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6 claves de la salud bucodental en los más pequeños

Los cuidados bucodentales de los más pequeños en la infancia marcarán su salud dental en el futuro. Pero son muchos los padres que tienen diversas dudas sobre la salud bucodental de sus pequeños: ¿Cómo cepillar sus dientes? ¿A qué edad hay que acudir al odontopediatra? Cuidar la sonrisa es algo que se puede empezar desde edades muy tempranas y que debemos mantener durante toda la vida. En este sentido, la infancia es una etapa clave para inculcar los diferentes valores de salud bucodental a los más pequeños. Un truco muy recurrente es explicar la acción de la placa y la importancia de cepillar los dientes como si fuera un juego. 1. ¿Cuándo hay que empezar a lavar sus dientes? Se recomienda mantener una higiene oral exhaustiva incluso antes de la erupción de los primeros dientes. En el caso de los bebés, se puede pasar una gasa húmeda por las encías después de cada comida. 2. ¿Puedo cepillar sus dientes? ¡Por supuesto! en la actualidad existen muchos tipos de cepillos diseñados para los más pequeños. A partir de los ocho años el niño podrá cepillarse por su cuenta, aunque depende de cada caso. Es muy importante supervisar que el pequeño mantiene una correcta técnica de cepillado. 3. ¿Cuándo incorporar el flúor? Existen muchas pastas y colutorios específicos para niños que contienen flúor. Este mineral es clave para prevenir complicaciones como la caries dental. 4. ¿Puede desarrollar alguna patología oral? Sí, de hecho la caries dental afecta con más frecuencia a los niños. Una buena prevención mediante una higiene dental óptima será clave para evitar su desarrollo. Por otro lado, es muy importante controlar la dieta del pequeño: el exceso de azúcar es la principal causa de desarrollo de la caries dental o caries del biberón. 5. ¿Qué papel tiene el odontopediatra? El odontopediatra es clave más allá de la prevención oral. El factor psicológico es muy importante en los más pequeños. Además ayudará a los padres en la importante tarea de transmitir valores y hábitos de salud bucodental. Por otro lado, que el pequeño se familiarice con el entorno del dentista es clave para evitar ansiedad dental en el futuro. 6. ¿Cada cuánto hay que acudir a la consulta? La mayoría de profesionales recomienda acudir con el bebé al dentista entre la erupción del primer diente y su primer aniversario. A partir del primer año ya es recomendable llevar al pequeño al odontopediatra. Es muy importante establecer una o dos visitas al año para ir controlando el desarrollo bucodental del pequeño. Detectar a tiempo un mal crecimiento de los maxilares, mala posición de los dientes, o desarrollo de caries es clave para que el tratamiento sea un éxito.

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Todas las claves sobre la extracción dental

Extraer una pieza dental es un proceso que conlleva una serie de cuidados y pautas a seguir. ¿Cuáles son? ¿Cuándo es necesario extraer un diente? La extracción del diente o exodoncia siempre es la última opción. En la clínica SanCal trabajamos para preservar la salud bucodental de los dientes naturales, porque son piezas únicas. Pero hay algunos casos en los que no se puede salvar una pieza muy afectada porque sus estructuras y tejidos internos están muy dañados. Las claves sobre la extracción dental Estas son las claves sobre el proceso de extraer un diente: ¿Cuándo es necesario extraer un diente? Como hemos indicado la extracción dental es siempre el último recurso. Pero existen diversas razones por las que el odontólogo decide que lo mejor es extraer el diente: Caries dental muy avanzada. El proceso de la caries va destruyendo de forma progresiva los soportes y nervios del diente. En sus últimas fases, el diente no se puede salvar ni regenerar por sí mismo y es necesario extraerlo. Lo mismo ocurre con las enfermedades periodontales: gingivitis y periodontitis. Falta de espacio. Antes de un tratamiento de ortodoncia se puede extraer alguna pieza dental. Esto ocurre en casos de apiñamiento dental severo. Al extraer la pieza se consigue el espacio necesario para que todos los dientes encajen bien alineados. Infecciones y golpes. Algunas infecciones y traumatismos provocan la rotura del diente, en parte o en su totalidad. En estos casos se intenta restaurar el diente con tratamientos como las carillas y coronas, pero no siempre es posible. ¿Cómo es el proceso? La extracción dental es una intervención quirúrgica que se realiza con anestesia local. Por tanto el proceso en sí es indoloro. Tras extraer la pieza, se puede cerrar la herida con puntos si es necesario. A partir de este punto es esencial seguir una serie de cuidados para una rápida recuperación. ¿Qué esperar tras una extracción dental? Durante los primeros días es normal sentir dolor intenso e inflamación de la zona intervenida. En estos días conviene extremar las precauciones al comer y cepillar los dientes. De hecho se recomienda evitar el contacto con la zona tratada para evitar infecciones y otras heridas, y seguir una dieta blanda. Para aliviar el dolor, el odontólogo puede recomendar algunos antiinflamatorios, además de aplicar hielo sobre la mejilla. Al cabo de unos días el dolor irá disminuyendo y poco a poco el paciente podrá hacer vida normal. Si pasados unos días el dolor persiste y además notas síntomas como fiebre y sangrado, acude cuanto antes a la consulta. Un seguimiento profesional será clave para una buena recuperación y una sonrisa sana.

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Tipos de empastes dentales: ¿Cuál necesito?

Los empastes dentales son el tratamiento estrella para frenar los efectos de la caries, la enfermedad bucodental más extendida en todo el mundo. Pero, ¿Qué tipo de empaste dental necesita mi sonrisa? La caries dental puede afectar a cualquier paciente, aunque se da con más frecuencia entre niños y los pacientes más mayores. Su origen es la producción de ácidos de las bacterias de la boca, que se acumulan y atacan el esmalte. En muchos casos estas bacterias proceden de la falta de higiene y el azúcar. Si la caries no está en una fase muy avanzada, el empaste dental es la mejor opción. Frenar los efectos de la caries dental es clave, porque con el tiempo puede provocar la pérdida del diente afectado. Pero, ¿En qué consiste exactamente colocar un empaste dental? Consiste en eliminar la caries para evitar que siga avanzando y destruyendo los tejidos internos del diente. En general se realiza en una sola sesión y requiere anestesia local. Primero se limpia el tejido cariado, y luego se rellena la cavidad con un material concreto. En función del material usado, distinguimos diferentes tipos de empastes dentales. ¿Cuál necesito? Tipos de empastes dentales Existen diferentes tipos de empastes dentales. En función de cada boca y de los intereses del paciente, se puede optar por cualquier tipo. En las clínica dental SanCal realizaremos un estudio personalizado para escoger el empaste dental que mejor se adapte a tu sonrisa. Empastes dentales de plata Son los más tradicionales, pero cada vez se usan menos. Son amalgamas de plata muy duraderos y económicos, pero tienen un gran inconveniente: la estética. El metal puede alterar la imagen de nuestra sonrisa y además, pueden corroerse con el tiempo. Empastes dentales de composite También empastes de resina compuesta, son la alternativa estética a los empastes de plata. La resina tiene un color muy parecido al de la pieza dental, de modo que resulta casi imperceptible. Este tipo de empastes son muy recomendados si la caries se ha producido en un espacio muy visible. Empastes dentales de cerámica Son similares a los de resina y composite, aunque hechos de porcelana y se consideran los empastes de más calidad. Este material es más fuerte y duradero en comparación con los otros tipos. Se recomiendan especialmente entre los más pequeños. Si la caries se encuentra muy avanzada, los empastes no conseguirían frenar sus efectos en el interior del diente. En ese caso se procede a realizar una endodoncia o tratamiento de conductos. Lo más recomendado es acudir a nuestra dentista de confianza, la Dra. Sánchez para revisar en qué estado se encuentra la caries y qué tratamiento necesitamos.

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¿Cuál es el tratamiento para un flemón dental?

 El flemón o absceso dental es uno de los problemas bucales más comunes entre la población. De hecho, si has tenido la suerte de no padecerlo seguro que conoces a alguien que sí que lo ha sufrido. A pesar de la relativa frecuencia con la que se presenta, no deja de ser una de las afecciones más molestas y dolorosas para cualquier paciente. Dicho esto, ¿sabes cuáles son sus causas y qué debes hacer para evitar  que aparezca? ¿Qué es un flemón dental? Un flemón dental es una inflamación localizada en la encía producida por una infección bacteriana que se origina en un diente, accede a la pulpa y llega hasta su raíz. Cuando esto sucede, se forma un depósito de pus y se inflama el tejido blando de la zona. La importancia de eliminar la infección con un tratamiento odontológico adecuado reside en la capacidad de las bacterias de llegar hasta los huesos que soportan el diente. Lo más habitual es que el flemón tenga su origen en una caries no tratada, una periodontitis o un traumatismo. ¿Cuáles son sus causas? Las principales causas por las que puede aparecer un flemón son las siguientes: Caries no tratadas Enfermedad periodontal (periodontitis) Traumatismos que provocan la fractura del diente Para evitar la aparición de un absceso lo primero que debemos hacer es extremar nuestra higiene bucodental, lo que incluye el cepillado después de cada comida así como el uso de seda dental y enjuague. Además, es importante realizar visitas periódicas al dentista (una o dos veces al año) y estar atentos a cada señal que nos dé nuestra boca en forma de molestia o dolor. Ante cualquier indicio que tengamos, lo mejor es ser revisados por un profesional lo antes posible. Por ejemplo, es más sencillo y económico realizar un empaste que eliminar un flemón, ya que además de ser muy doloroso, suele conllevar un tratamiento farmacológico y una endodoncia.   COMO ES FLEMON DENTAL ¿Qué síntomas presenta un flemón? Aunque los síntomas pueden variar según la gravedad y el caso de cada persona, los más habituales son: Dolor intenso y punzante: normalmente aparece de forma repentina y puede manifestarse tanto en reposo como al morder o tocar la zona afectada Sensibilidad al ingerir bebidas o alimentos fríos o calientes Mal sabor de boca o halitosis Inflamación en la cara o las mejillas Malestar general Fiebre Dificultades al comer o abrir la boca ¿Qué tratamiento debo seguir? Si crees que tienes un flemón y padeces alguno de los síntomas anteriormente mencionados, lo más recomendable es que acudas a la consulta del odontólogo general lo antes posible. Te interesará »  Tengo infección de muela: ¿cómo la curo y qué complicaciones puede dar? Solamente de esta manera el profesional podrá determinar cuál es el origen del absceso y curar la infección mediante un tratamiento específico. De cualquier otra manera, no se eliminará definitivamente y volverá a aparecer reiteradamente. Lo más habitual es que el dentista actúe en dos fases para tratar el flemón: 1. En una primera consulta, el odontólogo receta antibióticos (para eliminar la infección) y antiinflamatorios (para quitar el dolor y la hinchazón) 2. En una segunda consulta, el dentista valora el efecto conseguido con el tratamiento pautado y determina si es necesario llevar a cabo un procedimiento adicional para tratar la causa que originó el flemón. En muchas ocasiones, es necesario realizar una endodoncia. Como puedes ver, el tratamiento para eliminar un flemón dental no es únicamente farmacológico sino que complementariamente se debe atacar la causa directa que provocó su aparición. Sin embargo, también es importante señalar que la infección debe haber remitido para cuando se realice dicho procedimiento adicional. Tratamiento para un flemón en la Clínica Dental SanCal Si necesitas tratamiento para un flemón dental puedes acudir a nuestra consulta para que valoremos tu caso. La Dra. Sánchez,  profesional especializada en Odontología General estudiará tu estado de salud bucodental y podrá poner solución al problema. Pide tu cita

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¿Qué es la clorhexidina y para qué se usa?

¿La Dra. Sánchez, tu  odontóloga te ha recetado clorhexidina y no sabes muy bien qué es ni para qué se utiliza? Si es así sigue leyendo porque en el siguiente artículo te detallaremos los usos más importantes de un componente que se encuentra en múltiples enjuagues bucales, pastas de dientes, geles o sprays. La clorhexidina es una sustancia antiséptica muy utilizada en diferentes especialidades de la Odontología. Aunque este componente se encuentre en diversos productos, lo más habitual es que se presente en enjuagues bucales o colutorios. Entre sus múltiples usos, sirve para tratar enfermedades periodontales (gingivitis y periodontitis), prevenir las posibles infecciones derivadas de una cirugía bucal o curar pequeñas lesiones en los tejidos blandos de la cavidad oral. Su objetivo es eliminar e inhibir el crecimiento bacteriano presente en los tejidos vivos de nuestra boca. En otras palabras, podríamos decir que la clorhexidina funciona igual que cualquier otro desinfectante que conozcamos: reduce el riesgo de infección de una herida sin dañar la superficie sobre la que se aplica –encía y dientes en este caso-. La particularidad más importante en este caso es que en vez de actuar sobre una superficie inerte, como puede ser la mesa de una cocina, lo hace sobre el tejido vivo de nuestra boca. ¿En qué casos se utiliza este antiséptico? La clorhexidina puede ser pautada por tu odontólogo en diferentes casos. Lo más habitual es que sea recetada por este profesional para complementar o aumentar la tasa de éxito de tratamientos  llevados a cabo en las especialidades de Periodoncia e Implantología: Tratamiento de enfermedades periodontales Actúa como coadyuvante en los tratamientos para combatir la gingivitis o la periodontitis, así como en los programas de mantenimiento para evitar una nueva aparición de la enfermedad (recidiva) Cirugía periodontal, implantes o extracciones Se receta cuando el paciente se va a someter a una intervención quirúrgica que conlleve un alto riesgo de infección (cirugía periodontal, colocación de implantes o extracciones) Lesiones leves en la mucosa bucal Se utiliza para curar aftas, llagas o heridas que aparecen en los tejidos blandos de la cavidad oral La misión de la clorhexidina es actuar contra el crecimiento bacteriano presente en la cavidad oral ¿Cómo se usa la clorhexidina? La clorhexidina es un antiséptico de uso tópico, por lo que se aplica de manera externa y local. Además, dado que dicha aplicación debe estar pautada y controlada, es imprescindible que el tratamiento sea prescrito por un odontólogo. Aunque esta sustancia parezca inofensiva a primera vista y no tenga apenas contraindicaciones, un uso excesivo puede ocasiones efectos adversos. Entre otras cosas, puede dar lugar a una pigmentación u oscurecimiento superficial en dientes y encías o incluso a alteraciones en el sentido del gusto. Sin embargo, el aspecto positivo de estos efectos adversos es que son reversibles y cesan al dejar de utilizar la clorhexidina. Por ejemplo, la pigmentación puede desaparecer con una limpieza bucodental profesional. CLORHEXIDINA PARA IMPLANTES Y PERIODONCIA De hecho, el tratamiento con este tipo de antiséptico suele durar un máximo de 15 días y consiste sencillamente en aplicar la cantidad indicada por tu odontólogo o periodoncista. Ten en cuenta que si utilizas un enjuague con clorhexidina no debes rebajarlo con agua, ya que los colutorios están preparados con la proporción adecuada. Por lo general, se debe aplicar dos veces al día, durante un tiempo que varía desde los 30 segundos hasta un minuto. Su efecto permanece durante alrededor de 12 horas. De todas formas, las mencionadas son consideraciones generales. Las indicaciones más adecuadas para tu caso podrán ser proporcionadas por tu odontólogo. ¿Dónde comprar productos con clorhexidina? Si te han recetado clorhexidina, puedes comprarla en cualquier farmacia. Hoy en día existen multitud de marcas comerciales que cuentan con productos específicos que contienen esta sustancia. Por lo general, la clorhexidina se administra como enjuague bucal o colutorio. Sin embargo, también puede presentarse en gel, spray o pasta dental. Si después de haber leído este artículo tienes más dudas sobre la clorhexidina o su forma de administrarla puedes ponerte en contacto con nosotros en cualquier momento. Resolveremos todas tus preguntas sin compromiso. Pide tu cita

Buenos hábitos, Prevención

Cómo solucionar la sensibilidad dental en 4 pasos

Estamos casi seguros de que la has sufrido alguna vez. Ya sea por una caries, por tener las encías retraídas, o por cualquier otro motivo, es probable que hayas experimentado sensibilidad dental. Y es que la sensibilidad en los dientes es una dolencia muy común entre la población general. Afecta a 7 de cada 10 personas adultas y suele aparecer entre los 18 y 40 años de edad, con una prevalencia mayor entre las mujeres.   ¿Qué es la sensibilidad dental? Esta dolencia -también  llamada hipersensibilidad dentaria- es un dolor breve aunque muy agudo que se produce en un diente concreto o en una zona de la boca que entra en contacto con un estímulo externo. Para ser más exactos, se produce cuando la dentina -parte interna del diente- queda expuesta y entra en contacto con estímulos térmicos (bebidas o alimentos muy fríos o calientes), químicos (sustancias dulces o ácidas) o táctiles (presión con los dedos, cepillado de dientes, uso de instrumentos odontológicos…).   ¿Cuáles son los síntomas de la sensibilidad en los dientes? El dolor producido por la sensibilidad dental es fácilmente reconocible y, a la vez, muy desagradable para quien lo experimenta. Podríamos decir que sus síntomas -y características- son los siguientes: Dolor muy intenso y localizado Responde a una reacción externa Desaparece en cuanto el estímulo deja de tener contacto con el diente o la zona sensible Si esta sensibilidad excesiva no fuera transitoria y persistiera tras el cese del estímulo externo, o no estuviese muy localizada, mi consejo sería que acudieras cuanto antes a la consulta de tu dentista. Esto se debe a que existiría la posibilidad de que padecieras algún tipo de enfermedad bucodental y, en dicho caso, tendrías que ser valorado por un odontólogo. De esta manera, podría realizar un diagnóstico adecuado.   ¿Cuál es el origen de la hipersensibilidad dentaria? El motivo por el cual padecemos sensibilidad en los dientes es porque la dentina -habitualmente protegida por la encía, el cemento radicular y el esmalte del diente- pierde dicha protección natural y queda expuesta a los estímulos externos. La dentina está compuesta por miles de tubos microscópicos, denominados túbulos dentinarios, cuya función es conectar la parte externa de los dientes con las terminaciones nerviosas de éstos. Por lo tanto, cuando la dentina queda al descubierto, los túbulos permiten que el calor, el frío o los ácidos de los elementos externos mencionados se reflejen en los nervios y células del diente, provocando los síntomas antes descritos.   Uno de los motivos más frecuentes de sensibilidad dental es la existencia de caries. Acude al dentista si notas molestias cuando te cepillas los dientes o comes alimentos y bebidas muy fríos o calientes ¿Qué causas provocan dientes sensibles? Ahora que hemos explicado el origen de la sensibilidad dental, vamos a detallar las causas por las que la dentina puede quedar expuesta a los estímulos externos. En la mayoría de ocasiones, esto puede darse debido al estilo de vida y los hábitos de higiene de las personas. Dicho esto, las causas de los dientes sensibles son las siguientes: Te interesará »  Los tres peores efectos del tabaco en tu salud bucodental 1. Caries Cuando una caries atraviesa el esmalte y llega hasta la dentina, sentiremos una gran sensibilidad ante los alimentos fríos, calientes o ácidos. Solución: realizar un empaste dental tan pronto como advirtamos la caries. 2. Dientes rotos o astillados Al igual que en el caso de la caries, cuando un diente se rompe, y la fractura alcanza la dentina, aparecerá la sensibilidad dental. Solución: colocar una corona. 3. Empastes desgastados Cuando un diente que ha tenido caries se empasta, puede suceder que con el tiempo el empaste se vea desgastado por un cepillado agresivo o por la erosión causada por productos particularmente ácidos. En esos casos, la dentina vuelve a verse expuesta provocando la sensación de dientes sensibles. Solución: será necesario que el dentista revise el empaste antiguo y vuelva a realizarlo. 4. Encías retraídas La retracción de encías puede deberse a un cepillado agresivo o a una enfermedad periodontal (periodontitis). En cualquier de los casos, la retracción deja expuesta la raíz del diente, que es muy sensible y habitualmente está protegida por la encía. Sin embargo, la solución a la sensibilidad dental provocada por las encías retraídas dependerá de cada caso. Solución: si se debe a un cepillado agresivo, se podrá realizar un injerto de encía. Sin embargo, si la causa es una periodontitis, lo primero que habrá que hacer es ponerse en manos de un periodoncista para que paute un tratamiento periodontal que frene la enfermedad. 5. Esmalte dental desgastado El esmalte dental puede desgastarse debido a varios factores: el uso de una pasta muy abrasiva combinado con un cepillado muy agresivo, el hábito de apretar o rechinar los dientes (bruxismo) o la costumbre de ejercer demasiada fuerza durante la masticación. Solución: dado que el esmalte de los dientes no se regenera, será necesario realizar una restauración sencilla con composite, colocar una carilla de porcelana o composite o poner una corona (si el desgaste es muy agresivo). En el caso de las personas bruxistas, será fundamental fabricar, además, una férula de descarga -tipo Michigan- para que el paciente la utilice por las noches. 6. Erosión dental por ácidos El consumo habitual de alimentos y bebidas muy ácidas (zumos de cítricos, refrescos…) puede provocar la erosión del diente o la descalcificación del mismo dejando vía libre a los túbulos dentinarios. Solución: para evitar que la sensibilidad dental aumente será muy útil restringir el consumo de comidas ácidas. Y, además de esto, el dentista deberá valorar el grado de erosión, para determinar si hay que llevar a cabo algún tipo de restauración. 7. Tras un empaste dental Una vez retirada la caries y realizado el empaste, el diente empastado podrá sufrir una sensibilidad excesiva. Esto se debe a que el relleno que se utiliza produce una pequeña contracción al solidificarse, lo que, a su vez, provoca una tensión en el diente que se refleja en el nervio. Solución: la hipersensibilidad cesa con el paso de los días. 8. Después de un blanqueamiento dental Los productos que se utilizan a la hora de realizar un blanqueamiento dental pueden hacer que los dientes se vuelvan sensibles durante un periodo de unas dos semanas. Solución: el dolor después de un blanqueamiento dental se calma por sí mismo. Pero, si no lo puedes aguantar, te recomiendo que consultes con tu dentista, médico o farmacéutico el uso de un analgésico. 9.

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6 consejos para que te duren los retenedores más tiempo

Muchos pacientes que llevan ortodoncia piensan que la retirada de los brackets –o Invisalign- supone el fin de su tratamiento y que el haber llevado éstos durante uno o dos años garantiza los resultados de por vida. Sin embargo, este pensamiento está muy lejos de la realidad. Una vez que termina la fase activa del tratamiento de ortodoncia, comienza otra etapa crucial: la retención. ¿Por qué es importante usar los retenedores? La importancia de la retención reside en que solamente el uso adecuado de los retenedores garantiza la estabilidad de los resultados a largo plazo. Como su propio nombre indica, la función de éstos es retener los dientes en la posición alcanzada al finalizar el tratamiento de ortodoncia.     RETENEDORES REMOVIBLES TRANSPARENTES Los dientes tienen una tendencia natural a moverse. Por tanto, si no se usan los retenedores después de la ortodoncia, con el tiempo tratarán de volver a la posición que tenían anteriormente. Dada su importancia, es necesario saber cuidarlos para que duren el mayor tiempo posible -sin que se rompan, pierdan o deterioren- y realicen su función correctamente. Para mantener los resultados del tratamiento, colocamos dos tipos de retenedores -fijos y removibles- y pautamos revisiones cada tres, seis y doce meses ¿Cómo debo cuidar los retenedores? En primer lugar, es necesario aclarar que existen varios tipos de retenedores y que cada ortodoncista puede recomendar unos u otros. De la misma manera, en función del material del que están hechos, pueden requerir unos cuidados u otros. En nuestra clínica, el tratamiento de ortodoncia –ya sea con brackets o con los alineadores de Invisalign– incluye dos juegos de retenedores. Por un lado, colocamos los fijos (barras pegadas a la cara interna del diente) y, por otro, los removibles o Essix (transparentes de quitar y poner).     RETENEDORES FIJOS DE BARRA METÁLICA Con el objetivo de que los retenedores te duren el mayor tiempo posible, te aconsejamos seguir las siguientes recomendaciones: 1. Ten cuidado al quitarte los retenedores: Aunque los retenedores removibles sean resistentes, es importante tratarlos cuidadosamente. Cuando te los quites, intenta alternar el lado por el que lo haces. Es decir, no te saques el retenedor siempre por el mismo lado, porque al tirar lo vas desgastando, lo que provoca que se pueda romper o fisurar. 2. Limpia los retenedores cuidadosamente: Mientras que la limpieza de los retenedores fijos se realiza durante el cepillado de dientes habitual, los removibles deben lavarse cada vez que se retiran. Ten en cuenta que están expuestos, entre otras cosas, a la saliva o al sarro. Por ello, debes lavarlos con un jabón neutro después de quitártelos –por ejemplo, por la mañana tras haberlos llevado toda la noche-. Aunque tengas la tentación, no los limpies con pasta de dientes: los retenedores pierden transparencia y se vuelven blancos. De esta manera, se deterioran sus propiedades estéticas. 3. Guarda los retenedores en su caja: Usa los retenedores removibles el número de horas al día recomendado por tu ortodoncista. Y, cuando no los lleves puestos, guárdalos en la caja que te hayan facilitado para ello. Éste es el lugar más seguro para ellos, ya que si optas por guardarlos en una servilleta de papel –o similar- corres el riesgo de perderlos o tirarlos. 4. Ten cuidado con los dientes incisivos al morder: Si has llevado brackets, sabrás que es necesario tener cuidado a la hora de comer bocadillos a mordiscos. No hay ningún problema por morder el bocadillo, pero si muerdes y acto seguido tiras de él hacia delante –a modo de palanca- puedes romper el retenedor fijo. En lo que respecta al retenedor removible, nunca comas con él. Si lo haces, no solamente podrá romperse y perder la transparencia que lo hace tan estético. Además, se convertirá en un depósito de restos de alimentos y bacterias. COMER BOCADILLO CON RETENEDORES 5. No te muerdas las uñas: Morderse las uñas puede ser un problema de salud, de estética y, en muchos casos, hasta psicológico. Además, es muy perjudicial para mantener los resultados que tanto te ha costado conseguir con el tratamiento de ortodoncia. Este hábito, repetido en el tiempo, ocasiona desplazamientos en los dientes, lo que compromete su alineación. 6. Acude a las revisiones pautadas Una vez que terminas tu tratamiento de ortodoncia, es muy importante que acudas a las revisiones pautadas por tu ortodoncista. En nuestra clínica, las revisiones son a los tres, a los seis y a los doce meses de haber finalizado el tratamiento. Pasados los doce primeros meses, en los que habrás tenido tres revisiones, tendrás que venir a revisión una vez al año.     REVISIONES DE RETENCIÓN CON ORTODONCISTA Como ves, el hecho de llevar retenedores y ser cuidadosos con su uso te permite llevar una vida completamente normal. Puedes comer prácticamente lo que quieras –teniendo ciertas precauciones y retirando los removibles antes- y tampoco molestan ni duelen. Además, no afectan al habla y como la mayor parte del tiempo los removibles los llevarás solamente para dormir, apenas te darás cuenta de que los tienes. Es posible que al principio sientas una sensación extraña al llevar los retenedores, pero con el paso de los días ésta irá desapareciendo y los retenedores se convertirán en una parte más de tu vida que pasa totalmente inadvertida. Pide tu cita

cirugía e implantes, Estética dental, Prevención

¿Qué pasa si pierdo un diente y no lo repongo?

Has perdido alguna pieza dental? Pues ten en cuenta que… Es necesario reponer el diente perdido… …para evitar que se descoloquen los dientes… Tras el proceso de cicatrización de la encía (unos 2-4 meses) tras la extracción de un diente o muela, los dientes vecinos, lentamente van a empezar a moverse. Los dientes antagonistas (los de la arcada contraria) van también a moverse y salirse de su propio hueco, para ocupar el espacio que antes correspondía al diente ausente. Los dientes de los lados van a empezar a inclinarse hacia el hueco dejado. Cómo puedes ver la pérdida de una pieza dental no solo afecta al propio hueco que queda libre, sino también al resto de piezas que se localizan a su alrededor. …y evitar la pérdida de hueso Esto hace que engranemos de manera diferente, por lo que aceleramos el desgaste de los dientes que todavía quedan en boca, podemos provocar caries y periodontitis y pueden producirse incluso problemas no bucales, como por ejemplo problemas de articulación mandibular (aunque es menos frecuente). La encía también se ve afectada, perdiendo volumen debido al trabajo directo que se ejerce sobre ella al masticar. Lo ideal, para que no se desgasten los dientes y mantener la oclusión intacta es que, tras el período de cicatrización, se reponga el diente perdido con un implante. Consecuencias de la pérdida de un diente Existen diferentes posibilidades para reponer los dientes perdidos con implantes dentales Las posibilidades de colocación de implantes dentales son muchas, pudiendo incluso recuperar los dientes en el día: Implantes dentales con carga inmediata: dientes en el día. En la actualidad son el tratamiento más avanzado para la reposición de piezas dentales perdidas, no sólo por su rapidez en la operación, sino por su facilidad de recuperación. Implantes dentales completos: Implante + Corona.  Los implantes dentales completos, son una variante de los anteriores, en este caso son más tradicionales, aunque igualmente efectivos. Implantes dentales en toda la boca: en este caso, los implantes dentales en toda la boca, son aquellas prótesis dentales, que se hacen en pacientes que han perdido todas las piezas dentales de su boca. Reponer un diente es aún más fácil teniendo en cuenta las facilidades de pago que ofrecemos a nuestros pacientes en la Clínica Dental SanCal en Tres Cantos (Madrid). Solicita una consulta con la Dra. Sánchez, nuestra especialista en implantes dentales y periodoncia. Pide tu cita

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