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endodoncia

Estética dental

Diferencias de coronas dentales de zirconio y porcelana

La corona dental es la parte visible del diente, un implante o un puente dental, se puede colocar por varios motivos; para proteger al diente, si el diente está dañado (roto, con caries, desgastado…), manchado o por otros motivos estéticos. Mucho sabemos acerca de las ventajas que las coronas dentales traen, tanto para nuestra salud como para la estética de nuestra boca. Sin embargo, el hecho de que su uso esté hoy tan difundido, ha ocasionado que existan muchos tipos diferentes de coronas dentales. Coronas dentales, ¿de qué material? Muchos son los motivos que nos pueden llevar a requerir de la aplicación de coronas dentales. Ya sea que el diente esté dañado o que necesitemos utilizarlas luego de un procedimiento de endodoncia, se trata de uno de los tratamientos más frecuentes. Por esto, es importante que conozcamos las diferencias entre los distintos estilos de coronas dentales que podemos llegar a encontrar. Dos están en el centro de nuestra atención hoy y vamos a hablar al respecto.   Las coronas dentales de porcelana  La primera característica que podemos destacar acerca de las coronas dentales de porcelana – también conocidas como coronas dentales de cerámica – tiene que ver con su valor estético. Se trata del estilo que más fácil se asemeja al color de los dientes blancos naturales. Dentro de las principales ventajas de estas, podemos destacar las siguientes: Debido a que no están fabricadas a base de ningún tipo de metal, no generan coloración grisácea en el área de las encías con el paso del tiempo. Ofrece uno de los mejores resultados estéticos, debido a que se asemeja a la perfección a los dientes naturales, logrando que no se note posteriormente la diferencia entre el diente tratado con corona y los demás. No generan tipo alguno de alergia y son altamente biocompatibles. Por su parte, no todo son beneficios con este estilo. Dentro de sus desventajas, podríamos destacar, principalmente, su resistencia. A diferencia de las coronas dentales de materiales más duros como el metal, éstas son un tanto más proclives a romperse si se presentan golpes fuertes en la zona de la boca. El zirconio en las coronas dentales Siendo su uso relativamente nuevo, este material es el que ha permitido a muchos especialistas diseñar coronas dentales sin necesidad de acudir a las aleaciones de metal. Se trata, en este sentido, de uno de los materiales más innovadores en lo que a coronas dentales refiere. Entre sus ventajas, podemos hablar de las siguientes: Se trata de un material íntegramente blanco y traslúcido, lo que brinda un aspecto mucho más natural, permitiendo que la luz pase a través del diente. Su superficie lisa limita considerablemente la adhesión de las bacterias a la dentadura. Reducen las sensaciones de sensibilidad ante las diferentes temperaturas de los alimentos y las bebidas. Son mucho más resistentes que las coronas dentales fabricadas en base a 100% porcelana o cerámica, pero sin necesidad de acudir al metal. Al igual que en el caso anterior, éstas no generan coloración grisácea en las encías con el paso del tiempo.     Diferencias entre coronas porcelana 100% y Zirconio El zirconio a diferencia de la porcelana 100%, permite aumentar la resistencia hasta el punto de poder igualarse a las coronas de metal-cerámica. El zirconio puede igualarse al color y traslucidez exacto de un diente natural, en cambio las coronas de porcelana pura son trasparentes y no pueden reemplazar los dientes oscuros con una tonalidad gris. Ambos tipos de coronas, tanto 100% porcelana como zirconio, al no tener estructura metálica debajo, nunca se verán bordes grises en el caso que la encía se retraiga con el paso del tiempo.

Cultura y curiosidades, Prevención

¿Cuál es el tratamiento para un flemón dental?

 El flemón o absceso dental es uno de los problemas bucales más comunes entre la población. De hecho, si has tenido la suerte de no padecerlo seguro que conoces a alguien que sí que lo ha sufrido. A pesar de la relativa frecuencia con la que se presenta, no deja de ser una de las afecciones más molestas y dolorosas para cualquier paciente. Dicho esto, ¿sabes cuáles son sus causas y qué debes hacer para evitar  que aparezca? ¿Qué es un flemón dental? Un flemón dental es una inflamación localizada en la encía producida por una infección bacteriana que se origina en un diente, accede a la pulpa y llega hasta su raíz. Cuando esto sucede, se forma un depósito de pus y se inflama el tejido blando de la zona. La importancia de eliminar la infección con un tratamiento odontológico adecuado reside en la capacidad de las bacterias de llegar hasta los huesos que soportan el diente. Lo más habitual es que el flemón tenga su origen en una caries no tratada, una periodontitis o un traumatismo. ¿Cuáles son sus causas? Las principales causas por las que puede aparecer un flemón son las siguientes: Caries no tratadas Enfermedad periodontal (periodontitis) Traumatismos que provocan la fractura del diente Para evitar la aparición de un absceso lo primero que debemos hacer es extremar nuestra higiene bucodental, lo que incluye el cepillado después de cada comida así como el uso de seda dental y enjuague. Además, es importante realizar visitas periódicas al dentista (una o dos veces al año) y estar atentos a cada señal que nos dé nuestra boca en forma de molestia o dolor. Ante cualquier indicio que tengamos, lo mejor es ser revisados por un profesional lo antes posible. Por ejemplo, es más sencillo y económico realizar un empaste que eliminar un flemón, ya que además de ser muy doloroso, suele conllevar un tratamiento farmacológico y una endodoncia.   COMO ES FLEMON DENTAL ¿Qué síntomas presenta un flemón? Aunque los síntomas pueden variar según la gravedad y el caso de cada persona, los más habituales son: Dolor intenso y punzante: normalmente aparece de forma repentina y puede manifestarse tanto en reposo como al morder o tocar la zona afectada Sensibilidad al ingerir bebidas o alimentos fríos o calientes Mal sabor de boca o halitosis Inflamación en la cara o las mejillas Malestar general Fiebre Dificultades al comer o abrir la boca ¿Qué tratamiento debo seguir? Si crees que tienes un flemón y padeces alguno de los síntomas anteriormente mencionados, lo más recomendable es que acudas a la consulta del odontólogo general lo antes posible. Te interesará »  Tengo infección de muela: ¿cómo la curo y qué complicaciones puede dar? Solamente de esta manera el profesional podrá determinar cuál es el origen del absceso y curar la infección mediante un tratamiento específico. De cualquier otra manera, no se eliminará definitivamente y volverá a aparecer reiteradamente. Lo más habitual es que el dentista actúe en dos fases para tratar el flemón: 1. En una primera consulta, el odontólogo receta antibióticos (para eliminar la infección) y antiinflamatorios (para quitar el dolor y la hinchazón) 2. En una segunda consulta, el dentista valora el efecto conseguido con el tratamiento pautado y determina si es necesario llevar a cabo un procedimiento adicional para tratar la causa que originó el flemón. En muchas ocasiones, es necesario realizar una endodoncia. Como puedes ver, el tratamiento para eliminar un flemón dental no es únicamente farmacológico sino que complementariamente se debe atacar la causa directa que provocó su aparición. Sin embargo, también es importante señalar que la infección debe haber remitido para cuando se realice dicho procedimiento adicional. Tratamiento para un flemón en la Clínica Dental SanCal Si necesitas tratamiento para un flemón dental puedes acudir a nuestra consulta para que valoremos tu caso. La Dra. Sánchez,  profesional especializada en Odontología General estudiará tu estado de salud bucodental y podrá poner solución al problema. Pide tu cita

cirugía e implantes, Estética dental, Ortodoncia

Tengo una corona dental, ¿puedo llevar ortodoncia?

Las coronas dentales –popularmente conocidas como “fundas”- mejoran la estética de tu sonrisa y devuelven a las piezas dentales su función masticatoria, pero ¿suponen algún impedimento a la hora de iniciar un tratamiento de ortodoncia?  ¿Qué es una corona dental? Las coronas dentales son prótesis fijas que sustituyen una pieza dental. Éstas se realizan a medida y a imagen y semejanza de la pieza a la que sustituyen. Imitan, por lo tanto, el color y la forma de la misma para obtener el resultado más estético posible. Pueden ir colocadas bien sobre una pieza dental que ha sufrido cierto deterioro, o bien sobre un implante. ¿En qué casos está recomendada la colocación de una corona dental? La colocación de una corona sobre un diente natural supone cierto tallado del mismo, y los profesionales la recomiendan en los siguientes casos: Dientes afectados por caries que han sufrido la pérdida de parte de la estructura dentaria y que no pueden ser reparados mediante un tratamiento de conducto. Dientes desvitalizados que, en caso de no ser cubiertos por una corona, pueden sufrir una fractura en cualquier momento. Dientes cuyo esmalte se ha visto debilitado y presenta tonalidades amarillentas o grisáceas que no favorecen la estética de la sonrisa. Por otra parte, la corona puede ir colocada sobre un implante para sustituir una pieza dental que se ha perdido de manera definitiva. La colocación de un implante supone un periodo de osteointegración durante el cual deben cicatrizar tanto el tejido como el hueso maxilar. Una vez se ha producido la osteointegración con éxito se procederá a la colocación de la corona, que puede ir bien cementada sobre un muñón artificial o atornillada sobre el implante. ¿Qué beneficios tienen las coronas dentales? La colocación de una corona dental supone una serie de ventajas para nuestra funcionalidad y estética bucodental. Entre ellas, destacamos las siguientes: Mejora la estética de nuestra sonrisa, recubriendo tanto los dientes con problemas de tinción como sustituyendo aquellas piezas que hemos perdido. Protege los dientes dañados o debilitados de una posible fractura y recupera su función masticatoria. Permite la sujeción de puentes dentales, al servir de soporte para la colocación de coronas triples. ¿Qué tipos de coronas dentales hay? Existe una gran variedad de coronas, ya no tanto por la cantidad de piezas que sustituyen, sino también por los materiales en los que están confeccionadas. Las más empleadas han sido las de metal-cerámica o porcelana, dados los buenos resultados estéticos y funcionales. Sin embargo, en los últimos años han tenido un auge especialmente significativo las fabricadas en zirconio. El zirconio es un material de gran resistencia –sólo supera su dureza el diamante- que permite una fabricación mucho más estética de la prótesis. Tengo una corona dental, ¿puedo llevar ortodoncia? Siempre que se goce de buena salud bucodental, la colocación de una o varias coronas dentales no supone ningún impedimento a la hora de iniciar un tratamiento de ortodoncia. Sin embargo, la manera de abordar un tratamiento de ortodoncia con coronas sobre dientes es diferente con respecto a la manera de hacerlo en un proceso con coronas sobre implantes. Las coronas dentales no suponen ningún impedimento para mejorar la estética y la funcionalidad de tu sonrisa Ortodoncia con corona sobre diente natural La presencia de coronas sobre dientes no debe suponer ninguna complicación en un tratamiento de ortodoncia, siempre y cuando esté bien colocada. La pieza dental que lleve la prótesis realizará los movimientos pautados comportándose de la misma manera que los demás dientes. Eso sí, debemos tener en cuenta que los productos empleados para adherir los brackets a la superficie de la prótesis deben ser diferentes. Ortodoncia con corona sobre implantes Antes de iniciar cualquier tratamiento de ortodoncia en pacientes que lleven implantes –o que precisen de ellos- es necesario hacer una revisión bucal para, en primer lugar, poner la boca en salud. Los tratamientos de ortodoncia en pacientes con enfermedades periodontales que no han sido debidamente atajadas aceleran los procesos de pérdida de hueso y tejido. Por ello, deben ser abordadas adecuadamente mediante tratamientos periodontales. Los tratamientos de ortodoncia también están recomendados para aquellas personas que llevan coronas sobre implantes, ya sean atornilladas o cementadas. Una vez el implante ha sido colocado y se ha producido la osteointegración, éste no se puede desplazar. Se hace indispensable, por lo tanto, una buena planificación del tratamiento por parte del profesional que vaya a llevarlo a cabo. Teniendo este aspecto en cuenta, la decisión sobre cómo proceder con el tratamiento vendrá determinada por una serie de factores: En el caso de que la persona precise la colocación de un implante pero ésta no se haya llevado a cabo, se puede emplear el hueco que ha dejado la ausencia de esa pieza dental para solucionar problemas graves de apiñamiento, colocando en la posición correcta las demás piezas dentales. Esta decisión se tomará no sólo en función de la severidad del apiñamiento dental, sino también de la pieza que falte.En casos de apiñamiento leve en los que no se necesite ganar demasiado espacio, o de la falta de una pieza dental cuya sustitución resulte antiestética, esperaremos a la fase final para colocar el implante. De esta manera, su colocación se realizará, sin riesgos, en la posición adecuada. En caso de que el implante ya haya sido colocado, podemos apoyarnos en el mismo a la hora de colocar los demás dientes en la arcada. Es decir: el implante nos puede servir como punto de anclaje.Hay que tener en cuenta que la corona de este implante es susceptible de cambio una vez haya finalizado el tratamiento de ortodoncia, pues puede no encajar bien la forma que tenía en un inicio una vez los demás dientes han adoptado su posición final. ¿Qué tratamiento de ortodoncia es el más adecuado si llevas una corona dental? Si bien una persona que lleve coronas dentales puede elegir cualquier tratamiento de ortodoncia en función de sus prioridades –estéticas, económicas…-, está especialmente recomendado un tratamiento de ortodoncia a base de férulas invisibles –Invisalign-. Con los alineadores, no es necesario adherir los brackets a las piezas dentales sobre las que se ha colocado la corona dental. Aunque

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¿Sabes cuál es la enfermedad bucodental más común y cómo prevenirla?

Al igual que ocurre con otras partes de nuestro cuerpo, debemos proporcionar a la boca unos cuidados específicos con el objetivo de mantener unos dientes y encías sanos de por vida. Sin embargo, también es verdad que hay determinadas enfermedades que tienen una gran prevalencia entre la población y tienen más posibilidades que otras de aparecer en algún momento de nuestra vida. Este es el caso de la caries: no solamente es el problema bucodental más común, sino que además es la segunda enfermedad más habitual en España, por detrás del resfriado.   ¿Cuáles son las enfermedades bucodentales más comunes? 1. Caries Como acabamos de mencionar, de todas las enfermedades que comprometen nuestra salud en general, la caries es la segunda más común.  Se estima que afecta al 90% de la población mundial, por lo que es probable que la padezcas o hayas padecido. En la mayoría de ocasiones, la caries aparece en niños y adultos jóvenes, aunque puede desarrollarse a cualquier edad. El origen de la caries está en la destrucción de tejidos del diente, que tiene lugar como consecuencia de diferentes factores. Estos desencadenantes están relacionados fundamentalmente con los hábitos de higiene y nutrición: acumulación de placa bacteriana, consumo de azúcares y ácidos presentes en muchos alimentos y bebidas, higiene bucodental deficiente… Además, hay algunas personas que tienen mayor predisposición genética a padecer caries. Sin embargo, éste es un factor que influye en menor medida. De la misma manera que la enfermedad aparece de manera muy frecuente, el tratamiento para combatirla es sencillo: el empaste u obturación. Este procedimiento consiste en limpiar la cavidad del diente en el que se encuentra la caries para posteriormente rellenarla con composite. Dicho esto, es muy importante tratar la caries cuando muestra sus primeros síntomas: dolor o molestias en los dientes, especialmente al ingerir alimentos y bebidas dulces así como muy calientes o frías. Si la caries se deja avanzar, dañará más el diente y requerirá una endodoncia, que es un tratamiento más complejo que el empaste u obturación. Y, si no se trata, a la larga provoca la pérdida de dientes. No hay que olvidar que la caries es la primera causa de pérdida prematura de dientes en personas jóvenes. La caries es la enfermedad bucodental más común y la primera causa de pérdida prematura de dientes. 2. Gingivitis Al igual que en el caso de la caries, la higiene juega un papel fundamental en la aparición de la gingivitis. La gingivitis se caracteriza por la inflamación y el sangrado de las encías provocados por las bacterias que se desarrollan debido a la acumulación de placa bacteriana.     INFLAMACIÓN Y SANGRADO DE ENCÍAS Los síntomas que provoca esta enfermedad son, por tanto, muy claros. El sangrado que aparece durante el cepillado es la primera señal de alarma. Si te sucede, visita a tu dentista lo antes posible, ya que si la gingivitis es tratada a tiempo, es muy fácil de combatir. Su tratamiento consiste fundamentalmente en una limpieza bucodental profesional y en extremar las técnicas de higiene en casa. Sin embargo, si no se trata a tiempo, a la larga comienza a afectar al hueso y deriva en una periodontitis. Tal y como explicaremos en el punto siguiente, esta enfermedad bucodental es mucho más compleja. Como muestra de la prevalencia de la gingivitis entre la población, se estima que en España solamente el 14.8% de los adultos de entre 35 y 44 años tiene las encías sanas. Por su parte, el 59,8% tendría gingivitis y el 25,4% periodontitis. En individuos mayores de 65 años, el porcentaje de encías sanas es aún menor: 10,3%. El resto tiene una enfermedad periodontal: 51,6% tendría gingivitis y el 38% tendría periodontitis.   3. Periodontitis Tanto a la gingivitis como a la periodontitis se les conoce con el nombre de enfermedades periodontales. Como ya hemos mencionado en el punto anterior, la periodontitis es la consecuencia de una gingivitis que no ha sido tratada correctamente.     GINGIVITIS VS PERIODONTITIS Aunque la periodontitis también se puede curar, su tratamiento es más complejo que el de la gingivitis. Éste requiere, entre otros, mediciones para comprobar la profundidad del sarro acumulado en las encías, análisis microbiológico, raspado y alisado radicular, etc. Es precisamente por la mayor complejidad del tratamiento por lo que se recomienda acudir a un periodoncista nada más advertir los primeros síntomas de la gingivitis (inflamación y sangrado de las encías). Si se deja progresar la enfermedad, las bacterias causarán cada vez un daño más profundo y llegarán al hueso, que no hay que olvidar que actúa como soporte del diente. De esta manera, aparecerán otras señales de alarma: mal aliento, recesión de encías, aparición de triángulos negros entre los dientes, movilidad de piezas dentales… Todo esto llevará a consecuencias irreversibles: si se causa un daño progresivo en el hueso que soporta el diente, a la larga se producirá la pérdida de dientes.   4. Cáncer bucal El cáncer oral o bucal se produce con mayor frecuencia en los labios y la lengua. Sin embargo, también desarrollarse dentro de la boca y comprometer las encías, el paladar y la garganta. Aunque cualquier persona (de cualquier edad y sexo) puede padecer cáncer oral, éste afecta en mayor medida a los hombres mayores de 40 años. Bien es cierto que la genética juega un papel esencial en el desarrollo del cáncer. Sin embargo, existen otros factores de riesgo muy importantes. Estos son el tabaquismo y el alcohol. Como en cualquier otra enfermedad, la detección temprana es fundamental en el éxito del tratamiento. Por eso, es importante saber identificar los primeros síntomas y acudir a revisiones regulares con el dentista. Dichos síntomas pueden ser: Úlceras o llagas en la lengua, los labios o cualquier otra parte de la boca Manchas blancas o rojas en la lengua, en las encías o cualquier otra parte de la boca Problemas o dolor al masticar o deglutir Dificultades en el habla Dolor en alguna parte de la boca, sin explicación aparente No hay que olvidar que a pesar de que conozcamos determinados síntomas, el odontólogo es el profesional que cuenta con mayor experiencia y conocimientos para advertirlos.   5. Halitosis El mal aliento o la halitosis comprenden el conjunto de olores desagradables que se emiten a través de la boca. Existen dos tipos de halitosis: oral y extraoral. En el 90% de los casos, el mal aliento tiene su origen en la propia boca. En estos casos, el olor desagradable se debe fundamentalmente a una higiene deficiente, el tabaco o enfermedades periodontales (gingivitis y periodontitis).

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Cirugía de alargamiento coronario

El alargamiento coronario es un tipo de cirugía periodontal que consiste en recontornear la encía, e incluso el hueso, que están alrededor de un diente para que la pieza dental quede más expuesta y pueda ser tratada. Como su propio nombre indica, este proceso permite incrementar la longitud de la corona, es decir, hace posible otorgar mayor longitud a un diente o varios. El objetivo de esta técnica es restaurador, ya que se lleva a cabo en dos supuestos: cuando existe una caries profunda o una fractura cuya parte final está por debajo de la línea de la encía. Por ejemplo, en el caso de una caries profunda que ha superado el margen subgingival, la obturación –procedimiento mediante el que se restaura un diente- con composite o con una corona no va a tener un correcto sellado. Esto hará que con el paso del tiempo se produzca un filtrado y se forme una caries secundaria. Este proceso se complica en el caso de que se haya practicado una endodoncia en el diente, ya que el paciente no tiene sensibilidad en esa pieza y no va a apreciar la aparición de la caries secundaria. Esto es especialmente grave ya que no hay que olvidar que la consecuencia última de la caries es la pérdida del diente. ¿Te han dicho que tu diente no se puede salvar debido a una caries o fractura y que hay que colocar un implante? Consulta a la Dra. Sánchez porque con la cirugía de alargamiento coronario es posible mantenerlo. ¿Qué es la cirugía de alargamiento coronario? La cirugía de alargamiento coronario se realiza cuando es necesaria una restauración con una corona artificial ya sea por caries o por fractura. Permite retirar y nivelar las encías y el hueso para exponer el diente y que pueda ser restaurado con una nueva corona. Con el objetivo de que se produzca el sellado que evite las filtraciones, la encía se ajusta para que haya al menos un milímetro de superficie sana del diente fuera de la encía. Además, mediante el incremento de la longitud de la corona se protegen la encía y el hueso para evitar daños cerca de la restauración. El alargamiento coronario es un tratamiento habitual en nuestra clínica que en la mayoría de ocasiones se realiza en el sector posterior de la boca. La cirugía se lleva a cabo mediante anestesia local y tiene una duración aproximada de 30-40 minutos. Para combatir las molestias del postoperatorio, el doctor recomendará el uso de analgésicos durante cuatro días.   Antes y después de la cirugía de alargamiento coronario ¿Por qué acudir a la Clínica SanCal? En nuestra clínica, la cirugía de alargamiento coronario es llevada a cabo por la Dra. Sánchez, especialista en Periodoncia, en lugar de por un odontólogo general. Esto es un elemento diferenciador respecto a otras clínicas, ya que la técnica requerida para realizar este tratamiento solamente suele ser dominada por los periodoncistas. Por otra parte, con el objetivo de hacer accesible el tratamiento a cualquier persona, en la Clínica SanCal ofrecemos diferentes métodos de pago y financiación para nuestros pacientes. Especialistas en Periodoncia La cirugía de alargamiento coronario es un tratamiento de Periodoncia que no es realizado por todos los odontólogos. De hecho, la mayoría de odontólogos generales que se encuentra un caso en su consulta de una caries o fractura que ha llegado por debajo de la línea de las encías no ofrece este tratamiento. En su lugar, proponen extraer la pieza y colocar un implante o realizar la reconstrucción de la pieza mediante el procedimiento habitual, solución que tiene mal pronóstico por las posibilidades de filtrado. Sin embargo, como experto en Periodoncia, la Dra. Sánchez ofrece a los pacientes salvar sus dientes originales mediante este tratamiento. De hecho, muchos de los pacientes de la Clínica SanCal recurren a la cirugía practicada por la Dra. Sánchezs tras consultar una segunda opinión después de que su odontólogo les proponga extraer el diente porque no puede ser restaurado o, en el caso de que sea restaurado, avise de su mal pronóstico.   INSTRUMENTAL UTILIZADO EN PERIODONCIA La intervención suele ir acompañada de otros tratamientos como pueden ser la endodoncia y la reconstrucción. Si estás interesado en una primera consulta con la Dra. Sánchez para que valore si en tu caso el tratamiento adecuado es la cirugía de alargamiento coronario y te explique los detalles de la intervención, te animamos a pedir cita en nuestra clínica.

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Traumatismo dental: ¿qué hacer tras recibir un fuerte golpe en los dientes?

Quien tiene niños cerca o practica deportes como el fútbol o el rugby lo sabe: los traumatismos dentales constituyen, junto con la caries, una de las urgencias dentales más comunes.Y es que los fuertes golpes en la boca suelen tener consecuencias en nuestra dentadura que debemos solucionar con rapidez: la viveza de la actuación del profesional que aborde el caso es fundamental en la reconstrucción y salvación de la pieza dental. Pero ¿qué es exactamente un traumatismo dental y en qué situaciones suele ser más común?   ¿Qué es un traumatismo dental? En muchas ocasiones, los fuertes golpes en la cavidad oral provocan lesiones en los dientes y en los tejidos blandos de la boca. Éstos pueden ser consecuencia de una fuerte colisión causada por un accidente, una caída aparatosa o debido a la práctica de deportes de contacto. Si bien hay casos en los que únicamente se ve dañado el esmalte de la pieza, el golpe puede provocar desde la fractura de la pieza dental al desplazamiento o avulsión – caída- de la misma. ¿Quién suele verse afectado por un traumatismo en las piezas dentales? Normalmente, los traumatismos dentales se deben a contusiones provocadas por fuertes golpes derivados de la práctica de deportes de contacto o de juegos bruscos. Su incidencia, aunque también es común entre los adultos, es especialmente notable entre la población infantil, fundamentalmente en niños con edades comprendidas entre los 6 y los 12 años. Es a estas edades cuando son más habituales las caídas producto de la práctica de actividades tales como montar en bicicleta o en monopatín, que ponen en riesgo la salud de nuestros dientes.   Si nos centramos en el caso de traumatismos dentales en bebés, igualmente frecuentes, los achacaríamos a las lesiones sufridas como consecuencia de caídas propias de la época en la que el niño pasa de ser completamente dependiente a caminar y tener, por tanto, cierta autonomía. Es durante el proceso de desarrollo motor cuando las caídas se vuelven habituales. Según vamos avanzando en la edad de aquellos que se ven afectados por un traumatismo dental, podemos destacar las disputas típicas de adolescentes o los accidentes automovilísticos como otras posibles causas frecuentes de los traumatismos en los dientes. Además, también pueden verse afectados por los mismos personas con problemas de movilidad que son, por tanto, más proclives a caerse, o personas que sufren ataques epilépticos. Los traumatismos dentales suelen afectar, mayoritariamente, a los incisivos centrales de la arcada superior. Es decir, a las piezas que reciben el fuerte golpe que causa el traumatismo. Debemos hacer hincapié en el hecho de que aquellas personas con malposiciones en los huesos maxilares son más proclives a sufrir un daño en los dientes. El hecho de que el maxilar sobresalga de manera inusual supone la pérdida de la protección del labio y, por tanto, una mayor posibilidad de sufrir un traumatismo dental.   Además, existen anomalías en el desarrollo normal de la estructura dentaria que favorecen los traumatismos dentales. Entre estas afecciones, destacan la amelogénesis imperfecta –anomalía en el crecimiento del esmalte que tiene lugar durante el desarrollo dentario- o la dentinogénesis imperfecta –una afección de carácter hereditario que afecta al desarrollo normal de la estructura de la dentina-. La debilidad del esmalte no sólo afecta a la apariencia del diente, sino que también compromete la protección del mismo frente a la acción de las bacterias que anidan en la boca o, en este caso, de fuertes golpes. ¿Qué debemos hacer ante un fuerte golpe en los dientes? En muchos casos, el daño derivado de un traumatismo dental es fácilmente perceptible a simple vista mientras que, en otras ocasiones, la afección de la pieza es bastante más severa de la que se aprecia en un primer momento. En caso de que no seamos conscientes del daño a simple vista, debemos tener cuidado si observamos ciertos síntomas como, por ejemplo, un dolor puntual a la hora de morder o de consumir ciertos alimentos. Sufrir un duro golpe en la cavidad oral puede tener consecuencias muy variadas que oscilan desde un daño mínimo del esmalte a la fractura o pérdida de la pieza dental. En todos los casos, es necesaria la evaluación y actuación rápida de un especialista, que valorará la gravedad del golpe y, también, si hay daños imperceptibles a simple vista en los dientes adyacentes.   ¿Qué consecuencias tiene un traumatismo en una pieza dental? Un fuerte golpe puede tener numerosas consecuencias en nuestra boca: Puede provocar movilidad dentaria. Una pieza dental puede modificar su posición inicial en la arcada. Se puede producir la intrusión de la pieza dental, dañando los tejidos de soporte. Daño en los huesos maxilares e, incluso, fractura de los mismos. Heridas en la lengua o en los labios. Daño o caída de nuestros dientes. Dependiendo del daño que sufra la pieza dental, podemos distinguir cuatro consecuencias diferentes en nuestros dientes: Afección del esmalte dental que, dependiendo de la gravedad de dicha afección, afectará también a la dentina de la pieza. Fractura coronaria -o rotura de la corona dental- que, en los casos más graves, puede llegar a afectar a la pulpa dental. Rotura de la corona y fractura radicular -de la raíz- del diente. Avulsión dentaria –o caída de la pieza dental-. Ante este amplio abanico de consecuencias, podemos distinguir varias maneras de actuación. ¿Qué tratamientos son los más adecuados ante un traumatismo en el diente? En caso de una afección leve, es decir, de dientes astillados o de una rotura mínima de la corona, debemos conservar la parte del diente resultante de la fractura y llevarla a la consulta del especialista. El odontólogo tratará de unirla a la pieza dental y, en caso de que no sea posible, intentará restaurar la pieza con composite o, en su defecto, con un tratamiento de carillas. Cuando, a causa del traumatismo dental, se ha fracturado buena parte de la corona dentaria, se recurre a la colocación de una corona. En estos casos, debemos tener en cuenta que si la pulpa dentaria ha sufrido algún daño, se deberá llevar a cabo anteriormente un tratamiento de conducto –o endodoncia-. Ante un pronóstico más grave en el que se haya dañado tanto

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Tengo infección de muela: ¿cómo la curo y qué complicaciones puede dar?

Quienes lo han padecido, dicen que el dolor de muelas es uno de los peores dolores que se pueden padecer. Se caracteriza por ser especialmente intenso, persistente y punzante. Y, hasta que se cura, tiene un gran protagonismo en la vida de la persona que lo sufre. El dolor de muelas puede responder a diferentes motivos. Lo más frecuente es que se deba a la aparición de las muelas del juicio -también llamadas cordales- o a la existencia de una infección. En este artículo, vamos a centrarnos en el dolor de muelas a causa de una infección.  A su vez, las infecciones a las que hacemos referencia pueden producirse en cualquier molar, incluidas las muelas del juicio. ¿Por qué se infecta una muela? La infección de cualquiera de nuestras piezas dentales se debe a un problema bacterianoque puede tener, a su vez, diferentes causas: Caries Si la caries no se trata, avanza y se complica su pronóstico. Es decir, las bacterias penetran en el interior del diente (pulpa) y llegan, incluso, a afectar al nervio. En el caso de que se produzca la afectación del nervio, la solución para tratar una caries ya no es un empaste dental -que sería lo habitual- sino una endodoncia o tratamiento de conducto. Enfermedad periodontal (gingivitis y periodontitis) Cuando la gingivitis no se trata, se transforma en una periodontitis, que es una patología que requiere un tratamiento más complejo. Si, a su vez, no nos ponemos en manos de un odontólogo especializado en Periodoncia, la periodontitis avanzará. Dicha enfermedad dará lugar a la destrucción del hueso mandibular -que causa la pérdida de dientes- y a lo que conocemos como bolsas periodontales. Éstas son depósitos que se forman en las encías y se hacen cada vez más grandes para acumular mayor cantidad de bacterias. Traumatismo Cuando un diente se rompe o se astilla por un golpe, también se vuelve vulnerable ante las bacterias. Esto sucede porque en la pieza dental se crea una grieta o un orificio que permite la contaminación de agentes externos. Es decir, esta abertura facilita la entrada de bacterias.   Lesión con objeto punzante En ocasiones, se tiene la costumbre de utilizar palillos o de mordisquear bolígrafos. Sin embargo, este tipo de hábitos -a menudo inconscientes- pueden dañar la salud de la boca. Si nos hacemos una herida, la zona queda expuesta y las bacterias pueden entrar en contacto con nuestra cavidad oral. El tratamiento para curar una muela infectada suele pasar por eliminar la infección mediante antibióticos, realizar una endodoncia o recurrir a una extracción (si es una muela del juicio) ¿Cuáles son los síntomas una infección? La infección de una muela se manifiesta con un absceso (inflamación y acumulación de pus) en la zona donde se encuentra dicha pieza dental.   Unido a ello, la persona experimenta un dolor agudo, persistente y punzante. Pero, además de estas consecuencias, que son compartidas en todos los casos, las muelas infectadas dan lugar a los siguientes síntomas: Dolor al masticar Sangrado de encía Dolor de oído Sabor amargo en la boca Halitosis o mal aliento Fiebre Sensibilidad de los dientes al calor y/o al frío Dolor de garganta Inflamación de los ganglios del cuello Mandíbula inflamada (si es una muela de la arcada inferior) Mejilla inflamada (si es una muela de la arcada superior)   Tratamiento: ¿cómo curar la infección de muela? Los tratamientos para curar las infecciones pueden variar en función de cuál sea el origen de ésta. Sin embargo, el primer paso -una vez contamos con un diagnóstico- es siempre controlar la infección para evitar mayores complicaciones. Y, de esta manera, calmar el dolor ybajar la hinchazón. Para eliminar la infección es necesario el uso de antibióticos recetados por el dentista. En este punto, es necesario recordar que no se debe tomar un antibiótico, o ningún otro tipo de medicamento, sin que haya sido prescrito por un médico u odontólogo. Además de antibióticos, nuestro dentista nos puede pautar medicación analgésica y recomendar enjuagues bucales para calmar el dolor. Una vez que tenemos la infección controlada, en la mayoría de los casos será prioritario tratar de conservar el diente. Para ello, se puede recurrir a una endodoncia o tratamiento de conducto. En cambio, habrá otras ocasiones en las que recurramos a la extracción. Esto puede suceder porque el dentista determina que la muela no se puede salvar o porque la infección afecta a una muela del juicio. Dado que las muelas del juicio no desempeñan un papel relevante en nuestra boca, lo habitual cuando causan problemas es extraerlas. Remedios caseros: ¿qué es bueno utilizar? En algunas ocasiones, nos sentimos tentados de buscar a través de Internet remedios caseros para nuestras dolencias. Sin embargo, es importante saber que no es recomendable intentar solucionar la infección de muelas sin un tratamiento supervisado por un odontólogo. Algunos de los remedios naturales que puedes encontrar en Internet pueden ser colocar sobre la zona algo de lo siguiente: aspirina, clavo en especia, bolsas de té, agua oxigenada, bicarbonato o alcohol.   Si embargo, muchos de estos remedios caseros pueden quemar los tejidos blandos de la boca (encía, parte interna de la mejilla, interior del labio y zona del paladar) si se colocan directamente en el área donde se encuentra la muela infectada. La aspirina es, probablemente, uno de los remedios más conocidos. Sin embargo, es importante saber que este medicamento es ácido acetilsalicílico, por lo que su componente ácido es especialmente peligroso para dichos tejidos blandos. Por su parte, hay otros remedios naturales como las bolsas de té o el clavo que pueden aliviar el dolor momentáneamente pero no sirven para curar la muela infectada. Por tanto, el tratamiento debe ser siempre profesional. Y, en el caso de que recibas alguna recomendación sobre un remedio casero, nuestro consejo es que consultes su uso con tu dentista antes de probarlo.   Complicaciones: ¿qué puede desencadenar una muela infectada? Una vez mencionados los tratamientos con los que se cura la infección de muela, es importante saber que sea cual sea el procedimiento adecuado, éste debe llevarse a cabo cuanto antes. De esta manera, estaremos tratando de evitar peligros y futuras complicaciones. Y es que, las consecuencias más habituales que conlleva la infección de una pieza dental son las siguientes: Pérdida de la muela La pérdida de la pieza dental se produce debido a la destrucción que causan las bacterias en las encías y el hueso maxilar.

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Protector bucal para deportistas: ¿qué es y en qué deportes se recomienda?

Hace unos días publicamos un artículo que pretendía servir de orientación a todas aquellas personas que tuvieran que enfrentarse a la repentina fractura de un diente. En muchas ocasiones, estas fracturas se deben a accidentes o golpes que nos damos en nuestra vida cotidiana. En otras tantas, se nos puede romper un diente mientras practicamos deportes de contacto. En este tipo de actividades, las caídas o choques son relativamente frecuentes, por lo que puede que en algún momento se produzca un impacto que dañe la zona de nuestra boca. Al hilo de esto, si nos ceñimos a lo que establece la Sociedad Española de Odontología del Deporte (SEOD), podemos fijar una clasificación en función de los distintos deportes y su riesgo: Riesgo alto: artes marciales (jiu jitsu, judo, karate, taekwondo…), boxeo y kickboxing de contacto, fútbol, rugby, hockey, baloncesto… Riesgo medio: waterpolo, equitación, squash… Por este motivo, hay muchos deportistas -ya sean profesionales o aficionados- que llevan protectores bucales para proteger sus dientes de choques o caídas fortuitas. Este tipo de aparatos son recomendables para adultos y niños que practiquen deportes de contacto, como fútbol, baloncesto, rugby, boxeo o cualquier arte marcial ¿Qué es un protector bucal y para qué sirve? Un protector bucal es un aparato que se coloca en la boca y sirve para protegerla de las lesiones que se pueden producir durante la práctica de una actividad deportiva. Su función, por tanto, es la de amortiguar los posibles golpes y así preservar tanto los dientes como los tejidos blandos de la boca. Dada su utilidad y la importancia fundamental que tiene en deportes considerados de riesgo alto, su uso se recomienda tanto para niños como para adultos. DIENTE ROTO POR UN GOLPE ¿Qué tipos de protectores existen? 1. Estándar: Se venden en formato estándar, es decir, son iguales para todas las personas. Por eso, una vez que los compras están listos para ser usados. Dado que no todos tenemos la misma boca, es muy difícil que encajen bien y sean cómodos. De hecho, lo más frecuente es que este tipo de protectores queden holgados y se caigan con facilidad. Por este motivo, es preferible no usarlos. A nuestro juicio, no cumplen con unos estándares mínimos de calidad. 2. Semi-adaptables: Este tipo de férulas cuentan con la particularidad de estar fabricadas con un material termoadaptable, es decir, que se moldea con calor en función de la boca del deportista. Para poder llevarla, en primer lugar la persona debe probársela. Y, una vez que el aparato ha tomado el molde de la boca, se aplica el calor para que se ajuste a la misma. Sin ser la opción más efectiva de las tres que existen, las férulas bucales semi-adaptables son mejores que los protectores estándar, aunque peores que los fabricados por el dentista. De hecho, los semi-adaptables pueden ser una buena opción cuando la persona que los usa se está sometiendo a un tratamiento de ortodoncia, ya sea con brackets o con los alineadores de Invisalign. Esto se debe a que durante un tratamiento de ortodoncia la boca es muy cambiante y este tipo de protectores son más baratos que los fabricados a medida por el odontólogo. Por tanto, si se rompen o dejan de valernos, podemos comprarnos otro más fácilmente. Y, una vez que se retiran los brackets o el último alineador de Invisalign, ya podremos pedirle a nuestro dentista que fabrique uno totalmente personalizado. En ese momento, los dientes ya habrán adquirido una posición definitiva, por lo que podremos utilizar la férula de protección a largo plazo. PROTECTOR BUCAL PARA PROTEGER DIENTES 3. Fabricados a medida: Son los fabricados por el dentista de manera totalmente personalizada, ya que se hacen a través de unos moldes tomados al paciente. Es por ello que este tipo de férulas son indudablemente las mejores y con las que el deportista obtiene los mayores beneficios. Se adaptan y ajustan perfectamente a la anatomía dental y maxilar, por lo que son mucho más cómodos, no se caen, permanecen en la posición original y respetan la oclusión normal del paciente. Y, sobre todo, cumplen su función principal: protegen de manera efectiva los dientes y tejidos blandos de la persona que los lleva. En Ferrus & Bratos, este aparato es fabricado con material acrílico transparente. Dicha férula de protección encaja las dos arcadas (superior e inferior), por lo que los dientes de arriba y de abajo tienen que estar en contacto durante el tiempo que está colocada en la boca. De entre los tres tipos de protectores bucales, éstos son, sin ninguna duda, los mejores. Sin embargo, hay que tener en cuenta que no todas las personas tenemos las mismas necesidades. Por ello, es posible que, aun siendo los mejores, no todos los deportistas necesiten llevarlos. Para solventar las posibles dudas sobre este tema, en el último punto de este artículo vamos a tratar de decirte cuál es el tipo de protector bucal más adecuado para ti. TOMA DE MOLDES ¿Dónde puedo comprar una férula de protección bucal? Los dos primeros tipos de protectores bucales se pueden comprar en farmacias, tiendas de artículos de deporte o a través de Internet. En cambio, el tercero sólo puede ser adquirido en una clínica dental. A diferencia del segundo tipo, su fabricación es totalmente a medida. Al confeccionarse a través de unos moldes tomados directamente en la boca del paciente, las férulas confeccionadas por el dentista no dan los clásicos problemas que provocan las que no son personalizadas: que se caiga, que quede grande, etc.   ¿Cómo limpiar la férula de protección? Como acabamos de mencionar, para que una férula de protección dure muchos años, debe ser cuidada adecuadamente. Estos cuidados consisten, principalmente, en mantener una rigurosa higiene que incluya lavarla después de cada uso y guardarla en un estuche con algo de ventilación para que no se deteriore. Eso sí, cuando la guardes, ten en cuenta que nunca debe estar bajo la luz directa del sol o dentro de un coche a altas temperaturas. Si tienes alguna duda sobre su limpieza o mantenimiento, te recomendamos leer un artículo que publicamos hace tiempo sobre cómo limpiar los alineadores Invisalign. Al tratarse de una férula -aunque diferente- su higiene es muy similar. CÓMO LIMPIAR LAS FÉRULAS En resumen, basta con limpiar el protector bucal con un cepillo, agua

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La anorexia y la bulimia afectan a los dientes: 5 consecuencias en tu salud bucodental

Los datos son cada vez más preocupantes. La cifra de personas que padece un trastorno relacionado con la conducta alimentaria –anorexia y bulimia- continúa en aumento en todos los países desarrollados, incluido España. A pesar de la dificultad para obtener un porcentaje totalmente fiable, ya que no todos los casos están tratados o figuran en algún registro, se calcula que la anorexia y la bulimia afectan a más de 400.000 jóvenes y adolescentes en nuestro país. Y es que aunque ningún sexo o grupo de edad se encuentre totalmente a salvo de estas enfermedades, las estadísticas estiman que las chicas de entre 12 y 25 años son el público más vulnerable. RIESGO DE ANOREXIA Y BULIMIA Consecuencias de la anorexia y la bulimia Ninguna de las citadas enfermedades necesita presentación. La prevalencia de la anorexia y la bulimia en la sociedad hace que sus síntomas y las terribles consecuencias que provocan sean conocidos por todos nosotros. Ambos trastornos causan estragos físicos y psicológicos no solamente en quienes los padecen, sino también en aquellos que se encuentran alrededor del enfermo, especialmente sus familiares. De hecho, en casos extremos, la anorexia y la bulimia tienen como peor consecuencia la muerte de la persona que las padece. Sin embargo, y a pesar de que en algunos casos estos trastornos muestren su peor cara, afortunadamente la mayoría de personas que se someten a tratamiento profesional se recuperan. En este punto, conviene aclarar que la curación no puede asociarse únicamente al restablecimiento del peso corporal. Tanto la anorexia como la bulimia son enfermedades psiquiátricas y deben tratarse como tal. Por ello, la recuperación total del paciente pasa por un largo y complejo tratamiento. Éste incluye, además de la recuperación del peso, un proceso que debe tener como objetivo la total autoaceptación de la persona. Asimismo, será fundamental inculcar al paciente unos hábitos de vida saludables y conseguir que tenga un control responsable sobre su alimentación. DEPORTE Y HÁBITOS DE VIDA SALUDABLES Aunque finalmente el paciente se recupere completamente, es posible que la enfermedad deje consecuencias irreversibles en su cuerpo. Dichos efectos dependen, fundamentalmente, de la severidad con la que hayan actuado la anorexia y la bulimia. ¿Cómo afectan la anorexia y la bulimia a la salud de la boca? La boca es una de las partes de nuestro cuerpo que más sufre con la anorexia y la bulimia. Esto se debe, principalmente, al acto de vomitar y al estado de desnutrición que caracterizan a estos desórdenes alimenticios. Mientras que la anorexia consiste en autoimponerse restricciones excesivas con la comida, la bulimia se distingue por comer compulsivamente para luego vomitar. Sin embargo, cuando una persona padece un trastorno en la conducta alimentaria, es habitual que estas enfermedades no se presenten de manera aislada. Es decir, la anorexia y la bulimia suelen combinarse, alternarse o sucederse. Dicho esto, vamos a explicar cuáles son las principales consecuencias que provocan la anorexia y la bulimia en la boca, especialmente en los dientes: Desgastes y roturas en los dientes: Los desgastes en los dientes están causados principalmente por el hábito de vomitar. Cuando esto sucede, los ácidos del estómago llegan a la boca a través del vómito y van mermando el esmalte del diente. Aunque, en un principio, la parte que más sufre es la cara interna de la pieza dental, progresivamente el ácido acaba dañando toda su superficie. Esto hace que los dientes se vayan debilitando y, por tanto, perdiendo tamaño. Y, a medida que los dientes se van haciendo más débiles y pequeños, aumentan las posibilidades de que lleguen a romperse. DESGASTES EN LOS DIENTES Hipersensibilidad: Además, la pérdida de esmalte provocada por la acción de los ácidos hace que la dentina -capa del diente- quede al descubierto, lo que causa mucha sensibilidad. Dicha sensibilidad se manifiesta especialmente cuando el diente entra en contacto con alimentos muy fríos, calientes, ácidos o que contienen grandes cantidades de azúcar. Además, es habitual que la persona sienta molestias con el cepillado. Caries: La bajada de defensas debida a la desnutrición combinada con el consumo de bebidas con alto contenido en azúcares crean el terreno propicio para la aparición de caries. Hacemos referencia a este tipo de bebidas debido a la costumbre que tienen los enfermos de anorexia y bulimia de recurrir a ellas para “llenar el estómago”. Además de refrescos azucarados, las personas que padecen anorexia y bulimia se caracterizan por consumir una alta cantidad de bebidas ácidas. Al igual que en el caso anterior, esto lo hacen porque tienen el convencimiento de que les ayuda a tener una mayor sensación de saciedad e, incluso, a provocar el vómito. Encías retraídas: Es frecuente que los pacientes que sufren bulimia se cepillen los dientes muchas veces al día para no oler a vómito. Esta acción repetida numerosas veces, de manera muy agresiva y durante muchos minutos cada vez, puede provocar retracción de encías. La retracción provoca que la raíz del diente quede descubierta, lo que genera hipersensibilidad y que, a su vez, es muy antiestético. RETRACCIÓN DE ENCÍAS POR CEPILLADO AGRESIVO Caída de dientes: El estado de desnutrición al que es capaz de llegar el enfermo hace que el organismo no reciba los nutrientes que necesita. Esto a largo plazo puede provocar osteoporosis, que se caracteriza por debilitar progresivamente los huesos de nuestro cuerpo. En el caso de la boca, la osteoporosis ataca directamente a los huesos maxilares que actúan de soporte del diente. Y esta degeneración progresiva de los huesos puede provocar la pérdida de la pieza dental, ya que ésta pierde su elemento de sujeción. ¿Puede el dentista advertir estas enfermedades? Debido a su experiencia, conocimiento y al nivel de detalle con el que observa los dientes, el odontólogo es, en muchas ocasiones, la primera persona en advertir la anorexia y la bulimia en uno de sus pacientes. De todas las señales que hemos detallado anteriormente, la más clara es la del desgaste de los dientes. Existen otras problemáticas que pueden causar desgaste, como el bruxismo o el reflujo gástrico nocturno. Sin embargo, sus signos son ligeramente distintos. La diferencia principal entre el desgaste originado por el bruxismo y la bulimia es que apretar o rechinar los dientes da lugar a un desgaste regular, mientras que vomitar provoca daños más irregulares y con socavones. Por su parte, el reflujo gástrico que se produce por la noche ocasiona desgaste en la cara interna del diente, mientras que la bulimia acaba provocando daños en toda la superficiedental. Tratamientos dentales para el paciente recuperado Una vez

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