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Tengo un bulto en la encía: ¿Debería preocuparme?

Muchos pacientes llegan a las clínicas de todo el mundo preocupados por la una aparición repentina de un bulto en la encía, algo que suele generar una gran alarma. En este bulto no sólo podemos notar dolor e irritación, sino también debemos sumar que los pacientes suelen estar muy inquietos debido al desconocimiento de qué puede ocurrirles. Por suerte podemos decir que la gran mayoría de veces un bulto en la encía no es un signo de padecer una grave patología, pero sí que es cierto que de cara a determinar el motivo por el que nos ha salido debemos acudir al dentista y que sea el especialista quien nos realice una exploración. En caso de tener un bulto en la encía deberemos acudir rápidamente a nuestro dentista de confianza, para que él sea el encargado de que nos explique por qué nos ha salido y cómo atajar la patología. Usualmente, los bultos suelen estar ocasionados por una fístula o un fibroma, pasemos a describir qué es cada uno: Tengo un bulto en la encía: ¿Por qué me ha salido? Fístula: Una fístula es una abertura en la encía por la que encontramos supuración de pus, un líquido blanquecino o amarillento bastante denso. El pus es un signo inequívoco de que tenemos una infección, por lo que deberemos tratarla cuanto antes. El bulto causado por una fístula puede ser debido a varias causas, pero normalmente suele venir motivado por tres factores muy diferenciados: Diente con caries: En este supuesto podremos detectar el problema fácilmente, ya que el paciente padece un dolor bastante agudo en el diente afectado. La inflamación en la encía aparece a raíz de un absceso en el interior del diente, motivado por el acúmulo de bacterias en la raíz.Por norma general, esta acumulación de bacterias suele tener su origen en una higiene oral mejorable. Diente mal endodonciado: Cuando fracasa una endodoncia, comienza un proceso infeccioso que termina por desembocar en una fístula. Las causas principales por las que se produce una fístula después de una endodoncia es debido a errores o complicaciones durante la realización de la técnica, al no haber eliminado todas las bacterias existentes al inicio, o también debido a la reintroducción de bacterias mientras realizamos el tratamiento. Para tratar de prevenir estos errores, el tratamiento de endodoncia se usa mediante tres métodos diferenciadores, fundamentados en la tecnología: usando gutapercha caliente, usando la técnica rotatoria y mediante el uso del microscopio. Tercer molar: Cuando nos están saliendo las muelas del juicio es frecuente encontrar fístulas también. Esto puede ser debido a que la pieza dental que trata de salir se encuentra malposicionada o haciendo daño en la encía, lo que causaría infección y también unas graves molestias en los molares afectados. Si notas cualquier problema en los molares lo más recomendable es acudir rápidamente al dentista y recibir el diagnóstico certero de un profesional. Fibroma: El fibroma es un bulto duro y redondeado que aparece en una parte de la encía blanda que se encuentra sometida a constante irritación. No sólo se encuentran en el tejido gingival, sino que también pueden presentarse en los labios, la lengua o en definitiva, en cualquier parte de la boca. También hacen acto de presencia en aquellas personas que tienen una prótesis dental mal ajustada y que por ende roza, o en aquellas que se lesionan con frecuencia (por ejemplo, en el labio). El fibroma no destaca por causar grandes molestias, sino que únicamente referirá dolor cuando lo toquemos. Este tipo de bulto no es más que una afección benigna que no requerirá el uso de antibióticos, ya que no es un proceso infeccioso. Para curar un fibroma normalmente deberemos extirparlo y limpiar la zona a posteriori, pero para evitar la reaparición tendremos también que eliminar la causa que lo originó. Es decir, si esta se debe al roce continuado de una prótesis, deberemos advertir al dentista que la colocó que revise la misma. La prevención siempre será tu mejor aliada En cualquier caso, al notar un bulto en la encía lo correcto siempre será acudir a la Dra. Sánchez, nuestra dentista de confianza, para asegurarnos de curar la causa que originó este problema. A fin de prevenir ya no un bulto en la encía sino cualquier tipo de patología oral siempre será llevar a cabo una buena rutina de higiene oral. Esto, sumado a una visita periódica a la clínica para que nos realicen una exploración nos librará de problemas y nos asegurará el tener una sonrisa perfecta durante mucho tiempo.

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Gingivitis marginal crónica. ¿Por qué sangran las encías?

¿Qué estás haciendo en Internet buscando temas de gingivitis? ¿Y qué hace aquí Rihanna?, ¿tendrá gingivitis? Llevó más de 10 años trabajando como Odontóloga y puedo contar con los dedos de las manos las personas que me han pedido cita para consultar algo respecto al mal estado de sus encías. Es más, algunas hasta las recuerdo, porque me sorprendieron. ¡Mira, un paciente preocupado por sus encías! ¿Cómo se llama?, ¿de qué signo es?, ¿es extranjero?, ¿Qué inteligente es, verdad?, me cae bien. La mayoría eran mujeres. También son pocos los pacientes que he visto en mi consulta que no tenían gingivitis marginal crónica o gingivitis en las papilas interdentales. ¡Un paciente con las encías absolutamente sanas!, me llama mucho la atención cuando me encuentro con uno. ¿¡Un paciente que no tiene ni siquiera gingivitis leve!? Quiero verlo para felicitarlo y preguntarle: ¿Cómo lo haces? Ejemplo de encía sana. Chica de 20 años con encía sana. Color rosa coral pálido, con puntillado como piel de naranja. Siguiendo el contorno de los cuellos dentarios y cubriendo los espacios entre dientes. Las papilas terminan puntiagudas como punta de flecha. Son firmes, duras y no sangran al higienizar ni con el cepillo ni con la cinta dental. Quisiera ser investigadora en Genética, Biología molecular o inmunología para descubrir: ¿Qué es lo que hace la diferencia?, y encontrar un remedio definitivo. Sería como para merecer el Premio Nobel. También es cierto que si bien la gingivitis no tiene cura definitiva, sí tiene un tratamiento, que la elimina y la previene: la fisioterapia gingival junto con la motivación (psicoterapia bucal) del afectado. Y habiendo un tratamiento así de sencillo y económico, es cierto también que la gingivitis no se ha podido controlar, porque en realidad, ¿a quién le importa? ¿Sabes por qué no le importa a nadie?, en primer lugar porque no duele, y en segundo lugar.., hasta aquí puedo contarte, continúa leyendo… ¿Qué es la gingivitis marginal crónica? Gingivitis es la inflamación de la gíngiva, o sea, del tejido gingival que rodea los cuellos de los dientes, o sea, de la encía. Hay muchos tipos de Gingivitis, pero la más común, la más habitual y frecuente de ver es la Gingivitis marginal crónica. La que afecta a los dos o cuatro milímetros de encía adherida, en el cuello de los dientes y muelas. La Gingivitis marginal crónica, es la enfermedad de mayor incidencia en la población mundial. Sin embargo casi ni se habla de ella, porque no duele, ni mata, ni es contagiosa y cuando sólo se presenta en las muelas, tampoco es antiestética. Y hasta los pacientes la suelen considerar como algo normal, porque siempre la han padecido, nunca le ha dolido y otra cosa no conocen. Si no duele, será normal… Se trata de una congestión o inflamación de la encía que rodea el cuello dental, que puede abarcar a un grupo de dientes o toda la boca, provocada básicamente por la irritación diaria de las toxinas e irritantes producidos por las bacterias de la placa bacteriana. Si estás interesado realmente en controlar o curar tu Gingivitis, va a ser mejor, que te enteres un poco más ¿qué es la Placa Bacteriana?, porque ahí está la madre del cordero. Saber más: placa bacteriana, placa dental o biofilm La gingivitis no entiende de edad, aunque no es frecuente en dientes de leche (dentición temporaria), sí lo es, en niños con dentición mixta (en recambio) o dentición permanente. Por supuesto en jóvenes y adultos. En mayores, o sigues con tu Gingivitis o ya te atacó y te derribó la piorrea (periodontitis) Hay diferentes formas de presentación de la gingivitis, que la hacen más o menos notoria o incluso totalmente desapercibida. Hay Gingivitis agudas y crónicas. Hay gingivitis leves, moderadas, graves y hasta una gingivitis ulcero-necrotizante aguda (G.U.N.A.). Hay hingivitis condicionadas por otros factores irritantes locales, a parte de las bacterias, y las hay condicionadas por factores generales (Sistémicos) como la diabetes, embarazo, predisposición genética, inmunidad, fármacos, tabaco, estrés etc. Gingivitis marginal crónica leve. Chica de 16 años. Encías sangrantes, deflecadas, rojas, congestionadas y con sarro y restos orgánicos visibles. También con manchas de tabaco (fuma). Duelen al cepillar y sangran con facilidad. Gingivitis. En el centro grave, a los costados leve. La misma chica de arriba, pero en maxilar inferior. Las encías están invadidas por sarro, restos orgánicos y bacterias. Las encías pierden su color su forma y ahora aparecen redondeadas, en vez de en punta de flecha. La misma chica de 16 años a los 10 días. Se hizo una limpieza y pulido. Se le enseñó Fisioterapia gingival. Sigue fumando. El cepillado no es perfecto. La cinta dental, la pasa cuando se acuerda. Pero la encía mejoró. La papila redondeada, está volviéndose puntiaguda. Cepillar las muelas, le da arcadas. Pasar la cinta, le da grima, dentera, repelús. Tiene que vencer esas sensaciones, porque van en contra de su salud bucal. Por todo ello no empieces a comerte el coco, pensando en desastres como perder los dientes, y pide una cita con tu dentista para poder explicarle lo que sientes o temes y que te haga un buen diagnóstico periodontal.

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Los mejores aliados para tus dientes y encías

¿Sabías que la falta de vitamina C puede hacer que tus encías sangren? ¿O que el yogur previene la gingivitis? Todos somos conscientes de que lo mejor que podemos hacer para cuidar nuestra salud dental es mantener una buena higiene bucal, pero no hay que olvidar el poder y las propiedades de algunos alimentos. Muchos pueden ser grandes aliados para ayudarnos a proteger y fortalecer dientes y encías.  Las comidas ricas en fósforo, calcio, vitamina D y vitamina C, por ejemplo, contribuyen a mantener una buena salud bucal. Por el contrario, el abuso de azúcar, bebidas carbonatadas, salsas, vinagre, café y vino tinto pueden dañar el esmalte y aumentan el riesgo de producir caries. Te descubrimos qué alimentos te ayudarán a conservar sana tu boca. Toma nota y luce tu mejor sonrisa: Alimentos ricos en vitamina C. Se ha demostrado que la falta de esta vitamina puede provocar encías sangrantes, problemas en la cicatrización, debilitamiento del esmalte dental y gingivitis. Su presencia favorece el crecimiento y la reparación de los tejidos, por lo que es necesario incluirla en nuestra dieta diaria. Naranja, limón, pomelo, mandarina, kiwi, pimiento rojo, perejil, grosella negra, brócoli, berros o papaya son algunos de los alimentos más ricos en esta vitamina. Alimentos ricos en calcio. Los lácteos son una gran fuente de calcio, necesario para nuestros huesos y dientes. Además de la leche y los yogures, los expertos hacen hincapié en la importancia de incluir el queso en nuestra dieta, ya que al consumirlo producimos más saliva, rica en propiedades bactericidas, que protegen nuestros dientes de la caries. Es importante añadir que el calcio se encuentra, también, en otros alimentos como las espinacas, los garbanzos, los calamares, el brócoli, la col rizada o el tofu. Alimentos ricos en fósforo. Al igual que en el caso del calcio, el fósforo es fundamental para la estructura de los dientes. Se encuentra en alimentos de origen animal, como la leche y sus derivados, los huevos, el pescado y, también, en alimentos de origen vegetal, como las legumbres, las nueces o los calabacines. Alimentos ricos en vitamina D. Esta vitamina facilita la absorción de calcio y fósforo, lo que hace a nuestras encías y dientes mucho más resistentes a infecciones, como la gingivitis. Está presente en el pescado azul, el aceite de hígado de pescado, la margarina, los huevos, la leche y los productos lácteos. Si cuidamos nuestra alimentación y prestamos especial atención a la higiene dental, nuestra salud bucal se verá fortalecida. Si, además, incorporamos en nuestro cepillado diario una pasta de dientes específica para el cuidado de las encías, evitaremos enfermedades como la gingivitis, que puede llevar a la pérdida de los dientes.

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5 Tips para prevenir la caries dental

La caries dental es la patología bucodental más extendida a nivel mundial. Afecta especialmente a niños y pacientes mayores. ¿Cómo prevenir la caries dental? La caries dental tiene su origen a los ácidos producidos por las bacterias de la cavidad oral. En sus primeras fases no hay dolor, pero el diente va cambiando de color. En las últimas fases el paciente nota un dolor muy intenso y puede llegar a perder la pieza dental. Un tratamiento habitual para curar el diente dañado es el empaste dental. Tips para la prevención de caries dental Para prevenir la caries es muy importante tener en cuenta los siguientes aspectos: Educación dental. La prevención de la caries suele ser un problema de educación dental en muchos pacientes. Por ello es muy importante que los pacientes reciban esta educación desde la infancia. Además esto favorece el desarrollo de una boca más fuerte y sana. También es fundamental evitar hábitos de vida perjudiciales, como el tabaquismo y el consumo de alcohol. Técnicas de higiene oral. Para prevenir la caries conviene mantener una técnica concreta. La Dra. Sánchez, profesional dela  clínica dental SanCal recomiendan un cepillado suave y lento, con movimientos hacia arriba y abajo. Además conviene insistir en las zonas difíciles, donde se acumula más cantidad de placa bacteriana. Higiene completa. Además del cepillado, para una buena prevención de la caries es imprescindible limpiar todas las zonas de la cavidad oral. Es decir, limpiar la lengua, los espacios entre los dientes… Los utensilios más recomendados son el hilo dental, el limpiador lingual y el enjuague bucal. Para una limpieza más profunda, también se aconseja el uso del irrigador bucal. Renovar el equipo de limpieza. Tener un cepillo de calidad está muy bien, pero no puede durar toda la vida. La Dra. Sánchez recomienda reponer el cepillo cada tres meses aproximadamente. También es aconsejable adaptar la pasta y el enjuague a las necesidades de tus dientes y encías. Acudir al odontólogo. Las visitas regulares son muy importantes para prevenir la caries dental. Se recomienda acudir una vez cada seis meses como mínimo a la consulta.

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Elección de un cepillo dental

Elegir un cepillo de dientes adecuado es básico para una correcta higiene dental. A día de hoy son muchas las alternativas que tenemos en el mercado. por ello en este artículo hablaremos de las ventajas e inconvenientes que nos ofrece los modelos más comunes. Por otra parte, hay que recalcar que el cepillado dental no es suficiente para obtener una limpieza bucal óptima y es que no podemos olvidar el uso del hilo dental y de los enjuagues bucales para conseguir nuestro objetivo. Mantener nuestra boca limpia es la principal técnica de prevención ante cualquier enfermedad oral, como por ejemplo la caries o la gingivitis. La primera recomendación a la hora de elegir un cepillo de dientes adecuado se refiere al material. Las púas del mismo deben ser de nylon y de puntas redondeadas, con el fin de no dañar el esmalte durante la limpieza. Por esta misma razón y mientras el odontólogo no indique lo contrario, se aconseja elegir un cepillo “medio o suave”, atendiendo a las diferentes niveles de dureza disponibles en el mercado. Los cepillos fuertes pueden dañar las encías y hacerlas sangrar. La segunda elección se refiere al tipo de cepillo de dientes: ¿manual o eléctrico? Ambos pueden ser igual de eficaces y efectivos a la hora de eliminar la placa. ¿Cómo elegir un cepillo dental? Empezaremos hablando del cepillo eléctrico como una de las alternativas recomendable. ¿Por qué razón? En primer lugar porque estamos ante un modelo que nos permite eliminar placa. Además, otra ventaja que debemos considerar es que podremos llegar a cualquier zona de la boca puesto que cuenta con un mango de gran tamaño. Considerando lo anteriormente mencionado no nos debe extrañar que los especialistas recomienden el cepillo eléctrico, especialmente cuando son muchas las novedades y mejoras que están apareciendo; sensor para evitar dañar las encías, cronómetro para medir el tiempo del cepillado… Finalmente, no debemos olvidar que existen modelos de diferentes prestaciones y precios, por lo que podremos encontrar aquel que se ajuste a nuestro presupuesto. Vamos a hablar ahora de los cepillos de toda la vida y es que también se siguen utilizando en la actualidad. En este sentido hay que destacar que este sector también incluye interesantes mejoras, por lo que los cepillos que tenemos en el mercado son más eficaces que antaño con la finalidad de obtener una limpieza óptima. Actualmente podemos clasificar los cepillos en tres categorías: Cepillos de cerdas duras: Probablemente estemos ante la opción menos aconsejable y es que sus características pueden provocar retracción de las encías así como la erosión del esmalte, especialmente en aquellas personas que realizan un cepillado brusco o agresivo. La ventaja de este cepillo es que nos permite eliminar los restos de alimentos y placa bacteriana con relativa facilidad. Cepillo de cerdas intermedias: Si duda se trata de la opción más aconsejable debido a que nos asegura una buena limpieza sin comprometer nuestros dientes ni el resto de tejidos bucales. A día de hoy contamos en el mercado con una gran variedad de cepillos de esta clase. Cepillos de cerdas suaves: La principal ventaja de esta variedad reside en que estamos ante el cepillo menos invasivo para nuestra boca, aunque cuenta con el inconveniente de que es complicado conseguir un resultado óptimo debido a la suavidad de las cerdas. En la actualidad, el uso de este modelo se reduce a los días posteriores después de una intervención dental, como por ejemplo tras la extracción de un diente. En el momento de elegir su cepillo dental, estos son los detalles a tener en cuenta: La mayoría de los profesionales coinciden en que los cepillos de textura mediana son ideales para remover la placa y los restos de alimentos. Elija cepillos de cabeza pequeña para llegar a todas las áreas de la boca, incluyendo los molares posteriores de acceso dificultoso. Respecto al tipo de mango del cepillo (anti-deslizante o de cuello flexible), forma de la cabeza (cónica o rectangular), y modelo de las cerdas (onduladas, planas, recortadas con forma de bóveda ), elijalo según su comodidad y la recomendación del dentista. El mejor cepillo dental es el que se ajusta a su boca y le permite llegar fácilmente a todos los dientes. Hay personas que prefieren utlizar un cepillo dental eléctrico. El cepillo eléctrico puede limpiar mejor los dientes, especialmente en el caso de personas que tienen dificultades para realizar un buen cepillado o que padecen alguna limitación en su destreza manual. ¿Con qué frecuencia debo reemplazar mi cepillo dental? El reemplazo de su cepillo debe realizarse cuando sus cerdas se desagasten o bien cada tres meses. Es importante cambiar el cepillo dental después de un resfriado puesto que las cerdas acumulan gérmenes que pueden provocar una nueva infección. Cuidado del cepillo de dientes El mantenimiento del cepillo de dientes también es importante. Para evitar que se acumulen en él las bacterias, la limpieza y la conservación cuando no se usa deben seguir las siguientes pautas: Limpieza: debe lavarse muy bien con agua después de cada uso y dejar que se seque al aire libre (la humedad facilita la acumulación de microorganismos), manteniéndolo vertical en un vaso o un portacepillos. No compartirlos: utilizar el cepillo de dientes de otra persona supone un riesgo de contraer cualquier tipo de infección. Hay que enseñar a los niños a no hacerlo. Almacenamiento: mientras no se usan no deben guardarse en recipientes cerrados, ya que de este modo se mantiene la humedad y se facilita el crecimiento de las bacterias. Tampoco deben estar en contacto con otros cepillos de dientes. Cambio de cepillo: cada tres meses hay que cambiar de cepillo (manual) o de cabezal (eléctrico). También debe cambiarse cuando las cerdas aparecen dobladas. Tal y como hemos podido ver en este artículo, estamos ante un sector que nos ofrece una amplia variedad de soluciones prácticas y útiles, de modo que podremos escoger aquel modelo que mejor se ajuste a nuestra situación y necesidades.

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Problemas bucodentales en la tercera edad

Mantener una buena salud bucodental es muy importante en cualquier etapa. Pero los pacientes más mayores, junto con los niños, son los más susceptibles a patologías como la caries. Además suelen ser los pacientes que más evitan la consulta. En el caso de los pacientes mayores, se suma el desgaste de las piezas dentales. Pero, ¿Cuáles son las principales complicaciones orales en la tercera edad? En esta etapa hay diversos problemas de salud general que influyen en la salud oral. Es el caso de la diabetes, que está muy relacionada con casos de periodontitis. Otros factores comunes son hábitos como el tabaquismo o el consumo de medicamentos. Para evitar que estos factores influyan en las complicaciones orales, conviene que los pacientes mayores tomen conciencia. Problemas bucodentales en pacientes mayores Caries dental. Los pacientes mayores y los niños son el grupo más expuesto al desarrollo de caries. Según el Instituto de Investigación Dental más del 90% de mayores de 65 años han padecido caries. Uno de los factores principales es que los pacientes mayores son los que menos acuden al odontólogo. En este sentido es muy importante acudir como mínimo dos veces al año al dentista de confianza. Así, las revisiones regulares son imprescindibles para realizar una buena prevención oral. Mandíbula. En la tercera edad es muy habitual padecer complicaciones en la mandíbula. De hecho los casos más comunes son problemas de masticación. La falta de piezas dentales o la mala colocación de prótesis suelen causar complicaciones al masticar. Una mala mordida o una mala masticación pueden alterar la dieta y la digestión del paciente. Sequedad bucal. Esta sensación también es conocida como xerostomía. Esta sensación resulta muy incómoda para el paciente. En general se debe a alteraciones en la producción de saliva. Uno de los factores principales es la ingesta de medicamentos. Enfermedades periodontales. Se trata de enfermedades en las encías. Las principales son la gingivitis y la periodontitis. La gingivitis consiste en la inflamación y sangrado de las encías, un proceso que suele ser reversible. Pero si no se trata a tiempo evoluciona a periodontitis, que provoca la movilidad e incluso la pérdida del diente. Sensibilidad dental. Con el paso del tiempo las encías se retraen y el esmalte queda más expuesto. Esto favorece la sensibilidad dental, que provoca un dolor en los dientes ante estímulos como alimentos y bebidas muy fríos o muy calientes. Periimplantitis. Muchos pacientes mayores son portadores de implantes y prótesis dentales. La periimplantitis consiste en la inflamación de los tejidos que rodean los implantes. Para prevenirla es fundamental mantener una buena higiene oral en la zona del implante. La clave para evitar las principales enfermedades orales durante la tercera edad es acudir con regularidad al odontólogo. Pero también es importante mantener una rutina de higiene eficaz, basada en el cepillado diario y en el uso del colutorio y del enjuague bucal.

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¿Mascar chicle es bueno para los dientes?

Mascar chicle es uno de los hábitos más extendidos en el mundo. Se dice que al año se consumen unas 100.000 toneladas. Para unos es una mala costumbre, para otros uno de los hábitos más placenteros ¿y para nuestros dientes? Un estudio de la Asociación Dental Americana (ADA) publicado hace un par de meses en The Guardian, afirmaba que mascar chicle sin azúcar durante veinte minutos tras las comidas prevenía la caries dental. Después de las comidas estimula la producción de saliva y así ayuda a neutralizar los ácidos producidos por las bacterias de la placa. Más aún, el chicle permite aliviar la presión de las orejas tapadas por una sinusitis, resfriado o una reacción alérgica. Los chicles sin azúcar contienen edulcorantes como el xilitol. Tiene el mismo poder que la sacarosa (azúcar en polvo), pero contiene menos calorías que otros glúcidos. Esto quiere decir que la misma cantidad de xilitol es capaz de endulzar una taza de café de la misma manera que el azúcar pero con menos calorías. Además este componente produce un efecto real contra la caries, ya que detiene el crecimiento de la principal bacteria causante de la caries, streptococcus mutans. En realidad no debiera existir dilema ni duda alguna. Mascar chicle se recomienda exclusivamente en situaciones en las que te es imposible cepillarte los dientes. Una cosa no sustituye la otra. El chicle es una ayuda importante para mantener la salud dental pero no sustituye al cepillado o a la higiene normal. Calman la ansiedad: mascar chicle produce un efecto relajante. Ayuda a dejar de fumar: los chicles con nicotina han ayudado a numerosas personas a dejar de fumar. Es por ello que muchos investigadores estudian otros usos que se lo podrían dar a esta goma. Reduce el apetito: mascar chicle produce una sensación de saciedad y disminuye las ganas de comer cosas dulces. En este sentido, se ha demostrado que personas que han mascado chicle después del almuerzo ingieren una menor cantidad de productos dulces. Ayuda a disminuir la acidez de la boca: al mascar chicle aumentamos el flujo de nuestra saliva, lo que permite neutralizar los ácidos de las bebidas y alimentos que ingerimos. La saliva posee fosfato y calcio, muy beneficiosos para los dientes. Reduce la caries: los edulcorantes que se añaden a los chicles, tales como el xitilol, reducen la posibilidad de tener caries. El chicle en sí como ya hemos visto no es malo, el abuso de esta goma es lo que puede afectar a nuestro estómago, dientes y a nuestro cuerpo en general. Masticar chicle no es para ti si… Llevas ortodoncia del tipo que sea: brackets, ortodoncia lingual win… Vas a hablar en público. Mascar chicle no se considera de buenos modales. Tienes dolores de estómago. Los chiles contienen sorbitol, una sustancia que puede aumentar el dolor estomacal e incluso ocasiona diarrea crónica. Si padeces bruxismo (aprietas los dientes) no conviene abusar del chicle, empeorará los dolores de mandíbula. Tiendes a abusar de los chicles. Piensa que realmente es una goma con un montón de aditivos que tienen como objetivo engañar a nuestro cuerpo durante un tiempo limitado. Ya lo sabes, el chicle es un producto que puede hacerte disfrutar, pero como todo hay que tomarlo con moderación y en los momentos idóneos. Recuerda que aunque el chicle aporta numerosos beneficios, tal y como hemos comentado, existen otros productos que pueden resultar igual de beneficiosos para nuestra mandíbula. Por ejemplo, ingerir un trozo de queso duro al final de una comida aporta muchos nutrientes y también estimula la producción de saliva en boca. ¿Entonces por qué terminamos mascando chicle? No sabría decirlo con seguridad, puede que sea porque resulta cómodo…

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Muere a causa de la infección de muelas que se le extendió a los pulmones

«El tratamiento con antibióticos que le recetaron no fue suficiente, y acabó falleciendo». En sólo cuatro días desde que ingresó en el hospital tras ir al dentista por un dolor de muelas, los médicos le dijeron a su mujer que no podían hacer nada por parar la infección. Esa misma noche, sus dos hijas pequeñas se quedaron huérfanas de padre.  Una familia de Sacramento, en Estados Unidos, está intentando sobreponerse a la pérdida de un joven padre de familia por una infección dental que se expandió hasta sus pulmones. Vadim Kondratyuk Anatoliyevich, de 26 años, tenían dos niñas pequeñas y era conductor de camiones. Su mujer, Nataliya, explica que a su marido le comenzaron a doler las muelas hace dos semanas durante un viaje a Nueva York, por lo que visitó a un dentista en Oklahoma, quien limpió la infección y le recetó antibióticos. pero la infección empeoró y su cara se hinchó. «Va a ser mi ángel el resto de mi vida». Como se sentía demasiado débil para conducir, el hermano de Vadim atravesó el país para traerlo de vuelta a casa. Sin embargo, después de cuatro días hospitalizado en Utah, los médicos le dijeron a Nataliya que no sabían lo que le ocurría a su marido y que esa noche seguramente moriría porque ellos habían hecho todo lo que estaba a en su mano pero «nada parecía funcionar», provocando que la infección creciera en los pulmones. A pesar de que Vadim era diabético, su mujer explica que estaba sano y lamenta haber perdido al amor de su vida, con el que había estado cuatro años. La familia del fallecido ha lanzado una página web en su memoria para poder llevar el cuerpo hasta su casa para el funeral y poder ayudar a las dos niñas que ahora se han quedado huérfanas. «Sé que está en el cielo y que es una persona feliz. Va a ser mi ángel el resto de mi vida y me va a ayudar todo este tiempo sin un padre y sin un marido«, concluye la viuda. El dolor en y alrededor de las piezas dentales es un problema común, particularmente entre las personas con mala higiene oral. El dolor puede ser constante, aparecer después de un estímulo (calor, frío, alimentos o bebidas dulces, masticar o cepillarse), o ambos. Causas Las causas más comunes de dolor de muelas son: Caries Pulpitis Abscesos periapicales Traumatismos Una muela del juicio que presiona el tejido de la encía (causando pericoronitis) Los dolores de muelas son causados generalmente por caries y sus consecuencias, como pulpitis y abscesos. La caries dental se puede prevenir en gran medida por una buena higiene bucal, lo que ayuda a eliminar la placa. La eliminación de la placa es útil porque las bacterias de la placa producen ácidos que pueden dañar el esmalte dental y la dentina. Las caries causan dolor cuando se extienden a través de la superficie externa del diente (esmalte) hasta el tejido duro situado debajo del esmalte (dentina). El dolor generalmente se produce solo después de la estimulación por el frío, el calor, los alimentos o las bebidas dulces, o al cepillarse. Es probable que la pulpa, el centro vivo del diente, no esté afectada de forma irreversible si el dolor cesa inmediatamente después de retirar el estímulo. La pulpitis (Inflamación de la pulpa del diente) suele estar producida por caries evolucionadas pero también puede ser debida a una lesión de la pulpa dental ocasionada por un trabajo dental previo extenso o defectuoso o por un traumatismo. La pulpitis puede ser reversible o irreversible. Si se aplica calor o frío, el dolor puede persistir durante un minuto o más. El dolor también puede estar presente sin ningún tipo de estímulo. La inflamación de la pulpa causa frecuentemente la muerte de la pulpa dentaria. Una vez que se necrosa la pulpa el dolor cede brevemente (durante horas o semanas). Entonces, el dolor puede reanudarse cuando el tejido que rodea la raíz del diente se inflama (periodontitis apical) o si se produce una acumulación de pus (absceso). Se puede producir un absceso periapical (una acumulación de pus alrededor de la raíz del diente) cuando la infección se desarrolla alrededor de la raíz del diente a partir de una caries o de una pulpitis no tratada. El diente es extremadamente sensible cuando se palpa con una sonda dental metálica o cuando se golpea con un depresor lingual (percusión) y durante la masticación. El absceso periapical puede llegar a un punto crítico en el que se produce su drenaje espontáneo o puede propagarse a los tejidos cercanos (celulitis). Los traumatismos incluyen la rotura o el aflojamiento de las piezas dentales. Un traumatismo dental puede dañar la pulpa y causar pulpitis, un absceso apical y, a veces, la coloración del diente, que puede comenzar poco después de la lesión o hasta décadas más tarde. La pericoronitis es la inflamación e infección de la encía alrededor de la corona de un diente, por lo general un diente que simplemente está saliendo a través de la encía (erupción) o que no consigue atravesar la encía (impactación). Por lo general ocurre alrededor de la muela del juicio cuando esta está en erupción (casi siempre la de la mandíbula inferior), pero puede afectar a cualquier diente. En los niños pequeños, la dentición es a menudo una causa de molestias conforme el diente atraviesa la encía. Complicaciones Las principales complicaciones graves de los trastornos que causan dolor de muelas implican la propagación de la infección desde la zona próxima al diente a los tejidos cercanos. La infección puede diseminarse a los senos nasales (en un diente superior), a una vena principal en la base del cerebro, al seno cavernoso o por debajo de la lengua. La infección que se extiende por debajo de la lengua (en el suelo de la boca) se llama angina de Ludwig y puede causar una inflamación tan importante como para obstruir la vía aérea. La trombosis del seno cavernoso y la angina de Ludwig

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¿Cuándo es mejor lavarse los dientes: después de cenar o justo antes de dormir?

Cepillarse los dientes es una forma de mantener a raya las caries, así como de lucir una sonrisa brillante y tener un aliento fresco. Pero todos nos hemos saltado alguna vez este gesto, especialmente a última hora del día, ya sea por olvido o por pereza. ¿Sabe las consecuencias que tiene semejante descuido?. La ausencia de saliva antibacteriana durante la noche significa que estamos especialmente vulnerables a los agentes causantes de las caries y enfermedades de las encías. Al dormir, salivamos muy poco, el movimiento de lengua, mejillas y labios es menor, y teniendo en cuenta que la saliva es la encargada de limpiar nuestra boca naturalmente, el cepillado nocturno es el más importante para evitar que los alimentos estén en contacto con nuestros dientes durante muchas horas, lo que conduciría a un aumento de las enfermedades dentales. Al disminuir la capacidad reguladora del pH de la saliva para evitar la agresión ácida sobre el esmalte y la consecuente desmineralización, es importante el cepillado después de cenar.  Más de 500 tipos de bacterias En nuestra boca se encuentran unos 600 tipos de bacterias, y aunque algunas son ‘buenas’ y ayudan a mantener el equilibrio de la flora, otras predisponen a enfermedades como la caries, la gingivitis y la periodontitis, el Streptoccocus Muttans, uno de los más involucrados en la formación de caries dental, obtiene su energía del alimento que ingerimos, su flexibilidad genética le permite romper toda una amplia gama de hidratos de carbono. Entre las sustancias que aprovecha, figuran la glucosa, fructosa, sacarosa, galactosa, maltosa, rafinosa, ribulosa, melibiosa e incluso el almidón. Las bacterias intentan fijarse continuamente a nuestros dientes, pero ese proceso es frenado por la acción de la saliva, la lengua y el cepillado. Las bacterias producen ácido durante todo el día, más cuando está comiendo, por lo que la única forma de deshacerse de esa película de placa es cepillándose al menos dos veces diarias, mejor tres, para eliminar subproductos ácidos que pueden dañar su esmalte y causar caries. La cantidad de bacterias que tenemos en la boca es altísima incluso después del cepillado y en estado de buena salud. Lo verdaderamente importante es mantener a raya ese crecimiento bacteriano para que no pueda convertirse en patológico. Pues bien: el modo más rápido para multiplicar la proliferación de microorganismos entre su boca es olvidar el cepillado nocturno. Pero hay más consecuencias. Si se acuesta sin lavarse los dientes, su aliento amanecerá con un olor insoportable. La persistencia de alimentos en descomposición en la boca y la menor secreción salival nocturna son una mezcla explosiva para el desarrollo de halitosis. Aunque hay que saber que el cepillado elimina gran parte de los anillos aromáticos desagradables por metabolismo bacteriano, pero si el origen de la halitosis no es solamente la boca, este no será tan efectivo como desearíamos. 20 o 30 minutos después del último bocado Normalmente, hay un espacio de tiempo entre la cena y el sueño de unas 2-3 horas. Hay quien tiene la costumbre de cepillarse después de comer y quien lo hace inmediatamente antes de irse a la cama. La mayoría de los expertos se inclina por la primera opción, aunque con matices. «El cepillado después de la cena es técnicamente mejor para los dientes que el de antes acostarse, porque se aporta fluoruro, en la pasta de dientes, que actúa durante más tiempo para fortalecer la dentadura», aclaró en sus investigaciones Denis Kinane, decano de la Universidad de la Escuela de Medicina Dental de Pennsylvania. Aunque hay una excepción: una cena a base de alimentos ácidos (cítricos, lácteos fermentados, vinagre o tomate guisado). «En esos casos, es mejor cepillarse una media hora después, cuando el pH haya vuelto a la normalidad”, aconseja la doctora Alicia Matas. El odontólogo del centro médico de la Universidad de Rochester (EE UU) Yanfang Ren lo documentó con el siguiente argumento: el ácido suaviza la parte superior del esmalte, por lo que un cepillado inmediato podría ablandarlo y provocar desgaste. Otros médicos apuestan por esperar siempre esos 20 o 30 minuto, así damos tiempo a los nutrientes de enriquecer la microbiota oral. Lo mejor es cepillarse en los primeros 20 minutos después de cada comida, ya que es el momento de mayor actividad bacteriana. Pero como avanzamos, no hay unanimidad. Tras la cena se produce la autoclisis, que es un proceso de limpieza natural por el movimiento de labios, lengua y demás tejidos blandos de la boca que ayuda a mantener la limpieza en cierta medida (este proceso se produce continuamente mientras está despierto). Si el cepillado se hace justo antes de acostarse la limpieza será más fácil, porque la autoclisis ya ha hecho parte del trabajo. Cómo reaccionar ante un olvido Si una noche no cepillamos los dientes, no hay gran peligro, mas no debe tomarse como costumbre. Durante esa jornada, bajaría el pH de la boca y se acumularía más placa en las zonas de retención, pero no habría una consecuencia relevante más que la maduración de la placa, que será más difícil de eliminar posteriormente. Así, si confiesa que ha pecado, asegúrese de cepillar bien por la mañana, y no olvide aplicar el hilo dental para eliminar las bacterias acumuladas.

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Escupir no sólo es grosero, también es insano

Los hombres segregan más saliva que las mujeres. ¿Justifica esto que expelerla sea un hábito típicamente masculino? Lo vemos por la calle no sin cierto repelús: en cualquier paseo urbano, se nos cruza algún sujeto despreocupado que escupe sobre la acera. Hasta Titanic tiene una escena romántica con Leo DiCaprio expeliendo saliva desde el célebre barco. Las generalizaciones no son buenas, pero lo cierto es que, en el imaginario colectivo, este acto se asocia con más facilidad al hombre, pese a que no existen datos «que refrenden que ellos escupan más que las mujeres». ¿Pero y si se tratara de una necesidad biológica masculina? ¿Existe alguna razón para hacerlo? Hay una respuesta corta y efectiva: por costumbre. “No existe un motivo médico subyacente, es cultural. Técnicamente, los varones producen más cantidad de saliva porque sus glándulas salivales tienen un mayor tamaño. Pero esto no justifica el hábito”. La Dra. Sánchez, considera que «escupir más o menos no es proporcional a la cantidad de líquido que segreguen las glándulas de cada uno: es una cuestión de educación». Con este hábito, el sistema de defensas en la cavidad bucal se desequilibra, lo que puede llevar a la formación de caries o paradontitis. “El uso de prótesis o aparatos de ortodoncia pueden provocar un aumento de la salivación. El mismo efecto pueden tener algunos medicamentos hipertensivos, problemas digestivos o enfermedades del sistema nervioso, pero expulsarla del organismo no ofrece ningún beneficio», dice la Dra. Sánchez.  «El exceso de producción, denominado hipersalivación o sialorrea, también es un síntoma de diversas causas fisiológicas (erupción dental en los niños, embarazo) y de enfermedades (digestivas, neurológicas, hormonales, por medicamentos e incluso psíquicas) que provocan babeo crónico, descamación de los labios y heridas en torno a la boca». Al margen de estas enfermedades, todos salivamos más en determinadas ocasiones. Tampoco justifican el esputo. “Sucede en episodios de estrés para el organismo. Al comenzar a realizar ejercicio físico intenso, por ejemplo, se producen unos cambios fisiológicos que conllevan una mayor producción de secreciones (ya sea saliva o, generalmente, moco nasal) y eso condiciona que en vez de deglutirlos por ser muy espesos, se tienda a escupirlos”, prosigue el experto. “Otras teorías afirman que el aumento de frecuencia respiratoria unido a la taquicardia hace que la mucosidad presente en la vía aérea del deportista aumente como medida de protección», «Al expulsarla, perdemos líquidos”. La saliva es buena Para Susan Maples, dentista y autora del libro Blabber Mouth: 77 Secrets Only Your Mouth Can Tell You to Live a Healthier, Happier, Sexier Life. (Bocazas: 77secretos que solo su boca le puede contar para vivir una vida más sana, feliz y ‘sexy’), la cuestión cultural no admite dudas: «Hay chicos que crecieron pensando que es una forma de refrescar la boca y nadie les castigó por hacerlo», sentencia. “Este gesto puede ser símbolo de reafirmación o rebeldía”, agrega el doctor González Lagunas. Pero no sirve para nada, ni para limpiar la boca. “Al hacerlo, se expulsan bacterias, pero no es el mecanismo natural de su eliminación», amplía Casqueiro. Según un estudio realizado por Gerbard Meyer, catedrático de odontología de la Universidad de Greifswald (Alemania), con este hábito, el sistema de defensas en la cavidad bucal se desequilibra, lo que puede llevar a la formación de caries o parodontitis. «Es puramente cultural: hay chicos que escupen porque crecieron pensando que es una forma de refrescar la boca y nadie les castigó por hacerlo» (Susan Maples, dentista) Producir saliva es señal de buena salud. “Cada día, generamos entre 1 y 2 litros; y cada minuto, se segregan al menos 0,5 mililitros», explica el doctor Javier González: “Cuanta más saliva tenemos, mejor salud bucal, mayor protección de nuestros dientes, de nuestras mucosas y del aparato digestivo». La Universidad de Aarhus(Dinamarca) relaciona incluso la cantidad de secreción que traga una persona (porque fabrica más cantidad) con su dicha. «Contiene una sustancia que se sintetiza de forma natural por las glándulas salivales, se llama opiorfina, se vincula a la felicidad y es más potente que la morfina», dicen las doctoras Vilavoa. Además, según la revista médica Plos, la saliva protege nuestra boca y estómago si nos damos un atracón de comida mexicana. «Las glándulas salivales se ponen marcha cuandoingerimos alimentos picantes o con ardor para el estómago», sentencia el estudio. Así las cosas, ¿para qué arrojar un líquido tan preciado fuera de nuestro organismo? Definitivamente, no hay excusa.

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