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Cultura y curiosidades, Prevención

¿Qué debes saber sobre la placa bacteriana?

La acumulación de placa bacteriana es una de las principales causas de las enfermedades periodontales y de afecciones bucales muy comunes como, por ejemplo, la caries. Sin embargo, siguiendo unas pautas de higiene exhaustivas podemos evitar esta formación y, por lo tanto, mantener nuestra boca en salud. ¿Qué es la placa bacteriana? La boca es una cavidad séptica; es decir, una zona en la que conviven diferentes bacterias perfectamente adaptadas a vivir en ese entorno. La presencia de estos microorganismos es frecuente desde que somos niños, resultando perjudiciales para la salud de nuestra boca. La placa bacteriana es una fina película transparente compuesta por las proteínas presentes en la saliva, sobre la cual se adhieren las bacterias presentes en nuestra boca. En caso de no tener una buena higiene bucodental, la mineralización de esta placa da lugar la formación de sarro –o cálculo dental-. El sarro supone, a su vez, un mayor depósito de placa en la boca, pues su superficie es más adhesiva que la de los propios dientes. Su acumulación es la responsable de la aparición de enfermedades periodontales, como la gingivitis y la periodontitis, y de las caries dentales. Podemos distinguir varios tipos de placa en función de las bacterias de las que esté compuesta y del lugar en el que se acumule. En función del tipo de bacterias que formen la placa bacteriana, podemos distinguir dos tipos de la misma que difieren en los efectos que tienen sobre la salud de nuestra boca: Denominamos placa cariogénica a aquella formada por bacterias que, tras metabolizar los azúcares de los alimentos, liberan ácidos en la superficie de las piezas dentales. Estos ácidos dañan el esmalte de los dientes, siendo las causantes, por lo tanto, de las caries. Por el contrario, llamamos placa periodontopatogénica a la conformada en por bacterias que liberan sustancias primarias tras metabolizar los azúcares de los alimentos. Son, por tanto, las causantes de las enfermedades periodontales. A esta clasificación, podemos sumarle una nueva clasificación que no resulta excluyente con respecto a la primera en función del lugar en el que se acumule la placa bacteriana. Hablamos de placa supragingival cuando las bacterias se acumulan en las piezas dentales. Normalmente, este tipo de bacterias son cariogénicas. Por el contrario, la placa subgingival se acumulan en el surco gingival y en la bolsa periodontal. Este tipo de placa es, generalmente, periodontopatogénica, y para su acumulación es habitual que, en primer lugar, haya habido acumulación de placa supragingival en las piezas dentales. ¿Cómo eliminar la placa bacteriana? Manteniendo unas buenas rutinas de higiene dental podemos eliminar fácilmente la placa bacteriana. Mediante el cepillado tradicional y el uso de otros complementos de higiene oral tales como, por ejemplo, el hilo dental, evitamos la acumulación de la misma. Por el contrario, la acumulación de sarro sólo podrá ser eliminada a través de una higiene bucodental profesional llevada a cabo en clínica. Es un procedimiento inocuo para el cual no se precisa de anestesia. Mediante el uso de la punta de ultrasonidos, el higienista eliminará las formaciones de sarro presentes en las piezas dentales y por debajo de las encías. ¿Se puede prevenir la formación de placa bacteriana? Para evitar la formación de placa bacteriana es de vital importancia seguir unas buenas pautas de higiene oral. Tan importante es tener en cuenta la frecuencia del cepillado dental como la técnica del mismo. Se debe tener en cuenta que mediante un cepillado después de cada comida no somos capaces de eliminar satisfactoriamente todas las bacterias y los restos de alimentos que causan la placa bacteriana. Por ello, debemos recurrir a otros complementos de higiene que nos aseguren una correcta limpieza oral. El hilo dental está recomendado para eliminar la placa de los espacios interdentales estrechos; es decir, en aquellos casos en los que los espacios entre ambos dientes es reducido. De forma complementaria, y para espacios interdentales más anchos, nos podemos valer de los cepillos interproximales. De cabezal cilíndrico, la elección de uno u otro viene determinada por el ancho del espacio interdental. Están recomendados en aquellos casos en los que la acción del hilo dental resulta insuficiente. El irrigador bucal –o waterpik- es un sistema que, mediante el uso del agua a presión, elimina las bacterias y los restos de comida que se alojan en los dientes y en los tejidos de la boca. Está especialmente indicado en personas que lleven implantes o bien que se estén sometiendo a un tratamiento de ortodoncia. Por último, no debemos olvidarnos de la importancia de la limpieza de la lengua. El uso del raspador lingual debe ser parte de la rutina de higiene diaria, pues la lengua es la parte de la boca que más bacterias acumula. Los especialistas recomiendan, además, evitar el consumo de productos con alto contenido en azúcares, usar enjuagues bucales dos veces al día tras el cepillado y acudir al especialista a realizarse una higiene bucodental cada 8-10 meses. La higiene bucodental es esencial para conservar nuestra boca en salud. La acumulación de placa no sólo provoca caries y enfermedades periodontales, sino que la presencia de bacterias en la cavidad oral puede generar enfermedades sistémicas o suponer el empeoramiento de diagnóstico de personas que padezcan enfermedades respiratorias, cardiopatías o diabetes. Si quieres saber más sobre la técnica del cepillado, te invitamos a visitar la siguiente página. Si, por el contrario, consideras que necesitas una higiene bucodental profesional, puedes ponerte en contacto con nosotros a través de nuestra página web o bien llamando al 91 599 64 39.

Cultura y curiosidades

La periodoncia y su relación con otras patologías

Aunque la periodontitis es una enfermedad de las encías, guarda una estrecha relación con otras patologías de nuestra salud general. Junto con la gingivitis, la periodontitis es una de la principal enfermedad periodontal y es necesario aplicar los tratamientos adecuados para erradicarla, no solo por la salud bucodental, sino también por los efectos que puede tener en el resto del organismo. ¿Qué es una enfermedad periodontal? Dentro de las enfermedades periodontales se engloban aquellas que afectan a los tejidos que actúan como soporte del diente. Si no se tratan adecuadamente y se les deje progresar, pueden causar daños irreversibles en nuestra cavidad oral. Llegado a este caso, habría que consultarlo con la Dra. Sánchez, el experto en la salud de las encías.    ENFERMEDAD PERIODONTAL   Estas patologías no solo provocan la pérdida de la pieza dental en los casos más avanzados, sino que también pueden influir negativamente en una enfermedad que ya esté presente en nuestro cuerpo o aumentar el riesgo de padecerla. Por ello, no está de más conocer qué tipo de relación tienen las enfermedades periodontales con otras que, a priori, nada tienen que ver con la salud dental. Prevención de las enfermedades periodontales Pero antes de profundizar sobre este tema, vamos a enumerar una serie de pautas que pueden ayudarnos a evitar la aparición de una enfermedad periodontal. La limpieza bucal, un paso indispensable El mantenimiento de una correcta higiene bucodental es la primera acción encaminada a prevenir esta y cualquier otro tipo de dolencias en la cavidad oral. LIMPIEZA BUCAL   Es fundamental que las personas estén concienciadas en lo que se refiere al estado de su boca y se acostumbren a llevar a cabo una rutina diaria y completa después de cada comida. Aplicar una buena técnica de cepillado es muy importante y una buena ayuda es complementar esta acción mediante el hilo dental y enjuagues bucales. Con el cepillo de dientes podremos eliminar los restos de alimentos que hayan quedado entre las piezas dentales, mientras que el enjuague arrastrará hacia fuera todos aquellos residuos que la seda no haya conseguido limpiar. Visita regularmente a tu dentista Llevar a cabo los controles odontológicos pautados por tu dentista es el siguiente paso. Por un lado, es fundamental que el paciente actúe de manera preventiva sometiéndose a una higiene dental profesional que elimine la placa bacteriana del esmalte y encías. En el caso de que tengas dudas sobre si tienes una enfermedad periodontal, lo más aconsejable es consultarlo con un periodoncista. Usualmente, las señales de la enfermedad periodontal son evidentes, ya que el sangrado y la inflamación de las encías suelen ser uno de sus primeros síntomas.   Tal como hemos mencionado anteriormente, es importante recordar que las afecciones de las encías no dañan exclusivamente a la boca, sino que desencadenan otros problemas en la salud general: Nos encontramos, por un lado, ante dolencias a nivel local que únicamente inciden sobre el estado de la cavidad oral, y pueden provocar la pérdida de las piezas dentales, con las enfermedades que conlleva. Por otra parte, hay consecuencias a nivel sistémico cuyos efectos se amplían al resto del cuerpo. ¿Cómo se relacionan las patologías periodontales con el estado de salud general? Antes que nada, es necesario matizar que no en todos los casos una enfermedad periodontal provoca una patología distinta. Podríamos decir que, si nuestro estado de salud general es bueno y se empieza a poner remedio a tiempo a la enfermedad periodontal, no debe afectarnos en mayor medida. No obstante, lo que en un primer momento se considera una infección localizada en la boca, puede derivar en algo más grave en pacientes que no se tratan o que cuentan con enfermedades sistémicas previas. ¿Por qué sucede esto? Las bacterias presentes por la acumulación de placa y sarro en nuestros dientes y debajo de las encías pueden llegar al flujo sanguíneo, perjudicando a otras partes del organismo.   Saber cómo se relaciona la enfermedad periodontal con el resto de tu organismo te ayudará a prevenir diferentes patologías   Diversos estudios ratifican el vínculo entre las patologías periodontales y determinadas enfermedades sistémicas. A pesar de ello, las investigaciones continúan para poder verificar de forma más exacta la correlación de causa y efecto. A continuación mostramos algunos ejemplos. Diabetes La diabetes es una enfermedad bastante extendida en la población mundial, llegando a considerarse como una enfermedad pandémica. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), 422 millones de personas adultas padecían de diabetes en 2014, frente a los 108 millones de 1980. De esta forma, la prevalencia a nivel global de esta patología casi se ha duplicado desde entonces, pasando del 4,7% al 8,5% en la población adulta. DIAGNÓSTICO DE LA DIABETES   En el caso de España, el 13,8% de la población sufre diabetes tipo 2 según un estudio llevado a cabo por el Centro de Investigación Biomédica en Red de Diabetes y Enfermedades Metabólicas Asociadas (CIBERDEM) junto con la Sociedad Española de Diabetes (SED). La diabetes conlleva importantes complicaciones crónicas que pueden provocar la mortalidad prematura. A pesar de esto, hay muchas personas que no han sido debidamente diagnosticadas aun padeciendo la enfermedad. De acuerdo con el mismo estudio, de todas las personas afectadas por la enfermedad, el 6% lo desconoce. Una relación bidireccional Dicho esto, ¿qué tipo de conexión hay entre la diabetes y las enfermedades periodontales? Lo cierto es que la relación entre las dos patologías es bidireccional. La diabetes aumenta el riesgo de padecer una enfermedad periodontal debido a la respuesta inflamatoria que provoca. Los tejidos de soporte de los dientes, las encías, se destruyen de forma más rápida y disminuye la posibilidad de reparación posterior. Además, la propia patología de las encías afecta a la diabetes porque perjudica el control de la glucemia. Alteraciones cardiovasculares No es habitual que una persona piense que, por descuidar su salud dental, va a padecer alguna complicación cardiovascular. Pero lo cierto es que los pacientes con enfermedad periodontal tienen más riesgo de presentar un problema cardiovascular, como un infarto de miocardio o un ictus, que las personas con encías sanas. Así lo asegura la Sociedad Europea de Cardiología, que en el año 2012 incluyó por primera vez la periodontitis como factor de riesgo cardiovascular en sus guías. También en el año 2015, la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y la Sociedad Española

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Tratamiento periodontal: ¿cómo se debe realizar? ¿Cura la piorrea para siempre?

Aunque existen diferentes maneras de llevar a cabo un tratamiento periodontal, lo cierto es que éste debe realizarse de forma muy minuciosa y contemplar un seguimiento periódico del estado del paciente. La periodontitis, además de ser degenerativa, es una enfermedad crónica. Esto hace que, sin un tratamiento efectivo, se vuelva cada vez más agresiva y tienda a reaparecer con el paso del tiempo. Sin embargo, antes comenzar a hablar del tratamiento necesario, vamos a aclarar qué es y qué no es periodontitis.   ¿Qué es la periodontitis? La periodontitis -también llamada piorrea- forma parte de las llamadas enfermedades periodontales, las cuales son unas patologías que afectan a las encías. Más concretamente, podemos especificar que las enfermedades periodontales son dos: gingivitis y periodontitis. La gingivitis es una patología que tiene lugar debido a una higiene bucodental insuficiente. Fruto de ella, aparece la placa bacteriana en los dientes, la cual se solidifica y se convierte en sarro. Las señales más características de la gingivitis son, generalmente, la inflamación y el sangrado de encías. Si esta gingivitis no se trata, derivará en una periodontitis, la cual es una enfermedad más grave. PROGRESO DE LA ENFERMEDAD PERIODONTAL ¿Cuáles son las consecuencias de la periodontitis? Si la piorrea no se trata adecuadamente, ocasiona problemas irreversibles en las encías, los dientes y el hueso que sujeta las piezas dentales. Entre dichos problemas, quizá el más grave sería la pérdida de dientes, ya que éstos se caen al perder el soporte sobre el que se sujetaban. Por tanto, es fundamental tratar la periodontitis nada más ser diagnosticada.   Para combatir la piorrea es fundamental realizar un exhaustivo estudio previo basado en radiografías, mediciones del sarro y muestras de las bolsas periodontales. ¿En qué consiste el tratamiento periodontal? En nuestra clínica dental, el tratamiento periodontal consta de varias fases: Estudio periodontal Este estudio consiste en realizar tanto unas radiografías como una medición de la profundidad del sarro alojado en las encías. De esta manera, podremos determinar el grado de la enfermedad y establecer un pronóstico para cada diente afectado. En el caso concreto de las mediciones, éstas se llevan a cabo tanto al inicio como al final del tratamiento. Todas ellas se registran en un programa llamado Sonda Florida. Además de todos los datos relativos a la profundidad del sarro, el software Sonda Florida registra el sangrado, así como información personal del paciente que interviene en la enfermedad (factores hereditarios, si es fumador o no…). Periodontograma para registrar mediciones Estudio microbiológico Con el objetivo de determinar cuáles son exactamente las bacterias patógenas que han ocasionado la enfermedad periodontal, tomamos unas muestras de las bolsas periodontales y las enviamos a analizar. Con ello, podremos saber cuál es el tipo de bacteria que ha colonizado la encía y recetar el antibiótico más adecuado. Raspado y alisado radicular El raspado -también llamado comúnmente curetaje- es un proceso de limpieza en el que se utilizan unos instrumentos denominados curetas para eliminar el sarro acumulado debajo de las encías. CURETA EMPLEADA PARA REALIZAR EL RASPADO RADICULAR   Este procedimiento es indoloro ya que se realiza con anestesia local o con óxido nitroso -también llamado “gas de la risa”-. En nuestra clínica, llevamos a cabo el raspado en dos sesiones de una hora cada una. Es decir, en cada visita tratamos dos cuadrantes de la boca. A la hora de realizar la limpieza de las bolsas periodontales, podemos decir, que el objetivo de esta fase es eliminar la placa bacteriana de debajo de la encía. Pero, además, en estas dos citas incidiremos mucho en cómo debe ser la higiene oral por parte del paciente para evitar la futura reaparición de la periodontitis. Por tanto, lo que haremos será facilitar a la persona instrucciones de higiene específicas para su caso. Reevaluación Entre cuatro y seis semanas después del tratamiento, volvemos a citar al paciente para realizar unas nuevas mediciones del sarro alojado en las encías. Dado que contamos con unos registros iniciales, podemos comparar ambas mediciones y determinar el éxito del tratamiento. Las mediciones que realizamos en esta cita también quedarán registradas de cara a nuevas revisiones. Seguimiento Una vez que la periodontitis ha sido erradicada, pautamos un plan de mantenimiento y revisiones para evitar la recidiva. Estas revisiones suelen programarse cada cuatro o seis meses. En nuestra clínica dental, además, contamos con un sistema de recordatorio gratuito mediante el cual avisamos al paciente para que no se olvide de sus citas. No olvides las revisiones En el tratamiento de la periodontitis, el seguimiento posterior es tan importante como los propios curetajes. Si el paciente no acude a revisiones, la piorrea vuelve a aparecer ¿Será suficiente con el tratamiento periodontal? En la mayoría de los casos, la piorrea se cura con el tratamiento periodontal que acabamos de describir. Sin embargo, en algunas ocasiones, la periodontitis ha avanzado tanto que no se puede eliminar mediante el procedimiento descrito. Esto se debe, fundamentalmente, a que los depósitos de sarro son demasiado profundos y a que no se puede acceder a ellos con el tratamiento periodontal habitual. En este tipo de casos será necesario, por tanto, recurrir a la cirugía de acceso periodontal. Como habrás podido leer, el tratamiento periodontal que se lleva a cabo en nuestra clínica dental se desarrolla de manera muy minuciosa y está planteado en diferentes fases. De esta manera, no solamente nos aseguramos la correcta y rápida eliminaciónde la enfermedad. Además, evitamos que la periodontitis vuelva a aparecer con el paso del tiempo. Dado el carácter crónico de esta patología, la recidiva es muy habitual que suceda si la piorrea no se erradica completamente.

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Profilaxis dental: ¿cómo se hace una limpieza bucal profesional?

Los especialistas no dejan de insistir en ello: si quieres gozar de una buena salud bucodental, es imprescindible que mantengas unas rutinas de higiene rigurosas.Sin embargo, con un cepillado tras cada comida y el uso de hilo dental o cepillos interproximales no es suficiente: de esta manera, por nosotros mismos no somos capaces de eliminar de forma eficaz la placa bacteriana y el sarro que se aloja en todos los recovecos de nuestra boca. Por este motivo, los especialistas recomiendan la realización de una limpieza bucodental profesional -o profilaxis- para mantener la boca en perfecto estado de salud. Pero, ¿en qué consiste este procedimiento y cuándo está indicada su realización?   ¿Qué es la profilaxis? Denominamos profilaxis a la realización de una limpieza bucodental profesional. Se trata de un procedimiento sencillo realizado en clínica por la Dra. Sánchez, y cuyo objetivo es eliminar de los dientes, la línea de la encía y los espacios interdentales toda la placa y el sarro acumulados. Pero, ¿cómo se realiza una higiene dental? Limpieza de boca paso a paso Para mantener tu boca completamente libre de placa bacteriana y, por lo tanto, evitar la afección de enfermedades periodontales o la aparición de caries, el especialista sigue una técnica que podemos resumir en una serie de pasos. En primer lugar, realizará una exploración bucal para valorar el estado de tus dientes y encías. De esta manera, el higienista localizará la presencia de la placa y la acumulación de sarro y verificará que no existen otros problemas dentales tales como enfermedades periodontales -gingivitis o periodontitis-, caries o movilidad dentaria. Para localizar este cúmulo, en muchas ocasiones se basan en un producto denominado eritrosina: un compuesto que, aplicado sobre la superficie dental, tiñe la placa bacteriana y facilita el trabajo del especialista. Una vez realizada esta evaluación, el tratamiento comenzará eliminando los depósitos de cálculo mediante una punta de ultrasonidos. Gracias a su sistema de agua a presión combinado con una leve vibración, ésta va dejando nuestros dientes y encías libres de sarro.   PUNTA DE ULTRASONIDOS A continuación, el higienista recurrirá al uso de seda dental y, si es necesario o el paciente así lo requiere, de cepillos interproximales para eliminar los residuos presentes en las superficies interdentales. Posteriormente, empleará tiras de pulir para eliminar las manchas presentes entre las piezas dentales. A continuación, erradicará las manchas que, con el paso del tiempo y la ingesta de determinados alimentos como el café, aparecen en las superficies de nuestros dientes. Para ello, el higienista pasará un cepillo con una pasta especial de profilaxis. Para casos de manchas más resistentes, el especialista empleará un aeropulidor de bicarbonato para eliminarlas de manera efectiva. Por último, se aplica una cubeta con un gel de flúor que remineraliza el esmalte de los dientes y se instruye al paciente en la correcta técnica de cepillado e higiene dental. ¿Cuánto tiempo dura una profilaxis? La duración de la cita de profilaxis depende de cada caso y, por lo tanto, del cúmulo de sarro y placa bacteriana y de la dificultad que suponga para el especialista mantener la boca libre de los mismos. Podemos afirmar que la duración de esta cita oscila entre los 50 y los 60 minutos, aproximadamente. La profilaxis elimina los cúmulos de cálculo y placa y previene la aparición de enfermedades periodontales ¿Cada cuánto tiempo está recomendada la realización de una limpieza de boca profesional? La higiene bucodental es especialmente importante en aquellos pacientes que padecen enfermedades periodontales: gingivitis o periodontitis. En un estado inicial, la enfermedad periodontal se manifiesta mediante la inflamación y sangrado de las encías -gingivitis-. En este estado, la enfermedad es reversible mediante la realización de una limpieza bucodental exhaustiva. PROCESO DE ENFERMEDADES PERIODONTALES   Sin embargo, en caso de que se encuentre en un periodo más avanzado, la enfermedad periodontal deriva en periodontitis. Se trata de una afección crónica que comienza con la inflamación de los tejidos de soporte y, en caso de no ser tratada, puede suponer movilidad de las piezas dentales e incluso suponer la pérdida de las mismas. La higiene bucodental es el principal factor de prevención de este tipo de patologías.Por este motivo, en pacientes periodontales, los especialistas recomiendan la realización de una limpieza bucodental cada 4 o 6 meses. Por el contrario, en personas que mantengan su boca en salud, el periodo se extiende hasta los 8 o 10 meses. ¿Duele la realización de una limpieza dental profesional? La profilaxis es un procedimiento indoloro que no precisa del uso de anestesia local y que no presenta ningún efecto secundario nocivo para nuestra salud dental. Sin embargo, debemos tener en cuenta que la profilaxis elimina los depósitos de sarro y placa presentes en nuestros dientes y a lo largo de la línea de las encías. De esta manera, algunas zonas que previamente no estaban acostumbradas a recibir estímulos quedan expuestas a los mismos y, por este motivo, las personas pueden padecer cierta sensibilidad dental. Esta sensación es leve y remitirá transcurridos unos días. ¿Qué beneficios tiene la profilaxis? Como hemos comentado con anterioridad, la higiene es la base de la salud de tus dientes y encías. Por este motivo, la profilaxis tiene numerosos beneficios de cara a mantener tu boca en buen estado. En primer lugar, la higiene bucodental profesional elimina el cúmulo de sarro y placa bacteriana, lo que previene la afección de enfermedades periodontales y erradica la inflamación de las encías. Además, una boca libre de bacterias supone el fin de los problemas de mal sabor de boca y halitosis -mal aliento-. Por otro lado, la profilaxis remineraliza el esmalte dental gracias a la aplicación de flúor. De esta forma, reduce de manera cuantiosa el riesgo de aparición de caries dentales que, en caso de no ser tratadas a tiempo, pueden llegar a comprometer la estabilidad de las piezas dentarias.   CUBETA DE FLÚOR Por último, supone una mejora estética al eliminar las manchas presentes en la superficie de nuestros dientes. Una dentadura limpia y sana nos aporta un aspecto más confiado y saludable. ¿Qué pasa cuando existe un cúmulo de placa en la línea subgingival? En algunos casos, el especialista detecta la existencia de cálculo subgingival -es decir, por debajo de la línea de la encía-. Este cúmulo debe ser eliminado para frenar tanto la

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¿Por qué tengo las encías blancas? Causas y tratamiento

Las encías son una mucosa que protegen nuestros dientes de los distintos agentes patógenos que anidan en nuestra boca. El color de las mismas es un claro indicador de nuestra salud bucal o de la afección de otras posibles enfermedades sistémicas.En este artículo te contaremos qué síntomas pueden esconder unas encías blancas y qué tratamientos son los idóneos para abordar cada caso. ¿Por qué tengo las encías blancas? Como ya hemos comentado, las encías tienen una función protectora de las piezas dentales y de las raíces de las mismas frente a las distintas bacterias que anidan en nuestra boca. Lo idóneo es que éstas presenten un color rosa pálido. Sin embargo, a la clínica llegan pacientes con encías inflamadas –éstas muestran un color más rojizo- o, en otras ocasiones, de color blanco. MANCHAS BLANCAS EN LAS ENCÍAS Estas variaciones son un claro indicador de falta de salud, que puede ser tanto a nivel dental como sistémico. A continuación te detallamos las distintas causas a las que se asocia tener las encías de una tonalidad más pálida de lo habitual. Acúmulo de placa bacteriana La placa bacteriana es una película que se adhiere a nuestros dientes y encías y que, en caso de no ser eliminada debidamente gracias a las rutinas de higiene oral, puede convertirse en sarro. En un primer lugar, podemos asociar la aparición de manchas blancas en las encías a un cúmulo de la misma. Aparición de aftas o úlceras bucales Las llagas u aftas bucales pueden aparecer en lugares muy diversos de la boca: encías, lengua, partes internas de las mejillas, etc. Las reconocerás fácilmente porque son pequeñas ampollas o manchas de color pálido que suelen generar ciertas molestias en la masticación o en el habla. Su aparición suele estar debida al roce de los aparatos de ortodoncia o a prótesis mal ajustadas, aunque también está asociada a picos de estrés y ansiedad o a algún tipo de déficit vitamínico. Liquen plano oral El liquen plano oral consiste en una inflamación de la mucosa bucal, ya sea en las encías, en la parte interior de las mejillas o en la lengua. Se presenta en forma de pequeñas manchas de color blanco o rojizo que pueden variar en tamaño en el transcurso del brote. Además, su afección puede repetirse a lo largo del tiempo. El liquen plano oral tiene mayor incidencia en personas con un sistema inmunitario debilitado o víctimas de reacciones alérgicas. Esta afección puede causar lesiones tales como úlceras –susceptibles de sangrar durante el cepillado- o afectar al sabor de los alimentos que perciben las personas que lo padecen –sabor metálico de los mismos-. Candidiasis oral La candidiasis oral es una infección producida por la presencia abusiva en boca de del hongo candida albicans. Su incidencia es habitual en personas que presentan un sistema inmune débil, y se caracteriza por la aparición de pequeñas placas o manchas blanquecinas. Éstas surgen en un inicio en la parte interior de las mejillas o en la lengua, pudiendo extender en una fase más avanzada su presencia a las encías y partes superiores de la boca o la garganta. CANDIDIASIS ORAL La candidiasis oral puede dar lugar al sangrado de las placas a la hora del cepillado dental, así como a molestias a la hora de tragar o sensación de sequedad bucal. Anemia ferropénica Unas encías más blancas pueden ser un claro síntoma de una falta acusada de hierro en sangre. Además, en personas que presentan esta carencia es más habitual la inflamación y el sangrado de las mismas. Cáncer oral El cáncer oral tiene múltiples síntomas: aparición de pequeñas llagas y aftas que no desaparecen transcurridas dos semanas, molestias que no tienen una causa aparente, dolor y dificultad en la deglución, sensación de hinchazón mandibular y, por último, la existencia de pequeñas manchas de color blanco en las encías. No debes asociar en un primer momento la aparición de manchas blancas al padecimiento de cáncer oral. De igual manera, si tienes alguno de los síntomas citados anteriormente relacionados con esta patología es aconsejable que acudas al especialista para que sea ésta quien explore de manera debida la cavidad bucal y pueda dar un diagnóstico adecuado de tu caso. Ante causas tan diversas, los especialistas toman medidas muy diferentes para abordar cada caso en función del origen al que se achaca una modificación en el color de las encías. Tratamientos para acabar con el color blanco de las encías En primer lugar, para evitar el acúmulo de placa bacteriana es imprescindible seguir unas buenas pautas de higiene oral: Cepillarse los dientes después de cada comida nos ayuda a eliminar los restos de comida presentes en nuestra boca. Para asegurarnos de que la limpieza de nuestra boca es completa y que no hay bacterias que aniden entre nuestros dientes y encías tras el cepillado, los especialistas recomiendan además el uso de hilo dental o cepillos interproximales. Por último, es aconsejable realizarse una limpieza bucal profesional –profilaxis– al menos una vez al año. En caso de que sean las llagas bucales las causantes del color blanco de las encías, están recomendados los enjuagues de agua con sal o enjuagues específicos para las mismas que puedes adquirir en las farmacias. Además, durante la presencia de la misma en boca te aconsejamos evitar alimentos picantes o muy ácidos -tales como los cítricos, especias o el tomate-, así como comidas muy calientes. En caso de que éstas no remitan en un periodo superior a dos semanas, acude al especialista para que pueda determinar la causa de la misma y descartar otras posibles afecciones bucales. Si tras la exploración de tu boca, el especialista achaca la aparición de las manchas en tus encías a la afección de liquen plano oral, el tratamiento lo compondrá la ingesta de determinados medicamentos antihistamínicos o suplementos vitamínicos, así como el uso de enjuagues que contengan lidocaína. En caso de que la incidencia de la candidiasis oral sea la causante del blanco de tus encías, el dentista recetará fármacos antifúngicos específicos para tratar dicho hongo, así como una cuidada y exhaustiva higene oral –de forma delicada, de tal manera que no se produzca el sangrado de las lesiones-. Por último,

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Gingivitis y periodontitis durante el embarazo

El embarazo es una etapa crucial en la vida de cualquier mujer y, por ese motivo, se tienden a extremar los cuidados y las precauciones durante los meses de gestación. Es habitual prestar mucha atención a aspectos como la alimentación, el ejercicio o los medicamentos que se pueden consumir. Sin embargo, hay una cuestión que en demasiadas ocasiones pasamos por alto: la higiene de nuestra boca. Y es que la falta de higiene oral -junto a otros factores de riesgo- provoca que aparezcan las denominadas enfermedades de las encías: gingivitis y periodontitis o piorrea. Qué es la gingivitis gestacional En este punto, cabe recordar que la gingivitis es una enfermedad periodontal que está causada por la acumulación de placa bacteriana entre los dientes. Sus consecuencias más inmediatas son la inflamación y el sangrado de encías. Sin embargo, con el paso del tiempo, la acumulación de placa se convierte en sarro solidificado. Y cuanto más tiempo permanezca dicho sarro en nuestra boca, mayores serán las zonas colonizadas por las bacterias y, a su vez, peores serán los daños que éstas causarán. La gingivitis que no ha sido tratada se convertirá en una periodontitis, que consiste en una fase más grave de la enfermedad periodontal. La piorrea llega a destruir los tejidos que sirven de soporte para los dientes (encías, ligamentos periodontales, hueso alveolar…). Con la destrucción de dicho soporte, la consecuencia inevitable es la caída de la pieza dental.     Dicho esto, la gingivitis gestacional es la enfermedad de las encías que se produce únicamente en el transcurso de un embarazo. Pero, a diferencia de la creencia popular, no es el embarazo lo que provoca la gingivitis. Lo que sucede es que debido a diversos factores relacionados con el embarazo -fundamentalmente hormonales-, la gingivitis que antes de esta etapa no estaba totalmente controlada, se agrava. Tal y como explica la Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración (SEPA), la denominada gingivitis del embarazo tiene una prevalencia de entre el 36 y el 100% de las embarazadas que habían padecido esta enfermedad con anterioridad. Sin embargo, la incidencia de esta patología es de tan sólo el 0,03% en aquellas mujeres libres de placa al inicio del embarazo y que mantienen buenos hábitos de higiene bucal durante el mismo. Causas de la gingivitis en el embarazo Aunque acabamos de adelantar que los cambios hormonales contribuyen a la aparición de la gingivitis gestacional, a continuación vamos a detallar tanto éste como el resto de factores que influyen en la enfermedad: Aumento de niveles hormonales: Durante el embarazo se produce un incremento en la producción de hormonas -estrógeno y progesterona-, lo que supone, a su vez, mayor facilidad a la hora de desarrollarinflamación y sensibilidad en dientes y encías. Además, éstos se vuelven más vulnerables ante las bacterias. Incremento del flujo sanguíneo: Durante el periodo de gestación del bebé el flujo sanguíneo aumenta entre un 30 y un 50% para asegurarse de que el feto recibe los nutrientes necesarios. Este aumento del flujo sanguíneo no sólo afecta al cuerpo sino también a las encías, que son más propensas a inflamarse y provocar dolor e, incluso, sangrado. Náuseas: Sólo en algunos casos, las tradicionales náuseas del embarazo pueden provocar una cierta aversión a la pasta dental, al enjuague bucal o, incluso, a la rutina de cepillado. Sin embargo, la higiene dental escasa supone el caldo de cultivo para la aparición de la placa bacteriana y  el consiguiente desarrollo de la gingivitis. Vómitos: Los vómitos repetidos también son perjudiciales, ya que el ácido estomacal que se produce con éstos daña tanto el tejido gingival (encías) como el esmalte de los dientes. Síntomas de la gingivitis La gingivitis -tanto en mujeres embarazadas como en personas que no lo están- suele manifestarse con los siguientes signos: Encías sensibles que sangran con el cepillado o de manera espontánea Encías hinchadas Encías enrojecidas y de aspecto brillante Llagas o úlceras en la boca Sabor desagradable en la boca ENCÍAS INFLAMADAS DURANTE EL EMBARAZO Si reconoces alguno de estos síntomas, te recomiendo que acudas cuanto antes a un odontólogo especializado en Periodoncia. Mientras que la gingivitis es muy sencilla de tratar -con una limpieza dental profesional y mayor higiene en casa es suficiente- la periodontitis requiere un tratamiento más largo y costoso. Las mujeres embarazadas que padecen una enfermedad periodontal tienen tres veces más riesgo de tener un parto prematuro, en comparación con las gestantes que cuentan con una boca sana Posibles complicaciones Tal y como ya hemos avanzado, si la gingivitis no se cura, avanza y termina acarreando problemas mucho más graves y difíciles de tratar. Dichas complicaciones son las siguientes: Periodontitis: Es la más común de todas las consecuencias posibles. Mientras que la gingivitis solamente afecta a las encías, la periodontitis compromete a los huesos maxilares. Al actuar el hueso como soporte del diente, su deterioro a causa de las bacterias incontroladas provoca la pérdida de piezas dentales. Formación de ampollas o bultos: Son conocidos como “tumores del embarazo” y son fácilmente extirpables sin efectos secundarios. Parto prematuro: Según un estudio realizado por científicos de la University of Alabama School of Dentistry (EEUU) en el que se reclutaron datos de más de 2.000 mujeres embarazadas, se comprobó que aquellas que tenían enfermedad periodontal, tenían tres veces más riesgo de dar a luz de forma prematura, en comparación con las gestantes que poseían una boca sana. El motivo de esto se explica porque las bacterias que permanecen en nuestra boca durante mucho tiempo en forma de sarro, provocan que nuestro sistema inmunitario segregue unas sustancias denominadas interluquinas y prostaglandinas (PG2). Éstas, al atravesar la barrera hematoplacentaria, pueden provocar el parto antes de las 37 semanas. HIGIENE DENTAL PARA CURAR GINGIVITIS Tratamiento: higiene dental profesional Tal y como hemos adelantado previamente, el tratamiento para combatir la gingivitis consiste en: Limpieza bucodental profesional realizada en la clínica por un dentista o higienista Rutina de higiene exhaustiva en casa por parte del paciente El tratamiento realizado en la clínica dental sirve para eliminar todo el sarro acumulado en los dientes. Además, tiene como objetivo dejar la boca sana y limpia para que el paciente pueda llevar a cabo su rutina de higiene de manera habitual. Y, con estos buenos hábitos, eliminar por completo la gingivitis. ¿Existen remedios caseros para combatir la gingivitis? Dejando a un lado la limpieza dental, se puede considerar “casero” el procedimiento que debe llevar a cabo el

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Injerto de encía: ¿cómo se hace y qué complicaciones tiene?

La recesión de las encías no solo afecta a la estética de tu sonrisa, sino que también puede repercutir de manera negativa en la estabilidad de las piezas dentales o en las posibles molestias que se pueden derivar de mostrar una mayor cantidad de superficie dental.En caso de que un paciente acuse esta retracción, el tratamiento más adecuado es un injerto de encía. En el presente artículo, te contaremos en qué consiste este procedimiento, qué cuidados debes tener en cuenta tras haberte sometido al mismo y qué beneficios tiene para con tu boca.   ¿Por qué se retraen las encías? Las encías juegan un papel fundamental para la salud y funcionalidad de nuestra boca: sirven de soporte para las piezas dentales y, además, protegen la raíz del diente de la acción de agentes patógenos y de estímulos externos. Sin embargo, su estabilidad se puede ver comprometida por una serie de causas, tales como: La enfermedad periodontal -gingivitis o periodontitis-, que ataca a los tejidos de soporte de la boca. Un cepillado demasiado agresivo Malos hábitos como, por ejemplo, el tabaquismo Además, se deben tener en cuenta otros factores como, por ejemplo, los procesos hormonales –la salud de las encías es más sensible durante el embarazo– o una edad más avanzada. La recesión de encías supone una pérdida de tejido alrededor de la pieza dental, dejando al descubierto de manera gradual una mayor cantidad de superficie dental. En los casos más avanzados, esta retracción puede tener su alcance en el hueso sobre el que se soportan las piezas, provocando movilidad dentaria y afectando a la estabilidad de las mismas. Debido precisamente a lo gradual de este proceso, el paciente no es consciente hasta que esta recesión se encuentra en un estado más avanzado. Es decir, cuando ésta supone ciertas molestias como, por ejemplo, una mayor sensibilidad dental o compromete la estética de la sonrisa -se muestra una mayor cantidad de superficie del diente-. CASO DE INJERTO DE ENCÍA Ante esta situación de recesión gingival, estará indicada la realización de un injerto de encía. ¿Qué es un injerto de encía? Es una microcirugía cuyo objetivo es recuperar la encía dañada y evitar los posibles problemas futuros que podrían derivarse de esta retracción. ¿Cómo se hace un injerto de encía? Tal y como indica la Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración (SEPA), el injerto de encía es una técnica quirúrgica mínimamente invasiva. Consiste en la toma de tejido blando -generalmente del paladar del propio paciente- que, posteriormente, el cirujano colocará en la zona en la que el diente o implante se ha quedado sin protección. En función del grado de severidad de la recesión y del estado de las encías del paciente, podemos distinguir tres tipos diferentes de injerto. Tipos de injerto de encías Será el cirujano quien, tras evaluar el estado de las encías, determine la necesidad de abordar el procedimiento de una forma u otra. El injerto gingival pediculado consiste en la extracción del tejido de la zona de la encía próxima a la pieza dental que ha quedado desprotegida. Esta muestra de tejido, conocida como pedículo, se corta de manera parcial y se cose en el área colindante a la pieza afectada. Sin embargo, en algunas ocasiones no existe suficiente masa en las encías para realizar este tipo de intervención. Es entonces cuando el cirujano recurre al tejido presente en el paladar. Dentro de las técnicas que recurren a la extracción de la masa presente en dicha zona, podemos distinguir dos tipos de injerto: Por un lado, el injerto de tejido conectivo consiste en la separación y la selección del tejido subepitelial para proteger la zona dañada. Por el contrario, el resto de la muestra tomada volverá a implantarse en su lugar de origen. Por otro lado, el injerto gingival libre toma parte del tejido palatino para colocarlo, de forma íntegra, en la zona a reparar. Este procedimiento es común en aquellos casos en los que el paciente precise aumentar el grosor y, por lo tanto, la consistencia de las encías. Por último, en aquellas ocasiones en las que la masa no pueda tomarse de ninguna de las dos zonas citadas anteriormente, el especialista podrá recurrir a un banco de tejidos. PROCESO DE INJERTO DE ENCÍA ¿Es dolorosa la realización de un injerto de encía? El injerto de encía es una técnica mínimamente invasiva que se realiza bajo anestesia local, de manera que su efecto mitigue cualquier molestia que el paciente pudiera sufrir durante el tratamiento. Por lo tanto, podemos afirmar que el injerto de encía, como tal, no duele. Pero, además, para aquellos pacientes que aquejen odontofobia -miedo al dentista-, en SanCal ponemos a su disposición la elección del sistema de sedación consciente. Gracias a la misma, el paciente permanecerá en un estado de consciencia parcial durante todo el tratamiento, evitando cualquier posible sensación de ansiedad que pudiera sufrir durante la intervención. No obstante, a lo largo del proceso de cicatrización es posible que el paciente sienta unas ligeras molestias o acuse la aparición de pequeños traumatismos, cuya incidencia se verá reducida siempre que respete las pautas del especialista. Consejos que debes seguir durante el postoperatorio del injerto de encía Si te has sometido a un injerto de encía recientemente, o vas a hacerlo en un futuro próximo, esto te interesa. Nuestro equipo de cirujanos afirma que existe una serie de recomendaciones que, siguiéndolas los días posteriores a la intervención, tienen una repercusión muy favorable a la hora de mitigar las molestias y evitar posibles complicaciones. Alguna de ellas son las siguientes: Recurre a la ingesta de antiinflamatorios pautada por el especialista que ha abordado tu caso para aliviar las molestias postoperatorias. Generalmente, esta toma está aconsejada durante los 3 o 4 días posteriores a la intervención. Aplica hielo en la zona durante las 4 o 5 horas siguientes a la cirugía para reducir la inflamación de la zona y evitar la aparición de posibles traumatismos. Evita la práctica de deportes o actividades que supongan cualquier tipo de esfuerzo físico durante la semana siguiente a la operación, de manera que no puedas sufrir un golpe en la zona. Incluye en tu dieta alimentos blandos y, generalmente, templados o fríos. No consumas aquellos que puedan suponer

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Mal sabor de boca: ¿qué solución tiene?

Alguna vez te has despertado y has sentido un sabor extraño en tu boca? ¿O has tenido esta sensación tras comer un determinado alimento?Si éste ha sido tu caso, no debes preocuparte. El mal sabor de boca ocasional es un episodio de lo más común entre la población, y no reviste gravedad alguna. De hecho, su incidencia remite tras un cepillado dental. Sin embargo, la situación es distinta cuando este mal regusto se convierte en un episodio recurrente. En el presente artículo te contaremos cuáles pueden ser sus posibles causas y qué solución puedes poner ante esta situación.   ¿Por qué tengo mal sabor de boca? Diversos estudios han demostrado que el 30% de la población se queja de padecer mal sabor de boca. Y es que, como ya hemos comentado, tener esta sensación de manera puntual es perfectamente normal -especialmente al despertar, por ejemplo-. Sin embargo, estaremos ante un caso diferente cuando la persona perciba un sabor amargo en la boca -otras personas pueden describirlo como metálico- de manera continua. El mal sabor de boca tiene un origen muy diverso: bien puede ser un síntoma de una higiene oral deficiente o, por el contrario, un indicador de una enfermedad gástrica o sistémica que todavía no ha sido diagnosticada debidamente. A continuación, te contamos cuáles son las causas más comunes del mal sabor de boca. Malas rutinas de higiene bucodental Los especialistas inciden en la importancia de mantener unas rutinas rigurosas de higiene bucodental. Sólo mediante un buen cepillado y el uso de otros elementos de higiene complementaria –hilo dental, cepillos interproximales o irrigador bucal- seremos capaces de eliminar de manera eficaz los restos de comida y la placa bacteriana. Si, por el contrario, no prestamos atención a estas rutinas de higiene oral, las bacterias presentes en la cavidad oral tienden a acumularse entre los dientes y a lo largo de la línea de la encía. La acumulación de placa bacteriana tiene dos consecuencias fundamentales: Supone una inflamación de las encías, provocando la afección de enfermedades periodontales -gingivitis o periodontitis-. En caso de no ser retirada de manera debida, el cúmulo de placa da lugar a la formación de sarro y daña el esmalte dental. Por este motivo, favorece la aparición de caries   CARIES DENTAL Estas dos consecuencias pueden entenderse también como causas de un mal sabor de boca: aquellas personas que padecen enfermedades periodontales o sufren la incidencia de una caries extensa sin tratar -que ha podido derivar en un proceso infeccioso- suelen aquejar regusto desagradable. La xerostomía: una de las causas de la halitosis La saliva juega un papel fundamental en nuestra cavidad oral: nos ayuda a mantener nuestra boca hidratada, y colabora en la eliminación de bacterias y restos de comida. El conocido como Síndrome de la boca seca -o xerostomía- es otra de las causas de la halitosis. Aquellas personas que padecen xerostomía -es decir, que segregan niveles de saliva inferiores a los habituales- presentan un mayor cúmulo de bacterias en la cavidad oral. Esta acumulación puede derivar en un mal sabor de boca constante. ¿Los alimentos influyen en el mal aliento? Nuestra dieta también tiene cierta influencia en nuestra percepción de un mal sabor de boca. Aspectos como una dieta poco equilibrada, así como ciertos déficits nutricionales -falta de zinc o de vitamina B12.- pueden influir de igual manera en tu aliento. ¿Qué otras patologías bucales pueden influir en el mal sabor de boca? Además de las citadas anteriormente -enfermedades periodontales, procesos infecciosos derivados de lesiones cariosas-, debes tener en cuenta otras afecciones bucales que pueden tener repercusión en tu percepción un regusto desagradable. En primer lugar, las úlceras en la cavidad oral pueden ser las responsables de tu mal sabor de boca. Por otro lado, la candidiasis oral también puede incidir en el mismo. La candidiasis es un proceso infeccioso provocado por la presencia descontrolada del hongo candida en la boca. Se manifiesta en forma de manchas blancas, generalmente en la superficie de la lengua y en las encías. CANDIDIASIS ORAL   Su incidencia es especialmente notable en bebés y en adultos de edad más avanzada. Sin embargo, es susceptible de afectar a cualquier persona que presente una debilitación del sistema inmunitario. La candidiasis oral es otra de las posibles causas del mal sabor de boca. Pero, además, otras afecciones extrabucales pueden influir en tu percepción de un mal regusto. Mal sabor de boca durante el embarazo En las mujeres, es frecuente sentir un sabor de boca desagradable debido a fuertes cambios hormonales asociados a un incremento de la segregación de estrógenos. Éstos se hacen especialmente notables durante la menstruación o el embarazo. Además, a estos cambios hormonales se le debe unir los episodios de náuseas y vómitos, lo cual también colabora notablemente a tener un regusto desagradable en la boca. ¿La digestión influye en el sabor de boca? Una correcta digestión también influye de manera positiva en nuestro sabor de boca. Una persona que no la realiza de la manera debida puede aquejar distintas molestias tales como náuseas, acidez o reflujos gástricos. Todos estos síntomas provocan, a su vez, un regusto poco agradable en la persona que los padecen. Los problemas de digestión son especialmente comunes en personas con sobrepeso o que no mantienen una dieta equilibrada. El mal sabor de boca como indicador de otras patologías En muchas ocasiones, el mal sabor de boca es un síntoma de otras patologías que no afectan directamente a la cavidad oral: La sinusitis consiste en la inflamación de los senos paranasales que provoca, a su vez, molestias y dificultades para respirar. El cúmulo de mucosidad en la garganta a causa de este proceso infeccioso provoca un desagradable sabor amargo en la boca. Las enfermedades hepáticas -hepatitis o cirrosis, por ejemplo- tienen numerosos síntomas, tales como dolores estomacales, sensación de fatiga constante, mareos o mal sabor de boca entre otros. Otras enfermedades sistémicas tales como los procesos gripales, la diabetes o el cáncer se encuentran entre las patologías más comunes que influyen en nuestra percepción de un regusto desagradable. En episodios de ansiedad, es habitual que las personas segreguen menos cantidad de saliva. Esta sequedad bucal provoca, a su vez, un sabor amargo. Los medicamentos: ¿un mal aliado para nuestro aliento? En muchas ocasiones, el mal

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¿Quieres tener una buena salud dental? ¡Bebe agua!

Gozar de una buena salud bucodental no solo tiene beneficios a la hora de masticar, pronunciar los diferentes sonidos o evitar molestias durante el proceso de digestión. También contribuye a mejorar nuestro estado de salud general.   Una boca sana previene de la afección de dolores cervicales o de cabeza, y disminuye el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares o sistémicas -como, por ejemplo, la diabetes-.   Mantener unas buenas pautas de higiene bucodental, así como acudir de manera rutinaria al especialista para que revise el estado de tu boca, son actos que favorecen tu salud dental y previenen la incidencia de distintas afecciones dentales.   Pero, además, actos como mantener una dieta equilibrada o beber una buena cantidad de agua a diario colaboran a mantener nuestra boca en perfecto estado.   En el presente artículo te contaremos cuál es la importancia del agua en la salud bucodental, así como otros sencillos remedios que pueden influir de manera muy positiva en la buena conservación de tus dientes y encías.   Beneficios del agua para la salud Los especialistas inciden constantemente en la importancia de mantenernos hidratados a lo largo del día. El agua juega un papel fundamental en distintos procesos de nuestro día a día: Favorece el proceso de digestión, y facilita la absorción de los nutrientes de los alimentos. Colabora a reducir la sensación de fatiga. Elimina las toxinas presentes en nuestro organismo. Regula la temperatura de nuestro cuerpo. Actúa como un importante lubricante para nuestras articulaciones. Pero, además, el agua tiene una serie de beneficios para nuestra salud bucodental.   ¿Por qué es importante el agua para nuestros dientes y encías? El agua es una bebida saludable que no contiene azúcares. No sólo contribuye a mantenerte hidratado y a preservar una dieta equilibrada, si no que, además, evita la sequedad bucal y te ayuda a mantener nuestra boca limpia. IMPORTANCIA DE MANTENERSE HIDRATADO El agua, por lo tanto, tiene numerosos beneficios para nuestra boca. Entre ellos, colabora a segregar unos niveles óptimos de saliva y reduce la afección de caries dentales y enfermedades periodontales.   La importancia del agua para segregar los niveles óptimos de saliva La saliva es una sustancia que producimos de manera natural formada, en un 99% por agua. Desempeña una labor fundamental en nuestra salud bucodental, al tener numerosas funciones beneficiosas para la misma: Lubrica las encías y protege los dientes de la acción de los agentes patógenos, arrastrando las bacterias y los microorganismos presentes en la cavidad oral. Contribuye a mantener el pH de la boca neutro, evitando que la boca se convierta, por lo tanto, en un medio ácido que favorece la aparición de caries. Permite distinguir mejor el sabor de los alimentos, y contribuye en el proceso de deglución colaborando en la formación del bolo alimenticio. Favorece el proceso de cicatrización de heridas y pequeñas llagas. Ayuda a diagnosticar algunas patologías gracias al análisis de las bacterias presentes en la misma como, por ejemplo, el cáncer oral o enfermedades periodontales -a la hora de determinar las bacterias causantes de las mismas-. Te interesará »  Xilitol: ¿tu aliado contra la caries? Por este motivo, segregar unos niveles óptimos de saliva resulta de vital importancia. Y, para ello, una buena hidratación resulta indispensable. En caso contrario, corremos el riesgo de padecer xerostomía -o síndrome de la boca seca-. Esta afección no solo genera molestias a la hora de hablar o masticar, sino que también aumenta el riesgo de padecer la incidencia de caries o enfermedades periodontales, así como de sufrir mal aliento. El agua: tu aliado contra la caries La caries es una lesión de la estructura dental provocada por la acción de los ácidos liberados por la placa bacteriana. La caries debe ser tratada a tiempo, de tal manera que cuando sea abordada solo haya afectado al esmalte dental. En caso contrario, afectará a la dentina y, posteriormente, al nervio dental. CARIES DENTAL   De esta manera, podemos afirmar que una caries muy extensa puede llegar a comprometer la estabilidad de la pieza dental afectada.   A diferencia de otras bebidas azucaradas o ácidas como los zumos de frutas o los refrescos -que contribuyen a hacer de la boca un medio más ácido-, el agua lava con cada trago tu boca de posibles restos de comida y bacterias perjudiciales para tu salud dental.   Esto no significa que un buen enjuague con agua sustituya al clásico cepillado dental: debes seguir manteniendo el hábito de lavarte los dientes tras cada comida, y completar tu higiene oral con el uso de hilo dental o cepillos interproximales.   ¿Colabora el agua a evitar las enfermedades periodontales? La enfermedad periodontal cursa con la inflamación y sangrado reversible de las encías -gingivitis-. En caso de no ser tratada a tiempo, la enfermedad progresa a periodontitis: una patología crónica que comienza con la inflamación de los tejidos de soporte, continúa con movilidad dentaria y, finalmente, puede comprometer la estabilidad de las piezas dentales.   Una higiene bucodental rigurosa es el principal factor de prevención de estas patologías. Por este motivo el agua tiene una influencia muy positiva en la aminoración de la incidencia las mismas: reduce el riesgo de padecerlas, pues, como ya hemos comentado, colabora a limpiar la boca de restos de comida y agentes patógenos.   ¿Qué otros beneficios tiene el agua para nuestros dientes y encías? Además de los citados anteriormente, el agua es empleada como remedio casero en algunas dolencias relacionadas con nuestra boca. A continuación, te damos una serie de pautas que quizá puedan serte de utilidad en un futuro. ¿Te has quemado la lengua? Para reducir la sensación de irritación, es recomendable que te enjuagues con agua fría o leche. Recuerda que la aplicación directa de hielo puede contribuir a aumentar más la sensación de irritación. Si has iniciado un tratamiento de ortodoncia con un método fijo -brackets metálicos, brackets de zafiro o brackets linguales-, notarás que te es más complicado acceder a todos los recovecos de tu boca. Por ello, los especialistas recomiendan el uso del waterpik. Se trata de un cepillo que, mediante el uso de agua a presión, eliminará de manera satisfactoria todos los restos de comida que

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Caries rampante o caries de biberón: causas y tratamiento

La caries es una de las afecciones bucales más comunes. Éstas no solo afectan a la población adulta, si no que tienen una incidencia masiva también entre la población infantil.En contra de la creencia popular, las piezas dentales temporales también pueden sufrir la incidencia de las lesiones cariosas. Es entonces cuando nos encontramos ante la presencia de caries rampantes o de biberón. En el presente artículo te contaremos cuáles son las causas de su aparición, qué tratamiento es el más indicado y qué pueden hacer los padres para prevenir su afección.   ¿Qué es la caries rampante? La caries es una lesión de la estructura dentaria provocada por los ácidos presentes en la placa bacteriana, que no ha sido removida debidamente. En un inicio, la caries comienza dañando el esmalte dental y, en caso de no ser tratada debidamente a tiempo, puede llegar a afectar a la dentina e incluso al nervio dental. Por este motivo, podemos afirmar que una caries muy extensa puede llegar a comprometer la estabilidad de la pieza dentaria. Hablamos de caries rampante, de lactancia o de biberón cuando esta lesión afecta a las piezas dentales temporales de niños cuya edad oscila entre los 6 meses y los 4 o 5 años. Se trata de un tipo de lesión cariosa muy agresiva: el daño de la estructura dentaria avanza con rapidez. En algunas ocasiones puede suponer la pérdida de la pieza dental, que suele fracturarse por la parte cervical -cuello dentario-. Ésta es la zona más próxima a la encía. Su incidencia es especialmente frecuente en los incisivos superiores -debido a la posición de la boca que adopta el bebé en el acto de succión-, aunque, en casos más graves, también puede afectar a los molares superiores o inferiores.   CARIES RAMPANTE A diferencia de las caries que aparecen en las piezas definitivas, la caries de biberón no sólo afecta a los recovecos en los que es más frecuente la acumulación de placa bacteriana, sino también a las superficies más lisas de los dientes. Pero, ¿qué factores tienen cierta repercusión en la formación de una caries de biberón? Causas: ¿por qué sale la caries rampante? La caries en piezas dentales temporales -o dientes de leche- está causada, principalmente, por dos motivos: una higiene bucodental deficiente y una dieta con un alto contenido en carbohidratos fermentables -especialmente azúcares o lácteos-. Por este motivo, los especialistas inciden en la importancia de inculcar a los niños, desde bien pequeños, la relevancia de la higiene en la salud dental y hacerles partícipes de la misma. Pero, además, existen una serie de pautas que tienen cierta repercusión en la formación de la caries rampante: La práctica -más común hace unos años- de mojar el chupete o la tetina del biberón en azúcar, leche o miel para tratar de adormecer al bebé. La mala costumbre de que el niño se quede dormido con el biberón en la boca, especialmente si éste contiene una sustancia azucarada como, por ejemplo, leche o zumo. La saliva colabora a mantener el pH de la boca neutro. Por este motivo, la segregación de unos niveles óptimos de la misma resulta indispensable para evitar la aparición de lesiones cariosas. Durante la noche, nuestros niveles de segregación salivar disminuyen considerablemente. Este hecho, unido a un contacto prolongado de los azúcares con las piezas dentales, son la principal causa de la aparición de caries rampantes. ¿Cómo se diagnostica la caries de biberón? En un inicio, podremos observar la incidencia de este tipo de caries en la dentadura de nuestro hijo cuando aparezcan una serie de manchas blancas que, con el paso del tiempo, tienden a oscurecerse. Por este motivo, pueden volverse amarillentas e incluso marrones. Al ser lesiones que avanzan con rapidez, resulta de vital importancia la pronta actuación de un especialista para asegurar la estabilidad de la pieza dental. Tratamiento de la caries rampante A la hora de abordar un caso de caries de biberón, el especialista tendrá en cuenta el grado de afección de la lesión cariosa en la superficie dentaria. Por este motivo, es importante que, ante la percepción de la existencia de manchas en la superficie de las piezas dentales, los padres acudan con su hijo a un odontopediatra que sea capaz de valorar la gravedad de esta lesión. En caso de que la lesión cariosa solo suponga el daño del esmalte dental, el especialista optará por realizar una obturación -o empaste– de la misma.     EMPASTE DENTAL   Sin embargo, si la caries ha llegado a afectar al nervio dental -o pulpa-, estará recomendada la realización de una pulpectomía para evitar la pérdida de la pieza dental. La pulpectomía consiste en la eliminación del nervio dañado y a la posterior obturación de los conductos, con el fin de rehabilitar posteriormente la pieza dental con la colocación de una corona. De esta manera, el especialista opta por mantener la funcionalidad de una pieza que, en caso de no ser tratada, tendría que ser extraída. Por último, de manera preventiva, y siempre teniendo en cuenta la condición en la que se encuentran las piezas dentales, el odontólogo puede sellar las mismas ante la aparición de manchas en el esmalte. Mediante el sellado, el especialista trata de evitar la formación de futuras lesiones cariosas.   ¿Qué consecuencias tiene la caries de biberón en la salud dental de los niños? A diferencia de la creencia popular, la afección de piezas dentales temporales tiene una serie de secuelas negativas para la estética y la funcionalidad de nuestra boca. Entre las principales consecuencias de la caries de biberón, los especialistas destacan las siguientes: Pérdida de las piezas dentales en caso de que la lesión cariosa esté muy extendida y haya llegado a afectar a la raíz del diente. Dificultades en el habla o en la masticación. Compromiso de la estética de la sonrisa del niño. Generalmente, cuando el niño pierde una pieza dental temporal, los demás dientes tienen a ocupar el espacio que ha quedado libre. Por este motivo, podemos afirmar que la pérdida de dientes de leche tiene una repercusión negativa en el proceso de erupción de las piezas definitivas, generando en muchos casos distintas maloclusiones (apiñamiento, rotaciones, etcétera). ¿Cómo

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