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Cultura y curiosidades, Prevención

¿Qué debes saber sobre la placa bacteriana?

La acumulación de placa bacteriana es una de las principales causas de las enfermedades periodontales y de afecciones bucales muy comunes como, por ejemplo, la caries. Sin embargo, siguiendo unas pautas de higiene exhaustivas podemos evitar esta formación y, por lo tanto, mantener nuestra boca en salud. ¿Qué es la placa bacteriana? La boca es una cavidad séptica; es decir, una zona en la que conviven diferentes bacterias perfectamente adaptadas a vivir en ese entorno. La presencia de estos microorganismos es frecuente desde que somos niños, resultando perjudiciales para la salud de nuestra boca. La placa bacteriana es una fina película transparente compuesta por las proteínas presentes en la saliva, sobre la cual se adhieren las bacterias presentes en nuestra boca. En caso de no tener una buena higiene bucodental, la mineralización de esta placa da lugar la formación de sarro –o cálculo dental-. El sarro supone, a su vez, un mayor depósito de placa en la boca, pues su superficie es más adhesiva que la de los propios dientes. Su acumulación es la responsable de la aparición de enfermedades periodontales, como la gingivitis y la periodontitis, y de las caries dentales. Podemos distinguir varios tipos de placa en función de las bacterias de las que esté compuesta y del lugar en el que se acumule. En función del tipo de bacterias que formen la placa bacteriana, podemos distinguir dos tipos de la misma que difieren en los efectos que tienen sobre la salud de nuestra boca: Denominamos placa cariogénica a aquella formada por bacterias que, tras metabolizar los azúcares de los alimentos, liberan ácidos en la superficie de las piezas dentales. Estos ácidos dañan el esmalte de los dientes, siendo las causantes, por lo tanto, de las caries. Por el contrario, llamamos placa periodontopatogénica a la conformada en por bacterias que liberan sustancias primarias tras metabolizar los azúcares de los alimentos. Son, por tanto, las causantes de las enfermedades periodontales. A esta clasificación, podemos sumarle una nueva clasificación que no resulta excluyente con respecto a la primera en función del lugar en el que se acumule la placa bacteriana. Hablamos de placa supragingival cuando las bacterias se acumulan en las piezas dentales. Normalmente, este tipo de bacterias son cariogénicas. Por el contrario, la placa subgingival se acumulan en el surco gingival y en la bolsa periodontal. Este tipo de placa es, generalmente, periodontopatogénica, y para su acumulación es habitual que, en primer lugar, haya habido acumulación de placa supragingival en las piezas dentales. ¿Cómo eliminar la placa bacteriana? Manteniendo unas buenas rutinas de higiene dental podemos eliminar fácilmente la placa bacteriana. Mediante el cepillado tradicional y el uso de otros complementos de higiene oral tales como, por ejemplo, el hilo dental, evitamos la acumulación de la misma. Por el contrario, la acumulación de sarro sólo podrá ser eliminada a través de una higiene bucodental profesional llevada a cabo en clínica. Es un procedimiento inocuo para el cual no se precisa de anestesia. Mediante el uso de la punta de ultrasonidos, el higienista eliminará las formaciones de sarro presentes en las piezas dentales y por debajo de las encías. ¿Se puede prevenir la formación de placa bacteriana? Para evitar la formación de placa bacteriana es de vital importancia seguir unas buenas pautas de higiene oral. Tan importante es tener en cuenta la frecuencia del cepillado dental como la técnica del mismo. Se debe tener en cuenta que mediante un cepillado después de cada comida no somos capaces de eliminar satisfactoriamente todas las bacterias y los restos de alimentos que causan la placa bacteriana. Por ello, debemos recurrir a otros complementos de higiene que nos aseguren una correcta limpieza oral. El hilo dental está recomendado para eliminar la placa de los espacios interdentales estrechos; es decir, en aquellos casos en los que los espacios entre ambos dientes es reducido. De forma complementaria, y para espacios interdentales más anchos, nos podemos valer de los cepillos interproximales. De cabezal cilíndrico, la elección de uno u otro viene determinada por el ancho del espacio interdental. Están recomendados en aquellos casos en los que la acción del hilo dental resulta insuficiente. El irrigador bucal –o waterpik- es un sistema que, mediante el uso del agua a presión, elimina las bacterias y los restos de comida que se alojan en los dientes y en los tejidos de la boca. Está especialmente indicado en personas que lleven implantes o bien que se estén sometiendo a un tratamiento de ortodoncia. Por último, no debemos olvidarnos de la importancia de la limpieza de la lengua. El uso del raspador lingual debe ser parte de la rutina de higiene diaria, pues la lengua es la parte de la boca que más bacterias acumula. Los especialistas recomiendan, además, evitar el consumo de productos con alto contenido en azúcares, usar enjuagues bucales dos veces al día tras el cepillado y acudir al especialista a realizarse una higiene bucodental cada 8-10 meses. La higiene bucodental es esencial para conservar nuestra boca en salud. La acumulación de placa no sólo provoca caries y enfermedades periodontales, sino que la presencia de bacterias en la cavidad oral puede generar enfermedades sistémicas o suponer el empeoramiento de diagnóstico de personas que padezcan enfermedades respiratorias, cardiopatías o diabetes. Si quieres saber más sobre la técnica del cepillado, te invitamos a visitar la siguiente página. Si, por el contrario, consideras que necesitas una higiene bucodental profesional, puedes ponerte en contacto con nosotros a través de nuestra página web o bien llamando al 91 599 64 39.

Prevención

3 causas de los dientes sensibles

En verano suelen aumentar los casos de sensibilidad dental. La sensación de dolor puede alterar placeres como comer un helado, tomar una bebida fría… Pero, ¿Por qué tengo los dientes sensibles? La erosión y pérdida de esmalte, provoca la exposición de la dentina. Las terminaciones nerviosas de los túbulos dentarios provocan la sensación de dolor agudo al consumir ciertos alimentos como helados, bebidas muy frías… De este modo los dientes sensibles pueden alterar la calidad de vida del paciente y también la rutina de higiene bucodental. 3 causas de los dientes sensibles Estas son 3 causas principales del desarrollo de dientes sensibles: Retracción de las encías. Provoca que los pacientes enseñen demasiada encía al sonreír y una de sus principales consecuencias es la sensibilidad dental. También otras complicaciones como la caries destruye el esmalte de forma progresiva, de modo que provoca un dolor muy agudo al tomar alimentos fríos. Cepillado agresivo. Son muchos los pacientes que tienen la falsa creencia de que por ejercer más presión consiguen una limpieza más eficaz. Nada más lejos de la realidad. Un cepillado agresivo provoca la erosión del esmalte. Tratamientos profesionales. Después de algunos tratamientos como la limpieza dental profesional o el blanqueamiento puede surgir la sensación de sensibilidad dental. En general se trata de una sensación puntual que desaparece a los pocos días. ¿Cómo evitar los dientes sensibles? Existen diversas pautas para evitar los dientes sensibles en verano. Una de las más importantes hace referencia a la alimentación. Es muy importante evitar los alimentos ácidos y muy azucarados. Los cítricos, zumos, refrescos… Estos alimentos erosionan el esmalte y provocan la exposición de la dentina. En algunos casos la erosión que provocan los ácidos causa hipersensibilidad dental. Para equilibrar los efectos de estos alimentos es recomendable tomar agua o leche después de consumirlos. Además es fundamental seguir una dieta equilibrada a diario. Para combatir los dientes sensibles, también es aconsejable potenciar el consumo de alimentos ricos en fibra. Otra clave esencial para combatir los dientes sensibles en verano es la higiene bucodental. Recomendamos cepillar los dientes después de cada comida con movimientos suaves y circulares. Además es muy importante incorporar el flúor a la rutina de higiene oral. Este mineral fortalece el esmalte y lo protege de la erosión. Si a pesar de mantener estos cuidados notas un dolor muy intenso al comer alimentos fríos, no dudes en acudir a tu dentista de confianza. En la clínica dental SanCal aplicamos el tratamiento que más se ajuste a las necesidades de nuestros pacientes. Este verano podrás sonreír, comer y hablar sin dolor.

Cultura y curiosidades, Prevención

7 efectos de la menopausia en tu salud bucodental

Con una esperanza de vida de 85 años, a las mujeres españolas no les queda otra opción que sufrir las consecuencias de la menopausia durante el 40% de su vida. De hecho, el aumento en dicha esperanza de vida provoca, a su vez, un aumento en la incidencia de enfermedades asociadas a esta etapa. El descenso en la producción de hormonas que comienza a producirse entre los 45 y 55 años de edad, además de los ya conocidos síntomas como los sofocos, los dolores de cabeza y la irritabilidad, provoca una mayor propensión a sufrir problemas bucodentales. Así, la bajada de los niveles de estrógenos hace que disminuya el efecto inflamatorio de éstos en el cuerpo, lo cual afecta directamente en las encías; del mismo modo que la reducción de progesterona provoca una disminución de la densidad ósea de la mandíbula, poniendo en riesgo el sustento de nuestros dientes. A pesar de todo, y gracias a los avances de la tecnología y la concienciación social, las mujeres de hoy en día pueden disponer de una dentadura sana hasta la ancianidad. Sin embargo, para ello, será necesario un cuidado especial de la higiene y visitar con regularidad al dentista ya que durante la menopausia se pueden eden padecer algunos de los siguientes problemas: Dolencias bucodentales asociadas a la menopausia 1. Gingivitis descamativa Se caracteriza por la separación de las capas externas de las encías hasta el punto de dejar la raíz del diente expuesta, provocando sensibilidad ante agentes externos como bebidas o comida caliente o fría. También presenta el tejido gingival enrojecido y dolorido con probabilidad de sangrado. Una gingivitis descamativa no tratada a tiempo, puede derivar en una grave periodontitis, por lo que es recomendable mantener un control del estado de las encías. 2. Xerostomía o sequedad bucal Durante la menopausia las glándulas salivales producen menos saliva por lo que se presenta sequedad bucal. La secreción salival es importante debido a su función de mantener los tejidos húmedos y a que favorece que la boca esté más limpia, regulando la cantidad de bacterias presentes en la boca. Su ausencia puede producir dificultades a la hora de saborear alimentos, tragar o incluso al hablar. 3. Síndrome del ardor bucal Se trata de uno de los problemas posmenopáusicos más comunes. Se caracteriza por presentar un fuerte ardor y sensación de quemazón o picor que afecta principalmente a la lengua, y en ocasiones, a las encías y labios. 4. Adelgazamiento de la mucosa bucal Como consecuencia de la reducción en la producción de hormonas, las mucosas de la boca, al igual que las de todo el cuerpo, se vuelven más frágiles y su función protectora se debilita. 5. Caries radiculares Como consecuencia de la gingivitis descamativa, al quedar la raíz del diente expuesta a agentes externos, y agravado por la sequedad bucal, existe una mayor probabilidad de desarrollar caries de origen radicular. De no ser tratadas, podrían llegar a provocar la pérdida de piezas dentales. Una gingivitis descamativa no tratada a tiempo, puede derivar en una grave periodontitis, por lo que es recomendable mantener un control del estado de las encías. 6. Deterioro dental El envejecimiento va unido a una pérdida de brillo y opacidad en los dientes, que además hace que se vuelvan más amarillos. Pueden, también, presentar desgaste y apiñamiento, lo que contribuye a que la boca aparezca deteriorada, en general. 7. Enfermedades periodontales y pérdida de hueso Existen numerosos estudios que demuestran que existe una relación directa entre las enfermedades periodontales y la osteoporosis. Y es, precisamente, durante la menopausia cuando estos problemas se agravan, ya que la reabsorción de hueso que suele afectar a todo el organismo, afecta de igual modo a la boca, poniendo en riesgo la supervivencia de los dientes con motivo de la merma de hueso maxilar. Es por ello, que será importante llevar un control por parte de un especialista para evitar, en la mayor medida posible, la pérdida de piezas dentales. Algunas recomendaciones y la importancia de la prevención Si bien puede que la prevención no evite por completo la aparición de algunos de los problemas mencionados, es seguro que en gran medida mejorarán. Es por ello, que será vital realizar una buena higiene diaria para mantener bajos los niveles de placa bacteriana, para lo que se aconseja el uso del hilo dental y los enjuagues bucales además del clásico cepillado 3 veces al día. Y además: Realiza al menos una visita semestral a tu clínica dental para que el especialista realice las revisiones pertinentes para controlar los posibles cambios que surgen en esta etapa de la vida. Además, una profilaxis o limpieza dental profesional ayudará a mantener las bacterias a raya. Evita el tabaco, especialmente en los casos de sequedad bucal o síndrome de ardor bucal. Consume alimentos ricos en calcio y con vitaminas A, E y C que fortalecerán tanto tus huesos como la piel y las mucosas. Bebe mucha agua y, en aquellos casos de sequedad bucal, recurre al uso de sprays hidratantes o colutorios. Escoge una pasta de dientes con índices de abrasividad bajos para que no dañe tus encías y recurre a filamentos suaves en el cepillo de dientes para proteger el esmalte de tus dientes.

Buenos hábitos, Prevención

Hilo dental: ¿cómo usarlo correctamente?

En muchas ocasiones, problemas dentales como, por ejemplo, las caries o las enfermedades periodontales pueden prevenirse con unas buenas pautas de higiene dental.A pesar de la creencia extendida de que basta con el cepillado después de cada comida para mantener una buena salud dental, a veces no es suficiente. Es entonces cuando el uso de elementos de higiene adicionales, tales como el hilo dental, puede ahorrarte muchas visitas al dentista. ¿Qué es el hilo dental? El hilo dental es un filamento de un grosor muy fino destinado a eliminar los restos de comida y las bacterias que se acumulan allí donde el cepillo no puede llegar: es decir, entre los dientes y debajo de las encías. ¿En qué casos está recomendado? La seda dental es un elemento que suelen usar aquellos pacientes que han sufrido problemas derivados de unas malas pautas de higiene bucodental: enfermedades periodontales tales como la gingivitis o la periodontitis, o caries. Además, suele estar extendida la creencia de que sólo es necesario su uso en aquellos casos en los que los espacios interproximales –distancia existente entre dos dientes- son grandes. Sin embargo, lo ideal sería que todas las personas completaran su higiene bucal con el uso del hilo dental. Los restos de comida y las bacterias se acumulan en todos los espacios interdentales, generando placa. Esta acumulación resulta más peligrosa en aquellos casos en los que el paciente no es consciente de ello –es decir, no sufre molestias derivadas de notar la presencia de un trozo de comida entre los dientes-. El empleo del hilo dental es esencial para completar la higiene de nuestra boca y colabora en la prevención de afecciones bucales. El hilo dental ayuda a eliminar la placa que se acumula allí donde no podemos llegar con un cepillado de dientes ¿Cómo se usa el hilo dental? En un inicio, el uso del hilo dental te puede resultar incómodo. Es normal que necesites un periodo de adaptación desde la primera vez que empiezas a utilizarlo. La importancia reside en entender su técnica de uso, de tal manera que no dañes tus encías al hacerlo. Uso del hilo dental paso a paso Corta un trozo de hilo dental de una longitud aproximada de 50 centímetros. Enrolla cada extremo de éste en el dedo corazón de cada mano, de forma que los dedos pulgar e índice queden libres. Es importante que enrosques la mayor parte en uno de los dedos, de manera que puedas ir deslizando el hilo usado hacia el lado opuesto para emplear siempre hilo limpio para cada espacio interproximal. Pasa el hilo dental en el primer espacio interdental que elijas, haciéndolo con un movimiento de vaivén –o de serrucho- para limpiar la superficie de los dientes. Rodea el diente con el hilo y realiza el mismo movimiento alrededor del diente. Con los dedos pulgar e índice, manipula el hilo dental de tal forma que emplees seda dental limpia para eliminar la placa. Pasa el hilo por todas las piezas dentales, realizando los dos movimientos indicados. Enjuágate la boca para eliminar los restos de comida y placa bacteriana. Si quieres, puedes ayudarte del uso de colutorio para completar tu higiene bucal. Uso del hilo dental con ortodoncia El empleo de la seda dental es especialmente importante para aquellos pacientes que estén llevando a cabo un tratamiento de ortodoncia. Si bien es cierto que el tratamiento de ortodoncia no daña los dientes, la colocación de un aparato fijo en la boca dificulta la llegada del cepillo a todos los espacios de la misma. De esta manera, favorece la acumulación de placa y de bacterias en los dientes y alrededor de las encías, lo que puede originar diferentes afecciones bucales que, en un inicio, no tenían presencia en la boca del paciente. A la hora de usar hilo dental, las personas que se estén sometiendo a un tratamiento de ortodoncia deben incluir una única variación: deben pasar el filamento por el arco antes de limpiar los espacios interdentales. En el mercado hay hilos dentales especiales para ortodoncia que tienen una parte un poco más rígida. Será ésta la que deberemos pasar por el arco. ¿Qué hilo dental es mejor? Actualmente podemos encontrar una gran variedad de hilos dentales. El más común es el hilo en carrete, dentro del cual podemos distinguir entre el hilo multifilamento y el monofilamento. El primero, generalmente hecho de seda o nylon, tiende a deshilacharse, especialmente en espacios interdentales anchos. Algunos de ellos van recubiertos de cera, de manera que es más fácil limpiar el espacio interdental y está menos expuesto al desgaste. El hilo monofilamento es un material nuevo, más resistente que la seda o el nylon. Su textura es más sedosa y agradable, por lo que está especialmente recomendado para pacientes que tengan problemas en las encías. Para una mejor adaptación al ancho de los diferentes espacios interdentales, podemos encontrar hilo dental de diferentes grosores. Además del hilo dental, en el mercado encontramos una amplia variedad de productos alternativos. Por ejemplo, para aquellos pacientes que tengan puentes dentales o coronas, o cuyos espacios interdentales son más grandes de lo habitual, está especialmente recomendado el uso de cinta dental –de un grosor más ancho-; y para aquellas personas que sufren de sangrado en las encías, el empleo de sedas tejidas, de una textura más suave. Es importante ser consciente del efecto que pueden tener unas buenas pautas de higiene dental en nuestra salud bucodental, y saber que a veces resulta insuficiente cepillarse los dientes tras cada comida. La incorporación de elementos de higiene oral a nuestra rutina, tales como el hilo dental, asegura la eliminación de placa y favorece la salud de nuestros dientes y encías. En caso de tener dudas con respecto al uso de estos elementos, podemos consultar a la Dra. Sánchez de la Clínica dental SanCal, te explicará las técnicas de higiene dental y te ayudará a mantener una sonrisa bonita y saludable. Pide tu cita

Buenos hábitos, Prevención

5 consejos para mantener las encías sanas

Unas encías sanas tienen un aspecto rosado y aportan armonía a la sonrisa. Pero a menudo los pacientes experimentan enrojecimiento y sangrado durante el cepillado, una señal de que algo falla en la salud bucal. ¿Cómo mantener las encías sanas? Las encías inflamadas y enrojecidas son una primera señal del desarrollo de una infección bucodental. De hecho este suele ser el primer síntoma de enfermedades periodontales como la gingivitis y la periodontitis. La base para evitar estas patologías y mantener las encías sanas es realizar una buena prevención. Unas encías sanas son fundamentales para mantener una buena salud bucodental. Cómo mantener las encías sanas Existen diversas pautas a seguir para mantener unas encías sanas: 1. Rutina de higiene bucodental adecuada A menudo la técnica de cepillado falla, descuidamos la higiene interproximal… Esto favorece la acumulación de biofilm oral o placa bacteriana en la línea de la encía. El resultado es la formación de sarro y la inflamación de las encías. Por ello mantener una buena rutina de higiene bucodental es esencial para mantener las encías sanas. Pero, ¿Cómo conseguirlo? El primer paso es mantener una buena técnica de cepillado. Muchos expertos recomiendan la técnica de Bass, que consiste en realizar movimientos verticales y suaves. De este modo se consigue una limpieza más profunda de los surcos gingivales por lo que permite mantener las encías más sanas. Pero el cepillado dental es insuficiente para eliminar todos los restos de comida y bacterias. Por ello la Dra. Sánchez recomienda mantener una buena rutina de higiene interproximal mediante técnicas como el enjuague y el hilo dental. Muchas veces el proceso de limpieza bucodental se centra en los dientes olvidando otras partes fundamentales de la boca como la línea de las encías o los espacios entre dientes. Reforzar la rutina de higiene en estas zonas es la clave para mantener las encías sanas. 2. Productos de higiene adecuados En la actualidad existe mucha variedad de productos de higiene bucodental. Decidirse por uno a menudo es difícil y no siempre escogemos los productos más indicados para nuestra sonrisa. Así, es recomendable acudir al odontólogo de confianza y consultar qué tipo de productos son los más adecuados. Un truco para acertar es prestar atención a nuestra salud bucodental: no es lo mismo tener los dientes sensibles que las encías inflamadas por gingivitis. En todos los casos se recomienda que los productos incorporen flúor. Este mineral ayuda a fortalecer el esmalte y lo protege del desarrollo de diferentes infecciones bucodentales. En la actualidad muchas pastas dentales y colutorios ya incorporan flúor, incluso para los niños. 3. Buena alimentación Una buena alimentación ayuda a cuidar las encías. De hecho mantener una dieta equilibrada es esencial para mantener las encías sanas. En este sentido es recomendable incorporar alimentos ricos en vitamina C. También es aconsejable evitar alimentos excesivamente azucarados y los ácidos. Este tipo de alimentos erosionan el esmalte y las encías y además favorecen el desarrollo de caries dental. Para mantener las encías sanas también se recomienda evitar el hábito de picar entre horas. Los alimentos más consumidos en este tipo de hábitos son los azucarados, como por ejemplo galletas o pastas. Si no puedes evitar picar entre horas, es mejor sustituir este tipo de alimentos por otros más saludables, como una pieza de fruta. 4. Detección precoz Muchos casos de gingivitis y periodontitis podrían haberse evitado con una buena prevención. La clave está en saber detectar durante la rutina de higiene los principales síntomas que alertan que la encía no está sana: Inflamación. Unas encías inflamadas tienen un aspecto enrojecido, que resulta poco estético y que además favorece el sangrado con más facilidad de lo normal. Sensibilidad. Provoca un dolor agudo ante estímulos concretos, como los alimentos muy calientes y muy fríos. La sensibilidad dental puede alterar procesos placenteros como comer, masticar y beber. Sangrado. Unas encías que no están sanas tienden al sangrado durante el cepillado dental. Estos son los principales síntomas que alertan del desarrollo de una enfermedad periodontal. Si notas alguno de estos síntomas es recomendable acudir a la Dra. Sánchez, tú odontóloga de confianza, ya que una detección a tiempo es clave para que el tratamiento sea eficaz. 5. Acudir a revisiones regulares Antes de desarrollar los primeros síntomas mencionados, es aconsejable acudir al odontólogo con regularidad. De hecho lo ideal es no esperar a desarrollar estos síntomas sino prevenirlos. En este sentido, un par de visitas al año suelen ser suficientes para prevenir las principales complicaciones en las encías. Mediante una exploración rutinaria se pueden detectar los principales síntomas de la gingivitis y la periodontitis, que pueden pasar desapercibidos en casa durante la rutina de higiene dental. En las clínicas SanCal realizamos un estudio personalizado para adaptar nuestros tratamientos a las necesidades de cada paciente. Si tienes cualquier consulta no dudes en contactar con nuestros profesionales. Nuestro objetivo es conseguir los mejores resultados con cada sonrisa.

Cultura y curiosidades

Abrasión dental: ¿Es posible evitarla?

Entre muchas personas existe la falsa creencia de que realizar un cepillado dental muy vigoroso ayudará a dejar nuestros dientes más limpios. Si bien esto puede parecernos lógico, la realidad está muy lejos de esto. Aplicar demasiada presión cuando estamos lavándonos los dientes debilita el esmalte, algo que nos puede causar serios problemas a la larga. Es lo que llamamos abrasión dental. Experimentar un aumento de sensibilidad dental o notar pequeñas muescas en la base de los dientes pueden ser síntomas de la abrasión dental. En caso de que esto te ocurra será hora de comprobar si realmente estás siguiendo una rutina de higiene oral adecuada. Tu higienista de confianza puede informarte acerca de cómo realizar una técnica de cepillado dental óptima para ti, evitando las problemáticas que comentábamos anteriormente. Naturalmente esto no quiere decir que debas dejar de cepillarte los dientes, pero sí que la técnica que realices debe buscar maximizar la higiene, respetando siempre los tejidos orales. Hay que decir que el cepillado dental demasiado vigoroso es el culpable más común de la abrasión dental, pero no sólo es el único responsable de este problema: cualquier objeto que decidamos fregar contra nuestros dientes también puede causar el mismo resultado; un mondadientes puede contribuir al proceso de abrasión dental, así como aquellos hábitos tan comunes como problemáticos para nuestros dientes como mordernos las uñas. Abalorios como el piercing bucal también es responsable de abrasión dental y traumatismos. La abrasión dental se puede evitar, si sabes cómo Aquellos pacientes que porten dentaduras parciales o retenedores también deberán prestar especial atención a su fijación. De lo contrario también podrían ser los responsables. Su higienista dental de Propdental le asesorará acerca de qué tipo de pasta dental puede usar, ya que ciertas fórmulas también pueden resultar más abrasivas. Durante la visita a su dentista, éste le informará acerca del estado de su salud oral. En caso de no evitar los factores que comprometen su salud oral podemos terminar sufriendo problemas dentales con el paso del tiempo: determinados pacientes refieren un aumento de la sensibilidad al frío o al calor. Hay que saber también que sin esta capa de protección nuestros dientes serán más propensos a infecciones, por lo que si no cuidamos nuestra higiene oral tendremos un mayor riesgo de sufrir problemas como caries. Como siempre decimos, la mejor técnica para evitar la abrasión dental siempre viene ligada a la prevención. Evitar mordernos las uñas, asegurar una correcta sujeción de la prótesis y usar cepillos de dientes de cerdas suaves son cosas muy sencillas que nuestra sonrisa nos agradecerá mucho, mucho tiempo.

Cultura y curiosidades

Día de la Mujer: cuidados bucodentales

Hoy se celebra el Día Internacional de la Mujer. Las mujeres pasan diversas etapas que condicionan su salud bucodental a lo largo de su vida. ¿Existe alguna relación entre mi salud bucal y mi salud general? Los reportes de las asociaciones dentales indican que la buena salud bucal es esencial para una buena salud general. Especialmente en la mujer, numerosos estudios han asociado la enfermedad peridontal con diversos problemas de salud, debido a que la enfermedad peridontal es una infección bacteriana que puede entrar en la circulación sanguínea y convertirse en un factor etiológico de otras complicaciones de la salud. Entre ellas: Enfermedad cardíaca: Los individuos con enfermedad periodontal pueden tener mayor riesgo de desarrollar enfermedad cardíaca y de aumentar casi dos veces el riesgo de sufrir un infarto. La enfermedad cardíaca es considerada como una de las principales causas de muerte en las mujeres en Los Estados Unidos. Accidente Cerebro-vascular: Un estudio encontró una relación ocasional entre las infecciones bucales como factor de riesgo para el desarrollo de ACV. Diabetes: Los individuos con diabetes son más propensos a desarrollar enfermedad periodontal y se les puede hacer más difícil de controlar el azúcar en la sangre, llegando a ser también un factor de riesgo para contraer diabetes en individuos considerados sanos. Problemas respiratorios: Las bacterias que crecen en la cavidad bucal pueden viajar a los pulmones causando enfermedades respiratorias como la neumonía – especialmente en las personas con enfermedad periodontal. Partos prematuros: Las mujeres embarazadas que presentan enfermedad periodontal pueden ser más propensas a tener un bebé prematuro o muy pequeño. La enfermedad periodontal puede también estimular el incremento de los niveles de fluidos biológicos que inducen al trabajo de parto. Debido a que la enfermedad peridontal se presenta generalmente sin dolor, muchas mujeres pueden no darse cuenta hasta que alcance una etapa muy avanzada. Su mejor defensa es a través del cepillado diario, el uso del hilo dental y enjuague bucal, además de consultar a la Dra. Sánchez regularmente. ¿Cómo cambian mis necesidades de salud bucal durante mi vida? Las mujeres tienen necesidades especiales de salud bucal durante casa una de las fases de su vida. Los cambios en los niveles hormonales de la mujer durante la pubertad, menstruación, embarazo y la menopausia exageran la manera en que la encía reacciona a la placa dental. En estos períodos, las mujeres necesitan de un cuidadoso cepillado, utilizar el hilo dental y enjuague bucal diariamente para prevenir la enfermedad peridontal. Otros datos importantes que usted debe saber: La Menstruación – algunas mujeres pueden sentir la encía inflamada y presentar sangramiento gingival antes de sus períodos, mientras que otras experimentan aftas o herpes labial. Estos síntomas suelen ceder una vez que el período comience. Los anticonceptivos orales pueden producir inflamación gingival como uno de los efectos secundarios. El Embarazo – los estudios demuestran que muchas mujeres embarazadas experimentan gingivitis durante el embarazo, cuando la placa dental se acumula en los dientes e irrita la encía. Los síntomas incluyen encías enrojecidas, inflamadas y que sangran con facilidad. El cuidado prenatal es especialmente importante. La Menopausia – los síntomas bucales experimentados durante esta etapa de la vida de las mujeres incluyen encías enrojecidas o inflamadas, dolor y malestar bucal, sensación de ardor, sensación alterada del gusto y la boca seca. Osteoporosis – Numerosos estudios han sugerido que existe una asociación entre la osteoporosis y la pérdida ósea a nivel de los maxilares. Los investigadores sugieren que esto puede conducir a la pérdida del diente debido a la disminución de la densidad del hueso que soporta el diente en el maxilar. Cuando el paciente padece de enfermedad periodontal y de osteoporosis se acelera el proceso de pérdida ósea alrededor de los dientes.

Buenos hábitos, Cultura y curiosidades

¿Mascar chicle es bueno para los dientes?

Mascar chicle es uno de los hábitos más extendidos en el mundo. Se dice que al año se consumen unas 100.000 toneladas. Para unos es una mala costumbre, para otros uno de los hábitos más placenteros ¿y para nuestros dientes? Un estudio de la Asociación Dental Americana (ADA) publicado hace un par de meses en The Guardian, afirmaba que mascar chicle sin azúcar durante veinte minutos tras las comidas prevenía la caries dental. Después de las comidas estimula la producción de saliva y así ayuda a neutralizar los ácidos producidos por las bacterias de la placa. Más aún, el chicle permite aliviar la presión de las orejas tapadas por una sinusitis, resfriado o una reacción alérgica. Los chicles sin azúcar contienen edulcorantes como el xilitol. Tiene el mismo poder que la sacarosa (azúcar en polvo), pero contiene menos calorías que otros glúcidos. Esto quiere decir que la misma cantidad de xilitol es capaz de endulzar una taza de café de la misma manera que el azúcar pero con menos calorías. Además este componente produce un efecto real contra la caries, ya que detiene el crecimiento de la principal bacteria causante de la caries, streptococcus mutans. En realidad no debiera existir dilema ni duda alguna. Mascar chicle se recomienda exclusivamente en situaciones en las que te es imposible cepillarte los dientes. Una cosa no sustituye la otra. El chicle es una ayuda importante para mantener la salud dental pero no sustituye al cepillado o a la higiene normal. Calman la ansiedad: mascar chicle produce un efecto relajante. Ayuda a dejar de fumar: los chicles con nicotina han ayudado a numerosas personas a dejar de fumar. Es por ello que muchos investigadores estudian otros usos que se lo podrían dar a esta goma. Reduce el apetito: mascar chicle produce una sensación de saciedad y disminuye las ganas de comer cosas dulces. En este sentido, se ha demostrado que personas que han mascado chicle después del almuerzo ingieren una menor cantidad de productos dulces. Ayuda a disminuir la acidez de la boca: al mascar chicle aumentamos el flujo de nuestra saliva, lo que permite neutralizar los ácidos de las bebidas y alimentos que ingerimos. La saliva posee fosfato y calcio, muy beneficiosos para los dientes. Reduce la caries: los edulcorantes que se añaden a los chicles, tales como el xitilol, reducen la posibilidad de tener caries. El chicle en sí como ya hemos visto no es malo, el abuso de esta goma es lo que puede afectar a nuestro estómago, dientes y a nuestro cuerpo en general. Masticar chicle no es para ti si… Llevas ortodoncia del tipo que sea: brackets, ortodoncia lingual win… Vas a hablar en público. Mascar chicle no se considera de buenos modales. Tienes dolores de estómago. Los chiles contienen sorbitol, una sustancia que puede aumentar el dolor estomacal e incluso ocasiona diarrea crónica. Si padeces bruxismo (aprietas los dientes) no conviene abusar del chicle, empeorará los dolores de mandíbula. Tiendes a abusar de los chicles. Piensa que realmente es una goma con un montón de aditivos que tienen como objetivo engañar a nuestro cuerpo durante un tiempo limitado. Ya lo sabes, el chicle es un producto que puede hacerte disfrutar, pero como todo hay que tomarlo con moderación y en los momentos idóneos. Recuerda que aunque el chicle aporta numerosos beneficios, tal y como hemos comentado, existen otros productos que pueden resultar igual de beneficiosos para nuestra mandíbula. Por ejemplo, ingerir un trozo de queso duro al final de una comida aporta muchos nutrientes y también estimula la producción de saliva en boca. ¿Entonces por qué terminamos mascando chicle? No sabría decirlo con seguridad, puede que sea porque resulta cómodo…

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Tipos de pastas dentales

En el mercado hay una gran variedad de productos para la higiene bucodental. Cepillos, colutorios, pastas dentales… Hay una gran variedad y en ocasiones resulta difícil elegir lo más indicado para nuestros dientes y encías. Uno de los productos que tiene más variedad es la pasta dental. Saber qué tipos de pasta dental hay y cuándo usarlas es fundamental para que el cepillado sea eficaz. Pero, ¿Cómo saber qué tipo de pasta necesito? La clave está en saber qué tipo de pasta usar y en qué momento. La pasta de dientes condiciona el cepillado. Para mantener una buena salud oral, es imprescindible lavarse los dientes después de cada comida. Pero también es importante complementar el cepillado con otras técnicas, como los enjuagues e irrigadores bucales, así como el hilo dental. Así, al elegir pasta de dientes hay que tener en cuenta el estado de nuestra boca, que determinará un tipo de pasta u otro. Actualmente encontraremos una pasta para casi cada situación: edad, infecciones, sensibilidad dental… Otro factor a tener en cuenta es la textura de la pasta; actualmente existen hasta tres tipos de pasta distintos. El más usado por la mayoría de pacientes es la pasta de crema o gel, que está recomendada para los dientes sanos. Pero también hay la pasta con fluidos, recomendada para los tratamientos de ortodoncia ya que llega a zonas más profundas de la boca. La menos usada es la pasta con partículas, que realiza una limpieza muy profunda puliendo el esmalte. ¿Qué tipos de pastas dentales hay? Actualmente hay una gran variedad de pastas dentales en el mercado: Pastas para niños. Este tipo de pastas tienen menos concentración de flúor que las pastas para adultos, para no dañar el esmalte de los niños. Se recomienda que los niños no usen pastas para adultos hasta los doce años. Pastas para blanquear los dientes. Los dientes tienden a perder el color blanco brillante con el tiempo, por distintos motivos. Una buena solución es someterse a un blanqueamiento dental profesional, además de cepillar los dientes con pastas específicos para recuperar el tono blanco en los dientes. Pastas para combatir la sensibilidad dental. Ayudan a combatir los efectos de la sensibilidad dental fortaleciendo el esmalte. Pastas para combatir enfermedades de las encías. Este tipo de pastas contienen flúor y clorhexidina, que puede teñir levemente el esmalte. No obstante este tono se puede eliminar con una limpieza profesional. Pastas no específicas. Si tienes la boca sana o no requiere de algún tratamiento concreto una pasta con flúor es tu mejor opción. Estas pastas ayudan a fortalecer el esmalte para un buen mantenimiento de dientes y encías. La ventaja de disponer de tanta oferta en el mercado es que podemos encontrar una pasta que se adapte a las necesidades de nuestra boca, por lo que es más fácil cuidarla y protegerla de las enfermedades bucodentales.

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Trucos para evitar el sarro entre los dientes

Mantener una buena rutina de higiene bucodental es importante para mantener la boca sana. El cepillado, así como el colutorio o el hilo dental, son técnicas que permiten eliminar los restos de comidas y bacterias. Eliminar estos restos es fundamental para evitar el endurecimiento de la placa, que se puede pegar entre dientes y en la línea de las encías, lo que se conoce como sarro. ¿Cómo evitar la acumulación de sarro? El sarro se pega en los espacios entre dientes y puede dañar algunas restauraciones dentales. También altera la estética de la sonrisa. Si no se elimina con rapidez, el sarro cada vez se va endureciendo más. Esto favorece el desarrollo de complicaciones como la caries dental y las enfermedades periodontales. En este punto, sólo puede ser eliminado por el odontólogo. ¿Cómo evitar el sarro entre mis dientes? Te damos algunos trucos para evitar la formación de sarro entre los dientes. Frecuencia del cepillado. Cepillarse los dientes una vez al día es el primer paso para el desarrollo del sarro. A lo largo del día realizamos distintas comidas. También exponemos la cavidad oral a distintos ataques u objetos externos. Por ello es importante lavar los dientes un mínimo de dos veces al día, con una duración entre dos y tres minutos. Pastas dentales. En la actualidad hay mucha variedad de pastas dentales. También hay pastas dentales para combatir la formación de sarro. En este sentido conviene incorporar a la pasta o el colutorio la presencia de flúor. Este mineral contribuye a fortalecer el esmalte. Este tipo de pastas dentífricas ayudan a prevenir la formación de la placa y su transformación en sarro. Además, el flúor que contienen algunas pastas, reparan el daño del esmalte dañado de los dientes. Limpieza interproximal. Hablamos de la limpieza de zonas más difíciles que la superficie dental, como los espacios entre los dientes. También el espacio entre la encía y la pieza dental. Este tipo de espacios son susceptibles a la formación de sarro, especialmente si sólo se limpian con el cepillo. Por ello los profesionales de PropDental recomiendan limpiar este tipo de zonas con utensilios específicos, como el hilo dental. Limpiar las zonas difíciles es el primer paso para evitar la presencia de sarro en la cavidad oral. Vigilar la alimentación. Algunos alimentos, como los azucarados, influyen en la formación y acumulación de placa bacteriana de forma directa. Por ello conviene seguir una dieta equilibrada y una rutina de higiene bucodental adecuada. Hábitos perjudiciales. Uno de los hábitos perjudiciales que más se ha relacionado con el sarro es el tabaquismo. Fumar o mascar tabaco contribuye a su endurecimiento, de modo que sólo un odontólogo puede eliminarlo. El mejor modo de evitarlo es mantener un estilo de vida saludable.

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