Clínica Sancal

Salud bucodental

Cultura y curiosidades

6 hábitos que tu hijo adolescente debe tener para cuidar sus dientes

Durante la niñez, es fundamental que los padres eduquen a sus hijos en la importancia de mantener unos buenos cuidados e higiene bucodental. A edades tan tempranas, estos buenos hábitos se refieren especialmente al cepillado y a la alimentación. Pero, además, es importante que los niños sean familiarizados con el dentista para que no desarrollen fobias que les supongan un verdadero problema en el futuro. Así, será más fácil que durante la adolescencia -una época llena de cambios en la que la persona comienza a ser más autónoma- los hijos continúen con los buenos hábitos adquiridos en la niñez. De la misma manera, si los adolescentes son conscientes de la importancia de mantener dichos hábitos, los perpetuarán con el paso de los años, lo que repercutirá positivamente en la sonrisa que tengan en el futuro. Y es que una cosa está clara: conocer las medidas preventivas para cuidar la salud bucodental y llevarlas a cabo reduce considerablemente la necesidad de someterse a tratamientos invasivos o dolorosos en la edad adulta. El hecho, a su vez, de evitar tratamientos complejos se traducirá en un importante ahorro de dinero.   Cuidado con los refrescos: se estima que una lata de 330 mililitros contiene alrededor de 6 cucharillas de azúcar. ¿Cómo cuidar la salud bucodental en la adolescencia? Como ya hemos señalado anteriormente, la adolescencia es una etapa clave tanto para continuar con los hábitos inculcados durante la niñez como para adquirir rutinas nuevas que se llevarán a cabo toda la vida.   NIÑO EN EL DENTISTA Por tanto, se recomienda que los padres supervisen los siguientes hábitos de sus hijos:   1. Higiene: cepillarse los dientes al menos dos veces al día Lo ideal es que el cepillado se haga después de cada comida. Sin embargo, entendemos que cumplir esta rutina no sea tan fácil cuando el adolescente está en el colegio o el instituto. Si no puede ser después de cada comida, el adolescente debe cepillarse los dientes al menos dos veces al día: por la mañana y por la noche. Este cepillado debe durar un mínimo de dos minutos y debe acompañarse del uso de una pasta dental con flúor. De esta manera, se eliminará la placa que tiende a acumularse entre los dientes y que, además, es la causante de la caries. Además, tras el cepillado siempre se debe utilizar el hilo dental. Con ello, se retirarán todos los restos de alimentos que han quedado entre las piezas dentales y que las cerdas del cepillo no han conseguido eliminar.   RUTINA DE CEPILLADO DIARIO Y, por último, recomendamos el uso de enjuague bucal tras el último cepillado del día: antes de irse a la cama.   2. Nutrición: alimentación sana y equilibrada Si no se les conciencia sobre la importancia de llevar una dieta sana y equilibrada, los adolescentes tenderán a consumir alimentos y bebidas ricos en azúcares que, sin embargo, tienen un escaso contenido nutricional. Este es el caso de los caramelos o chucherías y de los refrescos. En el caso de los primeros, se recomienda reducir su ingesta al máximo y sustituirlos por sus variedades sin azúcar. En el caso de los segundos, contamos con un dato alarmante. Se estima que una lata de refresco de 330 mililitros contiene alrededor de 6 cucharillas de azúcar. Por tanto, estas bebidas no solamente pueden causar caries. Además, contienen ácidos que dañan y erosionan el esmalte dental. Al igual que con las chucherías, recomendamos reducir su consumo al máximo. Pero si se quieren tomar de vez en cuando, podemos dar un consejo. Lo mejor es beber con la pajita para reducir el contacto de la bebida con los dientes y enjuagarse la boca después de beber. Dicho esto, es importante llevar una alimentación equilibrada en la que abunden las verduras, frutas, la carne o el pescado, que son fuentes naturales de vitaminas y proteínas.   ALIMENTACIÓN SANA Y EQUILIBRADA Con todo lo anteriormente mencionado, nos hemos referido a lo perjudicial que puede ser el consumo abusivo de algunos alimentos. Sin embargo, si es malo el exceso, el defecto puede ser aún peor. Y es que es preocupante el número de adolescentes españoles que padece trastornos de la alimentación como anorexia o bulimia. De hecho, se estima que en España estas enfermedades afectan a más de 400.000 jóvenes y adolescentes, siendo el público más vulnerable el comprendido entre los 12 y los 25 años. Por todos es sabido que la anorexia y la bulimia causan estragos en quienes las padecen. A nivel bucodental, pueden producir desgastes, hipersensibilidad, caries, retracción de encías y pérdida de dientes. A nivel general, estos desórdenes causan daños psicológicos y físicos que pueden llegar a ser irreversibles, como la muerte. Por tanto, si se sospecha que nuestro hijo puede haber caído, o estar cerca de caer, en alguna estas enfermedades, es necesario ponerlo en conocimiento de profesionales médicos lo antes posible.   3. Ortodoncia: tratar a tiempo y extremar la higiene Si hay un tratamiento dental que se asocie con la adolescencia, ése es, sin duda, la ortodoncia. Aunque hoy en día los métodos más estéticos gocen de mucha popularidad (brackets de zafiro, brackets linguales o Invisalign), los adolescentes suelen llevar los tradicionalesbrackets metálicos. ADOLESCENTE CON BRACKETS METÁLICOS Su uso es tan frecuente entre los adolescentes ya que los padres son cada vez más conscientes de las consecuencias que se pueden derivar de tener unos dientes apiñados, girados o desplazados. La mala colocación de los dientes hace que una persona no pueda comer correctamentey que se genere mayor tensión de la debida en los músculos que participan en la masticación. Pero, además, unos dientes que no están correctamente alineados provocan dificultades a la hora de cepillarlos, ya que no se puede acceder a todas sus partes con facilidad. La consecuencia de esta falta de higiene hace que se desarrollen caries o que los dientes sean perdidos precozmente. Dadas las consecuencias que ocasiona la mala colocación de los dientes, es importante advertir que cuanto antes se paute un tratamiento, más fácil será solucionar el problema al que nos enfrentamos. Por eso, desde nuestra clínica recomendamos que la primera revisión con el ortodoncista sea a edades tempranas, aproximadamente a los seis años.   4. Prevenir accidentes: protectores bucales La práctica de deporte forma parte de la vida diaria de los adolescentes. Si, además, éstos practican actividades de contacto como el fútbol o el baloncesto, es aconsejable que se utilice un

Ortodoncia

Todo lo que necesitas saber del tratamiento de ortodoncia

A pesar de la creencia generalizada, los tratamientos de ortodoncia no están dirigidos exclusivamente a mejorar la estética de nuestra boca: unos dientes bien alineados mejoran también la funcionalidad de los mismos y ayudan a prevenir enfermedades periodontales. Pero, ¿qué es exactamente un tratamiento de ortodoncia? ¿Qué es un tratamiento de ortodoncia? Denominamos tratamiento de ortodoncia a todos aquellos procesos de corrección de la posición de los dientes para mejorar la estética, la oclusión y la funcionalidad de los mismos. En principio, cualquier persona que tenga la boca en salud puede someterse a un tratamiento ortodóncico. El grado de severidad de las malposiciones determinará la duración y el coste del mismo, y la elección de un sistema de ortodoncia u otro se hará en función de las prioridades del paciente. ¿A qué edad se puede iniciar un tratamiento de ortodoncia? Si bien a partir de los 6 años suele producirse la erupción de los molares y el ortodoncista ya es capaz de evaluar la boca del niño, la edad ideal para iniciar un tratamiento de ortodoncia es sobre los 7-8 años. A esta edad, el niño ya ha experimentado un crecimiento óseo suficiente como para que el odontólogo detecte anomalías en el crecimiento habitual de los dientes o en la posición de los huesos maxilares. En los casos de niños en edad de crecimiento, se pondrá un tratamiento de ortodoncia interceptiva. En este caso, bien gracias al uso de aparatos fijos o removibles, podremos actuar directamente sobre los huesos maxilares del niño y guiar la correcta erupción de los dientes. De esta forma, podremos corregir problemas de asimetrías faciales o posiciones anómalas de los huesos maxilares que, en caso de no ser tratados a una edad temprana, sólo podrán ser tratados a través de un tratamiento combinado de ortodoncia y cirugía ortognática a nivel hospitalario. ¿Cómo se inicia un tratamiento de ortodoncia? Todo tratamiento de ortodoncia empieza con un estudio previo. Es decir: unas pruebas diagnósticas –fotos intraorales y extraorales, radiografías, cefalometrías y modelos- que permiten analizar cada caso y pautar un plan de tratamiento específico ajustado a las necesidades de cada paciente. Con un diagnóstico preciso, el paciente valorará qué tratamiento de ortodoncia es el más adecuado en función de sus prioridades. Existen distintos tratamientos que, si bien obtienen el mismo resultado, priman unos aspectos u otros que resultan determinantes a la hora de tomar la decisión acerca del procedimiento más adecuado para cada caso. ¿Qué tratamientos de ortodoncia hay? En un inicio, podemos distinguir entre tratamientos de ortodoncia con aparatos fijos y removibles. ¿Qué tipos de aparatos fijos hay? El sistema de ortodoncia fijo más conocido son los brackets metálicos. Se trata de aditamentos que van cementados sobre la cara visible–o vestibular- del diente. Si bien es la opción más económica, es un sistema muy poco estético, por lo que suele ser elegido por adolescentes y por aquellos adultos cuya prioridad es meramente económica. Los brackets de zafiro es un sistema con brackets transparentes, altamente estéticos. Están realizados en microcristales de zafiro, por lo que son muy resistentes y no se tiñen con el paso del tiempo. Si bien su precio es un poco más elevado que el de los brackets metálicos, son mucho más estéticos. Por otra parte, los brackets Damon –o de autoligado– son brackets que permiten no tener que llevar ligaduras metálicas o elásticos. De esta manera, se reduce la fricción y, por tanto, el tiempo de tratamiento. Por último, la ortodoncia lingual  está basada en brackets que van cementados en la cara interior del diente. Es, por tanto, el sistema más estético que existe. Tanto los brackets como los arcos se realizan a medida de la boca de paciente y se fabrican en una alineación de oro que permite que son grosor sea menor y, por lo tanto, su presencia afecte en menor medida a la comodidad del paciente. De igual manera, requiere de un periodo de adaptación de dos a tres semanas. En este último sistema, y gracias al escaneado intraoral, se puede obtener un set-up digital en 3D que permitirá a las doctoras ver el resultado final de la dentadura del paciente antes de haber finalizado el tratamiento. La opción alternativa a estos sistemas fijos de ortodoncia es el sistema ortodóncico removible: la ortodoncia invisible. Invisalign: un tratamiento de ortodoncia removible y altamente estético La ortodoncia con alineadores invisibles –Invisalign- es un sistema que corrige las malposiciones dentales a partir de juegos de férulas transparentes hechos a medida. Es un sistema muy estético, pues resulta prácticamente imperceptible, y muy cómodo e higiénico: si bien debemos llevar las férulas en boca durante, al menos, 22 horas al día, podemos retirarlas para comer o lavarnos los dientes. Cada una de las férulas tiene como objetivo un micromovimiento concreto, y cada juego de las mismas deberá llevarse en boca durante dos semanas para ser cambiado, posteriormente, por el siguiente. Gracias al Clincheck, tecnología desarrollada por Align Tech, podemos ver el aspecto que tendrá nuestra boca incluso antes de iniciar el tratamiento. Si una vez el paciente ha usado los juegos de férulas pautados en un inicio, el resultado no es el deseado, se podrá pedir, al menos, un refinamiento. Denominamos “refinamiento” a aquellos juegos de férulas que se piden fuera del tratamiento para que el resultado final resulte óptimo. Es un método que, con el tiempo, ha demostrado ser tan eficaz como los sistemas de ortodoncia fijos y que, por su alta estética, cada vez es más elegido por los pacientes. ¿Qué cuidados específicos requiere la ortodoncia? Si bien los tratamientos de ortodoncia no deterioran los dientes, los aparatos de ortodoncia fija suponen una mayor dificultad para mantener una correcta higiene dental. Por ello, aquellas personas que se estén sometiendo a un tratamiento de ortodoncia deberán prestar una especial atención a las pautas de higiene recomendadas. Además de un correcto cepillado tras cada comida, debemos incluir el uso de hilo dental o cepillo interproximal para eliminar aquellos restos que se hayan quedado en los espacios interdentales de difícil acceso. El irrigador bucal –o waterpik- es un elemento de higiene esencial para aquellas personas que estén mejorando la estética de su boca. Se trata de un sistema que, gracias al agua a presión,

Cultura y curiosidades

Wasabi: tu gran aliado contra la caries

Si te gusta la gastronomía japonesa, estás de enhorabuena. Diversos estudios han demostrado que el wasabi tiene efectos beneficiosos para nuestra salud, y también para el buen estado de nuestra boca. Pero, ¿qué es el wasabi y de qué consecuencias positivas estamos hablando? ¿Qué es el wasabi? El wasabi es una planta de la familia de las crucíferas, al igual que el rábano o la col, de origen asiático. Dadas las exigentes condiciones que requiere para ser cultivado y la dificultad que supone reproducirlas, crece de manera exclusiva en la isla japonesa de Sajalí. Hace años era utilizado para conservar el pescado, dadas sus propiedades antibacterianas y antisépticas. En la actualidad se trata de un condimento esencial en la gastronomía japonesa del cual se aprovecha, únicamente, la raíz. Resulta común verlo no solamente como complemento del sushi, sino también de diversos platos de la gastronomía japonesa o snacks variados. De sabor picante, se puede servir tanto en pasta como rallando directamente la propia raíz. Es de esta última forma, y únicamente catándolo en los primeros quince minutos tras su ralladura, como apreciaremos mejor su sabor. ¿Por qué es recomendable para nuestros dientes? Como ya hemos mencionado, el wasabi tiene propiedades antibacterianas. Es decir, evita la formación de cadenas microbianas en nuestra boca y nos previene de afecciones bucales como, por ejemplo, la caries. Esto se debe a que posee un alto contenido en isotiocianato. El isotiocianato es una molécula que, según han demostrado diferentes estudios, dificulta la formación de la placa bacteriana que daña el esmalte de los dientes y provoca la aparición de caries. Además, dadas sus cualidades antisépticas, ayuda a mitigar la inflamación tanto de heridas como de llagas –o aftas bucales-. De igual manera, los efectos positivos del wasabi no se centran únicamente en la boca: su acción tiene consecuencias beneficiosas en nuestra salud general. ¿Qué efectos positivos tiene el wasabi en nuestra salud? Como ya hemos mencionado anteriormente, el wasabi es conocido por sus propiedades antiinflamatorias. Su uso está especialmente extendido, mediante inhalación, para aliviar la inflamación de los senos paranasales. Además posee un alto contenido en vitamina C, lo que favorece la absorción de hierro y refuerza nuestras defensas. Por ello, nos previene contra catarros, gripes o contagios de otras enfermedades provocadas por virus. Por último, varios estudios han demostrado que evita la formación de coágulos de sangre, actuando favorablemente en la prevención de la formación de trombos. Además, en la actualidad diversas investigaciones tratan de dilucidar si también tiene efectos positivos en la prevención de formación de células cancerígenas en el estómago. El wasabi no es el único alimento que puede tener efectos positivos para nuestra salud bucal. Hay otros tantos, como las zanahorias o el apio, que resultan igualmente beneficiosos para nuestros dientes. ¿Qué otros alimentos son beneficiosos para nuestra salud bucal? Hay multitud de alimentos que nos ayudan a mantener el buen estado de nuestros dientes y encías. Los productos lácteos como, por ejemplo, los yogures o el queso, tienen un alto contenido en calcio que ayuda a fortalecer los dientes. Además contienen caseína, una proteína que repara el esmalte dental. Las verduras de hoja verde, tales como las coles de bruselas, los grelos o las acelgas, poseen un alto contenido en fibra. Para ser capaces de triturarla debemos hacer un mayor ejercicio de masticación, lo que favorece la segregación de saliva. Ésta última no sólo facilita la masticación y la deglución, sino que evita la acumulación de bacterias en la boca. Los alimentos ricos en vitamina D fortalecen nuestros dientes y encías frente a enfermedades periodontales, pues favorecen la absorción de fósforo y calcio. Un ejemplo de alimentos ricos en vitamina D sería el huevo o los pescados grasos como, por ejemplo, el salmón o el atún. Por último, la masticación de frutas y verduras crudas como, por ejemplo, las zanahorias o las manzanas, ayudan a mantener limpios los dientes y las encías. Si bien estos alimentos colaboran a mantener en buen estado nuestra salud dental, hay muchos otros que resultan perjudiciales para la misma. ¿Hay alimentos que pueden dañar mis dientes? Como sabrás, el hecho de mantener unas rutinas adecuadas de higiene oral es clave a la hora de gozar de una buena salud dental. Pero, además, para tener una boca sana es importante evitar la ingesta de ciertos alimentos que pueden provocar daños en los dientes. Los caramelos duros, por ejemplo, suponen una exposición alargada en el tiempo al azúcar y la posibilidad de que, al masticarlos, se astillen las piezas dentales. Esta exposición es igualmente visible en casos de personas que beben, de manera habitual, refrescos carbonatados: son bebidas ácidas que atacan al esmalte dental, favoreciendo la aparición de caries. Otros alimentos que propician la formación de caries son aquellos ricos en almidón, tales como la pasta, el arroz o las patatas fritas. Éstos se adhieren con facilidad a las paredes de los dientes y aceleran la formación de placa dental. Por otra parte, para mantener el blanco de nuestros dientes es esencial dejar de lado la ingesta habitual de bebidas como el té, el café o el vino tinto que provocan manchas de tinción en el blanco de los dientes. Y, por último, se debe romper el mito de que aquellas sustancias que no son azucaradas o ácidas no tienen por qué dañar los dientes. Un hábito tan extendido como la masticación de hielo puede provocar lesiones en los dientes y dañar el esmalte. El wasabi, al igual que otros alimentos, favorece la eliminación de bacterias y nos ayudan a calmar el dolor causado por pequeñas heridas o llagas bucales. Incorporar estos alimentos a nuestra dieta y tener una higiene oral adecuada nos ayuda a mantener una buena salud bucodental.

Estética dental, Ortodoncia

Tengo los dientes apiñados: ¿cómo puedo solucionarlo?

Los dientes apiñados es una de las alteraciones más comunes entre las personas que no están contentos con la estética de su sonrisa.Son el resultado de una discordancia entre el tamaño del hueso maxilar y de las piezas dentales de una persona. Su consecuencia más conocida es el crecimiento de los dientes rotados, si bien es cierto que más allá de su resultado estético podemos destacar una serie de perjuicios que estas malposiciones tienen en nuestra salud bucodental. ¿Por qué tengo apiñamiento dental? Los especialistas distinguen tres motivos diferentes que pueden causar apiñamiento dental: Por un lado, la herencia genética. En primer lugar, son más proclives a padecerlo aquellas personas cuya familia tenga antecedentes de estas malposiciones. Además, la confluencia de los genes supone que pueda heredarse por parte de un progenitor el tamaño de las piezas dentales y, por otro, el de los huesos maxilares, sabiendo que no siempre tienen por qué adecuarse entre sí. En segundo lugar, malos hábitos infantiles en el periodo de crecimiento de los dientes tales como la succión de los dedos –especialmente del pulgar-, morderse el labio o respirar por la boca en lugar de por la nariz. Además, subrayan la pérdida prematura de dientes provisionales, especialmente los molares, como otras de las causas. Una extracción prematura debido a una caries o una pérdida por traumatismo supone que los dientes ya erupcionados tiendan a ocupar el hueco de la pieza faltante, posicionándose en un lugar que no le corresponde. Por último, por la erupción de los cordales –o muelas del juicio-. Una persona puede padecer apiñamiento motivado por diferentes causas a lo largo de su vida. Además, es muy común el caso de pacientes que se han sometido a un tratamiento de ortodoncia para corregirlo y, por no respetar debidamente la fase de retención, han sufrido malposiciones con la erupción, por ejemplo, de los cordales. En función del grado de apiñamiento y de la manera en la que éste influya en el crecimiento y desarrollo habitual de nuestra boca, podemos distinguir entre apiñamiento leve, moderado o grave. Es este grado de severidad el que influirá posteriormente en las correcciones que deberá llevar a cabo el tratamiento y, por consiguiente, en la duración del mismo. El apiñamiento dental no sólo tiene consecuencias negativas en la estética de nuestra boca, sino que puede tener efectos secundarios en la salud bucodental. Una persona puede sufrir apiñamiento determinado por diferentes causas a lo largo de su vida ¿Qué consecuencia tiene el apiñamiento dental? En un inicio pensamos únicamente en las consecuencias que el apiñamiento tiene para la estética de nuestra sonrisa: unos dientes mal alineados nos generan ciertas inseguridades. Además, el hecho de que el esmalte de éstos no se desgaste de manera homogénea, pues no todas las partes del diente se exponen de la misma forma, sólo contribuye a empeorar la estética de nuestra boca. Sin embargo, el apiñamiento tiene efectos perjudiciales sobre nuestra salud bucodental. Unos dientes mal alineados dificultan la higiene, pues hay recovecos de nuestros dientes que quedan solapados por otras piezas dentales. De esta manera, se favorece la acumulación de sarro y de bacterias en nuestras encías, así como la aparición de enfermedades periodontales como, por ejemplo, la gingivitis y la periodontitis. Además, la acumulación de placa facilita la aparición de otras afecciones bucales tales como caries. Por último, unos dientes mal alineados provocan que las piezas del maxilar superior no encajen de manera adecuada con las del inferior, de forma que las cargas masticatorias no se reparten debidamente y se generan molestias en y sobrecargas en la articulación temporomandibular y dolores musculares. ¿Cómo corregir los dientes apiñados? Si bien los tratamientos de ortodoncia son la solución más común a los problemas de apiñamiento, existen varios tratamientos que corrigen estas malposiciones, y la elección de uno u otro depende tanto del grado de severidad del mismo como de las prioridades del paciente. En caso de que el grado de apiñamiento sea leve o moderado, se podrá corregir con un https://clinicasancal.es/4289/5-motivos-los-ponerte-carillas-dentales/tratamiento de carillas. Las carillas son unas láminas de cerámica o composite de un grosor muy fino -0,3 milímetros aproximadamente- que se colocan cementadas sobre la cara visible –o vestibular- del diente. La diferencia entre ambas es el material del que están hechas: la porcelana, además de ser un material más resistente, no es poroso, con lo cual evita problemas posteriores de tinción. Es un tratamiento muy rápido que, a diferencia de la ortodoncia, permite actuar únicamente sobre un diente y corrige, además, otras problemáticas como la pérdida de color del esmalte de las piezas que lo requieran. Para corregir el apiñamiento con un tratamiento de carillas es necesario realizar un cortorneado estético -o tallado- es decir, una ligera modificación del esmalte dental destinada a corregir la alineación que, en ningún caso, llegará a tocar la dentina. En casos de apiñamiento dental moderado o grave, debemos optar por un tratamiento de ortodoncia. Dependiendo de las prioridades de cada persona y de su estilo de vida, se podrá optar por un aparato fijo –brackets metálicos, zafiro – o removible –Invisalign-. Además, se pautan técnicas complementarias que colaboran en la ganancia de espacios tales como las extracciones de piezas dentales–o exodoncias, especialmente indicadas en los molares- o el stripping. El stripping es una técnica mediante la cual se intenta ganar espacio en el maxilar reduciendo la distancia interdental –es decir, del espacio existente entre dos dientes- a través del pulido del esmalte con unas indicadas para ello. Se puede llevar a cabo de manera manual con las tiras de stripping o bien con unas fresas de pulido. Es una técnica rápida y sencilla, completamente inocua, que no precisa de anestesia. ¿Se puede prevenir el apiñamiento dental? El apiñamiento como tal no se puede prevenir, si bien es cierto que la erradicación de hábitos infantiles típicos tales como chuparse el dedo o la sustitución temprana del biberón por el vaso a la hora de beber puede colaborar a la hora de que el niño tenga, en un futuro, los dientes alineados. Además, una vez finalizado el tratamiento de ortodoncia es de vital importancia prestarle la atención debida a la fase de retención para evitar tener de nuevo

Buenos hábitos, Prevención

Hilo dental: ¿cómo usarlo correctamente?

En muchas ocasiones, problemas dentales como, por ejemplo, las caries o las enfermedades periodontales pueden prevenirse con unas buenas pautas de higiene dental.A pesar de la creencia extendida de que basta con el cepillado después de cada comida para mantener una buena salud dental, a veces no es suficiente. Es entonces cuando el uso de elementos de higiene adicionales, tales como el hilo dental, puede ahorrarte muchas visitas al dentista. ¿Qué es el hilo dental? El hilo dental es un filamento de un grosor muy fino destinado a eliminar los restos de comida y las bacterias que se acumulan allí donde el cepillo no puede llegar: es decir, entre los dientes y debajo de las encías. ¿En qué casos está recomendado? La seda dental es un elemento que suelen usar aquellos pacientes que han sufrido problemas derivados de unas malas pautas de higiene bucodental: enfermedades periodontales tales como la gingivitis o la periodontitis, o caries. Además, suele estar extendida la creencia de que sólo es necesario su uso en aquellos casos en los que los espacios interproximales –distancia existente entre dos dientes- son grandes. Sin embargo, lo ideal sería que todas las personas completaran su higiene bucal con el uso del hilo dental. Los restos de comida y las bacterias se acumulan en todos los espacios interdentales, generando placa. Esta acumulación resulta más peligrosa en aquellos casos en los que el paciente no es consciente de ello –es decir, no sufre molestias derivadas de notar la presencia de un trozo de comida entre los dientes-. El empleo del hilo dental es esencial para completar la higiene de nuestra boca y colabora en la prevención de afecciones bucales. El hilo dental ayuda a eliminar la placa que se acumula allí donde no podemos llegar con un cepillado de dientes ¿Cómo se usa el hilo dental? En un inicio, el uso del hilo dental te puede resultar incómodo. Es normal que necesites un periodo de adaptación desde la primera vez que empiezas a utilizarlo. La importancia reside en entender su técnica de uso, de tal manera que no dañes tus encías al hacerlo. Uso del hilo dental paso a paso Corta un trozo de hilo dental de una longitud aproximada de 50 centímetros. Enrolla cada extremo de éste en el dedo corazón de cada mano, de forma que los dedos pulgar e índice queden libres. Es importante que enrosques la mayor parte en uno de los dedos, de manera que puedas ir deslizando el hilo usado hacia el lado opuesto para emplear siempre hilo limpio para cada espacio interproximal. Pasa el hilo dental en el primer espacio interdental que elijas, haciéndolo con un movimiento de vaivén –o de serrucho- para limpiar la superficie de los dientes. Rodea el diente con el hilo y realiza el mismo movimiento alrededor del diente. Con los dedos pulgar e índice, manipula el hilo dental de tal forma que emplees seda dental limpia para eliminar la placa. Pasa el hilo por todas las piezas dentales, realizando los dos movimientos indicados. Enjuágate la boca para eliminar los restos de comida y placa bacteriana. Si quieres, puedes ayudarte del uso de colutorio para completar tu higiene bucal. Uso del hilo dental con ortodoncia El empleo de la seda dental es especialmente importante para aquellos pacientes que estén llevando a cabo un tratamiento de ortodoncia. Si bien es cierto que el tratamiento de ortodoncia no daña los dientes, la colocación de un aparato fijo en la boca dificulta la llegada del cepillo a todos los espacios de la misma. De esta manera, favorece la acumulación de placa y de bacterias en los dientes y alrededor de las encías, lo que puede originar diferentes afecciones bucales que, en un inicio, no tenían presencia en la boca del paciente. A la hora de usar hilo dental, las personas que se estén sometiendo a un tratamiento de ortodoncia deben incluir una única variación: deben pasar el filamento por el arco antes de limpiar los espacios interdentales. En el mercado hay hilos dentales especiales para ortodoncia que tienen una parte un poco más rígida. Será ésta la que deberemos pasar por el arco. ¿Qué hilo dental es mejor? Actualmente podemos encontrar una gran variedad de hilos dentales. El más común es el hilo en carrete, dentro del cual podemos distinguir entre el hilo multifilamento y el monofilamento. El primero, generalmente hecho de seda o nylon, tiende a deshilacharse, especialmente en espacios interdentales anchos. Algunos de ellos van recubiertos de cera, de manera que es más fácil limpiar el espacio interdental y está menos expuesto al desgaste. El hilo monofilamento es un material nuevo, más resistente que la seda o el nylon. Su textura es más sedosa y agradable, por lo que está especialmente recomendado para pacientes que tengan problemas en las encías. Para una mejor adaptación al ancho de los diferentes espacios interdentales, podemos encontrar hilo dental de diferentes grosores. Además del hilo dental, en el mercado encontramos una amplia variedad de productos alternativos. Por ejemplo, para aquellos pacientes que tengan puentes dentales o coronas, o cuyos espacios interdentales son más grandes de lo habitual, está especialmente recomendado el uso de cinta dental –de un grosor más ancho-; y para aquellas personas que sufren de sangrado en las encías, el empleo de sedas tejidas, de una textura más suave. Es importante ser consciente del efecto que pueden tener unas buenas pautas de higiene dental en nuestra salud bucodental, y saber que a veces resulta insuficiente cepillarse los dientes tras cada comida. La incorporación de elementos de higiene oral a nuestra rutina, tales como el hilo dental, asegura la eliminación de placa y favorece la salud de nuestros dientes y encías. En caso de tener dudas con respecto al uso de estos elementos, podemos consultar a la Dra. Sánchez de la Clínica dental SanCal, te explicará las técnicas de higiene dental y te ayudará a mantener una sonrisa bonita y saludable. Pide tu cita

Prevención

¿Cómo afecta el calor a nuestros dientes?

El verano es la estación predilecta para muchos, ya que conlleva un aumento de vida social y es sinónimo de playa, piscina y diversión. Los días largos y el aumento de las temperaturas hacen que estemos más predispuestos a hacer muchos más planes a diario. Pero debemos tener en cuenta que estas altas temperaturas pueden afectar a nuestra salud bucodental. Factores como un aumento de las temperaturas, una mayor exposición solar y un aumento de la actividad social y de la práctica de deporte provocan que nuestro organismo pierda mayores cantidades de agua y tenga que adaptarse. Esta adaptación implica un cierto cambio para poder mantener la hidratación y la concentración de sales de la misma. La sequedad bucal suele estar ligada a una reducción de los niveles de saliva, elemento vital para la protección de nuestros dientes. Por ello, es fundamental mantener una constante hidratación y una concentración adecuada de estas sales a través de una ingesta regular de agua y bebidas sin azúcar, así como frutas y verduras, ya que éstas, además de contener agua, favorecen una mayor salivación. La disminución de la saliva puede favorecer la aparición de lo que conocemos como boqueras (queilitis angular) y hace que el ambiente sea idóneo para la proliferación de las bacterias de la placa bacteriana que aumenta el riesgo de desarrollo de caries o gingivitis (inflamación y sangrado de las encías). Estas situaciones bucales junto a la halitosis, y la hipersensibilidad son los problemas bucodentales más frecuentes en época estival. La boca es el órgano en el que iniciamos nuestra digestión mediante la ingesta de alimentos y si protegemos nuestra boca, alimentándonos a base de alimentos frescos, podremos prevenir dichas enfermedades. Higiene y salud bucodental en verano Por este motivo, durante esta época del año, es importante no descuidar la higiene bucodental. – Cepillarse los dientes tres veces al día durante al menos dos minutos después de las comidas y poniendo especial atención en el cepillado justo antes de acostarse. – Utilizar un dentífrico con flúor y una correcta técnica del cepillado que consista en mover el cepillo desde el margen entre encía y diente hasta el borde del diente, limpiando tanto su cara exterior como interior y masticatorias, así como los espacios interdentales, y la lengua. – No olvidarse del hilo, la seda dental o el cepillo interdental. Un aliado muy importante para prevenir la caries interdental y la gingivitis, por lo que debe utilizarse una vez al día y preferiblemente por la noche. Además, se recomienda usar de forma complementaria un enjuague bucal adecuado. Alimentación para nuestra sonrisa de verano Durante el período estival solemos cambiar nuestros hábitos alimenticios, comiendo alimentos menos recomendables para nuestros dientes, y haciéndolo fuera de horarios. Se trata de una práctica poco recomendable si tenemos en cuenta que facilitaremos el desarrollo de patologías bucodentales. Si bien es cierto que realizar una rutina de higiene bucal es la técnica de prevención más efectiva a la hora de tener una boca sana, pero también hay que tener en cuenta otros factores que nos serán de gran ayuda, como por ejemplo una serie de alimentos que ayudan a cuidar la salud bucal en verano, puesto que ya sabemos que la alimentación juega un papel fundamental en la salud bucodental. Estos alimentos nos ayudarán a mantener el buen estado de nuestra sonrisa. – Agua. Es esencial y no puede faltar en nuestra dieta y menos en verano cuando los niveles de hidratación bajan y necesitamos mantenernos con energía. – Frutas y verduras de temporada. La sandía y el melón son dos de las frutas de la temporada de verano que más nutrientes aportan para el cuerpo y al mismo tiempo ayudan a refrescar nuestro organismo. – Si te gusta el pescado y el marisco debes saber que su consumo es muy bueno para nuestros dientes y ello se debe a que alimentos como la sardina contienen flúor, así como también hay que destacar los ácidos grasos Omega 3 como uno de los componentes más interesantes del pescado y que nos ayudan a controlar tanto la inflamación como el sangrado de las encías. – El queso fresco y los lácteos en general, ya que son una gran fuente de calcio y ayudan a mantener fuertes nuestros dientes y la boca hidratada. El queso fresco contiene muchas proteínas que aporta un gran valor nutricional a nuestro cuerpo y para las ensaladas de verano funciona a la perfección. Ahora que llega el calor no descuides tu salud bucal. Estés donde estés llévate tu cepillo de dientes en tu neceser y tu kit dental de viaje. Porque el verano es para sonreír más que nunca.

Cultura y curiosidades, Prevención

¿Cómo afecta la enfermedad periodontal al sistema respiratorio?

En los últimos años, diversos estudios han revelado la relación existente entre la enfermedad periodontal y el riesgo de padecer patologías respiratorias infecciosas tales como la neumonía y la bronquitis, o afecciones pulmonares como la EPOC.De esta forma, podemos asegurar que problemas dentales como la gingivitis o la periodontitis no afectan únicamente a la salud bucodental: pueden tener otras muchas consecuencias a nivel sistémico. La prevención de las enfermedades periodontales y el tratamiento de las mismas pueden tener efectos positivos en pacientes que padezcan afecciones respiratorias, mejorando su diagnóstico. ¿Qué son las enfermedades periodontales? Llamamos enfermedad periodontal a todas aquellas patologías que afectan a los tejidos de soporte de los dientes, es decir, a las encías y al hueso. Son afecciones infecciosas causadas por bacterias que provocan una respuesta inflamatoria que va destruyendo la encía y, posteriormente, suponiendo la pérdida de tejido del hueso. Podemos distinguir dos tipos de enfermedades periodontales en función del grado de afección: La gingivitis consiste en la inflamación y sangrado reversible de las encías. En caso de no ser tratada a tiempo, esta patología derivaría en periodontitis. La periodontitis es una enfermedad crónica que cursa con la infección de los tejidos de soporte, continúa con la movilidad dentaria y termina con la pérdida de las piezas dentales. En ella influyen, además, otro tipo de factores genéticos, medioambientales… ¿Qué síntomas presenta la enfermedad periodontal? Si bien el síntoma más común es el sangrado de las encías, tanto al cepillarse los dientes, al masticar o bien de manera espontánea, hay un gran número de factores que nos pueden indicar la presencia de problemas tales como gingivitis o periodontitis: Mal aliento Dolor, picor o escozor en las encías Movilidad dental Retracción de las encías, de forma que podemos ver expuesta una mayor cantidad de diente frente a una cantidad inferior de encía, hasta llegar a la exposición radicular. La retracción de las encías influye de manera directa, por ejemplo, en la sensibilidad dental ¿Qué consecuencias tiene la enfermedad periodontal? Si te han diagnosticado gingivitis o periodontitis, debes tener en cuenta que estas patologías no tienen consecuencias únicamente a nivel local. Si bien es cierto que provocan la inflamación de las encías y, en casos muy avanzados de periodontitis, la pérdida de piezas dentales, las enfermedades periodontales pueden tener secuelas a nivel sistémico.  Es decir: pueden afectar a otras partes del cuerpo. La presencia de una gran cantidad de bacterias debajo de la encía hace que éstas puedan pasar a la sangre y afectar a otras partes del organismo. La periodontitis está estrechamente ligada, por ejemplo, al riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, descompensaciones de diabetes o a sufrir complicaciones durante el embarazo. Además, el tracto respiratorio está ligado a la cavidad oral. Por lo tanto, las enfermedades periodontales están, a su vez, relacionadas también con distintas afecciones respiratorias. Las enfermedades periodontales tienen consecuencias tanto a nivel local como sistémico. Es decir: pueden afectar a otras partes del cuerpo ¿Qué relación tienen las enfermedades periodontales con las afecciones respiratorias? La continuidad anatómica entre la cavidad oral y los pulmones implica una íntima relación entre los mismos. Diversas evidencias científicas han ligado las enfermedades periodontales al aumento del riesgo de padecer enfermedades respiratorias o de empeorar su diagnóstico. Entre las afecciones respiratorias más comunes destacan la neumonía, la bronquitis o exacerbaciones de la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC). Enfermedades periodontales y neumonía Parece una aseveración cada vez más firme el hecho de que el mantenimiento de la salud dental pueda contribuir de manera positiva a mejorar la salud respiratoria y viceversa. De esta manera, diversos estudios sugieren un incremento del riesgo de padecer tanto neumonía o bronquitis por parte de pacientes con una salud bucodental deficiente. Tanto la neumonía como la bronquitis son enfermedades causadas por la inflamación de los órganos que, en personas con patologías respiratorias crónicas, se asocian con una elevada morbilidad y mortalidad.   Según asegura la Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración (SEPA), en los últimos años se ha hecho evidente un acusado aumento de la incidencia de ambas patologías que, en muchos casos, se han relacionado con la afección de microorganismos no habituales. Enfermedades periodontales y EPOC La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) es una patología pulmonar caracterizada por una obstrucción de las vías respiratorias, generalmente progresiva e irreversible. Su síntoma principal es la disminución de la capacidad respiratoria, siendo las personas expuestas al humo del tabaco las más afectadas. Estudios recientes han revelado que una mala salud bucodental no sólo aumenta las posibilidades de padecerla, si no que destacan las afecciones periodontales como un factor de riesgo en sí para el desarrollo de la EPOC. Esta aseveración es también válida de manera inversa: los pacientes con EPOC tienen más posibilidades de desarrollar una enfermedad periodontal que aquellos que no padecen esta patología pulmonar. Los expertos, si bien son cautelosos en este ámbito, subrayan el tratamiento de la enfermedad periodontal como un factor que reduce el número de exacerbaciones de la EPOC. Dada su alta tasa de morbilidad y mortalidad, miembros de la SEPA aconsejan establecer unos protocolos eficaces de prevención y tratamiento de la enfermedad periodontal con el fin de mejorar el diagnóstico de pacientes con patologías respiratorias. El tratamiento periodontal está indicado para eliminar el sarro solidificado y la placa bacteriana. En un inicio se realiza un estudio periodontal para determinar el estado de la enfermedad gracias al sondaje de las encías y una higiene dental – profilaxis-. Posteriormente, y bajo anestesia local, realizaremos un raspado y alisado radicular para erradicar el sarro y las colonias de bacterias alrededor de la raíz de los dientes. Una vez puesta la boca en salud, están recomendados los mantenimientos periodontales cada 3-4 meses con el fin de mantener los niveles de placa adecuados. ¿Cómo prevenir la enfermedad periodontal? Ahora que ya sabes los efectos negativos que tienen las afecciones periodontales sobre la salud general, ¿cómo puedes prevenir la enfermedad periodontal? Para mantener el estado de salud de las encías es importante tener una correcta higiene bucal. Para

Buenos hábitos, Prevención

5 consejos para mantener las encías sanas

Unas encías sanas tienen un aspecto rosado y aportan armonía a la sonrisa. Pero a menudo los pacientes experimentan enrojecimiento y sangrado durante el cepillado, una señal de que algo falla en la salud bucal. ¿Cómo mantener las encías sanas? Las encías inflamadas y enrojecidas son una primera señal del desarrollo de una infección bucodental. De hecho este suele ser el primer síntoma de enfermedades periodontales como la gingivitis y la periodontitis. La base para evitar estas patologías y mantener las encías sanas es realizar una buena prevención. Unas encías sanas son fundamentales para mantener una buena salud bucodental. Cómo mantener las encías sanas Existen diversas pautas a seguir para mantener unas encías sanas: 1. Rutina de higiene bucodental adecuada A menudo la técnica de cepillado falla, descuidamos la higiene interproximal… Esto favorece la acumulación de biofilm oral o placa bacteriana en la línea de la encía. El resultado es la formación de sarro y la inflamación de las encías. Por ello mantener una buena rutina de higiene bucodental es esencial para mantener las encías sanas. Pero, ¿Cómo conseguirlo? El primer paso es mantener una buena técnica de cepillado. Muchos expertos recomiendan la técnica de Bass, que consiste en realizar movimientos verticales y suaves. De este modo se consigue una limpieza más profunda de los surcos gingivales por lo que permite mantener las encías más sanas. Pero el cepillado dental es insuficiente para eliminar todos los restos de comida y bacterias. Por ello la Dra. Sánchez recomienda mantener una buena rutina de higiene interproximal mediante técnicas como el enjuague y el hilo dental. Muchas veces el proceso de limpieza bucodental se centra en los dientes olvidando otras partes fundamentales de la boca como la línea de las encías o los espacios entre dientes. Reforzar la rutina de higiene en estas zonas es la clave para mantener las encías sanas. 2. Productos de higiene adecuados En la actualidad existe mucha variedad de productos de higiene bucodental. Decidirse por uno a menudo es difícil y no siempre escogemos los productos más indicados para nuestra sonrisa. Así, es recomendable acudir al odontólogo de confianza y consultar qué tipo de productos son los más adecuados. Un truco para acertar es prestar atención a nuestra salud bucodental: no es lo mismo tener los dientes sensibles que las encías inflamadas por gingivitis. En todos los casos se recomienda que los productos incorporen flúor. Este mineral ayuda a fortalecer el esmalte y lo protege del desarrollo de diferentes infecciones bucodentales. En la actualidad muchas pastas dentales y colutorios ya incorporan flúor, incluso para los niños. 3. Buena alimentación Una buena alimentación ayuda a cuidar las encías. De hecho mantener una dieta equilibrada es esencial para mantener las encías sanas. En este sentido es recomendable incorporar alimentos ricos en vitamina C. También es aconsejable evitar alimentos excesivamente azucarados y los ácidos. Este tipo de alimentos erosionan el esmalte y las encías y además favorecen el desarrollo de caries dental. Para mantener las encías sanas también se recomienda evitar el hábito de picar entre horas. Los alimentos más consumidos en este tipo de hábitos son los azucarados, como por ejemplo galletas o pastas. Si no puedes evitar picar entre horas, es mejor sustituir este tipo de alimentos por otros más saludables, como una pieza de fruta. 4. Detección precoz Muchos casos de gingivitis y periodontitis podrían haberse evitado con una buena prevención. La clave está en saber detectar durante la rutina de higiene los principales síntomas que alertan que la encía no está sana: Inflamación. Unas encías inflamadas tienen un aspecto enrojecido, que resulta poco estético y que además favorece el sangrado con más facilidad de lo normal. Sensibilidad. Provoca un dolor agudo ante estímulos concretos, como los alimentos muy calientes y muy fríos. La sensibilidad dental puede alterar procesos placenteros como comer, masticar y beber. Sangrado. Unas encías que no están sanas tienden al sangrado durante el cepillado dental. Estos son los principales síntomas que alertan del desarrollo de una enfermedad periodontal. Si notas alguno de estos síntomas es recomendable acudir a la Dra. Sánchez, tú odontóloga de confianza, ya que una detección a tiempo es clave para que el tratamiento sea eficaz. 5. Acudir a revisiones regulares Antes de desarrollar los primeros síntomas mencionados, es aconsejable acudir al odontólogo con regularidad. De hecho lo ideal es no esperar a desarrollar estos síntomas sino prevenirlos. En este sentido, un par de visitas al año suelen ser suficientes para prevenir las principales complicaciones en las encías. Mediante una exploración rutinaria se pueden detectar los principales síntomas de la gingivitis y la periodontitis, que pueden pasar desapercibidos en casa durante la rutina de higiene dental. En las clínicas SanCal realizamos un estudio personalizado para adaptar nuestros tratamientos a las necesidades de cada paciente. Si tienes cualquier consulta no dudes en contactar con nuestros profesionales. Nuestro objetivo es conseguir los mejores resultados con cada sonrisa.

Cultura y curiosidades

Primeros dientes del bebé: Mitos a desmentir

Todos sabemos que los primeros dientes del bebé , más allá de ser una ilusión a la vez que un dolor de cabeza para los padres, son muy importantes. Cuidar estos pequeños dientes será fundamental para evitar patologías como la caries de leche; perder estos dientes puede suponer complicaciones para la dentadura definitiva en un futuro. Los primeros dientes constan de 20 piezas. Estos son los conocidos dientes de leche. Cuidar de ellos es fundamental incluso antes de que salgan, mediante la correcta limpieza de la boca de los pequeños. Si bien todos sabemos que los primeros dientes suelen molestar mucho a los niños cuando esta sale, debemos saber que hay ciertos mitos que desmentir. Mitos acerca de los primeros dientes de leche Hay que saber que el desarrollo de los dientes será diferente en cada niño. Muchos factores influyen, un buen ejemplo de esto es la herencia genética, pero no se queda aquí. También hay que tener en cuenta la alimentación y el tipo de higiene que estamos siguiendo. Pasemos ahora a hablar acerca de los mitos con los que nos encontramos más frecuentemente respecto a los dientes de leche de los más pequeños: Los niños pierden el hambre cuando les salen los dientes de leche No es que los niños pierdan el apetito mientras les salen los dientes, sino que sencillamente el dolor que sienten hace que eviten el masticar e ingerir, debido a las molestias que están sufriendo, lo que hace que rechacen ciertos alimentos. Podemos optar por ofrecer alimentos blandos o líquidos, siempre evitando abusar del azúcar. Los dientes de los niños salen a los 6 meses Como decíamos antes cada niño es distinto, por lo que dependerá de sus factores particulares cuando comenzará a desarrollar la dentición. Lo normal es que esto ocurra a partir de los seis meses, pero en ningún caso debe ser constatado como un hecho fehaciente. Sí que es recomendable que nuestro odontopediatra de confianza realice una revisión del pequeño si no ha desarrollado los dientes a partir de los 18 meses. La erupción de los dientes debe seguir un patrón Si bien existe un orden, no significa que los dientes de todos los niños vayan a erupcionar de la misma manera. Es recomendable que el odontopediatra realice un seguimiento de la erupción de la dentición para que valore que todo está correcto. Si lo está, no hay nada más que temer. Cuida los dientes de tu bebé, incluso antes de que le salgan Mientras los dientes están saliendo, el bebé sufrirá mocos, fiebre y babeo Si bien es normal ver como el bebé babea de forma notoria mientras sus primeros dientes están saliendo, no es tan normal que moquee. Un aumento muy ligero de la temperatura también es plausible, pero si el niño tiene fiebre puede ser debido a una debilitación del sistema inmunitario. Ante la duda, mejor consultar con el pediatra. La erupción dental causa diarrea Como ocurre con los mocos y la fiebre, la diarrea en el bebé no tiene por qué tener relación alguna con la erupción dental. Puede ser motivada por reacciones alérgicas, por problemas digestivos… Nuevamente, el pediatra será la opción más recomendable. Puedes darle fármacos al bebé para recudir el dolor Está completamente desaconsejado el uso de fármacos para aliviar este tipo de dolores en los niños. Sólo adormeceremos un tiempo las encías, y no podemos tener permanentemente medicado al niño. Podemos usar remedios inocuos como los mordedores fríos. No hay que tocar la boca mientras le salen los dientes Esta creencia es directamente perjudicial. De hecho, debemos limpiar su boca con frecuencia, ya que de lo contrario pueden haber consecuencias muy problemáticas para el correcto desarrollo de los dientes de leche. Es recomendable que limpiemos la boquita con mucha delicadeza y evitemos presionar las zonas inflamadas. El odontopediatra juega un papel fundamental Como vemos hay mitos que realmente no tienen justificación alguna, y que aunque podemos tratar de seguirlos con la mejor de nuestras intenciones en realidad estaremos consiguiendo un efecto contraproducente. Ante la duda, la mejor solución siempre pasa por preguntar a nuestro dentista de confianza. Él será el encargado de arrojar luz ante nuestras inquietudes y nos brindará todo el apoyo que necesitamos para asegurarnos de estar haciendo un buen trabajo con los más pequeños de la casa. Asimismo, una revisión periódica para que el odontopediatra determine que estamos cuidando bien los primeros dientes de los niños será fundamental para asegurarnos de que no sólo su boca está libre de enfermedades, sino que también el desarrollo que está llevando es el correcto.

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