Clínica Sancal

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Buenos hábitos

El aviso de Harvard sobre los dientes y el cáncer de estómago

La sonrisa es una carta de presentación, y mucho más allá de su aspecto estético, es un reflejo de lo que puede estar sucediendo en otros órganos internos. Numerosos estudios han demostrado la relación que existe entre la salud cardiovascular (enfermedad coronaria, infartos, ictus, etc.) y las caries y los problemas de las encías. Hace unos meses, la Sociedad Europea de Cardiología se hacía eco de una investigación que conecta el cepillado de dientes frecuente con un menor riesgo de padecer fibrilación auricular e insuficiencia cardiaca. Esta relación es importante y justifica el interés de la Organización Mundial de la Salud en promocionar la salud bucodental porque 3.500 millones de personas tienen problemas relacionados con ella: la caries es el más frecuente, seguido de las enfermedades de las encías, que afectan a unos 770 millones de personas, el 10% de la población mundial.   La gingivitis está asociada a un 52% más de riesgo de cáncer gástrico y a un 43% de esófago   Ahora, un grupo de especialistas norteamericanos, chinos, alemanes y noruegos, dirigidos por el epidemiólogo y gastroenterólogo Mingyang Song, de la Facultad de Medicina de Harvard, ha publicado en la revista ‘Gut’ las conclusiones de un estudio que apuntan a una relación directa entre la enfermedad periodontal (de los tejidos que sostienen al diente: encías, hueso, cemento y ligamentos de los dientes) y un aumento del riesgo de padecer cáncer de esófago y gástrico. El peligro también se extiende a personas que han perdido dientes. Microbiota oral Para su trabajo, los científicos examinaron la asociación de antecedentes de enfermedad periodontal y pérdida de dientes con el riesgo de cáncer esofágico y gástrico en 98.459 mujeres del Estudio de Salud de Enfermeras (1992-2014) y 49.685 hombres del Estudio de Seguimiento de Profesionales de la Salud (1988-2016).   Detectaron que, durante los 22 a 28 años de seguimiento, hubo 199 casos de cáncer de esófago y 238 casos de cáncer gástrico, en los que la presencia de enfermedad de las encías se asoció a un 43% y un 52% más de riesgo de cáncer de esófago y cáncer gástrico, respectivamente. ¿Qué explicación ofrecen los autores? Sugieren que las bacterias de la boca (la microbiota oral) pueden estar implicadas en el desarrollo del cáncer, pero también apuntan a una deficiente higiene que, junto con la enfermedad periodontal, podrían promover la formación de nitrosaminas, implicadas en la génesis del cáncer de estómago.   Sin embargo, los especialistas se resisten a establecer una relación causa-efecto firme entre la salud oral y los tumores esofágico y gástrico porque sospechan de la influencia de otros factores no identificados. Esta observación es compartida por el doctor Miguel Carasol, de la Sociedad Española de Periodoncia, quien destaca a Alimente que “hay que dejar muy claro que la periodontitis, hoy en día, no constituye un factor de riesgo directo para el desarrollo de determinados tipos de cáncer”, y se alinea con los autores del artículo de ‘Gut’ sobre la variabilidad de factores que influyen en la aparición del tumor.   Este especialista también apoya la hipótesis de que con una mala higiene oral, los patógenos periodontales pueden promover la formación de sustancias cancerígenas en estos tejidos digestivos y respalda la importancia que concede el grupo de Harvard al microbioma oral. “Las bacterias en la cavidad oral tienen una organización muy compleja que nos permite mantener la salud de los tejidos y enfrentarse a los muchos factores que pueden complicar la situación de equilibrio existente en la boca”, expone. “Este microbioma se altera cuando los patógenos se instalan en la unión entre la encía y el diente, provocando al principio una inflamación simple de la encía (gingivitis), que si progresa separa la encía del diente, creando unas bolsas en las que se instalan los patógenos organizados, dando lugar a la periodontitis”. Cepillo y buenos alimentos El punto en el que encía y diente se separan es crítico porque se forma una herida abierta en el interior y “las bacterias de la periodontitis y sus toxinas pasan a la sangre y pueden afectar a órganos a distancia del cuerpo humano”, advierte Miguel Carasol.   Así pues, todos coinciden en que todavía hay que profundizar en la búsqueda de factores adicionales que, junto con la pérdida dental y la periodontitis, permitan detectar fácilmente a las personas que tienen altas probabilidades de sufrir estos tipos de cáncer. En opinión del miembro de SEPA, “estamos relativamente lejos de que la encía delate a los tumores malignos”, aunque no hay que descartarlo dada “la rapidez del avance científico”. Hasta que el futuro demuestre si las encías y las piezas dentales son buenas para detectar precozmente cáncer de esófago y gástrico, el doctor Carasol insiste en lo que ya está en nuestra mano: higiene y dieta. “La higiene oral es esencial a la hora de conservar la salud bucodental a todas las edades y es necesaria para evitar la evolución a situaciones más complicadas en la boca, como es el paso de la inflamación en la gingivitis a la destrucción de los tejidos que soportan al diente en la periodontitis, con la consiguiente pérdida de dientes”, expone.   En cuanto al papel de la dieta, “es enormemente importante para la prevención de caries y es menos determinante para salud periodontal”, aunque “sin duda, una alimentación adecuada es fundamental para conseguir calidad de vida y salud general”.   ¿Qué alimentos necesita nuestra boca? Frutas y verduras ricas en vitamina C (cítricos, brócoli, fresas, kiwi), arándanos, los ácidos grasos omega 3 y flavonoides.

Ortodoncia

¿Cómo funciona Invisalign?

Los métodos de ortodoncia no solo nos ayudan a tener una sonrisa más estética, sino también completamente funcional. Ésta es una afirmación cada vez más extendida en nuestra sociedad, y fruto de ello resulta creciente el interés de la población adulta por los tratamientos de ortodoncia.Gracias a la demanda creciente de estos procedimientos, han surgido nuevos métodos para satisfacer los requerimientos estéticos de los pacientes más exigentes con su imagen: los englobados dentro de la conocida como ortodoncia invisible -brackets linguales e Invisalign-. Invisalign es un método de ortodoncia cada vez más demandado por nuestros pacientes. No solo es altamente estético, sino que, además, resulta eficaz y muy cómodo para las personas que optan por el mismo. Pero, ¿cómo funcionan los alineadores de la ortodoncia con férulas transparentes? ¿Cómo funciona Invisalign? Invisalign basa su actuación en dos motivos fundamentales: La planificación por parte del ortodoncista de los micromovimientos que deben realizar las férulas para conseguir una oclusión perfecta. La realización de estos movimientos a base de juegos de férulas fabricadas a medida que el paciente debe ir cambiándose según las pautas del especialista. En algunas ocasiones, las férulas por sí mismas no son capaces de realizar los movimientos necesarios. Por este motivo, en ocasiones está indicada la colocación de ataches. Los ataches son unas pequeñas bolitas de composite que se colocan cementadas sobre las superficies dentales y que sirven de punto de apoyo a los alineadores para realizar movimientos más complejos. Pero, ¿qué problemas de maloclusión puede solucionar Invisalign? ¿Invisalign funciona en todos los casos? Los tratamientos de ortodoncia responden a la necesidad de atajar cualquier problema de oclusión dental con el fin de conseguir una sonrisa completamente estética y funcional. Invisalign es un método igual de eficaz que otros tratamientos tradicionales de ortodoncia fija como, por ejemplo, los brackets metálicos o de zafiro. Su objetivo es corregir cualquier problema relacionado con el alineamiento dental y la mordida: mordida abierta, apiñamiento, sobremordida, etcétera. Pero, además de ser eficaz, posee otras ventajas frente a los sistemas de ortodoncia fijos: Si eliges Invisalign como método de ortodoncia, deberás retirarte las férulas de la boca para comer y lavarte los dientes. De esta manera, es un método mucho más cómodo-podrás comer lo que quieras durante todo el tratamiento- e higiénico -por este motivo, es el tratamiento más indicado para pacientes que padezcan enfermedad periodontal controlada-. Es un método altamente predecible: gracias al Clincheck -software de diseño de sonrisa desarrollado por Align Tech- podrás ver tanto los movimientos que irán realizando las férulas de manera progresiva como el resultado final de tu sonrisa incluso antes de iniciar el tratamiento. CLINCHECK Ahora que ya conoces un poco más acerca de la ortodoncia con férulas transparentes, puede que consideres que, en tu caso, es el tratamiento que más se ajusta a tus prioridades. Pero, ¿qué pasos debes seguir para abordar tu procedimiento con Invisalign? El tratamiento de Invisalign paso a paso Si quieres mejorar tu sonrisa y crees que Invisalign es el método más adecuado para ello, el primer paso que debes dar es acudir a un ortodoncista especializado. Te interesará »  ¿Con qué frecuencia hay que llevar los alineadores Invisalign? Una vez en la clínica, se te realizará un estudio de ortodoncia -una serie de pruebas diagnósticas como radiografías y fotografías-. A partir del mismo, los ortodoncistas analizarán tu caso y pautarán un plan de tratamiento ajustado a tus necesidades. Si finalmente Invisalign es el método elegido para ello, necesitaremos tomar impresiones de tu boca para, de esta manera, realizar el plan de tratamiento y fabricar las férulas a medida. Una vez tomadas las impresiones, las férulas llegarán a la clínica en un plazo aproximado de 10 días. Será entonces cuando, en la siguiente consulta, el ortodoncista te coloque la primera férula de Invisalign y te explique qué cuidados debes seguir a partir de ahora. ¡Has iniciado tu tratamiento! De manera progresiva, debes ir cambiado unos juegos de férulas por los siguientes. Durante el tratamiento activo, deberás acudir a revisión con tu ortodoncista cada 4-6 semanas aproximadamente. No te preocupes, éstas no te llevarán mucho tiempo: su duración es de un tiempo estimado en 15 minutos. En ellas, el especialista verificará si el tratamiento está siguiendo su curso de la manera pautada y te hará entrega de los siguientes juegos de férulas. Una vez retirado el último juego de férulas de la boca, empieza la etapa de retención. El ortodoncista colocará tanto retenedores fijos como removibles en ambas arcadas. Los retenedores fijos son unas finas láminas de alambre que se cementan en la parte interior de los dientes. Son completamente imperceptibles y, para asegurar la estabilidad de resultados, es necesario que los lleves puestos de por vida. Por su parte, los retenedores removibles son unas férulas parecidas a las propias de la ortodoncia con Invisalign.  En un inicio deberás llevarlas puestas todo el día para, de manera progresiva y siempre siguiendo los consejos de tu ortodoncista, ir reduciendo el tiempo que éstas deben permanecer en boca.   RETENEDORES REMOVIBLES La fase de retención es igual de importante que el tratamiento activo de ortodoncia. Gracias al uso de los retenedores, podrás asegurar la estabilidad de los resultados a largo plazo y, por tanto, el éxito del tratamiento. Consejos para que la ortodoncia con férulas invisibles sea un tratamiento efectivo Invisalign es un método de ortodoncia removible y, como tal, requiere una mayor colaboración por parte del paciente para que éste sea efectivo. Pero, ¿qué pautas debes seguir durante el tratamiento? ¿Cuánto tiempo debo llevar las férulas? Para que Invisalign resulte un tratamiento efectivo, el paciente debe llevar las férulas puestas durante, al menos, 22 horas al día. Es decir, podrás retirarlas de la boca para comer y cepillarte los dientes, pero deberás ponértelas inmediatamente después. Durante el tratamiento, está desaconsejado fumar o picar en exceso durante horas. Esto sólo reduce el tiempo que llevas las férulas puestas, alargando el tiempo de tratamiento de manera cuantiosa. Mantén una buena higiene bucodental Si bien es cierto que Invisalign es un método más higiénico, pues permite el acceso a todos los recovecos de la boca, resulta de vital importancia que mantengas unas buenas rutinas de limpieza oral para que el procedimiento no dañe tus dientes. Por ello, debes cepillarte

Cultura y curiosidades

Claves para lavarse los dientes: cuánto, cómo y cuándo hacerlo

¿Sabes cómo lavarte los dientes? Si un encuestador te hiciese esta pregunta de golpe mientras caminas tranquilamente por la calle, lo más probable es que respondas un sonoro SÍ sin dudarlo. Llevas haciendo esta tarea desde pequeño —probablemente empezaste con dos o tres años— y no se te pasa por la cabeza que puedas estar haciéndolo mal. Pero lo cierto es que quizás te equivoques. La última Encuesta sobre la Salud Bucodental de los Españoles, realizada en 2010 por el Consejo de Dentistas, recogía que un 12% de los españoles no se cepilla a diario y un 2,3% no lo hace nunca. Quizás estés entre el 85% restante pero no quiere decir que lo estés haciendo totalmente bien. Sin ir más lejos un 30% de los encuestados en 2010 descubrieron que no se lavaban tantas veces al día como deberían. Luego ya están otros asuntos como el tipo de cepillo que debemos usar, la cantidad de pasta que debemos poner y los alimentos que debemos consumir (o evitar) para cuidar la dentadura. ¿Sabes qué se necesita en cada uno de estos casos? Expertos en salud bucodental han respondido a estas preguntas y han aclarado algunas cuestiones relativas a los tiempos, el tipo de dentífrico o el método que debemos emplear. Porque en esto del cepillado es tan importante el cuánto (tiempo invertimos) como el cómo (se hace). Una vez que hayas terminado de leer las recomendaciones, vuelve al principio y responde: ¿Sabes cómo lavarte los dientes? Quizás para entonces la respuesta cambie.   Cuestión de pasta…y de cepillo Para cepillarse los dientes son necesarios dos instrumentos: el cepillo y la pasta. Pero no vale cualquiera, hay que saber elegirlos. «El cepillo debe ser suave o medio en función de las circunstancias de cada persona (nunca recomendamos cepillos duros) y debe estar en buen estado de conservación (habría que renovarlo cada tres meses aproximadamente)», recomienda la doctora Sara Sánchez. Los cepillos demasiado duros deben ser desterrados de nuestro neceser por varias razones. Un cepillo con cerdas demasiado duras puede desgastar el esmalte, que tiene una tonalidad blanca, haciéndolo más fino y provocando que se vea la dentina, que está debajo y cuya tonalidad es más amarilla. Además puede dañar las encías provocando su retracción y quedando expuesta la raíz de la pieza dental, lo que puede generar problemas. Los cepillos eléctricos podrían ser también una opción, pero no LA opción. «Aconsejamos su uso en casos especiales cuando con el cepillado manual no se consigue un adecuado control de placa o en casos de restauraciones múltiples o aparatos de ortodoncia. En esas circunstancias aconsejaríamos un cepillo eléctrico con sensor de presión y cabezales específicos para cada situación», continúa Izquierdo. En cuestión de pasta no sólo importa cuál, también el cuánto. Si nos fiásemos de los anuncios de la tele cada vez que nos lavásemos los dientes llenaríamos en cepillo de una buena dosis de dentífrico. Sin embargo, esto no debería ser así. «Con un guisante sería suficiente», explica la Dra. Sánchez. «La pasta debe tener flúor —cuando hablamos del lavado de una persona adulta— porque ayuda a la remineralización de los dientes y hace que el diente esté más protegido ante posibles ataques de bacterias, la presencia de flúor en la superficie dental reduce la solubilidad del esmalte, dándole mayor dureza y haciéndolo mas resistente a la acción de los ácidos y por ende a la producción de caries dental.   Una pasta fluorada es importante y no lo es tanto una blanqueadora. El efecto que se consigue es menor del esperado, se recomienda su uso para el «mantenimiento después de un tratamiento de blanqueamiento en la consulta».   Dos veces mínimo: la noche, INNEGOCIABLE Lo ideal en higiene bucondental es cepillarse justo después de cada comida pero teniendo en cuenta que los expertos en nutrición recomiendan realizar cinco comidas diarias, esto se antoja bastante imposible. Como mínimo debemos lavarnos los dientes dos veces al día, una después del desayuno y la otra, la más importante, después de la cena. La recomendación es que si sólo se hacen dos cepillados, el segundo debe ser tras el desayuno para que no pasen demasiadas horas sin cepillarse. A partir de más de 10 horas pueden producirse más bacterias en la boca, que son las que producen las caries. Y si el cepillado de la mañana es importante, más lo es el de la noche. Durante el sueño se produce menos saliva, lo que se conoce como xerostomía. La saliva es un componente natural de nuestro organismo que tiene la misión de defender y proteger la boca. Ayuda a proteger de los agentes que pueden atacar el esmalte o provocar enfermedades. Esto se traduciría en una boca menos protegida. Y más si el paciente duerme con la boca abierta o ronca por lo que la placa bacteriana sería más nociva en ese lapso de tiempo. A todo esto se une que al dormir no hay movimiento de la lengua ni de los labios que contribuyen al llamado mecanismo de autolimpieza. Es por ello que el lavado nocturno resulta imprescindible, que se debe hacer a conciencia utilizando hilo dental, para llegar a los espacios a los que no llega el cepillo y donde se estancan las bacterias que darán paso a las caries, y colutorio, que en ningún caso puede sustituir al cepillado.     Barrer y no fregar No hace falta levantarse de la mesa inmediatamente después de comer el último bocado para irse a lavar los dientes, pero tampoco hay que dejar esperar demasiado tiempo para realizar el proceso. Sólo existe una excepción: si la dieta es predominantemente ácida (cítricos, vinagre…), lo ideal sería esperar 30 minutos para lavarnos los dientes y más si la persona sufre hipersensibilidad dentaria. De esta forma se evitaría frotar el ácido contra la dentadura y así evitaríamos repartirlo o por toda la boca e intensificar su efecto nocivo.   La duración del cepillado y el método utilizado son claves fundamentales el éxito del proceso. El tiempo de

Buenos hábitos, Cultura y curiosidades

Beneficios de la irrigación bucal

La irrigación bucal es una técnica poco usada pero muy recomendada para conseguir una higiene bucodental completa. Pero, ¿En qué consiste? ¿Qué beneficios aporta a mi sonrisa? El irrigador bucal puede ser un gran aliado para mantener una buena salud bucodental. Se trata de un aparato que aplica un chorro de agua a presión. Su uso es como complemento del cepillado. ¿En qué casos es más recomendado el uso de un irrigador? Enfermedades periodontales. La irrigación puede ser clave para prevenir el desarrollo de la gingivitis y la periodontitis. Pacientes portadores de ortodoncia. Esta técnica es especialmente recomendada en pacientes con brackets, ya que consigue eliminar los restos de estos espacios difíciles. Pacientes con los dientes sensibles. En pacientes con sensibilidad dental, el uso de otros productos como el hilo dental puede ser doloroso. El irrigador evita el roce y el sangrado de las encías. Así, permite una limpieza eficaz sin dolor. El irrigador bucal permite eliminar los restos de comida y bacterias de los aparatos fijos, que tienden a crear zonas de retención de placa bacteriana. También puede llegar a aquellas zonas donde no alcanzan los filamentos de los cepillos. Hay diferentes tipos y modelos de irrigador bucal. En general la presión del agua se puede controlar, y muchos irrigadores son portátiles. También se puede regular el tipo de chorro para que sea recto o giratorio, en función del tipo de zona que nos interese limpiar. Los beneficios de la irrigación bucal Son muchos los beneficios de la irrigación bucal. Uno de los más inmediatos es que aporta frescor a la sonrisa. Esto nos ayuda a combatir el mal aliento o halitosis. Al llegar a partes mas profundas de la boca y limpiar parte de la lengua, removemos las bacterias relacionadas con la halitosis. La irrigación bucal también ayuda a eliminar las manchas de la superficie de los dientes. Esto permite recuperar un color más radiante y tener una sonrisa más bonita. Otra clave es la prevención de patologías bucodentales. La eliminación de placa bacteriana en espacios entre dientes y encías evita el sarro. Además, ayuda a prevenir el desarrollo de patologías como la gingivitis, así como infecciones e irritaciones en las encías. La gran ventaja de la irrigación bucal en comparación con otras técnicas es que permite una limpieza no invasiva en dientes que han sido sometidos a otros tratamientos. Por ejemplo, dientes con carillas y coronas dentales. El paciente puede realizar una limpieza en profundidad sin alterar los resultados de estos tratamientos. Para que la irrigación bucal tenga los efectos de prevención deseados, es importante realizar otros pasos previos como el cepillado. Lo más importante es cepillarse los dientes después de cada comida, con un cepillo de cerdas suaves y sin ejercer demasiada presión. Además del irrigador bucal, el enjuague también es un buen aliado para eliminar los restos de placa bacteriana entre dientes y encías.

Ortodoncia

Claves sobre los brackets metálicos

Los brackets metálicos han sido durante mucho tiempo la única opción para corregir la alineación de la sonrisa. Son el tratamiento más tradicional en ortodoncia y permiten corregir problemas severos de posición y mordida. ¿En qué consiste el proceso de ortodoncia con brackets?  La ortodoncia es una especialidad de la odontología que se centra en corregir la posición defectuosa de los dientes, con fines tanto estéticos como funcionales. Así, puede conseguir una sonrisa perfectamente alineada, corregir problemas de mordida, apiñamiento dental, falta de espacio… Unos dientes mal alineados pueden alterar la calidad de vida del paciente. Sobre todo en procesos como la masticación o la mordida, incluso el habla. Además una sonrisa mal alineada puede generar complejos a nivel estético. Una forma de corregir la posición de las piezas dentales es mediante los brackets metálicos. Este tratamiento consiste en elementos adheridos a los dientes y unidos con arcos elásticos que mueven de forma progresiva los dientes hasta que adquieren la posición deseada. Generalmente son metálicos, aunque también hay brackets de porcelana si queremos preservar la estética durante el tratamiento. En ambos casos son aparatos fijos y sólo pueden ser manipulados por el odontólogo. Brackets metálicos tradicionales: las claves ¿Cuánto dura el tratamiento? La duración del tratamiento puede variar en función de las necesidades de cada paciente. Normalmente se prolonga de 12 a 24 meses, pero la duración es variable en función de los problemas de cada sonrisa. En general estos tratamientos con ortodoncia suelen iniciarse durante la adolescencia. No obstante, los brackets también son habituales en adultos, quienes suelen utilizar los de porcelana, buscando procesos más estéticos. La higiene con brackets metálicos La limpieza diaria es fundamental, ya que los aparatos pueden generar zonas de retención de placa bacteriana. Por ello debe ser muy constante, para evitar complicaciones durante el tratamiento. Se recomienda cepillarse los dientes después de cada comida. Conviene hacerlo con un cepillo de cerdas suaves y cepillando desde las encías hacia los bordes. También es aconsejable enjuagarse los dientes con un colutorio que contenga flúor. Además es fundamental realizar una serie de cuidados para mantener los brackets en buen estado. En este sentido se deben evitar los alimentos duros y pegajosos, ya que pueden dañar los brackets metálicos. También es recomendable acudir al odontólogo con regularidad, para realizar un seguimiento de la ortodoncia. ¿Y después de los brackets qué? Después de retirar los brackets, el tratamiento no ha terminado. De hecho se pasa a una parte muy importante: la fase de retención. Esta fase puede determinar el éxito o el fracaso de los brackets. El paciente lleva unos retenedores hechos a la medida de su boca, que ayudan a mantener los buenos resultados conseguidos con la ortodoncia. En general, los retenedores suelen llevarse por las noches. Lo más común es llevar una funda transparente en la arcada superior y unos retenedores metálicos apenas perceptibles en los incisivos.

Prevención

Curetaje dental: ¿Qué es y cómo se realiza?

A día de hoy, las enfermedades periodontales (gingivitis y periodontitis) son uno de los problemas bucodentales más frecuentes entre la población de nuestro país. Así lo constatan los datos dados a conocer por la Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración (SEPA), que asegura que 8 de cada 10 personas mayores de 35 años padece gingivitis o periodontitis. Mientras que la gingivitis es la más moderada de dichas enfermedades y se cura con una mayor higiene bucodental, la periodontitis representa la peor cara del problema. Conocida comúnmente también como piorrea, la periodontitis causa daños graves e irreversibles en nuestros dientes y encías. En una primera fase, la gingivitis se manifiesta con sangrado, inflamación y enrojecimiento de encías. La gingivitis es de carácter infeccioso y se produce por una acumulación de bacterias debida a una higiene bucodental deficiente. Es decir, cuando los restos de comida no se retiran adecuadamente mediante el cepillado comenzarán a aparecer las bacterias y, con el tiempo, la placa bacteriana.   Si esta infección no se trata, avanzará, atacará a más tejido sano y derivará en retracción de encías. Esto generará sensibilidad,  repercutirá negativamente en la estética del diente e, incluso, provocará la posterior caída de éste. RETRACCIÓN DE ENCÍAS POR PERIODONTITIS Por eso, sea cual sea la fase en la que se encuentra la patología, es importante acudir a un especialista en Periodoncia tan pronto como advirtamos los primeros síntomas. En este punto, es fundamental destacar que, si bien la higiene es la mejor prevención contra estas enfermedades, no existe ningún remedio casero o solución que podamos aplicar por nosotros mismos para curarlas. Es decir, una vez que han aparecido no se pueden frenar sin la ayuda de un profesional. El especialista determinará en qué punto se encuentra el problema y establecerá el tratamiento más adecuado para recuperar la salud oral: bien limpieza dental o bien raspado y alisado radicular, conocido también como curetaje. Este proceso no duele porque se realiza bajo anestesia local, pero si te surgen molestias después de que haya finalizado, puedes evitarlas consultando con tu dentista o médico la medicación a tomar ¿Qué es un curetaje dental? El curetaje dental -también conocido como raspado y alisado radicular- es una técnica odontológica que se lleva a cabo en el tratamiento contra la periodontitis o piorrea. Se realiza, por tanto, en los casos en los que la enfermedad ha avanzado y el sarro se ha extendido más allá de la superficie de los dientes. Es decir, cuando ha penetrado en el interior de las encías, llegando a formar las llamadas bolsas periodontales. Dichas bolsas periodontales son, probablemente, el rasgo clínico que mejor evidencia la existencia de una periodontitis. Éstas son, a fin de cuentas, surcos que se forman entre la encía y el diente y que se hacen más grandes a medida que la enfermedad avanza, que hay mayor cantidad de bacterias y que se destruyen los tejidos de soporte del diente. A pesar de que exista la creencia extendida de que el curetaje es, en sí mismo, el tratamiento contra la periodontitis, lo cierto es que el raspado y alisado es solamente una parte más del proceso. Es decir, para que sean efectivos, los tratamientos contra la piorrea deben contemplar una serie de pasos más. Por ejemplo: Análisis microbiológico para saber a qué bacterias nos enfrentamos y pautar el antibiótico adecuado Mediciones con la sonda Florida para comprobar los niveles de sarro al inicio y al final del tratamiento Mantenimientos periódicos para asegurar que la periodontitis no vuelve a aparecer SONDA PERIODONTAL ¿Quién lleva a cabo este tratamiento? España es el único país de la Unión Europea en el que no están reguladas las especialidades dentales. Por tanto, el tratamiento para curar la periodontitis puede ser realizado por cualquier dentista. Sin embargo, nuestra recomendación es que éste sea llevado a cabo por un odontólogo especializado en Periodoncia. Por ejemplo, en nuestra clínica lo realizan la doctora Sara Sánchez. Cuenta con una amplia experiencia en este tratamiento y tienen conocimientos específicos -al igual que muy actualizados- acerca del procedimiento. Este hecho hace que puedan llevar a cabo un completo tratamiento periodontal como el mencionado anteriormente. Es decir, que incluya una serie de pasos -además del curetaje convencional- que aseguren la curación y eviten la recidiva de la enfermedad. ¿En qué consiste el raspado y alisado radicular? La técnica del curetaje se lleva a cabo con unos instrumentos llamados curetas. Dichas curetas son diferentes en función del área a tratar (zona de dientes incisivos, caninos, premolares o molares), ya que varían en función de su tamaño, longitud y angulación. Sin embargo, el procedimiento para realizar el curetaje es el mismo. El primer paso siempre es aplicar anestesia local para poder acceder a las bolsas periodontales -con la cureta correspondiente- y limpiarlas en profundidad. De esta manera, se raspa y retira el sarro acumulado debajo de la encía y posteriormente se alisa la raíz del diente.  CURETAJE PARA ELIMINAR EL SARRO DE LAS ENCÍAS   ¿Cuánto tiempo dura un curetaje dental? Si por curetaje entendemos el tratamiento periodontal, es decir, el estudio (análisis microbiológico y mediciones) y el raspado y alisado radicular, podemos decir que, en nuestra clínica, el procedimiento completo lo llevamos a cabo en dos citas. La primera dura unos 50 minutos aproximadamente y en ella se realiza el estudio y el propio curetaje en dos cuadrantes de la boca. La segunda cita se produce varios días después de la primera, pero no más de siete días y dura una hora. En ella se realiza el raspado y alisado radicular en los otros dos cuadrantes de la boca. Además, en esta cita pautará el antibiótico adecuado para terminar de eliminar las bacterias que han provocado la enfermedad periodontal, en caso necesario. ¿El curetaje dental duele? Antes de comenzar con el raspado y alisado radicular, se aplica anestesia local. Por tanto, durante el proceso el paciente no siente ni dolor ni molestias. Una vez que el procedimiento ha concluido y la anestesia ha dejado de hacer efecto, es posible que se presente algún tipo de molestia. Esto es principalmente

Cultura y curiosidades

Cepillado con técnica de bass

En cepillado dental es el método de higiene que nos permite remover de forma más completa la placa bacteriana de la superficie de los dientes y encías con el objetivo de evitar problemas de caries y de enfermedad periodontal. Es aconsejable que se realice tres veces al día, principalmente después de las comidas más importantes, y se debe acompañar con la utilización del hilo dental una vez al día y enjuagues bucales también diarios. Si tienes una boca en buena salud, tus dientes se verán bien y tu sonrisa será más bonita. Por el contrario, si tienes los dientes sucios, además de perjudicar tu salud bucodental y provocar problemas en el futuro, también estará perjudicando tu estética, ya que unos dientes sucios y con sarro te harán transmitir una imagen descuidada y antiestética. Debemos ser conscientes que si removiéramos completamente la placa bacteriana, podríamos prevenir de una forma total la caries dental, la enfermedad periodontal y la formación de sarro. Por mucho que nos mantengamos una buena higiene bucal esto es casi imposible, pero sí que podemos eliminar la inmensa mayoría de la placa dental, erradicando casi por completo las infecciones. El cepillo dental El cepillo dental es el instrumento más eficaz para eliminación de la placa bacteriana. Debe reunir unas características de tamaño, de diseño, calidad de los materiales y normas específicas de fabricación. Estas pueden variar en función de las necesidades de cada paciente, ya que sus características dentales o su situación concreta en un momento determinado exigirán un cepillo concreto. Por lo general. Los dentistas recomiendan la utilización cepillos de cerdas suaves que eviten el daño del esmalte o la irritación de las encías. El cepillo de dientes está formado por un mango, una cabeza y entre el mango y la cabeza puede existir un estrechamiento. Las cerdas están unidas a la cabeza del cepillo dental. En general una cabeza plana, pequeña y recta es más fácil de manejar durante el cepillado dental y permite llegar a los lugares más escondidos de la boca. Los movimientos de los cepillos dentales tradicionales realizan las siguientes acciones: horizontal, vertical, rotatoria y vibratoria. Los cepillos eléctricos, son aquellos que utilizan un mecanismo que produce un movimiento de las cerdas. El efecto beneficioso de los cepillos eléctricos está asumido, pero realmente no se ha visto una clara mejoría en la eliminación de la placa bacteriana en comparativa a los cepillos tradicionales. La técnica de bass modificada La técnica de Bass fue la primera técnica de cepillado dental que se ocupó específicamente de la remoción de placa bacteriana del surco gingival. En esta técnica de cepillado dental las cerdas del cepillo se sitúan en un ángulo de 45 grados en dirección al ápice del diente, en el fondo del surco y se produce una vibración en el sentido de un movimiento horizontal. La técnica de Bass modificada es la que la mayoría de los dentistas coinciden en definir como la mejor técnica de cepillado dental para eliminar la placa bacteriana de los dientes. En la modificación de la técnica de bass el cepillo realiza movimientos de rotación entre la encía y diente. La técnica de Bass consiste en colocar el cepillo dental en un ángulo de 45 con respecto los dientes, presionando contra el surco gingival. Seguidamente se realizan movimientos muy cortos en dirección antero-posterior y de vibración. La técnica Bass modificada es frecuentemente utilizado en pacientes con recesión gingival progresiva. Esto significa que la encía del paciente están retrocediendo hacia la base del diente, lo que conduce a la exposición de la raíz.Este método es utilizado para evitar daño al tejido delicado, que podría exacerbar después la condición.

Buenos hábitos

El hilo dental: un gran aliado

Cepillar los dientes cada día es muy importante. Pero también es importante complementar el cepillado con técnicas de higiene interproximal. Una de las más recomendadas es el uso de hilo oral: un gran aliado para cuidar tu salud bucodental día a día. El cepillo por sí mismo no consigue eliminar con profundidad las bacterias y restos de comida acumulados en zonas difíciles de la cavidad oral. Hablamos de zonas como los espacios interdentales, es decir, espacios entre dientes, o bien la línea de las encías. Presionar con el cepillo en estas zonas puede provocar el sangrado y la abrasión dental. Por ello los profesionales de PropDental recomiendan el uso de técnicas como el enjuague bucal o la irrigación. Pero el hilo dental es el más efectivo para eliminar los restos de estos espacios difíciles. Claves sobre el uso de hilo dental Muchos pacientes dudan sobre cuándo es el mejor momento para usar hilo dental. Hay un debate sobre si es mejor antes o después del cepillado. Los profesionales de PropDental recomiendan usar el hilo a posteriori, ya que de este modo se completa la limpieza comenzada con el cepillo. Pero es más importante la técnica que el momento. La clave para un buen uso del hilo dental es no ejercer demasiada presión, ya que de lo contrario provocaría en sangrado de las encías. También es importante hablar sobre la frecuencia. Si bien se recomienda cepillarse los dientes entre dos y tres veces al día, el hilo dental sólo debe ser usado una vez. De hecho, lo más recomendable es usarlo antes de ir a dormir. Así se evita que las bacterias puedas actuar en los restos de comida de los espacios interdentarios durante la noche. La noche es cuando nuestra cavidad oral es más vulnerable. Pero, ¿Y si prefiero no usar el hilo dental? Hay otras alternativas para realizar una buena higiene interproximal, como los cepillos interdentales. También el colutorio o los irrigadores bucales son buenas opciones para limpiar estas zonas más difíciles de la boca. Si tienes cualquier duda sobre el uso del hilo dental u otras técnicas de higiene, contacta con nuestros profesionales. En la clínica dental SanCal, la Dra. Sánchez te ofrece el asesoramiento necesario para que puedas mantener tu sonrisa sana y brillante cada día.

Buenos hábitos

5 Tips para prevenir la caries dental

La caries dental es la patología bucodental más extendida a nivel mundial. Afecta especialmente a niños y pacientes mayores. ¿Cómo prevenir la caries dental? La caries dental tiene su origen a los ácidos producidos por las bacterias de la cavidad oral. En sus primeras fases no hay dolor, pero el diente va cambiando de color. En las últimas fases el paciente nota un dolor muy intenso y puede llegar a perder la pieza dental. Un tratamiento habitual para curar el diente dañado es el empaste dental. Tips para la prevención de caries dental Para prevenir la caries es muy importante tener en cuenta los siguientes aspectos: Educación dental. La prevención de la caries suele ser un problema de educación dental en muchos pacientes. Por ello es muy importante que los pacientes reciban esta educación desde la infancia. Además esto favorece el desarrollo de una boca más fuerte y sana. También es fundamental evitar hábitos de vida perjudiciales, como el tabaquismo y el consumo de alcohol. Técnicas de higiene oral. Para prevenir la caries conviene mantener una técnica concreta. La Dra. Sánchez, profesional dela  clínica dental SanCal recomiendan un cepillado suave y lento, con movimientos hacia arriba y abajo. Además conviene insistir en las zonas difíciles, donde se acumula más cantidad de placa bacteriana. Higiene completa. Además del cepillado, para una buena prevención de la caries es imprescindible limpiar todas las zonas de la cavidad oral. Es decir, limpiar la lengua, los espacios entre los dientes… Los utensilios más recomendados son el hilo dental, el limpiador lingual y el enjuague bucal. Para una limpieza más profunda, también se aconseja el uso del irrigador bucal. Renovar el equipo de limpieza. Tener un cepillo de calidad está muy bien, pero no puede durar toda la vida. La Dra. Sánchez recomienda reponer el cepillo cada tres meses aproximadamente. También es aconsejable adaptar la pasta y el enjuague a las necesidades de tus dientes y encías. Acudir al odontólogo. Las visitas regulares son muy importantes para prevenir la caries dental. Se recomienda acudir una vez cada seis meses como mínimo a la consulta.

Prevención

10 tips simples para nuestra higiene dental

Mejorar nuestros hábitos relacionados con la higiene bucodental nos será de gran utilidad a la hora de evitar la aparición de las principales enfermedades dentales. Considerando la importancia de este proceso, en este artículo conoceremos una serie de consejos simples y prácticos relacionados con la higiene de nuestra boca. ¡No te los pierdas! Consejos de higiene bucodental Empezamos este listado de consejos hablando de una situación muy común como es la imposibilidad de cepillarnos los dientes, una situación que afecta especialmente a aquellas personas que no comen en casa y que tienen como alternativa enjuagarse con agua con la finalidad de eliminar las partículas y restos de comida que se quedan en la boca y que son las causantes de las enfermedades orales. Si te preocupa el mal aliento debes saber que los restos de comida que se acumulan en la lengua son la principal causa de esta situación. Así que… ¡Cepíllate la lengua! Cepillarte los dientes después de tomar café o vino tinto evitará la aparición de manchas dentales, siendo un consejo indispensable para aquellas personas que se preocupan por la estética de su boca. Cuando nos cepillamos los dientes debemos considerar la limpieza de la totalidad de caras de la pieza dental, solo de esta forma podremos conseguir una óptima limpieza. Es recomendable el uso del cepillo eléctrico. En caso de que optemos por un cepillo “de toda la vida” es importante elegir un modelo que cuente con las cerdas intermedias. El cepillado dental no se debe hacer mediante movimientos horizontales, sino a través de movimientos verticales y circulares. El uso del hilo dental es clave en nuestra rutina de higiene oral. Gracias a este elemento podremos retirar las partículas de alimentos que se quedan alojados en los espacios interdentales.  Como alternativa, indicada para personas con amplios espacios interdentarios, tenemos el cepillo interproximal. El enjuague bucal representa una excelente forma de finalizar este proceso, aunque es recomendable utilizar un modelo que no contenga alcohol entre sus componentes. Es recomendable que el cepillado dental tenga lugar una vez que han pasado unos minutos después de comer, sin embargo en el caso de consumir productos ácidos es preferible esperar hasta 45 minutos ya que los ácidos residuales que quedan en la boca podrían dañar el esmalte si nos cepillamos los dientes justo después de su consumo. Se recomienda que nos cepillemos los dientes 3 veces al día, es decir, después de cada comida. Como mínimo nos cepillaremos la boca dos veces diarias, siendo de vital importancia el cepillado antes de acostarnos puesto que mientras dormimos es cuando mayor peligro tenemos de contraer una enfermedad dental y ello se debe a que no fabricamos prácticamente saliva (que se encarga de protegernos ante el ataque de las bacterias). En definitiva, en este artículo hemos podido conocer una serie de consejos muy simples y prácticos que nos permiten mejorar nuestro hábito relacionado con la higiene bucodental. ¿A qué esperas para ponerlos en práctica?

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