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¿Cuándo es mejor lavarse los dientes: después de cenar o justo antes de dormir?

Cepillarse los dientes es una forma de mantener a raya las caries, así como de lucir una sonrisa brillante y tener un aliento fresco. Pero todos nos hemos saltado alguna vez este gesto, especialmente a última hora del día, ya sea por olvido o por pereza. ¿Sabe las consecuencias que tiene semejante descuido?. La ausencia de saliva antibacteriana durante la noche significa que estamos especialmente vulnerables a los agentes causantes de las caries y enfermedades de las encías. Al dormir, salivamos muy poco, el movimiento de lengua, mejillas y labios es menor, y teniendo en cuenta que la saliva es la encargada de limpiar nuestra boca naturalmente, el cepillado nocturno es el más importante para evitar que los alimentos estén en contacto con nuestros dientes durante muchas horas, lo que conduciría a un aumento de las enfermedades dentales. Al disminuir la capacidad reguladora del pH de la saliva para evitar la agresión ácida sobre el esmalte y la consecuente desmineralización, es importante el cepillado después de cenar.  Más de 500 tipos de bacterias En nuestra boca se encuentran unos 600 tipos de bacterias, y aunque algunas son ‘buenas’ y ayudan a mantener el equilibrio de la flora, otras predisponen a enfermedades como la caries, la gingivitis y la periodontitis, el Streptoccocus Muttans, uno de los más involucrados en la formación de caries dental, obtiene su energía del alimento que ingerimos, su flexibilidad genética le permite romper toda una amplia gama de hidratos de carbono. Entre las sustancias que aprovecha, figuran la glucosa, fructosa, sacarosa, galactosa, maltosa, rafinosa, ribulosa, melibiosa e incluso el almidón. Las bacterias intentan fijarse continuamente a nuestros dientes, pero ese proceso es frenado por la acción de la saliva, la lengua y el cepillado. Las bacterias producen ácido durante todo el día, más cuando está comiendo, por lo que la única forma de deshacerse de esa película de placa es cepillándose al menos dos veces diarias, mejor tres, para eliminar subproductos ácidos que pueden dañar su esmalte y causar caries. La cantidad de bacterias que tenemos en la boca es altísima incluso después del cepillado y en estado de buena salud. Lo verdaderamente importante es mantener a raya ese crecimiento bacteriano para que no pueda convertirse en patológico. Pues bien: el modo más rápido para multiplicar la proliferación de microorganismos entre su boca es olvidar el cepillado nocturno. Pero hay más consecuencias. Si se acuesta sin lavarse los dientes, su aliento amanecerá con un olor insoportable. La persistencia de alimentos en descomposición en la boca y la menor secreción salival nocturna son una mezcla explosiva para el desarrollo de halitosis. Aunque hay que saber que el cepillado elimina gran parte de los anillos aromáticos desagradables por metabolismo bacteriano, pero si el origen de la halitosis no es solamente la boca, este no será tan efectivo como desearíamos. 20 o 30 minutos después del último bocado Normalmente, hay un espacio de tiempo entre la cena y el sueño de unas 2-3 horas. Hay quien tiene la costumbre de cepillarse después de comer y quien lo hace inmediatamente antes de irse a la cama. La mayoría de los expertos se inclina por la primera opción, aunque con matices. «El cepillado después de la cena es técnicamente mejor para los dientes que el de antes acostarse, porque se aporta fluoruro, en la pasta de dientes, que actúa durante más tiempo para fortalecer la dentadura», aclaró en sus investigaciones Denis Kinane, decano de la Universidad de la Escuela de Medicina Dental de Pennsylvania. Aunque hay una excepción: una cena a base de alimentos ácidos (cítricos, lácteos fermentados, vinagre o tomate guisado). «En esos casos, es mejor cepillarse una media hora después, cuando el pH haya vuelto a la normalidad”, aconseja la doctora Alicia Matas. El odontólogo del centro médico de la Universidad de Rochester (EE UU) Yanfang Ren lo documentó con el siguiente argumento: el ácido suaviza la parte superior del esmalte, por lo que un cepillado inmediato podría ablandarlo y provocar desgaste. Otros médicos apuestan por esperar siempre esos 20 o 30 minuto, así damos tiempo a los nutrientes de enriquecer la microbiota oral. Lo mejor es cepillarse en los primeros 20 minutos después de cada comida, ya que es el momento de mayor actividad bacteriana. Pero como avanzamos, no hay unanimidad. Tras la cena se produce la autoclisis, que es un proceso de limpieza natural por el movimiento de labios, lengua y demás tejidos blandos de la boca que ayuda a mantener la limpieza en cierta medida (este proceso se produce continuamente mientras está despierto). Si el cepillado se hace justo antes de acostarse la limpieza será más fácil, porque la autoclisis ya ha hecho parte del trabajo. Cómo reaccionar ante un olvido Si una noche no cepillamos los dientes, no hay gran peligro, mas no debe tomarse como costumbre. Durante esa jornada, bajaría el pH de la boca y se acumularía más placa en las zonas de retención, pero no habría una consecuencia relevante más que la maduración de la placa, que será más difícil de eliminar posteriormente. Así, si confiesa que ha pecado, asegúrese de cepillar bien por la mañana, y no olvide aplicar el hilo dental para eliminar las bacterias acumuladas.

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Muchos padres y madres se despiertan durante la noche alertados por el ruido que produce el rechinar de los dientes de sus hijos durante el sueño. Se trata de bruxismo, conocido coloquialmente como “chirriar de dientes”, y se produce por la contracción excesiva de los maxilares que generan un ruido característico, que en raras ocasiones despierta al niño. A pesar de que es un trastorno que puede aparecer a cualquier edad, suele ser un fenómeno frecuente en la infancia, y que afecta a entre el 20% y el 30% de los niños españoles. Las causas asociadas al mismo apuntan a factores de carácter físico, psicológico o neurofisiológico. Actualmente, existen estudios que apuntan un incremento de este trastorno en edad infantil y adolescente, asociado a estados de ansiedad y estrés. La Dra. Sánchez comenta que hay que diferenciar dos grupos dependiendo de la edad a la que se presenta el trastorno. Por un lado, los pacientes en edad infantil (antes de la adolescencia), con dientes de leche presentes, en los que el bruxismo puede llegar a ser funcional, no una patología, a pesar de tener desgaste de los mismos. Y por otro lado, el paciente adolescente, que muestra ya cambios hormonales y que tiene la mayoría de los dientes definitivos presentes. En esta etapa, el bruxismo se expresa ya con dolores musculares, dolores de cabeza y alteraciones de la articulación mandibular en forma de chasquidos e incluso de bloqueos o dificultad de apertura de la mandíbula. En el primer grupo no hay diferencias de afectación entre sexos, en el segundo es claramente más frecuente en niñas. El bruxismo afecta a entre el 20% y el 30% de los niños españoles El bruxismo es una actividad involuntaria de la musculatura de la mandíbula. Durante la infancia se considera una forma natural de desarrollar la dentición y estimular la formación muscular y ósea de los huesos de la cara; un hábito de desarrollo que disminuye progresivamente al salir las muelas permanentes y dientes incisivos. Existe el bruxismo diurno que puede ser consciente o inconsciente; y el bruxismo nocturno, que es inconsciente y producido por la contracción rítmica, repetitiva y violenta de los maseteros. Normalmente, sucede en los primeros momentos del sueño y cesa cuando este es más profundo. El bruxismo puede detectarse a partir de los 4 años, sin apreciarse diferencias de prevalencia según el sexo. Sí varía con la edad del paciente y el tipo de dentición (dientes de leche, dentición mixta o dentición definitiva). En niños menores de 7 años, con dientes de leche, la tasa de bruxismo es del 10%; sin embargo, este porcentaje se eleva entre los 7 y 11 años, estando presente en aproximadamente uno de cada cuatro niños de esta edad. El bruxismo puede estar causado por un componente psicológico o por la situación/condición bucal odontológica del paciente, existe un mayor porcentaje de bruxismo infantil en hijos de padres que en su momento también lo padecieron. En adolescentes, puede venir acompañado de dolores musculares, de cabeza y alteraciones de la articulación mandibular Con relación a la adolescencia, en esta etapa el bruxismo puede permanecer durante la vida adulta. En la mayoría de los casos porque permanecen las causas, sobre todo el estrés y el modo de afrontar el mismo. Aunque hay artículos que señalan la existencia de un componente genético, este no está muy claro. Además, hay que tener en cuenta que la expresión de enfermedades o síntomas en el entorno familiar puede estar influenciado más por cuestiones ambientales o de entorno, que genéticas. ¿Cuáles son las causas que originan este trastorno? En primer lugar hay que descartar una patología asociada, como enfermedades neurológicas o reumatológicas. Una vez descartadas estas causas, hay que identificar las que desencadenan los síntomas en el niño como factores estresantes o hábitos que aumentan los síntomas (ingesta de chicles, algunas chucherías o morderse la uñas). Una vez localizados estos elementos, es importante minimizarlos, evitarlos o disminuir el impacto (a veces es necesario recurrir a otros profesionales sanitarios como psiquiatras o psicólogos). Hay que tratar al paciente con analgésicos y relajantes musculares adecuados durante el tiempo que se considere oportuno (evitando las benzodiacepinas). Además, es conveniente aplicar calor para relajar la musculatura. Si hay alteraciones de la oclusión, la forma de morder, debe colocarse en la edad adecuada el tratamiento ortodóncico necesario. Hay que evitar la colocación precoz de férulas sobre todo cuando quedan aún dientes por salir. Especialmente, es contraindicado colocar una férula sin hacer todo lo que hemos dicho previamente de identificación de factores y tratamiento. Cada vez es más frecuente ver en consulta a niños de corta edad con bruxismo, cuyos síntomas están asociados a la articulación temporomandibular, con dolores musculares o con cefaleas. Son niños que afrontan situaciones que ellos viven como estresantes, en el colegio o por situaciones familiares o personales. Esta sí es una patología de nuestro tiempo, una infancia que vive situaciones como los adultos y que se reflejan por la aparición de síntomas musculares, mandibulares o cefaleas.

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Escupir no sólo es grosero, también es insano

Los hombres segregan más saliva que las mujeres. ¿Justifica esto que expelerla sea un hábito típicamente masculino? Lo vemos por la calle no sin cierto repelús: en cualquier paseo urbano, se nos cruza algún sujeto despreocupado que escupe sobre la acera. Hasta Titanic tiene una escena romántica con Leo DiCaprio expeliendo saliva desde el célebre barco. Las generalizaciones no son buenas, pero lo cierto es que, en el imaginario colectivo, este acto se asocia con más facilidad al hombre, pese a que no existen datos «que refrenden que ellos escupan más que las mujeres». ¿Pero y si se tratara de una necesidad biológica masculina? ¿Existe alguna razón para hacerlo? Hay una respuesta corta y efectiva: por costumbre. “No existe un motivo médico subyacente, es cultural. Técnicamente, los varones producen más cantidad de saliva porque sus glándulas salivales tienen un mayor tamaño. Pero esto no justifica el hábito”. La Dra. Sánchez, considera que «escupir más o menos no es proporcional a la cantidad de líquido que segreguen las glándulas de cada uno: es una cuestión de educación». Con este hábito, el sistema de defensas en la cavidad bucal se desequilibra, lo que puede llevar a la formación de caries o paradontitis. “El uso de prótesis o aparatos de ortodoncia pueden provocar un aumento de la salivación. El mismo efecto pueden tener algunos medicamentos hipertensivos, problemas digestivos o enfermedades del sistema nervioso, pero expulsarla del organismo no ofrece ningún beneficio», dice la Dra. Sánchez.  «El exceso de producción, denominado hipersalivación o sialorrea, también es un síntoma de diversas causas fisiológicas (erupción dental en los niños, embarazo) y de enfermedades (digestivas, neurológicas, hormonales, por medicamentos e incluso psíquicas) que provocan babeo crónico, descamación de los labios y heridas en torno a la boca». Al margen de estas enfermedades, todos salivamos más en determinadas ocasiones. Tampoco justifican el esputo. “Sucede en episodios de estrés para el organismo. Al comenzar a realizar ejercicio físico intenso, por ejemplo, se producen unos cambios fisiológicos que conllevan una mayor producción de secreciones (ya sea saliva o, generalmente, moco nasal) y eso condiciona que en vez de deglutirlos por ser muy espesos, se tienda a escupirlos”, prosigue el experto. “Otras teorías afirman que el aumento de frecuencia respiratoria unido a la taquicardia hace que la mucosidad presente en la vía aérea del deportista aumente como medida de protección», «Al expulsarla, perdemos líquidos”. La saliva es buena Para Susan Maples, dentista y autora del libro Blabber Mouth: 77 Secrets Only Your Mouth Can Tell You to Live a Healthier, Happier, Sexier Life. (Bocazas: 77secretos que solo su boca le puede contar para vivir una vida más sana, feliz y ‘sexy’), la cuestión cultural no admite dudas: «Hay chicos que crecieron pensando que es una forma de refrescar la boca y nadie les castigó por hacerlo», sentencia. “Este gesto puede ser símbolo de reafirmación o rebeldía”, agrega el doctor González Lagunas. Pero no sirve para nada, ni para limpiar la boca. “Al hacerlo, se expulsan bacterias, pero no es el mecanismo natural de su eliminación», amplía Casqueiro. Según un estudio realizado por Gerbard Meyer, catedrático de odontología de la Universidad de Greifswald (Alemania), con este hábito, el sistema de defensas en la cavidad bucal se desequilibra, lo que puede llevar a la formación de caries o parodontitis. «Es puramente cultural: hay chicos que escupen porque crecieron pensando que es una forma de refrescar la boca y nadie les castigó por hacerlo» (Susan Maples, dentista) Producir saliva es señal de buena salud. “Cada día, generamos entre 1 y 2 litros; y cada minuto, se segregan al menos 0,5 mililitros», explica el doctor Javier González: “Cuanta más saliva tenemos, mejor salud bucal, mayor protección de nuestros dientes, de nuestras mucosas y del aparato digestivo». La Universidad de Aarhus(Dinamarca) relaciona incluso la cantidad de secreción que traga una persona (porque fabrica más cantidad) con su dicha. «Contiene una sustancia que se sintetiza de forma natural por las glándulas salivales, se llama opiorfina, se vincula a la felicidad y es más potente que la morfina», dicen las doctoras Vilavoa. Además, según la revista médica Plos, la saliva protege nuestra boca y estómago si nos damos un atracón de comida mexicana. «Las glándulas salivales se ponen marcha cuandoingerimos alimentos picantes o con ardor para el estómago», sentencia el estudio. Así las cosas, ¿para qué arrojar un líquido tan preciado fuera de nuestro organismo? Definitivamente, no hay excusa.

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¿Cómo solucionar la pérdida de dientes?

Después de la infancia y de perder los dientes de leche, se desarrollan las piezas dentales definitivas. Estas piezas pueden durar toda la vida si se cuidan con una buena higiene bucodental y con visitas regulares al odontólogo. Pero en muchos casos hay una falta de una o varias piezas dentales. Solucionar la ausencia de dientes es muy importante para evitar consecuencias sobre el resto de piezas. Pero, ¿cuáles son las causas de la pérdida dental?, en muchos casos se debe a un traumatismo, que de hecho puede provocar la pérdida de varios dientes a la vez. Pero también se pueden perder dientes por patologías bucodentales. Las dos patologías que más causan pérdida dental son la periodontitis y la caries. La periodontitis destruye el tejido que sostiene el diente. Esto provoca una movilidad dental que termina con la pérdida de la pieza. En el caso de la caries, en sus fases más avanzadas no se puede salvar la cavidad mediante un empaste o una endodoncia. Por ello es necesario retirar la pieza. De este modo se evita que la infección se extienda a otros dientes. La falta de uno o varios dientes conlleva varias consecuencias. En primer lugar, a nivel estético. Una sonrisa sin todos los dientes resulta menos atractiva y puede provocar complejos al sonreír. Por otro lado también conlleva problemas a nivel funcional. La ausencia de dientes dificulta la masticación, relacionada con problemas digestivos. Además el espacio vacío favorece el deterioro dental y puede provocar que el resto de piezas se muevan de su posición habitual. Por tanto es muy importante resolver la falta de dientes cuanto antes.  Problemas estéticos, disminución de la eficiencia masticatoria, dificultad para hablar o para pronunciar algunas palabras, pérdida de soporte de los labios o mejillas, lo que podría producir arrugas en los mismos, son algunas de las consecuencias tras la caída de los dientes. Las principales consecuencias de la pérdida de piezas dentarias son el compromiso estético; disminución de la eficiencia masticatoria; sobrecarga masticatoria en los demás dientes; dificultad para hablar o para pronunciar algunos fonemas, pérdida de soporte de los labios o mejillas; lo que podría producir arrugas en los mismos; inclinación de los dientes vecinos a las piezas perdidas; alteraciones en la oclusión (mordida); trastornos articulares y/o musculares en cara y cabeza; baja autoestima; y disminución del soporte óseo por reabsorción ósea. ¿Qué nos lleva a perder nuestros dientes? ¿Qué hacer cuando se cae alguna de nuestras piezas dentales? ¿Hay solución? Sin duda que son preguntas frecuentes a la hora de sufrir la pérdida de estos tan importantes segmentos de nuestro cuerpo. Soluciones Hay diversas alternativas para solucionar la pérdida de una o varias piezas dentales. En algunos casos se opta por las prótesis y los puentes dentales removibles. Se trata de prótesis de resina que se adhieren a la encía, pero tienen limitaciones y pueden provocar muchas complicaciones. Los implantes dentales son la mejor solución para reponer las piezas dentales perdidas. El implante dental actúa como si fuera la raíz del diente, fusionándose con el propio hueso del maxilar del paciente, y evitando con ello la pérdida ósea producida por la caída del diente. Mucha gente piensa que la intervención para colocar un implante es complicada o dolorosa, pero nada más alejado de la realidad, por poner un ejemplo, esta operación es mucho menos molesta que la extracción de una muela. Además, los nuevos avances en implantes dentales permiten colocar el implante y la corona dental estética en la misma consulta con los implantes dentales de carga inmediata. En los últimos años, la técnica de colocación de implantes se ha simplificado considerablemente. El porcentaje de éxito en la actualidad es del 95%. La edad no es un factor determinante a la hora de ser candidato a implantes, pero es recomendable no ponerlos antes de los 15 y 16 años, hasta que el crecimiento maxilar se haya completado. Los pacientes de edad avanzada pueden recibir implantes con el mismo porcentaje de éxito que los jóvenes. Beneficios Usar un implante tiene sus ventajas como «recuperar piezas perdidas sobre una raíz artificial firmemente unida al hueso de soporte, lo que restituye la eficiencia masticatoria otorgando una apariencia facial natural, que se traduce en un aumento de la seguridad y autoestima del paciente», explica la Dra. Sánchez. «Biológicamente, favorecen al hueso permitiendo mantener este en función, previniendo su reabsorción; puede haber una rehabilitación mediante prótesis completas mas estables y seguras, las que incluso pueden ser de menor tamaño en forma más exitosa», especifica. En general, los implantes oseointegrados no tienen contraindicaciones. «Sin embargo, es muy importante un acabado estudio y selección de los pacientes que serán sometidos a este procedimiento, dado que existen algunas condiciones especiales, por lo que una adecuada anamnesis, exámenes de laboratorio y estudio radiológico son indispensables para asegurar un tratamiento exitoso», recomienda. Se reconocen como contraindicaciones los siguientes cuadros: Embarazo Granulocitopenia Uso continuado de corticoides Diabetes Mellitus no controlada Hemofilia Síndrome de Marfan Osteorradionecrósis Insuficiencia renal crónica Terapia anticoagulante Transplante de órgano mayor Displasia fibrosa Factores psíquicos: Drogodependencia; abuso de alcohol; demencia presenil; ezquizofrenia y paranoia.

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Las claves de la salud oral en la infancia

Mantener los dientes y las encías sanos durante toda la vida es posible. Pero para conseguirlo conviene mantener unos hábitos saludables y una rutina de higiene oral desde la infancia. Incluso antes del desarrollo de los primeros dientes, se recomienda limpiar la cavidad oral de los pequeños. La infancia es clave para el desarrollo de los niños, en todos los aspectos. También es una etapa clave para el desarrollo bucodental. Durante la infancia erupcionan los dientes de leche, también conocidos como primera dentición. Se trata de un conjunto de 20 piezas que antes de la adolescencia serán sustituidos por los dientes definitivos. Durante la primera dentición es fundamental transmitir hábitos de higiene oral a los más pequeños. Claves para una buena salud oral en niños Pero, ¿Cómo conseguir que los pequeños adopten una rutina oral saludable? La clave está en que no relacionen los hábitos de limpieza con algo aburrido o con un castigo. Para evitarlo es importante concienciar al pequeño de la importancia de mantener sanos sus dientes y encías. También es recomendable introducir el cepillado como una rutina familiar o como un juego. En este sentido conviene que los padres muestren un buen ejemplo para que el niño adopte buenas técnicas de higiene oral. Pero hay que revisar que el niño se cepilla los dientes correctamente hasta los ocho años aproximadamente. Una mala técnica favorece el desarrollo de patologías como la caries dental. La caries dental es la enfermedad oral más común en la infancia. Además es importante que el niño use un equipo de limpieza ajustado a su edad. En el mercado hay una gran variedad de cepillos de dientes, pastas dentales y colutorios específicos para niños. Los profesionales de la clínica dental SanCal recomiendan consultar con la Dra. Sánchez qué productos son los más indicados. Es aconsejable que la pasta dental o el enjuague bucal contengan flúor, que ayuda a remineralizar el esmalte. También hay cepillos específicos para niños, con un cabezal más pequeño y un mango específico. Además de la rutina de higiene, para mantener una buena salud oral durante la infancia también es importante cuidar la alimentación. A muchos niños les gusta comer alimentos dulces como las golosinas y las galletas. El azúcar favorece la acumulación de biofilm oral, un factor clave en el desarrollo de la caries dental.

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Beneficios de la Sonrisa y la Risa sobre la Salud

Reír y sonreír tiene un efecto positivo en nuestro bienestar, pero a medida que hacemos la transición de niño a adulto, tendemos a perder la costumbre de practicar estas conductas. Un buen ejemplo de esto lo podemos ver en un parque infantil: a menudo vemos a los niños corriendo y riendo mientras disfrutan el momento, por otro lado los padres se sientan alrededor, llenos de las tensiones de la vida moderna, apenas sonriendo de vez en cuando para romper sus graves expresiones faciales. Los adultos podemos beneficiarnos si nos copiamos de la actitud de los niños y hacemos más espacio en la vida para reír y sonreír. Investigaciones científicas han demostrado que reír y sonreír proporcionan una serie de beneficios para la salud. Más aún, pueden tener un efecto positivo en todas las áreas de nuestra vida. Cuando reímos y sonreímos, se producen una serie de cambios fisiológicos en el cuerpo, usualmente, sin que estemos consciente de que esto ocurra. Hay diversos estudios que han revelado que 5 minutos de carcajadas equivalen a  minutos 10 ejercicio aeróbico, beneficiando el sistema cerebral, digestivo, nervioso, cardíaco y muscular.  En muchos países existen actualmente las llamadas “clínicas de risoterapia“, en las que se ayudan a curar muchas enfermedades sólo con la risa. Son varios los beneficios que tiene la sonrisa sobre la salud, como por ejemplo, que alarga la vida y nos ayuda a eliminar tensiones. ¿Sabías qué un niño sano se ríe aproximadamente 300 veces al día y un adulto entre 15 y 100 veces? Conforme vamos creciendo, la capacidad de reír se va haciendo cada vez más difícil, porque perdemos la capacidad de alegrarnos y de disfrutar de los momentos felices. La risoterapia es una técnica de curación reciente que mediante la risa consigue generar estados anímicos que influyen en nuestro cuerpo y nuestra mente. Cuando nos reímos se genera un estado de ánimo positivo, la risa favorece la producción y liberación de sustancias bioquímicas como la dopamina, que nos eleva el estado de ánimo; la serotonina, tipo de endorfina con efectos calmantes y analgésicos; o la adrenalina, que nos permite estar más despiertos y receptivos, proporcionando mayor creatividad. A continuación te dejamos algunos motivos por los cuales la sonrisa es beneficiosa para tu salud: Beneficios de reír y sonreír 1.- Neurotransmisores llamados endorfinas se liberan cuando sonreímos. Estos neurotransmisores son activados por los movimientos de los músculos de la cara, los cuales son interpretados por el cerebro, que a su vez libera estas sustancias químicas. Las endorfinas son responsables de hacernos sentir felices, y también de ayudamos a bajar los niveles de estrés. Inclusive fingir la risa o una sonrisa funciona ya que el cerebro no distingue entre lo real o lo falso e interpreta la posición de los músculos de la cara de la misma manera. Esto se conoce como la hipótesis de la retroalimentación facial. Mientras más se estimula el cerebro para liberar esta sustancia química más nos sentimos más felices y relajados. Las endorfinas nos hacen sentir más felices y menos estresados. Las endorfinas también actúan como analgésicos naturales del cuerpo. Para los que sufren de dolor crónico, reír y sonreír puede ser un eficaz tratamiento. A medida que se incrementan las endorfinas, se reduce el cortisol, la hormona del estrés. El cortisol es más activo cuando nos sentimos estresados o ansiosos y contribuye a los sentimientos desagradables que experimentamos. Bajando los niveles de cortisol podemos reducir estos sentimientos negativos.   Reir expande los pulmones, estira y relaja los músculos del cuerpo y estimula la homeostasis. Esto ejercita el cuerpo, repone el oxígeno de las células y nos permite obtener todos los beneficios de ejercitar el cuerpo. Una buena carcajada puede ser una forma eficaz de liberar emociones. Una buena carcajada puede ayudar a liberar emociones, especialmente las emociones que tendemos a mantener reprimidas en nuestro interior. Todo se ve mejor después de una buena risa y la vida se logra ver desde una perspectiva más positiva. Reír y sonreír tiene implicaciones sociales positivas. La sonrisa es una expresión atractiva con más probabilidades de atraer a la gente hacia nosotros en lugar de repelerlos. Sonreír nos hace parecer más accesibles. La interacción con otras personas se hace más fácil y más agradable cuando se comparten sonrisas y risas, y estas conductas son contagiosas. Los demás también se sentirán mejor y esto a su vez tendrá un efecto positivo en nuestro bienestar. Una expresión feliz y positiva serán muy útiles en la vida. Esto es particularmente cierto en las situaciones difíciles, como por ejemplo, durante una entrevista de trabajo: una persona sonriente y relajada indica confianza y capacidad para hacer frente a situaciones estresantes. Esto también será de beneficio en nuestras profesiones, en la construcción de relaciones saludables con nuestros compañeros y nuestros empleadores. Cómo sonreír y reír más a menudo Hay maneras sencillas de incorporar más sonrisas en nuestras vidas: Sonríe y ríe con regularidad. Tal como mencionamos con anterioridad, el cerebro no sabe diferenciar entre una sonrisa falsa y una real. Reír más a menudo no sólo nos hará sentir mejor, sino que también nos hará más propensos a sonreír y reír de manera más espontánea. Ver películas o programas de televisión divertidos. Esta es una excelente manera de inyectar algo de humor instantáneo en nuestras vidas. Al evitar programas o películas negativas, también podemos obtener una visión más positiva y alegre sobre la vida lo cual nos brindará más oportunidades para reinos. Pasar más tiempo con amigos y familiares que nos hacen sentir bien. Rodearnos de personas amantes de la diversión, optimistas y felices sacará a relucir nuestro su lado positivo; nos contagiaremos con su alegría y positivismo de manera inconsciente y terminaremos por imitar sus patrones de comportamiento. Encontrar cosas que nos hagan sonreír. Una vez que comenzamos, de manera consciente, a buscar todas las cosas que son divertidas y edificantes, estaremos más en sintonía con ellas y más dispuestos a participar en momentos de carcajadas espontáneas. Reír simplemente te hace sentir bien y hace sentir bien

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Manifestaciones bucodentales durante y después del submarinismo

El mar siempre ha sido un misterio para el hombre. Mitos como el continente perdido de la Atlántida o realidades como el naufragio del grandioso Titanic han impulsado al ser humano a querer descubrir esos fascinantes secretos. Así nació el buceo, un deporte cuyo objetivo va mucho más allá de quemar calorías o del simple placer por hacer deporte, “el fin del buceo es disfrutar maravillas y emociones que no existe afuera. La sensación de estar colgados, suspendidos, es algo que se da sólo dentro del agua”. La sensación que experimentan quienes practican buceo dicen  ser similar a la vida dentro del útero materno; un entorno líquido, en el cual sólo se puede escuchar la propia respiración. En este deporte, todo se puede aprender. Incluso hay gente que bucea y le falta alguna extremidad como las piernas o un brazo. Sin embargo, el buceo no es recomendable para enfermos del corazón, claustrofóbicos o personas con enfermedades muy graves. RELACION ENTRE ODONTOLOGIA Y BUCEO En este post vamos a intentar informar de las complicaciones orales (dentales, articulares y musculares) susceptibles de dificultarnos las inmersiones. La “pequeña traumatología dentaria” es un aspecto bastante frecuente y generalmente olvidado en la Medicina del Deporte, la cual no es excluyente de ninguna disciplina deportiva, siendo el terreno oro-máxilo-facial incluyendo la patología de la A.T.M (articulación temporomandibular) elemento de alto riesgo, en materia de accidente dentario en el deporte. El buceo es un deporte con sobrecarga estomatognática  y actividad artro-muscular.         ATM (articulación temporomandibular) Cuando la presión con la que se muerde la boquilla del regulador es excesiva puede producir dolor en los músculos masticatorios y el las piezas dentales que sostienen el regulador. A su vez, la posición mantenida con la boca abierta y mordiendo el regulador puede en pacientes con problemas de ATM provocar dolor articular. No olvidemos que debido a la proximidad de dicha articulación con el conducto auditivo es frecuente que los pacientes con problemas articulares acusen y refieran dolor de oídos. La otalgia y la patología dental están muy unidas por la rica inervación que llevan un recorrido común y compartido en esa zona y por tanto un estímulo doloroso que nace en la boca puede irradiarse al oído y viceversa. BARODONTALGIA La clasificación de los deportes según el riesgo de traumatismos orales (F.D.I), sitúa al buceo en la categoría de riesgo intermedio por lo que existe una alta incidencia. A parte del riesgo que conlleva el propio deporte existen unos factores de riesgo individuales que dependen de cada persona; malposición dentaria, malformaciones o patologías en esmalte o dentina, interposición labial o lingual entre los dientes, presencia de aparatología protésica u ortodóncica, enfermedad periodontal y/o tratamientos odontológicos previos. La repercusión de los microtraumatismos dentales es puesta en evidencia a largo plazo, salvo modificaciones en la posición y semblante de la pieza dental afectada, lo cual lleva a no declararlo como accidente habitual. Cuando los efectos tardíos se manifiestan, es muy difícil establecer una causa directa. En las piezas con caries durante la inmersión, ese tejido carioso se llena de aire a presión. Al ascender, este aire aumenta de volumen pudiendo ocurrir que no salga con la suficiente rapidez. El aire presiona contra las terminaciones nerviosas de la pieza produciendo dolor, denominado barodontalgia y se produce porque la entrada de  aire en la cavidad del diente que no puede salir. En ocasiones las piezas que presentan obturaciones (empastes), pueden contener alguna pequeña burbuja de aire en su interior. Los cambios de presión y volumen experimentados por este aire durante la inmersión podrían originar compresión sobre el tejido nervioso dental lo que unido a otros factores como el descenso de temperatura o el posible embolismo en la pulpa dental serían causa de barodontalgia. Además, durante la descompresión que se produce en el ascenso, el aumento de volumen de aire que pudiera haber quedado atrapado en el interior de la pieza dentaria durante la inmersión, podría dar lugar a la rotura del diente, especialmente si ésta no se encuentra en perfecto estado. Esto se conoce como odontocrexis.     CORONAS O EMPASTES PROVISIONALES Mucha precaución. Son habituales en endodoncias que requieren varias sesiones con el fin de durar un tiempo mínimo para ser después retiradas con facilidad y sustituidas por un material definitivo. Debido a la porosidad y permeabilidad de estos materiales provisionales pueden retener burbujas de aire que aumentarán de tamaño durante la ascensión a superficie. Por este aumento de presión que experimentamos al descender en profundidad se producen migraciones de microorganismos a regiones de alto riesgo dentro de un mismo diente. Se recomienda no practicar buceo mientras se esté sometido a un tratamiento antibiótico y los materiales provisionales no sean sustituidos por los definitivos. BAROTRAUMA El barotrauma de los senos paranasales o sinusales es la segunda patología más frecuente en el buceo deportivo después de los problemas óticos. Se produce por la diferencia de presión que se genera durante la inmersión entre las cavidades de los senos paranasales y el medio ambiente, debido a una  mala permeabilidad de los canales de ventilación y drenaje de los senos. Afecta principalmente a los senos frontales, seguidos de los maxilares. Los senos maxilares tienen relación con las raíces dentarias (se encuentran justo encima de la zona de molares y premolares superiores). Si el seno no compensa bien por ejemplo porque se encuentre inflamado, durante la inmersión se produce una presión negativa y dolor, debido a la relación de proximidad este síntoma puede simular un dolor de muelas. Típicamente se produce en el descenso (barotrauma por mecanismo implosivo) y se alivia con el ascenso (barotrauma por mecanismo explosivo). Todas aquellas situaciones que comprometan la ventilación de los senos paranasales pueden predisponer a sufrir un barotrauma sinusal durante una inmersión, como los procesos catarrales y alérgicos, la rinitis crónica con o sin pólipos o algunas desviaciones del tabique nasal. La sintomatología característica del barotrauma sinusal es el dolor local (cefalea frontal y/o maxilar)  y la epistaxis (sangrado nasal). Suele comenzar durante la inmersión. Las complicaciones

Cultura y curiosidades, Prevención

Problemas dentales a los 50 años de edad

A medida que van pasando los años, las personas se pueden encontrar siendo más propensas para contraer algunas enfermedades. Durante la niñez los pequeños son más proclives a tener caries dentales, pero al alcanzar la adultez el mayor riesgo viene de la mano de la periodontitis. En cada etapa de la vida los problemas pueden ser diferentes y los odontólogos deberán estar preparados para cada caso en particular. Los expertos en la materia saben que al llegar a los 50 años de edad existen problemas dentales comunes, por ejemplo, la sequedad de la boca, el apiñamiento dental, el cáncer oral y vuelve aparecer una marcada tendencia a sufrir de caries. Si se sabe acerca de la posibilidad de tener estos problemas y se llevan adelante las medidas de prevención necesaria los tratamientos no serán tan complicados y seguramente se atravesará esta etapa con una muy buena salud oral. A esa edad, y gracias a los adelantos que existen en la actualidad, las personas no necesitarán usar dentaduras postizo o tener bocas desdentadas. En la actualidad existen los implantes dentales, un tratamiento totalmente revolucionario que a generado un cambio radical dentro de la odontología. Los implantes dentales son pequeñas piezas creadas en titanio que se colocan en el maxilar y actúan como raíz para la colocación de un diente artificial. Al terminar el tratamiento se verá que los dientes colocados no tienen casi diferencia con los dientes existentes. Es un tratamiento que no provoca dolor y que realmente es efectivo, tanto funcional como estéticamente. A los 50 años las caries parecen regresar, convirtiéndose en un problema que deberá tener la correcta atención. Las caries se pueden generar en la superficie de los dientes, alrededor de arreglos antiguos y en la raíz de los dientes, en este caso el peligro es que puede provocar la pérdida del diente. Para evitar la aparición de las caries, lo mismo que sucede en la niñez, será necesario llevar adelante una correcta higiene, usar enjuagues dentales e hilo dental todos los días. Ademas de visitar de forma frecuente al dentista para verificar la aparición de este y otros problemas.

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Consecuencias de la falta de dientes

Son varias las consecuencias de la falta de dientes que lleva al paciente a un estado invalidante que se manifiesta por una serie de trastornos funcionales, estéticos, psicológicos y sociales para el paciente. Con la pérdida total de los dientes, se producen una serie de alteraciones en los tejidos orales y peri-orales que deberán intentar corregirse durante el tratamiento protésico. Consecuencias de la pérdida de dientes en el tiempo Las consecuencias de la pérdida de dientes se produce a distintos niveles afectando al paciente tanto en su estética dental como en la capacidad funcional. Podemos agrupas las principales consecuencias de la falta de dientes en: alteraciones faciales alteraciones funcionales alteraciones intraorales Alteraciones faciales por la falta de dientes Las consecuencias faciales de la falta de dientes son: Disminución de la dimensión vertical. Pérdida de soporte óseo para los tejidos peri-orales; labios distorsionados: Hundimiento labial, pérdida de expresión labial, boca ensanchada. Pseudoprognatismo debido a que la mandíbula rotará en sentido antihorario sobre el eje intercondilar buscando la estabilidad que aportaban los dientes. Asimismo, los distintos mecanismos de reabsorción en ambos maxilares acentúan la discrepancia entre las dos arcadas (en el maxilar superior predomina la reabsorción en cara vestibular, mientras que en la mandíbula predomina la reabsorción en la zona lingual).   Alteraciones intraorales de la pérdida de dientes Las consecuencias intraorales de la falta de dientes son: Disminución del área de mucosa adherida, con una menor zona de soporte. Reabsorción del proceso alveolar, que en la mandíbula es más intensa que en el maxilar superior. Cuando esta reabsorción es muy intensa provoca la aparición en superficie de irregularidades o alteraciones de la mandíbula como las apófisis geni o exótosis, dificultando aun más el asentamiento de una prótesis dental removible. Pérdida de propioceptores del ligamento periodontal que controlan la intensidad de las fuerzas masticatorias. Disminución de la sensibilidad epicrítica. Macroglosia relativa, al invadir la lengua el espacio entes limitado por las piezas dentales Alteraciones funcionales Las consecuencias funcionales de la falta de dientes son: Trituración insuficiente de los alimentos necesitando mecanismos compensatorios para su digestión. La pérdida de propiocepción y las diferencias morfológicas entre la prótesis y los propios dientes producen problemas dinámicos durante la masticación que obligan al paciente a aprender nuevos patrones de movimientos masticatorios. En el desdentado total se retrocede a un patrón de deglución infantil, utilizando los músculos peri-orales y la lengua para ofrecer apoyo a la mandíbula. La falta de estabilidad mandibular provoca una dificultad en la elevación de la hipo faringe con una mala deglución de saliva y bolo alimenticio, dando lugar a atragantamientos y alteraciones digestivas. Problemas de fonación. El desdentado total pronuncia mal los fonemas o sonidos linguo-dentales y labio-dentales. Defectos del reborde alveolar en las regiones edéntulas Los defectos del reborde alveolar en las regiones edéntulas se clasifican en tres clases: Clase I: Se ha perdido el tejido en dirección vestibulolingual, y la altura es normal en dirección ápicocoronal. Clase II: Se ha perdido el tejido en dirección ápicocoronal, y la anchura es normal en dirección vestibulolingual. Clase III: Es una combinación de Clase I y Clase II, ya que hay pérdida tanto en altura como en anchura. La función del proceso alveolar es albergar las raíces de los dientes y actuar como transmisor de fuerzas masticatorias. Cuando se van perdiendo los dientes comienza un proceso de reabsorción ósea, que en el desdentado total de larga duración termina alcanzando un grado extremo, presentando el reborde alveolar un aspecto aplanado o cóncavo con desaparición del fondo vestibular. Esta atrofia progresiva conduce a dificultades en la retención y estabilidad de una prótesis completa, creando al paciente problemas funcionales y psicológicos importantes.

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