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Odontofobia: 9 consejos para vencer el miedo al dentista

Aunque sabemos que para algunos pacientes acudir a la consulta del dentista no es siempre agradable, la gran mayoría de ellos lo hace porque antepone los beneficios que una visita a tiempo al odontólogo tiene para su salud. Sin embargo, hay determinadas personas que se sienten literalmente “incapaces” de sentarse en el sillón del dentista debido al miedo o la ansiedad que les provoca. En estos casos, podemos llegar a afirmar que el paciente padece odontofobia. ¿Qué causa el miedo al dentista? Lo más habitual es que la odontofobia surja por una experiencia dolorosa anterior, que se ha podido tener de niño o posteriormente en la edad adulta. No obstante, también hay algunas personas que desarrollan el miedo al dentista por una experiencia ajena a ellas y que les han contado familiares o amigos. Sea cual sea el origen de la fobia al dentista, no debemos dejar que ésta nos impida acudir a dicho profesional para que lleve a cabo tanto las revisiones rutinarias como los tratamientos necesarios. PÁNICO AL DOLOR, SONIDO U OLOR ¿Qué problemas ocasiona la odontofobia? Es importante tener presente que la boca supone una puerta de entrada al resto del cuerpo, por lo que cualquier infección o enfermedad oral puede extenderse fácilmente por nuestro organismo si no actuamos a tiempo. Esto hace que las personas que no acuden a la consulta del dentista de manera regular por miedo estén comprometiendo seriamente su salud general. Y es que, no llevar a cabo los cuidados o tratamientos necesarios provoca daños que van más allá de la pérdida de dientes, los dolores constantes o el empeoramiento estético de la sonrisa. Esta falta de atención puede originar enfermedades periodontales, que afectan negativamente a la diabetes, el embarazo o al riesgo de sufrir un infarto. Confía en tu dentista Si tienes miedo, te recomendamos que visites varios odontólogos, trates con ellos tus preocupaciones y observes si son lo suficientemente pacientes, cercanos y amables como para tratar pacientes con odontofobia ¿Qué debo hacer si tengo odontofobia? Si te sientes identificado con lo que te estamos contando y eres una de esas personas que han desarrollado pánico al dolor, sonido o incluso al olor característico de la consulta dental, en este artículo te vamos a dar una serie de consejos para que tu próxima visita al dentista sea más agradable. Y es que en SanCal nos encontramos a diario con pacientes que acuden a nuestra clínica dental con miedo. Por este motivo, podemos decir que estamos acostumbrados a tratar con este tipo de situaciones y que nos esforzamos por ofrecer la máxima comprensión y confianza. Infórmate de los procedimientos que combaten el miedo Lo primero que hay que pensar es que el miedo podía estar más justificado hace años, cuando las técnicas y el instrumental en Odontología estaban mucho menos desarrollados que ahora. Sin embargo, hoy en día existen técnicas como la sedación consciente, que favorece la completa relajación de los pacientes que sienten un alto nivel de estrés ante un tratamiento. Aunque se puede utilizar para realizar cualquier procedimiento, lo más habitual es que recurramos a ella en las cirugías de implantes dentales. Trata con el dentista tus preocupaciones Antes de empezar cualquier tratamiento, es fundamental que tengas una cita con el odontólogo que lo va a llevar a cabo. De esta manera, podrá ofrecerte una explicación de tu diagnóstico y del tratamientoque va a realizar. Si, además, aprovechas esta cita para contarle tus miedos, no solamente reducirás la incertidumbre y estarás más preparado para lo que vaya a hacer, sino que el profesional también sabrá cómo tratarte.   Piensa bien el horario de la cita Si acudes al odontólogo por la mañana a primera hora, evitarás estar todo el día dándole vueltas. Consulta la posibilidad de tomar medicación para relajarte Si crees que te va a ayudar, te animamos a preguntar a tu dentista si puedes tomar algún tipo de medicamento para calmar los nervios. Eso sí, te recordamos que nunca debes tomar ningún medicamento sin consultar a tu médico u odontólogo. Ve acompañado Pide a un familiar o amigo –que no tenga miedo al dentista- que te acompañe a la cita. De esta manera, te podrá tranquilizar y mantener entretenido tanto en la sala de espera como en el gabinete. Tiempo de espera Una vez que estés en la sala de espera, intenta no pensar en lo que va a pasar cuando entres al gabinete. Como alternativa, procura tener la mente ocupada leyendo alguna revista, navegando por Internet con tu móvil o hablando con alguien. Aprende técnicas de relajación Cuando estés en el sillón del dentista, esfuérzate por respirar de manera profunda y por pensar en algo agradable que te permita mantenerte distraído. Esto te ayudará a estar más relajado, en lugar de concentrado en lo que te están haciendo. Llévate música El ruido del instrumental utilizado por dentistas y auxiliares puede ser muy incómodo para algunos pacientes, especialmente para aquellos que tienen miedo. Con el objetivo de no tener que escucharlo, llévate tu propia música y cascos para poder aislarte. Acuerda un gesto con el dentista por si estás incómodo o sientes dolor Si sabes que hay un gesto mediante el cual el profesional va a dejar de hacer lo que esté haciendo, te sentirás más seguro PIDE AYUDA A TU DENTISTA SI LA NECESITAS Pide someterte a un tratamiento menor para romper el hielo Si el procedimiento al que te vas a someter es complejo, puedes solicitar que te realicen una limpieza profesional, por ejemplo. De esta manera, podrás conocer un poco más la clínica que te va a tratar y sus profesionales, lo que te ayudará a ir más confiado a la siguiente sesión. Una vez dicho todo lo anterior, quizá el punto más importante sea el de escoger un profesional competente, cercano y que te entienda. Si estás en su búsqueda, nuestro mejor consejo es que te pongas en manos de un odontólogo en el que confíes, que te ofrezca un trato cercano, que sea sensible ante tu miedo y que se esfuerce para que estés a gusto. Hay muchos dentistas y cada uno tiene su personalidad, por lo que estás en el derecho de elegir uno que, además de ser buen profesional, te haga sentir bien.

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Gingivitis y periodontitis durante el embarazo

El embarazo es una etapa crucial en la vida de cualquier mujer y, por ese motivo, se tienden a extremar los cuidados y las precauciones durante los meses de gestación. Es habitual prestar mucha atención a aspectos como la alimentación, el ejercicio o los medicamentos que se pueden consumir. Sin embargo, hay una cuestión que en demasiadas ocasiones pasamos por alto: la higiene de nuestra boca. Y es que la falta de higiene oral -junto a otros factores de riesgo- provoca que aparezcan las denominadas enfermedades de las encías: gingivitis y periodontitis o piorrea. Qué es la gingivitis gestacional En este punto, cabe recordar que la gingivitis es una enfermedad periodontal que está causada por la acumulación de placa bacteriana entre los dientes. Sus consecuencias más inmediatas son la inflamación y el sangrado de encías. Sin embargo, con el paso del tiempo, la acumulación de placa se convierte en sarro solidificado. Y cuanto más tiempo permanezca dicho sarro en nuestra boca, mayores serán las zonas colonizadas por las bacterias y, a su vez, peores serán los daños que éstas causarán. La gingivitis que no ha sido tratada se convertirá en una periodontitis, que consiste en una fase más grave de la enfermedad periodontal. La piorrea llega a destruir los tejidos que sirven de soporte para los dientes (encías, ligamentos periodontales, hueso alveolar…). Con la destrucción de dicho soporte, la consecuencia inevitable es la caída de la pieza dental.     Dicho esto, la gingivitis gestacional es la enfermedad de las encías que se produce únicamente en el transcurso de un embarazo. Pero, a diferencia de la creencia popular, no es el embarazo lo que provoca la gingivitis. Lo que sucede es que debido a diversos factores relacionados con el embarazo -fundamentalmente hormonales-, la gingivitis que antes de esta etapa no estaba totalmente controlada, se agrava. Tal y como explica la Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración (SEPA), la denominada gingivitis del embarazo tiene una prevalencia de entre el 36 y el 100% de las embarazadas que habían padecido esta enfermedad con anterioridad. Sin embargo, la incidencia de esta patología es de tan sólo el 0,03% en aquellas mujeres libres de placa al inicio del embarazo y que mantienen buenos hábitos de higiene bucal durante el mismo. Causas de la gingivitis en el embarazo Aunque acabamos de adelantar que los cambios hormonales contribuyen a la aparición de la gingivitis gestacional, a continuación vamos a detallar tanto éste como el resto de factores que influyen en la enfermedad: Aumento de niveles hormonales: Durante el embarazo se produce un incremento en la producción de hormonas -estrógeno y progesterona-, lo que supone, a su vez, mayor facilidad a la hora de desarrollarinflamación y sensibilidad en dientes y encías. Además, éstos se vuelven más vulnerables ante las bacterias. Incremento del flujo sanguíneo: Durante el periodo de gestación del bebé el flujo sanguíneo aumenta entre un 30 y un 50% para asegurarse de que el feto recibe los nutrientes necesarios. Este aumento del flujo sanguíneo no sólo afecta al cuerpo sino también a las encías, que son más propensas a inflamarse y provocar dolor e, incluso, sangrado. Náuseas: Sólo en algunos casos, las tradicionales náuseas del embarazo pueden provocar una cierta aversión a la pasta dental, al enjuague bucal o, incluso, a la rutina de cepillado. Sin embargo, la higiene dental escasa supone el caldo de cultivo para la aparición de la placa bacteriana y  el consiguiente desarrollo de la gingivitis. Vómitos: Los vómitos repetidos también son perjudiciales, ya que el ácido estomacal que se produce con éstos daña tanto el tejido gingival (encías) como el esmalte de los dientes. Síntomas de la gingivitis La gingivitis -tanto en mujeres embarazadas como en personas que no lo están- suele manifestarse con los siguientes signos: Encías sensibles que sangran con el cepillado o de manera espontánea Encías hinchadas Encías enrojecidas y de aspecto brillante Llagas o úlceras en la boca Sabor desagradable en la boca ENCÍAS INFLAMADAS DURANTE EL EMBARAZO Si reconoces alguno de estos síntomas, te recomiendo que acudas cuanto antes a un odontólogo especializado en Periodoncia. Mientras que la gingivitis es muy sencilla de tratar -con una limpieza dental profesional y mayor higiene en casa es suficiente- la periodontitis requiere un tratamiento más largo y costoso. Las mujeres embarazadas que padecen una enfermedad periodontal tienen tres veces más riesgo de tener un parto prematuro, en comparación con las gestantes que cuentan con una boca sana Posibles complicaciones Tal y como ya hemos avanzado, si la gingivitis no se cura, avanza y termina acarreando problemas mucho más graves y difíciles de tratar. Dichas complicaciones son las siguientes: Periodontitis: Es la más común de todas las consecuencias posibles. Mientras que la gingivitis solamente afecta a las encías, la periodontitis compromete a los huesos maxilares. Al actuar el hueso como soporte del diente, su deterioro a causa de las bacterias incontroladas provoca la pérdida de piezas dentales. Formación de ampollas o bultos: Son conocidos como “tumores del embarazo” y son fácilmente extirpables sin efectos secundarios. Parto prematuro: Según un estudio realizado por científicos de la University of Alabama School of Dentistry (EEUU) en el que se reclutaron datos de más de 2.000 mujeres embarazadas, se comprobó que aquellas que tenían enfermedad periodontal, tenían tres veces más riesgo de dar a luz de forma prematura, en comparación con las gestantes que poseían una boca sana. El motivo de esto se explica porque las bacterias que permanecen en nuestra boca durante mucho tiempo en forma de sarro, provocan que nuestro sistema inmunitario segregue unas sustancias denominadas interluquinas y prostaglandinas (PG2). Éstas, al atravesar la barrera hematoplacentaria, pueden provocar el parto antes de las 37 semanas. HIGIENE DENTAL PARA CURAR GINGIVITIS Tratamiento: higiene dental profesional Tal y como hemos adelantado previamente, el tratamiento para combatir la gingivitis consiste en: Limpieza bucodental profesional realizada en la clínica por un dentista o higienista Rutina de higiene exhaustiva en casa por parte del paciente El tratamiento realizado en la clínica dental sirve para eliminar todo el sarro acumulado en los dientes. Además, tiene como objetivo dejar la boca sana y limpia para que el paciente pueda llevar a cabo su rutina de higiene de manera habitual. Y, con estos buenos hábitos, eliminar por completo la gingivitis. ¿Existen remedios caseros para combatir la gingivitis? Dejando a un lado la limpieza dental, se puede considerar “casero” el procedimiento que debe llevar a cabo el

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Mal sabor de boca: ¿qué solución tiene?

Alguna vez te has despertado y has sentido un sabor extraño en tu boca? ¿O has tenido esta sensación tras comer un determinado alimento?Si éste ha sido tu caso, no debes preocuparte. El mal sabor de boca ocasional es un episodio de lo más común entre la población, y no reviste gravedad alguna. De hecho, su incidencia remite tras un cepillado dental. Sin embargo, la situación es distinta cuando este mal regusto se convierte en un episodio recurrente. En el presente artículo te contaremos cuáles pueden ser sus posibles causas y qué solución puedes poner ante esta situación.   ¿Por qué tengo mal sabor de boca? Diversos estudios han demostrado que el 30% de la población se queja de padecer mal sabor de boca. Y es que, como ya hemos comentado, tener esta sensación de manera puntual es perfectamente normal -especialmente al despertar, por ejemplo-. Sin embargo, estaremos ante un caso diferente cuando la persona perciba un sabor amargo en la boca -otras personas pueden describirlo como metálico- de manera continua. El mal sabor de boca tiene un origen muy diverso: bien puede ser un síntoma de una higiene oral deficiente o, por el contrario, un indicador de una enfermedad gástrica o sistémica que todavía no ha sido diagnosticada debidamente. A continuación, te contamos cuáles son las causas más comunes del mal sabor de boca. Malas rutinas de higiene bucodental Los especialistas inciden en la importancia de mantener unas rutinas rigurosas de higiene bucodental. Sólo mediante un buen cepillado y el uso de otros elementos de higiene complementaria –hilo dental, cepillos interproximales o irrigador bucal- seremos capaces de eliminar de manera eficaz los restos de comida y la placa bacteriana. Si, por el contrario, no prestamos atención a estas rutinas de higiene oral, las bacterias presentes en la cavidad oral tienden a acumularse entre los dientes y a lo largo de la línea de la encía. La acumulación de placa bacteriana tiene dos consecuencias fundamentales: Supone una inflamación de las encías, provocando la afección de enfermedades periodontales -gingivitis o periodontitis-. En caso de no ser retirada de manera debida, el cúmulo de placa da lugar a la formación de sarro y daña el esmalte dental. Por este motivo, favorece la aparición de caries   CARIES DENTAL Estas dos consecuencias pueden entenderse también como causas de un mal sabor de boca: aquellas personas que padecen enfermedades periodontales o sufren la incidencia de una caries extensa sin tratar -que ha podido derivar en un proceso infeccioso- suelen aquejar regusto desagradable. La xerostomía: una de las causas de la halitosis La saliva juega un papel fundamental en nuestra cavidad oral: nos ayuda a mantener nuestra boca hidratada, y colabora en la eliminación de bacterias y restos de comida. El conocido como Síndrome de la boca seca -o xerostomía- es otra de las causas de la halitosis. Aquellas personas que padecen xerostomía -es decir, que segregan niveles de saliva inferiores a los habituales- presentan un mayor cúmulo de bacterias en la cavidad oral. Esta acumulación puede derivar en un mal sabor de boca constante. ¿Los alimentos influyen en el mal aliento? Nuestra dieta también tiene cierta influencia en nuestra percepción de un mal sabor de boca. Aspectos como una dieta poco equilibrada, así como ciertos déficits nutricionales -falta de zinc o de vitamina B12.- pueden influir de igual manera en tu aliento. ¿Qué otras patologías bucales pueden influir en el mal sabor de boca? Además de las citadas anteriormente -enfermedades periodontales, procesos infecciosos derivados de lesiones cariosas-, debes tener en cuenta otras afecciones bucales que pueden tener repercusión en tu percepción un regusto desagradable. En primer lugar, las úlceras en la cavidad oral pueden ser las responsables de tu mal sabor de boca. Por otro lado, la candidiasis oral también puede incidir en el mismo. La candidiasis es un proceso infeccioso provocado por la presencia descontrolada del hongo candida en la boca. Se manifiesta en forma de manchas blancas, generalmente en la superficie de la lengua y en las encías. CANDIDIASIS ORAL   Su incidencia es especialmente notable en bebés y en adultos de edad más avanzada. Sin embargo, es susceptible de afectar a cualquier persona que presente una debilitación del sistema inmunitario. La candidiasis oral es otra de las posibles causas del mal sabor de boca. Pero, además, otras afecciones extrabucales pueden influir en tu percepción de un mal regusto. Mal sabor de boca durante el embarazo En las mujeres, es frecuente sentir un sabor de boca desagradable debido a fuertes cambios hormonales asociados a un incremento de la segregación de estrógenos. Éstos se hacen especialmente notables durante la menstruación o el embarazo. Además, a estos cambios hormonales se le debe unir los episodios de náuseas y vómitos, lo cual también colabora notablemente a tener un regusto desagradable en la boca. ¿La digestión influye en el sabor de boca? Una correcta digestión también influye de manera positiva en nuestro sabor de boca. Una persona que no la realiza de la manera debida puede aquejar distintas molestias tales como náuseas, acidez o reflujos gástricos. Todos estos síntomas provocan, a su vez, un regusto poco agradable en la persona que los padecen. Los problemas de digestión son especialmente comunes en personas con sobrepeso o que no mantienen una dieta equilibrada. El mal sabor de boca como indicador de otras patologías En muchas ocasiones, el mal sabor de boca es un síntoma de otras patologías que no afectan directamente a la cavidad oral: La sinusitis consiste en la inflamación de los senos paranasales que provoca, a su vez, molestias y dificultades para respirar. El cúmulo de mucosidad en la garganta a causa de este proceso infeccioso provoca un desagradable sabor amargo en la boca. Las enfermedades hepáticas -hepatitis o cirrosis, por ejemplo- tienen numerosos síntomas, tales como dolores estomacales, sensación de fatiga constante, mareos o mal sabor de boca entre otros. Otras enfermedades sistémicas tales como los procesos gripales, la diabetes o el cáncer se encuentran entre las patologías más comunes que influyen en nuestra percepción de un regusto desagradable. En episodios de ansiedad, es habitual que las personas segreguen menos cantidad de saliva. Esta sequedad bucal provoca, a su vez, un sabor amargo. Los medicamentos: ¿un mal aliado para nuestro aliento? En muchas ocasiones, el mal

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Salud dental durante el embarazo: ¿qué tratamientos me puedo hacer?

as mujeres embarazadas deben extremar sus precauciones en cuanto a su salud se refiere. Y es que, desde el inicio del embarazo, las pruebas médicas y las revisiones ginecológicas se convierten en parte de su rutina: ecografías, análisis de sangre, etcétera.Sin embargo, en muchas ocasiones la salud bucodental queda relegada a un segundo plano. En torno al embarazo y la salud dental hay una gran cantidad de mitos que resultan erróneos. Por ejemplo, debes saber que, en contra de la creencia popular, las mujeres embarazadas deben acudir al dentista, y que el embarazo no tiene por qué ser sinónimo de pérdida de las piezas dentales. En el presente artículo te contaremos qué factores y recomendaciones debes tener en cuenta a la hora de gozar de una buena salud bucodental durante y después del periodo de gestación.   ¿Qué cambios supone el embarazo para la salud dental? La salud bucodental es de vital importancia durante el período de gestación. Instituciones tan prestigiosas como la Asociación Dental Americana (ADA) afirman que la salud dental tiene una relación directa tanto con el estado general de la embarazada como con la salud del feto. En muchas ocasiones, las mujeres no aquejan ningún cambio en el estado de su boca durante el período de gestación. Sin embargo, parece evidente que el embarazo genera ciertas complicaciones en la salud dental. ¿Qué es la gingivitis gestacional? Tal y como afirma la Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración (SEPA), a partir del segundo mes de gestación la cavidad oral se ve alterada a causa de la segregación de dos tipos diferentes de hormonas: estrógenos y progestágenos. Su presencia en nuestra boca supone una mayor tendencia a la inflamación gingival que, unida a unas pautas de higiene poco rigurosas y a una debilitación del sistema inmune, deriva en la aparición de la conocida como gingivitis gestacional. Esto no quiere decir que el embarazo sea el causante de la enfermedad periodontal, sino que durante este período las mujeres son más proclives a padecer procesos de inflamación en las encías. Además, el 50% de las mujeres que padecían una enfermedad periodontal antes de iniciar el embarazo declaran haber notado un agravamiento de la misma a lo largo de esta etapa. Por este motivo, los especialistas aconsejan extremar su precaución en cuanto a la higiene oral se refiere y acudir al dentista para que sea éste quien valore el caso y paute el tratamiento más adecuado para el mismo. VISITA DE EMBARAZADA AL DENTISTA Caries y erosión dental durante el embarazo En primer lugar, cabe destacar que no existe ninguna evidencia que relacione la formación de caries con el período gestacional. Sin embargo, a lo largo del mismo se producen una serie de cambios que sí pueden favorecer la aparición de estas lesiones cariosas. Durante el embarazo es habitual que las mujeres experimenten ciertos cambios en sus pautas alimenticias: tienden picar más entre las comidas -y a no cepillarse los dientes tras ingerir estos alimentos- y, por lo general, consumen una mayor cantidad de hidratos de carbono. Además, durante los primeros meses son frecuentes las náuseas y los vómitos. La reiteración de manera habitual de los mismos supone la presencia de ácidos gástricos en la cavidad oral. Todos estos factores contribuyen a crear de la cavidad oral un ambiente más ácido y, por lo tanto, a dañar el esmalte dental. Por este motivo, las mujeres embarazadas son más proclives a padecer caries dentales. Épulis del embarazo En algunas ocasiones, una irritación prolongada de la mucosa puede provocar la aparición de un pequeño quiste en la zona de la encía. Esta pequeña úlcera se conoce como épulis dental. Se trata de una pequeña tumoración de carácter benigno que suele aparecer durante el primer trimestre de embarazo y tiende a remitir de manera espontánea una vez concluido el periodo de gestación. ¿Qué tratamientos no están indicados durante el embarazo? Algunos medicamentos, pruebas o tratamientos médicos pueden interferir de manera negativa en el correcto desarrollo del bebé. Por este motivo, siempre que acudas a un médico -sea éste un dentista o cualquier otro especialista-, debes comunicar que estás embarazada o que sospechas poder estarlo. De esta manera, éste lo tendrá en cuenta tanto a la hora de valorar tu caso como de pautar el tratamiento más indicado. En el ámbito dental, el hecho de estar embarazada supone una serie de restricciones en cuanto a las pruebas o procedimientos susceptibles de hacer durante esa etapa. A continuación, resolvemos las dudas más frecuentes en cuanto a los mismos. ¿Me pueden anestesiar si estoy embarazada? La anestesia está indicada en embarazadas siempre que el procedimiento así lo requiera. En SanCal nos decantamos por el uso de articaína, un anestésico de corta duración empleado en intervenciones dentales. Su uso se restringe a cantidades muy pequeñas, y resulta completamente inocuo para el desarrollo del bebé. ¿Puedo realizarme radiografías durante el embarazo? Los especialistas recomiendan evitar la toma de radiografías a lo largo del proceso de gestación. Solamente estaría indicada su realización en caso de una urgencia muy severa, y siempre tomando las precauciones necesarias. RADIOGRAFÍA PERIAPICAL Ortodoncia y embarazo Cada vez son más las mujeres adultas que optan por un tratamiento de ortodoncia para mejorar la estética de su sonrisa. Por este motivo, ésta es, sin lugar a dudas, una de las preguntas más frecuentes que nos hacen nuestras pacientes. Si has iniciado un tratamiento de ortodoncia y, posteriormente, te has quedado embarazada, no debes preocuparte: puedes seguir con el mismo con total normalidad, siempre que mantengas unas rutinas de higiene muy rigurosas -recuerda que la presencia de un aparato fijo en la boca dificulta la limpieza oral-. Por el contrario, si estás pensando en comenzar un procedimiento ortodóntico, nuestro consejo es que esperes a finalizar en periodo de gestación. De esta manera, los especialistas podrán realizarte una serie de pruebas diagnósticas -radiografías- necesarias para realizar un estudio de ortodoncia y valorar debidamente tu caso. Si estoy embarazada, ¿puedo realizarme una endodoncia? La endodoncia es un procedimiento destinado a preservar en boca una pieza que, en caso de no ser tratada, tendría que ser extraída. Consiste en la extracción del nervio dental dañado y el posterior sellado de conductos. Requiere de ciertos controles radiológicos, por lo que solo

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Causas y remedios para aliviar el dolor de encías

El dolor de encías –normalmente unido a una inflamación y/o sangrado de las mismas- es una patología muy común entre la población en general, aunque especialmente en personas de entre 30 y 50 años. Puede aparecer como un dolor puntual asociado a una herida o un traumatismo, pero aquel dolor de encías que persiste en el tiempo y que se presenta de manera muy localizada es el más preocupante, dado que puede ser síntoma de una enfermedad periodontal. Causas principales del dolor de encías Las causas más comunes del dolor de encía suelen ser las enfermedades periodontales, que como procesos infecciosos causados por las bacterias que se alojan en nuestra boca, provocan la inflamación e irritación de las encías y por tanto, molestias en las mismas. Existen dos estadios de enfermedad periodontal que provocan dolor de las encías. Los describimos a continuación: Gingivitis Es la enfermedad periodontal provocada por la acumulación de placa bacteriana y que ocasiona inflamación, enrojecimiento y sangrado de la zona gingival. El principal factor por el que se origina es la mala higiene dental: no cepillarse correctamente, o hacerlo de forma agresiva, no utilizar hilo dental… Todo ello favorece la aparición de gingivitis. Periodontitis Se trata del estadio avanzado de la gingivitis, donde las bacterias han afectado no sólo a los tejidos blandos, sino también al hueso maxilar, poniendo en riesgo el sustento de los dientes. Este tipo de infección provoca síntomas como mal aliento, enrojecimiento o sangrado de encías, inflamación gingival, dolor, y movimiento de los dientes.   GINGIVITIS Tanto en el caso de la gingivitis como en el de la periodontitis crónica, el dolor de encías, aunque muy localizado, no suele presentarse de forma permanente. De hecho, lo más frecuente es que surja durante el cepillado o cuando comemos algo. De cualquiera de las maneras, el tratamiento para frenar la gingivitis y que no derive en una periodontitis es una limpieza profesional. Gracias a ella se eliminará la placa bacteriana acumulada y las encías irán desinflamándose hasta que, finalmente, remita el dolor gingival. Otros motivos por los que duelen las encías Además de las enfermedades periodontales como la gingivitis y periodontitis, existen otras causas por las que las encías pueden llegar a doler. Estas son algunas de ellas: Después de una profilaxis: después de una limpieza profesional donde el higienista tiene que raspar la zona de las encías para eliminar la placa bacteriana, es normal que las encías se inflamen y duelan. Tras un tratamiento de blanqueamiento dental: los productos que se utilizan durante una sesión de blanqueamiento dental pueden provocar sensibilidad dental. Cuando esto ocurre, el paciente siente un dolor localizado e intenso al contacto con alimentos o bebidas muy frías o calientes. Sin embargo, las molestias deberían desaparecer al separar los dientes y encías del estímulo externo. Cambios hormonales: aunque la gingivitis gestacional es de conocimiento general, el dolor de encías no va asociado únicamente al embarazo, sino a todos los cambios hormonales que sufren las mujeres. Por ejemplo, después del parto, antes de la menstruación… GINGIVITIS DURANTE EL EMBARAZO Después de la colocación de un implante: la intervención para la colocación de un implante es bastante invasiva por lo que es habitual que los días posteriores a la cirugía se sienta dolor en las encías cercanas al implante dental. Tras la extracción de un diente: es completamente normal sentir dolor en las encías que se encuentran alrededor del diente extraído. La exodoncia habrá producido una inflamación en las mismas y hasta que ésta remita pueden padecerse dolores. Después de someterse a una endodoncia: al igual que en los casos anteriores, al intervenir quirúrgicamente un diente, que en este caso ha sufrido una endodoncia, las encías que le rodean se ven afectadas por la manipulación realizada por el profesional y por lo tanto, pueden sufrir dolor e hinchazón de la zona gingival cercana. Encías retraídas: hay ocasiones en la que la retracción de encías se debe a un cepillado fuerte, en lugar de a una enfermedad periodontal. Cuando las encías retroceden hasta dejar la raíz del diente al descubierto, es posible sentir un fuerte dolor que irá asociado a la exposición del nervio ante estímulos externos. Diabetes: son muchos los estudios que demuestran la relación directa que existe entre esta patología y las enfermedades periodontales. Y ello se explica debido a que las personas que padecen  diabetes mellitus de tipo 2 sufren unas alteraciones en sus vasos sanguíneos que pueden impedir la adecuada circulación de la sangre en las encías. Dichos problemas circulatorios provocan inflamación y dolor en las mismas. Anemia: la falta de vitaminas propia de personas que padecen anemia también puede provocar problemas en la cavidad oral. Bruxismo: las personas bruxistas suelen padecer dolores de dientes y encías debido a la fricción que producen al rechinar los dientes. La dentición en bebés: se trata de una de las causas más comunes del dolor de encías en bebés. A partir de los 6 u 8 meses de edad los niños empiezan a sentir las encías inflamadas y sensibles. Sin embargo, esto es una consecuencia natural de su desarrollo. DENTICIÓN EN BEBÉS El uso de prótesis: sin una correcta higiene, es frecuente que se acumulen restos de comida entre la prótesis, por lo que puede producirse una inflamación por sarro. La toma de determinados medicamentos: algunos fármacos también pueden provocar que las encías se inflamen y duelan. El uso de ortodoncia: aparatos de ortodoncia como los brackets dificultan la limpieza dental y, por tanto, pueden favorecer la aparición de gingivitis por acumulación de sarro. El hábito de fumar: fumar aumenta la acumulación de la placa bacteriana, lo que hace que se desarrollen enfermedades periodontales con mayor facilidad. Dientes mal alineados: cuando existen malposiciones en los dientes es más común que se acumule el sarro alrededor de las piezas dentales. Si no se practica una buena higiene dental, esta situación puede derivar en una posible gingivitis. Dado que el dolor de encías puede deberse a algunas enfermedades que pueden llegar a ser graves (especialmente en el caso de la periodontitis) es importante determinar cuál de las anteriores puede ser la causa subyacente para poder así aplicar el tratamiento adecuado para la misma. Remedios para aliviar el dolor de encías Una vez que hemos diagnosticado dónde está nuestro problema, es momento de buscar la solución para calmar el dolor de encías. Cuando se trata de un dolor puntual no asociado a una patología

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Labio leporino y paladar hendido: ¿cuál es su tratamiento?

De causa diversa, tanto el labio leporino como el paladar hendido son defectos congénitos que pueden afectar al habla o la masticación.En el presente artículo te hablaremos de ambas anomalías, de cuál es su causa y de los posibles tratamientos que proponen los especialistas para abordar estos casos. Labio leporino y paladar hendido: anomalías en el crecimiento Hablamos de paladar hendido o de labio leporino para referirnos a un defecto en el correcto desarrollo de la estructura de los mismos durante los primeros meses de embarazo. Aquellas personas que padecen estas anomalías en el crecimiento presentan una fisura bien en el labio, en el paladar o en ambos miembros. Se producen cuando la estructura del labio y del paladar no se cierran de la manera debida. De esta forma, una persona puede padecer uno u otro o, al mismo tiempo, ambos defectos del crecimiento. Por lo general, afectan en mayor medida a niños que a niñas. Cabe destacar que, aunque en la mayoría de los casos, los niños afectados por labio leporino o paladar hendido no suelen tener ninguna otra deformación congénita, en algunos casos pueden estar asociados a otros síndromes o enfermedades congénitas de carácter hereditario. Pero, ¿en qué consisten tanto el paladar hendido como el labio leporino y cuáles son los principales síntomas de estas anomalías en el crecimiento? ¿Qué es el paladar hendido? Estaremos ante un caso de paladar hendido cuando el niño presenta una hendidura en la estructura palatina que alcanza la cavidad nasal. En algunos casos, esta abertura se extiende también hasta el labio. El paladar hendido es una afección más discreta que el labio leporino, y su incidencia es más común en personas en cuyas familias hay algún antecedente previo. PALADAR HENDIDO ¿Qué es el labio leporino? El labio leporino responde a una anomalía en el desarrollo de la estructura labial. Ésta se corresponde tanto con una fisura de tamaño mínimo en el labio como con una abertura grande que se conecta con la nariz. En función del grado de anomalía en el desarrollo del labio, los especialistas establecen la siguiente clasificación: Hablaremos de labio leporino unilateral incompleto cuando exista una única hendidura cuyo alcance no llegue a la nariz del paciente. Una fisura en un lado en un único lado del labio que alcanza la nariz se denomina labio leporino unilateral completo. En el caso de que existan dos hendiduras que se extienden hasta la nariz, estaremos ante un caso de labio leporino bilateral completo. ¿Cómo se diagnostican estas anomalías en el desarrollo? Generalmente, estos defectos en el crecimiento pueden diagnosticarse durante el embarazo mediante la realización de una ecografía de rutina. Por el contrario, el paladar hendido es más difícil de visualizar y, en la mayor parte de los casos, se afirma su afección después de que el niño haya nacido. Sin embargo, en algunas ocasiones estas anomalías del desarrollo presentan ciertas dificultades en su diagnóstico incluso cuando la madre ya ha dado a luz. Éste es el caso de aquellos pacientes que presentan una hendidura en el paladar blando, localizado en la parte posterior de la boca, que se encuentre cubierto por la membrana de la misma. En estos casos, los especialistas sospecharán que se encuentran ante un caso de paladar hendido submucoso cuando el paciente declare síntomas tales como ciertas dificultades a la hora de masticar o tragar, voz nasal o infecciones crónicas de oído. Pero, ¿qué factores se han establecido como causas de estas deficiencias en el desarrollo? Causas del labio leporino y el paladar hendido Como tal, no se conoce una causa certera a la que se achaquen estas anomalías en el desarrollo, pero en general se entiende que es una conjunción de factores genéticos y ambientales. Existen varios factores que, en caso de que existan, suponen un aumento en la probabilidad de que el niño padezca labio leporino o paladar hendido: Aquellas personas en cuyas familias existe algún antecedente con alguna de estas dos anomalías del desarrollo tienen más posibilidades de padecerlo. Es más frecuente entre la población masculina que en la femenina. Las mujeres obesas o diagnosticadas de diabetes antes del embarazo tienen más posibilidades de que su hijo padezca estas anomalías del desarrollo. DIABETES COMO FACTOR DECISIVO Niños que, durante el embarazo, estén expuestos a sustancias tales como el tabaco, el alcohol o ciertos medicamentos -como, por ejemplo, los recomendados para tratar la epilepsia-. ¿Qué complicaciones tiene un niño con labio leporino o paladar hendido? Los niños que nacen con labio leporino o paladar hendido tienen una consecuencia clara: las derivadas de tener una anomalía estética. Ésta puede afectar a su autoestima y, por lo tanto, a su manera de desarrollar su personalidad y de relacionarse en público. Pero, además, tienen una serie de complicaciones añadidas tales como: Dificultades a la hora de comer: la hendidura presente en el paladar complica la alimentación de los niños que lo padecen, pues supone un problema en el proceso de succión. Infecciones habituales de oído que, debido a su recurrencia, pueden derivar en una pérdida de audición. Complicaciones en la correcta erupción dental en caso de que la fisura se prolongue a lo largo de la encía. Dificultades en el habla que, en muchas ocasiones, deben ser tratadas con la ayuda de un logopeda. ¿Cuál es el tratamiento idóneo para estas anomalías del desarrollo? El tratamiento idóneo para los pacientes que sufren estas anomalías del desarrollo es una cirugía a nivel hospitalario para cerrar la hendidura y que el paciente pueda llevar, por tanto, una vida normal. En el caso de pacientes que presenten labio leporino, la edad idónea para llevar a cabo esta operación es antes de año de edad. Por el contrario, aquellos que padezcan una fisura en el paladar deberán realizarse este tratamiento antes de cumplir los 18 meses. El procedimiento quirúrgico permitirá al niño abordar su rutina con total normalidad, y erradicará o reducirá las dificultades en el habla y en la masticación, así como los problemas de infecciones en el oído o las complicaciones respiratorias. Te interesará »  Hábitos que deberás evitar por tus dientes ¿Qué otros cuidados debemos tener si nuestro hijo presenta alguna anomalía orofacial? En primer lugar, la preocupación más extendida es la que

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Encías inflamadas: cuáles son sus causas y cómo solucionarlo

Se entiende por encía inflamada aquella que tiene una apariencia agrandada, hinchada o más prominente de lo normal. Normalmente, es el propio paciente el que es capaz de apreciar el problema de sus encías a simple vista, al observar cambios evidentes en su grosor o coloración. La inflamación de encías o inflamación gingival es muy común entre la población. De hecho, la Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración (SEPA) afirma que solamente el 14,8% de los adultos de entre 35 y 44 años tiene las encías sanas. El resto tiene una enfermedad periodontal: el 59,8% padece gingivitis y el 25,4% sufre periodontitis o piorrea. Por si esto fuera poco, el porcentaje de encías sanas disminuye a medida que la edad avanza: únicamente el 10,3% de los personas de entre 65-74 años puede presumir de tener unas encías sanas. Debido a la frecuencia de este problema, se puede cometer el error de no prestarle atención. Sin embargo, aunque aparentemente carezca de importancia, es fundamental determinar las causas de la inflamación de encías para establecer el tratamiento más adecuado y poder curarlas. Causas: ¿por qué se inflaman las encías? La inflamación gingival puede deberse a factores muy diversos que van desde una irritación temporal causada por un alimento o un producto que estemos usando a una enfermedad periodontal compleja. En función de la causa de la hinchazón, ésta se puede solucionar de diferentes maneras. En el caso de que exista una enfermedad periodontal, es importante  prestarle especial atención, ya que lo que comienza como una simple acumulación de sarro puede derivar en una periodontitis grave. En este punto, se debe tener en cuenta que la piorrea no solamente afecta a las encías, sino que produce daños en los huesos que sostienen los dientes. Éstos, como consecuencia, terminan cayéndose. ENCÍAS INFLAMADAS Y ENROJECIDAS A continuación, te explicamos las causas más comunes de la inflamación de encías, así como sus soluciones: Gingivitis Es la primera fase de una enfermedad periodontal y, sin un tratamiento adecuado, deriva en periodontitis. La gingivitis se produce por la formación de depósitos de sarro que no son eliminados durante la higiene diaria. Se manifiesta con sangre durante el cepillado o el uso del hilo dental. Otros síntomas que nos pueden poner sobre la pista serían el sangrado espontáneo, la inflamación o la coloración morada. El tratamiento contra la gingivitis más efectivo combina una sesión en la clínica con el seguimiento en casa de las pautas entregadas por nuestros profesionales. Es decir, en la consulta llevamos a cabo una limpieza profesional o profilaxis y explicamos al paciente las instrucciones de higiene dental específicas para su caso. Solamente el 14,8% de los adultos de entre 35 y 44 años tiene las encías sanas. El resto tiene gingivitis (59,8%) o periodontitis (25,4%) Periodontitis En el supuesto de que la gingivitis progrese a una periodontitis, la acumulación de bacterias derivará en la formación de bolsas periodontales entre la encía y el diente, que cada vez tendrán más capacidad para albergar un mayor número de bacterias. Tal y como ya hemos avanzado, lo que hacen estas bacterias es destruir progresivamente los huesos, encías y tejidos que sostienen los dientes. Y, la peor consecuencia que tiene este proceso para la boca es la pérdida de la pieza dental. Pero, además, dicho proceso puede tener lugar de manera silenciosa y parecer menos agresivo de lo que realmente es. Por ejemplo, la inflamación de las encías puede llegar a cubrir parte de los dientes y enmascarar la destrucción de las papilas interdentales (pequeños triángulos negros que aparecen entre los dientes). Una vez la encía se ha desinflamado, se aprecia la destrucción del tejido.   TRIÁNGULOS NEGROS POR DESTRUCCIÓN DE PAPILAS   Para curar la piorrea es fundamental llevar a cabo un buen tratamiento periodontal. Dado que el tratamiento contra la periodontitis es ofrecido en numerosas clínicas, vamos a detallar cómo debe ser este procedimiento para que sea efectivo. Para curar la periodontitis es fundamental realizar un raspado y alisado radicular (curetaje), un estudio microbiológico y mediciones para llevar un seguimiento de los niveles de sarro. Una vez que la enfermedad periodontal está curada,  se debe garantizar que no vuelva a aparecer. Para ello, será necesario que el paciente siga en su casa las instrucciones sobre higiene proporcionadas por el periodoncista. Y que, además, acuda a la consulta del dentista para que el profesional lleve a cabo mantenimientos o limpiezas regulares. En la mayoría de ocasiones, el tratamiento periodontal es suficiente para curar la enfermedad. Sin embargo, si el problema se encuentra en una fase especialmente avanzada, será necesario recurrir a la cirugía periodontal. Déficit nutricional Las encías inflamadas también pueden deberse a la falta de algún nutriente como vitamina C o hierro. En este caso, la solución sería sencilla: llevar una alimentación más equilibrada. Relación con el sistema endocrino La inflamación gingival puede estar provocada por cambios hormonales, lo que hace que en algunos casos afecte más a las mujeres. Dichas alteraciones hormonales se producen en momentos como los siguientes: durante el embarazo, después del parto, en diferentes fases del ciclo menstrual o en la pubertad. Brackets, dentaduras u otros aparatos dentales (fijos o removibles) La colocación de determinados aparatos -una ortodoncia o una prótesis dental- puede dificultar la higiene diaria e irritar las encías. Para evitar la irritación de encías, es necesario ser especialmente riguroso con el cepillado. Esto implica lavarse los dientes después de cada comida tratando de llegar a todas las caras de la pieza dental. Sensibilidad a la pasta o al enjuague dental Existen numerosas marcas en el mercado que ofrecen productos similares (Listerine, Lacer, Oraldine…). Por eso, si experimentas irritación con la pasta o el enjuague utilizados habitualmente, te recomendamos que pruebes otro producto. Cuando lo hagas, presta atención al efecto que produce en tus dientes y encías. CEPILLADO DE DIENTES, LENGUA Y ENCÍAS Consumo de determinados medicamentos En el caso de que seas capaz de relacionar la inflamación de encías con el consumo de un fármaco, informa a tu médico inmediatamente. Vigila tu boca Te recomendamos que acudas a la consulta del dentista cuando aprecies un cambio en tus dientes o encías que dure varios días Remedios caseros para la inflamación de encías Antes de nada, vamos a aclarar que si notas tus encías inflamadas lo más recomendable es que acudas a un periodoncista, ya

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Papilas gustativas: ¿qué función cumplen?

Parece un tópico, pero te habrás cansado de oír que “comer es un placer”. Y es que la gastronomía está de moda: el acto de comer ha dejado de estar ligado a la supervivencia para estar plagado de tintes sociales y culturales.Sin embargo, el placer de la comida no sería posible sin la acción de las papilas gustativas. En este artículo intentaremos aclarar todas tus dudas con respecto a su función y disposición en la lengua, y te daremos unas pautas sobre qué debes hacer en caso de que se te inflamen.   ¿Cuál es la función de las papilas gustativas? Las papilas gustativas son unos pequeños órganos sensoriales ubicados en la superficie de la lengua. Cada una de ellas está formada por unas células receptoras denominadas botones gustativos. Gracias a los mismos, somos capaces de percibir los sabores. Sin embargo, las papilas gustativas no son las únicas responsables de esta percepción: el olfato juega un papel muy relevante en el proceso. A la hora de masticar, se liberan una serie de sustancias químicas que se transmiten a los receptores olfativos presentes en la nariz. Es la acción conjunta de las papilas y estos receptores la que nos permite discernir el sabor de los alimentos. Por este motivo, las personas con problemas alérgicos o respiratorios, o aquellas que están pasando por un proceso gripal tienen la percepción del gusto mermada.   ¿A qué edad se desarrollan las papilas gustativas? Diferentes estudios han demostrado la existencia de papilas gustativas plenamente desarrolladas en fetos de 15 semanas de gestación, y neuronas gustativas en aquellos que superaban las 25 semanas. Por ello, podemos afirmar que los seres humanos nacemos con el sentido del gusto plenamente desarrollado.   SENTIDO DEL GUSTO EN NIÑOS Una persona de edad temprana tiene, aproximadamente, unas 10.000 papilas gustativas que se regeneran en un plazo aproximado de 2 semanas. Este número se va reduciendo con el paso del tiempo: el proceso de regeneración no es igual de rápido. Un anciano tiene, en contraposición, una media de 5.000 papilas gustativas que conservan plenamente sus funciones. Por este motivo, nuestra percepción del sabor de los alimentos se va deteriorando con el paso del tiempo.   ¿Cómo se clasifican las papilas gustativas? Las papilas gustativas no son homogéneas: en la superficie lingual podemos distinguir órganos receptores con diferentes formas que detectan los distintos sabores. Tipos de papilas gustativas Hablamos de papilas caliciformes –también conocidas como circunvaladas- para referirnos a aquellas que nos aportan la información de sabor amargo. Las papilas fungiformes son las encargadas de captar el sabor dulce. Deben su nombre a su forma de hongo y están especialmente desarrolladas en personas de edad temprana y en adultos de edad avanzada. Las papilas filiformes, de forma cónica o cilíndrica, tienen sensibilidad a la temperatura y la textura de los alimentos. También conocidas como foliadas, perciben los sabores salado y ácido. Las papilas se encuentran distribuidas en distintas zonas de la superficie lingual, quedando repartidas de la siguiente forma: Las papilas caliciformes se localizan próximas a la garganta, en la zona posterior de la lengua. Las papilas fungiformes se encuentran en la punta de la lengua: la zona anterior de la misma es la encargada de percibir los sabores dulces. Las papilas foliadas están presentes en los pliegues laterales de la lengua. De esta manera, podemos percibir con más intensidad un sabor en un área determinada de la lengua que en otra. En la imagen que te presentamos a continuación puedes ver cómo se reparten las papilas gustativas y, por tanto, en qué zonas percibimos con mayor intensidad los distintos tipos de sabores.     ¿QUÉ SABORES DETECTAN LAS PAPILAS GUSTATIVAS? Alteraciones de las papilas gustativas En algunos casos, las papilas gustativas pueden verse inflamadas. Esta alteración, generalmente frecuente debido al contacto constante de la lengua con diferentes sustancias, puede resultar molesta: interfiere en el sabor que percibimos de los alimentos, puede generar ardor o hinchazón de la superficie lingual e influye, por tanto, en nuestras pautas alimenticias. Pero, ¿qué factores pueden provocar la inflamación de las papilas gustativas? Causas de inflamación de las papilas gustativas Presencia de toxinas en la lengua El hábito del tabaquismo o la ingesta de alcohol provocan que la lengua esté en contacto constante con sustancias tóxicas para el organismo. Éstas tienen un efecto adormecedor en las funciones de las papilas gustativas. Por este motivo, podemos afirmar que los fumadores tienen una menor percepción de los sabores que otras personas que no tienen este hábito adquirido. Ingesta de alimentos ácidos o picantes La incorporación a la dieta de comidas muy especiadas o picantes puede provocar una inflamación de la superficie lingual temporal que remite transcurrido un breve periodo de tiempo. Lo mismo ocurre al ingerir bebidas o alimentos muy calientes: su ingesta afectará negativamente a la percepción de los sabores, e irritará la lengua durante unas horas. Pequeñas heridas en la superficie lingual En muchas ocasiones, nos mordemos de manera accidental o tenemos pequeñas heridas en la lengua a causa del roce de un aparato de ortodoncia. Éstas pueden causar una inflamación de las papilas gustativas, mermando sus funciones e influyendo en nuestra percepción del sabor de los alimentos. Fuertes cambios hormonales En muchas ocasiones, la irritación de las papilas gustativas viene determinada por fuertes cambios hormonales, como puede ser el embarazo o los ciclos menstruales. Por este motivo, se afirma que las mujeres son más propensas a sufrir la irritación de las papilas gustativas.     MUJER EMBARAZADA Sistema inmunitario debilitado La inflamación muchas veces viene determinada por una debilitación del sistema inmune. Hay ciertos factores externos que influyen negativamente en nuestras defensas. Uno de los más frecuentes es el estrés. Está demostrado que personas que presentan elevados niveles de ansiedad tienen una mayor propensión a padecer la inflamación de las papilas gustativas. Procesos infecciosos de la lengua Por último, existen una serie de afecciones que provocan la inflamación de las papilas gustativas. Un ejemplo de ello puede ser la lengua geográfica –inflamación superficial de la superficie lingual que se manifiesta en forma de pequeñas manchas blancas o de color rojo-, o la candidiasis oral –una infección producida por el crecimiento excesivo del hongo candida albicans-.   ¿Cómo podemos abordar la

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¿Cómo dejar de roncar?

¿Cómo se producen los Ronquidos? El ronquido es un problema común que padecen muchas personas, a veces se cree que los ronquidos son normales, sin embargo, eso puede llegar a interrumpir nuestro sueño por las noches y por tanto, afectar nuestra calidad de vida matutina. Cuando los ronquidos se vuelven crónicos, con mucha frecuencia y no nos dejan descansar, el doctor suele llamar a este problema “apnea del sueño” el cual es un trastorno en que una persona realiza una o más pausas en las respiraciones durante el sueño. Los ronquidos se producen por una obstrucción del paso del aire, cuando nuestra garganta se estrecha y el aire que sale y entra de las vías respiratorias es mínima, por lo que causan vibraciones en nuestra garganta y se producen estos sonidos. La obstrucción completa de las vías respiratorias se conoce como apnea, esta falta de oxigenación indica al cerebro que debe de despertarse e interrumpir el sueño para abrir las vías respiratorias. Causas que provocan los ronquidos Las causas pueden ser varias, desde el sobrepeso o consumo de alcohol, hasta enfermedades respiratorias que se padecen desde muy joven. Este problema debe ser controlado y medicado adecuadamente por un doctor especialista. Las causas más comunes son: Problemas en las vías respiratorias, boca y garganta, se presenta: Garganta estrecha, amígdalas y adenoides grandes, hinchadas e inflamadas, lo que obstruyen las vías respiratorias, también un paladar grueso, válvulas nasales pequeñas, tabique deformado o torcido. Lengua más grande que la boca y anomalías en los huesos de la cara. Sinusitis: Inflamación de las cavidades que se hallan alrededor de los ojos y detrás de la nariz. Problemas externos: Alergias, resfriados, consumo de alcohol, obesidad, sobrepeso, consumo de tabaco, drogas psicoactivas, mala postura, o también se presenta en los últimos meses de embarazo, cuando los tejidos tienden a hincharse gradualmente. Consecuencias Roncar puede repercutir en la calidad del sueño y afectar a la salud de la persona durante los momentos de vigilia. Esto impide que se mantenga despierto y concentrando durante las mañanas. Los síntomas más comunes son dolor de cabeza, garganta inflamada, mal aliento, falta de concentración, energía y memoria, somnolencia durante el día, mal humor, cambios de carácter, cansancio extremo. Estos síntomas los reconoce la pareja, quien también es la persona que padece de los sonidos de los ronquidos y también se le interrumpe el sueño. Esto repercute en las relaciones y convivencia de las personas hasta que no se solucione el problema. ¿Cómo dejar de roncar? Esto se consigue a través de un aparato llamado Sleep-Blocks, que avanza ligeramente la mandíbula, despejando así las vías durante la noche y permitiendo un sueño relajado y profundo. Desde el primer momento, se aprecia la diferencia, respirando y durmiendo mejor por las noches. No obstante, como también está relacionado con el estilo de vida que llevan las personas, es decir, el consumo de alcohol, tabaco y drogas psicoactivas, si eliminamos este tipo de hábitos tan dañinos, los ronquidos serán mucho más leves o, incluso, desaparecerán. Asimismo, la obesidad y el sobrepeso repercuten en la calidad de vida de las personas, por eso se recomienda no comer mucho durante las noches, la pesadez interrumpe el sueño.

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