Clínica Sancal

septiembre 2016

Prevención

Enfermedad de las encías o enfermedad periodontal: Causas, síntomas y tratamientos

Si su dentista le ha dicho que tiene una enfermedad de las encías o periodontal, usted no está solo. Muchos adultos padecen de una u otra forma de esta enfermedad. Las enfermedades periodontales pueden variar desde una simple inflamación de las encías hasta una enfermedad grave que puede dañar los tejidos blandos y los huesos que sostienen los dientes. En los casos más graves, los dientes se caen. Si la enfermedad de las encías deja de avanzar, progresa lentamente o empeora dependerá mucho de cómo usted se cuide los dientes y encías diariamente desde que recibe el diagnóstico. ¿Cuál es la causa de la enfermedad de las encías? La boca está llena de bacterias. Estas bacterias, junto con las mucosidades y otras partículas, están constantemente formando una “placa” pegajosa e incolora que se deposita sobre los dientes. El cepillado y el uso de la seda dental ayudan a eliminar esta placa. Cuando la placa no se elimina, se endurece y forma unos depósitos llamados “sarro” o “tártaro”, que el simple cepillado no puede remover. Solamente una limpieza profesional hecha por un dentista puede eliminar el sarro. Gingivitis Mientras más tiempo permanezcan la placa y el sarro sobre los dientes, más daño pueden hacer. Las bacterias causan una inflamación de las encías que se llama “gingivitis”. Si una persona tiene gingivitis, las encías se enrojecen, se inflaman y sangran fácilmente. La gingivitis es una forma leve de enfermedad de las encías que, por lo general, puede curarse con el cepillado y el uso de la seda dental a diario, además de una limpieza periódica por un dentista o higienista dental. Esta forma de enfermedad periodontal no ocasiona pérdida del hueso ni del tejido que sostiene los dientes. Periodontitis (o piorrea) Cuando la gingivitis no se trata debidamente, puede convertirse en “periodontitis”. Esto quiere decir “inflamación alrededor del diente”. En la periodontitis, las encías se alejan de los dientes y forman espacios o bolsas que se infectan (también conocidos como “postemillas”). El sistema inmunitario del cuerpo lucha contra las bacterias a medida que la placa se extiende y crece por debajo de la línea de las encías. Las toxinas de las bacterias y la respuesta natural del cuerpo contra la infección empiezan a destruir el hueso y el tejido conjuntivo que mantienen a los dientes en su lugar. Cuando la periodontitis no se trata debidamente, los huesos, las encías y los tejidos que sostienen los dientes se destruyen. Con el tiempo, los dientes pueden aflojarse y hay que sacarlos. Si la enfermedad de las encías no se trata a tiempo, los dientes pueden aflojarse y caerse.   Factores de riesgo El hábito de fumar. ¿Quiere otra razón para dejar de fumar? Fumar es uno de los factores de riesgo más significativos relacionados con el desarrollo de la enfermedad de las encías. Además, el hábito de fumar puede disminuir el efecto de algunos tratamientos. Cambios hormonales en las niñas y mujeres. Estos cambios pueden hacer que las encías se hagan más sensibles facilitando así el desarrollo de la gingivitis. Diabetes. Las personas con diabetes tienen un mayor riesgo de desarrollar infecciones, entre ellas, la enfermedad de las encías. Otras enfermedades. Enfermedades, como el cáncer o el SIDA y sus respectivos tratamientos, también pueden perjudicar la salud de las encías. Medicamentos. Hay cientos de medicamentos tanto de receta médica como los que se pueden comprar sin receta, que pueden reducir el flujo de la saliva. La saliva sirve para proteger la boca, y si no se tiene suficiente, la boca queda susceptible a infecciones como la enfermedad de las encías. Hay algunos medicamentos que pueden hacer que el tejido de las encías crezca más de lo normal. Esto dificulta mantener las encías limpias. Genética. Algunas personas son más propensas que otras a tener un caso grave de la enfermedad de las encías. ¿A quién le da la enfermedad de las encías? Generalmente, las personas no muestran señales de enfermedad de las encías hasta que tienen entre 30 y 50 años. Los hombres tienen mayor probabilidad que las mujeres de tener enfermedad de las encías. Aunque es raro que los adolescentes desarrollen periodontitis, pueden desarrollar gingivitis, la forma más leve de la enfermedad de las encías. Por lo general, la enfermedad de las encías se desarrolla cuando se deja que la placa se acumule a lo largo y por debajo de las encías. ¿Cómo sé si tengo enfermedad de las encías? Los síntomas de la enfermedad de las encías incluyen: Mal aliento constante Encías rojas o inflamadas Encías muy sensibles o que sangran Dolor al masticar Dientes flojos Dientes sensibles Encías retraídas o dientes que se ven más largos de lo normal. Cualquiera de estos síntomas puede ser una señal de un problema grave que debe ser examinado por tu dentisa, la Dra. Sánchez. Cuando vaya al dentista, el dentista deberá: Uso de la sonda para medir la bolsa periodontal Hacerle preguntas sobre su historia médica para determinar si hay otros problemas o factores de riesgo, tales como el hábito de fumar, que quizás influyan en la enfermedad de las encías. Examinarle las encías para ver si hay alguna señal de inflamación. Usar una “sonda”, que es una especie de regla muy pequeña, para determinar si hay bolsas periodontales y medirlas. En una boca sana, la profundidad de estas bolsas es de entre 1 y 3 milímetros. Normalmente esta prueba no causa dolor. El dentista también puede: Hacerle una radiografía para saber si hay pérdida o desgaste de hueso. Recomendarle un tratamiento periodontal, la Dra. Sánchez, es especialista en el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades de las encías y le puede dar opciones de tratamiento. ¿Cómo se trata la enfermedad de las encías? El objetivo principal del tratamiento es controlar la infección. La cantidad y los tipos de tratamientos pueden variar dependiendo de hasta dónde se ha extendido la enfermedad de las encías. Cualquier tipo de tratamiento requiere que el paciente continúe con un buen cuidado diario de los dientes en su casa.

Cultura y curiosidades

Riesgos de los piercings bucales

El uso del piercing oral (lengua, labios, frenillo e incluso mejillas) puede tener importantes consecuencias para la salud bucodental, más allá del dolor, el posible rechazo y el alto riesgo de infección que implica su colocación, dada la elevada presencia de bacterias y la humedad propia del interior de la boca, que dificulta la cicatrización de los tejidos. Además, en su colocación también es importante el riesgo de causar lesiones importantes si al hacer el agujero se comprometen determinados vasos sanguíneos o nervios. Pero lo más importante es que, una vez puesto, el piercing oral puede provocar problemas de diversa índole: maloclusiones dentales, traumatismos en los dientes adyacentes, infecciones, retracción de las encías y pérdida de dientes. Ningún odontólogo recomendará la colocación de un piercing en la cavidad oral. Todo lo contrario. Pero, si pese a los riesgos se decide hacerlo, es muy importante visitar desde el primer momento y de forma regular la consulta del dentista para que éste realice un seguimiento de la pieza y de sus efectos en la salud bucodental. Localizaciones más frecuentes del piercing oral Los lugares de la cavidad oral en los que se suelen colocar los piercings son las siguientes: Lengua: suele hacerse en la parte central y se utilizan los denominados barbell (una barra limitada en cada extremo por una esfera), aunque también hay quien se coloca aros en las partes laterales y anteriores de la lengua. Labios: se utilizan habitualmente aros y labrettes (una barra con una esfera en la parte exterior y un disco plano que hace de cierre en la interior. Se colocan en cualquier parte del perímetro labial, aunque lo habitual es que se haga en la parte central del labio inferior. Otras: mejillas (aunque el piercing es externo, la perforación alcanza la mucosa yugal), frenillo lingual y la úvula (campanilla). Complicaciones del piercing oral Al hablar de complicaciones hay que comenzar por el mismo momento de la colocación del piercing. Las más habitaules son el dolor y la inflamación. Ésta última, que puedo afectar a los ganglios situados bajo el mentón y la mandíbula inferior, se inicia a las pocas horas de haberse colocado y se puede prolongar hasta 3 y 5 semanas. En el caso de la lengua, muy vascularizada y enervada, también puede producirse alguna hemorragia al hacer la perforación o la alteración del sentido del gusto y de alguna función motora si se afecta a algún nervio. La infección local del área en la que se coloca el piercing ocurre en aproximadamente un 15% de los casos y existe el riesgo de sufrir una bacteriemia, por lo que deberá acudirse al médico en caso de presentar fiebre, enrojecimiento acusado en torno a la perforación, temblores y escalofríos. La alergia, es otra de las posibles complicaciones, en función de la aleación con que se ha confeccionado el piercing. El níquel es el metal con que hay que tener especial cuidado. Finalmente, a medio y largo plazo, el impacto de un piercing en cualquier parte de la cavidad oral puede tener importantes consecuencias para la salud bucodental: Resección gingival: es una de las consecuencias más importantes de los piercings orales(especialmente de los colocados en los labios) en la estética y la salud bucodental. Se retraen las encías, dejando más superficie dental al descubierto, lo que favorece la pérdida de inserción del diente, lo que puede causar su movilidad y posterior pérdida. El riesgo de sufrir esta complicación es aún mayor si el portador del piercing es fumador. Traumatismos dentales: son las lesiones más frecuentes y pueden ir desde un simple desgaste por rozamiento del metal en el diente, hasta el astillamiento o fractura de alguna pieza dental. Enfermedad periodontal: el contacto continuo del metal del piercing oral puede causar al acúmulo de placa bacteriano, y por tanto la formación de sarro, en los dientes inferiores anteriores, lo que favorece la aparición de gingivitis y, como consecuencia de periodontitis. Halitosis: puede causarla la acumulación de placa bacteriana. Maloclusiones dentales: la introducción permanente de un cuerpo extraño en la cavidad oral, altera el equilibrio de fuerzas de la lengua y, consecuencia, la posición de los dientes, modificando la mordida. Alteraciones del habla: el piercing en la lengua altera la pronunciación de las palabras que contengan las letras R, S, T y L. Alteraciones del gusto. Ingestión del piercing oral. En el caso de llevar piercings bucales es muy importante realizar un seguimiento constante para evitar todos estos inconvenientes. Aun así, la mayoría de profesionales recomiendan no llevar estas piezas metálicas que pueden comprometer nuestra salud bucodental.

Cultura y curiosidades

Cambios hormonales femeninos y salud oral

Los cambios hormonales influyen en la salud oral, especialmente en las mujeres. Durante estos cambios incrementan algunas hormonas que provocan cambios en las encías. También liberan grandes cantidades de fluidos en la boca. Todo esto provoca que las encías estén más susceptibles a la acumulación de placa bacteriana. En las mujeres las enfermedades periodontales surgen con más facilidad durante los cambios hormonales. Se trata de enfermedades como la gingivitis, que consiste en la inflamación de las encías. También pueden surgir con más facilidad la xerostomía o síndrome de la boca seca, así como la aparición de irritaciones bucales. Cómo afectan los cambios hormonales femeninos a la salud oral Por todos es sabido que los cambios hormonales afectan en mayor o menor medida al humor de las mujeres, pero ¿sabías que también tienen un impacto en su salud oral? Las mujeres se vuelven más susceptibles de lo habitual a la enfermedad periodontal en distintas fases de su vida y algunos estudios muestran que los altibajos en las hormonas son parte de este problema. Hay cinco situaciones en la vida de una mujer en las que las fluctuaciones hormonales la hacen más susceptible a los problemas de salud oral: la pubertad, el ciclo menstrual, el embarazo, la menopausia y el uso de la píldora anticonceptiva. ¿Qué sucede en estas etapas? ¿Cómo puedo proteger mi salud oral en estas fases? Los dentistas de SanCal nos explican los cambios que se producen en cada situación y nos dan consejos para evitar posibles problemas. Pubertad: el aumento de la producción hormonal propio de la pubertad provoca un aumento del flujo sanguíneo hacia las encías que cambia la manera en cómo responden a la irritación. Como resultado, éstas se infectan más fácilmente y pueden sangrar durante el cepillado o la utilización del hilo dental. Menstruación: los cambios en las hormonas femeninas (especialmente el aumento de la progesterona) durante la menstruación provocan el enrojecimiento de las encías, la hinchazón de las glándulas salivales, el sangrado de las encías e incluso la aparición de úlceras. Embarazo: los niveles hormonales también fluctúan durante el embarazo. Como resultado, la futura madre aumenta el riesgo de sufrir gingivitis. Por este motivo es aconsejable seguir un cuidado especial, con limpiezas profesionales más frecuentes durante el segundo trimestre y el principio del tercero. Menopausia: en esta etapa de la vida las mujeres pueden sufrir tres problemas distintos: el primero es la xerostomía o síndrome de la boca seca, una disminución de la cantidad de saliva que aumenta el riesgo de caries dental y enfermedad periodontal. La pérdida de estrógenos también aumenta el riesgo de disminución de la densidad ósea, que puede comportar pérdida dental. Y por último la recesión de las encías, que también aumenta el riesgo de caries. Uso de la píldora anticonceptiva: algunas de estas píldoras contienen progesterona, una hormona que facilita la inflamación de las encías. Si estás tomando este tipo de píldoras, debes comunicárselo a tu dentista para facilitar el tratamiento. La Dra. Sánchez, periodoncista de la clínica dental SanCal recomiendan seguir los siguientes consejos para prevenir la enfermedad periodontal: Cepillarte los dientes al menos dos veces al día con una pasta que contenga flúor. Utilizar el hilo dental o sustitutivo una vez al día. Seguir una dienta equilibrada. Evitar alimentos azucarados. Además de estas etapas, hay hábitos que alteran hormonas y salud oral. Es muy importante acudir al odontólogo para evitar complicaciones en los tejidos que sujetan las piezas dentales. También es importante mantener una buena higiene bucodental en todo momento. Limpiar la boca sólo en ciertos periodos no es suficiente. Es necesario cepillarse un mínimo de dos veces al día y enjuagarse con un colutorio para eliminar la placa bacteriana y mantener la boca sana. Nuestro equipo dental te recibirá con los brazos abiertos para desarrollar un plan de tratamiento que te ayude a mantener los dientes y las encías sanas.        

Ortodoncia

¿Qué es un disyuntor de paladar?

La anatomía de la cara y, en consecuencia, su aspecto, depende en gran medida de la oclusión (la ‘mordida’) de cada persona, por lo que es importante mantener la mejor situación posible en nuestros dientes para garantizar una estética adecuada y asegurar que no se producen daños a nuestro sistema masticatorio. En muchas ocasiones, los profesionales expertos en Ortodoncia de la clínica dental SanCal encuentran que los pacientes presentan apiñamiento dentario que se resuelven con los clásicos ‘brackets’, con sistemas de ortodoncia lingual como Incógnito o Win, o con ortodoncia plástica, como Invisalign. Sin embargo, en otras ocasiones, y tras un exhaustivo análisis cefalométrico, radiográfico y de las fotografías y los modelos del paciente, los ortodoncistas encuentran que existen ‘discrepancias’ óseas, de forma que el maxilar superior es más grande que la mandíbula, o viceversa, que ambos son demasiado pequeños para el rostro del paciente, o que son demasiado grandes. Radiografías, modelos y fotografías completan un exhaustivo examen clínico para un diagnóstico acertado Una de las situaciones más frecuentes es encontrar que el maxilar superior es más ‘estrecho’ que el inferior, lo que se suele manifestar con una ‘mordida cruzada’, de forma que los dientes superiores de uno o ambos lados muerden ‘por dentro’ de los inferiores, en lugar de ‘por fuera’, como es lo habitual. Obsérve como en el lado izquierdo de la imagen los dientes superiores muerden ‘por dentro’ de los inferiores En estos casos de mordida cruzada, un ortodoncista experimentado valorará la necesidad de expandir o disyuntar el maxilar, a fin de compensar su estrechez, aprovechando el crecimiento del paciente, de modo que se trata de un tratamiento enfocado a pacientes infantiles, aún en crecimiento. Un disyuntor de McNamara, con acrílico, permitirá un excelente control vertical Un disyuntor, que puede emplearse a bandas, con acrílico… de distintos tipos, en función de las características del paciente, es un elemento protésico diseñado a medida que permitirá ‘separar’ la sutura palatina y aumentar la anchura maxilar, resolviendo de esta forma el problema esquelético en poco tiempo. Visión oclusal del disyuntor, a medida del paciente Un hecho a tener en cuenta es que, una vez iniciada la disyunción, el espacio entre los incisivos centrales superiores, las ‘paletas’, suele ensancharse, por este aumento del espacio, algo que no debe alarmar a los padres del paciente, puesto que resultará una ventaja para que los dientes permanentes acaben de colocarse en la boca, siendo preferible tener espacio suficiente para todos ellos. Las ‘paletas’ se han separado; obsérve que el aparato es casi inapreciable desde el exterior Una vez finalizada la disyunción y resuelta la mordida cruzada, dependiendo de las características del paciente, puede ser necesario colocar aparatología fija multibrackets, algo que quedará a criterio del ortodoncista que será quien, junto con los padres, valore las necesidades de oclusión y estética que tenga el paciente y las mejoras a conseguir en cada caso. El disyuntor es casi imperceptible externamente En cualquier caso, con la disyunción maxilar se habrá conseguido armonizar las bases óseas del paciente, evitando tener que recurrir a soluciones de cirugía maxilofacial en aquellos pacientes adultos en que no es posible realizar una disyunción, puesto que el crecimiento ya ha finalizado.

Cultura y curiosidades

Soluciones para los espacios interdentales

Los espacios interdentales son espacios entre dos o más dientes. Este tipo de espacios suele alterar el aspecto de la sonrisa y resulta poco estético. Si bien suelen ser hereditarios, los espacios interdentales pueden deberse a varios hábitos. Así, es probable que los espacios interdentales hayan surgido por empujar con la lengua o por realizar ciertos movimientos al masticar. También la pérdida de hueso dental puede generar los espacios interdentales. Las causas que hayan provocado los espacios interdentales influyen en su tratamiento. No obstante, es muy importante mantener estos espacios limpios y libres de infecciones. En este sentido es básica una buena rutina de higiene oral diaria. Así, se recomienda cepillar los dientes un mínimo de dos veces al día y durante dos o más minutos. Además para una limpieza más profunda se recomienda el uso de colutorio e hilo dental. La presencia de infecciones y enfermedades periodontales en los espacios interdentales puede complicar el tratamiento escogido. Antes de decantarse por un tratamiento u otro la Dra. Sánchez, estudiará las características del paciente. En la clínica dental SanCal te ofrecemos un servicio personalizado, para garantizar los mejores resultados con tu sonrisa. ¿Cómo solucionar los espacios interdentales? Para tapar estos antiestéticos espacios existen varias soluciones. El tratamiento escogido no sólo depende de las causas de los espacios interdentales. También depende del tamaño del espacio, su ubicación y demás factores. Todos los tratamientos se engloban en las conocidas “3 R”. Recolocar con ortodoncia. Es el método más usado para tapar los espacios interdentales. Aunque dependiendo de cada paciente puede ser un proceso lento, no conlleva la pérdida del esmalte y se logra la corrección estética deseada. Existen diferentes tipos de ortodoncia: desde los brackets metálicos tradicionales hasta la ortodoncia invisible Invisalign®. También destaca la ortodoncia de porcelana y la ortodoncia estética. En función del caso de cada paciente se optará por uno u otro tratamiento de ortodoncia, que se suelen alargar un mínimo de seis meses. Restaurar las piezas dentales. Los tratamientos más usados para la restauración son las carillas, las coronas y la adhesión dental. En algunos casos se llegan a combinar todos los tratamientos y los resultados obtenidos son rápidos y naturales. No obstante, a veces requieren modificar la forma de los dientes o el esmalte. Retirar con exodoncia. En este caso se realiza una extracción dental. Así, se requiere una cirugía y un proceso de recuperación que puede alargarse varios días. Posteriormente se procede a la colocación de un implante dental. La exodoncia suele ser el último recurso, ya que siempre prevalece mantener todas las piezas naturales. Corregir los espacios interdentales conlleva una sonrisa bonita, algo que puede cambiar toda tu imagen. No dudes en acudir a tu odontóloga de confianza, la Dra. Sánchez quien valorará qué tratamiento es el más adecuado para tu sonrisa.

Buenos hábitos, Sin categoría

Tipos de manchas dentales

Una sonrisa bonita nos hace sentir más seguros y contentos con nuestra imagen. Además también resulta atractiva para los demás. Pero una sonrisa bonita es sinónimo de una sonrisa sana. Así, las manchas dentales, además de ser antiestéticas, pueden ser una señal de que algo no va bien en nuestra higiene bucodental. Lo ideal es que nuestra sonrisa luzca blanca y radiante, pero esto no siempre es así. Las manchas dentales decoloran el aspecto de los dientes y resultan muy poco estéticas. A veces incluso llevando a cabo una buena limpieza oral a diario, las manchas dentales pueden aparecer en la superficie de nuestros dientes. Entonces, ¿Cuál es el origen de estas manchas? Existen muchos factores que provocan la aparición de las manchas en los dientes. Uno de los más importantes es la alimentación. Así, alimentos como los arándanos, el vino, el café y el té pueden generar estas manchas. También el tabaco o algunas enfermedades pueden influir al respecto. No obstante, las manchas persistentes suelen ser causa de una mala higiene bucodental por la acumulación de placa bacteriana. En este sentido un buen cepillado. o y el uso del hilo dental son la clave para evitar la aparición de las manchas dentales. Tipos de manchas dentales Las manchas dentales pueden ser de tres tipos: Superficiales. Suelen aparecer en los espacios entre dientes y sobre la superficie de dientes fisurados. Su aspecto es de un color marrón oscuro y su origen es generalmente el consumo de alimentos como el café o el tabaco. El blanqueamiento dental es un buen tratamiento para eliminar este tipo de manchas, aunque puede ser insuficiente al encontrarse en las pequeñas fisuras de los dientes. En estos casos se recurre a tratamientos más agresivos para recuperar el tono blanco en los dientes. Intrínsecas. Forman parte de la propia estructura dental. Son de un aspecto grisáceo e incluso blanquecino y se deben a varias causas: genética, enfermedades, medicamentos… son las manchas dentales más difíciles de eliminar. Depósitos blandos. Son manchas dentales en la capa externa del esmalte, causadas por la acumulación de placa bacteriana en la boca. Su origen suele ser una mala higiene bucodental y el tratamiento más usado es el pulido dental. Esta técnica es indolora y consiste en la aplicación de una pasta dental específica sobre la superficie dental. Para evitar las manchas dentales es muy importante moderar los alimentos y bebidas que las provocan, así como hábitos perjudiciales como el tabaquismo. También hay que vigilar las fisuras en los dientes. Aunque sean muy pequeñas, las manchas dentales pueden penetrar en ellas, de modo que serán casi imposibles de limpiar. En estos casos lo más recomendado es una limpieza dental profesional. En casa se pueden probar algunos productos específicos para eliminar las manchas y recuperar el tono blanco en los dientes, aunque suelen ser una solución temporal y a corto plazo. Lo mejor es acudir regularmente a la Dra. Sánchez, tu odontóloga de confianza, para mantener en buenas manos una sonrisa sana y con un tono blanco y radiante.

Prevención

Consejos de alimentación durante el embarazo

La alimentación juega un papel clave en la salud bucodental, por esta razón no es de extrañar el hincapié que le hacemos en este sector y es que una alimentación incorrecta puede ser causa directa de la aparición de enfermedades dentales tan comunes como la caries. A través de este artículo vamos a conocer una serie de consejos de alimentación durante el embarazo, siendo este un período donde se deben extremar los hábitos alimenticios y de higiene oral ya que la mujer estará más expuesta a padecer enfermedades orales. Útiles consejos de alimentación durante el embarazo Existe el falso mito de que un embarazo implica la pérdida de un diente, sin embargo si que es cierto que se trata de un período que conlleva una serie de cambios hormonales que afectan directamente a nuestra boca, especialmente a las encías. Es importante extremar nuestros hábitos de alimentación así como es imprescindible mantener una estricta higiene bucodental con el objetivo de evitar la aparición y desarrollo de enfermedades bucodentales, como por ejemplo la caries, la gingivitis o las aftas bucales. Durante el embarazo es común que se produzca un déficit de vitaminas (A,  B, C) así como también hay que hablar de un sensible descenso del nivel de minerales como el zinc o el hierro, por lo que a través de la alimentación tenemos una interesante alternativa para recuperar los niveles normales. Empezamos hablando de la importancia de los lácteos ricos en vitamina A o bien todo tipo de frutas ricas en vitamina C, como por ejemplo los cítricos o las fresas. A la hora de recuperar los niveles habituales de vitamina B tenemos a nuestra disposición diferentes alimentos como lácteos, huevos o carnes mientras que el zinc lo encontramos presente en carne, pescado y huevos. Finalmente, hay que hablar de alimentos ricos en hierro y, en este sentido, tenemos una amplia variedad a nuestro alcance (carne, frutos secos, legumbres…). La nutrición de la futura mamá es clave para tener un embarazo saludable. La gestación es una etapa con necesidades nutricionales especiales que la madre debe satisfacer a través de una dieta equilibrada. La mejor dieta en el embarazo es una dieta variada y completa, con alimentos que aporten nutrientes de calidad. La cantidad de comida, la forma de prepararla, los alimentos más convenientes y los que hay que evitar son algunas de las recomendaciones que daremos a través de diez consejos para una alimentación sana en el embarazo. 1) No es cuestión de cantidad, sino de calidad Estar embarazada no significa que haya que comer por dos. No hay que comer mucho más, sino comer mejor. La ingestión de calorías recomendada durante el embarazo se sitúa en torno a las 2.000 calorías diarias. El 70 por ciento de la dieta debe estar compuesta por cereales, pan y pasta, preferiblemente integrales. Al menos cinco raciones diarias de fruta y verdura. De dos a tres porciones diarias de proteínas y de dos a tres porciones de lácteos desnatados. En el primer trimestre no hay necesidad de calorías extra. Es recién a partir del segundo trimestre cuento las necesidades de calorías aumentan, pero muy poco, alrededor de 300 calorías más por día. Por tanto, esto no justifica excederse con los dulces y alimentos poco saludables. Tampoco es momento de restringir calorías. Con una dieta equilibrada el organismo recibirá la cantidad de energía que necesita para que el bebé se desarrolle adecuadamente. Lo importante es tomar alimentos ricos en nutrientes y vitaminas como ácido fólico, hierro, calcio y yodo, pero no en grasas. La dieta ha de ser variada a base de verduras, frutas, cereales, lácteos y legumbres, sin olvidar el aporte diario de proteínas de carne y pescado. El aumento de peso ideal en el embarazo se sitúa entre los 9 y los 12 kilos, un aumento que garantiza el adecuado crecimiento del bebé así como la salud de la madre, ya que un exceso de peso de la futura mamá puede acarrear complicaciones en el embarazo y en el parto. 2) Consumir varias raciones al día Es preferible consumir pequeñas raciones varias veces al día para favorecer la digestión y combatir la pesadez y la acidez de estómago típica del embarazo. En lugar de hacer ingestas copiosas, haz más comidas a lo largo del día y mastica bien los alimentos. Elige tentempiés sanos como frutas o lácteos para comer a lo largo del día entre el desayuno y la comida o entre la merienda y la cena extendiendo así de cuatro a seis las comidas diarias. 3) Nutrientes esenciales Es necesario que la embarazada ingiera algunos nutrientes imprescindibles para un correcto desarrollo del bebé. No puede faltar el calcio, para un adecuado desarrollo óseo, el hierro, para la formación de los glóbulos rojos, el ácido fólico para prevenir defectos congénitos, el yodo y el omega 3, para un mejor desarrollo cerebral y cognitivo. Todos estos nutrientes pueden conseguirse a través de una adecuada alimentación, pero la realidad demuestra que muchas veces la ingesta de estos nutrientes no es la suficiente, por tanto se recomiendan suplementos nutricionales para cubrir posibles carencias. 4) Mantenerse hidratada El consumo de agua es muy importante en el embarazo, así como de otros líquidos, para mantener la hidratación adecuada. Facilita la digestión, la eliminación de toxinas y ayuda a aliviar las principales molestias del embarazo como el dolor de cabeza, el estreñimiento y, al contrario de lo que puede pensarse, la retención de líquidos. También puedes beber zumos de fruta naturales. Se recomienda aumentar entre 0,5 y un litro la ingesta de líquidos en el embarazo. Está prohibido el consumo de alcohol en el embarazo, ni siquiera una gota, pues cada mujer es diferente y no se sabe la cantidad que puede llegar a afectar el desarrollo del bebé. 5) Alimentos seguros Pescado: es una fuente importante de omega 3 y omega 6, nutrientes imprescindibles en el embarazo, pero el pescado grande lo es también en mercurio. Por tanto, se recomienda limitar la ingesta de ciertos pescados como el atún

cirugía e implantes

Elevación seno maxilar

La elevación de seno maxilar es una de las técnicas quirúrgicas de implantología más versátiles para permitir la colocación de implantes dentales. Se utiliza cuando no hay suficiente altura ósea en el maxilar superior para colocar un implante dental. La elevación de seno maxilar es una cirugía en la que se coloca hueso en la zona posterior del maxilar superior a nivel de molares y premolares, lo que le permite realizar un tratamiento de implantología donde antes no se podía por falta de hueso. Se añade el hueso sintético mezclado con hueso autólogo entre el suelo del maxilar y la membrana de sinusal que se mueve hacia arriba con el fin de hacer espacio para el hueso que se regenerará y permitirá fijar los implantes de titanio. En Clínica dental SanCal, la elevación de seno maxilar es la técnica de elección para colocar implantes dentales en el maxilar superior cuando hay falta de hueso. La principal ventaja de realizar el injerto de hueso mediante elevación de seno en el maxilar es que permite a la implantóloga de SanCal colocar los implantes en la posición correcta, con un adecuado eje axial que facilita la colocación de la prótesis sobre implantes. La elevación de seno maxilar necesita una cirugía cuidadosa par intentar no rasgar la membrana sinusal. En caso de que esto sucediera existen técnicas para crear una pseudomembrana y poder colocar el injerto de hueso. Colocación de implantes en el mismo momento de la elevación de seno La colocación inmediata de implantes de titanio cuando hay falta de hueso en la zona posterior del maxilar superior, se puede hacer en el mismo momento de la elevación de seno maxilar. Para ello es imprescindible que exista una altura remanente de la cresta ósea capaz de otorgar una estabilidad primaria a los implantes colocados, normalmente 5 milímetros. La altura ósea del maxilar posterior atrófico puede verse comprometida por una neumatización aumentada de seno maxilar y por la reabsorción de la cresta alveolar acelerada por las extracciones dentales. La altura ósea del maxilar posterior atrófico puede verse comprometida por una neumatización aumentada de seno maxilar y por la reabsorción de la cresta alveolar acelerada por las extracciones dentales. Hay descritos diversos tipos de injertos y posibilidad de colocar implantes osteointegrados de manera simultánea o diferida con la elevación de seno maxilar, dependiendo de la altura ósea inicial. Se requiere una altura de hueso inicial de 10 milimetros para que la colocación de implantes dentales resulte exitosa y predecible. Los implantes colocados al mismo tiempo de la elevación de seno (cuando existe mínimo 5 milímetros de cresta ósea) tienen su estabilidad primaria da por el hueso que queda y la porción del implante que penetra en el seno maxilar es la que se recubre con el injerto de hueso. Cuando hay menos de 5 milímetros de hueso en la zona de la elevación sinusal es necesario hacer la técnica en dos tiempo realizando primero la elevación de seno y 6 meses después la colocación de los implantes dentales.

Estética dental

5 motivos por los que ponerte carillas dentales

Quién no ha soñado alguna vez con tener una sonrisa de película? Una de esas sonrisas en la que los dientes están perfectamente alineados, cuyo esmalte sea más blanco que la nieve, y que incluso cuando sonrías (y guiñes el ojo a la vez) salga un brillo con forma de estrella de tu colmillo. Por supuesto que todos queremos ser perfectos, y a ser posible sin tener que recurrir a Photoshop. Pero la realidad de las cosas es muy diferente. La realidad es que todos somos tremendamente imperfectos, y que aunque esas imperfecciones son las que realmente nos hacen únicos, nadie está conforme con ellas. Y, hablando de la boca y de los dientes, que es lo que nos toca, esas imperfecciones que tanto nos acomplejan pueden pasar por unos dientes desalineados, esmalte amarillento o incluso unas encías antiestéticas. Sin embargo, para la gran mayoría de esos desperfectos existe una única solución: las carillas. ¿Qué son las carillas? Las carillas de composite son un tratamiento de estética dental conservador que consiste en mejorar la estética de la sonrisa cambiando la forma y diseño del diente mediante capas composite que se aplican a la superficie externa del diente. Se trata de un tratamiento poco invasivo, que permite mantener los dientes propios y que aparte de conseguir un acabado perfecto tiene una gran durabilidad. Pero, ¿cuáles son los problemas estéticos más comunes que resuelven las carillas? Carillas como respuesta a 5 problemas Gracias a los avances en el mundo odontológico cada vez podemos recurrir a más soluciones que nos hagan conseguir la sonrisa de Hollywood más deseada. Pero gracias, concretamente, a las carillas, 5 de los más comunes problemas estéticos pueden ser resueltos de manera eficaz para tener la sonrisa perfecta más al alcance que nunca: 1. Dientes rotos: Aquellas personas que han sufrido una fractura en sus dientes, pueden recuperar la estética de su sonrisa gracias a las carillas. Escogiendo una carilla del mismo tono que el resto de sus dientes y con un mínimo recontorneado, se puede conseguir que la nueva funda estética no se distinga del resto de dientes del paciente. 2. Tinción del esmalte: Existen muchas razones por las que el esmalte de los dientes puede amarillear, o por las que pueden aparecer manchas en los dientes: Factores hereditarios: Nuestros genes determinan, en gran medida, cómo se van a desarrollar nuestros dientes y, de la misma manera, qué tonalidad adquieren. Hábitos alimenticios: El consumo de tabaco, vino tinto, té, etc. Pueden hacer que aparezcan manchas o que el esmalte de los dientes amarillee. Factores externos: el consumo de algunos medicamentos como la tetraciclina también pueden favorecer a la tinción de los dientes, que pueden aparecer grises o marrones, perjudicando a la estética de la sonrisa. Gracias a las carillas podemos conseguir el tono del esmalte que siempre quisimos (ya sea blanco estilo hollywoodiense o blanco natural) y dejar de acomplejarnos por el color de nuestros dientes. 3. Deseo de tener los dientes blancos de manera permanente: A pesar de que los tratamientos de blanqueamiento tienen una duración aproximada que puede a los 10 años de duración (dependiendo de los hábitos alimenticios y el consumo de tabaco), hay quien decide que prefiere invertir en unas carillas dentales que le permitirán tener los dientes blancos de manera permanente sin necesidad de trabajar sobre la superficie del mismo. 4. Malposiciones dentarias: A pesar de que para corregir la alineación de los dientes es recomendable realizarse un tratamiento de ortodoncia, en ocasiones y en determinadas circunstancias, las carillas pueden ser una solución mucho más rápida y completamente indolora.En este tipo de problemas dentales no siempre se puede recurrir a las carillas, pero en casos como para cubrir espacios interdentales, son una muy buena solución. 5. Formas y tamaños de dientes indeseados: Cuando la forma de nuestros dientes (demasiado cuadrados, por ejemplo) o su tamaño (generalmente, cuando son demasiado pequeños) nos pueden llegar a acomplejar, podemos optar por las carillas para colocar sobre ellos la funda dental que más se ajuste a la sonrisa de nuestros sueños.   Queda claro: las carillas pueden ser una gran solución para todos esos defectos estéticos que tanto nos acomplejan; sin embargo, será un especialista el que determine la idoneidad de este tratamiento como solución a ese problema. Pide cita con la doctora Sánchez, doctora especialista en estética dental, y descubre lo fácil que es conseguir ¡tu sonrisa de película!

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