Clínica Sancal

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Estética dental

Tengo un diente amarillo, ¿cómo puedo blanquearlo?

Cuando nos fijamos en alguien, la sonrisa –y los dientes– centran gran parte de la atención que depositamos en el rostro. Por ello, su apariencia juega un papel muy importante. Además de una forma, tamaño y posición indeseados, hay un aspecto estético que preocupa a nuestros pacientes especialmente: el color. Cuando acuden a nuestra consulta interesados en conseguir unos dientes más blancos, tienen claro que uno de los tratamientos que pueden ayudarles a acabar con este complejo es el blanqueamiento dental. Sin embargo, lo que muchos desconocen es que además del blanqueamiento externo tradicional que todos conocemos, existe el blanqueamiento interno. ¿Qué es el blanqueamiento dental interno? El blanqueamiento interno es un tratamiento que se lleva a cabo únicamente en dientes que han sido previamente sometidos a una endodoncia o, lo que es lo mismo, no vitales. Este procedimiento permite devolver el color blanco a piezas dentales que, por diferentes motivos, han sufrido una decoloración. A grandes rasgos, esta técnica consiste en la aplicación de un producto blanqueador dentro del propio diente. Aunque se puede realizar en cualquier pieza dental endodonciada, se lleva a cabo en el sector anterior sobre todo, por ser el más visible. Además, una de las principales ventajas de este procedimiento es que es mínimamente invasivo, ya que el proceso blanqueador no lesiona ni merma los dientes. El color oscuro puede aparecer tras una endodoncia o después de que el diente haya sufrido un traumatismo ¿Por qué tengo un diente amarillo? Hay distintos motivos por los que una persona se somete a un blanqueamiento interno. Por un lado, la desvitalización del diente puede producirse tras una endodoncia, ya que cuando se “mata el nervio” la pieza dental tiende a cambiar de color con el tiempo. Además, el oscurecimiento asociado al tratamiento endodóntico también puede deberse a un fallo durante el procedimiento, a que éste se haya realizado de manera incompletao a la utilización de materiales pigmentantes. Por otro lado, el color oscuro también puede ser consecuencia de un traumatismo recibido en el diente, que tras el impacto se ha necrosado y ha cambiado su tono. BLANQUEAMIENTO INTERNO – ANTES BLANQUEAMIENTO INTERNO – DESPUÉS   Los dientes amarillos son un motivo de preocupación para muchas personas, especialmente cuando no saben a qué se debe. Como acabamos de mencionar, en muchos casos, la decoloración se debe a un golpe recibido hace años -durante la infancia o la adolescencia- y el paciente no es capaz de acordarse. Sin embargo, te recomiendo que ni te preocupes ni obsesiones con tener unos dientes blancos. Afortunadamente, la Odontología moderna tiene soluciones para prácticamente cualquier necesidad, por lo que esto no es una excepción. Diferencias entre blanqueamiento interno y blanqueamiento externo La diferencia fundamental entre el blanqueamiento dental interno y el externo es que el primero se realiza sobre dientes no vitales y el segundo sobre dientes vitales. Si lleváramos a cabo un blanqueamiento externo tradicional en un diente no vital, no obtendríamos ningún resultado. Esto se debe a que los factores responsables de las decoloraciones que hemos descrito previamente tienen lugar en la cámara pulpar. Por este motivo, el proceso blanqueador del diente tiene que llevarse a cabo desde dentro, es decir, desde las estructuras internas de la pieza dental. Otra de las diferencias entre ambos tratamientos es que el blanqueamiento externo se realiza sobre el conjunto de los dientes, a excepción de los molares, ya que estas últimas piezas dentales son menos visibles. Por su parte, el interno se practica de manera localizada, en aquellos dientes que han sufrido una decoloración cuyo origen está localizado en la cámara pulpar. Una vez dicho esto, es necesario aclarar que ambos tratamientos son compatibles y que muchas personas prefieren combinarlos para obtener mejores resultados. El tratamiento paso a paso Como ya hemos mencionado anteriormente, el requisito fundamental para poder llevar a cabo un blanqueamiento interno es que el diente haya sido endodonciado. Además, es imprescindible que dicho procedimiento se haya realizado correctamente, sin ningún fallo que comprometa el tratamiento blanqueador. Los pasos que llevamos a cabo en nuestra clínica para blanquear un diente son los siguientes: Diagnóstico y estudio inicial: En esta primera fase es muy importante determinar el origen de la decoloración y el estado actual del diente. Para ello, nos apoyamos en fotografías y pruebas radiográficas. Toma de color: Mediante una guía de colores se registra el tono de los dientes. Apertura de la cavidad: Se abre la cavidad pulpar en la que se ha realizado la endodoncia. Limpieza de la cámara pulpar: Se retiran los restos de tejido necrótico y materiales pigmentantes para dejar limpio el diente. Aplicación del gel blanqueador: Se introduce el producto dentro de la cámara pulpar. Sellado con un cemento provisional: Con el sellado se da por finalizada la primera sesión del procedimiento blanqueador del diente. Durante los días siguientes, el gel hará su efecto y pasada una semana el paciente acudirá a revisión. Revisión: Retiramos la obturación provisional y el gel blanqueador. Valoramos el color resultante y si todavía no es el deseado, repetimos la aplicación. Si es el que queremos, pasamos al siguiente paso. Reconstrucción del diente: Una vez que conseguimos los resultados deseados, reconstruimos el diente y damos por finalizado el tratamiento. ESTRUCTURA INTERNA DEL DIENTE El número de sesiones a las que se somete el paciente depende de la respuesta del diente al tratamiento. Lo habitual es que con una o dos sesiones se elimine el color amarillo y se consiga el blanco deseado. Remedios caseros para blanquear los dientes De la misma manera que no existe ningún remedio casero o natural efectivo para blanquear el conjunto total de la sonrisa, es decir, para sustituir el blanqueamiento externo, tampoco lo existe para aclarar el color de un único diente. Sabemos que tanto en Internet como en televisión proliferan las ideas y fórmulas “milagro” para conseguir lo que denominan como “dientes perfectos” en unos pocos minutos. Mi recomendación personal es que tengas cuidado con esto. Es decir, desconfía de todos los remedios caseros y no compres productos blanqueadores. Puede que los productos vendidos en farmacias y que te puedes aplicar en casa te parezcan confiables, pero lo cierto es son demasiado estándar para lo que tú necesitas. Por eso, lo más adecuado es que el blanqueamiento dental se realice a medida y sea pautado por un profesional especializado. Esto adquiere la máxima relevancia cuando la

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Empaste dental: ¿Qué es y cómo se realiza?

Tal y como explicábamos en un artículo publicado hace algunos meses, la caries es la enfermedad bucodental más frecuente. De hecho, se estima que afecta al 90% de la población mundial, tanto a niños como a adultos. En este punto, se debe recordar que la caries es una destrucción de tejidos del diente que se produce por dos motivos fundamentales. Por un lado, se debe a la ingesta de ácidos y azúcares contenidos en alimentos y bebidas. Por otro lado, es consecuencia de una higiene bucal deficiente, ya sea por un cepillado dental insuficiente o por errores en la técnica de dicho cepillado. Si tenemos en cuenta los motivos por los que se desarrolla la caries, no resulta raro que exista una alta prevalencia de esta enfermedad entre la población. Y, dada dicha frecuencia, también es muy posible que te hayas tenido que someter alguna vez al procedimiento para tratarla: el empaste dental. DULCES QUE PROVOCAN CARIES ¿Qué es un empaste dental? El empaste -cuyo nombre técnico es “obturación”- es un tratamiento propio de la especialidad de Odontología Conservadora que sirve para reparar un diente dañado. Dicho procedimiento consiste en eliminar la caries de una pieza dental para que esta enfermedad no avance y afecte al nervio del diente, lo que resultaría en tener que realizar una endodoncia o tratamiento de conductos. En el punto siguiente vamos a detallar los pasos de los que consta este proceso. ¿Cómo se hace un empaste? Una obturación dental es un tratamiento sencillo y relativamente rápido, que tarda en hacerse aproximadamente 40 ó 50 minutos. Durante este tiempo, se realiza lo siguiente: 1. Anestesia: Antes de comenzar el procedimiento, se aplica anestesia local en los casos que así lo requieran. Es decir, cuando la caries es muy profunda y afecta a la dentina, que es la parte del diente donde se encuentran las terminaciones nerviosas. 2. Limpieza de la caries: Se retira el tejido cariado del diente. Con la eliminación de la parte del diente que no está sana, se deja una cavidad que debe ser rellenada posteriormente. 3. Relleno de la cavidad: Para rellenar el hueco dejado tras la limpieza de la caries se utiliza, generalmente, composite. Una vez que se ha terminado de rellenar la cavidad, se aplica luz para que dicho material se endurezca. 4. Pulido y ajuste de la oclusión: Una vez que hemos llevado a cabo el paso anterior, se pule el empaste y se realiza una prueba de mordida. De esta manera, nos asegurarnos de que el resultado estético y funcional es óptimo. PASOS PARA HACER UN EMPASTE ¿Qué tipo de obturación es mejor? En función del material de relleno utilizado para empastar el diente, existen dos tipos de empastes dentales: Metal: Los llamados empastes dentales de metal son los de amalgama de plata. Su principal ventaja frente a otros tipos de obturaciones es que son muy duraderos, ya que cuentan con una duración estimada de 30 años. Sin embargo, tienen el inconveniente de ser poco estéticos ya que la amalgama de plata destaca mucho sobre el blanco natural del diente. Por tanto, se puede considerar que este material ha caído en desuso. Resina o composite: Los empastes dentales de resina o composite son los que, hoy en día, se realizan de manera más habitual. Este material cuenta con la ventaja de ser mucho más estético que los que están basados en metales. Esto se debe a que el composite imita el color blanco original del diente. Sin embargo, su principal desventaja es que tiene una duración menor. Ante esto, lo más adecuado es que el paciente mantenga una buena higiene oral en su casa y que acuda al menos una vez al año al dentista. De esta manera, el odontólogo podrá revisar el empaste antiguo y sustituirlo cuando aprecie el deterioro. Por último, y en lo que respecta a los materiales, el oro también ha sido muy utilizado durante años para realizar obturaciones. A pesar de que es muy duradero y resistente, ya no se usa porque resulta muy costoso y su color tampoco se asemeja al del diente. EMPASTE DE AMALGAMA DE PLATA ¿Los empastes dentales duelen? Dependiendo de la profundidad de la caries a tratar, es decir, de si ésta afecta a la dentina, en ocasiones es necesario aplicar anestesia local. De esta manera, evitaremos que el paciente sienta dolor durante el procedimiento. En el caso de que la caries no afecte a la dentina, no se aplicará anestesia local. Cuando no se aplica anestesia, es posible que el paciente sienta unas ligeras molestias durante el proceso, aunque éstas son muy llevaderas. Por otro lado, también es posible que tras el empaste dental el paciente sienta sensibilidad al comer alimentos muy fríos o calientes e, incluso, al cepillarse los dientes. Esta sensación puede persistir durante 3 ó 4 días. Sin embargo, si la sensibilidad -que siempre debe ser temporal- no cesa después de una semana, es necesario volver a visitar al dentista que ha realizado el tratamiento. De esta manera, podrá examinar la obturación y determinar si existe algún problema. Aunque el precio sea un factor importante, se deben valorar otros elementos como la especialización del profesional, la técnica utilizada o la garantía que nos ofrezca ¿Cuánto cuesta un empaste? Al igual que ocurre con el resto de tratamientos odontológicos, el precio es un elemento que debe ser valorado. Sin embargo, conviene realizar dicha valoración tomando en consideración otros factores igualmente importantes. El importe menor correspondería a un empaste simple y el mayor sería para los casos en los que el diente necesita una reconstrucción. Como aclaración, diremos que la reconstrucción es el procedimiento que se realiza en el caso de caries muy profundas, cuando éstas afectan, al menos, a una cara completa del diente. Por tanto, cuanto antes se trate la caries, más económico y sencillo será realizar el tratamiento. Una vez que tenemos una idea aproximada de cuánto cuesta una obturación, es necesario valorar una serie de factores para decidir en qué clínica llevamos a cabo el tratamiento. En clínica dental SanCal basamos nuestro procedimiento en los siguientes puntos: Garantía y resultado estético: Es importante que

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Se me ha roto un diente: ¿Qué hago?

Los dientes rotos son una de las urgencias más comunes en Odontología. Aunque este tipo de emergencia suele relacionarse con los niños y sus dientes de leche, lo cierto es que también es muy común entre los adultos. La fractura de un diente definitivo suele deberse a diferentes causas como accidentes, caídas, golpes al practicar un deporte, peleas o, incluso, como consecuencia de morder alimentos muy duros. Dada su posición en la parte frontal de la boca, los dientes que más se suelen romper son los incisivos centrales superiores. Éstos, además de realizar una función fundamental durante la masticación, también tienen gran importancia estética. Aunque esperamos que no tengas que recurrir a nuestros consejos, esta emergencia se produce de manera muy frecuente. Por eso, en este artículo vamos a explicar qué es lo que hay que hacer ante esta lesión dental y cómo se puede reparar un diente roto. Si no te sucede a ti, puede que tengas que ayudar a alguien -ya sea niño o adulto- en un momento dado. Para empezar, te diremos que en este tipo de situaciones el tiempo juega un papel fundamental. De esta manera, si se llevan a cabo los pasos adecuados en un periodo de tiempo corto, el pronóstico de la fractura será más favorable. Golpes en dientes por deportes de contacto Si se te rompe un diente, mantén la calma y no te asustes si empiezas a sangrar y a sentir dolor. Intenta recoger la pieza dental -o sus trozos- y acude al dentista ¿Qué hago si se me rompe un diente? Si sufres un golpe que provoca la fractura -ya sea total o parcial- de un diente, lo primero que debes hacer es mantener la calma. Es posible que empieces a sangrar mucho y que te duela. Este tipo de urgencia es muy escandalosa, pero no es grave y tienes que saber reaccionar ante la situación, especialmente si te encuentras solo. Cuando se te rompe un diente, tienes que intentar recoger la pieza dental o los trozos que encuentres y guardarlos. Y, si tienes ocasión, enjuagarte la boca con agua. En función de si el diente se te ha roto total o parcialmente, puedes hacer dos cosas: Si la rotura es parcial: Limpia suavemente el trozo de diente que se te ha caído y coloca una compresa fría en la cara para contener la inflamación. Fractura incisivo central por golpe Si la fractura es total: Enjuaga suavemente con agua el diente perdido e intenta volver a colocarlo en su cavidad sin manipular la raíz. Para conseguir que se sujete, puedes ayudarte mordiendo una gasa. Eso sí, ten mucho cuidado para no tragártelo. Si no te resulta fácil o te incomoda hacerlo, otra opción es sumergir el diente perdido en un vaso de leche sin manipular su raíz. Y, a continuación, colocar una compresa fría en la cara y taponar la zona del diente con una gasa o servilleta para contener la hemorragia. Puede que, por las circunstancias, no puedas llevar a cabo todos estos pasos. Si es así, no te preocupes. Lo más importante es que acudas a la Dra. Sánchez con urgencia. Es decir, cuantos menos minutos pases sin la atención de un profesional más favorable será el pronóstico.  Cómo guardar un diente roto ¿Cómo se repara un diente roto? Como ya hemos mencionado, ante este tipo de urgencia dental son claves tanto la calma como la rapidez. Es decir, nuestra propia manera de reaccionar y el tiempo que tardemos en acudir al dentista pueden marcar la diferencia entre salvar nuestro diente original o no. Por tanto, no busques remedios o soluciones caseras para arreglar un diente roto. El tratamiento que requiere una fractura dental es siempre profesional. Y, si esto no se hace, pueden aparecer las consecuencias negativas: una infección y que el daño del diente sea mayor. Una vez que ya estemos en la consulta, la Dra. Sánchez evaluará la lesión dental y valorará cuál es la solución más adecuada en función del daño sufrido: Leve: Si el nervio no ha sido afectado, se realizará una reconstrucción con composite o se colocará una carilla de porcelana. En este caso, el tono del composite o la porcelana se adaptarán al color del resto de dientes, por lo que no se notará la diferencia entre unos y otros. Al ser ésta la más pequeña de todas las roturas posibles, éste es también el tratamiento más rápido y sencillo.  Carillas de porcelana Moderada: Si la fractura es más grande y ha llegado a afectar al nervio, en primer lugar se realizará una endodoncia. Posteriormente, se colocará una corona o funda para proteger el diente. Tanto cuando colocamos una carilla como una corona (funda) tendremos en cuenta el color del resto de dientes del paciente. No hay que olvidar que el diente roto suele estar en una zona muy visible y es necesario conseguir una buena estética. Severa: Cuando la fractura afecta a la raíz, es decir, cuando el final de la rotura está por debajo de la encía, se extrae el resto de la raíz y se coloca un implante. Esta es la solución indicada para los casos en los que la pieza dental ha sufrido un daño mayor. Dado que no se puede salvar el diente original, se deberá insertar un implante -para posteriormente colocar una corona o funda-.   En resumen, aunque el hecho de que se te rompa un diente pueda pueda parecerte grave o escandaloso, lo cierto es que le sucede a muchas personas. Por tanto, el mejor consejo que te podemos dar es que mantengas la calma y visites a la Dra. Sánchez lo antes posible. Aparte de la función que realizan durante la masticación, los incisivos centrales tienen un gran valor estético. Aún así, no te preocupes. Hoy en día la Odontología tiene muchos recursos para arreglar este tipo de percances. Y, en muchas ocasiones, la solución pasa por conservar tu diente natural. Eso sí, te recomendamos que intentes prevenir la rotura de un diente lo máximo posible. Por ejemplo, puedes utilizar férulas de protección cuando hagas deporte o cualquier otra actividad de

Buenos hábitos

Tengo un bulto en la encía: ¿Debería preocuparme?

Muchos pacientes llegan a las clínicas de todo el mundo preocupados por la una aparición repentina de un bulto en la encía, algo que suele generar una gran alarma. En este bulto no sólo podemos notar dolor e irritación, sino también debemos sumar que los pacientes suelen estar muy inquietos debido al desconocimiento de qué puede ocurrirles. Por suerte podemos decir que la gran mayoría de veces un bulto en la encía no es un signo de padecer una grave patología, pero sí que es cierto que de cara a determinar el motivo por el que nos ha salido debemos acudir al dentista y que sea el especialista quien nos realice una exploración. En caso de tener un bulto en la encía deberemos acudir rápidamente a nuestro dentista de confianza, para que él sea el encargado de que nos explique por qué nos ha salido y cómo atajar la patología. Usualmente, los bultos suelen estar ocasionados por una fístula o un fibroma, pasemos a describir qué es cada uno: Tengo un bulto en la encía: ¿Por qué me ha salido? Fístula: Una fístula es una abertura en la encía por la que encontramos supuración de pus, un líquido blanquecino o amarillento bastante denso. El pus es un signo inequívoco de que tenemos una infección, por lo que deberemos tratarla cuanto antes. El bulto causado por una fístula puede ser debido a varias causas, pero normalmente suele venir motivado por tres factores muy diferenciados: Diente con caries: En este supuesto podremos detectar el problema fácilmente, ya que el paciente padece un dolor bastante agudo en el diente afectado. La inflamación en la encía aparece a raíz de un absceso en el interior del diente, motivado por el acúmulo de bacterias en la raíz.Por norma general, esta acumulación de bacterias suele tener su origen en una higiene oral mejorable. Diente mal endodonciado: Cuando fracasa una endodoncia, comienza un proceso infeccioso que termina por desembocar en una fístula. Las causas principales por las que se produce una fístula después de una endodoncia es debido a errores o complicaciones durante la realización de la técnica, al no haber eliminado todas las bacterias existentes al inicio, o también debido a la reintroducción de bacterias mientras realizamos el tratamiento. Para tratar de prevenir estos errores, el tratamiento de endodoncia se usa mediante tres métodos diferenciadores, fundamentados en la tecnología: usando gutapercha caliente, usando la técnica rotatoria y mediante el uso del microscopio. Tercer molar: Cuando nos están saliendo las muelas del juicio es frecuente encontrar fístulas también. Esto puede ser debido a que la pieza dental que trata de salir se encuentra malposicionada o haciendo daño en la encía, lo que causaría infección y también unas graves molestias en los molares afectados. Si notas cualquier problema en los molares lo más recomendable es acudir rápidamente al dentista y recibir el diagnóstico certero de un profesional. Fibroma: El fibroma es un bulto duro y redondeado que aparece en una parte de la encía blanda que se encuentra sometida a constante irritación. No sólo se encuentran en el tejido gingival, sino que también pueden presentarse en los labios, la lengua o en definitiva, en cualquier parte de la boca. También hacen acto de presencia en aquellas personas que tienen una prótesis dental mal ajustada y que por ende roza, o en aquellas que se lesionan con frecuencia (por ejemplo, en el labio). El fibroma no destaca por causar grandes molestias, sino que únicamente referirá dolor cuando lo toquemos. Este tipo de bulto no es más que una afección benigna que no requerirá el uso de antibióticos, ya que no es un proceso infeccioso. Para curar un fibroma normalmente deberemos extirparlo y limpiar la zona a posteriori, pero para evitar la reaparición tendremos también que eliminar la causa que lo originó. Es decir, si esta se debe al roce continuado de una prótesis, deberemos advertir al dentista que la colocó que revise la misma. La prevención siempre será tu mejor aliada En cualquier caso, al notar un bulto en la encía lo correcto siempre será acudir a la Dra. Sánchez, nuestra dentista de confianza, para asegurarnos de curar la causa que originó este problema. A fin de prevenir ya no un bulto en la encía sino cualquier tipo de patología oral siempre será llevar a cabo una buena rutina de higiene oral. Esto, sumado a una visita periódica a la clínica para que nos realicen una exploración nos librará de problemas y nos asegurará el tener una sonrisa perfecta durante mucho tiempo.

Cultura y curiosidades

La corona dental

 Las coronas dentales son un tratamiento dental que tiene utilidades estéticas y funcionales, y que consiste en una especie de funda con forma de diente que se coloca sobre un diente natural del paciente con el fin de sustituirlo a todos los efectos. Dicho de otra forma, una corona dental es prácticamente un “diente nuevo” que se encaja sobre el diente natural. Tienen algunas similitudes con las carillas dentales, pero realmente son tratamientos diferentes con varias diferencias de peso entre ambos. Las coronas dentales constituyen un tratamiento estético (puesto que sustituyen visualmente a los dientes naturales del paciente), pero además y a diferencia de las carillas, también suponen un tratamiento funcional, ya que la corona dental refuerza el diente por lo que además de hacerlo más bonito, se convierte en un diente más “útil”. Suelen utilizarse sobre todo en los dientes posteriores (los más ocultos), es decir, en los premolares y molares, puesto que son los dientes más utilizados en la masticación y por tanto, más expuestos al desgaste y más necesitados de una gran firmeza. Las coronas dentales pueden fabricarse con diversos materiales, aunque los más utilizados son la porcelana, el metal y el circonio. ¿Cómo se coloca una Corona Dental? Tal y como se puede ver en las imágenes, una corona dental tiene un espacio hueco, el cuál sirve para encajarla en un diente natural. Para que el diente pueda meterse dentro de la corona, es necesario tallarlo para reducir su tamaño. En el proceso de colocación de la corona, el dentista pondrá anestesia local en la zona y procederá a limar el diente y cuando ya haya reducido su tamaño lo suficiente, tomará medidas y con ellas se fabricará una corona dental específica para ese diente. Una vez fabricada y preparada, la corona se fijará fuertemente al diente tallado y el paciente podrá olvidarse de que lleva una corona y utilizar su nuevo diente de manera totalmente normal.  ¿Para qué sirven las Coronas Dentales? Una corona dental tiene los mismos usos que pueden tener las carillas dentales (todos estéticos), pero además pueden utilizarse para otros fines más funcionales como pueden ser: Reforzar dientes: Si un diente está demasiado debilitado o es demasiado pequeño, el uso de las carillas no sería adecuado, ya que sólo tienen utilidad estética y se limitan a cubrir una parte del diente. En este caso, las corona dental es un tratamiento ideal que para el paciente supondría un tener un auténtico “diente nuevo”, más grande, más fuerte y más bonito. Cubrir la falta de dientes: Si un paciente tiene un espacio muy grande entre dos dientes, debido a que ha perdido el diente que se encontraba entre ambos, es posible recuperar ese diente perdido mediante la colocación de implantes dentales en los que posteriormente se pondrán coronas. También se podrían recuperar dientes mediante una “triple corona” (un puente dental) colocado sobre los dientes que sí están (previamente tallados) o sobre otros implantes en caso de necesidad. Algo similar a lo que aparece en la imagen: Corresponde al dentista valorar el uso de las coronas dentales según el caso y circunstancias del paciente. Es posible que se utilicen carillas y coronas para la dentadura de un paciente según el diente concreto a tratar, y también que se combinen varios tipos de coronas dentales según el caso, ya que cada corona se ajusta a un diente específico.   Para realizar una corona dental, el dentista toma unas impresiones de los dientes para enviar al laboratorio donde se fabrica unos modelos de estudio de la boca del paciente y la corona dental con cad cam dental (diseño y la preparación son asistidos por ordenador). En la mayoría de los casos que necesitan coronas dentales es para rehabilitación de la estética dental de la sonrisa o para tratamientos en que hay caries muy extensas o dientes debilitados con la estructura dental demasiado frágil después de un tratamiento de endodoncia que han son necesarios cuando la caries llega al nervio. Durante el proceso de realización de la corona definitiva se coloca sobre el diente a tratar una corona provisional que permanecerá allí hasta la colocación de la prótesis fija definitiva. Material de las coronas dentales Las coronas dentales suelen tener un núcleo de un material más resistente y luego ir revestidas por porcelana. La corona dental puede ser de metal porcelana o de circonio porcelana. Las coronas de metal porcelana, suelen tener un núcleo de metal (cromo- cobalto) y van revestidas por porcelana. Las coronas de circonio, tienen el núcleo de zirconio y luego también la porcelana. Las coronas 100% porcelana, son realizadas completamente con porcelana. La diferencia es que la corona de circonio es estéticamente más agradable debido a la translucidez del material y es biocompatible. La corona dental se asemeja al  diente natural y la porcelana es el material empleado para revestir el diente por tener unas calidades más estéticas.

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