Clínica Sancal

patología

Cultura y curiosidades

La periodoncia y su relación con otras patologías

Aunque la periodontitis es una enfermedad de las encías, guarda una estrecha relación con otras patologías de nuestra salud general. Junto con la gingivitis, la periodontitis es una de la principal enfermedad periodontal y es necesario aplicar los tratamientos adecuados para erradicarla, no solo por la salud bucodental, sino también por los efectos que puede tener en el resto del organismo. ¿Qué es una enfermedad periodontal? Dentro de las enfermedades periodontales se engloban aquellas que afectan a los tejidos que actúan como soporte del diente. Si no se tratan adecuadamente y se les deje progresar, pueden causar daños irreversibles en nuestra cavidad oral. Llegado a este caso, habría que consultarlo con la Dra. Sánchez, el experto en la salud de las encías.    ENFERMEDAD PERIODONTAL   Estas patologías no solo provocan la pérdida de la pieza dental en los casos más avanzados, sino que también pueden influir negativamente en una enfermedad que ya esté presente en nuestro cuerpo o aumentar el riesgo de padecerla. Por ello, no está de más conocer qué tipo de relación tienen las enfermedades periodontales con otras que, a priori, nada tienen que ver con la salud dental. Prevención de las enfermedades periodontales Pero antes de profundizar sobre este tema, vamos a enumerar una serie de pautas que pueden ayudarnos a evitar la aparición de una enfermedad periodontal. La limpieza bucal, un paso indispensable El mantenimiento de una correcta higiene bucodental es la primera acción encaminada a prevenir esta y cualquier otro tipo de dolencias en la cavidad oral. LIMPIEZA BUCAL   Es fundamental que las personas estén concienciadas en lo que se refiere al estado de su boca y se acostumbren a llevar a cabo una rutina diaria y completa después de cada comida. Aplicar una buena técnica de cepillado es muy importante y una buena ayuda es complementar esta acción mediante el hilo dental y enjuagues bucales. Con el cepillo de dientes podremos eliminar los restos de alimentos que hayan quedado entre las piezas dentales, mientras que el enjuague arrastrará hacia fuera todos aquellos residuos que la seda no haya conseguido limpiar. Visita regularmente a tu dentista Llevar a cabo los controles odontológicos pautados por tu dentista es el siguiente paso. Por un lado, es fundamental que el paciente actúe de manera preventiva sometiéndose a una higiene dental profesional que elimine la placa bacteriana del esmalte y encías. En el caso de que tengas dudas sobre si tienes una enfermedad periodontal, lo más aconsejable es consultarlo con un periodoncista. Usualmente, las señales de la enfermedad periodontal son evidentes, ya que el sangrado y la inflamación de las encías suelen ser uno de sus primeros síntomas.   Tal como hemos mencionado anteriormente, es importante recordar que las afecciones de las encías no dañan exclusivamente a la boca, sino que desencadenan otros problemas en la salud general: Nos encontramos, por un lado, ante dolencias a nivel local que únicamente inciden sobre el estado de la cavidad oral, y pueden provocar la pérdida de las piezas dentales, con las enfermedades que conlleva. Por otra parte, hay consecuencias a nivel sistémico cuyos efectos se amplían al resto del cuerpo. ¿Cómo se relacionan las patologías periodontales con el estado de salud general? Antes que nada, es necesario matizar que no en todos los casos una enfermedad periodontal provoca una patología distinta. Podríamos decir que, si nuestro estado de salud general es bueno y se empieza a poner remedio a tiempo a la enfermedad periodontal, no debe afectarnos en mayor medida. No obstante, lo que en un primer momento se considera una infección localizada en la boca, puede derivar en algo más grave en pacientes que no se tratan o que cuentan con enfermedades sistémicas previas. ¿Por qué sucede esto? Las bacterias presentes por la acumulación de placa y sarro en nuestros dientes y debajo de las encías pueden llegar al flujo sanguíneo, perjudicando a otras partes del organismo.   Saber cómo se relaciona la enfermedad periodontal con el resto de tu organismo te ayudará a prevenir diferentes patologías   Diversos estudios ratifican el vínculo entre las patologías periodontales y determinadas enfermedades sistémicas. A pesar de ello, las investigaciones continúan para poder verificar de forma más exacta la correlación de causa y efecto. A continuación mostramos algunos ejemplos. Diabetes La diabetes es una enfermedad bastante extendida en la población mundial, llegando a considerarse como una enfermedad pandémica. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), 422 millones de personas adultas padecían de diabetes en 2014, frente a los 108 millones de 1980. De esta forma, la prevalencia a nivel global de esta patología casi se ha duplicado desde entonces, pasando del 4,7% al 8,5% en la población adulta. DIAGNÓSTICO DE LA DIABETES   En el caso de España, el 13,8% de la población sufre diabetes tipo 2 según un estudio llevado a cabo por el Centro de Investigación Biomédica en Red de Diabetes y Enfermedades Metabólicas Asociadas (CIBERDEM) junto con la Sociedad Española de Diabetes (SED). La diabetes conlleva importantes complicaciones crónicas que pueden provocar la mortalidad prematura. A pesar de esto, hay muchas personas que no han sido debidamente diagnosticadas aun padeciendo la enfermedad. De acuerdo con el mismo estudio, de todas las personas afectadas por la enfermedad, el 6% lo desconoce. Una relación bidireccional Dicho esto, ¿qué tipo de conexión hay entre la diabetes y las enfermedades periodontales? Lo cierto es que la relación entre las dos patologías es bidireccional. La diabetes aumenta el riesgo de padecer una enfermedad periodontal debido a la respuesta inflamatoria que provoca. Los tejidos de soporte de los dientes, las encías, se destruyen de forma más rápida y disminuye la posibilidad de reparación posterior. Además, la propia patología de las encías afecta a la diabetes porque perjudica el control de la glucemia. Alteraciones cardiovasculares No es habitual que una persona piense que, por descuidar su salud dental, va a padecer alguna complicación cardiovascular. Pero lo cierto es que los pacientes con enfermedad periodontal tienen más riesgo de presentar un problema cardiovascular, como un infarto de miocardio o un ictus, que las personas con encías sanas. Así lo asegura la Sociedad Europea de Cardiología, que en el año 2012 incluyó por primera vez la periodontitis como factor de riesgo cardiovascular en sus guías. También en el año 2015, la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y la Sociedad Española

Bruxismo y ATM

Férulas de descarga: cómo aliviar las molestias del bruxismo

El bruxismo no responde únicamente a una patología, sino que es un síntoma de que algo, tanto en el plano físico como psicológico, no está funcionando de la manera correcta.Éste no solo tiene consecuencias negativas para tus dientes, sino que puede generar dolores de cervicales, de cabeza e incluso afectar a tus horas de descanso.   En el presente artículo resolveremos todas tus dudas acerca del bruxismo, cómo éste puede afectar a tu día a día y, sobre todo, indagaremos en las férulas de descarga y en los beneficios que las mismas tienen para tu salud bucodental.   ¿Qué es el bruxismo? El bruxismo es el hábito involuntario e inconsciente de apretar y rechinar los dientes. Tiene su incidencia tanto en hombres como en mujeres, y no hay un rango de edad específico que se vea especialmente afectado: es común tanto en adultos como en niños.   Podemos distinguir dos tipos de bruxismo: Estamos ante un caso de bruxismo céntrico cuando el paciente aprieta los dientes. El mismo puede suponer dolores cervicales, de cabeza u oído. Por el contrario, el bruxismo excéntrico consiste en rechinar los dientes. Produce desgaste oclusal y compromete la estabilidad del esmalte de las piezas dentales.   Por lo general, las personas que padecen este síntoma suelen experimentar bruxismo nocturno -especialmente durante las horas de dormir-, aunque también puede ser frecuente a lo largo de las horas del día. ¿Por qué se produce el bruxismo? El bruxismo se debe a causas muy diversas, que bien pueden ser físicas o responder a factores psicológicos. Entre las mismas, podemos distinguir: Problemas de oclusión como mordida cruzada o dientes mal alineados Incidencia de enfermedades periodontales Malos hábitos a la hora de dormir como, por ejemplo, la adopción de posturas poco recomendables Trastornos respiratorios en las horas de descanso Picos de estrés o ansiedad mal gestionados Síntomas de bruxismo Si bien esta afección supone ciertas molestias, en muchos casos las personas no sospechan que la padecen hasta que otra les alerta de la existencia de este problema. Entre los síntomas del bruxismo, podemos destacar: Dolores cervicales, de cabeza u oído al despertar Molestias en los músculos que participan en el proceso de masticación Desgaste de las piezas dentales Daño en la estructura dentaria, generalmente en el esmalte de las piezas -lo que supone la aparición de molestias derivadas de la sensibilidad dental- Retracción e inflamación de encías DOLORES CERVICALES En caso de que sospeches que puedes estar padeciendo bruxismo, lo ideal es que acudas un especialista para que éste realice un diagnóstico certero del caso. ¿Cómo se trata el bruxismo? El bruxismo puede estar debido a problemas alimenticios, psicológicos o emocionales. Por este motivo, es imprescindible que, además de visitar al dentista, también, acudas a un especialista que esclarezca la causa de esta afección y pueda atajar este problema de manera efectiva.   Si acudes a un odontólogo con este tipo de molestias y la sospecha de que puedes estar padeciendo bruxismo, éste pautará un tratamiento para aliviar los dolores articulares y las consecuencias negativas que esta afección supone para la estructura dentaria.   Si la misma está causada por problemas de oclusión, recurrirá a un tratamiento de ortodoncia. Gracias al mismo, podrás gozar de una sonrisa estética y completamente funcional gracias al fin de los problemas de oclusión.   Sin embargo, si la causa del bruxismo es otra, optará por la confección de una férula de descarga. ¿Qué es una férula de descarga? Denominamos férulas de descarga a unos protectores dentales realizados a medida de la boca del paciente que amortiguan la presión a la que se ven sometidos los dientes de aquellas personas que padecen bruxismo. Están realizadas en unas resinas muy resistentes, y su grosor oscila entre los dos y los tres milímetros. ¿Cómo se usa la férula para bruxismo? Estos protectores se colocan en una sola arcada –generalmente en la superior-. Su uso está más generalizado por la noche, momento en el que los pacientes suelen ejercer esta presión sobre las piezas dentales de forma involuntaria. Sin embargo, aquellos pacientes que sufran de bruxismo debido a picos de estrés y ansiedad también pueden emplearlas en el momento del día en el que sean conscientes de que están teniendo uno de estos episodios y, por lo tanto, están apretando la mandíbula o friccionando las piezas dentales. FÉRULA DE DESCARGA ¿Qué beneficios tienen las férulas de bruxismo? Gracias al empleo de estos protectores bucales, el paciente observará una serie de beneficios tanto en su salud bucodental como en su estado de salud general. Entre los mismos, destacan los siguientes: Evitan problemas de tensión en los músculos faciales, al relajar la mandíbula Aminoran o erradican la incidencia de los dolores cervicales, de cabeza u oído Influyen de manera positiva en el descanso de las personas que padecen bruxismo Frenan las consecuencias negativas que esta afección tiene para las piezas dentales, tales como desgaste oclusal o el daño de los tejidos duros de la estructura dentaria ¿Qué tipos de férulas para bruxismo existen? En primer lugar, debemos tener en cuenta que el uso de protectores bucales para deportistas no está indicado en personas que padecen bruxismo. Al estar realizados en un material blando, nos invitan a ejercer una mayor presión en nuestros dientes.   Existe una amplia variedad de férulas ofertadas en la red. Sin embargo, los odontólogos recomiendan la confección de una a medida, fabricada en un material acrílico.   De esta forma, la comodidad del paciente es mucho mayor, y, además, aumentan las posibilidades de éxito del tratamiento.   A la hora de elegir la más adecuada en tu caso, el odontólogo te ofrecerá dos tipos diferentes de protectores: los rígidos y los semirrígidos.   La férula de descarga rígida no es nada flexible, por lo que en algunas ocasiones resulta complicado adaptarse a la misma.   Por el contrario, la semirrígida, si bien tiene un exterior rígido, es un poco más flexible en su interior. Esto no compromete la eficacia del tratamiento, pero, en cambio, sí facilita el proceso de adaptación a la misma.   ¿Cómo debes cuidar tu férula de bruxismo? Estos protectores bucales exigen una serie de cuidados para garantizar el éxito del tratamiento, sobre todo en lo relativo a

Buenos hábitos

Mal aliento: ¿cuáles son sus causas y cómo combatirlo?

El aliento o aire que expulsamos por la boca al respirar varía de una persona a otra. Aunque cada uno de nosotros puede padecer cierto grado de halitosis de manera ocasional, hay quienes lo sufren durante todo el tiempo. A pesar de que hay personas que no son conscientes de tener mal aliento, la mayoría de las veces somos nosotros mismos los que nos damos cuenta de que padecemos halitosis. Sin embargo, es frecuente que los adultos que lo sufren crean estar únicamente ante un problema social, que disminuye la autoestima y genera dificultades en las relaciones sociales. Por ese motivo, no se atreven a hablar de él y les cuesta incluso pedir ayuda profesional, lo que dificulta la manera de combatirlo. Si bien es cierto que este olor desagradable puede estar motivado por razones muy diversas, lo más habitual es que tenga su origen en una mala higiene de la zona de la boca o en determinadas enfermedades de dientes o encías. Causas de la halitosis En este punto, podemos distinguir dos tipos de halitosis: oral (tiene su origen en la cavidad oral) y extraoral (nace en otro punto de nuestro cuerpo). La primera, que está relacionada con una mala higiene o con problemas bucodentales, es la causante del 90% de los casos de mal aliento. La segunda corresponde únicamente al 10% de los casos y en algunas ocasiones puede ser incluso una manifestación de una determinada patología.   En el 90% de los casos, el mal aliento se origina en la cavidad oral. Solamente en el 10% de los casos, la halitosis procede de otras partes del organismo Causas orales Las causas orales del mal aliento son las siguientes: Acumulación de restos de comida Si no nos cepillamos los dientes después de la comida, se acumulan los restos de comida en la cavidad oral y, con ello, aparecen bacterias en la boca, lengua o dientes Enfermedades periodontales Tanto la gingivitis como la periodontitis pueden causar mal aliento, además de otras complicaciones como retracción de encías, inflamación gingival, sangrado, pérdida de hueso y, por tanto, caída de la pieza dental afectada Absceso dental Es la acumulación de pus debido a una infección Caries Se considera el segundo trastorno de salud más común después del resfriado Uso de prótesis o aparatos de ortodoncia Tanto la placa como los residuos de alimentos se pueden acumular en todo tipo de dentaduras o aparatos que llevemos en la boca. Por esta razón, es imprescindiblelimpiarlos y cepillarse bien los dientes después de cada comida LAVAR LAS PRÓTESIS Y APARATOS DE ORTODONCIA Boca seca (xerostomía) La escasa salivación provocada por la xerostomía fomenta el crecimiento incontrolado de bacterias. Dado que la saliva favorece la limpieza y ayuda a eliminar los malos olores, hay que tener en cuenta que algunas circunstancias o situaciones provocan una menor salivación Ejemplos de esto pueden ser la respiración bucal, el consumo de determinados medicamentos –como antidepresivos-, enfermedades de las glándulas salivales, etc. Para estimular la producción de saliva se recomienda mascar chicle, beber mucho líquido (agua preferiblemente) o masticar bien la comida Faringitis Es la inflamación de la faringe, en la parte posterior de la garganta Consumo elevado de café, alcohol y tabaco Además de estas razones, se pueden subrayar otras situaciones en las que todas las personas podemos producir mal aliento ocasional o repentino. Esto puede ocurrir, entre otros momentos, cuando comemos determinados alimentos como ajo o cebolla crudos, por las mañanas al levantarnos de la cama, después de hacer deporte o de haber hablado durante horas. Sin embargo, este olor desagradable es puntual y desaparece en cuanto nos enjuagamos o después del cepillado.   ALCOHOL, CAFÉ Y TABACO PROVOCAN MAL ALIENTO Causas no orales o extraorales Las causas extraorales del mal aliento son las siguientes: Problemas en el tracto digestivo Puede ser por obstrucción intestinal –en este tipo de casos es característico que el aliento huela a heces- o infecciones en el estómago, por ejemplo Enfermedades sistémicas La halitosis puede manifestar la existencia de determinadas afecciones más o menos graves como pueden ser la diabetes mellitus, las enfermedades pulmonares, renales o hepáticas así como los problemas gastrointestinales Infecciones en la zona de la nariz como consecuencia de un virus o bacteria Ejemplos de estas infecciones pueden ser la sinusitis -inflamación de los senos paranasales- o la rinitis -inflamación de la mucosa nasal- Extrema tu higiene Si después de haber extremado tu higiene bucodental, no has eliminado el mal aliento acude a tu dentista Remedios para quitar la halitosis En función del motivo que provoque el mal olor, será necesario consultar con un especialista médico u otro. Por ejemplo, si nos encontramos ante una causa de origen oral, como sucede en el 90% de los casos, debemos buscar la solución en nuestro dentista de confianza. Debido a que muchas personas padecen halitosis debido a una falta de higiene bucodental, te damos una serie de remedios para combatir la halitosis. Cepíllate los dientes después de cada comida Una vez que nos hemos cepillado los dientes, debemos utilizar seda dental -para los espacios interdentales pequeños- o cepillos interproximales -para los espacios más grandes-, un limpiador lingual y enjuague bucal. Existe mucha variedad de productos y marcas comerciales, por lo que lo ideal es probar cuál te gusta más, así como pedir consejo a la Dra. Sánchez.   CEPILLADO DEBE INCLUIR SEDA, RASCADOR LINGUAL Y ENJUAGUE Acude periódicamente a la consulta del dentista Lo ideal es que visitemos la consulta del dentista dos veces al año, es decir, cada seis meses. De esta manera, el odontólogo podría advertir la existencia de una enfermedad periodontal, o cualquier otro tipo de afección oral, de manera temprana. Y, con ello, podría establecer, en el caso de que fuera necesario, un tratamiento lo antes posible para que el pronóstico fuera más favorable. Visita regularmente al higienista Nuestra recomendación es que acudas a realizarte una limpieza bucodental una o dos veces al año. Dado que la periodicidad depende de cada caso concreto, el higienista es el profesional que podrá determinar la frecuencia con la que debes someterte a la limpieza. Dicho profesional eliminará la placa que haya en tu boca y, de esta manera, evitará el desarrollo de bacterias que provocan caries o enfermedad periodontal. Si te han parecido demasiadas las veces que te hemos recomendado acudir al dentista e higienista, puedes intentar que ambas visitas coincidan. Por ejemplo, en nuestra clínica dental, la higiene es muy completa. Tiene una duración de 50 minutos e incluye una revisión en la que el odontólogo revisa el

Buenos hábitos, Cultura y curiosidades

Macroglosia: ¿cuál es el tratamiento más adecuado?

La macroglosia es un trastorno que afecta, en su mayoría, a niños, y que puede tener repercusiones negativas en el habla, generar problemas de oclusión y dificultades a la hora de masticar o tragar.En el presente artículo te explicaremos en qué consiste la macroglosia, cuáles son las posibles causas que la originan y cuál es el tratamiento más adecuado en cada caso. ¿Qué es la macroglosia? La lengua es un órgano de vital importancia para la correcta fonación de los sonidos, el proceso de deglución y la respiración. Tiene un mayor crecimiento durante los primeros 8 años de vida de una persona, si bien su desarrollo no se interrumpe hasta que ésta cumple 18 años. De origen hereditario o congénito, la macroglosia es una condición que afecta a aquellas personas que poseen una lengua de un tamaño superior al habitual con respecto al resto de estructuras que conforman la cavidad oral. Síntomas de la macroglosia Las personas que la padecen observan cómo, en estado de reposo, la lengua protruye más allá del borde alveolar. La lengua tiene, por lo tanto, una longitud, un grosor y un ancho superior al habitual, ocupando por completo el espacio presente en la cavidad oral. LENGUA AGRANDADA   En personas que lo padecen, es habitual encontrar pequeñas úlceras o lesiones en la superficie de la misma. Además, presentan una serie de dificultades en la fonación de sonidos, en el proceso de masticación y deglución, infecciones recurrentes y obstrucción de las vías respiratorias y, por último, suelen segregar unos niveles de saliva superiores a los habituales. Causas de la macroglosia La macroglosia es una patología de causa variada, teniendo bien su origen en la afección de un síndrome de carácter genético o hereditario o, por el contrario, adquirido. El hecho de tener una lengua de tamaño superior al resto de estructuras de la cavidad oral puede ser un indicador de que la persona padece un trastorno de carácter hereditario o congénito como, por ejemplo: Hipotiroidismo de origen congénito. Síndrome de Down. Síndrome de Beckwith-Wiedemann, un trastorno del crecimiento que supone unos órganos de tamaño superior al habitual, entre otros síntomas. Diabetes. Acromegalia, una enfermedad de carácter crónico caracterizada por el incremento del tamaño de algunos órganos corporales como, por ejemplo, las manos, los pies o las mandíbulas. Mucopolisacaridosis, o enfermedades metabólicas de origen hereditario que suponen un mal procesamiento de los glucosaminglucanos -cadenas de la molécula del azúcar-. Esta afección provoca una acumulación de los mismos a nivel intracelular que puede ser la causa de distintas alteraciones en diferentes órganos. Aparición de un hemangioma -tumoraciones vasculares de carácter benigno, generalmente, que aparece en etapas muy tempranas de la vida-. HEMAGIOMA Pero, además, en ocasiones la macroglosia es un síntoma de un trastorno adquirido como, por ejemplo: Malformaciones en el sistema linfático de carácter benigno -linfagiomas-. Crecimiento de formaciones tumorales malignas. Consecuencias de la macroglosia La macroglosia tiene efectos negativos en la estética de la sonrisa de una persona, pero también puede afectar al habla, el proceso de deglución e incluso en el descanso de la misma. Entre las distintas consecuencias que esta patología tiene para aquellos que lo padecen, destacan las siguientes: Conflictos en la correcta fonación de los diferentes sonidos, suponiendo problemas en el habla. Dificultades en el proceso de masticación y deglución de los alimentos, interfiriendo por tanto en el proceso de digestión. Aparición de úlceras o pequeñas heridas producto del roce de la lengua con otras estructuras de la boca, especialmente en la punta de la misma. Segregación de unos niveles de saliva superiores a los habituales. Esta afección, conocida como sialorrea, tiene efectos negativos tanto en la deglución de los alimentos como en la preservación del esmalte dental, favoreciendo la aparición de caries. Infecciones de las vías respiratorias u obstrucción de las mismas. La macroglosia es, por ejemplo, una de las causas de la apnea -afección que supone una respiración muy superficial o la interrupción de la misma durante el sueño-. La macroglosia puede afectar al proceso de erupción dental y a la posición que los dientes ocupan en las arcadas. Esta patología puede suponer la protrusión de las piezas dentales y generar alteraciones en el proceso de erupción dental, afectando a la correcta alineación de los dientes en las arcadas. Además, también tiene efectos negativos en el desarrollo del hueso maxilar y de la mandíbula, generando problemas de oclusión. Por último, tiene consecuencias estéticas y, por tanto, en la autoestima del paciente. La macroglosia tiene efectos negativos para el habla, la masticación y deglución de los alimentos e incluso problemas de oclusión dental Diagnóstico de la macroglosia La macroglosia afecta, mayoritariamente, a la población infantil. Resulta de vital importancia realizar una visita temprana al especialista para que estudie el caso y esclarezca la causa de esta afección. Para el correcto diagnóstico de la misma, el especialista analizará no solo la morfología de la lengua, sino también otros factores tales como las dificultades que supone para el proceso de masticación y deglución de los alimentos y el habla, la obstrucción de las vías aéreas, así como la motricidad oral y el desarrollo de la mandíbula y el hueso maxilar, o la posición de las piezas dentales en la arcada.   APNEA Además, analizará también la historia clínica y los antecedentes médicos familiares. Una vez finalizado este análisis, el especialista pautará el tratamiento más adecuado para el caso. Tratamiento de la macroglosia El especialista determinará el tratamiento más idóneo en función del grado de severidadde la afección y de la causa que la provoca. Por lo tanto, el procedimiento para abordar esta afección es, al igual que su origen, muy variado. En los casos más severos, el especialista optará por una glosectomía. Se trata de una cirugía que consiste en la reducción del tamaño de la lengua. De esta manera, no solo se erradican los problemas estéticos que se derivan de la macroglosia, sino que también supone el fin de los problemas de sialorrea y las dificultades en el habla, la respiración, la masticación y deglución de los alimentos. La edad idónea para realizar la glosectomía está establecida entre los 4 y los 7 años. De igual manera, la realización de esta intervención se adelanta en el tiempo en algunas ocasiones en las que

Cultura y curiosidades

¿Cuáles son las funciones de la lengua?

La lengua es un órgano muscular situado en el interior de la cavidad oral -más bien, en la base de la misma-.Cumple funciones diversas para el ser humano como, por ejemplo, la percepción del sabor de los alimentos o la posibilidad de articular los diferentes fonemas. En el presente artículo hablaremos de las distintas partes de las que se compone la lengua y profundizaremos tanto en las funciones de la misma como en las diferentes patologías que pueden mermar su actividad. Partes de la lengua El esqueleto de la lengua está formado por el hueso hioides, la membrana hioglosa y el septum medio, sobre el que residen los músculos linguales que permiten su movilidad. Se trata de una estructura osteofibrosa recubierta de una mucosa que facilita, entre otros, el proceso de deglución. Podemos distinguir cinco partes diferenciadas en la estructura de la lengua: La cara superior, sobre la que encontramos distintos tipos de papilas gustativas que distinguen una amplia variedad de sabores. La cara inferior, que reposa sobre el suelo de la boca. En el mismo encontramos el frenillo lingual, que nos permite controlar los movimientos linguales, los orificios de salida de las glándulas salivales submandibulares y de las sublinguales. En contacto con las arcadas mandibulares, encontramos los bordes linguales. Una de sus cualidades es la presencia de unos filtros de bacterias. La base de la lengua está conectada con los músculos milohioideos, genihioideos, con el hueso hioides y, gracias a la existencia de tres pliegues glosoepiglóticos, con la epiglotis. La punta lingual -o vértice- es la responsable del saboreo de los alimentos.   ESTRUCTURA DE LA LENGUA Funciones de la lengua La lengua es un órgano sensorial. Por ello, parece que la función de la misma está muy clara: saborear los distintos alimentos. Las distintas papilas gustativas, situadas en la cara superior de la lengua, son las encargadas de enviar la información de sabor al cerebro. Podemos distinguir cuatro tipos de papilas gustativas: Las papilas calciformes, también denominadas circunvaladas, encargadas de captar los sabores amargos Las papilas fungiformes, cuya función es distinguir el sabor dulce Las papilas filiformes, que captan tanto la textura como la temperatura de los alimentos Las papilas foliadas, situadas en los pliegues laterales de la parte más posterior de la lengua, son las encargadas de percibir el sabor salado Al contrario de la creencia generalizada, esta distinción de los sabores tiene como objetivo avisarnos sobre el origen de la comida. Es decir, descartar que supone una amenaza el organismo de la persona que lo ingiere.  No está, por lo tanto, relacionada con el placer que supone el acto de comer para muchas personas. La lengua, además, es extremadamente sensible a estímulos táctiles. Por ello, también nos aporta información acerca de la textura de los alimentos que ingerimos y, por tanto, de su estado. Pero, además, la lengua tiene tres funciones más. En primer lugar, la lengua dirige la comida dentro de la cavidad oral durante la masticación y facilita, de esta manera, la trituración de los alimentos. Una vez éstos han sido debidamente descompuestos en pequeños trozos, forma el bolo alimenticio y lo dirige al comienzo de la faringe. Da lugar, de esta manera, al comienzo del proceso de deglución. En segundo lugar, los movimientos linguales posibilitan la succión, así como la articulación de los distintos fonemas y nos permiten, por tanto, pronunciar debidamente.   SUCCIÓN EN BEBÉS Por último, la lengua interviene en la función del conocido como anillo linfático de Waldeyer. Se trata de un conjunto de estructuras formadas por tejido linfoide localizadas en la faringe. Su función es captar los agentes patógenos que entran a nuestro organismo a través de la boca y la nariz para procesarlos y producir una respuesta inmune ante los mismos. La lengua tiene, por tanto, una gran cantidad de funciones vitales para nuestro organismo. Por ello, debemos prestar atención a su cuidado y a su estado, pues no sólo puede sufrir ciertas patologías, si no que también actúa como indicador de la afección de otras enfermedades. Patologías de la lengua A la hora de especificar el tipo de afecciones relacionadas con la lengua, podemos distinguir entre patologías de la lengua propiamente dichas o procesos que pueden estar relacionados con afecciones que vinculen otros órganos del cuerpo. ¿Qué patologías afectan directamente a la lengua? En primer lugar, las alteraciones en el tamaño de la lengua significan una merma de sus funciones y suelen ser un indicador de problemas de desarrollo. Las anomalías más comunes en el crecimiento de la lengua son: La aglosia, muy poco común, es la ausencia de este órgano. La microglosia la padecen aquellas personas que tienen una lengua de un tamaño inferior al normal. Esta afección supone problemas tanto en el habla como, en la mayoría de los casos, en la ingesta de alimentos. La macroglosia, por el contrario, es la afección más común. La padecen aquellas personas que tienen la lengua de un tamaño superior al habitual, lo que dificulta tanto la pronunciación como el proceso de masticación y deglución de los alimentos. Además, puede ocasionar problemas de oclusión dental, al empujar los incisivos hacia delante. Te interesará »  Certificación de Calidad: ISO 9001/08 La macroglosia puede ser un síntoma inequívoco de afecciones como, por ejemplo, la diabetes. Además, es común entre personas que padecen síndromes como el de Beckwith-Wiedemann o el síndrome de Down. Otras de las patologías relacionadas con la lengua son aquellas que suponen problemas relacionados con el sentido del gusto tales como la ageusia -merma de nuestra capacidad para percibir los sabores- o la disgeusia -confusión de los sabores-. Por último, enfermedades de origen infeccioso tales como la leucoplasia vellosa, la candidiasis oral o el liquen plano oral.   CANDIDIASIS ORAL ¿Qué otras patologías indican la presencia de otros problemas de salud? Además de prestar atención a las enfermedades anteriormente escritas, debemos tener en cuenta el buen estado de la lengua pues, en muchas ocasiones, es un claro indicador de nuestro estado de salud general. Por este motivo, debemos prestar atención a los siguientes síntomas: En algunas ocasiones, se observan dificultades para mover la lengua. Éstas, generalmente, suelen estar relacionadas con problemas neurológicos que deben ser analizados de forma rápida para descargar cualquier patología vascular, cerebral

Prevención

Factores de riesgo de la osteonecrosis mandibular

La osteonecrosis mandibular es una patología poco frecuente entre los pacientes pero muy grave, ya que consiste en la pérdida progresiva de las células de la mandíbula. A pesar de que el primer caso de la osteonecrosis mandibular fue registrado hace más de una década, su fisiopatología es objeto de debate entre un amplio sector de médicos e investigadores. Las causas de la osteonecrosis mandibular son diversas. Muchos cirujanos orales y maxilofaciales señalan que se debe a la radioterapia y a fármacos relacionados con este tratamiento: los medicamentos antirresortivos y los medicamentos antiangiogénicos. Los medicamentos antirresortivos son aquellos que ralentizan este proceso de pérdida y contienen bifosfonatos, que se pueden administrar por vía intravenosa u oral. Normalmente se aplican en pacientes con osteoporosis, aunque también son utilizados para prevenir las metástasis óseas en casos de cáncer de mama, próstata, pulmón y mieloma múltiple. Este tipo de medicamentos tienen un gran potencial para mejorar la calidad de vida del paciente, aunque su uso es controvertido por los riesgos de contraer esta enfermedad, porque conllevan una disminución de la resorción ósea. Los medicamentos antiangiogénicos son aquellos que inhiben la producción de nuevos vasos sanguíneos para que un tumor no siga creciendo. Este tipo de medicamentos han resultado especialmente útiles en el tratamiento de tumores gastrointestinales, carnicomas de células renales y tumores neuroendocrinos. Así, los pacientes expuestos a esta patología suelen tener todas estas características: Tienen un tratamiento actual o previo con medicamentos antirresortivos o antiangiogénicos. Presentan un retraso en la cicatrización del hueso. Después de una extracción dental u otros procedimientos parecidos, el hueso queda expuesto y no cicatriza. Si esta situación persiste durante más de ocho semanas, es muy probable que el paciente pueda contraer esta enfermedad. Presentan antecedentes de radioterapia en los maxilares o de enfermedad metastásica en las mandíbulas. A pesar de reunir estas características, los pacientes pueden presentar otras patologías que no se deben confundir con la osteonecrosis mandibular. Es común un mal diagnóstico relacionado con osteítis alveolar, gingivitis y periodontitis, lesiones fibro-óseas, odontalgia o dolor agudo en los dientes, entre otras complicaciones. Además, no hay que olvidar que el hueso puede estar igualmente expuesto aunque el paciente no haya consumido fármacos antirresortivos o antiangiogénicos. Existen otras hipótesis respecto la aparición de la osteonecrosis mandibular además del consumo de fármacos, como microtraumatismos, déficit de vitamina D, inflamaciones e infecciones concretas en la boca, toxicidad en los tejidos o una disfunción del sistema inmunitario. Pero el factor de riesgo clave es el tratamiento con estos fármacos en enfermedades como el cáncer o la osteoporosis. En el caso de los pacientes con cáncer se mide el riesgo tanto de pacientes expuestos como no expuestos a medicamentos antirresortivos o antiangiogénicos. Según la Asociación Estadounidense de Cirujanos Orales y Maxilofaciales, diversos ensayos clínicos han establecido que el riesgo de osteonecrosis mandibular en pacientes expuestos es mayor. Se establece una frecuencia de 1,9 casos por cada 10.000 pacientes con cáncer. Respecto los pacientes con osteoporosis, los ensayos clínicos han establecido una tendencia de 1,7 casos por cada 10.000 pacientes. Otros factores de riesgo de la esteonecrosis mandibular Debido a las múltiples hipótesis se ha llegado a la conclusión de que esta enfermedad puede ser multifactorial: Tratamientos quirúrgicos. Los procedimientos que requieren la exposición y manipulación del hueso (colocación de implantes dentales, extraer un diente…) conllevan un gran riesgo para pacientes expuestos a medicamentos antirresortivos. Factores anatómicos. La osteonecrosis mandibular tiende a aparecer en la mandíbula y no en el maxilar superior, aunque esto puede variar en función del paciente. Prótesis dentales. Las intervenciones con implantes dentales también pueden ser un factor de riesgo. Otras enfermedades orales. Algunas inflamaciones o infecciones dentales pueden complicarse. Edad y género. Esta enfermedad tiene tendencia a manifestarse más en la población femenina adulta, con osteoporosis o cáncer de mama. Hábitos no saludables. El consumo de tabaco puede ser un factor de riesgo de osteonecrosis mandibular. Factores genéticos. Diversos especialistas señalan que la genética también influye al desarrollar esta enfermedad. Prevención La prevención es un factor clave para evitar esta enfermedad. Por ello es necesaria una consulta con el odontólogo cuando se determina que un paciente debe someterse a tratamientos con fármacos antirresortivos o antiangiogénicos. La Dra. Sánchez le someterá a un examen dental en profundidad, para establecer qué cuidado dental y qué medidas preventivas hay que tomar. Una buena higiene será muy importante, con el cepillado diario, la aplicación de flúor y enjuagues de clorhexidina. Los principales objetivos del tratamiento aplicado sobre pacientes en riesgo o que padecen esta enfermedad son varios. Los más importantes son el apoyo continuo por parte del odontólogo de confianza, la educación del paciente y el control del dolor y posibles infecciones secundarias, para prevenir áreas de expansión de la necrosis. Todo ello tiene como objetivo principal reducir al mínimo el riesgo de desarrollar esteonecrosis mandibular. En el caso de pacientes con prótesis dentales hay que examinar las áreas mucosas con más frecuencia, ya que presentan más riesgos. Lo más importante en todos los casos es optimizar la higiene bucal. Investigación futura de la osteonecrosis mandibular Esta patología aún requiere de investigación para establecer sus mecanismos fisiopatológicos. Así, existen distintas áreas de investigación: – Análisis de la respuesta del hueso alveolar a los tratamientos antirresortivos. – El papel de nuevos fármacos antiangiogénicos y sus efectos sobre la curación del hueso de la mandíbula. – Investigación genética y de otros factores de riesgo. – Estudios en animales, para validar las propuestas e hipótesis de tratamientos de prevención. Además, muchos investigadores reclaman apoyos institucionales para investigar la osteonecrosis mandibular. El objetivo es reducir los riesgos, investigando diferentes modos de prevención y tratamiento de esta enfermedad que es poco frecuente, pero puede llegar a ser muy perjudicial para el paciente.

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