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Sarro dental: ¿por qué se forma y cómo podemos eliminarlo?

El sarro dental no sólo amenaza la estética de nuestra boca, si no que su acumulación puede ser la causante de distintas afecciones bucales.En el presente artículo te informaremos de cuáles son las causas de su formación, de las consecuencias que puede tener para la salud oral y, por último, de los métodos permiten eliminarlo de forma eficaz de nuestros dientes y encías. ¿Qué es el sarro dental? El sarro dental -también conocido como cálculo o tártaro dental- es el resultado de la calcificación de la placa bacteriana en nuestros dientes y encías. Pero, ¿qué es la placa bacteriana y qué consecuencias tiene en nuestra salud dental? ¿Cómo se forma el sarro dental? La placa bacteriana -también conocida como biofilm dental- es una película transparente de un grosor muy fino sobre la cual se depositan las bacterias presentes en nuestra boca. Su presencia en nuestra cavidad oral se remite a edades muy tempranas, y su formación es inevitable cada vez que realizamos la ingesta de algún alimento o bebida. Para eliminar la placa bacteriana, los especialistas insisten en la importancia de tener unas buenas rutinas de higiene oral. En caso de no erradicar el cúmulo de placa de nuestros dientes y encías de una manera efectiva, ésta se calcifica y se produce la formación de sarro. De color amarillento y, en casos de acumulación más severos, marrón, el sarro es una sustancia más dura y difícil de eliminar que la placa bacteriana. Además, su superficie es más rugosa que la de los dientes. Por este motivo, su formación favorece la adhesión de placa y acelera, por tanto, el proceso de acumulación de la misma en nuestros dientes y encías.   SARRO DENTAL Podemos distinguir dos tipos de sarro en función de la zona en la que se ha acumulado: Hablaremos de sarro supragingival cuando su presencia se limite a la superficie de los dientes y de las encías de nuestra cavidad bucal. Por el contrario, nos referiremos a sarro subgingival cuando éste se acumule por debajo de la línea de la encía, formando bolsas periodontales. El sarro subgingival no es tan fácil de percibir como el primero, y su acumulación tiene un riesgo elevado para la salud de nuestra boca. ¿Qué consecuencias tiene el sarro dental en nuestra salud dental? En primer lugar, la existencia de sarro en nuestra boca tiene una evidente consecuencia estética: su presencia en nuestros dientes y encías afecta negativamente al blanco de nuestra sonrisa. Pero, además, la acumulación de sarro es la responsable de dos de las afecciones dentales más comunes: las enfermedades periodontales y la formación de caries. Las enfermedades pgingivitis, periodontitiseriodontales son un conjunto de enfermedades infecciosas provocadas por bacterias presentes en nuestra boca -las bacterias periodontales-. Las enfermedades periodontales se pueden dividir en dos grandes grupos: gingivitis y periodontitis. La diferencia fundamental es que la gingivitis es una enfermedad que afecta principalmente a los tejidos blandos -a la encía, provocando inflamación de la misma-. Sin embargo, la periodontitis cursa con una inflamación y sangrado de la encía y culmina con una pérdida de inserción. Es decir, la pérdida del hueso que soporta nuestros dientes. Por otra parte, la caries es una afección que supone el daño del esmalte de nuestros dientes provocada por la acción de las bacterias que se acumulan en la placa.     CARIES En un estado inicial, la caries afecta exclusivamente al esmalte dental. En caso de no ser tratada a tiempo, puede llegar a dañar el nervio dental e incluso provocar la pérdida de la pieza dental en caso de caries muy avanzadas. Por último, el sarro tiene una última consecuencia en nuestra salud oral: el mal aliento-también conocido como halitosis-. ¿Cómo se puede eliminar el sarro? A diferencia de la placa bacteriana, el sarro no se puede eliminar con el cepillado dental. Para ello, deberemos acudir a una clínica dental dental para que lleve a cabo una profilaxis un profesional cualificado. ¿Qué es una profilaxis? Por muy bien que nos cepillemos los dientes tras cada comida y hagamos uso de la seda dental, siempre quedan pequeños restos de placa que, de manera paulatina, se van acumulando y evolucionan en la formación de sarro. También conocida como higiene dental profesional, la profilaxis es un tratamiento que consiste en la eliminación de las bacterias que se acumulan en nuestros dientes y encías. El procedimiento de la profilaxis es muy sencillo: En primer lugar, hacemos uso de la punta de ultrasonidos para eliminar los depósitos de cálculo. Gracias a la emisión de una vibración y al uso del agua a presión, vamos eliminando el sarro acumulado en nuestros dientes y encías. Posteriormente, emplearemos la seda dental. Pasándola por todas las superficies de los dientes, nos aseguramos de que no quedan restos de sarro en nuestra boca.   PUNTA DE ULTRASONIDOS Se trata de un proceso indoloro para el paciente. Su única contraindicación es la aparición de cierta sensibilidad dental tras la cita, que remitirá en unos días. En el caso de que el sarro se acumule también debajo de la línea de la encía -sarro subgingival- y el paciente padezca periodontitis, tendremos que llevar a cabo un raspado y alisado radicular. ¿Qué es un curetaje dental? El curetaje -también conocido como raspado y alisado radicular-, es un procedimiento que se realiza en clínica para el tratamiento de la periodontitis. Te interesará »  Dientes incluidos, retenidos o impactados y su tratamiento Consiste en el desbridamiento de todas las bacterias causantes de la enfermedad periodontal, el acúmulo de sarro y placa que se encuentra tanto por encima como por debajo de la línea de la encía. Se realiza mediante un procedimiento de limpieza con ultrasonidos y, a continuación, con el uso de unas curetas -instrumentos manuales que nos permiten desbridar por debajo de las encías de una manera más detallada y en profundidad-. El curetaje dental está indicado en aquellos pacientes que presentan periodontitis. Durante el procedimiento el paciente no sufre ningún tipo de molestia: se encuentra completamente anestesiado. Tras el tratamiento puede sentir algún dolor leve o moderado que podrá solventar mediante la ingesta de antiinflamatorios. Además, es habitual sentir cierto aumento de la sensibilidad dental -al igual que en los procedimientos de profilaxis- que remitirán de forma progresiva. Mientras tanto,

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Apicogénesis y apicoformación

Tanto la apicogénesis como la apicoformación son técnicas de tratamiento que se utilizan en dientes permanentes todavía inmaduros en los que se produce una necrosis pulpar (pulpitis), ya que su anatomía no permite la realización de una endodoncia. Esto es debido a que su ápice (el extremo de la raíz) permanece abierto y por tanto no permite el sellado completo del conducto con los materiales habituales. Apicoformación Es por esta razón que habitualmente se abordaba este problema con el tratamiento de apicoformación, que consiste en inducir la formación de una barrera calcificada que obture la abertura apical o que permita que la raíz finalice su desarrollo completo mediante el uso de hidróxido de calcio que tiene tres propiedades fundamentales para este fin: 1) Una importante actividad antimicrobiana. 2) Un elevado potencial osteoinductor. 3) Su capacidad para formar la barrera apical.   Este tratamiento de apicoformación, que puede llegar a durar hasta dos años, se utiliza principalmente cuando el estado de desarrollo del diente permanente es el adecuado para la edad del paciente y por tanto es posible que finalice la formación de la raíz con el cierre natural del ápice. La apicoformación también resulta eficaz cuando el desarrollo del diente va por detrás de lo que correspondería a la edad del paciente, en cuyo caso la formación de la barrera calcificada obturaría la abertura del ápice.     Apicogénesis La apicogénesis también se trata de un tratamiento de larga duración, pues requiere la realización de diferentes procedimientos endodónticos, cuya finalidad es mantener la pulpa en las condiciones adecuadas en tanto que la raíz del diente continúa su desarrollo normal hasta el cierre completo del ápice. La indicación más clara de la apicogénesis es en dientes inmaduros en los que, generalmente a consecuencia de un traumatismo, se ha producido una lesión irreversible de la pulpa con la inflamación del tejido superficial, pero que puede derivar en una pérdida de vitalidad de la misma. Dependiendo de las condiciones de diente y concretamente de la pulpa, se pueden utilizar diferentes técnicas de apicogénesis para lograr su protección temporal o permanente.

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Implantes o puentes dentales: ¿qué es mejor para mí?

Cuando nuestros pacientes se encuentran con la necesidad de reponer un diente perdido, muchos de ellos se plantean la siguiente duda: ¿Es mejor que me ponga un implante o un puente dental? Como no podía ser de otra manera, dicha duda procede del normal desconocimiento acerca de las dos opciones. Es cierto que ambas alternativas cubren, aparentemente, la misma necesidad, que es el reemplazo de la pieza dental natural. De esta manera, el paciente podrá recuperar la completa funcionalidad y estética de su boca. Sin embargo, si se analizan en profundidad, no es menos cierto que tanto los implantes como los puentes presentan una serie de ventajas y desventajas. Pero, antes de comenzar a hablar de los beneficios y los inconvenientes, vamos a definir bien qué es un implante y qué es un puente. ¿Qué son los puentes dentales? Un puente dental es una estructura compuesta por un conjunto de coronas y que sirve para simular la forma de varios dientes. Dicho puente se fija -mediante un cemento dental- sobre los dientes naturales que tiene la persona que lo lleva. Sin embargo, para realizar este procedimiento y fijar el puente es imprescindible tallar los dientes adyacentes. Esto se debe a que la corona se coloca encima de ellos. Por tanto, para que sea posible superponerla, es necesario reducir el tamaño de los dientes Como última característica de los puentes dentales, diremos que éstos se colocan de manera fija. Es decir, como van cementados sobre los dientes naturales del paciente, solamente pueden ser retirados en la consulta del dentista.     TRATAMIENTO CON PUENTE DENTAL ¿Qué son los implantes dentales? Un implante dental es un pequeño tornillo que se inserta en el hueso mandibular del paciente. De esta manera, tiene como finalidad reemplazar la raíz del diente ausente. Para otorgar al implante plena funcionalidad y estética, será necesario colocar, encima del tornillo, una corona dental. Dicha corona será la que simule la forma del diente original perdido. Al contrario de lo que ocurre con los puentes, cuando colocamos un implante no debemos tallar los dientes vecinos. Esto se debe a que el implante se inserta en el orificio vacío, no necesita apoyarse en el resto de dientes y funciona con independencia de éstos.     TRATAMIENTO DE IMPLANTE DENTAL ¿Qué es mejor: un implante o un puente? Si tuviéramos que generalizar, diríamos que los implantes son siempre una opción mejor que los puentes. Sin embargo, en lo que respecta a la salud no es conveniente generalizar. Por ello, diremos que la elección dependerá del caso de cada paciente, de sus necesidades y de los aspectos a los que otorgue importancia. Para empezar a clarificar esto, en el siguiente apartado vamos a comparar los dos métodos para reemplazar un diente perdido: el implante y el puente. Uno de los inconvenientes de los puentes frente a los implantes es que los primeros exigen tallar los dientes adyacentes, los cuales están sanos. Ventajas y desventajas de los implantes y los puentes A la hora de decidir cuál es el tratamiento más adecuado para el paciente, los odontólogos valoramos, fundamentalmente, cuatro aspectos. Dichos elementos son la duración, la estética, la necesidad de tallado y el precio. Duración El implante dental no solamente sustituye la parte visible del diente -la corona- sino también su raíz. Esto hace que sea una versión mucho más fiel y cercana al diente natural de la persona. Por tanto, es una opción mucho más estable a largo plazo. Sin embargo, en el caso del puente, su estabilidad depende, en gran parte, de los dientes vecinos. Esto se debe a que el puente se soporta sobre los dientes naturales del paciente. Por ello, su supervivencia está muy ligada a la de dichas piezas dentales adyacentes y a que éstas no desarrollen ninguna patología, como puede ser la caries. Dicho esto, también es conveniente destacar que el implante, al ser un elemento completamente artificial, no puede sufrir una enfermedad como la caries.     CARIES EN LA BOCA Estética Tanto el implante como el puente dental tienen una funcionalidad estética y responden muy bien a las necesidades del paciente. Sin embargo, es cierto que el implante proporciona un aspecto mucho más natural a la sonrisa. Esto es debido a los avances que han experimentado en los últimos años tanto las técnicas como los materiales en la especialidad de Implantología.   SONRISA CON IMPLANTE DENTAL   Tallado Tal y como hemos explicado previamente, para colocar un puente es necesario tallar las piezas dentales vecinas, las cuales están sanas. Esto tiene dos inconvenientes principales. Por un lado, se corre el riesgo de dañarlas. Por otro, los dientes adyacentes quedan reducidos de por vida. Y, al tener un tamaño más pequeño, necesitarán ir siempre cubiertos por una corona. En cambio, cuando se coloca un implante, el resto de piezas dentales no resultan afectadas. De esta manera, no es necesario lesionar dientes sanos ni apoyarse sobre ellos. A modo de resumen, y teniendo en cuenta todo lo anterior, se podría decir que los implantes son un tratamiento más conservador que los puentes. No mires solamente el precio Aunque un puente sea mucho más barato que un implante, te recomendamos que compares también la duración y la estética que te ofrecen ambos tratamientos Precio Si en los tres elementos anteriores (duración, estética y tallado) era el implante el que ofrecía, claramente, más ventajas, en el aspecto económico no podemos decir lo mismo. Y es que, el puente dental es mucho más barato que un implante. Como no podía ser de otra manera, el precio del puente viene condicionado por las desventajas que ofrece frente al implante dental. Dicho todo lo anterior, lo más conveniente siempre será que acudas a la Dra. Sánchez, un odontóloga especializado en Implantología. De esta manera, podrá examinarte, analizar tu caso en exclusiva y proponerte la opción que mejor se adapte a tus requerimientos y necesidades. Si quieres acudir a nuestra clínica dental, el equipo de implantólogos estará encantado recibirte en una primera consulta gratuita. De esta manera, podrá examinarte y resolver todas las dudas que te surjan. Pide tu cita gratuita

Cultura y curiosidades

Si tengo hipoplasia dental, ¿cómo soluciono la pérdida de esmalte?

En Medicina, la hipoplasia hace referencia a la incorrecta formación de un órgano o parte del cuerpo. Dado que esta alteración puede afectar a diferentes zonas, su complejidad depende de dónde se localice dicha afectación. Una vez explicado, en términos generales, qué es la hipoplasia, ahora vamos a hablar de la que nos afecta a nosotros. Es decir, la que está localizada en la boca y, más concretamente, en el esmalte de los dientes.   ¿Qué es la hipoplasia dental? La hipoplasia es un defecto de los dientes que conlleva que éstos tengan menos cantidad de esmalte de lo habitual. Esta alteración tiene lugar durante el desarrollo del diente y, más concretamente, en el proceso de formación del esmalte. Por tanto, la hipoplasia dental aparece antes de que la pieza dental erupcione. ¿Cómo se manifiesta este defecto? La hipoplasia del esmalte puede dar lugar tanto a manchas blancas o marrones como a surcos en los dientes. En función de la severidad del defecto, estas señales pueden ser prácticamente inapreciables o muy visibles, otorgando al diente un aspecto dañado y deteriorado.   HIPOPLASIA DEL ESMALTE ¿Qué es el esmalte dental? Ahora que ya hemos explicado qué es la hipoplasia y cómo se manifiesta, vamos a recordar qué es exactamente el esmalte de los dientes. El esmalte es la capa más superficial o externa de la pieza dental. Está compuesto por un mineral llamado hidroxiapatita, que es el más duro del cuerpo humano. Por otra parte, vamos a aclarar que aunque el esmalte forme la capa más visible de la pieza dental -ya que es la parte externa-, éste no es el principal responsable del color del diente. Esto se debe a que el esmalte es una capa translúcida. Por tanto, la pieza dental debe su color a la dentina, una capa más interna cuyo tono viene determinado por la genética de la persona. Cuida tus dientes Si se estropea, el esmalte de los dientes no se regenera por sí mismo. Por tanto, es importante que lo cuides lo máximo posible Causas de la hipoplasia del esmalte Como ya hemos citado previamente, la hipoplasia dental tiene lugar durante el desarrollo de la estructura del diente. La alteración se debe a que en ese periodo se produjo una situación o circunstancia propicia para su aparición. Ejemplos de estas situaciones o circunstancias serían la malnutrición, una infección, la fiebre o una enfermedad. Por tanto, podemos decir que durante la niñez nuestro organismo experimentó un problema que tuvo como consecuencia la hipoplasia dental. Debido a que este defecto pudo deberse a diferentes motivos y a que se desarrolló en una etapa temprana de nuestra vida, en muchas ocasiones es difícil determinar la causa exacta que lo originó. ¿Qué consecuencias tiene esta alteración? Como ya hemos explicado anteriormente, el esmalte constituye la capa más superficial de la pieza dental. Por este motivo, tiene una función protectora. Es decir, esta capa es responsable de proteger los dientes contra agresiones externas, como pueden ser los ácidos y la placa bacteriana. Ello hace que una menor cantidad de esmalte convierta al diente en más propenso a padecer problemas como las caries o las enfermedades periodontales (gingivitis o periodontitis).     PROBLEMAS EN LAS ENCÍAS POR GINGIVITIS «El tratamiento para solucionar la hipoplasia del esmalte dependerá del daño o deterioro que haya sufrido el diente» Tratamiento y soluciones para la pérdida de esmalte Antes de detallar las soluciones para la hipoplasia dental, es conveniente recordar la importancia de cuidar el esmalte. Esto se debe a que, si se daña o deteriora, no se regenera por sí mismo. Para cuidar el esmalte es conveniente seguir unos buenos hábitos de alimentación, como pueden ser evitar el abuso del azúcar o el consumo de alimentos muy duros. Mientras el azúcar es el principal causante de la caries, los alimentos muy duros pueden romper o fisurar el esmalte.     AZÚCAR DAÑA EL ESMALTE DENTAL Una vez recordado esto, a continuación vamos a detallar las soluciones a las manchas -blancas o marrones- y a los surcos en los dientes provocados por la hipoplasia. Dichos tratamientos variarán en función del grado de afectación del esmalte y pueden ser los siguientes: Sellado dental Los sellantes dentales sirven para proteger la superficie afectada por la hipoplasia y se utilizan cuando los signos de ésta son muy leves. Blanqueamiento dental Se lleva a cabo cuando las manchas en los dientes son blancas. De esta manera, el blanqueamiento dental consigue que todos los dientes tengan un color más uniforme. Microabrasión dental Este es un tipo de tratamiento al que se recurre cuando las manchas son severas. Consiste en pulir la capa del esmalte que está dañada, de manera que eliminamos la mancha. Posteriormente, la capa del diente pulida se rellenará con composite. Carillas o coronas dentales Cuando el daño es muy severo, será necesario recurrir a otras soluciones como las carillas o las coronas dentales. Te interesará »  Grillz dientes con oro y joyas Tanto las carillas (porcelana o composite) como las coronas (porcelana, metal-porcelana o zirconio) son tratamientos completamente personalizados. Por tanto, aspectos como el color, el material, el tamaño o la forma se planifican en función de las necesidades de cada paciente. Implantes dentales Los implantes serían el último recurso que se debería utilizar, ya que lo más recomendable para el paciente es que seamos conservadores con sus dientes. Sin embargo, cuando el deterioro de la pieza dental es extremo, sí es necesario contemplar la posibilidad de extraerla y colocar un implante. Al igual que en el caso anterior, este tratamiento es completamente individualizado en función del paciente. Es decir, tanto el tipo de cirugía que se lleva a cabo para insertar el implante como la corona que se coloca después se planifican para cada persona. Como ves, de la misma manera que existen varias causas que provocan la hipoplasia del esmalte, hay diferentes formas de tratarla. Por tanto, si presentas manchas o surcos debido a este problema, te invitamos a una primera consulta gratuita a nuestra clínica dental. De esta manera, la especialista en Estética, la Dra. Sánchez podrá examinarte y determinar cuál es el tratamiento más adecuado para ti.

Bruxismo y ATM

¿Qué es el trismus dental? Causas y tratamiento

En ciertas ocasiones, algunas personas manifiestan ciertas dificultades a la hora de abrir la boca con normalidad. Si esta es tu situación, seguramente no conocerás esta afección por su nombre técnico, pero posiblemente estés padeciendo trismus dental.De causas diversas, sus síntomas pueden pasar desapercibidos en un inicio si se presentan de forma gradual o, por el contrario, manifestarse de repente. En este artículo te detallaremos cuáles son los posibles orígenes de esta condición y cuál es el tratamiento más adecuado en cada caso.   ¿Qué es el trismus dental? El trismus –o trismo- dental es la incapacidad para abrir la boca por completo. Se trata de un síntoma resultante de diferentes causas que puede informar al especialista de distintas afecciones, no de una enfermedad como tal. Está favorecida por la contracción de manera constante e inconsciente de los músculos mandibulares, especialmente de aquellos empleados en la masticación. Habitualmente, una persona tiene la capacidad de abrir la boca una distancia comprendida entre 40 y 50 milímetros. Para hacer un primer diagnóstico, los especialistas recomiendan hacer la conocida como prueba de los tres dedos. La persona deberá ser capaz de abrir la cavidad bucal de manera que pueda introducir tres dedos entre los incisivos centrales superiores e inferiores. En caso contrario, entenderá que su capacidad para abrir la boca está mermada.     PRUEBA DE LOS TRES DEDOS ¿Qué síntomas presenta el trismus dental? El trismo dental responde a una serie de síntomas que, en algunas ocasiones, pueden aparecer de manera gradual. De esta forma, hay personas que no notifican esta molestia hasta que la apertura bucal es inferior a 20 milímetros. Los síntomas inequívocos del trismo son los siguientes: Dificultad para abrir la boca con normalidad Dolor, hinchazón o cierta rigidez mandibular Molestias a la hora de masticar o tragar los alimentos, así como en las rutinas de higiene oral Dificultades en el habla Al igual que los síntomas acusados por las personas que lo padecen, las causas que pueden originar esta condición también son diversas. Causas del trismus dental Cuando una persona acusa dificultades a la hora de abrir la boca, éstas se achacan a problemas derivados de los músculos responsables de permitir una completa apertura bucal. Esta anomalía en la movilidad de la articulación mandibular puede estar motivada por las siguientes causas: Traumatismo provocado por un fuerte golpe que haya afectado a los músculos faciales. Procedimiento quirúrgico en la zona adyacente: cuello, cara, mandíbula. Cirugías en las que el paciente haya permanecido con la boca abierta durante un largo periodo de tiempo. Un ejemplo de ello serían las cirugías de extracción de una muela del juicio. Procesos infecciosos tales como el tétanos, que provoca contracciones súbitas de los músculos faciales, o la otitis.   LA OTITIS ES UNA DE LAS CAUSAS DEL TRISMUS Presencia de un tumor en el área mandibular o la aplicación de un tratamiento de radioterapia o quimioterapia en la zona Dolor muscular o sobrecargas en la articulación temporomandibular –ATM- producidas tras apretar fuertemente la mandíbula o rechinar los dientes –bruxismo- a causa, entre otros motivos, de altos niveles de estrés Trastornos del sistema nervioso central –personas que han sufrido un infarto, por ejemplo-, enfermedades neurológicas como el Parkinson o enfermedades autoinmunes tales como el lupus o la artritis Hemorragias internas motivadas por una anestesia local que ha dañado el tejido muscular o un vaso sanguíneo ¿Qué consecuencias tiene el trismo dental? Las personas que presentan una incapacidad para abrir la boca con normalidad experimentan molestias a nivel local que pueden tener repercusiones en su estado de salud general. En primer lugar, encuentran sus primeras limitaciones a la hora de alimentarse. El trismus puede generar cierta incomodidad tanto a la hora de masticar como de deglutir los alimentos. Por este motivo, puede afectar a la nutrición de la persona que lo padece. Además, el hecho de no poder abrir la boca con normalidad repercute también en la higiene bucodental: dificulta el acceso del cepillo a todos los recovecos de la boca, provocando el acúmulo de placa y favoreciendo la afección de caries o de enfermedades de las encías –gingivitis y periodontitis-.     CARIES PROVOCADA POR HIGIENE DEFICITARIA Por último, también afecta negativamente a la autoestima de las personas: el trismo bucal genera problemas en el habla, afectando no solo a las relaciones laborales, sino también personales de quien lo padece. ¿Cuánto dura el trismus dental? La duración del trismus dental depende fundamentalmente de su origen. Por ejemplo, aquellos episodios motivados por mantener la boca abierta durante un largo periodo de tiempo –a causa de una cirugía -, remitirán de forma más rápida que los originados por un tratamiento de radioterapia, por ejemplo, en la zona. Por ello, es importante que, ante molestias derivadas de la incapacidad para abrir la boca completamente, acudas al especialista. Éste diagnosticará la causa del trismo y determinará el tratamiento más adecuado en cada caso. Tratamientos para el trismo dental En primer lugar, el especialista deberá analizar debidamente el caso para determinar el origen del trismo y pautar un tratamiento adecuado. Los remedios para mitigar los efectos del trismus son muy variados en función del motivo de su causa. En la mayoría de las ocasiones, bastará con pautar una serie de ejercicios que, siempre bajo la supervisión de un odontólogo o maxilofacial, están destinados a permitir de manera progresiva una mayor apertura bucal. Te interesará »  Endocarditis bacteriana: ¿qué es y cómo se previene? En algunos casos más severos, el médico considerará oportuna la ingesta de analgésicos, relajantes musculares o antiinflamatorios que alivien las molestias y faciliten la consecución de estos ejercicios. Además, existe una serie de dispositivos auxiliares que colaboran a acelerar el proceso de rehabilitación, así como fisioterapia destinada a aliviar estas molestias –masajes que ayudan a una pronta recuperación-. TRATAMIENTO DE FISIOTERAPIA PARA EL TRISMUS DENTAL   Sin embargo, en algunas ocasiones las terapias fisioterapéuticas y los ejercicios no tienen efecto alguno en la mejora de esta condición. Tal es el caso, por ejemplo, de los trismus causados por procedimientos infecciosos. En estos casos, el especialista recomendará tratamientos antibióticos y drenajes. Por último, cuando el trismo bucal sea consecuencia de un cáncer oral, el paciente deberá someterse a procesos quirúrgicos que erradiquen por completo el origen de su causa.

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5 consecuencias de la falta de dientes

Perder uno o varios dientes afecta gravemente nuestra sonrisa, tanto a nivel estético como funcional. ¿Qué consecuencias tiene la falta de dientes? Pero, ¿Cuál es el origen de la pérdida dental? Estos son los factores que pueden provocar la pérdida de uno o varios dientes: Enfermedad bucodental avanzada. Caries, periodontitis… hay diversas patologías bucodentales que, en sus fases más avanzadas, destruyen los soportes y tejidos internos del diente. Esto provoca que no pueda regenerarse por sí mismo ni pueda salvarse, de modo que se procede a una exodoncia. Golpe o traumatismo. Al practicar deporte o bien por un accidente, podemos sufrir golpes que provoquen la pérdida del diente. En otros casos los golpes generan fracturas que, con el tiempo, se extienden y rompen el diente. Consecuencias de perder uno o varios dientes La falta de uno o varios dientes provoca todo tipo de inconvenientes para la salud dental, tanto a nivel estético como funcional: Problemas a nivel estético 1. La falta de dientes provoca problemas evidentes a nivel estético. En función del diente perdido, al sonreír puede verse el agujero de este diente que falta. Esto puede provocar grandes complejos al sonreír. Por otro lado, la falta de dientes favorece la acumulación de biofilm oral. Por ello es más fácil la formación de sarro alrededor de otros dientes, que también altera la imagen de la sonrisa. 2. Además la pérdida ósea que conlleva la falta de dientes provoca, con el paso del tiempo, la deformación de los rasgos faciales. La principal consecuencia es el hundimiento del labio. Problemas a nivel funcional Son muchos los pacientes preocupados por los efectos estéticos de la falta de dientes, pero los más graves suelen darse a nivel funcional: 3. Problemas de masticación. La falta de uno o varios dientes tiene consecuencias sobre la dentadura y puede provocar la mala trituración de los alimentos. Esto también puede provocar problemas sobre las encías, que hacen más esfuerzo. 4. Pérdida de hueso. Es una de las principales consecuencias de la pérdida de dientes. Si la pieza perdida no se sustituye cuanto antes, se pierde más hueso maxilar y se acelera el desgaste dental. 5. Movilidad dental. El espacio que deja un diente perdido puede provocar con el tiempo que el resto de piezas dentales se muevan. ¿Cómo solucionar la falta de dientes? Hay diversas opciones para solucionar la pérdida de una o varias piezas dentales: Puentes fijos. Los puentes son prótesis dentales parciales que se apoyan en los dientes sanos. Este tratamiento conlleva tallar mínimamente los dientes sanos, para facilitar su colocación. Prótesis dentales. Las prótesis pueden ser fijas o removibles. Las prótesis removibles se retiran a diario y se fijan mediante la adhesión. En caso de perder la mayoría de dientes, el dentista puede recomendar la colocación de una prótesis dental completa y fija. Son un tratamiento más rápido y sencillo, aunque puede dar problemas con el tiempo. Implantes dentales. Un implante es una pieza de titanio que se coloca en la raíz del diente mediante el proceso de osteointegración. De este modo, resulta totalmente imperceptible y devuelve la estética y la funcionalidad a la sonrisa. Ventajas de los implantes dentales: Los implantes dentales son el tratamiento más aconsejado en caso de pérdida dental, porque conllevan todo tipo de ventajas: Resultado natural. A pesar de llevar un implante, el resultado es una boca con aspecto natural. Además, el implante no compromete ni la estética ni la funcionalidad del resto de piezas dentales. Otros tratamientos (como los puentes dentales) necesitan las otras piezas para soportar la prótesis. Opción más segura. El implante dental es la solución más segura para sustituir un diente perdido. La ausencia de dientes acelera el envejecimiento facial, porque favorece la pérdida ósea. Así, con los implantes dentales tu boca lucirá un aspecto más sano y rejuvenecido. Pueden durar mucho tiempo. El implante dental tiende menos al desgaste que otros tratamientos. Al reemplazar el diente desde la raíz, se conserva en buen estado durante más tiempo. Adaptación. Los implantes dentales se integran con más rapidez al hueso. Además, con este tratamiento las encías no se retraen. Si bien hay casos en los que el cuerpo puede rechazar el implante, no es lo más común. Este tipo de implante garantiza una buena adaptación a la boca de los pacientes. Limpieza. Los implantes son sencillos de limpiar y resultan muy estéticos para el paciente. Las técnicas de limpieza bucal son las mismas que en los dientes naturales. Duración. Los implantes dentales pueden durar toda la vida. No obstante, para conseguirlo hay que cuidarlos correctamente. Conviene mantener una buena higiene oral y visitar con frecuencia el odontólogo. Si no cuidamos los implantes pueden surgir infecciones y inflamaciones, como la mucosisits o la periimplantitis. En las clínica dental SanCal aplicamos las técnicas más avanzadas en implantología. Si has perdido uno o varios dientes no dudes en acudir a nuestros profesionales. Después del tratamiento con implantes volverás a sonreír y comer sin recordar que llevas uno.

Prevención

6 claves de la salud bucodental en los más pequeños

Los cuidados bucodentales de los más pequeños en la infancia marcarán su salud dental en el futuro. Pero son muchos los padres que tienen diversas dudas sobre la salud bucodental de sus pequeños: ¿Cómo cepillar sus dientes? ¿A qué edad hay que acudir al odontopediatra? Cuidar la sonrisa es algo que se puede empezar desde edades muy tempranas y que debemos mantener durante toda la vida. En este sentido, la infancia es una etapa clave para inculcar los diferentes valores de salud bucodental a los más pequeños. Un truco muy recurrente es explicar la acción de la placa y la importancia de cepillar los dientes como si fuera un juego. 1. ¿Cuándo hay que empezar a lavar sus dientes? Se recomienda mantener una higiene oral exhaustiva incluso antes de la erupción de los primeros dientes. En el caso de los bebés, se puede pasar una gasa húmeda por las encías después de cada comida. 2. ¿Puedo cepillar sus dientes? ¡Por supuesto! en la actualidad existen muchos tipos de cepillos diseñados para los más pequeños. A partir de los ocho años el niño podrá cepillarse por su cuenta, aunque depende de cada caso. Es muy importante supervisar que el pequeño mantiene una correcta técnica de cepillado. 3. ¿Cuándo incorporar el flúor? Existen muchas pastas y colutorios específicos para niños que contienen flúor. Este mineral es clave para prevenir complicaciones como la caries dental. 4. ¿Puede desarrollar alguna patología oral? Sí, de hecho la caries dental afecta con más frecuencia a los niños. Una buena prevención mediante una higiene dental óptima será clave para evitar su desarrollo. Por otro lado, es muy importante controlar la dieta del pequeño: el exceso de azúcar es la principal causa de desarrollo de la caries dental o caries del biberón. 5. ¿Qué papel tiene el odontopediatra? El odontopediatra es clave más allá de la prevención oral. El factor psicológico es muy importante en los más pequeños. Además ayudará a los padres en la importante tarea de transmitir valores y hábitos de salud bucodental. Por otro lado, que el pequeño se familiarice con el entorno del dentista es clave para evitar ansiedad dental en el futuro. 6. ¿Cada cuánto hay que acudir a la consulta? La mayoría de profesionales recomienda acudir con el bebé al dentista entre la erupción del primer diente y su primer aniversario. A partir del primer año ya es recomendable llevar al pequeño al odontopediatra. Es muy importante establecer una o dos visitas al año para ir controlando el desarrollo bucodental del pequeño. Detectar a tiempo un mal crecimiento de los maxilares, mala posición de los dientes, o desarrollo de caries es clave para que el tratamiento sea un éxito.

Buenos hábitos

Cómo combatir los efectos del azúcar en la salud bucodental

Galletas, golosinas, refrescos… El azúcar está presente en muchos de los alimentos que tomamos a diario, pero se trata de uno de los peores enemigos de nuestra salud bucodental. ¿Cómo combatir sus efectos? A la mayoría de pacientes (especialmente los más pequeños) les encanta el azúcar. Pero se trata de un componente peligroso para nuestra salud si lo tomamos en exceso. De hecho cada vez hay más iniciativas para reducir las cantidades de azúcar en los alimentos. Pero, ¿Qué efectos tiene a nivel bucodental? Estos son los más habituales: Caries dental. Es la principal consecuencia del exceso de azúcar. La caries conlleva la formación de una infección que, si no tratamos a tiempo, puede provocar la pérdida del diente afectado. Sensibilidad dental. Consiste en la sensación de dolor agudo al consumir alimentos muy fríos o muy calientes. Erosión del esmalte. Cómo combatir los efectos del azúcar La Dra. Sánchez de la clínica dental SanCal te explican algunos consejos para evitar los efectos del azúcar sobre tus dientes y encías: Cepilla tus dientes y encías a diario La clave para evitar los efectos del azúcar es evitar la acumulación de los ácidos que genera el azúcar. Y una buena rutina de higiene bucodental diaria es esencial para conseguirlo. Muchos profesionales recomiendan el uso de un cepillo eléctrico y realizar movimientos suaves, para evitar la erosión del esmalte y daños en las encías. Complementa tu cepillado bucodental No es la primera vez que hablamos de la insuficiencia del cepillado por sí solo. Complementarlo con técnicas de higiene interproximal es muy importante para conseguir una higiene completa. Pero, ¿Qué técnicas usar? Desde el hilo dental hasta el enjuague bucal, pasando por la irrigación bucal y la limpieza lingual. Evita picar entre horas Es un hábito muy dañino para la salud bucodental. Además los hábitos más consumidos entre horas son dulces. Si no puedes evitarlo, recomendamos sustituir las típicas galletas por una pieza de fruta. Y no olvides cuidar tu higiene oral; si no puedes cepillarte los dientes, masticar un chicle sin azúcar puede ser una solución temporal. Visita a tu dentista Si abusamos del azúcar desarrollaremos complicaciones como la caries, que no siempre muestra unos síntomas visibles a primera vista. De hecho, algunos síntomas como el cambio de color del diente pueden alertar de una caries en estado avanzado. En este sentido es fundamental acudir al dentista con regularidad. Se recomienda un par de visitas al año como mínimo, más frecuencia si estamos en un tratamiento. En la clínica SanCal realizamos un estudio personalizado. Nuestra prioridad es tu salud bucodental y también tu bienestar.

Cultura y curiosidades

Claves para lavarse los dientes: cuánto, cómo y cuándo hacerlo

¿Sabes cómo lavarte los dientes? Si un encuestador te hiciese esta pregunta de golpe mientras caminas tranquilamente por la calle, lo más probable es que respondas un sonoro SÍ sin dudarlo. Llevas haciendo esta tarea desde pequeño —probablemente empezaste con dos o tres años— y no se te pasa por la cabeza que puedas estar haciéndolo mal. Pero lo cierto es que quizás te equivoques. La última Encuesta sobre la Salud Bucodental de los Españoles, realizada en 2010 por el Consejo de Dentistas, recogía que un 12% de los españoles no se cepilla a diario y un 2,3% no lo hace nunca. Quizás estés entre el 85% restante pero no quiere decir que lo estés haciendo totalmente bien. Sin ir más lejos un 30% de los encuestados en 2010 descubrieron que no se lavaban tantas veces al día como deberían. Luego ya están otros asuntos como el tipo de cepillo que debemos usar, la cantidad de pasta que debemos poner y los alimentos que debemos consumir (o evitar) para cuidar la dentadura. ¿Sabes qué se necesita en cada uno de estos casos? Expertos en salud bucodental han respondido a estas preguntas y han aclarado algunas cuestiones relativas a los tiempos, el tipo de dentífrico o el método que debemos emplear. Porque en esto del cepillado es tan importante el cuánto (tiempo invertimos) como el cómo (se hace). Una vez que hayas terminado de leer las recomendaciones, vuelve al principio y responde: ¿Sabes cómo lavarte los dientes? Quizás para entonces la respuesta cambie.   Cuestión de pasta…y de cepillo Para cepillarse los dientes son necesarios dos instrumentos: el cepillo y la pasta. Pero no vale cualquiera, hay que saber elegirlos. «El cepillo debe ser suave o medio en función de las circunstancias de cada persona (nunca recomendamos cepillos duros) y debe estar en buen estado de conservación (habría que renovarlo cada tres meses aproximadamente)», recomienda la doctora Sara Sánchez. Los cepillos demasiado duros deben ser desterrados de nuestro neceser por varias razones. Un cepillo con cerdas demasiado duras puede desgastar el esmalte, que tiene una tonalidad blanca, haciéndolo más fino y provocando que se vea la dentina, que está debajo y cuya tonalidad es más amarilla. Además puede dañar las encías provocando su retracción y quedando expuesta la raíz de la pieza dental, lo que puede generar problemas. Los cepillos eléctricos podrían ser también una opción, pero no LA opción. «Aconsejamos su uso en casos especiales cuando con el cepillado manual no se consigue un adecuado control de placa o en casos de restauraciones múltiples o aparatos de ortodoncia. En esas circunstancias aconsejaríamos un cepillo eléctrico con sensor de presión y cabezales específicos para cada situación», continúa Izquierdo. En cuestión de pasta no sólo importa cuál, también el cuánto. Si nos fiásemos de los anuncios de la tele cada vez que nos lavásemos los dientes llenaríamos en cepillo de una buena dosis de dentífrico. Sin embargo, esto no debería ser así. «Con un guisante sería suficiente», explica la Dra. Sánchez. «La pasta debe tener flúor —cuando hablamos del lavado de una persona adulta— porque ayuda a la remineralización de los dientes y hace que el diente esté más protegido ante posibles ataques de bacterias, la presencia de flúor en la superficie dental reduce la solubilidad del esmalte, dándole mayor dureza y haciéndolo mas resistente a la acción de los ácidos y por ende a la producción de caries dental.   Una pasta fluorada es importante y no lo es tanto una blanqueadora. El efecto que se consigue es menor del esperado, se recomienda su uso para el «mantenimiento después de un tratamiento de blanqueamiento en la consulta».   Dos veces mínimo: la noche, INNEGOCIABLE Lo ideal en higiene bucondental es cepillarse justo después de cada comida pero teniendo en cuenta que los expertos en nutrición recomiendan realizar cinco comidas diarias, esto se antoja bastante imposible. Como mínimo debemos lavarnos los dientes dos veces al día, una después del desayuno y la otra, la más importante, después de la cena. La recomendación es que si sólo se hacen dos cepillados, el segundo debe ser tras el desayuno para que no pasen demasiadas horas sin cepillarse. A partir de más de 10 horas pueden producirse más bacterias en la boca, que son las que producen las caries. Y si el cepillado de la mañana es importante, más lo es el de la noche. Durante el sueño se produce menos saliva, lo que se conoce como xerostomía. La saliva es un componente natural de nuestro organismo que tiene la misión de defender y proteger la boca. Ayuda a proteger de los agentes que pueden atacar el esmalte o provocar enfermedades. Esto se traduciría en una boca menos protegida. Y más si el paciente duerme con la boca abierta o ronca por lo que la placa bacteriana sería más nociva en ese lapso de tiempo. A todo esto se une que al dormir no hay movimiento de la lengua ni de los labios que contribuyen al llamado mecanismo de autolimpieza. Es por ello que el lavado nocturno resulta imprescindible, que se debe hacer a conciencia utilizando hilo dental, para llegar a los espacios a los que no llega el cepillo y donde se estancan las bacterias que darán paso a las caries, y colutorio, que en ningún caso puede sustituir al cepillado.     Barrer y no fregar No hace falta levantarse de la mesa inmediatamente después de comer el último bocado para irse a lavar los dientes, pero tampoco hay que dejar esperar demasiado tiempo para realizar el proceso. Sólo existe una excepción: si la dieta es predominantemente ácida (cítricos, vinagre…), lo ideal sería esperar 30 minutos para lavarnos los dientes y más si la persona sufre hipersensibilidad dentaria. De esta forma se evitaría frotar el ácido contra la dentadura y así evitaríamos repartirlo o por toda la boca e intensificar su efecto nocivo.   La duración del cepillado y el método utilizado son claves fundamentales el éxito del proceso. El tiempo de

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