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¿Qué es la anquilosis dental y cuál es su tratamiento?

Por definición, en Odontología se conoce a la fusión de la raíz de la pieza dental con el hueso alveolar como anquilosis dental. Si observamos la siguiente imagen de las distintas partes que componen la estructura dentaria, concluimos que esta adhesión es posible gracias a la obliteración del ligamento periodontal. ESTRUCTURA DENTARIA   La anquilosis dental puede afectar tanto a piezas dentales definitivas como temporales, siendo especialmente común en el proceso de desarrollo de estas últimas -más habitual, además, en los molares-. Pero, ¿cuándo puedes sospechar que estás padeciendo anquilosis dental?   Síntomas de la anquilosis dental Existen dos hechos diferenciados durante el proceso de desarrollo dental que pueden hacernos sospechar que podemos padecer anquilosis dental: En primer lugar si, cuando el niño se encuentra en edad de realizar el recambio dentario, existe una pieza que, a diferencia de sus adyacentes, no presenta movilidad alguna ni síntomas de caerse próximamente. En segundo lugar, en caso de que durante el proceso de desarrollo dental exista una pieza que, tras erupcionar, se encuentre a un nivel más bajo que el resto.   La anquilosis dental es asintomática, por lo que suele ser detectada por el especialista en una primera valoración dentaria. Ante la falta de movilidad de la pieza dental y la apariencia de mostrarse sumergida en la encía, el odontólogo se valdrá de la realización de distintas pruebas diagnósticas –radiografías panorámicas y periapicales– para realizar un diagnóstico preciso. En función del grado de severidad de esta afección, podemos distinguir tres tipos diferentes de anquilosis dental: Será un caso leve cuando exista una diferencia de 2 milímetros entre el plano oclusal de las piezas adyacentes y la afectada. Por el contrario, estaremos ante un caso de anquilosis dental moderada cuando se pueda observar contacto proximal con las piezas adyacentes. Por último, será severa cuando la pieza dental no haya erupcionado o no se observe contacto proximal con las piezas adyacentes. Causas de la anquilosis dental Si bien se desconocen las causas que pueden estar tras el origen de esta afección, existen una serie de factores que parecen estar relacionados con la aparición de la misma. Entre ellos, destacamos: Haber padecido procesos infecciosos que hayan afectado a la pieza dental y al hueso alveolar. Haber sufrido un fuerte traumatismo dental que haya tenido cierta incidencia sobre los distintos tejidos. Ejercer una fuerte presión de la lengua sobre las piezas dentales afectadas. La existencia de antecedentes familiares. Es decir, los especialistas insisten en la posibilidad de que la afección de la anquilosis dental tenga un componente genético que suponga una alteración en el correcto desarrollo de los distintos tejidos dentales.   Caso real de anquilosis dental ¿Qué consecuencias tiene la anquilosis dental? La anquilosis supone una serie de alteraciones en el correcto desarrollo dental en caso de que ésta afecte a una pieza dental temporal. En primer lugar, la fusión de la raíz con el hueso alveolar imposibilita el recambio dentario o lo retrasa cuantiosamente. Por este motivo, afecta al desarrollo habitual del proceso de erupción dentaria y también al crecimiento vertical del hueso alveolar.   Además, esta anomalía puede generar distintos problemas de oclusión y provocar, por tanto, molestias en la mordida: En primer lugar, la anquilosis supone la infraoclusión de la pieza afectada, erupcionando a un nivel inferior que el resto de piezas adyacentes. Por este motivo, no hace contacto con su homónimo de la otra arcada y provoca mordida abierta local en ese punto. Además, esta anomalía en puede originar malposiciones en las piezas adyacentes, que, ante la falta de contacto proximal, tienden a inclinarse hacia el espacio que ha dejado libre el diente afectado. Todas estas alteraciones hacen que resulte de vital importancia un diagnóstico precoz y una actuación a tiempo del especialista, de manera que se minoricen las consecuencias que puede tener está afección en nuestra salud dental. Tratamiento de la anquilosis dental La actuación temprana del odontopediatra está encaminada a detectar cualquier alteración en el proceso de desarrollo dental y prevenir, por tanto, las consecuencias que la anquilosis puede tener en la oclusión dentaria. La decisión que tome el especialista respecto al tratamiento más adecuado vendrá determinada por las consecuencias clínicas que puedan derivarse de la misma. En aquellos casos de infraoclusión en el que apenas se observen alteraciones a nivel oclusal y el diente permanente tenga un desarrollo normal, lo más habitual es esperar a que el proceso de recambio dentario culmine por sí mismo. Sin embargo, en caso de que la pieza anquilosada interfiera en el proceso eruptivo y pueda tener repercusiones negativas en la oclusión dental del paciente, el odontólogo pautará un tratamiento combinado de cirugía y ortodoncia. En primer lugar, el cirujano procederá a extraer el diente temporal. Posteriormente, el ortodoncista podrá optar por la colocación de un mantenedor de espacio para asegurar, de esta manera, la erupción de la pieza definitiva en la posición correcta. MANTENEDOR DE ESPACIO   Por el contrario, en caso de que la anquilosis dental afecte a una pieza permanente no será necesaria actuación alguna por parte del odontólogo. Si tienes alguna otra duda acerca de la anquilosis dental o quieres pedir una cita con nuestro equipo médico para que valoremos tu caso, te invitamos a ponerte en contacto con nosotros. Para ello, puedes rellenar el formulario de nuestra página web o, si lo prefieres, llamar al 91 599 6 36. ¡Te esperamos!

Ortodoncia

Tengo los dientes separados: ¿Cómo puedo corregirlos?

Aunque la separación entre los dientes (diastema) es más frecuente en los niños, también hay personas que llegan a la edad adulta con diastemas. Entre éstos, hay algunos adultos que están contentos con la apariencia dulce y aniñada que otorga dicha separación. De hecho, en los últimos años, el diastema ha adquirido la categoría de moda y son muchas las modelos y actrices que lo lucen sin complejos. Los diastemas no presentan grandes desventajas ni son malos por sí mismos, siempre y cuando llevemos a cabo una buena higiene bucodental. Sin embargo, hay muchas personas a las que no les gusta su aspecto. Si éste es tu caso, te estarás preguntando cuál es la mejor manera de corregir la separación de tus dientes. Esta respuesta depende de las causas a las que se deba el diastema.   Dichos motivos pueden ser: Inserción baja del frenillo del labio superior: se da cuando el frenillo labial superior ha crecido más de lo habitual, por lo que baja hasta los dos incisivos centrales superiores e impide que éstos se junten. Desproporción entre el tamaño del hueso maxilar y los dientes: se produce cuando el hueso maxilar se ha desarrollado mucho y es demasiado amplio para los dientes, por lo que éstos no pueden ocupar todo el ancho del hueso. Succión o empuje de la lengua contra los dientes: se origina cuando se interpone o se empuja la lengua contra los dientes de forma prolongada en el tiempo. Este gesto puede deberse a un simple hábito o a una lengua más grande de lo habitual (macroglosia). En función de la causa, existen diferentes tratamientos: Carillas o reconstrucciones de composite Las reconstrucciones y las carillas de composite son una solución cuando existe desproporción entre el tamaño del hueso maxilar y los dientes, así como cuando el diastema de debe a la succión o empuje de la lengua contra nuestras piezas dentales. CARILLAS PARA CORREGIR DIASTEMAS   En el primer caso, la separación se debe a que los dientes son demasiado pequeños para el hueso maxilar. Por tanto, éstos no pueden ocupar todo el espacio disponible y no llegan a juntarse. Cuando el origen del diastema es éste, los espacios pueden ser generalizados o localizados entre cualquier par de dientes de la boca. En el caso de la succión o empuje de la lengua contra los dientes, los huecos son localizados, ya que se producen en los incisivos centrales superiores. Lo que hacen, por tanto, las carillas o las reconstrucciones en ambos casos es rellenar y disimular esos espacios vacíos. Pero, además, las carillas no sólo pueden corregir la separación de los dientes, sino otros aspectos estéticos que no nos gustan: el color, la forma o la posición.  Ortodoncia Los tratamientos de ortodoncia -ya sean con cualquier tipo de bracket o con las férulas Invisalign– pueden ser una solución para los tres motivos mencionados previamente. Esto se debe a que en muchas ocasiones los espacios entre los dientes no se solucionan con un único tratamiento, sino con una combinación de dos.   ORTODONCIA INVISALIGN Por ejemplo, las carillas o reconstrucciones de composite pueden corregir por sí solas la separación entre los dientes cuando éstos están perfectamente alineados y el paciente solamente necesita que rellenemos y disimulemos unos determinados huecos. Sin embargo, la realidad es que hay muy pocas personas que, sin haberse realizado un tratamiento de ortodoncia previo, presenten una buena alineación. Por tanto, si el paciente tiene, por ejemplo, los dientes torcidos, lo más adecuado es llevar a cabo un tratamiento ortodóncico y posteriormente colocar carillas o realizar reconstrucciones de composite. Frenectomía La frenectomía es una pequeña cirugía que se lleva a cabo cuando el frenillo del labio superior ha crecido más de lo habitual y baja hasta los incisivos centrales superiores, provocando que los dientes se separen. En este caso, los espacios entre nuestras piezas dentales son localizados, ya que solamente se producen en los incisivos centrales superiores. Al igual que hemos mencionado en el punto anterior, en el caso de que los espacios entre los dientes se deban a la inserción baja del frenillo labial superior, para cerrarlos será necesario combinar dos tratamientos.   DIASTEMA POR FRENILLO LABIAL SUPERIOR En este caso, se deberá combinar la frenectomía con un tratamiento de ortodoncia. Como ves, las causas por las que se producen los diastemas son diversas. Por ese mismo motivo, el tratamiento para juntar los espacios entre los dientes debe ser personalizado para cada paciente. Si quieres saber cuál es el tratamiento indicado para tu caso, el ortodoncista es el profesional de la Odontología más adecuado para determinar tus necesidades. Pide tu cita gratuita

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Deglución atípica: ¿qué consecuencias tiene y cuál es su tratamiento?

 El crecimiento habitual de las estructuras orofaciales tiene numerosas consecuencias para nuestro desarrollo y bienestar general. De esta forma, una correcta posición de los huesos maxilares o un desarrollo habitual de la lengua tienen consecuencias positivas en actos como el habla o la masticación.Una de las funciones que se ve más afectada por un desarrollo anómalo -si bien no debemos olvidar que también puede estar relacionada con otros trastornos- es la deglución. En el presente artículo te contaremos en qué consiste esta función, qué consecuencias puede tener la deglución atípica para tu organismo y cuál es el tratamiento más indicado en cada caso.   ¿Qué es la deglución? Denominamos deglución al tránsito del bolo alimenticio de la boca a la faringe, en primer lugar, y, posteriormente, al esófago. Este proceso varía en función de la edad de la persona: es diferente en bebés y en adultos. Dentro de este proceso, podemos distinguir tres fases diferentes. Fases de la deglución La primera fase, denominada fase oral, es aquella que comprende desde el momento en el que trituramos el alimento y formamos el bolo alimenticio hasta que la lengua empuja el mismo hasta la faringe. La fase oral comprende, a su vez, dos etapas diferenciadas: La fase preparatoria, en la que intervienen actos como la salivación, la masticación y la trituración de los alimentos. De esta forma, se prepara el bolo alimenticio. La fase expulsiva, durante la cual la lengua desplaza este bolo a la zona de la faringe. Esta fase es completamente consciente y voluntaria. La fase faríngea, por el contrario, es un acto involuntario. Consiste en el paso del bolo alimenticio a través de la faringe hasta el esfínter esofágico superior. Por último, durante la fase esofágica el bolo alimenticio es conducido a través del esófago hasta el estómago. PROCESO DE DEGLUCIÓN El curso normal de la deglución -y, por ende, de estas tres fases- se puede ver alterado a causa de anomalías en el desarrollo de las estructuras orofaciales. Es entonces cuando nos encontramos ante un caso de deglución atípica. Pero, ¿qué síntomas nos indican que tenemos dificultad para tragar correctamente -disfagia- o que no lo estamos haciendo de la manera habitual? Síntomas de la deglución atípica Como ya hemos comentado anteriormente, la deglución se transforma con el desarrollo de la persona. Los bebés se ayudan del posicionamiento lingual entre ambas arcadas para favorecer la succión de la leche. Sin embargo, cuando su alimentación comienza a ser sólida, la posición de la lengua debe variar: debe colocarse en el paladar, justo detrás de los dientes de la arcada superior. En caso de que, con el citado cambio de alimentación, el niño no modifique su forma de posicionar las estructuras orales, estaremos ante un caso de la denominada deglución atípica. Consideraremos que estamos ante un caso de deglución atípica cuando, al tragar: Los dientes de la arcada superior e inferior no están en contacto. La lengua no se posiciona en el paladar, si no entre los dientes de ambas arcadas. No existe sellado labial. En ese caso, en múltiples ocasiones se coloca el labio interior detrás de los dientes de la arcada superior. Existe una prevalencia de la respiración oral. El bolo alimenticio no se forma de la manera debida, pues existen problemas de masticación. Por este motivo, es habitual que los pacientes que padecen estas anomalías en el proceso de deglución realicen movimientos con la cabeza, echando ésta hacia detrás para favorecer el paso del bolo a la faringe. La hipotonía -falta de tono muscular- en los músculos de la mejilla puede favorecer la acumulación de restos de comida en el vestíbulo bucal -espacio situado entre los labios y la parte interior de las mejillas, por un lado, y las arcadas dentarias, por otro-. Se realizan ruidos, fruto de la presión excesiva que realiza la parte superior de la lengua con el paladar para facilitar la deglución. La deglución atípica está, muchas veces, relacionada con alteraciones en el desarrollo de las estructuras orofaciales. Sin embargo, existe una amplia variedad de causas asociadas a esta condición.   ¿Cuáles son las causas de la deglución atípica? En muchas ocasiones, las causas de la deglución atípica están relacionadas con malos hábitos que tienen consecuencias en nuestra salud bucodental. Entre los mismos, podemos destacar: Succión digital prolongada en el tiempo. Uso del biberón o del chupete a edades más avanzas de lo recomendable -más allá de los 18 meses-. MORDIDA ABIERTA POR ABUSO DEL CHUPETE   Pero, además, la deglución atípica también está relacionada con alteraciones orgánicas como, por ejemplo: El desarrollo anómalo de los huesos maxilares que genera, por lo tanto, problemas de mordida. Ausencia de las piezas dentales debido a una caída temprana de los dientes anteriores temporales. Dificultad para mover la lengua -anquiloglosia-. Un frenillo lingual corto o una lengua de un tamaño superior al resto de las estructuras bucales -macroglosia- limitan la movilidad de la este órgano y dificultan, por lo tanto, la masticación de los alimentos. Alteraciones del sistema linfático -hipertrofia de los adenoides o de las amígdalas, episodios recurrentes de amigdalitis-. Hipotonía -disminución del tono muscular- de los músculos que inciden en el proceso de masticación. Consecuencias de la deglución atípica La deglución atípica no solo tiene consecuencias en el proceso de digestión, sino que también supone ciertos perjuicios para nuestra salud oral. La colocación de la lengua entre los dientes de ambas arcadas supone uno de los problemas de maloclusión más comunes: la mordida abierta. Ésta se presume cuando no existe contacto entre las piezas dentales de la arcada superior e inferior. MORDIDA-ABIERTA Además, la presión que ejerce la lengua sobre los dientes de la arcada superior al tragar provoca una protrusión de los mismos, y la aparición de diastemas. Los problemas de oclusión no solo generan ciertas complicaciones a la hora de masticar, si no que también suponen dificultades en la fonación. Por este motivo, el tratamiento indicado para abordar un caso de deglución atípica vendrá de la mano de un logopeda y un ortodoncista especializado.   Deglución atípica: tratamiento En primer lugar, se realiza un diagnóstico detallado del caso, estudiando la historia clínica del paciente y realizando una evaluación de las alteraciones del sistema orofacial. La actuación conjunta del ortodoncista y

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¿Por qué tengo las encías blancas? Causas y tratamiento

Las encías son una mucosa que protegen nuestros dientes de los distintos agentes patógenos que anidan en nuestra boca. El color de las mismas es un claro indicador de nuestra salud bucal o de la afección de otras posibles enfermedades sistémicas.En este artículo te contaremos qué síntomas pueden esconder unas encías blancas y qué tratamientos son los idóneos para abordar cada caso. ¿Por qué tengo las encías blancas? Como ya hemos comentado, las encías tienen una función protectora de las piezas dentales y de las raíces de las mismas frente a las distintas bacterias que anidan en nuestra boca. Lo idóneo es que éstas presenten un color rosa pálido. Sin embargo, a la clínica llegan pacientes con encías inflamadas –éstas muestran un color más rojizo- o, en otras ocasiones, de color blanco. MANCHAS BLANCAS EN LAS ENCÍAS Estas variaciones son un claro indicador de falta de salud, que puede ser tanto a nivel dental como sistémico. A continuación te detallamos las distintas causas a las que se asocia tener las encías de una tonalidad más pálida de lo habitual. Acúmulo de placa bacteriana La placa bacteriana es una película que se adhiere a nuestros dientes y encías y que, en caso de no ser eliminada debidamente gracias a las rutinas de higiene oral, puede convertirse en sarro. En un primer lugar, podemos asociar la aparición de manchas blancas en las encías a un cúmulo de la misma. Aparición de aftas o úlceras bucales Las llagas u aftas bucales pueden aparecer en lugares muy diversos de la boca: encías, lengua, partes internas de las mejillas, etc. Las reconocerás fácilmente porque son pequeñas ampollas o manchas de color pálido que suelen generar ciertas molestias en la masticación o en el habla. Su aparición suele estar debida al roce de los aparatos de ortodoncia o a prótesis mal ajustadas, aunque también está asociada a picos de estrés y ansiedad o a algún tipo de déficit vitamínico. Liquen plano oral El liquen plano oral consiste en una inflamación de la mucosa bucal, ya sea en las encías, en la parte interior de las mejillas o en la lengua. Se presenta en forma de pequeñas manchas de color blanco o rojizo que pueden variar en tamaño en el transcurso del brote. Además, su afección puede repetirse a lo largo del tiempo. El liquen plano oral tiene mayor incidencia en personas con un sistema inmunitario debilitado o víctimas de reacciones alérgicas. Esta afección puede causar lesiones tales como úlceras –susceptibles de sangrar durante el cepillado- o afectar al sabor de los alimentos que perciben las personas que lo padecen –sabor metálico de los mismos-. Candidiasis oral La candidiasis oral es una infección producida por la presencia abusiva en boca de del hongo candida albicans. Su incidencia es habitual en personas que presentan un sistema inmune débil, y se caracteriza por la aparición de pequeñas placas o manchas blanquecinas. Éstas surgen en un inicio en la parte interior de las mejillas o en la lengua, pudiendo extender en una fase más avanzada su presencia a las encías y partes superiores de la boca o la garganta. CANDIDIASIS ORAL La candidiasis oral puede dar lugar al sangrado de las placas a la hora del cepillado dental, así como a molestias a la hora de tragar o sensación de sequedad bucal. Anemia ferropénica Unas encías más blancas pueden ser un claro síntoma de una falta acusada de hierro en sangre. Además, en personas que presentan esta carencia es más habitual la inflamación y el sangrado de las mismas. Cáncer oral El cáncer oral tiene múltiples síntomas: aparición de pequeñas llagas y aftas que no desaparecen transcurridas dos semanas, molestias que no tienen una causa aparente, dolor y dificultad en la deglución, sensación de hinchazón mandibular y, por último, la existencia de pequeñas manchas de color blanco en las encías. No debes asociar en un primer momento la aparición de manchas blancas al padecimiento de cáncer oral. De igual manera, si tienes alguno de los síntomas citados anteriormente relacionados con esta patología es aconsejable que acudas al especialista para que sea ésta quien explore de manera debida la cavidad bucal y pueda dar un diagnóstico adecuado de tu caso. Ante causas tan diversas, los especialistas toman medidas muy diferentes para abordar cada caso en función del origen al que se achaca una modificación en el color de las encías. Tratamientos para acabar con el color blanco de las encías En primer lugar, para evitar el acúmulo de placa bacteriana es imprescindible seguir unas buenas pautas de higiene oral: Cepillarse los dientes después de cada comida nos ayuda a eliminar los restos de comida presentes en nuestra boca. Para asegurarnos de que la limpieza de nuestra boca es completa y que no hay bacterias que aniden entre nuestros dientes y encías tras el cepillado, los especialistas recomiendan además el uso de hilo dental o cepillos interproximales. Por último, es aconsejable realizarse una limpieza bucal profesional –profilaxis– al menos una vez al año. En caso de que sean las llagas bucales las causantes del color blanco de las encías, están recomendados los enjuagues de agua con sal o enjuagues específicos para las mismas que puedes adquirir en las farmacias. Además, durante la presencia de la misma en boca te aconsejamos evitar alimentos picantes o muy ácidos -tales como los cítricos, especias o el tomate-, así como comidas muy calientes. En caso de que éstas no remitan en un periodo superior a dos semanas, acude al especialista para que pueda determinar la causa de la misma y descartar otras posibles afecciones bucales. Si tras la exploración de tu boca, el especialista achaca la aparición de las manchas en tus encías a la afección de liquen plano oral, el tratamiento lo compondrá la ingesta de determinados medicamentos antihistamínicos o suplementos vitamínicos, así como el uso de enjuagues que contengan lidocaína. En caso de que la incidencia de la candidiasis oral sea la causante del blanco de tus encías, el dentista recetará fármacos antifúngicos específicos para tratar dicho hongo, así como una cuidada y exhaustiva higene oral –de forma delicada, de tal manera que no se produzca el sangrado de las lesiones-. Por último,

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Leucoplasia oral: ¿son peligrosas las manchas blancas en la boca?

La leucoplasia oral es una de las enfermedades de la lengua más comunes de todas las que existen. En la mayoría de ocasiones no reviste gravedad. Sin embargo, siempre que advirtamos una señal nueva diferente en nuestra boca es necesario acudir a un médico o dentista. De esta manera, podrá examinar nuestra cavidad oral y determinar si dicha señal supone algún peligro para nuestra salud.   ¿Qué es la leucoplasia oral? La leucoplasia es un trastorno oral que se caracteriza por dar lugar a unas manchas o parches blancos en la boca. Dichas lesiones se desarrollan principalmente en la lengua y la cara interna de las mejillas. ¿Cuáles son sus síntomas? Aunque ya hemos mencionado el aspecto que provoca esta alteración, a continuación, vamos a concretar algo más sobre la apariencia de las manchas: Son blancas o grises Tienen un contorno desigual Presentan una ligera elevación Causan dolor o molestias No se eliminan con el raspado MANCHAS O PARCHES BLANCOS EN LA LENGUA ¿Cuáles son las causas de la leucoplasia? La causa exacta de la leucoplasia es desconocida. Sin embargo, sí que se conocen un par de detalles importantes. Por un lado, se sabe que este trastorno oral es más común entre los adultos mayores. Por otro lado, los estudios muestran que la leucoplasia tiene una prevalencia entre la población que oscila en torno al 1% y el 5%. Además, los expertos en medicina oral afirman que, en la mayoría de las ocasiones, estas manchas blancas tienen un origen irritativo. Dicha irritación puede estar causada por diferentes motivos: Asperezas en nuestros propios dientes Prótesis dentales que están mal ajustadas y rozan Fumar habitualmente o mascar tabaco Consumo excesivo de alcohol PRÓTESIS PARA LA BOCA Aunque las causas exactas de la leucoplasia se desconocen, se considera que los principales factores de riesgo son la irritación, el tabaco y el alcohol Tratamiento: ¿cómo se cura la leucoplasia? Lo más habitual es que la leucoplasia no necesite tratamiento. Esto se debe a que, si el origen es irritativo, las manchas comienzan a desaparecer una vez que se elimina la fuente de irritación. Por tanto, las recomendaciones de los expertos en medicina bucal serían las siguientes: Seguir unos hábitos de vida saludables que pasen por no fumar y beber alcohol de manera moderada Acudir al dentista si sentimos molestias relacionadas con cualquier prótesis bucal así como en nuestros dientes o encías Acudir al dentista regularmente, aunque, en apariencia, nuestro estado bucodental sea el adecuado. Lo ideal es que esta visita se produzca una o dos veces al año TABACO FAVORECE MANCHAS EN LA BOCA O LEUCOPLASIA ¿Debo acudir al médico o dentista si tengo manchas blancas? A pesar de que en la mayoría de ocasiones estos parches no revisten ninguna gravedad, es importante prestar atención a nuestra boca y tomarse en serio cualquier cambio inusual que apreciemos. Todo ello pasa por autoexplorarnos la boca con regularidad para que nos sea posible advertir cualquier cambio repentino. Y, además, pasa por acudir al dentista, médico de cabecera u otorrinolaringólogo en caso de que advirtamos algún signo inusual. Su criterio profesional nos servirá para salir de dudas y saber si las señales que hemos observado tienen importancia o no. PERSONA AUTOEXPLORÁNDOSE LA BOCA Vigila tu boca Realiza una autoexploración de tu boca regularmente y acude al dentista en caso de que adviertas alguna mancha o cambio significativo ¿Las manchas o parches pueden ser graves? Si te hemos hablado de la necesidad de realizar una autoexploración y de acudir a un especialista en caso de que adviertas algún cambio es porque hay lesiones que pueden indicar la existencia de un cáncer de boca. Tal y como ya hemos destacado, lo más probable es que las manchas o parches blancos se curen por sí solos y no representen ningún peligro para nuestra salud. Sin embargo, hay casos en los que pueden ser un indicador de cáncer de boca. Y, en este supuesto, el pronóstico será más favorable cuanto más incipiente sea la lesión.

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Mal sabor de boca: ¿qué solución tiene?

Alguna vez te has despertado y has sentido un sabor extraño en tu boca? ¿O has tenido esta sensación tras comer un determinado alimento?Si éste ha sido tu caso, no debes preocuparte. El mal sabor de boca ocasional es un episodio de lo más común entre la población, y no reviste gravedad alguna. De hecho, su incidencia remite tras un cepillado dental. Sin embargo, la situación es distinta cuando este mal regusto se convierte en un episodio recurrente. En el presente artículo te contaremos cuáles pueden ser sus posibles causas y qué solución puedes poner ante esta situación.   ¿Por qué tengo mal sabor de boca? Diversos estudios han demostrado que el 30% de la población se queja de padecer mal sabor de boca. Y es que, como ya hemos comentado, tener esta sensación de manera puntual es perfectamente normal -especialmente al despertar, por ejemplo-. Sin embargo, estaremos ante un caso diferente cuando la persona perciba un sabor amargo en la boca -otras personas pueden describirlo como metálico- de manera continua. El mal sabor de boca tiene un origen muy diverso: bien puede ser un síntoma de una higiene oral deficiente o, por el contrario, un indicador de una enfermedad gástrica o sistémica que todavía no ha sido diagnosticada debidamente. A continuación, te contamos cuáles son las causas más comunes del mal sabor de boca. Malas rutinas de higiene bucodental Los especialistas inciden en la importancia de mantener unas rutinas rigurosas de higiene bucodental. Sólo mediante un buen cepillado y el uso de otros elementos de higiene complementaria –hilo dental, cepillos interproximales o irrigador bucal- seremos capaces de eliminar de manera eficaz los restos de comida y la placa bacteriana. Si, por el contrario, no prestamos atención a estas rutinas de higiene oral, las bacterias presentes en la cavidad oral tienden a acumularse entre los dientes y a lo largo de la línea de la encía. La acumulación de placa bacteriana tiene dos consecuencias fundamentales: Supone una inflamación de las encías, provocando la afección de enfermedades periodontales -gingivitis o periodontitis-. En caso de no ser retirada de manera debida, el cúmulo de placa da lugar a la formación de sarro y daña el esmalte dental. Por este motivo, favorece la aparición de caries   CARIES DENTAL Estas dos consecuencias pueden entenderse también como causas de un mal sabor de boca: aquellas personas que padecen enfermedades periodontales o sufren la incidencia de una caries extensa sin tratar -que ha podido derivar en un proceso infeccioso- suelen aquejar regusto desagradable. La xerostomía: una de las causas de la halitosis La saliva juega un papel fundamental en nuestra cavidad oral: nos ayuda a mantener nuestra boca hidratada, y colabora en la eliminación de bacterias y restos de comida. El conocido como Síndrome de la boca seca -o xerostomía- es otra de las causas de la halitosis. Aquellas personas que padecen xerostomía -es decir, que segregan niveles de saliva inferiores a los habituales- presentan un mayor cúmulo de bacterias en la cavidad oral. Esta acumulación puede derivar en un mal sabor de boca constante. ¿Los alimentos influyen en el mal aliento? Nuestra dieta también tiene cierta influencia en nuestra percepción de un mal sabor de boca. Aspectos como una dieta poco equilibrada, así como ciertos déficits nutricionales -falta de zinc o de vitamina B12.- pueden influir de igual manera en tu aliento. ¿Qué otras patologías bucales pueden influir en el mal sabor de boca? Además de las citadas anteriormente -enfermedades periodontales, procesos infecciosos derivados de lesiones cariosas-, debes tener en cuenta otras afecciones bucales que pueden tener repercusión en tu percepción un regusto desagradable. En primer lugar, las úlceras en la cavidad oral pueden ser las responsables de tu mal sabor de boca. Por otro lado, la candidiasis oral también puede incidir en el mismo. La candidiasis es un proceso infeccioso provocado por la presencia descontrolada del hongo candida en la boca. Se manifiesta en forma de manchas blancas, generalmente en la superficie de la lengua y en las encías. CANDIDIASIS ORAL   Su incidencia es especialmente notable en bebés y en adultos de edad más avanzada. Sin embargo, es susceptible de afectar a cualquier persona que presente una debilitación del sistema inmunitario. La candidiasis oral es otra de las posibles causas del mal sabor de boca. Pero, además, otras afecciones extrabucales pueden influir en tu percepción de un mal regusto. Mal sabor de boca durante el embarazo En las mujeres, es frecuente sentir un sabor de boca desagradable debido a fuertes cambios hormonales asociados a un incremento de la segregación de estrógenos. Éstos se hacen especialmente notables durante la menstruación o el embarazo. Además, a estos cambios hormonales se le debe unir los episodios de náuseas y vómitos, lo cual también colabora notablemente a tener un regusto desagradable en la boca. ¿La digestión influye en el sabor de boca? Una correcta digestión también influye de manera positiva en nuestro sabor de boca. Una persona que no la realiza de la manera debida puede aquejar distintas molestias tales como náuseas, acidez o reflujos gástricos. Todos estos síntomas provocan, a su vez, un regusto poco agradable en la persona que los padecen. Los problemas de digestión son especialmente comunes en personas con sobrepeso o que no mantienen una dieta equilibrada. El mal sabor de boca como indicador de otras patologías En muchas ocasiones, el mal sabor de boca es un síntoma de otras patologías que no afectan directamente a la cavidad oral: La sinusitis consiste en la inflamación de los senos paranasales que provoca, a su vez, molestias y dificultades para respirar. El cúmulo de mucosidad en la garganta a causa de este proceso infeccioso provoca un desagradable sabor amargo en la boca. Las enfermedades hepáticas -hepatitis o cirrosis, por ejemplo- tienen numerosos síntomas, tales como dolores estomacales, sensación de fatiga constante, mareos o mal sabor de boca entre otros. Otras enfermedades sistémicas tales como los procesos gripales, la diabetes o el cáncer se encuentran entre las patologías más comunes que influyen en nuestra percepción de un regusto desagradable. En episodios de ansiedad, es habitual que las personas segreguen menos cantidad de saliva. Esta sequedad bucal provoca, a su vez, un sabor amargo. Los medicamentos: ¿un mal aliado para nuestro aliento? En muchas ocasiones, el mal

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¿Quieres tener una buena salud dental? ¡Bebe agua!

Gozar de una buena salud bucodental no solo tiene beneficios a la hora de masticar, pronunciar los diferentes sonidos o evitar molestias durante el proceso de digestión. También contribuye a mejorar nuestro estado de salud general.   Una boca sana previene de la afección de dolores cervicales o de cabeza, y disminuye el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares o sistémicas -como, por ejemplo, la diabetes-.   Mantener unas buenas pautas de higiene bucodental, así como acudir de manera rutinaria al especialista para que revise el estado de tu boca, son actos que favorecen tu salud dental y previenen la incidencia de distintas afecciones dentales.   Pero, además, actos como mantener una dieta equilibrada o beber una buena cantidad de agua a diario colaboran a mantener nuestra boca en perfecto estado.   En el presente artículo te contaremos cuál es la importancia del agua en la salud bucodental, así como otros sencillos remedios que pueden influir de manera muy positiva en la buena conservación de tus dientes y encías.   Beneficios del agua para la salud Los especialistas inciden constantemente en la importancia de mantenernos hidratados a lo largo del día. El agua juega un papel fundamental en distintos procesos de nuestro día a día: Favorece el proceso de digestión, y facilita la absorción de los nutrientes de los alimentos. Colabora a reducir la sensación de fatiga. Elimina las toxinas presentes en nuestro organismo. Regula la temperatura de nuestro cuerpo. Actúa como un importante lubricante para nuestras articulaciones. Pero, además, el agua tiene una serie de beneficios para nuestra salud bucodental.   ¿Por qué es importante el agua para nuestros dientes y encías? El agua es una bebida saludable que no contiene azúcares. No sólo contribuye a mantenerte hidratado y a preservar una dieta equilibrada, si no que, además, evita la sequedad bucal y te ayuda a mantener nuestra boca limpia. IMPORTANCIA DE MANTENERSE HIDRATADO El agua, por lo tanto, tiene numerosos beneficios para nuestra boca. Entre ellos, colabora a segregar unos niveles óptimos de saliva y reduce la afección de caries dentales y enfermedades periodontales.   La importancia del agua para segregar los niveles óptimos de saliva La saliva es una sustancia que producimos de manera natural formada, en un 99% por agua. Desempeña una labor fundamental en nuestra salud bucodental, al tener numerosas funciones beneficiosas para la misma: Lubrica las encías y protege los dientes de la acción de los agentes patógenos, arrastrando las bacterias y los microorganismos presentes en la cavidad oral. Contribuye a mantener el pH de la boca neutro, evitando que la boca se convierta, por lo tanto, en un medio ácido que favorece la aparición de caries. Permite distinguir mejor el sabor de los alimentos, y contribuye en el proceso de deglución colaborando en la formación del bolo alimenticio. Favorece el proceso de cicatrización de heridas y pequeñas llagas. Ayuda a diagnosticar algunas patologías gracias al análisis de las bacterias presentes en la misma como, por ejemplo, el cáncer oral o enfermedades periodontales -a la hora de determinar las bacterias causantes de las mismas-. Te interesará »  Xilitol: ¿tu aliado contra la caries? Por este motivo, segregar unos niveles óptimos de saliva resulta de vital importancia. Y, para ello, una buena hidratación resulta indispensable. En caso contrario, corremos el riesgo de padecer xerostomía -o síndrome de la boca seca-. Esta afección no solo genera molestias a la hora de hablar o masticar, sino que también aumenta el riesgo de padecer la incidencia de caries o enfermedades periodontales, así como de sufrir mal aliento. El agua: tu aliado contra la caries La caries es una lesión de la estructura dental provocada por la acción de los ácidos liberados por la placa bacteriana. La caries debe ser tratada a tiempo, de tal manera que cuando sea abordada solo haya afectado al esmalte dental. En caso contrario, afectará a la dentina y, posteriormente, al nervio dental. CARIES DENTAL   De esta manera, podemos afirmar que una caries muy extensa puede llegar a comprometer la estabilidad de la pieza dental afectada.   A diferencia de otras bebidas azucaradas o ácidas como los zumos de frutas o los refrescos -que contribuyen a hacer de la boca un medio más ácido-, el agua lava con cada trago tu boca de posibles restos de comida y bacterias perjudiciales para tu salud dental.   Esto no significa que un buen enjuague con agua sustituya al clásico cepillado dental: debes seguir manteniendo el hábito de lavarte los dientes tras cada comida, y completar tu higiene oral con el uso de hilo dental o cepillos interproximales.   ¿Colabora el agua a evitar las enfermedades periodontales? La enfermedad periodontal cursa con la inflamación y sangrado reversible de las encías -gingivitis-. En caso de no ser tratada a tiempo, la enfermedad progresa a periodontitis: una patología crónica que comienza con la inflamación de los tejidos de soporte, continúa con movilidad dentaria y, finalmente, puede comprometer la estabilidad de las piezas dentales.   Una higiene bucodental rigurosa es el principal factor de prevención de estas patologías. Por este motivo el agua tiene una influencia muy positiva en la aminoración de la incidencia las mismas: reduce el riesgo de padecerlas, pues, como ya hemos comentado, colabora a limpiar la boca de restos de comida y agentes patógenos.   ¿Qué otros beneficios tiene el agua para nuestros dientes y encías? Además de los citados anteriormente, el agua es empleada como remedio casero en algunas dolencias relacionadas con nuestra boca. A continuación, te damos una serie de pautas que quizá puedan serte de utilidad en un futuro. ¿Te has quemado la lengua? Para reducir la sensación de irritación, es recomendable que te enjuagues con agua fría o leche. Recuerda que la aplicación directa de hielo puede contribuir a aumentar más la sensación de irritación. Si has iniciado un tratamiento de ortodoncia con un método fijo -brackets metálicos, brackets de zafiro o brackets linguales-, notarás que te es más complicado acceder a todos los recovecos de tu boca. Por ello, los especialistas recomiendan el uso del waterpik. Se trata de un cepillo que, mediante el uso de agua a presión, eliminará de manera satisfactoria todos los restos de comida que

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¿Por qué salen las boqueras? Causas y tratamiento

Seguramente no las conocerás por su nombre técnico, pero ¿quién no ha sufrido las consecuencias de la aparición de lesión en la comisura de los labios?Las popularmente denominadas boqueras son pequeñas heridas que suelen resultar molestas, pues provocan cierto dolor y escozor ante los movimientos bucales o la ingesta de determinados alimentos. En el presente artículo te contaremos cuáles son sus causas y qué tratamiento es el más adecuado para abordarlas.   ¿Qué es la queilitis angular? Queilitis angular es el término médico empleado para referirse a las boqueras. Denominamos boqueras a las pequeñas lesiones en forma de fisura o grieta que aparecen en la comisura de los labios. La queilitis angular puede ser unilateral -tener presencia únicamente en un lado de la boca- o, por el contrario, bilateral -ambos lados del labio se ven afectados por estas lesiones-. Además, afecta mayoritariamente a niños y a personas de edad avanzada. Pero, ¿qué signos nos pueden indicar que estamos sufriendo esta afección? Síntomas de la queilitis angular Puedes sospechar que estás siendo afectado por la queilitis angular cuando empieces a notar cierto enrojecimiento y descamación a ambos lados de los labios. Posteriormente, la queilitis angular muestra su presencia en forma de pequeñas erosiones en las comisuras. Éstas generalmente están recubiertas por una pseudo membrana de color blanco o amarillento. CASO DE BOQUERAS Estas pequeñas fisuras provocan cierto dolor al abrir la boca, así como ante la ingesta de determinados alimentos -generalmente, ácidos-. También es habitual la sensación de tirantez constante ligada a movimientos bucales. En casos más agudos, las lesiones se vuelven más profundas y se puede producir el sangrado de estas grietas. Pero, ¿qué factores pueden influir en la aparición de boqueras? ¿Por qué salen las boqueras? Las boqueras son lesiones molestas de carácter crónico que presentan ciertos brotes de agudización. Su aparición puede venir motivada por distintos factores, algunos de ellos ligados entre sí. En algunas ocasiones, su aparición está relacionada con un factor local. Un ejemplo de ello serían las siguientes condiciones entendidas como causas: Pérdida de la dimensión vertical de la cara en aquellos pacientes que presentan la ausencia de piezas dentales -edentulismo-. Prótesis dentales mal ajustadas. Acumulación de saliva en la comisura de los labios, típico en personas de edad avanzada -debido a la aparición de arrugas en la zona- o en niños en proceso de dentición. Esta acumulación permite una colonización de bacterias -estreptococo y estafilococo- o de hongos –candida albicans, culpable de la candidiasis oral-. En otras ocasiones, la afección de la queilitis angular viene motivada por factores generales, como, tales como: Déficits nutricionales como, por ejemplo, falta de hierro -anemia ferropénica-, zinc o vitaminas A, B o C. Pacientes afectados por el Virus de la Inmunodeficiencia Humana -VIH- o por enfermedades sistémicas como, por ejemplo, la diabetes. Alergias por contacto. Por último, los especialistas distinguen las causas ambientales como, por ejemplo, las temperaturas extremas -especialmente el frío en invierno-, o factores personales como los picos de estrés. ¿Cómo se diagnostica la queilitis angular? A la hora de llevar a cabo un diagnóstico de la queilitis angular, el especialista deberá realizar un análisis, en primer lugar, de la gravedad de la lesión. Además, para pautar un tratamiento adecuado debe clarificar la causa que ha originado la aparición de estas fisuras en las comisuras de los labios. Por este motivo, el especialista deberá evaluar al paciente y descartar la posible afección de otras patologías generales que pueden ser las causantes de la aparición de las boqueras -candidiasis oral, diabetes, anemia ferropénica, etcétera-.   CANDIDIASIS ORAL En los casos en los que se detecten los síntomas correspondientes a estas enfermedades, podría estar indicada la realización de un frotis de la zona para determinar el agente patógeno causante de esta infección o, por el contrario, análisis de sangre u otras pruebas médicas para esclarecer la causa de la afección de la queilitis. Una vez el especialista tiene un diagnóstico certero del caso, ¿cómo se puede combatir la queilitis angular? ¿Cuál es el tratamiento más adecuado para las boqueras? El tratamiento destinado a abordar la queilitis angular depende de su causa. Éste irá destinado a erradicar el origen de la afección. De esta forma, en función de su causa raíz podemos distinguir una gran variedad de soluciones para atajar una misma patología: Si la aparición de las boqueras está ligada a prótesis dentales mal ajustadas, el paciente deberá acudir al odontólogo para que revise el estado de la misma y la ajuste a la medida de su boca. En caso de que la causa de la queilitis esté relacionada con la afección de otras patologías, el tratamiento irá destinado a paliar las mismas. Si un déficit nutricional es el origen de la aparición de estas lesiones, se contemplará la posibilidad de recetar complejos vitamínicos o la realización de cambios en la alimentación destinados a suplir esas carencias. Por último, en el caso de queilitis propiciadas por un proceso infeccioso, estará recomendada la aplicación tópica de cremas antibióticas o antifúngicas. Además, existe una serie de pautas que colaboran a acelerar el proceso de curación de las boqueras: Evita el roce con las lesiones: no te rasques, no emplees cosméticos en la zona afectada y evita el contacto con la saliva. Reduce el consumo de alimentos muy ácidos -cítricos, vinagre-, picantes o demasiado calientes. Éstos pueden generar molestias añadidas y dificultar la cicatrización de las grietas. Abre la boca de manera moderada para que las fisuras se vayan cerrando poco a poco. Por último, puedes recurrir a remedios caseros tales como la aplicación de aloe vera -por sus cualidades cicatrizantes- o aceite de rosa mosqueta en las lesiones. Ambos son regeneradores naturales que pueden favorecer la curación de las heridas.   ALOE VERA ¿Se contagian las boqueras? Esta es una de las dudas más frecuentes entre las personas que padecen la aparición de boqueras. Siempre que la queilitis angular esté originada por un proceso infeccioso causado por bacterias u hongos, es posible el contagio por contacto. Por este motivo, es recomendable que la persona afectada tenga especial cuidado a la hora de compartir cubiertos, beber del mismo vaso o besar a otra persona. La queilitis angular es una afección de origen multifactorial que, en muchas ocasiones, puede resultar molesta. En caso de que las lesiones persistan o las molestias sean

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Quemaduras en la lengua: remedios para aliviar las molestias

¿Alguna vez no has esperado el tiempo suficiente para empezar a comer y te has quemado la lengua? Seguro que, en muchas ocasiones, has experimentado las consecuencias de beber o de comenzar a comer aun a sabiendas de que la comida o bebida elegidas estaban más calientes de lo que podías aguantar.Por ello, sabrás que las quemaduras en la lengua son muy molestas: generan irritación en la zona y merman, de forma temporal, tu capacidad para percibir el sabor de los alimentos. En el presente artículo te contaremos qué remedios te pueden ser útiles cuando tengas la lengua escaldada.   Lesiones en la lengua por quemaduras ¿Cuántas veces te has quemado la lengua porque no tenías tiempo para comer o, simplemente, porque no podías esperar más para saborear una de tus comidas favoritas? ¿O cuántos días a la semana empiezas la jornada laboral bebiendo un café o un té hirviendo? Las quemaduras en la lengua a causa de comidas o bebidas muy calientes son muy frecuentes y, generalmente, suponen lesiones de primer grado. En estos casos, únicamente se ve dañada la capa más superficial de la lengua -también conocida como epitelio-, el paladar o la zona interior de las mejillas. Lo habitual es que la persona padezca inflamación, irritación, hinchazón y dolor en la zona afectada, y bastará con recurrir a unos sencillos remedios caseros para atajar sus molestias. En cambio, en algunas ocasiones la lesión es más severa. Es entonces cuando estamos ante quemaduras de segundo o tercer grado.   CASO DE LENGUA ESCALDADA   Las quemaduras de segundo grado son más profundas. Causan un dolor más agudo, y es frecuente la aparición de pequeñas ampollas en la superficie lingual. Éstas tardan más en sanar, por lo que es habitual sentir las molestias derivadas de la quemazón durante, al menos, un par de semanas. Por último, las quemaduras de tercer grado suponen una afección de las distintas capas de tejidos subyacentes. La lengua puede mostrar una apariencia blanquecina o, por el contrario, una tonalidad más marrón. Sus síntomas pueden variar entre un dolor intenso o, por el contrario -y debido al daño de los nervios-, ser asintomática en un inicio. En caso de lesiones más severas, podría estar indicado un tratamiento antibiótico e, incluso, un injerto de tejido. Si crees que tienes una quemadura que revista cierta gravedad -de segundo o tercer grado-, o si sufres molestias constantes o alguna de las ampollas presentes a causa de la quemazón está supurando, debes acudir de manera inmediata a recibir asistencia médica. ¿Qué consecuencias tiene una quemadura en la boca? Como hemos comentado con anterioridad, las lesiones más leves producen hinchazón, irritación e inflamación en la zona. Estos efectos remitirán transcurridos unos días -habitualmente, en un periodo comprendido entre 3 y 6 días después del accidente-. Además, una quemadura puede provocar el daño de las papilas gustativas, localizadas en la superficie lingual. Por este motivo, es frecuente que veamos disminuida nuestra percepción de los sabores de manera temporal -hasta que los tejidos se regeneren de manera completa-. Por último, a causa de lesiones que no revisten gravedad alguna es habitual acusar cierta sensibilidad en la lengua o molestias derivadas de la ingesta de algún alimento -especialmente ante comidas ácidas, picantes o calientes-. Pero, además, en el caso de las personas que sufren quemaduras de segundo y tercer grado, es más frecuente la afección de procesos infecciosos. Por ello, los especialistas insisten en la importancia de acudir de manera pronta al médico en caso de que suframos lesiones más graves. Las quemaduras en la boca por la ingesta de alimentos demasiado calientes no suelen revestir ninguna gravedad, y las molestias derivadas de las mismas remitirán transcurridos unos días ¿Qué debo hacer si me he quemado la lengua? En primer lugar, debes tener en cuenta que los remedios citados a continuación van dirigidos únicamente a quemaduras que no revisten gravedad alguna -de primer grado-. En ese caso, existen una serie de medidas que pueden ayudarte a reducir las molestias y a acelerar el proceso de curación de los tejidos. Reduce los efectos de irritación de la lengua En primer lugar, nuestra reacción más natural es aplicar frío para reducir la inflamación. Está bien que te enjuagues la boca con agua fría o leche, pero, por el contrario, no es recomendable que apliques hielo directamente sobre la zona. Éste podría quedarse adherido a la lengua, y provocar un efecto inverso al deseado.     REMEDIOS PARA QUEMADURAS EN LA LENGUA Por otra parte, otra de las soluciones más extendidas a la hora de aliviar las molestias en una lengua escaldada es la realización de enjuagues con agua con sal. De esta manera, se favorece la cicatrización de los tejidos. Por último, en caso de molestias un poco más severas, los especialistas también recomiendan el empleo de colutorios o geles con efecto analgésico o la ingesta de ibuprofeno o paracetamol por vía oral. ¿Qué debes comer si tienes la lengua escaldada? En los días siguientes al accidente, debes tener un cuidado especial con la alimentación. Siguiendo una serie de pautas reducirás las molestias en la zona afectada, así como la irritación de la lengua: Evita la ingesta de comidas ácidas, picantes o muy calientes, pues son sustancias que actúan como irritantes de la lengua. Intenta escoger comida que no sea especialmente crujiente como, por ejemplo, biscotes o patatas fritas. Este tipo de alimentos pueden rozar o arañar la superficie quemada, produciendo molestias añadidas. Opta, por el contrario, por comidas frías y fáciles de digerir como, por ejemplo, yogur o cremas suaves. Por último, evita la ingesta de alcohol o el consumo de tabaco. Ambas sustancias aumentan la irritación de la zona. Mantén una higiene bucodental rigurosa La cavidad oral es un espacio lleno de bacterias. Para evitar la posible afección de una infección es imprescindible mantener una higiene bucodental rigurosa. Cepilla tus dientes después de cada comida e incluye la limpieza de la lengua en tus rutinas de higiene oral. Recuerda que debes cepillarte la zona con cuidado, sin ejercer una presión desmedida y empleando para ello un cepillo de cerdas suaves o medias. Por último, puedes recurrir a los

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Causas y remedios para aliviar el dolor de encías

El dolor de encías –normalmente unido a una inflamación y/o sangrado de las mismas- es una patología muy común entre la población en general, aunque especialmente en personas de entre 30 y 50 años. Puede aparecer como un dolor puntual asociado a una herida o un traumatismo, pero aquel dolor de encías que persiste en el tiempo y que se presenta de manera muy localizada es el más preocupante, dado que puede ser síntoma de una enfermedad periodontal. Causas principales del dolor de encías Las causas más comunes del dolor de encía suelen ser las enfermedades periodontales, que como procesos infecciosos causados por las bacterias que se alojan en nuestra boca, provocan la inflamación e irritación de las encías y por tanto, molestias en las mismas. Existen dos estadios de enfermedad periodontal que provocan dolor de las encías. Los describimos a continuación: Gingivitis Es la enfermedad periodontal provocada por la acumulación de placa bacteriana y que ocasiona inflamación, enrojecimiento y sangrado de la zona gingival. El principal factor por el que se origina es la mala higiene dental: no cepillarse correctamente, o hacerlo de forma agresiva, no utilizar hilo dental… Todo ello favorece la aparición de gingivitis. Periodontitis Se trata del estadio avanzado de la gingivitis, donde las bacterias han afectado no sólo a los tejidos blandos, sino también al hueso maxilar, poniendo en riesgo el sustento de los dientes. Este tipo de infección provoca síntomas como mal aliento, enrojecimiento o sangrado de encías, inflamación gingival, dolor, y movimiento de los dientes.   GINGIVITIS Tanto en el caso de la gingivitis como en el de la periodontitis crónica, el dolor de encías, aunque muy localizado, no suele presentarse de forma permanente. De hecho, lo más frecuente es que surja durante el cepillado o cuando comemos algo. De cualquiera de las maneras, el tratamiento para frenar la gingivitis y que no derive en una periodontitis es una limpieza profesional. Gracias a ella se eliminará la placa bacteriana acumulada y las encías irán desinflamándose hasta que, finalmente, remita el dolor gingival. Otros motivos por los que duelen las encías Además de las enfermedades periodontales como la gingivitis y periodontitis, existen otras causas por las que las encías pueden llegar a doler. Estas son algunas de ellas: Después de una profilaxis: después de una limpieza profesional donde el higienista tiene que raspar la zona de las encías para eliminar la placa bacteriana, es normal que las encías se inflamen y duelan. Tras un tratamiento de blanqueamiento dental: los productos que se utilizan durante una sesión de blanqueamiento dental pueden provocar sensibilidad dental. Cuando esto ocurre, el paciente siente un dolor localizado e intenso al contacto con alimentos o bebidas muy frías o calientes. Sin embargo, las molestias deberían desaparecer al separar los dientes y encías del estímulo externo. Cambios hormonales: aunque la gingivitis gestacional es de conocimiento general, el dolor de encías no va asociado únicamente al embarazo, sino a todos los cambios hormonales que sufren las mujeres. Por ejemplo, después del parto, antes de la menstruación… GINGIVITIS DURANTE EL EMBARAZO Después de la colocación de un implante: la intervención para la colocación de un implante es bastante invasiva por lo que es habitual que los días posteriores a la cirugía se sienta dolor en las encías cercanas al implante dental. Tras la extracción de un diente: es completamente normal sentir dolor en las encías que se encuentran alrededor del diente extraído. La exodoncia habrá producido una inflamación en las mismas y hasta que ésta remita pueden padecerse dolores. Después de someterse a una endodoncia: al igual que en los casos anteriores, al intervenir quirúrgicamente un diente, que en este caso ha sufrido una endodoncia, las encías que le rodean se ven afectadas por la manipulación realizada por el profesional y por lo tanto, pueden sufrir dolor e hinchazón de la zona gingival cercana. Encías retraídas: hay ocasiones en la que la retracción de encías se debe a un cepillado fuerte, en lugar de a una enfermedad periodontal. Cuando las encías retroceden hasta dejar la raíz del diente al descubierto, es posible sentir un fuerte dolor que irá asociado a la exposición del nervio ante estímulos externos. Diabetes: son muchos los estudios que demuestran la relación directa que existe entre esta patología y las enfermedades periodontales. Y ello se explica debido a que las personas que padecen  diabetes mellitus de tipo 2 sufren unas alteraciones en sus vasos sanguíneos que pueden impedir la adecuada circulación de la sangre en las encías. Dichos problemas circulatorios provocan inflamación y dolor en las mismas. Anemia: la falta de vitaminas propia de personas que padecen anemia también puede provocar problemas en la cavidad oral. Bruxismo: las personas bruxistas suelen padecer dolores de dientes y encías debido a la fricción que producen al rechinar los dientes. La dentición en bebés: se trata de una de las causas más comunes del dolor de encías en bebés. A partir de los 6 u 8 meses de edad los niños empiezan a sentir las encías inflamadas y sensibles. Sin embargo, esto es una consecuencia natural de su desarrollo. DENTICIÓN EN BEBÉS El uso de prótesis: sin una correcta higiene, es frecuente que se acumulen restos de comida entre la prótesis, por lo que puede producirse una inflamación por sarro. La toma de determinados medicamentos: algunos fármacos también pueden provocar que las encías se inflamen y duelan. El uso de ortodoncia: aparatos de ortodoncia como los brackets dificultan la limpieza dental y, por tanto, pueden favorecer la aparición de gingivitis por acumulación de sarro. El hábito de fumar: fumar aumenta la acumulación de la placa bacteriana, lo que hace que se desarrollen enfermedades periodontales con mayor facilidad. Dientes mal alineados: cuando existen malposiciones en los dientes es más común que se acumule el sarro alrededor de las piezas dentales. Si no se practica una buena higiene dental, esta situación puede derivar en una posible gingivitis. Dado que el dolor de encías puede deberse a algunas enfermedades que pueden llegar a ser graves (especialmente en el caso de la periodontitis) es importante determinar cuál de las anteriores puede ser la causa subyacente para poder así aplicar el tratamiento adecuado para la misma. Remedios para aliviar el dolor de encías Una vez que hemos diagnosticado dónde está nuestro problema, es momento de buscar la solución para calmar el dolor de encías. Cuando se trata de un dolor puntual no asociado a una patología

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