Clínica Sancal

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Buenos hábitos, Cultura y curiosidades

Elección de un cepillo dental

Elegir un cepillo de dientes adecuado es básico para una correcta higiene dental. A día de hoy son muchas las alternativas que tenemos en el mercado. por ello en este artículo hablaremos de las ventajas e inconvenientes que nos ofrece los modelos más comunes. Por otra parte, hay que recalcar que el cepillado dental no es suficiente para obtener una limpieza bucal óptima y es que no podemos olvidar el uso del hilo dental y de los enjuagues bucales para conseguir nuestro objetivo. Mantener nuestra boca limpia es la principal técnica de prevención ante cualquier enfermedad oral, como por ejemplo la caries o la gingivitis. La primera recomendación a la hora de elegir un cepillo de dientes adecuado se refiere al material. Las púas del mismo deben ser de nylon y de puntas redondeadas, con el fin de no dañar el esmalte durante la limpieza. Por esta misma razón y mientras el odontólogo no indique lo contrario, se aconseja elegir un cepillo “medio o suave”, atendiendo a las diferentes niveles de dureza disponibles en el mercado. Los cepillos fuertes pueden dañar las encías y hacerlas sangrar. La segunda elección se refiere al tipo de cepillo de dientes: ¿manual o eléctrico? Ambos pueden ser igual de eficaces y efectivos a la hora de eliminar la placa. ¿Cómo elegir un cepillo dental? Empezaremos hablando del cepillo eléctrico como una de las alternativas recomendable. ¿Por qué razón? En primer lugar porque estamos ante un modelo que nos permite eliminar placa. Además, otra ventaja que debemos considerar es que podremos llegar a cualquier zona de la boca puesto que cuenta con un mango de gran tamaño. Considerando lo anteriormente mencionado no nos debe extrañar que los especialistas recomienden el cepillo eléctrico, especialmente cuando son muchas las novedades y mejoras que están apareciendo; sensor para evitar dañar las encías, cronómetro para medir el tiempo del cepillado… Finalmente, no debemos olvidar que existen modelos de diferentes prestaciones y precios, por lo que podremos encontrar aquel que se ajuste a nuestro presupuesto. Vamos a hablar ahora de los cepillos de toda la vida y es que también se siguen utilizando en la actualidad. En este sentido hay que destacar que este sector también incluye interesantes mejoras, por lo que los cepillos que tenemos en el mercado son más eficaces que antaño con la finalidad de obtener una limpieza óptima. Actualmente podemos clasificar los cepillos en tres categorías: Cepillos de cerdas duras: Probablemente estemos ante la opción menos aconsejable y es que sus características pueden provocar retracción de las encías así como la erosión del esmalte, especialmente en aquellas personas que realizan un cepillado brusco o agresivo. La ventaja de este cepillo es que nos permite eliminar los restos de alimentos y placa bacteriana con relativa facilidad. Cepillo de cerdas intermedias: Si duda se trata de la opción más aconsejable debido a que nos asegura una buena limpieza sin comprometer nuestros dientes ni el resto de tejidos bucales. A día de hoy contamos en el mercado con una gran variedad de cepillos de esta clase. Cepillos de cerdas suaves: La principal ventaja de esta variedad reside en que estamos ante el cepillo menos invasivo para nuestra boca, aunque cuenta con el inconveniente de que es complicado conseguir un resultado óptimo debido a la suavidad de las cerdas. En la actualidad, el uso de este modelo se reduce a los días posteriores después de una intervención dental, como por ejemplo tras la extracción de un diente. En el momento de elegir su cepillo dental, estos son los detalles a tener en cuenta: La mayoría de los profesionales coinciden en que los cepillos de textura mediana son ideales para remover la placa y los restos de alimentos. Elija cepillos de cabeza pequeña para llegar a todas las áreas de la boca, incluyendo los molares posteriores de acceso dificultoso. Respecto al tipo de mango del cepillo (anti-deslizante o de cuello flexible), forma de la cabeza (cónica o rectangular), y modelo de las cerdas (onduladas, planas, recortadas con forma de bóveda ), elijalo según su comodidad y la recomendación del dentista. El mejor cepillo dental es el que se ajusta a su boca y le permite llegar fácilmente a todos los dientes. Hay personas que prefieren utlizar un cepillo dental eléctrico. El cepillo eléctrico puede limpiar mejor los dientes, especialmente en el caso de personas que tienen dificultades para realizar un buen cepillado o que padecen alguna limitación en su destreza manual. ¿Con qué frecuencia debo reemplazar mi cepillo dental? El reemplazo de su cepillo debe realizarse cuando sus cerdas se desagasten o bien cada tres meses. Es importante cambiar el cepillo dental después de un resfriado puesto que las cerdas acumulan gérmenes que pueden provocar una nueva infección. Cuidado del cepillo de dientes El mantenimiento del cepillo de dientes también es importante. Para evitar que se acumulen en él las bacterias, la limpieza y la conservación cuando no se usa deben seguir las siguientes pautas: Limpieza: debe lavarse muy bien con agua después de cada uso y dejar que se seque al aire libre (la humedad facilita la acumulación de microorganismos), manteniéndolo vertical en un vaso o un portacepillos. No compartirlos: utilizar el cepillo de dientes de otra persona supone un riesgo de contraer cualquier tipo de infección. Hay que enseñar a los niños a no hacerlo. Almacenamiento: mientras no se usan no deben guardarse en recipientes cerrados, ya que de este modo se mantiene la humedad y se facilita el crecimiento de las bacterias. Tampoco deben estar en contacto con otros cepillos de dientes. Cambio de cepillo: cada tres meses hay que cambiar de cepillo (manual) o de cabezal (eléctrico). También debe cambiarse cuando las cerdas aparecen dobladas. Tal y como hemos podido ver en este artículo, estamos ante un sector que nos ofrece una amplia variedad de soluciones prácticas y útiles, de modo que podremos escoger aquel modelo que mejor se ajuste a nuestra situación y necesidades.

Buenos hábitos

La importancia de la nutrición en la salud bucodental

La alimentación está muy relacionada con la salud bucodental. Hay alimentos que son muy saludables y también hay otros pueden perjudicar los dientes y las encías. Por ello la alimentación también tiene un papel destacado en la prevención de patologías como la caries dental. Mantener una dieta equilibrada es importante para la salud general. También para mantener la sonrisa sana. Del mismo modo también es fundamental mantener un estilo de vida sana. Es decir, de nada sirve una buena dieta si consumimos mucho alcohol o fumamos. Este tipo de hábitos perjudiciales están relacionados con las patologías orales más graves, como el cáncer oral. Nutrición y salud bucodental Hay algunos alimentos que son perjudiciales para la salud bucodental, como los que son azucarados y los ácidos. Este tipo de alimentos erosionan el esmalte y favorecen la acumulación de placa bacteriana. En el caso de los niños es fundamental moderar alimentos como los caramelos, los pasteles y demás dulces, ya que contribuyen al desarrollo de la caries dental. La caries es la patología oral más común a nivel mundial, según varios estudios. Algunas bebidas como el café, el té o el alcohol también son muy perjudiciales para dientes y encías, por lo que conviene evitarlos. Respecto los ácidos, se recomienda evitar en exceso los alimentos cítricos como algunos zumos. No obstante también hay alimentos saludables para la cavidad oral. Es el caso de las frutas, los lácteos, las hortalizas y los frutos secos. Las frutas y las verduras son ricas en agua y fibra, de modo que ayudan a equilibrar los azúcares y además estimulan la producción de saliva. La salivación es muy importante para eliminar algunas bacterias de la cavidad oral. Después de cada comida es muy importante eliminar los restos de los alimentos y las bacterias que se acumulan en la cavidad oral. Para ello conviene realizar una buena limpieza bucodental. Hablamos de un cepillado y también del uso del enjuague bucal y del hilo dental. Para una limpieza más profunda, también es recomendable el uso del irrigador bucal. También es importante que la pasta dental o el colutorio contengan flúor, ya que ayuda a remineralizar el esmalte. También recomendamos establecer una rutina clara de alimentación. El hábito de picar entre horas puede ser muy perjudicial para los dientes y las encías. Esto se debe a que los alimentos más consumidos entre horas son muy azucarados. El azúcar favorece la formación de sarro y la acumulación de placa bacteriana en la cavidad oral. Por ello también es recomendable acudir con regularidad a la consulta y someterse de vez en cuando a una limpieza dental profesional. En la clínica dental SanCal ofrecemos tratamientos personalizados, para obtener los mejores resultados con tu sonrisa.

Buenos hábitos

Problemas bucodentales en la tercera edad

Mantener una buena salud bucodental es muy importante en cualquier etapa. Pero los pacientes más mayores, junto con los niños, son los más susceptibles a patologías como la caries. Además suelen ser los pacientes que más evitan la consulta. En el caso de los pacientes mayores, se suma el desgaste de las piezas dentales. Pero, ¿Cuáles son las principales complicaciones orales en la tercera edad? En esta etapa hay diversos problemas de salud general que influyen en la salud oral. Es el caso de la diabetes, que está muy relacionada con casos de periodontitis. Otros factores comunes son hábitos como el tabaquismo o el consumo de medicamentos. Para evitar que estos factores influyan en las complicaciones orales, conviene que los pacientes mayores tomen conciencia. Problemas bucodentales en pacientes mayores Caries dental. Los pacientes mayores y los niños son el grupo más expuesto al desarrollo de caries. Según el Instituto de Investigación Dental más del 90% de mayores de 65 años han padecido caries. Uno de los factores principales es que los pacientes mayores son los que menos acuden al odontólogo. En este sentido es muy importante acudir como mínimo dos veces al año al dentista de confianza. Así, las revisiones regulares son imprescindibles para realizar una buena prevención oral. Mandíbula. En la tercera edad es muy habitual padecer complicaciones en la mandíbula. De hecho los casos más comunes son problemas de masticación. La falta de piezas dentales o la mala colocación de prótesis suelen causar complicaciones al masticar. Una mala mordida o una mala masticación pueden alterar la dieta y la digestión del paciente. Sequedad bucal. Esta sensación también es conocida como xerostomía. Esta sensación resulta muy incómoda para el paciente. En general se debe a alteraciones en la producción de saliva. Uno de los factores principales es la ingesta de medicamentos. Enfermedades periodontales. Se trata de enfermedades en las encías. Las principales son la gingivitis y la periodontitis. La gingivitis consiste en la inflamación y sangrado de las encías, un proceso que suele ser reversible. Pero si no se trata a tiempo evoluciona a periodontitis, que provoca la movilidad e incluso la pérdida del diente. Sensibilidad dental. Con el paso del tiempo las encías se retraen y el esmalte queda más expuesto. Esto favorece la sensibilidad dental, que provoca un dolor en los dientes ante estímulos como alimentos y bebidas muy fríos o muy calientes. Periimplantitis. Muchos pacientes mayores son portadores de implantes y prótesis dentales. La periimplantitis consiste en la inflamación de los tejidos que rodean los implantes. Para prevenirla es fundamental mantener una buena higiene oral en la zona del implante. La clave para evitar las principales enfermedades orales durante la tercera edad es acudir con regularidad al odontólogo. Pero también es importante mantener una rutina de higiene eficaz, basada en el cepillado diario y en el uso del colutorio y del enjuague bucal.

Buenos hábitos, Cultura y curiosidades

¿Mascar chicle es bueno para los dientes?

Mascar chicle es uno de los hábitos más extendidos en el mundo. Se dice que al año se consumen unas 100.000 toneladas. Para unos es una mala costumbre, para otros uno de los hábitos más placenteros ¿y para nuestros dientes? Un estudio de la Asociación Dental Americana (ADA) publicado hace un par de meses en The Guardian, afirmaba que mascar chicle sin azúcar durante veinte minutos tras las comidas prevenía la caries dental. Después de las comidas estimula la producción de saliva y así ayuda a neutralizar los ácidos producidos por las bacterias de la placa. Más aún, el chicle permite aliviar la presión de las orejas tapadas por una sinusitis, resfriado o una reacción alérgica. Los chicles sin azúcar contienen edulcorantes como el xilitol. Tiene el mismo poder que la sacarosa (azúcar en polvo), pero contiene menos calorías que otros glúcidos. Esto quiere decir que la misma cantidad de xilitol es capaz de endulzar una taza de café de la misma manera que el azúcar pero con menos calorías. Además este componente produce un efecto real contra la caries, ya que detiene el crecimiento de la principal bacteria causante de la caries, streptococcus mutans. En realidad no debiera existir dilema ni duda alguna. Mascar chicle se recomienda exclusivamente en situaciones en las que te es imposible cepillarte los dientes. Una cosa no sustituye la otra. El chicle es una ayuda importante para mantener la salud dental pero no sustituye al cepillado o a la higiene normal. Calman la ansiedad: mascar chicle produce un efecto relajante. Ayuda a dejar de fumar: los chicles con nicotina han ayudado a numerosas personas a dejar de fumar. Es por ello que muchos investigadores estudian otros usos que se lo podrían dar a esta goma. Reduce el apetito: mascar chicle produce una sensación de saciedad y disminuye las ganas de comer cosas dulces. En este sentido, se ha demostrado que personas que han mascado chicle después del almuerzo ingieren una menor cantidad de productos dulces. Ayuda a disminuir la acidez de la boca: al mascar chicle aumentamos el flujo de nuestra saliva, lo que permite neutralizar los ácidos de las bebidas y alimentos que ingerimos. La saliva posee fosfato y calcio, muy beneficiosos para los dientes. Reduce la caries: los edulcorantes que se añaden a los chicles, tales como el xitilol, reducen la posibilidad de tener caries. El chicle en sí como ya hemos visto no es malo, el abuso de esta goma es lo que puede afectar a nuestro estómago, dientes y a nuestro cuerpo en general. Masticar chicle no es para ti si… Llevas ortodoncia del tipo que sea: brackets, ortodoncia lingual win… Vas a hablar en público. Mascar chicle no se considera de buenos modales. Tienes dolores de estómago. Los chiles contienen sorbitol, una sustancia que puede aumentar el dolor estomacal e incluso ocasiona diarrea crónica. Si padeces bruxismo (aprietas los dientes) no conviene abusar del chicle, empeorará los dolores de mandíbula. Tiendes a abusar de los chicles. Piensa que realmente es una goma con un montón de aditivos que tienen como objetivo engañar a nuestro cuerpo durante un tiempo limitado. Ya lo sabes, el chicle es un producto que puede hacerte disfrutar, pero como todo hay que tomarlo con moderación y en los momentos idóneos. Recuerda que aunque el chicle aporta numerosos beneficios, tal y como hemos comentado, existen otros productos que pueden resultar igual de beneficiosos para nuestra mandíbula. Por ejemplo, ingerir un trozo de queso duro al final de una comida aporta muchos nutrientes y también estimula la producción de saliva en boca. ¿Entonces por qué terminamos mascando chicle? No sabría decirlo con seguridad, puede que sea porque resulta cómodo…

Cultura y curiosidades, Prevención

Muere a causa de la infección de muelas que se le extendió a los pulmones

«El tratamiento con antibióticos que le recetaron no fue suficiente, y acabó falleciendo». En sólo cuatro días desde que ingresó en el hospital tras ir al dentista por un dolor de muelas, los médicos le dijeron a su mujer que no podían hacer nada por parar la infección. Esa misma noche, sus dos hijas pequeñas se quedaron huérfanas de padre.  Una familia de Sacramento, en Estados Unidos, está intentando sobreponerse a la pérdida de un joven padre de familia por una infección dental que se expandió hasta sus pulmones. Vadim Kondratyuk Anatoliyevich, de 26 años, tenían dos niñas pequeñas y era conductor de camiones. Su mujer, Nataliya, explica que a su marido le comenzaron a doler las muelas hace dos semanas durante un viaje a Nueva York, por lo que visitó a un dentista en Oklahoma, quien limpió la infección y le recetó antibióticos. pero la infección empeoró y su cara se hinchó. «Va a ser mi ángel el resto de mi vida». Como se sentía demasiado débil para conducir, el hermano de Vadim atravesó el país para traerlo de vuelta a casa. Sin embargo, después de cuatro días hospitalizado en Utah, los médicos le dijeron a Nataliya que no sabían lo que le ocurría a su marido y que esa noche seguramente moriría porque ellos habían hecho todo lo que estaba a en su mano pero «nada parecía funcionar», provocando que la infección creciera en los pulmones. A pesar de que Vadim era diabético, su mujer explica que estaba sano y lamenta haber perdido al amor de su vida, con el que había estado cuatro años. La familia del fallecido ha lanzado una página web en su memoria para poder llevar el cuerpo hasta su casa para el funeral y poder ayudar a las dos niñas que ahora se han quedado huérfanas. «Sé que está en el cielo y que es una persona feliz. Va a ser mi ángel el resto de mi vida y me va a ayudar todo este tiempo sin un padre y sin un marido«, concluye la viuda. El dolor en y alrededor de las piezas dentales es un problema común, particularmente entre las personas con mala higiene oral. El dolor puede ser constante, aparecer después de un estímulo (calor, frío, alimentos o bebidas dulces, masticar o cepillarse), o ambos. Causas Las causas más comunes de dolor de muelas son: Caries Pulpitis Abscesos periapicales Traumatismos Una muela del juicio que presiona el tejido de la encía (causando pericoronitis) Los dolores de muelas son causados generalmente por caries y sus consecuencias, como pulpitis y abscesos. La caries dental se puede prevenir en gran medida por una buena higiene bucal, lo que ayuda a eliminar la placa. La eliminación de la placa es útil porque las bacterias de la placa producen ácidos que pueden dañar el esmalte dental y la dentina. Las caries causan dolor cuando se extienden a través de la superficie externa del diente (esmalte) hasta el tejido duro situado debajo del esmalte (dentina). El dolor generalmente se produce solo después de la estimulación por el frío, el calor, los alimentos o las bebidas dulces, o al cepillarse. Es probable que la pulpa, el centro vivo del diente, no esté afectada de forma irreversible si el dolor cesa inmediatamente después de retirar el estímulo. La pulpitis (Inflamación de la pulpa del diente) suele estar producida por caries evolucionadas pero también puede ser debida a una lesión de la pulpa dental ocasionada por un trabajo dental previo extenso o defectuoso o por un traumatismo. La pulpitis puede ser reversible o irreversible. Si se aplica calor o frío, el dolor puede persistir durante un minuto o más. El dolor también puede estar presente sin ningún tipo de estímulo. La inflamación de la pulpa causa frecuentemente la muerte de la pulpa dentaria. Una vez que se necrosa la pulpa el dolor cede brevemente (durante horas o semanas). Entonces, el dolor puede reanudarse cuando el tejido que rodea la raíz del diente se inflama (periodontitis apical) o si se produce una acumulación de pus (absceso). Se puede producir un absceso periapical (una acumulación de pus alrededor de la raíz del diente) cuando la infección se desarrolla alrededor de la raíz del diente a partir de una caries o de una pulpitis no tratada. El diente es extremadamente sensible cuando se palpa con una sonda dental metálica o cuando se golpea con un depresor lingual (percusión) y durante la masticación. El absceso periapical puede llegar a un punto crítico en el que se produce su drenaje espontáneo o puede propagarse a los tejidos cercanos (celulitis). Los traumatismos incluyen la rotura o el aflojamiento de las piezas dentales. Un traumatismo dental puede dañar la pulpa y causar pulpitis, un absceso apical y, a veces, la coloración del diente, que puede comenzar poco después de la lesión o hasta décadas más tarde. La pericoronitis es la inflamación e infección de la encía alrededor de la corona de un diente, por lo general un diente que simplemente está saliendo a través de la encía (erupción) o que no consigue atravesar la encía (impactación). Por lo general ocurre alrededor de la muela del juicio cuando esta está en erupción (casi siempre la de la mandíbula inferior), pero puede afectar a cualquier diente. En los niños pequeños, la dentición es a menudo una causa de molestias conforme el diente atraviesa la encía. Complicaciones Las principales complicaciones graves de los trastornos que causan dolor de muelas implican la propagación de la infección desde la zona próxima al diente a los tejidos cercanos. La infección puede diseminarse a los senos nasales (en un diente superior), a una vena principal en la base del cerebro, al seno cavernoso o por debajo de la lengua. La infección que se extiende por debajo de la lengua (en el suelo de la boca) se llama angina de Ludwig y puede causar una inflamación tan importante como para obstruir la vía aérea. La trombosis del seno cavernoso y la angina de Ludwig

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Tipos de pastas dentales

En el mercado hay una gran variedad de productos para la higiene bucodental. Cepillos, colutorios, pastas dentales… Hay una gran variedad y en ocasiones resulta difícil elegir lo más indicado para nuestros dientes y encías. Uno de los productos que tiene más variedad es la pasta dental. Saber qué tipos de pasta dental hay y cuándo usarlas es fundamental para que el cepillado sea eficaz. Pero, ¿Cómo saber qué tipo de pasta necesito? La clave está en saber qué tipo de pasta usar y en qué momento. La pasta de dientes condiciona el cepillado. Para mantener una buena salud oral, es imprescindible lavarse los dientes después de cada comida. Pero también es importante complementar el cepillado con otras técnicas, como los enjuagues e irrigadores bucales, así como el hilo dental. Así, al elegir pasta de dientes hay que tener en cuenta el estado de nuestra boca, que determinará un tipo de pasta u otro. Actualmente encontraremos una pasta para casi cada situación: edad, infecciones, sensibilidad dental… Otro factor a tener en cuenta es la textura de la pasta; actualmente existen hasta tres tipos de pasta distintos. El más usado por la mayoría de pacientes es la pasta de crema o gel, que está recomendada para los dientes sanos. Pero también hay la pasta con fluidos, recomendada para los tratamientos de ortodoncia ya que llega a zonas más profundas de la boca. La menos usada es la pasta con partículas, que realiza una limpieza muy profunda puliendo el esmalte. ¿Qué tipos de pastas dentales hay? Actualmente hay una gran variedad de pastas dentales en el mercado: Pastas para niños. Este tipo de pastas tienen menos concentración de flúor que las pastas para adultos, para no dañar el esmalte de los niños. Se recomienda que los niños no usen pastas para adultos hasta los doce años. Pastas para blanquear los dientes. Los dientes tienden a perder el color blanco brillante con el tiempo, por distintos motivos. Una buena solución es someterse a un blanqueamiento dental profesional, además de cepillar los dientes con pastas específicos para recuperar el tono blanco en los dientes. Pastas para combatir la sensibilidad dental. Ayudan a combatir los efectos de la sensibilidad dental fortaleciendo el esmalte. Pastas para combatir enfermedades de las encías. Este tipo de pastas contienen flúor y clorhexidina, que puede teñir levemente el esmalte. No obstante este tono se puede eliminar con una limpieza profesional. Pastas no específicas. Si tienes la boca sana o no requiere de algún tratamiento concreto una pasta con flúor es tu mejor opción. Estas pastas ayudan a fortalecer el esmalte para un buen mantenimiento de dientes y encías. La ventaja de disponer de tanta oferta en el mercado es que podemos encontrar una pasta que se adapte a las necesidades de nuestra boca, por lo que es más fácil cuidarla y protegerla de las enfermedades bucodentales.

Cultura y curiosidades

10 extraños datos sobre los dientes que tu dentista nunca había mencionado

Sabemos que los tenemos que cuidar y lavar y, que un dolor de muelas puede llegar a ser una verdadera tortura. Tal vez creas que no hay mucho más que conocer sobre los dientes, pero lo cierto es que  son una parte muy interesante de nuestro cuerpo, que no sólo sirven para comer. Hay verdaderas rarezas dentales en los humanos y, también sobre el uso que les damos. Nosotros vamos a contarte 10 curiosidades extrañas sobre los dientes que tu dentista nunca te dijo. 10. Bancos de dientes Si existen bancos de sangre e, incluso de esperma, los dientes no podían quedarse atrás. En Noruega, los niños pueden donar sus dientes de leche y ayudar a la ciencia. Estos dientes, sumados a una muestra de sangre u orina de la madre, sirven para saber cómo los contaminantes afectan a la salud de madre e hijos. Este curioso banco ya trabaja con más de 100 mil niños. Suponemos que el hada de los dientes paga doble por una contribución tan importante. 9. Tatuajes dentales Si te puedes tatuar cada centímetro de piel e incluso encías, no es de extrañar que existan los tatuajes para dientes. Estos, se colocan sobre una corona o funda dental y, no sólo son estéticos. Si bien el dibujo lo elige cada persona, estos tatuajes que se hacen con grafeno como forma de repeler bacterias que podrían provocar caries. Además, y gracias a mini electrodos, pueden transmitir qué tipo de bacterias atacan a tu boca, ayudando al dentista a trabajar mejor. 8. El diente de Buda Si los Cristianos tienen el Santo Sudario, los Budistas conservan como objeto divino un diente que sería del mismo Buda. Este diente se exhibe en la ciudad de Kandy en Siri Lanka, en un lugar que, curiosamente, se llama Templo del Diente. En tiempos antiguos, este canino se pasaba de rey a rey, ya que poseerlo significaba tener el poder. 7. El diente de John Lennon El líder de Los Beatles imaginó muchas cosas, pero dudo que se le haya pasado por la cabeza que uno de sus dientes, se volvería un famoso objeto de colección. Se trata un molar con caries que Lennon regaló a la hija de su ama de llaves, fanática del grupo. Hoy, con John Lennon ya fallecido, ese diente tiene un nuevo dueño: Un dentista pagó $30 mil dólares por él y, no para ponerlo en exhibición, sino que para estudiar el ADN, crear una secuencia y, un día clonar a Lennon. 6. Aparatos dentales falsos en Asia Pocos niños y adolescentes están felices por tener que usar aparatos dentales o frenillos para corregir su dentadura, pero en Tailandia, dado su elevado precio, son sinónimo de riqueza y estatus. Los jóvenes tailandeses usan aparatos dentales estéticos, que pueden ser de colores o llevar diseños de sus personajes favoritos. 5. Actores que adecuan sus dientes para películas En el club de pelea, el personaje de Brad Pitt pierde dientes de un buen golpe en la cara. Este actor quiso hacerlo más realista posible, por lo que hizo remover varios de sus dientes, que después reemplazó con falsos. Otras estrellas hicieron lo mismo, todo sea por brindar el mejor espectáculo a los entusiastas del cine. 4. El hombre con un diente en la nariz Hasta lo que yo conozco, los dientes están en la boca, pero cerca del 4% de la población mundial tiene dientes de sobra en otras zonas de su cuerpo. Este diente extra pocas veces se descubre, pero en el caso de un hombre que sufría de sangrado de nariz, se descubrió que el culpable era un diente ubicado en su fosa nasal izquierda. 3. Dientes para curar la ceguera Suena increíble, pero existe una técnica que utiliza los dientes de la persona para ayudarla a recuperar la visión. Se extrae un canino de la boca y luego se le hace un pequeño agujero para ubicar allí un lente. El diente se vuelve a colocar en la boca, uniéndolo con la mejilla, de forma que cree vasos sanguíneos y tejido nervioso. Este diente se vuelve a remover y se implanta en el globo ocular. Si bien es una cirugía bastante rara, los pocos casos existentes demostraron ser exitosos. 2. El joven con 200 dientes sobrantes Una persona adulta, una vez que finaliza su dentición, tiene 32 dientes, pero en casos raros pueden ser más, tal como le ocurrió a un joven de 17 años en la India. Este adolescente sufría de grandes dolores al lado derecho de su mandíbula, la que además estaba hinchada. En una cirugía, los médicos descubrieron que este muchacho tenía 200 dientes extra, responsables de su problema. Ese exceso de dientes, era provocado por un tumor benigno en la mandíbula llamado odontoma. Extraídos tumor y dientes sobrantes, el caso de este joven impresiona, ya que el récord de dientes formados por este tipo de tumores era de 37. 1. El origen del cepillo de dientes El primer objeto similar al cepillo de dientes, se encontró en el Antiguo Egipto. Se trataba de un instrumento hecho con trozos de astillas de madera que servían para limpiar la dentadura. Cepillos algo más evolucionados provienen de la Antigua China. Con mango de bambú, tenían cerdas de jabalí que aseaban la zona. Los dientes no sólo sirven para masticar, sino que tienen usos increíbles, tal como demostraron estas 10 curiosidades extrañas sobre los dientes. La próxima vez que vayas al dentista, tendrás una nueva actitud.

Cultura y curiosidades, Ortodoncia

¿Cómo saber si los niños necesitan ortodoncia?

La ortodoncia permite corregir la posición defectuosa de los dientes. Este tratamiento persigue fines estéticos y funcionales para la sonrisa. Aunque es habitual comenzarlo en la adolescencia, hay muchos casos de ortodoncia durante la infancia. Hay diferentes tipos de ortodoncia, en función de diversos aspectos. Los aparatos pueden ser fijos o removibles. Los aparatos fijos sólo son manipulables por el odontólogo y suelen ser los brackets tradicionales. Los aparatos removibles pueden ser retirados para comer y para la higiene oral. en el caso de los niños, la ortodoncia más habitual suele el uso de brackets. Pero el odontopediatra valorará qué tipo de tratamiento es el más indicado en función de las necesidades del niño. Cómo saber si los niños necesitan llevar ortodoncia Pero, ¿Cómo saber si tu hijo necesita ortodoncia? Hay varias señales que indican la necesidad de realizar un examen de ortodoncia temprana: Pérdida de los dientes. Los dientes de leche comienzan a caer a partir de los 5 años. En general, a los 13 el niño ya tiene los dientes definitivos. La caída de los dientes demasiado pronto puede indicar la necesidad de llevar ortodoncia. También el retraso en la pérdida de las piezas dentales. Problemas bucodentales. Hablamos de problemas bucodentales a nivel funcional. Es necesario que el niño lleve ortodoncia si tiene dificultad para hablar, masticar y morder. Hábitos en la infancia. El uso del chupete o chuparse el dedo pueden interferir en la posición de los dientes. Estos hábitos están relacionados con la necesidad de llevar ortodoncia. Posición de los dientes. Los dientes demasiado espaciados favorecen la acumulación de placa bacteriana. También los dientes sin espacio o apiñados requieren aparatos. Mordida defectuosa. La mordida es defectuosa cuando los dientes de la arcada inferior sobresalen por delante de la arcada superior. En ese caso, la mordida no es funcional y debe ser corregida mediante la ortodoncia. Como padres siempre buscamos lo mejor para nuestros hijos y su salud es lo más importante para nosotros. Durante su crecimiento debemos dedicar especial atención a fijarnos en aquellas zonas de su cuerpo que podrían no desarrollarse adecuadamente: por ejemplo la vista, la espalda, los pies o, en el caso que nos ocupa, los dientes. Si el remedio para la vista son las gafas, el de la espalda el corsé y el de los pies son las plantillas, para arreglar la dentadura tenemos la ortodoncia. Actualmente la gran mayoría de niños la llevan, la han llevado o la llevarán y los avances han hecho los aparatos más cómodos y estéticos. Pero para llegar al tratamiento primero hace falta realizar el diagnóstico. Está claro que llevaremos a los niños a las revisiones pertinentes del dentista, pero desde casa podemos empezar a pensar en si existe la posibilidad de que necesiten brackets. Si tienes dudas, estas pistas te pueden decir si tu hijo o hija necesita aparato dental: 1. LOS DIENTES ESTÁN TORCIDOS O SUPERPUESTOS Hay varias razones por las que los dientes tienen estas características nocivas: puede ser que sean demasiado grandes para el espacio de la boca o la boca sea demasiado pequeña para los dientes. La mala formación de las encías y las mandíbulas también pueden perjudicar al correcto crecimiento de los dientes, así como los dientes que deberían haber salido pero todavía no lo han hecho. En muchas ocasiones se trata de causas hereditarias. 2. LA MANDÍBULA SUPERIOR E INFERIOR SON DE UN TAMAÑO DEMASIADO DIFERENTE El nombre científico para este caso es ‘maloclusión’: si la mandíbula superior es mayor que la inferior el término que se utiliza es ‘sobremordida’, y si es el caso contrario se llama ‘submordida’. Estos casos provocan el desgaste de los dientes frontales y algunas veces dolor en el paladar. Para corregir esta malformación será necesaria la colocación de la ortodoncia. 3. MOTIVOS HEREDITARIOS Muchos problemas dentales son hereditarios, por lo que si la madre o el padre del niño tiene necesidad de llevar aparato dental o lo ha llevado, es bastante probable que los hijos también lo necesiten. Los problemas que se pueden heredar son la incompleta formación del esmalte dental, la enfermedad de las encías o la falta de alguno de los dientes. Otros inconvenientes como las caries o el sarro también pueden ser hereditarias, pero son de fácil solución si se lleva una higiene buco-dental óptima. 4. EL NIÑO HA UTILIZADO DEMASIADO EL CHUPETE O SE CHUPA EL DEDO El repetido uso de accesorios como el chupete o la succión del dedo pulgar pueden llevar a la malformación de los dientes. Para que no se llegue al caso en el que sólo se pueda arreglar con aparato, hay que retirar el chupete antes de los 3 años de edad. Otra manera de evitar que los dientes se desarrollen de manera equivocada pero sin quitar el chupete es dejar que lo utilicen menos de 6 horas al día. A partir de los 7 u 8 años es cuando debemos consultar con el dentista la necesidad de aparato dental. La edad recomendada para visitar al dentista y consultarle sobre el aparato dental es alrededor de los 7 u 8 años. Esto no significa que el niño vaya a llevar brackets a partir de ese momento, simplemente es el primer paso en el posible plan para que los lleve en un futuro. Si estamos con la duda o si los especialistas ven durante una revisión que puede haber un problema en el desarrollo, también se puede tener en consideración la colocación de la ortodoncia cuando el niño aún tiene los dientes de leche. De esta forma se podrá prevenir la malformación de la dentadura. Una vez sepamos si nuestro hijo o hija necesita ortodoncia y si el caso es afirmativo, en qué edad, habrá que conocer cuál es el mejor tipo de aparato dental para él o ella. Después de la ortodoncia, es fundamental que los niños sigan la fase de retención. Esta fase posterior al tratamiento consiste en llevar los aparatos retenedores, que mantienen los resultados e impiden que los dientes vuelvan a su

Buenos hábitos

Mordedores de uñas, atención: lo próximo en caer serán los dientes

Este mal hábito puede afectar al intestino, las encías o la mandíbula. La estética es lo de menos Antes de volver a morderse las uñas, piense que todos los gérmenes que se han ido acumulando bajo las mismas irán a parar a su boca: un análisis de las uñas de trabajadores de hospital desveló que los más frecuentes son Staphylococcus y Cándida, y ambos pueden producir infecciones. Más allá del problema estético, la onicofagia (como se denomina en medicina a este hábito mordedor de la estructura de los dedos) produce daños colaterales en otras partes del organismo, como la boca y el intestino. De hecho, un estudio realizado en la Universidad de Medicina de Breslavia (Polonia), con 339 estudiantes, detectó peor calidad de vida entre quienes dentelleaban sus uñas. Según explica la doctora Rosa Ortega del Olmo, dermatóloga y profesora en la Universidad de Medicina de Granada, esta parte del cuerpo no es tóxica en sí misma, «lo que sí es dañino son los gérmenes o sustancias tóxicas que se hayan tocado y que pueden acumularse en esa zona». El problema más frecuente de la onicofagia, según dice, es la alteración que produce en la anatomía de la uña (suele volverse más ancha y más corta), además de originar pequeñas heridas alrededor de ellas que, en ocasiones, llegan a infectarse. La deformidad en las mismas puede incluso confundirse con problemas más serios, como la artritis psoriásica, lo que dificulta el trabajo de diagnóstico de los médicos. Pero, además, el hábito de morderse las uñas es el culpable de otras alteraciones que ni se le habían pasado por la cabeza. No regañe a los niños La onicofagia se considera un trastorno nervioso que puede ser tratado por el psicólogo o psiquiatra. Lo recomendable es realizar un tratamiento multidisciplinar, con odontólogo y psicólogo, para obtener mejores resultados, es esencial que el sujeto esté dispuesto a abandonar el mordisqueo para tener éxito. También aconseja que, en momentos de estrés o ansiedad que inciten a morderse las uñas, se utilicen sustitutos, como masticar chicle sin azúcar o mantener las manos ocupadas con cualquier objeto. Otra de las sugerencias es poner atención en el cuidado de las manos y de las uñas (manicura) y llevar siempre una lima de cristal, para eliminar pequeñas roturas en las mismas y no caer en la tentación de morderlas. Además, existen productos que se aplican sobre las uñas varias veces al día y cuyo sabor amargo puede ayudar a eliminar el hábito. No regañar a los niños, porque, al ser un problema de origen psicológico, puede haber un efecto rebote, es decir, al provocarles angustia, se las muerden más. Lo ideal es utilizar refuerzos positivos: premiar al niño cuando no se las muerda. 1. Heridas en dedos Las personas que se muerden las uñas de forma constante llegan a lesionar el lecho ungueal (tejido sobre el que asientan las mismas) , quienes presentan el hábito más agresivo pueden provocar hemorragias subungueales que llevan a la pérdida de toda la uña, aunque también matiza que, por lo general, vuelve a crecer. Esta manía suele producir heridas en los dedos, que en ocasiones se infectan. En función del aspecto, se sabe qué tipo de germen ha causado el brote: en general, si es por bacterias, aparecerá pus (líquido amarillento) y, si es por virus, se formará una verruga (elevación de la piel); también se puede contagiar con herpes, y en este caso aparece una herida redonda y roja, o incluso con hongos (Cándida), que producen inflamación y secreción blanquecina. Y alerta de que todos estos gérmenes pueden pasar a los labios y a la mucosa labial. 2. Infecciones intestinales La onicofagia favorece el contagio de parásitos intestinales, sobre todo en los niños, población en la que es muy frecuente. Existen hasta once tipos de parásitos. Uno de los más conocidos es el oxiuro, popularmente conocido como lombriz, un parásito blanco y muy delgado que vive en nuestro cuerpo: sus huevos, que no son visibles al ojo humano, pueden estar bajo las uñas; y, al morderlas, pasan al aparato digestivo y lo colonizan. El principal síntoma es el picor que producen en la zona anal. Si el niño se rasca, vuelve a infectarse y lo contagia a otras personas. Hay que tener en cuenta que, según los datos que manejan los especialistas, el hábito de morderse las uñas es mayor entre la población infantil: afecta al 45% de los niños y al 10% de los adultos, suele comenzar a los 4–6 años y aumenta hasta los 11 años, momento en que inicia el descenso. 2. Desgaste de dientes Otra consecuencia de morderse las uñas es el desgaste de los dientes, en concreto, de los incisivos superiores e inferiores: provoca microtraumatismos que desprenden partículas de esmalte, lo cual hace que las piezas se vayan recortando. En casos severos, puede haber microfracturas del borde incisal (borde de los incisivos) u otros problemas: el apiñamiento de las piezas dentales, originado por la presión que se ejerce sobre los dientes al morderse las uñas de forma continua y cuya solución pasa por colocar un aparato de ortodoncia para que vuelvan a su lugar; y el desprendimiento de los empastes: si existen reconstrucciones en los incisivos superiores e inferiores, pueden romperse por la presión de los dedos y por el mordisqueo continuo que hacen que los dientes choquen entre sie. 3. Alteración en la mandíbula Un estudio realizado en la India con 240 adolescentes encontró asociación entre el hábito de morderse las uñas y trastornos en la mandíbula que suelen producir dolor y problemas al masticar. Es un problema que sí vemos en la consulta: la posición forzada de la mandíbula al morderse las uñas puede provocar alteraciones en la articulación temporomandibular, ocasionando ruidos al morder y dolor, existen férulas transparentes que cubren todos los dientes para evitar que el paciente se las muerda. 4. Lesión en encías Al mordisquear la uña pueden clavarse pequeños trozos de las mismas entre la encía y el diente, produciendo lesiones

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