad dental Retracción de las encías, de forma que podemos ver expuesta una mayor cantidad de diente frente a una cantidad inferior de encía, hasta llegar a la exposición radicular. La retracción de las encías influye de manera directa, por ejemplo, en la sensibilidad dental ¿Qué consecuencias tiene la enfermedad periodontal? Si te han diagnosticado gingivitis o periodontitis, debes tener en cuenta que estas patologías no tienen consecuencias únicamente a nivel local. Si bien es cierto que provocan la inflamación de las encías y, en casos muy avanzados de periodontitis, la pérdida de piezas dentales, las enfermedades periodontales pueden tener secuelas a nivel sistémico.  Es decir: pueden afectar a otras partes del cuerpo. La presencia de una gran cantidad de bacterias debajo de la encía hace que éstas puedan pasar a la sangre y afectar a otras partes del organismo. La periodontitis está estrechamente ligada, por ejemplo, al riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, descompensaciones de diabetes o a sufrir complicaciones durante el embarazo. Además, el tracto respiratorio está ligado a la cavidad oral. Por lo tanto, las enfermedades periodontales están, a su vez, relacionadas también con distintas afecciones respiratorias. Las enfermedades periodontales tienen consecuencias tanto a nivel local como sistémico. Es decir: pueden afectar a otras partes del cuerpo ¿Qué relación tienen las enfermedades periodontales con las afecciones respiratorias? La continuidad anatómica entre la cavidad oral y los pulmones implica una íntima relación entre los mismos. Diversas evidencias científicas han ligado las enfermedades periodontales al aumento del riesgo de padecer enfermedades respiratorias o de empeorar su diagnóstico. Entre las afecciones respiratorias más comunes destacan la neumonía, la bronquitis o exacerbaciones de la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC). Enfermedades periodontales y neumonía Parece una aseveración cada vez más firme el hecho de que el mantenimiento de la salud dental pueda contribuir de manera positiva a mejorar la salud respiratoria y viceversa. De esta manera, diversos estudios sugieren un incremento del riesgo de padecer tanto neumonía o bronquitis por parte de pacientes con una salud bucodental deficiente. Tanto la neumonía como la bronquitis son enfermedades causadas por la inflamación de los órganos que, en personas con patologías respiratorias crónicas, se asocian con una elevada morbilidad y mortalidad.   Según asegura la Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración (SEPA), en los últimos años se ha hecho evidente un acusado aumento de la incidencia de ambas patologías que, en muchos casos, se han relacionado con la afección de microorganismos no habituales. Enfermedades periodontales y EPOC La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) es una patología pulmonar caracterizada por una obstrucción de las vías respiratorias, generalmente progresiva e irreversible. Su síntoma principal es la disminución de la capacidad respiratoria, siendo las personas expuestas al humo del tabaco las más afectadas. Estudios recientes han revelado que una mala salud bucodental no sólo aumenta las posibilidades de padecerla, si no que destacan las afecciones periodontales como un factor de riesgo en sí para el desarrollo de la EPOC. Esta aseveración es también válida de manera inversa: los pacientes con EPOC tienen más posibilidades de desarrollar una enfermedad periodontal que aquellos que no padecen esta patología pulmonar. Los expertos, si bien son cautelosos en este ámbito, subrayan el tratamiento de la enfermedad periodontal como un factor que reduce el número de exacerbaciones de la EPOC. Dada su alta tasa de morbilidad y mortalidad, miembros de la SEPA aconsejan establecer unos protocolos eficaces de prevención y tratamiento de la enfermedad periodontal con el fin de mejorar el diagnóstico de pacientes con patologías respiratorias. El tratamiento periodontal está indicado para eliminar el sarro solidificado y la placa bacteriana. En un inicio se realiza un estudio periodontal para determinar el estado de la enfermedad gracias al sondaje de las encías y una higiene dental – profilaxis-. Posteriormente, y bajo anestesia local, realizaremos un raspado y alisado radicular para erradicar el sarro y las colonias de bacterias alrededor de la raíz de los dientes. Una vez puesta la boca en salud, están recomendados los mantenimientos periodontales cada 3-4 meses con el fin de mantener los niveles de placa adecuados. ¿Cómo prevenir la enfermedad periodontal? Ahora que ya sabes los efectos negativos que tienen las afecciones periodontales sobre la salud general, ¿cómo puedes prevenir la enfermedad periodontal? Para mantener el estado de salud de las encías es importante tener una correcta higiene bucal. Para

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