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Absceso dental: ¿cuáles son sus causas y qué tratamiento es el más adecuado?

El absceso dental responde a la infección del tejido blando que supone un dolor agudo para el paciente que la padece.En el presente artículo te contaremos cuáles son las posibles causas de su aparición, qué consecuencias tiene para tu salud bucodental y cuáles son los tratamientos más adecuados para abordarlos.   Definición: ¿qué es un absceso periapical? Un absceso dental es una acumulación localizada de pus a causa de una infección bacteriana. El absceso periapical se diferencia con respecto al absceso periodontal por su localización: el primero afecta al ápice -punta de la raíz- de la pieza dental, mientras que, por el contrario, el segundo tiene su incidencia en las encías, en el área colindante a las raíces de los dientes. Síntomas del absceso periapical Los abscesos periapicales presentan una serie de síntomas inequívocos que, si bien empiezan a manifestarse de forma más leve, van agravándose con el tiempo. Los principales signos de los abscesos dentales son los siguientes: Dolor agudo en la zona. Aparición de un bulto o fístula en el área próxima a la zona en la que se localiza la infección que, en ocasiones, puede suponer la supuración de pus. Mal sabor de boca, especialmente amargo. Inflamación e hinchazón de las encías. Estado febril. Inflamación del área colindante a la pieza dental afectada: cara, mejillas o ganglios linfáticos. Sensación de sensibilidad a temperaturas extremas, sobre todo con la ingesta de alimentos demasiado fríos o calientes, o en el momento en el que se ejerce cierta presión sobre la pieza dental -sobre todo, a la hora de masticar o morder-. En caso de que el absceso no sea tratado a tiempo, la infección irradia al hueso maxilar. Si bien las molestias se reducen, la infección no ha remitido y el tratamiento continúa resultando igual de necesario. Frenar el proceso infeccioso es indispensable. En caso contrario, la infección podría extenderse a otras áreas del cuerpo. ESTRUCTURA DENTARIA ¿Cuáles son las causas del absceso dental? Una caries que no ha sido tratada a tiempo, un fuerte traumatismo, fractura de la pieza dental e incluso la enfermedad periodontal se postulan como las principales causas de los abscesos dentales. Absceso dental a causa de una caries dental o de un fuerte traumatismo Una caries extensa supone el daño de la estructura del diente. En casos de lesiones cariosas muy avanzadas o de traumatismos muy fuertes, las bacterias pueden llegar a alcanzar la pulpa -o nervio dental-. En este caso se produce una infección que se extiende hasta la raíz del diente, causando una inflamación de los tejidos internos del mismo. Una caries que no ha sido tratada a tiempo o un diento enfermo son las principales causas de la aparición de abscesos periapicales o dento-alveolares. Absceso dental a causa de la enfermedad periodontal Las enfermedades periodontales son afecciones que cursan con la inflamación y sangrado reversible de las encías -gingivitis- y, en caso de no ser tratadas a tiempo, derivan en una periodontitis. La periodontitis es una enfermedad crónica que comienza con la infección de los tejidos de soporte y, en caso de no ser abordada, continúa con la movilidad dental y, finalmente, puede llegar a suponer con la pérdida de las piezas. La enfermedad periodontal compromete la estabilidad de las encías, suponiendo una recesión de las mismas. En los casos más avanzados, se forman unas bolsas periodontales -surco que surge entre la pieza dental y la encía-, propiciando un hábitat perfecto para las colonias de bacterias presentes en la boca. PERIODONTITIS COMO CAUSA DE UN ABSCESO La enfermedad periodontal es la principal causa de los abscesos del periodonto. Factores de riesgo Una vez esclarecidas sus causas, podemos entender que existen ciertas condiciones que suponen una mayor propensión a padecer la afección de un absceso dental: Una higiene bucodental poco rigurosa, que favorece la aparición de lesiones cariosas o enfermedades periodontales. Una dieta poco equilibrada con alto contenido en azúcares. Enfermedades que suponen una debilitación del sistema inmunológico como, por ejemplo, la diabetes. Por lo tanto, entendiendo estos factores de riesgo, los especialistas recomiendan una serie de pautas que pueden ayudar a prevenir la formación de un absceso dental. Entre ellas, destacan las siguientes: Cuida la higiene de tu boca. Recuerda la importancia de cepillarte los dientes después de cada comida para eliminar de manera efectiva la placa bacteriana. Haz uso de elementos complementarios de higiene tales como el hilo dental o los cepillos interproximales. Solo así lograrás una limpieza oral completa. Mantén una dieta equilibrada y bebe una cantidad de agua aceptable. Así mantendrás los niveles de segregación de saliva adecuados. Acude a tus revisiones con el especialista para que verifique el buen estado de tus dientes y encías. Una caries extensa, un fuerte traumatismo o las enfermedades periodontales son las principales causas de los abscesos dentales. ¿Cómo se realiza el diagnóstico de un absceso dental? Ante los síntomas descritos, resulta de vital importancia una pronta visita al especialista. De esta manera, se podrá atajar de manera debida la infección y ésta no comportará mayores complicaciones. Para realizar un diagnóstico adecuado, el especialista examinará el tejido y la pieza afectados, y realizará una serie de radiografías para localizar el absceso y discernir el alcance de la infección. Te interesará »  Si es tan importante para nuestra higiene, ¿por qué no usamos nunca el hilo dental? Además, en algunas ocasiones el tratamiento antibiótico no resulta efectivo. En ese caso, está recomendada la realización de una serie de pruebas que detecten qué tipos de bacterias están afectando la zona. De esta manera, el odontólogo podrá cambiar la medicación y pautar un tratamiento adecuado. ¿Qué tratamiento es el más adecuado para el absceso dental? Los especialistas que bordan un caso de absceso dental tienen dos objetivos fundamentales: erradicar el proceso infeccioso y conservar la pieza dental afectada en boca. Para atajar la infección, el odontólogo prescribirá un tratamiento antibiótico. Frenando el proceso infeccioso, se evitan complicaciones posteriores de mayor envergadura. El tratamiento a base de antibióticos es más frecuente en aquellos casos en los que la infección se haya extendido a otras zonas más allá del absceso, o cuando el mismo afecta a personas con un sistema inmunológico debilitado. Con el fin de preservar la pieza en boca, está recomendada la realización de una endodoncia. Eliminando el tejido infectado y sellando

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Macroglosia: ¿cuál es el tratamiento más adecuado?

La macroglosia es un trastorno que afecta, en su mayoría, a niños, y que puede tener repercusiones negativas en el habla, generar problemas de oclusión y dificultades a la hora de masticar o tragar.En el presente artículo te explicaremos en qué consiste la macroglosia, cuáles son las posibles causas que la originan y cuál es el tratamiento más adecuado en cada caso. ¿Qué es la macroglosia? La lengua es un órgano de vital importancia para la correcta fonación de los sonidos, el proceso de deglución y la respiración. Tiene un mayor crecimiento durante los primeros 8 años de vida de una persona, si bien su desarrollo no se interrumpe hasta que ésta cumple 18 años. De origen hereditario o congénito, la macroglosia es una condición que afecta a aquellas personas que poseen una lengua de un tamaño superior al habitual con respecto al resto de estructuras que conforman la cavidad oral. Síntomas de la macroglosia Las personas que la padecen observan cómo, en estado de reposo, la lengua protruye más allá del borde alveolar. La lengua tiene, por lo tanto, una longitud, un grosor y un ancho superior al habitual, ocupando por completo el espacio presente en la cavidad oral. LENGUA AGRANDADA   En personas que lo padecen, es habitual encontrar pequeñas úlceras o lesiones en la superficie de la misma. Además, presentan una serie de dificultades en la fonación de sonidos, en el proceso de masticación y deglución, infecciones recurrentes y obstrucción de las vías respiratorias y, por último, suelen segregar unos niveles de saliva superiores a los habituales. Causas de la macroglosia La macroglosia es una patología de causa variada, teniendo bien su origen en la afección de un síndrome de carácter genético o hereditario o, por el contrario, adquirido. El hecho de tener una lengua de tamaño superior al resto de estructuras de la cavidad oral puede ser un indicador de que la persona padece un trastorno de carácter hereditario o congénito como, por ejemplo: Hipotiroidismo de origen congénito. Síndrome de Down. Síndrome de Beckwith-Wiedemann, un trastorno del crecimiento que supone unos órganos de tamaño superior al habitual, entre otros síntomas. Diabetes. Acromegalia, una enfermedad de carácter crónico caracterizada por el incremento del tamaño de algunos órganos corporales como, por ejemplo, las manos, los pies o las mandíbulas. Mucopolisacaridosis, o enfermedades metabólicas de origen hereditario que suponen un mal procesamiento de los glucosaminglucanos -cadenas de la molécula del azúcar-. Esta afección provoca una acumulación de los mismos a nivel intracelular que puede ser la causa de distintas alteraciones en diferentes órganos. Aparición de un hemangioma -tumoraciones vasculares de carácter benigno, generalmente, que aparece en etapas muy tempranas de la vida-. HEMAGIOMA Pero, además, en ocasiones la macroglosia es un síntoma de un trastorno adquirido como, por ejemplo: Malformaciones en el sistema linfático de carácter benigno -linfagiomas-. Crecimiento de formaciones tumorales malignas. Consecuencias de la macroglosia La macroglosia tiene efectos negativos en la estética de la sonrisa de una persona, pero también puede afectar al habla, el proceso de deglución e incluso en el descanso de la misma. Entre las distintas consecuencias que esta patología tiene para aquellos que lo padecen, destacan las siguientes: Conflictos en la correcta fonación de los diferentes sonidos, suponiendo problemas en el habla. Dificultades en el proceso de masticación y deglución de los alimentos, interfiriendo por tanto en el proceso de digestión. Aparición de úlceras o pequeñas heridas producto del roce de la lengua con otras estructuras de la boca, especialmente en la punta de la misma. Segregación de unos niveles de saliva superiores a los habituales. Esta afección, conocida como sialorrea, tiene efectos negativos tanto en la deglución de los alimentos como en la preservación del esmalte dental, favoreciendo la aparición de caries. Infecciones de las vías respiratorias u obstrucción de las mismas. La macroglosia es, por ejemplo, una de las causas de la apnea -afección que supone una respiración muy superficial o la interrupción de la misma durante el sueño-. La macroglosia puede afectar al proceso de erupción dental y a la posición que los dientes ocupan en las arcadas. Esta patología puede suponer la protrusión de las piezas dentales y generar alteraciones en el proceso de erupción dental, afectando a la correcta alineación de los dientes en las arcadas. Además, también tiene efectos negativos en el desarrollo del hueso maxilar y de la mandíbula, generando problemas de oclusión. Por último, tiene consecuencias estéticas y, por tanto, en la autoestima del paciente. La macroglosia tiene efectos negativos para el habla, la masticación y deglución de los alimentos e incluso problemas de oclusión dental Diagnóstico de la macroglosia La macroglosia afecta, mayoritariamente, a la población infantil. Resulta de vital importancia realizar una visita temprana al especialista para que estudie el caso y esclarezca la causa de esta afección. Para el correcto diagnóstico de la misma, el especialista analizará no solo la morfología de la lengua, sino también otros factores tales como las dificultades que supone para el proceso de masticación y deglución de los alimentos y el habla, la obstrucción de las vías aéreas, así como la motricidad oral y el desarrollo de la mandíbula y el hueso maxilar, o la posición de las piezas dentales en la arcada.   APNEA Además, analizará también la historia clínica y los antecedentes médicos familiares. Una vez finalizado este análisis, el especialista pautará el tratamiento más adecuado para el caso. Tratamiento de la macroglosia El especialista determinará el tratamiento más idóneo en función del grado de severidadde la afección y de la causa que la provoca. Por lo tanto, el procedimiento para abordar esta afección es, al igual que su origen, muy variado. En los casos más severos, el especialista optará por una glosectomía. Se trata de una cirugía que consiste en la reducción del tamaño de la lengua. De esta manera, no solo se erradican los problemas estéticos que se derivan de la macroglosia, sino que también supone el fin de los problemas de sialorrea y las dificultades en el habla, la respiración, la masticación y deglución de los alimentos. La edad idónea para realizar la glosectomía está establecida entre los 4 y los 7 años. De igual manera, la realización de esta intervención se adelanta en el tiempo en algunas ocasiones en las que

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Cuidado: tu cepillo de dientes tiene más bacterias de las que crees

Todos sabemos que el cepillo de dientes –ya sea manual o eléctrico- es el elemento más importante de nuestra higiene diaria. Sin duda, su uso aporta muchos beneficios, ya que nos ayuda a eliminar los restos de alimentos y bebidas que ingerimos. De esta manera, favorece que tengamos una boca limpia y sana que impida el desarrollo gérmenes y bacterias. Sin embargo, ¿sabías que es posible que las bacterias de las que huimos estén presentes en el cepillo de dientes que posteriormente te pasas por tus dientes, encías y lengua? Esto es cierto y puede que suene algo desagradable pero, por suerte, tiene solución. Y es que, la manera de tener una boca sana no solamente pasa por cepillarse los dientes tres veces al día, sino por tener unos hábitos de higiene adecuados que van más allá del mero cepillado.   CEPILLADO DE DIENTES DIARIO ¿Por qué hay bacterias en mi cepillo de dientes? En primer lugar, las bacterias llegan a nuestro cepillo simplemente porque éste, durante el cepillado, entra en contacto con los microorganismos presentes en el interior de la boca. De esta manera, algunos de ellos se acumulan entre los filamentos del cepillo de dientes. Si no se retiran adecuadamente, dan lugar a mayor cantidad de gérmenes y bacterias cada vez. En segundo lugar, debemos tener en cuenta que la mayoría de las personas guardamos nuestro cepillo de dientes en el baño. Aunque éste no es un aspecto en el que mucha gente repare, lo cierto es que esta zona de nuestra casa es muy vulnerable a la proliferación de bacterias. Esto no se debe únicamente a que el baño sea el lugar ocupado por el inodoro. También hay que tener en cuenta que esta estancia está sometida a cambios de temperatura y a mucha humedad. Si además tenemos en cuenta la forma más habitual de almacenar nuestro cepillo de dientes –en un vaso en contacto con otros cepillos– tenemos el cóctel perfecto para que los microrganismos se diseminen. Por todo ello, podemos decir que del lugar y la forma en la que se guarda el cepillo depende, en gran medida, la cantidad de gérmenes y bacterias que hay en sus cerdas.   ¿Cómo guardo mi cepillo de dientes? Una vez dicho esto, vamos a contarte qué es lo que puedes hacer para reducir lo máximo posible la presencia de dañinos microorganismos en tu cepillo de dientes. Lávate las manos antes de cepillarte los dientes Límpiate bien con agua tibia y jabón antes de manipular el cepillo para no transportar ningún microbio Enjuaga el cepillo después de haberlo utilizado De esta manera, retirarás los restos de pasta de dientes y de alimentos que se hayan podido quedar incrustados en los filamentos.   ENJUAGAR CEPILLO DE DIENTES TRAS USARLO Guarda el cepillo de manera vertical (con las cerdas hacia arriba) y déjalo secar No pongas el capuchón hasta que esté seco, ya que el ambiente húmedo y cerrado estimula el crecimiento de bacterias Separa tu cepillo del resto de cepillos Los filamentos de diferentes cepillos no deben contactar ya que pueden contaminarse No compartas nunca tu cepillo de dientes con nadie Parece obvio que no se debe hacer esto. Sin embargo, muchas personas –sobre todo parejas- lo hacen Cambia tu cepillo cada tres meses Éste es el plazo máximo que debería durarte un cepillo para mantenerlo en buen estado. Sin embargo, si las cerdas empiezan a abrirse, cámbialo antes. CEPILLOS CON CERDAS DESGASTADAS   Como ves, estos consejos son muy sencillos de llevar a cabo. Apenas conllevan esfuerzo y nos ayudan a prevenir que la multiplicación de bacterias cause la aparición de distintas enfermedades bucodentales como las caries o los problemas periodontales (gingivitis y periodontitis).

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¿Cómo cepillarse los dientes correctamente?

Aunque es un hábito que repetimos varias veces al día y que nos enseñaron a hacer cuando éramos niños, los datos demuestran que los españoles no nos cepillamos los dientes correctamente. Y que, por tanto, la higiene bucal diaria es una de las asignaturas pendientes tanto de pequeños como de mayores. Son muchos los estudios que han profundizado sobre este tema con el objetivo de concienciar a la población de la importancia de un buen cepillado de dientes.   ¿Nos cepillamos bien los dientes? El citado informe concluyó que los niños españoles suspenden a la hora de lavarse los dientes, tanto en lo que respecta al tiempo como a la forma de cepillarse. Una de las conclusiones más llamativas del estudio, en el que han participado mil familias, afirma que el 33,6 % de los niños se cepilla únicamente las piezas dentales delanteras, obviando el resto de dientes que hay en la boca. Además, sitúa el tiempo de cepillado inferior al adecuado, ya que el 43,1% de los niños emplea menos de dos minutos, que es la duración recomendada por los dentistas. En este punto, es especialmente importante tanto el ejemplo como los hábitos enseñados por los padres. Dado que muchos adultos también tienen dudas acerca de la frecuencia, duración y técnicas de higiene bucal adecuadas, en este artículo vamos a darte unas sencillas pautas para que puedas mejorar tu cepillado y enseñar una buena rutina a los más pequeños. Para prestar atención a todos los dientes y evitar olvidos, lo mejor es dividirlos en dos grupos (superiores e inferiores) y seguir siempre el mismo orden ¿Cómo cepillarse los dientes correctamente? Antes de explicar cómo debe realizarse el cepillado, es necesario resaltar la importancia del cepillo de dientes. En primer lugar, hay que aclarar que tanto el manual como el eléctrico son igualmente válidos. Lo que sí es importante es que el cepillo de dientes esté limpio y en buen estado. Como norma general, debe cambiarse cada tres meses, o incluso antes, si advertimos que está muy desgastado. En lo que respecta a la frecuencia y la duración, lo más recomendable es cepillarse los dientes después de cada comida (alrededor de tres veces al día) y durante aproximadamente dos minutos. Es frecuente que nos cueste llegar a los dos minutos y desistamos antes de tiempo. Para evitar esto, podemos recurrir a unos sencillos trucos, como pueden ser usar un reloj o hacer algo que nos entretenga mientras nos cepillamos, como, por ejemplo, ver la televisión. ¿Cuál es la mejor técnica de cepillado? Una vez que tenemos claro cuál debe ser la frecuencia y la duración, es importante recalcar cuál debe ser la técnica, lo que generalmente crea más dudas. En primer lugar, debemos añadir al cepillo una pasta de dientes con flúor (casi todas lo contienen). La pasta debe usarse de manera moderada, ya que si añadimos demasiada cantidad se generará exceso de espuma, lo que no favorece la limpieza. Para asegurarnos de que prestamos a todos los dientes la misma atención, podemos dividirlos en dos grupos (superiores e inferiores) y seguir siempre el mismo orden. De esta manera, crearemos una rutina, nuestro cepillado será minucioso y evitaremos olvidos.   PASTA DE DIENTES EN EL CEPILLO 1 – Dientes superiores Caras exteriores Para empezar a cepillar las caras exteriores de los dientes superiores, abrimos ligeramente la boca y colocamos el cepillo perpendicular al diente, levemente inclinado hacia la encía. De esta manera, realizamos varias veces movimientos circulares suaves para que las cerdas del cepillo abarquen dientes y encías. Al estar también en contacto el cepillo de dientes con la encía es muy importante que el movimiento sea suave y no ejerza presión sobre la misma. De hacerlo incorrectamente, ésta acaba sufriendo daños. Por ejemplo, hay muchas personas que vienen a nuestra consulta con las encías retraídas por culpa de un cepillado agresivo. A la hora de explicar cómo de suave debe ser este movimiento, se puede decir que cepillarse los dientes se asemeja a barrer. Es decir, no por no por barrer más fuerte, vas a barrer mejor y quitar más suciedad. Caras interiores Una vez que hemos terminado con las caras exteriores, pasamos a las caras interiores. Para cepillarnos las caras interiores tendremos que hacer dos movimientos diferentes: uno de colmillo a colmillo y otro para el resto de los dientes. Empezaremos por la parte posterior de la boca y seguiremos realizando pequeños movimientos circulares, para lo que utilizaremos únicamente la parte delantera del cepillo de dientes. Una vez que llegamos a los colmillos, comenzaremos a realizar un movimiento de barrido utilizando ya todo el cepillo. Caras triturantes Para terminar con los dientes superiores, cepillaremos las caras triturantes, que se limpian mediante movimientos de barrido horizontales. Este es el movimiento que menos problemas plantea ya que la mayoría de la gente lo hace así de manera natural. 2 – Dientes inferiores Una vez que nos hemos ocupado de la higiene de los dientes superiores, continuamos con los inferiores. La técnica que se va a utilizar es la misma que hemos descrito anteriormente. En primer lugar, colocamos el cepillo perpendicular al diente para hacer la limpieza en el mismo orden: caras exteriores, interiores y, por último, triturantes. 3 – Lengua Una vez cepillados todos los dientes, no debemos olvidarnos de limpiar la lengua, donde se acumulan gran cantidad de restos de alimentos. Para ello, lo más recomendable es utilizar un raspador lingual. Para proceder con la limpieza, lo primero que tienes que hacer es sacar la lengua y colocar el raspador en la parte más posterior que puedas. Si te decimos esto es porque a muchas personas el raspador lingual les genera náuseas. Por tanto, ten cuidado de no llevarlo demasiado atrás. Una vez que estés en la parte posterior de la lengua, haz un barrido desde atrás hacia delante. RASPADOR LINGUAL PARA LA LIMPIEZA DE LA LENGUA Complementos al cepillado: seda dental y colutorio Además del cepillo y la pasta dentífrica, es fundamental complementar la higiene conotros dos elementos: seda dental o cepillo interproximal y colutorio. En este punto es importante resaltar que aunque su uso sea importante, estos productos nunca deben sustituir a un cepillado minucioso. Por un lado, la seda dental debe utilizarse una vez al día para limpiar los restos de comida que hayan podido quedarse entre los dientes. En el caso de que los espacios entre los dientes sean grandes, debe utilizarse un cepillo interproximal. Por otro lado, el

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¿Cuáles son las funciones de la lengua?

La lengua es un órgano muscular situado en el interior de la cavidad oral -más bien, en la base de la misma-.Cumple funciones diversas para el ser humano como, por ejemplo, la percepción del sabor de los alimentos o la posibilidad de articular los diferentes fonemas. En el presente artículo hablaremos de las distintas partes de las que se compone la lengua y profundizaremos tanto en las funciones de la misma como en las diferentes patologías que pueden mermar su actividad. Partes de la lengua El esqueleto de la lengua está formado por el hueso hioides, la membrana hioglosa y el septum medio, sobre el que residen los músculos linguales que permiten su movilidad. Se trata de una estructura osteofibrosa recubierta de una mucosa que facilita, entre otros, el proceso de deglución. Podemos distinguir cinco partes diferenciadas en la estructura de la lengua: La cara superior, sobre la que encontramos distintos tipos de papilas gustativas que distinguen una amplia variedad de sabores. La cara inferior, que reposa sobre el suelo de la boca. En el mismo encontramos el frenillo lingual, que nos permite controlar los movimientos linguales, los orificios de salida de las glándulas salivales submandibulares y de las sublinguales. En contacto con las arcadas mandibulares, encontramos los bordes linguales. Una de sus cualidades es la presencia de unos filtros de bacterias. La base de la lengua está conectada con los músculos milohioideos, genihioideos, con el hueso hioides y, gracias a la existencia de tres pliegues glosoepiglóticos, con la epiglotis. La punta lingual -o vértice- es la responsable del saboreo de los alimentos.   ESTRUCTURA DE LA LENGUA Funciones de la lengua La lengua es un órgano sensorial. Por ello, parece que la función de la misma está muy clara: saborear los distintos alimentos. Las distintas papilas gustativas, situadas en la cara superior de la lengua, son las encargadas de enviar la información de sabor al cerebro. Podemos distinguir cuatro tipos de papilas gustativas: Las papilas calciformes, también denominadas circunvaladas, encargadas de captar los sabores amargos Las papilas fungiformes, cuya función es distinguir el sabor dulce Las papilas filiformes, que captan tanto la textura como la temperatura de los alimentos Las papilas foliadas, situadas en los pliegues laterales de la parte más posterior de la lengua, son las encargadas de percibir el sabor salado Al contrario de la creencia generalizada, esta distinción de los sabores tiene como objetivo avisarnos sobre el origen de la comida. Es decir, descartar que supone una amenaza el organismo de la persona que lo ingiere.  No está, por lo tanto, relacionada con el placer que supone el acto de comer para muchas personas. La lengua, además, es extremadamente sensible a estímulos táctiles. Por ello, también nos aporta información acerca de la textura de los alimentos que ingerimos y, por tanto, de su estado. Pero, además, la lengua tiene tres funciones más. En primer lugar, la lengua dirige la comida dentro de la cavidad oral durante la masticación y facilita, de esta manera, la trituración de los alimentos. Una vez éstos han sido debidamente descompuestos en pequeños trozos, forma el bolo alimenticio y lo dirige al comienzo de la faringe. Da lugar, de esta manera, al comienzo del proceso de deglución. En segundo lugar, los movimientos linguales posibilitan la succión, así como la articulación de los distintos fonemas y nos permiten, por tanto, pronunciar debidamente.   SUCCIÓN EN BEBÉS Por último, la lengua interviene en la función del conocido como anillo linfático de Waldeyer. Se trata de un conjunto de estructuras formadas por tejido linfoide localizadas en la faringe. Su función es captar los agentes patógenos que entran a nuestro organismo a través de la boca y la nariz para procesarlos y producir una respuesta inmune ante los mismos. La lengua tiene, por tanto, una gran cantidad de funciones vitales para nuestro organismo. Por ello, debemos prestar atención a su cuidado y a su estado, pues no sólo puede sufrir ciertas patologías, si no que también actúa como indicador de la afección de otras enfermedades. Patologías de la lengua A la hora de especificar el tipo de afecciones relacionadas con la lengua, podemos distinguir entre patologías de la lengua propiamente dichas o procesos que pueden estar relacionados con afecciones que vinculen otros órganos del cuerpo. ¿Qué patologías afectan directamente a la lengua? En primer lugar, las alteraciones en el tamaño de la lengua significan una merma de sus funciones y suelen ser un indicador de problemas de desarrollo. Las anomalías más comunes en el crecimiento de la lengua son: La aglosia, muy poco común, es la ausencia de este órgano. La microglosia la padecen aquellas personas que tienen una lengua de un tamaño inferior al normal. Esta afección supone problemas tanto en el habla como, en la mayoría de los casos, en la ingesta de alimentos. La macroglosia, por el contrario, es la afección más común. La padecen aquellas personas que tienen la lengua de un tamaño superior al habitual, lo que dificulta tanto la pronunciación como el proceso de masticación y deglución de los alimentos. Además, puede ocasionar problemas de oclusión dental, al empujar los incisivos hacia delante. Te interesará »  Certificación de Calidad: ISO 9001/08 La macroglosia puede ser un síntoma inequívoco de afecciones como, por ejemplo, la diabetes. Además, es común entre personas que padecen síndromes como el de Beckwith-Wiedemann o el síndrome de Down. Otras de las patologías relacionadas con la lengua son aquellas que suponen problemas relacionados con el sentido del gusto tales como la ageusia -merma de nuestra capacidad para percibir los sabores- o la disgeusia -confusión de los sabores-. Por último, enfermedades de origen infeccioso tales como la leucoplasia vellosa, la candidiasis oral o el liquen plano oral.   CANDIDIASIS ORAL ¿Qué otras patologías indican la presencia de otros problemas de salud? Además de prestar atención a las enfermedades anteriormente escritas, debemos tener en cuenta el buen estado de la lengua pues, en muchas ocasiones, es un claro indicador de nuestro estado de salud general. Por este motivo, debemos prestar atención a los siguientes síntomas: En algunas ocasiones, se observan dificultades para mover la lengua. Éstas, generalmente, suelen estar relacionadas con problemas neurológicos que deben ser analizados de forma rápida para descargar cualquier patología vascular, cerebral

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Piercing en la lengua: ¿qué contraindicaciones tiene?

En los últimos años, las perforaciones en la lengua se han instaurado como una tendencia estética entre los jóvenes. Estos pendientes, colocados de manera vertical o transversal en la misma, traen consigo una serie de complicaciones tanto a corto como a largo plazo.En el presente artículo te contaremos cuáles son las perforaciones en la lengua más frecuentes y qué consecuencias pueden tener para tu salud oral.   Piercings en la lengua: ¿una moda peligrosa? En culturas ancestrales, tales como la cultura Maya o la Azteca, las perforaciones en la lengua tenían una connotación simbólica: los jóvenes simbolizaban de esta manera su paso a la edad adulta. Estas perforaciones se entendían como una muestra de valentía, de negación de miedo a la muerte o al dolor físico. Este rito indicaba, de esta manera, el rango que ocupaba un miembro dentro de una tribu. Esta práctica se extendió, especialmente a partir de la década de los años 90, a las culturas occidentales. Si bien en algunas ocasiones llevar un piercing en la lengua se puede entender como símbolo de pertenencia a una determinada tribu urbana, en la mayoría de los casos la colocación de estos pendientes tiene un fin meramente estético. Sin embargo, en muchas ocasiones se desconoce el riesgo que puede desencadenar para nuestra salud oral llevar un pendiente en la boca. ¿Sabías que llevar un pendiente en la boca tiene una relación directa con la afección de enfermedades periodontales, por ejemplo? Pero antes de entrar en materia y explicar cuáles son las desventajas de llevar un piercing oral, primero debemos saber qué precauciones debes tener en cuenta a la hora de tomar la decisión de colocarte un pendiente en la lengua. ¿Cómo se hace un piercing en la lengua? Si ya has tomado una decisión en firme, el primer paso que debes dar es acudir a un sitio especializado que respete de manera rigurosa los protocolos de higiene y esterilización. Parece algo muy obvio, pero no es el primer caso en el que el piercing se realiza en un sitio poco confiable o que una persona se realiza, por sí misma, una perforación lingual. En estos casos, los riesgos se maximizan y las complicaciones se multiplican.   MATERIAL ESTERILIZADO Además, hay otros dos factores que debes tener en cuenta: En algunas ocasiones, las personas pueden ser alérgicas al material del pendiente. Antes de realizarte la perforación, es conveniente que te asegures de que éste no es tu caso. Incluso un simple catarro puede influir en el proceso de cicatrización del piercing. Por ello, es aconsejable realizarte la perforación en un momento en el que tu estado de salud sea óptimo. Una vez has elegido un profesional de confianza, el proceso de realización del mismo será el siguiente: En primer lugar, el profesional debe desinfectar el área en el que vaya a realizar el piercing. Posteriormente, marcará el lugar exacto en el que te colocará el pendiente para asegurarse de que está en el lugar que prefieres. Acto seguido, colocará una pinza con un hueco en una de sus extremidades a través del cual podrá ver la marca realizada para indicar el lugar de colocación. Gracias a la misma, se asegurará de que no mueves la lengua en el momento de la perforación. El siguiente paso será la perforación de la lengua y, acto seguido, la colocación del pendiente –de un grosor aproximado de 18 milímetros de diámetro-. Se trata de un proceso que se realiza sin anestesia, pues los profesionales que los llevan a cabo no están capacitados para ello. En los días siguientes a la realización del piercing puedes sentir molestias en el habla, en la masticación o en el proceso de deglución. Tipos de piercings en la lengua Las perforaciones en la lengua se pueden realizar de manera vertical o transversal. De esta forma, podemos distinguir distintos tipos de piercings en la lengua: La perforación más común es la realizada de forma vertical en el centro de la lengua. En algunas ocasiones, se prefiere la colocación del pendiente en una posición más acercada a la punta de la misma. Esta zona, además de ser más visible, tiene un mayor número de terminaciones nerviosas -lo que supone un mayor riesgo de hemorragia- y un mayor contacto con las piezas dentales, lo que puede provocar una mayor erosión de las piezas dentales. Otra de las perforaciones verticales más comunes es la conocida como piercing Venom o Viper. Se trata de dos pendientes colocados de manera simétrica en la superficie lingual. En cuanto a las perforaciones transversales, podemos distinguir el conocido como piercing horizontal -que atraviesa la lengua de un extremo a otro- y el piercing Surface, que no la atraviesa por completo. Los piercings horizontales son mucho más complejos que los verticales, pues el riesgo de atravesar un nervio o vena se incrementan. Se maximiza, por tanto, la posibilidad de producir una hemorragia o sangrado abundante, así como de dañar una terminación nerviosa –cuyo efecto, por cierto, es irreversible-. Por último, podemos distinguir dos tipos de piercings en el frenillo lingual: el smiley –realizado en el frenillo que une la encía con el labio superior- o el web piercing o Marley, realizado en el frenillo sublingual –es decir, en aquel que une la lengua con el suelo de la boca-.   PIERCING SURFACE Sin embargo, los piercings en la lengua no son las únicas perforaciones que se pueden realizar en la cavidad oral. ¿Qué otros piercings se pueden realizar en la cavidad oral?                                 Además de los piercings linguales, existe una gran variedad de pendientes que se colocan, de forma habitual, en la cavidad oral. Tales son los que perforan el labio superior o inferior, los que se encuentran perforando el área próxima a las comisuras de los labios o, por último, las mejillas. Sea cual fuere el lugar de emplazamiento del pendiente, las personas que deciden realizarse algún tipo de perforación deben seguir una serie de recomendaciones para asegurar la correcta cicatrización de la misma. ¿Qué cuidados precisa un piercing en la lengua? La lengua es un órgano que contiene una amplia concentración de bacterias, así como de vasos sanguíneos y terminaciones

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Sarro dental: ¿por qué se forma y cómo podemos eliminarlo?

El sarro dental no sólo amenaza la estética de nuestra boca, si no que su acumulación puede ser la causante de distintas afecciones bucales.En el presente artículo te informaremos de cuáles son las causas de su formación, de las consecuencias que puede tener para la salud oral y, por último, de los métodos permiten eliminarlo de forma eficaz de nuestros dientes y encías. ¿Qué es el sarro dental? El sarro dental -también conocido como cálculo o tártaro dental- es el resultado de la calcificación de la placa bacteriana en nuestros dientes y encías. Pero, ¿qué es la placa bacteriana y qué consecuencias tiene en nuestra salud dental? ¿Cómo se forma el sarro dental? La placa bacteriana -también conocida como biofilm dental- es una película transparente de un grosor muy fino sobre la cual se depositan las bacterias presentes en nuestra boca. Su presencia en nuestra cavidad oral se remite a edades muy tempranas, y su formación es inevitable cada vez que realizamos la ingesta de algún alimento o bebida. Para eliminar la placa bacteriana, los especialistas insisten en la importancia de tener unas buenas rutinas de higiene oral. En caso de no erradicar el cúmulo de placa de nuestros dientes y encías de una manera efectiva, ésta se calcifica y se produce la formación de sarro. De color amarillento y, en casos de acumulación más severos, marrón, el sarro es una sustancia más dura y difícil de eliminar que la placa bacteriana. Además, su superficie es más rugosa que la de los dientes. Por este motivo, su formación favorece la adhesión de placa y acelera, por tanto, el proceso de acumulación de la misma en nuestros dientes y encías.   SARRO DENTAL Podemos distinguir dos tipos de sarro en función de la zona en la que se ha acumulado: Hablaremos de sarro supragingival cuando su presencia se limite a la superficie de los dientes y de las encías de nuestra cavidad bucal. Por el contrario, nos referiremos a sarro subgingival cuando éste se acumule por debajo de la línea de la encía, formando bolsas periodontales. El sarro subgingival no es tan fácil de percibir como el primero, y su acumulación tiene un riesgo elevado para la salud de nuestra boca. ¿Qué consecuencias tiene el sarro dental en nuestra salud dental? En primer lugar, la existencia de sarro en nuestra boca tiene una evidente consecuencia estética: su presencia en nuestros dientes y encías afecta negativamente al blanco de nuestra sonrisa. Pero, además, la acumulación de sarro es la responsable de dos de las afecciones dentales más comunes: las enfermedades periodontales y la formación de caries. Las enfermedades pgingivitis, periodontitiseriodontales son un conjunto de enfermedades infecciosas provocadas por bacterias presentes en nuestra boca -las bacterias periodontales-. Las enfermedades periodontales se pueden dividir en dos grandes grupos: gingivitis y periodontitis. La diferencia fundamental es que la gingivitis es una enfermedad que afecta principalmente a los tejidos blandos -a la encía, provocando inflamación de la misma-. Sin embargo, la periodontitis cursa con una inflamación y sangrado de la encía y culmina con una pérdida de inserción. Es decir, la pérdida del hueso que soporta nuestros dientes. Por otra parte, la caries es una afección que supone el daño del esmalte de nuestros dientes provocada por la acción de las bacterias que se acumulan en la placa.     CARIES En un estado inicial, la caries afecta exclusivamente al esmalte dental. En caso de no ser tratada a tiempo, puede llegar a dañar el nervio dental e incluso provocar la pérdida de la pieza dental en caso de caries muy avanzadas. Por último, el sarro tiene una última consecuencia en nuestra salud oral: el mal aliento-también conocido como halitosis-. ¿Cómo se puede eliminar el sarro? A diferencia de la placa bacteriana, el sarro no se puede eliminar con el cepillado dental. Para ello, deberemos acudir a una clínica dental dental para que lleve a cabo una profilaxis un profesional cualificado. ¿Qué es una profilaxis? Por muy bien que nos cepillemos los dientes tras cada comida y hagamos uso de la seda dental, siempre quedan pequeños restos de placa que, de manera paulatina, se van acumulando y evolucionan en la formación de sarro. También conocida como higiene dental profesional, la profilaxis es un tratamiento que consiste en la eliminación de las bacterias que se acumulan en nuestros dientes y encías. El procedimiento de la profilaxis es muy sencillo: En primer lugar, hacemos uso de la punta de ultrasonidos para eliminar los depósitos de cálculo. Gracias a la emisión de una vibración y al uso del agua a presión, vamos eliminando el sarro acumulado en nuestros dientes y encías. Posteriormente, emplearemos la seda dental. Pasándola por todas las superficies de los dientes, nos aseguramos de que no quedan restos de sarro en nuestra boca.   PUNTA DE ULTRASONIDOS Se trata de un proceso indoloro para el paciente. Su única contraindicación es la aparición de cierta sensibilidad dental tras la cita, que remitirá en unos días. En el caso de que el sarro se acumule también debajo de la línea de la encía -sarro subgingival- y el paciente padezca periodontitis, tendremos que llevar a cabo un raspado y alisado radicular. ¿Qué es un curetaje dental? El curetaje -también conocido como raspado y alisado radicular-, es un procedimiento que se realiza en clínica para el tratamiento de la periodontitis. Te interesará »  Dientes incluidos, retenidos o impactados y su tratamiento Consiste en el desbridamiento de todas las bacterias causantes de la enfermedad periodontal, el acúmulo de sarro y placa que se encuentra tanto por encima como por debajo de la línea de la encía. Se realiza mediante un procedimiento de limpieza con ultrasonidos y, a continuación, con el uso de unas curetas -instrumentos manuales que nos permiten desbridar por debajo de las encías de una manera más detallada y en profundidad-. El curetaje dental está indicado en aquellos pacientes que presentan periodontitis. Durante el procedimiento el paciente no sufre ningún tipo de molestia: se encuentra completamente anestesiado. Tras el tratamiento puede sentir algún dolor leve o moderado que podrá solventar mediante la ingesta de antiinflamatorios. Además, es habitual sentir cierto aumento de la sensibilidad dental -al igual que en los procedimientos de profilaxis- que remitirán de forma progresiva. Mientras tanto,

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Enjuague bucal ¿Cuál es el mejor para ti?

Cada día escuchamos en los medios de comunicación publicidad de distintas marcas que prometen tener el enjuague bucal más completo del mercado. Y es que, en los últimos años, cada vez son más personas las que confían en ellos a diario para tener una higiene dental óptima.Pero, ¿cuál es su función? ¿Es realmente importante incorporar su uso a nuestras rutinas de higiene bucodental? ¿Qué es un enjuague bucal? También conocido como colutorio, el enjuague bucal es un complemento empleado en las rutinas de higiene diarias. Los especialistas recomiendan cepillarse los dientes después de cada comida. Sin embargo, con un cepillado tradicional no conseguimos eliminar todos los restos de comida que anidan entre nuestros dientes y encías. Por ello, los odontólogos e higienistas recomiendan el uso de otros complementos de higiene tales como el hilo dental, los cepillos interproximales o los enjuagues bucales. Sólo de esta manera conseguiremos una higiene bucodental óptima. Unos dientes limpios nos permiten mantener nuestra boca en salud, evitando la afección de caries o de enfermedades periodontales –gingivitis y periodontitis-. El uso de esta solución acuosa responde a varios motivos. Funciones de los colutorios Los especialistas recomiendan el uso de colutorios para evitar la formación de placa bacteriana, motivada por la acumulación de restos de comida y colonias de bacterias que anidan entre nuestros dientes y encías. ELIMINACIÓN DE PLACA BACTERIANA CON HIGIENE PROFESIONAL Sin embargo, los enjuagues tienen otros beneficios tales como preservar nuestro aliento fresco o ayudar en la cicatrización de determinadas heridas en la mucosa o en las paredes de la boca. ¿Cuándo está recomendado el uso de enjuagues bucales? Los fabricantes recomiendan realizar enjuagues con colutorios dos veces al día, después de un cepillado exhaustivo. En algunos casos se contempla la posibilidad de hacer uso de los mismos incluso 3 veces al día, pero debemos ser cuidadosos: no debemos abusar del uso de los colutorios, pues sería perjudicial para la salud de nuestros dientes. Además, en algunos casos concretos los especialistas pueden aconsejar el uso de estos enjuagues. Por ejemplo, en el caso de pequeñas heridas en la mucosa o tras una intervención. Es en estos casos en los que están especialmente recomendados aquellos que tienen cierto contenido de clorehexidina. Colutorios con clorhexidina: ¿cuándo están recomendados? La clorhexidina es un antiséptico. Es decir, previene del desarrollo de colonias de bacterias y de su acción perjudicial en nuestra cavidad bucal. Por este motivo, muchos dentistas aconsejan su uso para colaborar en el tratamiento contra enfermedades periodontales –gingivitis o periodontitis-, para acelerar la cicatrización en caso de pequeñas lesiones en la mucosa o para prevenir de infecciones previas a cirugías tales como la extracción de muelas del juicio o la colocación de un implante. Si bien la clorhexidina elimina la formación de placa y previene el crecimiento de bacterias en la boca, los enjuagues que la contienen presentan ciertos perjuicios para la salud de nuestra boca: Un uso superior al recomendado puede generar pequeñas manchas o tinciones tanto en las piezas dentales como en la lengua. Este efecto secundario no está contemplado en el uso excesivo de otros enjuagues sin clorhexidina. El especialista deberá ser quien indique el modo de uso de estos colutorios al paciente. Un empleo inadecuado de los mismos puede atacar a las colonias de bacterias beneficiosas para nuestra salud dental que se alojan en la boca. Por último, los especialistas recomiendan hacer una pausa de 30 minutos entre el cepillado y el uso del colutorio con clorhexidina o realizar un primer enjuague con agua, pues los componentes presentes en los dentífricos podrían anular la acción del producto. Colutorios para niños En el caso de niños, los odontopediatras pueden aconsejar el uso de enjuagues bucales aquellos casos en los que son especialmente proclives a la formación de caries o a padecer enfermedades periodontales.   ENJUAGUE BUCAL PARA NIÑOS Los especialistas consideran pacientes que se encuentran en situación de riesgo y que son, por lo tanto, susceptibles de emplear colutorios después del cepillado son los siguientes: Niños que estén sometiéndose a un sistema fijo de ortodoncia, pues la presencia de un elemento externo en la boca dificulta el acceso a la higiene de todos los recovecos de la boca. Niños que no tienen una dieta equilibrada. Aquellos que tienen adquiridos malos hábitos tales como consumir de manera frecuente alimentos muy ricos en azúcares son más proclives a padecer caries. Pacientes discapacitados que, debido a la medicación que deben tomar de manera habitual, tienen ciertas dificultades en cuanto a la segregación de saliva –no debemos olvidar que ésta colabora en el control de la proliferación de bacterias en nuestra boca-. No debemos olvidar que siempre debe ser el especialista el que paute el colutorio más indicado para el niño y su frecuencia de uso. Además, debemos tener en cuenta que su empleo está recomendado siempre que el niño sea capaz de enjuagarse sin tragarse el contenido –a partir de los 6-7 años, aproximadamente-. En aquellos casos en los que los niños estén en situación de riesgo de padecer caries, gingivitis o periodontitis pero todavía no tengan el desarrollo facial suficiente para mantener el enjuague en la boca, el odontólogo recomendará la aplicación directa del colutorio en las piezas dentales. De esta manera, los padres recurrirán al uso de bastoncitos de los oídos para asegurar la correcta salud dental de los niños. Teniendo en cuenta estas consideraciones, ¿cómo sabes que estás acertando a la hora de escoger un enjuague bucal? ¿Qué enjuague bucal es el mejor para mí? En el mercado existe una gran variedad de enjuagues bucales con distintos fines: anticaries, destinados a mejorar la salud de nuestras encías, para prevenir el mal aliento, etcétera. Por lo tanto, será el especialista quien, analizando tu caso, te recomiende el uso de uno u otro para mejorar la salud de tu boca.   COLUTORIO CON CLORHEXIDINA ¿Qué consideraciones debo tener en cuenta a la hora de usar un enjuague bucal? En primer lugar, debemos saber que el colutorio es un elemento de higiene complementario. Su uso ayuda a tener una salud bucodental óptima, pero no sustituye bajo ningún concepto la acción del cepillado tradicional o el uso del hilo dental. A la hora de elegir uno u otro debemos consultar siempre al especialista. Éste

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Frenillo labial: ¿cuándo hay que operarlo?

Los frenillos bucales son tejidos conectivos que unen una parte fija de la anatomía de la boca con otra con capacidad de movimiento –lengua o labio-.Las anomalías en su desarrollo pueden acarrear distintos problemas relacionados con la pronunciación, las pautas alimenticias o el correcto posicionamiento de las piezas dentales en las arcadas. En el presente artículo te contaremos un poco más acerca del frenillo labial, de las consecuencias de un desarrollo anómalo del mismo y de los diferentes tratamientos encaminados a erradicar estos problemas.   ¿Qué es el frenillo labial? El frenillo labial es un tejido conectivo fibroso que une la encía con el labio. Podemos distinguir dos tipos de frenillos labiales: superior e inferior. Generalmente, este último tiene un tamaño y grosor más pequeño que el frenillo labial superior. El desarrollo anómalo de los frenillos labiales puede tener consecuencias muy diversas en nuestra salud bucodental. Anomalías en el desarrollo del frenillo labial superior En edades tempranas, el frenillo se extiende desde la encía a la parte central del paladar. Gracias al desarrollo progresivo de los huesos maxilares y al proceso eruptivo, éste se va desplazando y se pierde su conexión con el paladar. Sin embargo, en algunas ocasiones se observa un frenillo lingual hipertrófico –de un grosor superior al habitual- y de inserción baja que se posiciona entre los dos incisivos centrales, formando un espacio interdental superior al habitual entre los mismos –diastema interincisal-. Síntomas de anomalías en el crecimiento del frenillo labial superior Como ya hemos comentado, la principal consecuencia de la existencia de anomalías en el desarrollo del frenillo labial superior es la presencia de un diastema.     DIASTEMA CAUSADA POR EL FRENILLO LABIAL Sin embargo, a la hora de achacar la existencia de un espacio interdental superior al habitual –mayor a 1 milímetro- a esta alteración, se deben descartar otras posibles causas tales como: La formación de un número de piezas dentales superior al habitual en las arcadas dentales –dientes supernumerarios- Mordida abierta y espacios interdentales amplios debidos a la succión del pulgar Existencia de un quiste Espacio interdental superior al habitual a causa de una agenesia dental –anomalía en la formación de los incisivos laterales definitivos- ¿Qué consecuencias se pueden derivar de tener un frenillo labial superior hipertrófico? Un frenillo labial hipertrófico tiene dos consecuencias fundamentales para la persona que sufre esta anomalía en el desarrollo: Por un lado, la existencia de un diastema supone un impedimento a la hora de tener una oclusión dental perfecta, además de suponer un problema estético. Por otro lado, imposibilidad de mover el labio superior con normalidad y dificultades en la pronunciación de algunos fonemas tales como los de sonidos eme, pe o be. limpieza bicodental, gingivitis, periodontitis, respirar por la nariz, frenectomía, Además, en aquellos casos severos en los que se ve cuantiosamente limitada la movilidad del labio superior puede dificultar la limpieza bucodental y favorecer la acumulación de restos de alimentos en la zona. En este punto, debemos recordar que una higiene oral deficiente es el origen de enfermedades que dañan a las encías y a los tejidos de soporte –gingivitis o periodontitis-. Por último, una anomalía en el desarrollo del frenillo labial puede propiciar el crecimiento de un labio corto que dificulte el correcto sellado labial, imposibilitando la capacidad de respirar únicamente por la nariz, o la interferencia del labio con la colocación de una prótesis dental. Cirugía del frenillo lingual: ¿cuándo es necesario operarlo? En el caso de que la existencia de un frenillo labial hipertrófico sea la causa de alguna de las patologías anteriormente citadas, el especialista valorará la necesidad de practicar una cirugía para corregirlo. En primer lugar, el odontólogo tendrá en cuenta la edad del paciente. El desarrollo maxilar y el proceso de erupción dental van reduciendo de manera progresiva el grosor del frenillo, que también va modificando paulatinamente su posición en la boca. Por este motivo, podemos afirmar que el diastema interincisal es habitual en más de un 98% de los niños con edades comprendidas entre los 6 y los 7 años, mientras que afecta únicamente al 7% de los adolescentes de entre los 12 y los 18 años de edad. Gracias a la erupción de los incisivos laterales definitivos y a la presión que estos ejercen, el espacio interdental tiende a corregirse y quedar cerrado. En caso de que no sea así y la causa de la presencia de este diastema sea la existencia de un frenillo labial hipertrófico, el especialista recomendará al paciente someterse a una cirugía. Cirugía del frenillo labial: la frenectomía La intervención quirúrgica destinada a corregir el desarrollo anómalo del frenillo labial es la frenectomía. Se trata de una operación sencilla llevada a cabo mediante anestesia local que consiste en la corrección de la posición inicial del frenillo, realizando una pequeña incisión y posicionándolo de tal manera que no se coloque en la zona interincisal.     FRENECTOMÍA Es una operación mínimamente invasiva, de rápida recuperación, que facilita tanto la pronunciación correcta de todos los fonemas como un sellado labial óptimo. Una vez llevada a cabo la operación, puede ser necesario iniciar un tratamiento de ortodoncia para cerrar el espacio interdental –o diastema-. Además de estas posibles complicaciones, el frenillo labial superior está ligado a una urgencia por traumatismo muy común entre la población infantil. ¿Qué pasa si se rompe el frenillo labial superior? Uno de los accidentes más comunes en niños es la ruptura del frenillo labial. Un simple golpe puede ser la causa de la misma. Se trata de un accidente de poca importancia, si bien es cierto que, al ser una zona de sangrado abundante, es muy escandaloso. En caso de que tu hijo o un niño que esté a tu cargo se rompa el frenillo, no olvides seguir una serie de pautas: Presionar la herida con el fin de que cese la hemorragia y limpiar la zona con agua o suero salino. La aplicación de hielo de manera indirecta –colocando un trapo limpio, por ejemplo- hará que baje la inflamación Acude a tu centro de salud más cercano para que sea el especialista quien valore debidamente la magnitud del traumatismo Sigue una dieta blanda y a base de alimentos fríos, a ser posible Evita incluir durante los días siguientes al golpe alimentos que

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