Clínica Sancal

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Estética dental

Contorneado dental estético en bordes incisales: qué es y para qué se hace

Si observamos detenidamente una de esas portadas de revistas en las que aparecen “sonrisas perfectas” veremos que dichas sonrisas no solamente son armónicas por su impoluto color blanco o su impecable alineación. Sus bordes incisales, es decir, los bordes de los dientes anteriores superiores, están nivelados. Si nos fijamos, no apreciaremos irregularidades ni desniveles entre piezas dentales iguales. En la siguiente imagen podemos comprobar cómo, en la que sería una sonrisa perfectamente nivelada, los dientes anteriores tienen los bordes incisales ordenados por alturas:  Nivelación adecuada en dientes anteriores superiores   El contorneado estético permite realizar pequeñas modificaciones en la longitud y la forma de los dientes ¿Qué es el contorneado dental estético? Algunas personas tienen pequeñas imperfecciones en los bordes incisales que afectan a su sonrisa. Por muy leves o localizados que sean estos defectos, pueden llegar a afear nuestra imagen e, incluso, comprometer nuestra autoestima. Lo cierto es que los pacientes se muestran cada vez más exigentes con su estética dental. Por un lado, demandan cambios notables en su sonrisa y, por otro, desean hacerlo mediante tratamientos mínimamente invasivos. Para corregir algunos de los defectos de nuestros dientes, la Odontología pone a disposición de los pacientes uno de los tratamientos más sencillos que existen: el contorneado dental estético o ameloplastia. Este tratamiento se realiza fundamentalmente en incisivos y caninos superiores. Permite modificar ligeramente tanto la longitud como la forma de un diente mediante una serie de retoques en el borde incisal. Es decir, el contorneado dental estético consiste en eliminar pequeñas cantidades de esmalte para conseguir la apariencia deseada. De esta manera, podremos corregir, por ejemplo, incisivos centrales excesivamente largos o desiguales y caninos demasiado puntiagudos. Tratamiento para incisivos y caninos ¿Cuáles son sus beneficios? El contorneado estético de los bordes incisales es un tratamiento dirigido a personas que únicamente necesitan pequeños retoques en sus dientes. En estos casos, es una técnica especialmente agradecida, ya que permite armonizar la sonrisa del paciente de una manera relativamente sencilla. Por tanto, los principales beneficios de este tratamiento son los siguientes: Rápido: se realiza en una sola sesión Indoloro: no causa dolor ni sensibilidad Sin anestesia: únicamente se trabaja la superficie del diente Antes y después del contorneado dental ¿Qué tratamientos complementarios puedo hacerme? El contorneado dental en bordes incisales es un procedimiento que se complementa muy bien con otros tratamientos de Odontología Estética, como puede ser el blanqueamiento. La combinación de ambos ofrece al paciente resultados muy notables, ya que independientemente de los retoques en los dientes, el blanqueamiento se caracteriza por proporcionar cambios asombrosos en muy poco tiempo. En resumen, el contorneado dental permite conseguir unos buenos resultados siempre y cuando los defectos en los bordes incisales sean mínimos. Sin embargo, no está indicado para problemas severos de posición, forma o tamaño de los dientes. Por tanto, para cambios más radicales sería necesario valorar otras opciones, como puede ser la ortodoncia estética y las carillas de porcelana o composite.

Ortodoncia

¿Has terminado tu tratamiento de ortodoncia? Te decimos por qué debes ponerte los retenedores

En porcentaje importante de los tratamientos de ortodoncia que llevamos a cabo en nuestra clínica dental son, en realidad, retratamientos. Dentro de “retratamientos” abarcamos todos aquellos pacientes que se sometieron a un tratamiento de ortodoncia en el pasado pero no siguieron los protocolos de retención adecuados. Esto hizo que, con el tiempo, los dientes de estas personas volvieran a desalinearse y que al cabo de los años buscaran una solución en nuestra clínica que devolviera la estética perdida a su sonrisa. Lo cierto es que, en el pasado, a la retención no se le concedía la importancia que se le otorga actualmente. Por una parte, muchos ortodoncistas no la incluían en el plan de tratamiento o, si lo hacían, era por un tiempo limitado. Por otra parte, había pacientes que no eran conscientes de su importancia y no se tomaban en serio su uso. Sin embargo, hoy en día sabemos que la retención es una fase más -y crucial- de todos los tratamientos de ortodoncia, tanto en los llevados a cabo con brackets como sin ellos (alineadores transparentes Invisalign). El uso de retenedores es la única manera 100% eficaz de garantizar la estabilidad de los resultados conseguidos tras la ortodoncia ¿Qué son los retenedores y para qué sirven? Los retenedores son los aparatos –fijos y removibles- colocados por el ortodoncista al finalizar el tratamiento. Tienen como objetivo que los dientes no vuelvan a la posición inicial que tenían antes de la ortodoncia. APIÑAMIENTO ANTES DE LA ORTODONCIA A la hora de resaltar su importancia, debemos partir de la base de que los dientes tienen una tendencia natural a moverse. Por ello, es necesario ponerles un “freno” que mantenga la posición conseguida con el tratamiento ortodóncico. Como ya hemos mencionado anteriormente, la consecuencia de no seguir los protocolos de retención es la vuelta de los dientes a la posición inicial. Esto, inevitablemente, implicará el fracaso del tratamiento. La retención es, por tanto, la única manera 100% fiable de garantizar la estabilidad de los resultados de por vida. ¿Cuántos tipos de retenedores hay? Una vez que damos por finalizado tu tratamiento de ortodoncia y retiramos tus brackets –o el último alineador Invisalign- en SanCal te colocaremos dos tipos de retenedores: fijos y removibles. Retenedores fijos Los retenedores fijos consisten en unas finas barras de alambre que se colocan de colmillo a colmillo tanto en la arcada superior como en la inferior. Estas barras de alambre, que se adhieren a la cara lingual –interna- de los dientes con composite, no causan ninguna molestia. Para que te hagas una idea, muchos pacientes llevan este tipo de retenedores de por vida, sin que su colocación afecte a a su rutina diaria. RETENEDOR FIJO Retenedores removibles (Essix) Los retenedores removibles (Essix) se basan en unas férulas transparentes –muy similares a las de la ortodoncia Invisalign- que son de “quita y pon”. Al igual que en el caso de los fijos, los removibles se usan en las dos arcadas (superior e inferior). RETENEDOR REMOVIBLE TIPO ESSIX ¿Cuándo se colocan? Los retenedores fijos son colocados el mismo día que retiramos los brackets –o el último alineador Invisalign-. De esta manera, nos aseguramos de que tus dientes tengan el “freno” que hemos mencionado desde el primer momento. Sin embargo, los retenedores removibles se colocan unos días más tarde. El mismo día que te retiramos la ortodoncia -y que te colocamos la retención fija-, tomaremos unos moldes para crear tus retenedores removibles. El motivo por el que colocamos los retenedores removibles unos días más tarde es que, simplemente, las férulas deben ser fabricadas a medida de tus dientes. Sin embargo, este plazo es muy corto. De hecho, en la mayoría de ocasiones colocamos la retención removible la misma semana en que hemos retirado la ortodoncia. ¿Cuánto tiempo se debe usar la retención? Generalmente, aconsejamos a nuestros pacientes utilizar los retenedores de manera permanente para evitar movimientos indeseados. Sin embargo, tal y como ya hemos avanzado, esto no supondrá ningún inconveniente para que desarrolles una vida normal, mucho más cómoda que cuando llevabas ortodoncia. En lo que respecta a los retenedores fijos, la barra de alambre es tan fina que no se nota, es invisible a los ojos de los demás, no incomoda a la lengua y no interfiere en el habla. En el caso de los Essix, el tiempo de uso va disminuyendo a medida que pasan los meses. Es decir, al principio los llevarás todo el día (excepto para comer y cepillarte los dientes) y a medida que los tejidos periodontales se vayan asentando, reduciremos el tiempo pautado para que te los pongas únicamente por la noche. Sin embargo, a pesar de estas consideraciones generales, la decisión definitiva sobre cuánto tiempo deben usarse los retenedores le corresponde al ortodoncista. Éste tendrá que valorar determinados factores de manera individual para establecer lo más adecuado para cada paciente en función de la posición inicial de los dientes, la oclusión o si la persona está en periodo de crecimiento. Te interesará »  Cuidado si roncas y dejas de respirar mientras duermes: puedes tener apnea ¿Cómo limpiar los retenedores? Los retenedores fijos no se pueden extraer para limpiar, por lo que tendrás que incorporar su higiene a tu rutina de cepillado. De esta manera, deberás pasar el cepillo alrededor de la barra para evitar la acumulación de depósitos en la zona. CEPILLADO DE DIENTES DIARIO Por su parte, los retenedores removibles deben ser limpiados con un cepillo, agua tibia y jabón neutro a diario. Además, es recomendable diluir las férulas en agua con una pastilla especial para prótesis dentales una vez a la semana. Como te hemos comentado anteriormente, los retenedores removibles son muy similares a Invisalign. Si quieres saber más detalles acerca de cómo limpiar los Essix puedes echar un vistazo al artículo sobre la limpieza de los alineadores Invisalign. Además de la rutina diaria que puedas seguir en casa, es importante que acudas periódicamente a la Dra. Sánchez para que lleve a cabo una limpieza profesional. De esta manera, eliminarás los restos de sarro que se acumulan en tus dientes.   Usa los retenedores Los tratamientos de ortodoncia conllevan coste y tiempo. Por tanto, seguir los protocolos de retención es la mejor manera de aprovechar el tiempo y el dinero invertidos ¿Los retenedores se pueden romper? Aunque, si se cuidan bien, los retenedores no tienen por qué darte problemas, sí es cierto que pueden llegar a romperse, perderse o despegarse. Dada la importancia de estos aparatos para mantener los resultados del tratamiento

Cultura y curiosidades

Tengo un diente amarillo, ¿cómo puedo blanquearlo?

Cuando nos fijamos en alguien, la sonrisa –y los dientes– centran gran parte de la atención que depositamos en el rostro. Por ello, su apariencia juega un papel muy importante. Además de una forma, tamaño y posición indeseados, hay un aspecto estético que preocupa a nuestros pacientes especialmente: el color. Ninguna persona quiere lucir una sonrisa con dientes amarillos. Por eso, cuando los pacientes acuden a nuestra consulta interesados en unos dientes más blancos, tienen claro que uno de los tratamientos que pueden ayudarles a acabar con este complejo es el blanqueamiento dental. Y es que esta mejora que los pacientes creen que van a conseguir con este tratamiento está constatada. Según un artículo publicado en la revista científica Quality of Life Research, a los tres meses de haberse sometido al blanqueamiento, los pacientes ya han comenzado a percibir el impacto positivo que tiene éste en su propia percepción estética. Y, lo que es más, en su calidad de vida desde el punto de vista psicológico. Una vez otorgada al tratamiento la importancia que se merece, vamos a comenzar a desgranar cuáles son los diferentes medios que tenemos a nuestra disposición para blanquear la sonrisa. ¿Qué tipo de blanqueamiento dental necesito? Lo que muchas personas desconocen es que además del blanqueamiento externo tradicional que todos conocemos, existe el blanqueamiento interno. Por este motivo, es importante conocer las diferencias entre ambos. Aunque el dentista pueda determinar en la consulta cuáles son tus necesidades, es recomendable que, como paciente, acudas informado acerca de las características principales que existen entre ambos. Para ello, en el siguiente apartado te vamos a explicar cuáles son las diferencias entre el blanqueamiento interno y el blanqueamiento externo. Diferencias entre blanqueamiento interno y blanqueamiento externo A grandes rasgos, podemos decir que existen dos diferencias fundamentales entre los tipos de blanqueamientos mencionados. Vitalidad del diente Una de las diferencias entre el blanqueamiento dental interno y el externo es que el primero se realiza sobre dientes no vitales y el segundo sobre dientes vitales. Si lleváramos a cabo un blanqueamiento externo tradicional en un diente no vital, no obtendríamos ningún resultado. Esto se debe a que los factores responsables de las decoloraciones que hemos descrito previamente tienen lugar en la cámara pulpar. Por este motivo, el proceso blanqueador del diente tiene que llevarse a cabo desde dentro, es decir, desde las estructuras internas de la pieza dental. Número de dientes Otra de las diferencias entre ambos tratamientos es que el blanqueamiento externo se realiza sobre el conjunto de los dientes, a excepción de los molares, ya que estas últimas piezas dentales son menos visibles. Por su parte, el interno se practica de manera localizada, en aquellos dientes que han sufrido una decoloración cuyo origen está localizado en la cámara pulpar. Una vez dicho esto, es necesario aclarar que ambos tratamientos son compatibles y que muchas personas prefieren combinarlos para obtener mejores resultados. ¿Qué es el blanqueamiento dental interno? Ahora que hemos realizado las distinciones correspondientes, vamos a explicar con detalle qué es el blanqueamiento interno. El blanqueamiento interno es un tratamiento que se lleva a cabo únicamente en dientes que han sido previamente sometidos a una endodoncia o, lo que es lo mismo, no vitales. Este procedimiento permite devolver el color blanco a piezas dentales que, por diferentes motivos, han sufrido una decoloración. A grandes rasgos, esta técnica consiste en la aplicación de un producto blanqueador dentro del propio diente. Aunque se puede realizar en cualquier pieza dental endodonciada, se lleva a cabo en el sector anterior sobre todo, por ser el más visible. Dicho sector anterior incluye los incisivos (centrales y laterales) y los colmillos. Además, una de las principales ventajas de este procedimiento es que es mínimamente invasivo, ya que el proceso blanqueador no lesiona ni merma los dientes. El color oscuro puede aparecer tras una endodoncia o después de que el diente haya sufrido un traumatismo ¿Por qué tengo un diente amarillo? Hay distintos motivos por los que una persona se somete a un blanqueamiento interno. Por un lado, la desvitalización del diente puede producirse tras una endodoncia, ya que cuando se “mata el nervio” la pieza dental tiende a cambiar de color con el tiempo. Además, el oscurecimiento asociado al tratamiento endodóntico también puede deberse a un fallo durante el procedimiento, a que éste se haya realizado de manera incompleta o a la utilización de materiales pigmentantes. Por otro lado, el color oscuro también puede ser consecuencia de un traumatismo recibido en el diente, que tras el impacto se ha necrosado y ha cambiado su tono.   BLANQUEAMIENTO INTERNO – ANTES BLANQUEAMIENTO INTERNO – DESPUÉS ¿Los dientes amarillos tienen solución? Los dientes amarillos son un motivo de preocupación para muchas personas, especialmente cuando no saben a qué se debe. Como acabamos de mencionar, en muchos casos, la decoloración se debe a un golpe recibido hace años -durante la infancia o la adolescencia- y el paciente no es capaz de acordarse. Sin embargo, te recomiendo que ni te preocupes ni obsesiones con tener unos dientes blancos. Afortunadamente, la Odontología moderna tiene soluciones para prácticamente cualquier necesidad, por lo que esto no es una excepción. Cómo aclarar el diente: tratamiento paso a paso Como ya hemos mencionado anteriormente, el requisito fundamental para poder llevar a cabo un blanqueamiento interno es que el diente haya sido endodonciado. Además, es imprescindible que dicho procedimiento se haya realizado correctamente, sin ningún fallo que comprometa el tratamiento blanqueador. Los pasos que llevamos a cabo en nuestra clínica para blanquear un diente son los siguientes: Diagnóstico y estudio inicial En esta primera fase es muy importante determinar el origen de la decoloración y el estado actual del diente. Para ello, nos apoyamos en fotografías y pruebas radiográficas. Toma de color Mediante una guía de colores se registra el tono de los dientes. Apertura de la cavidad Se abre la cavidad pulpar en la que se ha realizado la endodoncia. Limpieza de la cámara pulpar Se retiran los restos de tejido necrótico y materiales pigmentantes para dejar limpio el diente. Aplicación del gel blanqueador Se introduce el producto dentro de la cámara pulpar. Sellado con un cemento provisional Con el sellado se da por finalizada la primera sesión del procedimiento blanqueador del diente. Durante los días siguientes, el gel hará su efecto y pasada una semana el paciente acudirá a revisión. Revisión Retiramos la obturación provisional y el gel blanqueador. Valoramos el color resultante

cirugía e implantes

Dientes incluidos, retenidos o impactados y su tratamiento

Los dientes incluidos, también conocidos como retenidos o impactados, son aquellos dientes que, a pesar de haberse formado totalmente, no han llegado a emerger en la boca durante el periodo habitual, y permanecen dentro del hueso maxilar parcial o completamente. A pesar de que puede ocurrir, indistintamente, con dientes temporales (los dientes de leche de los niños) o permanentes, así como en cualquier pieza dental, el proceso de inclusión es más común en los cordales –muelas del juicio- y en los caninos –colmillos- superiores. Es así dado que estos son los últimos dientes en erupcionar en la boca y, por lo tanto, tienden a no tener suficiente espacio para salir. Se trata de una situación muy frecuente entre la población mayor de 15 años y sus graves consecuencias exigen una reacción precoz. Para la detección de estos dientes incluidos se realizará una radiografía panorámica de la boca que ayude a descartar patologías y a determinar las causas del retraso en la erupción. Clasificación de dientes incluidos Existen dos tipos de inclusiones de dientes: Inclusión total: Es el caso de aquellos dientes que se han quedado completamente dentro del hueso maxilar y que no han emergido lo más mínimo a través de la encía. Inclusión parcial: Los dientes semi-incluidos o semi-impactados son aquellos que han erupcionado parcialmente en la boca y, dada su posición, son más vulnerables a las bacterias de la boca por lo que pueden sufrir infecciones recurrentes. En los casos en los que el diente emerge de manera parcial, se pueden apreciar algunos síntomas como la inflamación y sensibilidad en las encías, por lo que son más fáciles de detectar que los dientes completamente incluidos. Radiografía de un caso clínico de canino incluido tratado en la Clínica Dental SanCal   Estos son algunos de sus síntomas: Mal aliento Dolor o sensibilidad en las encías Dolor de cabeza o de mandíbula prolongado Enrojecimiento de las encías que se localizan alrededor del diente retenido Sabor de boca desagradable Espacio visible donde debería haber salido el diente Causas y complicaciones derivadas de los dientes retenidos A pesar de que no en todos los casos existe un factor claro que haya derivado en un diente incluido, algunas de las causas más comunes de este proceso son las siguientes: Infecciones Traumatismos Genética Falta de espacio en la boca Malnutrición En cuanto a las consecuencias derivadas de las inclusiones dentarias pueden ser numerosas y algunas muy graves, ya que el diente incluido que adquiere una malposición puede impactar contra los dientes vecinos y causar algunas de las siguientes complicaciones: Reabsorción de la raíz Daños en la estructura anatómica (seno maxilar, troncos nerviosos, raíces de dientes adyacentes…) Infecciones Alteraciones en el resto de dientes (pueden provocar apiñamiento) Aparición de bolsas periodontales Problemas de masticación Formación de caries por la placa acumulada entre los dientes y encías Desarrollo de quistes o tumores Molestia crónica en la boca Maloclusión Los dientes semi-incluidos son más vulnerables a las bacterias de la boca por lo que pueden sufrir infecciones recurrentes. ¿Cuál es el tratamiento para los dientes incluidos? Cuando nos encontramos la situación de un diente retenido en el hueso maxilar, podemos aplicar tres tipos de tratamientos: No actuar sobre el diente impactado y controlar su evolución: Sólo actuaremos de esta manera cuando no haya riesgo de que se produzca ninguna patología. En prácticamente la totalidad de los casos se recurre a los otros dos tratamientos. Extracción del diente retenido: A pesar de que sería el último recurso en el caso de un canino incluido –a menos que exista un problema grave-, es bastante común realizar una exodoncia en el caso de los cordales o muelas del juicio. Recolocación del diente incluido en la arcada dentaria: Cuando el diente en cuestión tiene una importancia funcional y/o estética –como es el caso de los caninos- optaremos por intentar recolocarlo en el lugar donde debería haber erupcionado. Cirugía de extracción de cordales incluidos (muelas del juicio) Los problemas de erupción de las muelas del juicio son muy comunes debido a que en la evolución del hombre, la mandíbula ha ido disminuyendo de tamaño más rápidamente que el número de dientes que posee el ser humano. Es por ello que, en muchas ocasiones, estos cordales no encuentran el suficiente espacio para emerger y acaban retenidos en el maxilar. Y dada su poca funcionalidad práctica y su carencia de funcionalidad estética, lo más recomendable, en la mayoría de casos, es extraerlos para evitar, así, posibles complicaciones (infecciones, movimiento del resto de dientes…). Este tipo de cirugía es muy frecuente y conviene que se realice antes de que el paciente desarrolle la raíz del cordal (antes de los 20 años de edad), ya que cuanto mayor sea la raíz, mayor contacto tendrá con el nervio y mayor será el riesgo durante la exodoncia. Se trata de una intervención quirúrgica de menos de media hora de duración y que, en la gran mayoría de casos, se realiza con anestesia local. Cuando la muela del juicio está totalmente incluida suele ser necesario realizar un corte en la encía para poder acceder a ella. Además, en ocasiones, suele tener que eliminarse algo del hueso que rodea al cordal o bien partir la muela en fragmentos para facilitar su extracción. El postoperatorio no debería implicar más que una hinchazón que irá reduciéndose en dos o tres días y exigirá una dieta blanda y una higiene acorde a las recomendaciones del profesional en la primera semana tras la intervención. Recolocación a base de tracción de los caninos incluidos Tras los cordales, los colmillos son los dientes que presentan mayores problemas de erupción. La causa más común en estos casos suele ser la falta de espacio en la arcada o que la posición del diente dentro del hueso es incorrecta. A diferencia de las muelas del juicio, los caninos adquieren mucha importancia en el conjunto de los dientes ya que se trata de piezas dentales muy fuertes y que ayudan a dirigir el movimiento de la oclusión. Es por ello que, si la posición del canino es favorable, el tratamiento más recomendable es la recolocación del mismo en la arcada dentaria mediante una intervención combinada entre la

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Los 4 tipos de dientes y su función

Los dientes sirven para masticar y cortar la comida haciendo posible una buena digestión. Cada tipo de diente tiene una forma diferente ya que cumple una función particular. Los 4 tipos de dientes son: Incisivos. Los incisivos son los ocho dientes que tenemos en la parte delantera y central de la boca (cuatro en la parte superior y otros cuatro en la inferior). Estos son los dientes que normalmente utilizas para dar bocados a la comida y poder cortarla. Normalmente los incisivos son los primeros dientes en salir, alrededor de los 6 meses de edad en el caso de la dentición de leche, y entre los 6 y los 8 años, junto con el molar de los seis años, en el caso de la dentición definitiva. Caninos. Tus cuatro caninos son el siguiente tipo de diente en desarrollarse. Los conoces vulgarmente como “colmillo” y son los dientes más puntiagudos, al lado de los incisivos, que sirven para desgarrar la comida. Los caninos de leche aparecen generalmente entre los 16 y los 20 meses de edad desarrollándose antes los caninos superiores que los inferiores. En la dentición definitiva el orden se invierte, los inferiores aparecen alrededor de los 9 años y los superiores entre los 11 y los 12 años de edad. Premolares. Los premolares, o bicúspides, sirven para una 1ª fase masticatoria y trituración previa de la comida. Tienes ocho premolares, cuatro en la parte superior y otros cuatro en la parte inferior de la boca. Los primeros premolares aparecen alrededor de los 10 años y los segundos un año después aproximadamente. Molares. Los molares de leche se utilizan también para masticar y triturar la comida. Estos aparecen entre los 12 y los 15 meses de edad. Estos molares son reemplazados por los primeros y segundos premolares definitivos (cuatro arriba y cuatro abajo). Los molares definitivos no reemplazan realmente a ningún diente, crecen detrás de los dientes molares de leche. Los primeros molares se desarrollan alrededor de los 6 años (antes de que los molares de leche se caigan) mientras que los segundos molares aparecen entre los 11 y los 13 años de edad. Cordales o terceros molares. Los terceros molares son conocidos comúnmente como muelas del juicio. Son los últimos dientes en desarrollarse y típicamente no aparecen hasta los 18 o 20 años de edad. Algunas personas ni siquiera los llegan a desarrollar. En caso de desarrollarse suelen causar problemas por falta de espacio en la boca y en la mayoría de los casos es aconsejable su extracción. Los humanos desarrollamos dos tipos de denticiones, la dentición de leche y la permanente. Aunque el momento en que aparecen una y otra es distinto su desarrollo es parecido. Estos son algunos detalles sobre el crecimiento de nuestra dentadura: Los dientes suelen crecer en paralelo, es decir, un molar superior en el lado izquierdo debería aparecer más o menos en el mismo momento que su gemelo en el lado derecho. El desarrollo de los dientes empieza mucho antes de que sean visibles. Por ejemplo, los primeros dientes de un bebé aparecen alrededor de los 6 meses de edad, pero el desarrollo de esos dientes empieza en realidad durante el segundo trimestre de gestación. La corona del diente se forma primero dentro del hueso maxilar, sin embargo las raíces siguen desarrollándose incluso después de que el diente este completamente visible en boca. Alrededor de los 3 años se completa la dentición de leche (20 dientes) y alrededor de los 6 años empieza la sustitución por los dientes definitivos. Entre los 6 y los 12 años se van desarrollando los dientes definitivos. Primero los incisivos y la “muela” de los 6 años. Alrededor de los 12 años el molar de idem. Las muelas del juicio, o terceros molares, aparecen entre los 18 o 20 años (aunque no todos las desarrollamos). La mayoría de los adultos tienen 32 dientes definitivos. Los dientes definitivos son más grandes y tardan más en salir que los dientes de leche. Las partes del diente El diente se divide en dos parte principales: la corona, que es la parte visible y blanca del diente, y la raíz, que es la parte no visible. La raíz se encuentra debajo de la línea de las encías y ancla el diente al hueso del maxilar. Tus dientes están formados por 4 tipos de tejidos, cada uno con su función. Esmalte: Es la parte visible y dura que cubre la corona del diente. Es la sustancia más dura del organismo, permite cortar y triturar los alimentos y protege al diente de las agresiones externas. Dentina: Se encuentra debajo del esmalte, está calcificada y tiene un aspecto similar al hueso. La dentina no es tan dura como el esmalte por lo que el diente tiene mucho más riesgo de deterioro si el esmalte se ha desgastado. Cemento: Este tejido cubre la raíz del diente y le ayuda a anclarse al hueso. Es más blando que el esmalte y que la dentina; la mejor manera de protegerlo es haciendo un buen cuidado de tus encías. El cemento tiene un color amarillento y en condiciones normales está cubierto por las encías, pero si nuestros cuidados dentales no son los adecuados la encía puede enfermar y retraerse, exponiendo el cemento a las bacterias. Lo que conecta el diente al hueso es el Ligamento periodontal Pulpa: La pulpa se encuentra en el corazón del diente y contiene vasos sanguíneos, terminaciones nerviosas y otros tejidos blandos que alimentan al diente y le dotan de sensibilidad. Si tienes alguna necesidad especial o preocupación que quieras comentar con nosotr@s no dude en pedir tu cita.

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