Clínica Sancal

Dra. Sánchez

Cultura y curiosidades

Retracción gingival: ¿Cómo evitarla?

La retracción de las encías altera tanto la imagen como la funcionalidad de nuestra sonrisa. Pero, ¿En qué consiste y cómo evitarla? La retracción gingival altera la calidad de vida del paciente. Provoca una pérdida del tejido gingival, de modo que se enseña más diente de lo normal al hablar y sonreír. Además dificulta la limpieza bucodental y favorece la hipersensibilidad dental. Pero, ¿Por qué tengo las encías retraídas? Existen diversas causas de las encías retraídas: Cepillado dental agresivo. Es la causa más habitual. Ejercer mucha presión con el cepillo provoca, a largo plazo, la retracción de las encías. Enfermedades periodontales. La gingivitis y la periodontitis conllevan muchas complicaciones para la sonrisa; una de ellas es la retracción gingival. Bruxismo. Es el hábito inconsciente de apretar y rechinar los dientes y en la mayoría de casos se debe al estrés. Cómo evitar la retracción gingival En función de las necesidades de cada paciente se escoge una técnica concreta para solucionar la retracción gingival. Una de las técnicas más usadas es el injerto de encía. Mediante una mínima incisión, se cubre parte de la encía. Otra técnica muy habitual es el estiramiento de encía, que permite cubrir la raíz del diente. Esta técnica permite cubrir la raíz del diente aprovechando la misma superficie, de modo que evitamos el injerto. La prevención es muy importante para evitar la retracción de las encías. Existen diversas claves para conseguirlo: Higiene bucodental óptima. Presionar con el cepillo es un grave error. No sólo eliminamos menos placa dental, sino que dañamos el esmalte y la encía. Entonces, ¿Cómo cepillarse correctamente? La clave está en usar un cepillo de cerdas suaves y realizar movimientos poco agresivos y giratorios. También es importante complementar el cepillado con otras técnicas para evitar la formación de sarro. Las más recomendadas son el enjuague bucal y la seda dental, pero el irrigador es una buena opción si tenemos los dientes sensibles. Estilo de vida sano. Algunos hábitos perjudiciales como el tabaco favorecen la retracción gingival. Por otro lado, es importante mantener una alimentación equilibrada, evitando el exceso de azúcares y ácidos. Acudir al dentista. Detectar la retracción gingival en sus primeras fases es clave para recuperar la encía de modo natural. Por ello es muy importante visitar a nuestro dentista una vez cada seis meses como mínimo. Para evitar la incrustación de placa bacteriana, también se recomienda realizar una higiene dental profesional una vez al año. En las clínica dental SanCal realizamos un estudio personalizado para escoger el tratamiento que mejor se adapte a la sonrisa de cada paciente.

Cultura y curiosidades

La diabetes y los problemas de salud bucal

La diabetes es una enfermedad crónica que se caracteriza por unos niveles altos de glucemia, es decir, del azúcar en sangre, debida a una producción anormal de insulina o a un mal aprovechamiento de la misma por parte del organismo, o a la combinación de ambas causas. En consecuencia, la glucosa se queda en la sangre, sin llegar a las células que no reciben la energía que precisarían para su funcionamiento normal. La insulina es una hormona que produce el páncreas para controlar los niveles de glucemia en el proceso que convierte los alimentos en energía. La glucosa es la mayor fuente de energía del cuerpo y se obtiene de la descomposición de los alimentos durante la digestión. En este proceso, la glucosa pasa del intestino delgado al torrente sanguíneo, desde donde llega a todas las células. El páncreas produce la insulina para transportar la glucosa por la sangre hasta los músculos, la grasa y las células hepáticas, donde se utiliza como energía. La enfermedad más severa en las encías se llama periodontitis. En esta etapa, las encías comienzan a separarse de los dientes. Se forman bolsas entre los dientes y las encías. Estas se llenan de gérmenes y pus, y se vuelven más profundas. Cuando esto sucede, es posible que necesite cirugía en las encías para salvarle los dientes. Si no se hace nada, la infección destruye el hueso alrededor de los dientes. Es posible que se le comiencen a mover o soltar los dientes. Tal vez se le caigan los dientes o sea necesario extraerlos. ¿Existe una relación entre la diabetes y las enfermedades en las encías? Muchos de los casi 30 millones de estadounidenses que tienen diabetes se sorprenderían de saber que las enfermedades en las encías son una de las complicaciones atribuidas a la diabetes. Los estudios demuestran que las personas con diabetes tienen mayor incidencia de enfermedades en las encías y estas se suman a la lista de otras complicaciones relacionadas con la diabetes, tales como enfermedades cardíacas, derrames y problemas renales. ¿Es un círculo vicioso? Estudios recientes también indican que existe un círculo vicioso entre la diabetes y las enfermedades avanzadas en las encías. Las personas con diabetes no solo son más susceptibles a tener enfermedades avanzadas en las encías, sino que estas pueden afectar el control de la glucosa en la sangre y contribuir al avance de la diabetes. Los estudios indican que las personas con diabetes corren un mayor riesgo de problemas de salud bucal como gingivitis (enfermedad de las encías en su etapa inicial) y periodontitis (enfermedad avanzada de las encías). Las personas con diabetes corren un mayor riesgo de periodontitis porque generalmente son más susceptibles a infecciones bacterianas y tienen menor capacidad de combatir las bacterias que invaden las encías. El Informe sobre la Salud Bucal del Director General de Sanidad afirma que la buena salud bucal es un aspecto integral de la salud en general. Así que asegúrese de cepillarse y usar hilo dental correctamente, y hágase chequeos dentales con regularidad. Si tengo diabetes, ¿tengo mayor riesgo de problemas dentales? Si su nivel de glucosa en la sangre no está bien controlado, tendrá mayor probabilidad de tener una enfermedad avanzada en las encías y perder más dientes que las personas sin diabetes. Como con todas las infecciones, una enfermedad avanzada en las encías puede ser un factor que causa el aumento de la glucosa y dificulta el control de la diabetes. Otros problemas bucales relacionados con la diabetes incluyen candidiasis, una infección causada por un hongo que crece en la boca, y sequedad de la boca, que puede causar dolor, úlceras, infecciones y caries. ¿Cómo puedo prevenir problemas dentales relacionados con la diabetes? En primer lugar, contrólese el nivel de glucosa en la sangre. Luego, cuídese bien los dientes y encías, y hágase chequeos cada seis meses. Para controlar la candidiasis, una infección con hongos, contrólese bien la diabetes, evite fumar y, si usa dentaduras, sáqueselas y límpielas a diario. El buen control de la glucosa también puede ayudar a evitar o aliviar la resequedad en la boca causada por la diabetes. ¿Qué puedo esperar en mi chequeo? ¿Debo decirle al dentista que tengo diabetes? Las personas con diabetes tienen necesidades especiales, y la Dra. Sánchez, su dentista está equipada para satisfacer esas necesidades, con su ayuda. Mantenga informado a la Dra. Sánchez de cualquier cambio en su estado de salud y si está tomando algún medicamento. Posponga cualquier procedimiento dental que no sea de emergencia si no tiene bien controlada la glucosa. Hay muchas formas de colaborar con DiabetesCERO. DONA ESPERANZA A SU FONDO DE INVESTIGACIÓN.

Cultura y curiosidades

Claves para lavarse los dientes: cuánto, cómo y cuándo hacerlo

¿Sabes cómo lavarte los dientes? Si un encuestador te hiciese esta pregunta de golpe mientras caminas tranquilamente por la calle, lo más probable es que respondas un sonoro SÍ sin dudarlo. Llevas haciendo esta tarea desde pequeño —probablemente empezaste con dos o tres años— y no se te pasa por la cabeza que puedas estar haciéndolo mal. Pero lo cierto es que quizás te equivoques. La última Encuesta sobre la Salud Bucodental de los Españoles, realizada en 2010 por el Consejo de Dentistas, recogía que un 12% de los españoles no se cepilla a diario y un 2,3% no lo hace nunca. Quizás estés entre el 85% restante pero no quiere decir que lo estés haciendo totalmente bien. Sin ir más lejos un 30% de los encuestados en 2010 descubrieron que no se lavaban tantas veces al día como deberían. Luego ya están otros asuntos como el tipo de cepillo que debemos usar, la cantidad de pasta que debemos poner y los alimentos que debemos consumir (o evitar) para cuidar la dentadura. ¿Sabes qué se necesita en cada uno de estos casos? Expertos en salud bucodental han respondido a estas preguntas y han aclarado algunas cuestiones relativas a los tiempos, el tipo de dentífrico o el método que debemos emplear. Porque en esto del cepillado es tan importante el cuánto (tiempo invertimos) como el cómo (se hace). Una vez que hayas terminado de leer las recomendaciones, vuelve al principio y responde: ¿Sabes cómo lavarte los dientes? Quizás para entonces la respuesta cambie.   Cuestión de pasta…y de cepillo Para cepillarse los dientes son necesarios dos instrumentos: el cepillo y la pasta. Pero no vale cualquiera, hay que saber elegirlos. «El cepillo debe ser suave o medio en función de las circunstancias de cada persona (nunca recomendamos cepillos duros) y debe estar en buen estado de conservación (habría que renovarlo cada tres meses aproximadamente)», recomienda la doctora Sara Sánchez. Los cepillos demasiado duros deben ser desterrados de nuestro neceser por varias razones. Un cepillo con cerdas demasiado duras puede desgastar el esmalte, que tiene una tonalidad blanca, haciéndolo más fino y provocando que se vea la dentina, que está debajo y cuya tonalidad es más amarilla. Además puede dañar las encías provocando su retracción y quedando expuesta la raíz de la pieza dental, lo que puede generar problemas. Los cepillos eléctricos podrían ser también una opción, pero no LA opción. «Aconsejamos su uso en casos especiales cuando con el cepillado manual no se consigue un adecuado control de placa o en casos de restauraciones múltiples o aparatos de ortodoncia. En esas circunstancias aconsejaríamos un cepillo eléctrico con sensor de presión y cabezales específicos para cada situación», continúa Izquierdo. En cuestión de pasta no sólo importa cuál, también el cuánto. Si nos fiásemos de los anuncios de la tele cada vez que nos lavásemos los dientes llenaríamos en cepillo de una buena dosis de dentífrico. Sin embargo, esto no debería ser así. «Con un guisante sería suficiente», explica la Dra. Sánchez. «La pasta debe tener flúor —cuando hablamos del lavado de una persona adulta— porque ayuda a la remineralización de los dientes y hace que el diente esté más protegido ante posibles ataques de bacterias, la presencia de flúor en la superficie dental reduce la solubilidad del esmalte, dándole mayor dureza y haciéndolo mas resistente a la acción de los ácidos y por ende a la producción de caries dental.   Una pasta fluorada es importante y no lo es tanto una blanqueadora. El efecto que se consigue es menor del esperado, se recomienda su uso para el «mantenimiento después de un tratamiento de blanqueamiento en la consulta».   Dos veces mínimo: la noche, INNEGOCIABLE Lo ideal en higiene bucondental es cepillarse justo después de cada comida pero teniendo en cuenta que los expertos en nutrición recomiendan realizar cinco comidas diarias, esto se antoja bastante imposible. Como mínimo debemos lavarnos los dientes dos veces al día, una después del desayuno y la otra, la más importante, después de la cena. La recomendación es que si sólo se hacen dos cepillados, el segundo debe ser tras el desayuno para que no pasen demasiadas horas sin cepillarse. A partir de más de 10 horas pueden producirse más bacterias en la boca, que son las que producen las caries. Y si el cepillado de la mañana es importante, más lo es el de la noche. Durante el sueño se produce menos saliva, lo que se conoce como xerostomía. La saliva es un componente natural de nuestro organismo que tiene la misión de defender y proteger la boca. Ayuda a proteger de los agentes que pueden atacar el esmalte o provocar enfermedades. Esto se traduciría en una boca menos protegida. Y más si el paciente duerme con la boca abierta o ronca por lo que la placa bacteriana sería más nociva en ese lapso de tiempo. A todo esto se une que al dormir no hay movimiento de la lengua ni de los labios que contribuyen al llamado mecanismo de autolimpieza. Es por ello que el lavado nocturno resulta imprescindible, que se debe hacer a conciencia utilizando hilo dental, para llegar a los espacios a los que no llega el cepillo y donde se estancan las bacterias que darán paso a las caries, y colutorio, que en ningún caso puede sustituir al cepillado.     Barrer y no fregar No hace falta levantarse de la mesa inmediatamente después de comer el último bocado para irse a lavar los dientes, pero tampoco hay que dejar esperar demasiado tiempo para realizar el proceso. Sólo existe una excepción: si la dieta es predominantemente ácida (cítricos, vinagre…), lo ideal sería esperar 30 minutos para lavarnos los dientes y más si la persona sufre hipersensibilidad dentaria. De esta forma se evitaría frotar el ácido contra la dentadura y así evitaríamos repartirlo o por toda la boca e intensificar su efecto nocivo.   La duración del cepillado y el método utilizado son claves fundamentales el éxito del proceso. El tiempo de

Buenos hábitos, Cultura y curiosidades

Beneficios de la irrigación bucal

La irrigación bucal es una técnica poco usada pero muy recomendada para conseguir una higiene bucodental completa. Pero, ¿En qué consiste? ¿Qué beneficios aporta a mi sonrisa? El irrigador bucal puede ser un gran aliado para mantener una buena salud bucodental. Se trata de un aparato que aplica un chorro de agua a presión. Su uso es como complemento del cepillado. ¿En qué casos es más recomendado el uso de un irrigador? Enfermedades periodontales. La irrigación puede ser clave para prevenir el desarrollo de la gingivitis y la periodontitis. Pacientes portadores de ortodoncia. Esta técnica es especialmente recomendada en pacientes con brackets, ya que consigue eliminar los restos de estos espacios difíciles. Pacientes con los dientes sensibles. En pacientes con sensibilidad dental, el uso de otros productos como el hilo dental puede ser doloroso. El irrigador evita el roce y el sangrado de las encías. Así, permite una limpieza eficaz sin dolor. El irrigador bucal permite eliminar los restos de comida y bacterias de los aparatos fijos, que tienden a crear zonas de retención de placa bacteriana. También puede llegar a aquellas zonas donde no alcanzan los filamentos de los cepillos. Hay diferentes tipos y modelos de irrigador bucal. En general la presión del agua se puede controlar, y muchos irrigadores son portátiles. También se puede regular el tipo de chorro para que sea recto o giratorio, en función del tipo de zona que nos interese limpiar. Los beneficios de la irrigación bucal Son muchos los beneficios de la irrigación bucal. Uno de los más inmediatos es que aporta frescor a la sonrisa. Esto nos ayuda a combatir el mal aliento o halitosis. Al llegar a partes mas profundas de la boca y limpiar parte de la lengua, removemos las bacterias relacionadas con la halitosis. La irrigación bucal también ayuda a eliminar las manchas de la superficie de los dientes. Esto permite recuperar un color más radiante y tener una sonrisa más bonita. Otra clave es la prevención de patologías bucodentales. La eliminación de placa bacteriana en espacios entre dientes y encías evita el sarro. Además, ayuda a prevenir el desarrollo de patologías como la gingivitis, así como infecciones e irritaciones en las encías. La gran ventaja de la irrigación bucal en comparación con otras técnicas es que permite una limpieza no invasiva en dientes que han sido sometidos a otros tratamientos. Por ejemplo, dientes con carillas y coronas dentales. El paciente puede realizar una limpieza en profundidad sin alterar los resultados de estos tratamientos. Para que la irrigación bucal tenga los efectos de prevención deseados, es importante realizar otros pasos previos como el cepillado. Lo más importante es cepillarse los dientes después de cada comida, con un cepillo de cerdas suaves y sin ejercer demasiada presión. Además del irrigador bucal, el enjuague también es un buen aliado para eliminar los restos de placa bacteriana entre dientes y encías.

Cultura y curiosidades, Prevención

Tipos de empastes dentales: ¿Cuál necesito?

Los empastes dentales son el tratamiento estrella para frenar los efectos de la caries, la enfermedad bucodental más extendida en todo el mundo. Pero, ¿Qué tipo de empaste dental necesita mi sonrisa? La caries dental puede afectar a cualquier paciente, aunque se da con más frecuencia entre niños y los pacientes más mayores. Su origen es la producción de ácidos de las bacterias de la boca, que se acumulan y atacan el esmalte. En muchos casos estas bacterias proceden de la falta de higiene y el azúcar. Si la caries no está en una fase muy avanzada, el empaste dental es la mejor opción. Frenar los efectos de la caries dental es clave, porque con el tiempo puede provocar la pérdida del diente afectado. Pero, ¿En qué consiste exactamente colocar un empaste dental? Consiste en eliminar la caries para evitar que siga avanzando y destruyendo los tejidos internos del diente. En general se realiza en una sola sesión y requiere anestesia local. Primero se limpia el tejido cariado, y luego se rellena la cavidad con un material concreto. En función del material usado, distinguimos diferentes tipos de empastes dentales. ¿Cuál necesito? Tipos de empastes dentales Existen diferentes tipos de empastes dentales. En función de cada boca y de los intereses del paciente, se puede optar por cualquier tipo. En las clínica dental SanCal realizaremos un estudio personalizado para escoger el empaste dental que mejor se adapte a tu sonrisa. Empastes dentales de plata Son los más tradicionales, pero cada vez se usan menos. Son amalgamas de plata muy duraderos y económicos, pero tienen un gran inconveniente: la estética. El metal puede alterar la imagen de nuestra sonrisa y además, pueden corroerse con el tiempo. Empastes dentales de composite También empastes de resina compuesta, son la alternativa estética a los empastes de plata. La resina tiene un color muy parecido al de la pieza dental, de modo que resulta casi imperceptible. Este tipo de empastes son muy recomendados si la caries se ha producido en un espacio muy visible. Empastes dentales de cerámica Son similares a los de resina y composite, aunque hechos de porcelana y se consideran los empastes de más calidad. Este material es más fuerte y duradero en comparación con los otros tipos. Se recomiendan especialmente entre los más pequeños. Si la caries se encuentra muy avanzada, los empastes no conseguirían frenar sus efectos en el interior del diente. En ese caso se procede a realizar una endodoncia o tratamiento de conductos. Lo más recomendado es acudir a nuestra dentista de confianza, la Dra. Sánchez para revisar en qué estado se encuentra la caries y qué tratamiento necesitamos.

Estética dental

Diferencias de coronas dentales de zirconio y porcelana

La corona dental es la parte visible del diente, un implante o un puente dental, se puede colocar por varios motivos; para proteger al diente, si el diente está dañado (roto, con caries, desgastado…), manchado o por otros motivos estéticos. Mucho sabemos acerca de las ventajas que las coronas dentales traen, tanto para nuestra salud como para la estética de nuestra boca. Sin embargo, el hecho de que su uso esté hoy tan difundido, ha ocasionado que existan muchos tipos diferentes de coronas dentales. Coronas dentales, ¿de qué material? Muchos son los motivos que nos pueden llevar a requerir de la aplicación de coronas dentales. Ya sea que el diente esté dañado o que necesitemos utilizarlas luego de un procedimiento de endodoncia, se trata de uno de los tratamientos más frecuentes. Por esto, es importante que conozcamos las diferencias entre los distintos estilos de coronas dentales que podemos llegar a encontrar. Dos están en el centro de nuestra atención hoy y vamos a hablar al respecto.   Las coronas dentales de porcelana  La primera característica que podemos destacar acerca de las coronas dentales de porcelana – también conocidas como coronas dentales de cerámica – tiene que ver con su valor estético. Se trata del estilo que más fácil se asemeja al color de los dientes blancos naturales. Dentro de las principales ventajas de estas, podemos destacar las siguientes: Debido a que no están fabricadas a base de ningún tipo de metal, no generan coloración grisácea en el área de las encías con el paso del tiempo. Ofrece uno de los mejores resultados estéticos, debido a que se asemeja a la perfección a los dientes naturales, logrando que no se note posteriormente la diferencia entre el diente tratado con corona y los demás. No generan tipo alguno de alergia y son altamente biocompatibles. Por su parte, no todo son beneficios con este estilo. Dentro de sus desventajas, podríamos destacar, principalmente, su resistencia. A diferencia de las coronas dentales de materiales más duros como el metal, éstas son un tanto más proclives a romperse si se presentan golpes fuertes en la zona de la boca. El zirconio en las coronas dentales Siendo su uso relativamente nuevo, este material es el que ha permitido a muchos especialistas diseñar coronas dentales sin necesidad de acudir a las aleaciones de metal. Se trata, en este sentido, de uno de los materiales más innovadores en lo que a coronas dentales refiere. Entre sus ventajas, podemos hablar de las siguientes: Se trata de un material íntegramente blanco y traslúcido, lo que brinda un aspecto mucho más natural, permitiendo que la luz pase a través del diente. Su superficie lisa limita considerablemente la adhesión de las bacterias a la dentadura. Reducen las sensaciones de sensibilidad ante las diferentes temperaturas de los alimentos y las bebidas. Son mucho más resistentes que las coronas dentales fabricadas en base a 100% porcelana o cerámica, pero sin necesidad de acudir al metal. Al igual que en el caso anterior, éstas no generan coloración grisácea en las encías con el paso del tiempo.     Diferencias entre coronas porcelana 100% y Zirconio El zirconio a diferencia de la porcelana 100%, permite aumentar la resistencia hasta el punto de poder igualarse a las coronas de metal-cerámica. El zirconio puede igualarse al color y traslucidez exacto de un diente natural, en cambio las coronas de porcelana pura son trasparentes y no pueden reemplazar los dientes oscuros con una tonalidad gris. Ambos tipos de coronas, tanto 100% porcelana como zirconio, al no tener estructura metálica debajo, nunca se verán bordes grises en el caso que la encía se retraiga con el paso del tiempo.

cirugía e implantes

Implantes y prótesis dental provisional

Las prótesis dentales provisionales son una de las últimas soluciones en implantología oral, y es que en la actualidad, puedes recuperar tu sonrisa desde el primer día en el que sales de la clínica. ¿Cuándo se colocan los implantes y prótesis provisionales? Si te gustaría saber si puedes ponerte o no las prótesis dental es necesario primero hacer una exploración de tu estado bucal para saber si tienes alguna enfermedad periodontal o si no tienes suficiente hueso dental. En el caso en el que el hueso es el adecuado y la distribución del implantes favorable, se pueden colocar los dientes provisionales en la misma cita en la que se colocar tanto el implante propiamente dicho, cómo su funda dental.   Ventajas de las prótesis provisionales Este tipo de tratamientos tiene gran cantidad de beneficios, tanto estéticos cómo de salud: Disfrutas de tus dientes desde el primer día, ya que al colocar una funda provisional puedes hacer vida normal, hasta la colocación de la corona definitiva. Se evita, en parte, el colapso de los tejidos blandos (que se hunda la encía). Se empieza a trabajar sobre la estética de la encía y del diente. Acortando el tiempo total de tratamiento. Permite  acostumbrase a los nuevos dientes. Ya no sientes complejos al sonreír (este tipo de implantes inmediatos, están especialmente indicados para aquellas personas con pérdidas de piezas dentales en la zona de la sonrisa).   DOLOR POSTOPERATORIO IMPLANTES DENTALES   Así, el paciente sale de la consulta con dientes que puede usar y disfrutar desde el primer momento en que se colocan los implantes, mejorando enormemente su calidad de vida. Pero cuidado, cómo decimos son provisionales Es cierto que este tipo de tratamiento son ideales para que recuperes la funcionalidad mandibular rápidamente, pero es indispensable que tengas claro, que su duración tiene fecha de caducidad y que si no los cambias una vez hayan terminado de cicatrizar los implantes (unos 3 meses), y se sustituyan por los definitivos de porcelana, estos podrán romperse. Esto se debe a que las piezas provisional están hechas de resina, con lo cuál duran mucho menos. Si tienes más dudas sobre las prótesis provisionales no dudes en ponerte en contacto con nuestra especialista en implantes. La Dra. Sánchez revisará tu caso concreto para que conozcas mejor este tratamiento en tu caso en concreto a partir de la realización de un diagnóstico y un plan de tratamiento. Además no tendrás que dejarlo pasar por mucho tiempo, pues contamos con facilidades de pago disponibles para ti. Pide tu cita

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