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Cirugía periodontal: ¿en qué casos se realiza?

Las enfermedades periodontales (gingivitis y periodontitis) son uno de los problemas de salud bucodental más comunes en España. De hecho, éstas sólo son superadas por la caries en cuanto a incidencia entre la población se refiere. Esta información está avalada por la Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración (SEPA), que estima que 8 de cada 10 personas mayores de 35 años padece algún tipo de enfermedad de las encías. Y, lo que es más preocupante: este porcentaje aumenta con la edad. Los datos con los que trabaja la SEPA afirman que solamente 1 de cada 10 personas mayores de 65 años tiene las encías sanas. El origen de estas enfermedades es siempre una higiene bucodental insuficiente. Sin embargo, a iguales medidas de higiene entre dos personas, hay otro tipo de factores que aumentan el riesgo de padecerlas. Algunos de los factores más importantes son la propia genética, el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol. Por tanto, esta falta de higiene bucodental provoca la acumulación de restos de alimentos en los dientes y las encías, lo que a la larga se traduce en placa bacteriana.   8 de cada 10 personas mayores de 35 años padece una enfermedad de las encías (gingivitis o periodontitis) ¿Cuáles son las consecuencias de la gingivitis y la periodontitis? La alta incidencia de las patologías periodontales entre la población no sería un problema si no fuera por las graves consecuencias que pueden tener. La gingivitis se manifiesta con inflamación, enrojecimiento y sangrado de las encías. Sin embargo, es reversible y se combate con una mayor higiene. Por su parte, la periodontitis o piorrea es el resultado de una gingivitis no tratada y es la más grave de las patologías periodontales. La periodontitis daña directamente la raíz del diente, ocasiona retracción de encías, causa la movilidad de éstos y, con el tiempo, provoca su caída. Pero, además, hoy en día se sabe que la periodontitis afecta a nuestra salud general, ya que las bacterias presentes en dientes y encías llegan al resto de nuestro organismo a través del flujo sanguíneo. De hecho, está relacionada con el riesgo de parto prematuro, el nacimiento de bebés con bajo peso, el infarto de miocardio y las dificultades en el control de la diabetes. Por eso, es importante tratar los problemas de las encías lo antes posible.   ¿Cómo se diagnostica la periodontitis? Cuando un paciente acude a nuestra consulta con síntomas de padecer una enfermedad periodontal, se realiza un examen bucodental para determinar si la sufre. En caso de que la periodontitis o piorrea sea diagnosticada, se llevan a cabo una serie de pruebas para valorar en qué fase se encuentra. Para ello, se realizan una radiografía y una prueba de sondaje. La prueba de sondaje consiste en medir con una sonda periodontal la profundidad del sarro alojado en las encías. Si éste es muy profundo, se forman las denominadas bolsas periodontales. Y, con estos resultados, el periodoncista puede valorar el grado de afectación de las encías y la pérdida de hueso que soporta cada diente. Cuanto más grandes sean dichas bolsas, mayor será la profundidad del sarro y más importante será la pérdida ósea.   SONDA PERIODONTAL PARA MEDIR PROFUNDIDAD DE BOLSAS ¿En qué casos se realiza la cirugía periodontal? En los casos en los que la periodontitis está muy avanzada, su cura no se conseguirá únicamente con el tratamiento básico periodontal, que se basa fundamentalmente en el raspado y alisado radicular, conocido popularmente como curetaje. Para combatir la periodontitis, será necesario, además del tratamiento básico periodontal, recurrir a la cirugía. La cirugía periodontal se realiza para tratar las bolsas periodontales profundas(superiores a 6 milímetros) que el tratamiento básico periodontal no es capaz de eliminar. Con la cirugía, el periodoncista puede acceder a las zonas de difícil acceso a las que el raspado y alisado radicular (curetaje) no llega. Para hacer más accesible la zona a tratar, la intervención consiste en separar y levantar el colgajo, que es la mucosa que rodea el hueso del diente. Una vez que el cirujano ha conseguido la suficiente visión sobre el área y ésta es accesible, retira todo el sarro acumulado. Tras haber limpiado y desinfectado la zona, realiza las suturas. Sin embargo, en función de la pérdida ósea que presente el paciente, en ocasiones es necesario recurrir a Emdogain antes de realizar la sutura. Emdogain es un medicamento que ha sido fabricado a base de proteínas biológicas y se inyecta en la superficie de la raíz del diente que padezca la pérdida de hueso. De esta manera, contribuye a la regeneración de los tejidos periodontales. Una vez que se ha inyectado, se procede a dar los puntos para cerrar la herida. Con esto, comenzará el proceso de regeneración de los tejidos.   EMDOGAIN PARA REGENERAR HUESO ¿Qué hacer tras la cirugía periodontal? Una vez que el paciente ha sido intervenido, el cirujano debe proporcionar las indicaciones más adecuadas para cada caso concreto. Éstas, por tanto, son personalizadas para cada paciente. Sin embargo, si quieres hacerte una idea sobre cómo serán los días posteriores a la cirugía periodontal, te ofrecemos las indicaciones generales: Usa un enjuague con clorhexidina durante 2-3 semanas para prevenir el riesgo de infección Usa medicación analgésica o antiinflamatoria si la necesitas, pero consulta con tu odontólogo el medicamento concreto y su dosis Consulta con tu periodoncista cuándo te van a retirar las suturas (habitualmente una semana después de la cirugía). Mientras tanto, utiliza un cepillo de dientes quirúrgico y evita cepillarte en la zona intervenida Vuelve a utilizar tu cepillo de dientes habitual una vez te hayan retirado las suturas Acude a las revisiones programadas por tu periodoncista y lleva a cabo mantenimientos periodontales para evitar que la enfermedad vuelva a aparecer. Si no se establece el control profesional suficiente, es muy posible que se produzca la recidiva Como ya hemos visto, las enfermedades periodontales tienen la capacidad de progresar y de causar daños irreversibles si no son tratadas adecuadamente. Por ello, lo más adecuado es prevenirlas antes de que se presenten. Mantener una higiene bucodental exhaustiva es el mejor remedio ante las enfermedades periodontales. Y, en caso de que advirtamos los síntomas de una gingivitis, se deben es extremar las medidas de higiene y visitar a nuestro odontólogo para que nos revise. Su solución será mucho más rápida, fácil y económica que comenzar cualquier tratamiento contra la periodontitis.

Cultura y curiosidades

Pasta de dientes: ¿cómo sé cuál es mejor para mí?

La higiene dental es clave a la hora de gozar de una buena salud bucal. La labor de los especialistas es indispensable en su deber como transmisores de las correctas rutinas de limpieza oral a los pacientes.Una de las dudas más frecuentes con la que se encuentran nuestras higienistas es acerca de qué pasta de dientes es más adecuada en cada caso. En el presente artículo te contaremos qué tipos de dentífricos puedes hallar en el mercado y cuál es el más apropiado en tu caso.   ¿Qué función tiene la pasta de dientes? Los dentífricos son un componente esencial a la hora de abordar nuestras rutinas de higiene dental. Su función es la de colaborar a limpiar la superficie de nuestros dientes, dejándolos libres de bacterias y restos de comida. De esta manera, nos aseguramos de eliminar de manera correcta la placa bacteriana y de mantener, así, nuestra boca en salud. Tipos de pasta de dientes En la actualidad, existe en el mercado una gran variedad de dentífricos con funciones diferentes publicitados por marcas muy diversas. Pastas de dientes que atacan las principales afecciones dentales Quizá porque es una de las afecciones dentales más comunes, las pastas dentales más conocidas son aquellas destinadas a evitar la formación de caries. ¿Y por qué las marcas aseguran que van a mantener nuestros dientes libres de lesiones cariosas? La respuesta es sencilla: por su alto contenido en flúor. El flúor remineraliza el esmalte de nuestros dientes, reforzándolo ante la amenaza que suponen para la estabilidad del mismo los ácidos que libera la placa bacteriana. El Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de Madrid (COEM) aconseja el empleo de dentífricos que contengan una cantidad de flúor superior a 1.000 partículas por millón para asegurar que su acción resulte efectiva. Pero, además, el mercado oferta una serie de pastas destinadas a aquellos pacientes que tengan otras preocupaciones con respecto a su salud oral. Otra de las afecciones dentales que tienen su incidencia de manera masiva en la población son las enfermedades periodontales: gingivitis y periodontitis. La gingivitis es una afección que cursa con la inflamación y sangrado de las encías y, en caso de no ser tratada a tiempo, deriva en periodontitis. ENFERMEDAD PERIDONTAL   En fases iniciales, la periodontitis daña los tejidos de soporte. Sin embargo, en estados más avanzados, esta afección supone la movilidad de las piezas dentales y, finalmente, la pérdida de las mismas. Las enfermedades periodontales tienen su origen en una higiene dental poco rigurosa. Por ello, los fabricantes han desarrollado pastas anti-sarro. Éstas últimas no son capaces de eliminar el sarro solidificado -esto solo es posible mediante una limpieza dental profesional-, pero sí colaboran a controlar el cúmulo de placa bacteriana. De esta manera, frena la posibilidad de su posterior solidificación y el efecto nocivo que supone para la salud de nuestros dientes y encías. Otro de los dentífricos recomendado para las personas que padecen enfermedades periodontales son aquellos que contienen clorhexidina. Si bien no se recomienda un uso prolongado del mismo, pues propicia la aparición de manchas en los dientes, la clorhexidina actúa como coadyuvante en los procedimientos destinados a abordar enfermedades periodontales.   El flúor remineraliza el esmalte de los dientes y previene la aparición de caries Pastas blanqueadoras La estética dental es una preocupación al alza en los últimos años. Una sonrisa más bonita potencia nuestra autoestima y nos hace parecer más confiables. Por ello, tener unos dientes blancos es un aspecto que valora gran parte de la sociedad actual. En el mercado podemos encontrar una amplia variedad de pastas blanqueadoras que prometen mantener el blanco del esmalte de nuestros dientes y eliminar las manchas que han aparecido en la superficie dental con el paso del tiempo. Sin embargo, debemos tener en cuenta que el único modo de blanquear el tono del esmalte es mediante un blanqueamiento profesional. BLANQUEAMIENTO DENTAL Las pastas blanqueadoras tienen una repercusión muy limitada, y sólo resultan efectivas como apoyo a un tratamiento de blanqueamiento supervisado por un especialista en clínica. Por último, el agente blanqueador empleado en las mismas contiene peróxido de carbamida, un elemento abrasivo que compromete la estabilidad del esmalte dental. ¿Qué pasta debes escoger si tienes sensibilidad dental? En algunas ocasiones, la estructura dental se ve deteriorada a causa de lesiones cariosas o fuertes traumatismos. Es entonces cuando el esmalte queda dañado, dejando expuesta la dentina -estructura interna del diente-. La sensibilidad dental es un dolor agudo que se produce como consecuencia del contacto de la dentina con estímulos externos. Las molestias derivadas de la sensibilidad dental son especialmente habituales ante comidas o bebidas de temperaturas extremas -muy frías o muy calientes-, ácidas o con un alto contenido en azúcar. La sensibilidad dental es muy frecuente entre la población adulta: 7 de cada 10 personas la padecen. Por ello, los especialistas recomiendan el uso de pastas desensibilizantes a aquellos pacientes que se ven afectados por la misma. Estos dentífricos sellan los poros abiertos del esmalte que dejan expuesta la dentina, creando, de esta manera, una barrera protectora y reduciendo la afección de la sensibilidad dental. Y si llevo ortodoncia, ¿hay alguna pasta de dientes indicada para mi caso? Los tratamientos ortodónticos fijos dificultan la higiene dental, pues resulta más complejo acceder a todos los recovecos de la boca. Las pastas indicadas para ortodoncia refuerzan el esmalte y alivian las encías ante la presión que suponen los procedimientos de ortodoncia. ¿Hay pastas especiales para niños? Los padres tienen una labor fundamental a la hora de asegurar la salud bucodental de sus hijos: no sólo deben acudir con ellos a revisión cuando paute el especialista, sino que deben involucrarse lo suficiente como para que los niños entiendan la importancia de mantener unas buenas rutinas de higiene oral. Generalmente, a partir de los dos años de edad el niño es capaz de lavarse los dientes sin tragarse el dentífrico. Es entonces cuando empieza a estar recomendado su uso. Las pastas de dientes para niños contienen flúor, pues resulta útil a la hora de reforzar el esmalte y prevenir la caries dental. Sin embargo, la concentración del mismo debe ser mucho inferior a la empleada en los dentífricos para adultos. En caso contrario, el niño podría padecer fluorosis. La fluorosis es una afección causada por una exposición excesiva

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Quemaduras en la lengua: remedios para aliviar las molestias

¿Alguna vez no has esperado el tiempo suficiente para empezar a comer y te has quemado la lengua? Seguro que, en muchas ocasiones, has experimentado las consecuencias de beber o de comenzar a comer aun a sabiendas de que la comida o bebida elegidas estaban más calientes de lo que podías aguantar.Por ello, sabrás que las quemaduras en la lengua son muy molestas: generan irritación en la zona y merman, de forma temporal, tu capacidad para percibir el sabor de los alimentos. En el presente artículo te contaremos qué remedios te pueden ser útiles cuando tengas la lengua escaldada.   Lesiones en la lengua por quemaduras ¿Cuántas veces te has quemado la lengua porque no tenías tiempo para comer o, simplemente, porque no podías esperar más para saborear una de tus comidas favoritas? ¿O cuántos días a la semana empiezas la jornada laboral bebiendo un café o un té hirviendo? Las quemaduras en la lengua a causa de comidas o bebidas muy calientes son muy frecuentes y, generalmente, suponen lesiones de primer grado. En estos casos, únicamente se ve dañada la capa más superficial de la lengua -también conocida como epitelio-, el paladar o la zona interior de las mejillas. Lo habitual es que la persona padezca inflamación, irritación, hinchazón y dolor en la zona afectada, y bastará con recurrir a unos sencillos remedios caseros para atajar sus molestias. En cambio, en algunas ocasiones la lesión es más severa. Es entonces cuando estamos ante quemaduras de segundo o tercer grado.   CASO DE LENGUA ESCALDADA   Las quemaduras de segundo grado son más profundas. Causan un dolor más agudo, y es frecuente la aparición de pequeñas ampollas en la superficie lingual. Éstas tardan más en sanar, por lo que es habitual sentir las molestias derivadas de la quemazón durante, al menos, un par de semanas. Por último, las quemaduras de tercer grado suponen una afección de las distintas capas de tejidos subyacentes. La lengua puede mostrar una apariencia blanquecina o, por el contrario, una tonalidad más marrón. Sus síntomas pueden variar entre un dolor intenso o, por el contrario -y debido al daño de los nervios-, ser asintomática en un inicio. En caso de lesiones más severas, podría estar indicado un tratamiento antibiótico e, incluso, un injerto de tejido. Si crees que tienes una quemadura que revista cierta gravedad -de segundo o tercer grado-, o si sufres molestias constantes o alguna de las ampollas presentes a causa de la quemazón está supurando, debes acudir de manera inmediata a recibir asistencia médica. ¿Qué consecuencias tiene una quemadura en la boca? Como hemos comentado con anterioridad, las lesiones más leves producen hinchazón, irritación e inflamación en la zona. Estos efectos remitirán transcurridos unos días -habitualmente, en un periodo comprendido entre 3 y 6 días después del accidente-. Además, una quemadura puede provocar el daño de las papilas gustativas, localizadas en la superficie lingual. Por este motivo, es frecuente que veamos disminuida nuestra percepción de los sabores de manera temporal -hasta que los tejidos se regeneren de manera completa-. Por último, a causa de lesiones que no revisten gravedad alguna es habitual acusar cierta sensibilidad en la lengua o molestias derivadas de la ingesta de algún alimento -especialmente ante comidas ácidas, picantes o calientes-. Pero, además, en el caso de las personas que sufren quemaduras de segundo y tercer grado, es más frecuente la afección de procesos infecciosos. Por ello, los especialistas insisten en la importancia de acudir de manera pronta al médico en caso de que suframos lesiones más graves. Las quemaduras en la boca por la ingesta de alimentos demasiado calientes no suelen revestir ninguna gravedad, y las molestias derivadas de las mismas remitirán transcurridos unos días ¿Qué debo hacer si me he quemado la lengua? En primer lugar, debes tener en cuenta que los remedios citados a continuación van dirigidos únicamente a quemaduras que no revisten gravedad alguna -de primer grado-. En ese caso, existen una serie de medidas que pueden ayudarte a reducir las molestias y a acelerar el proceso de curación de los tejidos. Reduce los efectos de irritación de la lengua En primer lugar, nuestra reacción más natural es aplicar frío para reducir la inflamación. Está bien que te enjuagues la boca con agua fría o leche, pero, por el contrario, no es recomendable que apliques hielo directamente sobre la zona. Éste podría quedarse adherido a la lengua, y provocar un efecto inverso al deseado.     REMEDIOS PARA QUEMADURAS EN LA LENGUA Por otra parte, otra de las soluciones más extendidas a la hora de aliviar las molestias en una lengua escaldada es la realización de enjuagues con agua con sal. De esta manera, se favorece la cicatrización de los tejidos. Por último, en caso de molestias un poco más severas, los especialistas también recomiendan el empleo de colutorios o geles con efecto analgésico o la ingesta de ibuprofeno o paracetamol por vía oral. ¿Qué debes comer si tienes la lengua escaldada? En los días siguientes al accidente, debes tener un cuidado especial con la alimentación. Siguiendo una serie de pautas reducirás las molestias en la zona afectada, así como la irritación de la lengua: Evita la ingesta de comidas ácidas, picantes o muy calientes, pues son sustancias que actúan como irritantes de la lengua. Intenta escoger comida que no sea especialmente crujiente como, por ejemplo, biscotes o patatas fritas. Este tipo de alimentos pueden rozar o arañar la superficie quemada, produciendo molestias añadidas. Opta, por el contrario, por comidas frías y fáciles de digerir como, por ejemplo, yogur o cremas suaves. Por último, evita la ingesta de alcohol o el consumo de tabaco. Ambas sustancias aumentan la irritación de la zona. Mantén una higiene bucodental rigurosa La cavidad oral es un espacio lleno de bacterias. Para evitar la posible afección de una infección es imprescindible mantener una higiene bucodental rigurosa. Cepilla tus dientes después de cada comida e incluye la limpieza de la lengua en tus rutinas de higiene oral. Recuerda que debes cepillarte la zona con cuidado, sin ejercer una presión desmedida y empleando para ello un cepillo de cerdas suaves o medias. Por último, puedes recurrir a los

Buenos hábitos

Mal aliento: ¿cuáles son sus causas y cómo combatirlo?

El aliento o aire que expulsamos por la boca al respirar varía de una persona a otra. Aunque cada uno de nosotros puede padecer cierto grado de halitosis de manera ocasional, hay quienes lo sufren durante todo el tiempo. A pesar de que hay personas que no son conscientes de tener mal aliento, la mayoría de las veces somos nosotros mismos los que nos damos cuenta de que padecemos halitosis. Sin embargo, es frecuente que los adultos que lo sufren crean estar únicamente ante un problema social, que disminuye la autoestima y genera dificultades en las relaciones sociales. Por ese motivo, no se atreven a hablar de él y les cuesta incluso pedir ayuda profesional, lo que dificulta la manera de combatirlo. Si bien es cierto que este olor desagradable puede estar motivado por razones muy diversas, lo más habitual es que tenga su origen en una mala higiene de la zona de la boca o en determinadas enfermedades de dientes o encías. Causas de la halitosis En este punto, podemos distinguir dos tipos de halitosis: oral (tiene su origen en la cavidad oral) y extraoral (nace en otro punto de nuestro cuerpo). La primera, que está relacionada con una mala higiene o con problemas bucodentales, es la causante del 90% de los casos de mal aliento. La segunda corresponde únicamente al 10% de los casos y en algunas ocasiones puede ser incluso una manifestación de una determinada patología.   En el 90% de los casos, el mal aliento se origina en la cavidad oral. Solamente en el 10% de los casos, la halitosis procede de otras partes del organismo Causas orales Las causas orales del mal aliento son las siguientes: Acumulación de restos de comida Si no nos cepillamos los dientes después de la comida, se acumulan los restos de comida en la cavidad oral y, con ello, aparecen bacterias en la boca, lengua o dientes Enfermedades periodontales Tanto la gingivitis como la periodontitis pueden causar mal aliento, además de otras complicaciones como retracción de encías, inflamación gingival, sangrado, pérdida de hueso y, por tanto, caída de la pieza dental afectada Absceso dental Es la acumulación de pus debido a una infección Caries Se considera el segundo trastorno de salud más común después del resfriado Uso de prótesis o aparatos de ortodoncia Tanto la placa como los residuos de alimentos se pueden acumular en todo tipo de dentaduras o aparatos que llevemos en la boca. Por esta razón, es imprescindiblelimpiarlos y cepillarse bien los dientes después de cada comida LAVAR LAS PRÓTESIS Y APARATOS DE ORTODONCIA Boca seca (xerostomía) La escasa salivación provocada por la xerostomía fomenta el crecimiento incontrolado de bacterias. Dado que la saliva favorece la limpieza y ayuda a eliminar los malos olores, hay que tener en cuenta que algunas circunstancias o situaciones provocan una menor salivación Ejemplos de esto pueden ser la respiración bucal, el consumo de determinados medicamentos –como antidepresivos-, enfermedades de las glándulas salivales, etc. Para estimular la producción de saliva se recomienda mascar chicle, beber mucho líquido (agua preferiblemente) o masticar bien la comida Faringitis Es la inflamación de la faringe, en la parte posterior de la garganta Consumo elevado de café, alcohol y tabaco Además de estas razones, se pueden subrayar otras situaciones en las que todas las personas podemos producir mal aliento ocasional o repentino. Esto puede ocurrir, entre otros momentos, cuando comemos determinados alimentos como ajo o cebolla crudos, por las mañanas al levantarnos de la cama, después de hacer deporte o de haber hablado durante horas. Sin embargo, este olor desagradable es puntual y desaparece en cuanto nos enjuagamos o después del cepillado.   ALCOHOL, CAFÉ Y TABACO PROVOCAN MAL ALIENTO Causas no orales o extraorales Las causas extraorales del mal aliento son las siguientes: Problemas en el tracto digestivo Puede ser por obstrucción intestinal –en este tipo de casos es característico que el aliento huela a heces- o infecciones en el estómago, por ejemplo Enfermedades sistémicas La halitosis puede manifestar la existencia de determinadas afecciones más o menos graves como pueden ser la diabetes mellitus, las enfermedades pulmonares, renales o hepáticas así como los problemas gastrointestinales Infecciones en la zona de la nariz como consecuencia de un virus o bacteria Ejemplos de estas infecciones pueden ser la sinusitis -inflamación de los senos paranasales- o la rinitis -inflamación de la mucosa nasal- Extrema tu higiene Si después de haber extremado tu higiene bucodental, no has eliminado el mal aliento acude a tu dentista Remedios para quitar la halitosis En función del motivo que provoque el mal olor, será necesario consultar con un especialista médico u otro. Por ejemplo, si nos encontramos ante una causa de origen oral, como sucede en el 90% de los casos, debemos buscar la solución en nuestro dentista de confianza. Debido a que muchas personas padecen halitosis debido a una falta de higiene bucodental, te damos una serie de remedios para combatir la halitosis. Cepíllate los dientes después de cada comida Una vez que nos hemos cepillado los dientes, debemos utilizar seda dental -para los espacios interdentales pequeños- o cepillos interproximales -para los espacios más grandes-, un limpiador lingual y enjuague bucal. Existe mucha variedad de productos y marcas comerciales, por lo que lo ideal es probar cuál te gusta más, así como pedir consejo a la Dra. Sánchez.   CEPILLADO DEBE INCLUIR SEDA, RASCADOR LINGUAL Y ENJUAGUE Acude periódicamente a la consulta del dentista Lo ideal es que visitemos la consulta del dentista dos veces al año, es decir, cada seis meses. De esta manera, el odontólogo podría advertir la existencia de una enfermedad periodontal, o cualquier otro tipo de afección oral, de manera temprana. Y, con ello, podría establecer, en el caso de que fuera necesario, un tratamiento lo antes posible para que el pronóstico fuera más favorable. Visita regularmente al higienista Nuestra recomendación es que acudas a realizarte una limpieza bucodental una o dos veces al año. Dado que la periodicidad depende de cada caso concreto, el higienista es el profesional que podrá determinar la frecuencia con la que debes someterte a la limpieza. Dicho profesional eliminará la placa que haya en tu boca y, de esta manera, evitará el desarrollo de bacterias que provocan caries o enfermedad periodontal. Si te han parecido demasiadas las veces que te hemos recomendado acudir al dentista e higienista, puedes intentar que ambas visitas coincidan. Por ejemplo, en nuestra clínica dental, la higiene es muy completa. Tiene una duración de 50 minutos e incluye una revisión en la que el odontólogo revisa el

Cultura y curiosidades

Xilitol: ¿tu aliado contra la caries?

La caries es una de las afecciones bucales más comunes, y su incidencia provoca un daño en la estructura dentaria que, en caso de no ser tratado a tiempo, pueden terminar comprometiendo la estabilidad de la pieza dentaria.La caries es una afección de origen multifactorial, y una de sus causas es una dieta con alto contenido en azúcares. El xilitol es un edulcorante que se presenta como alternativa al azúcar, pero ¿de dónde proviene el xilitol y qué beneficios puede tener sobre tu salud dental?   El azúcar: un peligro para tu salud El azúcar es una sustancia que, de forma natural, se encuentra entre los componentes de muchos alimentos recomendados para mantener una dieta equilibrada. Un ejemplo de ello son algunas frutas y verduras como, por ejemplo, las naranjas -fuente de vitamina C- o el plátano -rico, por ejemplo, en potasio-. Sin embargo, es el azúcar de los alimentos procesados tales como refrescos, gominolas o zumos concentrados el que no es beneficioso para nuestra salud. Una dieta con un alto contenido en azúcares está asociada a enfermedades tales como la diabetes o la obesidad, pero, a su vez, tiene también graves consecuencias para la salud de nuestros dientes. Perjuicios del azúcar para tu salud bucodental El azúcar, junto con una higiene bucodental poco eficiente, está considerado como la principal causa de la caries dental. Las lesiones cariosas se producen como consecuencia del daño del esmalte dental, debido a la acción de un cúmulo de placa bacteriana que no ha sido removido de manera eficiente. La denominada placa cariogénica se conforma de una serie de bacterias que, una vez han metabolizado los azúcares de los alimentos, liberan ácidos que atacan la estructura dentaria. Estos ácidos dañan, por tanto, el esmalte y son el origen de la afección de caries dentales. El azúcar, por tanto, hace de la boca un medio ácido y favorece la acumulación de placa bacteriana. Por este motivo, los especialistas inciden en la importancia de reducir los niveles de ingesta del mismo.   CARIES DENTAL Una de las sustancias que se postulan como sustituto de la misma es el xilitol. ¿Qué es el xilitol? El xilitol es un polialcohol -alcohol de azúcar- que se extrae de ciertos vegetales o plantas como, por ejemplo, la corteza de abedul o del xilano, una fibra vegetal. Además, se encuentra de manera natural en pequeñas dosis en algunas frutas y verduras tales como los arándonos, las fresas o la coliflor. Se trata de un edulcorante con un sabor muy similar al del azúcar que se emplea como sustituto del mismo. Es habitual encontrarlo dulces industriales o helados, entre otros. La diferencia entre ambos radica en que, por el contrario, el xilitol no es perjudicial para la salud dental. Xilitol: el edulcorante que protege tus dientes de la caries La Organización Mundial de la Salud (OMS) califica el xilitol como una sustancia segura. A partir de la década de los 60, ha sido empleado en terapias post-quirúrgicas en pacientes que presentan quemaduras e incorporado a la dieta de personas con diabetes -su índice glucémico es de 7-. Pero, a su vez, se emplea como edulcorante de productos cuyo objetivo es mejorar la salud bucal. El xilitol se descompone de una forma diferente al azúcar, ayudando a mantener el pH de la boca neutro. De esta manera, no solo evita el daño del esmalte -al no crear de la boca un medio ácido-, sino que también evita que las bacterias se reproduzcan. Por este motivo, podemos afirmar que el xilitol, además de aminorar el daño del esmalte dental por lesiones cariosas, frena la aparición de los mismos. Pero, además, tiene otros beneficios para nuestra salud bucodental. Por un lado, nos ayuda a segregar unos niveles de saliva adecuados. Gracias al aumento del flujo salival se regula el pH de la boca, controlando el nivel de ácidos en la cavidad oral y evitando la desmineralización del esmalte de nuestras piezas dentales. Por otro lado, al frenar la adherencia de las bacterias a nuestros dientes y encías, previene también la afección de enfermedades periodontales -gingivitis y periodontitis-. Por último, frena la incidencia de la candidiasis oral. Esta afección está causada por la proliferación del hongo cándida, presente en la flora de la boca. Generalmente, su proliferación se encuentra controlada por la acción del sistema inmunitario, por lo que la candidiasis suele afectar a personas que, por una causa u otra, presentan una debilitación del este sistema. El xilitol frena la proliferación de este hongo, reduciendo el riesgo de padecer candidiasis oral. CANDIDIASIS ORAL ¿Qué productos contienen xilitol? Incorporar el xilitol a nuestra dieta es sencillo: una gran cantidad de dulces o chicles albergan cierta cantidad de esta sustancia entre sus componentes. Un ejemplo de ello serían distintos dulces, helados o snacks. Empleado como edulcorante, éste no afecta a los niveles de insulina y, de forma muy leve, a los niveles de azúcar en sangre. Por ello, está recomendado su uso entre personas diabéticas. Pero, además, dado su poder anticariogénico, en el mercado existen productos para mejorar la salud dental. Entre ellos, podemos distinguir pastas de dientes anticaries o colutorios con el mismo objetivo. Además de su uso en odontología, el xilitol se emplea como componente en otros medicamentos tales como pastillas para la tos o suplementos vitamínicos. ¿Qué contraindicaciones tiene el xilitol? Como hemos comentado con anterioridad, el xilitol tiene múltiples beneficios para la salud dental, y su uso está recomendado entre personas que padecen, por ejemplo, diabetes. Sin embargo, su consumo también tiene ciertas contraindicaciones. En caso de ser ingerido de forma rápida y en grandes dosis, tiene un efecto laxante en las personas. Entonces, ¿tomando xilitol mantendré mi boca libre de caries? El xilitol es una sustancia que ayuda a evitar la formación de caries, pero con su acción no es suficiente. Si quieres gozar de una salud bucodental completa y mantener tus dientes libres de caries, debes respetar las siguientes pautas: Cepíllate los dientes después de cada comida para eliminar las bacterias y los restos de comida presentes en tus dientes y encías. Cambia el cepillo de dientes cuando observes que las cerdas están desgastadas -cada 3 meses, aproximadamente-. CEPILLO DE DIENTES DESGASTADO

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Causas y remedios para aliviar el dolor de encías

El dolor de encías –normalmente unido a una inflamación y/o sangrado de las mismas- es una patología muy común entre la población en general, aunque especialmente en personas de entre 30 y 50 años. Puede aparecer como un dolor puntual asociado a una herida o un traumatismo, pero aquel dolor de encías que persiste en el tiempo y que se presenta de manera muy localizada es el más preocupante, dado que puede ser síntoma de una enfermedad periodontal. Causas principales del dolor de encías Las causas más comunes del dolor de encía suelen ser las enfermedades periodontales, que como procesos infecciosos causados por las bacterias que se alojan en nuestra boca, provocan la inflamación e irritación de las encías y por tanto, molestias en las mismas. Existen dos estadios de enfermedad periodontal que provocan dolor de las encías. Los describimos a continuación: Gingivitis Es la enfermedad periodontal provocada por la acumulación de placa bacteriana y que ocasiona inflamación, enrojecimiento y sangrado de la zona gingival. El principal factor por el que se origina es la mala higiene dental: no cepillarse correctamente, o hacerlo de forma agresiva, no utilizar hilo dental… Todo ello favorece la aparición de gingivitis. Periodontitis Se trata del estadio avanzado de la gingivitis, donde las bacterias han afectado no sólo a los tejidos blandos, sino también al hueso maxilar, poniendo en riesgo el sustento de los dientes. Este tipo de infección provoca síntomas como mal aliento, enrojecimiento o sangrado de encías, inflamación gingival, dolor, y movimiento de los dientes.   GINGIVITIS Tanto en el caso de la gingivitis como en el de la periodontitis crónica, el dolor de encías, aunque muy localizado, no suele presentarse de forma permanente. De hecho, lo más frecuente es que surja durante el cepillado o cuando comemos algo. De cualquiera de las maneras, el tratamiento para frenar la gingivitis y que no derive en una periodontitis es una limpieza profesional. Gracias a ella se eliminará la placa bacteriana acumulada y las encías irán desinflamándose hasta que, finalmente, remita el dolor gingival. Otros motivos por los que duelen las encías Además de las enfermedades periodontales como la gingivitis y periodontitis, existen otras causas por las que las encías pueden llegar a doler. Estas son algunas de ellas: Después de una profilaxis: después de una limpieza profesional donde el higienista tiene que raspar la zona de las encías para eliminar la placa bacteriana, es normal que las encías se inflamen y duelan. Tras un tratamiento de blanqueamiento dental: los productos que se utilizan durante una sesión de blanqueamiento dental pueden provocar sensibilidad dental. Cuando esto ocurre, el paciente siente un dolor localizado e intenso al contacto con alimentos o bebidas muy frías o calientes. Sin embargo, las molestias deberían desaparecer al separar los dientes y encías del estímulo externo. Cambios hormonales: aunque la gingivitis gestacional es de conocimiento general, el dolor de encías no va asociado únicamente al embarazo, sino a todos los cambios hormonales que sufren las mujeres. Por ejemplo, después del parto, antes de la menstruación… GINGIVITIS DURANTE EL EMBARAZO Después de la colocación de un implante: la intervención para la colocación de un implante es bastante invasiva por lo que es habitual que los días posteriores a la cirugía se sienta dolor en las encías cercanas al implante dental. Tras la extracción de un diente: es completamente normal sentir dolor en las encías que se encuentran alrededor del diente extraído. La exodoncia habrá producido una inflamación en las mismas y hasta que ésta remita pueden padecerse dolores. Después de someterse a una endodoncia: al igual que en los casos anteriores, al intervenir quirúrgicamente un diente, que en este caso ha sufrido una endodoncia, las encías que le rodean se ven afectadas por la manipulación realizada por el profesional y por lo tanto, pueden sufrir dolor e hinchazón de la zona gingival cercana. Encías retraídas: hay ocasiones en la que la retracción de encías se debe a un cepillado fuerte, en lugar de a una enfermedad periodontal. Cuando las encías retroceden hasta dejar la raíz del diente al descubierto, es posible sentir un fuerte dolor que irá asociado a la exposición del nervio ante estímulos externos. Diabetes: son muchos los estudios que demuestran la relación directa que existe entre esta patología y las enfermedades periodontales. Y ello se explica debido a que las personas que padecen  diabetes mellitus de tipo 2 sufren unas alteraciones en sus vasos sanguíneos que pueden impedir la adecuada circulación de la sangre en las encías. Dichos problemas circulatorios provocan inflamación y dolor en las mismas. Anemia: la falta de vitaminas propia de personas que padecen anemia también puede provocar problemas en la cavidad oral. Bruxismo: las personas bruxistas suelen padecer dolores de dientes y encías debido a la fricción que producen al rechinar los dientes. La dentición en bebés: se trata de una de las causas más comunes del dolor de encías en bebés. A partir de los 6 u 8 meses de edad los niños empiezan a sentir las encías inflamadas y sensibles. Sin embargo, esto es una consecuencia natural de su desarrollo. DENTICIÓN EN BEBÉS El uso de prótesis: sin una correcta higiene, es frecuente que se acumulen restos de comida entre la prótesis, por lo que puede producirse una inflamación por sarro. La toma de determinados medicamentos: algunos fármacos también pueden provocar que las encías se inflamen y duelan. El uso de ortodoncia: aparatos de ortodoncia como los brackets dificultan la limpieza dental y, por tanto, pueden favorecer la aparición de gingivitis por acumulación de sarro. El hábito de fumar: fumar aumenta la acumulación de la placa bacteriana, lo que hace que se desarrollen enfermedades periodontales con mayor facilidad. Dientes mal alineados: cuando existen malposiciones en los dientes es más común que se acumule el sarro alrededor de las piezas dentales. Si no se practica una buena higiene dental, esta situación puede derivar en una posible gingivitis. Dado que el dolor de encías puede deberse a algunas enfermedades que pueden llegar a ser graves (especialmente en el caso de la periodontitis) es importante determinar cuál de las anteriores puede ser la causa subyacente para poder así aplicar el tratamiento adecuado para la misma. Remedios para aliviar el dolor de encías Una vez que hemos diagnosticado dónde está nuestro problema, es momento de buscar la solución para calmar el dolor de encías. Cuando se trata de un dolor puntual no asociado a una patología

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Absceso dental: ¿cuáles son sus causas y qué tratamiento es el más adecuado?

El absceso dental responde a la infección del tejido blando que supone un dolor agudo para el paciente que la padece.En el presente artículo te contaremos cuáles son las posibles causas de su aparición, qué consecuencias tiene para tu salud bucodental y cuáles son los tratamientos más adecuados para abordarlos.   Definición: ¿qué es un absceso periapical? Un absceso dental es una acumulación localizada de pus a causa de una infección bacteriana. El absceso periapical se diferencia con respecto al absceso periodontal por su localización: el primero afecta al ápice -punta de la raíz- de la pieza dental, mientras que, por el contrario, el segundo tiene su incidencia en las encías, en el área colindante a las raíces de los dientes. Síntomas del absceso periapical Los abscesos periapicales presentan una serie de síntomas inequívocos que, si bien empiezan a manifestarse de forma más leve, van agravándose con el tiempo. Los principales signos de los abscesos dentales son los siguientes: Dolor agudo en la zona. Aparición de un bulto o fístula en el área próxima a la zona en la que se localiza la infección que, en ocasiones, puede suponer la supuración de pus. Mal sabor de boca, especialmente amargo. Inflamación e hinchazón de las encías. Estado febril. Inflamación del área colindante a la pieza dental afectada: cara, mejillas o ganglios linfáticos. Sensación de sensibilidad a temperaturas extremas, sobre todo con la ingesta de alimentos demasiado fríos o calientes, o en el momento en el que se ejerce cierta presión sobre la pieza dental -sobre todo, a la hora de masticar o morder-. En caso de que el absceso no sea tratado a tiempo, la infección irradia al hueso maxilar. Si bien las molestias se reducen, la infección no ha remitido y el tratamiento continúa resultando igual de necesario. Frenar el proceso infeccioso es indispensable. En caso contrario, la infección podría extenderse a otras áreas del cuerpo. ESTRUCTURA DENTARIA ¿Cuáles son las causas del absceso dental? Una caries que no ha sido tratada a tiempo, un fuerte traumatismo, fractura de la pieza dental e incluso la enfermedad periodontal se postulan como las principales causas de los abscesos dentales. Absceso dental a causa de una caries dental o de un fuerte traumatismo Una caries extensa supone el daño de la estructura del diente. En casos de lesiones cariosas muy avanzadas o de traumatismos muy fuertes, las bacterias pueden llegar a alcanzar la pulpa -o nervio dental-. En este caso se produce una infección que se extiende hasta la raíz del diente, causando una inflamación de los tejidos internos del mismo. Una caries que no ha sido tratada a tiempo o un diento enfermo son las principales causas de la aparición de abscesos periapicales o dento-alveolares. Absceso dental a causa de la enfermedad periodontal Las enfermedades periodontales son afecciones que cursan con la inflamación y sangrado reversible de las encías -gingivitis- y, en caso de no ser tratadas a tiempo, derivan en una periodontitis. La periodontitis es una enfermedad crónica que comienza con la infección de los tejidos de soporte y, en caso de no ser abordada, continúa con la movilidad dental y, finalmente, puede llegar a suponer con la pérdida de las piezas. La enfermedad periodontal compromete la estabilidad de las encías, suponiendo una recesión de las mismas. En los casos más avanzados, se forman unas bolsas periodontales -surco que surge entre la pieza dental y la encía-, propiciando un hábitat perfecto para las colonias de bacterias presentes en la boca. PERIODONTITIS COMO CAUSA DE UN ABSCESO La enfermedad periodontal es la principal causa de los abscesos del periodonto. Factores de riesgo Una vez esclarecidas sus causas, podemos entender que existen ciertas condiciones que suponen una mayor propensión a padecer la afección de un absceso dental: Una higiene bucodental poco rigurosa, que favorece la aparición de lesiones cariosas o enfermedades periodontales. Una dieta poco equilibrada con alto contenido en azúcares. Enfermedades que suponen una debilitación del sistema inmunológico como, por ejemplo, la diabetes. Por lo tanto, entendiendo estos factores de riesgo, los especialistas recomiendan una serie de pautas que pueden ayudar a prevenir la formación de un absceso dental. Entre ellas, destacan las siguientes: Cuida la higiene de tu boca. Recuerda la importancia de cepillarte los dientes después de cada comida para eliminar de manera efectiva la placa bacteriana. Haz uso de elementos complementarios de higiene tales como el hilo dental o los cepillos interproximales. Solo así lograrás una limpieza oral completa. Mantén una dieta equilibrada y bebe una cantidad de agua aceptable. Así mantendrás los niveles de segregación de saliva adecuados. Acude a tus revisiones con el especialista para que verifique el buen estado de tus dientes y encías. Una caries extensa, un fuerte traumatismo o las enfermedades periodontales son las principales causas de los abscesos dentales. ¿Cómo se realiza el diagnóstico de un absceso dental? Ante los síntomas descritos, resulta de vital importancia una pronta visita al especialista. De esta manera, se podrá atajar de manera debida la infección y ésta no comportará mayores complicaciones. Para realizar un diagnóstico adecuado, el especialista examinará el tejido y la pieza afectados, y realizará una serie de radiografías para localizar el absceso y discernir el alcance de la infección. Te interesará »  Si es tan importante para nuestra higiene, ¿por qué no usamos nunca el hilo dental? Además, en algunas ocasiones el tratamiento antibiótico no resulta efectivo. En ese caso, está recomendada la realización de una serie de pruebas que detecten qué tipos de bacterias están afectando la zona. De esta manera, el odontólogo podrá cambiar la medicación y pautar un tratamiento adecuado. ¿Qué tratamiento es el más adecuado para el absceso dental? Los especialistas que bordan un caso de absceso dental tienen dos objetivos fundamentales: erradicar el proceso infeccioso y conservar la pieza dental afectada en boca. Para atajar la infección, el odontólogo prescribirá un tratamiento antibiótico. Frenando el proceso infeccioso, se evitan complicaciones posteriores de mayor envergadura. El tratamiento a base de antibióticos es más frecuente en aquellos casos en los que la infección se haya extendido a otras zonas más allá del absceso, o cuando el mismo afecta a personas con un sistema inmunológico debilitado. Con el fin de preservar la pieza en boca, está recomendada la realización de una endodoncia. Eliminando el tejido infectado y sellando

Cultura y curiosidades

Anestesia dental: ¿Qué tipos hay y en qué tratamientos se utiliza?

La anestesia es una técnica imprescindible que se utiliza a diario tanto en Medicina como en el caso concreto que nos ocupa a nosotros, es decir, en el campo de la Odontología. Y es que la anestesia dental permite llevar a cabo procedimientos que, de otra manera, no podríamos realizar. O que, en el caso de hacerlos, causarían un dolor casi imposible de sobrellevar para el paciente.   ¿Qué es la anestesia dental? Por anestesia dental entendemos aquella que tiene como objetivo eliminar la sensibilidad de una zona concreta de nuestro cuerpo: la boca. De esta manera, los dentistas podemos realizar cualquier tratamiento que el paciente necesite de manera indolora y cómoda para él. Una vez que hemos definido qué es la anestesia dental, vamos a profundizar más sobre ella, detallando en qué tipo de tratamientos se utiliza. Asimismo, vamos a explicar otras técnicas similares a las que los pacientes también pueden referirse cuando hablan de anestesia dental. Tipos de anestesia bucal En este punto vamos a detallar las diferentes técnicas anestésicas que existen actualmente. Todas ellas las utilizamos en nuestra clínica dental. Sin embargo, ten en cuenta que no todas las consultas odontológicas pueden llevarlas a cabo -por el equipamiento que requieren o por la especialización que necesitan los profesionales-. Por ello, si estás interesado en alguna técnica en concreto te recomendamos que preguntes de antemano si cuentan con ella en la clínica a la que vas a acudir. Anestesia local La anestesia local es la técnica más utilizada para eliminar la sensibilidad de la boca. Esto se debe a que puede aplicarse en cualquier tratamiento que genere dolor o molestias al paciente. Ejemplos de dichos tratamientos serían los empastes dentales, las endodoncias, los implantes, las carillas o las extracciones de dientes.   CARILLAS DENTALES DE PORCELANA   Sin embargo, aunque no sea lo habitual, el odontólogo también puede aplicar anestesia local en una higiene dental. Esto se hace en los casos en los que el paciente cuenta con mucha placa dental y la retirada de ésta resulta excesivamente molesta. Para que esto no suceda, a nuestros pacientes les recomendamos acudir cada año a la clínica para que las higienistas les realicen una limpieza profesional. Spray, crema o gel anestésico Los geles, cremas o sprays anestésicos se utilizan para adormecer la zona en la que se va a aplicar la anestesia local. Te interesará »  Técnica de Bass: ¿cómo debes cepillarte los dientes? Por tanto, son de uso tópico y sirven para evitar el dolor propio del “pinchazo” de la aguja con la que se aplica la anestesia local. Al tener un efecto muy leve y limitado, estos geles, cremas o sprays no se utilizan por sí solos en los tratamientos mencionados en el punto anterior (empastes, endodoncias, implantes, carillas o extracciones). Es decir, solamente los utilizamos para aplicar posteriormente la anestesia local. Sedación leve La sedación leve es una técnica que consiste en la aplicación de óxido nitroso mediante una mascarilla. Por tanto, al ser inhalada -en lugar de inyectable- evita usar una aguja y “pinchar” al paciente. La sedación leve permite al paciente permanecer consciente mientras dura el tratamiento y se utiliza frecuentemente en la especialidad de Periodoncia, concretamente en los mantenimientos periodontales. El motivo por el que se usa en este tipo de procedimientos es porque en ellos se experimentan más molestias que con una simple limpieza profesional. Sin embargo, dicho dolor es más llevadero que el que ocasionan los tratamientos mencionados en los puntos anteriores. Por ello, no es necesario aplicar anestesia local. Sedación consciente De todas las técnicas que estamos tratando, la sedación consciente es la que se utiliza con menos frecuencia en las clínicas dentales. Aunque en nuestra clínica dental contamos con sedación consciente, no es lo habitual ya que es necesario tener un gabinete equipado para ello, así como un médico anestesista. La sedación consciente se puede aplicar en cualquier tratamiento dental. Sin embargo, lo más frecuente es utilizarla en las cirugías de implantes. En este punto, es conveniente destacar que la sedación consciente no es una técnica anestésica como tal, sino que se lleva a cabo cuando los pacientes sienten miedo o ansiedad ante el procedimiento quirúrgico. Por tanto, la sedación consciente se utiliza siempre junto con la anestesia local. De hecho, en las personas que se van a someter a una cirugía de implantes y no sienten miedo o ansiedad se utiliza únicamente anestesia local. Anestesia general Por último, la anestesia general no es una técnica que se lleve a cabo en la consulta del dentista. Es decir, se puede utilizar en intervenciones quirúrgicas orales -como pueden ser la cirugía ortognática, los implantes dentales o la extracción de las muelas del juicio-. Sin embargo, su utilización corresponde al entorno hospitalario. Por norma general, podemos decir que la anestesia local se utiliza en todos los tratamientos dentales, excepto en los de ortodoncia y blanqueamiento ¿En qué tratamientos se aplica anestesia dental? Como ya hemos visto en el apartado anterior, por anestesia bucal se pueden entender diversos términos. Por tanto, dependiendo de qué entendamos por anestesia dental, podemos decir que es conveniente utilizarla en unos tratamientos u otros. A todos ellos hemos hecho referencia en el apartado anterior, incluyendo las diferentes combinaciones que se pueden llevar a cabo, como ocurre con la sedación consciente y la anestesia local en la especialidad de Implantología. Pero, además de esto, a modo de resumen podemos decir que la anestesia dental se puede aplicar en cualquier tratamiento que genere dolor, molestias o incomodidad al paciente.   GABINETE EQUIPADO CON SEDACIÓN CONSCIENTE Técnicas diferentes Aunque el dentista te pueda explicar los distintos tipos de anestesia y sedación, te recomendamos que sepas, a grandes rasgos, en qué se diferencia cada una de ellas ¿Cuándo no se utiliza ninguna técnica anestésica? Una vez que hemos hecho referencia a los tratamientos en los que se usa anestesia, podemos decir que hay otros en los que no es necesario hacerlo. Por ejemplo, la anestesia no se utiliza en tratamientos de ortodoncia o blanqueamiento dental. Como no podía ser de otra manera, si no se recurre a ella es porque durante esos procedimientos el paciente simplemente siente unas molestias o incomodidades mínimas, que pueden ser perfectamente sobrellevadas. Una vez realizada esta diferenciación sobre los diferentes métodos anestésicos y de sedación, esperamos haberte ayudado a distinguirlos. En cualquier caso, puedes consultarnos todas tus dudas poniéndote en contacto con nosotros o acudiendo a una primera consulta gratuita.

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