Clínica Sancal

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Buenos hábitos, Prevención

Cómo solucionar la sensibilidad dental en 4 pasos

Estamos casi seguros de que la has sufrido alguna vez. Ya sea por una caries, por tener las encías retraídas, o por cualquier otro motivo, es probable que hayas experimentado sensibilidad dental. Y es que la sensibilidad en los dientes es una dolencia muy común entre la población general. Afecta a 7 de cada 10 personas adultas y suele aparecer entre los 18 y 40 años de edad, con una prevalencia mayor entre las mujeres.   ¿Qué es la sensibilidad dental? Esta dolencia -también  llamada hipersensibilidad dentaria- es un dolor breve aunque muy agudo que se produce en un diente concreto o en una zona de la boca que entra en contacto con un estímulo externo. Para ser más exactos, se produce cuando la dentina -parte interna del diente- queda expuesta y entra en contacto con estímulos térmicos (bebidas o alimentos muy fríos o calientes), químicos (sustancias dulces o ácidas) o táctiles (presión con los dedos, cepillado de dientes, uso de instrumentos odontológicos…).   ¿Cuáles son los síntomas de la sensibilidad en los dientes? El dolor producido por la sensibilidad dental es fácilmente reconocible y, a la vez, muy desagradable para quien lo experimenta. Podríamos decir que sus síntomas -y características- son los siguientes: Dolor muy intenso y localizado Responde a una reacción externa Desaparece en cuanto el estímulo deja de tener contacto con el diente o la zona sensible Si esta sensibilidad excesiva no fuera transitoria y persistiera tras el cese del estímulo externo, o no estuviese muy localizada, mi consejo sería que acudieras cuanto antes a la consulta de tu dentista. Esto se debe a que existiría la posibilidad de que padecieras algún tipo de enfermedad bucodental y, en dicho caso, tendrías que ser valorado por un odontólogo. De esta manera, podría realizar un diagnóstico adecuado.   ¿Cuál es el origen de la hipersensibilidad dentaria? El motivo por el cual padecemos sensibilidad en los dientes es porque la dentina -habitualmente protegida por la encía, el cemento radicular y el esmalte del diente- pierde dicha protección natural y queda expuesta a los estímulos externos. La dentina está compuesta por miles de tubos microscópicos, denominados túbulos dentinarios, cuya función es conectar la parte externa de los dientes con las terminaciones nerviosas de éstos. Por lo tanto, cuando la dentina queda al descubierto, los túbulos permiten que el calor, el frío o los ácidos de los elementos externos mencionados se reflejen en los nervios y células del diente, provocando los síntomas antes descritos.   Uno de los motivos más frecuentes de sensibilidad dental es la existencia de caries. Acude al dentista si notas molestias cuando te cepillas los dientes o comes alimentos y bebidas muy fríos o calientes ¿Qué causas provocan dientes sensibles? Ahora que hemos explicado el origen de la sensibilidad dental, vamos a detallar las causas por las que la dentina puede quedar expuesta a los estímulos externos. En la mayoría de ocasiones, esto puede darse debido al estilo de vida y los hábitos de higiene de las personas. Dicho esto, las causas de los dientes sensibles son las siguientes: Te interesará »  Los tres peores efectos del tabaco en tu salud bucodental 1. Caries Cuando una caries atraviesa el esmalte y llega hasta la dentina, sentiremos una gran sensibilidad ante los alimentos fríos, calientes o ácidos. Solución: realizar un empaste dental tan pronto como advirtamos la caries. 2. Dientes rotos o astillados Al igual que en el caso de la caries, cuando un diente se rompe, y la fractura alcanza la dentina, aparecerá la sensibilidad dental. Solución: colocar una corona. 3. Empastes desgastados Cuando un diente que ha tenido caries se empasta, puede suceder que con el tiempo el empaste se vea desgastado por un cepillado agresivo o por la erosión causada por productos particularmente ácidos. En esos casos, la dentina vuelve a verse expuesta provocando la sensación de dientes sensibles. Solución: será necesario que el dentista revise el empaste antiguo y vuelva a realizarlo. 4. Encías retraídas La retracción de encías puede deberse a un cepillado agresivo o a una enfermedad periodontal (periodontitis). En cualquier de los casos, la retracción deja expuesta la raíz del diente, que es muy sensible y habitualmente está protegida por la encía. Sin embargo, la solución a la sensibilidad dental provocada por las encías retraídas dependerá de cada caso. Solución: si se debe a un cepillado agresivo, se podrá realizar un injerto de encía. Sin embargo, si la causa es una periodontitis, lo primero que habrá que hacer es ponerse en manos de un periodoncista para que paute un tratamiento periodontal que frene la enfermedad. 5. Esmalte dental desgastado El esmalte dental puede desgastarse debido a varios factores: el uso de una pasta muy abrasiva combinado con un cepillado muy agresivo, el hábito de apretar o rechinar los dientes (bruxismo) o la costumbre de ejercer demasiada fuerza durante la masticación. Solución: dado que el esmalte de los dientes no se regenera, será necesario realizar una restauración sencilla con composite, colocar una carilla de porcelana o composite o poner una corona (si el desgaste es muy agresivo). En el caso de las personas bruxistas, será fundamental fabricar, además, una férula de descarga -tipo Michigan- para que el paciente la utilice por las noches. 6. Erosión dental por ácidos El consumo habitual de alimentos y bebidas muy ácidas (zumos de cítricos, refrescos…) puede provocar la erosión del diente o la descalcificación del mismo dejando vía libre a los túbulos dentinarios. Solución: para evitar que la sensibilidad dental aumente será muy útil restringir el consumo de comidas ácidas. Y, además de esto, el dentista deberá valorar el grado de erosión, para determinar si hay que llevar a cabo algún tipo de restauración. 7. Tras un empaste dental Una vez retirada la caries y realizado el empaste, el diente empastado podrá sufrir una sensibilidad excesiva. Esto se debe a que el relleno que se utiliza produce una pequeña contracción al solidificarse, lo que, a su vez, provoca una tensión en el diente que se refleja en el nervio. Solución: la hipersensibilidad cesa con el paso de los días. 8. Después de un blanqueamiento dental Los productos que se utilizan a la hora de realizar un blanqueamiento dental pueden hacer que los dientes se vuelvan sensibles durante un periodo de unas dos semanas. Solución: el dolor después de un blanqueamiento dental se calma por sí mismo. Pero, si no lo puedes aguantar, te recomiendo que consultes con tu dentista, médico o farmacéutico el uso de un analgésico. 9.

Buenos hábitos, Cultura y curiosidades, Prevención

¿Sabes cuál es la enfermedad bucodental más común y cómo prevenirla?

Al igual que ocurre con otras partes de nuestro cuerpo, debemos proporcionar a la boca unos cuidados específicos con el objetivo de mantener unos dientes y encías sanos de por vida. Sin embargo, también es verdad que hay determinadas enfermedades que tienen una gran prevalencia entre la población y tienen más posibilidades que otras de aparecer en algún momento de nuestra vida. Este es el caso de la caries: no solamente es el problema bucodental más común, sino que además es la segunda enfermedad más habitual en España, por detrás del resfriado.   ¿Cuáles son las enfermedades bucodentales más comunes? 1. Caries Como acabamos de mencionar, de todas las enfermedades que comprometen nuestra salud en general, la caries es la segunda más común.  Se estima que afecta al 90% de la población mundial, por lo que es probable que la padezcas o hayas padecido. En la mayoría de ocasiones, la caries aparece en niños y adultos jóvenes, aunque puede desarrollarse a cualquier edad. El origen de la caries está en la destrucción de tejidos del diente, que tiene lugar como consecuencia de diferentes factores. Estos desencadenantes están relacionados fundamentalmente con los hábitos de higiene y nutrición: acumulación de placa bacteriana, consumo de azúcares y ácidos presentes en muchos alimentos y bebidas, higiene bucodental deficiente… Además, hay algunas personas que tienen mayor predisposición genética a padecer caries. Sin embargo, éste es un factor que influye en menor medida. De la misma manera que la enfermedad aparece de manera muy frecuente, el tratamiento para combatirla es sencillo: el empaste u obturación. Este procedimiento consiste en limpiar la cavidad del diente en el que se encuentra la caries para posteriormente rellenarla con composite. Dicho esto, es muy importante tratar la caries cuando muestra sus primeros síntomas: dolor o molestias en los dientes, especialmente al ingerir alimentos y bebidas dulces así como muy calientes o frías. Si la caries se deja avanzar, dañará más el diente y requerirá una endodoncia, que es un tratamiento más complejo que el empaste u obturación. Y, si no se trata, a la larga provoca la pérdida de dientes. No hay que olvidar que la caries es la primera causa de pérdida prematura de dientes en personas jóvenes. La caries es la enfermedad bucodental más común y la primera causa de pérdida prematura de dientes. 2. Gingivitis Al igual que en el caso de la caries, la higiene juega un papel fundamental en la aparición de la gingivitis. La gingivitis se caracteriza por la inflamación y el sangrado de las encías provocados por las bacterias que se desarrollan debido a la acumulación de placa bacteriana.     INFLAMACIÓN Y SANGRADO DE ENCÍAS Los síntomas que provoca esta enfermedad son, por tanto, muy claros. El sangrado que aparece durante el cepillado es la primera señal de alarma. Si te sucede, visita a tu dentista lo antes posible, ya que si la gingivitis es tratada a tiempo, es muy fácil de combatir. Su tratamiento consiste fundamentalmente en una limpieza bucodental profesional y en extremar las técnicas de higiene en casa. Sin embargo, si no se trata a tiempo, a la larga comienza a afectar al hueso y deriva en una periodontitis. Tal y como explicaremos en el punto siguiente, esta enfermedad bucodental es mucho más compleja. Como muestra de la prevalencia de la gingivitis entre la población, se estima que en España solamente el 14.8% de los adultos de entre 35 y 44 años tiene las encías sanas. Por su parte, el 59,8% tendría gingivitis y el 25,4% periodontitis. En individuos mayores de 65 años, el porcentaje de encías sanas es aún menor: 10,3%. El resto tiene una enfermedad periodontal: 51,6% tendría gingivitis y el 38% tendría periodontitis.   3. Periodontitis Tanto a la gingivitis como a la periodontitis se les conoce con el nombre de enfermedades periodontales. Como ya hemos mencionado en el punto anterior, la periodontitis es la consecuencia de una gingivitis que no ha sido tratada correctamente.     GINGIVITIS VS PERIODONTITIS Aunque la periodontitis también se puede curar, su tratamiento es más complejo que el de la gingivitis. Éste requiere, entre otros, mediciones para comprobar la profundidad del sarro acumulado en las encías, análisis microbiológico, raspado y alisado radicular, etc. Es precisamente por la mayor complejidad del tratamiento por lo que se recomienda acudir a un periodoncista nada más advertir los primeros síntomas de la gingivitis (inflamación y sangrado de las encías). Si se deja progresar la enfermedad, las bacterias causarán cada vez un daño más profundo y llegarán al hueso, que no hay que olvidar que actúa como soporte del diente. De esta manera, aparecerán otras señales de alarma: mal aliento, recesión de encías, aparición de triángulos negros entre los dientes, movilidad de piezas dentales… Todo esto llevará a consecuencias irreversibles: si se causa un daño progresivo en el hueso que soporta el diente, a la larga se producirá la pérdida de dientes.   4. Cáncer bucal El cáncer oral o bucal se produce con mayor frecuencia en los labios y la lengua. Sin embargo, también desarrollarse dentro de la boca y comprometer las encías, el paladar y la garganta. Aunque cualquier persona (de cualquier edad y sexo) puede padecer cáncer oral, éste afecta en mayor medida a los hombres mayores de 40 años. Bien es cierto que la genética juega un papel esencial en el desarrollo del cáncer. Sin embargo, existen otros factores de riesgo muy importantes. Estos son el tabaquismo y el alcohol. Como en cualquier otra enfermedad, la detección temprana es fundamental en el éxito del tratamiento. Por eso, es importante saber identificar los primeros síntomas y acudir a revisiones regulares con el dentista. Dichos síntomas pueden ser: Úlceras o llagas en la lengua, los labios o cualquier otra parte de la boca Manchas blancas o rojas en la lengua, en las encías o cualquier otra parte de la boca Problemas o dolor al masticar o deglutir Dificultades en el habla Dolor en alguna parte de la boca, sin explicación aparente No hay que olvidar que a pesar de que conozcamos determinados síntomas, el odontólogo es el profesional que cuenta con mayor experiencia y conocimientos para advertirlos.   5. Halitosis El mal aliento o la halitosis comprenden el conjunto de olores desagradables que se emiten a través de la boca. Existen dos tipos de halitosis: oral y extraoral. En el 90% de los casos, el mal aliento tiene su origen en la propia boca. En estos casos, el olor desagradable se debe fundamentalmente a una higiene deficiente, el tabaco o enfermedades periodontales (gingivitis y periodontitis).

Buenos hábitos, cirugía e implantes

Me acabo de poner implantes, ¿cómo puedo evitar la periimplantitis?

Cada día son más personas las que se someten a un tratamiento de implantes dentales. Esto se debe a que, en la actualidad, éste es un procedimiento muy predecible y con un alto índice de éxito. Por su parte, las garantías que ofrece hoy en día la cirugía se deben a los notables avances que han experimentado en los últimos años las técnicas y la tecnología utilizadas. Sin embargo, como sucede con cualquier otra intervención, la colocación de implantes dentales no está exenta de riesgos. Uno de los problemas más comunes que se derivan de la colocación de implantes dentales es la periimplantitis. De hecho, según los datos publicados por la Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración (SEPA), se deduce la importante prevalencia de esta enfermedad. En el año 2012 se llegó a la conclusión de que en un periodo de 5-10 años tras la cirugía, el 20% de los pacientes podía desarrollar periimplantitis. Aunque éste sea un dato alarmante, es muy importante destacar que, en muchos casos, la periimplantitis se puede evitar. Pero, para ello, hay que conocer las causas que la provocan y las precauciones que deben tomarse antes, durante y después de la intervención.   La acumulación de bacterias y de biofilm oral son la primera causa de aparición de periimplantitis ¿Qué es la periimplantitis? Para comenzar, aclararemos que la periimplantitis es una patología oral que puede tener lugar tras la colocación de implantes dentales. Ésta se produce debido a la inflamación de los tejidos que rodean los implantes y, si no se trata a tiempo, puede provocar el fracaso del tratamiento. La periimplantitis forma parte de las conocidas como enfermedades periimplantarias. Mientras que ésta es la más agresiva, la mucositis periimplantaria es la versión más moderada de dichas patologías. La diferencia entre la mucositis y la periimplantitis es que mientras que la primera solamente afecta a los tejidos blandos, la segunda afecta al hueso que soporta el implante. Si el hueso resulta afectado, tanto el tornillo como el resto de la restauración (corona) pueden caerse.     MUCOSITIS VS PERIIMPLANTITIS Una vez mencionada la diferencia entre periimplantitis y mucositis, podemos decir que la periimplantitis equivaldría a la periodontitis. Mientras que la periimplantitis se produce en los implantes dentales, la periodontitis se origina en los dientes naturales. Por tanto, la mucositis periimplantaria se podría equiparar a la gingivitis. Al igual que ocurre con esta última, los efectos de la mucositis periimplantaria son reversibles si se tratan a tiempo. ¿Cómo evitar la periimplantitis? Para evitar la periimplantitis, es fundamental que se cumplan dos condiciones. En primer lugar, el tratamiento de implantes debe ser llevado a cabo por un profesional formado y experimentado. En segundo lugar, y una vez que contamos con un implantólogo de confianza, es necesario respetar las indicaciones proporcionadas por éste. Aunque dichas indicaciones deben ser personalizadas en función de cada paciente, en general podemos decir que las personas que llevan implantes tienen que seguir los mismos cuidados que con los dientes naturales. Eso sí, con más exhaustividad si cabe. Bien es cierto que respetar las siguientes pautas no evita totalmente la aparición de las enfermedades periimplantarias, ya que el riesgo siempre existe. Sin embargo, respetando las siguientes pautas estaremos haciendo todo lo que está en nuestra mano para evitar la periimplantitis. Y, además, tendremos muchas menos posibilidades de desarrollarla que las personas que no las siguen:   Higiene bucodental: La causa principal por la que se produce la periimplantitis es la acumulación de sarroalrededor del implante dental. Y para evitar que esta placa se deposite y adhiera a nuestros dientes y encías, es muy importante llevar a cabo una correcta y exhaustiva higiene bucodental. De esta manera, eliminaremos todos los restos de alimentos que si no se retiran tras las comidas serán los causantes de la aparición de sarro. Esta adecuada higiene bucodental pasa por un cuidado cepillado. Una vez que llevamos los implantes -y su posterior restauración- hay que destacar que éstos se comportan igual que los dientes naturales. Por este motivo, el cepillado debe realizarse con normalidad, es decir, durante dos minutos y después de cada comida. Además de esto, hay que usar seda dental y un enjuague con flúor.     CEPILLADO PARA EVITAR LA PERIIMPLANTITIS Formación y experiencia del implantólogo: Como no podía ser de otra manera, la formación y experiencia del cirujano que lleva a cabo la intervención también juegan un papel fundamental. La colocación del tornillo en el lugar adecuado y la calidad del implante elegido son vitales para conseguir el éxito del tratamiento. Para que el profesional que realiza el tratamiento te aporte un extra de seguridad y confianza, te recomendamos que elijas un odontólogo especializado en Implantología que se dedique a esta especialidad en exclusiva. Ésta es una opción mejor que decantarse por un dentista general que ocasionalmente realiza cirugías de implantes. Valorar la especialización es un buen punto de partida a la hora de decidirse por un profesional o por otro. Si éste se dedica en exclusiva a la implantología, será más probable que tenga mayor experiencia que otros y, por tanto, mayor destreza a la hora de colocar los implantes. En el caso de la implantóloga que trabaja en nuestra clínica, la doctora Sara Sánchez ejerce su especialidad en exclusiva y cuenta con gran experiencia en este tipo de cirugías. De hecho, ha colocado en los últimos diez años más de 2.000 implantes.     COLOCACIÓN DE IMPLANTES DENTALES Tabaquismo: Por su parte, el consumo de tabaco es uno de los factores que los especialistas relacionan en mayor medida con el fracaso de los implantes dentales. Se sabe que las personas fumadoras tienen un riesgo mayor de desarrollar periimplantitis que las no fumadoras. Además, la pérdida de hueso que pueden experimentar es también mayor respecto a aquellas que no fuman. En el caso de que el consumo de tabaco cese, el riesgo de complicaciones se reduce hasta el mismo nivel que experimentan los no fumadores. Sin embargo, no hay consenso entre los especialistas a la hora de determinar el periodo de tiempo necesario para que una persona ex fumadora esté al mismo nivel que una no fumadora.     TABACO COMO CAUSA DE PERIIMPLANTITIS Revisiones periódicas: Una vez realizada la cirugía de implantes, es imprescindible acudir a las revisiones pautadas por el cirujano.  Esto es algo que se debe destacar, ya que muchos pacientes no mantienen la constancia necesaria para llevar un correcto seguimiento. Las revisiones permiten al implantólogo evaluar el estado

Buenos hábitos, Prevención

Liquen plano oral: ¿cuáles son sus causas y cómo se trata?

Aunque su nombre suene desconocido para muchas personas, lo cierto es que el liquen plano oral es, probablemente, la enfermedad no infecciosa más frecuente que puede aparecer en la mucosa bucal (lengua, interior de la mejilla y suelo de la boca). De hecho, diversos estudios epidemiológicos realizados en varios países estiman que esta patología afecta a entre el 0,2 y el 1,9% de la población general. A pesar de que exista cierto desconocimiento, quien padece liquen plano suele estar muy familiarizado con sus síntomas e informado acerca de sus posibles complicaciones. Esto se debe a que la enfermedad es crónica y tiene a reaparecer y desaparecer con el paso de los años. Por tanto, acompaña a muchas personas durante gran parte de su vida. ¿Qué es el liquen plano oral? El liquen plano es una enfermedad inflamatoria y crónica que ocasiona un engrosamiento de la mucosa bucal. Dicho engrosamiento da lugar a unas lesiones que pueden variar los síntomas o molestias padecidos en función de cada caso. Los distintos aspectos en los que pueden variar son los siguientes: Coloración: Las lesiones pueden ser blancas o rojas   Sintomatología: Pueden ser asintomáticas o presentar una erupción que causa picor   Intensidad: Pueden reaparecer con el tiempo y evolucionar a brotes de distinta intensidad   Tamaño: Además, pueden aumentar o disminuir su tamaño en función de la intensidad del brote   Aunque en este artículo nos vamos a centrar en su incidencia en la boca, lo cierto es que el liquen plano es una patología que también puede presentarse en la piel, las uñas, el pelo o los genitales.     LIQUEN PLANO BLANCO EN LA BOCA ¿Cuáles son sus síntomas? Tal y como ya hemos avanzado previamente, el liquen plano oral provoca diferentes lesiones en función de su coloración: Color blanco: En este caso, se produce un engrosamiento de color blanco en alguna parte de la mucosa (lengua, interior de la mejilla y suelo de la boca). De esta manera, aparecen unas estrías blancas que, en la mayoría de las ocasiones, son asintomáticas. Por ello, lo más frecuente es que el paciente no se dé cuenta o de que, simplemente, perciba una sensación de rugosidad en la zona en la que están las estrías. Si la lesión no molesta y no presenta síntomas especialmente visibles, normalmente la persona no le da importancia y no acude a la consulta del dentista.   Color rojo: En el caso del liquen plano rojo, los síntomas suelen ser más evidentes. Es decir, se forma una zona roja en alguna parte de la mucosa y la persona experimenta síntomas como sensibilidad, dolor y escozor que aumentan con el roce.   PRÓTESIS PUEDE PROVOCAR ROZADURAS ¿Cómo se diagnostica? Una vez que el paciente cree que puede padecer liquen plano, lo más recomendable es que acuda a la consulta del dentista para que éste realice un diagnóstico y determine si sus sospechas son ciertas. En la clínica dental, la doctora Sánchez lleva a cabo una inspección visual. Con ello, descarta la existencia de liquen plano o, si tiene dudas, realiza una biopsia. Este procedimiento consiste en tomar una muestra de la lesión y enviarla a analizar a un laboratorio de anatomía patológica. Los resultados llegan a la clínica dental diez días después y en ese momento el odontólogo ya puede determinar si es necesario llevar a cabo un tratamiento. Tratamiento: ¿cómo se cura el liquen plano? En este punto, es necesario aclarar si ésta es una enfermedad grave o si requiere algún tipo de tratamiento. Dicho esto, podemos afirmar que el liquen plano oral resulta peligroso cuando cambia de color -de blanco a rojo-, cuando se encuentra en los bordes laterales de la lengua y en el suelo de la boca y cuando los bordes de la lesión no están definidos. En este caso, lo más recomendable y, por tanto, lo que hacemos en nuestra clínica, es realizar una biopsia para descartar cualquier patología maligna. O, en el caso de encontrarnos ante una neoplasia o cáncer en la boca, poder extirpar totalmente el liquen plano con márgenes de seguridad, es decir, eliminado parte de tejido sano. En este caso, una vez realizada la intervención el paciente se deberá someter a controles semestrales. Sin embargo, existe otra posibilidad mucho menos preocupante. Esto sucede cuando el liquen plano es blanco, se encuentra en el interior de la mejilla y la persona que lo padece es fumadora. En este caso, no se realizaría una biopsia, sino que se recomendaría al paciente que redujera o eliminara por completo -a ser posible- el consumo de tabaco. Aunque el liquen plano no revista gravedad, hay pacientes que pueden experimentar sensibilidad o dolor. En este caso, es necesario consultar con el dentista los medicamentos que se pueden tomar para controlar los síntomas, aliviar las molestias y acelerar el proceso de curación.   El liquen plano en la boca puede ser peligroso si cambia de color, si está en los bordes laterales de la lengua o en el suelo de la boca y cuando sus bordes no están definidos Causas del liquen plano: ¿a quién afecta? La causa del liquen plano es desconocida. Sin embargo, se cree que se debe a un desorden inmunológico y en algunas ocasiones se relaciona con otras enfermedades autoinmunes o con la hepatitis C. Además, se sabe que no es infecciosa. Y, por tanto, no es contagiosa entre personas. Los mismos estudios epidemiológicos a los que hemos hecho referencia anteriormente afirman que el liquen plano oral afecta a un hombre por cada tres o cuatro mujeres. Y que, además, el rango de edad más perjudicado es el que se encuentra entre los 30 y los 70 años. Sin embargo, aunque es menos frecuente, la patología también puede afectar a niños y ancianos. Principales factores de riesgo Dicho esto, se estima que hay una serie de factores que pueden influir en la aparición y el empeoramiento de la patología. Éstos son los siguientes: Prótesis o aparatos metálicos: Ser portador de una prótesis o de un aparato de ortodoncia puede conllevar la aparición de rozaduras debido a los elementos metálicos o a que la prótesis esté mal ajustada.   Alimentación: Las comidas muy ácidas, picantes o calientes también contribuyen a desencadenar la enfermedad   ALIMENTO MUY PICANTE Y PERJUDICIAL Alcohol: El alcohol es perjudicial para la mucosa bucal en general   Tabaco: También se considera que el liquen plano puede ser una reacción de protección de la boca ante la toxicidad del tabaco.

Cultura y curiosidades

6 hábitos que tu hijo adolescente debe tener para cuidar sus dientes

Durante la niñez, es fundamental que los padres eduquen a sus hijos en la importancia de mantener unos buenos cuidados e higiene bucodental. A edades tan tempranas, estos buenos hábitos se refieren especialmente al cepillado y a la alimentación. Pero, además, es importante que los niños sean familiarizados con el dentista para que no desarrollen fobias que les supongan un verdadero problema en el futuro. Así, será más fácil que durante la adolescencia -una época llena de cambios en la que la persona comienza a ser más autónoma- los hijos continúen con los buenos hábitos adquiridos en la niñez. De la misma manera, si los adolescentes son conscientes de la importancia de mantener dichos hábitos, los perpetuarán con el paso de los años, lo que repercutirá positivamente en la sonrisa que tengan en el futuro. Y es que una cosa está clara: conocer las medidas preventivas para cuidar la salud bucodental y llevarlas a cabo reduce considerablemente la necesidad de someterse a tratamientos invasivos o dolorosos en la edad adulta. El hecho, a su vez, de evitar tratamientos complejos se traducirá en un importante ahorro de dinero.   Cuidado con los refrescos: se estima que una lata de 330 mililitros contiene alrededor de 6 cucharillas de azúcar. ¿Cómo cuidar la salud bucodental en la adolescencia? Como ya hemos señalado anteriormente, la adolescencia es una etapa clave tanto para continuar con los hábitos inculcados durante la niñez como para adquirir rutinas nuevas que se llevarán a cabo toda la vida.   NIÑO EN EL DENTISTA Por tanto, se recomienda que los padres supervisen los siguientes hábitos de sus hijos:   1. Higiene: cepillarse los dientes al menos dos veces al día Lo ideal es que el cepillado se haga después de cada comida. Sin embargo, entendemos que cumplir esta rutina no sea tan fácil cuando el adolescente está en el colegio o el instituto. Si no puede ser después de cada comida, el adolescente debe cepillarse los dientes al menos dos veces al día: por la mañana y por la noche. Este cepillado debe durar un mínimo de dos minutos y debe acompañarse del uso de una pasta dental con flúor. De esta manera, se eliminará la placa que tiende a acumularse entre los dientes y que, además, es la causante de la caries. Además, tras el cepillado siempre se debe utilizar el hilo dental. Con ello, se retirarán todos los restos de alimentos que han quedado entre las piezas dentales y que las cerdas del cepillo no han conseguido eliminar.   RUTINA DE CEPILLADO DIARIO Y, por último, recomendamos el uso de enjuague bucal tras el último cepillado del día: antes de irse a la cama.   2. Nutrición: alimentación sana y equilibrada Si no se les conciencia sobre la importancia de llevar una dieta sana y equilibrada, los adolescentes tenderán a consumir alimentos y bebidas ricos en azúcares que, sin embargo, tienen un escaso contenido nutricional. Este es el caso de los caramelos o chucherías y de los refrescos. En el caso de los primeros, se recomienda reducir su ingesta al máximo y sustituirlos por sus variedades sin azúcar. En el caso de los segundos, contamos con un dato alarmante. Se estima que una lata de refresco de 330 mililitros contiene alrededor de 6 cucharillas de azúcar. Por tanto, estas bebidas no solamente pueden causar caries. Además, contienen ácidos que dañan y erosionan el esmalte dental. Al igual que con las chucherías, recomendamos reducir su consumo al máximo. Pero si se quieren tomar de vez en cuando, podemos dar un consejo. Lo mejor es beber con la pajita para reducir el contacto de la bebida con los dientes y enjuagarse la boca después de beber. Dicho esto, es importante llevar una alimentación equilibrada en la que abunden las verduras, frutas, la carne o el pescado, que son fuentes naturales de vitaminas y proteínas.   ALIMENTACIÓN SANA Y EQUILIBRADA Con todo lo anteriormente mencionado, nos hemos referido a lo perjudicial que puede ser el consumo abusivo de algunos alimentos. Sin embargo, si es malo el exceso, el defecto puede ser aún peor. Y es que es preocupante el número de adolescentes españoles que padece trastornos de la alimentación como anorexia o bulimia. De hecho, se estima que en España estas enfermedades afectan a más de 400.000 jóvenes y adolescentes, siendo el público más vulnerable el comprendido entre los 12 y los 25 años. Por todos es sabido que la anorexia y la bulimia causan estragos en quienes las padecen. A nivel bucodental, pueden producir desgastes, hipersensibilidad, caries, retracción de encías y pérdida de dientes. A nivel general, estos desórdenes causan daños psicológicos y físicos que pueden llegar a ser irreversibles, como la muerte. Por tanto, si se sospecha que nuestro hijo puede haber caído, o estar cerca de caer, en alguna estas enfermedades, es necesario ponerlo en conocimiento de profesionales médicos lo antes posible.   3. Ortodoncia: tratar a tiempo y extremar la higiene Si hay un tratamiento dental que se asocie con la adolescencia, ése es, sin duda, la ortodoncia. Aunque hoy en día los métodos más estéticos gocen de mucha popularidad (brackets de zafiro, brackets linguales o Invisalign), los adolescentes suelen llevar los tradicionalesbrackets metálicos. ADOLESCENTE CON BRACKETS METÁLICOS Su uso es tan frecuente entre los adolescentes ya que los padres son cada vez más conscientes de las consecuencias que se pueden derivar de tener unos dientes apiñados, girados o desplazados. La mala colocación de los dientes hace que una persona no pueda comer correctamentey que se genere mayor tensión de la debida en los músculos que participan en la masticación. Pero, además, unos dientes que no están correctamente alineados provocan dificultades a la hora de cepillarlos, ya que no se puede acceder a todas sus partes con facilidad. La consecuencia de esta falta de higiene hace que se desarrollen caries o que los dientes sean perdidos precozmente. Dadas las consecuencias que ocasiona la mala colocación de los dientes, es importante advertir que cuanto antes se paute un tratamiento, más fácil será solucionar el problema al que nos enfrentamos. Por eso, desde nuestra clínica recomendamos que la primera revisión con el ortodoncista sea a edades tempranas, aproximadamente a los seis años.   4. Prevenir accidentes: protectores bucales La práctica de deporte forma parte de la vida diaria de los adolescentes. Si, además, éstos practican actividades de contacto como el fútbol o el baloncesto, es aconsejable que se utilice un

Buenos hábitos, Cultura y curiosidades

Tabaquismo: ¿Son los vapeadores inocuos?

Hace unos años vimos como una moda estallaba en nuestras calles: el vapeo. El cigarrillo electrónico nos promete dejar de fumar tabaco normal para cambiarlo, y fuera de que éste tenga e efecto prometido o no, lo que nos preocupa es cuán saludable es uso de los vapeadores. Tras algunos años se han publicado determinados estudios por parte del sector académico odontológico. Como en el resto de los campos, cuando se detecta que una novedades es potencialmente peligrosa y podría ser nociva para la salud de los pacientes, se busca realizar ensayos para determinar la inocuidad del producto. Durante el 2012 se realizó una encuesta sobre los vapeadores. Los datos decían que tan solo un 9% de los fumadores había sustituido el tabaco por el vapeador, y un 40% ni siquiera había oído hablar acerca del vapeador. Fue un poco más tarde cuando se desataría la explosión en el mercado, con cada vez más y más tiendas de vapeadores abiertas con agresivas técnicas de marketing. Si bien prácticamente todas las tiendas no duraron mucho más que la propia moda en sí (modas como hemos podido ver que van apareciendo cada cierto tiempo y desaparecen tan rápido como aparecieron) sí que muchas personas han abandonado el tabaco de forma definitiva para pasarse a este tipo de dispositivo. Vapeadores: ¿Qué sabemos de ellos? Los abanderados de los vapeadores nos dicen que el propio vapeo en sí no es más nocivo que un cigarrillo normal y que hay ciertas personas que confeccionan los líquidos en sus propias casas, pero aun y así no tenemos claros cuales son los efectos secundarios tras una exposición de décadas. Lo que sí se supone que está confirmado es que no existen los vapeadores pasivos, eso es al menos lo que dice un estudio realizado en España. Este nos indica que después de haber analizado la presencia de sustancias presentes en ambos productos (tanto en tabaco como en cigarrillo electrónico) determinan que la presencia de la nicotina en los cigarros electrónicos es ínfima si la comparamos con la presencia que deja el tabaco. Esto es una buenísima noticia si tenemos en cuenta que se estima que aproximadamente, uno de cada dos fumadores terminará falleciendo debido a complicaciones debidas al tabaquismo. Además, fumar se calcula que reduce la esperanza de vida aproximadamente en unos 10 años. En el mercado podemos encontrar todo tipo de líquidos, incluidos aquellos que también contienen nicotina. Dependiendo de la marca encontramos diferentes concentraciones de esta nociva sustancia, por lo que no podemos hablar de una determinada peligrosidad. Será la marca la responsable de la formulación de los líquidos. La cantidad de nicotina que contiene este producto es variable, ya que dependerá del líquido que estemos consumiendo. Usualmente y al ser un método para dejar de fumar encontramos concentraciones sensiblemente más bajas que en aquellos cigarrillos tradicionales, pero no por haber menos deja de ser perjudicial para nuestra salud oral. Nicotina: La gran enemiga de la boca Recordemos que la nicotina es extremadamente perjudicial para la sonrisa: esta afecta tanto a la boca, la lengua y las encías. También tiene un impacto negativo relativo al desarrollo de patologías periodontales además de causar problemas como halitosis e inflamaciones orales. Dejar el tabaco debe ser una prioridad para todos aquellos que cuiden su salud., ya no sólo de su sonrisa, sino en general. Pasaremos a explicar de forma rápida y sencilla alguno de los problemas que el tabaquismo causa en nuestra boca. Recesión gingival: La recesión gingival tiene un estrecho vínculo con el tabaquismo. Recordemos que este hábito tiene un impacto negativo en las defensas del cuerpo para combatir la enfermedad de las encías. Además, la combustión del cigarrillo causa algunos cambios en el tejido bucal que pueden favorecer una acumulación de bacterias, por lo que también estaremos favoreciendo el acúmulo de placa. Los fumadores también sufren una disminución de la capacidad de respuesta de los vasos sanguíneos. Esta combinación hace a los fumadores pacientes muy susceptibles a la recesión gingival, y cuando aparece hace que también se multipliquen los efectos. Mal aliento: La presencia de nicotina en el cuerpo también inhibe la secreción salival normal, por lo que es muy normal encontrar a pacientes que sufren de sequedad oral. También puede irritar las mucosas y las vías respiratorias, por lo que muchos pacientes fumadores refieren este malestar general. Por otro lado tanto las sustacias del vapeador como la del tabaco tradicional se adhieren a las mucosas de la cavidad oral, por lo que se genera un olor característico en el aliento. Bruxismo: SI bien sabemos que la causa principal del bruxismo es psicológica, también puede verse afectada incrementando su problema debido a estimulantes como la nicotina, la cafeína u otro tipo de drogas. La cafeína está considerada un estimulante capaz de disparar los músculos, por lo que se aumenta el rechinamiento dental, lo que causa un desgaste oral considerable en la boca. Enfermedades orales y tabaco: Las consecuencias son graves Sabemos que es muy extraño que pacientes no fumadores usen el cigarrillo electrónico, de hecho como antes comentábamos este es usado por pacientes que fumaban más de una cajetilla al día y lo que buscan es reducir el consumo o directamente dejar este hábito. Todavía falta mucho por estudiar y descubrir si realmente existen efectos nocivos derivados del uso del cigarrillo electrónico más allá de los propios de la nicotina, por lo que se recomienda cautela y precaución, siempre utilizar líquidos de marcas de calidad contrastada y una vez dejemos de fumar tabaco tradicional, tratemos de dejar el cigarro electrónico. Aproximadamente en España encontramos 2000 nuevos casos de cáncer oral, una patología cuya tasa de mortalidad es de aproximadamente el 50% a los 5 años. La mejor medida que podemos tomar para evitar esta patología tan grave es dejar de fumar, no sólo el bolsillo nos lo agradecerá enormemente, también nuestra salud mejorará nada más dejar este hábito, y rápidamente notaremos los cambios. Si quieres dejar de fumar pregúntale cómo a tu dentista de confianza, él te explicará los pasos adecuados para que

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10 cuidados que debes tener si quieres que tus carillas dentales duren mucho tiempo

Las carillas, ya sean de porcelana o de composite, son actualmente muy demandadas en las consultas de Estética Dental. Esto se debe a que ofrecen una solución natural, rápida y personalizada para mejorar la sonrisa. Pero, además de esto, las carillas dentales ofrecen otra ventaja igualmente importante: son muy duraderas. Sin embargo, para que esta última característica se cumpla, es fundamental que el paciente tenga una serie de cuidados con ellas. No hay que olvidar que por mucha resistencia que ofrezcan las carillas hoy en día, éstas son, en definitiva, unas finas láminas de porcelana o composite. Es decir, son una parte añadida -pegada- al diente. Por tanto, debemos cuidarlas tanto o más que a nuestras piezas dentales naturales. ¿Qué tipo de carillas dura más tiempo? Antes de meternos de lleno en los cuidados que se deben llevar a cabo, es importante avanzar que las carillas de porcelana son las más duraderas. Por un lado, las carillas de porcelana tienen una duración de 10 ó 15 años aproximadamente. Dentro de las carillas dentales de porcelana solemos distinguir entre e.max y Lumineers, ya que son las principales marcas comerciales. Sin embargo, su duración es la misma. Por otro lado, las carillas de composite duran cinco años como máximo aproximadamente. Como dentista, te aconsejo que tengas con las carillas el mismo cuidado que tendrías con el resto de tus piezas dentales, o incluso más, ya que a pesar de ser muy resistentes, no debes olvidar que van pegadas a tus dientes ¿Cómo cuidar las carillas dentales? Una vez dados los plazos de los dos tipos de carillas, vamos a dar una serie de consejos para que éstas duren el tiempo máximo mencionado. Dichas indicaciones están relacionadas con los siguientes aspectos: 1.  Comidas y bebidas con coloración Si bien este punto no es importante tenerlo en cuenta en el caso de llevar carillas de porcelana, sí juega un papel fundamental en el supuesto de que tengamos carillas de composite. Este último es un material que se tiñe con el paso del tiempo y con el consumo de alimentos y bebidas que tienen mucha coloración. Ejemplos de dichos alimentos o bebidas podrían ser los siguientes: café, vino tinto, té, refrescos de cola, chocolate negro, frutos rojos, curry, salsa de soja… En caso de que lleves carillas de composite y no quieras eliminar completamente estas comidas y bebidas de tu dieta, nuestro consejo es que restrinjas su consumo lo máximo que puedas. Por el contrario, la porcelana no plantea este tipo de problemas, ya que es un material que no se tiñe y que conserva sus propiedades estéticas durante muchos años.     ALIMENTOS Y BEBIDAS QUE TIÑEN 2. Tabaco Al igual que ocurre con los alimentos y bebidas con coloración, fumar también mancha las carillas de composite. Por tanto, si llevas este tipo de carillas dentales te recomendamos tener especial cuidado con dicho hábito y evitar su consumo lo máximo posible. Aparte de esto, el tabaco es muy perjudicial para los dientes naturales y, sobre todo, para nuestra salud general. Y, en este punto, tenemos que decir que aunque fumar sea muy perjudicial, no supone un problema para la porcelana, ya que no se tiñe. 3. Alimentos muy duros Este aspecto es muy importante tenerlo en cuenta, independientemente del material con el que estén hechas nuestras carillas. Cualquier alimento muy duro -o incluso pegajoso– supone un peligro para ellas, ya que pueden despegarse o, peor aún, romperse. Ejemplos de estos alimentos podrían ser determinados frutos secos o snacks (kikos, garbanzos tostados…), turrón duro, zanahoria cruda, cubitos de hielo… Además de esto, es necesario tener cuidado cuando comamos bocadillos o manzanas. Este tipo de alimentos no se deben comer a mordiscos, sino partiéndolos en trozos. 4. Higiene bucodental Este también es un punto importante, aunque no llevemos carillas, ya que con una buena rutina de higiene podemos mantener los dientes sanos durante toda la vida. Pero, además, unos buenos hábitos de higiene no solamente hacen que las carillas duren más años, sino que también conserven sus propiedades estéticas durante más tiempo. Los consejos que te damos para tener una buena rutina de higiene son los siguientes: Cepíllate los dientes después de cada comida Usa el hilo dental después de cada cepillado o, al menos, en el último del día (antes de dormir) Utiliza un enjuague bucal en el último cepillado del día Acude a tu dentista o higienista para que realice una limpieza bucodental profesional al menos una vez al año 5. Morder objetos duros Tal vez no sea tu caso pero hay muchas personas que tienen pequeños “vicios” o hábitos que, aunque parecen inofensivos, pueden dañar mucho sus piezas dentales o sus carillas. Unos ejemplos de estos “vicios” o hábitos serían, por ejemplo, mordisquear bolígrafos o morderse las uñas. Así es que, si éste es tu caso, trata de evitar estas costumbres. 6. Usar los dientes como herramienta Al igual que en el caso anterior, hay muchas veces en las que utilizamos nuestros dientes como si fueran herramientas para abrir o romper distintas cosas, tales como embalajes, cáscaras de frutos secos… De la misma manera: ten cuidado con esto, ya que te puede costar que una carilla se despegue o se fracture. 7. Férula de bruxismo Si tienes bruxismo, es importante que te acostumbres a llevar una férula de descarga por las noches. De esta manera, los músculos de tu cara se relajarán y evitará que éstos se tensionen, provocando que aprietes los dientes. Además de evitar el dolor y el desgaste de las piezas dentales que contactan entre ellas, la férula de descarga evitará que se rompan las carillas.   FÉRULA DE DESCARGA TIPO MICHIGAN 8. Protector bucal Los protectores bucales están indicados en personas que practiquen deportes de contacto como el fútbol, el baloncesto, el rugby, el hockey, el boxeo, el kickboxing o cualquier arte marcial (jiu jitsu, karate, judo, taekwondo…). Es decir, nuestro consejo es que los utilices aunque no te hayas sometido a ningún tratamiento de estética dental. De esta manera, podrás evitar que los dientes o las carillas se fracturen en las caídas o choques accidentales que se producen en este tipo de deportes. 9. Mantenimientos Aunque las carillas de porcelana no necesiten mantenimientos periódicos, las de composite sí los requieren. Los mantenimientos consisten en acudir al especialista en Estética Dental; la Dra. Sánchez, para que lleve a cabo un pulido de las carillas. El

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Día Mundial contra el Tabaquismo: efectos en la salud bucodental

Hoy se celebra el Día Mundial Contra el Tabaquismo. Este hábito es uno de los más perjudiciales para la salud, tanto general como bucal. El tabaco tiene graves consecuencias sobre la salud bucodental. ¿Sabes cuáles son? Según diversos estudios el tabaco será la principal causa de muerte prematura dentro de unos años. Y al igual que fumar cigarrillos, mascar tabaco también es perjudicial para la salud de los dientes y las encías. En este sentido, para mantener una buena salud es esencial abandonar este tipo de hábitos y mantener un estilo de vida saludable. También se aconseja acudir al odontólogo con regularidad. Consecuencias del tabaquismo en la salud bucodental Estas son las principales consecuencias del tabaquismo a nivel bucal: Mal aliento También conocido como halitosis, consiste en el conjunto de malos olores que proceden del interior de la cavidad oral. El mal aliento es una de las consecuencias principales del tabaquismo. Aunque mantener una buena higiene oral es clave para evitarlo, los pacientes fumadores son mucho más propensos a tener mal aliento. Para evitar el mal aliento hay diversas técnicas, aunque la base está en una buena rutina de higiene oral. En este sentido el enjuague oral es un gran aliado, ya que ayuda a mantener el aliento fresco durante más tiempo. También el chicle sin azúcar ayuda a mantener un buen aliento. Otro truco para evitar el mal aliento es limpiar la lengua, que en algunos casos está relacionada con la halitosis; especialmente si cambia de color. Problemas estéticos Tener una sonrisa bonita es cada vez más importante para los pacientes. En este sentido el tabaco provoca que los dientes pierdan el tono blanco y adopten un color amarillento que resulta poco estético. El tabaquismo también está relacionado con el desarrollo de manchas en la superficie dental. ¿Cómo solucionar estas alteraciones estéticas? Uno de los tratamientos estrella para recuperar una sonrisa radiante es el blanqueamiento dental. De este modo el tratamiento es mínimamente invasivo y permite recuperar una sonrisa radiante. En los pacientes fumadores también es muy recomendable someterse a una limpieza dental profesional profunda, para eliminar los restos de bacterias procedente del tabaco. La constancia en casa es otro factor clave para mantener una sonrisa más sana y bonita. Retraso en la cicatrización Tras una intervención como por ejemplo una extracción, el tabaco provoca un retraso en la cicatrización de la herida. También sucede con las llagas, las irritaciones bucales… El retraso en la cicatrización puede provocar el desarrollo de infecciones, que alargan mucho más tiempo el proceso de recuperación. Esto puede ser especialmente grave en procesos como la extracción de las muelas del juicio, que requiere una exodoncia. El proceso de cicatrización es esencial para una recuperación óptima. Por ello los pacientes fumadores deben extremar las precauciones tras una extracción por tal de evitar infecciones en la zona intervenida. Enfermedades periodontales El tabaco altera las defensas inmunológicas del cuerpo. Esto favorece el desarrollo de las principales enfermedades periodontales: gingivitis y periodontitis. La gingivitis consiste en la inflamación de las encías y provoca síntomas como el sangrado y el enrojecimiento. La inflamación suele ser indolora pero puede alterar la rutina de higiene bucal y procesos como el habla y la masticación. No obstante, la gingivitis es un proceso reversible que se puede evitar con una profunda limpieza bucodental. Pero si la gingivitis no se trata o diagnostica a tiempo evoluciona a periodontitis. También conocida como piorrea, puede provocar halitosis y la movilidad del diente. De hecho, en los casos más graves la periodontitis puede destruir los tejidos que soportan el diente, provocando su pérdida. En el caso de los pacientes fumadores, son mucho más propensos a desarrollar periodontitis que aquellos que no fuman. Por ello es esencial mantener una prevención más constante basada en el cepillado y una buena higiene interproximal. Cáncer bucal Se trata de la patología bucodental más grave. El tabaco es, junto con el consumo de alcohol, la causa principal de desarrollo de cáncer bucal. De hecho según diversos estudios hasta el 80% de casos de cáncer bucal se deben al tabaco. Así pues, eliminar este hábito es esencial para una buena prevención del cáncer oral. Los tratamientos más habituales para el cáncer oral son la radioterapia y la quimioterapia, que pueden tener algunos efectos secundarios como sequedad bucal. Siempre recomendamos acudir al dentista con regularidad. Pero esto es especialmente importante en los pacientes fumadores, ya que tienen más facilidad para desarrollar estas complicaciones. Por ello es aconsejable acudir al odontólogo una vez cada seis meses. En caso de someterse a algún tratamiento, es mejor acudir con más frecuencia para realizar un seguimiento detallado. En la clínica SanCal realizamos un seguimiento y diagnóstico totalmente personalizados. Queremos que recuperes esa sonrisa radiante y que mantengas una buena salud bucodental día a día.

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Disfunción eréctil, el desconocido efecto de la periodontitis

Los varones que tienen encías inflamadas causadas por enfermedad periodontal podrían tener un mayor riesgo de sufrir de problemas de erección. Esta información ya ha sido sugerida por muchos estudios, en los últimos años se ha observado que tanto la enfermedad periodontal como la disfunción eréctil están asociadas con enfermedades de tipo cardiovascular, y con los factores de riesgo de ambas, entre los que se incluyen el tabaco y la diabetes; sin embargo, hasta hace poco «no se había estudiado si podría existir una asociación directa entre la enfermedad periodontal y la disfunción eréctil». Diversos estudios llevados a cabo en los últimos años han intentado establecer esa conexión, que podría provenir de la existencia de factores fisiopatológicos en común. La periodontitis, señala la experta, podría provocar una situación de «inflamación sistémica», que a su vez produciría una «disfunción en el endotelio de los vasos sanguíneos (DE)», que igual que puede afectar al sistema cardiovascular, «podría afectar a los vasos cavernosos del pene». Los primeros datos provienen de un trabajo realizado en 2009 y publicado en «The Journal of Sexual Medicine». En una muestra de 305 pacientes observaron que los 70 que tenían disfunción eréctil tenían una prevalencia significativamente mayor de periodontitis que los que no tenían dicho problema. Dos años después un trabajo publicado en «Journal of Clinical Periodontology» concluía que los pacientes con disfunción eréctil tenían 3,25 veces más posibilidades de tener una periodontitis previa. Sus autores, afirma Serrano, aconsejan a los dentistas que informen a los pacientes de la posible asociación entre periodontitis y disfunción eréctil. A una conclusión similar llegó otro trabajo de 2013. Agente causal En 2014 un trabajo publicado en «The Journal of Clinical Periodontology» se demostró que, ya que la enfermedad periodontal pudiera ser un agente causal de la disfunción eréctil, el tratamiento de la periodontitis mejoraba la disfunción eréctil. Para la Dra. Sánchez, todos estos estudios sugieren que la «disfunción eréctil está relacionada con el daño causado por una disfunción endotelial y cambios inflamatorios asociados con periodontitis». En este sentido, subraya, «sería importante sugerir a los urólogos que la salud dental es importante como medida preventiva para el tratamiento de la disfunción eréctil». Dado que la periodontitis crónica se ha relacionado con varios trastornos crónicos, es recomendable recomendar la limpieza interdental diaria para reducir la placa dental y la inflamación gingival. El tratamiento de la periodontitis crónica puede controlar o eliminar la inflamación y puede reducir el riesgo de DE. «Además, los médicos deben ser conscientes del papel potencial desempeñado por la enfermedad de la periodontitis en el desarrollo de la disfunción eréctil»

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Consejos de higiene bucal para diabéticos

Si padeces diabetes, lo más probable es que ya sepas que las enfermedades periodontales son una de las complicaciones bucodentales más frecuentes entre los diabéticos. Y es que, por un lado, las personas con diabetes mellitus son más susceptibles de padecer una enfermedad de las encías (gingivitis o periodontitis). Y, por otro lado, dichas patologías periodontales provocan mayores complicaciones en la diabetes, ya que afectan negativamente al control de la glucemia (azúcar) en sangre. Dado que las enfermedades periodontales se producen, entre otras cosas, debido a una higiene bucodental insuficiente -ya sea por falta de cepillado o por errores en la técnica-, en este artículo recordaremos cuáles son los hábitos que se deben seguir. De esta manera, se reducirá el riesgo de padecer una enfermedad de las encías que complique el control de la diabetes. Cepillo de dientes para higiene oral Los diabéticos tienen más riesgo de padecer periodontitis y de que ésta provoque complicaciones en la diabetes, ya que afecta negativamente al control de la glucemia ¿Son igual de perjudiciales la gingivitis y la periodontitis? Aunque ambas -gingivitis y periodontitis- son enfermedades periodontales, éstas no presentan los mismos síntomas ni provocan los mismos daños. La gingivitis es la versión más moderada de la patología. Produce sangrado, inflamación y enrojecimiento de las encías. Sin embargo, sus daños son reversibles y se combate simplemente con una mayor higiene. Por su parte, la periodontitis -también llamada piorrea- es la cara más agresiva de la enfermedad. Se produce cuando la gingivitis no ha sido tratada y provoca daños irreversibles que no se reparan de manera natural. Dichos daños son la retracción de encías y la movilidad de los dientes. Esto se produce ya que las bacterias responsables de la enfermedad atacan todos los tejidos que rodean a la pieza dental y llegan al hueso, debilitándolo y produciendo la pérdida ósea. Esto conlleva, a su vez, la caída de los dientes, ya que éstos pierden el soporte sobre el que se sustentan. Por tanto, al igual que ocurre en una persona sin diabetes, los daños que produce la periodontitis son mucho más severos que los que puede ocasionar una gingivitis. Es por ello por lo que debemos hacer todo lo que esté en nuestra mano para evitar que la enfermedad periodontal aparezca. Y, en caso de que lo haga, tengamos los mecanismos suficientes para combatirla en una fase inicial. Retracción de encías por periodontitis Consejos para evitar la periodontitis Aunque las medidas que vamos a detallar a continuación están centradas en la boca, antes de nada es imprescindible matizar que lo más importante es que el paciente tenga la diabetes bien controlada. Es decir, esto implica que la glucosa en sangre se mantenga en el nivel ideal la mayor parte del tiempo. Una vez dicho esto, te vamos a dar una serie de consejos que debes seguir para reducir las posibilidades de padecer una enfermedad periodontal: Cepíllate los dientes después de cada comida durante dos minutos Escoge un cepillo de dientes con cerdas medias o suaves Pasa un raspador lingual por la lengua después del cepillado Utiliza seda dental cada vez que te cepilles y colutorio una vez al día Cambia el cepillo de dientes cada tres meses, o incluso antes si las cerdas están desgastadas o deshilachadas Realiza una autoexploración diaria de tu boca para verificar que no hay anomalías visibles a simple vista. Si percibes algún síntoma como, por ejemplo, inflamación, sangrado o movilidad dentaria, acude al periodoncista Acude a una revisión con la Dra. Sánchez cada seis meses o, al menos, una vez al año Respeta las pautas que te ofrezca la Dra. Sánchez en lo relativo a la periodicidad con la que debes acudir, para que lleve a cabo una higiene bucodental profesional Evita el tabaco, en la medida de lo posible  Control-glucemia-diabéticos Como ves, los consejos que deben seguir las personas diabéticas para mantener una buena higiene bucodental son relativamente fáciles de llevar a cabo. Y, por supuesto, son similares a los que debe seguir una persona sana. Todas las recomendaciones mencionadas son rutinas que se pueden llevar a cabo en pocos minutos. Lo único que puede resultar más complicado es dejar de fumar, ya que hay muchas personas con una gran adicción al tabaco. Por tanto, si eres diabético, el seguir estos consejos de la manera más estricta posible evitará que desarrolles una enfermedad periodontal y que ésta genere complicaciones innecesarias en la diabetes.

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