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Todas las claves sobre la extracción dental

Extraer una pieza dental es un proceso que conlleva una serie de cuidados y pautas a seguir. ¿Cuáles son? ¿Cuándo es necesario extraer un diente? La extracción del diente o exodoncia siempre es la última opción. En la clínica SanCal trabajamos para preservar la salud bucodental de los dientes naturales, porque son piezas únicas. Pero hay algunos casos en los que no se puede salvar una pieza muy afectada porque sus estructuras y tejidos internos están muy dañados. Las claves sobre la extracción dental Estas son las claves sobre el proceso de extraer un diente: ¿Cuándo es necesario extraer un diente? Como hemos indicado la extracción dental es siempre el último recurso. Pero existen diversas razones por las que el odontólogo decide que lo mejor es extraer el diente: Caries dental muy avanzada. El proceso de la caries va destruyendo de forma progresiva los soportes y nervios del diente. En sus últimas fases, el diente no se puede salvar ni regenerar por sí mismo y es necesario extraerlo. Lo mismo ocurre con las enfermedades periodontales: gingivitis y periodontitis. Falta de espacio. Antes de un tratamiento de ortodoncia se puede extraer alguna pieza dental. Esto ocurre en casos de apiñamiento dental severo. Al extraer la pieza se consigue el espacio necesario para que todos los dientes encajen bien alineados. Infecciones y golpes. Algunas infecciones y traumatismos provocan la rotura del diente, en parte o en su totalidad. En estos casos se intenta restaurar el diente con tratamientos como las carillas y coronas, pero no siempre es posible. ¿Cómo es el proceso? La extracción dental es una intervención quirúrgica que se realiza con anestesia local. Por tanto el proceso en sí es indoloro. Tras extraer la pieza, se puede cerrar la herida con puntos si es necesario. A partir de este punto es esencial seguir una serie de cuidados para una rápida recuperación. ¿Qué esperar tras una extracción dental? Durante los primeros días es normal sentir dolor intenso e inflamación de la zona intervenida. En estos días conviene extremar las precauciones al comer y cepillar los dientes. De hecho se recomienda evitar el contacto con la zona tratada para evitar infecciones y otras heridas, y seguir una dieta blanda. Para aliviar el dolor, el odontólogo puede recomendar algunos antiinflamatorios, además de aplicar hielo sobre la mejilla. Al cabo de unos días el dolor irá disminuyendo y poco a poco el paciente podrá hacer vida normal. Si pasados unos días el dolor persiste y además notas síntomas como fiebre y sangrado, acude cuanto antes a la consulta. Un seguimiento profesional será clave para una buena recuperación y una sonrisa sana.

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¿Cuál es el tratamiento para un flemón dental?

 El flemón o absceso dental es uno de los problemas bucales más comunes entre la población. De hecho, si has tenido la suerte de no padecerlo seguro que conoces a alguien que sí que lo ha sufrido. A pesar de la relativa frecuencia con la que se presenta, no deja de ser una de las afecciones más molestas y dolorosas para cualquier paciente. Dicho esto, ¿sabes cuáles son sus causas y qué debes hacer para evitar  que aparezca? ¿Qué es un flemón dental? Un flemón dental es una inflamación localizada en la encía producida por una infección bacteriana que se origina en un diente, accede a la pulpa y llega hasta su raíz. Cuando esto sucede, se forma un depósito de pus y se inflama el tejido blando de la zona. La importancia de eliminar la infección con un tratamiento odontológico adecuado reside en la capacidad de las bacterias de llegar hasta los huesos que soportan el diente. Lo más habitual es que el flemón tenga su origen en una caries no tratada, una periodontitis o un traumatismo. ¿Cuáles son sus causas? Las principales causas por las que puede aparecer un flemón son las siguientes: Caries no tratadas Enfermedad periodontal (periodontitis) Traumatismos que provocan la fractura del diente Para evitar la aparición de un absceso lo primero que debemos hacer es extremar nuestra higiene bucodental, lo que incluye el cepillado después de cada comida así como el uso de seda dental y enjuague. Además, es importante realizar visitas periódicas al dentista (una o dos veces al año) y estar atentos a cada señal que nos dé nuestra boca en forma de molestia o dolor. Ante cualquier indicio que tengamos, lo mejor es ser revisados por un profesional lo antes posible. Por ejemplo, es más sencillo y económico realizar un empaste que eliminar un flemón, ya que además de ser muy doloroso, suele conllevar un tratamiento farmacológico y una endodoncia.   COMO ES FLEMON DENTAL ¿Qué síntomas presenta un flemón? Aunque los síntomas pueden variar según la gravedad y el caso de cada persona, los más habituales son: Dolor intenso y punzante: normalmente aparece de forma repentina y puede manifestarse tanto en reposo como al morder o tocar la zona afectada Sensibilidad al ingerir bebidas o alimentos fríos o calientes Mal sabor de boca o halitosis Inflamación en la cara o las mejillas Malestar general Fiebre Dificultades al comer o abrir la boca ¿Qué tratamiento debo seguir? Si crees que tienes un flemón y padeces alguno de los síntomas anteriormente mencionados, lo más recomendable es que acudas a la consulta del odontólogo general lo antes posible. Te interesará »  Tengo infección de muela: ¿cómo la curo y qué complicaciones puede dar? Solamente de esta manera el profesional podrá determinar cuál es el origen del absceso y curar la infección mediante un tratamiento específico. De cualquier otra manera, no se eliminará definitivamente y volverá a aparecer reiteradamente. Lo más habitual es que el dentista actúe en dos fases para tratar el flemón: 1. En una primera consulta, el odontólogo receta antibióticos (para eliminar la infección) y antiinflamatorios (para quitar el dolor y la hinchazón) 2. En una segunda consulta, el dentista valora el efecto conseguido con el tratamiento pautado y determina si es necesario llevar a cabo un procedimiento adicional para tratar la causa que originó el flemón. En muchas ocasiones, es necesario realizar una endodoncia. Como puedes ver, el tratamiento para eliminar un flemón dental no es únicamente farmacológico sino que complementariamente se debe atacar la causa directa que provocó su aparición. Sin embargo, también es importante señalar que la infección debe haber remitido para cuando se realice dicho procedimiento adicional. Tratamiento para un flemón en la Clínica Dental SanCal Si necesitas tratamiento para un flemón dental puedes acudir a nuestra consulta para que valoremos tu caso. La Dra. Sánchez,  profesional especializada en Odontología General estudiará tu estado de salud bucodental y podrá poner solución al problema. Pide tu cita

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Tengo infección de muela: ¿cómo la curo y qué complicaciones puede dar?

Quienes lo han padecido, dicen que el dolor de muelas es uno de los peores dolores que se pueden padecer. Se caracteriza por ser especialmente intenso, persistente y punzante. Y, hasta que se cura, tiene un gran protagonismo en la vida de la persona que lo sufre. El dolor de muelas puede responder a diferentes motivos. Lo más frecuente es que se deba a la aparición de las muelas del juicio -también llamadas cordales- o a la existencia de una infección. En este artículo, vamos a centrarnos en el dolor de muelas a causa de una infección.  A su vez, las infecciones a las que hacemos referencia pueden producirse en cualquier molar, incluidas las muelas del juicio. ¿Por qué se infecta una muela? La infección de cualquiera de nuestras piezas dentales se debe a un problema bacterianoque puede tener, a su vez, diferentes causas: Caries Si la caries no se trata, avanza y se complica su pronóstico. Es decir, las bacterias penetran en el interior del diente (pulpa) y llegan, incluso, a afectar al nervio. En el caso de que se produzca la afectación del nervio, la solución para tratar una caries ya no es un empaste dental -que sería lo habitual- sino una endodoncia o tratamiento de conducto. Enfermedad periodontal (gingivitis y periodontitis) Cuando la gingivitis no se trata, se transforma en una periodontitis, que es una patología que requiere un tratamiento más complejo. Si, a su vez, no nos ponemos en manos de un odontólogo especializado en Periodoncia, la periodontitis avanzará. Dicha enfermedad dará lugar a la destrucción del hueso mandibular -que causa la pérdida de dientes- y a lo que conocemos como bolsas periodontales. Éstas son depósitos que se forman en las encías y se hacen cada vez más grandes para acumular mayor cantidad de bacterias. Traumatismo Cuando un diente se rompe o se astilla por un golpe, también se vuelve vulnerable ante las bacterias. Esto sucede porque en la pieza dental se crea una grieta o un orificio que permite la contaminación de agentes externos. Es decir, esta abertura facilita la entrada de bacterias.   Lesión con objeto punzante En ocasiones, se tiene la costumbre de utilizar palillos o de mordisquear bolígrafos. Sin embargo, este tipo de hábitos -a menudo inconscientes- pueden dañar la salud de la boca. Si nos hacemos una herida, la zona queda expuesta y las bacterias pueden entrar en contacto con nuestra cavidad oral. El tratamiento para curar una muela infectada suele pasar por eliminar la infección mediante antibióticos, realizar una endodoncia o recurrir a una extracción (si es una muela del juicio) ¿Cuáles son los síntomas una infección? La infección de una muela se manifiesta con un absceso (inflamación y acumulación de pus) en la zona donde se encuentra dicha pieza dental.   Unido a ello, la persona experimenta un dolor agudo, persistente y punzante. Pero, además de estas consecuencias, que son compartidas en todos los casos, las muelas infectadas dan lugar a los siguientes síntomas: Dolor al masticar Sangrado de encía Dolor de oído Sabor amargo en la boca Halitosis o mal aliento Fiebre Sensibilidad de los dientes al calor y/o al frío Dolor de garganta Inflamación de los ganglios del cuello Mandíbula inflamada (si es una muela de la arcada inferior) Mejilla inflamada (si es una muela de la arcada superior)   Tratamiento: ¿cómo curar la infección de muela? Los tratamientos para curar las infecciones pueden variar en función de cuál sea el origen de ésta. Sin embargo, el primer paso -una vez contamos con un diagnóstico- es siempre controlar la infección para evitar mayores complicaciones. Y, de esta manera, calmar el dolor ybajar la hinchazón. Para eliminar la infección es necesario el uso de antibióticos recetados por el dentista. En este punto, es necesario recordar que no se debe tomar un antibiótico, o ningún otro tipo de medicamento, sin que haya sido prescrito por un médico u odontólogo. Además de antibióticos, nuestro dentista nos puede pautar medicación analgésica y recomendar enjuagues bucales para calmar el dolor. Una vez que tenemos la infección controlada, en la mayoría de los casos será prioritario tratar de conservar el diente. Para ello, se puede recurrir a una endodoncia o tratamiento de conducto. En cambio, habrá otras ocasiones en las que recurramos a la extracción. Esto puede suceder porque el dentista determina que la muela no se puede salvar o porque la infección afecta a una muela del juicio. Dado que las muelas del juicio no desempeñan un papel relevante en nuestra boca, lo habitual cuando causan problemas es extraerlas. Remedios caseros: ¿qué es bueno utilizar? En algunas ocasiones, nos sentimos tentados de buscar a través de Internet remedios caseros para nuestras dolencias. Sin embargo, es importante saber que no es recomendable intentar solucionar la infección de muelas sin un tratamiento supervisado por un odontólogo. Algunos de los remedios naturales que puedes encontrar en Internet pueden ser colocar sobre la zona algo de lo siguiente: aspirina, clavo en especia, bolsas de té, agua oxigenada, bicarbonato o alcohol.   Si embargo, muchos de estos remedios caseros pueden quemar los tejidos blandos de la boca (encía, parte interna de la mejilla, interior del labio y zona del paladar) si se colocan directamente en el área donde se encuentra la muela infectada. La aspirina es, probablemente, uno de los remedios más conocidos. Sin embargo, es importante saber que este medicamento es ácido acetilsalicílico, por lo que su componente ácido es especialmente peligroso para dichos tejidos blandos. Por su parte, hay otros remedios naturales como las bolsas de té o el clavo que pueden aliviar el dolor momentáneamente pero no sirven para curar la muela infectada. Por tanto, el tratamiento debe ser siempre profesional. Y, en el caso de que recibas alguna recomendación sobre un remedio casero, nuestro consejo es que consultes su uso con tu dentista antes de probarlo.   Complicaciones: ¿qué puede desencadenar una muela infectada? Una vez mencionados los tratamientos con los que se cura la infección de muela, es importante saber que sea cual sea el procedimiento adecuado, éste debe llevarse a cabo cuanto antes. De esta manera, estaremos tratando de evitar peligros y futuras complicaciones. Y es que, las consecuencias más habituales que conlleva la infección de una pieza dental son las siguientes: Pérdida de la muela La pérdida de la pieza dental se produce debido a la destrucción que causan las bacterias en las encías y el hueso maxilar.

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Dolor de muelas ¿Por qué sucede?

El dolor de muelas –u odontalgia- es, junto con la caries, una de las afecciones dentales más comunes. Es un dolor intenso en la mandíbula, susceptible de extenderse a la zona del oído o la cabeza, que presenta picos de intensidad del dolor.Se trata de un dolor agudo que mina la capacidad de actuación de la persona que lo padece. ¿Cuáles son sus síntomas y qué posibles soluciones podemos encontrar a esta dolencia? Síntomas del dolor de muelas En un inicio, la odontalgia se manifiesta como una molestia localizada en la zona de la mandíbula que puede expandirse a otras partes del cuerpo tales como el oído o la cabeza. Generalmente, se ve acompañada de una hinchazón de la zona y sangrado de las encías. El dolor de muelas suele ir asociado a otros síntomas tales como un aumento de la sensibilidad dental, por lo que se vuelve especialmente agudo a la hora de comer o beber sustancias frías o calientes, o estado febril en caso de que, además, exista infección. Este malestar puede tener causas diversas que pueden oscilar entre una caries que no ha sido tratada a tiempo a problemas en otros órganos, tales como el oído, que irradian dolor en la boca. ¿Qué causa el dolor de muelas? Si bien la causa más frecuente del dolor de muelas responde a la presencia de una caries en los molares, podemos distinguir diferentes posibles causantes de este malestar: Presencia de una caries, generalmente debido a una higiene bucodental deficiente. En caso de que la caries no sea tratada, se puede generar un absceso y dañar la pulpa dental –el nervio tendrá contacto directo con la comida, provocando un dolor muy agudo-. Existencia de una enfermedad periodontal como la gingivitis o la periodontitis, que daña los tejidos de soporte de la boca –hueso y encías-. En casos de periodontitis avanzada, los daños son mayores: puede surgir la movilidad dentaria e incluso provocar la pérdida de la pieza dental. Traumatismo dental, generalmente provocado por un golpe violento. En función de la gravedad del accidente puede provocar una fisura dental o, incluso, la pérdida de uno o varios dientes. Bruxismo: en muchas ocasiones, el estrés afecta también a nuestra salud bucodental. Los pacientes con bruxismo chocan los maxilares superior e inferior de manera involuntaria, generalmente en épocas de picos de estrés y durante las horas de sueño. Estos choques provoca una mayor tensión en la articulación temporomandibular y genera dolor de muelas. El crecimiento de un diente dentro del tejido –diente retenido-. La inflamación de zonas que se encuentran conectadas a la boca, lo cual provoca molestias en las muelas por dolor irradiado. Un ejemplo de ello sería la sinusitis: una infección de los senos paranasales que, por proximidad con respecto a las raíces de los dientes del maxilar superior, puede generar molestias en las piezas dentales. ¿Qué debo hacer para aliviar el dolor de muelas? La primera opción es paliar momentáneamente el dolor mediante la ingesta de analgésicos o antiinflamatorios. Además, podemos recurrir a varios remedios caseros que pueden ayudar a minar el dolor de manera puntual: Evitar la ingesta de bebidas y comidas muy frías o calientes, así como de alimentos con alto contenido de azúcares. Aplicar frío en la parte exterior de la zona afectada, así como evitar la presión sobre la misma. Enjuagues con agua tibia y sal. Prácticas popularmente extendidas tales como como la colocación de una aspirina u otro analgésico directamente sobre el tejido de la zona afectada o hacer enjuagues con agua oxigenada pueden empeorar nuestro diagnóstico. ¿Debo ir al dentista si tengo dolor de muelas? Siempre que presentemos dolor de muelas, podemos aliviar momentáneamente el dolor con analgésicos. En el caso de que el dolor persista más de uno o dos días, tengamos fiebre o el dolor irradie a otra zona del cuerpo como el oído o la cabeza, debemos acudir al médico. El especialista valorará la causa de la molestia y, en función de su causa, pautará el tratamiento más adecuado. Si el dolor viene determinado por la presencia de una caries, bastará con eliminar la superficie cariada con un empaste. En los casos de caries profundas que hayan dañado el tejido pulpar se deberá llevar a cabo una endodoncia, que consiste en la extracción del mismo y el posterior sellado del conducto. Siempre que exista una infección, antes de iniciar un tratamiento deberemos atajarla con el suministro de antibióticos. Aquellos pacientes cuyo dolor venga motivado por otra causa como puede ser el bruxismo, en cuyo caso se pautará la utilización de una férula de descarga. En el caso de enfermedades periodontales se iniciará un tratamiento destinado devolver la boca a su estado inicial de salud en aquellos pacientes con gingivitis, o a frenar su avance, en el caso de aquellos que padezcan periodontitis. ¿Cómo prevenir el dolor de muelas? Si bien es cierto que hay ocasiones en las que no podemos evitar el dolor, tal y como es el caso de la molestia provocada por la erupción de los molares, hay otras en las que sí se podría haber prevenido. Por un lado, el hecho de seguir una dieta equilibrada con bajo contenido en azúcaresfavorece la prevención de caries -una de las principales causas del dolor de muelas-. Por otro, debemos incluir unas pautas de higiene oral exhaustivas. En este caso, no basta con cepillarse los dientes después de cada comida, si no que debemos completar nuestra rutina diaria de higiene con el uso de hilo dental –o de un irrigador bucal, especialmente recomendado en casos de ortodoncia- para eliminar los restos de comida que no hemos sido capaces de retirar con el cepillo, o enjuagarnos la boca con colutorio para eliminar la placa. Acude al especialista en caso de que sientas molestia en los molares para que examine tu boca y determine la causa del problema, y recuerda que unas pautas de higiene adecuadas y una dieta equilibrada previenen esta dolencia.

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Sinusitis maxilar: ¿cuáles son sus síntomas y cómo se cura?

La sinusitis maxilar es un motivo de consulta habitual entre las personas que acuden a un médico de atención primaria. Esto se debe fundamentalmente a que la causa más común de dicha patología es el resfriado común, el cual es, a su vez, la enfermedad más frecuente de todas las que existen. Dada la prevalencia que tiene entre la población, en este artículo vamos a aclarar qué es la sinusitis maxilar, cuáles son sus síntomas y cómo se cura. ¿Qué es la sinusitis maxilar? La sinusitis maxilar es la inflamación -y obstrucción- de los senos paranasales, que son un conjunto de cavidades comunicadas con las fosas nasales. Aunque ya hemos mencionado que la causa más frecuente de dicha inflamación es el clásico resfriado ocasionado por un virus, el origen también se puede producir debido a bacteria, un hongo o una alergia. Lo que le sucede a una persona que padece sinusitis maxilar es que el aire no pasa con normalidad a través de los senos, ya que las cavidades se bloquean. Esto genera molestias e impide respirar correctamente. La sinusitis maxilar se cura mediante antibióticos o, si éstos no hacen efecto, incluso con cirugía ¿Qué son los senos paranasales? Los senos paranasales son unas cavidades que se encuentran en la cara. Son ocho en total y se sitúan cuatro a cada lado de la nariz. Dichos senos están, a su vez, formados por el seno frontal, el seno etmoidal, el seno maxilar y el seno esfenoidal. Estas cavidades tienen una gran importancia en nuestro organismo ya que son fundamentales a la hora de respirar, hablar u oler.  SENOS PARANASALES EN LA CARA ¿Cuáles son los síntomas de la sinusitis maxilar? Los síntomas más comunes que presenta la sinusitis maxilar son los siguientes. Éstos varían, a su vez, en función de lo avanzada que se encuentre la patología, siendo la fiebre uno de los signos más alarmantes. Secreción y obstrucción nasal Dolor facial Tos Malestar general Fatiga Dolor de cabeza Disminución del sentido del olfato Fiebre ¿Cómo se realiza el diagnóstico? Si bien los signos de la sinusitis maxilar son bastante claros, sí es cierto que para confirmar el diagnóstico -y seguir un tratamiento adecuado- es necesario acudir a nuestro médico. Esta visita debe realizarse si observamos lo siguiente: Los síntomas descritos duran más de una semana o se agravan con el paso de los días Se padece fiebre o un fuerte dolor de cabeza Una vez que acudamos a la consulta del médico, éste realizará un examen clínico que incluye, entre otros, un estudio de los senos paranasales y pruebas radiográficas. Una vez que se ha diagnosticado la patología, la sinusitis maxilar se puede clasificar en: Aguda: puede durar hasta cuatro semanas. La sinusitis aguda se caracteriza por presentar síntomas durante el tiempo mencionado. Posteriormente, se restablece la normalidad y la persona no vuelve a mostrar sintomatología. Crónica: al contrario de lo que ocurre en el caso anterior, la sintomatología persiste en el tiempo y dura más de tres meses. Además, en la sinusitis crónica los episodios se repiten. RESFRIADO CAUSA SINUSITIS Tratamiento: ¿cómo se cura la sinusitis maxilar? Como ya hemos indicado, lo más recomendable es acudir a la consulta de nuestro médico. En este punto, es importante destacar que no existe ningún tratamiento natural o remedio casero que se pueda llevar a cabo para curar la sinusitis maxilar. Esto se debe a que es necesario tomar antibiótico -recetado por un médico, en este caso- durante unos días para curar la infección y prevenir complicaciones. Sin embargo, si tras la toma de antibiótico la sinusitis no ha desaparecido, habrá que extraer el pus y limpiar la zona mediante cirugía.  MEDICAMENTO PARA SINUSITIS MAXILAR ¿Cómo prevenir esta afección? Aunque no está en nuestra mano impedir completamente la aparición de la sinusitis maxilar, sí podemos ofrecerte algunos consejos para disminuir las posibilidades de padecerla: Bebe mucho líquido (agua fundamentalmente) Utiliza un humidificador por la noche Evita el humo del tabaco o los espacios con mucha contaminación Si sufres una infección en las vías respiratorias, administra medicamentos descongestionantes Si tienes alergia, toma la medicación en cuanto adviertas los primeros síntomas Aunque, como es lógico, lo mejor es prevenir la sinusitis y que ni siquiera aparezca, lo cierto es que atajarla antes de que presente mayores complicaciones es fundamental para que el pronóstico sea más favorable. Por tanto, si estás varios días con la sintomatología descrita, no te lo pienses y acude a tu médico cuanto antes.

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Primeros dientes del bebé: Mitos a desmentir

Todos sabemos que los primeros dientes del bebé , más allá de ser una ilusión a la vez que un dolor de cabeza para los padres, son muy importantes. Cuidar estos pequeños dientes será fundamental para evitar patologías como la caries de leche; perder estos dientes puede suponer complicaciones para la dentadura definitiva en un futuro. Los primeros dientes constan de 20 piezas. Estos son los conocidos dientes de leche. Cuidar de ellos es fundamental incluso antes de que salgan, mediante la correcta limpieza de la boca de los pequeños. Si bien todos sabemos que los primeros dientes suelen molestar mucho a los niños cuando esta sale, debemos saber que hay ciertos mitos que desmentir. Mitos acerca de los primeros dientes de leche Hay que saber que el desarrollo de los dientes será diferente en cada niño. Muchos factores influyen, un buen ejemplo de esto es la herencia genética, pero no se queda aquí. También hay que tener en cuenta la alimentación y el tipo de higiene que estamos siguiendo. Pasemos ahora a hablar acerca de los mitos con los que nos encontramos más frecuentemente respecto a los dientes de leche de los más pequeños: Los niños pierden el hambre cuando les salen los dientes de leche No es que los niños pierdan el apetito mientras les salen los dientes, sino que sencillamente el dolor que sienten hace que eviten el masticar e ingerir, debido a las molestias que están sufriendo, lo que hace que rechacen ciertos alimentos. Podemos optar por ofrecer alimentos blandos o líquidos, siempre evitando abusar del azúcar. Los dientes de los niños salen a los 6 meses Como decíamos antes cada niño es distinto, por lo que dependerá de sus factores particulares cuando comenzará a desarrollar la dentición. Lo normal es que esto ocurra a partir de los seis meses, pero en ningún caso debe ser constatado como un hecho fehaciente. Sí que es recomendable que nuestro odontopediatra de confianza realice una revisión del pequeño si no ha desarrollado los dientes a partir de los 18 meses. La erupción de los dientes debe seguir un patrón Si bien existe un orden, no significa que los dientes de todos los niños vayan a erupcionar de la misma manera. Es recomendable que el odontopediatra realice un seguimiento de la erupción de la dentición para que valore que todo está correcto. Si lo está, no hay nada más que temer. Cuida los dientes de tu bebé, incluso antes de que le salgan Mientras los dientes están saliendo, el bebé sufrirá mocos, fiebre y babeo Si bien es normal ver como el bebé babea de forma notoria mientras sus primeros dientes están saliendo, no es tan normal que moquee. Un aumento muy ligero de la temperatura también es plausible, pero si el niño tiene fiebre puede ser debido a una debilitación del sistema inmunitario. Ante la duda, mejor consultar con el pediatra. La erupción dental causa diarrea Como ocurre con los mocos y la fiebre, la diarrea en el bebé no tiene por qué tener relación alguna con la erupción dental. Puede ser motivada por reacciones alérgicas, por problemas digestivos… Nuevamente, el pediatra será la opción más recomendable. Puedes darle fármacos al bebé para recudir el dolor Está completamente desaconsejado el uso de fármacos para aliviar este tipo de dolores en los niños. Sólo adormeceremos un tiempo las encías, y no podemos tener permanentemente medicado al niño. Podemos usar remedios inocuos como los mordedores fríos. No hay que tocar la boca mientras le salen los dientes Esta creencia es directamente perjudicial. De hecho, debemos limpiar su boca con frecuencia, ya que de lo contrario pueden haber consecuencias muy problemáticas para el correcto desarrollo de los dientes de leche. Es recomendable que limpiemos la boquita con mucha delicadeza y evitemos presionar las zonas inflamadas. El odontopediatra juega un papel fundamental Como vemos hay mitos que realmente no tienen justificación alguna, y que aunque podemos tratar de seguirlos con la mejor de nuestras intenciones en realidad estaremos consiguiendo un efecto contraproducente. Ante la duda, la mejor solución siempre pasa por preguntar a nuestro dentista de confianza. Él será el encargado de arrojar luz ante nuestras inquietudes y nos brindará todo el apoyo que necesitamos para asegurarnos de estar haciendo un buen trabajo con los más pequeños de la casa. Asimismo, una revisión periódica para que el odontopediatra determine que estamos cuidando bien los primeros dientes de los niños será fundamental para asegurarnos de que no sólo su boca está libre de enfermedades, sino que también el desarrollo que está llevando es el correcto.

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Dolor en la erupción dental

Cuando nace el primer diente del bebé las molestias más frecuentes son el dolor provocado por la erupción dental, el enrojecimiento de las encias, un babeo más abundante, la perdida de las ganas de comer y unas décimas de fiebre. Se debe limpiar con una gasa humedecida el primer diente y también la zona sin dientes. Las molestias de la erupción dental en el bebe pueden ser aliviadas lavando la boca de 2 a 3 veces al día con una gasa mojada y para comer le puedes dar líquidos y alimentos fríos que alivian un poco las molestias. Molestias del bebé con la erupción dental Desde el momento en que hace aparición el primer diente del niño, la madre con un trozo de gasa enrollado en el dedo y a la vez limpiarle la lengua. El bebé con la erupción dental del primer diente puede tener un enrojecimiento e hinchazón de la mucosa que recubre el diente. Suele estar irritable, tener un babeo más abundante, ciclos del sueño alterados, no quiere comer y tener unas décimas de fiebre. Es frecuente que el bebé tenga una irritación en la zona de donde sale el diente y quiera frotarse la encía con los dedos El niño con la aparición de este primer diente el bebé esta inquieto, pero es muy importante tener en cuenta que la erupción de los dientes no provoca diarreas, fiebre o vómito. Si su bebé además tiene estos síntomas o algún otro trastorno de salud debe llevarlo al médico. En esta edad es frecuente las enfermedades infecciosas en los niños que ya acuden a la guardería y pueden presentar los mismos síntomas que relacionamos con el dentista, por lo que insistimos que lo lleve al médico. Cuidados con la erupción del primer diente Particularmente aconsejo realizar la higiene dental de los primeros dientes del bebé a la hora del baño al mismo tiempo que realiza la higiene del cuerpo. Usted puede humedecer un poco de gasa y enrollándola en su dedo limpiar el primer diente y las encías aún antes de que salgan los dientes y empiece la erupción dental. El bebé no entiende lo que le pasa o porque le duele el diente, por ello lo más importante es que sienta que sus padres estén a su lado confortándolo. ¿Cuándo sale el primer diente? La erupción dental del primer diente suele empezar sobre los 6 meses. Sin embargo, a algunos bebés le puede salir su primer diente a los 3 meses y otros al año. Antes de los dos años está contraindicado el uso de dentífricos< porque los niños las tragan. La higiene se hace solamente con agua. Los primeros dientes del bebé erupcionan a lo largo del primer año de vida, generalmente a partir de los 6 meses, y la dentición estará completa entre dos y medio a tres años.  

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