Clínica Sancal

pieza dental

Estética dental

Contorneado dental estético en bordes incisales: qué es y para qué se hace

Si observamos detenidamente una de esas portadas de revistas en las que aparecen “sonrisas perfectas” veremos que dichas sonrisas no solamente son armónicas por su impoluto color blanco o su impecable alineación. Sus bordes incisales, es decir, los bordes de los dientes anteriores superiores, están nivelados. Si nos fijamos, no apreciaremos irregularidades ni desniveles entre piezas dentales iguales. En la siguiente imagen podemos comprobar cómo, en la que sería una sonrisa perfectamente nivelada, los dientes anteriores tienen los bordes incisales ordenados por alturas:  Nivelación adecuada en dientes anteriores superiores   El contorneado estético permite realizar pequeñas modificaciones en la longitud y la forma de los dientes ¿Qué es el contorneado dental estético? Algunas personas tienen pequeñas imperfecciones en los bordes incisales que afectan a su sonrisa. Por muy leves o localizados que sean estos defectos, pueden llegar a afear nuestra imagen e, incluso, comprometer nuestra autoestima. Lo cierto es que los pacientes se muestran cada vez más exigentes con su estética dental. Por un lado, demandan cambios notables en su sonrisa y, por otro, desean hacerlo mediante tratamientos mínimamente invasivos. Para corregir algunos de los defectos de nuestros dientes, la Odontología pone a disposición de los pacientes uno de los tratamientos más sencillos que existen: el contorneado dental estético o ameloplastia. Este tratamiento se realiza fundamentalmente en incisivos y caninos superiores. Permite modificar ligeramente tanto la longitud como la forma de un diente mediante una serie de retoques en el borde incisal. Es decir, el contorneado dental estético consiste en eliminar pequeñas cantidades de esmalte para conseguir la apariencia deseada. De esta manera, podremos corregir, por ejemplo, incisivos centrales excesivamente largos o desiguales y caninos demasiado puntiagudos. Tratamiento para incisivos y caninos ¿Cuáles son sus beneficios? El contorneado estético de los bordes incisales es un tratamiento dirigido a personas que únicamente necesitan pequeños retoques en sus dientes. En estos casos, es una técnica especialmente agradecida, ya que permite armonizar la sonrisa del paciente de una manera relativamente sencilla. Por tanto, los principales beneficios de este tratamiento son los siguientes: Rápido: se realiza en una sola sesión Indoloro: no causa dolor ni sensibilidad Sin anestesia: únicamente se trabaja la superficie del diente Antes y después del contorneado dental ¿Qué tratamientos complementarios puedo hacerme? El contorneado dental en bordes incisales es un procedimiento que se complementa muy bien con otros tratamientos de Odontología Estética, como puede ser el blanqueamiento. La combinación de ambos ofrece al paciente resultados muy notables, ya que independientemente de los retoques en los dientes, el blanqueamiento se caracteriza por proporcionar cambios asombrosos en muy poco tiempo. En resumen, el contorneado dental permite conseguir unos buenos resultados siempre y cuando los defectos en los bordes incisales sean mínimos. Sin embargo, no está indicado para problemas severos de posición, forma o tamaño de los dientes. Por tanto, para cambios más radicales sería necesario valorar otras opciones, como puede ser la ortodoncia estética y las carillas de porcelana o composite.

Cultura y curiosidades

¿Qué es la anquilosis dental y cuál es su tratamiento?

Por definición, en Odontología se conoce a la fusión de la raíz de la pieza dental con el hueso alveolar como anquilosis dental. Si observamos la siguiente imagen de las distintas partes que componen la estructura dentaria, concluimos que esta adhesión es posible gracias a la obliteración del ligamento periodontal. ESTRUCTURA DENTARIA   La anquilosis dental puede afectar tanto a piezas dentales definitivas como temporales, siendo especialmente común en el proceso de desarrollo de estas últimas -más habitual, además, en los molares-. Pero, ¿cuándo puedes sospechar que estás padeciendo anquilosis dental?   Síntomas de la anquilosis dental Existen dos hechos diferenciados durante el proceso de desarrollo dental que pueden hacernos sospechar que podemos padecer anquilosis dental: En primer lugar si, cuando el niño se encuentra en edad de realizar el recambio dentario, existe una pieza que, a diferencia de sus adyacentes, no presenta movilidad alguna ni síntomas de caerse próximamente. En segundo lugar, en caso de que durante el proceso de desarrollo dental exista una pieza que, tras erupcionar, se encuentre a un nivel más bajo que el resto.   La anquilosis dental es asintomática, por lo que suele ser detectada por el especialista en una primera valoración dentaria. Ante la falta de movilidad de la pieza dental y la apariencia de mostrarse sumergida en la encía, el odontólogo se valdrá de la realización de distintas pruebas diagnósticas –radiografías panorámicas y periapicales– para realizar un diagnóstico preciso. En función del grado de severidad de esta afección, podemos distinguir tres tipos diferentes de anquilosis dental: Será un caso leve cuando exista una diferencia de 2 milímetros entre el plano oclusal de las piezas adyacentes y la afectada. Por el contrario, estaremos ante un caso de anquilosis dental moderada cuando se pueda observar contacto proximal con las piezas adyacentes. Por último, será severa cuando la pieza dental no haya erupcionado o no se observe contacto proximal con las piezas adyacentes. Causas de la anquilosis dental Si bien se desconocen las causas que pueden estar tras el origen de esta afección, existen una serie de factores que parecen estar relacionados con la aparición de la misma. Entre ellos, destacamos: Haber padecido procesos infecciosos que hayan afectado a la pieza dental y al hueso alveolar. Haber sufrido un fuerte traumatismo dental que haya tenido cierta incidencia sobre los distintos tejidos. Ejercer una fuerte presión de la lengua sobre las piezas dentales afectadas. La existencia de antecedentes familiares. Es decir, los especialistas insisten en la posibilidad de que la afección de la anquilosis dental tenga un componente genético que suponga una alteración en el correcto desarrollo de los distintos tejidos dentales.   Caso real de anquilosis dental ¿Qué consecuencias tiene la anquilosis dental? La anquilosis supone una serie de alteraciones en el correcto desarrollo dental en caso de que ésta afecte a una pieza dental temporal. En primer lugar, la fusión de la raíz con el hueso alveolar imposibilita el recambio dentario o lo retrasa cuantiosamente. Por este motivo, afecta al desarrollo habitual del proceso de erupción dentaria y también al crecimiento vertical del hueso alveolar.   Además, esta anomalía puede generar distintos problemas de oclusión y provocar, por tanto, molestias en la mordida: En primer lugar, la anquilosis supone la infraoclusión de la pieza afectada, erupcionando a un nivel inferior que el resto de piezas adyacentes. Por este motivo, no hace contacto con su homónimo de la otra arcada y provoca mordida abierta local en ese punto. Además, esta anomalía en puede originar malposiciones en las piezas adyacentes, que, ante la falta de contacto proximal, tienden a inclinarse hacia el espacio que ha dejado libre el diente afectado. Todas estas alteraciones hacen que resulte de vital importancia un diagnóstico precoz y una actuación a tiempo del especialista, de manera que se minoricen las consecuencias que puede tener está afección en nuestra salud dental. Tratamiento de la anquilosis dental La actuación temprana del odontopediatra está encaminada a detectar cualquier alteración en el proceso de desarrollo dental y prevenir, por tanto, las consecuencias que la anquilosis puede tener en la oclusión dentaria. La decisión que tome el especialista respecto al tratamiento más adecuado vendrá determinada por las consecuencias clínicas que puedan derivarse de la misma. En aquellos casos de infraoclusión en el que apenas se observen alteraciones a nivel oclusal y el diente permanente tenga un desarrollo normal, lo más habitual es esperar a que el proceso de recambio dentario culmine por sí mismo. Sin embargo, en caso de que la pieza anquilosada interfiera en el proceso eruptivo y pueda tener repercusiones negativas en la oclusión dental del paciente, el odontólogo pautará un tratamiento combinado de cirugía y ortodoncia. En primer lugar, el cirujano procederá a extraer el diente temporal. Posteriormente, el ortodoncista podrá optar por la colocación de un mantenedor de espacio para asegurar, de esta manera, la erupción de la pieza definitiva en la posición correcta. MANTENEDOR DE ESPACIO   Por el contrario, en caso de que la anquilosis dental afecte a una pieza permanente no será necesaria actuación alguna por parte del odontólogo. Si tienes alguna otra duda acerca de la anquilosis dental o quieres pedir una cita con nuestro equipo médico para que valoremos tu caso, te invitamos a ponerte en contacto con nosotros. Para ello, puedes rellenar el formulario de nuestra página web o, si lo prefieres, llamar al 91 599 6 36. ¡Te esperamos!

Bruxismo y ATM

¿Qué consecuencias tiene el bruxismo para tu salud dental?

¿Eres de esas personas que, al levantarse, nota cierto dolor de cabeza y aqueja dolores cervicales? ¿Has observado cómo, de manera paulatina, tus piezas dentales se han ido desgastando? Quizá no lo sepas todavía, pero puedes pertenecer a ese 20% de la población que padece bruxismo. El bruxismo es uno de los desórdenes orofaciales más comunes. Y es que su origen, ligado a causas relacionadas con los picos de ansiedad -entre otras-, es una consecuencia directa del ritmo de vida actual. Pero, ¿en qué consiste el bruxismo y qué consecuencias tiene para tu salud?   ¿Qué es el bruxismo? El bruxismo es el hábito de apretar o rechinar los dientes de forma involuntaria. Aunque puede manifestarse tanto de día como de noche, lo más habitual es que suceda durante las horas de sueño. Por este motivo, esta afección muchas veces pasa desapercibida y no es diagnosticada hasta que el paciente acude a la clínica dental para una revisión rutinaria acusando otros síntomas como sensibilidad dentaria o dolores de mandíbula. ¿Quién puede padecer bruxismo? El bruxismo afecta a personas de todas las edades, sin distinción de sexos, si bien es cierto que es especialmente frecuente en personas cuyas edades oscilan entre los 17 y los 40 años. Además, también tiene su incidencia entre la población infantil. Sin embargo, el bruxismo en niños se considera menos relevante. Suele afectar a niños con edades comprendidas entre los 4 y los 6 años. A estas edades, se entiende que apretar la mandíbula durante las horas de sueño contribuye a estimular el correcto desarrollo de los músculos y huesos faciales, así como a favorecer el proceso de dentición. De hecho, este hábito suele remitir con el crecimiento de las piezas definitivas. De todas formas, en caso de acusar este hábito lo ideal es que los padres acudan con su hijo al odontólogo. Tras analizar su caso, el especialista valorará si los episodios bruxismo entran dentro de los parámetros normales o si, por el contrario, es necesario pautar un tratamiento para mitigar las consecuencias del mismo en la salud oral. Caso de bruxismo infantil Pero, ¿qué factores están ligados al mal hábito de rechinar los dientes? Causas del bruxismo No existe un único hecho que sea considerado como el detonante de esta afección. Sin embargo, hay una serie de factores de riesgo ligados a la aparición de dicha enfermedad como, por ejemplo, los siguientes: Padecer elevados niveles de estrés o ansiedad Sufrir algún tipo de maloclusión dental: es más común en personas cuya mordida no encaja debidamente Acusar trastornos del sueño: insomnio, malas posturas adquiridas al dormir, dificultades respiratorias, etcétera Admitir malos hábitos alimenticios Padecer algún tipo de enfermedad neurodegenerativa: esclerosis múltiple o parálisis cerebral, entre otras ¿Qué consecuencias tiene el bruxismo? El bruxismo repercute de manera negativa, en primer lugar, en el correcto estado de nuestros dientes y encías. Pero, además, puede afectar a nuestras horas de descanso y a nuestro estado de salud general. Consecuencias del bruxismo en la salud dental El bruxismo supone una serie de perjuicios para el estado de tus dientes y encías. Sus efectos varían en función del grado de severidad de la afección, y también de la frecuencia con la que se repitan estos episodios. La principal consecuencia del bruxismo es el desgaste de las piezas dentales. Desgaste dental   En los estados más iniciales de la enfermedad, el mal hábito de rechinar los dientes se traduce en pequeñas señales de erosión en las piezas. Sin embargo, en casos más severos provoca un daño irreversible en el esmalte que tiene una incidencia directa tanto en el padecimiento de hipersensiblidad dental como en la aparición de caries y abfracciones dentales -pérdida de espesor del esmalte que se presenta en forma de cuña alrededor del cuello dentario-. Además, en estados muy avanzados, el bruxismo puede afectar a la estabilidad de las piezas: provoca movilidad dentaria y favorece la fractura de los dientes. Sin embargo, las piezas dentales no son las únicas que sufren las consecuencias de esta afección: las encías son otras grandes perjudicadas. El bruxismo provoca la inflamación y retracción de las mismas. La tensión en las mandíbulas tiene, además, repercusiones en nuestro estado de salud general. Síntomas como molestias en las mandíbulas, dolores de cabeza y cervicales o desgaste en las piezas dentales pueden ser claros indicadores de que padeces bruxismo ¿Qué consecuencias tiene el bruxismo en tu estado de salud? Seguramente, si padeces algunos de los síntomas asociados al bruxismo y has buscado información al respecto, te habrás topado con las consecuencias que éste genera en la articulación temporomandibular (ATM). Y es que esta afección es un trastorno que afecta tanto a los músculos de la masticación como a esta articulación -que conecta la mandíbula inferior al cráneo-, generando sobrecargas de la misma. Por este motivo, es habitual que los pacientes que padecen bruxismo sufran también insomnio, dolores de caza, oídos o cervicales. Además, son frecuentes las molestias para abrir la boca, masticar o hablar con normalidad. ¿Cómo se trata el bruxismo? Si bien el bruxismo en estados iniciales pasa, en muchas ocasiones, desapercibido por la persona que lo padece, una vez diagnosticado el tratamiento es relativamente sencillo. El bruxismo, como tal, no se puede atajar. Sin embargo, gracias a la colocación de una férula de descarga, se podrá restablecer el equilibrio de las cargas masticatorias y se disminuirá la tensión ejercida en las mandíbulas. Férula de descarga Estas férulas se realizan a medida de la boca del paciente, y su acción es compatible con sesiones de fisioterapia en la que el especialista eliminará la tensión acumulada en la ATM, devolviendo la movilidad a la mandíbula y disminuyendo las molestias para hablar o masticar con normalidad. En pacientes con grandes desgastes de las piezas dentales son habituales los tratamientos de colocación de coronas o carillas. De esta manera, se devolverá la estética y la funcionalidad a su sonrisa. ¿Se puede prevenir el bruxismo? La prevención de esta afección, como tal, no es posible, pero siempre es beneficioso atajar la raíz del problema. Es decir, en caso de sufrir episodios de estrés de manera regular que originen episodios de bruxismo, lo ideal es acudir a un especialista

Ortodoncia

Tengo los dientes separados: ¿Cómo puedo corregirlos?

Aunque la separación entre los dientes (diastema) es más frecuente en los niños, también hay personas que llegan a la edad adulta con diastemas. Entre éstos, hay algunos adultos que están contentos con la apariencia dulce y aniñada que otorga dicha separación. De hecho, en los últimos años, el diastema ha adquirido la categoría de moda y son muchas las modelos y actrices que lo lucen sin complejos. Los diastemas no presentan grandes desventajas ni son malos por sí mismos, siempre y cuando llevemos a cabo una buena higiene bucodental. Sin embargo, hay muchas personas a las que no les gusta su aspecto. Si éste es tu caso, te estarás preguntando cuál es la mejor manera de corregir la separación de tus dientes. Esta respuesta depende de las causas a las que se deba el diastema.   Dichos motivos pueden ser: Inserción baja del frenillo del labio superior: se da cuando el frenillo labial superior ha crecido más de lo habitual, por lo que baja hasta los dos incisivos centrales superiores e impide que éstos se junten. Desproporción entre el tamaño del hueso maxilar y los dientes: se produce cuando el hueso maxilar se ha desarrollado mucho y es demasiado amplio para los dientes, por lo que éstos no pueden ocupar todo el ancho del hueso. Succión o empuje de la lengua contra los dientes: se origina cuando se interpone o se empuja la lengua contra los dientes de forma prolongada en el tiempo. Este gesto puede deberse a un simple hábito o a una lengua más grande de lo habitual (macroglosia). En función de la causa, existen diferentes tratamientos: Carillas o reconstrucciones de composite Las reconstrucciones y las carillas de composite son una solución cuando existe desproporción entre el tamaño del hueso maxilar y los dientes, así como cuando el diastema de debe a la succión o empuje de la lengua contra nuestras piezas dentales. CARILLAS PARA CORREGIR DIASTEMAS   En el primer caso, la separación se debe a que los dientes son demasiado pequeños para el hueso maxilar. Por tanto, éstos no pueden ocupar todo el espacio disponible y no llegan a juntarse. Cuando el origen del diastema es éste, los espacios pueden ser generalizados o localizados entre cualquier par de dientes de la boca. En el caso de la succión o empuje de la lengua contra los dientes, los huecos son localizados, ya que se producen en los incisivos centrales superiores. Lo que hacen, por tanto, las carillas o las reconstrucciones en ambos casos es rellenar y disimular esos espacios vacíos. Pero, además, las carillas no sólo pueden corregir la separación de los dientes, sino otros aspectos estéticos que no nos gustan: el color, la forma o la posición.  Ortodoncia Los tratamientos de ortodoncia -ya sean con cualquier tipo de bracket o con las férulas Invisalign– pueden ser una solución para los tres motivos mencionados previamente. Esto se debe a que en muchas ocasiones los espacios entre los dientes no se solucionan con un único tratamiento, sino con una combinación de dos.   ORTODONCIA INVISALIGN Por ejemplo, las carillas o reconstrucciones de composite pueden corregir por sí solas la separación entre los dientes cuando éstos están perfectamente alineados y el paciente solamente necesita que rellenemos y disimulemos unos determinados huecos. Sin embargo, la realidad es que hay muy pocas personas que, sin haberse realizado un tratamiento de ortodoncia previo, presenten una buena alineación. Por tanto, si el paciente tiene, por ejemplo, los dientes torcidos, lo más adecuado es llevar a cabo un tratamiento ortodóncico y posteriormente colocar carillas o realizar reconstrucciones de composite. Frenectomía La frenectomía es una pequeña cirugía que se lleva a cabo cuando el frenillo del labio superior ha crecido más de lo habitual y baja hasta los incisivos centrales superiores, provocando que los dientes se separen. En este caso, los espacios entre nuestras piezas dentales son localizados, ya que solamente se producen en los incisivos centrales superiores. Al igual que hemos mencionado en el punto anterior, en el caso de que los espacios entre los dientes se deban a la inserción baja del frenillo labial superior, para cerrarlos será necesario combinar dos tratamientos.   DIASTEMA POR FRENILLO LABIAL SUPERIOR En este caso, se deberá combinar la frenectomía con un tratamiento de ortodoncia. Como ves, las causas por las que se producen los diastemas son diversas. Por ese mismo motivo, el tratamiento para juntar los espacios entre los dientes debe ser personalizado para cada paciente. Si quieres saber cuál es el tratamiento indicado para tu caso, el ortodoncista es el profesional de la Odontología más adecuado para determinar tus necesidades. Pide tu cita gratuita

Cultura y curiosidades

La importancia de la saliva para mantener una boca sana

La saliva es una secreción que producimos de manera natural formada, en su mayor parte -99%- por agua. El 1% restante lo conforman componentes tanto orgánicos como inorgánicos, que colaboran en mantener nuestra cavidad oral en salud.Desempeña un papel fundamental en nuestra salud bucodental: no sólo protege la boca de diferentes afecciones y colabora en la deglución y masticación de los alimentos, sino que también nos ayuda a detectar otras anomalías en nuestra salud. ¿Qué funciones tiene la saliva? Si bien la principal función es la de colaborar en la masticación y deglución de los alimentos, la saliva tiene muchas otras funciones beneficiosas para la salud de nuestra boca: Lubrica y protege las encías y las piezas dentales. Es capaz de arrastrar las bacterias y eliminar los microorganismos presentes en la boca. Además, tiene un efecto cicatrizante. Posibilita una mejor detección de los sabores de la comida. La saliva regula el pH de la boca, controlando el nivel de ácidos producidos por la placa y dificultando la aparición de caries en la boca. Contribuye, además, a la mineralización de los dientes, reforzando de esta manera su esmalte. Colabora en el proceso de diagnóstico de algunas patologías tales como la diabetes, el cáncer oral o enfermedades periodontales a través del análisis de las bacterias presentes en la misma.     Prepara el bolo alimenticio, facilitando el proceso digestivo, protegiendo el esófago y evitando atragantamientos.   Una persona suele segregar, de media, entre 1 y 1,5 litros de saliva al día. Esta producción alcanza su nivel más bajo durante la noche, por lo que la acción antimicrobiana se ve debilitada y, por ello, se le da una mayor importancia al cepillado nocturno para mantener una higiene dental correcta. Es de vital importancia para nuestra salud el hecho de mantener estos niveles de segregación de saliva para gozar de una buena salud bucodental. En caso contrario, podríamos sufrir xerostomía o, bien, sialorrea. ¿Qué es la xerostomía? La xerostomía –o síndrome de la boca seca- es una situación clínica que supone una disminución considerable de los niveles de segregación de saliva. Entre sus síntomas destacan una sensación de sed constante y de ardor en la boca, una alteración en la percepción de los sabores, fisuras y úlceras en la lengua y en las encías o dificultad a la hora de masticar. Te interesará »  Deglución atípica: ¿qué consecuencias tiene y cuál es su tratamiento? Entre las posibles causas de esta bajada podemos distinguir: La ingesta de determinados medicamentos tales como antihistamínicos, antidepresivos, antiasmáticos o medicamentos para controlar la tensión arterial. El padecimiento de enfermedades sistémicas como la diabetes, la artrosis o trastornos alimenticios –anorexia y bulimia-. Las situaciones de picos de estrés. Malos hábitos como una dieta poco equilibrada, el consumo de alcohol o el tabaquismo. Los tratamientos de radioterapia o quimioterapia. La xerostomía supone una disminución del nivel de segregación de saliva y no sólo causa molestias al hablar o al dormir, sino que también tiene efectos en nuestra salud dental ¿Qué consecuencias tiene la xerostomía? Una disminución del nivel salivar supone una bajada de la acción protectora de la salivay tiene consecuencias nefastas para la salud dental. Aquellos pacientes que padezcan xerostomía son más proclives a sufrir enfermedades periodontales como la gingivitis o la periodontitis, pues están más expuestos a la irritación de las encías. La merma de la capacidad de producir saliva también influye en la deglución y en la masticación, dificultando la digestión y llegando a dañar el esófago. Además, son más proclives a la aparición de caries o de manchas en el esmalte de los dientes y suelen padecer mal aliento. ¿Cómo se puede solucionar la xerostomía? Para atajar esta afección debemos clarificar en primer lugar la causa del problema y, una vez dilucidada, determinar si estamos ante un caso reversible o irreversible. En el caso de que esta situación clínica sea reversible o puntual, generalmente provocada por la ingesta de medicamentos o por hábitos como el tabaquismo, podemos colaborar en la segregación de saliva a través de la ingesta de líquidos y alimentos o con una higiene bucodental más exhaustiva.     En cambio, los casos de xerostomía irreversible, típicos en pacientes con cáncer oral o bien con un mal funcionamiento de las glándulas salivales, se pueden atajar mediante la ingesta de fármacos específicos. Además, está recomendado el uso de sustitutos de la saliva que humedecen temporalmente la boca y, sobre todo, estimulantes salivares. Sin embargo, tan perjudicial es una carencia de la misma como un exceso de segregación. Aquellas personas cuyo caso se encuentra en el lado opuesto padecen sialorrea. ¿Qué es la sialorrea? La hipersalivación –o sialorrea- supone un exceso en la cantidad de saliva que segrega una persona. La sialorrea suele ser frecuente en pacientes con enfermedades neuronales tales como la enfermedad de Parkinson, parálisis cerebral o esclerosis lateral amiotrófica. También es habitual en personas que hayan sufrido un infarto cerebral o que, en definitiva, tengan alguna enfermedad que merme la actividad de los músculos de la cara. Además, la hipersalivación suele atacar a personas que estén siendo sometidas a tratamientos médicos de trastornos psiquiátricos tales como, por ejemplo, la esquizofrenia. ¿Qué consecuencias tiene la sialorrea? La hipersalivación no sólo dificulta el habla y provoca molestias a la hora de comer o dormir, sino que también produce lesiones y úlceras en los labios y en las zonas adyacentes de la boca. Estas últimas son especialmente frecuentes en bebés.   ¿Cuál es el tratamiento de la sialorrea? La hipersalivación se puede atajar, en un inicio, con medicamentos que inhiban la segregación de saliva. En algunos casos, están recomendados procedimiento quirúrgicos como, por ejemplo, los destinados a eliminar algunas glándulas salivales –sublinguales o submandibulares- o a ligar los conductos a través de los cuales la saliva llega a la boca, controlando la liberación de la misma. La saliva desempeña un papel fundamental en nuestra salud bucodental. En caso de sentir anomalías en la segregación de la misma, no debemos ignorarlas: en muchas ocasiones son un claro indicador de la existencia de otras patologías. Para mantener unos niveles óptimos de segregación salivar y evitar problemas tales como la xerostomía o la sialorrea, debemos erradicar malos hábitos de consumo, tales como el tabaquismo, y, sobre todo, seguir unas pautas de higiene oral exhaustivas. Pide tu cita gratuita

Buenos hábitos, Cultura y curiosidades

Macroglosia: ¿cuál es el tratamiento más adecuado?

La macroglosia es un trastorno que afecta, en su mayoría, a niños, y que puede tener repercusiones negativas en el habla, generar problemas de oclusión y dificultades a la hora de masticar o tragar.En el presente artículo te explicaremos en qué consiste la macroglosia, cuáles son las posibles causas que la originan y cuál es el tratamiento más adecuado en cada caso. ¿Qué es la macroglosia? La lengua es un órgano de vital importancia para la correcta fonación de los sonidos, el proceso de deglución y la respiración. Tiene un mayor crecimiento durante los primeros 8 años de vida de una persona, si bien su desarrollo no se interrumpe hasta que ésta cumple 18 años. De origen hereditario o congénito, la macroglosia es una condición que afecta a aquellas personas que poseen una lengua de un tamaño superior al habitual con respecto al resto de estructuras que conforman la cavidad oral. Síntomas de la macroglosia Las personas que la padecen observan cómo, en estado de reposo, la lengua protruye más allá del borde alveolar. La lengua tiene, por lo tanto, una longitud, un grosor y un ancho superior al habitual, ocupando por completo el espacio presente en la cavidad oral. LENGUA AGRANDADA   En personas que lo padecen, es habitual encontrar pequeñas úlceras o lesiones en la superficie de la misma. Además, presentan una serie de dificultades en la fonación de sonidos, en el proceso de masticación y deglución, infecciones recurrentes y obstrucción de las vías respiratorias y, por último, suelen segregar unos niveles de saliva superiores a los habituales. Causas de la macroglosia La macroglosia es una patología de causa variada, teniendo bien su origen en la afección de un síndrome de carácter genético o hereditario o, por el contrario, adquirido. El hecho de tener una lengua de tamaño superior al resto de estructuras de la cavidad oral puede ser un indicador de que la persona padece un trastorno de carácter hereditario o congénito como, por ejemplo: Hipotiroidismo de origen congénito. Síndrome de Down. Síndrome de Beckwith-Wiedemann, un trastorno del crecimiento que supone unos órganos de tamaño superior al habitual, entre otros síntomas. Diabetes. Acromegalia, una enfermedad de carácter crónico caracterizada por el incremento del tamaño de algunos órganos corporales como, por ejemplo, las manos, los pies o las mandíbulas. Mucopolisacaridosis, o enfermedades metabólicas de origen hereditario que suponen un mal procesamiento de los glucosaminglucanos -cadenas de la molécula del azúcar-. Esta afección provoca una acumulación de los mismos a nivel intracelular que puede ser la causa de distintas alteraciones en diferentes órganos. Aparición de un hemangioma -tumoraciones vasculares de carácter benigno, generalmente, que aparece en etapas muy tempranas de la vida-. HEMAGIOMA Pero, además, en ocasiones la macroglosia es un síntoma de un trastorno adquirido como, por ejemplo: Malformaciones en el sistema linfático de carácter benigno -linfagiomas-. Crecimiento de formaciones tumorales malignas. Consecuencias de la macroglosia La macroglosia tiene efectos negativos en la estética de la sonrisa de una persona, pero también puede afectar al habla, el proceso de deglución e incluso en el descanso de la misma. Entre las distintas consecuencias que esta patología tiene para aquellos que lo padecen, destacan las siguientes: Conflictos en la correcta fonación de los diferentes sonidos, suponiendo problemas en el habla. Dificultades en el proceso de masticación y deglución de los alimentos, interfiriendo por tanto en el proceso de digestión. Aparición de úlceras o pequeñas heridas producto del roce de la lengua con otras estructuras de la boca, especialmente en la punta de la misma. Segregación de unos niveles de saliva superiores a los habituales. Esta afección, conocida como sialorrea, tiene efectos negativos tanto en la deglución de los alimentos como en la preservación del esmalte dental, favoreciendo la aparición de caries. Infecciones de las vías respiratorias u obstrucción de las mismas. La macroglosia es, por ejemplo, una de las causas de la apnea -afección que supone una respiración muy superficial o la interrupción de la misma durante el sueño-. La macroglosia puede afectar al proceso de erupción dental y a la posición que los dientes ocupan en las arcadas. Esta patología puede suponer la protrusión de las piezas dentales y generar alteraciones en el proceso de erupción dental, afectando a la correcta alineación de los dientes en las arcadas. Además, también tiene efectos negativos en el desarrollo del hueso maxilar y de la mandíbula, generando problemas de oclusión. Por último, tiene consecuencias estéticas y, por tanto, en la autoestima del paciente. La macroglosia tiene efectos negativos para el habla, la masticación y deglución de los alimentos e incluso problemas de oclusión dental Diagnóstico de la macroglosia La macroglosia afecta, mayoritariamente, a la población infantil. Resulta de vital importancia realizar una visita temprana al especialista para que estudie el caso y esclarezca la causa de esta afección. Para el correcto diagnóstico de la misma, el especialista analizará no solo la morfología de la lengua, sino también otros factores tales como las dificultades que supone para el proceso de masticación y deglución de los alimentos y el habla, la obstrucción de las vías aéreas, así como la motricidad oral y el desarrollo de la mandíbula y el hueso maxilar, o la posición de las piezas dentales en la arcada.   APNEA Además, analizará también la historia clínica y los antecedentes médicos familiares. Una vez finalizado este análisis, el especialista pautará el tratamiento más adecuado para el caso. Tratamiento de la macroglosia El especialista determinará el tratamiento más idóneo en función del grado de severidadde la afección y de la causa que la provoca. Por lo tanto, el procedimiento para abordar esta afección es, al igual que su origen, muy variado. En los casos más severos, el especialista optará por una glosectomía. Se trata de una cirugía que consiste en la reducción del tamaño de la lengua. De esta manera, no solo se erradican los problemas estéticos que se derivan de la macroglosia, sino que también supone el fin de los problemas de sialorrea y las dificultades en el habla, la respiración, la masticación y deglución de los alimentos. La edad idónea para realizar la glosectomía está establecida entre los 4 y los 7 años. De igual manera, la realización de esta intervención se adelanta en el tiempo en algunas ocasiones en las que

Buenos hábitos, Cultura y curiosidades

¿Cómo cepillarse los dientes correctamente?

Aunque es un hábito que repetimos varias veces al día y que nos enseñaron a hacer cuando éramos niños, los datos demuestran que los españoles no nos cepillamos los dientes correctamente. Y que, por tanto, la higiene bucal diaria es una de las asignaturas pendientes tanto de pequeños como de mayores. Son muchos los estudios que han profundizado sobre este tema con el objetivo de concienciar a la población de la importancia de un buen cepillado de dientes.   ¿Nos cepillamos bien los dientes? El citado informe concluyó que los niños españoles suspenden a la hora de lavarse los dientes, tanto en lo que respecta al tiempo como a la forma de cepillarse. Una de las conclusiones más llamativas del estudio, en el que han participado mil familias, afirma que el 33,6 % de los niños se cepilla únicamente las piezas dentales delanteras, obviando el resto de dientes que hay en la boca. Además, sitúa el tiempo de cepillado inferior al adecuado, ya que el 43,1% de los niños emplea menos de dos minutos, que es la duración recomendada por los dentistas. En este punto, es especialmente importante tanto el ejemplo como los hábitos enseñados por los padres. Dado que muchos adultos también tienen dudas acerca de la frecuencia, duración y técnicas de higiene bucal adecuadas, en este artículo vamos a darte unas sencillas pautas para que puedas mejorar tu cepillado y enseñar una buena rutina a los más pequeños. Para prestar atención a todos los dientes y evitar olvidos, lo mejor es dividirlos en dos grupos (superiores e inferiores) y seguir siempre el mismo orden ¿Cómo cepillarse los dientes correctamente? Antes de explicar cómo debe realizarse el cepillado, es necesario resaltar la importancia del cepillo de dientes. En primer lugar, hay que aclarar que tanto el manual como el eléctrico son igualmente válidos. Lo que sí es importante es que el cepillo de dientes esté limpio y en buen estado. Como norma general, debe cambiarse cada tres meses, o incluso antes, si advertimos que está muy desgastado. En lo que respecta a la frecuencia y la duración, lo más recomendable es cepillarse los dientes después de cada comida (alrededor de tres veces al día) y durante aproximadamente dos minutos. Es frecuente que nos cueste llegar a los dos minutos y desistamos antes de tiempo. Para evitar esto, podemos recurrir a unos sencillos trucos, como pueden ser usar un reloj o hacer algo que nos entretenga mientras nos cepillamos, como, por ejemplo, ver la televisión. ¿Cuál es la mejor técnica de cepillado? Una vez que tenemos claro cuál debe ser la frecuencia y la duración, es importante recalcar cuál debe ser la técnica, lo que generalmente crea más dudas. En primer lugar, debemos añadir al cepillo una pasta de dientes con flúor (casi todas lo contienen). La pasta debe usarse de manera moderada, ya que si añadimos demasiada cantidad se generará exceso de espuma, lo que no favorece la limpieza. Para asegurarnos de que prestamos a todos los dientes la misma atención, podemos dividirlos en dos grupos (superiores e inferiores) y seguir siempre el mismo orden. De esta manera, crearemos una rutina, nuestro cepillado será minucioso y evitaremos olvidos.   PASTA DE DIENTES EN EL CEPILLO 1 – Dientes superiores Caras exteriores Para empezar a cepillar las caras exteriores de los dientes superiores, abrimos ligeramente la boca y colocamos el cepillo perpendicular al diente, levemente inclinado hacia la encía. De esta manera, realizamos varias veces movimientos circulares suaves para que las cerdas del cepillo abarquen dientes y encías. Al estar también en contacto el cepillo de dientes con la encía es muy importante que el movimiento sea suave y no ejerza presión sobre la misma. De hacerlo incorrectamente, ésta acaba sufriendo daños. Por ejemplo, hay muchas personas que vienen a nuestra consulta con las encías retraídas por culpa de un cepillado agresivo. A la hora de explicar cómo de suave debe ser este movimiento, se puede decir que cepillarse los dientes se asemeja a barrer. Es decir, no por no por barrer más fuerte, vas a barrer mejor y quitar más suciedad. Caras interiores Una vez que hemos terminado con las caras exteriores, pasamos a las caras interiores. Para cepillarnos las caras interiores tendremos que hacer dos movimientos diferentes: uno de colmillo a colmillo y otro para el resto de los dientes. Empezaremos por la parte posterior de la boca y seguiremos realizando pequeños movimientos circulares, para lo que utilizaremos únicamente la parte delantera del cepillo de dientes. Una vez que llegamos a los colmillos, comenzaremos a realizar un movimiento de barrido utilizando ya todo el cepillo. Caras triturantes Para terminar con los dientes superiores, cepillaremos las caras triturantes, que se limpian mediante movimientos de barrido horizontales. Este es el movimiento que menos problemas plantea ya que la mayoría de la gente lo hace así de manera natural. 2 – Dientes inferiores Una vez que nos hemos ocupado de la higiene de los dientes superiores, continuamos con los inferiores. La técnica que se va a utilizar es la misma que hemos descrito anteriormente. En primer lugar, colocamos el cepillo perpendicular al diente para hacer la limpieza en el mismo orden: caras exteriores, interiores y, por último, triturantes. 3 – Lengua Una vez cepillados todos los dientes, no debemos olvidarnos de limpiar la lengua, donde se acumulan gran cantidad de restos de alimentos. Para ello, lo más recomendable es utilizar un raspador lingual. Para proceder con la limpieza, lo primero que tienes que hacer es sacar la lengua y colocar el raspador en la parte más posterior que puedas. Si te decimos esto es porque a muchas personas el raspador lingual les genera náuseas. Por tanto, ten cuidado de no llevarlo demasiado atrás. Una vez que estés en la parte posterior de la lengua, haz un barrido desde atrás hacia delante. RASPADOR LINGUAL PARA LA LIMPIEZA DE LA LENGUA Complementos al cepillado: seda dental y colutorio Además del cepillo y la pasta dentífrica, es fundamental complementar la higiene conotros dos elementos: seda dental o cepillo interproximal y colutorio. En este punto es importante resaltar que aunque su uso sea importante, estos productos nunca deben sustituir a un cepillado minucioso. Por un lado, la seda dental debe utilizarse una vez al día para limpiar los restos de comida que hayan podido quedarse entre los dientes. En el caso de que los espacios entre los dientes sean grandes, debe utilizarse un cepillo interproximal. Por otro lado, el

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Todas las claves sobre la extracción dental

Extraer una pieza dental es un proceso que conlleva una serie de cuidados y pautas a seguir. ¿Cuáles son? ¿Cuándo es necesario extraer un diente? La extracción del diente o exodoncia siempre es la última opción. En la clínica SanCal trabajamos para preservar la salud bucodental de los dientes naturales, porque son piezas únicas. Pero hay algunos casos en los que no se puede salvar una pieza muy afectada porque sus estructuras y tejidos internos están muy dañados. Las claves sobre la extracción dental Estas son las claves sobre el proceso de extraer un diente: ¿Cuándo es necesario extraer un diente? Como hemos indicado la extracción dental es siempre el último recurso. Pero existen diversas razones por las que el odontólogo decide que lo mejor es extraer el diente: Caries dental muy avanzada. El proceso de la caries va destruyendo de forma progresiva los soportes y nervios del diente. En sus últimas fases, el diente no se puede salvar ni regenerar por sí mismo y es necesario extraerlo. Lo mismo ocurre con las enfermedades periodontales: gingivitis y periodontitis. Falta de espacio. Antes de un tratamiento de ortodoncia se puede extraer alguna pieza dental. Esto ocurre en casos de apiñamiento dental severo. Al extraer la pieza se consigue el espacio necesario para que todos los dientes encajen bien alineados. Infecciones y golpes. Algunas infecciones y traumatismos provocan la rotura del diente, en parte o en su totalidad. En estos casos se intenta restaurar el diente con tratamientos como las carillas y coronas, pero no siempre es posible. ¿Cómo es el proceso? La extracción dental es una intervención quirúrgica que se realiza con anestesia local. Por tanto el proceso en sí es indoloro. Tras extraer la pieza, se puede cerrar la herida con puntos si es necesario. A partir de este punto es esencial seguir una serie de cuidados para una rápida recuperación. ¿Qué esperar tras una extracción dental? Durante los primeros días es normal sentir dolor intenso e inflamación de la zona intervenida. En estos días conviene extremar las precauciones al comer y cepillar los dientes. De hecho se recomienda evitar el contacto con la zona tratada para evitar infecciones y otras heridas, y seguir una dieta blanda. Para aliviar el dolor, el odontólogo puede recomendar algunos antiinflamatorios, además de aplicar hielo sobre la mejilla. Al cabo de unos días el dolor irá disminuyendo y poco a poco el paciente podrá hacer vida normal. Si pasados unos días el dolor persiste y además notas síntomas como fiebre y sangrado, acude cuanto antes a la consulta. Un seguimiento profesional será clave para una buena recuperación y una sonrisa sana.

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Agenesia dental

La agenesia dental es una enfermedad congénita  bastante frecuente en un gran porcentaje de seres humanos. Se trata de una anomalía de la boca, por lo cual no aparecen ciertas piezas dentales, no surgen en nuestra boca, hay una ausencia de ellas. Puede ocurrir en las piezas dentales temporales (que son conocidas como dientes de leche) como también en las piezas dentales permanentes. El diagnóstico se realiza mediante la observación de la ausencia de uno o más dientes. En el caso de los dientes permanentes la presencia de los dientes de leche más tiempo de lo que deberían puede indicar que no haya un diente permanente para sustituirlo y tendremos que comprobarlo mediante radiografías. Esta anomalía de origen genético se reconoce generalmente cuando los dientes de leche se caen (entre los seis y los 10 años) y se supone que los dientes permanentes ocuparán su lugar. Pueden ocurrir dos fenómenos: El diente de leche no se cae porque no está impulsado por el diente permanente. El diente de leche se cae pero no lo reemplaza el diente permanente.   Uno de los rasgos principales de la agenesia dentaria es que aparece sobre todo en el maxilar, en la mandíbula superior. Además, también es bastante común, en los casos de agenesia dental, que los incisivos laterales sean los más afectados por esta ausencia, aunque no los terceros molares.   Cuando se produce una agenesia dental normalmente se ve afectado el espaciamiento entre los dientes que si han salido rompiéndose el equilibrio y produciéndose maloclusiones. Además del problema funcional existe el  problema estético ya que los dientes  pueden encontrarse  en la zona de la sonrisa. La mayoría de las consultas son  por motivos estéticos, aunque no debemos olvidar la tan importante parte  funcional de nuestro aparato, ya que su funcionamiento óptimo y correcto dependerá de todas sus piezas conjuntamente y la  falta de alguna pieza desequilibraría a las demás.   La agenesia puede clasificarse en varios tipos dejando a un lado los dientes e leche: Ausencia de una o dos muelas de juicio. El caso más común. Consiste en la ausencia de una o dos muelas del juicio, lo que afecta a alrededor del 25 % de la población. En general, se descubre en la adolescencia, cuando el dentista hace las primeras radiografías para observar la posición de las muelas del juicio. No hay que preocuparse, ya que la ausencia de una o más muelas del juicio no es un problema y no requiere tratamiento. Agenesia dental o hipodoncia. La agenesia puntual o hipodoncia afecta a aproximadamente un 5 % o 6 % de la población. En este caso, entre uno y seis dientes pueden faltar. Muy a menudo se ven afectados el segundo premolar inferior y el incisivo superior. La causa es genética: hay familias en las que faltan uno o más dientes en varias generaciones. Si se tiene esta información hay que dársela al dentista en la primera consulta. Esta agenesia se detecta generalmente entre los seis y los diez años de edad, momento en el cual se supone que los dientes de leche tienen que caer. Pero en ausencia del diente permanente que empuje el diente de leche, este no cae y permanece implantado en el hueso de la mandíbula. Si el niño no va al dentista, la agenesia puede pasar desapercibida durante varios años. La agenesia múltiple u oligodoncia. Cuando faltan más de seis dientes y hay otras anomalías dentales presentes (dientes de diferentes formas y colores). Esta condición es muy rara, con una frecuencia estimada de 1 a 7 por cada 100 000 nacimientos. Como en el caso de la hipodoncia, las causas de la oligodoncia son genéticas, pero las anomalías no se limitan solo a los dientes sino que se extienden a otros órganos. La falta de dientes constituye entonces un marcador genético de una enfermedad rara, frecuentemente displasia ectodérmica, un conjunto de enfermedades que se manifiestan con oligodoncia y otras anormalidades en el cabello, las uñas y las glándulas sudoríparas. Cuando faltan más de seis dientes se deriva al paciente a una consulta genética para comprobar que no existan otras anomalías. Otra posible causa: puede ser el haber estado en tratamiento de quimioterapia. Entre los niños tratados por cáncer en las edades en las que los dientes están desarrollándose, la quimioterapia puede aumentar el riesgo de desarrollar oligodoncia. Es posible presentar agenesia dental sin desarrollar otros síntomas en otros órganos.   La agenesia dental es objeto de estudio en muchas universidades y en muchas clínicas especializadas, ya que se trata de una anomalía demasiado frecuente en los seres humanos. Por eso, se están hallando diferentes tratamientos para solucionar este problema.   En primer lugar, se puede optar por cerrar espacios, de manera que los incisivos laterales se vean sustituidos por los caninos. La forma sería camuflándolos de forma estética, para convertir así a los premolares primeros en caninos, haciendo un cambio de papeles. Es una solución que se ha aplicado a varios pacientes, para que la oclusión sea correcta.   Por otra parte, también se pueden abrir espacios, de manera contraria al anterior tratamiento, implantando nuevos dientes en los espacios disponibles. Es un tratamiento también bastante común y frecuente en pacientes con agenesia dentaria.   En tercer lugar, hablando de nuevo de implantes, también es posible que sean colocados cerrando espacios, en vez de haciendo más hueco, de manera que coloquemos el implante en la zona que está menos visible.   Hay que tener en cuenta que para poder seleccionar el tratamiento más adecuado para cada caso de agenesia dental, es necesario que el paciente se someta a un estudio muy profundo, considerando todos los factores posibles, como es el caso del patrón esquelético de cada paciente, las relaciones oclusales que se establecen entre las piezas dentales o la tipología facial que tiene la persona, puesto que dependiendo de todo ello, se podrá aplicar un tratamiento mejor que otro. Los tratamientos siempre serán personalizados y multidisciplinarios.

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