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La importancia de la saliva para mantener una boca sana

La saliva es una secreción que producimos de manera natural formada, en su mayor parte -99%- por agua. El 1% restante lo conforman componentes tanto orgánicos como inorgánicos, que colaboran en mantener nuestra cavidad oral en salud.Desempeña un papel fundamental en nuestra salud bucodental: no sólo protege la boca de diferentes afecciones y colabora en la deglución y masticación de los alimentos, sino que también nos ayuda a detectar otras anomalías en nuestra salud. ¿Qué funciones tiene la saliva? Si bien la principal función es la de colaborar en la masticación y deglución de los alimentos, la saliva tiene muchas otras funciones beneficiosas para la salud de nuestra boca: Lubrica y protege las encías y las piezas dentales. Es capaz de arrastrar las bacterias y eliminar los microorganismos presentes en la boca. Además, tiene un efecto cicatrizante. Posibilita una mejor detección de los sabores de la comida. La saliva regula el pH de la boca, controlando el nivel de ácidos producidos por la placa y dificultando la aparición de caries en la boca. Contribuye, además, a la mineralización de los dientes, reforzando de esta manera su esmalte. Colabora en el proceso de diagnóstico de algunas patologías tales como la diabetes, el cáncer oral o enfermedades periodontales a través del análisis de las bacterias presentes en la misma.     Prepara el bolo alimenticio, facilitando el proceso digestivo, protegiendo el esófago y evitando atragantamientos.   Una persona suele segregar, de media, entre 1 y 1,5 litros de saliva al día. Esta producción alcanza su nivel más bajo durante la noche, por lo que la acción antimicrobiana se ve debilitada y, por ello, se le da una mayor importancia al cepillado nocturno para mantener una higiene dental correcta. Es de vital importancia para nuestra salud el hecho de mantener estos niveles de segregación de saliva para gozar de una buena salud bucodental. En caso contrario, podríamos sufrir xerostomía o, bien, sialorrea. ¿Qué es la xerostomía? La xerostomía –o síndrome de la boca seca- es una situación clínica que supone una disminución considerable de los niveles de segregación de saliva. Entre sus síntomas destacan una sensación de sed constante y de ardor en la boca, una alteración en la percepción de los sabores, fisuras y úlceras en la lengua y en las encías o dificultad a la hora de masticar. Te interesará »  Deglución atípica: ¿qué consecuencias tiene y cuál es su tratamiento? Entre las posibles causas de esta bajada podemos distinguir: La ingesta de determinados medicamentos tales como antihistamínicos, antidepresivos, antiasmáticos o medicamentos para controlar la tensión arterial. El padecimiento de enfermedades sistémicas como la diabetes, la artrosis o trastornos alimenticios –anorexia y bulimia-. Las situaciones de picos de estrés. Malos hábitos como una dieta poco equilibrada, el consumo de alcohol o el tabaquismo. Los tratamientos de radioterapia o quimioterapia. La xerostomía supone una disminución del nivel de segregación de saliva y no sólo causa molestias al hablar o al dormir, sino que también tiene efectos en nuestra salud dental ¿Qué consecuencias tiene la xerostomía? Una disminución del nivel salivar supone una bajada de la acción protectora de la salivay tiene consecuencias nefastas para la salud dental. Aquellos pacientes que padezcan xerostomía son más proclives a sufrir enfermedades periodontales como la gingivitis o la periodontitis, pues están más expuestos a la irritación de las encías. La merma de la capacidad de producir saliva también influye en la deglución y en la masticación, dificultando la digestión y llegando a dañar el esófago. Además, son más proclives a la aparición de caries o de manchas en el esmalte de los dientes y suelen padecer mal aliento. ¿Cómo se puede solucionar la xerostomía? Para atajar esta afección debemos clarificar en primer lugar la causa del problema y, una vez dilucidada, determinar si estamos ante un caso reversible o irreversible. En el caso de que esta situación clínica sea reversible o puntual, generalmente provocada por la ingesta de medicamentos o por hábitos como el tabaquismo, podemos colaborar en la segregación de saliva a través de la ingesta de líquidos y alimentos o con una higiene bucodental más exhaustiva.     En cambio, los casos de xerostomía irreversible, típicos en pacientes con cáncer oral o bien con un mal funcionamiento de las glándulas salivales, se pueden atajar mediante la ingesta de fármacos específicos. Además, está recomendado el uso de sustitutos de la saliva que humedecen temporalmente la boca y, sobre todo, estimulantes salivares. Sin embargo, tan perjudicial es una carencia de la misma como un exceso de segregación. Aquellas personas cuyo caso se encuentra en el lado opuesto padecen sialorrea. ¿Qué es la sialorrea? La hipersalivación –o sialorrea- supone un exceso en la cantidad de saliva que segrega una persona. La sialorrea suele ser frecuente en pacientes con enfermedades neuronales tales como la enfermedad de Parkinson, parálisis cerebral o esclerosis lateral amiotrófica. También es habitual en personas que hayan sufrido un infarto cerebral o que, en definitiva, tengan alguna enfermedad que merme la actividad de los músculos de la cara. Además, la hipersalivación suele atacar a personas que estén siendo sometidas a tratamientos médicos de trastornos psiquiátricos tales como, por ejemplo, la esquizofrenia. ¿Qué consecuencias tiene la sialorrea? La hipersalivación no sólo dificulta el habla y provoca molestias a la hora de comer o dormir, sino que también produce lesiones y úlceras en los labios y en las zonas adyacentes de la boca. Estas últimas son especialmente frecuentes en bebés.   ¿Cuál es el tratamiento de la sialorrea? La hipersalivación se puede atajar, en un inicio, con medicamentos que inhiban la segregación de saliva. En algunos casos, están recomendados procedimiento quirúrgicos como, por ejemplo, los destinados a eliminar algunas glándulas salivales –sublinguales o submandibulares- o a ligar los conductos a través de los cuales la saliva llega a la boca, controlando la liberación de la misma. La saliva desempeña un papel fundamental en nuestra salud bucodental. En caso de sentir anomalías en la segregación de la misma, no debemos ignorarlas: en muchas ocasiones son un claro indicador de la existencia de otras patologías. Para mantener unos niveles óptimos de segregación salivar y evitar problemas tales como la xerostomía o la sialorrea, debemos erradicar malos hábitos de consumo, tales como el tabaquismo, y, sobre todo, seguir unas pautas de higiene oral exhaustivas. Pide tu cita gratuita

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Mal sabor de boca: ¿qué solución tiene?

Alguna vez te has despertado y has sentido un sabor extraño en tu boca? ¿O has tenido esta sensación tras comer un determinado alimento?Si éste ha sido tu caso, no debes preocuparte. El mal sabor de boca ocasional es un episodio de lo más común entre la población, y no reviste gravedad alguna. De hecho, su incidencia remite tras un cepillado dental. Sin embargo, la situación es distinta cuando este mal regusto se convierte en un episodio recurrente. En el presente artículo te contaremos cuáles pueden ser sus posibles causas y qué solución puedes poner ante esta situación.   ¿Por qué tengo mal sabor de boca? Diversos estudios han demostrado que el 30% de la población se queja de padecer mal sabor de boca. Y es que, como ya hemos comentado, tener esta sensación de manera puntual es perfectamente normal -especialmente al despertar, por ejemplo-. Sin embargo, estaremos ante un caso diferente cuando la persona perciba un sabor amargo en la boca -otras personas pueden describirlo como metálico- de manera continua. El mal sabor de boca tiene un origen muy diverso: bien puede ser un síntoma de una higiene oral deficiente o, por el contrario, un indicador de una enfermedad gástrica o sistémica que todavía no ha sido diagnosticada debidamente. A continuación, te contamos cuáles son las causas más comunes del mal sabor de boca. Malas rutinas de higiene bucodental Los especialistas inciden en la importancia de mantener unas rutinas rigurosas de higiene bucodental. Sólo mediante un buen cepillado y el uso de otros elementos de higiene complementaria –hilo dental, cepillos interproximales o irrigador bucal- seremos capaces de eliminar de manera eficaz los restos de comida y la placa bacteriana. Si, por el contrario, no prestamos atención a estas rutinas de higiene oral, las bacterias presentes en la cavidad oral tienden a acumularse entre los dientes y a lo largo de la línea de la encía. La acumulación de placa bacteriana tiene dos consecuencias fundamentales: Supone una inflamación de las encías, provocando la afección de enfermedades periodontales -gingivitis o periodontitis-. En caso de no ser retirada de manera debida, el cúmulo de placa da lugar a la formación de sarro y daña el esmalte dental. Por este motivo, favorece la aparición de caries   CARIES DENTAL Estas dos consecuencias pueden entenderse también como causas de un mal sabor de boca: aquellas personas que padecen enfermedades periodontales o sufren la incidencia de una caries extensa sin tratar -que ha podido derivar en un proceso infeccioso- suelen aquejar regusto desagradable. La xerostomía: una de las causas de la halitosis La saliva juega un papel fundamental en nuestra cavidad oral: nos ayuda a mantener nuestra boca hidratada, y colabora en la eliminación de bacterias y restos de comida. El conocido como Síndrome de la boca seca -o xerostomía- es otra de las causas de la halitosis. Aquellas personas que padecen xerostomía -es decir, que segregan niveles de saliva inferiores a los habituales- presentan un mayor cúmulo de bacterias en la cavidad oral. Esta acumulación puede derivar en un mal sabor de boca constante. ¿Los alimentos influyen en el mal aliento? Nuestra dieta también tiene cierta influencia en nuestra percepción de un mal sabor de boca. Aspectos como una dieta poco equilibrada, así como ciertos déficits nutricionales -falta de zinc o de vitamina B12.- pueden influir de igual manera en tu aliento. ¿Qué otras patologías bucales pueden influir en el mal sabor de boca? Además de las citadas anteriormente -enfermedades periodontales, procesos infecciosos derivados de lesiones cariosas-, debes tener en cuenta otras afecciones bucales que pueden tener repercusión en tu percepción un regusto desagradable. En primer lugar, las úlceras en la cavidad oral pueden ser las responsables de tu mal sabor de boca. Por otro lado, la candidiasis oral también puede incidir en el mismo. La candidiasis es un proceso infeccioso provocado por la presencia descontrolada del hongo candida en la boca. Se manifiesta en forma de manchas blancas, generalmente en la superficie de la lengua y en las encías. CANDIDIASIS ORAL   Su incidencia es especialmente notable en bebés y en adultos de edad más avanzada. Sin embargo, es susceptible de afectar a cualquier persona que presente una debilitación del sistema inmunitario. La candidiasis oral es otra de las posibles causas del mal sabor de boca. Pero, además, otras afecciones extrabucales pueden influir en tu percepción de un mal regusto. Mal sabor de boca durante el embarazo En las mujeres, es frecuente sentir un sabor de boca desagradable debido a fuertes cambios hormonales asociados a un incremento de la segregación de estrógenos. Éstos se hacen especialmente notables durante la menstruación o el embarazo. Además, a estos cambios hormonales se le debe unir los episodios de náuseas y vómitos, lo cual también colabora notablemente a tener un regusto desagradable en la boca. ¿La digestión influye en el sabor de boca? Una correcta digestión también influye de manera positiva en nuestro sabor de boca. Una persona que no la realiza de la manera debida puede aquejar distintas molestias tales como náuseas, acidez o reflujos gástricos. Todos estos síntomas provocan, a su vez, un regusto poco agradable en la persona que los padecen. Los problemas de digestión son especialmente comunes en personas con sobrepeso o que no mantienen una dieta equilibrada. El mal sabor de boca como indicador de otras patologías En muchas ocasiones, el mal sabor de boca es un síntoma de otras patologías que no afectan directamente a la cavidad oral: La sinusitis consiste en la inflamación de los senos paranasales que provoca, a su vez, molestias y dificultades para respirar. El cúmulo de mucosidad en la garganta a causa de este proceso infeccioso provoca un desagradable sabor amargo en la boca. Las enfermedades hepáticas -hepatitis o cirrosis, por ejemplo- tienen numerosos síntomas, tales como dolores estomacales, sensación de fatiga constante, mareos o mal sabor de boca entre otros. Otras enfermedades sistémicas tales como los procesos gripales, la diabetes o el cáncer se encuentran entre las patologías más comunes que influyen en nuestra percepción de un regusto desagradable. En episodios de ansiedad, es habitual que las personas segreguen menos cantidad de saliva. Esta sequedad bucal provoca, a su vez, un sabor amargo. Los medicamentos: ¿un mal aliado para nuestro aliento? En muchas ocasiones, el mal

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¿Quieres tener una buena salud dental? ¡Bebe agua!

Gozar de una buena salud bucodental no solo tiene beneficios a la hora de masticar, pronunciar los diferentes sonidos o evitar molestias durante el proceso de digestión. También contribuye a mejorar nuestro estado de salud general.   Una boca sana previene de la afección de dolores cervicales o de cabeza, y disminuye el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares o sistémicas -como, por ejemplo, la diabetes-.   Mantener unas buenas pautas de higiene bucodental, así como acudir de manera rutinaria al especialista para que revise el estado de tu boca, son actos que favorecen tu salud dental y previenen la incidencia de distintas afecciones dentales.   Pero, además, actos como mantener una dieta equilibrada o beber una buena cantidad de agua a diario colaboran a mantener nuestra boca en perfecto estado.   En el presente artículo te contaremos cuál es la importancia del agua en la salud bucodental, así como otros sencillos remedios que pueden influir de manera muy positiva en la buena conservación de tus dientes y encías.   Beneficios del agua para la salud Los especialistas inciden constantemente en la importancia de mantenernos hidratados a lo largo del día. El agua juega un papel fundamental en distintos procesos de nuestro día a día: Favorece el proceso de digestión, y facilita la absorción de los nutrientes de los alimentos. Colabora a reducir la sensación de fatiga. Elimina las toxinas presentes en nuestro organismo. Regula la temperatura de nuestro cuerpo. Actúa como un importante lubricante para nuestras articulaciones. Pero, además, el agua tiene una serie de beneficios para nuestra salud bucodental.   ¿Por qué es importante el agua para nuestros dientes y encías? El agua es una bebida saludable que no contiene azúcares. No sólo contribuye a mantenerte hidratado y a preservar una dieta equilibrada, si no que, además, evita la sequedad bucal y te ayuda a mantener nuestra boca limpia. IMPORTANCIA DE MANTENERSE HIDRATADO El agua, por lo tanto, tiene numerosos beneficios para nuestra boca. Entre ellos, colabora a segregar unos niveles óptimos de saliva y reduce la afección de caries dentales y enfermedades periodontales.   La importancia del agua para segregar los niveles óptimos de saliva La saliva es una sustancia que producimos de manera natural formada, en un 99% por agua. Desempeña una labor fundamental en nuestra salud bucodental, al tener numerosas funciones beneficiosas para la misma: Lubrica las encías y protege los dientes de la acción de los agentes patógenos, arrastrando las bacterias y los microorganismos presentes en la cavidad oral. Contribuye a mantener el pH de la boca neutro, evitando que la boca se convierta, por lo tanto, en un medio ácido que favorece la aparición de caries. Permite distinguir mejor el sabor de los alimentos, y contribuye en el proceso de deglución colaborando en la formación del bolo alimenticio. Favorece el proceso de cicatrización de heridas y pequeñas llagas. Ayuda a diagnosticar algunas patologías gracias al análisis de las bacterias presentes en la misma como, por ejemplo, el cáncer oral o enfermedades periodontales -a la hora de determinar las bacterias causantes de las mismas-. Te interesará »  Xilitol: ¿tu aliado contra la caries? Por este motivo, segregar unos niveles óptimos de saliva resulta de vital importancia. Y, para ello, una buena hidratación resulta indispensable. En caso contrario, corremos el riesgo de padecer xerostomía -o síndrome de la boca seca-. Esta afección no solo genera molestias a la hora de hablar o masticar, sino que también aumenta el riesgo de padecer la incidencia de caries o enfermedades periodontales, así como de sufrir mal aliento. El agua: tu aliado contra la caries La caries es una lesión de la estructura dental provocada por la acción de los ácidos liberados por la placa bacteriana. La caries debe ser tratada a tiempo, de tal manera que cuando sea abordada solo haya afectado al esmalte dental. En caso contrario, afectará a la dentina y, posteriormente, al nervio dental. CARIES DENTAL   De esta manera, podemos afirmar que una caries muy extensa puede llegar a comprometer la estabilidad de la pieza dental afectada.   A diferencia de otras bebidas azucaradas o ácidas como los zumos de frutas o los refrescos -que contribuyen a hacer de la boca un medio más ácido-, el agua lava con cada trago tu boca de posibles restos de comida y bacterias perjudiciales para tu salud dental.   Esto no significa que un buen enjuague con agua sustituya al clásico cepillado dental: debes seguir manteniendo el hábito de lavarte los dientes tras cada comida, y completar tu higiene oral con el uso de hilo dental o cepillos interproximales.   ¿Colabora el agua a evitar las enfermedades periodontales? La enfermedad periodontal cursa con la inflamación y sangrado reversible de las encías -gingivitis-. En caso de no ser tratada a tiempo, la enfermedad progresa a periodontitis: una patología crónica que comienza con la inflamación de los tejidos de soporte, continúa con movilidad dentaria y, finalmente, puede comprometer la estabilidad de las piezas dentales.   Una higiene bucodental rigurosa es el principal factor de prevención de estas patologías. Por este motivo el agua tiene una influencia muy positiva en la aminoración de la incidencia las mismas: reduce el riesgo de padecerlas, pues, como ya hemos comentado, colabora a limpiar la boca de restos de comida y agentes patógenos.   ¿Qué otros beneficios tiene el agua para nuestros dientes y encías? Además de los citados anteriormente, el agua es empleada como remedio casero en algunas dolencias relacionadas con nuestra boca. A continuación, te damos una serie de pautas que quizá puedan serte de utilidad en un futuro. ¿Te has quemado la lengua? Para reducir la sensación de irritación, es recomendable que te enjuagues con agua fría o leche. Recuerda que la aplicación directa de hielo puede contribuir a aumentar más la sensación de irritación. Si has iniciado un tratamiento de ortodoncia con un método fijo -brackets metálicos, brackets de zafiro o brackets linguales-, notarás que te es más complicado acceder a todos los recovecos de tu boca. Por ello, los especialistas recomiendan el uso del waterpik. Se trata de un cepillo que, mediante el uso de agua a presión, eliminará de manera satisfactoria todos los restos de comida que

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Xilitol: ¿tu aliado contra la caries?

La caries es una de las afecciones bucales más comunes, y su incidencia provoca un daño en la estructura dentaria que, en caso de no ser tratado a tiempo, pueden terminar comprometiendo la estabilidad de la pieza dentaria.La caries es una afección de origen multifactorial, y una de sus causas es una dieta con alto contenido en azúcares. El xilitol es un edulcorante que se presenta como alternativa al azúcar, pero ¿de dónde proviene el xilitol y qué beneficios puede tener sobre tu salud dental?   El azúcar: un peligro para tu salud El azúcar es una sustancia que, de forma natural, se encuentra entre los componentes de muchos alimentos recomendados para mantener una dieta equilibrada. Un ejemplo de ello son algunas frutas y verduras como, por ejemplo, las naranjas -fuente de vitamina C- o el plátano -rico, por ejemplo, en potasio-. Sin embargo, es el azúcar de los alimentos procesados tales como refrescos, gominolas o zumos concentrados el que no es beneficioso para nuestra salud. Una dieta con un alto contenido en azúcares está asociada a enfermedades tales como la diabetes o la obesidad, pero, a su vez, tiene también graves consecuencias para la salud de nuestros dientes. Perjuicios del azúcar para tu salud bucodental El azúcar, junto con una higiene bucodental poco eficiente, está considerado como la principal causa de la caries dental. Las lesiones cariosas se producen como consecuencia del daño del esmalte dental, debido a la acción de un cúmulo de placa bacteriana que no ha sido removido de manera eficiente. La denominada placa cariogénica se conforma de una serie de bacterias que, una vez han metabolizado los azúcares de los alimentos, liberan ácidos que atacan la estructura dentaria. Estos ácidos dañan, por tanto, el esmalte y son el origen de la afección de caries dentales. El azúcar, por tanto, hace de la boca un medio ácido y favorece la acumulación de placa bacteriana. Por este motivo, los especialistas inciden en la importancia de reducir los niveles de ingesta del mismo.   CARIES DENTAL Una de las sustancias que se postulan como sustituto de la misma es el xilitol. ¿Qué es el xilitol? El xilitol es un polialcohol -alcohol de azúcar- que se extrae de ciertos vegetales o plantas como, por ejemplo, la corteza de abedul o del xilano, una fibra vegetal. Además, se encuentra de manera natural en pequeñas dosis en algunas frutas y verduras tales como los arándonos, las fresas o la coliflor. Se trata de un edulcorante con un sabor muy similar al del azúcar que se emplea como sustituto del mismo. Es habitual encontrarlo dulces industriales o helados, entre otros. La diferencia entre ambos radica en que, por el contrario, el xilitol no es perjudicial para la salud dental. Xilitol: el edulcorante que protege tus dientes de la caries La Organización Mundial de la Salud (OMS) califica el xilitol como una sustancia segura. A partir de la década de los 60, ha sido empleado en terapias post-quirúrgicas en pacientes que presentan quemaduras e incorporado a la dieta de personas con diabetes -su índice glucémico es de 7-. Pero, a su vez, se emplea como edulcorante de productos cuyo objetivo es mejorar la salud bucal. El xilitol se descompone de una forma diferente al azúcar, ayudando a mantener el pH de la boca neutro. De esta manera, no solo evita el daño del esmalte -al no crear de la boca un medio ácido-, sino que también evita que las bacterias se reproduzcan. Por este motivo, podemos afirmar que el xilitol, además de aminorar el daño del esmalte dental por lesiones cariosas, frena la aparición de los mismos. Pero, además, tiene otros beneficios para nuestra salud bucodental. Por un lado, nos ayuda a segregar unos niveles de saliva adecuados. Gracias al aumento del flujo salival se regula el pH de la boca, controlando el nivel de ácidos en la cavidad oral y evitando la desmineralización del esmalte de nuestras piezas dentales. Por otro lado, al frenar la adherencia de las bacterias a nuestros dientes y encías, previene también la afección de enfermedades periodontales -gingivitis y periodontitis-. Por último, frena la incidencia de la candidiasis oral. Esta afección está causada por la proliferación del hongo cándida, presente en la flora de la boca. Generalmente, su proliferación se encuentra controlada por la acción del sistema inmunitario, por lo que la candidiasis suele afectar a personas que, por una causa u otra, presentan una debilitación del este sistema. El xilitol frena la proliferación de este hongo, reduciendo el riesgo de padecer candidiasis oral. CANDIDIASIS ORAL ¿Qué productos contienen xilitol? Incorporar el xilitol a nuestra dieta es sencillo: una gran cantidad de dulces o chicles albergan cierta cantidad de esta sustancia entre sus componentes. Un ejemplo de ello serían distintos dulces, helados o snacks. Empleado como edulcorante, éste no afecta a los niveles de insulina y, de forma muy leve, a los niveles de azúcar en sangre. Por ello, está recomendado su uso entre personas diabéticas. Pero, además, dado su poder anticariogénico, en el mercado existen productos para mejorar la salud dental. Entre ellos, podemos distinguir pastas de dientes anticaries o colutorios con el mismo objetivo. Además de su uso en odontología, el xilitol se emplea como componente en otros medicamentos tales como pastillas para la tos o suplementos vitamínicos. ¿Qué contraindicaciones tiene el xilitol? Como hemos comentado con anterioridad, el xilitol tiene múltiples beneficios para la salud dental, y su uso está recomendado entre personas que padecen, por ejemplo, diabetes. Sin embargo, su consumo también tiene ciertas contraindicaciones. En caso de ser ingerido de forma rápida y en grandes dosis, tiene un efecto laxante en las personas. Entonces, ¿tomando xilitol mantendré mi boca libre de caries? El xilitol es una sustancia que ayuda a evitar la formación de caries, pero con su acción no es suficiente. Si quieres gozar de una salud bucodental completa y mantener tus dientes libres de caries, debes respetar las siguientes pautas: Cepíllate los dientes después de cada comida para eliminar las bacterias y los restos de comida presentes en tus dientes y encías. Cambia el cepillo de dientes cuando observes que las cerdas están desgastadas -cada 3 meses, aproximadamente-. CEPILLO DE DIENTES DESGASTADO

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Macroglosia: ¿cuál es el tratamiento más adecuado?

La macroglosia es un trastorno que afecta, en su mayoría, a niños, y que puede tener repercusiones negativas en el habla, generar problemas de oclusión y dificultades a la hora de masticar o tragar.En el presente artículo te explicaremos en qué consiste la macroglosia, cuáles son las posibles causas que la originan y cuál es el tratamiento más adecuado en cada caso. ¿Qué es la macroglosia? La lengua es un órgano de vital importancia para la correcta fonación de los sonidos, el proceso de deglución y la respiración. Tiene un mayor crecimiento durante los primeros 8 años de vida de una persona, si bien su desarrollo no se interrumpe hasta que ésta cumple 18 años. De origen hereditario o congénito, la macroglosia es una condición que afecta a aquellas personas que poseen una lengua de un tamaño superior al habitual con respecto al resto de estructuras que conforman la cavidad oral. Síntomas de la macroglosia Las personas que la padecen observan cómo, en estado de reposo, la lengua protruye más allá del borde alveolar. La lengua tiene, por lo tanto, una longitud, un grosor y un ancho superior al habitual, ocupando por completo el espacio presente en la cavidad oral. LENGUA AGRANDADA   En personas que lo padecen, es habitual encontrar pequeñas úlceras o lesiones en la superficie de la misma. Además, presentan una serie de dificultades en la fonación de sonidos, en el proceso de masticación y deglución, infecciones recurrentes y obstrucción de las vías respiratorias y, por último, suelen segregar unos niveles de saliva superiores a los habituales. Causas de la macroglosia La macroglosia es una patología de causa variada, teniendo bien su origen en la afección de un síndrome de carácter genético o hereditario o, por el contrario, adquirido. El hecho de tener una lengua de tamaño superior al resto de estructuras de la cavidad oral puede ser un indicador de que la persona padece un trastorno de carácter hereditario o congénito como, por ejemplo: Hipotiroidismo de origen congénito. Síndrome de Down. Síndrome de Beckwith-Wiedemann, un trastorno del crecimiento que supone unos órganos de tamaño superior al habitual, entre otros síntomas. Diabetes. Acromegalia, una enfermedad de carácter crónico caracterizada por el incremento del tamaño de algunos órganos corporales como, por ejemplo, las manos, los pies o las mandíbulas. Mucopolisacaridosis, o enfermedades metabólicas de origen hereditario que suponen un mal procesamiento de los glucosaminglucanos -cadenas de la molécula del azúcar-. Esta afección provoca una acumulación de los mismos a nivel intracelular que puede ser la causa de distintas alteraciones en diferentes órganos. Aparición de un hemangioma -tumoraciones vasculares de carácter benigno, generalmente, que aparece en etapas muy tempranas de la vida-. HEMAGIOMA Pero, además, en ocasiones la macroglosia es un síntoma de un trastorno adquirido como, por ejemplo: Malformaciones en el sistema linfático de carácter benigno -linfagiomas-. Crecimiento de formaciones tumorales malignas. Consecuencias de la macroglosia La macroglosia tiene efectos negativos en la estética de la sonrisa de una persona, pero también puede afectar al habla, el proceso de deglución e incluso en el descanso de la misma. Entre las distintas consecuencias que esta patología tiene para aquellos que lo padecen, destacan las siguientes: Conflictos en la correcta fonación de los diferentes sonidos, suponiendo problemas en el habla. Dificultades en el proceso de masticación y deglución de los alimentos, interfiriendo por tanto en el proceso de digestión. Aparición de úlceras o pequeñas heridas producto del roce de la lengua con otras estructuras de la boca, especialmente en la punta de la misma. Segregación de unos niveles de saliva superiores a los habituales. Esta afección, conocida como sialorrea, tiene efectos negativos tanto en la deglución de los alimentos como en la preservación del esmalte dental, favoreciendo la aparición de caries. Infecciones de las vías respiratorias u obstrucción de las mismas. La macroglosia es, por ejemplo, una de las causas de la apnea -afección que supone una respiración muy superficial o la interrupción de la misma durante el sueño-. La macroglosia puede afectar al proceso de erupción dental y a la posición que los dientes ocupan en las arcadas. Esta patología puede suponer la protrusión de las piezas dentales y generar alteraciones en el proceso de erupción dental, afectando a la correcta alineación de los dientes en las arcadas. Además, también tiene efectos negativos en el desarrollo del hueso maxilar y de la mandíbula, generando problemas de oclusión. Por último, tiene consecuencias estéticas y, por tanto, en la autoestima del paciente. La macroglosia tiene efectos negativos para el habla, la masticación y deglución de los alimentos e incluso problemas de oclusión dental Diagnóstico de la macroglosia La macroglosia afecta, mayoritariamente, a la población infantil. Resulta de vital importancia realizar una visita temprana al especialista para que estudie el caso y esclarezca la causa de esta afección. Para el correcto diagnóstico de la misma, el especialista analizará no solo la morfología de la lengua, sino también otros factores tales como las dificultades que supone para el proceso de masticación y deglución de los alimentos y el habla, la obstrucción de las vías aéreas, así como la motricidad oral y el desarrollo de la mandíbula y el hueso maxilar, o la posición de las piezas dentales en la arcada.   APNEA Además, analizará también la historia clínica y los antecedentes médicos familiares. Una vez finalizado este análisis, el especialista pautará el tratamiento más adecuado para el caso. Tratamiento de la macroglosia El especialista determinará el tratamiento más idóneo en función del grado de severidadde la afección y de la causa que la provoca. Por lo tanto, el procedimiento para abordar esta afección es, al igual que su origen, muy variado. En los casos más severos, el especialista optará por una glosectomía. Se trata de una cirugía que consiste en la reducción del tamaño de la lengua. De esta manera, no solo se erradican los problemas estéticos que se derivan de la macroglosia, sino que también supone el fin de los problemas de sialorrea y las dificultades en el habla, la respiración, la masticación y deglución de los alimentos. La edad idónea para realizar la glosectomía está establecida entre los 4 y los 7 años. De igual manera, la realización de esta intervención se adelanta en el tiempo en algunas ocasiones en las que

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Las etapas de dentición: ¿qué puedes hacer para aliviar las molestias de tu bebé?

Hablamos de dentición para referirnos al proceso durante el cual erupcionan los dientes. A lo largo de la vida de una persona, se distinguen a su vez tres etapas diferentes de dentición que se adaptan a las necesidades de las mismas en función de su proceso de desarrollo.En el presente artículo podrás aclarar todas tus dudas acerca de las distintas etapas de dentición, así como de los síntomas y la manera adecuada de actuar ante las molestias típicas de este proceso. Tipos de dentición A lo largo de la vida de una persona, podemos diferenciar tres tipos diferentes de dentición: dentición primaria -o dientes de leche-, mixta y permanente. ¿Qué es la dentición primaria? Hablamos de dentición primaria -o temporal- para referirnos al proceso de erupción los dientes de leche. Estos acuñan su nombre debido no sólo a la base de la alimentación en edades tempranas de los niños, si no también al aspecto más blanco de las piezas dentales propias de esta etapa. ¿A qué edad sale la primera pieza dental? Por lo general, el primer diente de leche erupciona alrededor de los 6 meses de edad. Sin embargo, conviene aclarar que el proceso de erupción es diferente en cada persona y que es normal que ésta se desarrolle entre los tres meses y el año de edad. La dentición primaria consta con un total de 20 piezas dentales que siguen el siguiente orden de desarrollo: En primer lugar, brotan los incisivos centrales y laterales -de 6 a 16 meses de edad, habitualmente-. Erupción de los primeros molares -hasta el año y medio de edad-. Desarrollo de los colmillos entre los 18 meses y los dos años. Por último, erupcionan los segundos molares entre los 24 y los 30 meses de edad.   PROCESO DE ERUPCIÓN DE LAS PIEZAS DENTALES Estas piezas dentales se mantendrán aproximadamente hasta los 6 o 7 años, momento en el que el niño comenzará con el recambio dentario. ¿Cuáles son los síntomas típicos en el proceso de erupción de los dientes de leche? En muchas ocasiones, los padres achacan distintos síntomas al proceso de erupción dental que en nada tienen que ver con el mismo. Un ejemplo de esta sintomatología sería la siguiente: Incremento de la segregación de saliva, generalmente debida al cambio de alimentación de líquido a sólido La erupción dental puede elevar de cierta manera la temperatura corporal debido a la inflamación de las encías, pero debemos descartarla como causante de un estado febril. Aumento de la mucosidad y diarreas. Ante estos síntomas, debemos acudir al pediatra para que valore el caso y pueda esclarecer la causa de los mismos. El único síntoma claro del desarrollo de las piezas dentales es el enrojecimiento e irritación de las encías. Pero, ¿qué puedes hacer para reducir las molestias durante este proceso? Remedios para aliviar las molestias derivadas de la erupción dental A lo largo de la dentición, el bebé se mostrará más irritable de lo habitual. A continuación, te detallamos una serie de remedios para tranquilizarlo y aliviar las molestias en la medida de lo posible: Usa mordedores para que el bebé pueda calmarse ligeramente. Aquellos que contienen líquido en su interior, susceptibles de meter en la nevera, están especialmente recomendados. Si bien el frío alivia la inflamación, evita meter estos juguetes en el congelador: un frío excesivo puede provocar quemaduras en la mucosa. Masajea ligeramente las encías. Para ello, puedes emplear una gasa que contenga manzanilla tibia. En algunos casos, puedes aplicar de manera tópica una crema antiinflamatoria o unas gotas de ibuprofeno o paracetamol directamente sobre la encía -siempre previa consulta al pediatra-. Recuerda que, durante este periodo, el bebé tenderá a meterse en la boca cualquier objeto que tenga a mano. Vigila aquello que esté a su alcance y extrema las precauciones de higiene durante este periodo.   MORDEDOR A lo largo de la etapa de dentición temporal, debes tener en cuenta que la higiene dental es especialmente importante. Recuerda que debes inculcarle a tu hijo unas buenas rutinas de limpieza bucodental. En caso de que todavía no sea capaz de lavarse los dientes con un cepillo dental, debes pasarle una gasa con agua por las encías o piezas dentales para eliminar los restos de comida y evitar, de esta manera, la afección de caries. Además, existen ciertos hábitos en esta etapa que pueden ocasionar futuros problemas de oclusión. Un ejemplo de ellos es la succión del dedo pulgar o el uso abusivo de biberones o chupetes. Intenta, en la medida de lo posible, erradicar estas costumbres. La etapa de dentición primaria dura hasta los 6-7 años. Transcurrido este periodo, el niño empezará con el recambio dentario, iniciando la etapa de dentición mixta. ¿Qué es la dentición mixta? Una vez el niño empieza con el recambio dentario, los dientes de leche empiezan a ser sustituidos por las piezas definitivas.   Por lo general, la etapa de dentición mixta se extiende entre los 6 y los 12 años. En la misma, las piezas temporales convivirán con las definitivas. Durante esta etapa, el niño puede realizar su primera visita al ortodoncista. Es entonces cuando el mismo puede pautar dos tratamientos diferenciados para conseguir una perfecta oclusión a edades tempranas: El especialista optará por un tratamiento de ortodoncia interceptiva en aquellos casos en los que deba corregir problemas de crecimiento de los huesos faciales. A partir de aparatos -fijos o removibles-, solucionará problemas de desarrollo y de posición de los huesos maxilares que, en edades más avanzadas, sólo podrán corregirse mediante un tratamiento combinado de ortodoncia y cirugía ortognática a nivel hospitalario. Además, en algunas ocasiones el especialista puede colocar brackets de manera seccional en pacientes con dentición mixta para solucionar problemas de erupción dentaria o alineamiento.   APARATOS DE ORTODONCIA INTERCEPTIVA La etapa de dentición mixta termina cuando el niño ha acabado con el recambio dentario. Esto es, por lo general, a los 12 años de edad. Características de la dentición permanente La etapa de dentición definitiva termina cuando la persona tiene la totalidad de las piezas dentales erupcionadas. Esto es cuando se han desarrollado las muelas del juicio. La dentición permanente asciende a un total de 32 piezas dentales. En este aspecto, no todas las personas constan de

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Piercing en la lengua: ¿qué contraindicaciones tiene?

En los últimos años, las perforaciones en la lengua se han instaurado como una tendencia estética entre los jóvenes. Estos pendientes, colocados de manera vertical o transversal en la misma, traen consigo una serie de complicaciones tanto a corto como a largo plazo.En el presente artículo te contaremos cuáles son las perforaciones en la lengua más frecuentes y qué consecuencias pueden tener para tu salud oral.   Piercings en la lengua: ¿una moda peligrosa? En culturas ancestrales, tales como la cultura Maya o la Azteca, las perforaciones en la lengua tenían una connotación simbólica: los jóvenes simbolizaban de esta manera su paso a la edad adulta. Estas perforaciones se entendían como una muestra de valentía, de negación de miedo a la muerte o al dolor físico. Este rito indicaba, de esta manera, el rango que ocupaba un miembro dentro de una tribu. Esta práctica se extendió, especialmente a partir de la década de los años 90, a las culturas occidentales. Si bien en algunas ocasiones llevar un piercing en la lengua se puede entender como símbolo de pertenencia a una determinada tribu urbana, en la mayoría de los casos la colocación de estos pendientes tiene un fin meramente estético. Sin embargo, en muchas ocasiones se desconoce el riesgo que puede desencadenar para nuestra salud oral llevar un pendiente en la boca. ¿Sabías que llevar un pendiente en la boca tiene una relación directa con la afección de enfermedades periodontales, por ejemplo? Pero antes de entrar en materia y explicar cuáles son las desventajas de llevar un piercing oral, primero debemos saber qué precauciones debes tener en cuenta a la hora de tomar la decisión de colocarte un pendiente en la lengua. ¿Cómo se hace un piercing en la lengua? Si ya has tomado una decisión en firme, el primer paso que debes dar es acudir a un sitio especializado que respete de manera rigurosa los protocolos de higiene y esterilización. Parece algo muy obvio, pero no es el primer caso en el que el piercing se realiza en un sitio poco confiable o que una persona se realiza, por sí misma, una perforación lingual. En estos casos, los riesgos se maximizan y las complicaciones se multiplican.   MATERIAL ESTERILIZADO Además, hay otros dos factores que debes tener en cuenta: En algunas ocasiones, las personas pueden ser alérgicas al material del pendiente. Antes de realizarte la perforación, es conveniente que te asegures de que éste no es tu caso. Incluso un simple catarro puede influir en el proceso de cicatrización del piercing. Por ello, es aconsejable realizarte la perforación en un momento en el que tu estado de salud sea óptimo. Una vez has elegido un profesional de confianza, el proceso de realización del mismo será el siguiente: En primer lugar, el profesional debe desinfectar el área en el que vaya a realizar el piercing. Posteriormente, marcará el lugar exacto en el que te colocará el pendiente para asegurarse de que está en el lugar que prefieres. Acto seguido, colocará una pinza con un hueco en una de sus extremidades a través del cual podrá ver la marca realizada para indicar el lugar de colocación. Gracias a la misma, se asegurará de que no mueves la lengua en el momento de la perforación. El siguiente paso será la perforación de la lengua y, acto seguido, la colocación del pendiente –de un grosor aproximado de 18 milímetros de diámetro-. Se trata de un proceso que se realiza sin anestesia, pues los profesionales que los llevan a cabo no están capacitados para ello. En los días siguientes a la realización del piercing puedes sentir molestias en el habla, en la masticación o en el proceso de deglución. Tipos de piercings en la lengua Las perforaciones en la lengua se pueden realizar de manera vertical o transversal. De esta forma, podemos distinguir distintos tipos de piercings en la lengua: La perforación más común es la realizada de forma vertical en el centro de la lengua. En algunas ocasiones, se prefiere la colocación del pendiente en una posición más acercada a la punta de la misma. Esta zona, además de ser más visible, tiene un mayor número de terminaciones nerviosas -lo que supone un mayor riesgo de hemorragia- y un mayor contacto con las piezas dentales, lo que puede provocar una mayor erosión de las piezas dentales. Otra de las perforaciones verticales más comunes es la conocida como piercing Venom o Viper. Se trata de dos pendientes colocados de manera simétrica en la superficie lingual. En cuanto a las perforaciones transversales, podemos distinguir el conocido como piercing horizontal -que atraviesa la lengua de un extremo a otro- y el piercing Surface, que no la atraviesa por completo. Los piercings horizontales son mucho más complejos que los verticales, pues el riesgo de atravesar un nervio o vena se incrementan. Se maximiza, por tanto, la posibilidad de producir una hemorragia o sangrado abundante, así como de dañar una terminación nerviosa –cuyo efecto, por cierto, es irreversible-. Por último, podemos distinguir dos tipos de piercings en el frenillo lingual: el smiley –realizado en el frenillo que une la encía con el labio superior- o el web piercing o Marley, realizado en el frenillo sublingual –es decir, en aquel que une la lengua con el suelo de la boca-.   PIERCING SURFACE Sin embargo, los piercings en la lengua no son las únicas perforaciones que se pueden realizar en la cavidad oral. ¿Qué otros piercings se pueden realizar en la cavidad oral?                                 Además de los piercings linguales, existe una gran variedad de pendientes que se colocan, de forma habitual, en la cavidad oral. Tales son los que perforan el labio superior o inferior, los que se encuentran perforando el área próxima a las comisuras de los labios o, por último, las mejillas. Sea cual fuere el lugar de emplazamiento del pendiente, las personas que deciden realizarse algún tipo de perforación deben seguir una serie de recomendaciones para asegurar la correcta cicatrización de la misma. ¿Qué cuidados precisa un piercing en la lengua? La lengua es un órgano que contiene una amplia concentración de bacterias, así como de vasos sanguíneos y terminaciones

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7 efectos de la menopausia en tu salud bucodental

Con una esperanza media de vida de 85 años, a las mujeres españolas no les queda otra opción que afrontar las consecuencias de la menopausia durante, aproximadamente, el 40% de su vida. Pero, a su vez, el aumento de dicha esperanza de vida provoca un incremento en la incidencia de enfermedades asociadas a esta etapa. El descenso en la producción de hormonas comienza a producirse entre los 45 y 55 añosde edad. Con ello, suelen aparecer los primeros síntomas de la menopausia: los conocidos sofocos, dolores de cabeza y la irritabilidad. Pero, además, esta época provoca una mayor propensión a sufrir problemas bucodentales. Esto sucede con la bajada de los niveles de estrógenos, que afecta directamente a las encías. De la misma manera, la reducción de progesterona provoca una disminución de la densidad ósea de la mandíbula, poniendo en riesgo el sustento de nuestros dientes. A pesar de todo, y gracias a los avances de la tecnología y la concienciación social, hoy en día las mujeres pueden disfrutar de unos dientes sanos hasta la ancianidad. Para ello, será necesario tener un cuidado especial con la higiene y visitar con regularidad al dentista. De esta manera, evitaremos muchos de los problemas que pueden aparecer con la llegada de la menopausia. Una gingivitis descamativa que no se trata deriva en una enfermedad más grave y que causa la caída de los dientes: la periodontitis Consecuencias de la menopausia en la boca A continuación, te vamos a detallar los efectos más frecuentes que tiene la menopausia en nuestra cavidad oral, especialmente en dientes y encías: 1. Gingivitis descamativa Se caracteriza por la separación de las capas externas de las encías hasta el punto de dejar la raíz del diente expuesta, provocando sensibilidad ante agentes externos como bebidas o comida caliente o fría. Además, la gingivitis descamativa provoca que el tejido gingival se enrojezca, duela y pueda aparecer sangrado, ya sea espontáneo o al cepillarnos los dientes. Si no se trata a tiempo, esta patología puede derivar en una periodontitis, que es una enfermedad más grave y más difícil de curar que provoca la caída de los dientes. En último lugar, y dejando a un lado los efectos sobre la salud, la gingivitis descamativa resulta antiestética, ya que al dejar la raíz del diente expuesta, se aprecia un diente demasiado largo. Por todos estos motivos, es recomendable mantener un control del estado de las encías, lo que implica acudir al dentista en cuanto observemos los síntomas que acabamos de mencionar.   SÍNTOMAS DE LA MENOPAUSIA 2. Xerostomía o sequedad bucal La secreción salival es importante debido a que ayuda a mantener húmedos los tejidos de la boca , lo que favorece que ésta esté más limpia y que se regule la cantidad de bacterias presentes en dicha zona del cuerpo. Sin embargo, durante la menopausia, las glándulas salivales segregan menos cantidad de saliva, lo que produce sequedad bucal. El hecho de tener la boca seca conlleva, por tanto, mayor probabilidad de desarrollar caries -o cualquier otro tipo de infección-. Además, genera distintas incomodidades tales como: dificultades a la hora de saborear alimentos, tragar o incluso al hablar; boca pastosa; sequedad de garganta; labios agrietados; lengua áspera, etc. Y, por último, ocasiona uno de los problemas bucales que más nos acomplejan: el mal aliento. 3. Síndrome de la boca ardiente El ardor bucal es uno de los problemas postmenopáusicos más comunes. Se caracteriza por provocar síntomas como un fuerte ardor, sensación de quemazón, escozor, hormigueo o adormecimiento de la lengua principalmente, aunque también puede darse en las encías y los labios. 4. Adelgazamiento de la mucosa bucal Como consecuencia de la reducción en la producción de hormonas, las mucosas de la boca, al igual que las de todo el cuerpo, se vuelven más frágiles y se debilitan. Para prevenir las alteraciones de la mucosa oral podemos llevar a cabo hábitos saludables tales como: cepillarnos los dientes después de cada comida, acudir regularmente al dentista (al menos una vez al año), evitar el consumo de tabaco y alcohol, etc. 5. Caries radiculares Las caries en la raíz del diente aparecen por un cúmulo de circunstancias que tienen lugar durante la menopausia. En primer lugar, contribuye a esto la gingivitis descamativa, ya que deja la raíz del diente expuesta a agentes externos, como restos de alimentos que se depositan en la zona y generan bacterias. En segundo lugar, la caries también encuentra en la sequedad bucal el ambiente propicio para desarrollarse. La escasez de saliva es perjudicial ya que la producción de ésta hace que la boca esté hidratada, más limpia y arrastre las bacterias, de manera que no se acumulan.     FUMAR AMARILLEA LOS DIENTES 6. Deterioro dental En general, el envejecimiento de las personas va unido a una pérdida del brillo y del blanco original de los dientes, que se vuelven más opacos y amarillos. Si, además, los dientes presentan desgastes y/o apiñamiento, la sonrisa da una sensación de mayor deterioro. 7. Periodontitis y pérdida de hueso Existen numerosos estudios que demuestran la relación directa que existe entre las enfermedades periodontales y la osteoporosis. Te interesará »  Tengo la boca seca, ¿cuáles son sus causas y cómo puedo evitarlo? Y es, precisamente, durante la menopausia cuando estos problemas se agravan, ya que la reabsorción de hueso que suele afectar a todo el organismo, afecta de igual modo a la boca. Al mermarse el hueso maxilar, se pone en riesgo la supervivencia de los dientes, ya que éstos pierden el soporte sobre el que se sostienen. Es por ello que si se padece una enfermedad periodontal o se tiene tendencia a padecerla, es necesario que un odontólogo especializado en Periodoncia lleve nuestro control. De esta manera, evitaremos, en la medida de lo posible, las complicaciones asociadas a estas enfermedades. Recomendaciones: importancia de la prevención Dado que la menopausia es una etapa inevitable en la vida de una mujer, también es muy probable que tengamos que experimentar algunos de los efectos asociados a este periodo. Sin embargo, no es menos cierto que está en nuestra mano disminuir parte de dichas consecuencias mediante determinados cuidados y rutinas saludables. Es decir, aunque no podamos prevenir por completo la aparición de todos los problemas mencionados, sí que podremos hacer esta época mucho más llevadera.   HIGIENE DENTAL DURANTE LA MENOPAUSIA Para que así sea, te ofrecemos los siguientes consejos: Lleva a cabo

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Aliméntate para tener unos dientes sanos

Desde la segunda mitad del siglo XX estamos experimentando una disminución en la prevalencia de la caries dental en los países industrializados. Este hecho se debe tanto a los hábitos de higiene dental como a la proliferación del flúor en el agua que ingerimos y a las pastas de dientes y enjuagues bucales que utilizamos. Sin embargo, las caries siguen siendo el problema dental más común tanto en niños y adolescentes como en adultos. Por eso mismo, en este artículo vamos a ver por qué se producen las caries y cómo podemos combatirlas. Qué son y cómo se producen las caries Las caries son perforaciones que afectan a los dientes y que se producen debido a las bebidas o alimentos que contienen carbohidratos fermentables (azúcares y almidones). Cuando éstos entran en contacto con las bacterias de la boca, se producen unos ácidos que erosionan y desmineralizan el esmalte de los dientes y destruyen sus proteínas. Por lo tanto, cuanto más tiempo permanezcan en nuestra cavidad oral, más probabilidad tendremos de desarrollar caries. Además, tanto la cantidad y la frecuencia con la que se consumen estos alimentos mencionados, como el momento del día en que se ingieren, también serán determinantes para la aparición de este problema dental. Así, por ejemplo, los productos que se consumen durante una comida resultan menos dañinos para nuestros dientes, ya que la saliva generada durante este proceso ayudará a limpiar y eliminar los alimentos de nuestra boca y así reducir el efecto de los ácidos. Por el contrario, el hecho de comer entre horas favorece el desarrollo de estas bacterias nocivas, ya que a la falta de higiene dental -el no cepillarnos los dientes después de “picar” algo- le sumamos una menor generación de saliva. Cómo evitar la caries: soluciones Para evitar la aparición de la caries es importante llevar a cabo una serie de hábitos saludables: Mantén una higiene dental adecuada: cepíllate los dientes después de cada comida durante 2 minutos. Cuida tu alimentación: en las siguientes secciones vas a encontrar una lista con los alimentos y bebidas más sanos -y perjudiciales- para tus dientes. Añade flúor a tu dieta: a pesar de que no está muy presente en la comida, podrás encontrar fluoruro tanto en el agua como en suplementos orales. Visita a tu odontólogo con regularidad: una periodicidad adecuada puede ser una o dos veces al año (a menos que estés realizando un tratamiento, en cuyo caso será tu dentista quien establezca cada cuánto tienes que ir). Acude a que te hagan una limpieza dental profesional: aunque lo habitual es ir una vez al año, pregunta a tu dentista o higienista cuál es la periodicidad más adecuada para ti.   ALIMENTOS QUE PROVOCAN CARIES Importancia de una buena alimentación Por lo general, el ritmo de vida frenético que acostumbramos a tener nos hace recurrir a los productos precocinados o la denominada “comida basura”, que es precisamente el tipo de alimento con más azúcares simples y carbohidratos. Es decir, esto es el sustrato ideal para la proliferación de las bacterias dentales causantes de las caries. Por tanto, es importante que la dieta que hagamos sea rica en nutrientes y que se transmita de generación en generación, empezando, incluso, desde el embarazo. De hecho, es a partir de la sexta semana de embarazo cuando los azúcares consumidos pueden perjudicar la correcta calcificación de los dientes del bebé y afectar al desarrollo de enfermedades dentales. En el caso de los niños en edad de crecimiento, una alimentación equilibrada y variada puede ayudar tanto a la formación como a la maduración de los dientes. En esta fase es clave que una dieta rica en flúor (protector frente a agresiones externas) y calcio (favorecedor de la mineralización de los dientes) se acompañe de unos buenos hábitos de higiene dental. Por su parte, durante la edad adulta, una alimentación adecuada favorecerá el mantenimiento de una buena salud bucodental, evitará la aparición de enfermedades dentales y prevendrá la pérdida de dientes. Los alimentos precocinados o la comida basura son el sustrato ideal para la proliferación de las bacterias dentales causantes de la caries ¿Qué alimentos nos ayudan a mantener una adecuada salud dental? Una vez dicho esto, vamos a decirte cuáles son las comidas y bebidas que contribuyen a que tengas una buena salud bucodental. Y es que, los nutrientes son la base de una buena alimentación tanto para nuestro cuerpo como para nuestros dientes, y serán ellos los que impedirán que suframos infecciones que deriven en problemas o enfermedades más graves -gingivitis, periodontitis, pérdida de dientes…-. Para una buena salud dental necesitaremos incluir en nuestra dieta los siguientes nutrientes: Proteínas: su carencia puede producir un retraso en el desarrollo de los dientes de leche. Calcio, flúor y vitamina D: ayudan a que los dientes se formen fuertes y sanos. Vitamina C y K: permiten tener unas encías saludables y evitan la aparición de la gingivitis. Vitamina A: favorece el desarrollo adecuado del esmalte dental. Vitamina B2: su carencia puede provocar inflamación de la lengua, labios agrietados y llagas o úlceras bucales. Y, más concretamente, te vamos a decir cuáles son los alimentos y bebidas que te recomendamos para disfrutar de una sonrisa saludable: Bebe mucho agua. Toma leche y sus derivados (yogures, queso…) después de las comidas y antes del cepillado: ayudan a neutralizar la acidez de la placa y son ricos en calcio, fósforo y vitaminas A, B y D. Come manzanas, zanahorias, apio y pepino: ayudan a limpiar la superficie de los dientes y refuerzan las encías. Bebe té verde o negro (sin azúcar): contiene polifenoles, que ayudan a controlar las bacterias que causan caries. Come chocolate en vez de gominolas o caramelos: el grano del cacao tiene contenidos antibacterianos. Consume kiwi: posee una cantidad de vitamina C seis veces superior a la naranja, ayuda a mantener el colágeno de las encías y evita enfermedades periodontales. Toma semillas de ajonjolí: además de ser ricas en calcio, ayudan a desprender la placa y a reconstruir el esmalte.   MANZANA SALUDABLE PARA LOS DIENTES Además de los alimentos que acabamos de mencionar y que son buenos para nuestros dientes, existen algunas pautas que favorecen la higiene dental y protegen el esmalte. Mastica chicle sin azúcar y con xilitol: la masticación y la salivación que se

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Wasabi: tu gran aliado contra la caries

Si te gusta la gastronomía japonesa, estás de enhorabuena. Diversos estudios han demostrado que el wasabi tiene efectos beneficiosos para nuestra salud, y también para el buen estado de nuestra boca. Pero, ¿qué es el wasabi y de qué consecuencias positivas estamos hablando? ¿Qué es el wasabi? El wasabi es una planta de la familia de las crucíferas, al igual que el rábano o la col, de origen asiático. Dadas las exigentes condiciones que requiere para ser cultivado y la dificultad que supone reproducirlas, crece de manera exclusiva en la isla japonesa de Sajalí. Hace años era utilizado para conservar el pescado, dadas sus propiedades antibacterianas y antisépticas. En la actualidad se trata de un condimento esencial en la gastronomía japonesa del cual se aprovecha, únicamente, la raíz. Resulta común verlo no solamente como complemento del sushi, sino también de diversos platos de la gastronomía japonesa o snacks variados. De sabor picante, se puede servir tanto en pasta como rallando directamente la propia raíz. Es de esta última forma, y únicamente catándolo en los primeros quince minutos tras su ralladura, como apreciaremos mejor su sabor. ¿Por qué es recomendable para nuestros dientes? Como ya hemos mencionado, el wasabi tiene propiedades antibacterianas. Es decir, evita la formación de cadenas microbianas en nuestra boca y nos previene de afecciones bucales como, por ejemplo, la caries. Esto se debe a que posee un alto contenido en isotiocianato. El isotiocianato es una molécula que, según han demostrado diferentes estudios, dificulta la formación de la placa bacteriana que daña el esmalte de los dientes y provoca la aparición de caries. Además, dadas sus cualidades antisépticas, ayuda a mitigar la inflamación tanto de heridas como de llagas –o aftas bucales-. De igual manera, los efectos positivos del wasabi no se centran únicamente en la boca: su acción tiene consecuencias beneficiosas en nuestra salud general. ¿Qué efectos positivos tiene el wasabi en nuestra salud? Como ya hemos mencionado anteriormente, el wasabi es conocido por sus propiedades antiinflamatorias. Su uso está especialmente extendido, mediante inhalación, para aliviar la inflamación de los senos paranasales. Además posee un alto contenido en vitamina C, lo que favorece la absorción de hierro y refuerza nuestras defensas. Por ello, nos previene contra catarros, gripes o contagios de otras enfermedades provocadas por virus. Por último, varios estudios han demostrado que evita la formación de coágulos de sangre, actuando favorablemente en la prevención de la formación de trombos. Además, en la actualidad diversas investigaciones tratan de dilucidar si también tiene efectos positivos en la prevención de formación de células cancerígenas en el estómago. El wasabi no es el único alimento que puede tener efectos positivos para nuestra salud bucal. Hay otros tantos, como las zanahorias o el apio, que resultan igualmente beneficiosos para nuestros dientes. ¿Qué otros alimentos son beneficiosos para nuestra salud bucal? Hay multitud de alimentos que nos ayudan a mantener el buen estado de nuestros dientes y encías. Los productos lácteos como, por ejemplo, los yogures o el queso, tienen un alto contenido en calcio que ayuda a fortalecer los dientes. Además contienen caseína, una proteína que repara el esmalte dental. Las verduras de hoja verde, tales como las coles de bruselas, los grelos o las acelgas, poseen un alto contenido en fibra. Para ser capaces de triturarla debemos hacer un mayor ejercicio de masticación, lo que favorece la segregación de saliva. Ésta última no sólo facilita la masticación y la deglución, sino que evita la acumulación de bacterias en la boca. Los alimentos ricos en vitamina D fortalecen nuestros dientes y encías frente a enfermedades periodontales, pues favorecen la absorción de fósforo y calcio. Un ejemplo de alimentos ricos en vitamina D sería el huevo o los pescados grasos como, por ejemplo, el salmón o el atún. Por último, la masticación de frutas y verduras crudas como, por ejemplo, las zanahorias o las manzanas, ayudan a mantener limpios los dientes y las encías. Si bien estos alimentos colaboran a mantener en buen estado nuestra salud dental, hay muchos otros que resultan perjudiciales para la misma. ¿Hay alimentos que pueden dañar mis dientes? Como sabrás, el hecho de mantener unas rutinas adecuadas de higiene oral es clave a la hora de gozar de una buena salud dental. Pero, además, para tener una boca sana es importante evitar la ingesta de ciertos alimentos que pueden provocar daños en los dientes. Los caramelos duros, por ejemplo, suponen una exposición alargada en el tiempo al azúcar y la posibilidad de que, al masticarlos, se astillen las piezas dentales. Esta exposición es igualmente visible en casos de personas que beben, de manera habitual, refrescos carbonatados: son bebidas ácidas que atacan al esmalte dental, favoreciendo la aparición de caries. Otros alimentos que propician la formación de caries son aquellos ricos en almidón, tales como la pasta, el arroz o las patatas fritas. Éstos se adhieren con facilidad a las paredes de los dientes y aceleran la formación de placa dental. Por otra parte, para mantener el blanco de nuestros dientes es esencial dejar de lado la ingesta habitual de bebidas como el té, el café o el vino tinto que provocan manchas de tinción en el blanco de los dientes. Y, por último, se debe romper el mito de que aquellas sustancias que no son azucaradas o ácidas no tienen por qué dañar los dientes. Un hábito tan extendido como la masticación de hielo puede provocar lesiones en los dientes y dañar el esmalte. El wasabi, al igual que otros alimentos, favorece la eliminación de bacterias y nos ayudan a calmar el dolor causado por pequeñas heridas o llagas bucales. Incorporar estos alimentos a nuestra dieta y tener una higiene oral adecuada nos ayuda a mantener una buena salud bucodental.

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