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El aviso de Harvard sobre los dientes y el cáncer de estómago

La sonrisa es una carta de presentación, y mucho más allá de su aspecto estético, es un reflejo de lo que puede estar sucediendo en otros órganos internos. Numerosos estudios han demostrado la relación que existe entre la salud cardiovascular (enfermedad coronaria, infartos, ictus, etc.) y las caries y los problemas de las encías. Hace unos meses, la Sociedad Europea de Cardiología se hacía eco de una investigación que conecta el cepillado de dientes frecuente con un menor riesgo de padecer fibrilación auricular e insuficiencia cardiaca. Esta relación es importante y justifica el interés de la Organización Mundial de la Salud en promocionar la salud bucodental porque 3.500 millones de personas tienen problemas relacionados con ella: la caries es el más frecuente, seguido de las enfermedades de las encías, que afectan a unos 770 millones de personas, el 10% de la población mundial.   La gingivitis está asociada a un 52% más de riesgo de cáncer gástrico y a un 43% de esófago   Ahora, un grupo de especialistas norteamericanos, chinos, alemanes y noruegos, dirigidos por el epidemiólogo y gastroenterólogo Mingyang Song, de la Facultad de Medicina de Harvard, ha publicado en la revista ‘Gut’ las conclusiones de un estudio que apuntan a una relación directa entre la enfermedad periodontal (de los tejidos que sostienen al diente: encías, hueso, cemento y ligamentos de los dientes) y un aumento del riesgo de padecer cáncer de esófago y gástrico. El peligro también se extiende a personas que han perdido dientes. Microbiota oral Para su trabajo, los científicos examinaron la asociación de antecedentes de enfermedad periodontal y pérdida de dientes con el riesgo de cáncer esofágico y gástrico en 98.459 mujeres del Estudio de Salud de Enfermeras (1992-2014) y 49.685 hombres del Estudio de Seguimiento de Profesionales de la Salud (1988-2016).   Detectaron que, durante los 22 a 28 años de seguimiento, hubo 199 casos de cáncer de esófago y 238 casos de cáncer gástrico, en los que la presencia de enfermedad de las encías se asoció a un 43% y un 52% más de riesgo de cáncer de esófago y cáncer gástrico, respectivamente. ¿Qué explicación ofrecen los autores? Sugieren que las bacterias de la boca (la microbiota oral) pueden estar implicadas en el desarrollo del cáncer, pero también apuntan a una deficiente higiene que, junto con la enfermedad periodontal, podrían promover la formación de nitrosaminas, implicadas en la génesis del cáncer de estómago.   Sin embargo, los especialistas se resisten a establecer una relación causa-efecto firme entre la salud oral y los tumores esofágico y gástrico porque sospechan de la influencia de otros factores no identificados. Esta observación es compartida por el doctor Miguel Carasol, de la Sociedad Española de Periodoncia, quien destaca a Alimente que “hay que dejar muy claro que la periodontitis, hoy en día, no constituye un factor de riesgo directo para el desarrollo de determinados tipos de cáncer”, y se alinea con los autores del artículo de ‘Gut’ sobre la variabilidad de factores que influyen en la aparición del tumor.   Este especialista también apoya la hipótesis de que con una mala higiene oral, los patógenos periodontales pueden promover la formación de sustancias cancerígenas en estos tejidos digestivos y respalda la importancia que concede el grupo de Harvard al microbioma oral. “Las bacterias en la cavidad oral tienen una organización muy compleja que nos permite mantener la salud de los tejidos y enfrentarse a los muchos factores que pueden complicar la situación de equilibrio existente en la boca”, expone. “Este microbioma se altera cuando los patógenos se instalan en la unión entre la encía y el diente, provocando al principio una inflamación simple de la encía (gingivitis), que si progresa separa la encía del diente, creando unas bolsas en las que se instalan los patógenos organizados, dando lugar a la periodontitis”. Cepillo y buenos alimentos El punto en el que encía y diente se separan es crítico porque se forma una herida abierta en el interior y “las bacterias de la periodontitis y sus toxinas pasan a la sangre y pueden afectar a órganos a distancia del cuerpo humano”, advierte Miguel Carasol.   Así pues, todos coinciden en que todavía hay que profundizar en la búsqueda de factores adicionales que, junto con la pérdida dental y la periodontitis, permitan detectar fácilmente a las personas que tienen altas probabilidades de sufrir estos tipos de cáncer. En opinión del miembro de SEPA, “estamos relativamente lejos de que la encía delate a los tumores malignos”, aunque no hay que descartarlo dada “la rapidez del avance científico”. Hasta que el futuro demuestre si las encías y las piezas dentales son buenas para detectar precozmente cáncer de esófago y gástrico, el doctor Carasol insiste en lo que ya está en nuestra mano: higiene y dieta. “La higiene oral es esencial a la hora de conservar la salud bucodental a todas las edades y es necesaria para evitar la evolución a situaciones más complicadas en la boca, como es el paso de la inflamación en la gingivitis a la destrucción de los tejidos que soportan al diente en la periodontitis, con la consiguiente pérdida de dientes”, expone.   En cuanto al papel de la dieta, “es enormemente importante para la prevención de caries y es menos determinante para salud periodontal”, aunque “sin duda, una alimentación adecuada es fundamental para conseguir calidad de vida y salud general”.   ¿Qué alimentos necesita nuestra boca? Frutas y verduras ricas en vitamina C (cítricos, brócoli, fresas, kiwi), arándanos, los ácidos grasos omega 3 y flavonoides.

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La periodoncia y su relación con otras patologías

Aunque la periodontitis es una enfermedad de las encías, guarda una estrecha relación con otras patologías de nuestra salud general. Junto con la gingivitis, la periodontitis es una de la principal enfermedad periodontal y es necesario aplicar los tratamientos adecuados para erradicarla, no solo por la salud bucodental, sino también por los efectos que puede tener en el resto del organismo. ¿Qué es una enfermedad periodontal? Dentro de las enfermedades periodontales se engloban aquellas que afectan a los tejidos que actúan como soporte del diente. Si no se tratan adecuadamente y se les deje progresar, pueden causar daños irreversibles en nuestra cavidad oral. Llegado a este caso, habría que consultarlo con la Dra. Sánchez, el experto en la salud de las encías.    ENFERMEDAD PERIODONTAL   Estas patologías no solo provocan la pérdida de la pieza dental en los casos más avanzados, sino que también pueden influir negativamente en una enfermedad que ya esté presente en nuestro cuerpo o aumentar el riesgo de padecerla. Por ello, no está de más conocer qué tipo de relación tienen las enfermedades periodontales con otras que, a priori, nada tienen que ver con la salud dental. Prevención de las enfermedades periodontales Pero antes de profundizar sobre este tema, vamos a enumerar una serie de pautas que pueden ayudarnos a evitar la aparición de una enfermedad periodontal. La limpieza bucal, un paso indispensable El mantenimiento de una correcta higiene bucodental es la primera acción encaminada a prevenir esta y cualquier otro tipo de dolencias en la cavidad oral. LIMPIEZA BUCAL   Es fundamental que las personas estén concienciadas en lo que se refiere al estado de su boca y se acostumbren a llevar a cabo una rutina diaria y completa después de cada comida. Aplicar una buena técnica de cepillado es muy importante y una buena ayuda es complementar esta acción mediante el hilo dental y enjuagues bucales. Con el cepillo de dientes podremos eliminar los restos de alimentos que hayan quedado entre las piezas dentales, mientras que el enjuague arrastrará hacia fuera todos aquellos residuos que la seda no haya conseguido limpiar. Visita regularmente a tu dentista Llevar a cabo los controles odontológicos pautados por tu dentista es el siguiente paso. Por un lado, es fundamental que el paciente actúe de manera preventiva sometiéndose a una higiene dental profesional que elimine la placa bacteriana del esmalte y encías. En el caso de que tengas dudas sobre si tienes una enfermedad periodontal, lo más aconsejable es consultarlo con un periodoncista. Usualmente, las señales de la enfermedad periodontal son evidentes, ya que el sangrado y la inflamación de las encías suelen ser uno de sus primeros síntomas.   Tal como hemos mencionado anteriormente, es importante recordar que las afecciones de las encías no dañan exclusivamente a la boca, sino que desencadenan otros problemas en la salud general: Nos encontramos, por un lado, ante dolencias a nivel local que únicamente inciden sobre el estado de la cavidad oral, y pueden provocar la pérdida de las piezas dentales, con las enfermedades que conlleva. Por otra parte, hay consecuencias a nivel sistémico cuyos efectos se amplían al resto del cuerpo. ¿Cómo se relacionan las patologías periodontales con el estado de salud general? Antes que nada, es necesario matizar que no en todos los casos una enfermedad periodontal provoca una patología distinta. Podríamos decir que, si nuestro estado de salud general es bueno y se empieza a poner remedio a tiempo a la enfermedad periodontal, no debe afectarnos en mayor medida. No obstante, lo que en un primer momento se considera una infección localizada en la boca, puede derivar en algo más grave en pacientes que no se tratan o que cuentan con enfermedades sistémicas previas. ¿Por qué sucede esto? Las bacterias presentes por la acumulación de placa y sarro en nuestros dientes y debajo de las encías pueden llegar al flujo sanguíneo, perjudicando a otras partes del organismo.   Saber cómo se relaciona la enfermedad periodontal con el resto de tu organismo te ayudará a prevenir diferentes patologías   Diversos estudios ratifican el vínculo entre las patologías periodontales y determinadas enfermedades sistémicas. A pesar de ello, las investigaciones continúan para poder verificar de forma más exacta la correlación de causa y efecto. A continuación mostramos algunos ejemplos. Diabetes La diabetes es una enfermedad bastante extendida en la población mundial, llegando a considerarse como una enfermedad pandémica. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), 422 millones de personas adultas padecían de diabetes en 2014, frente a los 108 millones de 1980. De esta forma, la prevalencia a nivel global de esta patología casi se ha duplicado desde entonces, pasando del 4,7% al 8,5% en la población adulta. DIAGNÓSTICO DE LA DIABETES   En el caso de España, el 13,8% de la población sufre diabetes tipo 2 según un estudio llevado a cabo por el Centro de Investigación Biomédica en Red de Diabetes y Enfermedades Metabólicas Asociadas (CIBERDEM) junto con la Sociedad Española de Diabetes (SED). La diabetes conlleva importantes complicaciones crónicas que pueden provocar la mortalidad prematura. A pesar de esto, hay muchas personas que no han sido debidamente diagnosticadas aun padeciendo la enfermedad. De acuerdo con el mismo estudio, de todas las personas afectadas por la enfermedad, el 6% lo desconoce. Una relación bidireccional Dicho esto, ¿qué tipo de conexión hay entre la diabetes y las enfermedades periodontales? Lo cierto es que la relación entre las dos patologías es bidireccional. La diabetes aumenta el riesgo de padecer una enfermedad periodontal debido a la respuesta inflamatoria que provoca. Los tejidos de soporte de los dientes, las encías, se destruyen de forma más rápida y disminuye la posibilidad de reparación posterior. Además, la propia patología de las encías afecta a la diabetes porque perjudica el control de la glucemia. Alteraciones cardiovasculares No es habitual que una persona piense que, por descuidar su salud dental, va a padecer alguna complicación cardiovascular. Pero lo cierto es que los pacientes con enfermedad periodontal tienen más riesgo de presentar un problema cardiovascular, como un infarto de miocardio o un ictus, que las personas con encías sanas. Así lo asegura la Sociedad Europea de Cardiología, que en el año 2012 incluyó por primera vez la periodontitis como factor de riesgo cardiovascular en sus guías. También en el año 2015, la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y la Sociedad Española

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Odontofobia: 9 consejos para vencer el miedo al dentista

Aunque sabemos que para algunos pacientes acudir a la consulta del dentista no es siempre agradable, la gran mayoría de ellos lo hace porque antepone los beneficios que una visita a tiempo al odontólogo tiene para su salud. Sin embargo, hay determinadas personas que se sienten literalmente “incapaces” de sentarse en el sillón del dentista debido al miedo o la ansiedad que les provoca. En estos casos, podemos llegar a afirmar que el paciente padece odontofobia. ¿Qué causa el miedo al dentista? Lo más habitual es que la odontofobia surja por una experiencia dolorosa anterior, que se ha podido tener de niño o posteriormente en la edad adulta. No obstante, también hay algunas personas que desarrollan el miedo al dentista por una experiencia ajena a ellas y que les han contado familiares o amigos. Sea cual sea el origen de la fobia al dentista, no debemos dejar que ésta nos impida acudir a dicho profesional para que lleve a cabo tanto las revisiones rutinarias como los tratamientos necesarios. PÁNICO AL DOLOR, SONIDO U OLOR ¿Qué problemas ocasiona la odontofobia? Es importante tener presente que la boca supone una puerta de entrada al resto del cuerpo, por lo que cualquier infección o enfermedad oral puede extenderse fácilmente por nuestro organismo si no actuamos a tiempo. Esto hace que las personas que no acuden a la consulta del dentista de manera regular por miedo estén comprometiendo seriamente su salud general. Y es que, no llevar a cabo los cuidados o tratamientos necesarios provoca daños que van más allá de la pérdida de dientes, los dolores constantes o el empeoramiento estético de la sonrisa. Esta falta de atención puede originar enfermedades periodontales, que afectan negativamente a la diabetes, el embarazo o al riesgo de sufrir un infarto. Confía en tu dentista Si tienes miedo, te recomendamos que visites varios odontólogos, trates con ellos tus preocupaciones y observes si son lo suficientemente pacientes, cercanos y amables como para tratar pacientes con odontofobia ¿Qué debo hacer si tengo odontofobia? Si te sientes identificado con lo que te estamos contando y eres una de esas personas que han desarrollado pánico al dolor, sonido o incluso al olor característico de la consulta dental, en este artículo te vamos a dar una serie de consejos para que tu próxima visita al dentista sea más agradable. Y es que en SanCal nos encontramos a diario con pacientes que acuden a nuestra clínica dental con miedo. Por este motivo, podemos decir que estamos acostumbrados a tratar con este tipo de situaciones y que nos esforzamos por ofrecer la máxima comprensión y confianza. Infórmate de los procedimientos que combaten el miedo Lo primero que hay que pensar es que el miedo podía estar más justificado hace años, cuando las técnicas y el instrumental en Odontología estaban mucho menos desarrollados que ahora. Sin embargo, hoy en día existen técnicas como la sedación consciente, que favorece la completa relajación de los pacientes que sienten un alto nivel de estrés ante un tratamiento. Aunque se puede utilizar para realizar cualquier procedimiento, lo más habitual es que recurramos a ella en las cirugías de implantes dentales. Trata con el dentista tus preocupaciones Antes de empezar cualquier tratamiento, es fundamental que tengas una cita con el odontólogo que lo va a llevar a cabo. De esta manera, podrá ofrecerte una explicación de tu diagnóstico y del tratamientoque va a realizar. Si, además, aprovechas esta cita para contarle tus miedos, no solamente reducirás la incertidumbre y estarás más preparado para lo que vaya a hacer, sino que el profesional también sabrá cómo tratarte.   Piensa bien el horario de la cita Si acudes al odontólogo por la mañana a primera hora, evitarás estar todo el día dándole vueltas. Consulta la posibilidad de tomar medicación para relajarte Si crees que te va a ayudar, te animamos a preguntar a tu dentista si puedes tomar algún tipo de medicamento para calmar los nervios. Eso sí, te recordamos que nunca debes tomar ningún medicamento sin consultar a tu médico u odontólogo. Ve acompañado Pide a un familiar o amigo –que no tenga miedo al dentista- que te acompañe a la cita. De esta manera, te podrá tranquilizar y mantener entretenido tanto en la sala de espera como en el gabinete. Tiempo de espera Una vez que estés en la sala de espera, intenta no pensar en lo que va a pasar cuando entres al gabinete. Como alternativa, procura tener la mente ocupada leyendo alguna revista, navegando por Internet con tu móvil o hablando con alguien. Aprende técnicas de relajación Cuando estés en el sillón del dentista, esfuérzate por respirar de manera profunda y por pensar en algo agradable que te permita mantenerte distraído. Esto te ayudará a estar más relajado, en lugar de concentrado en lo que te están haciendo. Llévate música El ruido del instrumental utilizado por dentistas y auxiliares puede ser muy incómodo para algunos pacientes, especialmente para aquellos que tienen miedo. Con el objetivo de no tener que escucharlo, llévate tu propia música y cascos para poder aislarte. Acuerda un gesto con el dentista por si estás incómodo o sientes dolor Si sabes que hay un gesto mediante el cual el profesional va a dejar de hacer lo que esté haciendo, te sentirás más seguro PIDE AYUDA A TU DENTISTA SI LA NECESITAS Pide someterte a un tratamiento menor para romper el hielo Si el procedimiento al que te vas a someter es complejo, puedes solicitar que te realicen una limpieza profesional, por ejemplo. De esta manera, podrás conocer un poco más la clínica que te va a tratar y sus profesionales, lo que te ayudará a ir más confiado a la siguiente sesión. Una vez dicho todo lo anterior, quizá el punto más importante sea el de escoger un profesional competente, cercano y que te entienda. Si estás en su búsqueda, nuestro mejor consejo es que te pongas en manos de un odontólogo en el que confíes, que te ofrezca un trato cercano, que sea sensible ante tu miedo y que se esfuerce para que estés a gusto. Hay muchos dentistas y cada uno tiene su personalidad, por lo que estás en el derecho de elegir uno que, además de ser buen profesional, te haga sentir bien.

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Leucoplasia oral: ¿son peligrosas las manchas blancas en la boca?

La leucoplasia oral es una de las enfermedades de la lengua más comunes de todas las que existen. En la mayoría de ocasiones no reviste gravedad. Sin embargo, siempre que advirtamos una señal nueva diferente en nuestra boca es necesario acudir a un médico o dentista. De esta manera, podrá examinar nuestra cavidad oral y determinar si dicha señal supone algún peligro para nuestra salud.   ¿Qué es la leucoplasia oral? La leucoplasia es un trastorno oral que se caracteriza por dar lugar a unas manchas o parches blancos en la boca. Dichas lesiones se desarrollan principalmente en la lengua y la cara interna de las mejillas. ¿Cuáles son sus síntomas? Aunque ya hemos mencionado el aspecto que provoca esta alteración, a continuación, vamos a concretar algo más sobre la apariencia de las manchas: Son blancas o grises Tienen un contorno desigual Presentan una ligera elevación Causan dolor o molestias No se eliminan con el raspado MANCHAS O PARCHES BLANCOS EN LA LENGUA ¿Cuáles son las causas de la leucoplasia? La causa exacta de la leucoplasia es desconocida. Sin embargo, sí que se conocen un par de detalles importantes. Por un lado, se sabe que este trastorno oral es más común entre los adultos mayores. Por otro lado, los estudios muestran que la leucoplasia tiene una prevalencia entre la población que oscila en torno al 1% y el 5%. Además, los expertos en medicina oral afirman que, en la mayoría de las ocasiones, estas manchas blancas tienen un origen irritativo. Dicha irritación puede estar causada por diferentes motivos: Asperezas en nuestros propios dientes Prótesis dentales que están mal ajustadas y rozan Fumar habitualmente o mascar tabaco Consumo excesivo de alcohol PRÓTESIS PARA LA BOCA Aunque las causas exactas de la leucoplasia se desconocen, se considera que los principales factores de riesgo son la irritación, el tabaco y el alcohol Tratamiento: ¿cómo se cura la leucoplasia? Lo más habitual es que la leucoplasia no necesite tratamiento. Esto se debe a que, si el origen es irritativo, las manchas comienzan a desaparecer una vez que se elimina la fuente de irritación. Por tanto, las recomendaciones de los expertos en medicina bucal serían las siguientes: Seguir unos hábitos de vida saludables que pasen por no fumar y beber alcohol de manera moderada Acudir al dentista si sentimos molestias relacionadas con cualquier prótesis bucal así como en nuestros dientes o encías Acudir al dentista regularmente, aunque, en apariencia, nuestro estado bucodental sea el adecuado. Lo ideal es que esta visita se produzca una o dos veces al año TABACO FAVORECE MANCHAS EN LA BOCA O LEUCOPLASIA ¿Debo acudir al médico o dentista si tengo manchas blancas? A pesar de que en la mayoría de ocasiones estos parches no revisten ninguna gravedad, es importante prestar atención a nuestra boca y tomarse en serio cualquier cambio inusual que apreciemos. Todo ello pasa por autoexplorarnos la boca con regularidad para que nos sea posible advertir cualquier cambio repentino. Y, además, pasa por acudir al dentista, médico de cabecera u otorrinolaringólogo en caso de que advirtamos algún signo inusual. Su criterio profesional nos servirá para salir de dudas y saber si las señales que hemos observado tienen importancia o no. PERSONA AUTOEXPLORÁNDOSE LA BOCA Vigila tu boca Realiza una autoexploración de tu boca regularmente y acude al dentista en caso de que adviertas alguna mancha o cambio significativo ¿Las manchas o parches pueden ser graves? Si te hemos hablado de la necesidad de realizar una autoexploración y de acudir a un especialista en caso de que adviertas algún cambio es porque hay lesiones que pueden indicar la existencia de un cáncer de boca. Tal y como ya hemos destacado, lo más probable es que las manchas o parches blancos se curen por sí solos y no representen ningún peligro para nuestra salud. Sin embargo, hay casos en los que pueden ser un indicador de cáncer de boca. Y, en este supuesto, el pronóstico será más favorable cuanto más incipiente sea la lesión.

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Salud dental durante el embarazo: ¿qué tratamientos me puedo hacer?

as mujeres embarazadas deben extremar sus precauciones en cuanto a su salud se refiere. Y es que, desde el inicio del embarazo, las pruebas médicas y las revisiones ginecológicas se convierten en parte de su rutina: ecografías, análisis de sangre, etcétera.Sin embargo, en muchas ocasiones la salud bucodental queda relegada a un segundo plano. En torno al embarazo y la salud dental hay una gran cantidad de mitos que resultan erróneos. Por ejemplo, debes saber que, en contra de la creencia popular, las mujeres embarazadas deben acudir al dentista, y que el embarazo no tiene por qué ser sinónimo de pérdida de las piezas dentales. En el presente artículo te contaremos qué factores y recomendaciones debes tener en cuenta a la hora de gozar de una buena salud bucodental durante y después del periodo de gestación.   ¿Qué cambios supone el embarazo para la salud dental? La salud bucodental es de vital importancia durante el período de gestación. Instituciones tan prestigiosas como la Asociación Dental Americana (ADA) afirman que la salud dental tiene una relación directa tanto con el estado general de la embarazada como con la salud del feto. En muchas ocasiones, las mujeres no aquejan ningún cambio en el estado de su boca durante el período de gestación. Sin embargo, parece evidente que el embarazo genera ciertas complicaciones en la salud dental. ¿Qué es la gingivitis gestacional? Tal y como afirma la Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración (SEPA), a partir del segundo mes de gestación la cavidad oral se ve alterada a causa de la segregación de dos tipos diferentes de hormonas: estrógenos y progestágenos. Su presencia en nuestra boca supone una mayor tendencia a la inflamación gingival que, unida a unas pautas de higiene poco rigurosas y a una debilitación del sistema inmune, deriva en la aparición de la conocida como gingivitis gestacional. Esto no quiere decir que el embarazo sea el causante de la enfermedad periodontal, sino que durante este período las mujeres son más proclives a padecer procesos de inflamación en las encías. Además, el 50% de las mujeres que padecían una enfermedad periodontal antes de iniciar el embarazo declaran haber notado un agravamiento de la misma a lo largo de esta etapa. Por este motivo, los especialistas aconsejan extremar su precaución en cuanto a la higiene oral se refiere y acudir al dentista para que sea éste quien valore el caso y paute el tratamiento más adecuado para el mismo. VISITA DE EMBARAZADA AL DENTISTA Caries y erosión dental durante el embarazo En primer lugar, cabe destacar que no existe ninguna evidencia que relacione la formación de caries con el período gestacional. Sin embargo, a lo largo del mismo se producen una serie de cambios que sí pueden favorecer la aparición de estas lesiones cariosas. Durante el embarazo es habitual que las mujeres experimenten ciertos cambios en sus pautas alimenticias: tienden picar más entre las comidas -y a no cepillarse los dientes tras ingerir estos alimentos- y, por lo general, consumen una mayor cantidad de hidratos de carbono. Además, durante los primeros meses son frecuentes las náuseas y los vómitos. La reiteración de manera habitual de los mismos supone la presencia de ácidos gástricos en la cavidad oral. Todos estos factores contribuyen a crear de la cavidad oral un ambiente más ácido y, por lo tanto, a dañar el esmalte dental. Por este motivo, las mujeres embarazadas son más proclives a padecer caries dentales. Épulis del embarazo En algunas ocasiones, una irritación prolongada de la mucosa puede provocar la aparición de un pequeño quiste en la zona de la encía. Esta pequeña úlcera se conoce como épulis dental. Se trata de una pequeña tumoración de carácter benigno que suele aparecer durante el primer trimestre de embarazo y tiende a remitir de manera espontánea una vez concluido el periodo de gestación. ¿Qué tratamientos no están indicados durante el embarazo? Algunos medicamentos, pruebas o tratamientos médicos pueden interferir de manera negativa en el correcto desarrollo del bebé. Por este motivo, siempre que acudas a un médico -sea éste un dentista o cualquier otro especialista-, debes comunicar que estás embarazada o que sospechas poder estarlo. De esta manera, éste lo tendrá en cuenta tanto a la hora de valorar tu caso como de pautar el tratamiento más indicado. En el ámbito dental, el hecho de estar embarazada supone una serie de restricciones en cuanto a las pruebas o procedimientos susceptibles de hacer durante esa etapa. A continuación, resolvemos las dudas más frecuentes en cuanto a los mismos. ¿Me pueden anestesiar si estoy embarazada? La anestesia está indicada en embarazadas siempre que el procedimiento así lo requiera. En SanCal nos decantamos por el uso de articaína, un anestésico de corta duración empleado en intervenciones dentales. Su uso se restringe a cantidades muy pequeñas, y resulta completamente inocuo para el desarrollo del bebé. ¿Puedo realizarme radiografías durante el embarazo? Los especialistas recomiendan evitar la toma de radiografías a lo largo del proceso de gestación. Solamente estaría indicada su realización en caso de una urgencia muy severa, y siempre tomando las precauciones necesarias. RADIOGRAFÍA PERIAPICAL Ortodoncia y embarazo Cada vez son más las mujeres adultas que optan por un tratamiento de ortodoncia para mejorar la estética de su sonrisa. Por este motivo, ésta es, sin lugar a dudas, una de las preguntas más frecuentes que nos hacen nuestras pacientes. Si has iniciado un tratamiento de ortodoncia y, posteriormente, te has quedado embarazada, no debes preocuparte: puedes seguir con el mismo con total normalidad, siempre que mantengas unas rutinas de higiene muy rigurosas -recuerda que la presencia de un aparato fijo en la boca dificulta la limpieza oral-. Por el contrario, si estás pensando en comenzar un procedimiento ortodóntico, nuestro consejo es que esperes a finalizar en periodo de gestación. De esta manera, los especialistas podrán realizarte una serie de pruebas diagnósticas -radiografías- necesarias para realizar un estudio de ortodoncia y valorar debidamente tu caso. Si estoy embarazada, ¿puedo realizarme una endodoncia? La endodoncia es un procedimiento destinado a preservar en boca una pieza que, en caso de no ser tratada, tendría que ser extraída. Consiste en la extracción del nervio dental dañado y el posterior sellado de conductos. Requiere de ciertos controles radiológicos, por lo que solo

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Causas y remedios para aliviar el dolor de encías

El dolor de encías –normalmente unido a una inflamación y/o sangrado de las mismas- es una patología muy común entre la población en general, aunque especialmente en personas de entre 30 y 50 años. Puede aparecer como un dolor puntual asociado a una herida o un traumatismo, pero aquel dolor de encías que persiste en el tiempo y que se presenta de manera muy localizada es el más preocupante, dado que puede ser síntoma de una enfermedad periodontal. Causas principales del dolor de encías Las causas más comunes del dolor de encía suelen ser las enfermedades periodontales, que como procesos infecciosos causados por las bacterias que se alojan en nuestra boca, provocan la inflamación e irritación de las encías y por tanto, molestias en las mismas. Existen dos estadios de enfermedad periodontal que provocan dolor de las encías. Los describimos a continuación: Gingivitis Es la enfermedad periodontal provocada por la acumulación de placa bacteriana y que ocasiona inflamación, enrojecimiento y sangrado de la zona gingival. El principal factor por el que se origina es la mala higiene dental: no cepillarse correctamente, o hacerlo de forma agresiva, no utilizar hilo dental… Todo ello favorece la aparición de gingivitis. Periodontitis Se trata del estadio avanzado de la gingivitis, donde las bacterias han afectado no sólo a los tejidos blandos, sino también al hueso maxilar, poniendo en riesgo el sustento de los dientes. Este tipo de infección provoca síntomas como mal aliento, enrojecimiento o sangrado de encías, inflamación gingival, dolor, y movimiento de los dientes.   GINGIVITIS Tanto en el caso de la gingivitis como en el de la periodontitis crónica, el dolor de encías, aunque muy localizado, no suele presentarse de forma permanente. De hecho, lo más frecuente es que surja durante el cepillado o cuando comemos algo. De cualquiera de las maneras, el tratamiento para frenar la gingivitis y que no derive en una periodontitis es una limpieza profesional. Gracias a ella se eliminará la placa bacteriana acumulada y las encías irán desinflamándose hasta que, finalmente, remita el dolor gingival. Otros motivos por los que duelen las encías Además de las enfermedades periodontales como la gingivitis y periodontitis, existen otras causas por las que las encías pueden llegar a doler. Estas son algunas de ellas: Después de una profilaxis: después de una limpieza profesional donde el higienista tiene que raspar la zona de las encías para eliminar la placa bacteriana, es normal que las encías se inflamen y duelan. Tras un tratamiento de blanqueamiento dental: los productos que se utilizan durante una sesión de blanqueamiento dental pueden provocar sensibilidad dental. Cuando esto ocurre, el paciente siente un dolor localizado e intenso al contacto con alimentos o bebidas muy frías o calientes. Sin embargo, las molestias deberían desaparecer al separar los dientes y encías del estímulo externo. Cambios hormonales: aunque la gingivitis gestacional es de conocimiento general, el dolor de encías no va asociado únicamente al embarazo, sino a todos los cambios hormonales que sufren las mujeres. Por ejemplo, después del parto, antes de la menstruación… GINGIVITIS DURANTE EL EMBARAZO Después de la colocación de un implante: la intervención para la colocación de un implante es bastante invasiva por lo que es habitual que los días posteriores a la cirugía se sienta dolor en las encías cercanas al implante dental. Tras la extracción de un diente: es completamente normal sentir dolor en las encías que se encuentran alrededor del diente extraído. La exodoncia habrá producido una inflamación en las mismas y hasta que ésta remita pueden padecerse dolores. Después de someterse a una endodoncia: al igual que en los casos anteriores, al intervenir quirúrgicamente un diente, que en este caso ha sufrido una endodoncia, las encías que le rodean se ven afectadas por la manipulación realizada por el profesional y por lo tanto, pueden sufrir dolor e hinchazón de la zona gingival cercana. Encías retraídas: hay ocasiones en la que la retracción de encías se debe a un cepillado fuerte, en lugar de a una enfermedad periodontal. Cuando las encías retroceden hasta dejar la raíz del diente al descubierto, es posible sentir un fuerte dolor que irá asociado a la exposición del nervio ante estímulos externos. Diabetes: son muchos los estudios que demuestran la relación directa que existe entre esta patología y las enfermedades periodontales. Y ello se explica debido a que las personas que padecen  diabetes mellitus de tipo 2 sufren unas alteraciones en sus vasos sanguíneos que pueden impedir la adecuada circulación de la sangre en las encías. Dichos problemas circulatorios provocan inflamación y dolor en las mismas. Anemia: la falta de vitaminas propia de personas que padecen anemia también puede provocar problemas en la cavidad oral. Bruxismo: las personas bruxistas suelen padecer dolores de dientes y encías debido a la fricción que producen al rechinar los dientes. La dentición en bebés: se trata de una de las causas más comunes del dolor de encías en bebés. A partir de los 6 u 8 meses de edad los niños empiezan a sentir las encías inflamadas y sensibles. Sin embargo, esto es una consecuencia natural de su desarrollo. DENTICIÓN EN BEBÉS El uso de prótesis: sin una correcta higiene, es frecuente que se acumulen restos de comida entre la prótesis, por lo que puede producirse una inflamación por sarro. La toma de determinados medicamentos: algunos fármacos también pueden provocar que las encías se inflamen y duelan. El uso de ortodoncia: aparatos de ortodoncia como los brackets dificultan la limpieza dental y, por tanto, pueden favorecer la aparición de gingivitis por acumulación de sarro. El hábito de fumar: fumar aumenta la acumulación de la placa bacteriana, lo que hace que se desarrollen enfermedades periodontales con mayor facilidad. Dientes mal alineados: cuando existen malposiciones en los dientes es más común que se acumule el sarro alrededor de las piezas dentales. Si no se practica una buena higiene dental, esta situación puede derivar en una posible gingivitis. Dado que el dolor de encías puede deberse a algunas enfermedades que pueden llegar a ser graves (especialmente en el caso de la periodontitis) es importante determinar cuál de las anteriores puede ser la causa subyacente para poder así aplicar el tratamiento adecuado para la misma. Remedios para aliviar el dolor de encías Una vez que hemos diagnosticado dónde está nuestro problema, es momento de buscar la solución para calmar el dolor de encías. Cuando se trata de un dolor puntual no asociado a una patología

Cultura y curiosidades, Estética dental

¿Qué es la erosión dental? Causas y tratamiento

La erosión dental supone el daño del esmalte de los dientes. Sus consecuencias no involucran únicamente al plano estético, si no que también puede influir negativamente en otros factores como, por ejemplo, la sensibilidad dental.En el presente artículo te contaremos qué motiva la erosión dental, cuál es el tratamiento más idóneo para abordarla y qué factores puedes tener en cuenta para prevenirla. ¿Qué es la erosión dental? La erosión dental supone uno de los cuatro tipos diferentes de desgastes dentales junto con la atrición, la abrasión y la afracción. Hablamos de erosión dental cuando se produce un daño del esmalte dental a causa de ácidos ajenos a los presentes en la placa bacteriana. De esta manera, los especialistas distinguen dos tipos de erosión: Hablaremos de erosión intrínseca cuando su causa está producida por el propio organismo humano. En este caso, por los ácidos gástricos. Es especialmente frecuente en personas que padecen problemas de estómago, trastornos psicológicos o de la alimentación -bulimia, por ejemplo-. Por el contrario, estaremos ante un caso de erosión extrínseca cuando la erosión esté provocada por la ingesta de determinados medicamentos -suplementos de vitamina C masticables o aquellos que contengan ácido clorhídrico- o unos hábitos alimentarios nocivos: una dieta con alto contenido en azúcares, bebidas carbonatadas, zumos de fruta concentrados y otros alimentos que contribuyen a crear de la cavidad oral un medio muy ácido. Una misma persona puede sufrir, por lo tanto, erosión por causas extrínsecas e intrínsecas al mismo tiempo. Síntomas de la erosión dental El esmalte dental es una capa dura que recubre la superficie dental, protegiendo la estructura de los mismos de la acción de agentes patógenos. Su debilitamiento a causa de la erosión supone la exposición de la dentina -de color amarillento-. CASO DE EROSIÓN DENTAL Puedes sospechar que tu caso se corresponde con erosión dental cuando observes algunos de los siguientes síntomas: Decoloración de las piezas dentales: el daño del esmalte dental supone una pérdida del blanco de nuestros dientes. Tendremos, entonces, una sonrisa teñida por tonos más amarillentos. Sensibilidad dental: el daño del esmalte dental deja expuesta la dentina, mucho más sensible a los agentes externos. Por este motivo, puedes sufrir un dolor intenso ante el contacto, la ingesta de bebidas y comidas azucaradas o especialmente frías o calientes. Desgaste de las piezas dentales, presentando una forma más redondeada o pequeñas fisuras. Además, los bordes dentales pierden su opacidad y presentan cierta transparencia. ¿Cómo se diagnostica la erosión dental? En una primera fase, la erosión dental se manifiesta en forma de pequeñas manchas de color blanco y no genera ningún tipo de molestia. Por ello, no resulta de fácil diagnóstico para el odontólogo. Sin embargo, en fases más avanzadas de la patología el daño del esmalte se vuelve irreversible. Las molestias por sensibilidad derivadas de la exposición de la dentina se vuelven más agudas, las manchas de los dientes se oscurecen y las fisuras en la superficie masticatoria de las piezas dentales se hacen más visibles. ¿Qué consecuencias tiene la erosión dental para nuestros dientes? La erosión dental tiene varias consecuencias para la salud y la estética de nuestros dientes. En primer lugar, el blanco del esmalte de las personas que la padecen se ve amenazado. Los dientes presentan, entonces, manchas blanquecinas que, con el paso del tiempo, se van oscureciendo. Este factor puede repercutir negativamente en la autoestima de las personas que sufren esta afección, teniendo problemas a la hora de sonreír en público. CONSECUENCIAS DE LA EROSIÓN DENTAL La erosión afecta especialmente a la superficie visible -también conocida como vestibular- los dientes anteriores, especialmente los localizados en la arcada superior. Aquellas piezas que sufren erosión ven cómo el diente pierde su forma convexa, teniendo una superficie vestibular mucho más plana. En caso de que la erosión afecte a los molares, éstos pierden su anatomía oclusal. Por último, y como hemos comentado anteriormente, aquellos pacientes que sufren de erosión dental padecen molestias derivadas de la exposición de la dentina que, en función del avance de esta afección, son más o menos agudas. En estos casos, las personas se ven limitadas a la hora de ingerir depende qué tipo de alimentos -bebidas muy frías o muy calientes, alimentos con alto contenido en azúcar o muy ácidos, etc.-. Tratamiento de la erosión dental En primer lugar, para pautar un tratamiento idóneo para la erosión dental el especialista debe discernir la causa que provoca el daño del esmalte. Una vez determinada, se distinguen tres tipos de tratamientos diferentes en función del grado de avance de la afección. En casos de erosión inicial, bastará con indicar una serie de pautas preventivas que el paciente deberá seguir con rigor. De esta manera, el caso de erosión se frenará y evitaremos consecuencias que revistan una mayor gravedad para la salud de nuestros dientes. Cuando la erosión sea moderada y se haya perdido en una zona localizada del diente todo el esmalte, dejando expuesta la dentina del mismo, bastará con realizar una obturación con composite. En casos de erosión severa en los que se haya perdido esmalte en varias zonas de la misma pieza o en distintas piezas dentales y el paciente acuse molestias más agudas de sensibilidad, se optará por realizar reconstrucciones. En los casos más graves, puede estar indicada la realización de una endodoncia o la colocación de incrustaciones o coronas dentales. La erosión dental es una afección que tiene una estrecha relación con el estilo de vida de las personas. Los especialistas enumeran una serie de alimentos que favorecen su incidencia. ¿Qué alimentos favorecen la erosión dental? Como hemos comentado con anterioridad, la erosión dental está causada por la acción de los ácidos ajenos a la placa bacteriana. De esta manera, podemos afirmar que los siguientes alimentos -con alto contenido en ácidos- favorecen la afección de la erosión dental: Las bebidas carbonatadas, tales como refrescos, y el vino Las frutas demasiado ácidas como los cítricos -naranja, limón, lima- y los jugos de los mismos Bebidas demasiado azucaradas, como por ejemplo los jugos de frutas concentrados Alimentos que posean un alto contenido en azúcar. Debemos recordar que, si bien el azúcar no es un producto ácido como tal, favorece la acidez. ALIMENTOS QUE FAVORECEN LA EROSIÓN DENTAL Debemos destacar que, además de llevar una

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¿Hasta qué edad debo cepillarle los dientes a mi hijo?

Una buena higiene bucal desde pequeño es el primer paso para gozar de buena salud dental de adulto. Por ello es primordial que los niños entiendan que cepillarse los dientes correctamente debe formar parte de su rutina de higiene diaria. La caries es la enfermedad dental más común, y afecta tanto a niños como a adultos. Una extracción prematura de un diente de leche por culpa de una caries influye negativamente en la correcta erupción posterior de los dientes definitivos. Los padres deben inculcar a sus hijos la repercusión negativa que puede conllevar el hecho de no tener unos buenos hábitos de higiene dental, e influir de manera positiva en que los adquieran. Hábitos de higiene dental en bebés Los hábitos de higiene oral deben empezar desde la cuna, incluso antes siquiera de que los dientes hayan empezado a erupcionar. Un acto tan sencillo como pasar una gasa impregnada en agua por las encías y la lengua de nuestro bebé elimina los restos de leche materna de la boca, calma la irritación de las encías y evita la presencia de bacterias. En caso de no prestar atención a la higiene bucal del bebé, pueden surgir afecciones como la caries de biberón. ¿Qué es la caries de biberón? Las caries de biberón -o del lactante- son aquellas que surgen por la exposición frecuente de los dientes del bebé a líquidos con alto contenido en azúcares como pueden ser la leche, jugos de frutas o jarabes. Para prevenirlas debemos tener en cuenta las pautas de higiene oral recomendadas para bebés y tomar precauciones tales como reducir el consumo de azúcar en la dieta, especialmente entre comidas, o no permitir que el niño se quede dormido con un biberón en la boca que contenga un líquido azucarado. ¿A qué edad se deben cepillar los dientes los niños? A partir de los seis meses es normal que aparezca el primer diente de leche: es el momento de incluir el primer cepillo en la rutina diaria de higiene bucal. El uso del dentífrico no está indicado hasta que el niño cumpla dos años aproximadamente, bastará con impregnarlo con agua para eliminar las bacterias que anidan en las encías. Cuando nos aseguremos de que el niño ha aprendido a enjuagarse la boca y que no va a tragarse la pasta de dientes, podemos incluirla en la rutina de cepillado dental. Sólo será necesario aplicar una cantidad mínima: una dosis parecida al tamaño de un grano de arroz. Las pastas más recomendadas son las fluoradas: el flúor fortalece el esmalte de los dientes y lo hace más resistente contra bacterias dañinas que causan afecciones como, por ejemplo, las caries. Sin embargo, debemos ser responsables y adquirir aquellas que tengan la cantidad de flúor recomendada para su edad. Se trata de una sustancia que, en caso de ingerirla en exceso, es tóxica y puede causar fluorosis – una afección que se produce generalmente en el periodo de crecimiento del diente que tiñe el esmalte de un tono marrón-. ¿Cómo debo cepillarle los dientes a mi hijo? Debemos escoger un cepillo de mango grueso, cabezal pequeño y redondeado y cerdas suaves, especialmente destinado a bebés. Cepillaremos con suavidad tanto la cara interior como exterior del diente al menos dos veces al día: por la mañana y por la noche. La lengua es la gran olvidada: en ella anidan una gran cantidad de bacterias que afectan negativamente a la salud bucal de los niños. Debemos incluir la limpieza de la lengua en la rutina de higiene dental de nuestro hijo. Cambiaremos el cepillo siempre que veamos que las cerdas están desgastadas, aproximadamente cada 3 o 4 meses. A partir de los 6 años, está recomendado el uso de un colutorio para completar la higiene bucodental dental, bien sea diario o semanal. Sin embargo, hasta que el niño no tenga la dentadura definitiva completa, está desaconsejado el uso de otros elementos de higiene tales como el hilo dental o los cepillos interproximales. Debemos hacer hincapié en la limpieza de la lengua para conseguir una higiene oral completa ¿A qué edad debo llevar a mi hijo al dentista? Las recomendaciones en cuanto a la primera visita al dentista han cambiado en los últimos años: lo ideal es acudir al especialista cuando el niño cumpla un año de edad. Anteriormente los pediatras pautaban esta primera consulta cuando el niño tuviera todos los dientes de leche en boca: es decir, sobre los tres años. Sin embargo, se ha comprobado que, a esta edad, muchos niños presentaban caries, problemas de maloclusión o habían sufrido traumatismos. En esta primera visita, el especialista revisará el estado de las encías y de los dientes, y verificará que el tono del esmalte sea blanco uniforme. Además, comprobará que no hay alteraciones del crecimiento de los maxilares o alguna malposición dental que pueda estar asociada a hábitos infantiles como la succión del pulgar o el uso inadecuado del chupete. Por último, dará a los padres unas pautas para mantener una correcta higiene y salud bucodental del bebé, y cómo introducir estos hábitos en la rutina del niño de una manera sencilla y divertida. ¿Cada cuánto tiempo está aconsejada una visita al dentista? De forma periódica deberemos llevar a nuestros hijos a revisión con el odontopediatra. Si todo está bien, bastará con una visita al año en la que se verificará que el crecimiento dental es correcto y que no hay afecciones como caries o enfermedades periodontales. Además, sobre los 6 – 8 años está recomendada una primera visita al ortodoncista. A esta edad, ya han salido algunos dientes definitivos y los maxilares están todavía en crecimiento. En caso de haber alguna alteración en el crecimiento de los huesos de la cara o malposiciones, se podrán atajar con tratamientos de ortodoncia interceptiva. De esta forma, se actúa directamente sobre los huesos de la cara del paciente, corrigiendo las posibles malposiciones y guiando la correcta erupción de los dientes definitivos. Adquirir unos hábitos de higiene bucodental saludables desde la infancia puede prevenir afecciones dentales en el futuro. La actuación de los padres es definitiva a la hora de favorecer la salud dental del niño: no sólo deben seguir las pautas establecidas por los

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Implantes o puentes dentales: ¿qué es mejor para mí?

Cuando nuestros pacientes se encuentran con la necesidad de reponer un diente perdido, muchos de ellos se plantean la siguiente duda: ¿Es mejor que me ponga un implante o un puente dental? Como no podía ser de otra manera, dicha duda procede del normal desconocimiento acerca de las dos opciones. Es cierto que ambas alternativas cubren, aparentemente, la misma necesidad, que es el reemplazo de la pieza dental natural. De esta manera, el paciente podrá recuperar la completa funcionalidad y estética de su boca. Sin embargo, si se analizan en profundidad, no es menos cierto que tanto los implantes como los puentes presentan una serie de ventajas y desventajas. Pero, antes de comenzar a hablar de los beneficios y los inconvenientes, vamos a definir bien qué es un implante y qué es un puente. ¿Qué son los puentes dentales? Un puente dental es una estructura compuesta por un conjunto de coronas y que sirve para simular la forma de varios dientes. Dicho puente se fija -mediante un cemento dental- sobre los dientes naturales que tiene la persona que lo lleva. Sin embargo, para realizar este procedimiento y fijar el puente es imprescindible tallar los dientes adyacentes. Esto se debe a que la corona se coloca encima de ellos. Por tanto, para que sea posible superponerla, es necesario reducir el tamaño de los dientes Como última característica de los puentes dentales, diremos que éstos se colocan de manera fija. Es decir, como van cementados sobre los dientes naturales del paciente, solamente pueden ser retirados en la consulta del dentista.     TRATAMIENTO CON PUENTE DENTAL ¿Qué son los implantes dentales? Un implante dental es un pequeño tornillo que se inserta en el hueso mandibular del paciente. De esta manera, tiene como finalidad reemplazar la raíz del diente ausente. Para otorgar al implante plena funcionalidad y estética, será necesario colocar, encima del tornillo, una corona dental. Dicha corona será la que simule la forma del diente original perdido. Al contrario de lo que ocurre con los puentes, cuando colocamos un implante no debemos tallar los dientes vecinos. Esto se debe a que el implante se inserta en el orificio vacío, no necesita apoyarse en el resto de dientes y funciona con independencia de éstos.     TRATAMIENTO DE IMPLANTE DENTAL ¿Qué es mejor: un implante o un puente? Si tuviéramos que generalizar, diríamos que los implantes son siempre una opción mejor que los puentes. Sin embargo, en lo que respecta a la salud no es conveniente generalizar. Por ello, diremos que la elección dependerá del caso de cada paciente, de sus necesidades y de los aspectos a los que otorgue importancia. Para empezar a clarificar esto, en el siguiente apartado vamos a comparar los dos métodos para reemplazar un diente perdido: el implante y el puente. Uno de los inconvenientes de los puentes frente a los implantes es que los primeros exigen tallar los dientes adyacentes, los cuales están sanos. Ventajas y desventajas de los implantes y los puentes A la hora de decidir cuál es el tratamiento más adecuado para el paciente, los odontólogos valoramos, fundamentalmente, cuatro aspectos. Dichos elementos son la duración, la estética, la necesidad de tallado y el precio. Duración El implante dental no solamente sustituye la parte visible del diente -la corona- sino también su raíz. Esto hace que sea una versión mucho más fiel y cercana al diente natural de la persona. Por tanto, es una opción mucho más estable a largo plazo. Sin embargo, en el caso del puente, su estabilidad depende, en gran parte, de los dientes vecinos. Esto se debe a que el puente se soporta sobre los dientes naturales del paciente. Por ello, su supervivencia está muy ligada a la de dichas piezas dentales adyacentes y a que éstas no desarrollen ninguna patología, como puede ser la caries. Dicho esto, también es conveniente destacar que el implante, al ser un elemento completamente artificial, no puede sufrir una enfermedad como la caries.     CARIES EN LA BOCA Estética Tanto el implante como el puente dental tienen una funcionalidad estética y responden muy bien a las necesidades del paciente. Sin embargo, es cierto que el implante proporciona un aspecto mucho más natural a la sonrisa. Esto es debido a los avances que han experimentado en los últimos años tanto las técnicas como los materiales en la especialidad de Implantología.   SONRISA CON IMPLANTE DENTAL   Tallado Tal y como hemos explicado previamente, para colocar un puente es necesario tallar las piezas dentales vecinas, las cuales están sanas. Esto tiene dos inconvenientes principales. Por un lado, se corre el riesgo de dañarlas. Por otro, los dientes adyacentes quedan reducidos de por vida. Y, al tener un tamaño más pequeño, necesitarán ir siempre cubiertos por una corona. En cambio, cuando se coloca un implante, el resto de piezas dentales no resultan afectadas. De esta manera, no es necesario lesionar dientes sanos ni apoyarse sobre ellos. A modo de resumen, y teniendo en cuenta todo lo anterior, se podría decir que los implantes son un tratamiento más conservador que los puentes. No mires solamente el precio Aunque un puente sea mucho más barato que un implante, te recomendamos que compares también la duración y la estética que te ofrecen ambos tratamientos Precio Si en los tres elementos anteriores (duración, estética y tallado) era el implante el que ofrecía, claramente, más ventajas, en el aspecto económico no podemos decir lo mismo. Y es que, el puente dental es mucho más barato que un implante. Como no podía ser de otra manera, el precio del puente viene condicionado por las desventajas que ofrece frente al implante dental. Dicho todo lo anterior, lo más conveniente siempre será que acudas a la Dra. Sánchez, un odontóloga especializado en Implantología. De esta manera, podrá examinarte, analizar tu caso en exclusiva y proponerte la opción que mejor se adapte a tus requerimientos y necesidades. Si quieres acudir a nuestra clínica dental, el equipo de implantólogos estará encantado recibirte en una primera consulta gratuita. De esta manera, podrá examinarte y resolver todas las dudas que te surjan. Pide tu cita gratuita

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