Clínica Sancal

Dra. Sánchez

Cultura y curiosidades

La importancia de la saliva para mantener una boca sana

La saliva es una secreción que producimos de manera natural formada, en su mayor parte -99%- por agua. El 1% restante lo conforman componentes tanto orgánicos como inorgánicos, que colaboran en mantener nuestra cavidad oral en salud.Desempeña un papel fundamental en nuestra salud bucodental: no sólo protege la boca de diferentes afecciones y colabora en la deglución y masticación de los alimentos, sino que también nos ayuda a detectar otras anomalías en nuestra salud. ¿Qué funciones tiene la saliva? Si bien la principal función es la de colaborar en la masticación y deglución de los alimentos, la saliva tiene muchas otras funciones beneficiosas para la salud de nuestra boca: Lubrica y protege las encías y las piezas dentales. Es capaz de arrastrar las bacterias y eliminar los microorganismos presentes en la boca. Además, tiene un efecto cicatrizante. Posibilita una mejor detección de los sabores de la comida. La saliva regula el pH de la boca, controlando el nivel de ácidos producidos por la placa y dificultando la aparición de caries en la boca. Contribuye, además, a la mineralización de los dientes, reforzando de esta manera su esmalte. Colabora en el proceso de diagnóstico de algunas patologías tales como la diabetes, el cáncer oral o enfermedades periodontales a través del análisis de las bacterias presentes en la misma.     Prepara el bolo alimenticio, facilitando el proceso digestivo, protegiendo el esófago y evitando atragantamientos.   Una persona suele segregar, de media, entre 1 y 1,5 litros de saliva al día. Esta producción alcanza su nivel más bajo durante la noche, por lo que la acción antimicrobiana se ve debilitada y, por ello, se le da una mayor importancia al cepillado nocturno para mantener una higiene dental correcta. Es de vital importancia para nuestra salud el hecho de mantener estos niveles de segregación de saliva para gozar de una buena salud bucodental. En caso contrario, podríamos sufrir xerostomía o, bien, sialorrea. ¿Qué es la xerostomía? La xerostomía –o síndrome de la boca seca- es una situación clínica que supone una disminución considerable de los niveles de segregación de saliva. Entre sus síntomas destacan una sensación de sed constante y de ardor en la boca, una alteración en la percepción de los sabores, fisuras y úlceras en la lengua y en las encías o dificultad a la hora de masticar. Te interesará »  Deglución atípica: ¿qué consecuencias tiene y cuál es su tratamiento? Entre las posibles causas de esta bajada podemos distinguir: La ingesta de determinados medicamentos tales como antihistamínicos, antidepresivos, antiasmáticos o medicamentos para controlar la tensión arterial. El padecimiento de enfermedades sistémicas como la diabetes, la artrosis o trastornos alimenticios –anorexia y bulimia-. Las situaciones de picos de estrés. Malos hábitos como una dieta poco equilibrada, el consumo de alcohol o el tabaquismo. Los tratamientos de radioterapia o quimioterapia. La xerostomía supone una disminución del nivel de segregación de saliva y no sólo causa molestias al hablar o al dormir, sino que también tiene efectos en nuestra salud dental ¿Qué consecuencias tiene la xerostomía? Una disminución del nivel salivar supone una bajada de la acción protectora de la salivay tiene consecuencias nefastas para la salud dental. Aquellos pacientes que padezcan xerostomía son más proclives a sufrir enfermedades periodontales como la gingivitis o la periodontitis, pues están más expuestos a la irritación de las encías. La merma de la capacidad de producir saliva también influye en la deglución y en la masticación, dificultando la digestión y llegando a dañar el esófago. Además, son más proclives a la aparición de caries o de manchas en el esmalte de los dientes y suelen padecer mal aliento. ¿Cómo se puede solucionar la xerostomía? Para atajar esta afección debemos clarificar en primer lugar la causa del problema y, una vez dilucidada, determinar si estamos ante un caso reversible o irreversible. En el caso de que esta situación clínica sea reversible o puntual, generalmente provocada por la ingesta de medicamentos o por hábitos como el tabaquismo, podemos colaborar en la segregación de saliva a través de la ingesta de líquidos y alimentos o con una higiene bucodental más exhaustiva.     En cambio, los casos de xerostomía irreversible, típicos en pacientes con cáncer oral o bien con un mal funcionamiento de las glándulas salivales, se pueden atajar mediante la ingesta de fármacos específicos. Además, está recomendado el uso de sustitutos de la saliva que humedecen temporalmente la boca y, sobre todo, estimulantes salivares. Sin embargo, tan perjudicial es una carencia de la misma como un exceso de segregación. Aquellas personas cuyo caso se encuentra en el lado opuesto padecen sialorrea. ¿Qué es la sialorrea? La hipersalivación –o sialorrea- supone un exceso en la cantidad de saliva que segrega una persona. La sialorrea suele ser frecuente en pacientes con enfermedades neuronales tales como la enfermedad de Parkinson, parálisis cerebral o esclerosis lateral amiotrófica. También es habitual en personas que hayan sufrido un infarto cerebral o que, en definitiva, tengan alguna enfermedad que merme la actividad de los músculos de la cara. Además, la hipersalivación suele atacar a personas que estén siendo sometidas a tratamientos médicos de trastornos psiquiátricos tales como, por ejemplo, la esquizofrenia. ¿Qué consecuencias tiene la sialorrea? La hipersalivación no sólo dificulta el habla y provoca molestias a la hora de comer o dormir, sino que también produce lesiones y úlceras en los labios y en las zonas adyacentes de la boca. Estas últimas son especialmente frecuentes en bebés.   ¿Cuál es el tratamiento de la sialorrea? La hipersalivación se puede atajar, en un inicio, con medicamentos que inhiban la segregación de saliva. En algunos casos, están recomendados procedimiento quirúrgicos como, por ejemplo, los destinados a eliminar algunas glándulas salivales –sublinguales o submandibulares- o a ligar los conductos a través de los cuales la saliva llega a la boca, controlando la liberación de la misma. La saliva desempeña un papel fundamental en nuestra salud bucodental. En caso de sentir anomalías en la segregación de la misma, no debemos ignorarlas: en muchas ocasiones son un claro indicador de la existencia de otras patologías. Para mantener unos niveles óptimos de segregación salivar y evitar problemas tales como la xerostomía o la sialorrea, debemos erradicar malos hábitos de consumo, tales como el tabaquismo, y, sobre todo, seguir unas pautas de higiene oral exhaustivas. Pide tu cita gratuita

Cultura y curiosidades

Leucoplasia oral: ¿son peligrosas las manchas blancas en la boca?

La leucoplasia oral es una de las enfermedades de la lengua más comunes de todas las que existen. En la mayoría de ocasiones no reviste gravedad. Sin embargo, siempre que advirtamos una señal nueva diferente en nuestra boca es necesario acudir a un médico o dentista. De esta manera, podrá examinar nuestra cavidad oral y determinar si dicha señal supone algún peligro para nuestra salud.   ¿Qué es la leucoplasia oral? La leucoplasia es un trastorno oral que se caracteriza por dar lugar a unas manchas o parches blancos en la boca. Dichas lesiones se desarrollan principalmente en la lengua y la cara interna de las mejillas. ¿Cuáles son sus síntomas? Aunque ya hemos mencionado el aspecto que provoca esta alteración, a continuación, vamos a concretar algo más sobre la apariencia de las manchas: Son blancas o grises Tienen un contorno desigual Presentan una ligera elevación Causan dolor o molestias No se eliminan con el raspado MANCHAS O PARCHES BLANCOS EN LA LENGUA ¿Cuáles son las causas de la leucoplasia? La causa exacta de la leucoplasia es desconocida. Sin embargo, sí que se conocen un par de detalles importantes. Por un lado, se sabe que este trastorno oral es más común entre los adultos mayores. Por otro lado, los estudios muestran que la leucoplasia tiene una prevalencia entre la población que oscila en torno al 1% y el 5%. Además, los expertos en medicina oral afirman que, en la mayoría de las ocasiones, estas manchas blancas tienen un origen irritativo. Dicha irritación puede estar causada por diferentes motivos: Asperezas en nuestros propios dientes Prótesis dentales que están mal ajustadas y rozan Fumar habitualmente o mascar tabaco Consumo excesivo de alcohol PRÓTESIS PARA LA BOCA Aunque las causas exactas de la leucoplasia se desconocen, se considera que los principales factores de riesgo son la irritación, el tabaco y el alcohol Tratamiento: ¿cómo se cura la leucoplasia? Lo más habitual es que la leucoplasia no necesite tratamiento. Esto se debe a que, si el origen es irritativo, las manchas comienzan a desaparecer una vez que se elimina la fuente de irritación. Por tanto, las recomendaciones de los expertos en medicina bucal serían las siguientes: Seguir unos hábitos de vida saludables que pasen por no fumar y beber alcohol de manera moderada Acudir al dentista si sentimos molestias relacionadas con cualquier prótesis bucal así como en nuestros dientes o encías Acudir al dentista regularmente, aunque, en apariencia, nuestro estado bucodental sea el adecuado. Lo ideal es que esta visita se produzca una o dos veces al año TABACO FAVORECE MANCHAS EN LA BOCA O LEUCOPLASIA ¿Debo acudir al médico o dentista si tengo manchas blancas? A pesar de que en la mayoría de ocasiones estos parches no revisten ninguna gravedad, es importante prestar atención a nuestra boca y tomarse en serio cualquier cambio inusual que apreciemos. Todo ello pasa por autoexplorarnos la boca con regularidad para que nos sea posible advertir cualquier cambio repentino. Y, además, pasa por acudir al dentista, médico de cabecera u otorrinolaringólogo en caso de que advirtamos algún signo inusual. Su criterio profesional nos servirá para salir de dudas y saber si las señales que hemos observado tienen importancia o no. PERSONA AUTOEXPLORÁNDOSE LA BOCA Vigila tu boca Realiza una autoexploración de tu boca regularmente y acude al dentista en caso de que adviertas alguna mancha o cambio significativo ¿Las manchas o parches pueden ser graves? Si te hemos hablado de la necesidad de realizar una autoexploración y de acudir a un especialista en caso de que adviertas algún cambio es porque hay lesiones que pueden indicar la existencia de un cáncer de boca. Tal y como ya hemos destacado, lo más probable es que las manchas o parches blancos se curen por sí solos y no representen ningún peligro para nuestra salud. Sin embargo, hay casos en los que pueden ser un indicador de cáncer de boca. Y, en este supuesto, el pronóstico será más favorable cuanto más incipiente sea la lesión.

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Mal sabor de boca: ¿qué solución tiene?

Alguna vez te has despertado y has sentido un sabor extraño en tu boca? ¿O has tenido esta sensación tras comer un determinado alimento?Si éste ha sido tu caso, no debes preocuparte. El mal sabor de boca ocasional es un episodio de lo más común entre la población, y no reviste gravedad alguna. De hecho, su incidencia remite tras un cepillado dental. Sin embargo, la situación es distinta cuando este mal regusto se convierte en un episodio recurrente. En el presente artículo te contaremos cuáles pueden ser sus posibles causas y qué solución puedes poner ante esta situación.   ¿Por qué tengo mal sabor de boca? Diversos estudios han demostrado que el 30% de la población se queja de padecer mal sabor de boca. Y es que, como ya hemos comentado, tener esta sensación de manera puntual es perfectamente normal -especialmente al despertar, por ejemplo-. Sin embargo, estaremos ante un caso diferente cuando la persona perciba un sabor amargo en la boca -otras personas pueden describirlo como metálico- de manera continua. El mal sabor de boca tiene un origen muy diverso: bien puede ser un síntoma de una higiene oral deficiente o, por el contrario, un indicador de una enfermedad gástrica o sistémica que todavía no ha sido diagnosticada debidamente. A continuación, te contamos cuáles son las causas más comunes del mal sabor de boca. Malas rutinas de higiene bucodental Los especialistas inciden en la importancia de mantener unas rutinas rigurosas de higiene bucodental. Sólo mediante un buen cepillado y el uso de otros elementos de higiene complementaria –hilo dental, cepillos interproximales o irrigador bucal- seremos capaces de eliminar de manera eficaz los restos de comida y la placa bacteriana. Si, por el contrario, no prestamos atención a estas rutinas de higiene oral, las bacterias presentes en la cavidad oral tienden a acumularse entre los dientes y a lo largo de la línea de la encía. La acumulación de placa bacteriana tiene dos consecuencias fundamentales: Supone una inflamación de las encías, provocando la afección de enfermedades periodontales -gingivitis o periodontitis-. En caso de no ser retirada de manera debida, el cúmulo de placa da lugar a la formación de sarro y daña el esmalte dental. Por este motivo, favorece la aparición de caries   CARIES DENTAL Estas dos consecuencias pueden entenderse también como causas de un mal sabor de boca: aquellas personas que padecen enfermedades periodontales o sufren la incidencia de una caries extensa sin tratar -que ha podido derivar en un proceso infeccioso- suelen aquejar regusto desagradable. La xerostomía: una de las causas de la halitosis La saliva juega un papel fundamental en nuestra cavidad oral: nos ayuda a mantener nuestra boca hidratada, y colabora en la eliminación de bacterias y restos de comida. El conocido como Síndrome de la boca seca -o xerostomía- es otra de las causas de la halitosis. Aquellas personas que padecen xerostomía -es decir, que segregan niveles de saliva inferiores a los habituales- presentan un mayor cúmulo de bacterias en la cavidad oral. Esta acumulación puede derivar en un mal sabor de boca constante. ¿Los alimentos influyen en el mal aliento? Nuestra dieta también tiene cierta influencia en nuestra percepción de un mal sabor de boca. Aspectos como una dieta poco equilibrada, así como ciertos déficits nutricionales -falta de zinc o de vitamina B12.- pueden influir de igual manera en tu aliento. ¿Qué otras patologías bucales pueden influir en el mal sabor de boca? Además de las citadas anteriormente -enfermedades periodontales, procesos infecciosos derivados de lesiones cariosas-, debes tener en cuenta otras afecciones bucales que pueden tener repercusión en tu percepción un regusto desagradable. En primer lugar, las úlceras en la cavidad oral pueden ser las responsables de tu mal sabor de boca. Por otro lado, la candidiasis oral también puede incidir en el mismo. La candidiasis es un proceso infeccioso provocado por la presencia descontrolada del hongo candida en la boca. Se manifiesta en forma de manchas blancas, generalmente en la superficie de la lengua y en las encías. CANDIDIASIS ORAL   Su incidencia es especialmente notable en bebés y en adultos de edad más avanzada. Sin embargo, es susceptible de afectar a cualquier persona que presente una debilitación del sistema inmunitario. La candidiasis oral es otra de las posibles causas del mal sabor de boca. Pero, además, otras afecciones extrabucales pueden influir en tu percepción de un mal regusto. Mal sabor de boca durante el embarazo En las mujeres, es frecuente sentir un sabor de boca desagradable debido a fuertes cambios hormonales asociados a un incremento de la segregación de estrógenos. Éstos se hacen especialmente notables durante la menstruación o el embarazo. Además, a estos cambios hormonales se le debe unir los episodios de náuseas y vómitos, lo cual también colabora notablemente a tener un regusto desagradable en la boca. ¿La digestión influye en el sabor de boca? Una correcta digestión también influye de manera positiva en nuestro sabor de boca. Una persona que no la realiza de la manera debida puede aquejar distintas molestias tales como náuseas, acidez o reflujos gástricos. Todos estos síntomas provocan, a su vez, un regusto poco agradable en la persona que los padecen. Los problemas de digestión son especialmente comunes en personas con sobrepeso o que no mantienen una dieta equilibrada. El mal sabor de boca como indicador de otras patologías En muchas ocasiones, el mal sabor de boca es un síntoma de otras patologías que no afectan directamente a la cavidad oral: La sinusitis consiste en la inflamación de los senos paranasales que provoca, a su vez, molestias y dificultades para respirar. El cúmulo de mucosidad en la garganta a causa de este proceso infeccioso provoca un desagradable sabor amargo en la boca. Las enfermedades hepáticas -hepatitis o cirrosis, por ejemplo- tienen numerosos síntomas, tales como dolores estomacales, sensación de fatiga constante, mareos o mal sabor de boca entre otros. Otras enfermedades sistémicas tales como los procesos gripales, la diabetes o el cáncer se encuentran entre las patologías más comunes que influyen en nuestra percepción de un regusto desagradable. En episodios de ansiedad, es habitual que las personas segreguen menos cantidad de saliva. Esta sequedad bucal provoca, a su vez, un sabor amargo. Los medicamentos: ¿un mal aliado para nuestro aliento? En muchas ocasiones, el mal

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Salud dental durante el embarazo: ¿qué tratamientos me puedo hacer?

as mujeres embarazadas deben extremar sus precauciones en cuanto a su salud se refiere. Y es que, desde el inicio del embarazo, las pruebas médicas y las revisiones ginecológicas se convierten en parte de su rutina: ecografías, análisis de sangre, etcétera.Sin embargo, en muchas ocasiones la salud bucodental queda relegada a un segundo plano. En torno al embarazo y la salud dental hay una gran cantidad de mitos que resultan erróneos. Por ejemplo, debes saber que, en contra de la creencia popular, las mujeres embarazadas deben acudir al dentista, y que el embarazo no tiene por qué ser sinónimo de pérdida de las piezas dentales. En el presente artículo te contaremos qué factores y recomendaciones debes tener en cuenta a la hora de gozar de una buena salud bucodental durante y después del periodo de gestación.   ¿Qué cambios supone el embarazo para la salud dental? La salud bucodental es de vital importancia durante el período de gestación. Instituciones tan prestigiosas como la Asociación Dental Americana (ADA) afirman que la salud dental tiene una relación directa tanto con el estado general de la embarazada como con la salud del feto. En muchas ocasiones, las mujeres no aquejan ningún cambio en el estado de su boca durante el período de gestación. Sin embargo, parece evidente que el embarazo genera ciertas complicaciones en la salud dental. ¿Qué es la gingivitis gestacional? Tal y como afirma la Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración (SEPA), a partir del segundo mes de gestación la cavidad oral se ve alterada a causa de la segregación de dos tipos diferentes de hormonas: estrógenos y progestágenos. Su presencia en nuestra boca supone una mayor tendencia a la inflamación gingival que, unida a unas pautas de higiene poco rigurosas y a una debilitación del sistema inmune, deriva en la aparición de la conocida como gingivitis gestacional. Esto no quiere decir que el embarazo sea el causante de la enfermedad periodontal, sino que durante este período las mujeres son más proclives a padecer procesos de inflamación en las encías. Además, el 50% de las mujeres que padecían una enfermedad periodontal antes de iniciar el embarazo declaran haber notado un agravamiento de la misma a lo largo de esta etapa. Por este motivo, los especialistas aconsejan extremar su precaución en cuanto a la higiene oral se refiere y acudir al dentista para que sea éste quien valore el caso y paute el tratamiento más adecuado para el mismo. VISITA DE EMBARAZADA AL DENTISTA Caries y erosión dental durante el embarazo En primer lugar, cabe destacar que no existe ninguna evidencia que relacione la formación de caries con el período gestacional. Sin embargo, a lo largo del mismo se producen una serie de cambios que sí pueden favorecer la aparición de estas lesiones cariosas. Durante el embarazo es habitual que las mujeres experimenten ciertos cambios en sus pautas alimenticias: tienden picar más entre las comidas -y a no cepillarse los dientes tras ingerir estos alimentos- y, por lo general, consumen una mayor cantidad de hidratos de carbono. Además, durante los primeros meses son frecuentes las náuseas y los vómitos. La reiteración de manera habitual de los mismos supone la presencia de ácidos gástricos en la cavidad oral. Todos estos factores contribuyen a crear de la cavidad oral un ambiente más ácido y, por lo tanto, a dañar el esmalte dental. Por este motivo, las mujeres embarazadas son más proclives a padecer caries dentales. Épulis del embarazo En algunas ocasiones, una irritación prolongada de la mucosa puede provocar la aparición de un pequeño quiste en la zona de la encía. Esta pequeña úlcera se conoce como épulis dental. Se trata de una pequeña tumoración de carácter benigno que suele aparecer durante el primer trimestre de embarazo y tiende a remitir de manera espontánea una vez concluido el periodo de gestación. ¿Qué tratamientos no están indicados durante el embarazo? Algunos medicamentos, pruebas o tratamientos médicos pueden interferir de manera negativa en el correcto desarrollo del bebé. Por este motivo, siempre que acudas a un médico -sea éste un dentista o cualquier otro especialista-, debes comunicar que estás embarazada o que sospechas poder estarlo. De esta manera, éste lo tendrá en cuenta tanto a la hora de valorar tu caso como de pautar el tratamiento más indicado. En el ámbito dental, el hecho de estar embarazada supone una serie de restricciones en cuanto a las pruebas o procedimientos susceptibles de hacer durante esa etapa. A continuación, resolvemos las dudas más frecuentes en cuanto a los mismos. ¿Me pueden anestesiar si estoy embarazada? La anestesia está indicada en embarazadas siempre que el procedimiento así lo requiera. En SanCal nos decantamos por el uso de articaína, un anestésico de corta duración empleado en intervenciones dentales. Su uso se restringe a cantidades muy pequeñas, y resulta completamente inocuo para el desarrollo del bebé. ¿Puedo realizarme radiografías durante el embarazo? Los especialistas recomiendan evitar la toma de radiografías a lo largo del proceso de gestación. Solamente estaría indicada su realización en caso de una urgencia muy severa, y siempre tomando las precauciones necesarias. RADIOGRAFÍA PERIAPICAL Ortodoncia y embarazo Cada vez son más las mujeres adultas que optan por un tratamiento de ortodoncia para mejorar la estética de su sonrisa. Por este motivo, ésta es, sin lugar a dudas, una de las preguntas más frecuentes que nos hacen nuestras pacientes. Si has iniciado un tratamiento de ortodoncia y, posteriormente, te has quedado embarazada, no debes preocuparte: puedes seguir con el mismo con total normalidad, siempre que mantengas unas rutinas de higiene muy rigurosas -recuerda que la presencia de un aparato fijo en la boca dificulta la limpieza oral-. Por el contrario, si estás pensando en comenzar un procedimiento ortodóntico, nuestro consejo es que esperes a finalizar en periodo de gestación. De esta manera, los especialistas podrán realizarte una serie de pruebas diagnósticas -radiografías- necesarias para realizar un estudio de ortodoncia y valorar debidamente tu caso. Si estoy embarazada, ¿puedo realizarme una endodoncia? La endodoncia es un procedimiento destinado a preservar en boca una pieza que, en caso de no ser tratada, tendría que ser extraída. Consiste en la extracción del nervio dental dañado y el posterior sellado de conductos. Requiere de ciertos controles radiológicos, por lo que solo

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Tengo un diente amarillo, ¿cómo puedo blanquearlo?

Cuando nos fijamos en alguien, la sonrisa –y los dientes– centran gran parte de la atención que depositamos en el rostro. Por ello, su apariencia juega un papel muy importante. Además de una forma, tamaño y posición indeseados, hay un aspecto estético que preocupa a nuestros pacientes especialmente: el color. Ninguna persona quiere lucir una sonrisa con dientes amarillos. Por eso, cuando los pacientes acuden a nuestra consulta interesados en unos dientes más blancos, tienen claro que uno de los tratamientos que pueden ayudarles a acabar con este complejo es el blanqueamiento dental. Y es que esta mejora que los pacientes creen que van a conseguir con este tratamiento está constatada. Según un artículo publicado en la revista científica Quality of Life Research, a los tres meses de haberse sometido al blanqueamiento, los pacientes ya han comenzado a percibir el impacto positivo que tiene éste en su propia percepción estética. Y, lo que es más, en su calidad de vida desde el punto de vista psicológico. Una vez otorgada al tratamiento la importancia que se merece, vamos a comenzar a desgranar cuáles son los diferentes medios que tenemos a nuestra disposición para blanquear la sonrisa. ¿Qué tipo de blanqueamiento dental necesito? Lo que muchas personas desconocen es que además del blanqueamiento externo tradicional que todos conocemos, existe el blanqueamiento interno. Por este motivo, es importante conocer las diferencias entre ambos. Aunque el dentista pueda determinar en la consulta cuáles son tus necesidades, es recomendable que, como paciente, acudas informado acerca de las características principales que existen entre ambos. Para ello, en el siguiente apartado te vamos a explicar cuáles son las diferencias entre el blanqueamiento interno y el blanqueamiento externo. Diferencias entre blanqueamiento interno y blanqueamiento externo A grandes rasgos, podemos decir que existen dos diferencias fundamentales entre los tipos de blanqueamientos mencionados. Vitalidad del diente Una de las diferencias entre el blanqueamiento dental interno y el externo es que el primero se realiza sobre dientes no vitales y el segundo sobre dientes vitales. Si lleváramos a cabo un blanqueamiento externo tradicional en un diente no vital, no obtendríamos ningún resultado. Esto se debe a que los factores responsables de las decoloraciones que hemos descrito previamente tienen lugar en la cámara pulpar. Por este motivo, el proceso blanqueador del diente tiene que llevarse a cabo desde dentro, es decir, desde las estructuras internas de la pieza dental. Número de dientes Otra de las diferencias entre ambos tratamientos es que el blanqueamiento externo se realiza sobre el conjunto de los dientes, a excepción de los molares, ya que estas últimas piezas dentales son menos visibles. Por su parte, el interno se practica de manera localizada, en aquellos dientes que han sufrido una decoloración cuyo origen está localizado en la cámara pulpar. Una vez dicho esto, es necesario aclarar que ambos tratamientos son compatibles y que muchas personas prefieren combinarlos para obtener mejores resultados. ¿Qué es el blanqueamiento dental interno? Ahora que hemos realizado las distinciones correspondientes, vamos a explicar con detalle qué es el blanqueamiento interno. El blanqueamiento interno es un tratamiento que se lleva a cabo únicamente en dientes que han sido previamente sometidos a una endodoncia o, lo que es lo mismo, no vitales. Este procedimiento permite devolver el color blanco a piezas dentales que, por diferentes motivos, han sufrido una decoloración. A grandes rasgos, esta técnica consiste en la aplicación de un producto blanqueador dentro del propio diente. Aunque se puede realizar en cualquier pieza dental endodonciada, se lleva a cabo en el sector anterior sobre todo, por ser el más visible. Dicho sector anterior incluye los incisivos (centrales y laterales) y los colmillos. Además, una de las principales ventajas de este procedimiento es que es mínimamente invasivo, ya que el proceso blanqueador no lesiona ni merma los dientes. El color oscuro puede aparecer tras una endodoncia o después de que el diente haya sufrido un traumatismo ¿Por qué tengo un diente amarillo? Hay distintos motivos por los que una persona se somete a un blanqueamiento interno. Por un lado, la desvitalización del diente puede producirse tras una endodoncia, ya que cuando se “mata el nervio” la pieza dental tiende a cambiar de color con el tiempo. Además, el oscurecimiento asociado al tratamiento endodóntico también puede deberse a un fallo durante el procedimiento, a que éste se haya realizado de manera incompleta o a la utilización de materiales pigmentantes. Por otro lado, el color oscuro también puede ser consecuencia de un traumatismo recibido en el diente, que tras el impacto se ha necrosado y ha cambiado su tono.   BLANQUEAMIENTO INTERNO – ANTES BLANQUEAMIENTO INTERNO – DESPUÉS ¿Los dientes amarillos tienen solución? Los dientes amarillos son un motivo de preocupación para muchas personas, especialmente cuando no saben a qué se debe. Como acabamos de mencionar, en muchos casos, la decoloración se debe a un golpe recibido hace años -durante la infancia o la adolescencia- y el paciente no es capaz de acordarse. Sin embargo, te recomiendo que ni te preocupes ni obsesiones con tener unos dientes blancos. Afortunadamente, la Odontología moderna tiene soluciones para prácticamente cualquier necesidad, por lo que esto no es una excepción. Cómo aclarar el diente: tratamiento paso a paso Como ya hemos mencionado anteriormente, el requisito fundamental para poder llevar a cabo un blanqueamiento interno es que el diente haya sido endodonciado. Además, es imprescindible que dicho procedimiento se haya realizado correctamente, sin ningún fallo que comprometa el tratamiento blanqueador. Los pasos que llevamos a cabo en nuestra clínica para blanquear un diente son los siguientes: Diagnóstico y estudio inicial En esta primera fase es muy importante determinar el origen de la decoloración y el estado actual del diente. Para ello, nos apoyamos en fotografías y pruebas radiográficas. Toma de color Mediante una guía de colores se registra el tono de los dientes. Apertura de la cavidad Se abre la cavidad pulpar en la que se ha realizado la endodoncia. Limpieza de la cámara pulpar Se retiran los restos de tejido necrótico y materiales pigmentantes para dejar limpio el diente. Aplicación del gel blanqueador Se introduce el producto dentro de la cámara pulpar. Sellado con un cemento provisional Con el sellado se da por finalizada la primera sesión del procedimiento blanqueador del diente. Durante los días siguientes, el gel hará su efecto y pasada una semana el paciente acudirá a revisión. Revisión Retiramos la obturación provisional y el gel blanqueador. Valoramos el color resultante

Bruxismo y ATM

Férulas de descarga: cómo aliviar las molestias del bruxismo

El bruxismo no responde únicamente a una patología, sino que es un síntoma de que algo, tanto en el plano físico como psicológico, no está funcionando de la manera correcta.Éste no solo tiene consecuencias negativas para tus dientes, sino que puede generar dolores de cervicales, de cabeza e incluso afectar a tus horas de descanso.   En el presente artículo resolveremos todas tus dudas acerca del bruxismo, cómo éste puede afectar a tu día a día y, sobre todo, indagaremos en las férulas de descarga y en los beneficios que las mismas tienen para tu salud bucodental.   ¿Qué es el bruxismo? El bruxismo es el hábito involuntario e inconsciente de apretar y rechinar los dientes. Tiene su incidencia tanto en hombres como en mujeres, y no hay un rango de edad específico que se vea especialmente afectado: es común tanto en adultos como en niños.   Podemos distinguir dos tipos de bruxismo: Estamos ante un caso de bruxismo céntrico cuando el paciente aprieta los dientes. El mismo puede suponer dolores cervicales, de cabeza u oído. Por el contrario, el bruxismo excéntrico consiste en rechinar los dientes. Produce desgaste oclusal y compromete la estabilidad del esmalte de las piezas dentales.   Por lo general, las personas que padecen este síntoma suelen experimentar bruxismo nocturno -especialmente durante las horas de dormir-, aunque también puede ser frecuente a lo largo de las horas del día. ¿Por qué se produce el bruxismo? El bruxismo se debe a causas muy diversas, que bien pueden ser físicas o responder a factores psicológicos. Entre las mismas, podemos distinguir: Problemas de oclusión como mordida cruzada o dientes mal alineados Incidencia de enfermedades periodontales Malos hábitos a la hora de dormir como, por ejemplo, la adopción de posturas poco recomendables Trastornos respiratorios en las horas de descanso Picos de estrés o ansiedad mal gestionados Síntomas de bruxismo Si bien esta afección supone ciertas molestias, en muchos casos las personas no sospechan que la padecen hasta que otra les alerta de la existencia de este problema. Entre los síntomas del bruxismo, podemos destacar: Dolores cervicales, de cabeza u oído al despertar Molestias en los músculos que participan en el proceso de masticación Desgaste de las piezas dentales Daño en la estructura dentaria, generalmente en el esmalte de las piezas -lo que supone la aparición de molestias derivadas de la sensibilidad dental- Retracción e inflamación de encías DOLORES CERVICALES En caso de que sospeches que puedes estar padeciendo bruxismo, lo ideal es que acudas un especialista para que éste realice un diagnóstico certero del caso. ¿Cómo se trata el bruxismo? El bruxismo puede estar debido a problemas alimenticios, psicológicos o emocionales. Por este motivo, es imprescindible que, además de visitar al dentista, también, acudas a un especialista que esclarezca la causa de esta afección y pueda atajar este problema de manera efectiva.   Si acudes a un odontólogo con este tipo de molestias y la sospecha de que puedes estar padeciendo bruxismo, éste pautará un tratamiento para aliviar los dolores articulares y las consecuencias negativas que esta afección supone para la estructura dentaria.   Si la misma está causada por problemas de oclusión, recurrirá a un tratamiento de ortodoncia. Gracias al mismo, podrás gozar de una sonrisa estética y completamente funcional gracias al fin de los problemas de oclusión.   Sin embargo, si la causa del bruxismo es otra, optará por la confección de una férula de descarga. ¿Qué es una férula de descarga? Denominamos férulas de descarga a unos protectores dentales realizados a medida de la boca del paciente que amortiguan la presión a la que se ven sometidos los dientes de aquellas personas que padecen bruxismo. Están realizadas en unas resinas muy resistentes, y su grosor oscila entre los dos y los tres milímetros. ¿Cómo se usa la férula para bruxismo? Estos protectores se colocan en una sola arcada –generalmente en la superior-. Su uso está más generalizado por la noche, momento en el que los pacientes suelen ejercer esta presión sobre las piezas dentales de forma involuntaria. Sin embargo, aquellos pacientes que sufran de bruxismo debido a picos de estrés y ansiedad también pueden emplearlas en el momento del día en el que sean conscientes de que están teniendo uno de estos episodios y, por lo tanto, están apretando la mandíbula o friccionando las piezas dentales. FÉRULA DE DESCARGA ¿Qué beneficios tienen las férulas de bruxismo? Gracias al empleo de estos protectores bucales, el paciente observará una serie de beneficios tanto en su salud bucodental como en su estado de salud general. Entre los mismos, destacan los siguientes: Evitan problemas de tensión en los músculos faciales, al relajar la mandíbula Aminoran o erradican la incidencia de los dolores cervicales, de cabeza u oído Influyen de manera positiva en el descanso de las personas que padecen bruxismo Frenan las consecuencias negativas que esta afección tiene para las piezas dentales, tales como desgaste oclusal o el daño de los tejidos duros de la estructura dentaria ¿Qué tipos de férulas para bruxismo existen? En primer lugar, debemos tener en cuenta que el uso de protectores bucales para deportistas no está indicado en personas que padecen bruxismo. Al estar realizados en un material blando, nos invitan a ejercer una mayor presión en nuestros dientes.   Existe una amplia variedad de férulas ofertadas en la red. Sin embargo, los odontólogos recomiendan la confección de una a medida, fabricada en un material acrílico.   De esta forma, la comodidad del paciente es mucho mayor, y, además, aumentan las posibilidades de éxito del tratamiento.   A la hora de elegir la más adecuada en tu caso, el odontólogo te ofrecerá dos tipos diferentes de protectores: los rígidos y los semirrígidos.   La férula de descarga rígida no es nada flexible, por lo que en algunas ocasiones resulta complicado adaptarse a la misma.   Por el contrario, la semirrígida, si bien tiene un exterior rígido, es un poco más flexible en su interior. Esto no compromete la eficacia del tratamiento, pero, en cambio, sí facilita el proceso de adaptación a la misma.   ¿Cómo debes cuidar tu férula de bruxismo? Estos protectores bucales exigen una serie de cuidados para garantizar el éxito del tratamiento, sobre todo en lo relativo a

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Cerramos por VACACIONES!

Avisamos a nuestros pacientes y amigos que cerramos por vacaciones del 1 al 31 de Agosto, ambos incluidos. Os prometemos que lo pasaremos muy bien, descansaremos, y cuando volvamos atenderemos todos vuestras peticiones, dudas y sugerencias con más ganas que nunca! Muchas gracias a tod@s y ¡Feliz verano!

Cultura y curiosidades

Bruxismo: ¿rechinas los dientes?

El bruxismo es el hábito involuntario de apretar o rechinar los dientes. Se trata de una acción que se realiza sin ningún tipo de función práctica y que afecta a entre un 10 y un 20% de la población a nivel mundial. Lo padecen mujeres y hombres por igual y, aunque también puede darse en la edad infantil, tiende a aparecer entre los 17 y 20 años de edad y suele remitir a partir de los 40. ¿Rechinas los dientes y crees que puedes padecer bruxismo? Si es así, a continuación se presentan algunas de las causas que pueden llegar a provocar este mal hábito. ¿Qué factores provocan el bruxismo? El bruxismo puede venir determinado por muy diversas causas; es más, a pesar de tratarse de algo frecuente y no asociado a ninguna enfermedad grave, puede darse por factores tanto externos, como internos o psíquicos: La maloclusión o más comúnmente conocida como la desalineación de los dientes. La inestabilidad oclusal: personas con mordida desplazada. Las enfermedades periodontales: un empaste o una prótesis dental mal asentada… Es más, el 80% de las personas que sufren de algún tipo de enfermedad periodontal, tienden, además, a padecer bruxismo. El estrés, la ansiedad o el nerviosismo. Los hábitos alimenticios. La postura o costumbres al dormir. La capacidad de cada individuo de relajarse. Los trastornos respiratorios durante el sueño.   Puede que aún no lo sepas, pero si padeces de alguno de los factores aquí descritos podrías ser bruxista, ya que algunas personas no presentan ningún síntoma específico y no lo descubren hasta que duermen con alguien que detecta que rechinan los dientes.   Sin embargo, no es un acto que se dé únicamente por las noches. Es más, el bruxismo se divide en diferentes tipos: Nocturno: Normalmente el que lo padece ni siquiera es consciente de que rechine los dientes y puede darse en periodos de 17-20 minutos durante la noche. Diurno: Es un acto que suele ir unido a periodos de estrés y que se realiza de manera inconsciente. Bruxismo céntrico: Se asocia a apretar los dientes. Afecta sobre todo a los premolares. Bruxismo excéntrico: En estos casos se tiende a la fricción entre los dientes, por lo que afecta al desgaste de los mismos. Las férulas ayudan a mantener la mandíbula en una posición relajada y a proteger los dientes del rechinamiento.   Además de estos tipos, el bruxismo presenta diferentes grados que vienen determinados por lo establecido que esté dicho hábito: Hábito incipiente: Ocurre de manera ocasional y durante periodos cortos de tiempo. Aparece y desaparece por temporadas por lo que se considera reversible. Hábito establecido: Puede deberse a periodos de ansiedad y puede provocar ciertas lesiones. Se considera reversible siempre y cuando se realice un tratamiento para evitar que pase al siguiente grado. Hábito poderoso: En estos casos el hábito está totalmente establecido y el paciente no puede controlarlo. Sufre de lesiones importantes que requieren un tratamiento integral y especializado por parte del dentista. ¿Cuáles son las consecuencias del bruxismo?   Detectaremos que padecemos de bruxismo cuando se presenten algunas de las siguientes consecuencias: Desgaste dental Problemas en los músculos y articulaciones que participan en la masticación: dolor, inflamación… Dolor de cabeza Dolor de oído Contracción de los músculos del cuello Insomnio Sensibilidad de los dientes al contacto con el frío o el calor Encías retraídas, debilitadas o inflamadas Abfracción dental o la pérdida de tejidos dentarios duros   En algunos casos estos efectos pueden sufrir complicaciones que deriven en trastornos alimenticios, problemas dentales graves, depresión… Por eso es importante realizar un tratamiento inmediato. ¿Cuál es el tratamiento más indicado para el bruxismo? El tratamiento que escoja nuestro odontólogo para evitar el bruxismo está destinado a reducir el dolor, prevenir el daño dental y disminuir el rechinamiento; en ningún caso resuelve las causas que lo provocan. Por eso, las férulas de descarga son la solución más común y eficaz. Hablamos de protectores dentales realizados en resina o plástico que se realizan a medida, y que ayudan a mantener la mandíbula en una posición relajada y a proteger los dientes del rechinamiento.   Se recurrirá a la ortodoncia para casos en los que es la maloclusión lo que provoca el bruxismo. ¿Crees que padeces bruxismo? Sal de dudas En clínica dental SanCal podemos ayudarte a determinar las causas que provocan que rechines los dientes y te asesoraremos en el tratamiento más adecuado. Solicita una primera consulta con nuestros especialistas.

cirugía e implantes

Dientes incluidos, retenidos o impactados y su tratamiento

Los dientes incluidos, también conocidos como retenidos o impactados, son aquellos dientes que, a pesar de haberse formado totalmente, no han llegado a emerger en la boca durante el periodo habitual, y permanecen dentro del hueso maxilar parcial o completamente. A pesar de que puede ocurrir, indistintamente, con dientes temporales (los dientes de leche de los niños) o permanentes, así como en cualquier pieza dental, el proceso de inclusión es más común en los cordales –muelas del juicio- y en los caninos –colmillos- superiores. Es así dado que estos son los últimos dientes en erupcionar en la boca y, por lo tanto, tienden a no tener suficiente espacio para salir. Se trata de una situación muy frecuente entre la población mayor de 15 años y sus graves consecuencias exigen una reacción precoz. Para la detección de estos dientes incluidos se realizará una radiografía panorámica de la boca que ayude a descartar patologías y a determinar las causas del retraso en la erupción. Clasificación de dientes incluidos Existen dos tipos de inclusiones de dientes: Inclusión total: Es el caso de aquellos dientes que se han quedado completamente dentro del hueso maxilar y que no han emergido lo más mínimo a través de la encía. Inclusión parcial: Los dientes semi-incluidos o semi-impactados son aquellos que han erupcionado parcialmente en la boca y, dada su posición, son más vulnerables a las bacterias de la boca por lo que pueden sufrir infecciones recurrentes. En los casos en los que el diente emerge de manera parcial, se pueden apreciar algunos síntomas como la inflamación y sensibilidad en las encías, por lo que son más fáciles de detectar que los dientes completamente incluidos. Radiografía de un caso clínico de canino incluido tratado en la Clínica Dental SanCal   Estos son algunos de sus síntomas: Mal aliento Dolor o sensibilidad en las encías Dolor de cabeza o de mandíbula prolongado Enrojecimiento de las encías que se localizan alrededor del diente retenido Sabor de boca desagradable Espacio visible donde debería haber salido el diente Causas y complicaciones derivadas de los dientes retenidos A pesar de que no en todos los casos existe un factor claro que haya derivado en un diente incluido, algunas de las causas más comunes de este proceso son las siguientes: Infecciones Traumatismos Genética Falta de espacio en la boca Malnutrición En cuanto a las consecuencias derivadas de las inclusiones dentarias pueden ser numerosas y algunas muy graves, ya que el diente incluido que adquiere una malposición puede impactar contra los dientes vecinos y causar algunas de las siguientes complicaciones: Reabsorción de la raíz Daños en la estructura anatómica (seno maxilar, troncos nerviosos, raíces de dientes adyacentes…) Infecciones Alteraciones en el resto de dientes (pueden provocar apiñamiento) Aparición de bolsas periodontales Problemas de masticación Formación de caries por la placa acumulada entre los dientes y encías Desarrollo de quistes o tumores Molestia crónica en la boca Maloclusión Los dientes semi-incluidos son más vulnerables a las bacterias de la boca por lo que pueden sufrir infecciones recurrentes. ¿Cuál es el tratamiento para los dientes incluidos? Cuando nos encontramos la situación de un diente retenido en el hueso maxilar, podemos aplicar tres tipos de tratamientos: No actuar sobre el diente impactado y controlar su evolución: Sólo actuaremos de esta manera cuando no haya riesgo de que se produzca ninguna patología. En prácticamente la totalidad de los casos se recurre a los otros dos tratamientos. Extracción del diente retenido: A pesar de que sería el último recurso en el caso de un canino incluido –a menos que exista un problema grave-, es bastante común realizar una exodoncia en el caso de los cordales o muelas del juicio. Recolocación del diente incluido en la arcada dentaria: Cuando el diente en cuestión tiene una importancia funcional y/o estética –como es el caso de los caninos- optaremos por intentar recolocarlo en el lugar donde debería haber erupcionado. Cirugía de extracción de cordales incluidos (muelas del juicio) Los problemas de erupción de las muelas del juicio son muy comunes debido a que en la evolución del hombre, la mandíbula ha ido disminuyendo de tamaño más rápidamente que el número de dientes que posee el ser humano. Es por ello que, en muchas ocasiones, estos cordales no encuentran el suficiente espacio para emerger y acaban retenidos en el maxilar. Y dada su poca funcionalidad práctica y su carencia de funcionalidad estética, lo más recomendable, en la mayoría de casos, es extraerlos para evitar, así, posibles complicaciones (infecciones, movimiento del resto de dientes…). Este tipo de cirugía es muy frecuente y conviene que se realice antes de que el paciente desarrolle la raíz del cordal (antes de los 20 años de edad), ya que cuanto mayor sea la raíz, mayor contacto tendrá con el nervio y mayor será el riesgo durante la exodoncia. Se trata de una intervención quirúrgica de menos de media hora de duración y que, en la gran mayoría de casos, se realiza con anestesia local. Cuando la muela del juicio está totalmente incluida suele ser necesario realizar un corte en la encía para poder acceder a ella. Además, en ocasiones, suele tener que eliminarse algo del hueso que rodea al cordal o bien partir la muela en fragmentos para facilitar su extracción. El postoperatorio no debería implicar más que una hinchazón que irá reduciéndose en dos o tres días y exigirá una dieta blanda y una higiene acorde a las recomendaciones del profesional en la primera semana tras la intervención. Recolocación a base de tracción de los caninos incluidos Tras los cordales, los colmillos son los dientes que presentan mayores problemas de erupción. La causa más común en estos casos suele ser la falta de espacio en la arcada o que la posición del diente dentro del hueso es incorrecta. A diferencia de las muelas del juicio, los caninos adquieren mucha importancia en el conjunto de los dientes ya que se trata de piezas dentales muy fuertes y que ayudan a dirigir el movimiento de la oclusión. Es por ello que, si la posición del canino es favorable, el tratamiento más recomendable es la recolocación del mismo en la arcada dentaria mediante una intervención combinada entre la

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