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Ortodoncia

Tengo los dientes separados: ¿Cómo puedo corregirlos?

Aunque la separación entre los dientes (diastema) es más frecuente en los niños, también hay personas que llegan a la edad adulta con diastemas. Entre éstos, hay algunos adultos que están contentos con la apariencia dulce y aniñada que otorga dicha separación. De hecho, en los últimos años, el diastema ha adquirido la categoría de moda y son muchas las modelos y actrices que lo lucen sin complejos. Los diastemas no presentan grandes desventajas ni son malos por sí mismos, siempre y cuando llevemos a cabo una buena higiene bucodental. Sin embargo, hay muchas personas a las que no les gusta su aspecto. Si éste es tu caso, te estarás preguntando cuál es la mejor manera de corregir la separación de tus dientes. Esta respuesta depende de las causas a las que se deba el diastema.   Dichos motivos pueden ser: Inserción baja del frenillo del labio superior: se da cuando el frenillo labial superior ha crecido más de lo habitual, por lo que baja hasta los dos incisivos centrales superiores e impide que éstos se junten. Desproporción entre el tamaño del hueso maxilar y los dientes: se produce cuando el hueso maxilar se ha desarrollado mucho y es demasiado amplio para los dientes, por lo que éstos no pueden ocupar todo el ancho del hueso. Succión o empuje de la lengua contra los dientes: se origina cuando se interpone o se empuja la lengua contra los dientes de forma prolongada en el tiempo. Este gesto puede deberse a un simple hábito o a una lengua más grande de lo habitual (macroglosia). En función de la causa, existen diferentes tratamientos: Carillas o reconstrucciones de composite Las reconstrucciones y las carillas de composite son una solución cuando existe desproporción entre el tamaño del hueso maxilar y los dientes, así como cuando el diastema de debe a la succión o empuje de la lengua contra nuestras piezas dentales. CARILLAS PARA CORREGIR DIASTEMAS   En el primer caso, la separación se debe a que los dientes son demasiado pequeños para el hueso maxilar. Por tanto, éstos no pueden ocupar todo el espacio disponible y no llegan a juntarse. Cuando el origen del diastema es éste, los espacios pueden ser generalizados o localizados entre cualquier par de dientes de la boca. En el caso de la succión o empuje de la lengua contra los dientes, los huecos son localizados, ya que se producen en los incisivos centrales superiores. Lo que hacen, por tanto, las carillas o las reconstrucciones en ambos casos es rellenar y disimular esos espacios vacíos. Pero, además, las carillas no sólo pueden corregir la separación de los dientes, sino otros aspectos estéticos que no nos gustan: el color, la forma o la posición.  Ortodoncia Los tratamientos de ortodoncia -ya sean con cualquier tipo de bracket o con las férulas Invisalign– pueden ser una solución para los tres motivos mencionados previamente. Esto se debe a que en muchas ocasiones los espacios entre los dientes no se solucionan con un único tratamiento, sino con una combinación de dos.   ORTODONCIA INVISALIGN Por ejemplo, las carillas o reconstrucciones de composite pueden corregir por sí solas la separación entre los dientes cuando éstos están perfectamente alineados y el paciente solamente necesita que rellenemos y disimulemos unos determinados huecos. Sin embargo, la realidad es que hay muy pocas personas que, sin haberse realizado un tratamiento de ortodoncia previo, presenten una buena alineación. Por tanto, si el paciente tiene, por ejemplo, los dientes torcidos, lo más adecuado es llevar a cabo un tratamiento ortodóncico y posteriormente colocar carillas o realizar reconstrucciones de composite. Frenectomía La frenectomía es una pequeña cirugía que se lleva a cabo cuando el frenillo del labio superior ha crecido más de lo habitual y baja hasta los incisivos centrales superiores, provocando que los dientes se separen. En este caso, los espacios entre nuestras piezas dentales son localizados, ya que solamente se producen en los incisivos centrales superiores. Al igual que hemos mencionado en el punto anterior, en el caso de que los espacios entre los dientes se deban a la inserción baja del frenillo labial superior, para cerrarlos será necesario combinar dos tratamientos.   DIASTEMA POR FRENILLO LABIAL SUPERIOR En este caso, se deberá combinar la frenectomía con un tratamiento de ortodoncia. Como ves, las causas por las que se producen los diastemas son diversas. Por ese mismo motivo, el tratamiento para juntar los espacios entre los dientes debe ser personalizado para cada paciente. Si quieres saber cuál es el tratamiento indicado para tu caso, el ortodoncista es el profesional de la Odontología más adecuado para determinar tus necesidades. Pide tu cita gratuita

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Deglución atípica: ¿qué consecuencias tiene y cuál es su tratamiento?

 El crecimiento habitual de las estructuras orofaciales tiene numerosas consecuencias para nuestro desarrollo y bienestar general. De esta forma, una correcta posición de los huesos maxilares o un desarrollo habitual de la lengua tienen consecuencias positivas en actos como el habla o la masticación.Una de las funciones que se ve más afectada por un desarrollo anómalo -si bien no debemos olvidar que también puede estar relacionada con otros trastornos- es la deglución. En el presente artículo te contaremos en qué consiste esta función, qué consecuencias puede tener la deglución atípica para tu organismo y cuál es el tratamiento más indicado en cada caso.   ¿Qué es la deglución? Denominamos deglución al tránsito del bolo alimenticio de la boca a la faringe, en primer lugar, y, posteriormente, al esófago. Este proceso varía en función de la edad de la persona: es diferente en bebés y en adultos. Dentro de este proceso, podemos distinguir tres fases diferentes. Fases de la deglución La primera fase, denominada fase oral, es aquella que comprende desde el momento en el que trituramos el alimento y formamos el bolo alimenticio hasta que la lengua empuja el mismo hasta la faringe. La fase oral comprende, a su vez, dos etapas diferenciadas: La fase preparatoria, en la que intervienen actos como la salivación, la masticación y la trituración de los alimentos. De esta forma, se prepara el bolo alimenticio. La fase expulsiva, durante la cual la lengua desplaza este bolo a la zona de la faringe. Esta fase es completamente consciente y voluntaria. La fase faríngea, por el contrario, es un acto involuntario. Consiste en el paso del bolo alimenticio a través de la faringe hasta el esfínter esofágico superior. Por último, durante la fase esofágica el bolo alimenticio es conducido a través del esófago hasta el estómago. PROCESO DE DEGLUCIÓN El curso normal de la deglución -y, por ende, de estas tres fases- se puede ver alterado a causa de anomalías en el desarrollo de las estructuras orofaciales. Es entonces cuando nos encontramos ante un caso de deglución atípica. Pero, ¿qué síntomas nos indican que tenemos dificultad para tragar correctamente -disfagia- o que no lo estamos haciendo de la manera habitual? Síntomas de la deglución atípica Como ya hemos comentado anteriormente, la deglución se transforma con el desarrollo de la persona. Los bebés se ayudan del posicionamiento lingual entre ambas arcadas para favorecer la succión de la leche. Sin embargo, cuando su alimentación comienza a ser sólida, la posición de la lengua debe variar: debe colocarse en el paladar, justo detrás de los dientes de la arcada superior. En caso de que, con el citado cambio de alimentación, el niño no modifique su forma de posicionar las estructuras orales, estaremos ante un caso de la denominada deglución atípica. Consideraremos que estamos ante un caso de deglución atípica cuando, al tragar: Los dientes de la arcada superior e inferior no están en contacto. La lengua no se posiciona en el paladar, si no entre los dientes de ambas arcadas. No existe sellado labial. En ese caso, en múltiples ocasiones se coloca el labio interior detrás de los dientes de la arcada superior. Existe una prevalencia de la respiración oral. El bolo alimenticio no se forma de la manera debida, pues existen problemas de masticación. Por este motivo, es habitual que los pacientes que padecen estas anomalías en el proceso de deglución realicen movimientos con la cabeza, echando ésta hacia detrás para favorecer el paso del bolo a la faringe. La hipotonía -falta de tono muscular- en los músculos de la mejilla puede favorecer la acumulación de restos de comida en el vestíbulo bucal -espacio situado entre los labios y la parte interior de las mejillas, por un lado, y las arcadas dentarias, por otro-. Se realizan ruidos, fruto de la presión excesiva que realiza la parte superior de la lengua con el paladar para facilitar la deglución. La deglución atípica está, muchas veces, relacionada con alteraciones en el desarrollo de las estructuras orofaciales. Sin embargo, existe una amplia variedad de causas asociadas a esta condición.   ¿Cuáles son las causas de la deglución atípica? En muchas ocasiones, las causas de la deglución atípica están relacionadas con malos hábitos que tienen consecuencias en nuestra salud bucodental. Entre los mismos, podemos destacar: Succión digital prolongada en el tiempo. Uso del biberón o del chupete a edades más avanzas de lo recomendable -más allá de los 18 meses-. MORDIDA ABIERTA POR ABUSO DEL CHUPETE   Pero, además, la deglución atípica también está relacionada con alteraciones orgánicas como, por ejemplo: El desarrollo anómalo de los huesos maxilares que genera, por lo tanto, problemas de mordida. Ausencia de las piezas dentales debido a una caída temprana de los dientes anteriores temporales. Dificultad para mover la lengua -anquiloglosia-. Un frenillo lingual corto o una lengua de un tamaño superior al resto de las estructuras bucales -macroglosia- limitan la movilidad de la este órgano y dificultan, por lo tanto, la masticación de los alimentos. Alteraciones del sistema linfático -hipertrofia de los adenoides o de las amígdalas, episodios recurrentes de amigdalitis-. Hipotonía -disminución del tono muscular- de los músculos que inciden en el proceso de masticación. Consecuencias de la deglución atípica La deglución atípica no solo tiene consecuencias en el proceso de digestión, sino que también supone ciertos perjuicios para nuestra salud oral. La colocación de la lengua entre los dientes de ambas arcadas supone uno de los problemas de maloclusión más comunes: la mordida abierta. Ésta se presume cuando no existe contacto entre las piezas dentales de la arcada superior e inferior. MORDIDA-ABIERTA Además, la presión que ejerce la lengua sobre los dientes de la arcada superior al tragar provoca una protrusión de los mismos, y la aparición de diastemas. Los problemas de oclusión no solo generan ciertas complicaciones a la hora de masticar, si no que también suponen dificultades en la fonación. Por este motivo, el tratamiento indicado para abordar un caso de deglución atípica vendrá de la mano de un logopeda y un ortodoncista especializado.   Deglución atípica: tratamiento En primer lugar, se realiza un diagnóstico detallado del caso, estudiando la historia clínica del paciente y realizando una evaluación de las alteraciones del sistema orofacial. La actuación conjunta del ortodoncista y

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Macroglosia: ¿cuál es el tratamiento más adecuado?

La macroglosia es un trastorno que afecta, en su mayoría, a niños, y que puede tener repercusiones negativas en el habla, generar problemas de oclusión y dificultades a la hora de masticar o tragar.En el presente artículo te explicaremos en qué consiste la macroglosia, cuáles son las posibles causas que la originan y cuál es el tratamiento más adecuado en cada caso. ¿Qué es la macroglosia? La lengua es un órgano de vital importancia para la correcta fonación de los sonidos, el proceso de deglución y la respiración. Tiene un mayor crecimiento durante los primeros 8 años de vida de una persona, si bien su desarrollo no se interrumpe hasta que ésta cumple 18 años. De origen hereditario o congénito, la macroglosia es una condición que afecta a aquellas personas que poseen una lengua de un tamaño superior al habitual con respecto al resto de estructuras que conforman la cavidad oral. Síntomas de la macroglosia Las personas que la padecen observan cómo, en estado de reposo, la lengua protruye más allá del borde alveolar. La lengua tiene, por lo tanto, una longitud, un grosor y un ancho superior al habitual, ocupando por completo el espacio presente en la cavidad oral. LENGUA AGRANDADA   En personas que lo padecen, es habitual encontrar pequeñas úlceras o lesiones en la superficie de la misma. Además, presentan una serie de dificultades en la fonación de sonidos, en el proceso de masticación y deglución, infecciones recurrentes y obstrucción de las vías respiratorias y, por último, suelen segregar unos niveles de saliva superiores a los habituales. Causas de la macroglosia La macroglosia es una patología de causa variada, teniendo bien su origen en la afección de un síndrome de carácter genético o hereditario o, por el contrario, adquirido. El hecho de tener una lengua de tamaño superior al resto de estructuras de la cavidad oral puede ser un indicador de que la persona padece un trastorno de carácter hereditario o congénito como, por ejemplo: Hipotiroidismo de origen congénito. Síndrome de Down. Síndrome de Beckwith-Wiedemann, un trastorno del crecimiento que supone unos órganos de tamaño superior al habitual, entre otros síntomas. Diabetes. Acromegalia, una enfermedad de carácter crónico caracterizada por el incremento del tamaño de algunos órganos corporales como, por ejemplo, las manos, los pies o las mandíbulas. Mucopolisacaridosis, o enfermedades metabólicas de origen hereditario que suponen un mal procesamiento de los glucosaminglucanos -cadenas de la molécula del azúcar-. Esta afección provoca una acumulación de los mismos a nivel intracelular que puede ser la causa de distintas alteraciones en diferentes órganos. Aparición de un hemangioma -tumoraciones vasculares de carácter benigno, generalmente, que aparece en etapas muy tempranas de la vida-. HEMAGIOMA Pero, además, en ocasiones la macroglosia es un síntoma de un trastorno adquirido como, por ejemplo: Malformaciones en el sistema linfático de carácter benigno -linfagiomas-. Crecimiento de formaciones tumorales malignas. Consecuencias de la macroglosia La macroglosia tiene efectos negativos en la estética de la sonrisa de una persona, pero también puede afectar al habla, el proceso de deglución e incluso en el descanso de la misma. Entre las distintas consecuencias que esta patología tiene para aquellos que lo padecen, destacan las siguientes: Conflictos en la correcta fonación de los diferentes sonidos, suponiendo problemas en el habla. Dificultades en el proceso de masticación y deglución de los alimentos, interfiriendo por tanto en el proceso de digestión. Aparición de úlceras o pequeñas heridas producto del roce de la lengua con otras estructuras de la boca, especialmente en la punta de la misma. Segregación de unos niveles de saliva superiores a los habituales. Esta afección, conocida como sialorrea, tiene efectos negativos tanto en la deglución de los alimentos como en la preservación del esmalte dental, favoreciendo la aparición de caries. Infecciones de las vías respiratorias u obstrucción de las mismas. La macroglosia es, por ejemplo, una de las causas de la apnea -afección que supone una respiración muy superficial o la interrupción de la misma durante el sueño-. La macroglosia puede afectar al proceso de erupción dental y a la posición que los dientes ocupan en las arcadas. Esta patología puede suponer la protrusión de las piezas dentales y generar alteraciones en el proceso de erupción dental, afectando a la correcta alineación de los dientes en las arcadas. Además, también tiene efectos negativos en el desarrollo del hueso maxilar y de la mandíbula, generando problemas de oclusión. Por último, tiene consecuencias estéticas y, por tanto, en la autoestima del paciente. La macroglosia tiene efectos negativos para el habla, la masticación y deglución de los alimentos e incluso problemas de oclusión dental Diagnóstico de la macroglosia La macroglosia afecta, mayoritariamente, a la población infantil. Resulta de vital importancia realizar una visita temprana al especialista para que estudie el caso y esclarezca la causa de esta afección. Para el correcto diagnóstico de la misma, el especialista analizará no solo la morfología de la lengua, sino también otros factores tales como las dificultades que supone para el proceso de masticación y deglución de los alimentos y el habla, la obstrucción de las vías aéreas, así como la motricidad oral y el desarrollo de la mandíbula y el hueso maxilar, o la posición de las piezas dentales en la arcada.   APNEA Además, analizará también la historia clínica y los antecedentes médicos familiares. Una vez finalizado este análisis, el especialista pautará el tratamiento más adecuado para el caso. Tratamiento de la macroglosia El especialista determinará el tratamiento más idóneo en función del grado de severidadde la afección y de la causa que la provoca. Por lo tanto, el procedimiento para abordar esta afección es, al igual que su origen, muy variado. En los casos más severos, el especialista optará por una glosectomía. Se trata de una cirugía que consiste en la reducción del tamaño de la lengua. De esta manera, no solo se erradican los problemas estéticos que se derivan de la macroglosia, sino que también supone el fin de los problemas de sialorrea y las dificultades en el habla, la respiración, la masticación y deglución de los alimentos. La edad idónea para realizar la glosectomía está establecida entre los 4 y los 7 años. De igual manera, la realización de esta intervención se adelanta en el tiempo en algunas ocasiones en las que

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¿Cómo cepillarse los dientes correctamente?

Aunque es un hábito que repetimos varias veces al día y que nos enseñaron a hacer cuando éramos niños, los datos demuestran que los españoles no nos cepillamos los dientes correctamente. Y que, por tanto, la higiene bucal diaria es una de las asignaturas pendientes tanto de pequeños como de mayores. Son muchos los estudios que han profundizado sobre este tema con el objetivo de concienciar a la población de la importancia de un buen cepillado de dientes.   ¿Nos cepillamos bien los dientes? El citado informe concluyó que los niños españoles suspenden a la hora de lavarse los dientes, tanto en lo que respecta al tiempo como a la forma de cepillarse. Una de las conclusiones más llamativas del estudio, en el que han participado mil familias, afirma que el 33,6 % de los niños se cepilla únicamente las piezas dentales delanteras, obviando el resto de dientes que hay en la boca. Además, sitúa el tiempo de cepillado inferior al adecuado, ya que el 43,1% de los niños emplea menos de dos minutos, que es la duración recomendada por los dentistas. En este punto, es especialmente importante tanto el ejemplo como los hábitos enseñados por los padres. Dado que muchos adultos también tienen dudas acerca de la frecuencia, duración y técnicas de higiene bucal adecuadas, en este artículo vamos a darte unas sencillas pautas para que puedas mejorar tu cepillado y enseñar una buena rutina a los más pequeños. Para prestar atención a todos los dientes y evitar olvidos, lo mejor es dividirlos en dos grupos (superiores e inferiores) y seguir siempre el mismo orden ¿Cómo cepillarse los dientes correctamente? Antes de explicar cómo debe realizarse el cepillado, es necesario resaltar la importancia del cepillo de dientes. En primer lugar, hay que aclarar que tanto el manual como el eléctrico son igualmente válidos. Lo que sí es importante es que el cepillo de dientes esté limpio y en buen estado. Como norma general, debe cambiarse cada tres meses, o incluso antes, si advertimos que está muy desgastado. En lo que respecta a la frecuencia y la duración, lo más recomendable es cepillarse los dientes después de cada comida (alrededor de tres veces al día) y durante aproximadamente dos minutos. Es frecuente que nos cueste llegar a los dos minutos y desistamos antes de tiempo. Para evitar esto, podemos recurrir a unos sencillos trucos, como pueden ser usar un reloj o hacer algo que nos entretenga mientras nos cepillamos, como, por ejemplo, ver la televisión. ¿Cuál es la mejor técnica de cepillado? Una vez que tenemos claro cuál debe ser la frecuencia y la duración, es importante recalcar cuál debe ser la técnica, lo que generalmente crea más dudas. En primer lugar, debemos añadir al cepillo una pasta de dientes con flúor (casi todas lo contienen). La pasta debe usarse de manera moderada, ya que si añadimos demasiada cantidad se generará exceso de espuma, lo que no favorece la limpieza. Para asegurarnos de que prestamos a todos los dientes la misma atención, podemos dividirlos en dos grupos (superiores e inferiores) y seguir siempre el mismo orden. De esta manera, crearemos una rutina, nuestro cepillado será minucioso y evitaremos olvidos.   PASTA DE DIENTES EN EL CEPILLO 1 – Dientes superiores Caras exteriores Para empezar a cepillar las caras exteriores de los dientes superiores, abrimos ligeramente la boca y colocamos el cepillo perpendicular al diente, levemente inclinado hacia la encía. De esta manera, realizamos varias veces movimientos circulares suaves para que las cerdas del cepillo abarquen dientes y encías. Al estar también en contacto el cepillo de dientes con la encía es muy importante que el movimiento sea suave y no ejerza presión sobre la misma. De hacerlo incorrectamente, ésta acaba sufriendo daños. Por ejemplo, hay muchas personas que vienen a nuestra consulta con las encías retraídas por culpa de un cepillado agresivo. A la hora de explicar cómo de suave debe ser este movimiento, se puede decir que cepillarse los dientes se asemeja a barrer. Es decir, no por no por barrer más fuerte, vas a barrer mejor y quitar más suciedad. Caras interiores Una vez que hemos terminado con las caras exteriores, pasamos a las caras interiores. Para cepillarnos las caras interiores tendremos que hacer dos movimientos diferentes: uno de colmillo a colmillo y otro para el resto de los dientes. Empezaremos por la parte posterior de la boca y seguiremos realizando pequeños movimientos circulares, para lo que utilizaremos únicamente la parte delantera del cepillo de dientes. Una vez que llegamos a los colmillos, comenzaremos a realizar un movimiento de barrido utilizando ya todo el cepillo. Caras triturantes Para terminar con los dientes superiores, cepillaremos las caras triturantes, que se limpian mediante movimientos de barrido horizontales. Este es el movimiento que menos problemas plantea ya que la mayoría de la gente lo hace así de manera natural. 2 – Dientes inferiores Una vez que nos hemos ocupado de la higiene de los dientes superiores, continuamos con los inferiores. La técnica que se va a utilizar es la misma que hemos descrito anteriormente. En primer lugar, colocamos el cepillo perpendicular al diente para hacer la limpieza en el mismo orden: caras exteriores, interiores y, por último, triturantes. 3 – Lengua Una vez cepillados todos los dientes, no debemos olvidarnos de limpiar la lengua, donde se acumulan gran cantidad de restos de alimentos. Para ello, lo más recomendable es utilizar un raspador lingual. Para proceder con la limpieza, lo primero que tienes que hacer es sacar la lengua y colocar el raspador en la parte más posterior que puedas. Si te decimos esto es porque a muchas personas el raspador lingual les genera náuseas. Por tanto, ten cuidado de no llevarlo demasiado atrás. Una vez que estés en la parte posterior de la lengua, haz un barrido desde atrás hacia delante. RASPADOR LINGUAL PARA LA LIMPIEZA DE LA LENGUA Complementos al cepillado: seda dental y colutorio Además del cepillo y la pasta dentífrica, es fundamental complementar la higiene conotros dos elementos: seda dental o cepillo interproximal y colutorio. En este punto es importante resaltar que aunque su uso sea importante, estos productos nunca deben sustituir a un cepillado minucioso. Por un lado, la seda dental debe utilizarse una vez al día para limpiar los restos de comida que hayan podido quedarse entre los dientes. En el caso de que los espacios entre los dientes sean grandes, debe utilizarse un cepillo interproximal. Por otro lado, el

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¿Hasta qué edad debo cepillarle los dientes a mi hijo?

Una buena higiene bucal desde pequeño es el primer paso para gozar de buena salud dental de adulto. Por ello es primordial que los niños entiendan que cepillarse los dientes correctamente debe formar parte de su rutina de higiene diaria. La caries es la enfermedad dental más común, y afecta tanto a niños como a adultos. Una extracción prematura de un diente de leche por culpa de una caries influye negativamente en la correcta erupción posterior de los dientes definitivos. Los padres deben inculcar a sus hijos la repercusión negativa que puede conllevar el hecho de no tener unos buenos hábitos de higiene dental, e influir de manera positiva en que los adquieran. Hábitos de higiene dental en bebés Los hábitos de higiene oral deben empezar desde la cuna, incluso antes siquiera de que los dientes hayan empezado a erupcionar. Un acto tan sencillo como pasar una gasa impregnada en agua por las encías y la lengua de nuestro bebé elimina los restos de leche materna de la boca, calma la irritación de las encías y evita la presencia de bacterias. En caso de no prestar atención a la higiene bucal del bebé, pueden surgir afecciones como la caries de biberón. ¿Qué es la caries de biberón? Las caries de biberón -o del lactante- son aquellas que surgen por la exposición frecuente de los dientes del bebé a líquidos con alto contenido en azúcares como pueden ser la leche, jugos de frutas o jarabes. Para prevenirlas debemos tener en cuenta las pautas de higiene oral recomendadas para bebés y tomar precauciones tales como reducir el consumo de azúcar en la dieta, especialmente entre comidas, o no permitir que el niño se quede dormido con un biberón en la boca que contenga un líquido azucarado. ¿A qué edad se deben cepillar los dientes los niños? A partir de los seis meses es normal que aparezca el primer diente de leche: es el momento de incluir el primer cepillo en la rutina diaria de higiene bucal. El uso del dentífrico no está indicado hasta que el niño cumpla dos años aproximadamente, bastará con impregnarlo con agua para eliminar las bacterias que anidan en las encías. Cuando nos aseguremos de que el niño ha aprendido a enjuagarse la boca y que no va a tragarse la pasta de dientes, podemos incluirla en la rutina de cepillado dental. Sólo será necesario aplicar una cantidad mínima: una dosis parecida al tamaño de un grano de arroz. Las pastas más recomendadas son las fluoradas: el flúor fortalece el esmalte de los dientes y lo hace más resistente contra bacterias dañinas que causan afecciones como, por ejemplo, las caries. Sin embargo, debemos ser responsables y adquirir aquellas que tengan la cantidad de flúor recomendada para su edad. Se trata de una sustancia que, en caso de ingerirla en exceso, es tóxica y puede causar fluorosis – una afección que se produce generalmente en el periodo de crecimiento del diente que tiñe el esmalte de un tono marrón-. ¿Cómo debo cepillarle los dientes a mi hijo? Debemos escoger un cepillo de mango grueso, cabezal pequeño y redondeado y cerdas suaves, especialmente destinado a bebés. Cepillaremos con suavidad tanto la cara interior como exterior del diente al menos dos veces al día: por la mañana y por la noche. La lengua es la gran olvidada: en ella anidan una gran cantidad de bacterias que afectan negativamente a la salud bucal de los niños. Debemos incluir la limpieza de la lengua en la rutina de higiene dental de nuestro hijo. Cambiaremos el cepillo siempre que veamos que las cerdas están desgastadas, aproximadamente cada 3 o 4 meses. A partir de los 6 años, está recomendado el uso de un colutorio para completar la higiene bucodental dental, bien sea diario o semanal. Sin embargo, hasta que el niño no tenga la dentadura definitiva completa, está desaconsejado el uso de otros elementos de higiene tales como el hilo dental o los cepillos interproximales. Debemos hacer hincapié en la limpieza de la lengua para conseguir una higiene oral completa ¿A qué edad debo llevar a mi hijo al dentista? Las recomendaciones en cuanto a la primera visita al dentista han cambiado en los últimos años: lo ideal es acudir al especialista cuando el niño cumpla un año de edad. Anteriormente los pediatras pautaban esta primera consulta cuando el niño tuviera todos los dientes de leche en boca: es decir, sobre los tres años. Sin embargo, se ha comprobado que, a esta edad, muchos niños presentaban caries, problemas de maloclusión o habían sufrido traumatismos. En esta primera visita, el especialista revisará el estado de las encías y de los dientes, y verificará que el tono del esmalte sea blanco uniforme. Además, comprobará que no hay alteraciones del crecimiento de los maxilares o alguna malposición dental que pueda estar asociada a hábitos infantiles como la succión del pulgar o el uso inadecuado del chupete. Por último, dará a los padres unas pautas para mantener una correcta higiene y salud bucodental del bebé, y cómo introducir estos hábitos en la rutina del niño de una manera sencilla y divertida. ¿Cada cuánto tiempo está aconsejada una visita al dentista? De forma periódica deberemos llevar a nuestros hijos a revisión con el odontopediatra. Si todo está bien, bastará con una visita al año en la que se verificará que el crecimiento dental es correcto y que no hay afecciones como caries o enfermedades periodontales. Además, sobre los 6 – 8 años está recomendada una primera visita al ortodoncista. A esta edad, ya han salido algunos dientes definitivos y los maxilares están todavía en crecimiento. En caso de haber alguna alteración en el crecimiento de los huesos de la cara o malposiciones, se podrán atajar con tratamientos de ortodoncia interceptiva. De esta forma, se actúa directamente sobre los huesos de la cara del paciente, corrigiendo las posibles malposiciones y guiando la correcta erupción de los dientes definitivos. Adquirir unos hábitos de higiene bucodental saludables desde la infancia puede prevenir afecciones dentales en el futuro. La actuación de los padres es definitiva a la hora de favorecer la salud dental del niño: no sólo deben seguir las pautas establecidas por los

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Frenillo lingual corto: ¿qué consecuencias tiene?

Durante el proceso de desarrollo de la anatomía de nuestra boca, el hecho de presentar pequeñas malformaciones puede generar problemas en la masticación, deglución e incluso en el habla.El frenillo es una de las membranas que tiene una mayor influencia en caso de no desarrollarse debidamente. En este artículo te contaremos qué es el frenillo lingual, cuál es su función y cómo puede tratarse en caso de presentar alguna anomalía.   ¿Qué es el frenillo lingual? El frenillo lingual es una pequeña membrana que conecta la parte inferior de la lengua con el suelo de la boca. Se forma durante el proceso de gestación, por lo que podremos observar su presencia en la boca del niño desde su nacimiento. En etapas de vida muy tempranas, el frenillo presenta una longitud corta y un grosor muy fino. Éste se irá desarrollando paulatinamente con el paso del tiempo y el uso del mismo. En caso de no ser así, estaremos ante un caso de la conocida como anquiloglosia lingual.   ¿Qué es la anquiglosia lingual? Hablamos de anquiloglosia lingual para referirnos al desarrollo deficiente de frenillo lingual. Literalmente el término significa lengua anclada, y lo empleamos para referirnos a un frenillo lingual corto. Al nacer, los niños presentan un frenillo corto que se desarrolla con el paso del tiempo. Gracias a esta evolución, la lengua puede realizar de forma natural los movimientos necesarios para hablar, masticar o deglutir con normalidad. En caso de no desarrollarse de manera debida, da lugar a una serie de consecuencias en nuestra salud que detallamos a continuación.   Consecuencias derivadas de tener el frenillo lingual corto Las consecuencias derivadas de tener un frenillo lingual corto son muy diversas. Esta anomalía puede generar molestias en el habla, la masticación y la deglución e, incluso, en el correcto desarrollo de las estructuras faciales. Alimentación deficitaria En el caso de bebés lactantes, el hecho de tener el frenillo corto dificulta la succión. En este caso, las consecuencias vienen por partida doble: Por un lado, el niño no podrá alimentarse con normalidad, generándole problemas de crecimiento, molestias en la digestión y ansiedad. Por otro lado, estas dificultades de succión también tienen consecuencias negativas para la madre. En primer lugar, una succión deficitaria puede provocar falta de leche –también conocida como hipogalactia-. Además, el niño realiza una fuerza desmedida con el fin de extraer de manera efectiva la leche. De esta manera, provoca la aparición de grietas e isquemias debidas a una fuerte succión, o inflamación de las glándulas mamarias –mastitis- durante el periodo de lactancia.   DIFICULTADES EN LA LACTANCIA En edades más avanzadas, el hecho de mover la lengua con dificultad genera molestias en la masticación y deglución de los alimentos. Problemas de oclusión En una primera etapa de la vida, los niños tienen un paladar estrecho y abovedado. Gracias a los movimientos linguales, éste se irá a abriendo de manera paulatina. En caso de que el hecho de tener el frenillo corto imposibilite que el niño mueva la lengua con normalidad, se producirá un desarrollo anómalo de la estructura maxilofacial que generará, por tanto, problemas de oclusión. Además, cuando la estructura maxilofacial no se desarrolla con normalidad, el bebé tiene tendencia a respirar por la boca en lugar de por la nariz. En estos casos, son más proclives a padecer procesos alérgicos, rinitis o infecciones virales de las vías respiratorias –bronquitis o neumonía-. Dificultades en el habla Un frenillo lingual corto dificulta la pronunciación de algunos fonemas que precisan de la colocación de la lengua en el cielo del paladar. Un ejemplo de ello son los sonidos de consonantes como la erre, la ese, la de o la te. Sabiendo las consecuencias que provoca un frenillo lingual corto, podemos discernir que el niño padece un desarrollo anómalo del mismo observando una serie de factores. ¿Cómo se diagnostica un frenillo lingual corto? Para poder determinar que la longitud del frenillo es menor a la esperada, se debe examinar el grado de movilidad de la lengua. El especialista verificará entonces si el paciente es capaz de realizar movimientos simples tales como alcanzar el paladar o el labio superior con la punta de la lengua. De igual manera, podemos sospechar que el paciente tiene un frenillo lingual corto si presenta una serie de síntomas: Paladar muy estrecho, dando lugar a maloclusiones –apiñamiento dental, rotaciones de las piezas dentarias-. Retrognatia: es decir, una mandíbula inferior con una posición atrasada con respecto al maxilar superior.   RETROGNATIA O CLASE II Pequeñas úlceras en los incisivos inferiores debido al roce constante de la lengua, aftas, ampollas e incluso desgarros en las encías. La presencia de un diastema en los dos dientes incisivos inferiores. Excesivos ruidos producidos por la lengua, tales como chasquidos, al no tener la misma una sujeción adecuada. ¿Cómo se corrige un frenillo lingual corto? El tratamiento idóneo para personas que presentan un frenillo lingual corto depende del grado de severidad del caso. En aquellas ocasiones en las que la longitud solamente es ligeramente inferior, bastará con acudir a un logopeda que paute una serie de ejercicios destinados a suplir la falta de movilidad de la lengua.     CONSULTA DE LOGOPEDA Por el contrario, en casos más severos está indicada la realización de una cirugía menor bajo anestesia local conocida como frenectomía lingual. Se trata de un procedimiento quirúrgico sencillo del cual no se suelen derivar mayores complicaciones. Sin embargo, se debe tener en cuenta que, en algunas ocasiones, puede provocar inflamación en la zona o pequeñas hemorragias. Por ello, es importante controlar la presencia de infección y dolor en la zona, así como acudir a una revisión transcurrida una semana tras la operación para asegurar la correcta cicatrización de la misma. Generalmente, la frenectomía debe ir acompañada de un tratamiento a manos del logopeda a lo largo del postoperatorio siempre que el paciente no presente muestras de dolor. La función del frenillo es asegurar una movilidad completa de la lengua. Un frenillo largo evita molestias en la masticación y en el habla y asegura, además, un correcto desarrollo de las estructuras maxilofaciales. En caso de observar alguna de las alteraciones anteriormente descritas –retrognatia, dificultad en la pronunciación, presencia de diastemas en los incisivos inferiores-, te recomendamos acudir cuando antes al especialista. Éste valorará

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Pulpitis: tratamiento en niños

Hacer una valoración de el estado pulpar de un niño en el campo de la odontopediatria es bastante complicado y requiere una gran dificultad. La pulpa que esté enferma en una dentición permanente que muestra un diagnostico más valorable que el de una dentición temporal, muchos niños que padecen estos problemas se han llegado a saber por el relato de los padres sobre el dolor o malestar que el niño padece. ¿Qué es la pulpa dental? La pulpa dental es el tejido conectivo blando que mantiene a la dentina y que lo forman células junto con sustancia intercelular. Los vasos sanguíneos entran y salen de la pulpa dental junto con los haces nerviosos simpático y sensitivo, lo nervios entran por el orificio apical y se arborizan periféricamente formando el plexo subondotoblástico de Raschkow y hace que la pulpa de los dientes permanentes presente más fibras mielínicas que la de los dientes temporales. Las principales funciones de la pulpa son el mantener la vitalidad de las células, provocar irritación producida por patrones de actividad neural originando una sensación dolorosa y reparar tejidos calcificados que rodean al diente. Diagnostico de la pulpitis en niños El diagnóstico de la lesión en la pulpa dental es complicado de saber, ya que en niños es difícil llegar a comunicarse bien, al no saber expresarse del todo correctamente y que no sepa saber bien los detalles exactos sobre sus síntomas. Así que en muchos casos se ha dado de que dientes que fueron valorados como libres de la pulpitis, realmente la porten. Notar el dolor significa que haya alteración pulpar, pero en algunos casos no notarlo no significa que no esté libre de inflamación. Hay tres maneras de dolor posibles que pueden significar la pulpitis: Dolor momentáneo: Produce una variación de temperatura o pH debido a la dirección directa de un estimulo. Dolor persistente: Después de eliminar el estímulo, el dolor sigue persistiendo y indica que la pulpa está afectada. Dolor espontáneo: En ausencia del estimulo este aparece y indica que hay una afectación generalizada de la pulpa radicular. Tratamiento Pulpar Tras la exploración clínica y radiográfica y estudiarlo de forma sistemática hay que considerar varios aspectos del paciente, como son la implicación en la oclusión y la pérdida de espacio, y sobre la dentición permanente hay que considerar el estado de desarrollo de los dientes. Según el problema que cada paciente padezca el dentista decidirá el tratamiento para cada uno teniendo en cuanta todos los aspectos del paciente que le puedan afectar, como ya hemos nombrado antes. La diferencia más apreciable a la hora de tratar este problema es si los dientes son temporales o son permanentes. Si el diente es temporal el tratamiento es agresivo en virtud de la dificultad que existe para poder diagnosticar los diferentes estadios de la afectación pulpar. En cambio, si el diente es permanente, el tratamiento es mucho más conservador ya que suele ocurrir siempre cuando el diente es inmaduro y hay que agotar todas las oportunidades posibles para obtener su desarrollo. La mayoría de tratamientos para curar los pulpares suelen ser el recubrimiento directo o indirecto con hidróxido de calcio, la pulpotomía ya sea con hidróxido de calcio, apicoformación con hidróxido de calcio o también con tratamiento endodóntico de los conductos. Los niños son un grupo social que necesita de unos cuidados específicos, por lo que lo más recomendable siempre es acudir a un equipo médico que se especialice en infantes. En el caso de necesitar de un tratamiento pulpar, sólo tendrá que dirigirse a la Dra. Sánchez de la Clínica dental SanCal en Tres Cantos. Allí, su cualificado equipo médico le realizará un examen diagnóstico a fin de ver con claridad cuál es el problema del que adolece, para posteriormente realizar el tratamiento que más se adecue a sus necesidades. De esta manera, podrá volver a recuperar nuevamente su sonrisa que nunca debió perder.

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Papilas gustativas: ¿qué función cumplen?

Parece un tópico, pero te habrás cansado de oír que “comer es un placer”. Y es que la gastronomía está de moda: el acto de comer ha dejado de estar ligado a la supervivencia para estar plagado de tintes sociales y culturales.Sin embargo, el placer de la comida no sería posible sin la acción de las papilas gustativas. En este artículo intentaremos aclarar todas tus dudas con respecto a su función y disposición en la lengua, y te daremos unas pautas sobre qué debes hacer en caso de que se te inflamen.   ¿Cuál es la función de las papilas gustativas? Las papilas gustativas son unos pequeños órganos sensoriales ubicados en la superficie de la lengua. Cada una de ellas está formada por unas células receptoras denominadas botones gustativos. Gracias a los mismos, somos capaces de percibir los sabores. Sin embargo, las papilas gustativas no son las únicas responsables de esta percepción: el olfato juega un papel muy relevante en el proceso. A la hora de masticar, se liberan una serie de sustancias químicas que se transmiten a los receptores olfativos presentes en la nariz. Es la acción conjunta de las papilas y estos receptores la que nos permite discernir el sabor de los alimentos. Por este motivo, las personas con problemas alérgicos o respiratorios, o aquellas que están pasando por un proceso gripal tienen la percepción del gusto mermada.   ¿A qué edad se desarrollan las papilas gustativas? Diferentes estudios han demostrado la existencia de papilas gustativas plenamente desarrolladas en fetos de 15 semanas de gestación, y neuronas gustativas en aquellos que superaban las 25 semanas. Por ello, podemos afirmar que los seres humanos nacemos con el sentido del gusto plenamente desarrollado.   SENTIDO DEL GUSTO EN NIÑOS Una persona de edad temprana tiene, aproximadamente, unas 10.000 papilas gustativas que se regeneran en un plazo aproximado de 2 semanas. Este número se va reduciendo con el paso del tiempo: el proceso de regeneración no es igual de rápido. Un anciano tiene, en contraposición, una media de 5.000 papilas gustativas que conservan plenamente sus funciones. Por este motivo, nuestra percepción del sabor de los alimentos se va deteriorando con el paso del tiempo.   ¿Cómo se clasifican las papilas gustativas? Las papilas gustativas no son homogéneas: en la superficie lingual podemos distinguir órganos receptores con diferentes formas que detectan los distintos sabores. Tipos de papilas gustativas Hablamos de papilas caliciformes –también conocidas como circunvaladas- para referirnos a aquellas que nos aportan la información de sabor amargo. Las papilas fungiformes son las encargadas de captar el sabor dulce. Deben su nombre a su forma de hongo y están especialmente desarrolladas en personas de edad temprana y en adultos de edad avanzada. Las papilas filiformes, de forma cónica o cilíndrica, tienen sensibilidad a la temperatura y la textura de los alimentos. También conocidas como foliadas, perciben los sabores salado y ácido. Las papilas se encuentran distribuidas en distintas zonas de la superficie lingual, quedando repartidas de la siguiente forma: Las papilas caliciformes se localizan próximas a la garganta, en la zona posterior de la lengua. Las papilas fungiformes se encuentran en la punta de la lengua: la zona anterior de la misma es la encargada de percibir los sabores dulces. Las papilas foliadas están presentes en los pliegues laterales de la lengua. De esta manera, podemos percibir con más intensidad un sabor en un área determinada de la lengua que en otra. En la imagen que te presentamos a continuación puedes ver cómo se reparten las papilas gustativas y, por tanto, en qué zonas percibimos con mayor intensidad los distintos tipos de sabores.     ¿QUÉ SABORES DETECTAN LAS PAPILAS GUSTATIVAS? Alteraciones de las papilas gustativas En algunos casos, las papilas gustativas pueden verse inflamadas. Esta alteración, generalmente frecuente debido al contacto constante de la lengua con diferentes sustancias, puede resultar molesta: interfiere en el sabor que percibimos de los alimentos, puede generar ardor o hinchazón de la superficie lingual e influye, por tanto, en nuestras pautas alimenticias. Pero, ¿qué factores pueden provocar la inflamación de las papilas gustativas? Causas de inflamación de las papilas gustativas Presencia de toxinas en la lengua El hábito del tabaquismo o la ingesta de alcohol provocan que la lengua esté en contacto constante con sustancias tóxicas para el organismo. Éstas tienen un efecto adormecedor en las funciones de las papilas gustativas. Por este motivo, podemos afirmar que los fumadores tienen una menor percepción de los sabores que otras personas que no tienen este hábito adquirido. Ingesta de alimentos ácidos o picantes La incorporación a la dieta de comidas muy especiadas o picantes puede provocar una inflamación de la superficie lingual temporal que remite transcurrido un breve periodo de tiempo. Lo mismo ocurre al ingerir bebidas o alimentos muy calientes: su ingesta afectará negativamente a la percepción de los sabores, e irritará la lengua durante unas horas. Pequeñas heridas en la superficie lingual En muchas ocasiones, nos mordemos de manera accidental o tenemos pequeñas heridas en la lengua a causa del roce de un aparato de ortodoncia. Éstas pueden causar una inflamación de las papilas gustativas, mermando sus funciones e influyendo en nuestra percepción del sabor de los alimentos. Fuertes cambios hormonales En muchas ocasiones, la irritación de las papilas gustativas viene determinada por fuertes cambios hormonales, como puede ser el embarazo o los ciclos menstruales. Por este motivo, se afirma que las mujeres son más propensas a sufrir la irritación de las papilas gustativas.     MUJER EMBARAZADA Sistema inmunitario debilitado La inflamación muchas veces viene determinada por una debilitación del sistema inmune. Hay ciertos factores externos que influyen negativamente en nuestras defensas. Uno de los más frecuentes es el estrés. Está demostrado que personas que presentan elevados niveles de ansiedad tienen una mayor propensión a padecer la inflamación de las papilas gustativas. Procesos infecciosos de la lengua Por último, existen una serie de afecciones que provocan la inflamación de las papilas gustativas. Un ejemplo de ello puede ser la lengua geográfica –inflamación superficial de la superficie lingual que se manifiesta en forma de pequeñas manchas blancas o de color rojo-, o la candidiasis oral –una infección producida por el crecimiento excesivo del hongo candida albicans-.   ¿Cómo podemos abordar la

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Tipos de empastes dentales: ¿Cuál necesito?

Los empastes dentales son el tratamiento estrella para frenar los efectos de la caries, la enfermedad bucodental más extendida en todo el mundo. Pero, ¿Qué tipo de empaste dental necesita mi sonrisa? La caries dental puede afectar a cualquier paciente, aunque se da con más frecuencia entre niños y los pacientes más mayores. Su origen es la producción de ácidos de las bacterias de la boca, que se acumulan y atacan el esmalte. En muchos casos estas bacterias proceden de la falta de higiene y el azúcar. Si la caries no está en una fase muy avanzada, el empaste dental es la mejor opción. Frenar los efectos de la caries dental es clave, porque con el tiempo puede provocar la pérdida del diente afectado. Pero, ¿En qué consiste exactamente colocar un empaste dental? Consiste en eliminar la caries para evitar que siga avanzando y destruyendo los tejidos internos del diente. En general se realiza en una sola sesión y requiere anestesia local. Primero se limpia el tejido cariado, y luego se rellena la cavidad con un material concreto. En función del material usado, distinguimos diferentes tipos de empastes dentales. ¿Cuál necesito? Tipos de empastes dentales Existen diferentes tipos de empastes dentales. En función de cada boca y de los intereses del paciente, se puede optar por cualquier tipo. En las clínica dental SanCal realizaremos un estudio personalizado para escoger el empaste dental que mejor se adapte a tu sonrisa. Empastes dentales de plata Son los más tradicionales, pero cada vez se usan menos. Son amalgamas de plata muy duraderos y económicos, pero tienen un gran inconveniente: la estética. El metal puede alterar la imagen de nuestra sonrisa y además, pueden corroerse con el tiempo. Empastes dentales de composite También empastes de resina compuesta, son la alternativa estética a los empastes de plata. La resina tiene un color muy parecido al de la pieza dental, de modo que resulta casi imperceptible. Este tipo de empastes son muy recomendados si la caries se ha producido en un espacio muy visible. Empastes dentales de cerámica Son similares a los de resina y composite, aunque hechos de porcelana y se consideran los empastes de más calidad. Este material es más fuerte y duradero en comparación con los otros tipos. Se recomiendan especialmente entre los más pequeños. Si la caries se encuentra muy avanzada, los empastes no conseguirían frenar sus efectos en el interior del diente. En ese caso se procede a realizar una endodoncia o tratamiento de conductos. Lo más recomendado es acudir a nuestra dentista de confianza, la Dra. Sánchez para revisar en qué estado se encuentra la caries y qué tratamiento necesitamos.

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