¿Qué es la pericoronaritis?
También conocida como pericoronitis, la pericoronaritis es la infección de los tejidos blandos que rodean un diente cuando éste, en su proceso eruptivo, queda parcialmente cubierto por los mismos.
Este proceso infeccioso suele desarrollarse generalmente durante la erupción de las muelas del juicio –cordales-, aunque también puede ser habitual también en niños de edad temprana con la erupción del primer molar.
Por este motivo podemos afirmar que es más común entre personas, sin distinción de sexo –afecta por igual a hombres y mujeres- con edades comprendidas entre los 20 y los 30 años.
¿A qué se debe la pericoronaritis?
La pericoronaritis es una inflamación aguda de parte de la encía que se supone especialmente común si se reúnen una serie de circunstancias:
- Es más frecuente en aquellos casos en los que la erupción no se puede dar de manera habitual. Es decir, cuando la misma se ve dificultada por la falta de espacio en las arcadas dentales y la pieza dental queda parcialmente cubierta por el tejido periodontal.
- En este caso, el proceso infeccioso se ve favorecido por la inserción de bacterias entre la corona del molar y la encía que lo recubre de manera parcial. Las condiciones de calor y humedad suponen que sea el hábitat más favorable para la proliferación de colonias de las mismas.
Síntomas de la pericoronaritis
La pericoronaritis presenta una serie de síntomas que se van manifestando de manera gradual. Generalmente, se inicia con cierto dolor en la mandíbula que, progresivamente, puede ir irradiando a otras partes del cuerpo.
Sin embargo, este proceso infeccioso no se manifiesta únicamente en forma de molestias, sino que presenta un amplio abanico de signos:
- Inflamación y rojez del tejido blando –encía- que cubre la parte no visible de la corona del molar.
- Infección de la zona adyacente al diente que está erupcionando. Una de las manifestaciones más claras de la existencia de una infección en la cavidad oral es el mal olor del aliento –halitosis-.
- Dolor, en un inicio localizado en la articulación temporomandibular que puede irradiar, posteriormente, a otros órganos como, por ejemplo, el oído.
Este dolor puede generar molestias tanto en el habla como a la hora de masticar, tragar o abrir la boca con normalidad.
En algunos casos, estos episodios de dolor pueden venir acompañados de una sensación de malestar general, siendo comunes los estados febriles –propios de una infección-.
En algunas ocasiones, la pericoronaritis puede generar complicaciones mayores tales como:
- Extensión de la inflamación a los ganglios localizados en la parte inferior de la mandíbula.
- En los casos más severos, resulta posible la formación de un absceso, tanto en la zona próxima al diente en erupción como en el área superior de la garganta –faringe-.
- A largo plazo, la pericoronaritis puede derivar en diversas problemáticas tales como enfermedades periodontales –gingivitis y periodontitis-, problemas de garganta –faringitis, amigdalitis- o problemas digestivos.
Tratamiento de la pericoronaritis
Ante la sospecha de estar padeciendo los síntomas típicos –anteriormente descritos- de esta afección, lo ideal es realizar una visita a la consulta del especialista.
El odontólogo valorará el caso y determinará el grado de inflamación de las encías y la gravedad de la infección. De esta manera, establecerá un tratamiento idóneo para el caso.
Generalmente, esta valoración irá acompañada de una limpieza profesional y drenaje de la zona afectada. De esta forma, nos aseguraremos de que esta parte de la boca queda limpia de restos de comida que, en un futuro, puedan empeorar el diagnóstico o generar nuevas infecciones.
Por su parte, el paciente deberá extremar las precauciones de higiene oral: un cepillado exhaustivo pero cuidadoso después de cada comida así como la realización de enjuagues con colutorios que contengan clorhexidina o soluciones salinas, son esenciales para bajar la inflamación de la zona.
En casos más agudos, el especialista podrá pautar la ingesta de antibióticos o antiinflamatorios, así como de analgésicos para paliar las molestias derivadas de la pericoronaritis.
Una vez ha mejorado la inflamación o ha remitido la infección de la zona, el odontólogo valorará la necesidad de eliminar el tejido que cubre de forma parcial la muela en erupción. Se trata de una cirugía menor, muy sencilla, que previene de futuras infecciones y erradica el riesgo de padecer traumatismos en las encías con otras piezas dentales.
Por último, en aquellos casos en los que los molares no pueden erupcionar sin complicaciones debidas a la falta de espacio, estará recomendada su extracción.
De esta manera, se evitarán futuras complicaciones de tales como infecciones o problemas de maloclusión derivados de su erupción.
¿Se puede prevenir la pericoronaritis?
Aquellas personas que posean un alto índice de placa bacteriana son más susceptibles de sufrir este tipo de proceso infeccioso. Por ello, los especialistas insisten en la importancia de la minuciosidad de nuestras rutinas de higiene oral.
De esta manera, eliminaremos de manera eficaz los restos de comida que se alojan en nuestros dientes y encías y evitaremos la afección de la pericoronaritis.
La pericoronaritis es un proceso infeccioso que, en caso de no ser tratado, puede derivar en abscesos u otras afecciones tales como enfermedades periodontales. Además, el dolor inicialmente localizado en la boca puede irradiar en otras partes del cuerpo como, por ejemplo, el oído.
Por ello, te recomendamos que, ante la presencia de los síntomas anteriormente descritos en el momento de erupción de un molar, acudas al especialista para que sea éste quien valore tu caso y determine si existe o no un proceso de infección.
En caso de que tengas alguna duda al respecto o quieras concertar una cita con nuestros especialistas, te invitamos a ponerte en contacto con nosotros a través de nuestra página web, o bien llamando al 91 599 64 39.