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Ortodoncia

¿Cómo funciona Invisalign?

Los métodos de ortodoncia no solo nos ayudan a tener una sonrisa más estética, sino también completamente funcional. Ésta es una afirmación cada vez más extendida en nuestra sociedad, y fruto de ello resulta creciente el interés de la población adulta por los tratamientos de ortodoncia.Gracias a la demanda creciente de estos procedimientos, han surgido nuevos métodos para satisfacer los requerimientos estéticos de los pacientes más exigentes con su imagen: los englobados dentro de la conocida como ortodoncia invisible -brackets linguales e Invisalign-. Invisalign es un método de ortodoncia cada vez más demandado por nuestros pacientes. No solo es altamente estético, sino que, además, resulta eficaz y muy cómodo para las personas que optan por el mismo. Pero, ¿cómo funcionan los alineadores de la ortodoncia con férulas transparentes? ¿Cómo funciona Invisalign? Invisalign basa su actuación en dos motivos fundamentales: La planificación por parte del ortodoncista de los micromovimientos que deben realizar las férulas para conseguir una oclusión perfecta. La realización de estos movimientos a base de juegos de férulas fabricadas a medida que el paciente debe ir cambiándose según las pautas del especialista. En algunas ocasiones, las férulas por sí mismas no son capaces de realizar los movimientos necesarios. Por este motivo, en ocasiones está indicada la colocación de ataches. Los ataches son unas pequeñas bolitas de composite que se colocan cementadas sobre las superficies dentales y que sirven de punto de apoyo a los alineadores para realizar movimientos más complejos. Pero, ¿qué problemas de maloclusión puede solucionar Invisalign? ¿Invisalign funciona en todos los casos? Los tratamientos de ortodoncia responden a la necesidad de atajar cualquier problema de oclusión dental con el fin de conseguir una sonrisa completamente estética y funcional. Invisalign es un método igual de eficaz que otros tratamientos tradicionales de ortodoncia fija como, por ejemplo, los brackets metálicos o de zafiro. Su objetivo es corregir cualquier problema relacionado con el alineamiento dental y la mordida: mordida abierta, apiñamiento, sobremordida, etcétera. Pero, además de ser eficaz, posee otras ventajas frente a los sistemas de ortodoncia fijos: Si eliges Invisalign como método de ortodoncia, deberás retirarte las férulas de la boca para comer y lavarte los dientes. De esta manera, es un método mucho más cómodo-podrás comer lo que quieras durante todo el tratamiento- e higiénico -por este motivo, es el tratamiento más indicado para pacientes que padezcan enfermedad periodontal controlada-. Es un método altamente predecible: gracias al Clincheck -software de diseño de sonrisa desarrollado por Align Tech- podrás ver tanto los movimientos que irán realizando las férulas de manera progresiva como el resultado final de tu sonrisa incluso antes de iniciar el tratamiento. CLINCHECK Ahora que ya conoces un poco más acerca de la ortodoncia con férulas transparentes, puede que consideres que, en tu caso, es el tratamiento que más se ajusta a tus prioridades. Pero, ¿qué pasos debes seguir para abordar tu procedimiento con Invisalign? El tratamiento de Invisalign paso a paso Si quieres mejorar tu sonrisa y crees que Invisalign es el método más adecuado para ello, el primer paso que debes dar es acudir a un ortodoncista especializado. Te interesará »  ¿Con qué frecuencia hay que llevar los alineadores Invisalign? Una vez en la clínica, se te realizará un estudio de ortodoncia -una serie de pruebas diagnósticas como radiografías y fotografías-. A partir del mismo, los ortodoncistas analizarán tu caso y pautarán un plan de tratamiento ajustado a tus necesidades. Si finalmente Invisalign es el método elegido para ello, necesitaremos tomar impresiones de tu boca para, de esta manera, realizar el plan de tratamiento y fabricar las férulas a medida. Una vez tomadas las impresiones, las férulas llegarán a la clínica en un plazo aproximado de 10 días. Será entonces cuando, en la siguiente consulta, el ortodoncista te coloque la primera férula de Invisalign y te explique qué cuidados debes seguir a partir de ahora. ¡Has iniciado tu tratamiento! De manera progresiva, debes ir cambiado unos juegos de férulas por los siguientes. Durante el tratamiento activo, deberás acudir a revisión con tu ortodoncista cada 4-6 semanas aproximadamente. No te preocupes, éstas no te llevarán mucho tiempo: su duración es de un tiempo estimado en 15 minutos. En ellas, el especialista verificará si el tratamiento está siguiendo su curso de la manera pautada y te hará entrega de los siguientes juegos de férulas. Una vez retirado el último juego de férulas de la boca, empieza la etapa de retención. El ortodoncista colocará tanto retenedores fijos como removibles en ambas arcadas. Los retenedores fijos son unas finas láminas de alambre que se cementan en la parte interior de los dientes. Son completamente imperceptibles y, para asegurar la estabilidad de resultados, es necesario que los lleves puestos de por vida. Por su parte, los retenedores removibles son unas férulas parecidas a las propias de la ortodoncia con Invisalign.  En un inicio deberás llevarlas puestas todo el día para, de manera progresiva y siempre siguiendo los consejos de tu ortodoncista, ir reduciendo el tiempo que éstas deben permanecer en boca.   RETENEDORES REMOVIBLES La fase de retención es igual de importante que el tratamiento activo de ortodoncia. Gracias al uso de los retenedores, podrás asegurar la estabilidad de los resultados a largo plazo y, por tanto, el éxito del tratamiento. Consejos para que la ortodoncia con férulas invisibles sea un tratamiento efectivo Invisalign es un método de ortodoncia removible y, como tal, requiere una mayor colaboración por parte del paciente para que éste sea efectivo. Pero, ¿qué pautas debes seguir durante el tratamiento? ¿Cuánto tiempo debo llevar las férulas? Para que Invisalign resulte un tratamiento efectivo, el paciente debe llevar las férulas puestas durante, al menos, 22 horas al día. Es decir, podrás retirarlas de la boca para comer y cepillarte los dientes, pero deberás ponértelas inmediatamente después. Durante el tratamiento, está desaconsejado fumar o picar en exceso durante horas. Esto sólo reduce el tiempo que llevas las férulas puestas, alargando el tiempo de tratamiento de manera cuantiosa. Mantén una buena higiene bucodental Si bien es cierto que Invisalign es un método más higiénico, pues permite el acceso a todos los recovecos de la boca, resulta de vital importancia que mantengas unas buenas rutinas de limpieza oral para que el procedimiento no dañe tus dientes. Por ello, debes cepillarte

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Dientes incluidos, retenidos o impactados y su tratamiento

Los dientes incluidos, también conocidos como retenidos o impactados, son aquellos dientes que, a pesar de haberse formado totalmente, no han llegado a emerger en la boca durante el periodo habitual, y permanecen dentro del hueso maxilar parcial o completamente. A pesar de que puede ocurrir, indistintamente, con dientes temporales (los dientes de leche de los niños) o permanentes, así como en cualquier pieza dental, el proceso de inclusión es más común en los cordales –muelas del juicio- y en los caninos –colmillos- superiores. Es así dado que estos son los últimos dientes en erupcionar en la boca y, por lo tanto, tienden a no tener suficiente espacio para salir. Se trata de una situación muy frecuente entre la población mayor de 15 años y sus graves consecuencias exigen una reacción precoz. Para la detección de estos dientes incluidos se realizará una radiografía panorámica de la boca que ayude a descartar patologías y a determinar las causas del retraso en la erupción. Clasificación de dientes incluidos Existen dos tipos de inclusiones de dientes: Inclusión total: Es el caso de aquellos dientes que se han quedado completamente dentro del hueso maxilar y que no han emergido lo más mínimo a través de la encía. Inclusión parcial: Los dientes semi-incluidos o semi-impactados son aquellos que han erupcionado parcialmente en la boca y, dada su posición, son más vulnerables a las bacterias de la boca por lo que pueden sufrir infecciones recurrentes. En los casos en los que el diente emerge de manera parcial, se pueden apreciar algunos síntomas como la inflamación y sensibilidad en las encías, por lo que son más fáciles de detectar que los dientes completamente incluidos. Radiografía de un caso clínico de canino incluido tratado en la Clínica Dental SanCal   Estos son algunos de sus síntomas: Mal aliento Dolor o sensibilidad en las encías Dolor de cabeza o de mandíbula prolongado Enrojecimiento de las encías que se localizan alrededor del diente retenido Sabor de boca desagradable Espacio visible donde debería haber salido el diente Causas y complicaciones derivadas de los dientes retenidos A pesar de que no en todos los casos existe un factor claro que haya derivado en un diente incluido, algunas de las causas más comunes de este proceso son las siguientes: Infecciones Traumatismos Genética Falta de espacio en la boca Malnutrición En cuanto a las consecuencias derivadas de las inclusiones dentarias pueden ser numerosas y algunas muy graves, ya que el diente incluido que adquiere una malposición puede impactar contra los dientes vecinos y causar algunas de las siguientes complicaciones: Reabsorción de la raíz Daños en la estructura anatómica (seno maxilar, troncos nerviosos, raíces de dientes adyacentes…) Infecciones Alteraciones en el resto de dientes (pueden provocar apiñamiento) Aparición de bolsas periodontales Problemas de masticación Formación de caries por la placa acumulada entre los dientes y encías Desarrollo de quistes o tumores Molestia crónica en la boca Maloclusión Los dientes semi-incluidos son más vulnerables a las bacterias de la boca por lo que pueden sufrir infecciones recurrentes. ¿Cuál es el tratamiento para los dientes incluidos? Cuando nos encontramos la situación de un diente retenido en el hueso maxilar, podemos aplicar tres tipos de tratamientos: No actuar sobre el diente impactado y controlar su evolución: Sólo actuaremos de esta manera cuando no haya riesgo de que se produzca ninguna patología. En prácticamente la totalidad de los casos se recurre a los otros dos tratamientos. Extracción del diente retenido: A pesar de que sería el último recurso en el caso de un canino incluido –a menos que exista un problema grave-, es bastante común realizar una exodoncia en el caso de los cordales o muelas del juicio. Recolocación del diente incluido en la arcada dentaria: Cuando el diente en cuestión tiene una importancia funcional y/o estética –como es el caso de los caninos- optaremos por intentar recolocarlo en el lugar donde debería haber erupcionado. Cirugía de extracción de cordales incluidos (muelas del juicio) Los problemas de erupción de las muelas del juicio son muy comunes debido a que en la evolución del hombre, la mandíbula ha ido disminuyendo de tamaño más rápidamente que el número de dientes que posee el ser humano. Es por ello que, en muchas ocasiones, estos cordales no encuentran el suficiente espacio para emerger y acaban retenidos en el maxilar. Y dada su poca funcionalidad práctica y su carencia de funcionalidad estética, lo más recomendable, en la mayoría de casos, es extraerlos para evitar, así, posibles complicaciones (infecciones, movimiento del resto de dientes…). Este tipo de cirugía es muy frecuente y conviene que se realice antes de que el paciente desarrolle la raíz del cordal (antes de los 20 años de edad), ya que cuanto mayor sea la raíz, mayor contacto tendrá con el nervio y mayor será el riesgo durante la exodoncia. Se trata de una intervención quirúrgica de menos de media hora de duración y que, en la gran mayoría de casos, se realiza con anestesia local. Cuando la muela del juicio está totalmente incluida suele ser necesario realizar un corte en la encía para poder acceder a ella. Además, en ocasiones, suele tener que eliminarse algo del hueso que rodea al cordal o bien partir la muela en fragmentos para facilitar su extracción. El postoperatorio no debería implicar más que una hinchazón que irá reduciéndose en dos o tres días y exigirá una dieta blanda y una higiene acorde a las recomendaciones del profesional en la primera semana tras la intervención. Recolocación a base de tracción de los caninos incluidos Tras los cordales, los colmillos son los dientes que presentan mayores problemas de erupción. La causa más común en estos casos suele ser la falta de espacio en la arcada o que la posición del diente dentro del hueso es incorrecta. A diferencia de las muelas del juicio, los caninos adquieren mucha importancia en el conjunto de los dientes ya que se trata de piezas dentales muy fuertes y que ayudan a dirigir el movimiento de la oclusión. Es por ello que, si la posición del canino es favorable, el tratamiento más recomendable es la recolocación del mismo en la arcada dentaria mediante una intervención combinada entre la

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Muelas del juicio: guía para entender qué son, cuándo aparecen y por qué extraerlas

Aunque la mayoría de las personas tiene muelas del juicio –también llamadas cordales-, hay otras a las que no les llegan a crecer nunca. Si bien es cierto que la erupción de estas piezas dentales está muy relacionada con la aparición de dolor, no es menos cierto que en algunos casos no se experimentan síntomas o complicaciones. Cuando las muelas crecen sanas, salen completamente de la encía, su posición es correcta y pueden ser limpiadas adecuadamente en la rutina de higiene diaria, la persona no tiene por qué presentar molestias. Sin embargo, hay otros casos en los que su nacimiento provoca un dolor especialmente intenso, así como otras complicaciones en la boca que detallaremos a continuación. Es en estos casos en los que el odontólogo o cirujano maxilofacial debe evaluar la posibilidad de practicar una cirugía para extraer las muelas del juicio. ¿Qué son las muelas del juicio? Las cordales son las cuatro piezas dentales que crecen detrás de los segundos molares, tanto en el maxilar superior como en la mandíbula o maxilar inferior. Es decir, están ubicadas en la parte posterior de la boca, en la última posición.   MUELAS DEL JUICIO UBICADAS EN LA ÚLTIMA POSICIÓN   Las muelas del juicio son las últimas piezas en erupcionar y comienzan a salir generalmente entre los 17 y los 25 años, cuando el resto de dientes ya han crecido y están acomodados. Su nombre, por tanto, hace referencia precisamente a la edad en las que salen las muelas del juicio, cuando se supone que una persona ya tiene “juicio”. A pesar de que los cordales suelen salir alrededor de la edad mencionada, hay que tener en cuenta que también pueden aparecer a una edad más temprana o tardía, o incluso no llegar a crecer nunca. Además, como no se rigen por una regla exacta, tampoco tienen por qué erupcionar las cuatro. Tienen su origen en nuestros antepasados, que necesitaban unas mandíbulas muy desarrolladas para poder ingerir unos alimentos que requerían mayor masticación. Por este motivo, contaban con más espacio para albergar las muelas del juicio. Sin embargo, a medida que la especie humana fue evolucionando y cambió la dieta, comenzaron a desarrollarse mandíbulas más cortas. Las muelas del juicio no tienen una función fundamental en nuestra boca, por lo que lo más habitual es extraerlas si presentan o pueden presentar problemas ¿Cuáles son sus síntomas? Como hemos indicado anteriormente, aunque se produzca la erupción de las muelas del juicio, hay personas que no presentan sintomatología ya que estas piezas crecen sanas y alineadas. Sin embargo, hay muchos casos en los que los síntomas se presentan en forma de dolor, infección o inflamación. Esto puede ocurrir porque las cordales no crezcan de manera totalmente vertical, sino que salgan inclinadas o torcidas, o porque incluso salgan parcialmente debido a que no tienen suficiente espacio. ¿Qué problemas dan? Además del inconveniente evidente que puede suponer el dolor agudo y persistente en la boca, la existencia de las muelas del juicio puede dar lugar a otras complicaciones. Tanto la falta de espacio como un crecimiento inadecuado pueden comprometer la estructura de la boca. Esto puede provocar que las cordales empujen al resto de molares, provoquen el desalineamiento de los dientes, dañen las piezas dentales vecinas o dificulten su higiene (facilitando la acumulación de placa y la formación de caries). Además, los cordales incluidos -aquellos que están completamente metidos en la mandíbula y cubiertos por tejido blando- están muy asociados a la formación de quistes. ¿Cómo es la operación de las muelas del juicio? Tanto un odontólogo especializado en cirugía e implantes como un cirujano maxilofacial son los profesionales encargados de extraer las muelas del juicio. Por tanto, deben ser ellos quienes determinen si es conveniente realizar la cirugía.  Dado que las cordales no tienen una función fundamental en nuestra boca y no sirven para masticar mejor, lo más habitual es extraerlas si presentan o pueden presentar problemas. En algunos casos, se toma la decisión de operar las muelas del juicio cuando la persona ya presenta sintomatología. En otros casos, el profesional se apoya en radiografías para determinar si se debe realizar la intervención de manera preventiva antes de que se produzcan los primeros síntomas.   RADIOGRAFÍA PANORÁMICA DE LA BOCA La cirugía es bastante sencilla, se practica con mucha frecuencia y puede realizarse mediante anestesia local. La duración de la intervención depende del estado y la situación de las muelas, es decir, si han salido de manera completa o parcial, si están afectando a las estructuras de la boca, si hay que extraer una o las cuatro… ¿Cómo recuperarse de la cirugía? Una vez ha terminado la intervención, el paciente necesitará un tiempo de recuperación que también variará en función de cómo haya sido la cirugía. En primer lugar, se debe esperar a que pase el efecto de la sedación. Por lo general, durante las primeras horas siguientes a la operación podemos llevar a cabo una serie de pautas y esperar algunos inconvenientes: Sangrado: para absorber la sangre se puede colocar una gasa limpia y húmeda en la zona donde se produce el sangrado de la encía. Aunque sea algo habitual durante las primeras horas, si el sangrado no se detiene debemos consultar con la Dra. Sánchez. Inflamación: también es habitual que se produzca hinchazón alrededor de la zonaen la que se han extraído las muelas. Con el objetivo de aliviar el dolor y la inflamación podemos colocar compresas o bolsas frías. Medicación: el doctor que ha practicado la cirugía debe ser el más indicado para señalar qué tomar para el dolor. Una vez tengamos sus indicaciones, debemos respetar tanto el tipo de medicamento como la dosis. Alimentación: el cirujano te aconsejará qué puedes comer después de la cirugía de las muelas del juicio. Por regla general, la alimentación durante las primeras horas se reduce únicamente a bebidas frías. Sigue sus pautas y no tomes bebidas calientes ni alimentos sólidos hasta que lo indique.     BEBIDAS FRÍAS TRAS LA OPERACIÓN Tabaco y alcohol: tanto beber alcohol como fumar afectan al proceso natural de recuperación, por lo que deben ser evitados.   Recuerda que ni las muelas del juicio ni la cirugía tienen las mismas consecuencias de un paciente a otro, por lo que es necesario que consultes con la Dra. Sánchez las pautas adecuadas en tu caso. De hecho, las indicaciones ofrecidas por éste pueden ser distintas a

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Todas las claves sobre la extracción dental

Extraer una pieza dental es un proceso que conlleva una serie de cuidados y pautas a seguir. ¿Cuáles son? ¿Cuándo es necesario extraer un diente? La extracción del diente o exodoncia siempre es la última opción. En la clínica SanCal trabajamos para preservar la salud bucodental de los dientes naturales, porque son piezas únicas. Pero hay algunos casos en los que no se puede salvar una pieza muy afectada porque sus estructuras y tejidos internos están muy dañados. Las claves sobre la extracción dental Estas son las claves sobre el proceso de extraer un diente: ¿Cuándo es necesario extraer un diente? Como hemos indicado la extracción dental es siempre el último recurso. Pero existen diversas razones por las que el odontólogo decide que lo mejor es extraer el diente: Caries dental muy avanzada. El proceso de la caries va destruyendo de forma progresiva los soportes y nervios del diente. En sus últimas fases, el diente no se puede salvar ni regenerar por sí mismo y es necesario extraerlo. Lo mismo ocurre con las enfermedades periodontales: gingivitis y periodontitis. Falta de espacio. Antes de un tratamiento de ortodoncia se puede extraer alguna pieza dental. Esto ocurre en casos de apiñamiento dental severo. Al extraer la pieza se consigue el espacio necesario para que todos los dientes encajen bien alineados. Infecciones y golpes. Algunas infecciones y traumatismos provocan la rotura del diente, en parte o en su totalidad. En estos casos se intenta restaurar el diente con tratamientos como las carillas y coronas, pero no siempre es posible. ¿Cómo es el proceso? La extracción dental es una intervención quirúrgica que se realiza con anestesia local. Por tanto el proceso en sí es indoloro. Tras extraer la pieza, se puede cerrar la herida con puntos si es necesario. A partir de este punto es esencial seguir una serie de cuidados para una rápida recuperación. ¿Qué esperar tras una extracción dental? Durante los primeros días es normal sentir dolor intenso e inflamación de la zona intervenida. En estos días conviene extremar las precauciones al comer y cepillar los dientes. De hecho se recomienda evitar el contacto con la zona tratada para evitar infecciones y otras heridas, y seguir una dieta blanda. Para aliviar el dolor, el odontólogo puede recomendar algunos antiinflamatorios, además de aplicar hielo sobre la mejilla. Al cabo de unos días el dolor irá disminuyendo y poco a poco el paciente podrá hacer vida normal. Si pasados unos días el dolor persiste y además notas síntomas como fiebre y sangrado, acude cuanto antes a la consulta. Un seguimiento profesional será clave para una buena recuperación y una sonrisa sana.

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Agenesia dental

La agenesia dental es una enfermedad congénita  bastante frecuente en un gran porcentaje de seres humanos. Se trata de una anomalía de la boca, por lo cual no aparecen ciertas piezas dentales, no surgen en nuestra boca, hay una ausencia de ellas. Puede ocurrir en las piezas dentales temporales (que son conocidas como dientes de leche) como también en las piezas dentales permanentes. El diagnóstico se realiza mediante la observación de la ausencia de uno o más dientes. En el caso de los dientes permanentes la presencia de los dientes de leche más tiempo de lo que deberían puede indicar que no haya un diente permanente para sustituirlo y tendremos que comprobarlo mediante radiografías. Esta anomalía de origen genético se reconoce generalmente cuando los dientes de leche se caen (entre los seis y los 10 años) y se supone que los dientes permanentes ocuparán su lugar. Pueden ocurrir dos fenómenos: El diente de leche no se cae porque no está impulsado por el diente permanente. El diente de leche se cae pero no lo reemplaza el diente permanente.   Uno de los rasgos principales de la agenesia dentaria es que aparece sobre todo en el maxilar, en la mandíbula superior. Además, también es bastante común, en los casos de agenesia dental, que los incisivos laterales sean los más afectados por esta ausencia, aunque no los terceros molares.   Cuando se produce una agenesia dental normalmente se ve afectado el espaciamiento entre los dientes que si han salido rompiéndose el equilibrio y produciéndose maloclusiones. Además del problema funcional existe el  problema estético ya que los dientes  pueden encontrarse  en la zona de la sonrisa. La mayoría de las consultas son  por motivos estéticos, aunque no debemos olvidar la tan importante parte  funcional de nuestro aparato, ya que su funcionamiento óptimo y correcto dependerá de todas sus piezas conjuntamente y la  falta de alguna pieza desequilibraría a las demás.   La agenesia puede clasificarse en varios tipos dejando a un lado los dientes e leche: Ausencia de una o dos muelas de juicio. El caso más común. Consiste en la ausencia de una o dos muelas del juicio, lo que afecta a alrededor del 25 % de la población. En general, se descubre en la adolescencia, cuando el dentista hace las primeras radiografías para observar la posición de las muelas del juicio. No hay que preocuparse, ya que la ausencia de una o más muelas del juicio no es un problema y no requiere tratamiento. Agenesia dental o hipodoncia. La agenesia puntual o hipodoncia afecta a aproximadamente un 5 % o 6 % de la población. En este caso, entre uno y seis dientes pueden faltar. Muy a menudo se ven afectados el segundo premolar inferior y el incisivo superior. La causa es genética: hay familias en las que faltan uno o más dientes en varias generaciones. Si se tiene esta información hay que dársela al dentista en la primera consulta. Esta agenesia se detecta generalmente entre los seis y los diez años de edad, momento en el cual se supone que los dientes de leche tienen que caer. Pero en ausencia del diente permanente que empuje el diente de leche, este no cae y permanece implantado en el hueso de la mandíbula. Si el niño no va al dentista, la agenesia puede pasar desapercibida durante varios años. La agenesia múltiple u oligodoncia. Cuando faltan más de seis dientes y hay otras anomalías dentales presentes (dientes de diferentes formas y colores). Esta condición es muy rara, con una frecuencia estimada de 1 a 7 por cada 100 000 nacimientos. Como en el caso de la hipodoncia, las causas de la oligodoncia son genéticas, pero las anomalías no se limitan solo a los dientes sino que se extienden a otros órganos. La falta de dientes constituye entonces un marcador genético de una enfermedad rara, frecuentemente displasia ectodérmica, un conjunto de enfermedades que se manifiestan con oligodoncia y otras anormalidades en el cabello, las uñas y las glándulas sudoríparas. Cuando faltan más de seis dientes se deriva al paciente a una consulta genética para comprobar que no existan otras anomalías. Otra posible causa: puede ser el haber estado en tratamiento de quimioterapia. Entre los niños tratados por cáncer en las edades en las que los dientes están desarrollándose, la quimioterapia puede aumentar el riesgo de desarrollar oligodoncia. Es posible presentar agenesia dental sin desarrollar otros síntomas en otros órganos.   La agenesia dental es objeto de estudio en muchas universidades y en muchas clínicas especializadas, ya que se trata de una anomalía demasiado frecuente en los seres humanos. Por eso, se están hallando diferentes tratamientos para solucionar este problema.   En primer lugar, se puede optar por cerrar espacios, de manera que los incisivos laterales se vean sustituidos por los caninos. La forma sería camuflándolos de forma estética, para convertir así a los premolares primeros en caninos, haciendo un cambio de papeles. Es una solución que se ha aplicado a varios pacientes, para que la oclusión sea correcta.   Por otra parte, también se pueden abrir espacios, de manera contraria al anterior tratamiento, implantando nuevos dientes en los espacios disponibles. Es un tratamiento también bastante común y frecuente en pacientes con agenesia dentaria.   En tercer lugar, hablando de nuevo de implantes, también es posible que sean colocados cerrando espacios, en vez de haciendo más hueco, de manera que coloquemos el implante en la zona que está menos visible.   Hay que tener en cuenta que para poder seleccionar el tratamiento más adecuado para cada caso de agenesia dental, es necesario que el paciente se someta a un estudio muy profundo, considerando todos los factores posibles, como es el caso del patrón esquelético de cada paciente, las relaciones oclusales que se establecen entre las piezas dentales o la tipología facial que tiene la persona, puesto que dependiendo de todo ello, se podrá aplicar un tratamiento mejor que otro. Los tratamientos siempre serán personalizados y multidisciplinarios.

Ortodoncia

Tratamientos con brackets: casos con “antes y después”

Cuando terminan su tratamiento de ortodoncia, a nuestros pacientes les resulta muy gratificante que les enseñemos las fotografías que les hicimos previamente, para poder comparar el “antes y el después”. De hecho, cuando les mostramos, o recuerdan, cómo era su sonrisa antes de comenzar la ortodoncia, no entienden cómo pudieron estar tanto tiempo sin arreglarse los dientes. Y es que la ortodoncia es un tratamiento muy agradecido, ya que mejora notablemente la sonrisa de una persona de una manera relativamente sencilla y sus resultados duran toda la vida. ¿Qué permiten solucionar los brackets? Los brackets son capaces de solucionar cualquier problema relacionado con el alineamiento y la mordida -oclusión- de los dientes. Algunos de los ejemplos de las maloclusiones que corrigen serían el apiñamiento, la mordida abierta, la sobremordida o la mordida cruzada. De hecho, en este artículo te vamos a mostrar los casos de tres pacientes que hemos tratado en nuestra clínica dental y que, además, presentaban las maloclusiones citadas. Los tres pacientes mencionados se trataron mediante brackets, aunque cada uno optó por un método diferente. Dado que, como ya hemos mencionado, todos los brackets permiten solucionar cualquier tipo de maloclusión, la elección del tratamiento se basó en sus propias preferencias. Es decir, en si preferían un método estético, uno económico o uno, incluso, que aunara ambos requerimientos. A continuación, podrás ver el “antes y el después” de nuestros pacientes. Los tipos de brackets más utilizados son los linguales Incognito, los de cristal de zafiro y los metálicos tradicionales Brackets linguales Incognito Antes de comenzar el tratamiento, la paciente presentaba una maloclusión de mordida abierta. Tal y como se puede apreciar en la siguiente imagen, los dientes superiores e inferiores no contactaban cuando la persona cerraba la boca. Además de esto, que en este caso era la maloclusión más evidente, la paciente tenía rotaciones en diferentes dientes y apiñamiento superior e inferior. Y, por último, presentaba líneas medias no coincidentes -la superior no coincidía con la inferior- y dientes caninos fuera de la arcada. Una vez finalizado el tratamiento -que tuvo una duración de 20 meses-, su sonrisa era mucho más armónica y los dientes se habían alineado completamente. En este caso, nuestra paciente eligió ortodoncia lingual Win, para su tratamiento ya que le preocupaba la estética de los brackets. Es decir, como no quería que nadie pudiera apreciar su ortodoncia, eligió el único método 100% invisible. Por tanto, prefirió pagar un coste mayor por el tratamiento, ya que los linguales son los brackets más caros de todos los tipos de brackets que hay, y llevar una ortodoncia que no se notara.     BRACKETS LINGUALES: ANTES Y DESPUÉS Brackets de cristal de zafiro La paciente que protagoniza este segundo caso presentaba sobremordida disminuida y mordida cruzada izquierda. Por un lado, podemos decir que la sobremordida disminuida era relativamente sutil. De hecho, en el siguiente apartado veremos un caso mucho más evidente-. Por otro lado, la mordida cruzada izquierda es más visible. Y es que esta maloclusión se da cuando los dientes de la arcada inferior quedan por delante de los dientes de la arcada superior. Además de esto, la paciente presentaba ligera clase III molar y canina, líneas medias no coincidentes y asimetría en la arcada. Todo ello fue corregido mediante unos brackets de cristal de zafiro que la paciente llevó durante 21 meses. Nuestra paciente eligió los brackets de zafiro ya que, de los tres tipos de brackets más utilizados -linguales, metálicos y zafiro- éstos son los que mejor aúnan estética y precio. Por un lado, son mucho más discretos que los convencionales, pero sin llegar a ser invisibles. Por otro lado, son considerablemente más baratos que los linguales Incognito.     BRACKETS DE ZAFIRO: ANTES Y DESPUÉS Brackets metálicos tradicionales El paciente acudió a nuestra clínica dental debido a la sobremordida aumentada que presentaba, la cual le acomplejaba mucho al sonreír. Tal y como puede verse en las siguientes imágenes, la sobremordida de nuestro paciente era muy visible, ya que los dientes de la arcada superior cubrían casi por completo los de la arcada inferior. Además de esto, la persona presentaba rotaciones en diferentes piezas dentales -por ejemplo, en el incisivo lateral-, así como apiñamiento superior e inferior. Por último, el paciente tenía líneas medias no coincidentes y las arcadas asimétricas. Mediante el tratamiento de brackets metálicos convencionales, el cual duró casi dos años, corregimos las problemáticas mencionadas. Al finalizar la ortodoncia, el paciente mostraba una sonrisa más proporcionada y estética. En este caso, eligió los brackets de metal ya que no le importaba que el tratamiento fuera visible y quería la opción más económica de todas las que hay disponibles.   BRACKETS METÁLICOS: ANTES Y DESPUÉS Piensa en tus preferencias A la hora de elegir un método de ortodoncia, te recomendamos que valores dos factores: el precio que estás dispuesto a pagar y la importancia que le das a la estética. ¿Qué hacer después de los brackets? Independientemente del método que se elija para corregir la oclusión o el alineamiento de los dientes, es muy importante saber que una vez retirados los brackets, el proceso no ha terminado del todo. Es decir, una vez que retiramos los brackets a un paciente, comienza una etapa igualmente importante: la de retención. Esto significa que para poder mantener los resultados conseguidos con la ortodoncia de por vida, es fundamental usar adecuadamente los retenedores. Al finalizar cada tratamiento, en Clínica dental SanCal proporcionamos a nuestros pacientes dos tipos de retenedores. Por un lado, colocamos unos retenedores fijos, que son unas finas barras de alambre que se colocan en la cara interna del diente y no se ven. Y, por otro  lado, les damos unos retenedores removibles y transparentes -también llamados Essix- para que los lleven durante algunas horas del día, normalmente por la noche. Esperamos que tras ver estos casos con “el antes y el después”, te puedas hacer una ideade cómo sería tu sonrisa si te sometieras a un tratamiento de ortodoncia. De todas formas, si tienes alguna duda sobre tu caso concreto, te animamos a acudir a una primera consulta gratuita con nuestro ortodoncista, el Dr. Arias.

Ortodoncia

Stripping en ortodoncia: ¿qué es y para qué sirve?

 El stripping dental es una técnica utilizada en ortodoncia que se basa en la reducción interproximal del esmalte de los dientes. Es decir, es el procedimiento mediante el cual el ortodoncista reduce el ancho de determinadas piezas dentales (entre 0,2 y 0,5 milímetros) para separarlas y ganar así un espacio entre ellas. Es un procedimiento muy habitual en ortodoncia que se puede llevar a cabo con cualquier tratamiento, ya sea con brackets o sin brackets –los alineadores Invisalign-. Se utiliza, principalmente, en los casos de pacientes que se van a someter a un tratamiento y tienen problemas de apiñamiento. El stripping se utiliza en ortodoncia para casos de apiñamiento en los que es necesario reducir una pequeña parte del ancho del diente. ¿Cuándo se realiza? Aunque el stripping puede tener más aplicaciones dentro de la Odontología, este procedimiento se utiliza fundamentalmente en los tratamientos de ortodoncia en los que es necesario ganar espacio para conseguir el alineamiento de los dientes respetando los límites biológicos de cada paciente. Dicho esto, es importante señalar que la reducción interproximal se realiza de manera selectiva ya que se lleva a cabo únicamente en determinadas piezas dentales y está indicado en los casos en los que es necesario eliminar solamente una pequeña parte del ancho del diente. De esta manera, consigue solucionar de una manera especialmente sencilla y práctica -se lleva a cabo en pocos minutos-, los problemas de falta de espacio y apiñamiento comunes en muchos pacientes. Sin embargo, en los casos de  personas que tienen mucha necesidad de espacio, es necesario recurrir a otros métodos, que más adelante detallaremos. Además de para ganar espacio, el stripping se utiliza para reducir los triángulos negros entre dientes. Algunos pacientes presentan pequeños espacios oscuros entre piezas dentales que están en contacto. Esto ocurre cuando los dientes tienen forma triangular o a cuando se ha producido la pérdida de papila dental. En estos casos, el stripping ayuda a eliminar el punto de contacto entre los dos dientes justamente en la zona en la que se forma dicho triángulo. Así, proporciona a la pieza dental una forma más cuadrangular en la que los bordes son paralelos.     STRIPPING PARA REDUCIR TRIÁNGULOS NEGROS ¿Cómo se realiza? El stripping se puede realizar tanto en la arcada superior como en la arcada inferior. Para llevar a cabo el procedimiento, el ortodoncista tiene la posibilidad de recurrir a diferentes métodos. Esta elección dependerá de sus propias preferencias y de la reducción del esmalte que sea necesaria. Los instrumentos que tiene a su disposición son los siguientes: Tiras de pulir: es un método manual y especialmente sencillo. Es el que permite reducir menor cantidad de esmalte, por lo que en ocasiones es necesario combinarlo con otra técnica que permita generar más espacio. Fresas de pulido: es un procedimiento mecánico que permite ganar más espacio. Sin embargo, precisamente debido a este hecho, es especialmente importante la cualificación del profesional para no eliminar excesivo material dentario.   LIMAS Y FRESA UTILIZADAS PARA HACER STRIPPING   Una vez se ha realizado, la reducción interproximal será visible ya que se podrán observar unos pequeños espacios entre los dientes. Sin embargo, son prácticamente imperceptibles por los demás y tienen una duración limitada. A medida que avance el tratamiento los espacios serán cada vez más pequeños hasta que se cierren completamente una vez se ha producido el alineamiento total de los dientes. Eso sí, mientras esos pequeños huecos permanezcan en la boca del paciente es muy importante ser especialmente cuidadoso con la higiene, para evitar que los restos de comida se queden entre diente y diente. No tengas miedo Algunos pacientes sienten miedo al oír hablar del stripping por primera vez. Sin embargo, es un procedimiento habitual y mínimamente invasivo, ya que elimina una parte del esmalte prácticamente imperceptible. ¿El stripping duele? Cuando explicamos a nuestros pacientes la necesidad de realizar este tratamiento, muchos de ellos se asustan ante la posibilidad de que les “limemos” los dientes. Sin embargo, para su tranquilidad les aclaramos de que es una técnica de ganancia de espacio especialmente conservadora y que no duele. Sí es cierto que la persona que se somete a este procedimiento puede notar una sensación incómoda, ya que siente que le están “limando” los dientes. Sin embargo, no siente dolor debido a que el esmalte no posee terminaciones nerviosas y supone la capa más externa del diente. La prueba de que no se siente dolor es que no se utiliza anestesia.   ¿Es un procedimiento agresivo para el diente? Dicho todo lo anterior, podemos afirmar que, si se realiza de la manera adecuada, la reducción interproximal es un procedimiento inocuo para el diente. Aunque conlleve eliminar parte del esmalte dental, ésta supone solamente una minúscula porción del espesor del esmalte. Te interesará »  Ortodoncia invisible sí, pero… ¿Invisalign u ortodoncia lingual? Ante cualquier tratamiento dental debes elegir un profesional que sea de tu absoluta confianza. Como damos por hecho que esto es así, nuestra recomendación -en el caso de que te resulte desagradable el stripping- es que confíes en su criterio, te relajes y cierres los ojos.     TIRA DE PULIR PARA REDUCIR EL ESMALTE ¿Existen otros procedimientos para ganar espacio? Además del stripping, existen otras técnicas de ganancia de espacio que los ortodoncistas podemos utilizar. Estas son las siguientes: Expansión de la arcada Esta técnica consiste en aumentar la longitud de la arcada mediante la colocación de aparatos fijos o removibles Protrusión de incisivos La ganancia de espacio se consigue llevando los incisivos hacia delante mediante la utilización de aparatos fijos o removibles Extracción de piezas dentales Mientras que el stripping es una técnica adecuada cuando se pretende reducir una pequeña parte del espesor del esmalte, las extracciones permiten ganar entre 8 y 10 mm. ¿Es mejor el stripping que otras técnicas de ganancia de espacio? Una vez explicado qué es el stripping y para qué se utiliza en ortodoncia, es necesario tener en cuenta que aunque la técnica se caracterice por ser sencilla y práctica, no es ni menos drástica ni más adecuada que cualquier otro procedimiento para ganar espacio. Por ejemplo, ocurre con frecuencia que los pacientes se sienten intimidados cuando se les plantea realizar extracciones y se sienten aliviados cuando hay que practicar stripping. Dicho esto, en ortodoncia lo más importante es

Ortodoncia

¿Cuánto tiempo dura un tratamiento de ortodoncia? ¿Existe una duración mínima o máxima?

Hace algunos años, no eran pocos los pacientes que llevaban ortodoncia durante cuatro o cinco años. Esto, que podía ser normal en su momento, ya no debería ocurrir. Por un lado, los tratamientos ortodóncicos han avanzado mucho en lo que a materiales y tecnología se refiere, por lo que ha disminuido su duración. Por otro lado, los odontólogos somos actualmente más conscientes de que llevar brackets durante tanto tiempo puede acarrear la aparición de caries y problemas periodontales (gingivitis y periodontitis). Esto se debe a que los aparatos basados en brackets dificultan la higiene. Una limpieza deficiente facilita el desarrollo de caries y de enfermedades de las encías, que comienzan manifestándose con sangrado e inflamación. Dicho esto, a continuación, vamos a salir de dudas acerca de cuánto tiempo debería durar un tratamiento de ortodoncia. Asimismo, vamos a explicar de qué depende dicha duración y si hay un tiempo mínimo o máximo durante el que llevar ortodoncia.   ¿Cuánto tiempo dura un tratamiento de ortodoncia? La duración de un tratamiento de ortodoncia depende del caso de cada paciente. Sin embargo, podemos decir que, generalmente, duran una media de 18 meses. Esto quiere decir que mientras que hay tratamientos sencillos que duran 12 meses, hay otros casos más complejos que requieren 24 meses. Además de esto, hay algunos casos que se alargan hasta los 36 meses. Sin embargo, esta duración no es la normal y solamente se da cuando existen maloclusiones especialmente complejas.     CEPILLARSE LOS DIENTES CON ORTODONCIA La duración de los tratamientos depende de varios factores, como la planificación adecuada del caso, el grado de maloclusión, la técnica utilizada o la colaboración del paciente. ¿De qué depende la duración de los tratamientos? Dicho todo lo anterior, a continuación, vamos a detallar de qué depende el hecho de que un tratamiento de ortodoncia dure más o menos que otro. Como avance, te diremos que el factor más importante es el tipo o grado de maloclusión que tenga la persona. Por ejemplo, el apiñamiento de los dientes siempre se corrige más rápido que un problema de mordida u oclusión. De esta manera, los factores que determinan la duración de los tratamientos ortodóncicos son los siguientes: Planificación adecuada La fase previa a la colocación del aparato es fundamental, ya que determina, en gran parte, el éxito o el fracaso de los resultados. Una buena planificación viene determinada por el propio ortodoncista (su experiencia, cualificación…) y, también, por el estudio del caso que lleve a cabo dicho profesional. Este estudio incluye todas las pruebas previas que se le realizan al paciente (radiografías, fotografías y modelos).   MODELOS PARA ESTUDIO DE ORTODONCIA   Algunos de los pacientes que acuden a nuestra clínica dental para volver a llevar un tratamiento de ortodoncia, nos dicen que sus ortodoncistas anteriores no les realizaron las pruebas previas a las que hemos hecho referencia. Esto es un error muy grave ya que sin dichas pruebas no existen registros de la situación previa a la colocación del aparato, ni mediciones de la estructura facial para determinar con exactitud las anomalías en los dientes o huesos, etc. Por tanto, el ortodoncista trabajará “a ciegas”, con escasa precisión y nunca podrá comparar la evolución del tratamiento. Es decir, no tendrá el “antes” ni el “después”. Tipo o grado de maloclusión Tal y como ya hemos adelantado, el tipo o grado de maloclusión es el mayor condicionante de la duración del tratamiento. El primer factor mencionado, el de la planificación, también es fundamental. Sin embargo, presuponemos que en la mayoría de clínicas dentales este estudio se lleva a cabo correctamente. En este punto vamos a recordar que la ortodoncia puede hacer correcciones tanto en el alineamiento como en la mordida de los dientes. Por tanto, si solamente necesitamos corregir unos dientes apiñados, lo normal será que el procedimiento dure 12 meses. En cambio, si el paciente presenta mordida abierta, mordida cruzada o sobremordida, lo habitual será que el tratamiento dure entre 18 y 24 meses. Este aspecto se ve bastante claro en los pacientes que han llevado ortodoncia en el pasado, siendo adolescentes, por ejemplo. El grado de maloclusión que presentan cuando se van a volver a tratar suele ser menor. Esto puede suceder porque en el pasado se corrigieron la oclusión y el alineamiento. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la corrección de la primera es más estable. Sin embargo, si no se utilizan los retenedores correctamente, los dientes vuelven a descolocarse con el paso del tiempo. Edad de la persona La edad del paciente influye dependiendo de si éste es un niño o un adulto. Es decir, a edades tempranas, entre los seis y los doce años, es posible realizar en unos meses correcciones que en la etapa adulta requerirían mucho más tiempo. O que, incluso, solamente se podrían llevar a cabo mediante cirugía ortognática. Esto sucede porque en las edades mencionadas el niño se encuentra aún en fase de crecimiento. Por tanto, los huesos de su cara (maxilar superior y mandíbula) son muy moldeables y su desarrollo se puede corregir mediante ortodoncia interceptiva. Técnica de ortodoncia utilizada Existen diferentes métodos de ortodoncia. Los más utilizados son los siguientes: Brackets metálicos tradicionales Brackets de cristal de zafiro Brackets linguales Incognito Alineadores Invisalign Mientras que los tres primeros están basados en brackets, Invisalign consiste en unas férulas transparentes y removibles que se cambian cada dos semanas. La fuerza que ejercen estos alineadores es menor que la que desempeñan los brackets, sean del tipo que sean. Este hecho hace que las personas que tengan una maloclusión compleja estén más tiempo con Invisalign del que estarían con los brackets de metal, los de cristal de zafiro o los Incognito (fabricados con una aleación de oro). Cuando sabemos que esto va a suceder, advertimos al paciente de que su tratamiento se puede alargar. Hay personas que prefieren llevar Invisalign sabiendo que van a estar más tiempo que con los brackets. Sin embargo, esto es una decisión personal y, si al finalizar el tratamiento vamos a conseguir los mismos resultados, dejamos la elección en manos del paciente. Colaboración del paciente Por último, la cooperación de la persona es fundamental a lo largo de todo el tratamiento. Por colaboración entendemos, por ejemplo, lo siguiente: Higiene Es muy importante cepillarse los dientes después de cada comida para evitar que aparezcan problemas bucodentales que entorpezcan el tratamiento, como la

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Cirugía ortognática: el tratamiento paso a paso

En uno de nuestros últimos artículos abordábamos los principales conceptos del tratamiento combinado de ortodoncia y cirugía ortognática: qué es, en qué consiste y en qué tipos de casos se practica. Por eso, una vez que tenemos claros los aspectos mencionados, vamos a ver en qué se basa, paso a paso, la cirugía ortognática. Los cuatro pasos que llevamos a cabo para someter a un paciente a este tipo de tratamiento son: planificación, intervención quirúrgica, postoperatorio y, por último, seguimiento y ortodoncia.   1. Planificación Aunque todas las etapas del proceso son importantes, la planificación y el protocolo en la preparación del paciente para el día de la cirugía pueden suponer la diferencia entre un caso de éxito y otro que no lo es. El profesional encargado de programar esta fase y, por tanto, el responsable de que el paciente llegue en óptimas condiciones a dicha intervención es el ortodoncista. Esto se debe a que la planificación para la cirugía maxilofacial comienza con un tratamiento de ortodoncia de un año de duración. Dicho tratamiento ortodóncico tiene como objetivo llevar los dientes a una posición adecuada respecto a sus bases óseas. En este punto, conviene recordar las diferencias entre la ortodoncia y la cirugía ortognática. Mientras que la primera actúa sobre los dientes y tiene como objetivo corregir el apiñamiento y alinearlos, la segunda actúa sobre los huesos. Por tanto, dicha operación maxilofacial tiene como objetivo mejorar la oclusión (mordida) de la boca y la armonía de un rostro con proporciones inadecuadas debido al crecimiento anormal de alguno de sus huesos. Debido a que dichos huesos (maxilar superior y mandíbula) se han desarrollado de manera irregular, los dientes se han ido adaptando a ellos, por lo que no están bien alineados. Por eso, cuando se realice la cirugía ortognática y el hueso se establezca en la posición y el tamaño correctos, los dientes no encajarán. Igualmente, es imprescindible recalcar que una intervención de este tipo supone cambios importantes en la estructura ósea del rostro. Dado que dichos cambios se ven reflejados en el aspecto final de la cara del paciente, es fundamental que el ortodoncista lleve a cabo un estudio facial minucioso. De esta manera, se podrá conseguir que la persona que se somete a la cirugía bucal consiga una mejora funcional, de salud y estética. Para realizar dicho análisis, el odontólogo se basará en un estudio radiológico así como en las fotografías y modelos de los dientes del paciente. Una vez haya obtenido el mencionado material, se encargará de hacer las mediciones y cálculos oportunos, que presentará al cirujano maxilofacial el día de la cirugía. La cirugía tiene una duración de cuatro horas y se realiza mediante incisiones intraorales. De esta manera, no se dejan cicatrices visibles. 2. Intervención quirúrgica Al tratarse de un tratamiento combinado en el que están implicados dos profesionales -el ortodoncista y el cirujano maxilofacial-, es fundamental una buena comunicación y coordinación entre ambos. El día de la cirugía, el odontólogo deberá estar presente y el médico interpretará las medidas presentadas por el ortodoncista. De esta manera, podrá aplicarlas a los huesos y realizar así la intervención. La operación tendrá una duración de cuatro horas aproximadamente y se realizará bajo anestesia general. En ella, lo que hará el cirujano será actuar sobre el maxilar o la mandíbula, realizando cortes y movimientos en los huesos. Todo ello lo hará mediante incisiones intraorales para no dejar ninguna cicatriz visible. Una vez que ha colocado dichos huesos maxilares en una posición y un tamaño armónicos, los fijará en el nuevo lugar mediante miniplacas y tornillos de titanio.     MINIPLACAS Y TORNILLOS DE TITANIO Piensa a largo plazo Aunque los primeros días tras la intervención sean duros, te recomendamos que no desestimes el tratamiento por este motivo. Una vez pasado este periodo, los pacientes aseguran que merece la pena debido a la notable mejora que experimentan durante el resto de su vida. 3. Postoperatorio La recuperación del paciente desde que termina la cirugía bucal hasta que puede llevar una vida relativamente normal dura aproximadamente un mes. Y, más concretamente, la baja laboral se extiende por un periodo de dos a tres semanas, aunque depende del tipo de trabajo desempeñado por cada paciente. Si la persona ejerce una ocupación muy activa, que conlleva cierto riesgo o que requiere hablar mucho, necesitará un tiempo de recuperación mayor. Es decir, un deportista, un policía o una persona que trabaje hablando de cara al público tendrá una baja mayor que alguien que está en una oficina y no necesite hablar obligatoriamente. Dentro de esta etapa postoperatoria, las dos primeras semanas son las más complicadas. Eso sí, a los profesionales nos resulta relativamente sorprendente el hecho de que los pacientes aseguren que no sienten dolor. Sin embargo, sí presentan hinchazón facial y encuentran algunos inconvenientes en su rutina diaria: Apenas pueden comer: solamente ingieren alimentos fríos mediante pajitas y jeringas Necesitan llevar puestos unos elásticos durante todo el día Tienen dificultades al respirar, por lo que no se pueden tumbar completamente No hablan con normalidad Transcurridas las dos primeras semanas comienza a notarse la progresión. Es decir, los pacientes pueden empezar a ingerir dieta blanda y solamente necesitan usar los elásticos unas horas al día. Por tanto, su rutina se vuelve más cómoda. Aunque leyendo estas líneas el proceso de recuperación pueda parecer lento y excesivamente incómodo, lo cierto es que las molestias se manifiestan durante un periodo corto de tiempo. Es decir, los primeros días son duros para el paciente. Sin embargo, una vez pasado este periodo, las personas a las que hemos tratado aseguran que la intervención maxilofacial merece la pena si se tiene en cuenta la notable mejora que experimentan durante el resto de su vida.   4. Seguimiento y ortodoncia El siguiente paso una vez realizada la cirugía y superado el postoperatorio consiste en la continuación del tratamiento de ortodoncia durante dos años más. En este punto, lo más importante es conseguir la estabilidad de la oclusión y evitar la recidiva. Es decir, que la boca no vuelva al estado que tenía antes de comenzar la primera fase de ortodoncia. A rasgos generales se puede afirmar que la recuperación de los pacientes con clase III o prognatismo suele ser más rápida que la de las personas con clase II o retrognatia. Asimismo, la recuperación en mujeres se caracteriza por ser más lenta que en hombres.     Sin

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Tengo sobremordida: ¿qué problemas genera y cómo puedo corregirla?

Dentro de los problemas de maloclusión dental por los que cada día tratamos a nuestros pacientes, la sobremordida es uno de los más comunes. Aunque depende de su grado, la sobremordida no es una de las maloclusiones más visibles, ya que no tiene por qué percibirse al sonreír debido a que no siempre mostramos los dientes inferiores cuando lo hacemos. Y es que se considera que una persona tiene sobremordida cuando sus dientes superiores están más adelantados que los inferiores e, incluso, llegan a cubrirlos -ya sea total o parcialmente-. Por tanto, depende cómo afecte esta posición incorrecta al aspecto estético y funcional del paciente se debe determinar si la sobremordida se soluciona con un tratamiento de ortodoncia o con una combinación de ortodoncia y cirugía ortognática. ¿Qué es la sobremordida? Como acabamos de avanzar, la sobremordida se caracteriza porque los dientes superiores llegan a cubrir verticalmente los dientes inferiores. Ésta suele ser consecuencia de una maloclusión de clase II, en la que el maxilar se encuentra adelantado respecto a la mandíbula. Dado que puede estar presente en diferentes grados, en algunas ocasiones la sobremordida es muy leve y apenas se aprecia. Sin embargo, hay casos de sobremordida profunda en los que, al morder, los dientes superiores tapan totalmente los inferiores. De hecho, se considera sobremordida profunda cuando los incisivos superiores cubren un tercio de los inferiores. SOBREMORDIDA PROFUNDA ¿Qué problemas genera? Ya que existen diferentes grados de sobremordida, cuanto mayor sea éste más importantes serán los problemas que provoque o que lleve aparejados: Apiñamiento en incisivos y/o caninos (colmillos) superiores Mayor probabilidad de caries debido al apiñamiento, que dificulta la higiene bucodental Mayor probabilidad de padecer una enfermedad periodontal debido a la dificultad para mantener la higiene Tensión excesiva en la mandíbula, lo que se traduce en bruxismo y desgastes en los dientes ¿Cómo puedo evitar la sobremordida? Antes de comenzar a detallar en qué consisten los tratamientos para solucionar la sobremordida, es importante destacar que, en muchas ocasiones, la sobremordida no se puede evitar. Esto se debe a que en, en este caso, la herencia genética juega un papel fundamental. De hecho, la mayoría de personas con este tipo de maloclusión tienen antecedentes familiares de sobremordida. Dicho esto, también es verdad que hay hábitos que tienen lugar en la infancia y que pueden contribuir a que los niños desarrollen sobremordida. Estos son la succión del dedo pulgar o el uso del chupete durante un tiempo prolongado. NIÑO SUCCIONANDO EL PULGAR ¿Cómo se puede corregir? En función de la edad del paciente y del grado de sobremordida podemos aplicar diferentes soluciones: Ortodoncia interceptiva (niños): Llamamos ortodoncia interceptiva a aquellos aparatos que colocamos en niños con edades comprendidas entre los 6 y los 11 años aproximadamente y que sirven para guiar el desarrollo de sus huesos maxilares cuando aún están en fase de crecimiento. Dadas las edades tempranas con las que se coloca la ortodoncia interceptiva, con estos aparatos nos centramos únicamente en los huesos. Es decir, no realizamos ninguna corrección en la posición de los dientes. Esto se debe a que entre los 6 y los 11 años por lo general no han erupcionado aún todos los dientes definitivos. Una vez que este proceso ha concluido se podrá comenzar un tratamiento de ortodoncia para corregir la posición dentaria. Ortodoncia (adolescentes y adultos): La diferencia fundamental entre la ortodoncia interceptiva y la que llevamos a cabo en adolescentes y adultos es que con esta última solamente podemos corregir la posición de los dientes. Es decir, ya no podemos realizar modificaciones en los huesos. Los tratamientos de ortodoncia que se pueden llevar a cabo para solucionar la sobremordida son mediante brackets (metálicos, de zafiro o linguales Incognito) o a través de los alineadores Invisalign. Como hemos mencionado anteriormente, cuando existe sobremordida es muy frecuente que también haya apiñamiento. Debido a las diferentes opciones de tratamiento ortodóncico y a que cada problemática debe estudiarse de manera personalizada, el ortodoncista es el profesional adecuado para determinar cuál es la alternativa más indicada.   INVISALIGN: ORTODONCIA SIN BRACKETS Cirugía ortognática (adultos): Aunque lo más frecuente es que la sobremordida pueda ser corregida únicamente mediante ortodoncia, existen casos en los que la causa de esta maloclusión es esquelética. Esto significa que dicha causa se debe a la posición de los huesos maxilares, es decir, a que el problema de mordida no se ha tratado adecuadamente durante la infancia. En los casos en los que la ortodoncia con brackets o con Invisalign no sea suficiente para corregir la mordida, se deberá recurrir a un tratamiento que combine la ortodoncia (normalmente con brackets) y la cirugía ortognática. La cirugía ortognática es una especialidad dentro de la Medicina que tiene como objetivo realizar correcciones en los huesos maxilares de pacientes adultos. Es decir, permite realizar cortes en los huesos para modificar su tamaño o posición. De esta manera, podemos adelantar la mandíbula o retrasar el maxilar superior. En cualquier caso, nuestra recomendación es la de acudir al ortodoncista en cuanto se aprecien los primeros síntomas de sobremordida. De hecho, nunca es demasiado pronto para acudir al ortodoncista, aunque no se haya advertido ningún síntoma. En caso de no advertir ninguna señal, mi consejo personal es llevar a los niños al ortodoncista a los seis años de edad. Si el desarrollo de los huesos es el adecuado, se podrá pautar una revisión un tiempo después para valorar si sigue siéndolo. Y, si se aprecian anomalías en el crecimiento, siempre será más sencillo solucionar cualquier problema de mordida en niños que en adultos, cuando sus maxilares están en fase de crecimiento. Como acabamos de ver, también es posible solucionar la sobremordida en adultos, pero la duración y la complejidad del tratamiento serán siempre mayores.

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