Clínica Sancal

sabor

Cultura y curiosidades

La importancia de la saliva para mantener una boca sana

La saliva es una secreción que producimos de manera natural formada, en su mayor parte -99%- por agua. El 1% restante lo conforman componentes tanto orgánicos como inorgánicos, que colaboran en mantener nuestra cavidad oral en salud.Desempeña un papel fundamental en nuestra salud bucodental: no sólo protege la boca de diferentes afecciones y colabora en la deglución y masticación de los alimentos, sino que también nos ayuda a detectar otras anomalías en nuestra salud. ¿Qué funciones tiene la saliva? Si bien la principal función es la de colaborar en la masticación y deglución de los alimentos, la saliva tiene muchas otras funciones beneficiosas para la salud de nuestra boca: Lubrica y protege las encías y las piezas dentales. Es capaz de arrastrar las bacterias y eliminar los microorganismos presentes en la boca. Además, tiene un efecto cicatrizante. Posibilita una mejor detección de los sabores de la comida. La saliva regula el pH de la boca, controlando el nivel de ácidos producidos por la placa y dificultando la aparición de caries en la boca. Contribuye, además, a la mineralización de los dientes, reforzando de esta manera su esmalte. Colabora en el proceso de diagnóstico de algunas patologías tales como la diabetes, el cáncer oral o enfermedades periodontales a través del análisis de las bacterias presentes en la misma.     Prepara el bolo alimenticio, facilitando el proceso digestivo, protegiendo el esófago y evitando atragantamientos.   Una persona suele segregar, de media, entre 1 y 1,5 litros de saliva al día. Esta producción alcanza su nivel más bajo durante la noche, por lo que la acción antimicrobiana se ve debilitada y, por ello, se le da una mayor importancia al cepillado nocturno para mantener una higiene dental correcta. Es de vital importancia para nuestra salud el hecho de mantener estos niveles de segregación de saliva para gozar de una buena salud bucodental. En caso contrario, podríamos sufrir xerostomía o, bien, sialorrea. ¿Qué es la xerostomía? La xerostomía –o síndrome de la boca seca- es una situación clínica que supone una disminución considerable de los niveles de segregación de saliva. Entre sus síntomas destacan una sensación de sed constante y de ardor en la boca, una alteración en la percepción de los sabores, fisuras y úlceras en la lengua y en las encías o dificultad a la hora de masticar. Te interesará »  Deglución atípica: ¿qué consecuencias tiene y cuál es su tratamiento? Entre las posibles causas de esta bajada podemos distinguir: La ingesta de determinados medicamentos tales como antihistamínicos, antidepresivos, antiasmáticos o medicamentos para controlar la tensión arterial. El padecimiento de enfermedades sistémicas como la diabetes, la artrosis o trastornos alimenticios –anorexia y bulimia-. Las situaciones de picos de estrés. Malos hábitos como una dieta poco equilibrada, el consumo de alcohol o el tabaquismo. Los tratamientos de radioterapia o quimioterapia. La xerostomía supone una disminución del nivel de segregación de saliva y no sólo causa molestias al hablar o al dormir, sino que también tiene efectos en nuestra salud dental ¿Qué consecuencias tiene la xerostomía? Una disminución del nivel salivar supone una bajada de la acción protectora de la salivay tiene consecuencias nefastas para la salud dental. Aquellos pacientes que padezcan xerostomía son más proclives a sufrir enfermedades periodontales como la gingivitis o la periodontitis, pues están más expuestos a la irritación de las encías. La merma de la capacidad de producir saliva también influye en la deglución y en la masticación, dificultando la digestión y llegando a dañar el esófago. Además, son más proclives a la aparición de caries o de manchas en el esmalte de los dientes y suelen padecer mal aliento. ¿Cómo se puede solucionar la xerostomía? Para atajar esta afección debemos clarificar en primer lugar la causa del problema y, una vez dilucidada, determinar si estamos ante un caso reversible o irreversible. En el caso de que esta situación clínica sea reversible o puntual, generalmente provocada por la ingesta de medicamentos o por hábitos como el tabaquismo, podemos colaborar en la segregación de saliva a través de la ingesta de líquidos y alimentos o con una higiene bucodental más exhaustiva.     En cambio, los casos de xerostomía irreversible, típicos en pacientes con cáncer oral o bien con un mal funcionamiento de las glándulas salivales, se pueden atajar mediante la ingesta de fármacos específicos. Además, está recomendado el uso de sustitutos de la saliva que humedecen temporalmente la boca y, sobre todo, estimulantes salivares. Sin embargo, tan perjudicial es una carencia de la misma como un exceso de segregación. Aquellas personas cuyo caso se encuentra en el lado opuesto padecen sialorrea. ¿Qué es la sialorrea? La hipersalivación –o sialorrea- supone un exceso en la cantidad de saliva que segrega una persona. La sialorrea suele ser frecuente en pacientes con enfermedades neuronales tales como la enfermedad de Parkinson, parálisis cerebral o esclerosis lateral amiotrófica. También es habitual en personas que hayan sufrido un infarto cerebral o que, en definitiva, tengan alguna enfermedad que merme la actividad de los músculos de la cara. Además, la hipersalivación suele atacar a personas que estén siendo sometidas a tratamientos médicos de trastornos psiquiátricos tales como, por ejemplo, la esquizofrenia. ¿Qué consecuencias tiene la sialorrea? La hipersalivación no sólo dificulta el habla y provoca molestias a la hora de comer o dormir, sino que también produce lesiones y úlceras en los labios y en las zonas adyacentes de la boca. Estas últimas son especialmente frecuentes en bebés.   ¿Cuál es el tratamiento de la sialorrea? La hipersalivación se puede atajar, en un inicio, con medicamentos que inhiban la segregación de saliva. En algunos casos, están recomendados procedimiento quirúrgicos como, por ejemplo, los destinados a eliminar algunas glándulas salivales –sublinguales o submandibulares- o a ligar los conductos a través de los cuales la saliva llega a la boca, controlando la liberación de la misma. La saliva desempeña un papel fundamental en nuestra salud bucodental. En caso de sentir anomalías en la segregación de la misma, no debemos ignorarlas: en muchas ocasiones son un claro indicador de la existencia de otras patologías. Para mantener unos niveles óptimos de segregación salivar y evitar problemas tales como la xerostomía o la sialorrea, debemos erradicar malos hábitos de consumo, tales como el tabaquismo, y, sobre todo, seguir unas pautas de higiene oral exhaustivas. Pide tu cita gratuita

Cultura y curiosidades

Mal sabor de boca: ¿qué solución tiene?

Alguna vez te has despertado y has sentido un sabor extraño en tu boca? ¿O has tenido esta sensación tras comer un determinado alimento?Si éste ha sido tu caso, no debes preocuparte. El mal sabor de boca ocasional es un episodio de lo más común entre la población, y no reviste gravedad alguna. De hecho, su incidencia remite tras un cepillado dental. Sin embargo, la situación es distinta cuando este mal regusto se convierte en un episodio recurrente. En el presente artículo te contaremos cuáles pueden ser sus posibles causas y qué solución puedes poner ante esta situación.   ¿Por qué tengo mal sabor de boca? Diversos estudios han demostrado que el 30% de la población se queja de padecer mal sabor de boca. Y es que, como ya hemos comentado, tener esta sensación de manera puntual es perfectamente normal -especialmente al despertar, por ejemplo-. Sin embargo, estaremos ante un caso diferente cuando la persona perciba un sabor amargo en la boca -otras personas pueden describirlo como metálico- de manera continua. El mal sabor de boca tiene un origen muy diverso: bien puede ser un síntoma de una higiene oral deficiente o, por el contrario, un indicador de una enfermedad gástrica o sistémica que todavía no ha sido diagnosticada debidamente. A continuación, te contamos cuáles son las causas más comunes del mal sabor de boca. Malas rutinas de higiene bucodental Los especialistas inciden en la importancia de mantener unas rutinas rigurosas de higiene bucodental. Sólo mediante un buen cepillado y el uso de otros elementos de higiene complementaria –hilo dental, cepillos interproximales o irrigador bucal- seremos capaces de eliminar de manera eficaz los restos de comida y la placa bacteriana. Si, por el contrario, no prestamos atención a estas rutinas de higiene oral, las bacterias presentes en la cavidad oral tienden a acumularse entre los dientes y a lo largo de la línea de la encía. La acumulación de placa bacteriana tiene dos consecuencias fundamentales: Supone una inflamación de las encías, provocando la afección de enfermedades periodontales -gingivitis o periodontitis-. En caso de no ser retirada de manera debida, el cúmulo de placa da lugar a la formación de sarro y daña el esmalte dental. Por este motivo, favorece la aparición de caries   CARIES DENTAL Estas dos consecuencias pueden entenderse también como causas de un mal sabor de boca: aquellas personas que padecen enfermedades periodontales o sufren la incidencia de una caries extensa sin tratar -que ha podido derivar en un proceso infeccioso- suelen aquejar regusto desagradable. La xerostomía: una de las causas de la halitosis La saliva juega un papel fundamental en nuestra cavidad oral: nos ayuda a mantener nuestra boca hidratada, y colabora en la eliminación de bacterias y restos de comida. El conocido como Síndrome de la boca seca -o xerostomía- es otra de las causas de la halitosis. Aquellas personas que padecen xerostomía -es decir, que segregan niveles de saliva inferiores a los habituales- presentan un mayor cúmulo de bacterias en la cavidad oral. Esta acumulación puede derivar en un mal sabor de boca constante. ¿Los alimentos influyen en el mal aliento? Nuestra dieta también tiene cierta influencia en nuestra percepción de un mal sabor de boca. Aspectos como una dieta poco equilibrada, así como ciertos déficits nutricionales -falta de zinc o de vitamina B12.- pueden influir de igual manera en tu aliento. ¿Qué otras patologías bucales pueden influir en el mal sabor de boca? Además de las citadas anteriormente -enfermedades periodontales, procesos infecciosos derivados de lesiones cariosas-, debes tener en cuenta otras afecciones bucales que pueden tener repercusión en tu percepción un regusto desagradable. En primer lugar, las úlceras en la cavidad oral pueden ser las responsables de tu mal sabor de boca. Por otro lado, la candidiasis oral también puede incidir en el mismo. La candidiasis es un proceso infeccioso provocado por la presencia descontrolada del hongo candida en la boca. Se manifiesta en forma de manchas blancas, generalmente en la superficie de la lengua y en las encías. CANDIDIASIS ORAL   Su incidencia es especialmente notable en bebés y en adultos de edad más avanzada. Sin embargo, es susceptible de afectar a cualquier persona que presente una debilitación del sistema inmunitario. La candidiasis oral es otra de las posibles causas del mal sabor de boca. Pero, además, otras afecciones extrabucales pueden influir en tu percepción de un mal regusto. Mal sabor de boca durante el embarazo En las mujeres, es frecuente sentir un sabor de boca desagradable debido a fuertes cambios hormonales asociados a un incremento de la segregación de estrógenos. Éstos se hacen especialmente notables durante la menstruación o el embarazo. Además, a estos cambios hormonales se le debe unir los episodios de náuseas y vómitos, lo cual también colabora notablemente a tener un regusto desagradable en la boca. ¿La digestión influye en el sabor de boca? Una correcta digestión también influye de manera positiva en nuestro sabor de boca. Una persona que no la realiza de la manera debida puede aquejar distintas molestias tales como náuseas, acidez o reflujos gástricos. Todos estos síntomas provocan, a su vez, un regusto poco agradable en la persona que los padecen. Los problemas de digestión son especialmente comunes en personas con sobrepeso o que no mantienen una dieta equilibrada. El mal sabor de boca como indicador de otras patologías En muchas ocasiones, el mal sabor de boca es un síntoma de otras patologías que no afectan directamente a la cavidad oral: La sinusitis consiste en la inflamación de los senos paranasales que provoca, a su vez, molestias y dificultades para respirar. El cúmulo de mucosidad en la garganta a causa de este proceso infeccioso provoca un desagradable sabor amargo en la boca. Las enfermedades hepáticas -hepatitis o cirrosis, por ejemplo- tienen numerosos síntomas, tales como dolores estomacales, sensación de fatiga constante, mareos o mal sabor de boca entre otros. Otras enfermedades sistémicas tales como los procesos gripales, la diabetes o el cáncer se encuentran entre las patologías más comunes que influyen en nuestra percepción de un regusto desagradable. En episodios de ansiedad, es habitual que las personas segreguen menos cantidad de saliva. Esta sequedad bucal provoca, a su vez, un sabor amargo. Los medicamentos: ¿un mal aliado para nuestro aliento? En muchas ocasiones, el mal

Cultura y curiosidades

¿Quieres tener una buena salud dental? ¡Bebe agua!

Gozar de una buena salud bucodental no solo tiene beneficios a la hora de masticar, pronunciar los diferentes sonidos o evitar molestias durante el proceso de digestión. También contribuye a mejorar nuestro estado de salud general.   Una boca sana previene de la afección de dolores cervicales o de cabeza, y disminuye el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares o sistémicas -como, por ejemplo, la diabetes-.   Mantener unas buenas pautas de higiene bucodental, así como acudir de manera rutinaria al especialista para que revise el estado de tu boca, son actos que favorecen tu salud dental y previenen la incidencia de distintas afecciones dentales.   Pero, además, actos como mantener una dieta equilibrada o beber una buena cantidad de agua a diario colaboran a mantener nuestra boca en perfecto estado.   En el presente artículo te contaremos cuál es la importancia del agua en la salud bucodental, así como otros sencillos remedios que pueden influir de manera muy positiva en la buena conservación de tus dientes y encías.   Beneficios del agua para la salud Los especialistas inciden constantemente en la importancia de mantenernos hidratados a lo largo del día. El agua juega un papel fundamental en distintos procesos de nuestro día a día: Favorece el proceso de digestión, y facilita la absorción de los nutrientes de los alimentos. Colabora a reducir la sensación de fatiga. Elimina las toxinas presentes en nuestro organismo. Regula la temperatura de nuestro cuerpo. Actúa como un importante lubricante para nuestras articulaciones. Pero, además, el agua tiene una serie de beneficios para nuestra salud bucodental.   ¿Por qué es importante el agua para nuestros dientes y encías? El agua es una bebida saludable que no contiene azúcares. No sólo contribuye a mantenerte hidratado y a preservar una dieta equilibrada, si no que, además, evita la sequedad bucal y te ayuda a mantener nuestra boca limpia. IMPORTANCIA DE MANTENERSE HIDRATADO El agua, por lo tanto, tiene numerosos beneficios para nuestra boca. Entre ellos, colabora a segregar unos niveles óptimos de saliva y reduce la afección de caries dentales y enfermedades periodontales.   La importancia del agua para segregar los niveles óptimos de saliva La saliva es una sustancia que producimos de manera natural formada, en un 99% por agua. Desempeña una labor fundamental en nuestra salud bucodental, al tener numerosas funciones beneficiosas para la misma: Lubrica las encías y protege los dientes de la acción de los agentes patógenos, arrastrando las bacterias y los microorganismos presentes en la cavidad oral. Contribuye a mantener el pH de la boca neutro, evitando que la boca se convierta, por lo tanto, en un medio ácido que favorece la aparición de caries. Permite distinguir mejor el sabor de los alimentos, y contribuye en el proceso de deglución colaborando en la formación del bolo alimenticio. Favorece el proceso de cicatrización de heridas y pequeñas llagas. Ayuda a diagnosticar algunas patologías gracias al análisis de las bacterias presentes en la misma como, por ejemplo, el cáncer oral o enfermedades periodontales -a la hora de determinar las bacterias causantes de las mismas-. Te interesará »  Xilitol: ¿tu aliado contra la caries? Por este motivo, segregar unos niveles óptimos de saliva resulta de vital importancia. Y, para ello, una buena hidratación resulta indispensable. En caso contrario, corremos el riesgo de padecer xerostomía -o síndrome de la boca seca-. Esta afección no solo genera molestias a la hora de hablar o masticar, sino que también aumenta el riesgo de padecer la incidencia de caries o enfermedades periodontales, así como de sufrir mal aliento. El agua: tu aliado contra la caries La caries es una lesión de la estructura dental provocada por la acción de los ácidos liberados por la placa bacteriana. La caries debe ser tratada a tiempo, de tal manera que cuando sea abordada solo haya afectado al esmalte dental. En caso contrario, afectará a la dentina y, posteriormente, al nervio dental. CARIES DENTAL   De esta manera, podemos afirmar que una caries muy extensa puede llegar a comprometer la estabilidad de la pieza dental afectada.   A diferencia de otras bebidas azucaradas o ácidas como los zumos de frutas o los refrescos -que contribuyen a hacer de la boca un medio más ácido-, el agua lava con cada trago tu boca de posibles restos de comida y bacterias perjudiciales para tu salud dental.   Esto no significa que un buen enjuague con agua sustituya al clásico cepillado dental: debes seguir manteniendo el hábito de lavarte los dientes tras cada comida, y completar tu higiene oral con el uso de hilo dental o cepillos interproximales.   ¿Colabora el agua a evitar las enfermedades periodontales? La enfermedad periodontal cursa con la inflamación y sangrado reversible de las encías -gingivitis-. En caso de no ser tratada a tiempo, la enfermedad progresa a periodontitis: una patología crónica que comienza con la inflamación de los tejidos de soporte, continúa con movilidad dentaria y, finalmente, puede comprometer la estabilidad de las piezas dentales.   Una higiene bucodental rigurosa es el principal factor de prevención de estas patologías. Por este motivo el agua tiene una influencia muy positiva en la aminoración de la incidencia las mismas: reduce el riesgo de padecerlas, pues, como ya hemos comentado, colabora a limpiar la boca de restos de comida y agentes patógenos.   ¿Qué otros beneficios tiene el agua para nuestros dientes y encías? Además de los citados anteriormente, el agua es empleada como remedio casero en algunas dolencias relacionadas con nuestra boca. A continuación, te damos una serie de pautas que quizá puedan serte de utilidad en un futuro. ¿Te has quemado la lengua? Para reducir la sensación de irritación, es recomendable que te enjuagues con agua fría o leche. Recuerda que la aplicación directa de hielo puede contribuir a aumentar más la sensación de irritación. Si has iniciado un tratamiento de ortodoncia con un método fijo -brackets metálicos, brackets de zafiro o brackets linguales-, notarás que te es más complicado acceder a todos los recovecos de tu boca. Por ello, los especialistas recomiendan el uso del waterpik. Se trata de un cepillo que, mediante el uso de agua a presión, eliminará de manera satisfactoria todos los restos de comida que

cirugía e implantes

Dientes incluidos, retenidos o impactados y su tratamiento

Los dientes incluidos, también conocidos como retenidos o impactados, son aquellos dientes que, a pesar de haberse formado totalmente, no han llegado a emerger en la boca durante el periodo habitual, y permanecen dentro del hueso maxilar parcial o completamente. A pesar de que puede ocurrir, indistintamente, con dientes temporales (los dientes de leche de los niños) o permanentes, así como en cualquier pieza dental, el proceso de inclusión es más común en los cordales –muelas del juicio- y en los caninos –colmillos- superiores. Es así dado que estos son los últimos dientes en erupcionar en la boca y, por lo tanto, tienden a no tener suficiente espacio para salir. Se trata de una situación muy frecuente entre la población mayor de 15 años y sus graves consecuencias exigen una reacción precoz. Para la detección de estos dientes incluidos se realizará una radiografía panorámica de la boca que ayude a descartar patologías y a determinar las causas del retraso en la erupción. Clasificación de dientes incluidos Existen dos tipos de inclusiones de dientes: Inclusión total: Es el caso de aquellos dientes que se han quedado completamente dentro del hueso maxilar y que no han emergido lo más mínimo a través de la encía. Inclusión parcial: Los dientes semi-incluidos o semi-impactados son aquellos que han erupcionado parcialmente en la boca y, dada su posición, son más vulnerables a las bacterias de la boca por lo que pueden sufrir infecciones recurrentes. En los casos en los que el diente emerge de manera parcial, se pueden apreciar algunos síntomas como la inflamación y sensibilidad en las encías, por lo que son más fáciles de detectar que los dientes completamente incluidos. Radiografía de un caso clínico de canino incluido tratado en la Clínica Dental SanCal   Estos son algunos de sus síntomas: Mal aliento Dolor o sensibilidad en las encías Dolor de cabeza o de mandíbula prolongado Enrojecimiento de las encías que se localizan alrededor del diente retenido Sabor de boca desagradable Espacio visible donde debería haber salido el diente Causas y complicaciones derivadas de los dientes retenidos A pesar de que no en todos los casos existe un factor claro que haya derivado en un diente incluido, algunas de las causas más comunes de este proceso son las siguientes: Infecciones Traumatismos Genética Falta de espacio en la boca Malnutrición En cuanto a las consecuencias derivadas de las inclusiones dentarias pueden ser numerosas y algunas muy graves, ya que el diente incluido que adquiere una malposición puede impactar contra los dientes vecinos y causar algunas de las siguientes complicaciones: Reabsorción de la raíz Daños en la estructura anatómica (seno maxilar, troncos nerviosos, raíces de dientes adyacentes…) Infecciones Alteraciones en el resto de dientes (pueden provocar apiñamiento) Aparición de bolsas periodontales Problemas de masticación Formación de caries por la placa acumulada entre los dientes y encías Desarrollo de quistes o tumores Molestia crónica en la boca Maloclusión Los dientes semi-incluidos son más vulnerables a las bacterias de la boca por lo que pueden sufrir infecciones recurrentes. ¿Cuál es el tratamiento para los dientes incluidos? Cuando nos encontramos la situación de un diente retenido en el hueso maxilar, podemos aplicar tres tipos de tratamientos: No actuar sobre el diente impactado y controlar su evolución: Sólo actuaremos de esta manera cuando no haya riesgo de que se produzca ninguna patología. En prácticamente la totalidad de los casos se recurre a los otros dos tratamientos. Extracción del diente retenido: A pesar de que sería el último recurso en el caso de un canino incluido –a menos que exista un problema grave-, es bastante común realizar una exodoncia en el caso de los cordales o muelas del juicio. Recolocación del diente incluido en la arcada dentaria: Cuando el diente en cuestión tiene una importancia funcional y/o estética –como es el caso de los caninos- optaremos por intentar recolocarlo en el lugar donde debería haber erupcionado. Cirugía de extracción de cordales incluidos (muelas del juicio) Los problemas de erupción de las muelas del juicio son muy comunes debido a que en la evolución del hombre, la mandíbula ha ido disminuyendo de tamaño más rápidamente que el número de dientes que posee el ser humano. Es por ello que, en muchas ocasiones, estos cordales no encuentran el suficiente espacio para emerger y acaban retenidos en el maxilar. Y dada su poca funcionalidad práctica y su carencia de funcionalidad estética, lo más recomendable, en la mayoría de casos, es extraerlos para evitar, así, posibles complicaciones (infecciones, movimiento del resto de dientes…). Este tipo de cirugía es muy frecuente y conviene que se realice antes de que el paciente desarrolle la raíz del cordal (antes de los 20 años de edad), ya que cuanto mayor sea la raíz, mayor contacto tendrá con el nervio y mayor será el riesgo durante la exodoncia. Se trata de una intervención quirúrgica de menos de media hora de duración y que, en la gran mayoría de casos, se realiza con anestesia local. Cuando la muela del juicio está totalmente incluida suele ser necesario realizar un corte en la encía para poder acceder a ella. Además, en ocasiones, suele tener que eliminarse algo del hueso que rodea al cordal o bien partir la muela en fragmentos para facilitar su extracción. El postoperatorio no debería implicar más que una hinchazón que irá reduciéndose en dos o tres días y exigirá una dieta blanda y una higiene acorde a las recomendaciones del profesional en la primera semana tras la intervención. Recolocación a base de tracción de los caninos incluidos Tras los cordales, los colmillos son los dientes que presentan mayores problemas de erupción. La causa más común en estos casos suele ser la falta de espacio en la arcada o que la posición del diente dentro del hueso es incorrecta. A diferencia de las muelas del juicio, los caninos adquieren mucha importancia en el conjunto de los dientes ya que se trata de piezas dentales muy fuertes y que ayudan a dirigir el movimiento de la oclusión. Es por ello que, si la posición del canino es favorable, el tratamiento más recomendable es la recolocación del mismo en la arcada dentaria mediante una intervención combinada entre la

Sin categoría

Dentadura postiza: tipos y avances en implantología

La dentadura postiza ofrece una solución a aquellas personas que han sufrido la pérdida de una o varias piezas dentales.En los últimos años, ha habido grandes avances en el campo de la implantología que han supuesto una mejora en la calidad de vida de los pacientes, dejando de lado las incómodas prótesis completas removibles y ganando en seguridad y en estética. ¿Qué entendemos por dentadura postiza? Por dentadura postiza entendemos la prótesis removible típica de personas mayores que han perdido todos los dientes de una arcada. Sin embargo, hay varios tipos de prótesis que mejoran la estética y la funcionalidad de nuestra boca. Dentro de las prótesis, debemos hacer una primera clasificación distinguiendo entre prótesis parciales o completas. Las dentaduras postizas parciales son aquellas que reemplazan tan sólo las piezas dentales perdidas, conservando la parte de la dentadura que se posee en perfecto estado. Un ejemplo de ello serían los puentes dentales. Por el contrario, las prótesis completas son aquellas que sustituyen todas las piezas dentales de una arcada. Además, según su morfología podemos distinguir entre prótesis mucosoportadas o mucodentosoportadas. Las prótesis mucosoportadas son las que entendemos como dentadura postiza tradicional. Van soportadas directamente sobre la encía y el hueso maxilar.     Están indicadas en pacientes edéntulos o que hayan sufrido la pérdida casi total de los dientes de una arcada. Gracias a los avances de los últimos años, su estética es mucho más realista. Si bien es el método más económico, tiene grandes deficiencias: Se debe tener un cuidado especial con lo que se come y evitar, en la medida de lo posible, sustancias duras o pegajosas que sean difíciles de masticar que amenacen la sujeción de la prótesis. Requiere un periodo de adaptación para hablar debidamente. Resulta especialmente complicado pronunciar algunos sonidos, sobre todo aquellos en los que la lengua debe apoyarse en el paladar o en la parte interior de los dientes. Su estabilidad es muy reducida, especialmente la de aquella que va colocada en la arcada inferior. La sensación de que la prótesis no está fija es muy acusada entre las personas que llevan dentadura postiza.   Estas prótesis se sujetan gracias a productos como pastas fijadoras o tiras adhesivas, si bien es cierto que con el paso del tiempo pierden su eficiencia e incluso pueden llegar a alterar el sabor de las comidas. Las prótesis esqueléticas –o mucodentosoportadas- sustituyen únicamente las piezas dentales perdidas. Van sujetas a los dientes que conserva el paciente a través de unos alambres que rodean las piezas dentales.   Si bien su sujeción es mayor que la de la prótesis removible, con el tiempo los dientes sobre los que se sujeta la misma se acaban resintiendo.   ¿Cómo adaptarse a una dentadura postiza? En un inicio, requiere de un periodo de adaptación. Podemos tener en cuenta una serie de recomendaciones para que este periodo sea más llevadero tales como: Intentar comer alimentos blandos y fáciles de digerir que no nos obliguen a forzar la masticación. El hecho de no pronunciar debidamente algunos sonidos no debe acomplejarnos. Un buen ejercicio es leer en alto para practicar la pronunciación y adaptarnos más rápidamente a la presencia de la prótesis en la boca. En caso de que durante los primeros días la dentadura nos cause alguna llaga o herida en la boca, debemos acudir al especialista lo antes posible. Es habitual que el protésico deba hacer algunos ajustes en la prótesis, de manera que encaje perfectamente en nuestra mandíbula. Nos apoyaremos en el uso de adhesivos específicos para dentaduras postizas que aseguren su sujeción y eviten la aparición de llagas. No debemos alarmarnos en caso de que segreguemos más saliva de lo habitual, es un síntoma normal hasta que nuestra boca se acostumbre a la presencia de la prótesis. Para evitar posibles infecciones, debemos prestar atención a la higiene de nuestra prótesis. Gracias a los avances en el campo de la implantología, atrás han quedado las incómodas antiguas prótesis removibles ¿Cómo limpiar la dentadura postiza? Mantener un buen cuidado de tu prótesis es esencial para evitar infecciones y otras afecciones bucales. Para ello, debes seguir una serie de pautas con respecto a la higiene de tu dentadura: Lava tu prótesis con jabón neutro y un cepillo de cerdas de nylon específico para este caso. Introduce en un vaso de agua la prótesis y añade un producto indicado para la limpieza de la misma. Mantenla en remojo tanto tiempo como indique el fabricante del producto. De esta manera, te asegurarás de eliminar las bacterias que causan mal aliento e inflamación en las encías. Enjuaga la dentadura con agua fría y sécala debidamente. Además, no debemos olvidarnos de mantener una buena higiene de nuestra boca. En caso de que lleves una prótesis removible completa, cepíllate las encías con un cepillo de cerdas suaves. Si, por el contrario, llevas una prótesis esquelética, deberás continuar con tu rutina de higiene habitual, cepillando debidamente los dientes y las encías con un cepillo suave-medio para eliminar los restos de comida y las bacterias que anidan en tu boca. Gracias a los avances en el campo de la implantología, actualmente existen prótesis sobre implantes que suponen grandes ventajas frente a la clásica dentadura removible.   ¿Qué es la rehabilitación sobre implantes? Es un tratamiento destinado a aquellas personas que han sufrido la pérdida de una o varias piezas dentales. Te interesará »  ¿Quién es el mejor implantólogo de Madrid? Un implante es una fijación de titanio que se integra en el hueso, sustituyendo a la raíz del diente. Sobre ella, va atornillada la prótesis. La rehabilitación sobre implantes supone un gran avance, pues facilita la masticación, la sensación de estabilidad es total y, además, no representa una carga psicológica tan grande para quien la lleva. Se trata una alternativa a las prótesis removibles o esqueléticas que acaba con los problemas de sujeción e incomodidad que tienen asociados las mismas. Con los implantes, las personas sienten los dientes como si fueran los suyos propios, ganando en estética y confianza. Existen dos tipos de prótesis sobre implantes: fijas y removibles. Prótesis fija sobre implantes Las prótesis fijas pueden sustituir tanto las piezas dentales perdidas como la totalidad de la arcada. Está indicada en personas que no

Cultura y curiosidades, Sin categoría

Quemaduras en la lengua: remedios para aliviar las molestias

¿Alguna vez no has esperado el tiempo suficiente para empezar a comer y te has quemado la lengua? Seguro que, en muchas ocasiones, has experimentado las consecuencias de beber o de comenzar a comer aun a sabiendas de que la comida o bebida elegidas estaban más calientes de lo que podías aguantar.Por ello, sabrás que las quemaduras en la lengua son muy molestas: generan irritación en la zona y merman, de forma temporal, tu capacidad para percibir el sabor de los alimentos. En el presente artículo te contaremos qué remedios te pueden ser útiles cuando tengas la lengua escaldada.   Lesiones en la lengua por quemaduras ¿Cuántas veces te has quemado la lengua porque no tenías tiempo para comer o, simplemente, porque no podías esperar más para saborear una de tus comidas favoritas? ¿O cuántos días a la semana empiezas la jornada laboral bebiendo un café o un té hirviendo? Las quemaduras en la lengua a causa de comidas o bebidas muy calientes son muy frecuentes y, generalmente, suponen lesiones de primer grado. En estos casos, únicamente se ve dañada la capa más superficial de la lengua -también conocida como epitelio-, el paladar o la zona interior de las mejillas. Lo habitual es que la persona padezca inflamación, irritación, hinchazón y dolor en la zona afectada, y bastará con recurrir a unos sencillos remedios caseros para atajar sus molestias. En cambio, en algunas ocasiones la lesión es más severa. Es entonces cuando estamos ante quemaduras de segundo o tercer grado.   CASO DE LENGUA ESCALDADA   Las quemaduras de segundo grado son más profundas. Causan un dolor más agudo, y es frecuente la aparición de pequeñas ampollas en la superficie lingual. Éstas tardan más en sanar, por lo que es habitual sentir las molestias derivadas de la quemazón durante, al menos, un par de semanas. Por último, las quemaduras de tercer grado suponen una afección de las distintas capas de tejidos subyacentes. La lengua puede mostrar una apariencia blanquecina o, por el contrario, una tonalidad más marrón. Sus síntomas pueden variar entre un dolor intenso o, por el contrario -y debido al daño de los nervios-, ser asintomática en un inicio. En caso de lesiones más severas, podría estar indicado un tratamiento antibiótico e, incluso, un injerto de tejido. Si crees que tienes una quemadura que revista cierta gravedad -de segundo o tercer grado-, o si sufres molestias constantes o alguna de las ampollas presentes a causa de la quemazón está supurando, debes acudir de manera inmediata a recibir asistencia médica. ¿Qué consecuencias tiene una quemadura en la boca? Como hemos comentado con anterioridad, las lesiones más leves producen hinchazón, irritación e inflamación en la zona. Estos efectos remitirán transcurridos unos días -habitualmente, en un periodo comprendido entre 3 y 6 días después del accidente-. Además, una quemadura puede provocar el daño de las papilas gustativas, localizadas en la superficie lingual. Por este motivo, es frecuente que veamos disminuida nuestra percepción de los sabores de manera temporal -hasta que los tejidos se regeneren de manera completa-. Por último, a causa de lesiones que no revisten gravedad alguna es habitual acusar cierta sensibilidad en la lengua o molestias derivadas de la ingesta de algún alimento -especialmente ante comidas ácidas, picantes o calientes-. Pero, además, en el caso de las personas que sufren quemaduras de segundo y tercer grado, es más frecuente la afección de procesos infecciosos. Por ello, los especialistas insisten en la importancia de acudir de manera pronta al médico en caso de que suframos lesiones más graves. Las quemaduras en la boca por la ingesta de alimentos demasiado calientes no suelen revestir ninguna gravedad, y las molestias derivadas de las mismas remitirán transcurridos unos días ¿Qué debo hacer si me he quemado la lengua? En primer lugar, debes tener en cuenta que los remedios citados a continuación van dirigidos únicamente a quemaduras que no revisten gravedad alguna -de primer grado-. En ese caso, existen una serie de medidas que pueden ayudarte a reducir las molestias y a acelerar el proceso de curación de los tejidos. Reduce los efectos de irritación de la lengua En primer lugar, nuestra reacción más natural es aplicar frío para reducir la inflamación. Está bien que te enjuagues la boca con agua fría o leche, pero, por el contrario, no es recomendable que apliques hielo directamente sobre la zona. Éste podría quedarse adherido a la lengua, y provocar un efecto inverso al deseado.     REMEDIOS PARA QUEMADURAS EN LA LENGUA Por otra parte, otra de las soluciones más extendidas a la hora de aliviar las molestias en una lengua escaldada es la realización de enjuagues con agua con sal. De esta manera, se favorece la cicatrización de los tejidos. Por último, en caso de molestias un poco más severas, los especialistas también recomiendan el empleo de colutorios o geles con efecto analgésico o la ingesta de ibuprofeno o paracetamol por vía oral. ¿Qué debes comer si tienes la lengua escaldada? En los días siguientes al accidente, debes tener un cuidado especial con la alimentación. Siguiendo una serie de pautas reducirás las molestias en la zona afectada, así como la irritación de la lengua: Evita la ingesta de comidas ácidas, picantes o muy calientes, pues son sustancias que actúan como irritantes de la lengua. Intenta escoger comida que no sea especialmente crujiente como, por ejemplo, biscotes o patatas fritas. Este tipo de alimentos pueden rozar o arañar la superficie quemada, produciendo molestias añadidas. Opta, por el contrario, por comidas frías y fáciles de digerir como, por ejemplo, yogur o cremas suaves. Por último, evita la ingesta de alcohol o el consumo de tabaco. Ambas sustancias aumentan la irritación de la zona. Mantén una higiene bucodental rigurosa La cavidad oral es un espacio lleno de bacterias. Para evitar la posible afección de una infección es imprescindible mantener una higiene bucodental rigurosa. Cepilla tus dientes después de cada comida e incluye la limpieza de la lengua en tus rutinas de higiene oral. Recuerda que debes cepillarte la zona con cuidado, sin ejercer una presión desmedida y empleando para ello un cepillo de cerdas suaves o medias. Por último, puedes recurrir a los

Buenos hábitos, Cultura y curiosidades

Macroglosia: ¿cuál es el tratamiento más adecuado?

La macroglosia es un trastorno que afecta, en su mayoría, a niños, y que puede tener repercusiones negativas en el habla, generar problemas de oclusión y dificultades a la hora de masticar o tragar.En el presente artículo te explicaremos en qué consiste la macroglosia, cuáles son las posibles causas que la originan y cuál es el tratamiento más adecuado en cada caso. ¿Qué es la macroglosia? La lengua es un órgano de vital importancia para la correcta fonación de los sonidos, el proceso de deglución y la respiración. Tiene un mayor crecimiento durante los primeros 8 años de vida de una persona, si bien su desarrollo no se interrumpe hasta que ésta cumple 18 años. De origen hereditario o congénito, la macroglosia es una condición que afecta a aquellas personas que poseen una lengua de un tamaño superior al habitual con respecto al resto de estructuras que conforman la cavidad oral. Síntomas de la macroglosia Las personas que la padecen observan cómo, en estado de reposo, la lengua protruye más allá del borde alveolar. La lengua tiene, por lo tanto, una longitud, un grosor y un ancho superior al habitual, ocupando por completo el espacio presente en la cavidad oral. LENGUA AGRANDADA   En personas que lo padecen, es habitual encontrar pequeñas úlceras o lesiones en la superficie de la misma. Además, presentan una serie de dificultades en la fonación de sonidos, en el proceso de masticación y deglución, infecciones recurrentes y obstrucción de las vías respiratorias y, por último, suelen segregar unos niveles de saliva superiores a los habituales. Causas de la macroglosia La macroglosia es una patología de causa variada, teniendo bien su origen en la afección de un síndrome de carácter genético o hereditario o, por el contrario, adquirido. El hecho de tener una lengua de tamaño superior al resto de estructuras de la cavidad oral puede ser un indicador de que la persona padece un trastorno de carácter hereditario o congénito como, por ejemplo: Hipotiroidismo de origen congénito. Síndrome de Down. Síndrome de Beckwith-Wiedemann, un trastorno del crecimiento que supone unos órganos de tamaño superior al habitual, entre otros síntomas. Diabetes. Acromegalia, una enfermedad de carácter crónico caracterizada por el incremento del tamaño de algunos órganos corporales como, por ejemplo, las manos, los pies o las mandíbulas. Mucopolisacaridosis, o enfermedades metabólicas de origen hereditario que suponen un mal procesamiento de los glucosaminglucanos -cadenas de la molécula del azúcar-. Esta afección provoca una acumulación de los mismos a nivel intracelular que puede ser la causa de distintas alteraciones en diferentes órganos. Aparición de un hemangioma -tumoraciones vasculares de carácter benigno, generalmente, que aparece en etapas muy tempranas de la vida-. HEMAGIOMA Pero, además, en ocasiones la macroglosia es un síntoma de un trastorno adquirido como, por ejemplo: Malformaciones en el sistema linfático de carácter benigno -linfagiomas-. Crecimiento de formaciones tumorales malignas. Consecuencias de la macroglosia La macroglosia tiene efectos negativos en la estética de la sonrisa de una persona, pero también puede afectar al habla, el proceso de deglución e incluso en el descanso de la misma. Entre las distintas consecuencias que esta patología tiene para aquellos que lo padecen, destacan las siguientes: Conflictos en la correcta fonación de los diferentes sonidos, suponiendo problemas en el habla. Dificultades en el proceso de masticación y deglución de los alimentos, interfiriendo por tanto en el proceso de digestión. Aparición de úlceras o pequeñas heridas producto del roce de la lengua con otras estructuras de la boca, especialmente en la punta de la misma. Segregación de unos niveles de saliva superiores a los habituales. Esta afección, conocida como sialorrea, tiene efectos negativos tanto en la deglución de los alimentos como en la preservación del esmalte dental, favoreciendo la aparición de caries. Infecciones de las vías respiratorias u obstrucción de las mismas. La macroglosia es, por ejemplo, una de las causas de la apnea -afección que supone una respiración muy superficial o la interrupción de la misma durante el sueño-. La macroglosia puede afectar al proceso de erupción dental y a la posición que los dientes ocupan en las arcadas. Esta patología puede suponer la protrusión de las piezas dentales y generar alteraciones en el proceso de erupción dental, afectando a la correcta alineación de los dientes en las arcadas. Además, también tiene efectos negativos en el desarrollo del hueso maxilar y de la mandíbula, generando problemas de oclusión. Por último, tiene consecuencias estéticas y, por tanto, en la autoestima del paciente. La macroglosia tiene efectos negativos para el habla, la masticación y deglución de los alimentos e incluso problemas de oclusión dental Diagnóstico de la macroglosia La macroglosia afecta, mayoritariamente, a la población infantil. Resulta de vital importancia realizar una visita temprana al especialista para que estudie el caso y esclarezca la causa de esta afección. Para el correcto diagnóstico de la misma, el especialista analizará no solo la morfología de la lengua, sino también otros factores tales como las dificultades que supone para el proceso de masticación y deglución de los alimentos y el habla, la obstrucción de las vías aéreas, así como la motricidad oral y el desarrollo de la mandíbula y el hueso maxilar, o la posición de las piezas dentales en la arcada.   APNEA Además, analizará también la historia clínica y los antecedentes médicos familiares. Una vez finalizado este análisis, el especialista pautará el tratamiento más adecuado para el caso. Tratamiento de la macroglosia El especialista determinará el tratamiento más idóneo en función del grado de severidadde la afección y de la causa que la provoca. Por lo tanto, el procedimiento para abordar esta afección es, al igual que su origen, muy variado. En los casos más severos, el especialista optará por una glosectomía. Se trata de una cirugía que consiste en la reducción del tamaño de la lengua. De esta manera, no solo se erradican los problemas estéticos que se derivan de la macroglosia, sino que también supone el fin de los problemas de sialorrea y las dificultades en el habla, la respiración, la masticación y deglución de los alimentos. La edad idónea para realizar la glosectomía está establecida entre los 4 y los 7 años. De igual manera, la realización de esta intervención se adelanta en el tiempo en algunas ocasiones en las que

Cultura y curiosidades

¿Cuáles son las funciones de la lengua?

La lengua es un órgano muscular situado en el interior de la cavidad oral -más bien, en la base de la misma-.Cumple funciones diversas para el ser humano como, por ejemplo, la percepción del sabor de los alimentos o la posibilidad de articular los diferentes fonemas. En el presente artículo hablaremos de las distintas partes de las que se compone la lengua y profundizaremos tanto en las funciones de la misma como en las diferentes patologías que pueden mermar su actividad. Partes de la lengua El esqueleto de la lengua está formado por el hueso hioides, la membrana hioglosa y el septum medio, sobre el que residen los músculos linguales que permiten su movilidad. Se trata de una estructura osteofibrosa recubierta de una mucosa que facilita, entre otros, el proceso de deglución. Podemos distinguir cinco partes diferenciadas en la estructura de la lengua: La cara superior, sobre la que encontramos distintos tipos de papilas gustativas que distinguen una amplia variedad de sabores. La cara inferior, que reposa sobre el suelo de la boca. En el mismo encontramos el frenillo lingual, que nos permite controlar los movimientos linguales, los orificios de salida de las glándulas salivales submandibulares y de las sublinguales. En contacto con las arcadas mandibulares, encontramos los bordes linguales. Una de sus cualidades es la presencia de unos filtros de bacterias. La base de la lengua está conectada con los músculos milohioideos, genihioideos, con el hueso hioides y, gracias a la existencia de tres pliegues glosoepiglóticos, con la epiglotis. La punta lingual -o vértice- es la responsable del saboreo de los alimentos.   ESTRUCTURA DE LA LENGUA Funciones de la lengua La lengua es un órgano sensorial. Por ello, parece que la función de la misma está muy clara: saborear los distintos alimentos. Las distintas papilas gustativas, situadas en la cara superior de la lengua, son las encargadas de enviar la información de sabor al cerebro. Podemos distinguir cuatro tipos de papilas gustativas: Las papilas calciformes, también denominadas circunvaladas, encargadas de captar los sabores amargos Las papilas fungiformes, cuya función es distinguir el sabor dulce Las papilas filiformes, que captan tanto la textura como la temperatura de los alimentos Las papilas foliadas, situadas en los pliegues laterales de la parte más posterior de la lengua, son las encargadas de percibir el sabor salado Al contrario de la creencia generalizada, esta distinción de los sabores tiene como objetivo avisarnos sobre el origen de la comida. Es decir, descartar que supone una amenaza el organismo de la persona que lo ingiere.  No está, por lo tanto, relacionada con el placer que supone el acto de comer para muchas personas. La lengua, además, es extremadamente sensible a estímulos táctiles. Por ello, también nos aporta información acerca de la textura de los alimentos que ingerimos y, por tanto, de su estado. Pero, además, la lengua tiene tres funciones más. En primer lugar, la lengua dirige la comida dentro de la cavidad oral durante la masticación y facilita, de esta manera, la trituración de los alimentos. Una vez éstos han sido debidamente descompuestos en pequeños trozos, forma el bolo alimenticio y lo dirige al comienzo de la faringe. Da lugar, de esta manera, al comienzo del proceso de deglución. En segundo lugar, los movimientos linguales posibilitan la succión, así como la articulación de los distintos fonemas y nos permiten, por tanto, pronunciar debidamente.   SUCCIÓN EN BEBÉS Por último, la lengua interviene en la función del conocido como anillo linfático de Waldeyer. Se trata de un conjunto de estructuras formadas por tejido linfoide localizadas en la faringe. Su función es captar los agentes patógenos que entran a nuestro organismo a través de la boca y la nariz para procesarlos y producir una respuesta inmune ante los mismos. La lengua tiene, por tanto, una gran cantidad de funciones vitales para nuestro organismo. Por ello, debemos prestar atención a su cuidado y a su estado, pues no sólo puede sufrir ciertas patologías, si no que también actúa como indicador de la afección de otras enfermedades. Patologías de la lengua A la hora de especificar el tipo de afecciones relacionadas con la lengua, podemos distinguir entre patologías de la lengua propiamente dichas o procesos que pueden estar relacionados con afecciones que vinculen otros órganos del cuerpo. ¿Qué patologías afectan directamente a la lengua? En primer lugar, las alteraciones en el tamaño de la lengua significan una merma de sus funciones y suelen ser un indicador de problemas de desarrollo. Las anomalías más comunes en el crecimiento de la lengua son: La aglosia, muy poco común, es la ausencia de este órgano. La microglosia la padecen aquellas personas que tienen una lengua de un tamaño inferior al normal. Esta afección supone problemas tanto en el habla como, en la mayoría de los casos, en la ingesta de alimentos. La macroglosia, por el contrario, es la afección más común. La padecen aquellas personas que tienen la lengua de un tamaño superior al habitual, lo que dificulta tanto la pronunciación como el proceso de masticación y deglución de los alimentos. Además, puede ocasionar problemas de oclusión dental, al empujar los incisivos hacia delante. Te interesará »  Certificación de Calidad: ISO 9001/08 La macroglosia puede ser un síntoma inequívoco de afecciones como, por ejemplo, la diabetes. Además, es común entre personas que padecen síndromes como el de Beckwith-Wiedemann o el síndrome de Down. Otras de las patologías relacionadas con la lengua son aquellas que suponen problemas relacionados con el sentido del gusto tales como la ageusia -merma de nuestra capacidad para percibir los sabores- o la disgeusia -confusión de los sabores-. Por último, enfermedades de origen infeccioso tales como la leucoplasia vellosa, la candidiasis oral o el liquen plano oral.   CANDIDIASIS ORAL ¿Qué otras patologías indican la presencia de otros problemas de salud? Además de prestar atención a las enfermedades anteriormente escritas, debemos tener en cuenta el buen estado de la lengua pues, en muchas ocasiones, es un claro indicador de nuestro estado de salud general. Por este motivo, debemos prestar atención a los siguientes síntomas: En algunas ocasiones, se observan dificultades para mover la lengua. Éstas, generalmente, suelen estar relacionadas con problemas neurológicos que deben ser analizados de forma rápida para descargar cualquier patología vascular, cerebral

Cultura y curiosidades

Papilas gustativas: ¿qué función cumplen?

Parece un tópico, pero te habrás cansado de oír que “comer es un placer”. Y es que la gastronomía está de moda: el acto de comer ha dejado de estar ligado a la supervivencia para estar plagado de tintes sociales y culturales.Sin embargo, el placer de la comida no sería posible sin la acción de las papilas gustativas. En este artículo intentaremos aclarar todas tus dudas con respecto a su función y disposición en la lengua, y te daremos unas pautas sobre qué debes hacer en caso de que se te inflamen.   ¿Cuál es la función de las papilas gustativas? Las papilas gustativas son unos pequeños órganos sensoriales ubicados en la superficie de la lengua. Cada una de ellas está formada por unas células receptoras denominadas botones gustativos. Gracias a los mismos, somos capaces de percibir los sabores. Sin embargo, las papilas gustativas no son las únicas responsables de esta percepción: el olfato juega un papel muy relevante en el proceso. A la hora de masticar, se liberan una serie de sustancias químicas que se transmiten a los receptores olfativos presentes en la nariz. Es la acción conjunta de las papilas y estos receptores la que nos permite discernir el sabor de los alimentos. Por este motivo, las personas con problemas alérgicos o respiratorios, o aquellas que están pasando por un proceso gripal tienen la percepción del gusto mermada.   ¿A qué edad se desarrollan las papilas gustativas? Diferentes estudios han demostrado la existencia de papilas gustativas plenamente desarrolladas en fetos de 15 semanas de gestación, y neuronas gustativas en aquellos que superaban las 25 semanas. Por ello, podemos afirmar que los seres humanos nacemos con el sentido del gusto plenamente desarrollado.   SENTIDO DEL GUSTO EN NIÑOS Una persona de edad temprana tiene, aproximadamente, unas 10.000 papilas gustativas que se regeneran en un plazo aproximado de 2 semanas. Este número se va reduciendo con el paso del tiempo: el proceso de regeneración no es igual de rápido. Un anciano tiene, en contraposición, una media de 5.000 papilas gustativas que conservan plenamente sus funciones. Por este motivo, nuestra percepción del sabor de los alimentos se va deteriorando con el paso del tiempo.   ¿Cómo se clasifican las papilas gustativas? Las papilas gustativas no son homogéneas: en la superficie lingual podemos distinguir órganos receptores con diferentes formas que detectan los distintos sabores. Tipos de papilas gustativas Hablamos de papilas caliciformes –también conocidas como circunvaladas- para referirnos a aquellas que nos aportan la información de sabor amargo. Las papilas fungiformes son las encargadas de captar el sabor dulce. Deben su nombre a su forma de hongo y están especialmente desarrolladas en personas de edad temprana y en adultos de edad avanzada. Las papilas filiformes, de forma cónica o cilíndrica, tienen sensibilidad a la temperatura y la textura de los alimentos. También conocidas como foliadas, perciben los sabores salado y ácido. Las papilas se encuentran distribuidas en distintas zonas de la superficie lingual, quedando repartidas de la siguiente forma: Las papilas caliciformes se localizan próximas a la garganta, en la zona posterior de la lengua. Las papilas fungiformes se encuentran en la punta de la lengua: la zona anterior de la misma es la encargada de percibir los sabores dulces. Las papilas foliadas están presentes en los pliegues laterales de la lengua. De esta manera, podemos percibir con más intensidad un sabor en un área determinada de la lengua que en otra. En la imagen que te presentamos a continuación puedes ver cómo se reparten las papilas gustativas y, por tanto, en qué zonas percibimos con mayor intensidad los distintos tipos de sabores.     ¿QUÉ SABORES DETECTAN LAS PAPILAS GUSTATIVAS? Alteraciones de las papilas gustativas En algunos casos, las papilas gustativas pueden verse inflamadas. Esta alteración, generalmente frecuente debido al contacto constante de la lengua con diferentes sustancias, puede resultar molesta: interfiere en el sabor que percibimos de los alimentos, puede generar ardor o hinchazón de la superficie lingual e influye, por tanto, en nuestras pautas alimenticias. Pero, ¿qué factores pueden provocar la inflamación de las papilas gustativas? Causas de inflamación de las papilas gustativas Presencia de toxinas en la lengua El hábito del tabaquismo o la ingesta de alcohol provocan que la lengua esté en contacto constante con sustancias tóxicas para el organismo. Éstas tienen un efecto adormecedor en las funciones de las papilas gustativas. Por este motivo, podemos afirmar que los fumadores tienen una menor percepción de los sabores que otras personas que no tienen este hábito adquirido. Ingesta de alimentos ácidos o picantes La incorporación a la dieta de comidas muy especiadas o picantes puede provocar una inflamación de la superficie lingual temporal que remite transcurrido un breve periodo de tiempo. Lo mismo ocurre al ingerir bebidas o alimentos muy calientes: su ingesta afectará negativamente a la percepción de los sabores, e irritará la lengua durante unas horas. Pequeñas heridas en la superficie lingual En muchas ocasiones, nos mordemos de manera accidental o tenemos pequeñas heridas en la lengua a causa del roce de un aparato de ortodoncia. Éstas pueden causar una inflamación de las papilas gustativas, mermando sus funciones e influyendo en nuestra percepción del sabor de los alimentos. Fuertes cambios hormonales En muchas ocasiones, la irritación de las papilas gustativas viene determinada por fuertes cambios hormonales, como puede ser el embarazo o los ciclos menstruales. Por este motivo, se afirma que las mujeres son más propensas a sufrir la irritación de las papilas gustativas.     MUJER EMBARAZADA Sistema inmunitario debilitado La inflamación muchas veces viene determinada por una debilitación del sistema inmune. Hay ciertos factores externos que influyen negativamente en nuestras defensas. Uno de los más frecuentes es el estrés. Está demostrado que personas que presentan elevados niveles de ansiedad tienen una mayor propensión a padecer la inflamación de las papilas gustativas. Procesos infecciosos de la lengua Por último, existen una serie de afecciones que provocan la inflamación de las papilas gustativas. Un ejemplo de ello puede ser la lengua geográfica –inflamación superficial de la superficie lingual que se manifiesta en forma de pequeñas manchas blancas o de color rojo-, o la candidiasis oral –una infección producida por el crecimiento excesivo del hongo candida albicans-.   ¿Cómo podemos abordar la

Scroll al inicio