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traumatismo

Estética dental

Tengo un diente amarillo, ¿cómo puedo blanquearlo?

Cuando nos fijamos en alguien, la sonrisa –y los dientes– centran gran parte de la atención que depositamos en el rostro. Por ello, su apariencia juega un papel muy importante. Además de una forma, tamaño y posición indeseados, hay un aspecto estético que preocupa a nuestros pacientes especialmente: el color. Cuando acuden a nuestra consulta interesados en conseguir unos dientes más blancos, tienen claro que uno de los tratamientos que pueden ayudarles a acabar con este complejo es el blanqueamiento dental. Sin embargo, lo que muchos desconocen es que además del blanqueamiento externo tradicional que todos conocemos, existe el blanqueamiento interno. ¿Qué es el blanqueamiento dental interno? El blanqueamiento interno es un tratamiento que se lleva a cabo únicamente en dientes que han sido previamente sometidos a una endodoncia o, lo que es lo mismo, no vitales. Este procedimiento permite devolver el color blanco a piezas dentales que, por diferentes motivos, han sufrido una decoloración. A grandes rasgos, esta técnica consiste en la aplicación de un producto blanqueador dentro del propio diente. Aunque se puede realizar en cualquier pieza dental endodonciada, se lleva a cabo en el sector anterior sobre todo, por ser el más visible. Además, una de las principales ventajas de este procedimiento es que es mínimamente invasivo, ya que el proceso blanqueador no lesiona ni merma los dientes. El color oscuro puede aparecer tras una endodoncia o después de que el diente haya sufrido un traumatismo ¿Por qué tengo un diente amarillo? Hay distintos motivos por los que una persona se somete a un blanqueamiento interno. Por un lado, la desvitalización del diente puede producirse tras una endodoncia, ya que cuando se “mata el nervio” la pieza dental tiende a cambiar de color con el tiempo. Además, el oscurecimiento asociado al tratamiento endodóntico también puede deberse a un fallo durante el procedimiento, a que éste se haya realizado de manera incompletao a la utilización de materiales pigmentantes. Por otro lado, el color oscuro también puede ser consecuencia de un traumatismo recibido en el diente, que tras el impacto se ha necrosado y ha cambiado su tono. BLANQUEAMIENTO INTERNO – ANTES BLANQUEAMIENTO INTERNO – DESPUÉS   Los dientes amarillos son un motivo de preocupación para muchas personas, especialmente cuando no saben a qué se debe. Como acabamos de mencionar, en muchos casos, la decoloración se debe a un golpe recibido hace años -durante la infancia o la adolescencia- y el paciente no es capaz de acordarse. Sin embargo, te recomiendo que ni te preocupes ni obsesiones con tener unos dientes blancos. Afortunadamente, la Odontología moderna tiene soluciones para prácticamente cualquier necesidad, por lo que esto no es una excepción. Diferencias entre blanqueamiento interno y blanqueamiento externo La diferencia fundamental entre el blanqueamiento dental interno y el externo es que el primero se realiza sobre dientes no vitales y el segundo sobre dientes vitales. Si lleváramos a cabo un blanqueamiento externo tradicional en un diente no vital, no obtendríamos ningún resultado. Esto se debe a que los factores responsables de las decoloraciones que hemos descrito previamente tienen lugar en la cámara pulpar. Por este motivo, el proceso blanqueador del diente tiene que llevarse a cabo desde dentro, es decir, desde las estructuras internas de la pieza dental. Otra de las diferencias entre ambos tratamientos es que el blanqueamiento externo se realiza sobre el conjunto de los dientes, a excepción de los molares, ya que estas últimas piezas dentales son menos visibles. Por su parte, el interno se practica de manera localizada, en aquellos dientes que han sufrido una decoloración cuyo origen está localizado en la cámara pulpar. Una vez dicho esto, es necesario aclarar que ambos tratamientos son compatibles y que muchas personas prefieren combinarlos para obtener mejores resultados. El tratamiento paso a paso Como ya hemos mencionado anteriormente, el requisito fundamental para poder llevar a cabo un blanqueamiento interno es que el diente haya sido endodonciado. Además, es imprescindible que dicho procedimiento se haya realizado correctamente, sin ningún fallo que comprometa el tratamiento blanqueador. Los pasos que llevamos a cabo en nuestra clínica para blanquear un diente son los siguientes: Diagnóstico y estudio inicial: En esta primera fase es muy importante determinar el origen de la decoloración y el estado actual del diente. Para ello, nos apoyamos en fotografías y pruebas radiográficas. Toma de color: Mediante una guía de colores se registra el tono de los dientes. Apertura de la cavidad: Se abre la cavidad pulpar en la que se ha realizado la endodoncia. Limpieza de la cámara pulpar: Se retiran los restos de tejido necrótico y materiales pigmentantes para dejar limpio el diente. Aplicación del gel blanqueador: Se introduce el producto dentro de la cámara pulpar. Sellado con un cemento provisional: Con el sellado se da por finalizada la primera sesión del procedimiento blanqueador del diente. Durante los días siguientes, el gel hará su efecto y pasada una semana el paciente acudirá a revisión. Revisión: Retiramos la obturación provisional y el gel blanqueador. Valoramos el color resultante y si todavía no es el deseado, repetimos la aplicación. Si es el que queremos, pasamos al siguiente paso. Reconstrucción del diente: Una vez que conseguimos los resultados deseados, reconstruimos el diente y damos por finalizado el tratamiento. ESTRUCTURA INTERNA DEL DIENTE El número de sesiones a las que se somete el paciente depende de la respuesta del diente al tratamiento. Lo habitual es que con una o dos sesiones se elimine el color amarillo y se consiga el blanco deseado. Remedios caseros para blanquear los dientes De la misma manera que no existe ningún remedio casero o natural efectivo para blanquear el conjunto total de la sonrisa, es decir, para sustituir el blanqueamiento externo, tampoco lo existe para aclarar el color de un único diente. Sabemos que tanto en Internet como en televisión proliferan las ideas y fórmulas “milagro” para conseguir lo que denominan como “dientes perfectos” en unos pocos minutos. Mi recomendación personal es que tengas cuidado con esto. Es decir, desconfía de todos los remedios caseros y no compres productos blanqueadores. Puede que los productos vendidos en farmacias y que te puedes aplicar en casa te parezcan confiables, pero lo cierto es son demasiado estándar para lo que tú necesitas. Por eso, lo más adecuado es que el blanqueamiento dental se realice a medida y sea pautado por un profesional especializado. Esto adquiere la máxima relevancia cuando la

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Se me ha roto un diente: ¿Qué hago?

Los dientes rotos son una de las urgencias más comunes en Odontología. Aunque este tipo de emergencia suele relacionarse con los niños y sus dientes de leche, lo cierto es que también es muy común entre los adultos. La fractura de un diente definitivo suele deberse a diferentes causas como accidentes, caídas, golpes al practicar un deporte, peleas o, incluso, como consecuencia de morder alimentos muy duros. Dada su posición en la parte frontal de la boca, los dientes que más se suelen romper son los incisivos centrales superiores. Éstos, además de realizar una función fundamental durante la masticación, también tienen gran importancia estética. Aunque esperamos que no tengas que recurrir a nuestros consejos, esta emergencia se produce de manera muy frecuente. Por eso, en este artículo vamos a explicar qué es lo que hay que hacer ante esta lesión dental y cómo se puede reparar un diente roto. Si no te sucede a ti, puede que tengas que ayudar a alguien -ya sea niño o adulto- en un momento dado. Para empezar, te diremos que en este tipo de situaciones el tiempo juega un papel fundamental. De esta manera, si se llevan a cabo los pasos adecuados en un periodo de tiempo corto, el pronóstico de la fractura será más favorable. Golpes en dientes por deportes de contacto Si se te rompe un diente, mantén la calma y no te asustes si empiezas a sangrar y a sentir dolor. Intenta recoger la pieza dental -o sus trozos- y acude al dentista ¿Qué hago si se me rompe un diente? Si sufres un golpe que provoca la fractura -ya sea total o parcial- de un diente, lo primero que debes hacer es mantener la calma. Es posible que empieces a sangrar mucho y que te duela. Este tipo de urgencia es muy escandalosa, pero no es grave y tienes que saber reaccionar ante la situación, especialmente si te encuentras solo. Cuando se te rompe un diente, tienes que intentar recoger la pieza dental o los trozos que encuentres y guardarlos. Y, si tienes ocasión, enjuagarte la boca con agua. En función de si el diente se te ha roto total o parcialmente, puedes hacer dos cosas: Si la rotura es parcial: Limpia suavemente el trozo de diente que se te ha caído y coloca una compresa fría en la cara para contener la inflamación. Fractura incisivo central por golpe Si la fractura es total: Enjuaga suavemente con agua el diente perdido e intenta volver a colocarlo en su cavidad sin manipular la raíz. Para conseguir que se sujete, puedes ayudarte mordiendo una gasa. Eso sí, ten mucho cuidado para no tragártelo. Si no te resulta fácil o te incomoda hacerlo, otra opción es sumergir el diente perdido en un vaso de leche sin manipular su raíz. Y, a continuación, colocar una compresa fría en la cara y taponar la zona del diente con una gasa o servilleta para contener la hemorragia. Puede que, por las circunstancias, no puedas llevar a cabo todos estos pasos. Si es así, no te preocupes. Lo más importante es que acudas a la Dra. Sánchez con urgencia. Es decir, cuantos menos minutos pases sin la atención de un profesional más favorable será el pronóstico.  Cómo guardar un diente roto ¿Cómo se repara un diente roto? Como ya hemos mencionado, ante este tipo de urgencia dental son claves tanto la calma como la rapidez. Es decir, nuestra propia manera de reaccionar y el tiempo que tardemos en acudir al dentista pueden marcar la diferencia entre salvar nuestro diente original o no. Por tanto, no busques remedios o soluciones caseras para arreglar un diente roto. El tratamiento que requiere una fractura dental es siempre profesional. Y, si esto no se hace, pueden aparecer las consecuencias negativas: una infección y que el daño del diente sea mayor. Una vez que ya estemos en la consulta, la Dra. Sánchez evaluará la lesión dental y valorará cuál es la solución más adecuada en función del daño sufrido: Leve: Si el nervio no ha sido afectado, se realizará una reconstrucción con composite o se colocará una carilla de porcelana. En este caso, el tono del composite o la porcelana se adaptarán al color del resto de dientes, por lo que no se notará la diferencia entre unos y otros. Al ser ésta la más pequeña de todas las roturas posibles, éste es también el tratamiento más rápido y sencillo.  Carillas de porcelana Moderada: Si la fractura es más grande y ha llegado a afectar al nervio, en primer lugar se realizará una endodoncia. Posteriormente, se colocará una corona o funda para proteger el diente. Tanto cuando colocamos una carilla como una corona (funda) tendremos en cuenta el color del resto de dientes del paciente. No hay que olvidar que el diente roto suele estar en una zona muy visible y es necesario conseguir una buena estética. Severa: Cuando la fractura afecta a la raíz, es decir, cuando el final de la rotura está por debajo de la encía, se extrae el resto de la raíz y se coloca un implante. Esta es la solución indicada para los casos en los que la pieza dental ha sufrido un daño mayor. Dado que no se puede salvar el diente original, se deberá insertar un implante -para posteriormente colocar una corona o funda-.   En resumen, aunque el hecho de que se te rompa un diente pueda pueda parecerte grave o escandaloso, lo cierto es que le sucede a muchas personas. Por tanto, el mejor consejo que te podemos dar es que mantengas la calma y visites a la Dra. Sánchez lo antes posible. Aparte de la función que realizan durante la masticación, los incisivos centrales tienen un gran valor estético. Aún así, no te preocupes. Hoy en día la Odontología tiene muchos recursos para arreglar este tipo de percances. Y, en muchas ocasiones, la solución pasa por conservar tu diente natural. Eso sí, te recomendamos que intentes prevenir la rotura de un diente lo máximo posible. Por ejemplo, puedes utilizar férulas de protección cuando hagas deporte o cualquier otra actividad de

Buenos hábitos

Cómo actuar en caso de emergencia dental

Por mucho que seamos prudentes y tomemos precauciones para no poner en riesgo nuestra salud, lo cierto es que todos nosotros estamos expuestos a tener un accidente que afecte a cualquier parte de nuestro cuerpo, como la boca. El hecho de saber cómo actuar ante una emergencia dental puede marcar la diferencia entre, por ejemplo, salvar o perder un diente.  Recuerda que además de los conocimientos que puedas aprender leyendo este artículo, lo más importante es actuar con calma y no perder los nervios. Además de lo que podamos hacer por nosotros mismos, es muy importante recibir la atención odontológica adecuada lo más rápido posible. Todos estos factores, determinarán, en gran medida, el pronóstico de la situación. Por tanto, cuanto más rápida y mejor sea la atención odontológica, más posibilidades habrá de solventar el percance con éxito. ¿Qué hacer en caso de emergencia dental? Por eso, si estás ante una urgencia dental, te ofrecemos que nos llames para consultarnos la posibilidad de tomar un analgésico y para avisarnos de que te atendamos en nuestra clínica. A continuación te presentamos 8 soluciones rápidas para saber qué hacer ante algunas de las urgencias dentales más comunes. Ten en cuenta que son medidas orientativas y de primeros auxilios, ya que la mayoría de las emergencias requieren la visita a una clínica dental.  1. Dolor de muelas Primeros auxilios Enjuágate la boca con agua tibia para retirar cualquier residuo Pasa la seda dental cuidadosamente entre los dientes para extraer los trozos de alimento que se haya podido quedar entre ellos Si tienes inflamación, coloca una compresa fría en la zona pero nunca apliques una aspirina sobre el diente o la encía Cuidados posteriores Si te sigue doliendo una vez hecho esto, acude a la consulta del dentista 2. Pérdida de un diente a causa de un golpe Primeros auxilios Si el diente está sucio, enjuágalo suavemente con agua Intenta volver a colocar el diente en el orificio y mantenerlo hasta que seas visto por un profesional. Morder ligeramente una gasa puede ayudarte a que permanezca en su lugar, pero ten cuidado de no tragártelo Si no es posible, sumerge el diente en un vaso con leche para que esté humedecido en todo momento Coloca una compresa fría en la zona para calmar el dolor y aplica presión con una gasa o una servilleta limpia para controlar el sangrado Este caso no puede esperar: acude al dentista o al hospital de inmediato y lleva el diente. Cuanto menos tiempo pase el diente fuera de la boca, más posibilidades habrá de salvarlo   Cuidados posteriores Si no ha sido posible fijar de nuevo el diente, trata con tu odontólogo las opciones disponibles para reemplazar el diente perdido Usa férulas de protección cuando practiques deporte o actividades de contacto 3. Fractura de un diente Primeros auxilios Limpia suavemente el trozo de diente que se ha desprendido Enjuaga la boca con agua tibia para eliminar los restos de alimentos o de tierra, para los casos en los que la lesión se haya producido al masticar comida o a un golpe Aplica una compresa fría en la cara para combatir la inflamación Este caso tampoco puede esperar: acude al dentista o al hospital de urgencia Cuidados posteriores Valora con tu odontólogo las diferentes opciones para reconstruir el diente y sigue las instrucciones relativas a los cuidados que tendrás que seguir 4. Aflojamiento de un diente tras un golpe Primeros auxilios Cuando notes que algún diente está flojo es fundamental que no lo toques ni con los dedos ni con la lengua para evitar que se siga aflojando No aprietes los dientes Acude de inmediato al odontólogo. Si la movilidad del diente aumenta, éste puede llegar a caerse Cuidados posteriores Sigue las instrucciones del dentista relativas al cuidado del diente 5. Absceso Primeros auxilios Enjuágate la boca con agua para limpiarla Aplica una compresa fría en la zona donde tienes el absceso para disminuir la inflamación pero nunca apliques una aspirina sobre el diente o la encía Cuidados posteriores Aunque dejes de sentir dolor, acude al dentista para evitar que la infección progrese Sigue las instrucciones del odontólogo respecto al procedimiento para poder eliminar la infección y prevenir complicaciones. Es posible que necesite llevar a cabo un tratamiento adicional como la endodoncia 6. Mordedura en la lengua o el labio Primeros auxilios Aplica presión en la zona en la que se encuentra la mordedura con una gasa o una servilleta limpia Coloca una compresa fría o hielo en la cara –en la zona afectada- para reducir la inflamación Cuidados posteriores Si el sangrado no cesa o la herida es grande, se debe acudir al dentista o al hospital de inmediato 7. Pequeño objeto entre los dientes Primeros auxilios Intenta extraer el cuerpo extraño con la seda dental cuidadosamente, para no causar daños en dientes o encías No utilices ningún objeto punzante o cortante Cuidados posteriores Si el objeto no puede ser retirado con hilo dental, acude al dentista de inmediato  8. Heridas provocadas por la ortodoncia Primeros auxilios Si hay una parte de tu aparato que se ha caído o se ha roto, ya sea un bracket o cualquier otro elemento de sujeción, intenta recuperarlo y llévalo al dentista Si es el extremo de un alambre el que está causando irritación, coloca en dicho extremo una pequeña bola de algodón o un trozo de gasa para evitar que siga incidiendo en la zona En caso de que el alambre haya penetrado en la encía, lengua o mejilla, acude inmediatamente a la consulta del dentista o al hospital Cuidados posteriores En los dos primeros casos, lo mejor es acudir a la consulta de nuestro ortodoncista para que vuelva a fijar o cambiar los elementos que nos están causando problemas. En el último caso, no hay tiempo que perder: es una urgencia que debe ser tratada de inmediato ¿Cómo evitar estos accidentes? Evita comer alimentos muy duros No utilices los dientes para cortar o romper cosas Utiliza un protector bucal cuando practiques deporte o

Cultura y curiosidades

¿Qué es un mucocele?

Te ha salido un bulto en la parte interna del labio o bajo la lengua y crees que puede ser una ampolla. Sin embargo, no lo es. Es lo que se conoce como mucocele; una acumulación de líquido salivar. El mucocele es un bulto que puede ser de un tamaño bastante grande y que a diferencia de las ampollas, no se puede romper debido a que está cubierto por una gruesa capa de tejido y se localiza en una parte más profunda de la dermis. ¿Cómo se produce el mucocele? El mucocele se produce, normalmente, por un traumatismo; es decir, si te muerdes el labio o si un alimento impacta contra el suelo de la boca. Como consecuencia de ello, se produce una rotura de un vaso principal o o accesorio de las glándulas salivares. De manera menos habitual, se puede producir por la presencia de un lito (“piedra” formada por las impurezas que se encuentran en el líquido salivar) y que obstruye los conductos, llegando a romperlos. La rotura del vaso o conducto, produce dicha pérdida de saliva que favorece su acumulación entre los planos epiteliales, y que hace que emerja un bulto que no es, en absoluto, doloroso. ¿Dónde se producen los mucoceles? La zona más frecuente donde se producen estos traumatismos y, por tanto, los mucoceles, es sobre todo, en la parte interna del labio inferior (y, de manera menos probable, en el labio superior) o en el suelo de la boca, es decir, bajo la lengua. En este último caso, el mucocele adquiere el nombre de ránula. ¿Cómo se trata? Habitualmente, no se suele actuar quirúrgicamente sobre los mucoceles, ya que, con el paso del tiempo, acaban reabsorbiéndose de manera espontánea. No se suele actuar quirúrgicamente sobre los mucoceles, ya que acaban reabsorbiéndose de manera espontánea Es probable que permanezcan con cierto volumen con el paso del tiempo, e incluso que vayan variando de tamaño (aunque no demasiado rápidamente, por lo que el cambio puede ser inapreciable). Sin embargo, sólo se actuará sobre ellos en aquellos casos en los que la molestia de tenerlos o el roce que producen impida realizar acciones rutinarias como comer o hablar con normalidad. Molestias por mucocele En el caso de tener que ser intervenido, el mucocele se extrae mediante láser o realizando una pequeña incisión en la base del bulto bajo anestesia local. Se extrae la mucosa (que tendrá una textura bastante densa), y se procederá a suturar la zona. Tras la intervención, se recomienda una dieta blanda y fría, así como la toma de antiinflamatorios y enjuagarse con clorhexidina para evitar posibles infecciones. ¿Cómo prevenirlo? El mucocele es un tipo de lesión que, al producirse por traumatismo, es imposible de prevenir. Su incidencia únicamente asciende a un 0,4 – 0,8% de la población y sobre todo entre los 10 y 30 años de edad, por lo que se trata de algo muy poco común. ¿Aún tienes dudas? ¿Te ha salido un mucocele y no sabes si debería ser extraído? ¿Tienes más dudas sobre este tipo de lesión? Llámanos y te ayudaremos a resolver todas tus dudas y te recomendaremos cómo actuar en tu caso.

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Muere a causa de la infección de muelas que se le extendió a los pulmones

«El tratamiento con antibióticos que le recetaron no fue suficiente, y acabó falleciendo». En sólo cuatro días desde que ingresó en el hospital tras ir al dentista por un dolor de muelas, los médicos le dijeron a su mujer que no podían hacer nada por parar la infección. Esa misma noche, sus dos hijas pequeñas se quedaron huérfanas de padre.  Una familia de Sacramento, en Estados Unidos, está intentando sobreponerse a la pérdida de un joven padre de familia por una infección dental que se expandió hasta sus pulmones. Vadim Kondratyuk Anatoliyevich, de 26 años, tenían dos niñas pequeñas y era conductor de camiones. Su mujer, Nataliya, explica que a su marido le comenzaron a doler las muelas hace dos semanas durante un viaje a Nueva York, por lo que visitó a un dentista en Oklahoma, quien limpió la infección y le recetó antibióticos. pero la infección empeoró y su cara se hinchó. «Va a ser mi ángel el resto de mi vida». Como se sentía demasiado débil para conducir, el hermano de Vadim atravesó el país para traerlo de vuelta a casa. Sin embargo, después de cuatro días hospitalizado en Utah, los médicos le dijeron a Nataliya que no sabían lo que le ocurría a su marido y que esa noche seguramente moriría porque ellos habían hecho todo lo que estaba a en su mano pero «nada parecía funcionar», provocando que la infección creciera en los pulmones. A pesar de que Vadim era diabético, su mujer explica que estaba sano y lamenta haber perdido al amor de su vida, con el que había estado cuatro años. La familia del fallecido ha lanzado una página web en su memoria para poder llevar el cuerpo hasta su casa para el funeral y poder ayudar a las dos niñas que ahora se han quedado huérfanas. «Sé que está en el cielo y que es una persona feliz. Va a ser mi ángel el resto de mi vida y me va a ayudar todo este tiempo sin un padre y sin un marido«, concluye la viuda. El dolor en y alrededor de las piezas dentales es un problema común, particularmente entre las personas con mala higiene oral. El dolor puede ser constante, aparecer después de un estímulo (calor, frío, alimentos o bebidas dulces, masticar o cepillarse), o ambos. Causas Las causas más comunes de dolor de muelas son: Caries Pulpitis Abscesos periapicales Traumatismos Una muela del juicio que presiona el tejido de la encía (causando pericoronitis) Los dolores de muelas son causados generalmente por caries y sus consecuencias, como pulpitis y abscesos. La caries dental se puede prevenir en gran medida por una buena higiene bucal, lo que ayuda a eliminar la placa. La eliminación de la placa es útil porque las bacterias de la placa producen ácidos que pueden dañar el esmalte dental y la dentina. Las caries causan dolor cuando se extienden a través de la superficie externa del diente (esmalte) hasta el tejido duro situado debajo del esmalte (dentina). El dolor generalmente se produce solo después de la estimulación por el frío, el calor, los alimentos o las bebidas dulces, o al cepillarse. Es probable que la pulpa, el centro vivo del diente, no esté afectada de forma irreversible si el dolor cesa inmediatamente después de retirar el estímulo. La pulpitis (Inflamación de la pulpa del diente) suele estar producida por caries evolucionadas pero también puede ser debida a una lesión de la pulpa dental ocasionada por un trabajo dental previo extenso o defectuoso o por un traumatismo. La pulpitis puede ser reversible o irreversible. Si se aplica calor o frío, el dolor puede persistir durante un minuto o más. El dolor también puede estar presente sin ningún tipo de estímulo. La inflamación de la pulpa causa frecuentemente la muerte de la pulpa dentaria. Una vez que se necrosa la pulpa el dolor cede brevemente (durante horas o semanas). Entonces, el dolor puede reanudarse cuando el tejido que rodea la raíz del diente se inflama (periodontitis apical) o si se produce una acumulación de pus (absceso). Se puede producir un absceso periapical (una acumulación de pus alrededor de la raíz del diente) cuando la infección se desarrolla alrededor de la raíz del diente a partir de una caries o de una pulpitis no tratada. El diente es extremadamente sensible cuando se palpa con una sonda dental metálica o cuando se golpea con un depresor lingual (percusión) y durante la masticación. El absceso periapical puede llegar a un punto crítico en el que se produce su drenaje espontáneo o puede propagarse a los tejidos cercanos (celulitis). Los traumatismos incluyen la rotura o el aflojamiento de las piezas dentales. Un traumatismo dental puede dañar la pulpa y causar pulpitis, un absceso apical y, a veces, la coloración del diente, que puede comenzar poco después de la lesión o hasta décadas más tarde. La pericoronitis es la inflamación e infección de la encía alrededor de la corona de un diente, por lo general un diente que simplemente está saliendo a través de la encía (erupción) o que no consigue atravesar la encía (impactación). Por lo general ocurre alrededor de la muela del juicio cuando esta está en erupción (casi siempre la de la mandíbula inferior), pero puede afectar a cualquier diente. En los niños pequeños, la dentición es a menudo una causa de molestias conforme el diente atraviesa la encía. Complicaciones Las principales complicaciones graves de los trastornos que causan dolor de muelas implican la propagación de la infección desde la zona próxima al diente a los tejidos cercanos. La infección puede diseminarse a los senos nasales (en un diente superior), a una vena principal en la base del cerebro, al seno cavernoso o por debajo de la lengua. La infección que se extiende por debajo de la lengua (en el suelo de la boca) se llama angina de Ludwig y puede causar una inflamación tan importante como para obstruir la vía aérea. La trombosis del seno cavernoso y la angina de Ludwig

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Tipos de fracturas dentales

Las fracturas dentales alteran la forma y armonía de las piezas dentales. En la mayoría de casos se deben a traumatismos. El primer paso es acudir a la Dra. Sánchez, tu odontóloga de confianza para evaluar el tipo de fractura y decidir qué tratamiento es el más indicado. Reparar un diente fracturado es fundamental tanto para la estética como para la funcionalidad de la sonrisa. Una pieza fracturada puede causar más complicaciones a la larga, como por ejemplo sensibilidad dental. Además resulta muy antiestética por lo que puede provocar incomodidades al sonreír. ¿Qué tipos de fracturas dentales hay? Entre los tipos de fractura tanto de dentición temporal como permanente se encuentran: Infracción de esmalte: Fractura incompleta (crack) del esmalte sin pérdida de la estructura del diente. Fractura de esmalte: Fractura restringida al esmalte con pérdida de la estructura del diente. Fractura de esmalte y dentina: Fractura de esmalte y dentina con pérdida de la estructura dental, sin daño pulpar.   Fractura de esmalte dentina y pulpa: Fractura de esmalte y dentina con perdida de la estructura dental y exposición de la pulpa. Fractura de corona sin compromiso pulpar: Fractura que afecta a esmalte, dentina y cemento con pérdida de estructura dental, pero sin daño pulpar. Fractura de corona con compromiso pulpar: Fractura que afecta a esmalte, dentina y cemento con pérdida de estructura dental y pulpa también involucrada. Fractura de la raíz: Fractura que afecta a cemento, dentina y pulpa. Las fracturas radiculares pueden ser clasificados en función de si el fragmento coronal se desplaza o no (luxaciones).   Fractura alveolar (hueso): Fractura del proceso alveolar, donde puede o no involucrar al alveolo. Los dientes con fracturas alveolares se caracterizan por moverse en el proceso alveolar. Los dientes mas propensos a sufrir estas lesiones son los anterosuperiores, siendo el diente más afectado el incisivo central superior, seguido por el lateral superior e incisivo central inferior. El ángulo mesioincisal por otro lado es el que se fractura con más frecuencia. Dentro de los niños , en relación a la dentición temporal se presentó un pick de prevalencia de traumatismos dentales entre los 10 y 24 meses. Y en la dentición permanente en niños escolarizados, se encontraba entre los 9 y 10 años. Los varones estadísticamente sufren mas lesiones que las mujeres. En cuanto a la dentición permanente la mayoría de los estudios señalan que la lesión más frecuente es la fractura de corona no complicada, mientras que en la dentición temporal son las luxaciones. Esto porque en el niño preescolar el proceso alveolar tiene espacios medulares grandes y es relativamente flexible. Además, el ligamento periodontal que actúa como una «hamaca fisiológica» es muy elástico, permitiendo que ante un ligero traumatismo, los dientes al no estar firmemente sujetos se desplacen en vez de fracturarse. En contraste, la dentición permanente sufre más fracturas que luxaciones debido fundamentalmente a la menor proporción corona/raíz y a que el hueso alveolar es más denso. En cuanto a los adultos, los deportistas varones son los que sufren mas lesiones. Antes de elegir un tratamiento u otro es necesario determinar qué tipo de fractura tiene el paciente. Por un lado pueden ser menores. Se trata de roturas en el contorno del diente. Este tipo de fracturas dentales son las más sencillas de reparar y tratar. La técnica más habitual es el contorneado dental. Por otro lado hay fracturas severas. En estos casos la adhesión dental es uno de los tratamientos más habituales. Al adherir materiales restauradores (como la resina compuesta) se obtienen unos resultados uniformes y naturales. Por último hay fracturas verticales que son aquellas que se producen en la raíz. Se trata del tipo de fracturas dentales más graves ya que en la mayoría de casos no se puede salvar la pieza dental. Por tanto, la única opción suele ser la exodoncia. Este tratamiento consiste en la extracción de la pieza dental y conlleva una intervención quirúrgica que requiere un proceso de recuperación. No obstante el odontólogo valorará diferentes opciones para evitar la extracción. En este sentido es importante saber que muchas fisuras dentales provienen de microfisuras. Este tipo de fisuras tienen un tamaño tan reducido que resultan imperceptibles a simple vista por parte del usuario. Por ello conviene acudir con regularidad a la Dra. Sánchez, quien puede detectarlas mediante una exploración.

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