Clínica Sancal

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Cultura y curiosidades, Prevención

7 efectos de la menopausia en tu salud bucodental

Con una esperanza de vida de 85 años, a las mujeres españolas no les queda otra opción que sufrir las consecuencias de la menopausia durante el 40% de su vida. De hecho, el aumento en dicha esperanza de vida provoca, a su vez, un aumento en la incidencia de enfermedades asociadas a esta etapa. El descenso en la producción de hormonas que comienza a producirse entre los 45 y 55 años de edad, además de los ya conocidos síntomas como los sofocos, los dolores de cabeza y la irritabilidad, provoca una mayor propensión a sufrir problemas bucodentales. Así, la bajada de los niveles de estrógenos hace que disminuya el efecto inflamatorio de éstos en el cuerpo, lo cual afecta directamente en las encías; del mismo modo que la reducción de progesterona provoca una disminución de la densidad ósea de la mandíbula, poniendo en riesgo el sustento de nuestros dientes. A pesar de todo, y gracias a los avances de la tecnología y la concienciación social, las mujeres de hoy en día pueden disponer de una dentadura sana hasta la ancianidad. Sin embargo, para ello, será necesario un cuidado especial de la higiene y visitar con regularidad al dentista ya que durante la menopausia se pueden eden padecer algunos de los siguientes problemas: Dolencias bucodentales asociadas a la menopausia 1. Gingivitis descamativa Se caracteriza por la separación de las capas externas de las encías hasta el punto de dejar la raíz del diente expuesta, provocando sensibilidad ante agentes externos como bebidas o comida caliente o fría. También presenta el tejido gingival enrojecido y dolorido con probabilidad de sangrado. Una gingivitis descamativa no tratada a tiempo, puede derivar en una grave periodontitis, por lo que es recomendable mantener un control del estado de las encías. 2. Xerostomía o sequedad bucal Durante la menopausia las glándulas salivales producen menos saliva por lo que se presenta sequedad bucal. La secreción salival es importante debido a su función de mantener los tejidos húmedos y a que favorece que la boca esté más limpia, regulando la cantidad de bacterias presentes en la boca. Su ausencia puede producir dificultades a la hora de saborear alimentos, tragar o incluso al hablar. 3. Síndrome del ardor bucal Se trata de uno de los problemas posmenopáusicos más comunes. Se caracteriza por presentar un fuerte ardor y sensación de quemazón o picor que afecta principalmente a la lengua, y en ocasiones, a las encías y labios. 4. Adelgazamiento de la mucosa bucal Como consecuencia de la reducción en la producción de hormonas, las mucosas de la boca, al igual que las de todo el cuerpo, se vuelven más frágiles y su función protectora se debilita. 5. Caries radiculares Como consecuencia de la gingivitis descamativa, al quedar la raíz del diente expuesta a agentes externos, y agravado por la sequedad bucal, existe una mayor probabilidad de desarrollar caries de origen radicular. De no ser tratadas, podrían llegar a provocar la pérdida de piezas dentales. Una gingivitis descamativa no tratada a tiempo, puede derivar en una grave periodontitis, por lo que es recomendable mantener un control del estado de las encías. 6. Deterioro dental El envejecimiento va unido a una pérdida de brillo y opacidad en los dientes, que además hace que se vuelvan más amarillos. Pueden, también, presentar desgaste y apiñamiento, lo que contribuye a que la boca aparezca deteriorada, en general. 7. Enfermedades periodontales y pérdida de hueso Existen numerosos estudios que demuestran que existe una relación directa entre las enfermedades periodontales y la osteoporosis. Y es, precisamente, durante la menopausia cuando estos problemas se agravan, ya que la reabsorción de hueso que suele afectar a todo el organismo, afecta de igual modo a la boca, poniendo en riesgo la supervivencia de los dientes con motivo de la merma de hueso maxilar. Es por ello, que será importante llevar un control por parte de un especialista para evitar, en la mayor medida posible, la pérdida de piezas dentales. Algunas recomendaciones y la importancia de la prevención Si bien puede que la prevención no evite por completo la aparición de algunos de los problemas mencionados, es seguro que en gran medida mejorarán. Es por ello, que será vital realizar una buena higiene diaria para mantener bajos los niveles de placa bacteriana, para lo que se aconseja el uso del hilo dental y los enjuagues bucales además del clásico cepillado 3 veces al día. Y además: Realiza al menos una visita semestral a tu clínica dental para que el especialista realice las revisiones pertinentes para controlar los posibles cambios que surgen en esta etapa de la vida. Además, una profilaxis o limpieza dental profesional ayudará a mantener las bacterias a raya. Evita el tabaco, especialmente en los casos de sequedad bucal o síndrome de ardor bucal. Consume alimentos ricos en calcio y con vitaminas A, E y C que fortalecerán tanto tus huesos como la piel y las mucosas. Bebe mucha agua y, en aquellos casos de sequedad bucal, recurre al uso de sprays hidratantes o colutorios. Escoge una pasta de dientes con índices de abrasividad bajos para que no dañe tus encías y recurre a filamentos suaves en el cepillo de dientes para proteger el esmalte de tus dientes.

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Prevención de las enfermedades periodontales

Las enfermedades periodontales conllevan una infección en las encías y los huesos que sostienen los dientes. Aunque tienen un origen similar, sus consecuencias y tratamientos pueden variar en función del nivel de gravedad. ¿Cómo prevenir las enfermedades periodontales? Una detección a tiempo es fundamental para evitar el desarrollo de las enfermedades periodontales. No obstante, también es muy importante realizar una buena prevención de estas patologías. Esto ayudará a mantener la boca protegida. Las principales enfermedades periodontales son la gingivitis y la periodontitis. La gingivitis consiste en una inflamación y enrojecimiento de las encías. En la mayoría de los casos se debe a la acumulación de placa bacteriana entre las encías y las piezas dentales. Aunque es reversible, si no es detectada o tratada a tiempo puede evolucionar a la periodontitis. La periodontitis, también conocida como piorrea, suele ser irreversible. Además de la inflamación y el sangrado, el paciente puede notar halitosis e incluso movilidad de los dientes. En sus fases más avanzadas, la periodontitis conlleva la pérdida de la pieza dental. Hay varios factores que influyen en el desarrollo de las enfermedades periodontales. Además dela herencia genética, la alimentación y la rutina de higiene oral son decisivas para realizar una buena prevención. Claves para prevenir las enfermedades periodontales Existen diversas pautas para evitar el desarrollo de las enfermedades periodontales: Rutina de higiene bucodental. Mantener unos buenos hábitos de limpieza oral es imprescindible para prevenir las enfermedades periodontales. Esto consiste en cepillarse los dientes después de cada comida y durante dos minutos como mínimo. Alimentación sana. Mantener una dieta sana es importante para la salud general. También para la salud bucodental. Los alimentos que comemos influyen en el estado de nuestros dientes y encías. Por ello conviene evitar los alimentos muy azucarados y muy ácidos, ya que pueden erosionar las piezas dentales. Además el azúcar favorece la acumulación de biofilm oral, principal factor de desarrollo de las enfermedades periodontales. Cuidar la salud general. Varios estudios han demostrado la relación entre la periodontitis y la diabetes. Informar al odontólogo si se sufre diabetes. Mantener una buena salud general favorecerá una buena salud bucodental. Acudir con regularidad al odontólogo. Algunos síntomas de las enfermedades periodontales no son visibles a simple vista. Por ello conviene acudir a la consulta de forma frecuente. También se recomienda someterse a una limpieza dental profesional cada seis meses, aún si no se sintiera ninguna molestia en los dientes o encías. Utilizar un cepillo de dientes de cerdas suaves y redondeadas. Realizar un cepillado consciente y completo. Utilizar pastas dentales con fluoruro. Cepillarse la lengua. Usar hilo dental diariamente, si no sabe usarlo, pida a la Dra. Sánchez que le enseñe como hacerlo correctamente. No fumar. La prevención y el tratamiento es muy beneficioso para la salud bucal, además de posibilitar una sonrisa sana y agradable. Mantener una boca sana es fundamental para prevenir las enfermedades periodontales. Los dientes definitivos son únicos y por ello aconsejamos mantenerlos en buen estado para lucir una sonrisa sana y bonita durante toda la vida.

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