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cirugía e implantes

Implantes dentales

Un implante dental es una pieza metálica muy pequeña pero muy resistente, fabricada con metales biocompatibles o con cerámicas, que se coloca en el hueso maxilar y sustituye la raíz del diente que falta. Este implante actúa como soporte del diente y se coloca quirúrgicamente con anestesia local sin necesidad de hospitalización del paciente. La terapia con implantes dentales es actualmente una técnica de restauración innovadora y duradera que puede ser adecuada para todas las indicaciones. Ha sido evaluada científicamente y utilizada en las últimas tres décadas por odontólogos y cirujanos de todo el mundo. Implantes de carga inmediata En SanCal somos especialistas en implantes dentales en Tres Cantos de carga inmediata: implantes basales, compresivos y corticales. Técnica innovadora, menos invasiva, menos dolorosa, mucho más rápida y menos incapacitante para nuestros pacientes. Los implantes dentales hacen la función de raíces dentales con el objetivo de sustituir dientes u otras piezas que hemos perdido y que son capaces de integrarse de forma sana y natural con el resto de los tejidos de la boca. Cada implante, como ya hemos comentado, hace las veces de raíz artificial sobre la cual se asentará la corona o prótesis dental a semejanza del diente natural. Pioneros en implantes de carga inmediata: basales y compresivos En nuestra clínica de implantes dentales en Tres Cantos llevamos más de 4 años realizando esta técnica,  que como ya hemos comentado anteriormente, no es invasiva para el paciente y es menos dolorosa, la intervención es más rápida y no hay prácticamente inflamación tras la intervención. Otra de las ventajas es que no se abre la encía con bisturí (se perfora) por lo tanto no se dan puntos consiguiendo la colocación de implantes intraóseos sobre los que, en el momento, se pone una prótesis provisional fija que se mantendrá en la boca entre una y cuatro semanas, dependiendo de si hay o no que realizar extracciones y, del número de piezas dentales a sustituir. Siendo reemplazada en este tiempo por la prótesis definitiva. En el tratamiento de Implantes basales, se utiliza el hueso residual (basal), el que sobrevive a todo y está presente después de muchos años en cualquier paciente desdentado así como algunas áreas del hueso cortical, que es el que debe utilizarse para el anclaje del implante por buenas razones; los huesos tienen normalmente dos partes diferenciadas: Una cortical externa (fuerte y altamente mineralizada) Una porción interna del hueso llamada “hueso esponjoso”. Mientras que las áreas óseas corticales son estructuralmente necesarias y siempre se reparan, las zonas óseas esponjosas no son necesarias (desde el punto de vista mecánico de los huesos)  y llevan a la reabsorción. Una razón por la que el implantólogo debería utilizar preferentemente las corticales, es que los defectos corticales creados durante la cirugía de implantes siempre se reparan. Otra razón es, que el hueso cortical es muy resistente debido a su alta mineralización, lo que permite protocolos de carga inmediata. Esto promueve/garantiza la integración de implantes. Ventajas Tratamiento no invasivo para el paciente, sin trauma, sin bisturí, sin puntos… Colocamos prótesis provisional fija sobre los implantes. Se consigue una magnífica estética. Con la misma garantía que los implantes tradicionales. Aplicable en el 95% de los casos de implantes, en muchos sin tener que hacer injertos óseos y en el mismo momento de la extracción. La prótesis definitiva se hace en zirconio o en metal noble, recubriendo ambos materiales con porcelana de primera calidad. ¿Cómo se colocan los implantes? Sin bisturí, sin puntos, sin sangre. Una depurada y probada técnica hace que esto sea posible. Solo perforamos la mucosa con las fresas, con las que minimizamos el trauma y no hay sangre ni inflamación. El diseño de los implantes autorroscantes y compresivos, hace de esta técnica un gran avance y el poder usarlos de forma inmediata nos adelanta al futuro. No se abre la encía y no se dan puntos con lo que se consigue la colocación de implantes intraóseos sobre los que, en el momento, se pone una prótesis provisional fija que se mantendrá en la boca entre una y cuatro semanas, dependiendo del número de piezas a sustituir y de si hay extracciones o no. ¿Cuándo es el momento de ponerse implantes? No en todos los casos de perdida dental la mejor solución es colocar implantes. Nuestra profesional, la Dra. Sánchez le aconsejará la mejor opción y tratamiento adecuado a su caso de forma clara y profesional. Por regla general, los implantes son la mejor solución y más parecida a los propios dientes; se pueden poner en el momento de la extracción o en extracciones antiguas. Pueden sustituir desde una sola pieza dental a la totalidad de ellas. Venga a vernos y le asesoraremos ofreciéndole toda la información necesaria, en función de su caso y patología.

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Gingivitis y periodontitis durante el embarazo

El embarazo es una etapa crucial en la vida de cualquier mujer y, por ese motivo, se tienden a extremar los cuidados y las precauciones durante los meses de gestación. Es habitual prestar mucha atención a aspectos como la alimentación, el ejercicio o los medicamentos que se pueden consumir. Sin embargo, hay una cuestión que en demasiadas ocasiones pasamos por alto: la higiene de nuestra boca. Y es que la falta de higiene oral -junto a otros factores de riesgo- provoca que aparezcan las denominadas enfermedades de las encías: gingivitis y periodontitis o piorrea. Qué es la gingivitis gestacional En este punto, cabe recordar que la gingivitis es una enfermedad periodontal que está causada por la acumulación de placa bacteriana entre los dientes. Sus consecuencias más inmediatas son la inflamación y el sangrado de encías. Sin embargo, con el paso del tiempo, la acumulación de placa se convierte en sarro solidificado. Y cuanto más tiempo permanezca dicho sarro en nuestra boca, mayores serán las zonas colonizadas por las bacterias y, a su vez, peores serán los daños que éstas causarán. La gingivitis que no ha sido tratada se convertirá en una periodontitis, que consiste en una fase más grave de la enfermedad periodontal. La piorrea llega a destruir los tejidos que sirven de soporte para los dientes (encías, ligamentos periodontales, hueso alveolar…). Con la destrucción de dicho soporte, la consecuencia inevitable es la caída de la pieza dental.     Dicho esto, la gingivitis gestacional es la enfermedad de las encías que se produce únicamente en el transcurso de un embarazo. Pero, a diferencia de la creencia popular, no es el embarazo lo que provoca la gingivitis. Lo que sucede es que debido a diversos factores relacionados con el embarazo -fundamentalmente hormonales-, la gingivitis que antes de esta etapa no estaba totalmente controlada, se agrava. Tal y como explica la Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración (SEPA), la denominada gingivitis del embarazo tiene una prevalencia de entre el 36 y el 100% de las embarazadas que habían padecido esta enfermedad con anterioridad. Sin embargo, la incidencia de esta patología es de tan sólo el 0,03% en aquellas mujeres libres de placa al inicio del embarazo y que mantienen buenos hábitos de higiene bucal durante el mismo. Causas de la gingivitis en el embarazo Aunque acabamos de adelantar que los cambios hormonales contribuyen a la aparición de la gingivitis gestacional, a continuación vamos a detallar tanto éste como el resto de factores que influyen en la enfermedad: Aumento de niveles hormonales: Durante el embarazo se produce un incremento en la producción de hormonas -estrógeno y progesterona-, lo que supone, a su vez, mayor facilidad a la hora de desarrollarinflamación y sensibilidad en dientes y encías. Además, éstos se vuelven más vulnerables ante las bacterias. Incremento del flujo sanguíneo: Durante el periodo de gestación del bebé el flujo sanguíneo aumenta entre un 30 y un 50% para asegurarse de que el feto recibe los nutrientes necesarios. Este aumento del flujo sanguíneo no sólo afecta al cuerpo sino también a las encías, que son más propensas a inflamarse y provocar dolor e, incluso, sangrado. Náuseas: Sólo en algunos casos, las tradicionales náuseas del embarazo pueden provocar una cierta aversión a la pasta dental, al enjuague bucal o, incluso, a la rutina de cepillado. Sin embargo, la higiene dental escasa supone el caldo de cultivo para la aparición de la placa bacteriana y  el consiguiente desarrollo de la gingivitis. Vómitos: Los vómitos repetidos también son perjudiciales, ya que el ácido estomacal que se produce con éstos daña tanto el tejido gingival (encías) como el esmalte de los dientes. Síntomas de la gingivitis La gingivitis -tanto en mujeres embarazadas como en personas que no lo están- suele manifestarse con los siguientes signos: Encías sensibles que sangran con el cepillado o de manera espontánea Encías hinchadas Encías enrojecidas y de aspecto brillante Llagas o úlceras en la boca Sabor desagradable en la boca ENCÍAS INFLAMADAS DURANTE EL EMBARAZO Si reconoces alguno de estos síntomas, te recomiendo que acudas cuanto antes a un odontólogo especializado en Periodoncia. Mientras que la gingivitis es muy sencilla de tratar -con una limpieza dental profesional y mayor higiene en casa es suficiente- la periodontitis requiere un tratamiento más largo y costoso. Las mujeres embarazadas que padecen una enfermedad periodontal tienen tres veces más riesgo de tener un parto prematuro, en comparación con las gestantes que cuentan con una boca sana Posibles complicaciones Tal y como ya hemos avanzado, si la gingivitis no se cura, avanza y termina acarreando problemas mucho más graves y difíciles de tratar. Dichas complicaciones son las siguientes: Periodontitis: Es la más común de todas las consecuencias posibles. Mientras que la gingivitis solamente afecta a las encías, la periodontitis compromete a los huesos maxilares. Al actuar el hueso como soporte del diente, su deterioro a causa de las bacterias incontroladas provoca la pérdida de piezas dentales. Formación de ampollas o bultos: Son conocidos como “tumores del embarazo” y son fácilmente extirpables sin efectos secundarios. Parto prematuro: Según un estudio realizado por científicos de la University of Alabama School of Dentistry (EEUU) en el que se reclutaron datos de más de 2.000 mujeres embarazadas, se comprobó que aquellas que tenían enfermedad periodontal, tenían tres veces más riesgo de dar a luz de forma prematura, en comparación con las gestantes que poseían una boca sana. El motivo de esto se explica porque las bacterias que permanecen en nuestra boca durante mucho tiempo en forma de sarro, provocan que nuestro sistema inmunitario segregue unas sustancias denominadas interluquinas y prostaglandinas (PG2). Éstas, al atravesar la barrera hematoplacentaria, pueden provocar el parto antes de las 37 semanas. HIGIENE DENTAL PARA CURAR GINGIVITIS Tratamiento: higiene dental profesional Tal y como hemos adelantado previamente, el tratamiento para combatir la gingivitis consiste en: Limpieza bucodental profesional realizada en la clínica por un dentista o higienista Rutina de higiene exhaustiva en casa por parte del paciente El tratamiento realizado en la clínica dental sirve para eliminar todo el sarro acumulado en los dientes. Además, tiene como objetivo dejar la boca sana y limpia para que el paciente pueda llevar a cabo su rutina de higiene de manera habitual. Y, con estos buenos hábitos, eliminar por completo la gingivitis. ¿Existen remedios caseros para combatir la gingivitis? Dejando a un lado la limpieza dental, se puede considerar “casero” el procedimiento que debe llevar a cabo el

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Dientes incluidos, retenidos o impactados y su tratamiento

Los dientes incluidos, también conocidos como retenidos o impactados, son aquellos dientes que, a pesar de haberse formado totalmente, no han llegado a emerger en la boca durante el periodo habitual, y permanecen dentro del hueso maxilar parcial o completamente. A pesar de que puede ocurrir, indistintamente, con dientes temporales (los dientes de leche de los niños) o permanentes, así como en cualquier pieza dental, el proceso de inclusión es más común en los cordales –muelas del juicio- y en los caninos –colmillos- superiores. Es así dado que estos son los últimos dientes en erupcionar en la boca y, por lo tanto, tienden a no tener suficiente espacio para salir. Se trata de una situación muy frecuente entre la población mayor de 15 años y sus graves consecuencias exigen una reacción precoz. Para la detección de estos dientes incluidos se realizará una radiografía panorámica de la boca que ayude a descartar patologías y a determinar las causas del retraso en la erupción. Clasificación de dientes incluidos Existen dos tipos de inclusiones de dientes: Inclusión total: Es el caso de aquellos dientes que se han quedado completamente dentro del hueso maxilar y que no han emergido lo más mínimo a través de la encía. Inclusión parcial: Los dientes semi-incluidos o semi-impactados son aquellos que han erupcionado parcialmente en la boca y, dada su posición, son más vulnerables a las bacterias de la boca por lo que pueden sufrir infecciones recurrentes. En los casos en los que el diente emerge de manera parcial, se pueden apreciar algunos síntomas como la inflamación y sensibilidad en las encías, por lo que son más fáciles de detectar que los dientes completamente incluidos. Radiografía de un caso clínico de canino incluido tratado en la Clínica Dental SanCal   Estos son algunos de sus síntomas: Mal aliento Dolor o sensibilidad en las encías Dolor de cabeza o de mandíbula prolongado Enrojecimiento de las encías que se localizan alrededor del diente retenido Sabor de boca desagradable Espacio visible donde debería haber salido el diente Causas y complicaciones derivadas de los dientes retenidos A pesar de que no en todos los casos existe un factor claro que haya derivado en un diente incluido, algunas de las causas más comunes de este proceso son las siguientes: Infecciones Traumatismos Genética Falta de espacio en la boca Malnutrición En cuanto a las consecuencias derivadas de las inclusiones dentarias pueden ser numerosas y algunas muy graves, ya que el diente incluido que adquiere una malposición puede impactar contra los dientes vecinos y causar algunas de las siguientes complicaciones: Reabsorción de la raíz Daños en la estructura anatómica (seno maxilar, troncos nerviosos, raíces de dientes adyacentes…) Infecciones Alteraciones en el resto de dientes (pueden provocar apiñamiento) Aparición de bolsas periodontales Problemas de masticación Formación de caries por la placa acumulada entre los dientes y encías Desarrollo de quistes o tumores Molestia crónica en la boca Maloclusión Los dientes semi-incluidos son más vulnerables a las bacterias de la boca por lo que pueden sufrir infecciones recurrentes. ¿Cuál es el tratamiento para los dientes incluidos? Cuando nos encontramos la situación de un diente retenido en el hueso maxilar, podemos aplicar tres tipos de tratamientos: No actuar sobre el diente impactado y controlar su evolución: Sólo actuaremos de esta manera cuando no haya riesgo de que se produzca ninguna patología. En prácticamente la totalidad de los casos se recurre a los otros dos tratamientos. Extracción del diente retenido: A pesar de que sería el último recurso en el caso de un canino incluido –a menos que exista un problema grave-, es bastante común realizar una exodoncia en el caso de los cordales o muelas del juicio. Recolocación del diente incluido en la arcada dentaria: Cuando el diente en cuestión tiene una importancia funcional y/o estética –como es el caso de los caninos- optaremos por intentar recolocarlo en el lugar donde debería haber erupcionado. Cirugía de extracción de cordales incluidos (muelas del juicio) Los problemas de erupción de las muelas del juicio son muy comunes debido a que en la evolución del hombre, la mandíbula ha ido disminuyendo de tamaño más rápidamente que el número de dientes que posee el ser humano. Es por ello que, en muchas ocasiones, estos cordales no encuentran el suficiente espacio para emerger y acaban retenidos en el maxilar. Y dada su poca funcionalidad práctica y su carencia de funcionalidad estética, lo más recomendable, en la mayoría de casos, es extraerlos para evitar, así, posibles complicaciones (infecciones, movimiento del resto de dientes…). Este tipo de cirugía es muy frecuente y conviene que se realice antes de que el paciente desarrolle la raíz del cordal (antes de los 20 años de edad), ya que cuanto mayor sea la raíz, mayor contacto tendrá con el nervio y mayor será el riesgo durante la exodoncia. Se trata de una intervención quirúrgica de menos de media hora de duración y que, en la gran mayoría de casos, se realiza con anestesia local. Cuando la muela del juicio está totalmente incluida suele ser necesario realizar un corte en la encía para poder acceder a ella. Además, en ocasiones, suele tener que eliminarse algo del hueso que rodea al cordal o bien partir la muela en fragmentos para facilitar su extracción. El postoperatorio no debería implicar más que una hinchazón que irá reduciéndose en dos o tres días y exigirá una dieta blanda y una higiene acorde a las recomendaciones del profesional en la primera semana tras la intervención. Recolocación a base de tracción de los caninos incluidos Tras los cordales, los colmillos son los dientes que presentan mayores problemas de erupción. La causa más común en estos casos suele ser la falta de espacio en la arcada o que la posición del diente dentro del hueso es incorrecta. A diferencia de las muelas del juicio, los caninos adquieren mucha importancia en el conjunto de los dientes ya que se trata de piezas dentales muy fuertes y que ayudan a dirigir el movimiento de la oclusión. Es por ello que, si la posición del canino es favorable, el tratamiento más recomendable es la recolocación del mismo en la arcada dentaria mediante una intervención combinada entre la

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Quemaduras en la lengua: remedios para aliviar las molestias

¿Alguna vez no has esperado el tiempo suficiente para empezar a comer y te has quemado la lengua? Seguro que, en muchas ocasiones, has experimentado las consecuencias de beber o de comenzar a comer aun a sabiendas de que la comida o bebida elegidas estaban más calientes de lo que podías aguantar.Por ello, sabrás que las quemaduras en la lengua son muy molestas: generan irritación en la zona y merman, de forma temporal, tu capacidad para percibir el sabor de los alimentos. En el presente artículo te contaremos qué remedios te pueden ser útiles cuando tengas la lengua escaldada.   Lesiones en la lengua por quemaduras ¿Cuántas veces te has quemado la lengua porque no tenías tiempo para comer o, simplemente, porque no podías esperar más para saborear una de tus comidas favoritas? ¿O cuántos días a la semana empiezas la jornada laboral bebiendo un café o un té hirviendo? Las quemaduras en la lengua a causa de comidas o bebidas muy calientes son muy frecuentes y, generalmente, suponen lesiones de primer grado. En estos casos, únicamente se ve dañada la capa más superficial de la lengua -también conocida como epitelio-, el paladar o la zona interior de las mejillas. Lo habitual es que la persona padezca inflamación, irritación, hinchazón y dolor en la zona afectada, y bastará con recurrir a unos sencillos remedios caseros para atajar sus molestias. En cambio, en algunas ocasiones la lesión es más severa. Es entonces cuando estamos ante quemaduras de segundo o tercer grado.   CASO DE LENGUA ESCALDADA   Las quemaduras de segundo grado son más profundas. Causan un dolor más agudo, y es frecuente la aparición de pequeñas ampollas en la superficie lingual. Éstas tardan más en sanar, por lo que es habitual sentir las molestias derivadas de la quemazón durante, al menos, un par de semanas. Por último, las quemaduras de tercer grado suponen una afección de las distintas capas de tejidos subyacentes. La lengua puede mostrar una apariencia blanquecina o, por el contrario, una tonalidad más marrón. Sus síntomas pueden variar entre un dolor intenso o, por el contrario -y debido al daño de los nervios-, ser asintomática en un inicio. En caso de lesiones más severas, podría estar indicado un tratamiento antibiótico e, incluso, un injerto de tejido. Si crees que tienes una quemadura que revista cierta gravedad -de segundo o tercer grado-, o si sufres molestias constantes o alguna de las ampollas presentes a causa de la quemazón está supurando, debes acudir de manera inmediata a recibir asistencia médica. ¿Qué consecuencias tiene una quemadura en la boca? Como hemos comentado con anterioridad, las lesiones más leves producen hinchazón, irritación e inflamación en la zona. Estos efectos remitirán transcurridos unos días -habitualmente, en un periodo comprendido entre 3 y 6 días después del accidente-. Además, una quemadura puede provocar el daño de las papilas gustativas, localizadas en la superficie lingual. Por este motivo, es frecuente que veamos disminuida nuestra percepción de los sabores de manera temporal -hasta que los tejidos se regeneren de manera completa-. Por último, a causa de lesiones que no revisten gravedad alguna es habitual acusar cierta sensibilidad en la lengua o molestias derivadas de la ingesta de algún alimento -especialmente ante comidas ácidas, picantes o calientes-. Pero, además, en el caso de las personas que sufren quemaduras de segundo y tercer grado, es más frecuente la afección de procesos infecciosos. Por ello, los especialistas insisten en la importancia de acudir de manera pronta al médico en caso de que suframos lesiones más graves. Las quemaduras en la boca por la ingesta de alimentos demasiado calientes no suelen revestir ninguna gravedad, y las molestias derivadas de las mismas remitirán transcurridos unos días ¿Qué debo hacer si me he quemado la lengua? En primer lugar, debes tener en cuenta que los remedios citados a continuación van dirigidos únicamente a quemaduras que no revisten gravedad alguna -de primer grado-. En ese caso, existen una serie de medidas que pueden ayudarte a reducir las molestias y a acelerar el proceso de curación de los tejidos. Reduce los efectos de irritación de la lengua En primer lugar, nuestra reacción más natural es aplicar frío para reducir la inflamación. Está bien que te enjuagues la boca con agua fría o leche, pero, por el contrario, no es recomendable que apliques hielo directamente sobre la zona. Éste podría quedarse adherido a la lengua, y provocar un efecto inverso al deseado.     REMEDIOS PARA QUEMADURAS EN LA LENGUA Por otra parte, otra de las soluciones más extendidas a la hora de aliviar las molestias en una lengua escaldada es la realización de enjuagues con agua con sal. De esta manera, se favorece la cicatrización de los tejidos. Por último, en caso de molestias un poco más severas, los especialistas también recomiendan el empleo de colutorios o geles con efecto analgésico o la ingesta de ibuprofeno o paracetamol por vía oral. ¿Qué debes comer si tienes la lengua escaldada? En los días siguientes al accidente, debes tener un cuidado especial con la alimentación. Siguiendo una serie de pautas reducirás las molestias en la zona afectada, así como la irritación de la lengua: Evita la ingesta de comidas ácidas, picantes o muy calientes, pues son sustancias que actúan como irritantes de la lengua. Intenta escoger comida que no sea especialmente crujiente como, por ejemplo, biscotes o patatas fritas. Este tipo de alimentos pueden rozar o arañar la superficie quemada, produciendo molestias añadidas. Opta, por el contrario, por comidas frías y fáciles de digerir como, por ejemplo, yogur o cremas suaves. Por último, evita la ingesta de alcohol o el consumo de tabaco. Ambas sustancias aumentan la irritación de la zona. Mantén una higiene bucodental rigurosa La cavidad oral es un espacio lleno de bacterias. Para evitar la posible afección de una infección es imprescindible mantener una higiene bucodental rigurosa. Cepilla tus dientes después de cada comida e incluye la limpieza de la lengua en tus rutinas de higiene oral. Recuerda que debes cepillarte la zona con cuidado, sin ejercer una presión desmedida y empleando para ello un cepillo de cerdas suaves o medias. Por último, puedes recurrir a los

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Causas y remedios para aliviar el dolor de encías

El dolor de encías –normalmente unido a una inflamación y/o sangrado de las mismas- es una patología muy común entre la población en general, aunque especialmente en personas de entre 30 y 50 años. Puede aparecer como un dolor puntual asociado a una herida o un traumatismo, pero aquel dolor de encías que persiste en el tiempo y que se presenta de manera muy localizada es el más preocupante, dado que puede ser síntoma de una enfermedad periodontal. Causas principales del dolor de encías Las causas más comunes del dolor de encía suelen ser las enfermedades periodontales, que como procesos infecciosos causados por las bacterias que se alojan en nuestra boca, provocan la inflamación e irritación de las encías y por tanto, molestias en las mismas. Existen dos estadios de enfermedad periodontal que provocan dolor de las encías. Los describimos a continuación: Gingivitis Es la enfermedad periodontal provocada por la acumulación de placa bacteriana y que ocasiona inflamación, enrojecimiento y sangrado de la zona gingival. El principal factor por el que se origina es la mala higiene dental: no cepillarse correctamente, o hacerlo de forma agresiva, no utilizar hilo dental… Todo ello favorece la aparición de gingivitis. Periodontitis Se trata del estadio avanzado de la gingivitis, donde las bacterias han afectado no sólo a los tejidos blandos, sino también al hueso maxilar, poniendo en riesgo el sustento de los dientes. Este tipo de infección provoca síntomas como mal aliento, enrojecimiento o sangrado de encías, inflamación gingival, dolor, y movimiento de los dientes.   GINGIVITIS Tanto en el caso de la gingivitis como en el de la periodontitis crónica, el dolor de encías, aunque muy localizado, no suele presentarse de forma permanente. De hecho, lo más frecuente es que surja durante el cepillado o cuando comemos algo. De cualquiera de las maneras, el tratamiento para frenar la gingivitis y que no derive en una periodontitis es una limpieza profesional. Gracias a ella se eliminará la placa bacteriana acumulada y las encías irán desinflamándose hasta que, finalmente, remita el dolor gingival. Otros motivos por los que duelen las encías Además de las enfermedades periodontales como la gingivitis y periodontitis, existen otras causas por las que las encías pueden llegar a doler. Estas son algunas de ellas: Después de una profilaxis: después de una limpieza profesional donde el higienista tiene que raspar la zona de las encías para eliminar la placa bacteriana, es normal que las encías se inflamen y duelan. Tras un tratamiento de blanqueamiento dental: los productos que se utilizan durante una sesión de blanqueamiento dental pueden provocar sensibilidad dental. Cuando esto ocurre, el paciente siente un dolor localizado e intenso al contacto con alimentos o bebidas muy frías o calientes. Sin embargo, las molestias deberían desaparecer al separar los dientes y encías del estímulo externo. Cambios hormonales: aunque la gingivitis gestacional es de conocimiento general, el dolor de encías no va asociado únicamente al embarazo, sino a todos los cambios hormonales que sufren las mujeres. Por ejemplo, después del parto, antes de la menstruación… GINGIVITIS DURANTE EL EMBARAZO Después de la colocación de un implante: la intervención para la colocación de un implante es bastante invasiva por lo que es habitual que los días posteriores a la cirugía se sienta dolor en las encías cercanas al implante dental. Tras la extracción de un diente: es completamente normal sentir dolor en las encías que se encuentran alrededor del diente extraído. La exodoncia habrá producido una inflamación en las mismas y hasta que ésta remita pueden padecerse dolores. Después de someterse a una endodoncia: al igual que en los casos anteriores, al intervenir quirúrgicamente un diente, que en este caso ha sufrido una endodoncia, las encías que le rodean se ven afectadas por la manipulación realizada por el profesional y por lo tanto, pueden sufrir dolor e hinchazón de la zona gingival cercana. Encías retraídas: hay ocasiones en la que la retracción de encías se debe a un cepillado fuerte, en lugar de a una enfermedad periodontal. Cuando las encías retroceden hasta dejar la raíz del diente al descubierto, es posible sentir un fuerte dolor que irá asociado a la exposición del nervio ante estímulos externos. Diabetes: son muchos los estudios que demuestran la relación directa que existe entre esta patología y las enfermedades periodontales. Y ello se explica debido a que las personas que padecen  diabetes mellitus de tipo 2 sufren unas alteraciones en sus vasos sanguíneos que pueden impedir la adecuada circulación de la sangre en las encías. Dichos problemas circulatorios provocan inflamación y dolor en las mismas. Anemia: la falta de vitaminas propia de personas que padecen anemia también puede provocar problemas en la cavidad oral. Bruxismo: las personas bruxistas suelen padecer dolores de dientes y encías debido a la fricción que producen al rechinar los dientes. La dentición en bebés: se trata de una de las causas más comunes del dolor de encías en bebés. A partir de los 6 u 8 meses de edad los niños empiezan a sentir las encías inflamadas y sensibles. Sin embargo, esto es una consecuencia natural de su desarrollo. DENTICIÓN EN BEBÉS El uso de prótesis: sin una correcta higiene, es frecuente que se acumulen restos de comida entre la prótesis, por lo que puede producirse una inflamación por sarro. La toma de determinados medicamentos: algunos fármacos también pueden provocar que las encías se inflamen y duelan. El uso de ortodoncia: aparatos de ortodoncia como los brackets dificultan la limpieza dental y, por tanto, pueden favorecer la aparición de gingivitis por acumulación de sarro. El hábito de fumar: fumar aumenta la acumulación de la placa bacteriana, lo que hace que se desarrollen enfermedades periodontales con mayor facilidad. Dientes mal alineados: cuando existen malposiciones en los dientes es más común que se acumule el sarro alrededor de las piezas dentales. Si no se practica una buena higiene dental, esta situación puede derivar en una posible gingivitis. Dado que el dolor de encías puede deberse a algunas enfermedades que pueden llegar a ser graves (especialmente en el caso de la periodontitis) es importante determinar cuál de las anteriores puede ser la causa subyacente para poder así aplicar el tratamiento adecuado para la misma. Remedios para aliviar el dolor de encías Una vez que hemos diagnosticado dónde está nuestro problema, es momento de buscar la solución para calmar el dolor de encías. Cuando se trata de un dolor puntual no asociado a una patología

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Absceso dental: ¿cuáles son sus causas y qué tratamiento es el más adecuado?

El absceso dental responde a la infección del tejido blando que supone un dolor agudo para el paciente que la padece.En el presente artículo te contaremos cuáles son las posibles causas de su aparición, qué consecuencias tiene para tu salud bucodental y cuáles son los tratamientos más adecuados para abordarlos.   Definición: ¿qué es un absceso periapical? Un absceso dental es una acumulación localizada de pus a causa de una infección bacteriana. El absceso periapical se diferencia con respecto al absceso periodontal por su localización: el primero afecta al ápice -punta de la raíz- de la pieza dental, mientras que, por el contrario, el segundo tiene su incidencia en las encías, en el área colindante a las raíces de los dientes. Síntomas del absceso periapical Los abscesos periapicales presentan una serie de síntomas inequívocos que, si bien empiezan a manifestarse de forma más leve, van agravándose con el tiempo. Los principales signos de los abscesos dentales son los siguientes: Dolor agudo en la zona. Aparición de un bulto o fístula en el área próxima a la zona en la que se localiza la infección que, en ocasiones, puede suponer la supuración de pus. Mal sabor de boca, especialmente amargo. Inflamación e hinchazón de las encías. Estado febril. Inflamación del área colindante a la pieza dental afectada: cara, mejillas o ganglios linfáticos. Sensación de sensibilidad a temperaturas extremas, sobre todo con la ingesta de alimentos demasiado fríos o calientes, o en el momento en el que se ejerce cierta presión sobre la pieza dental -sobre todo, a la hora de masticar o morder-. En caso de que el absceso no sea tratado a tiempo, la infección irradia al hueso maxilar. Si bien las molestias se reducen, la infección no ha remitido y el tratamiento continúa resultando igual de necesario. Frenar el proceso infeccioso es indispensable. En caso contrario, la infección podría extenderse a otras áreas del cuerpo. ESTRUCTURA DENTARIA ¿Cuáles son las causas del absceso dental? Una caries que no ha sido tratada a tiempo, un fuerte traumatismo, fractura de la pieza dental e incluso la enfermedad periodontal se postulan como las principales causas de los abscesos dentales. Absceso dental a causa de una caries dental o de un fuerte traumatismo Una caries extensa supone el daño de la estructura del diente. En casos de lesiones cariosas muy avanzadas o de traumatismos muy fuertes, las bacterias pueden llegar a alcanzar la pulpa -o nervio dental-. En este caso se produce una infección que se extiende hasta la raíz del diente, causando una inflamación de los tejidos internos del mismo. Una caries que no ha sido tratada a tiempo o un diento enfermo son las principales causas de la aparición de abscesos periapicales o dento-alveolares. Absceso dental a causa de la enfermedad periodontal Las enfermedades periodontales son afecciones que cursan con la inflamación y sangrado reversible de las encías -gingivitis- y, en caso de no ser tratadas a tiempo, derivan en una periodontitis. La periodontitis es una enfermedad crónica que comienza con la infección de los tejidos de soporte y, en caso de no ser abordada, continúa con la movilidad dental y, finalmente, puede llegar a suponer con la pérdida de las piezas. La enfermedad periodontal compromete la estabilidad de las encías, suponiendo una recesión de las mismas. En los casos más avanzados, se forman unas bolsas periodontales -surco que surge entre la pieza dental y la encía-, propiciando un hábitat perfecto para las colonias de bacterias presentes en la boca. PERIODONTITIS COMO CAUSA DE UN ABSCESO La enfermedad periodontal es la principal causa de los abscesos del periodonto. Factores de riesgo Una vez esclarecidas sus causas, podemos entender que existen ciertas condiciones que suponen una mayor propensión a padecer la afección de un absceso dental: Una higiene bucodental poco rigurosa, que favorece la aparición de lesiones cariosas o enfermedades periodontales. Una dieta poco equilibrada con alto contenido en azúcares. Enfermedades que suponen una debilitación del sistema inmunológico como, por ejemplo, la diabetes. Por lo tanto, entendiendo estos factores de riesgo, los especialistas recomiendan una serie de pautas que pueden ayudar a prevenir la formación de un absceso dental. Entre ellas, destacan las siguientes: Cuida la higiene de tu boca. Recuerda la importancia de cepillarte los dientes después de cada comida para eliminar de manera efectiva la placa bacteriana. Haz uso de elementos complementarios de higiene tales como el hilo dental o los cepillos interproximales. Solo así lograrás una limpieza oral completa. Mantén una dieta equilibrada y bebe una cantidad de agua aceptable. Así mantendrás los niveles de segregación de saliva adecuados. Acude a tus revisiones con el especialista para que verifique el buen estado de tus dientes y encías. Una caries extensa, un fuerte traumatismo o las enfermedades periodontales son las principales causas de los abscesos dentales. ¿Cómo se realiza el diagnóstico de un absceso dental? Ante los síntomas descritos, resulta de vital importancia una pronta visita al especialista. De esta manera, se podrá atajar de manera debida la infección y ésta no comportará mayores complicaciones. Para realizar un diagnóstico adecuado, el especialista examinará el tejido y la pieza afectados, y realizará una serie de radiografías para localizar el absceso y discernir el alcance de la infección. Te interesará »  Si es tan importante para nuestra higiene, ¿por qué no usamos nunca el hilo dental? Además, en algunas ocasiones el tratamiento antibiótico no resulta efectivo. En ese caso, está recomendada la realización de una serie de pruebas que detecten qué tipos de bacterias están afectando la zona. De esta manera, el odontólogo podrá cambiar la medicación y pautar un tratamiento adecuado. ¿Qué tratamiento es el más adecuado para el absceso dental? Los especialistas que bordan un caso de absceso dental tienen dos objetivos fundamentales: erradicar el proceso infeccioso y conservar la pieza dental afectada en boca. Para atajar la infección, el odontólogo prescribirá un tratamiento antibiótico. Frenando el proceso infeccioso, se evitan complicaciones posteriores de mayor envergadura. El tratamiento a base de antibióticos es más frecuente en aquellos casos en los que la infección se haya extendido a otras zonas más allá del absceso, o cuando el mismo afecta a personas con un sistema inmunológico debilitado. Con el fin de preservar la pieza en boca, está recomendada la realización de una endodoncia. Eliminando el tejido infectado y sellando

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Anestesia dental: ¿Qué tipos hay y en qué tratamientos se utiliza?

La anestesia es una técnica imprescindible que se utiliza a diario tanto en Medicina como en el caso concreto que nos ocupa a nosotros, es decir, en el campo de la Odontología. Y es que la anestesia dental permite llevar a cabo procedimientos que, de otra manera, no podríamos realizar. O que, en el caso de hacerlos, causarían un dolor casi imposible de sobrellevar para el paciente.   ¿Qué es la anestesia dental? Por anestesia dental entendemos aquella que tiene como objetivo eliminar la sensibilidad de una zona concreta de nuestro cuerpo: la boca. De esta manera, los dentistas podemos realizar cualquier tratamiento que el paciente necesite de manera indolora y cómoda para él. Una vez que hemos definido qué es la anestesia dental, vamos a profundizar más sobre ella, detallando en qué tipo de tratamientos se utiliza. Asimismo, vamos a explicar otras técnicas similares a las que los pacientes también pueden referirse cuando hablan de anestesia dental. Tipos de anestesia bucal En este punto vamos a detallar las diferentes técnicas anestésicas que existen actualmente. Todas ellas las utilizamos en nuestra clínica dental. Sin embargo, ten en cuenta que no todas las consultas odontológicas pueden llevarlas a cabo -por el equipamiento que requieren o por la especialización que necesitan los profesionales-. Por ello, si estás interesado en alguna técnica en concreto te recomendamos que preguntes de antemano si cuentan con ella en la clínica a la que vas a acudir. Anestesia local La anestesia local es la técnica más utilizada para eliminar la sensibilidad de la boca. Esto se debe a que puede aplicarse en cualquier tratamiento que genere dolor o molestias al paciente. Ejemplos de dichos tratamientos serían los empastes dentales, las endodoncias, los implantes, las carillas o las extracciones de dientes.   CARILLAS DENTALES DE PORCELANA   Sin embargo, aunque no sea lo habitual, el odontólogo también puede aplicar anestesia local en una higiene dental. Esto se hace en los casos en los que el paciente cuenta con mucha placa dental y la retirada de ésta resulta excesivamente molesta. Para que esto no suceda, a nuestros pacientes les recomendamos acudir cada año a la clínica para que las higienistas les realicen una limpieza profesional. Spray, crema o gel anestésico Los geles, cremas o sprays anestésicos se utilizan para adormecer la zona en la que se va a aplicar la anestesia local. Te interesará »  Técnica de Bass: ¿cómo debes cepillarte los dientes? Por tanto, son de uso tópico y sirven para evitar el dolor propio del “pinchazo” de la aguja con la que se aplica la anestesia local. Al tener un efecto muy leve y limitado, estos geles, cremas o sprays no se utilizan por sí solos en los tratamientos mencionados en el punto anterior (empastes, endodoncias, implantes, carillas o extracciones). Es decir, solamente los utilizamos para aplicar posteriormente la anestesia local. Sedación leve La sedación leve es una técnica que consiste en la aplicación de óxido nitroso mediante una mascarilla. Por tanto, al ser inhalada -en lugar de inyectable- evita usar una aguja y “pinchar” al paciente. La sedación leve permite al paciente permanecer consciente mientras dura el tratamiento y se utiliza frecuentemente en la especialidad de Periodoncia, concretamente en los mantenimientos periodontales. El motivo por el que se usa en este tipo de procedimientos es porque en ellos se experimentan más molestias que con una simple limpieza profesional. Sin embargo, dicho dolor es más llevadero que el que ocasionan los tratamientos mencionados en los puntos anteriores. Por ello, no es necesario aplicar anestesia local. Sedación consciente De todas las técnicas que estamos tratando, la sedación consciente es la que se utiliza con menos frecuencia en las clínicas dentales. Aunque en nuestra clínica dental contamos con sedación consciente, no es lo habitual ya que es necesario tener un gabinete equipado para ello, así como un médico anestesista. La sedación consciente se puede aplicar en cualquier tratamiento dental. Sin embargo, lo más frecuente es utilizarla en las cirugías de implantes. En este punto, es conveniente destacar que la sedación consciente no es una técnica anestésica como tal, sino que se lleva a cabo cuando los pacientes sienten miedo o ansiedad ante el procedimiento quirúrgico. Por tanto, la sedación consciente se utiliza siempre junto con la anestesia local. De hecho, en las personas que se van a someter a una cirugía de implantes y no sienten miedo o ansiedad se utiliza únicamente anestesia local. Anestesia general Por último, la anestesia general no es una técnica que se lleve a cabo en la consulta del dentista. Es decir, se puede utilizar en intervenciones quirúrgicas orales -como pueden ser la cirugía ortognática, los implantes dentales o la extracción de las muelas del juicio-. Sin embargo, su utilización corresponde al entorno hospitalario. Por norma general, podemos decir que la anestesia local se utiliza en todos los tratamientos dentales, excepto en los de ortodoncia y blanqueamiento ¿En qué tratamientos se aplica anestesia dental? Como ya hemos visto en el apartado anterior, por anestesia bucal se pueden entender diversos términos. Por tanto, dependiendo de qué entendamos por anestesia dental, podemos decir que es conveniente utilizarla en unos tratamientos u otros. A todos ellos hemos hecho referencia en el apartado anterior, incluyendo las diferentes combinaciones que se pueden llevar a cabo, como ocurre con la sedación consciente y la anestesia local en la especialidad de Implantología. Pero, además de esto, a modo de resumen podemos decir que la anestesia dental se puede aplicar en cualquier tratamiento que genere dolor, molestias o incomodidad al paciente.   GABINETE EQUIPADO CON SEDACIÓN CONSCIENTE Técnicas diferentes Aunque el dentista te pueda explicar los distintos tipos de anestesia y sedación, te recomendamos que sepas, a grandes rasgos, en qué se diferencia cada una de ellas ¿Cuándo no se utiliza ninguna técnica anestésica? Una vez que hemos hecho referencia a los tratamientos en los que se usa anestesia, podemos decir que hay otros en los que no es necesario hacerlo. Por ejemplo, la anestesia no se utiliza en tratamientos de ortodoncia o blanqueamiento dental. Como no podía ser de otra manera, si no se recurre a ella es porque durante esos procedimientos el paciente simplemente siente unas molestias o incomodidades mínimas, que pueden ser perfectamente sobrellevadas. Una vez realizada esta diferenciación sobre los diferentes métodos anestésicos y de sedación, esperamos haberte ayudado a distinguirlos. En cualquier caso, puedes consultarnos todas tus dudas poniéndote en contacto con nosotros o acudiendo a una primera consulta gratuita.

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Apicectomía: ¿cuándo está indicada?

En la mayor parte de los casos, la endodoncia es el tratamiento indicado para tratar una infección del tejido pulpar -o nervio-. Sin embargo, en algunas ocasiones este procedimiento fracasa o resulta insuficiente. En estos casos, los especialistas recurren a la realización de una apicectomía para tratar el proceso infeccioso.En el presente artículo te contaremos en qué consiste este tratamiento, en qué casos está indicado y qué cuidados debes tener después del tratamiento.   ¿Qué es una apicectomía? La apicectomía, también conocida como cirugía endodóntica, es un procedimiento quirúrgico que se realiza para tratar un proceso infeccioso presente en la raíz dental y en los tejidos adyacentes a la misma. ¿Cuándo está indicada la realización de una apicectomía? La endodoncia es un tratamiento propio de la odontología conservadora. Se realiza cuando se ve afectado el nervio dental, bien a causa de una caries extensa que ha supuesto una pérdida de gran parte de la estructura dentaria -llegando a dañar el mismo-, o por la acción de un fuerte traumatismo. En algunos casos, la infección llega hasta la punta de la raíz del diente. Estos procesos suponen, en muchas ocasiones, la aparición de una fístula, un pequeño quiste -o granuloma- en la misma. El procedimiento endodóntico -también conocido como tratamiento de conductos- consiste en la eliminación del paquete vasculonervioso presente dentro de la raíz del diente con el objetivo de erradicar la infección y preservar la pieza en boca.   PROCESO DE UNA ENDODONCIA   En procesos infecciosos en los que el tratamiento endodóntico ha fracasado, o en el caso de que no se pueda acceder con facilidad a la raíz dental, el especialista optará por la realización de una apicectomía. Pero, además, existen una serie de factores que inducen a la realización de este tipo de tratamiento: En piezas dentales que ya cuentan con falsos conductos o en los que los mismos presentan alguna fractura, quedando los materiales propios del procedimiento endodóntico ubicados en el interior del diente Procesos infecciosos agudos que presentan un sangrado abundante Si se ha visto afectado el hueso de soporte En caso de que exista un daño extenso de la raíz dental Si el área en la que ha cursado la infección se sitúa próxima al seno maxilar Sin embargo, la apicectomía es un tratamiento que no está indicado en una serie de casos. ¿Cuándo está contraindicada una apicectomía? Los especialistas no realizarán una apicectomía cuando confluya alguno de los siguientes factores: Una enfermedad periodontal muy avanzada El paciente padezca hipertensión o enfermedades sistémicas tales como endocarditis o diabetes no controlada El paciente padezca problemas de coagulación que puedan revertir en hemorragias no controladas En caso de que presente fracturas longitudinales en la pieza dental o que ésta se sitúe próxima al seno maxilar Por este motivo, los odontólogos insisten en la importancia de realizar un buen diagnóstico del caso. De esta manera, se realizan radiografías que permitan examinar la pieza afectada y el tejido adyacente a la misma. Además, recalcan la relevancia de revisar el historial médico del paciente antes de abordar una apicectomía, estudiando exhaustivamente tanto las diferentes patologías que ha padecido como la medicación recetada para mitigar las molestias de las mismas. Una vez se entiende que este procedimiento quirúrgico es la mejor opción para conservar la pieza dental en boca, ¿cómo se realiza la apicectomía? El tratamiento: apicectomía paso a paso La apicectomía comienza con la aplicación de un anestésico a nivel local que permite insensibilizar la pieza dental afectada y la zona de tejido adyacente a la misma. El especialista realizará una pequeña incisión en la encía en el área próxima a la infección, eliminando la cantidad de hueso precisa para poder acceder a través de la misma a la punta de la raíz -o ápice-. En este punto, se realiza un corte con el fin de extraer el ápice y se drenan los tejidos afectados. A continuación, el conducto de la pieza dental se sella con MTA (material trióxido agregado) con el fin de evitar la afección de futuras infecciones. Finalmente, se sutura la incisión realizada en la encía que, con el tiempo, irá regenerándose hasta volver a su estado de salubridad completa.   PROCEDIMIENTO DE UNA APICECTOMÍA   De una duración estimada entre los 60 y los 90 minutos, la apicectomía es un procedimiento sencillo. Para su realización está indicado el empleo de un microscopio quirúrgico que permita examinar con éxito los conductos de la pieza. Su tasa de éxito es muy elevada. Sólo en algunos casos en los que la raíz presenta una ligera grieta o una pequeña fractura puede producirse un fracaso del mismo, siendo obligada entonces la extracción dentaria. Postoperatorio de una apicectomía: ¿qué complicaciones existen? Podemos afirmar que la apicectomía no duele: se trata de una cirugía mínimamente invasiva realizada bajo anestesia local que, posteriormente, generará escasas molestias al paciente en caso de que éste siga las recomendaciones del odontólogo. En las horas siguientes a la intervención es habitual sentir una ligera inflamación en la zona. Por lo tanto, la sensación de molestia e hinchazón es frecuente. Para reducir esta inflamación el especialista que aborde el caso recomendará la ingesta de analgésicos o antiinflamatorios, así como de antibióticos para evitar posibles infecciones. Las suturas pasarán desapercibidas transcurridas dos semanas desde la intervención, y los tejidos se regenerarán transcurridos 6 meses aproximadamente.   La apicectomía es una cirugía mínimamente invasiva que apenas generará molestias posteriores al paciente ¿Qué cuidados debes tener después de una apicectomía? Para garantizar el éxito del tratamiento, los especialistas establecen una serie de cuidados que pueden colaborar en una buena recuperación tras el procedimiento quirúrgico. Durante las horas siguientes a la intervención aplica frío de forma intermitente en la zona afectada para bajar la inflamación de la misma. Sigue una dieta blanda y a base de alimentos fríos durante las 24 horas posteriores a la cirugía, e intenta no masticar con la piza dental afectada y las que se encuentran próximas a la misma. Evita, en la medida de lo posible, fumar en las horas siguientes a la intervención. Además, debes recordar que la ingesta de alcohol dificulta la cicatrización de la herida. CUIDADOS DESPUÉS DE UNA APICECTOMÍA No realices actividades deportivas o que supongan un esfuerzo físico, e intenta reposar en las horas siguientes a la operación. Recuerda la importancia de mantener la cabeza ligeramente levantada. Para

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Muelas del juicio: guía para entender qué son, cuándo aparecen y por qué extraerlas

Aunque la mayoría de las personas tiene muelas del juicio –también llamadas cordales-, hay otras a las que no les llegan a crecer nunca. Si bien es cierto que la erupción de estas piezas dentales está muy relacionada con la aparición de dolor, no es menos cierto que en algunos casos no se experimentan síntomas o complicaciones. Cuando las muelas crecen sanas, salen completamente de la encía, su posición es correcta y pueden ser limpiadas adecuadamente en la rutina de higiene diaria, la persona no tiene por qué presentar molestias. Sin embargo, hay otros casos en los que su nacimiento provoca un dolor especialmente intenso, así como otras complicaciones en la boca que detallaremos a continuación. Es en estos casos en los que el odontólogo o cirujano maxilofacial debe evaluar la posibilidad de practicar una cirugía para extraer las muelas del juicio. ¿Qué son las muelas del juicio? Las cordales son las cuatro piezas dentales que crecen detrás de los segundos molares, tanto en el maxilar superior como en la mandíbula o maxilar inferior. Es decir, están ubicadas en la parte posterior de la boca, en la última posición.   MUELAS DEL JUICIO UBICADAS EN LA ÚLTIMA POSICIÓN   Las muelas del juicio son las últimas piezas en erupcionar y comienzan a salir generalmente entre los 17 y los 25 años, cuando el resto de dientes ya han crecido y están acomodados. Su nombre, por tanto, hace referencia precisamente a la edad en las que salen las muelas del juicio, cuando se supone que una persona ya tiene “juicio”. A pesar de que los cordales suelen salir alrededor de la edad mencionada, hay que tener en cuenta que también pueden aparecer a una edad más temprana o tardía, o incluso no llegar a crecer nunca. Además, como no se rigen por una regla exacta, tampoco tienen por qué erupcionar las cuatro. Tienen su origen en nuestros antepasados, que necesitaban unas mandíbulas muy desarrolladas para poder ingerir unos alimentos que requerían mayor masticación. Por este motivo, contaban con más espacio para albergar las muelas del juicio. Sin embargo, a medida que la especie humana fue evolucionando y cambió la dieta, comenzaron a desarrollarse mandíbulas más cortas. Las muelas del juicio no tienen una función fundamental en nuestra boca, por lo que lo más habitual es extraerlas si presentan o pueden presentar problemas ¿Cuáles son sus síntomas? Como hemos indicado anteriormente, aunque se produzca la erupción de las muelas del juicio, hay personas que no presentan sintomatología ya que estas piezas crecen sanas y alineadas. Sin embargo, hay muchos casos en los que los síntomas se presentan en forma de dolor, infección o inflamación. Esto puede ocurrir porque las cordales no crezcan de manera totalmente vertical, sino que salgan inclinadas o torcidas, o porque incluso salgan parcialmente debido a que no tienen suficiente espacio. ¿Qué problemas dan? Además del inconveniente evidente que puede suponer el dolor agudo y persistente en la boca, la existencia de las muelas del juicio puede dar lugar a otras complicaciones. Tanto la falta de espacio como un crecimiento inadecuado pueden comprometer la estructura de la boca. Esto puede provocar que las cordales empujen al resto de molares, provoquen el desalineamiento de los dientes, dañen las piezas dentales vecinas o dificulten su higiene (facilitando la acumulación de placa y la formación de caries). Además, los cordales incluidos -aquellos que están completamente metidos en la mandíbula y cubiertos por tejido blando- están muy asociados a la formación de quistes. ¿Cómo es la operación de las muelas del juicio? Tanto un odontólogo especializado en cirugía e implantes como un cirujano maxilofacial son los profesionales encargados de extraer las muelas del juicio. Por tanto, deben ser ellos quienes determinen si es conveniente realizar la cirugía.  Dado que las cordales no tienen una función fundamental en nuestra boca y no sirven para masticar mejor, lo más habitual es extraerlas si presentan o pueden presentar problemas. En algunos casos, se toma la decisión de operar las muelas del juicio cuando la persona ya presenta sintomatología. En otros casos, el profesional se apoya en radiografías para determinar si se debe realizar la intervención de manera preventiva antes de que se produzcan los primeros síntomas.   RADIOGRAFÍA PANORÁMICA DE LA BOCA La cirugía es bastante sencilla, se practica con mucha frecuencia y puede realizarse mediante anestesia local. La duración de la intervención depende del estado y la situación de las muelas, es decir, si han salido de manera completa o parcial, si están afectando a las estructuras de la boca, si hay que extraer una o las cuatro… ¿Cómo recuperarse de la cirugía? Una vez ha terminado la intervención, el paciente necesitará un tiempo de recuperación que también variará en función de cómo haya sido la cirugía. En primer lugar, se debe esperar a que pase el efecto de la sedación. Por lo general, durante las primeras horas siguientes a la operación podemos llevar a cabo una serie de pautas y esperar algunos inconvenientes: Sangrado: para absorber la sangre se puede colocar una gasa limpia y húmeda en la zona donde se produce el sangrado de la encía. Aunque sea algo habitual durante las primeras horas, si el sangrado no se detiene debemos consultar con la Dra. Sánchez. Inflamación: también es habitual que se produzca hinchazón alrededor de la zonaen la que se han extraído las muelas. Con el objetivo de aliviar el dolor y la inflamación podemos colocar compresas o bolsas frías. Medicación: el doctor que ha practicado la cirugía debe ser el más indicado para señalar qué tomar para el dolor. Una vez tengamos sus indicaciones, debemos respetar tanto el tipo de medicamento como la dosis. Alimentación: el cirujano te aconsejará qué puedes comer después de la cirugía de las muelas del juicio. Por regla general, la alimentación durante las primeras horas se reduce únicamente a bebidas frías. Sigue sus pautas y no tomes bebidas calientes ni alimentos sólidos hasta que lo indique.     BEBIDAS FRÍAS TRAS LA OPERACIÓN Tabaco y alcohol: tanto beber alcohol como fumar afectan al proceso natural de recuperación, por lo que deben ser evitados.   Recuerda que ni las muelas del juicio ni la cirugía tienen las mismas consecuencias de un paciente a otro, por lo que es necesario que consultes con la Dra. Sánchez las pautas adecuadas en tu caso. De hecho, las indicaciones ofrecidas por éste pueden ser distintas a

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