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La diabetes y los problemas de salud bucal

La diabetes es una enfermedad crónica que se caracteriza por unos niveles altos de glucemia, es decir, del azúcar en sangre, debida a una producción anormal de insulina o a un mal aprovechamiento de la misma por parte del organismo, o a la combinación de ambas causas. En consecuencia, la glucosa se queda en la sangre, sin llegar a las células que no reciben la energía que precisarían para su funcionamiento normal. La insulina es una hormona que produce el páncreas para controlar los niveles de glucemia en el proceso que convierte los alimentos en energía. La glucosa es la mayor fuente de energía del cuerpo y se obtiene de la descomposición de los alimentos durante la digestión. En este proceso, la glucosa pasa del intestino delgado al torrente sanguíneo, desde donde llega a todas las células. El páncreas produce la insulina para transportar la glucosa por la sangre hasta los músculos, la grasa y las células hepáticas, donde se utiliza como energía. La enfermedad más severa en las encías se llama periodontitis. En esta etapa, las encías comienzan a separarse de los dientes. Se forman bolsas entre los dientes y las encías. Estas se llenan de gérmenes y pus, y se vuelven más profundas. Cuando esto sucede, es posible que necesite cirugía en las encías para salvarle los dientes. Si no se hace nada, la infección destruye el hueso alrededor de los dientes. Es posible que se le comiencen a mover o soltar los dientes. Tal vez se le caigan los dientes o sea necesario extraerlos. ¿Existe una relación entre la diabetes y las enfermedades en las encías? Muchos de los casi 30 millones de estadounidenses que tienen diabetes se sorprenderían de saber que las enfermedades en las encías son una de las complicaciones atribuidas a la diabetes. Los estudios demuestran que las personas con diabetes tienen mayor incidencia de enfermedades en las encías y estas se suman a la lista de otras complicaciones relacionadas con la diabetes, tales como enfermedades cardíacas, derrames y problemas renales. ¿Es un círculo vicioso? Estudios recientes también indican que existe un círculo vicioso entre la diabetes y las enfermedades avanzadas en las encías. Las personas con diabetes no solo son más susceptibles a tener enfermedades avanzadas en las encías, sino que estas pueden afectar el control de la glucosa en la sangre y contribuir al avance de la diabetes. Los estudios indican que las personas con diabetes corren un mayor riesgo de problemas de salud bucal como gingivitis (enfermedad de las encías en su etapa inicial) y periodontitis (enfermedad avanzada de las encías). Las personas con diabetes corren un mayor riesgo de periodontitis porque generalmente son más susceptibles a infecciones bacterianas y tienen menor capacidad de combatir las bacterias que invaden las encías. El Informe sobre la Salud Bucal del Director General de Sanidad afirma que la buena salud bucal es un aspecto integral de la salud en general. Así que asegúrese de cepillarse y usar hilo dental correctamente, y hágase chequeos dentales con regularidad. Si tengo diabetes, ¿tengo mayor riesgo de problemas dentales? Si su nivel de glucosa en la sangre no está bien controlado, tendrá mayor probabilidad de tener una enfermedad avanzada en las encías y perder más dientes que las personas sin diabetes. Como con todas las infecciones, una enfermedad avanzada en las encías puede ser un factor que causa el aumento de la glucosa y dificulta el control de la diabetes. Otros problemas bucales relacionados con la diabetes incluyen candidiasis, una infección causada por un hongo que crece en la boca, y sequedad de la boca, que puede causar dolor, úlceras, infecciones y caries. ¿Cómo puedo prevenir problemas dentales relacionados con la diabetes? En primer lugar, contrólese el nivel de glucosa en la sangre. Luego, cuídese bien los dientes y encías, y hágase chequeos cada seis meses. Para controlar la candidiasis, una infección con hongos, contrólese bien la diabetes, evite fumar y, si usa dentaduras, sáqueselas y límpielas a diario. El buen control de la glucosa también puede ayudar a evitar o aliviar la resequedad en la boca causada por la diabetes. ¿Qué puedo esperar en mi chequeo? ¿Debo decirle al dentista que tengo diabetes? Las personas con diabetes tienen necesidades especiales, y la Dra. Sánchez, su dentista está equipada para satisfacer esas necesidades, con su ayuda. Mantenga informado a la Dra. Sánchez de cualquier cambio en su estado de salud y si está tomando algún medicamento. Posponga cualquier procedimiento dental que no sea de emergencia si no tiene bien controlada la glucosa. Hay muchas formas de colaborar con DiabetesCERO. DONA ESPERANZA A SU FONDO DE INVESTIGACIÓN.

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Tipos de empastes dentales: ¿Cuál necesito?

Los empastes dentales son el tratamiento estrella para frenar los efectos de la caries, la enfermedad bucodental más extendida en todo el mundo. Pero, ¿Qué tipo de empaste dental necesita mi sonrisa? La caries dental puede afectar a cualquier paciente, aunque se da con más frecuencia entre niños y los pacientes más mayores. Su origen es la producción de ácidos de las bacterias de la boca, que se acumulan y atacan el esmalte. En muchos casos estas bacterias proceden de la falta de higiene y el azúcar. Si la caries no está en una fase muy avanzada, el empaste dental es la mejor opción. Frenar los efectos de la caries dental es clave, porque con el tiempo puede provocar la pérdida del diente afectado. Pero, ¿En qué consiste exactamente colocar un empaste dental? Consiste en eliminar la caries para evitar que siga avanzando y destruyendo los tejidos internos del diente. En general se realiza en una sola sesión y requiere anestesia local. Primero se limpia el tejido cariado, y luego se rellena la cavidad con un material concreto. En función del material usado, distinguimos diferentes tipos de empastes dentales. ¿Cuál necesito? Tipos de empastes dentales Existen diferentes tipos de empastes dentales. En función de cada boca y de los intereses del paciente, se puede optar por cualquier tipo. En las clínica dental SanCal realizaremos un estudio personalizado para escoger el empaste dental que mejor se adapte a tu sonrisa. Empastes dentales de plata Son los más tradicionales, pero cada vez se usan menos. Son amalgamas de plata muy duraderos y económicos, pero tienen un gran inconveniente: la estética. El metal puede alterar la imagen de nuestra sonrisa y además, pueden corroerse con el tiempo. Empastes dentales de composite También empastes de resina compuesta, son la alternativa estética a los empastes de plata. La resina tiene un color muy parecido al de la pieza dental, de modo que resulta casi imperceptible. Este tipo de empastes son muy recomendados si la caries se ha producido en un espacio muy visible. Empastes dentales de cerámica Son similares a los de resina y composite, aunque hechos de porcelana y se consideran los empastes de más calidad. Este material es más fuerte y duradero en comparación con los otros tipos. Se recomiendan especialmente entre los más pequeños. Si la caries se encuentra muy avanzada, los empastes no conseguirían frenar sus efectos en el interior del diente. En ese caso se procede a realizar una endodoncia o tratamiento de conductos. Lo más recomendado es acudir a nuestra dentista de confianza, la Dra. Sánchez para revisar en qué estado se encuentra la caries y qué tratamiento necesitamos.

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¿Sabes cuál es la enfermedad bucodental más común y cómo prevenirla?

Al igual que ocurre con otras partes de nuestro cuerpo, debemos proporcionar a la boca unos cuidados específicos con el objetivo de mantener unos dientes y encías sanos de por vida. Sin embargo, también es verdad que hay determinadas enfermedades que tienen una gran prevalencia entre la población y tienen más posibilidades que otras de aparecer en algún momento de nuestra vida. Este es el caso de la caries: no solamente es el problema bucodental más común, sino que además es la segunda enfermedad más habitual en España, por detrás del resfriado.   ¿Cuáles son las enfermedades bucodentales más comunes? 1. Caries Como acabamos de mencionar, de todas las enfermedades que comprometen nuestra salud en general, la caries es la segunda más común.  Se estima que afecta al 90% de la población mundial, por lo que es probable que la padezcas o hayas padecido. En la mayoría de ocasiones, la caries aparece en niños y adultos jóvenes, aunque puede desarrollarse a cualquier edad. El origen de la caries está en la destrucción de tejidos del diente, que tiene lugar como consecuencia de diferentes factores. Estos desencadenantes están relacionados fundamentalmente con los hábitos de higiene y nutrición: acumulación de placa bacteriana, consumo de azúcares y ácidos presentes en muchos alimentos y bebidas, higiene bucodental deficiente… Además, hay algunas personas que tienen mayor predisposición genética a padecer caries. Sin embargo, éste es un factor que influye en menor medida. De la misma manera que la enfermedad aparece de manera muy frecuente, el tratamiento para combatirla es sencillo: el empaste u obturación. Este procedimiento consiste en limpiar la cavidad del diente en el que se encuentra la caries para posteriormente rellenarla con composite. Dicho esto, es muy importante tratar la caries cuando muestra sus primeros síntomas: dolor o molestias en los dientes, especialmente al ingerir alimentos y bebidas dulces así como muy calientes o frías. Si la caries se deja avanzar, dañará más el diente y requerirá una endodoncia, que es un tratamiento más complejo que el empaste u obturación. Y, si no se trata, a la larga provoca la pérdida de dientes. No hay que olvidar que la caries es la primera causa de pérdida prematura de dientes en personas jóvenes. La caries es la enfermedad bucodental más común y la primera causa de pérdida prematura de dientes. 2. Gingivitis Al igual que en el caso de la caries, la higiene juega un papel fundamental en la aparición de la gingivitis. La gingivitis se caracteriza por la inflamación y el sangrado de las encías provocados por las bacterias que se desarrollan debido a la acumulación de placa bacteriana.     INFLAMACIÓN Y SANGRADO DE ENCÍAS Los síntomas que provoca esta enfermedad son, por tanto, muy claros. El sangrado que aparece durante el cepillado es la primera señal de alarma. Si te sucede, visita a tu dentista lo antes posible, ya que si la gingivitis es tratada a tiempo, es muy fácil de combatir. Su tratamiento consiste fundamentalmente en una limpieza bucodental profesional y en extremar las técnicas de higiene en casa. Sin embargo, si no se trata a tiempo, a la larga comienza a afectar al hueso y deriva en una periodontitis. Tal y como explicaremos en el punto siguiente, esta enfermedad bucodental es mucho más compleja. Como muestra de la prevalencia de la gingivitis entre la población, se estima que en España solamente el 14.8% de los adultos de entre 35 y 44 años tiene las encías sanas. Por su parte, el 59,8% tendría gingivitis y el 25,4% periodontitis. En individuos mayores de 65 años, el porcentaje de encías sanas es aún menor: 10,3%. El resto tiene una enfermedad periodontal: 51,6% tendría gingivitis y el 38% tendría periodontitis.   3. Periodontitis Tanto a la gingivitis como a la periodontitis se les conoce con el nombre de enfermedades periodontales. Como ya hemos mencionado en el punto anterior, la periodontitis es la consecuencia de una gingivitis que no ha sido tratada correctamente.     GINGIVITIS VS PERIODONTITIS Aunque la periodontitis también se puede curar, su tratamiento es más complejo que el de la gingivitis. Éste requiere, entre otros, mediciones para comprobar la profundidad del sarro acumulado en las encías, análisis microbiológico, raspado y alisado radicular, etc. Es precisamente por la mayor complejidad del tratamiento por lo que se recomienda acudir a un periodoncista nada más advertir los primeros síntomas de la gingivitis (inflamación y sangrado de las encías). Si se deja progresar la enfermedad, las bacterias causarán cada vez un daño más profundo y llegarán al hueso, que no hay que olvidar que actúa como soporte del diente. De esta manera, aparecerán otras señales de alarma: mal aliento, recesión de encías, aparición de triángulos negros entre los dientes, movilidad de piezas dentales… Todo esto llevará a consecuencias irreversibles: si se causa un daño progresivo en el hueso que soporta el diente, a la larga se producirá la pérdida de dientes.   4. Cáncer bucal El cáncer oral o bucal se produce con mayor frecuencia en los labios y la lengua. Sin embargo, también desarrollarse dentro de la boca y comprometer las encías, el paladar y la garganta. Aunque cualquier persona (de cualquier edad y sexo) puede padecer cáncer oral, éste afecta en mayor medida a los hombres mayores de 40 años. Bien es cierto que la genética juega un papel esencial en el desarrollo del cáncer. Sin embargo, existen otros factores de riesgo muy importantes. Estos son el tabaquismo y el alcohol. Como en cualquier otra enfermedad, la detección temprana es fundamental en el éxito del tratamiento. Por eso, es importante saber identificar los primeros síntomas y acudir a revisiones regulares con el dentista. Dichos síntomas pueden ser: Úlceras o llagas en la lengua, los labios o cualquier otra parte de la boca Manchas blancas o rojas en la lengua, en las encías o cualquier otra parte de la boca Problemas o dolor al masticar o deglutir Dificultades en el habla Dolor en alguna parte de la boca, sin explicación aparente No hay que olvidar que a pesar de que conozcamos determinados síntomas, el odontólogo es el profesional que cuenta con mayor experiencia y conocimientos para advertirlos.   5. Halitosis El mal aliento o la halitosis comprenden el conjunto de olores desagradables que se emiten a través de la boca. Existen dos tipos de halitosis: oral y extraoral. En el 90% de los casos, el mal aliento tiene su origen en la propia boca. En estos casos, el olor desagradable se debe fundamentalmente a una higiene deficiente, el tabaco o enfermedades periodontales (gingivitis y periodontitis).

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6 hábitos que tu hijo adolescente debe tener para cuidar sus dientes

Durante la niñez, es fundamental que los padres eduquen a sus hijos en la importancia de mantener unos buenos cuidados e higiene bucodental. A edades tan tempranas, estos buenos hábitos se refieren especialmente al cepillado y a la alimentación. Pero, además, es importante que los niños sean familiarizados con el dentista para que no desarrollen fobias que les supongan un verdadero problema en el futuro. Así, será más fácil que durante la adolescencia -una época llena de cambios en la que la persona comienza a ser más autónoma- los hijos continúen con los buenos hábitos adquiridos en la niñez. De la misma manera, si los adolescentes son conscientes de la importancia de mantener dichos hábitos, los perpetuarán con el paso de los años, lo que repercutirá positivamente en la sonrisa que tengan en el futuro. Y es que una cosa está clara: conocer las medidas preventivas para cuidar la salud bucodental y llevarlas a cabo reduce considerablemente la necesidad de someterse a tratamientos invasivos o dolorosos en la edad adulta. El hecho, a su vez, de evitar tratamientos complejos se traducirá en un importante ahorro de dinero.   Cuidado con los refrescos: se estima que una lata de 330 mililitros contiene alrededor de 6 cucharillas de azúcar. ¿Cómo cuidar la salud bucodental en la adolescencia? Como ya hemos señalado anteriormente, la adolescencia es una etapa clave tanto para continuar con los hábitos inculcados durante la niñez como para adquirir rutinas nuevas que se llevarán a cabo toda la vida.   NIÑO EN EL DENTISTA Por tanto, se recomienda que los padres supervisen los siguientes hábitos de sus hijos:   1. Higiene: cepillarse los dientes al menos dos veces al día Lo ideal es que el cepillado se haga después de cada comida. Sin embargo, entendemos que cumplir esta rutina no sea tan fácil cuando el adolescente está en el colegio o el instituto. Si no puede ser después de cada comida, el adolescente debe cepillarse los dientes al menos dos veces al día: por la mañana y por la noche. Este cepillado debe durar un mínimo de dos minutos y debe acompañarse del uso de una pasta dental con flúor. De esta manera, se eliminará la placa que tiende a acumularse entre los dientes y que, además, es la causante de la caries. Además, tras el cepillado siempre se debe utilizar el hilo dental. Con ello, se retirarán todos los restos de alimentos que han quedado entre las piezas dentales y que las cerdas del cepillo no han conseguido eliminar.   RUTINA DE CEPILLADO DIARIO Y, por último, recomendamos el uso de enjuague bucal tras el último cepillado del día: antes de irse a la cama.   2. Nutrición: alimentación sana y equilibrada Si no se les conciencia sobre la importancia de llevar una dieta sana y equilibrada, los adolescentes tenderán a consumir alimentos y bebidas ricos en azúcares que, sin embargo, tienen un escaso contenido nutricional. Este es el caso de los caramelos o chucherías y de los refrescos. En el caso de los primeros, se recomienda reducir su ingesta al máximo y sustituirlos por sus variedades sin azúcar. En el caso de los segundos, contamos con un dato alarmante. Se estima que una lata de refresco de 330 mililitros contiene alrededor de 6 cucharillas de azúcar. Por tanto, estas bebidas no solamente pueden causar caries. Además, contienen ácidos que dañan y erosionan el esmalte dental. Al igual que con las chucherías, recomendamos reducir su consumo al máximo. Pero si se quieren tomar de vez en cuando, podemos dar un consejo. Lo mejor es beber con la pajita para reducir el contacto de la bebida con los dientes y enjuagarse la boca después de beber. Dicho esto, es importante llevar una alimentación equilibrada en la que abunden las verduras, frutas, la carne o el pescado, que son fuentes naturales de vitaminas y proteínas.   ALIMENTACIÓN SANA Y EQUILIBRADA Con todo lo anteriormente mencionado, nos hemos referido a lo perjudicial que puede ser el consumo abusivo de algunos alimentos. Sin embargo, si es malo el exceso, el defecto puede ser aún peor. Y es que es preocupante el número de adolescentes españoles que padece trastornos de la alimentación como anorexia o bulimia. De hecho, se estima que en España estas enfermedades afectan a más de 400.000 jóvenes y adolescentes, siendo el público más vulnerable el comprendido entre los 12 y los 25 años. Por todos es sabido que la anorexia y la bulimia causan estragos en quienes las padecen. A nivel bucodental, pueden producir desgastes, hipersensibilidad, caries, retracción de encías y pérdida de dientes. A nivel general, estos desórdenes causan daños psicológicos y físicos que pueden llegar a ser irreversibles, como la muerte. Por tanto, si se sospecha que nuestro hijo puede haber caído, o estar cerca de caer, en alguna estas enfermedades, es necesario ponerlo en conocimiento de profesionales médicos lo antes posible.   3. Ortodoncia: tratar a tiempo y extremar la higiene Si hay un tratamiento dental que se asocie con la adolescencia, ése es, sin duda, la ortodoncia. Aunque hoy en día los métodos más estéticos gocen de mucha popularidad (brackets de zafiro, brackets linguales o Invisalign), los adolescentes suelen llevar los tradicionalesbrackets metálicos. ADOLESCENTE CON BRACKETS METÁLICOS Su uso es tan frecuente entre los adolescentes ya que los padres son cada vez más conscientes de las consecuencias que se pueden derivar de tener unos dientes apiñados, girados o desplazados. La mala colocación de los dientes hace que una persona no pueda comer correctamentey que se genere mayor tensión de la debida en los músculos que participan en la masticación. Pero, además, unos dientes que no están correctamente alineados provocan dificultades a la hora de cepillarlos, ya que no se puede acceder a todas sus partes con facilidad. La consecuencia de esta falta de higiene hace que se desarrollen caries o que los dientes sean perdidos precozmente. Dadas las consecuencias que ocasiona la mala colocación de los dientes, es importante advertir que cuanto antes se paute un tratamiento, más fácil será solucionar el problema al que nos enfrentamos. Por eso, desde nuestra clínica recomendamos que la primera revisión con el ortodoncista sea a edades tempranas, aproximadamente a los seis años.   4. Prevenir accidentes: protectores bucales La práctica de deporte forma parte de la vida diaria de los adolescentes. Si, además, éstos practican actividades de contacto como el fútbol o el baloncesto, es aconsejable que se utilice un

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Aliméntate para tener unos dientes sanos

Desde la segunda mitad del siglo XX estamos experimentando una disminución en la prevalencia de la caries dental en los países industrializados. Este hecho se debe tanto a los hábitos de higiene dental como a la proliferación del flúor en el agua que ingerimos y a las pastas de dientes y enjuagues bucales que utilizamos. Sin embargo, las caries siguen siendo el problema dental más común tanto en niños y adolescentes como en adultos. Por eso mismo, en este artículo vamos a ver por qué se producen las caries y cómo podemos combatirlas. Qué son y cómo se producen las caries Las caries son perforaciones que afectan a los dientes y que se producen debido a las bebidas o alimentos que contienen carbohidratos fermentables (azúcares y almidones). Cuando éstos entran en contacto con las bacterias de la boca, se producen unos ácidos que erosionan y desmineralizan el esmalte de los dientes y destruyen sus proteínas. Por lo tanto, cuanto más tiempo permanezcan en nuestra cavidad oral, más probabilidad tendremos de desarrollar caries. Además, tanto la cantidad y la frecuencia con la que se consumen estos alimentos mencionados, como el momento del día en que se ingieren, también serán determinantes para la aparición de este problema dental. Así, por ejemplo, los productos que se consumen durante una comida resultan menos dañinos para nuestros dientes, ya que la saliva generada durante este proceso ayudará a limpiar y eliminar los alimentos de nuestra boca y así reducir el efecto de los ácidos. Por el contrario, el hecho de comer entre horas favorece el desarrollo de estas bacterias nocivas, ya que a la falta de higiene dental -el no cepillarnos los dientes después de “picar” algo- le sumamos una menor generación de saliva. Cómo evitar la caries: soluciones Para evitar la aparición de la caries es importante llevar a cabo una serie de hábitos saludables: Mantén una higiene dental adecuada: cepíllate los dientes después de cada comida durante 2 minutos. Cuida tu alimentación: en las siguientes secciones vas a encontrar una lista con los alimentos y bebidas más sanos -y perjudiciales- para tus dientes. Añade flúor a tu dieta: a pesar de que no está muy presente en la comida, podrás encontrar fluoruro tanto en el agua como en suplementos orales. Visita a tu odontólogo con regularidad: una periodicidad adecuada puede ser una o dos veces al año (a menos que estés realizando un tratamiento, en cuyo caso será tu dentista quien establezca cada cuánto tienes que ir). Acude a que te hagan una limpieza dental profesional: aunque lo habitual es ir una vez al año, pregunta a tu dentista o higienista cuál es la periodicidad más adecuada para ti.   ALIMENTOS QUE PROVOCAN CARIES Importancia de una buena alimentación Por lo general, el ritmo de vida frenético que acostumbramos a tener nos hace recurrir a los productos precocinados o la denominada “comida basura”, que es precisamente el tipo de alimento con más azúcares simples y carbohidratos. Es decir, esto es el sustrato ideal para la proliferación de las bacterias dentales causantes de las caries. Por tanto, es importante que la dieta que hagamos sea rica en nutrientes y que se transmita de generación en generación, empezando, incluso, desde el embarazo. De hecho, es a partir de la sexta semana de embarazo cuando los azúcares consumidos pueden perjudicar la correcta calcificación de los dientes del bebé y afectar al desarrollo de enfermedades dentales. En el caso de los niños en edad de crecimiento, una alimentación equilibrada y variada puede ayudar tanto a la formación como a la maduración de los dientes. En esta fase es clave que una dieta rica en flúor (protector frente a agresiones externas) y calcio (favorecedor de la mineralización de los dientes) se acompañe de unos buenos hábitos de higiene dental. Por su parte, durante la edad adulta, una alimentación adecuada favorecerá el mantenimiento de una buena salud bucodental, evitará la aparición de enfermedades dentales y prevendrá la pérdida de dientes. Los alimentos precocinados o la comida basura son el sustrato ideal para la proliferación de las bacterias dentales causantes de la caries ¿Qué alimentos nos ayudan a mantener una adecuada salud dental? Una vez dicho esto, vamos a decirte cuáles son las comidas y bebidas que contribuyen a que tengas una buena salud bucodental. Y es que, los nutrientes son la base de una buena alimentación tanto para nuestro cuerpo como para nuestros dientes, y serán ellos los que impedirán que suframos infecciones que deriven en problemas o enfermedades más graves -gingivitis, periodontitis, pérdida de dientes…-. Para una buena salud dental necesitaremos incluir en nuestra dieta los siguientes nutrientes: Proteínas: su carencia puede producir un retraso en el desarrollo de los dientes de leche. Calcio, flúor y vitamina D: ayudan a que los dientes se formen fuertes y sanos. Vitamina C y K: permiten tener unas encías saludables y evitan la aparición de la gingivitis. Vitamina A: favorece el desarrollo adecuado del esmalte dental. Vitamina B2: su carencia puede provocar inflamación de la lengua, labios agrietados y llagas o úlceras bucales. Y, más concretamente, te vamos a decir cuáles son los alimentos y bebidas que te recomendamos para disfrutar de una sonrisa saludable: Bebe mucho agua. Toma leche y sus derivados (yogures, queso…) después de las comidas y antes del cepillado: ayudan a neutralizar la acidez de la placa y son ricos en calcio, fósforo y vitaminas A, B y D. Come manzanas, zanahorias, apio y pepino: ayudan a limpiar la superficie de los dientes y refuerzan las encías. Bebe té verde o negro (sin azúcar): contiene polifenoles, que ayudan a controlar las bacterias que causan caries. Come chocolate en vez de gominolas o caramelos: el grano del cacao tiene contenidos antibacterianos. Consume kiwi: posee una cantidad de vitamina C seis veces superior a la naranja, ayuda a mantener el colágeno de las encías y evita enfermedades periodontales. Toma semillas de ajonjolí: además de ser ricas en calcio, ayudan a desprender la placa y a reconstruir el esmalte.   MANZANA SALUDABLE PARA LOS DIENTES Además de los alimentos que acabamos de mencionar y que son buenos para nuestros dientes, existen algunas pautas que favorecen la higiene dental y protegen el esmalte. Mastica chicle sin azúcar y con xilitol: la masticación y la salivación que se

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Wasabi: tu gran aliado contra la caries

Si te gusta la gastronomía japonesa, estás de enhorabuena. Diversos estudios han demostrado que el wasabi tiene efectos beneficiosos para nuestra salud, y también para el buen estado de nuestra boca. Pero, ¿qué es el wasabi y de qué consecuencias positivas estamos hablando? ¿Qué es el wasabi? El wasabi es una planta de la familia de las crucíferas, al igual que el rábano o la col, de origen asiático. Dadas las exigentes condiciones que requiere para ser cultivado y la dificultad que supone reproducirlas, crece de manera exclusiva en la isla japonesa de Sajalí. Hace años era utilizado para conservar el pescado, dadas sus propiedades antibacterianas y antisépticas. En la actualidad se trata de un condimento esencial en la gastronomía japonesa del cual se aprovecha, únicamente, la raíz. Resulta común verlo no solamente como complemento del sushi, sino también de diversos platos de la gastronomía japonesa o snacks variados. De sabor picante, se puede servir tanto en pasta como rallando directamente la propia raíz. Es de esta última forma, y únicamente catándolo en los primeros quince minutos tras su ralladura, como apreciaremos mejor su sabor. ¿Por qué es recomendable para nuestros dientes? Como ya hemos mencionado, el wasabi tiene propiedades antibacterianas. Es decir, evita la formación de cadenas microbianas en nuestra boca y nos previene de afecciones bucales como, por ejemplo, la caries. Esto se debe a que posee un alto contenido en isotiocianato. El isotiocianato es una molécula que, según han demostrado diferentes estudios, dificulta la formación de la placa bacteriana que daña el esmalte de los dientes y provoca la aparición de caries. Además, dadas sus cualidades antisépticas, ayuda a mitigar la inflamación tanto de heridas como de llagas –o aftas bucales-. De igual manera, los efectos positivos del wasabi no se centran únicamente en la boca: su acción tiene consecuencias beneficiosas en nuestra salud general. ¿Qué efectos positivos tiene el wasabi en nuestra salud? Como ya hemos mencionado anteriormente, el wasabi es conocido por sus propiedades antiinflamatorias. Su uso está especialmente extendido, mediante inhalación, para aliviar la inflamación de los senos paranasales. Además posee un alto contenido en vitamina C, lo que favorece la absorción de hierro y refuerza nuestras defensas. Por ello, nos previene contra catarros, gripes o contagios de otras enfermedades provocadas por virus. Por último, varios estudios han demostrado que evita la formación de coágulos de sangre, actuando favorablemente en la prevención de la formación de trombos. Además, en la actualidad diversas investigaciones tratan de dilucidar si también tiene efectos positivos en la prevención de formación de células cancerígenas en el estómago. El wasabi no es el único alimento que puede tener efectos positivos para nuestra salud bucal. Hay otros tantos, como las zanahorias o el apio, que resultan igualmente beneficiosos para nuestros dientes. ¿Qué otros alimentos son beneficiosos para nuestra salud bucal? Hay multitud de alimentos que nos ayudan a mantener el buen estado de nuestros dientes y encías. Los productos lácteos como, por ejemplo, los yogures o el queso, tienen un alto contenido en calcio que ayuda a fortalecer los dientes. Además contienen caseína, una proteína que repara el esmalte dental. Las verduras de hoja verde, tales como las coles de bruselas, los grelos o las acelgas, poseen un alto contenido en fibra. Para ser capaces de triturarla debemos hacer un mayor ejercicio de masticación, lo que favorece la segregación de saliva. Ésta última no sólo facilita la masticación y la deglución, sino que evita la acumulación de bacterias en la boca. Los alimentos ricos en vitamina D fortalecen nuestros dientes y encías frente a enfermedades periodontales, pues favorecen la absorción de fósforo y calcio. Un ejemplo de alimentos ricos en vitamina D sería el huevo o los pescados grasos como, por ejemplo, el salmón o el atún. Por último, la masticación de frutas y verduras crudas como, por ejemplo, las zanahorias o las manzanas, ayudan a mantener limpios los dientes y las encías. Si bien estos alimentos colaboran a mantener en buen estado nuestra salud dental, hay muchos otros que resultan perjudiciales para la misma. ¿Hay alimentos que pueden dañar mis dientes? Como sabrás, el hecho de mantener unas rutinas adecuadas de higiene oral es clave a la hora de gozar de una buena salud dental. Pero, además, para tener una boca sana es importante evitar la ingesta de ciertos alimentos que pueden provocar daños en los dientes. Los caramelos duros, por ejemplo, suponen una exposición alargada en el tiempo al azúcar y la posibilidad de que, al masticarlos, se astillen las piezas dentales. Esta exposición es igualmente visible en casos de personas que beben, de manera habitual, refrescos carbonatados: son bebidas ácidas que atacan al esmalte dental, favoreciendo la aparición de caries. Otros alimentos que propician la formación de caries son aquellos ricos en almidón, tales como la pasta, el arroz o las patatas fritas. Éstos se adhieren con facilidad a las paredes de los dientes y aceleran la formación de placa dental. Por otra parte, para mantener el blanco de nuestros dientes es esencial dejar de lado la ingesta habitual de bebidas como el té, el café o el vino tinto que provocan manchas de tinción en el blanco de los dientes. Y, por último, se debe romper el mito de que aquellas sustancias que no son azucaradas o ácidas no tienen por qué dañar los dientes. Un hábito tan extendido como la masticación de hielo puede provocar lesiones en los dientes y dañar el esmalte. El wasabi, al igual que otros alimentos, favorece la eliminación de bacterias y nos ayudan a calmar el dolor causado por pequeñas heridas o llagas bucales. Incorporar estos alimentos a nuestra dieta y tener una higiene oral adecuada nos ayuda a mantener una buena salud bucodental.

Cultura y curiosidades

5 hábitos diarios que perjudican tu sonrisa

Una buena salud oral es muy importante para mantener la boca protegida de las enfermedades bucodentales. Pero en el día a día exponemos nuestra sonrisa a las bacterias mediante diferentes hábitos. ¿Cuáles son? La mayoría de estos hábitos se realizan de forma inconsciente, pero la realidad es que contribuyen al deterioro de dientes y encías. Para evitar sus consecuencias a nivel bucodental es imprescindible mantener una buena rutina de limpieza oral. Es decir, cepillarse los dientes después de cada comida, además de no descuidar la higiene interproximal. También es fundamental acudir al dentista de confianza con regularidad. 5 hábitos diarios perjudiciales para tu sonrisa Morderse las uñas. Las manos acumulan grandes cantidades de bacterias. Por ello, llevárselas a la boca para morder las uñas es muy perjudicial. Además de comprometer la salud oral, la estética de los dedos también puede verse afectada. Normalmente, morderse las uñas es síntoma de nerviosismo y ansiedad. Pero puede convertirse en una manía inconsciente muy difícil de eliminar. Del mismo modo, morder otros objetos como bolígrafos es muy perjudicial para los dientes y las encías. Picar entre horas. Este hábito es muy perjudicial para la salud, porque altera las cantidades recomendadas en una dieta sana y equilibrada. De hecho, es uno de los factores para ganar peso. Picar también afecta a tus dientes y encías, porque estimulan la acumulación de placa bacteriana. Además, los alimentos más consumidos entre horas suelen ser los dulces o bien las bebidas azucaradas. Estos alimentos son los más perjudiciales para la salud oral. Aunque una buena limpieza puede minimizar sus efectos, se recomienda moderarlos. En los niños es fundamental limitar el consumo de estos alimentos. El azúcar es una de las principales causas de desarrollo de patologías como la caries dental. Apretar los dientes. El hábito de apretar y rechinar los dientes es propio del bruxismo. Esta patología suele producirse por las noches, ya que es inconsciente. Apretar los dientes puede provocar dolores en la mandíbula y la cabeza. También puede causar fisuras en los dientes. El bruxismo debe ser tratado a nivel profesional por el odontólogo de confianza. Mala técnica de cepillado. Algunos pacientes se cepillan los dientes ejerciendo mucha fuerza. Este hábito crea una sensación de limpieza más profunda totalmente falsa. La realidad es que se debilita y erosiona el esmalte. En la clínica dental SanCal recomendamos realizar la técnica de Bass. Consiste en realizar movimientos suaves y verticales para limpiar los surcos gingivales con más profundidad. Hábitos alimenticios. Hay varios alimentos perjudiciales para la salud oral, como el café. También hay hábitos como masticar hielo que aumentan la sensibilidad dental. Además, es imprescindible abandonar hábitos perjudiciales como el consumo de alcohol o el tabaquismo. Una buena prevención oral es la clave para evitar los efectos de estos hábitos sobre la sonrisa. En la clínica dental SanCal realizamos un estudio personalizado para conseguir los mejores resultados con cada sonrisa.

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¿La caries es genética? ¿Se transmite de padres a hijos?

¿Si yo tengo caries mi hijo también las tendrá? Es una pregunta que se hacen muchas personas y a la cual vamos a intentar dar una respuesta desde la experiencia y los estudios disponibles al respecto. Sí es cierto que existe una cierta predisposición genética a la caries. Ésta la heredamos de nuestros padres. Pero la aparición de caries está más relacionada con los hábitos dentro del hogar que con la genética en sí. Al tratarse la caries de una enfermedad producida por bacterias, si el estado de salud bucodental de los padres es malo, tienen caries en boca, enfermedad periodontal (piorrea), mucho sarro o placa lo más probable es que todas esas bacterias que viven en la boca de los padres lleguen a colonizar las bocas de los hijos, ya que al convivir juntos es muy difícil que no se produzca ese traspaso de bacterias. Por ello es fundamental que los padres tengan una buena salud oral y unos buenos hábitos de higiene oral.   Hábitos en el hogar Nuestros hijos, en general aprenden de lo que ven en sus casas. Si ven que mamá y papá todos los días después de comer se van a cepillar los dientes, enseguida ellos querrán imitarlo, querrán tener su cepillo, su pasta y participar en esa actividad, que les parece de mayores. Si los mayores para acompañar las comidas a diario beben con zumos o refrescos, probablemente ellos también querrán hacer lo mismo. Debemos intentar reducir la ingestión del azúcares libres a menos del 10% de la ingesta energética diaria, ésta es la ultima recomendación de la Organización Mundial de la Salud para adultos y niños. Si mi hijo es muy mal comedor y para que coma hay que echarle salsa de tomate envasada a todo y luego no le cepillo, probablemente desarrolle caries. Si los mayores son los que ofrecen meriendas ricas en alimentos con alto contenido en azúcar ( zumos envasadas diarios, batidos envasados diarios, galletas,) y luego no llevamos a cabo un cepillado eficaz, probablemente desarrollen caries.   ¿ A partir de que edad pueden aparecer las caries? Las caries pueden aparecer desde el mismo momento en que el diente de leche emerge en la boca. Cada vez son mas frecuentes ver en las consultas de odontología infantil cuadros severos de caries en menores de cinco años.   ¿ Qué puedes hacer para evitar la caries de la primera infancia? Lo ideal es comenzar con el cepillado desde el nacimiento, limpiando su boca con una gasa húmeda una vez al día. A medida que van apareciendo los primeros dientes de leche ya debemos comenzar con el cepillo de dientes y pasta en función del riesgo de caries que tenga tu hijo. (éste debe ser determinado por un odontólogo) Una vez erupcionado el primer diente evita que tu hijo se quede dormido con el biberón o el pecho en la boca. Si lo hace, debes cepillarle los dientes igualmente. Sobre todo si es por la noche, si en el biberón has introducido cereales o chocolate… Si le das pecho y hacéis colecho, lo ideal es que el bebé, después de la última toma se le haga un cepillado de dientes con pasta fluorada, y esperar mínimo una hora para la siguiente toma. Recuerda que tanto la leche de vaca como la leche materna están compuestas por lactosa, un azúcar. No introduzcas bebidas azucaradas como zumos industriales o batidos en biberones o vasos de tapa. Esto fomenta un consumo frecuente de éstos productos azucarados. Cuanto más tiempo estén en contacto estas bebidas con los dientes, más riesgo hay de desarrollar caries. Por lo que en los biberones solo se debe introducir agua o leche.   ¿Por qué es importante curar los dientes de leche? Por que una boca libre de caries en la infancia está directamente relacionada con una buena salud bucodental en la edad adulta. Los dientes de leche también sirven para que los niños mastiquen bien, pronuncien correctamente determinadas palabras y tenga una buena autoestima. Sirven con mantenedor de espacio y guía de erupción para los dientes permanentes, es decir, los dientes de leche le indican al diente permanente donde debe colocarse. Si dejamos una muela de leche sin curar, se irá rompiendo y poco a poco se irá perdiendo el espacio que ésta ocupaba en la arcada, por lo que su sucesor permanente no tendrá sitio suficiente para erupcionar. De este modo estamos condenando a nuestro hijo a un tratamiento de ortodoncia en la adolescencia para recuperar el espacio que ha perdido. Los dientes de leche, al igual que los dientes permanentes sólo se extraen sí debido a una gran destrucción ya no se pueden curar. Lo ideal, es que alrededor del año realices una primera visita con un odontólogo infantil .De este modo, irá vigilando si sus dientes están naciendo sanos y en una buena posición. A demás te instruirá en la mejor técnica de higiene para tu hijo en función de sus edad y su riesgo de caries. Así se reduce la posibilidad de que tu hijo padezca caries en el futuro. Recuerda: Unos hábitos adecuados y rutinarios de higiene oral y de alimentación en el hogar son el factor más importante para evitar las caries en tus hijos. No introducir bebidas azucaradas como zumos industriales, o batidos en biberones o en vasos de tapa. Los dientes de leche solo se extraen si no queda más remedio, reciben los mismos tratamientos que los dientes permanentes.  ¿No lo tienes claro? Pide cita con nuestra odontóloga Sara Sánchez -> Pulsa aquí

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Consejos para evitar la caries dental en niños

La caries dental es la patología más extendida a nivel mundial y afecta con más incidencia a los niños. Detectar la caries a tiempo es fundamental para que el tratamiento sea efectivo. ¿Cómo evitar la caries dental en los más pequeños? El origen de la caries se encuentra en la cavidad formada por los ácidos que producen las bacterias. En este sentido el azúcar es una de las fuentes principales de este tipo de bacterias. Mediante distintas fases la caries puede provocar dolor y cambios en el aspecto de la pieza dental. Evitar la caries en los dientes de leche reduce las posibilidades de padecerla en un futuro. Cómo evitar la caries dental en niños Los profesionales de PropDental te traen los consejos más prácticos para evitar la caries dental durante la infancia: Rutina de higiene bucodental. La infancia es una etapa de vital importancia respecto la educación dental. Es el momento de enseñar a los más pequeños cómo deben lavar sus dientes y encías. En este sentido es fundamental que los niños no entiendan la higiene oral como un castigo. De hecho son muchos los profesionales que recomiendan realizar la rutina de higiene oral en familia para que los niños adopten bien las técnicas. En cualquier caso, es aconsejable supervisar su técnica hasta que se puedan cepillar por sí solos. La clave está en el buen uso del cepillo y la pasta dental específicos para niños. Evitar el azúcar. El azúcar es la causa principal del desarrollo de la caries. Por ello es muy importante moderar los alimentos con altos niveles de azúcar, como por ejemplo los dulces y los pasteles. En el caso de los más pequeños, es recomendable no mojar el chupete en azúcar y miel para calmarlos. Acudir al odontólogo. Acudir al dentista de forma regular es esencial para mantener la sonrisa sana. En el caso de los niños cuanto antes acudan al odontólogo por primera vez mejor. De este modo mantendrán su sonrisa sana y además evitarán episodios de ansiedad dental en el futuro. El flúor, un gran aliado. Incorporar el flúor a la rutina de higiene oral desde edades tempranas es clave para evitar el desarrollo de la caries. Este mineral fortalece el esmalte y se puede usar mediante la pasta dental o el colutorio para niños. En las clínica dental SanCal realizamos un estudio personalizado y contamos con los profesionales más experimentados en el campo de la odontopediatría. Consulta a nuestros profesionales para que tu pequeño pueda lucir una sonrisa sana y perfecta.

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Consejos de higiene bucal para diabéticos

Si padeces diabetes, lo más probable es que ya sepas que las enfermedades periodontales son una de las complicaciones bucodentales más frecuentes entre los diabéticos. Y es que, por un lado, las personas con diabetes mellitus son más susceptibles de padecer una enfermedad de las encías (gingivitis o periodontitis). Y, por otro lado, dichas patologías periodontales provocan mayores complicaciones en la diabetes, ya que afectan negativamente al control de la glucemia (azúcar) en sangre. Dado que las enfermedades periodontales se producen, entre otras cosas, debido a una higiene bucodental insuficiente -ya sea por falta de cepillado o por errores en la técnica-, en este artículo recordaremos cuáles son los hábitos que se deben seguir. De esta manera, se reducirá el riesgo de padecer una enfermedad de las encías que complique el control de la diabetes. Cepillo de dientes para higiene oral Los diabéticos tienen más riesgo de padecer periodontitis y de que ésta provoque complicaciones en la diabetes, ya que afecta negativamente al control de la glucemia ¿Son igual de perjudiciales la gingivitis y la periodontitis? Aunque ambas -gingivitis y periodontitis- son enfermedades periodontales, éstas no presentan los mismos síntomas ni provocan los mismos daños. La gingivitis es la versión más moderada de la patología. Produce sangrado, inflamación y enrojecimiento de las encías. Sin embargo, sus daños son reversibles y se combate simplemente con una mayor higiene. Por su parte, la periodontitis -también llamada piorrea- es la cara más agresiva de la enfermedad. Se produce cuando la gingivitis no ha sido tratada y provoca daños irreversibles que no se reparan de manera natural. Dichos daños son la retracción de encías y la movilidad de los dientes. Esto se produce ya que las bacterias responsables de la enfermedad atacan todos los tejidos que rodean a la pieza dental y llegan al hueso, debilitándolo y produciendo la pérdida ósea. Esto conlleva, a su vez, la caída de los dientes, ya que éstos pierden el soporte sobre el que se sustentan. Por tanto, al igual que ocurre en una persona sin diabetes, los daños que produce la periodontitis son mucho más severos que los que puede ocasionar una gingivitis. Es por ello por lo que debemos hacer todo lo que esté en nuestra mano para evitar que la enfermedad periodontal aparezca. Y, en caso de que lo haga, tengamos los mecanismos suficientes para combatirla en una fase inicial. Retracción de encías por periodontitis Consejos para evitar la periodontitis Aunque las medidas que vamos a detallar a continuación están centradas en la boca, antes de nada es imprescindible matizar que lo más importante es que el paciente tenga la diabetes bien controlada. Es decir, esto implica que la glucosa en sangre se mantenga en el nivel ideal la mayor parte del tiempo. Una vez dicho esto, te vamos a dar una serie de consejos que debes seguir para reducir las posibilidades de padecer una enfermedad periodontal: Cepíllate los dientes después de cada comida durante dos minutos Escoge un cepillo de dientes con cerdas medias o suaves Pasa un raspador lingual por la lengua después del cepillado Utiliza seda dental cada vez que te cepilles y colutorio una vez al día Cambia el cepillo de dientes cada tres meses, o incluso antes si las cerdas están desgastadas o deshilachadas Realiza una autoexploración diaria de tu boca para verificar que no hay anomalías visibles a simple vista. Si percibes algún síntoma como, por ejemplo, inflamación, sangrado o movilidad dentaria, acude al periodoncista Acude a una revisión con la Dra. Sánchez cada seis meses o, al menos, una vez al año Respeta las pautas que te ofrezca la Dra. Sánchez en lo relativo a la periodicidad con la que debes acudir, para que lleve a cabo una higiene bucodental profesional Evita el tabaco, en la medida de lo posible  Control-glucemia-diabéticos Como ves, los consejos que deben seguir las personas diabéticas para mantener una buena higiene bucodental son relativamente fáciles de llevar a cabo. Y, por supuesto, son similares a los que debe seguir una persona sana. Todas las recomendaciones mencionadas son rutinas que se pueden llevar a cabo en pocos minutos. Lo único que puede resultar más complicado es dejar de fumar, ya que hay muchas personas con una gran adicción al tabaco. Por tanto, si eres diabético, el seguir estos consejos de la manera más estricta posible evitará que desarrolles una enfermedad periodontal y que ésta genere complicaciones innecesarias en la diabetes.

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