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Buenos hábitos, Cultura y curiosidades

7 efectos de la menopausia en tu salud bucodental

Con una esperanza media de vida de 85 años, a las mujeres españolas no les queda otra opción que afrontar las consecuencias de la menopausia durante, aproximadamente, el 40% de su vida. Pero, a su vez, el aumento de dicha esperanza de vida provoca un incremento en la incidencia de enfermedades asociadas a esta etapa. El descenso en la producción de hormonas comienza a producirse entre los 45 y 55 añosde edad. Con ello, suelen aparecer los primeros síntomas de la menopausia: los conocidos sofocos, dolores de cabeza y la irritabilidad. Pero, además, esta época provoca una mayor propensión a sufrir problemas bucodentales. Esto sucede con la bajada de los niveles de estrógenos, que afecta directamente a las encías. De la misma manera, la reducción de progesterona provoca una disminución de la densidad ósea de la mandíbula, poniendo en riesgo el sustento de nuestros dientes. A pesar de todo, y gracias a los avances de la tecnología y la concienciación social, hoy en día las mujeres pueden disfrutar de unos dientes sanos hasta la ancianidad. Para ello, será necesario tener un cuidado especial con la higiene y visitar con regularidad al dentista. De esta manera, evitaremos muchos de los problemas que pueden aparecer con la llegada de la menopausia. Una gingivitis descamativa que no se trata deriva en una enfermedad más grave y que causa la caída de los dientes: la periodontitis Consecuencias de la menopausia en la boca A continuación, te vamos a detallar los efectos más frecuentes que tiene la menopausia en nuestra cavidad oral, especialmente en dientes y encías: 1. Gingivitis descamativa Se caracteriza por la separación de las capas externas de las encías hasta el punto de dejar la raíz del diente expuesta, provocando sensibilidad ante agentes externos como bebidas o comida caliente o fría. Además, la gingivitis descamativa provoca que el tejido gingival se enrojezca, duela y pueda aparecer sangrado, ya sea espontáneo o al cepillarnos los dientes. Si no se trata a tiempo, esta patología puede derivar en una periodontitis, que es una enfermedad más grave y más difícil de curar que provoca la caída de los dientes. En último lugar, y dejando a un lado los efectos sobre la salud, la gingivitis descamativa resulta antiestética, ya que al dejar la raíz del diente expuesta, se aprecia un diente demasiado largo. Por todos estos motivos, es recomendable mantener un control del estado de las encías, lo que implica acudir al dentista en cuanto observemos los síntomas que acabamos de mencionar.   SÍNTOMAS DE LA MENOPAUSIA 2. Xerostomía o sequedad bucal La secreción salival es importante debido a que ayuda a mantener húmedos los tejidos de la boca , lo que favorece que ésta esté más limpia y que se regule la cantidad de bacterias presentes en dicha zona del cuerpo. Sin embargo, durante la menopausia, las glándulas salivales segregan menos cantidad de saliva, lo que produce sequedad bucal. El hecho de tener la boca seca conlleva, por tanto, mayor probabilidad de desarrollar caries -o cualquier otro tipo de infección-. Además, genera distintas incomodidades tales como: dificultades a la hora de saborear alimentos, tragar o incluso al hablar; boca pastosa; sequedad de garganta; labios agrietados; lengua áspera, etc. Y, por último, ocasiona uno de los problemas bucales que más nos acomplejan: el mal aliento. 3. Síndrome de la boca ardiente El ardor bucal es uno de los problemas postmenopáusicos más comunes. Se caracteriza por provocar síntomas como un fuerte ardor, sensación de quemazón, escozor, hormigueo o adormecimiento de la lengua principalmente, aunque también puede darse en las encías y los labios. 4. Adelgazamiento de la mucosa bucal Como consecuencia de la reducción en la producción de hormonas, las mucosas de la boca, al igual que las de todo el cuerpo, se vuelven más frágiles y se debilitan. Para prevenir las alteraciones de la mucosa oral podemos llevar a cabo hábitos saludables tales como: cepillarnos los dientes después de cada comida, acudir regularmente al dentista (al menos una vez al año), evitar el consumo de tabaco y alcohol, etc. 5. Caries radiculares Las caries en la raíz del diente aparecen por un cúmulo de circunstancias que tienen lugar durante la menopausia. En primer lugar, contribuye a esto la gingivitis descamativa, ya que deja la raíz del diente expuesta a agentes externos, como restos de alimentos que se depositan en la zona y generan bacterias. En segundo lugar, la caries también encuentra en la sequedad bucal el ambiente propicio para desarrollarse. La escasez de saliva es perjudicial ya que la producción de ésta hace que la boca esté hidratada, más limpia y arrastre las bacterias, de manera que no se acumulan.     FUMAR AMARILLEA LOS DIENTES 6. Deterioro dental En general, el envejecimiento de las personas va unido a una pérdida del brillo y del blanco original de los dientes, que se vuelven más opacos y amarillos. Si, además, los dientes presentan desgastes y/o apiñamiento, la sonrisa da una sensación de mayor deterioro. 7. Periodontitis y pérdida de hueso Existen numerosos estudios que demuestran la relación directa que existe entre las enfermedades periodontales y la osteoporosis. Te interesará »  Tengo la boca seca, ¿cuáles son sus causas y cómo puedo evitarlo? Y es, precisamente, durante la menopausia cuando estos problemas se agravan, ya que la reabsorción de hueso que suele afectar a todo el organismo, afecta de igual modo a la boca. Al mermarse el hueso maxilar, se pone en riesgo la supervivencia de los dientes, ya que éstos pierden el soporte sobre el que se sostienen. Es por ello que si se padece una enfermedad periodontal o se tiene tendencia a padecerla, es necesario que un odontólogo especializado en Periodoncia lleve nuestro control. De esta manera, evitaremos, en la medida de lo posible, las complicaciones asociadas a estas enfermedades. Recomendaciones: importancia de la prevención Dado que la menopausia es una etapa inevitable en la vida de una mujer, también es muy probable que tengamos que experimentar algunos de los efectos asociados a este periodo. Sin embargo, no es menos cierto que está en nuestra mano disminuir parte de dichas consecuencias mediante determinados cuidados y rutinas saludables. Es decir, aunque no podamos prevenir por completo la aparición de todos los problemas mencionados, sí que podremos hacer esta época mucho más llevadera.   HIGIENE DENTAL DURANTE LA MENOPAUSIA Para que así sea, te ofrecemos los siguientes consejos: Lleva a cabo

Buenos hábitos, Prevención

Cómo solucionar la sensibilidad dental en 4 pasos

Estamos casi seguros de que la has sufrido alguna vez. Ya sea por una caries, por tener las encías retraídas, o por cualquier otro motivo, es probable que hayas experimentado sensibilidad dental. Y es que la sensibilidad en los dientes es una dolencia muy común entre la población general. Afecta a 7 de cada 10 personas adultas y suele aparecer entre los 18 y 40 años de edad, con una prevalencia mayor entre las mujeres.   ¿Qué es la sensibilidad dental? Esta dolencia -también  llamada hipersensibilidad dentaria- es un dolor breve aunque muy agudo que se produce en un diente concreto o en una zona de la boca que entra en contacto con un estímulo externo. Para ser más exactos, se produce cuando la dentina -parte interna del diente- queda expuesta y entra en contacto con estímulos térmicos (bebidas o alimentos muy fríos o calientes), químicos (sustancias dulces o ácidas) o táctiles (presión con los dedos, cepillado de dientes, uso de instrumentos odontológicos…).   ¿Cuáles son los síntomas de la sensibilidad en los dientes? El dolor producido por la sensibilidad dental es fácilmente reconocible y, a la vez, muy desagradable para quien lo experimenta. Podríamos decir que sus síntomas -y características- son los siguientes: Dolor muy intenso y localizado Responde a una reacción externa Desaparece en cuanto el estímulo deja de tener contacto con el diente o la zona sensible Si esta sensibilidad excesiva no fuera transitoria y persistiera tras el cese del estímulo externo, o no estuviese muy localizada, mi consejo sería que acudieras cuanto antes a la consulta de tu dentista. Esto se debe a que existiría la posibilidad de que padecieras algún tipo de enfermedad bucodental y, en dicho caso, tendrías que ser valorado por un odontólogo. De esta manera, podría realizar un diagnóstico adecuado.   ¿Cuál es el origen de la hipersensibilidad dentaria? El motivo por el cual padecemos sensibilidad en los dientes es porque la dentina -habitualmente protegida por la encía, el cemento radicular y el esmalte del diente- pierde dicha protección natural y queda expuesta a los estímulos externos. La dentina está compuesta por miles de tubos microscópicos, denominados túbulos dentinarios, cuya función es conectar la parte externa de los dientes con las terminaciones nerviosas de éstos. Por lo tanto, cuando la dentina queda al descubierto, los túbulos permiten que el calor, el frío o los ácidos de los elementos externos mencionados se reflejen en los nervios y células del diente, provocando los síntomas antes descritos.   Uno de los motivos más frecuentes de sensibilidad dental es la existencia de caries. Acude al dentista si notas molestias cuando te cepillas los dientes o comes alimentos y bebidas muy fríos o calientes ¿Qué causas provocan dientes sensibles? Ahora que hemos explicado el origen de la sensibilidad dental, vamos a detallar las causas por las que la dentina puede quedar expuesta a los estímulos externos. En la mayoría de ocasiones, esto puede darse debido al estilo de vida y los hábitos de higiene de las personas. Dicho esto, las causas de los dientes sensibles son las siguientes: Te interesará »  Los tres peores efectos del tabaco en tu salud bucodental 1. Caries Cuando una caries atraviesa el esmalte y llega hasta la dentina, sentiremos una gran sensibilidad ante los alimentos fríos, calientes o ácidos. Solución: realizar un empaste dental tan pronto como advirtamos la caries. 2. Dientes rotos o astillados Al igual que en el caso de la caries, cuando un diente se rompe, y la fractura alcanza la dentina, aparecerá la sensibilidad dental. Solución: colocar una corona. 3. Empastes desgastados Cuando un diente que ha tenido caries se empasta, puede suceder que con el tiempo el empaste se vea desgastado por un cepillado agresivo o por la erosión causada por productos particularmente ácidos. En esos casos, la dentina vuelve a verse expuesta provocando la sensación de dientes sensibles. Solución: será necesario que el dentista revise el empaste antiguo y vuelva a realizarlo. 4. Encías retraídas La retracción de encías puede deberse a un cepillado agresivo o a una enfermedad periodontal (periodontitis). En cualquier de los casos, la retracción deja expuesta la raíz del diente, que es muy sensible y habitualmente está protegida por la encía. Sin embargo, la solución a la sensibilidad dental provocada por las encías retraídas dependerá de cada caso. Solución: si se debe a un cepillado agresivo, se podrá realizar un injerto de encía. Sin embargo, si la causa es una periodontitis, lo primero que habrá que hacer es ponerse en manos de un periodoncista para que paute un tratamiento periodontal que frene la enfermedad. 5. Esmalte dental desgastado El esmalte dental puede desgastarse debido a varios factores: el uso de una pasta muy abrasiva combinado con un cepillado muy agresivo, el hábito de apretar o rechinar los dientes (bruxismo) o la costumbre de ejercer demasiada fuerza durante la masticación. Solución: dado que el esmalte de los dientes no se regenera, será necesario realizar una restauración sencilla con composite, colocar una carilla de porcelana o composite o poner una corona (si el desgaste es muy agresivo). En el caso de las personas bruxistas, será fundamental fabricar, además, una férula de descarga -tipo Michigan- para que el paciente la utilice por las noches. 6. Erosión dental por ácidos El consumo habitual de alimentos y bebidas muy ácidas (zumos de cítricos, refrescos…) puede provocar la erosión del diente o la descalcificación del mismo dejando vía libre a los túbulos dentinarios. Solución: para evitar que la sensibilidad dental aumente será muy útil restringir el consumo de comidas ácidas. Y, además de esto, el dentista deberá valorar el grado de erosión, para determinar si hay que llevar a cabo algún tipo de restauración. 7. Tras un empaste dental Una vez retirada la caries y realizado el empaste, el diente empastado podrá sufrir una sensibilidad excesiva. Esto se debe a que el relleno que se utiliza produce una pequeña contracción al solidificarse, lo que, a su vez, provoca una tensión en el diente que se refleja en el nervio. Solución: la hipersensibilidad cesa con el paso de los días. 8. Después de un blanqueamiento dental Los productos que se utilizan a la hora de realizar un blanqueamiento dental pueden hacer que los dientes se vuelvan sensibles durante un periodo de unas dos semanas. Solución: el dolor después de un blanqueamiento dental se calma por sí mismo. Pero, si no lo puedes aguantar, te recomiendo que consultes con tu dentista, médico o farmacéutico el uso de un analgésico. 9.

Buenos hábitos, Estética dental, Ortodoncia, Prevención

6 consejos para que te duren los retenedores más tiempo

Muchos pacientes que llevan ortodoncia piensan que la retirada de los brackets –o Invisalign- supone el fin de su tratamiento y que el haber llevado éstos durante uno o dos años garantiza los resultados de por vida. Sin embargo, este pensamiento está muy lejos de la realidad. Una vez que termina la fase activa del tratamiento de ortodoncia, comienza otra etapa crucial: la retención. ¿Por qué es importante usar los retenedores? La importancia de la retención reside en que solamente el uso adecuado de los retenedores garantiza la estabilidad de los resultados a largo plazo. Como su propio nombre indica, la función de éstos es retener los dientes en la posición alcanzada al finalizar el tratamiento de ortodoncia.     RETENEDORES REMOVIBLES TRANSPARENTES Los dientes tienen una tendencia natural a moverse. Por tanto, si no se usan los retenedores después de la ortodoncia, con el tiempo tratarán de volver a la posición que tenían anteriormente. Dada su importancia, es necesario saber cuidarlos para que duren el mayor tiempo posible -sin que se rompan, pierdan o deterioren- y realicen su función correctamente. Para mantener los resultados del tratamiento, colocamos dos tipos de retenedores -fijos y removibles- y pautamos revisiones cada tres, seis y doce meses ¿Cómo debo cuidar los retenedores? En primer lugar, es necesario aclarar que existen varios tipos de retenedores y que cada ortodoncista puede recomendar unos u otros. De la misma manera, en función del material del que están hechos, pueden requerir unos cuidados u otros. En nuestra clínica, el tratamiento de ortodoncia –ya sea con brackets o con los alineadores de Invisalign– incluye dos juegos de retenedores. Por un lado, colocamos los fijos (barras pegadas a la cara interna del diente) y, por otro, los removibles o Essix (transparentes de quitar y poner).     RETENEDORES FIJOS DE BARRA METÁLICA Con el objetivo de que los retenedores te duren el mayor tiempo posible, te aconsejamos seguir las siguientes recomendaciones: 1. Ten cuidado al quitarte los retenedores: Aunque los retenedores removibles sean resistentes, es importante tratarlos cuidadosamente. Cuando te los quites, intenta alternar el lado por el que lo haces. Es decir, no te saques el retenedor siempre por el mismo lado, porque al tirar lo vas desgastando, lo que provoca que se pueda romper o fisurar. 2. Limpia los retenedores cuidadosamente: Mientras que la limpieza de los retenedores fijos se realiza durante el cepillado de dientes habitual, los removibles deben lavarse cada vez que se retiran. Ten en cuenta que están expuestos, entre otras cosas, a la saliva o al sarro. Por ello, debes lavarlos con un jabón neutro después de quitártelos –por ejemplo, por la mañana tras haberlos llevado toda la noche-. Aunque tengas la tentación, no los limpies con pasta de dientes: los retenedores pierden transparencia y se vuelven blancos. De esta manera, se deterioran sus propiedades estéticas. 3. Guarda los retenedores en su caja: Usa los retenedores removibles el número de horas al día recomendado por tu ortodoncista. Y, cuando no los lleves puestos, guárdalos en la caja que te hayan facilitado para ello. Éste es el lugar más seguro para ellos, ya que si optas por guardarlos en una servilleta de papel –o similar- corres el riesgo de perderlos o tirarlos. 4. Ten cuidado con los dientes incisivos al morder: Si has llevado brackets, sabrás que es necesario tener cuidado a la hora de comer bocadillos a mordiscos. No hay ningún problema por morder el bocadillo, pero si muerdes y acto seguido tiras de él hacia delante –a modo de palanca- puedes romper el retenedor fijo. En lo que respecta al retenedor removible, nunca comas con él. Si lo haces, no solamente podrá romperse y perder la transparencia que lo hace tan estético. Además, se convertirá en un depósito de restos de alimentos y bacterias. COMER BOCADILLO CON RETENEDORES 5. No te muerdas las uñas: Morderse las uñas puede ser un problema de salud, de estética y, en muchos casos, hasta psicológico. Además, es muy perjudicial para mantener los resultados que tanto te ha costado conseguir con el tratamiento de ortodoncia. Este hábito, repetido en el tiempo, ocasiona desplazamientos en los dientes, lo que compromete su alineación. 6. Acude a las revisiones pautadas Una vez que terminas tu tratamiento de ortodoncia, es muy importante que acudas a las revisiones pautadas por tu ortodoncista. En nuestra clínica, las revisiones son a los tres, a los seis y a los doce meses de haber finalizado el tratamiento. Pasados los doce primeros meses, en los que habrás tenido tres revisiones, tendrás que venir a revisión una vez al año.     REVISIONES DE RETENCIÓN CON ORTODONCISTA Como ves, el hecho de llevar retenedores y ser cuidadosos con su uso te permite llevar una vida completamente normal. Puedes comer prácticamente lo que quieras –teniendo ciertas precauciones y retirando los removibles antes- y tampoco molestan ni duelen. Además, no afectan al habla y como la mayor parte del tiempo los removibles los llevarás solamente para dormir, apenas te darás cuenta de que los tienes. Es posible que al principio sientas una sensación extraña al llevar los retenedores, pero con el paso de los días ésta irá desapareciendo y los retenedores se convertirán en una parte más de tu vida que pasa totalmente inadvertida. Pide tu cita

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¿Sabes cuál es la enfermedad bucodental más común y cómo prevenirla?

Al igual que ocurre con otras partes de nuestro cuerpo, debemos proporcionar a la boca unos cuidados específicos con el objetivo de mantener unos dientes y encías sanos de por vida. Sin embargo, también es verdad que hay determinadas enfermedades que tienen una gran prevalencia entre la población y tienen más posibilidades que otras de aparecer en algún momento de nuestra vida. Este es el caso de la caries: no solamente es el problema bucodental más común, sino que además es la segunda enfermedad más habitual en España, por detrás del resfriado.   ¿Cuáles son las enfermedades bucodentales más comunes? 1. Caries Como acabamos de mencionar, de todas las enfermedades que comprometen nuestra salud en general, la caries es la segunda más común.  Se estima que afecta al 90% de la población mundial, por lo que es probable que la padezcas o hayas padecido. En la mayoría de ocasiones, la caries aparece en niños y adultos jóvenes, aunque puede desarrollarse a cualquier edad. El origen de la caries está en la destrucción de tejidos del diente, que tiene lugar como consecuencia de diferentes factores. Estos desencadenantes están relacionados fundamentalmente con los hábitos de higiene y nutrición: acumulación de placa bacteriana, consumo de azúcares y ácidos presentes en muchos alimentos y bebidas, higiene bucodental deficiente… Además, hay algunas personas que tienen mayor predisposición genética a padecer caries. Sin embargo, éste es un factor que influye en menor medida. De la misma manera que la enfermedad aparece de manera muy frecuente, el tratamiento para combatirla es sencillo: el empaste u obturación. Este procedimiento consiste en limpiar la cavidad del diente en el que se encuentra la caries para posteriormente rellenarla con composite. Dicho esto, es muy importante tratar la caries cuando muestra sus primeros síntomas: dolor o molestias en los dientes, especialmente al ingerir alimentos y bebidas dulces así como muy calientes o frías. Si la caries se deja avanzar, dañará más el diente y requerirá una endodoncia, que es un tratamiento más complejo que el empaste u obturación. Y, si no se trata, a la larga provoca la pérdida de dientes. No hay que olvidar que la caries es la primera causa de pérdida prematura de dientes en personas jóvenes. La caries es la enfermedad bucodental más común y la primera causa de pérdida prematura de dientes. 2. Gingivitis Al igual que en el caso de la caries, la higiene juega un papel fundamental en la aparición de la gingivitis. La gingivitis se caracteriza por la inflamación y el sangrado de las encías provocados por las bacterias que se desarrollan debido a la acumulación de placa bacteriana.     INFLAMACIÓN Y SANGRADO DE ENCÍAS Los síntomas que provoca esta enfermedad son, por tanto, muy claros. El sangrado que aparece durante el cepillado es la primera señal de alarma. Si te sucede, visita a tu dentista lo antes posible, ya que si la gingivitis es tratada a tiempo, es muy fácil de combatir. Su tratamiento consiste fundamentalmente en una limpieza bucodental profesional y en extremar las técnicas de higiene en casa. Sin embargo, si no se trata a tiempo, a la larga comienza a afectar al hueso y deriva en una periodontitis. Tal y como explicaremos en el punto siguiente, esta enfermedad bucodental es mucho más compleja. Como muestra de la prevalencia de la gingivitis entre la población, se estima que en España solamente el 14.8% de los adultos de entre 35 y 44 años tiene las encías sanas. Por su parte, el 59,8% tendría gingivitis y el 25,4% periodontitis. En individuos mayores de 65 años, el porcentaje de encías sanas es aún menor: 10,3%. El resto tiene una enfermedad periodontal: 51,6% tendría gingivitis y el 38% tendría periodontitis.   3. Periodontitis Tanto a la gingivitis como a la periodontitis se les conoce con el nombre de enfermedades periodontales. Como ya hemos mencionado en el punto anterior, la periodontitis es la consecuencia de una gingivitis que no ha sido tratada correctamente.     GINGIVITIS VS PERIODONTITIS Aunque la periodontitis también se puede curar, su tratamiento es más complejo que el de la gingivitis. Éste requiere, entre otros, mediciones para comprobar la profundidad del sarro acumulado en las encías, análisis microbiológico, raspado y alisado radicular, etc. Es precisamente por la mayor complejidad del tratamiento por lo que se recomienda acudir a un periodoncista nada más advertir los primeros síntomas de la gingivitis (inflamación y sangrado de las encías). Si se deja progresar la enfermedad, las bacterias causarán cada vez un daño más profundo y llegarán al hueso, que no hay que olvidar que actúa como soporte del diente. De esta manera, aparecerán otras señales de alarma: mal aliento, recesión de encías, aparición de triángulos negros entre los dientes, movilidad de piezas dentales… Todo esto llevará a consecuencias irreversibles: si se causa un daño progresivo en el hueso que soporta el diente, a la larga se producirá la pérdida de dientes.   4. Cáncer bucal El cáncer oral o bucal se produce con mayor frecuencia en los labios y la lengua. Sin embargo, también desarrollarse dentro de la boca y comprometer las encías, el paladar y la garganta. Aunque cualquier persona (de cualquier edad y sexo) puede padecer cáncer oral, éste afecta en mayor medida a los hombres mayores de 40 años. Bien es cierto que la genética juega un papel esencial en el desarrollo del cáncer. Sin embargo, existen otros factores de riesgo muy importantes. Estos son el tabaquismo y el alcohol. Como en cualquier otra enfermedad, la detección temprana es fundamental en el éxito del tratamiento. Por eso, es importante saber identificar los primeros síntomas y acudir a revisiones regulares con el dentista. Dichos síntomas pueden ser: Úlceras o llagas en la lengua, los labios o cualquier otra parte de la boca Manchas blancas o rojas en la lengua, en las encías o cualquier otra parte de la boca Problemas o dolor al masticar o deglutir Dificultades en el habla Dolor en alguna parte de la boca, sin explicación aparente No hay que olvidar que a pesar de que conozcamos determinados síntomas, el odontólogo es el profesional que cuenta con mayor experiencia y conocimientos para advertirlos.   5. Halitosis El mal aliento o la halitosis comprenden el conjunto de olores desagradables que se emiten a través de la boca. Existen dos tipos de halitosis: oral y extraoral. En el 90% de los casos, el mal aliento tiene su origen en la propia boca. En estos casos, el olor desagradable se debe fundamentalmente a una higiene deficiente, el tabaco o enfermedades periodontales (gingivitis y periodontitis).

cirugía e implantes, Estética dental, Prevención

Cirugía de alargamiento coronario

El alargamiento coronario es un tipo de cirugía periodontal que consiste en recontornear la encía, e incluso el hueso, que están alrededor de un diente para que la pieza dental quede más expuesta y pueda ser tratada. Como su propio nombre indica, este proceso permite incrementar la longitud de la corona, es decir, hace posible otorgar mayor longitud a un diente o varios. El objetivo de esta técnica es restaurador, ya que se lleva a cabo en dos supuestos: cuando existe una caries profunda o una fractura cuya parte final está por debajo de la línea de la encía. Por ejemplo, en el caso de una caries profunda que ha superado el margen subgingival, la obturación –procedimiento mediante el que se restaura un diente- con composite o con una corona no va a tener un correcto sellado. Esto hará que con el paso del tiempo se produzca un filtrado y se forme una caries secundaria. Este proceso se complica en el caso de que se haya practicado una endodoncia en el diente, ya que el paciente no tiene sensibilidad en esa pieza y no va a apreciar la aparición de la caries secundaria. Esto es especialmente grave ya que no hay que olvidar que la consecuencia última de la caries es la pérdida del diente. ¿Te han dicho que tu diente no se puede salvar debido a una caries o fractura y que hay que colocar un implante? Consulta a la Dra. Sánchez porque con la cirugía de alargamiento coronario es posible mantenerlo. ¿Qué es la cirugía de alargamiento coronario? La cirugía de alargamiento coronario se realiza cuando es necesaria una restauración con una corona artificial ya sea por caries o por fractura. Permite retirar y nivelar las encías y el hueso para exponer el diente y que pueda ser restaurado con una nueva corona. Con el objetivo de que se produzca el sellado que evite las filtraciones, la encía se ajusta para que haya al menos un milímetro de superficie sana del diente fuera de la encía. Además, mediante el incremento de la longitud de la corona se protegen la encía y el hueso para evitar daños cerca de la restauración. El alargamiento coronario es un tratamiento habitual en nuestra clínica que en la mayoría de ocasiones se realiza en el sector posterior de la boca. La cirugía se lleva a cabo mediante anestesia local y tiene una duración aproximada de 30-40 minutos. Para combatir las molestias del postoperatorio, el doctor recomendará el uso de analgésicos durante cuatro días.   Antes y después de la cirugía de alargamiento coronario ¿Por qué acudir a la Clínica SanCal? En nuestra clínica, la cirugía de alargamiento coronario es llevada a cabo por la Dra. Sánchez, especialista en Periodoncia, en lugar de por un odontólogo general. Esto es un elemento diferenciador respecto a otras clínicas, ya que la técnica requerida para realizar este tratamiento solamente suele ser dominada por los periodoncistas. Por otra parte, con el objetivo de hacer accesible el tratamiento a cualquier persona, en la Clínica SanCal ofrecemos diferentes métodos de pago y financiación para nuestros pacientes. Especialistas en Periodoncia La cirugía de alargamiento coronario es un tratamiento de Periodoncia que no es realizado por todos los odontólogos. De hecho, la mayoría de odontólogos generales que se encuentra un caso en su consulta de una caries o fractura que ha llegado por debajo de la línea de las encías no ofrece este tratamiento. En su lugar, proponen extraer la pieza y colocar un implante o realizar la reconstrucción de la pieza mediante el procedimiento habitual, solución que tiene mal pronóstico por las posibilidades de filtrado. Sin embargo, como experto en Periodoncia, la Dra. Sánchez ofrece a los pacientes salvar sus dientes originales mediante este tratamiento. De hecho, muchos de los pacientes de la Clínica SanCal recurren a la cirugía practicada por la Dra. Sánchezs tras consultar una segunda opinión después de que su odontólogo les proponga extraer el diente porque no puede ser restaurado o, en el caso de que sea restaurado, avise de su mal pronóstico.   INSTRUMENTAL UTILIZADO EN PERIODONCIA La intervención suele ir acompañada de otros tratamientos como pueden ser la endodoncia y la reconstrucción. Si estás interesado en una primera consulta con la Dra. Sánchez para que valore si en tu caso el tratamiento adecuado es la cirugía de alargamiento coronario y te explique los detalles de la intervención, te animamos a pedir cita en nuestra clínica.

Buenos hábitos, cirugía e implantes

Me acabo de poner implantes, ¿cómo puedo evitar la periimplantitis?

Cada día son más personas las que se someten a un tratamiento de implantes dentales. Esto se debe a que, en la actualidad, éste es un procedimiento muy predecible y con un alto índice de éxito. Por su parte, las garantías que ofrece hoy en día la cirugía se deben a los notables avances que han experimentado en los últimos años las técnicas y la tecnología utilizadas. Sin embargo, como sucede con cualquier otra intervención, la colocación de implantes dentales no está exenta de riesgos. Uno de los problemas más comunes que se derivan de la colocación de implantes dentales es la periimplantitis. De hecho, según los datos publicados por la Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración (SEPA), se deduce la importante prevalencia de esta enfermedad. En el año 2012 se llegó a la conclusión de que en un periodo de 5-10 años tras la cirugía, el 20% de los pacientes podía desarrollar periimplantitis. Aunque éste sea un dato alarmante, es muy importante destacar que, en muchos casos, la periimplantitis se puede evitar. Pero, para ello, hay que conocer las causas que la provocan y las precauciones que deben tomarse antes, durante y después de la intervención.   La acumulación de bacterias y de biofilm oral son la primera causa de aparición de periimplantitis ¿Qué es la periimplantitis? Para comenzar, aclararemos que la periimplantitis es una patología oral que puede tener lugar tras la colocación de implantes dentales. Ésta se produce debido a la inflamación de los tejidos que rodean los implantes y, si no se trata a tiempo, puede provocar el fracaso del tratamiento. La periimplantitis forma parte de las conocidas como enfermedades periimplantarias. Mientras que ésta es la más agresiva, la mucositis periimplantaria es la versión más moderada de dichas patologías. La diferencia entre la mucositis y la periimplantitis es que mientras que la primera solamente afecta a los tejidos blandos, la segunda afecta al hueso que soporta el implante. Si el hueso resulta afectado, tanto el tornillo como el resto de la restauración (corona) pueden caerse.     MUCOSITIS VS PERIIMPLANTITIS Una vez mencionada la diferencia entre periimplantitis y mucositis, podemos decir que la periimplantitis equivaldría a la periodontitis. Mientras que la periimplantitis se produce en los implantes dentales, la periodontitis se origina en los dientes naturales. Por tanto, la mucositis periimplantaria se podría equiparar a la gingivitis. Al igual que ocurre con esta última, los efectos de la mucositis periimplantaria son reversibles si se tratan a tiempo. ¿Cómo evitar la periimplantitis? Para evitar la periimplantitis, es fundamental que se cumplan dos condiciones. En primer lugar, el tratamiento de implantes debe ser llevado a cabo por un profesional formado y experimentado. En segundo lugar, y una vez que contamos con un implantólogo de confianza, es necesario respetar las indicaciones proporcionadas por éste. Aunque dichas indicaciones deben ser personalizadas en función de cada paciente, en general podemos decir que las personas que llevan implantes tienen que seguir los mismos cuidados que con los dientes naturales. Eso sí, con más exhaustividad si cabe. Bien es cierto que respetar las siguientes pautas no evita totalmente la aparición de las enfermedades periimplantarias, ya que el riesgo siempre existe. Sin embargo, respetando las siguientes pautas estaremos haciendo todo lo que está en nuestra mano para evitar la periimplantitis. Y, además, tendremos muchas menos posibilidades de desarrollarla que las personas que no las siguen:   Higiene bucodental: La causa principal por la que se produce la periimplantitis es la acumulación de sarroalrededor del implante dental. Y para evitar que esta placa se deposite y adhiera a nuestros dientes y encías, es muy importante llevar a cabo una correcta y exhaustiva higiene bucodental. De esta manera, eliminaremos todos los restos de alimentos que si no se retiran tras las comidas serán los causantes de la aparición de sarro. Esta adecuada higiene bucodental pasa por un cuidado cepillado. Una vez que llevamos los implantes -y su posterior restauración- hay que destacar que éstos se comportan igual que los dientes naturales. Por este motivo, el cepillado debe realizarse con normalidad, es decir, durante dos minutos y después de cada comida. Además de esto, hay que usar seda dental y un enjuague con flúor.     CEPILLADO PARA EVITAR LA PERIIMPLANTITIS Formación y experiencia del implantólogo: Como no podía ser de otra manera, la formación y experiencia del cirujano que lleva a cabo la intervención también juegan un papel fundamental. La colocación del tornillo en el lugar adecuado y la calidad del implante elegido son vitales para conseguir el éxito del tratamiento. Para que el profesional que realiza el tratamiento te aporte un extra de seguridad y confianza, te recomendamos que elijas un odontólogo especializado en Implantología que se dedique a esta especialidad en exclusiva. Ésta es una opción mejor que decantarse por un dentista general que ocasionalmente realiza cirugías de implantes. Valorar la especialización es un buen punto de partida a la hora de decidirse por un profesional o por otro. Si éste se dedica en exclusiva a la implantología, será más probable que tenga mayor experiencia que otros y, por tanto, mayor destreza a la hora de colocar los implantes. En el caso de la implantóloga que trabaja en nuestra clínica, la doctora Sara Sánchez ejerce su especialidad en exclusiva y cuenta con gran experiencia en este tipo de cirugías. De hecho, ha colocado en los últimos diez años más de 2.000 implantes.     COLOCACIÓN DE IMPLANTES DENTALES Tabaquismo: Por su parte, el consumo de tabaco es uno de los factores que los especialistas relacionan en mayor medida con el fracaso de los implantes dentales. Se sabe que las personas fumadoras tienen un riesgo mayor de desarrollar periimplantitis que las no fumadoras. Además, la pérdida de hueso que pueden experimentar es también mayor respecto a aquellas que no fuman. En el caso de que el consumo de tabaco cese, el riesgo de complicaciones se reduce hasta el mismo nivel que experimentan los no fumadores. Sin embargo, no hay consenso entre los especialistas a la hora de determinar el periodo de tiempo necesario para que una persona ex fumadora esté al mismo nivel que una no fumadora.     TABACO COMO CAUSA DE PERIIMPLANTITIS Revisiones periódicas: Una vez realizada la cirugía de implantes, es imprescindible acudir a las revisiones pautadas por el cirujano.  Esto es algo que se debe destacar, ya que muchos pacientes no mantienen la constancia necesaria para llevar un correcto seguimiento. Las revisiones permiten al implantólogo evaluar el estado

Cultura y curiosidades, Estética dental

Encías retraídas por un cepillado de dientes agresivo: problemas y soluciones

La retracción de encías es uno de los problemas bucodentales más frecuentes entre la población. Esto se debe a que las causas que la originan están, a su vez, muy extendidas. Los motivos más habituales por los que aparece dicha retracción son la enfermedad periodontal (periodontitis), un cepillado agresivo, una mala ortodoncia, un traumatismo bucodental, el tabaquismo o los piercings en la lengua, el labio inferior o el superior. Ya se deba a un motivo o a otro, la retracción gingival puede derivar en problemas o enfermedades bucodentales difíciles de tratar, así como afectar negativamente a la estética de la sonrisa. ¿Por qué tengo las encías retraídas? De todos los orígenes mencionados, un cepillado demasiado fuerte es la causa más frecuente y también la más sencilla de solucionar. Sin embargo, una vez que se advierte la retracción -cuyo síntoma claro es una raíz dental al descubierto- es muy importante empezar a llevar a cabo un cepillado de dientes menos agresivo. Asimismo, se debe visitar a un especialista en Periodoncia con el objetivo de que determine si es necesario someterse a un tratamiento para recuperar la encía. Dicho esto, es destacable el hecho de que la recesión de encías aparezca, precisamente, entre las personas más cuidadosas con su higiene bucodental. Esto se debe a la creencia extendida de que es necesario realizar un cepillado de dientes enérgico para eliminar todos los restos de alimentos que se acumulan en nuestra boca después de las comidas. Pero, si este hábito se realiza de manera muy fuerte, se revierten los efectos positivos del cepillado. Y así comienzan a aparecer, por tanto, las consecuencias negativas de una higiene demasiado agresiva para nuestra boca: retracción de encías y pérdida de tejido dental.     ENCÍAS RETRAÍDAS POR CEPILLADO FUERTE ¿Qué efectos tiene un cepillado fuerte? Un cepillado agresivo ocasiona diferentes problemas en nuestra boca: desgasta el esmalte de los dientes, daña las encías -causando la retracción- y deja al descubierto la raíz dental. El hecho de que la raíz quede al descubierto ocasiona una serie de inconvenientes. El primero de ellos sería la sensibilidad dental, ya que la raíz pierde la protección natural de la encía. Pero, además, la retracción gingival favorece la acumulación de placa bacteriana y, por tanto, la aparición de patologías periodontales (gingivitis y periodontitis). Y, con ello, también pueden aparecer las caries de raíz. Esto se debe a que si dicha parte del diente queda expuesta y se convierte en almacén de placa bacteriana, se vuelve especialmente vulnerable a la caries. Además, como hemos mencionado anteriormente, las encías retraídas causan un deterioro estético. Es decir, si se deja la raíz dental a la vista, es inevitable que el diente se vea demasiado alargado.   ¿Cómo curar las encías retraídas? Para poder solucionar la recesión de encías, lo primero es acabar con la causa concreta que ha originado la retracción. En este caso, el cepillado agresivo. Por eso, lo que debemos hacer si estamos ante esta situación es empezar a cepillarnos los dientes de manera más suave. De esta manera, conseguiremos que la recesión no vaya a más. Dicho esto, es necesario aclarar que la encía no se recupera o se regenera por sí sola. Y, de la misma manera, no existe ningún remedio natural o casero que consiga este propósito. En este punto, desaconsejamos el uso de cualquier remedio casero que leas en Internet (agua oxigenada, bicarbonato…). Si bien algunos de ellos no tienen ninguna utilidad, otros son muy agresivos para las encías. Dado que el tratamiento ante este problema será siempre odontológico, si observamos que tenemos las encías retraídas, es necesario acudir al periodoncista. Como dentista especializado en las encías, será este profesional el que determine si es necesario llevar a cabo un tratamiento para recuperar el nivel de encías anterior. En caso de que considere necesario el tratamiento, el periodoncista podrá llevar a cabo uno de los dos siguientes tratamientos: injerto o estiramiento de encía. Su decisión estará condicionada por el nivel de retracción que haya alcanzado la encía. Injerto de encía: Es una cirugía que consiste en extraer una pequeña muestra de tejido del paladar para posteriormente colocarla en la zona donde la encía se ha retraído. El postoperatorio del injerto de encía es muy sencillo. Esto es gracias a que no deja demasiada inflamación y requiere seguir una dieta blanda y fría durante dos días, así como no cepillarse la zona intervenida hasta la retirada de suturas. Además de evitar todos los problemas que hemos citado previamente, esta pequeña operación servirá para prevenir futuras recesiones, ya que la encía injertada es más resistente que la natural.   Estiramiento de encía: Es un tratamiento similar al injerto, pero más sencillo, ya que se lleva a cabo cuando la retracción es menor. Por tanto, el estiramiento de encía no necesita zona donante de injerto y el postoperatorio es aún más llevadero. Dado que la mejor arma contra las encías retraídas es siempre la prevención, en el siguiente punto vamos a darte una serie de pautas. Es decir, vas a ver cómo debes cepillarte los dientes para que la retracción no avance -en caso de que ya la tengas- o ni siquiera aparezca.   ¿Cómo debo cepillarme los dientes? Antes de nada, es importante subrayar que no es necesario llevar a cabo un cepillado vigoroso para tener una buena higiene. Si tuviéramos que explicar la fuerza que debemos aplicar con un ejemplo gráfico, diríamos que cepillar los dientes se asemeja a barrer. Es decir, no por barrer más fuerte vamos a limpiar mejor ni obtener un beneficio adicional. Simplemente debemos ser meticulosos y no olvidarnos de ninguna zona. Además de la fuerza que aplicamos, otros factores que influyen en la recesión son: demasiado tiempo de cepillado, la excesiva frecuencia con la que lo hacemos, una técnica de cepillado horizontal o usar cerdas duras. Y, si quieres, también puedes leer un artículo que publicamos hace unos meses sobre la técnica más adecuada para cepillarse los dientes. En el caso de que después de todo esto tengas alguna pregunta, nuestro equipo estará encantado de resolver tus dudas acerca de la retracción o los tratamientos citados. Si bien son sencillos, mejorarán mucho tu sonrisa en distancias cortas e, incluso, servirán para prevenir futuras recesiones.

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Traumatismo dental: ¿qué hacer tras recibir un fuerte golpe en los dientes?

Quien tiene niños cerca o practica deportes como el fútbol o el rugby lo sabe: los traumatismos dentales constituyen, junto con la caries, una de las urgencias dentales más comunes.Y es que los fuertes golpes en la boca suelen tener consecuencias en nuestra dentadura que debemos solucionar con rapidez: la viveza de la actuación del profesional que aborde el caso es fundamental en la reconstrucción y salvación de la pieza dental. Pero ¿qué es exactamente un traumatismo dental y en qué situaciones suele ser más común?   ¿Qué es un traumatismo dental? En muchas ocasiones, los fuertes golpes en la cavidad oral provocan lesiones en los dientes y en los tejidos blandos de la boca. Éstos pueden ser consecuencia de una fuerte colisión causada por un accidente, una caída aparatosa o debido a la práctica de deportes de contacto. Si bien hay casos en los que únicamente se ve dañado el esmalte de la pieza, el golpe puede provocar desde la fractura de la pieza dental al desplazamiento o avulsión – caída- de la misma. ¿Quién suele verse afectado por un traumatismo en las piezas dentales? Normalmente, los traumatismos dentales se deben a contusiones provocadas por fuertes golpes derivados de la práctica de deportes de contacto o de juegos bruscos. Su incidencia, aunque también es común entre los adultos, es especialmente notable entre la población infantil, fundamentalmente en niños con edades comprendidas entre los 6 y los 12 años. Es a estas edades cuando son más habituales las caídas producto de la práctica de actividades tales como montar en bicicleta o en monopatín, que ponen en riesgo la salud de nuestros dientes.   Si nos centramos en el caso de traumatismos dentales en bebés, igualmente frecuentes, los achacaríamos a las lesiones sufridas como consecuencia de caídas propias de la época en la que el niño pasa de ser completamente dependiente a caminar y tener, por tanto, cierta autonomía. Es durante el proceso de desarrollo motor cuando las caídas se vuelven habituales. Según vamos avanzando en la edad de aquellos que se ven afectados por un traumatismo dental, podemos destacar las disputas típicas de adolescentes o los accidentes automovilísticos como otras posibles causas frecuentes de los traumatismos en los dientes. Además, también pueden verse afectados por los mismos personas con problemas de movilidad que son, por tanto, más proclives a caerse, o personas que sufren ataques epilépticos. Los traumatismos dentales suelen afectar, mayoritariamente, a los incisivos centrales de la arcada superior. Es decir, a las piezas que reciben el fuerte golpe que causa el traumatismo. Debemos hacer hincapié en el hecho de que aquellas personas con malposiciones en los huesos maxilares son más proclives a sufrir un daño en los dientes. El hecho de que el maxilar sobresalga de manera inusual supone la pérdida de la protección del labio y, por tanto, una mayor posibilidad de sufrir un traumatismo dental.   Además, existen anomalías en el desarrollo normal de la estructura dentaria que favorecen los traumatismos dentales. Entre estas afecciones, destacan la amelogénesis imperfecta –anomalía en el crecimiento del esmalte que tiene lugar durante el desarrollo dentario- o la dentinogénesis imperfecta –una afección de carácter hereditario que afecta al desarrollo normal de la estructura de la dentina-. La debilidad del esmalte no sólo afecta a la apariencia del diente, sino que también compromete la protección del mismo frente a la acción de las bacterias que anidan en la boca o, en este caso, de fuertes golpes. ¿Qué debemos hacer ante un fuerte golpe en los dientes? En muchos casos, el daño derivado de un traumatismo dental es fácilmente perceptible a simple vista mientras que, en otras ocasiones, la afección de la pieza es bastante más severa de la que se aprecia en un primer momento. En caso de que no seamos conscientes del daño a simple vista, debemos tener cuidado si observamos ciertos síntomas como, por ejemplo, un dolor puntual a la hora de morder o de consumir ciertos alimentos. Sufrir un duro golpe en la cavidad oral puede tener consecuencias muy variadas que oscilan desde un daño mínimo del esmalte a la fractura o pérdida de la pieza dental. En todos los casos, es necesaria la evaluación y actuación rápida de un especialista, que valorará la gravedad del golpe y, también, si hay daños imperceptibles a simple vista en los dientes adyacentes.   ¿Qué consecuencias tiene un traumatismo en una pieza dental? Un fuerte golpe puede tener numerosas consecuencias en nuestra boca: Puede provocar movilidad dentaria. Una pieza dental puede modificar su posición inicial en la arcada. Se puede producir la intrusión de la pieza dental, dañando los tejidos de soporte. Daño en los huesos maxilares e, incluso, fractura de los mismos. Heridas en la lengua o en los labios. Daño o caída de nuestros dientes. Dependiendo del daño que sufra la pieza dental, podemos distinguir cuatro consecuencias diferentes en nuestros dientes: Afección del esmalte dental que, dependiendo de la gravedad de dicha afección, afectará también a la dentina de la pieza. Fractura coronaria -o rotura de la corona dental- que, en los casos más graves, puede llegar a afectar a la pulpa dental. Rotura de la corona y fractura radicular -de la raíz- del diente. Avulsión dentaria –o caída de la pieza dental-. Ante este amplio abanico de consecuencias, podemos distinguir varias maneras de actuación. ¿Qué tratamientos son los más adecuados ante un traumatismo en el diente? En caso de una afección leve, es decir, de dientes astillados o de una rotura mínima de la corona, debemos conservar la parte del diente resultante de la fractura y llevarla a la consulta del especialista. El odontólogo tratará de unirla a la pieza dental y, en caso de que no sea posible, intentará restaurar la pieza con composite o, en su defecto, con un tratamiento de carillas. Cuando, a causa del traumatismo dental, se ha fracturado buena parte de la corona dentaria, se recurre a la colocación de una corona. En estos casos, debemos tener en cuenta que si la pulpa dentaria ha sufrido algún daño, se deberá llevar a cabo anteriormente un tratamiento de conducto –o endodoncia-. Ante un pronóstico más grave en el que se haya dañado tanto

Buenos hábitos, Estética dental, Prevención

Blanqueamiento dental con férulas: ¿cómo se hace?, ¿es efectivo?

Tener unos dientes más blancos es un deseo muy extendido entre nuestros pacientes. Ello se debe a que el cambio de su color original supone una gran mejora en la apariencia de la sonrisa: rejuvenece y otorga un aspecto mucho más saludable. Para satisfacer estas necesidades, la Odontología Estética pone a disposición de los pacientes un tratamiento muy sencillo y con el que se consiguen mejoras notables en muy poco tiempo: el blanqueamiento dental.   ¿Qué es un blanqueamiento dental? El blanqueamiento es un tratamiento dental que tiene como objetivo aclarar varios tonos el color original de los dientes, de manera que éstos tengan un aspecto más blanco y brillante. Aunque existen diferentes tipos de blanqueamiento, en este artículo nos vamos a centrar en el que se lleva a cabo únicamente con férulas, que es el que se realiza en la mayoría de clínicas dentales. Pero, además, vamos a compararlo con otros tipos de blanqueamiento, desgranando sus características, ventajas e inconvenientes. ¿Cómo hacer el blanqueamiento dental con férulas? El blanqueamiento dental con férulas es un tratamiento que consiste en administrar unas férulas y jeringas al paciente para que éste aplique sobre las primeras un gel blanqueador y se las coloque en la boca cada noche. Dichas férulas son transparentes y se fabrican a medida del paciente con unos moldes que se han tomado previamente en la clínica. Por su parte, lo que se aplica dentro de ellas mediante las jeringas es un gel blanqueador, que contiene unos determinados agentes químicos: peróxido de hidrógeno y peróxido de carbamida. Aunque el número de horas que se deben llevar dichas férulas es indicado por el dentista que paute el tratamiento, lo habitual es que el paciente las lleve cuatro o cinco horas al día. Esto suele hacerse por la noche ya que es el momento del día en el que la persona ha vuelto a su casa y es más fácil que esté unas horas sin comer y beber. Sin embargo, no es necesario ser demasiado estricto con las horas que están colocadas las férulas. Es decir, si el paciente se va a la cama, no tiene que despertarse para quitárselas, ya que el hecho de dormir con ellas no supone un problema. Por último, este procedimiento dura entre tres y cuatro semanas, aunque, al igual que en el caso del tiempo que se deben llevar las férulas, este aspecto también depende del dentista que lleve a cabo el tratamiento.   FÉRULAS Y JERINGAS PARA BLANQUEAR LOS DIENTES ¿Es efectivo el blanqueamiento dental con férulas? Este criterio surge después de haber comprobado -y comparado- durante años los resultados de ambos tipos de blanqueamiento. En definitiva, aunque con las férulas nocturnas se puedan obtener resultados visibles a corto y medio plazo, el blanqueamiento dental combinado ofrece mayores ventajas. Este último ofrece unos resultados más notables y que se mantienen a largo plazo, es decir, con el paso de los años.   ¿Cómo es el blanqueamiento dental combinado? Como su propio nombre indica, el blanqueamiento dental combinado se caracteriza por unir dos procedimientos: las férulas nocturnas de las que ya hemos hablado y una sesión de lámpara de luz fría. Esta lámpara sirve para potenciar los resultados conseguidos con el gel blanqueador que usamos con las férulas. Es decir, este procedimiento combinado se divide de la siguiente manera: 15 días usando las férulas blanqueadoras por la noche Una sesión de lámpara de luz fría 15 días usando de nuevo las férulas nocturnas Por tanto, el procedimiento tiene una duración total de un mes.   BLANQUEAMIENTO DENTAL LÁSER ¿Blanqueamiento dental con férulas o láser? También llamado blanqueamiento dental láser, el procedimiento combinado presenta una serie de ventajas frente al convencional en el que se utilizan únicamente las férulas: Pros: Duración Los resultados se mantienen a largo plazo. Es decir, pueden durar toda la vida si el paciente se somete cada dos años aproximadamente a un mantenimiento, en el que solamente son necesarias las férulas. Aunque estemos dando un plazo de dos años, este tiempo depende del caso de cada paciente, ya que el esmalte del diente responde de diferente manera en función de cada persona y sus hábitos también son distintos (tabaco, consumo de alimentos con coloración…). Tonos aclarados El blanqueamiento dental láser no solamente dura más tiempo, sino que también consigue aclarar más tonos, por lo que podemos conseguir un diente más blanco. Más completo El tratamiento combinado que ofrecemos en nuestra clínica ofrece, además de lo ya mencionado, una revisión por parte de un odontólogo especializado y una higiene bucodental profesional de 40-50 minutos de duración. De esta manera, se eliminan las manchas y tinciones previas -más superficiales- para dejar el diente en buen estado. De esta manera, se puede blanquear mejor. Contras: Precio El precio del blanqueamiento combinado es superior. Sin embargo, dura mucho tiempo y los mantenimientos que deben realizarse para mantener los resultados de por vida son más baratos que el tratamiento completo. Esto se debe a que en los mantenimientos solamente se utilizan las férulas -que pueden ser reutilizadas por el paciente– y las jeringas con el gel blanqueador. Es decir, el mantenimiento permite alargar mucho los resultados del tratamiento por menos dinero. ANTES Y DESPUÉS: BLANQUEAMIENTO DENTAL  ¿Existe algún blanqueamiento dental casero? Una vez que hemos detallado los dos tipos de blanqueamientos que existen, es importante dedicar un apartado a lo que nunca debemos hacer para blanquear nuestros dientes. Si por casero entendemos un tratamiento que no está supervisado por un odontólogo, que es estándar -en lugar de personalizado- y en el que se usan productos que podemos tener “por casa”, no debemos llevarlo a cabo. En primer lugar, es necesario que el blanqueamiento esté pautado por un dentista. En nuestra clínica, el profesional encargado de planificar los tratamientos es un odontólogo especializado en Estética Dental; la Dra. Sánchez. Esto lo hacemos así ya que consideramos imprescindible que éste explore al paciente. De esta manera, evaluará cuál es su estado de salud bucodental inicial y valorará el estado de sus dientes y encías. Y, además de esto, el odontólogo debe descartar la existencia de problemas o enfermedades que tendrían que ser solventadas antes de iniciar el blanqueamiento (caries, gingivitis, periodontitis…). Por este motivo, no es buena idea comprar unas férulas blanqueadoras en una farmacia o a través de Internet. Todo lo que allí te vendan serán soluciones estándar

Cultura y curiosidades

6 hábitos que tu hijo adolescente debe tener para cuidar sus dientes

Durante la niñez, es fundamental que los padres eduquen a sus hijos en la importancia de mantener unos buenos cuidados e higiene bucodental. A edades tan tempranas, estos buenos hábitos se refieren especialmente al cepillado y a la alimentación. Pero, además, es importante que los niños sean familiarizados con el dentista para que no desarrollen fobias que les supongan un verdadero problema en el futuro. Así, será más fácil que durante la adolescencia -una época llena de cambios en la que la persona comienza a ser más autónoma- los hijos continúen con los buenos hábitos adquiridos en la niñez. De la misma manera, si los adolescentes son conscientes de la importancia de mantener dichos hábitos, los perpetuarán con el paso de los años, lo que repercutirá positivamente en la sonrisa que tengan en el futuro. Y es que una cosa está clara: conocer las medidas preventivas para cuidar la salud bucodental y llevarlas a cabo reduce considerablemente la necesidad de someterse a tratamientos invasivos o dolorosos en la edad adulta. El hecho, a su vez, de evitar tratamientos complejos se traducirá en un importante ahorro de dinero.   Cuidado con los refrescos: se estima que una lata de 330 mililitros contiene alrededor de 6 cucharillas de azúcar. ¿Cómo cuidar la salud bucodental en la adolescencia? Como ya hemos señalado anteriormente, la adolescencia es una etapa clave tanto para continuar con los hábitos inculcados durante la niñez como para adquirir rutinas nuevas que se llevarán a cabo toda la vida.   NIÑO EN EL DENTISTA Por tanto, se recomienda que los padres supervisen los siguientes hábitos de sus hijos:   1. Higiene: cepillarse los dientes al menos dos veces al día Lo ideal es que el cepillado se haga después de cada comida. Sin embargo, entendemos que cumplir esta rutina no sea tan fácil cuando el adolescente está en el colegio o el instituto. Si no puede ser después de cada comida, el adolescente debe cepillarse los dientes al menos dos veces al día: por la mañana y por la noche. Este cepillado debe durar un mínimo de dos minutos y debe acompañarse del uso de una pasta dental con flúor. De esta manera, se eliminará la placa que tiende a acumularse entre los dientes y que, además, es la causante de la caries. Además, tras el cepillado siempre se debe utilizar el hilo dental. Con ello, se retirarán todos los restos de alimentos que han quedado entre las piezas dentales y que las cerdas del cepillo no han conseguido eliminar.   RUTINA DE CEPILLADO DIARIO Y, por último, recomendamos el uso de enjuague bucal tras el último cepillado del día: antes de irse a la cama.   2. Nutrición: alimentación sana y equilibrada Si no se les conciencia sobre la importancia de llevar una dieta sana y equilibrada, los adolescentes tenderán a consumir alimentos y bebidas ricos en azúcares que, sin embargo, tienen un escaso contenido nutricional. Este es el caso de los caramelos o chucherías y de los refrescos. En el caso de los primeros, se recomienda reducir su ingesta al máximo y sustituirlos por sus variedades sin azúcar. En el caso de los segundos, contamos con un dato alarmante. Se estima que una lata de refresco de 330 mililitros contiene alrededor de 6 cucharillas de azúcar. Por tanto, estas bebidas no solamente pueden causar caries. Además, contienen ácidos que dañan y erosionan el esmalte dental. Al igual que con las chucherías, recomendamos reducir su consumo al máximo. Pero si se quieren tomar de vez en cuando, podemos dar un consejo. Lo mejor es beber con la pajita para reducir el contacto de la bebida con los dientes y enjuagarse la boca después de beber. Dicho esto, es importante llevar una alimentación equilibrada en la que abunden las verduras, frutas, la carne o el pescado, que son fuentes naturales de vitaminas y proteínas.   ALIMENTACIÓN SANA Y EQUILIBRADA Con todo lo anteriormente mencionado, nos hemos referido a lo perjudicial que puede ser el consumo abusivo de algunos alimentos. Sin embargo, si es malo el exceso, el defecto puede ser aún peor. Y es que es preocupante el número de adolescentes españoles que padece trastornos de la alimentación como anorexia o bulimia. De hecho, se estima que en España estas enfermedades afectan a más de 400.000 jóvenes y adolescentes, siendo el público más vulnerable el comprendido entre los 12 y los 25 años. Por todos es sabido que la anorexia y la bulimia causan estragos en quienes las padecen. A nivel bucodental, pueden producir desgastes, hipersensibilidad, caries, retracción de encías y pérdida de dientes. A nivel general, estos desórdenes causan daños psicológicos y físicos que pueden llegar a ser irreversibles, como la muerte. Por tanto, si se sospecha que nuestro hijo puede haber caído, o estar cerca de caer, en alguna estas enfermedades, es necesario ponerlo en conocimiento de profesionales médicos lo antes posible.   3. Ortodoncia: tratar a tiempo y extremar la higiene Si hay un tratamiento dental que se asocie con la adolescencia, ése es, sin duda, la ortodoncia. Aunque hoy en día los métodos más estéticos gocen de mucha popularidad (brackets de zafiro, brackets linguales o Invisalign), los adolescentes suelen llevar los tradicionalesbrackets metálicos. ADOLESCENTE CON BRACKETS METÁLICOS Su uso es tan frecuente entre los adolescentes ya que los padres son cada vez más conscientes de las consecuencias que se pueden derivar de tener unos dientes apiñados, girados o desplazados. La mala colocación de los dientes hace que una persona no pueda comer correctamentey que se genere mayor tensión de la debida en los músculos que participan en la masticación. Pero, además, unos dientes que no están correctamente alineados provocan dificultades a la hora de cepillarlos, ya que no se puede acceder a todas sus partes con facilidad. La consecuencia de esta falta de higiene hace que se desarrollen caries o que los dientes sean perdidos precozmente. Dadas las consecuencias que ocasiona la mala colocación de los dientes, es importante advertir que cuanto antes se paute un tratamiento, más fácil será solucionar el problema al que nos enfrentamos. Por eso, desde nuestra clínica recomendamos que la primera revisión con el ortodoncista sea a edades tempranas, aproximadamente a los seis años.   4. Prevenir accidentes: protectores bucales La práctica de deporte forma parte de la vida diaria de los adolescentes. Si, además, éstos practican actividades de contacto como el fútbol o el baloncesto, es aconsejable que se utilice un

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