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Cultura y curiosidades

Blanqueamiento dental con agua oxigenada: ¿es bueno para mis dientes?

Todos nosotros experimentamos que tanto el paso del tiempo como los hábitos de vida hacen mella en nuestros dientes, que pierden poco a poco su aspecto blanco y brillante para volverse cada vez más amarillos y apagados. Debido al importante peso que tienen en nuestro aspecto físico, mantener unos dientes blancos es un deseo de muchas personas. Éstas, a su vez, perciben que dicha mejora está a su alcance de manera relativamente fácil. Esta afirmación es muy cierta, ya que el blanqueamiento dental es un tratamiento relativamente económico, sencillo y rápido. Sin embargo, el problema es que, además, existe determinada “sabiduría popular” en torno a una serie de remedios caseros para blanquear los dientes. Un clásico dentro de estos remedios caseros es el agua oxigenada. Por eso, en el presente artículo vamos a aclarar qué efecto tiene el agua oxigenada a la hora de blanquear los dientes. ¿El agua oxigenada es buena para los dientes? Existen múltiples teorías acerca de cómo usar el agua oxigenada para aclarar nuestros dientes. Por ejemplo, muchas de estas teorías recomiendan empapar un algodón o un bastoncillo con agua oxigenada y presionar sobre los dientes, verter unas gotas de este líquido sobre el cepillo o la pasta de dientes, realizar enjuagues periódicos… Sin embargo, llegados a este punto tenemos que decirte que el agua oxigenada es perjudicial para la cavidad oral. Ahora, vayamos por partes. Por un lado, este remedio casero es ineficaz si lo que pretendemos es aclarar unos dientes oscuros. Además de esto, resulta agresivo para el esmalte, por lo que su uso puede ocasionar sensibilidad dental. Por otro lado, el agua oxigenada es especialmente dañina para las mucosas de la boca (encías, lengua, cara interna del labio y de las mejillas…). Esto se debe a que estos tejidos son especialmente sensibles, por lo que el agua oxigenada tiene un efecto abrasivo en las mucosas y puede ocasionar quemaduras e irritaciones. Por tanto, la respuesta a la pregunta que encabeza este apartado es tajante: el agua oxigenada no es buena para los dientes.   AGUA OXIGENADA COMO BLANQUEADOR DENTAL El agua oxigenada es muy abrasiva para los dientes y las mucosas, ya que provoca daños en el esmalte, quemaduras e irritaciones ¿Existen otros remedios caseros para blanquear los dientes? Una vez que hemos explicado por qué el agua oxigenada es mala para la boca, vamos a analizar otros recursos que utilizan muchas personas para aclarar el color de su sonrisa. Bicarbonato de sodio Al igual que sucede con el agua oxigenada, el bicarbonato de sodio es otro de los clásicos remedios a los que la sabiduría popular hace referencia. Podrás escuchar o leer que el bicarbonato se aplica directamente sobre los dientes, que hay que dejarlo reposar unos minutos o espolvorearlo sobre la pasta dental. Pues bien, lo cierto es que el bicarbonato sódico no tiene ningún efecto blanqueador sobre los dientes. Sin embargo, al igual que ocurre con el agua oxigenada, es muy abrasivo con las mucosas de la boca. Por tanto, te recomendamos que nunca recurras al bicarbonato como blanqueador dental.   BICARBONATO DE SODIO COMO BLANQUEADOR DENTAL Pastas dentales blanqueadoras Las pastas de dientes que aseguran contener agentes blanqueadores tampoco tienen efecto sobre la sonrisa. Esto se debe a que los agentes blanqueadores están sometidos a regulación y, si la pasta de dientes no se utiliza bajo supervisión profesional, la concentración con la que puede contar es muy baja.  Otros productos blanqueadores de venta en farmacias Este caso se extiende también a los productos que, si bien no son comprados necesariamente en farmacias, pueden ser adquiridos sin control profesional. Por tanto, ejemplos de estos productos serían toda clase de férulas o geles blanqueadores que pueden encontrarse tanto en establecimientos físicos como a través de Internet. Al igual que ocurre con las pastas de dientes, los productos de blanqueamiento de venta libre llevan una concentración de agente blanqueador tan baja que no son efectivos. FÉRULAS PARA BLANQUEAR LOS DIENTES Acude a un dentista Nuestra recomendación es que nunca te sometas a un blanqueamiento, sea del tipo que sea, sin la supervisión de un odontólogo. ¿Cuál es el mejor tratamiento de blanqueamiento que existe? A la hora de aclarar el color de tus dientes, lo cierto es que solamente podemos recomendarte que acudas a un dentista especializado en Estética Dental para que lleve a cabo un completo tratamiento de blanqueamiento. Y es que, un blanqueamiento siempre debe pautarse a medida del paciente y ser supervisado por un dentista. Dentro de los tratamientos que se pautan en las clínicas dentales, podemos distinguir dos tipos fundamentalmente: Blanqueamiento con férulas El blanquemiento dental con férulas se planifica en la clínica dental pero se lleva a cabo en casa de manera exclusiva. Es decir, el dentista lo que hace es entregar al paciente unas férulas y un gel blanqueador así como pautar el tiempo que el paciente tiene que llevar esas férulas en su casa. Este tratamiento sí que tiene un efecto blanqueador en los dientes. Sin embargo, su acción es limitada si la comparamos con la que puede llegar a ofrecer el siguiente procedimiento. Blanqueamiento combinado: férulas + lámpara de luz fría El blanqueamiento dental combinado consiste en utilizar tanto las férulas de las que acabamos de hablar como una lámpara de luz fría. Es decir, el paciente lleva dichas férulas en su casa y, además, se somete a una sesión de lámpara en la clínica dental. Dicha elección se debe a que es más efectivo, puesto que la lámpara potencia los resultados obtenidos por las férulas, aclarando aún más el color de los dientes. Por tanto, el blanqueamiento combinado es actualmente el mejor de todos los que existen en el mercado para blanquear los dientes.   BLANQUEAR DIENTES CON FÉRULAS Y LÁMPARA Dicho todo lo anterior, si lo que quieres es blanquear tus dientes, acude a un odontólogo especializado en Estética Dental. De esta manera, podrá pautar el tratamiento a tu medida y supervisarlo. Y si finalmente te sometes al blanqueamiento, una gran arma para mantener los resultados durante más tiempo es restringir los hábitos que los oscurecen, tales como fumar o consumir determinados alimentos o bebidas (café, té, vino tinto…). Pero, sobre todo, no des por ciertos todos los remedios naturales que encuentres en Internet o que te digan otras personas que no tienen formación odontológica. Tal y como hemos explicado, no todos los productos que pueden utilizarse sin la supervisión de

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Quemaduras en la lengua: remedios para aliviar las molestias

¿Alguna vez no has esperado el tiempo suficiente para empezar a comer y te has quemado la lengua? Seguro que, en muchas ocasiones, has experimentado las consecuencias de beber o de comenzar a comer aun a sabiendas de que la comida o bebida elegidas estaban más calientes de lo que podías aguantar.Por ello, sabrás que las quemaduras en la lengua son muy molestas: generan irritación en la zona y merman, de forma temporal, tu capacidad para percibir el sabor de los alimentos. En el presente artículo te contaremos qué remedios te pueden ser útiles cuando tengas la lengua escaldada.   Lesiones en la lengua por quemaduras ¿Cuántas veces te has quemado la lengua porque no tenías tiempo para comer o, simplemente, porque no podías esperar más para saborear una de tus comidas favoritas? ¿O cuántos días a la semana empiezas la jornada laboral bebiendo un café o un té hirviendo? Las quemaduras en la lengua a causa de comidas o bebidas muy calientes son muy frecuentes y, generalmente, suponen lesiones de primer grado. En estos casos, únicamente se ve dañada la capa más superficial de la lengua -también conocida como epitelio-, el paladar o la zona interior de las mejillas. Lo habitual es que la persona padezca inflamación, irritación, hinchazón y dolor en la zona afectada, y bastará con recurrir a unos sencillos remedios caseros para atajar sus molestias. En cambio, en algunas ocasiones la lesión es más severa. Es entonces cuando estamos ante quemaduras de segundo o tercer grado.   CASO DE LENGUA ESCALDADA   Las quemaduras de segundo grado son más profundas. Causan un dolor más agudo, y es frecuente la aparición de pequeñas ampollas en la superficie lingual. Éstas tardan más en sanar, por lo que es habitual sentir las molestias derivadas de la quemazón durante, al menos, un par de semanas. Por último, las quemaduras de tercer grado suponen una afección de las distintas capas de tejidos subyacentes. La lengua puede mostrar una apariencia blanquecina o, por el contrario, una tonalidad más marrón. Sus síntomas pueden variar entre un dolor intenso o, por el contrario -y debido al daño de los nervios-, ser asintomática en un inicio. En caso de lesiones más severas, podría estar indicado un tratamiento antibiótico e, incluso, un injerto de tejido. Si crees que tienes una quemadura que revista cierta gravedad -de segundo o tercer grado-, o si sufres molestias constantes o alguna de las ampollas presentes a causa de la quemazón está supurando, debes acudir de manera inmediata a recibir asistencia médica. ¿Qué consecuencias tiene una quemadura en la boca? Como hemos comentado con anterioridad, las lesiones más leves producen hinchazón, irritación e inflamación en la zona. Estos efectos remitirán transcurridos unos días -habitualmente, en un periodo comprendido entre 3 y 6 días después del accidente-. Además, una quemadura puede provocar el daño de las papilas gustativas, localizadas en la superficie lingual. Por este motivo, es frecuente que veamos disminuida nuestra percepción de los sabores de manera temporal -hasta que los tejidos se regeneren de manera completa-. Por último, a causa de lesiones que no revisten gravedad alguna es habitual acusar cierta sensibilidad en la lengua o molestias derivadas de la ingesta de algún alimento -especialmente ante comidas ácidas, picantes o calientes-. Pero, además, en el caso de las personas que sufren quemaduras de segundo y tercer grado, es más frecuente la afección de procesos infecciosos. Por ello, los especialistas insisten en la importancia de acudir de manera pronta al médico en caso de que suframos lesiones más graves. Las quemaduras en la boca por la ingesta de alimentos demasiado calientes no suelen revestir ninguna gravedad, y las molestias derivadas de las mismas remitirán transcurridos unos días ¿Qué debo hacer si me he quemado la lengua? En primer lugar, debes tener en cuenta que los remedios citados a continuación van dirigidos únicamente a quemaduras que no revisten gravedad alguna -de primer grado-. En ese caso, existen una serie de medidas que pueden ayudarte a reducir las molestias y a acelerar el proceso de curación de los tejidos. Reduce los efectos de irritación de la lengua En primer lugar, nuestra reacción más natural es aplicar frío para reducir la inflamación. Está bien que te enjuagues la boca con agua fría o leche, pero, por el contrario, no es recomendable que apliques hielo directamente sobre la zona. Éste podría quedarse adherido a la lengua, y provocar un efecto inverso al deseado.     REMEDIOS PARA QUEMADURAS EN LA LENGUA Por otra parte, otra de las soluciones más extendidas a la hora de aliviar las molestias en una lengua escaldada es la realización de enjuagues con agua con sal. De esta manera, se favorece la cicatrización de los tejidos. Por último, en caso de molestias un poco más severas, los especialistas también recomiendan el empleo de colutorios o geles con efecto analgésico o la ingesta de ibuprofeno o paracetamol por vía oral. ¿Qué debes comer si tienes la lengua escaldada? En los días siguientes al accidente, debes tener un cuidado especial con la alimentación. Siguiendo una serie de pautas reducirás las molestias en la zona afectada, así como la irritación de la lengua: Evita la ingesta de comidas ácidas, picantes o muy calientes, pues son sustancias que actúan como irritantes de la lengua. Intenta escoger comida que no sea especialmente crujiente como, por ejemplo, biscotes o patatas fritas. Este tipo de alimentos pueden rozar o arañar la superficie quemada, produciendo molestias añadidas. Opta, por el contrario, por comidas frías y fáciles de digerir como, por ejemplo, yogur o cremas suaves. Por último, evita la ingesta de alcohol o el consumo de tabaco. Ambas sustancias aumentan la irritación de la zona. Mantén una higiene bucodental rigurosa La cavidad oral es un espacio lleno de bacterias. Para evitar la posible afección de una infección es imprescindible mantener una higiene bucodental rigurosa. Cepilla tus dientes después de cada comida e incluye la limpieza de la lengua en tus rutinas de higiene oral. Recuerda que debes cepillarte la zona con cuidado, sin ejercer una presión desmedida y empleando para ello un cepillo de cerdas suaves o medias. Por último, puedes recurrir a los

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