Clínica Sancal

labios

Sin categoría

Deglución atípica: ¿qué consecuencias tiene y cuál es su tratamiento?

 El crecimiento habitual de las estructuras orofaciales tiene numerosas consecuencias para nuestro desarrollo y bienestar general. De esta forma, una correcta posición de los huesos maxilares o un desarrollo habitual de la lengua tienen consecuencias positivas en actos como el habla o la masticación.Una de las funciones que se ve más afectada por un desarrollo anómalo -si bien no debemos olvidar que también puede estar relacionada con otros trastornos- es la deglución. En el presente artículo te contaremos en qué consiste esta función, qué consecuencias puede tener la deglución atípica para tu organismo y cuál es el tratamiento más indicado en cada caso.   ¿Qué es la deglución? Denominamos deglución al tránsito del bolo alimenticio de la boca a la faringe, en primer lugar, y, posteriormente, al esófago. Este proceso varía en función de la edad de la persona: es diferente en bebés y en adultos. Dentro de este proceso, podemos distinguir tres fases diferentes. Fases de la deglución La primera fase, denominada fase oral, es aquella que comprende desde el momento en el que trituramos el alimento y formamos el bolo alimenticio hasta que la lengua empuja el mismo hasta la faringe. La fase oral comprende, a su vez, dos etapas diferenciadas: La fase preparatoria, en la que intervienen actos como la salivación, la masticación y la trituración de los alimentos. De esta forma, se prepara el bolo alimenticio. La fase expulsiva, durante la cual la lengua desplaza este bolo a la zona de la faringe. Esta fase es completamente consciente y voluntaria. La fase faríngea, por el contrario, es un acto involuntario. Consiste en el paso del bolo alimenticio a través de la faringe hasta el esfínter esofágico superior. Por último, durante la fase esofágica el bolo alimenticio es conducido a través del esófago hasta el estómago. PROCESO DE DEGLUCIÓN El curso normal de la deglución -y, por ende, de estas tres fases- se puede ver alterado a causa de anomalías en el desarrollo de las estructuras orofaciales. Es entonces cuando nos encontramos ante un caso de deglución atípica. Pero, ¿qué síntomas nos indican que tenemos dificultad para tragar correctamente -disfagia- o que no lo estamos haciendo de la manera habitual? Síntomas de la deglución atípica Como ya hemos comentado anteriormente, la deglución se transforma con el desarrollo de la persona. Los bebés se ayudan del posicionamiento lingual entre ambas arcadas para favorecer la succión de la leche. Sin embargo, cuando su alimentación comienza a ser sólida, la posición de la lengua debe variar: debe colocarse en el paladar, justo detrás de los dientes de la arcada superior. En caso de que, con el citado cambio de alimentación, el niño no modifique su forma de posicionar las estructuras orales, estaremos ante un caso de la denominada deglución atípica. Consideraremos que estamos ante un caso de deglución atípica cuando, al tragar: Los dientes de la arcada superior e inferior no están en contacto. La lengua no se posiciona en el paladar, si no entre los dientes de ambas arcadas. No existe sellado labial. En ese caso, en múltiples ocasiones se coloca el labio interior detrás de los dientes de la arcada superior. Existe una prevalencia de la respiración oral. El bolo alimenticio no se forma de la manera debida, pues existen problemas de masticación. Por este motivo, es habitual que los pacientes que padecen estas anomalías en el proceso de deglución realicen movimientos con la cabeza, echando ésta hacia detrás para favorecer el paso del bolo a la faringe. La hipotonía -falta de tono muscular- en los músculos de la mejilla puede favorecer la acumulación de restos de comida en el vestíbulo bucal -espacio situado entre los labios y la parte interior de las mejillas, por un lado, y las arcadas dentarias, por otro-. Se realizan ruidos, fruto de la presión excesiva que realiza la parte superior de la lengua con el paladar para facilitar la deglución. La deglución atípica está, muchas veces, relacionada con alteraciones en el desarrollo de las estructuras orofaciales. Sin embargo, existe una amplia variedad de causas asociadas a esta condición.   ¿Cuáles son las causas de la deglución atípica? En muchas ocasiones, las causas de la deglución atípica están relacionadas con malos hábitos que tienen consecuencias en nuestra salud bucodental. Entre los mismos, podemos destacar: Succión digital prolongada en el tiempo. Uso del biberón o del chupete a edades más avanzas de lo recomendable -más allá de los 18 meses-. MORDIDA ABIERTA POR ABUSO DEL CHUPETE   Pero, además, la deglución atípica también está relacionada con alteraciones orgánicas como, por ejemplo: El desarrollo anómalo de los huesos maxilares que genera, por lo tanto, problemas de mordida. Ausencia de las piezas dentales debido a una caída temprana de los dientes anteriores temporales. Dificultad para mover la lengua -anquiloglosia-. Un frenillo lingual corto o una lengua de un tamaño superior al resto de las estructuras bucales -macroglosia- limitan la movilidad de la este órgano y dificultan, por lo tanto, la masticación de los alimentos. Alteraciones del sistema linfático -hipertrofia de los adenoides o de las amígdalas, episodios recurrentes de amigdalitis-. Hipotonía -disminución del tono muscular- de los músculos que inciden en el proceso de masticación. Consecuencias de la deglución atípica La deglución atípica no solo tiene consecuencias en el proceso de digestión, sino que también supone ciertos perjuicios para nuestra salud oral. La colocación de la lengua entre los dientes de ambas arcadas supone uno de los problemas de maloclusión más comunes: la mordida abierta. Ésta se presume cuando no existe contacto entre las piezas dentales de la arcada superior e inferior. MORDIDA-ABIERTA Además, la presión que ejerce la lengua sobre los dientes de la arcada superior al tragar provoca una protrusión de los mismos, y la aparición de diastemas. Los problemas de oclusión no solo generan ciertas complicaciones a la hora de masticar, si no que también suponen dificultades en la fonación. Por este motivo, el tratamiento indicado para abordar un caso de deglución atípica vendrá de la mano de un logopeda y un ortodoncista especializado.   Deglución atípica: tratamiento En primer lugar, se realiza un diagnóstico detallado del caso, estudiando la historia clínica del paciente y realizando una evaluación de las alteraciones del sistema orofacial. La actuación conjunta del ortodoncista y

Ortodoncia

¿Cómo cambia mi sonrisa y mis labios la Ortodoncia?

El tratamiento de ortodoncia no sólo va a alinear nuestros dientes anteriores para que no estén apiñados o montados, sino que el Dr. Arias, especialista en ortodoncia los va a colocar de forma que den el soporte adecuado al labio superior y se enseñen al hablar y sonreír. La sonrisa durante la ortodoncia Durante el período en que dure tu tratamiento de ortodoncia no tendrás que preocuparte de cómo se ven tus labios, ya que el cambio, pese a que tu lo notes muy pronunciado, apenas se nota. El resto de personas casi no notarán la diferencia. Mientras que en algunos pacientes el tener brackets o Invisalign no ha supuesto ningún cambio en sus labios, en otros (especialmente en aquellos que tienen los labios más carnosos), el labio superior se les pronuncia ligeramente. Esto hace que parezca que se tiene más labio del que en verdad se tiene. ¿Esto es algo negativo? No, de hecho hay pacientes que ¡les gustan más sus labios durante la ortodoncia que sin ella!     SONRISA CON ORTODONCIA ¿No se ha fijado en que las modelos (sobre todo chicas) enseñan más los dientes de arriba? Nosotros asociamos la exposición de los dientes superiores de una persona mientras habla o sonríe con la juventud, y cuando no enseña los dientes superiores con vejez. Todo con el tiempo tiende a descender, incluido el labio superior. El ortodoncista estético, colocará estos dientes de forma que también se rejuvenezca la sonrisa. Es por esta razón por la que los tratamientos de ortodoncia para adultos funcionan tan bien en la actualidad.   ¿Cómo se pueden modificar los labios con la ortodoncia? Lo primero que realizan nuestro ortodoncista, el Dr. Arias es una estudio para determinar análisis facial y estéticos sobre los labios y el perfil. Existen casos que tienen los dientes metidos hacia dentro y por tanto lo labios hundidos y en estos casos cuando planifican el caso llevan los dientes a su sitio y los labios mejoran muchísimo. Otros casos ocurre que el paciente tiene los labios muy salidos porque los dientes están en una posición muy adelantada. En este caso, tras ver la causa de este problema, se corrige con brackets y los labios quedan mucho más armónicos y bonitos. Además el alineamiento de los dientes produce un efecto positivo sobre los labios ya que no hay dientes que empujen los labios de manera asimétrica. Al tenerlos todos en línea el efecto sobre el labio es mucho más bonito.   ¿Qué tipos de ortodoncia existen? Si aún no te hemos terminado de convencer, aquí te enseñamos todos los tipos de ortodoncia que colocamos en la Clínica Dental SanCalclínica dental, Dra. Sánchez, Clínica dental San son los siguientes: Ortodoncia para adultos Ortodoncia para niños Ortodoncia Lingual: la ortodoncia de incógnito Ortodoncia Invisalign: la ortodoncia invisible Ortodoncia con Brackets de Zafiro Ortodoncia con Brackets Autoligables Ortodoncia con Brackets Metálicos Además y para que puedes empezar con tu tratamiento hoy mismo, nuestros pacientes cuentan con unas excelentes facilidades de pago: financiamos sin intereses tu ortodoncia, te permitimos pagarlo a plazos, aceptamos diferentes efectivo, tarjetas de débito y crédito… Pide tu cita

Buenos hábitos, Cultura y curiosidades, Prevención

¿Sabes cuál es la enfermedad bucodental más común y cómo prevenirla?

Al igual que ocurre con otras partes de nuestro cuerpo, debemos proporcionar a la boca unos cuidados específicos con el objetivo de mantener unos dientes y encías sanos de por vida. Sin embargo, también es verdad que hay determinadas enfermedades que tienen una gran prevalencia entre la población y tienen más posibilidades que otras de aparecer en algún momento de nuestra vida. Este es el caso de la caries: no solamente es el problema bucodental más común, sino que además es la segunda enfermedad más habitual en España, por detrás del resfriado.   ¿Cuáles son las enfermedades bucodentales más comunes? 1. Caries Como acabamos de mencionar, de todas las enfermedades que comprometen nuestra salud en general, la caries es la segunda más común.  Se estima que afecta al 90% de la población mundial, por lo que es probable que la padezcas o hayas padecido. En la mayoría de ocasiones, la caries aparece en niños y adultos jóvenes, aunque puede desarrollarse a cualquier edad. El origen de la caries está en la destrucción de tejidos del diente, que tiene lugar como consecuencia de diferentes factores. Estos desencadenantes están relacionados fundamentalmente con los hábitos de higiene y nutrición: acumulación de placa bacteriana, consumo de azúcares y ácidos presentes en muchos alimentos y bebidas, higiene bucodental deficiente… Además, hay algunas personas que tienen mayor predisposición genética a padecer caries. Sin embargo, éste es un factor que influye en menor medida. De la misma manera que la enfermedad aparece de manera muy frecuente, el tratamiento para combatirla es sencillo: el empaste u obturación. Este procedimiento consiste en limpiar la cavidad del diente en el que se encuentra la caries para posteriormente rellenarla con composite. Dicho esto, es muy importante tratar la caries cuando muestra sus primeros síntomas: dolor o molestias en los dientes, especialmente al ingerir alimentos y bebidas dulces así como muy calientes o frías. Si la caries se deja avanzar, dañará más el diente y requerirá una endodoncia, que es un tratamiento más complejo que el empaste u obturación. Y, si no se trata, a la larga provoca la pérdida de dientes. No hay que olvidar que la caries es la primera causa de pérdida prematura de dientes en personas jóvenes. La caries es la enfermedad bucodental más común y la primera causa de pérdida prematura de dientes. 2. Gingivitis Al igual que en el caso de la caries, la higiene juega un papel fundamental en la aparición de la gingivitis. La gingivitis se caracteriza por la inflamación y el sangrado de las encías provocados por las bacterias que se desarrollan debido a la acumulación de placa bacteriana.     INFLAMACIÓN Y SANGRADO DE ENCÍAS Los síntomas que provoca esta enfermedad son, por tanto, muy claros. El sangrado que aparece durante el cepillado es la primera señal de alarma. Si te sucede, visita a tu dentista lo antes posible, ya que si la gingivitis es tratada a tiempo, es muy fácil de combatir. Su tratamiento consiste fundamentalmente en una limpieza bucodental profesional y en extremar las técnicas de higiene en casa. Sin embargo, si no se trata a tiempo, a la larga comienza a afectar al hueso y deriva en una periodontitis. Tal y como explicaremos en el punto siguiente, esta enfermedad bucodental es mucho más compleja. Como muestra de la prevalencia de la gingivitis entre la población, se estima que en España solamente el 14.8% de los adultos de entre 35 y 44 años tiene las encías sanas. Por su parte, el 59,8% tendría gingivitis y el 25,4% periodontitis. En individuos mayores de 65 años, el porcentaje de encías sanas es aún menor: 10,3%. El resto tiene una enfermedad periodontal: 51,6% tendría gingivitis y el 38% tendría periodontitis.   3. Periodontitis Tanto a la gingivitis como a la periodontitis se les conoce con el nombre de enfermedades periodontales. Como ya hemos mencionado en el punto anterior, la periodontitis es la consecuencia de una gingivitis que no ha sido tratada correctamente.     GINGIVITIS VS PERIODONTITIS Aunque la periodontitis también se puede curar, su tratamiento es más complejo que el de la gingivitis. Éste requiere, entre otros, mediciones para comprobar la profundidad del sarro acumulado en las encías, análisis microbiológico, raspado y alisado radicular, etc. Es precisamente por la mayor complejidad del tratamiento por lo que se recomienda acudir a un periodoncista nada más advertir los primeros síntomas de la gingivitis (inflamación y sangrado de las encías). Si se deja progresar la enfermedad, las bacterias causarán cada vez un daño más profundo y llegarán al hueso, que no hay que olvidar que actúa como soporte del diente. De esta manera, aparecerán otras señales de alarma: mal aliento, recesión de encías, aparición de triángulos negros entre los dientes, movilidad de piezas dentales… Todo esto llevará a consecuencias irreversibles: si se causa un daño progresivo en el hueso que soporta el diente, a la larga se producirá la pérdida de dientes.   4. Cáncer bucal El cáncer oral o bucal se produce con mayor frecuencia en los labios y la lengua. Sin embargo, también desarrollarse dentro de la boca y comprometer las encías, el paladar y la garganta. Aunque cualquier persona (de cualquier edad y sexo) puede padecer cáncer oral, éste afecta en mayor medida a los hombres mayores de 40 años. Bien es cierto que la genética juega un papel esencial en el desarrollo del cáncer. Sin embargo, existen otros factores de riesgo muy importantes. Estos son el tabaquismo y el alcohol. Como en cualquier otra enfermedad, la detección temprana es fundamental en el éxito del tratamiento. Por eso, es importante saber identificar los primeros síntomas y acudir a revisiones regulares con el dentista. Dichos síntomas pueden ser: Úlceras o llagas en la lengua, los labios o cualquier otra parte de la boca Manchas blancas o rojas en la lengua, en las encías o cualquier otra parte de la boca Problemas o dolor al masticar o deglutir Dificultades en el habla Dolor en alguna parte de la boca, sin explicación aparente No hay que olvidar que a pesar de que conozcamos determinados síntomas, el odontólogo es el profesional que cuenta con mayor experiencia y conocimientos para advertirlos.   5. Halitosis El mal aliento o la halitosis comprenden el conjunto de olores desagradables que se emiten a través de la boca. Existen dos tipos de halitosis: oral y extraoral. En el 90% de los casos, el mal aliento tiene su origen en la propia boca. En estos casos, el olor desagradable se debe fundamentalmente a una higiene deficiente, el tabaco o enfermedades periodontales (gingivitis y periodontitis).

Cultura y curiosidades

Herpes labial: ¿qué es y cómo se cura?

Aunque haya quienes no lo han tenido nunca, todos sabemos lo que es un herpes labial e, incluso, conocemos personas que lo sufren de manera frecuente. Y es que éste es un virus que tiende a reaparecer una vez que lo hemos padecido una vez. Sin embargo, aunque ésta sea una afección con mucha prevalencia entre la población, lo cierto es que existe desconocimiento acerca de qué es exactamente un herpes labial y cuáles son sus causas. Por eso, en este artículo queremos despejar todas las dudas. Si padeces un herpes, vamos a explicarte cuál es el tratamiento a seguir y cómo evitar que vuelva a aparecer. En cambio, si eres de los afortunados que no lo han sufrido todavía, vamos a decirte cuáles son los primeros síntomas que se experimentan para que puedas identificarlo y cómo prevenirlo.  IMAGEN HERPES LABIAL El herpes labial se contagia por contacto directo con la saliva o la herida de la persona y dura entre una semana y quince días. ¿Qué es el herpes labial? El herpes labial es una infección común que, tal y como su nombre indica, aparece en la zona de los labios y se manifiesta con unas pequeñas ampollas, comúnmente llamadas calenturas. Estas ampollas, además de ser muy antiestéticas a simple vista, provocan dolor y molestias a la persona que las padece. Y, lo que es más importante, son un foco de contagio. Por tanto, si tenemos un herpes es necesario que sigamos una serie de precauciones para no contagiar a otra persona. En este punto, es conveniente recordar la diferencia entre un herpes y una llaga en la boca o afta, ya que es frecuente confundir ambos términos. La diferencia fundamental entre ellos es que las llagas son heridas de color blanco o amarillento que aparecen en cualquier parte de la boca y no son contagiosas. Lo que sí tienen en común es que, al igual que ocurre con las calenturas, hay personas que tienen más predisposición que otras a tener llagas en la boca.  LLAGA BLANCA EN LA BOCA Causas: ¿a qué se debe? El herpes labial está causado por el virus del herpes simple tipo 1 (VHS-1). Tal y como hemos adelantado previamente, es contagioso y se transmite a través de un contacto directo con la saliva o la lesión activa. Por ejemplo, una forma de contagio habitual es la de compartir objetos de uso personal con alguien que tiene un herpes (vasos, pintalabios, toallas, cuchillas de afeitar, pajitas…). Por lo general, el herpes aparece por primera vez en niños o menores de 20 años y luego reaparece posteriormente en la edad adulta. Hasta que se elimina por completo, la infección pasa por varias fases o etapas. Y, una vez que la persona se ha curado, el virus se vuelve inactivo durante un tiempo y permanece de por vida en los tejidos nerviosos de la cara. De esta manera, el herpes tiende a reaparecer posteriormente de manera espontánea o debido a una serie de factores desencadenantes. Dichos motivos pueden ser: Estrés, falta de descanso o enfermedad: Los problemas de salud, así como la falta de sueño o el estrés, contribuyen a la bajada de defensas, lo que facilita el desarrollo de cualquier virus. Cambios hormonales: Los cambios hormonales como los que ocurren durante la menstruación o el embarazo suponen cierto riesgo para las mujeres, ya que muchas veces el brote se produce en estos periodos. Exposición al sol: La exposición a los rayos ultravioletas a lo largo de nuestra vida daña la piel en general y la de los labios en particular, por lo que es importante utilizar protección solar. Frío: El frío y el viento propios del invierno secan los labios, por lo que también en esta época es necesario protegerlos con productos específicos. CONTAGIO HERPES POR CUCHILLA DE AFEITADO ¿Cuáles son los síntomas del herpes labial? El virus del herpes labial presenta una serie de síntomas. Algunos de ellos son muy visibles -la propia ampolla- pero otros pueden pasar inadvertidos, ya que corresponden a una fase muy inicial. Dado que saber identificarlos juega un papel importante, a continuación vamos a decirte cuáles son las señales más comunes: Hormigueo, quemazón o picazón en una zona en la que todavía no hay una ampolla: aparece en una fase inicial, cuando el herpes no es visible. Inflamación y enrojecimiento en la piel que rodea la zona de la ampolla: son los primeros signos visibles del herpes. Ampolla o pequeño conjunto de ampollas rellenas de líquido transparente. Tratamiento: ¿cómo curarlo? Las calenturas se curan de manera natural con el paso de los días. Sin embargo, si tienes dolor y molestias, puedes consultar a tu médico o acudir a la farmacia para comprar algún medicamento que alivie los síntomas. Dicho esto, es importante resaltar que las medicinas o productos que se utilicen -normalmente geles o cremas- sirven para aliviar el dolor y las molestias, así como para acelerar el proceso de cicatrización, pero no curan el virus como tal. La curación del virus sigue un proceso natural que tiene una duración de entre una semana y quince días. Por tanto, éste desaparecerá aunque no sigamos un tratamiento. A grandes rasgos, se puede decir que las fases del herpes labial son las siguientes: Aparición de la ampolla: tras los primeros síntomas, la mancha roja se convierte progresivamente en una o varias ampollas Rotura de la ampolla: la o las ampollas se rompen, empiezan a supurar un líquido transparente y se convierten en una herida abierta Formación de la costra: la lesión empieza a secarse y se forma paulatinamente una costra Cicatrización de la herida: la costra se cae y deja paso a la nueva piel que ha ido generando nuestro cuerpo. En este momento, el herpes está curado FASES DEL HERPES EN EL LABIO ¿Cómo prevenir el herpes labial? Como hemos mencionado con anterioridad, una vez que se ha tenido, el herpes tiende a reaparecer. Por eso, las personas que lo han padecido suelen sufrirlo varias veces en su vida. Dada la prevalencia que tiene

Cultura y curiosidades

Riesgos de los piercings bucales

El uso del piercing oral (lengua, labios, frenillo e incluso mejillas) puede tener importantes consecuencias para la salud bucodental, más allá del dolor, el posible rechazo y el alto riesgo de infección que implica su colocación, dada la elevada presencia de bacterias y la humedad propia del interior de la boca, que dificulta la cicatrización de los tejidos. Además, en su colocación también es importante el riesgo de causar lesiones importantes si al hacer el agujero se comprometen determinados vasos sanguíneos o nervios. Pero lo más importante es que, una vez puesto, el piercing oral puede provocar problemas de diversa índole: maloclusiones dentales, traumatismos en los dientes adyacentes, infecciones, retracción de las encías y pérdida de dientes. Ningún odontólogo recomendará la colocación de un piercing en la cavidad oral. Todo lo contrario. Pero, si pese a los riesgos se decide hacerlo, es muy importante visitar desde el primer momento y de forma regular la consulta del dentista para que éste realice un seguimiento de la pieza y de sus efectos en la salud bucodental. Localizaciones más frecuentes del piercing oral Los lugares de la cavidad oral en los que se suelen colocar los piercings son las siguientes: Lengua: suele hacerse en la parte central y se utilizan los denominados barbell (una barra limitada en cada extremo por una esfera), aunque también hay quien se coloca aros en las partes laterales y anteriores de la lengua. Labios: se utilizan habitualmente aros y labrettes (una barra con una esfera en la parte exterior y un disco plano que hace de cierre en la interior. Se colocan en cualquier parte del perímetro labial, aunque lo habitual es que se haga en la parte central del labio inferior. Otras: mejillas (aunque el piercing es externo, la perforación alcanza la mucosa yugal), frenillo lingual y la úvula (campanilla). Complicaciones del piercing oral Al hablar de complicaciones hay que comenzar por el mismo momento de la colocación del piercing. Las más habitaules son el dolor y la inflamación. Ésta última, que puedo afectar a los ganglios situados bajo el mentón y la mandíbula inferior, se inicia a las pocas horas de haberse colocado y se puede prolongar hasta 3 y 5 semanas. En el caso de la lengua, muy vascularizada y enervada, también puede producirse alguna hemorragia al hacer la perforación o la alteración del sentido del gusto y de alguna función motora si se afecta a algún nervio. La infección local del área en la que se coloca el piercing ocurre en aproximadamente un 15% de los casos y existe el riesgo de sufrir una bacteriemia, por lo que deberá acudirse al médico en caso de presentar fiebre, enrojecimiento acusado en torno a la perforación, temblores y escalofríos. La alergia, es otra de las posibles complicaciones, en función de la aleación con que se ha confeccionado el piercing. El níquel es el metal con que hay que tener especial cuidado. Finalmente, a medio y largo plazo, el impacto de un piercing en cualquier parte de la cavidad oral puede tener importantes consecuencias para la salud bucodental: Resección gingival: es una de las consecuencias más importantes de los piercings orales(especialmente de los colocados en los labios) en la estética y la salud bucodental. Se retraen las encías, dejando más superficie dental al descubierto, lo que favorece la pérdida de inserción del diente, lo que puede causar su movilidad y posterior pérdida. El riesgo de sufrir esta complicación es aún mayor si el portador del piercing es fumador. Traumatismos dentales: son las lesiones más frecuentes y pueden ir desde un simple desgaste por rozamiento del metal en el diente, hasta el astillamiento o fractura de alguna pieza dental. Enfermedad periodontal: el contacto continuo del metal del piercing oral puede causar al acúmulo de placa bacteriano, y por tanto la formación de sarro, en los dientes inferiores anteriores, lo que favorece la aparición de gingivitis y, como consecuencia de periodontitis. Halitosis: puede causarla la acumulación de placa bacteriana. Maloclusiones dentales: la introducción permanente de un cuerpo extraño en la cavidad oral, altera el equilibrio de fuerzas de la lengua y, consecuencia, la posición de los dientes, modificando la mordida. Alteraciones del habla: el piercing en la lengua altera la pronunciación de las palabras que contengan las letras R, S, T y L. Alteraciones del gusto. Ingestión del piercing oral. En el caso de llevar piercings bucales es muy importante realizar un seguimiento constante para evitar todos estos inconvenientes. Aun así, la mayoría de profesionales recomiendan no llevar estas piezas metálicas que pueden comprometer nuestra salud bucodental.

Scroll al inicio