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La periodoncia y su relación con otras patologías

Aunque la periodontitis es una enfermedad de las encías, guarda una estrecha relación con otras patologías de nuestra salud general. Junto con la gingivitis, la periodontitis es una de la principal enfermedad periodontal y es necesario aplicar los tratamientos adecuados para erradicarla, no solo por la salud bucodental, sino también por los efectos que puede tener en el resto del organismo. ¿Qué es una enfermedad periodontal? Dentro de las enfermedades periodontales se engloban aquellas que afectan a los tejidos que actúan como soporte del diente. Si no se tratan adecuadamente y se les deje progresar, pueden causar daños irreversibles en nuestra cavidad oral. Llegado a este caso, habría que consultarlo con la Dra. Sánchez, el experto en la salud de las encías.    ENFERMEDAD PERIODONTAL   Estas patologías no solo provocan la pérdida de la pieza dental en los casos más avanzados, sino que también pueden influir negativamente en una enfermedad que ya esté presente en nuestro cuerpo o aumentar el riesgo de padecerla. Por ello, no está de más conocer qué tipo de relación tienen las enfermedades periodontales con otras que, a priori, nada tienen que ver con la salud dental. Prevención de las enfermedades periodontales Pero antes de profundizar sobre este tema, vamos a enumerar una serie de pautas que pueden ayudarnos a evitar la aparición de una enfermedad periodontal. La limpieza bucal, un paso indispensable El mantenimiento de una correcta higiene bucodental es la primera acción encaminada a prevenir esta y cualquier otro tipo de dolencias en la cavidad oral. LIMPIEZA BUCAL   Es fundamental que las personas estén concienciadas en lo que se refiere al estado de su boca y se acostumbren a llevar a cabo una rutina diaria y completa después de cada comida. Aplicar una buena técnica de cepillado es muy importante y una buena ayuda es complementar esta acción mediante el hilo dental y enjuagues bucales. Con el cepillo de dientes podremos eliminar los restos de alimentos que hayan quedado entre las piezas dentales, mientras que el enjuague arrastrará hacia fuera todos aquellos residuos que la seda no haya conseguido limpiar. Visita regularmente a tu dentista Llevar a cabo los controles odontológicos pautados por tu dentista es el siguiente paso. Por un lado, es fundamental que el paciente actúe de manera preventiva sometiéndose a una higiene dental profesional que elimine la placa bacteriana del esmalte y encías. En el caso de que tengas dudas sobre si tienes una enfermedad periodontal, lo más aconsejable es consultarlo con un periodoncista. Usualmente, las señales de la enfermedad periodontal son evidentes, ya que el sangrado y la inflamación de las encías suelen ser uno de sus primeros síntomas.   Tal como hemos mencionado anteriormente, es importante recordar que las afecciones de las encías no dañan exclusivamente a la boca, sino que desencadenan otros problemas en la salud general: Nos encontramos, por un lado, ante dolencias a nivel local que únicamente inciden sobre el estado de la cavidad oral, y pueden provocar la pérdida de las piezas dentales, con las enfermedades que conlleva. Por otra parte, hay consecuencias a nivel sistémico cuyos efectos se amplían al resto del cuerpo. ¿Cómo se relacionan las patologías periodontales con el estado de salud general? Antes que nada, es necesario matizar que no en todos los casos una enfermedad periodontal provoca una patología distinta. Podríamos decir que, si nuestro estado de salud general es bueno y se empieza a poner remedio a tiempo a la enfermedad periodontal, no debe afectarnos en mayor medida. No obstante, lo que en un primer momento se considera una infección localizada en la boca, puede derivar en algo más grave en pacientes que no se tratan o que cuentan con enfermedades sistémicas previas. ¿Por qué sucede esto? Las bacterias presentes por la acumulación de placa y sarro en nuestros dientes y debajo de las encías pueden llegar al flujo sanguíneo, perjudicando a otras partes del organismo.   Saber cómo se relaciona la enfermedad periodontal con el resto de tu organismo te ayudará a prevenir diferentes patologías   Diversos estudios ratifican el vínculo entre las patologías periodontales y determinadas enfermedades sistémicas. A pesar de ello, las investigaciones continúan para poder verificar de forma más exacta la correlación de causa y efecto. A continuación mostramos algunos ejemplos. Diabetes La diabetes es una enfermedad bastante extendida en la población mundial, llegando a considerarse como una enfermedad pandémica. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), 422 millones de personas adultas padecían de diabetes en 2014, frente a los 108 millones de 1980. De esta forma, la prevalencia a nivel global de esta patología casi se ha duplicado desde entonces, pasando del 4,7% al 8,5% en la población adulta. DIAGNÓSTICO DE LA DIABETES   En el caso de España, el 13,8% de la población sufre diabetes tipo 2 según un estudio llevado a cabo por el Centro de Investigación Biomédica en Red de Diabetes y Enfermedades Metabólicas Asociadas (CIBERDEM) junto con la Sociedad Española de Diabetes (SED). La diabetes conlleva importantes complicaciones crónicas que pueden provocar la mortalidad prematura. A pesar de esto, hay muchas personas que no han sido debidamente diagnosticadas aun padeciendo la enfermedad. De acuerdo con el mismo estudio, de todas las personas afectadas por la enfermedad, el 6% lo desconoce. Una relación bidireccional Dicho esto, ¿qué tipo de conexión hay entre la diabetes y las enfermedades periodontales? Lo cierto es que la relación entre las dos patologías es bidireccional. La diabetes aumenta el riesgo de padecer una enfermedad periodontal debido a la respuesta inflamatoria que provoca. Los tejidos de soporte de los dientes, las encías, se destruyen de forma más rápida y disminuye la posibilidad de reparación posterior. Además, la propia patología de las encías afecta a la diabetes porque perjudica el control de la glucemia. Alteraciones cardiovasculares No es habitual que una persona piense que, por descuidar su salud dental, va a padecer alguna complicación cardiovascular. Pero lo cierto es que los pacientes con enfermedad periodontal tienen más riesgo de presentar un problema cardiovascular, como un infarto de miocardio o un ictus, que las personas con encías sanas. Así lo asegura la Sociedad Europea de Cardiología, que en el año 2012 incluyó por primera vez la periodontitis como factor de riesgo cardiovascular en sus guías. También en el año 2015, la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y la Sociedad Española

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Odontofobia: 9 consejos para vencer el miedo al dentista

Aunque sabemos que para algunos pacientes acudir a la consulta del dentista no es siempre agradable, la gran mayoría de ellos lo hace porque antepone los beneficios que una visita a tiempo al odontólogo tiene para su salud. Sin embargo, hay determinadas personas que se sienten literalmente “incapaces” de sentarse en el sillón del dentista debido al miedo o la ansiedad que les provoca. En estos casos, podemos llegar a afirmar que el paciente padece odontofobia. ¿Qué causa el miedo al dentista? Lo más habitual es que la odontofobia surja por una experiencia dolorosa anterior, que se ha podido tener de niño o posteriormente en la edad adulta. No obstante, también hay algunas personas que desarrollan el miedo al dentista por una experiencia ajena a ellas y que les han contado familiares o amigos. Sea cual sea el origen de la fobia al dentista, no debemos dejar que ésta nos impida acudir a dicho profesional para que lleve a cabo tanto las revisiones rutinarias como los tratamientos necesarios. PÁNICO AL DOLOR, SONIDO U OLOR ¿Qué problemas ocasiona la odontofobia? Es importante tener presente que la boca supone una puerta de entrada al resto del cuerpo, por lo que cualquier infección o enfermedad oral puede extenderse fácilmente por nuestro organismo si no actuamos a tiempo. Esto hace que las personas que no acuden a la consulta del dentista de manera regular por miedo estén comprometiendo seriamente su salud general. Y es que, no llevar a cabo los cuidados o tratamientos necesarios provoca daños que van más allá de la pérdida de dientes, los dolores constantes o el empeoramiento estético de la sonrisa. Esta falta de atención puede originar enfermedades periodontales, que afectan negativamente a la diabetes, el embarazo o al riesgo de sufrir un infarto. Confía en tu dentista Si tienes miedo, te recomendamos que visites varios odontólogos, trates con ellos tus preocupaciones y observes si son lo suficientemente pacientes, cercanos y amables como para tratar pacientes con odontofobia ¿Qué debo hacer si tengo odontofobia? Si te sientes identificado con lo que te estamos contando y eres una de esas personas que han desarrollado pánico al dolor, sonido o incluso al olor característico de la consulta dental, en este artículo te vamos a dar una serie de consejos para que tu próxima visita al dentista sea más agradable. Y es que en SanCal nos encontramos a diario con pacientes que acuden a nuestra clínica dental con miedo. Por este motivo, podemos decir que estamos acostumbrados a tratar con este tipo de situaciones y que nos esforzamos por ofrecer la máxima comprensión y confianza. Infórmate de los procedimientos que combaten el miedo Lo primero que hay que pensar es que el miedo podía estar más justificado hace años, cuando las técnicas y el instrumental en Odontología estaban mucho menos desarrollados que ahora. Sin embargo, hoy en día existen técnicas como la sedación consciente, que favorece la completa relajación de los pacientes que sienten un alto nivel de estrés ante un tratamiento. Aunque se puede utilizar para realizar cualquier procedimiento, lo más habitual es que recurramos a ella en las cirugías de implantes dentales. Trata con el dentista tus preocupaciones Antes de empezar cualquier tratamiento, es fundamental que tengas una cita con el odontólogo que lo va a llevar a cabo. De esta manera, podrá ofrecerte una explicación de tu diagnóstico y del tratamientoque va a realizar. Si, además, aprovechas esta cita para contarle tus miedos, no solamente reducirás la incertidumbre y estarás más preparado para lo que vaya a hacer, sino que el profesional también sabrá cómo tratarte.   Piensa bien el horario de la cita Si acudes al odontólogo por la mañana a primera hora, evitarás estar todo el día dándole vueltas. Consulta la posibilidad de tomar medicación para relajarte Si crees que te va a ayudar, te animamos a preguntar a tu dentista si puedes tomar algún tipo de medicamento para calmar los nervios. Eso sí, te recordamos que nunca debes tomar ningún medicamento sin consultar a tu médico u odontólogo. Ve acompañado Pide a un familiar o amigo –que no tenga miedo al dentista- que te acompañe a la cita. De esta manera, te podrá tranquilizar y mantener entretenido tanto en la sala de espera como en el gabinete. Tiempo de espera Una vez que estés en la sala de espera, intenta no pensar en lo que va a pasar cuando entres al gabinete. Como alternativa, procura tener la mente ocupada leyendo alguna revista, navegando por Internet con tu móvil o hablando con alguien. Aprende técnicas de relajación Cuando estés en el sillón del dentista, esfuérzate por respirar de manera profunda y por pensar en algo agradable que te permita mantenerte distraído. Esto te ayudará a estar más relajado, en lugar de concentrado en lo que te están haciendo. Llévate música El ruido del instrumental utilizado por dentistas y auxiliares puede ser muy incómodo para algunos pacientes, especialmente para aquellos que tienen miedo. Con el objetivo de no tener que escucharlo, llévate tu propia música y cascos para poder aislarte. Acuerda un gesto con el dentista por si estás incómodo o sientes dolor Si sabes que hay un gesto mediante el cual el profesional va a dejar de hacer lo que esté haciendo, te sentirás más seguro PIDE AYUDA A TU DENTISTA SI LA NECESITAS Pide someterte a un tratamiento menor para romper el hielo Si el procedimiento al que te vas a someter es complejo, puedes solicitar que te realicen una limpieza profesional, por ejemplo. De esta manera, podrás conocer un poco más la clínica que te va a tratar y sus profesionales, lo que te ayudará a ir más confiado a la siguiente sesión. Una vez dicho todo lo anterior, quizá el punto más importante sea el de escoger un profesional competente, cercano y que te entienda. Si estás en su búsqueda, nuestro mejor consejo es que te pongas en manos de un odontólogo en el que confíes, que te ofrezca un trato cercano, que sea sensible ante tu miedo y que se esfuerce para que estés a gusto. Hay muchos dentistas y cada uno tiene su personalidad, por lo que estás en el derecho de elegir uno que, además de ser buen profesional, te haga sentir bien.

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La importancia de la saliva para mantener una boca sana

La saliva es una secreción que producimos de manera natural formada, en su mayor parte -99%- por agua. El 1% restante lo conforman componentes tanto orgánicos como inorgánicos, que colaboran en mantener nuestra cavidad oral en salud.Desempeña un papel fundamental en nuestra salud bucodental: no sólo protege la boca de diferentes afecciones y colabora en la deglución y masticación de los alimentos, sino que también nos ayuda a detectar otras anomalías en nuestra salud. ¿Qué funciones tiene la saliva? Si bien la principal función es la de colaborar en la masticación y deglución de los alimentos, la saliva tiene muchas otras funciones beneficiosas para la salud de nuestra boca: Lubrica y protege las encías y las piezas dentales. Es capaz de arrastrar las bacterias y eliminar los microorganismos presentes en la boca. Además, tiene un efecto cicatrizante. Posibilita una mejor detección de los sabores de la comida. La saliva regula el pH de la boca, controlando el nivel de ácidos producidos por la placa y dificultando la aparición de caries en la boca. Contribuye, además, a la mineralización de los dientes, reforzando de esta manera su esmalte. Colabora en el proceso de diagnóstico de algunas patologías tales como la diabetes, el cáncer oral o enfermedades periodontales a través del análisis de las bacterias presentes en la misma.     Prepara el bolo alimenticio, facilitando el proceso digestivo, protegiendo el esófago y evitando atragantamientos.   Una persona suele segregar, de media, entre 1 y 1,5 litros de saliva al día. Esta producción alcanza su nivel más bajo durante la noche, por lo que la acción antimicrobiana se ve debilitada y, por ello, se le da una mayor importancia al cepillado nocturno para mantener una higiene dental correcta. Es de vital importancia para nuestra salud el hecho de mantener estos niveles de segregación de saliva para gozar de una buena salud bucodental. En caso contrario, podríamos sufrir xerostomía o, bien, sialorrea. ¿Qué es la xerostomía? La xerostomía –o síndrome de la boca seca- es una situación clínica que supone una disminución considerable de los niveles de segregación de saliva. Entre sus síntomas destacan una sensación de sed constante y de ardor en la boca, una alteración en la percepción de los sabores, fisuras y úlceras en la lengua y en las encías o dificultad a la hora de masticar. Te interesará »  Deglución atípica: ¿qué consecuencias tiene y cuál es su tratamiento? Entre las posibles causas de esta bajada podemos distinguir: La ingesta de determinados medicamentos tales como antihistamínicos, antidepresivos, antiasmáticos o medicamentos para controlar la tensión arterial. El padecimiento de enfermedades sistémicas como la diabetes, la artrosis o trastornos alimenticios –anorexia y bulimia-. Las situaciones de picos de estrés. Malos hábitos como una dieta poco equilibrada, el consumo de alcohol o el tabaquismo. Los tratamientos de radioterapia o quimioterapia. La xerostomía supone una disminución del nivel de segregación de saliva y no sólo causa molestias al hablar o al dormir, sino que también tiene efectos en nuestra salud dental ¿Qué consecuencias tiene la xerostomía? Una disminución del nivel salivar supone una bajada de la acción protectora de la salivay tiene consecuencias nefastas para la salud dental. Aquellos pacientes que padezcan xerostomía son más proclives a sufrir enfermedades periodontales como la gingivitis o la periodontitis, pues están más expuestos a la irritación de las encías. La merma de la capacidad de producir saliva también influye en la deglución y en la masticación, dificultando la digestión y llegando a dañar el esófago. Además, son más proclives a la aparición de caries o de manchas en el esmalte de los dientes y suelen padecer mal aliento. ¿Cómo se puede solucionar la xerostomía? Para atajar esta afección debemos clarificar en primer lugar la causa del problema y, una vez dilucidada, determinar si estamos ante un caso reversible o irreversible. En el caso de que esta situación clínica sea reversible o puntual, generalmente provocada por la ingesta de medicamentos o por hábitos como el tabaquismo, podemos colaborar en la segregación de saliva a través de la ingesta de líquidos y alimentos o con una higiene bucodental más exhaustiva.     En cambio, los casos de xerostomía irreversible, típicos en pacientes con cáncer oral o bien con un mal funcionamiento de las glándulas salivales, se pueden atajar mediante la ingesta de fármacos específicos. Además, está recomendado el uso de sustitutos de la saliva que humedecen temporalmente la boca y, sobre todo, estimulantes salivares. Sin embargo, tan perjudicial es una carencia de la misma como un exceso de segregación. Aquellas personas cuyo caso se encuentra en el lado opuesto padecen sialorrea. ¿Qué es la sialorrea? La hipersalivación –o sialorrea- supone un exceso en la cantidad de saliva que segrega una persona. La sialorrea suele ser frecuente en pacientes con enfermedades neuronales tales como la enfermedad de Parkinson, parálisis cerebral o esclerosis lateral amiotrófica. También es habitual en personas que hayan sufrido un infarto cerebral o que, en definitiva, tengan alguna enfermedad que merme la actividad de los músculos de la cara. Además, la hipersalivación suele atacar a personas que estén siendo sometidas a tratamientos médicos de trastornos psiquiátricos tales como, por ejemplo, la esquizofrenia. ¿Qué consecuencias tiene la sialorrea? La hipersalivación no sólo dificulta el habla y provoca molestias a la hora de comer o dormir, sino que también produce lesiones y úlceras en los labios y en las zonas adyacentes de la boca. Estas últimas son especialmente frecuentes en bebés.   ¿Cuál es el tratamiento de la sialorrea? La hipersalivación se puede atajar, en un inicio, con medicamentos que inhiban la segregación de saliva. En algunos casos, están recomendados procedimiento quirúrgicos como, por ejemplo, los destinados a eliminar algunas glándulas salivales –sublinguales o submandibulares- o a ligar los conductos a través de los cuales la saliva llega a la boca, controlando la liberación de la misma. La saliva desempeña un papel fundamental en nuestra salud bucodental. En caso de sentir anomalías en la segregación de la misma, no debemos ignorarlas: en muchas ocasiones son un claro indicador de la existencia de otras patologías. Para mantener unos niveles óptimos de segregación salivar y evitar problemas tales como la xerostomía o la sialorrea, debemos erradicar malos hábitos de consumo, tales como el tabaquismo, y, sobre todo, seguir unas pautas de higiene oral exhaustivas. Pide tu cita gratuita

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Mal sabor de boca: ¿qué solución tiene?

Alguna vez te has despertado y has sentido un sabor extraño en tu boca? ¿O has tenido esta sensación tras comer un determinado alimento?Si éste ha sido tu caso, no debes preocuparte. El mal sabor de boca ocasional es un episodio de lo más común entre la población, y no reviste gravedad alguna. De hecho, su incidencia remite tras un cepillado dental. Sin embargo, la situación es distinta cuando este mal regusto se convierte en un episodio recurrente. En el presente artículo te contaremos cuáles pueden ser sus posibles causas y qué solución puedes poner ante esta situación.   ¿Por qué tengo mal sabor de boca? Diversos estudios han demostrado que el 30% de la población se queja de padecer mal sabor de boca. Y es que, como ya hemos comentado, tener esta sensación de manera puntual es perfectamente normal -especialmente al despertar, por ejemplo-. Sin embargo, estaremos ante un caso diferente cuando la persona perciba un sabor amargo en la boca -otras personas pueden describirlo como metálico- de manera continua. El mal sabor de boca tiene un origen muy diverso: bien puede ser un síntoma de una higiene oral deficiente o, por el contrario, un indicador de una enfermedad gástrica o sistémica que todavía no ha sido diagnosticada debidamente. A continuación, te contamos cuáles son las causas más comunes del mal sabor de boca. Malas rutinas de higiene bucodental Los especialistas inciden en la importancia de mantener unas rutinas rigurosas de higiene bucodental. Sólo mediante un buen cepillado y el uso de otros elementos de higiene complementaria –hilo dental, cepillos interproximales o irrigador bucal- seremos capaces de eliminar de manera eficaz los restos de comida y la placa bacteriana. Si, por el contrario, no prestamos atención a estas rutinas de higiene oral, las bacterias presentes en la cavidad oral tienden a acumularse entre los dientes y a lo largo de la línea de la encía. La acumulación de placa bacteriana tiene dos consecuencias fundamentales: Supone una inflamación de las encías, provocando la afección de enfermedades periodontales -gingivitis o periodontitis-. En caso de no ser retirada de manera debida, el cúmulo de placa da lugar a la formación de sarro y daña el esmalte dental. Por este motivo, favorece la aparición de caries   CARIES DENTAL Estas dos consecuencias pueden entenderse también como causas de un mal sabor de boca: aquellas personas que padecen enfermedades periodontales o sufren la incidencia de una caries extensa sin tratar -que ha podido derivar en un proceso infeccioso- suelen aquejar regusto desagradable. La xerostomía: una de las causas de la halitosis La saliva juega un papel fundamental en nuestra cavidad oral: nos ayuda a mantener nuestra boca hidratada, y colabora en la eliminación de bacterias y restos de comida. El conocido como Síndrome de la boca seca -o xerostomía- es otra de las causas de la halitosis. Aquellas personas que padecen xerostomía -es decir, que segregan niveles de saliva inferiores a los habituales- presentan un mayor cúmulo de bacterias en la cavidad oral. Esta acumulación puede derivar en un mal sabor de boca constante. ¿Los alimentos influyen en el mal aliento? Nuestra dieta también tiene cierta influencia en nuestra percepción de un mal sabor de boca. Aspectos como una dieta poco equilibrada, así como ciertos déficits nutricionales -falta de zinc o de vitamina B12.- pueden influir de igual manera en tu aliento. ¿Qué otras patologías bucales pueden influir en el mal sabor de boca? Además de las citadas anteriormente -enfermedades periodontales, procesos infecciosos derivados de lesiones cariosas-, debes tener en cuenta otras afecciones bucales que pueden tener repercusión en tu percepción un regusto desagradable. En primer lugar, las úlceras en la cavidad oral pueden ser las responsables de tu mal sabor de boca. Por otro lado, la candidiasis oral también puede incidir en el mismo. La candidiasis es un proceso infeccioso provocado por la presencia descontrolada del hongo candida en la boca. Se manifiesta en forma de manchas blancas, generalmente en la superficie de la lengua y en las encías. CANDIDIASIS ORAL   Su incidencia es especialmente notable en bebés y en adultos de edad más avanzada. Sin embargo, es susceptible de afectar a cualquier persona que presente una debilitación del sistema inmunitario. La candidiasis oral es otra de las posibles causas del mal sabor de boca. Pero, además, otras afecciones extrabucales pueden influir en tu percepción de un mal regusto. Mal sabor de boca durante el embarazo En las mujeres, es frecuente sentir un sabor de boca desagradable debido a fuertes cambios hormonales asociados a un incremento de la segregación de estrógenos. Éstos se hacen especialmente notables durante la menstruación o el embarazo. Además, a estos cambios hormonales se le debe unir los episodios de náuseas y vómitos, lo cual también colabora notablemente a tener un regusto desagradable en la boca. ¿La digestión influye en el sabor de boca? Una correcta digestión también influye de manera positiva en nuestro sabor de boca. Una persona que no la realiza de la manera debida puede aquejar distintas molestias tales como náuseas, acidez o reflujos gástricos. Todos estos síntomas provocan, a su vez, un regusto poco agradable en la persona que los padecen. Los problemas de digestión son especialmente comunes en personas con sobrepeso o que no mantienen una dieta equilibrada. El mal sabor de boca como indicador de otras patologías En muchas ocasiones, el mal sabor de boca es un síntoma de otras patologías que no afectan directamente a la cavidad oral: La sinusitis consiste en la inflamación de los senos paranasales que provoca, a su vez, molestias y dificultades para respirar. El cúmulo de mucosidad en la garganta a causa de este proceso infeccioso provoca un desagradable sabor amargo en la boca. Las enfermedades hepáticas -hepatitis o cirrosis, por ejemplo- tienen numerosos síntomas, tales como dolores estomacales, sensación de fatiga constante, mareos o mal sabor de boca entre otros. Otras enfermedades sistémicas tales como los procesos gripales, la diabetes o el cáncer se encuentran entre las patologías más comunes que influyen en nuestra percepción de un regusto desagradable. En episodios de ansiedad, es habitual que las personas segreguen menos cantidad de saliva. Esta sequedad bucal provoca, a su vez, un sabor amargo. Los medicamentos: ¿un mal aliado para nuestro aliento? En muchas ocasiones, el mal

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¿Por qué salen las boqueras? Causas y tratamiento

Seguramente no las conocerás por su nombre técnico, pero ¿quién no ha sufrido las consecuencias de la aparición de lesión en la comisura de los labios?Las popularmente denominadas boqueras son pequeñas heridas que suelen resultar molestas, pues provocan cierto dolor y escozor ante los movimientos bucales o la ingesta de determinados alimentos. En el presente artículo te contaremos cuáles son sus causas y qué tratamiento es el más adecuado para abordarlas.   ¿Qué es la queilitis angular? Queilitis angular es el término médico empleado para referirse a las boqueras. Denominamos boqueras a las pequeñas lesiones en forma de fisura o grieta que aparecen en la comisura de los labios. La queilitis angular puede ser unilateral -tener presencia únicamente en un lado de la boca- o, por el contrario, bilateral -ambos lados del labio se ven afectados por estas lesiones-. Además, afecta mayoritariamente a niños y a personas de edad avanzada. Pero, ¿qué signos nos pueden indicar que estamos sufriendo esta afección? Síntomas de la queilitis angular Puedes sospechar que estás siendo afectado por la queilitis angular cuando empieces a notar cierto enrojecimiento y descamación a ambos lados de los labios. Posteriormente, la queilitis angular muestra su presencia en forma de pequeñas erosiones en las comisuras. Éstas generalmente están recubiertas por una pseudo membrana de color blanco o amarillento. CASO DE BOQUERAS Estas pequeñas fisuras provocan cierto dolor al abrir la boca, así como ante la ingesta de determinados alimentos -generalmente, ácidos-. También es habitual la sensación de tirantez constante ligada a movimientos bucales. En casos más agudos, las lesiones se vuelven más profundas y se puede producir el sangrado de estas grietas. Pero, ¿qué factores pueden influir en la aparición de boqueras? ¿Por qué salen las boqueras? Las boqueras son lesiones molestas de carácter crónico que presentan ciertos brotes de agudización. Su aparición puede venir motivada por distintos factores, algunos de ellos ligados entre sí. En algunas ocasiones, su aparición está relacionada con un factor local. Un ejemplo de ello serían las siguientes condiciones entendidas como causas: Pérdida de la dimensión vertical de la cara en aquellos pacientes que presentan la ausencia de piezas dentales -edentulismo-. Prótesis dentales mal ajustadas. Acumulación de saliva en la comisura de los labios, típico en personas de edad avanzada -debido a la aparición de arrugas en la zona- o en niños en proceso de dentición. Esta acumulación permite una colonización de bacterias -estreptococo y estafilococo- o de hongos –candida albicans, culpable de la candidiasis oral-. En otras ocasiones, la afección de la queilitis angular viene motivada por factores generales, como, tales como: Déficits nutricionales como, por ejemplo, falta de hierro -anemia ferropénica-, zinc o vitaminas A, B o C. Pacientes afectados por el Virus de la Inmunodeficiencia Humana -VIH- o por enfermedades sistémicas como, por ejemplo, la diabetes. Alergias por contacto. Por último, los especialistas distinguen las causas ambientales como, por ejemplo, las temperaturas extremas -especialmente el frío en invierno-, o factores personales como los picos de estrés. ¿Cómo se diagnostica la queilitis angular? A la hora de llevar a cabo un diagnóstico de la queilitis angular, el especialista deberá realizar un análisis, en primer lugar, de la gravedad de la lesión. Además, para pautar un tratamiento adecuado debe clarificar la causa que ha originado la aparición de estas fisuras en las comisuras de los labios. Por este motivo, el especialista deberá evaluar al paciente y descartar la posible afección de otras patologías generales que pueden ser las causantes de la aparición de las boqueras -candidiasis oral, diabetes, anemia ferropénica, etcétera-.   CANDIDIASIS ORAL En los casos en los que se detecten los síntomas correspondientes a estas enfermedades, podría estar indicada la realización de un frotis de la zona para determinar el agente patógeno causante de esta infección o, por el contrario, análisis de sangre u otras pruebas médicas para esclarecer la causa de la afección de la queilitis. Una vez el especialista tiene un diagnóstico certero del caso, ¿cómo se puede combatir la queilitis angular? ¿Cuál es el tratamiento más adecuado para las boqueras? El tratamiento destinado a abordar la queilitis angular depende de su causa. Éste irá destinado a erradicar el origen de la afección. De esta forma, en función de su causa raíz podemos distinguir una gran variedad de soluciones para atajar una misma patología: Si la aparición de las boqueras está ligada a prótesis dentales mal ajustadas, el paciente deberá acudir al odontólogo para que revise el estado de la misma y la ajuste a la medida de su boca. En caso de que la causa de la queilitis esté relacionada con la afección de otras patologías, el tratamiento irá destinado a paliar las mismas. Si un déficit nutricional es el origen de la aparición de estas lesiones, se contemplará la posibilidad de recetar complejos vitamínicos o la realización de cambios en la alimentación destinados a suplir esas carencias. Por último, en el caso de queilitis propiciadas por un proceso infeccioso, estará recomendada la aplicación tópica de cremas antibióticas o antifúngicas. Además, existe una serie de pautas que colaboran a acelerar el proceso de curación de las boqueras: Evita el roce con las lesiones: no te rasques, no emplees cosméticos en la zona afectada y evita el contacto con la saliva. Reduce el consumo de alimentos muy ácidos -cítricos, vinagre-, picantes o demasiado calientes. Éstos pueden generar molestias añadidas y dificultar la cicatrización de las grietas. Abre la boca de manera moderada para que las fisuras se vayan cerrando poco a poco. Por último, puedes recurrir a remedios caseros tales como la aplicación de aloe vera -por sus cualidades cicatrizantes- o aceite de rosa mosqueta en las lesiones. Ambos son regeneradores naturales que pueden favorecer la curación de las heridas.   ALOE VERA ¿Se contagian las boqueras? Esta es una de las dudas más frecuentes entre las personas que padecen la aparición de boqueras. Siempre que la queilitis angular esté originada por un proceso infeccioso causado por bacterias u hongos, es posible el contagio por contacto. Por este motivo, es recomendable que la persona afectada tenga especial cuidado a la hora de compartir cubiertos, beber del mismo vaso o besar a otra persona. La queilitis angular es una afección de origen multifactorial que, en muchas ocasiones, puede resultar molesta. En caso de que las lesiones persistan o las molestias sean

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Cirugía periodontal: ¿en qué casos se realiza?

Las enfermedades periodontales (gingivitis y periodontitis) son uno de los problemas de salud bucodental más comunes en España. De hecho, éstas sólo son superadas por la caries en cuanto a incidencia entre la población se refiere. Esta información está avalada por la Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración (SEPA), que estima que 8 de cada 10 personas mayores de 35 años padece algún tipo de enfermedad de las encías. Y, lo que es más preocupante: este porcentaje aumenta con la edad. Los datos con los que trabaja la SEPA afirman que solamente 1 de cada 10 personas mayores de 65 años tiene las encías sanas. El origen de estas enfermedades es siempre una higiene bucodental insuficiente. Sin embargo, a iguales medidas de higiene entre dos personas, hay otro tipo de factores que aumentan el riesgo de padecerlas. Algunos de los factores más importantes son la propia genética, el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol. Por tanto, esta falta de higiene bucodental provoca la acumulación de restos de alimentos en los dientes y las encías, lo que a la larga se traduce en placa bacteriana.   8 de cada 10 personas mayores de 35 años padece una enfermedad de las encías (gingivitis o periodontitis) ¿Cuáles son las consecuencias de la gingivitis y la periodontitis? La alta incidencia de las patologías periodontales entre la población no sería un problema si no fuera por las graves consecuencias que pueden tener. La gingivitis se manifiesta con inflamación, enrojecimiento y sangrado de las encías. Sin embargo, es reversible y se combate con una mayor higiene. Por su parte, la periodontitis o piorrea es el resultado de una gingivitis no tratada y es la más grave de las patologías periodontales. La periodontitis daña directamente la raíz del diente, ocasiona retracción de encías, causa la movilidad de éstos y, con el tiempo, provoca su caída. Pero, además, hoy en día se sabe que la periodontitis afecta a nuestra salud general, ya que las bacterias presentes en dientes y encías llegan al resto de nuestro organismo a través del flujo sanguíneo. De hecho, está relacionada con el riesgo de parto prematuro, el nacimiento de bebés con bajo peso, el infarto de miocardio y las dificultades en el control de la diabetes. Por eso, es importante tratar los problemas de las encías lo antes posible.   ¿Cómo se diagnostica la periodontitis? Cuando un paciente acude a nuestra consulta con síntomas de padecer una enfermedad periodontal, se realiza un examen bucodental para determinar si la sufre. En caso de que la periodontitis o piorrea sea diagnosticada, se llevan a cabo una serie de pruebas para valorar en qué fase se encuentra. Para ello, se realizan una radiografía y una prueba de sondaje. La prueba de sondaje consiste en medir con una sonda periodontal la profundidad del sarro alojado en las encías. Si éste es muy profundo, se forman las denominadas bolsas periodontales. Y, con estos resultados, el periodoncista puede valorar el grado de afectación de las encías y la pérdida de hueso que soporta cada diente. Cuanto más grandes sean dichas bolsas, mayor será la profundidad del sarro y más importante será la pérdida ósea.   SONDA PERIODONTAL PARA MEDIR PROFUNDIDAD DE BOLSAS ¿En qué casos se realiza la cirugía periodontal? En los casos en los que la periodontitis está muy avanzada, su cura no se conseguirá únicamente con el tratamiento básico periodontal, que se basa fundamentalmente en el raspado y alisado radicular, conocido popularmente como curetaje. Para combatir la periodontitis, será necesario, además del tratamiento básico periodontal, recurrir a la cirugía. La cirugía periodontal se realiza para tratar las bolsas periodontales profundas(superiores a 6 milímetros) que el tratamiento básico periodontal no es capaz de eliminar. Con la cirugía, el periodoncista puede acceder a las zonas de difícil acceso a las que el raspado y alisado radicular (curetaje) no llega. Para hacer más accesible la zona a tratar, la intervención consiste en separar y levantar el colgajo, que es la mucosa que rodea el hueso del diente. Una vez que el cirujano ha conseguido la suficiente visión sobre el área y ésta es accesible, retira todo el sarro acumulado. Tras haber limpiado y desinfectado la zona, realiza las suturas. Sin embargo, en función de la pérdida ósea que presente el paciente, en ocasiones es necesario recurrir a Emdogain antes de realizar la sutura. Emdogain es un medicamento que ha sido fabricado a base de proteínas biológicas y se inyecta en la superficie de la raíz del diente que padezca la pérdida de hueso. De esta manera, contribuye a la regeneración de los tejidos periodontales. Una vez que se ha inyectado, se procede a dar los puntos para cerrar la herida. Con esto, comenzará el proceso de regeneración de los tejidos.   EMDOGAIN PARA REGENERAR HUESO ¿Qué hacer tras la cirugía periodontal? Una vez que el paciente ha sido intervenido, el cirujano debe proporcionar las indicaciones más adecuadas para cada caso concreto. Éstas, por tanto, son personalizadas para cada paciente. Sin embargo, si quieres hacerte una idea sobre cómo serán los días posteriores a la cirugía periodontal, te ofrecemos las indicaciones generales: Usa un enjuague con clorhexidina durante 2-3 semanas para prevenir el riesgo de infección Usa medicación analgésica o antiinflamatoria si la necesitas, pero consulta con tu odontólogo el medicamento concreto y su dosis Consulta con tu periodoncista cuándo te van a retirar las suturas (habitualmente una semana después de la cirugía). Mientras tanto, utiliza un cepillo de dientes quirúrgico y evita cepillarte en la zona intervenida Vuelve a utilizar tu cepillo de dientes habitual una vez te hayan retirado las suturas Acude a las revisiones programadas por tu periodoncista y lleva a cabo mantenimientos periodontales para evitar que la enfermedad vuelva a aparecer. Si no se establece el control profesional suficiente, es muy posible que se produzca la recidiva Como ya hemos visto, las enfermedades periodontales tienen la capacidad de progresar y de causar daños irreversibles si no son tratadas adecuadamente. Por ello, lo más adecuado es prevenirlas antes de que se presenten. Mantener una higiene bucodental exhaustiva es el mejor remedio ante las enfermedades periodontales. Y, en caso de que advirtamos los síntomas de una gingivitis, se deben es extremar las medidas de higiene y visitar a nuestro odontólogo para que nos revise. Su solución será mucho más rápida, fácil y económica que comenzar cualquier tratamiento contra la periodontitis.

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Xilitol: ¿tu aliado contra la caries?

La caries es una de las afecciones bucales más comunes, y su incidencia provoca un daño en la estructura dentaria que, en caso de no ser tratado a tiempo, pueden terminar comprometiendo la estabilidad de la pieza dentaria.La caries es una afección de origen multifactorial, y una de sus causas es una dieta con alto contenido en azúcares. El xilitol es un edulcorante que se presenta como alternativa al azúcar, pero ¿de dónde proviene el xilitol y qué beneficios puede tener sobre tu salud dental?   El azúcar: un peligro para tu salud El azúcar es una sustancia que, de forma natural, se encuentra entre los componentes de muchos alimentos recomendados para mantener una dieta equilibrada. Un ejemplo de ello son algunas frutas y verduras como, por ejemplo, las naranjas -fuente de vitamina C- o el plátano -rico, por ejemplo, en potasio-. Sin embargo, es el azúcar de los alimentos procesados tales como refrescos, gominolas o zumos concentrados el que no es beneficioso para nuestra salud. Una dieta con un alto contenido en azúcares está asociada a enfermedades tales como la diabetes o la obesidad, pero, a su vez, tiene también graves consecuencias para la salud de nuestros dientes. Perjuicios del azúcar para tu salud bucodental El azúcar, junto con una higiene bucodental poco eficiente, está considerado como la principal causa de la caries dental. Las lesiones cariosas se producen como consecuencia del daño del esmalte dental, debido a la acción de un cúmulo de placa bacteriana que no ha sido removido de manera eficiente. La denominada placa cariogénica se conforma de una serie de bacterias que, una vez han metabolizado los azúcares de los alimentos, liberan ácidos que atacan la estructura dentaria. Estos ácidos dañan, por tanto, el esmalte y son el origen de la afección de caries dentales. El azúcar, por tanto, hace de la boca un medio ácido y favorece la acumulación de placa bacteriana. Por este motivo, los especialistas inciden en la importancia de reducir los niveles de ingesta del mismo.   CARIES DENTAL Una de las sustancias que se postulan como sustituto de la misma es el xilitol. ¿Qué es el xilitol? El xilitol es un polialcohol -alcohol de azúcar- que se extrae de ciertos vegetales o plantas como, por ejemplo, la corteza de abedul o del xilano, una fibra vegetal. Además, se encuentra de manera natural en pequeñas dosis en algunas frutas y verduras tales como los arándonos, las fresas o la coliflor. Se trata de un edulcorante con un sabor muy similar al del azúcar que se emplea como sustituto del mismo. Es habitual encontrarlo dulces industriales o helados, entre otros. La diferencia entre ambos radica en que, por el contrario, el xilitol no es perjudicial para la salud dental. Xilitol: el edulcorante que protege tus dientes de la caries La Organización Mundial de la Salud (OMS) califica el xilitol como una sustancia segura. A partir de la década de los 60, ha sido empleado en terapias post-quirúrgicas en pacientes que presentan quemaduras e incorporado a la dieta de personas con diabetes -su índice glucémico es de 7-. Pero, a su vez, se emplea como edulcorante de productos cuyo objetivo es mejorar la salud bucal. El xilitol se descompone de una forma diferente al azúcar, ayudando a mantener el pH de la boca neutro. De esta manera, no solo evita el daño del esmalte -al no crear de la boca un medio ácido-, sino que también evita que las bacterias se reproduzcan. Por este motivo, podemos afirmar que el xilitol, además de aminorar el daño del esmalte dental por lesiones cariosas, frena la aparición de los mismos. Pero, además, tiene otros beneficios para nuestra salud bucodental. Por un lado, nos ayuda a segregar unos niveles de saliva adecuados. Gracias al aumento del flujo salival se regula el pH de la boca, controlando el nivel de ácidos en la cavidad oral y evitando la desmineralización del esmalte de nuestras piezas dentales. Por otro lado, al frenar la adherencia de las bacterias a nuestros dientes y encías, previene también la afección de enfermedades periodontales -gingivitis y periodontitis-. Por último, frena la incidencia de la candidiasis oral. Esta afección está causada por la proliferación del hongo cándida, presente en la flora de la boca. Generalmente, su proliferación se encuentra controlada por la acción del sistema inmunitario, por lo que la candidiasis suele afectar a personas que, por una causa u otra, presentan una debilitación del este sistema. El xilitol frena la proliferación de este hongo, reduciendo el riesgo de padecer candidiasis oral. CANDIDIASIS ORAL ¿Qué productos contienen xilitol? Incorporar el xilitol a nuestra dieta es sencillo: una gran cantidad de dulces o chicles albergan cierta cantidad de esta sustancia entre sus componentes. Un ejemplo de ello serían distintos dulces, helados o snacks. Empleado como edulcorante, éste no afecta a los niveles de insulina y, de forma muy leve, a los niveles de azúcar en sangre. Por ello, está recomendado su uso entre personas diabéticas. Pero, además, dado su poder anticariogénico, en el mercado existen productos para mejorar la salud dental. Entre ellos, podemos distinguir pastas de dientes anticaries o colutorios con el mismo objetivo. Además de su uso en odontología, el xilitol se emplea como componente en otros medicamentos tales como pastillas para la tos o suplementos vitamínicos. ¿Qué contraindicaciones tiene el xilitol? Como hemos comentado con anterioridad, el xilitol tiene múltiples beneficios para la salud dental, y su uso está recomendado entre personas que padecen, por ejemplo, diabetes. Sin embargo, su consumo también tiene ciertas contraindicaciones. En caso de ser ingerido de forma rápida y en grandes dosis, tiene un efecto laxante en las personas. Entonces, ¿tomando xilitol mantendré mi boca libre de caries? El xilitol es una sustancia que ayuda a evitar la formación de caries, pero con su acción no es suficiente. Si quieres gozar de una salud bucodental completa y mantener tus dientes libres de caries, debes respetar las siguientes pautas: Cepíllate los dientes después de cada comida para eliminar las bacterias y los restos de comida presentes en tus dientes y encías. Cambia el cepillo de dientes cuando observes que las cerdas están desgastadas -cada 3 meses, aproximadamente-. CEPILLO DE DIENTES DESGASTADO

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Macroglosia: ¿cuál es el tratamiento más adecuado?

La macroglosia es un trastorno que afecta, en su mayoría, a niños, y que puede tener repercusiones negativas en el habla, generar problemas de oclusión y dificultades a la hora de masticar o tragar.En el presente artículo te explicaremos en qué consiste la macroglosia, cuáles son las posibles causas que la originan y cuál es el tratamiento más adecuado en cada caso. ¿Qué es la macroglosia? La lengua es un órgano de vital importancia para la correcta fonación de los sonidos, el proceso de deglución y la respiración. Tiene un mayor crecimiento durante los primeros 8 años de vida de una persona, si bien su desarrollo no se interrumpe hasta que ésta cumple 18 años. De origen hereditario o congénito, la macroglosia es una condición que afecta a aquellas personas que poseen una lengua de un tamaño superior al habitual con respecto al resto de estructuras que conforman la cavidad oral. Síntomas de la macroglosia Las personas que la padecen observan cómo, en estado de reposo, la lengua protruye más allá del borde alveolar. La lengua tiene, por lo tanto, una longitud, un grosor y un ancho superior al habitual, ocupando por completo el espacio presente en la cavidad oral. LENGUA AGRANDADA   En personas que lo padecen, es habitual encontrar pequeñas úlceras o lesiones en la superficie de la misma. Además, presentan una serie de dificultades en la fonación de sonidos, en el proceso de masticación y deglución, infecciones recurrentes y obstrucción de las vías respiratorias y, por último, suelen segregar unos niveles de saliva superiores a los habituales. Causas de la macroglosia La macroglosia es una patología de causa variada, teniendo bien su origen en la afección de un síndrome de carácter genético o hereditario o, por el contrario, adquirido. El hecho de tener una lengua de tamaño superior al resto de estructuras de la cavidad oral puede ser un indicador de que la persona padece un trastorno de carácter hereditario o congénito como, por ejemplo: Hipotiroidismo de origen congénito. Síndrome de Down. Síndrome de Beckwith-Wiedemann, un trastorno del crecimiento que supone unos órganos de tamaño superior al habitual, entre otros síntomas. Diabetes. Acromegalia, una enfermedad de carácter crónico caracterizada por el incremento del tamaño de algunos órganos corporales como, por ejemplo, las manos, los pies o las mandíbulas. Mucopolisacaridosis, o enfermedades metabólicas de origen hereditario que suponen un mal procesamiento de los glucosaminglucanos -cadenas de la molécula del azúcar-. Esta afección provoca una acumulación de los mismos a nivel intracelular que puede ser la causa de distintas alteraciones en diferentes órganos. Aparición de un hemangioma -tumoraciones vasculares de carácter benigno, generalmente, que aparece en etapas muy tempranas de la vida-. HEMAGIOMA Pero, además, en ocasiones la macroglosia es un síntoma de un trastorno adquirido como, por ejemplo: Malformaciones en el sistema linfático de carácter benigno -linfagiomas-. Crecimiento de formaciones tumorales malignas. Consecuencias de la macroglosia La macroglosia tiene efectos negativos en la estética de la sonrisa de una persona, pero también puede afectar al habla, el proceso de deglución e incluso en el descanso de la misma. Entre las distintas consecuencias que esta patología tiene para aquellos que lo padecen, destacan las siguientes: Conflictos en la correcta fonación de los diferentes sonidos, suponiendo problemas en el habla. Dificultades en el proceso de masticación y deglución de los alimentos, interfiriendo por tanto en el proceso de digestión. Aparición de úlceras o pequeñas heridas producto del roce de la lengua con otras estructuras de la boca, especialmente en la punta de la misma. Segregación de unos niveles de saliva superiores a los habituales. Esta afección, conocida como sialorrea, tiene efectos negativos tanto en la deglución de los alimentos como en la preservación del esmalte dental, favoreciendo la aparición de caries. Infecciones de las vías respiratorias u obstrucción de las mismas. La macroglosia es, por ejemplo, una de las causas de la apnea -afección que supone una respiración muy superficial o la interrupción de la misma durante el sueño-. La macroglosia puede afectar al proceso de erupción dental y a la posición que los dientes ocupan en las arcadas. Esta patología puede suponer la protrusión de las piezas dentales y generar alteraciones en el proceso de erupción dental, afectando a la correcta alineación de los dientes en las arcadas. Además, también tiene efectos negativos en el desarrollo del hueso maxilar y de la mandíbula, generando problemas de oclusión. Por último, tiene consecuencias estéticas y, por tanto, en la autoestima del paciente. La macroglosia tiene efectos negativos para el habla, la masticación y deglución de los alimentos e incluso problemas de oclusión dental Diagnóstico de la macroglosia La macroglosia afecta, mayoritariamente, a la población infantil. Resulta de vital importancia realizar una visita temprana al especialista para que estudie el caso y esclarezca la causa de esta afección. Para el correcto diagnóstico de la misma, el especialista analizará no solo la morfología de la lengua, sino también otros factores tales como las dificultades que supone para el proceso de masticación y deglución de los alimentos y el habla, la obstrucción de las vías aéreas, así como la motricidad oral y el desarrollo de la mandíbula y el hueso maxilar, o la posición de las piezas dentales en la arcada.   APNEA Además, analizará también la historia clínica y los antecedentes médicos familiares. Una vez finalizado este análisis, el especialista pautará el tratamiento más adecuado para el caso. Tratamiento de la macroglosia El especialista determinará el tratamiento más idóneo en función del grado de severidadde la afección y de la causa que la provoca. Por lo tanto, el procedimiento para abordar esta afección es, al igual que su origen, muy variado. En los casos más severos, el especialista optará por una glosectomía. Se trata de una cirugía que consiste en la reducción del tamaño de la lengua. De esta manera, no solo se erradican los problemas estéticos que se derivan de la macroglosia, sino que también supone el fin de los problemas de sialorrea y las dificultades en el habla, la respiración, la masticación y deglución de los alimentos. La edad idónea para realizar la glosectomía está establecida entre los 4 y los 7 años. De igual manera, la realización de esta intervención se adelanta en el tiempo en algunas ocasiones en las que

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Apicectomía: ¿cuándo está indicada?

En la mayor parte de los casos, la endodoncia es el tratamiento indicado para tratar una infección del tejido pulpar -o nervio-. Sin embargo, en algunas ocasiones este procedimiento fracasa o resulta insuficiente. En estos casos, los especialistas recurren a la realización de una apicectomía para tratar el proceso infeccioso.En el presente artículo te contaremos en qué consiste este tratamiento, en qué casos está indicado y qué cuidados debes tener después del tratamiento.   ¿Qué es una apicectomía? La apicectomía, también conocida como cirugía endodóntica, es un procedimiento quirúrgico que se realiza para tratar un proceso infeccioso presente en la raíz dental y en los tejidos adyacentes a la misma. ¿Cuándo está indicada la realización de una apicectomía? La endodoncia es un tratamiento propio de la odontología conservadora. Se realiza cuando se ve afectado el nervio dental, bien a causa de una caries extensa que ha supuesto una pérdida de gran parte de la estructura dentaria -llegando a dañar el mismo-, o por la acción de un fuerte traumatismo. En algunos casos, la infección llega hasta la punta de la raíz del diente. Estos procesos suponen, en muchas ocasiones, la aparición de una fístula, un pequeño quiste -o granuloma- en la misma. El procedimiento endodóntico -también conocido como tratamiento de conductos- consiste en la eliminación del paquete vasculonervioso presente dentro de la raíz del diente con el objetivo de erradicar la infección y preservar la pieza en boca.   PROCESO DE UNA ENDODONCIA   En procesos infecciosos en los que el tratamiento endodóntico ha fracasado, o en el caso de que no se pueda acceder con facilidad a la raíz dental, el especialista optará por la realización de una apicectomía. Pero, además, existen una serie de factores que inducen a la realización de este tipo de tratamiento: En piezas dentales que ya cuentan con falsos conductos o en los que los mismos presentan alguna fractura, quedando los materiales propios del procedimiento endodóntico ubicados en el interior del diente Procesos infecciosos agudos que presentan un sangrado abundante Si se ha visto afectado el hueso de soporte En caso de que exista un daño extenso de la raíz dental Si el área en la que ha cursado la infección se sitúa próxima al seno maxilar Sin embargo, la apicectomía es un tratamiento que no está indicado en una serie de casos. ¿Cuándo está contraindicada una apicectomía? Los especialistas no realizarán una apicectomía cuando confluya alguno de los siguientes factores: Una enfermedad periodontal muy avanzada El paciente padezca hipertensión o enfermedades sistémicas tales como endocarditis o diabetes no controlada El paciente padezca problemas de coagulación que puedan revertir en hemorragias no controladas En caso de que presente fracturas longitudinales en la pieza dental o que ésta se sitúe próxima al seno maxilar Por este motivo, los odontólogos insisten en la importancia de realizar un buen diagnóstico del caso. De esta manera, se realizan radiografías que permitan examinar la pieza afectada y el tejido adyacente a la misma. Además, recalcan la relevancia de revisar el historial médico del paciente antes de abordar una apicectomía, estudiando exhaustivamente tanto las diferentes patologías que ha padecido como la medicación recetada para mitigar las molestias de las mismas. Una vez se entiende que este procedimiento quirúrgico es la mejor opción para conservar la pieza dental en boca, ¿cómo se realiza la apicectomía? El tratamiento: apicectomía paso a paso La apicectomía comienza con la aplicación de un anestésico a nivel local que permite insensibilizar la pieza dental afectada y la zona de tejido adyacente a la misma. El especialista realizará una pequeña incisión en la encía en el área próxima a la infección, eliminando la cantidad de hueso precisa para poder acceder a través de la misma a la punta de la raíz -o ápice-. En este punto, se realiza un corte con el fin de extraer el ápice y se drenan los tejidos afectados. A continuación, el conducto de la pieza dental se sella con MTA (material trióxido agregado) con el fin de evitar la afección de futuras infecciones. Finalmente, se sutura la incisión realizada en la encía que, con el tiempo, irá regenerándose hasta volver a su estado de salubridad completa.   PROCEDIMIENTO DE UNA APICECTOMÍA   De una duración estimada entre los 60 y los 90 minutos, la apicectomía es un procedimiento sencillo. Para su realización está indicado el empleo de un microscopio quirúrgico que permita examinar con éxito los conductos de la pieza. Su tasa de éxito es muy elevada. Sólo en algunos casos en los que la raíz presenta una ligera grieta o una pequeña fractura puede producirse un fracaso del mismo, siendo obligada entonces la extracción dentaria. Postoperatorio de una apicectomía: ¿qué complicaciones existen? Podemos afirmar que la apicectomía no duele: se trata de una cirugía mínimamente invasiva realizada bajo anestesia local que, posteriormente, generará escasas molestias al paciente en caso de que éste siga las recomendaciones del odontólogo. En las horas siguientes a la intervención es habitual sentir una ligera inflamación en la zona. Por lo tanto, la sensación de molestia e hinchazón es frecuente. Para reducir esta inflamación el especialista que aborde el caso recomendará la ingesta de analgésicos o antiinflamatorios, así como de antibióticos para evitar posibles infecciones. Las suturas pasarán desapercibidas transcurridas dos semanas desde la intervención, y los tejidos se regenerarán transcurridos 6 meses aproximadamente.   La apicectomía es una cirugía mínimamente invasiva que apenas generará molestias posteriores al paciente ¿Qué cuidados debes tener después de una apicectomía? Para garantizar el éxito del tratamiento, los especialistas establecen una serie de cuidados que pueden colaborar en una buena recuperación tras el procedimiento quirúrgico. Durante las horas siguientes a la intervención aplica frío de forma intermitente en la zona afectada para bajar la inflamación de la misma. Sigue una dieta blanda y a base de alimentos fríos durante las 24 horas posteriores a la cirugía, e intenta no masticar con la piza dental afectada y las que se encuentran próximas a la misma. Evita, en la medida de lo posible, fumar en las horas siguientes a la intervención. Además, debes recordar que la ingesta de alcohol dificulta la cicatrización de la herida. CUIDADOS DESPUÉS DE UNA APICECTOMÍA No realices actividades deportivas o que supongan un esfuerzo físico, e intenta reposar en las horas siguientes a la operación. Recuerda la importancia de mantener la cabeza ligeramente levantada. Para

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Labio leporino y paladar hendido: ¿cuál es su tratamiento?

De causa diversa, tanto el labio leporino como el paladar hendido son defectos congénitos que pueden afectar al habla o la masticación.En el presente artículo te hablaremos de ambas anomalías, de cuál es su causa y de los posibles tratamientos que proponen los especialistas para abordar estos casos. Labio leporino y paladar hendido: anomalías en el crecimiento Hablamos de paladar hendido o de labio leporino para referirnos a un defecto en el correcto desarrollo de la estructura de los mismos durante los primeros meses de embarazo. Aquellas personas que padecen estas anomalías en el crecimiento presentan una fisura bien en el labio, en el paladar o en ambos miembros. Se producen cuando la estructura del labio y del paladar no se cierran de la manera debida. De esta forma, una persona puede padecer uno u otro o, al mismo tiempo, ambos defectos del crecimiento. Por lo general, afectan en mayor medida a niños que a niñas. Cabe destacar que, aunque en la mayoría de los casos, los niños afectados por labio leporino o paladar hendido no suelen tener ninguna otra deformación congénita, en algunos casos pueden estar asociados a otros síndromes o enfermedades congénitas de carácter hereditario. Pero, ¿en qué consisten tanto el paladar hendido como el labio leporino y cuáles son los principales síntomas de estas anomalías en el crecimiento? ¿Qué es el paladar hendido? Estaremos ante un caso de paladar hendido cuando el niño presenta una hendidura en la estructura palatina que alcanza la cavidad nasal. En algunos casos, esta abertura se extiende también hasta el labio. El paladar hendido es una afección más discreta que el labio leporino, y su incidencia es más común en personas en cuyas familias hay algún antecedente previo. PALADAR HENDIDO ¿Qué es el labio leporino? El labio leporino responde a una anomalía en el desarrollo de la estructura labial. Ésta se corresponde tanto con una fisura de tamaño mínimo en el labio como con una abertura grande que se conecta con la nariz. En función del grado de anomalía en el desarrollo del labio, los especialistas establecen la siguiente clasificación: Hablaremos de labio leporino unilateral incompleto cuando exista una única hendidura cuyo alcance no llegue a la nariz del paciente. Una fisura en un lado en un único lado del labio que alcanza la nariz se denomina labio leporino unilateral completo. En el caso de que existan dos hendiduras que se extienden hasta la nariz, estaremos ante un caso de labio leporino bilateral completo. ¿Cómo se diagnostican estas anomalías en el desarrollo? Generalmente, estos defectos en el crecimiento pueden diagnosticarse durante el embarazo mediante la realización de una ecografía de rutina. Por el contrario, el paladar hendido es más difícil de visualizar y, en la mayor parte de los casos, se afirma su afección después de que el niño haya nacido. Sin embargo, en algunas ocasiones estas anomalías del desarrollo presentan ciertas dificultades en su diagnóstico incluso cuando la madre ya ha dado a luz. Éste es el caso de aquellos pacientes que presentan una hendidura en el paladar blando, localizado en la parte posterior de la boca, que se encuentre cubierto por la membrana de la misma. En estos casos, los especialistas sospecharán que se encuentran ante un caso de paladar hendido submucoso cuando el paciente declare síntomas tales como ciertas dificultades a la hora de masticar o tragar, voz nasal o infecciones crónicas de oído. Pero, ¿qué factores se han establecido como causas de estas deficiencias en el desarrollo? Causas del labio leporino y el paladar hendido Como tal, no se conoce una causa certera a la que se achaquen estas anomalías en el desarrollo, pero en general se entiende que es una conjunción de factores genéticos y ambientales. Existen varios factores que, en caso de que existan, suponen un aumento en la probabilidad de que el niño padezca labio leporino o paladar hendido: Aquellas personas en cuyas familias existe algún antecedente con alguna de estas dos anomalías del desarrollo tienen más posibilidades de padecerlo. Es más frecuente entre la población masculina que en la femenina. Las mujeres obesas o diagnosticadas de diabetes antes del embarazo tienen más posibilidades de que su hijo padezca estas anomalías del desarrollo. DIABETES COMO FACTOR DECISIVO Niños que, durante el embarazo, estén expuestos a sustancias tales como el tabaco, el alcohol o ciertos medicamentos -como, por ejemplo, los recomendados para tratar la epilepsia-. ¿Qué complicaciones tiene un niño con labio leporino o paladar hendido? Los niños que nacen con labio leporino o paladar hendido tienen una consecuencia clara: las derivadas de tener una anomalía estética. Ésta puede afectar a su autoestima y, por lo tanto, a su manera de desarrollar su personalidad y de relacionarse en público. Pero, además, tienen una serie de complicaciones añadidas tales como: Dificultades a la hora de comer: la hendidura presente en el paladar complica la alimentación de los niños que lo padecen, pues supone un problema en el proceso de succión. Infecciones habituales de oído que, debido a su recurrencia, pueden derivar en una pérdida de audición. Complicaciones en la correcta erupción dental en caso de que la fisura se prolongue a lo largo de la encía. Dificultades en el habla que, en muchas ocasiones, deben ser tratadas con la ayuda de un logopeda. ¿Cuál es el tratamiento idóneo para estas anomalías del desarrollo? El tratamiento idóneo para los pacientes que sufren estas anomalías del desarrollo es una cirugía a nivel hospitalario para cerrar la hendidura y que el paciente pueda llevar, por tanto, una vida normal. En el caso de pacientes que presenten labio leporino, la edad idónea para llevar a cabo esta operación es antes de año de edad. Por el contrario, aquellos que padezcan una fisura en el paladar deberán realizarse este tratamiento antes de cumplir los 18 meses. El procedimiento quirúrgico permitirá al niño abordar su rutina con total normalidad, y erradicará o reducirá las dificultades en el habla y en la masticación, así como los problemas de infecciones en el oído o las complicaciones respiratorias. Te interesará »  Hábitos que deberás evitar por tus dientes ¿Qué otros cuidados debemos tener si nuestro hijo presenta alguna anomalía orofacial? En primer lugar, la preocupación más extendida es la que

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