En la rutina diaria sometemos nuestro cuerpo a grandes niveles de estrés que afectan a nuestra salud. No solamente mente y partes del cuerpo se ven afectadas, también nuestra salud bucal se resiente del estrés diario.
El estrés se define según los expertos como una respuesta del cuerpo a situaciones o hábitos negativos para la salud. Así, el estrés se divide en cuatro categorías distintas:
- Euestrés. Es un tipo de estrés positivo, que motiva a la persona para que termine de realizar la tarea que está haciendo.
- Distrés. Es un estrés negativo que se manifiesta mediante el miedo, la frustración e incluso la ira.
- Hipoestrés. También se trata de un estrés negativo que en este caso produce desesperación.
- Hiperestrés. Es el resultado de un sobreesfuerzo por la persona, puede dar lugar a otros problemas de salud
Diversos estudios han demostrado la relación entre estrés y salud bucal. Esto se debe a que en situaciones de estrés las personas tienden a abandonar los hábitos saludables para sustituirlos por hábitos perjudiciales que calman la sensación de estrés temporalmente. Así, se retoman hábitos como el tabaquismo, consumir alcohol o comer más alimentos azucarados. Esto favorece la acumulación de biofilm oral o placa bacteriana, que puede provocar el sangrado o llagas en la boca e incluso terminar en enfermedades en las encías.
Problemas bucales por estrés
El estrés aumenta la hormona cortisol, que puede provocar enfermedades periodontales y otras complicaciones en la boca.
- Irritaciones bucales. Son diferentes tipos de erupciones en la boca a causa de bacterias y virus. Hay cuatro tipos: aftas, candidiasis, herpes labial y leucoplasia.
- Bruxismo. Consiste en el hábito por parte de algunos pacientes de rechinar o apretar los dientes.
- Xerostomía. También conocida como el síndrome de la boca seca, consiste en una sensación constante de sequedad bucal provocada por la producción insuficiente de saliva.
- Gingivitis y periodontitis. La gingivitis es una enfermedad en la encía que se caracteriza por su inflamación y sangrado, que se puede tratar con ayuda profesional. La periodontitis es la evolución de una gingivitis sin tratar, que en muchos casos es irreversible y puede provocar la pérdida de alguna pieza dental.
Para evitar todas estas patologías bucales es importante saber afrontar los periodos estrés y no dejar que nos sobrepasen. Existen diversas técnicas de relajación y meditación para conseguirlo. Además es fundamental una buena higiene bucodental basada en el cepillado diario, el uso del enjuague bucal y el hilo dental. De este modo superaremos los periodos de estrés sin que tenga grandes consecuencias en nuestra salud bucal.