Clínica Sancal

periodontitis

Buenos hábitos, Cultura y curiosidades

Beneficios de la irrigación bucal

La irrigación bucal es una técnica poco usada pero muy recomendada para conseguir una higiene bucodental completa. Pero, ¿En qué consiste? ¿Qué beneficios aporta a mi sonrisa? El irrigador bucal puede ser un gran aliado para mantener una buena salud bucodental. Se trata de un aparato que aplica un chorro de agua a presión. Su uso es como complemento del cepillado. ¿En qué casos es más recomendado el uso de un irrigador? Enfermedades periodontales. La irrigación puede ser clave para prevenir el desarrollo de la gingivitis y la periodontitis. Pacientes portadores de ortodoncia. Esta técnica es especialmente recomendada en pacientes con brackets, ya que consigue eliminar los restos de estos espacios difíciles. Pacientes con los dientes sensibles. En pacientes con sensibilidad dental, el uso de otros productos como el hilo dental puede ser doloroso. El irrigador evita el roce y el sangrado de las encías. Así, permite una limpieza eficaz sin dolor. El irrigador bucal permite eliminar los restos de comida y bacterias de los aparatos fijos, que tienden a crear zonas de retención de placa bacteriana. También puede llegar a aquellas zonas donde no alcanzan los filamentos de los cepillos. Hay diferentes tipos y modelos de irrigador bucal. En general la presión del agua se puede controlar, y muchos irrigadores son portátiles. También se puede regular el tipo de chorro para que sea recto o giratorio, en función del tipo de zona que nos interese limpiar. Los beneficios de la irrigación bucal Son muchos los beneficios de la irrigación bucal. Uno de los más inmediatos es que aporta frescor a la sonrisa. Esto nos ayuda a combatir el mal aliento o halitosis. Al llegar a partes mas profundas de la boca y limpiar parte de la lengua, removemos las bacterias relacionadas con la halitosis. La irrigación bucal también ayuda a eliminar las manchas de la superficie de los dientes. Esto permite recuperar un color más radiante y tener una sonrisa más bonita. Otra clave es la prevención de patologías bucodentales. La eliminación de placa bacteriana en espacios entre dientes y encías evita el sarro. Además, ayuda a prevenir el desarrollo de patologías como la gingivitis, así como infecciones e irritaciones en las encías. La gran ventaja de la irrigación bucal en comparación con otras técnicas es que permite una limpieza no invasiva en dientes que han sido sometidos a otros tratamientos. Por ejemplo, dientes con carillas y coronas dentales. El paciente puede realizar una limpieza en profundidad sin alterar los resultados de estos tratamientos. Para que la irrigación bucal tenga los efectos de prevención deseados, es importante realizar otros pasos previos como el cepillado. Lo más importante es cepillarse los dientes después de cada comida, con un cepillo de cerdas suaves y sin ejercer demasiada presión. Además del irrigador bucal, el enjuague también es un buen aliado para eliminar los restos de placa bacteriana entre dientes y encías.

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¿Cuál es el tratamiento para un flemón dental?

 El flemón o absceso dental es uno de los problemas bucales más comunes entre la población. De hecho, si has tenido la suerte de no padecerlo seguro que conoces a alguien que sí que lo ha sufrido. A pesar de la relativa frecuencia con la que se presenta, no deja de ser una de las afecciones más molestas y dolorosas para cualquier paciente. Dicho esto, ¿sabes cuáles son sus causas y qué debes hacer para evitar  que aparezca? ¿Qué es un flemón dental? Un flemón dental es una inflamación localizada en la encía producida por una infección bacteriana que se origina en un diente, accede a la pulpa y llega hasta su raíz. Cuando esto sucede, se forma un depósito de pus y se inflama el tejido blando de la zona. La importancia de eliminar la infección con un tratamiento odontológico adecuado reside en la capacidad de las bacterias de llegar hasta los huesos que soportan el diente. Lo más habitual es que el flemón tenga su origen en una caries no tratada, una periodontitis o un traumatismo. ¿Cuáles son sus causas? Las principales causas por las que puede aparecer un flemón son las siguientes: Caries no tratadas Enfermedad periodontal (periodontitis) Traumatismos que provocan la fractura del diente Para evitar la aparición de un absceso lo primero que debemos hacer es extremar nuestra higiene bucodental, lo que incluye el cepillado después de cada comida así como el uso de seda dental y enjuague. Además, es importante realizar visitas periódicas al dentista (una o dos veces al año) y estar atentos a cada señal que nos dé nuestra boca en forma de molestia o dolor. Ante cualquier indicio que tengamos, lo mejor es ser revisados por un profesional lo antes posible. Por ejemplo, es más sencillo y económico realizar un empaste que eliminar un flemón, ya que además de ser muy doloroso, suele conllevar un tratamiento farmacológico y una endodoncia.   COMO ES FLEMON DENTAL ¿Qué síntomas presenta un flemón? Aunque los síntomas pueden variar según la gravedad y el caso de cada persona, los más habituales son: Dolor intenso y punzante: normalmente aparece de forma repentina y puede manifestarse tanto en reposo como al morder o tocar la zona afectada Sensibilidad al ingerir bebidas o alimentos fríos o calientes Mal sabor de boca o halitosis Inflamación en la cara o las mejillas Malestar general Fiebre Dificultades al comer o abrir la boca ¿Qué tratamiento debo seguir? Si crees que tienes un flemón y padeces alguno de los síntomas anteriormente mencionados, lo más recomendable es que acudas a la consulta del odontólogo general lo antes posible. Te interesará »  Tengo infección de muela: ¿cómo la curo y qué complicaciones puede dar? Solamente de esta manera el profesional podrá determinar cuál es el origen del absceso y curar la infección mediante un tratamiento específico. De cualquier otra manera, no se eliminará definitivamente y volverá a aparecer reiteradamente. Lo más habitual es que el dentista actúe en dos fases para tratar el flemón: 1. En una primera consulta, el odontólogo receta antibióticos (para eliminar la infección) y antiinflamatorios (para quitar el dolor y la hinchazón) 2. En una segunda consulta, el dentista valora el efecto conseguido con el tratamiento pautado y determina si es necesario llevar a cabo un procedimiento adicional para tratar la causa que originó el flemón. En muchas ocasiones, es necesario realizar una endodoncia. Como puedes ver, el tratamiento para eliminar un flemón dental no es únicamente farmacológico sino que complementariamente se debe atacar la causa directa que provocó su aparición. Sin embargo, también es importante señalar que la infección debe haber remitido para cuando se realice dicho procedimiento adicional. Tratamiento para un flemón en la Clínica Dental SanCal Si necesitas tratamiento para un flemón dental puedes acudir a nuestra consulta para que valoremos tu caso. La Dra. Sánchez,  profesional especializada en Odontología General estudiará tu estado de salud bucodental y podrá poner solución al problema. Pide tu cita

Buenos hábitos, Cultura y curiosidades

7 efectos de la menopausia en tu salud bucodental

Con una esperanza media de vida de 85 años, a las mujeres españolas no les queda otra opción que afrontar las consecuencias de la menopausia durante, aproximadamente, el 40% de su vida. Pero, a su vez, el aumento de dicha esperanza de vida provoca un incremento en la incidencia de enfermedades asociadas a esta etapa. El descenso en la producción de hormonas comienza a producirse entre los 45 y 55 añosde edad. Con ello, suelen aparecer los primeros síntomas de la menopausia: los conocidos sofocos, dolores de cabeza y la irritabilidad. Pero, además, esta época provoca una mayor propensión a sufrir problemas bucodentales. Esto sucede con la bajada de los niveles de estrógenos, que afecta directamente a las encías. De la misma manera, la reducción de progesterona provoca una disminución de la densidad ósea de la mandíbula, poniendo en riesgo el sustento de nuestros dientes. A pesar de todo, y gracias a los avances de la tecnología y la concienciación social, hoy en día las mujeres pueden disfrutar de unos dientes sanos hasta la ancianidad. Para ello, será necesario tener un cuidado especial con la higiene y visitar con regularidad al dentista. De esta manera, evitaremos muchos de los problemas que pueden aparecer con la llegada de la menopausia. Una gingivitis descamativa que no se trata deriva en una enfermedad más grave y que causa la caída de los dientes: la periodontitis Consecuencias de la menopausia en la boca A continuación, te vamos a detallar los efectos más frecuentes que tiene la menopausia en nuestra cavidad oral, especialmente en dientes y encías: 1. Gingivitis descamativa Se caracteriza por la separación de las capas externas de las encías hasta el punto de dejar la raíz del diente expuesta, provocando sensibilidad ante agentes externos como bebidas o comida caliente o fría. Además, la gingivitis descamativa provoca que el tejido gingival se enrojezca, duela y pueda aparecer sangrado, ya sea espontáneo o al cepillarnos los dientes. Si no se trata a tiempo, esta patología puede derivar en una periodontitis, que es una enfermedad más grave y más difícil de curar que provoca la caída de los dientes. En último lugar, y dejando a un lado los efectos sobre la salud, la gingivitis descamativa resulta antiestética, ya que al dejar la raíz del diente expuesta, se aprecia un diente demasiado largo. Por todos estos motivos, es recomendable mantener un control del estado de las encías, lo que implica acudir al dentista en cuanto observemos los síntomas que acabamos de mencionar.   SÍNTOMAS DE LA MENOPAUSIA 2. Xerostomía o sequedad bucal La secreción salival es importante debido a que ayuda a mantener húmedos los tejidos de la boca , lo que favorece que ésta esté más limpia y que se regule la cantidad de bacterias presentes en dicha zona del cuerpo. Sin embargo, durante la menopausia, las glándulas salivales segregan menos cantidad de saliva, lo que produce sequedad bucal. El hecho de tener la boca seca conlleva, por tanto, mayor probabilidad de desarrollar caries -o cualquier otro tipo de infección-. Además, genera distintas incomodidades tales como: dificultades a la hora de saborear alimentos, tragar o incluso al hablar; boca pastosa; sequedad de garganta; labios agrietados; lengua áspera, etc. Y, por último, ocasiona uno de los problemas bucales que más nos acomplejan: el mal aliento. 3. Síndrome de la boca ardiente El ardor bucal es uno de los problemas postmenopáusicos más comunes. Se caracteriza por provocar síntomas como un fuerte ardor, sensación de quemazón, escozor, hormigueo o adormecimiento de la lengua principalmente, aunque también puede darse en las encías y los labios. 4. Adelgazamiento de la mucosa bucal Como consecuencia de la reducción en la producción de hormonas, las mucosas de la boca, al igual que las de todo el cuerpo, se vuelven más frágiles y se debilitan. Para prevenir las alteraciones de la mucosa oral podemos llevar a cabo hábitos saludables tales como: cepillarnos los dientes después de cada comida, acudir regularmente al dentista (al menos una vez al año), evitar el consumo de tabaco y alcohol, etc. 5. Caries radiculares Las caries en la raíz del diente aparecen por un cúmulo de circunstancias que tienen lugar durante la menopausia. En primer lugar, contribuye a esto la gingivitis descamativa, ya que deja la raíz del diente expuesta a agentes externos, como restos de alimentos que se depositan en la zona y generan bacterias. En segundo lugar, la caries también encuentra en la sequedad bucal el ambiente propicio para desarrollarse. La escasez de saliva es perjudicial ya que la producción de ésta hace que la boca esté hidratada, más limpia y arrastre las bacterias, de manera que no se acumulan.     FUMAR AMARILLEA LOS DIENTES 6. Deterioro dental En general, el envejecimiento de las personas va unido a una pérdida del brillo y del blanco original de los dientes, que se vuelven más opacos y amarillos. Si, además, los dientes presentan desgastes y/o apiñamiento, la sonrisa da una sensación de mayor deterioro. 7. Periodontitis y pérdida de hueso Existen numerosos estudios que demuestran la relación directa que existe entre las enfermedades periodontales y la osteoporosis. Te interesará »  Tengo la boca seca, ¿cuáles son sus causas y cómo puedo evitarlo? Y es, precisamente, durante la menopausia cuando estos problemas se agravan, ya que la reabsorción de hueso que suele afectar a todo el organismo, afecta de igual modo a la boca. Al mermarse el hueso maxilar, se pone en riesgo la supervivencia de los dientes, ya que éstos pierden el soporte sobre el que se sostienen. Es por ello que si se padece una enfermedad periodontal o se tiene tendencia a padecerla, es necesario que un odontólogo especializado en Periodoncia lleve nuestro control. De esta manera, evitaremos, en la medida de lo posible, las complicaciones asociadas a estas enfermedades. Recomendaciones: importancia de la prevención Dado que la menopausia es una etapa inevitable en la vida de una mujer, también es muy probable que tengamos que experimentar algunos de los efectos asociados a este periodo. Sin embargo, no es menos cierto que está en nuestra mano disminuir parte de dichas consecuencias mediante determinados cuidados y rutinas saludables. Es decir, aunque no podamos prevenir por completo la aparición de todos los problemas mencionados, sí que podremos hacer esta época mucho más llevadera.   HIGIENE DENTAL DURANTE LA MENOPAUSIA Para que así sea, te ofrecemos los siguientes consejos: Lleva a cabo

cirugía e implantes, Estética dental, Prevención

¿Qué pasa si pierdo un diente y no lo repongo?

Has perdido alguna pieza dental? Pues ten en cuenta que… Es necesario reponer el diente perdido… …para evitar que se descoloquen los dientes… Tras el proceso de cicatrización de la encía (unos 2-4 meses) tras la extracción de un diente o muela, los dientes vecinos, lentamente van a empezar a moverse. Los dientes antagonistas (los de la arcada contraria) van también a moverse y salirse de su propio hueco, para ocupar el espacio que antes correspondía al diente ausente. Los dientes de los lados van a empezar a inclinarse hacia el hueco dejado. Cómo puedes ver la pérdida de una pieza dental no solo afecta al propio hueco que queda libre, sino también al resto de piezas que se localizan a su alrededor. …y evitar la pérdida de hueso Esto hace que engranemos de manera diferente, por lo que aceleramos el desgaste de los dientes que todavía quedan en boca, podemos provocar caries y periodontitis y pueden producirse incluso problemas no bucales, como por ejemplo problemas de articulación mandibular (aunque es menos frecuente). La encía también se ve afectada, perdiendo volumen debido al trabajo directo que se ejerce sobre ella al masticar. Lo ideal, para que no se desgasten los dientes y mantener la oclusión intacta es que, tras el período de cicatrización, se reponga el diente perdido con un implante. Consecuencias de la pérdida de un diente Existen diferentes posibilidades para reponer los dientes perdidos con implantes dentales Las posibilidades de colocación de implantes dentales son muchas, pudiendo incluso recuperar los dientes en el día: Implantes dentales con carga inmediata: dientes en el día. En la actualidad son el tratamiento más avanzado para la reposición de piezas dentales perdidas, no sólo por su rapidez en la operación, sino por su facilidad de recuperación. Implantes dentales completos: Implante + Corona.  Los implantes dentales completos, son una variante de los anteriores, en este caso son más tradicionales, aunque igualmente efectivos. Implantes dentales en toda la boca: en este caso, los implantes dentales en toda la boca, son aquellas prótesis dentales, que se hacen en pacientes que han perdido todas las piezas dentales de su boca. Reponer un diente es aún más fácil teniendo en cuenta las facilidades de pago que ofrecemos a nuestros pacientes en la Clínica Dental SanCal en Tres Cantos (Madrid). Solicita una consulta con la Dra. Sánchez, nuestra especialista en implantes dentales y periodoncia. Pide tu cita

Buenos hábitos, Cultura y curiosidades, Prevención

¿Sabes cuál es la enfermedad bucodental más común y cómo prevenirla?

Al igual que ocurre con otras partes de nuestro cuerpo, debemos proporcionar a la boca unos cuidados específicos con el objetivo de mantener unos dientes y encías sanos de por vida. Sin embargo, también es verdad que hay determinadas enfermedades que tienen una gran prevalencia entre la población y tienen más posibilidades que otras de aparecer en algún momento de nuestra vida. Este es el caso de la caries: no solamente es el problema bucodental más común, sino que además es la segunda enfermedad más habitual en España, por detrás del resfriado.   ¿Cuáles son las enfermedades bucodentales más comunes? 1. Caries Como acabamos de mencionar, de todas las enfermedades que comprometen nuestra salud en general, la caries es la segunda más común.  Se estima que afecta al 90% de la población mundial, por lo que es probable que la padezcas o hayas padecido. En la mayoría de ocasiones, la caries aparece en niños y adultos jóvenes, aunque puede desarrollarse a cualquier edad. El origen de la caries está en la destrucción de tejidos del diente, que tiene lugar como consecuencia de diferentes factores. Estos desencadenantes están relacionados fundamentalmente con los hábitos de higiene y nutrición: acumulación de placa bacteriana, consumo de azúcares y ácidos presentes en muchos alimentos y bebidas, higiene bucodental deficiente… Además, hay algunas personas que tienen mayor predisposición genética a padecer caries. Sin embargo, éste es un factor que influye en menor medida. De la misma manera que la enfermedad aparece de manera muy frecuente, el tratamiento para combatirla es sencillo: el empaste u obturación. Este procedimiento consiste en limpiar la cavidad del diente en el que se encuentra la caries para posteriormente rellenarla con composite. Dicho esto, es muy importante tratar la caries cuando muestra sus primeros síntomas: dolor o molestias en los dientes, especialmente al ingerir alimentos y bebidas dulces así como muy calientes o frías. Si la caries se deja avanzar, dañará más el diente y requerirá una endodoncia, que es un tratamiento más complejo que el empaste u obturación. Y, si no se trata, a la larga provoca la pérdida de dientes. No hay que olvidar que la caries es la primera causa de pérdida prematura de dientes en personas jóvenes. La caries es la enfermedad bucodental más común y la primera causa de pérdida prematura de dientes. 2. Gingivitis Al igual que en el caso de la caries, la higiene juega un papel fundamental en la aparición de la gingivitis. La gingivitis se caracteriza por la inflamación y el sangrado de las encías provocados por las bacterias que se desarrollan debido a la acumulación de placa bacteriana.     INFLAMACIÓN Y SANGRADO DE ENCÍAS Los síntomas que provoca esta enfermedad son, por tanto, muy claros. El sangrado que aparece durante el cepillado es la primera señal de alarma. Si te sucede, visita a tu dentista lo antes posible, ya que si la gingivitis es tratada a tiempo, es muy fácil de combatir. Su tratamiento consiste fundamentalmente en una limpieza bucodental profesional y en extremar las técnicas de higiene en casa. Sin embargo, si no se trata a tiempo, a la larga comienza a afectar al hueso y deriva en una periodontitis. Tal y como explicaremos en el punto siguiente, esta enfermedad bucodental es mucho más compleja. Como muestra de la prevalencia de la gingivitis entre la población, se estima que en España solamente el 14.8% de los adultos de entre 35 y 44 años tiene las encías sanas. Por su parte, el 59,8% tendría gingivitis y el 25,4% periodontitis. En individuos mayores de 65 años, el porcentaje de encías sanas es aún menor: 10,3%. El resto tiene una enfermedad periodontal: 51,6% tendría gingivitis y el 38% tendría periodontitis.   3. Periodontitis Tanto a la gingivitis como a la periodontitis se les conoce con el nombre de enfermedades periodontales. Como ya hemos mencionado en el punto anterior, la periodontitis es la consecuencia de una gingivitis que no ha sido tratada correctamente.     GINGIVITIS VS PERIODONTITIS Aunque la periodontitis también se puede curar, su tratamiento es más complejo que el de la gingivitis. Éste requiere, entre otros, mediciones para comprobar la profundidad del sarro acumulado en las encías, análisis microbiológico, raspado y alisado radicular, etc. Es precisamente por la mayor complejidad del tratamiento por lo que se recomienda acudir a un periodoncista nada más advertir los primeros síntomas de la gingivitis (inflamación y sangrado de las encías). Si se deja progresar la enfermedad, las bacterias causarán cada vez un daño más profundo y llegarán al hueso, que no hay que olvidar que actúa como soporte del diente. De esta manera, aparecerán otras señales de alarma: mal aliento, recesión de encías, aparición de triángulos negros entre los dientes, movilidad de piezas dentales… Todo esto llevará a consecuencias irreversibles: si se causa un daño progresivo en el hueso que soporta el diente, a la larga se producirá la pérdida de dientes.   4. Cáncer bucal El cáncer oral o bucal se produce con mayor frecuencia en los labios y la lengua. Sin embargo, también desarrollarse dentro de la boca y comprometer las encías, el paladar y la garganta. Aunque cualquier persona (de cualquier edad y sexo) puede padecer cáncer oral, éste afecta en mayor medida a los hombres mayores de 40 años. Bien es cierto que la genética juega un papel esencial en el desarrollo del cáncer. Sin embargo, existen otros factores de riesgo muy importantes. Estos son el tabaquismo y el alcohol. Como en cualquier otra enfermedad, la detección temprana es fundamental en el éxito del tratamiento. Por eso, es importante saber identificar los primeros síntomas y acudir a revisiones regulares con el dentista. Dichos síntomas pueden ser: Úlceras o llagas en la lengua, los labios o cualquier otra parte de la boca Manchas blancas o rojas en la lengua, en las encías o cualquier otra parte de la boca Problemas o dolor al masticar o deglutir Dificultades en el habla Dolor en alguna parte de la boca, sin explicación aparente No hay que olvidar que a pesar de que conozcamos determinados síntomas, el odontólogo es el profesional que cuenta con mayor experiencia y conocimientos para advertirlos.   5. Halitosis El mal aliento o la halitosis comprenden el conjunto de olores desagradables que se emiten a través de la boca. Existen dos tipos de halitosis: oral y extraoral. En el 90% de los casos, el mal aliento tiene su origen en la propia boca. En estos casos, el olor desagradable se debe fundamentalmente a una higiene deficiente, el tabaco o enfermedades periodontales (gingivitis y periodontitis).

Buenos hábitos, cirugía e implantes

Me acabo de poner implantes, ¿cómo puedo evitar la periimplantitis?

Cada día son más personas las que se someten a un tratamiento de implantes dentales. Esto se debe a que, en la actualidad, éste es un procedimiento muy predecible y con un alto índice de éxito. Por su parte, las garantías que ofrece hoy en día la cirugía se deben a los notables avances que han experimentado en los últimos años las técnicas y la tecnología utilizadas. Sin embargo, como sucede con cualquier otra intervención, la colocación de implantes dentales no está exenta de riesgos. Uno de los problemas más comunes que se derivan de la colocación de implantes dentales es la periimplantitis. De hecho, según los datos publicados por la Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración (SEPA), se deduce la importante prevalencia de esta enfermedad. En el año 2012 se llegó a la conclusión de que en un periodo de 5-10 años tras la cirugía, el 20% de los pacientes podía desarrollar periimplantitis. Aunque éste sea un dato alarmante, es muy importante destacar que, en muchos casos, la periimplantitis se puede evitar. Pero, para ello, hay que conocer las causas que la provocan y las precauciones que deben tomarse antes, durante y después de la intervención.   La acumulación de bacterias y de biofilm oral son la primera causa de aparición de periimplantitis ¿Qué es la periimplantitis? Para comenzar, aclararemos que la periimplantitis es una patología oral que puede tener lugar tras la colocación de implantes dentales. Ésta se produce debido a la inflamación de los tejidos que rodean los implantes y, si no se trata a tiempo, puede provocar el fracaso del tratamiento. La periimplantitis forma parte de las conocidas como enfermedades periimplantarias. Mientras que ésta es la más agresiva, la mucositis periimplantaria es la versión más moderada de dichas patologías. La diferencia entre la mucositis y la periimplantitis es que mientras que la primera solamente afecta a los tejidos blandos, la segunda afecta al hueso que soporta el implante. Si el hueso resulta afectado, tanto el tornillo como el resto de la restauración (corona) pueden caerse.     MUCOSITIS VS PERIIMPLANTITIS Una vez mencionada la diferencia entre periimplantitis y mucositis, podemos decir que la periimplantitis equivaldría a la periodontitis. Mientras que la periimplantitis se produce en los implantes dentales, la periodontitis se origina en los dientes naturales. Por tanto, la mucositis periimplantaria se podría equiparar a la gingivitis. Al igual que ocurre con esta última, los efectos de la mucositis periimplantaria son reversibles si se tratan a tiempo. ¿Cómo evitar la periimplantitis? Para evitar la periimplantitis, es fundamental que se cumplan dos condiciones. En primer lugar, el tratamiento de implantes debe ser llevado a cabo por un profesional formado y experimentado. En segundo lugar, y una vez que contamos con un implantólogo de confianza, es necesario respetar las indicaciones proporcionadas por éste. Aunque dichas indicaciones deben ser personalizadas en función de cada paciente, en general podemos decir que las personas que llevan implantes tienen que seguir los mismos cuidados que con los dientes naturales. Eso sí, con más exhaustividad si cabe. Bien es cierto que respetar las siguientes pautas no evita totalmente la aparición de las enfermedades periimplantarias, ya que el riesgo siempre existe. Sin embargo, respetando las siguientes pautas estaremos haciendo todo lo que está en nuestra mano para evitar la periimplantitis. Y, además, tendremos muchas menos posibilidades de desarrollarla que las personas que no las siguen:   Higiene bucodental: La causa principal por la que se produce la periimplantitis es la acumulación de sarroalrededor del implante dental. Y para evitar que esta placa se deposite y adhiera a nuestros dientes y encías, es muy importante llevar a cabo una correcta y exhaustiva higiene bucodental. De esta manera, eliminaremos todos los restos de alimentos que si no se retiran tras las comidas serán los causantes de la aparición de sarro. Esta adecuada higiene bucodental pasa por un cuidado cepillado. Una vez que llevamos los implantes -y su posterior restauración- hay que destacar que éstos se comportan igual que los dientes naturales. Por este motivo, el cepillado debe realizarse con normalidad, es decir, durante dos minutos y después de cada comida. Además de esto, hay que usar seda dental y un enjuague con flúor.     CEPILLADO PARA EVITAR LA PERIIMPLANTITIS Formación y experiencia del implantólogo: Como no podía ser de otra manera, la formación y experiencia del cirujano que lleva a cabo la intervención también juegan un papel fundamental. La colocación del tornillo en el lugar adecuado y la calidad del implante elegido son vitales para conseguir el éxito del tratamiento. Para que el profesional que realiza el tratamiento te aporte un extra de seguridad y confianza, te recomendamos que elijas un odontólogo especializado en Implantología que se dedique a esta especialidad en exclusiva. Ésta es una opción mejor que decantarse por un dentista general que ocasionalmente realiza cirugías de implantes. Valorar la especialización es un buen punto de partida a la hora de decidirse por un profesional o por otro. Si éste se dedica en exclusiva a la implantología, será más probable que tenga mayor experiencia que otros y, por tanto, mayor destreza a la hora de colocar los implantes. En el caso de la implantóloga que trabaja en nuestra clínica, la doctora Sara Sánchez ejerce su especialidad en exclusiva y cuenta con gran experiencia en este tipo de cirugías. De hecho, ha colocado en los últimos diez años más de 2.000 implantes.     COLOCACIÓN DE IMPLANTES DENTALES Tabaquismo: Por su parte, el consumo de tabaco es uno de los factores que los especialistas relacionan en mayor medida con el fracaso de los implantes dentales. Se sabe que las personas fumadoras tienen un riesgo mayor de desarrollar periimplantitis que las no fumadoras. Además, la pérdida de hueso que pueden experimentar es también mayor respecto a aquellas que no fuman. En el caso de que el consumo de tabaco cese, el riesgo de complicaciones se reduce hasta el mismo nivel que experimentan los no fumadores. Sin embargo, no hay consenso entre los especialistas a la hora de determinar el periodo de tiempo necesario para que una persona ex fumadora esté al mismo nivel que una no fumadora.     TABACO COMO CAUSA DE PERIIMPLANTITIS Revisiones periódicas: Una vez realizada la cirugía de implantes, es imprescindible acudir a las revisiones pautadas por el cirujano.  Esto es algo que se debe destacar, ya que muchos pacientes no mantienen la constancia necesaria para llevar un correcto seguimiento. Las revisiones permiten al implantólogo evaluar el estado

Cultura y curiosidades, Estética dental

Encías retraídas por un cepillado de dientes agresivo: problemas y soluciones

La retracción de encías es uno de los problemas bucodentales más frecuentes entre la población. Esto se debe a que las causas que la originan están, a su vez, muy extendidas. Los motivos más habituales por los que aparece dicha retracción son la enfermedad periodontal (periodontitis), un cepillado agresivo, una mala ortodoncia, un traumatismo bucodental, el tabaquismo o los piercings en la lengua, el labio inferior o el superior. Ya se deba a un motivo o a otro, la retracción gingival puede derivar en problemas o enfermedades bucodentales difíciles de tratar, así como afectar negativamente a la estética de la sonrisa. ¿Por qué tengo las encías retraídas? De todos los orígenes mencionados, un cepillado demasiado fuerte es la causa más frecuente y también la más sencilla de solucionar. Sin embargo, una vez que se advierte la retracción -cuyo síntoma claro es una raíz dental al descubierto- es muy importante empezar a llevar a cabo un cepillado de dientes menos agresivo. Asimismo, se debe visitar a un especialista en Periodoncia con el objetivo de que determine si es necesario someterse a un tratamiento para recuperar la encía. Dicho esto, es destacable el hecho de que la recesión de encías aparezca, precisamente, entre las personas más cuidadosas con su higiene bucodental. Esto se debe a la creencia extendida de que es necesario realizar un cepillado de dientes enérgico para eliminar todos los restos de alimentos que se acumulan en nuestra boca después de las comidas. Pero, si este hábito se realiza de manera muy fuerte, se revierten los efectos positivos del cepillado. Y así comienzan a aparecer, por tanto, las consecuencias negativas de una higiene demasiado agresiva para nuestra boca: retracción de encías y pérdida de tejido dental.     ENCÍAS RETRAÍDAS POR CEPILLADO FUERTE ¿Qué efectos tiene un cepillado fuerte? Un cepillado agresivo ocasiona diferentes problemas en nuestra boca: desgasta el esmalte de los dientes, daña las encías -causando la retracción- y deja al descubierto la raíz dental. El hecho de que la raíz quede al descubierto ocasiona una serie de inconvenientes. El primero de ellos sería la sensibilidad dental, ya que la raíz pierde la protección natural de la encía. Pero, además, la retracción gingival favorece la acumulación de placa bacteriana y, por tanto, la aparición de patologías periodontales (gingivitis y periodontitis). Y, con ello, también pueden aparecer las caries de raíz. Esto se debe a que si dicha parte del diente queda expuesta y se convierte en almacén de placa bacteriana, se vuelve especialmente vulnerable a la caries. Además, como hemos mencionado anteriormente, las encías retraídas causan un deterioro estético. Es decir, si se deja la raíz dental a la vista, es inevitable que el diente se vea demasiado alargado.   ¿Cómo curar las encías retraídas? Para poder solucionar la recesión de encías, lo primero es acabar con la causa concreta que ha originado la retracción. En este caso, el cepillado agresivo. Por eso, lo que debemos hacer si estamos ante esta situación es empezar a cepillarnos los dientes de manera más suave. De esta manera, conseguiremos que la recesión no vaya a más. Dicho esto, es necesario aclarar que la encía no se recupera o se regenera por sí sola. Y, de la misma manera, no existe ningún remedio natural o casero que consiga este propósito. En este punto, desaconsejamos el uso de cualquier remedio casero que leas en Internet (agua oxigenada, bicarbonato…). Si bien algunos de ellos no tienen ninguna utilidad, otros son muy agresivos para las encías. Dado que el tratamiento ante este problema será siempre odontológico, si observamos que tenemos las encías retraídas, es necesario acudir al periodoncista. Como dentista especializado en las encías, será este profesional el que determine si es necesario llevar a cabo un tratamiento para recuperar el nivel de encías anterior. En caso de que considere necesario el tratamiento, el periodoncista podrá llevar a cabo uno de los dos siguientes tratamientos: injerto o estiramiento de encía. Su decisión estará condicionada por el nivel de retracción que haya alcanzado la encía. Injerto de encía: Es una cirugía que consiste en extraer una pequeña muestra de tejido del paladar para posteriormente colocarla en la zona donde la encía se ha retraído. El postoperatorio del injerto de encía es muy sencillo. Esto es gracias a que no deja demasiada inflamación y requiere seguir una dieta blanda y fría durante dos días, así como no cepillarse la zona intervenida hasta la retirada de suturas. Además de evitar todos los problemas que hemos citado previamente, esta pequeña operación servirá para prevenir futuras recesiones, ya que la encía injertada es más resistente que la natural.   Estiramiento de encía: Es un tratamiento similar al injerto, pero más sencillo, ya que se lleva a cabo cuando la retracción es menor. Por tanto, el estiramiento de encía no necesita zona donante de injerto y el postoperatorio es aún más llevadero. Dado que la mejor arma contra las encías retraídas es siempre la prevención, en el siguiente punto vamos a darte una serie de pautas. Es decir, vas a ver cómo debes cepillarte los dientes para que la retracción no avance -en caso de que ya la tengas- o ni siquiera aparezca.   ¿Cómo debo cepillarme los dientes? Antes de nada, es importante subrayar que no es necesario llevar a cabo un cepillado vigoroso para tener una buena higiene. Si tuviéramos que explicar la fuerza que debemos aplicar con un ejemplo gráfico, diríamos que cepillar los dientes se asemeja a barrer. Es decir, no por barrer más fuerte vamos a limpiar mejor ni obtener un beneficio adicional. Simplemente debemos ser meticulosos y no olvidarnos de ninguna zona. Además de la fuerza que aplicamos, otros factores que influyen en la recesión son: demasiado tiempo de cepillado, la excesiva frecuencia con la que lo hacemos, una técnica de cepillado horizontal o usar cerdas duras. Y, si quieres, también puedes leer un artículo que publicamos hace unos meses sobre la técnica más adecuada para cepillarse los dientes. En el caso de que después de todo esto tengas alguna pregunta, nuestro equipo estará encantado de resolver tus dudas acerca de la retracción o los tratamientos citados. Si bien son sencillos, mejorarán mucho tu sonrisa en distancias cortas e, incluso, servirán para prevenir futuras recesiones.

Ortodoncia

Brackets metálicos: ¿son adecuados para mí?, ¿cuáles son sus ventajas e inconvenientes?

Los brackets metálicos han sido, durante muchos años, el sistema de ortodoncia más utilizado y, por tanto, también el más conocido. Tradicionalmente, se han relacionado con los niños y adolescentes, ya que eran los pacientes que solían someterse a este tipo de tratamientos. Sin embargo, hoy en día los aparatos metálicos también son llevados por adultos, dado el interés de muchas personas más mayores por solucionar los problemas de alineamiento y mordida de los dientes. Y, con ello, mejorar la apariencia de su sonrisa. ¿Cómo funcionan los brackets metálicos? La función de los brackets metálicos es la de mover los dientes a la posición funcional y estética correcta. Es decir, por un lado tienen como objetivo colocar los dientes para que el proceso de masticación sea el adecuado y para que no haya piezas dentales que se interpongan entre otras y dificulten la higiene. Por otro lado, y como ya hemos adelantado, la ortodoncia también tiene una función estética, la de hacer la sonrisa más bonita. Para conseguir los objetivos mencionados, el tratamiento cuenta con una serie de partes o elementos fundamentales. Estos son el arco, las ligaduras y los brackets. Arco: su misión es la de aplicar presión sobre los dientes con la ayuda de las ligaduras Ligadura: sirve para unir el bracket al arco y, con esta unión, permitir que el arco pueda aplicar la fuerza. Existen dos tipos de ligaduras: metálicas y de goma. Las primeras se usan para aplicar mayor presión y las segundas se utilizan cuando la fuerza que necesitamos para realizar los movimientos es menor. Además, estas últimas pueden ser de colores Bracket: se utiliza para marcar la dirección o el giro que se le va a dar al diente. Para ello, es necesario cementarlo en el lugar adecuado. Es decir, el bracket no se coloca en el centro de la pieza dental, sino que el ortodoncista debe elegir dónde situarlo exactamente Además de estos elementos, que son comunes a todos los tratamientos con brackets metálicos, también se pueden utilizar gomas. Las gomas se usan cuando es necesario corregir la mordida, además del alineamiento de los dientes. Se colocan de arriba abajo y lo que hacen es unir la arcada superior y la arcada inferior. La principal ventaja de la ortodoncia metálica convencional es el precio, ya que es mucho más barata que los brackets transparentes, los linguales o Invisalign ¿Cómo se colocan los brackets? Aunque existen otros métodos de colocación de brackets, en nuestra clínica dental nos decantamos por la técnica de cementado indirecto, ya que ofrece muchas ventajas para el paciente. Este procedimiento se caracteriza por utilizar unos moldes sobre los que se colocan los brackets. Una vez que éstos se han colocado sobre el molde, se transfieren a la boca del paciente. De esta manera, el procedimiento de colocación es mucho más rápido, cómodo y preciso. Por concretar un poco más, el cementado indirecto hace que la persona esté menos tiempo en el sillón del dentista con la boca abierta y ayuda a situar los brackets en el lugar adecuado en menos tiempo. Esto último se hace más fácil ya que el ortodoncista no cuenta con elementos que puedan dificultar su colocación, como la lengua, las mejillas o la saliva. Ventajas y desventajas de la ortodoncia metálica Para algunas personas, los brackets tradicionales presentan más inconvenientes que beneficios y, por tanto, descartan este método para corregir sus dientes. Este pensamiento viene dado porque la ortodoncia de metal es el sistema más antiguo y el menos estético de todos los que existen actualmente. Por ello, muchos pacientes prefieren otros tratamientos que realizan la corrección de los dientes de manera mucho más “disimulada”. Esto quiere decir, sin interferir tan directamente en el aspecto de la sonrisa durante el tiempo de tratamiento. Dicho esto, vamos a analizar las principales ventajas y desventajas de los brackets tradicionales: Pros Precio: es el tratamiento de ortodoncia más barato de los que se utilizan actualmente (entre ellos, brackets transparentes de zafiro, brackets linguales Incognito e Invisalign) Resistencia: son más resistentes que algunos tipos de brackets transparentes. Mientras que el zafiro sí es un material de gran dureza, existen brackets de cerámica (porcelana) o plástico que se rompen con más facilidad Contras Escasa estética: son muy visibles ante los ojos de los demás y no es fácil disimularlos. Aunque cada vez sean más pequeños, hay personas que no desean pasar meses con “hierros” en los dientes   BRACKETS TRANSPARENTES E INVISIBLES Cuidados para los brackets de metal Dentro del apartado de cuidados, es importante tener en cuenta tanto la alimentación como la higiene. Siguiendo a cabo una serie de recomendaciones en ambos aspectos, no tendremos por qué tener ningún problema con el tratamiento. O, si los tenemos, serán más leves y menos numerosos. En cambio, si el paciente no sigue estos consejos será más probable que tenga que acudir a la consulta del dentista debido a diferentes urgencias: un bracket que se cae, un arco que se despega y se clava en la encía o la mejilla, etc. CUIDADOS Y LIMPIEZA DE BRACKETS METÁLICOS Dicho esto, vamos a decirte qué instrucciones deberías tener en cuenta: Alimentación Es importante tener cuidado al comer determinados alimentos que pueden dañar el aparato de ortodoncia, como aquellos que son muy duros o pegajosos. Ejemplos de ellos serían algunos frutos secos (kikos) o snacks (garbanzos tostados), determinados turrones, bocadillos o manzanas que se comen a mordiscos… Higiene En lo que respecta a la higiene, es fundamental cepillarse los dientes después de cada comida, ya que los restos de alimentos tienen a almacenarse entre los brackets. El hecho de que se queden habitualmente estos restos hace que, con el tiempo, aparezcan la caries o la enfermedad periodontal (gingivitis o periodontitis).   Otras preguntas frecuentes sobre el tratamiento ¿De qué material están hechos los brackets metálicos? Los brackets metálicos están fabricados con una aleación de acero inoxidable y níquel. Esta composición es, para la mayoría de las personas, irrelevante. Sin embargo, aquellas que tienen alergia al níquel no pueden llevar este tipo de ortodoncia. Por tanto, si tienes alergia al níquel -algo que no es común- es necesario que informes a tu ortodoncista. ¿Duelen los brackets? Todo tratamiento de ortodoncia requiere un periodo de adaptación, y esto no iba a ser menos con los brackets de metal. Por tanto, es habitual que sientas molestias después de que te

Buenos hábitos

Verdades y mentiras sobre la Limpieza Bucal

La limpieza bucal profesional o tartrectomía es la eliminación de sarro y placa de la superficie de los dientes mediante un aparato de ultrasonidos. La duración del tratamiento es de aproximadamente una hora y debe ser realizado por una higienista dental o por un odontólogo. Limpieza Bucal, pasos a seguir En la Clínica Dental SanCal los pasos de la limpieza bucal son los siguientes: Limpieza en profundidad mediante aparato de ultrasonidos para eliminar el cálculo o masa mineralizada adherida a los dientes. Pulido de la superficie dentaria con cepillos rotatorios para eliminicación de manchas superficicales. Pulido interproximal (entre dos dientes) para evitar zonas retentivas. Repaso de técnicas de higiene con cepillos interproximales, seda o irrigadores bucales. Aeropulidor: para mejorar la limpieza bucal, puliendo y limpiando, con ciertas propiedades blanqueadoras. Es lo último en la limpieza bucal. Entrega de un kit de higiene dental y explicación de las correctas técnicas de higiene bucal. Ver toda la información sobre la Profilaxis o Limpieza bucal profesional… Falsos Mitos de la Limpieza Bucal Mito 1: La limpieza bucal me estropea el esmalte. Falso. Los aparatos de ultrasonidos producen agua a una frecuencia de ondas vibratorias que rompen el sarro de la superficie del diente sin afectar en absoluto el esmalte. Sólo se produce el efecto beneficioso de la eliminación del sarro que si no se elimina va destruyendo los tejidos de soporte del diente. Mito 2: Sólo se puede hacer una limpieza al año. Falso. Se pueden hacer tantas limpiezas como sean necesarias, de hecho en pacientes con enfermedad periodontal se recomiendan unas 2 limpiezas bucales al año. Frecuencia de la Limpieza Bucal La limpieza bucal debe hacerse cada 8-10 meses en pacientes con una boca sana para evitar: Enfermedad periodontal: gingivitis en sus fases iniciales y periodontitis según avanza el sarro por dentro de la encía. Caries: por la acumulación de placa de forma excesiva y permanente. Halitosis: por la acumulación de placa, bacterias, restos de comida… En pacientes con cualquier tipo de enfermedad periodontal debe realizarse la limpieza bucal de forma más frecuente para evitar que se reproduzcan los problemas de gingivitis o periodontitis. La limpieza dental es una forma sencilla de mantener a ralla a las enfermedades periodontales. Pide tu cita

Cultura y curiosidades, Prevención

¿Qué debes saber sobre la placa bacteriana?

La acumulación de placa bacteriana es una de las principales causas de las enfermedades periodontales y de afecciones bucales muy comunes como, por ejemplo, la caries. Sin embargo, siguiendo unas pautas de higiene exhaustivas podemos evitar esta formación y, por lo tanto, mantener nuestra boca en salud. ¿Qué es la placa bacteriana? La boca es una cavidad séptica; es decir, una zona en la que conviven diferentes bacterias perfectamente adaptadas a vivir en ese entorno. La presencia de estos microorganismos es frecuente desde que somos niños, resultando perjudiciales para la salud de nuestra boca. La placa bacteriana es una fina película transparente compuesta por las proteínas presentes en la saliva, sobre la cual se adhieren las bacterias presentes en nuestra boca. En caso de no tener una buena higiene bucodental, la mineralización de esta placa da lugar la formación de sarro –o cálculo dental-. El sarro supone, a su vez, un mayor depósito de placa en la boca, pues su superficie es más adhesiva que la de los propios dientes. Su acumulación es la responsable de la aparición de enfermedades periodontales, como la gingivitis y la periodontitis, y de las caries dentales. Podemos distinguir varios tipos de placa en función de las bacterias de las que esté compuesta y del lugar en el que se acumule. En función del tipo de bacterias que formen la placa bacteriana, podemos distinguir dos tipos de la misma que difieren en los efectos que tienen sobre la salud de nuestra boca: Denominamos placa cariogénica a aquella formada por bacterias que, tras metabolizar los azúcares de los alimentos, liberan ácidos en la superficie de las piezas dentales. Estos ácidos dañan el esmalte de los dientes, siendo las causantes, por lo tanto, de las caries. Por el contrario, llamamos placa periodontopatogénica a la conformada en por bacterias que liberan sustancias primarias tras metabolizar los azúcares de los alimentos. Son, por tanto, las causantes de las enfermedades periodontales. A esta clasificación, podemos sumarle una nueva clasificación que no resulta excluyente con respecto a la primera en función del lugar en el que se acumule la placa bacteriana. Hablamos de placa supragingival cuando las bacterias se acumulan en las piezas dentales. Normalmente, este tipo de bacterias son cariogénicas. Por el contrario, la placa subgingival se acumulan en el surco gingival y en la bolsa periodontal. Este tipo de placa es, generalmente, periodontopatogénica, y para su acumulación es habitual que, en primer lugar, haya habido acumulación de placa supragingival en las piezas dentales. ¿Cómo eliminar la placa bacteriana? Manteniendo unas buenas rutinas de higiene dental podemos eliminar fácilmente la placa bacteriana. Mediante el cepillado tradicional y el uso de otros complementos de higiene oral tales como, por ejemplo, el hilo dental, evitamos la acumulación de la misma. Por el contrario, la acumulación de sarro sólo podrá ser eliminada a través de una higiene bucodental profesional llevada a cabo en clínica. Es un procedimiento inocuo para el cual no se precisa de anestesia. Mediante el uso de la punta de ultrasonidos, el higienista eliminará las formaciones de sarro presentes en las piezas dentales y por debajo de las encías. ¿Se puede prevenir la formación de placa bacteriana? Para evitar la formación de placa bacteriana es de vital importancia seguir unas buenas pautas de higiene oral. Tan importante es tener en cuenta la frecuencia del cepillado dental como la técnica del mismo. Se debe tener en cuenta que mediante un cepillado después de cada comida no somos capaces de eliminar satisfactoriamente todas las bacterias y los restos de alimentos que causan la placa bacteriana. Por ello, debemos recurrir a otros complementos de higiene que nos aseguren una correcta limpieza oral. El hilo dental está recomendado para eliminar la placa de los espacios interdentales estrechos; es decir, en aquellos casos en los que los espacios entre ambos dientes es reducido. De forma complementaria, y para espacios interdentales más anchos, nos podemos valer de los cepillos interproximales. De cabezal cilíndrico, la elección de uno u otro viene determinada por el ancho del espacio interdental. Están recomendados en aquellos casos en los que la acción del hilo dental resulta insuficiente. El irrigador bucal –o waterpik- es un sistema que, mediante el uso del agua a presión, elimina las bacterias y los restos de comida que se alojan en los dientes y en los tejidos de la boca. Está especialmente indicado en personas que lleven implantes o bien que se estén sometiendo a un tratamiento de ortodoncia. Por último, no debemos olvidarnos de la importancia de la limpieza de la lengua. El uso del raspador lingual debe ser parte de la rutina de higiene diaria, pues la lengua es la parte de la boca que más bacterias acumula. Los especialistas recomiendan, además, evitar el consumo de productos con alto contenido en azúcares, usar enjuagues bucales dos veces al día tras el cepillado y acudir al especialista a realizarse una higiene bucodental cada 8-10 meses. La higiene bucodental es esencial para conservar nuestra boca en salud. La acumulación de placa no sólo provoca caries y enfermedades periodontales, sino que la presencia de bacterias en la cavidad oral puede generar enfermedades sistémicas o suponer el empeoramiento de diagnóstico de personas que padezcan enfermedades respiratorias, cardiopatías o diabetes. Si quieres saber más sobre la técnica del cepillado, te invitamos a visitar la siguiente página. Si, por el contrario, consideras que necesitas una higiene bucodental profesional, puedes ponerte en contacto con nosotros a través de nuestra página web o bien llamando al 91 599 64 39.

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