Clínica Sancal

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Buenos hábitos, Cultura y curiosidades, Prevención

Los 4 alimentos y bebidas peores para tu esmalte

A medida que las personas vamos cumpliendo años, el esmalte de los dientes se va desgastando y su característico color blanco original se va perdiendo. Esto se debe, por un lado, al lógico paso del tiempo. Pero, por otro, también está provocado, en gran medida, por nuestros hábitos de alimentación e higiene. Ante esto, se pueden tomar dos opciones: evitar completamente determinados alimentos y bebidas, lo que sin duda es muy complicado y puede parecer un sacrificio excesivo para muchas personas. La opción más sencilla -y más común- es restringir su ingesta todo lo que podamos pero sin obsesionarnos y acompañar el consumo de dichos alimentos de una higiene exhaustiva. Para que a partir de ahora sepas cuáles son las bebidas y alimentos de los que estamos hablando, te dejamos la lista de los más dañinos para tu esmalte: 1. Refrescos Los refrescos, así como cualquier tipo de bebida ácida, carbonatada o energética, ocupan, por méritos propios, el primer lugar de esta lista. Esto se debe a que son doblemente perjudiciales: contienen ácidos y azúcar. El consumo de ácidos contribuye a erosionar el esmalte dental, ya que lo reblandecen y éste termina desgastándose. Alimentos y bebidas malos para el esmalte Por su parte, el hecho de que este tipo de líquidos contengan grandes cantidades de azúcar añadido contribuye a que los refrescos sean muy perjudiciales para los dientes. En primer lugar, su consumo frecuente combinado con una higiene bucodental insuficiente provoca que la placa bacteriana haga acto de presencia en nuestra boca. No hay que olvidar, además, que la placa bacteriana es la antesala de la caries. Pero, dejando a un lado los problemas localizados que el azúcar provoca en los dientes, una ingesta frecuente y continuada en el tiempo provoca, entre otras cosas, su transformación en grasa, resistencia a la insulina, disminución de la sensación de saciedad y adicción. Estas consecuencias llevan, a su vez, a importantes problemas de salud general como el sobrepeso, los trastornos cardiovasculares o la diabetes. En este punto, es conveniente recordar la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de ingerir un máximo de 25 gramos de azúcar al día, lo que equivale a unas 6 cucharillas. Azúcar añadido en alimentos 2. Cítricos En línea con lo que hemos explicado en el punto anterior, lo cierto es que el ácido –aunque se encuentre de manera natural en los alimentos- es malo para el esmalte de los dientes. Por eso, los cítricos -ya sea la fruta entera o en zumo- son perjudiciales. El ejemplo más evidente de esto es el limón o la lima. Sin embargo, al contrario de lo que puede parecer, el zumo de naranja no es beneficioso para los dientes. Como precisamente los dos alimentos que hemos mencionado son buenos para la salud general, nuestra recomendación no es dejarlos de consumir. En su lugar, es preferible evitar tenerlos en la boca durante un tiempo prolongado y beber mucho agua para compensar su acidez. Y, por supuesto, cepillarse bien los dientes después de haberlos consumido. Cepillo de dientes y uso de enjuague Además de los propios cítricos, otros alimentos ácidos que son malos para el esmalte son el vinagre y los encurtidos (cebolletas o pepinillos). 3. Dulces muy pegajosos o pastosos Hay alimentos dulces que, por ser especialmente pegajosos o pastosos, tienen tendencia a dejar restos entre los dientes. Ejemplos de ellos son los turrones, las chucherías, la fruta deshidratada o la leche condensada. Si este tipo de alimentos no se retira bien después de haberlos ingerido, la exposición continua al azúcar facilita la aparición de caries. El azúcar añadido está presente en numerosos alimentos como cereales, pan de molde, salsas, zumos envasados, productos lácteos, pizzas, platos precocinados… 4. Caramelos o frutos secos duros Los caramelos duros pueden ser doblemente perjudiciales para nuestros dientes. Por un lado, pueden contener grandes cantidades de azúcar. Por otro, su efecto dañino se debe a la manera que tenemos de consumirlos: chuparlos durante un tiempo para posteriormente romperlos en pedazos con los dientes. Esto es especialmente malo si lo hacemos con los dientes incisivos centrales -comúnmente llamados “paletas”-, en lugar de con los molares.  El partir los caramelos con los incisivos puede provocar que nos fracturemos el diente. Lo mismo ocurre con los frutos secos especialmente duros como los kikos. Aunque éstos no contengan azúcar, sí es necesario tener precaución al masticarlos para no dañar el diente. De hecho, su consumo está desaconsejado cuando una persona lleva brackets, ya que éstos se pueden despegar y caer. Ortodoncia con brackets Como ves, el esmalte de nuestros dientes tiene dos enemigos fundamentales: el ácido y el azúcar. Posiblemente, el primero sea más fácil de evitar -y de detectar-, ya que está presente en alimentos y bebidas más concretos. Sin embargo, es importante tener en mente que muchas veces consumimos azúcar sin ser conscientes de ello. Es decir, no sólo tenemos que contar las cucharillas que echamos en el café, por ejemplo. Debemos estar especialmente atentos de todo el azúcar añadido que encontramos en galletas, cereales, pan de molde, salsas como el tomate frito o el ketchup, zumos envasados, productos lácteos, pizzas, platos precocinados… Si eres de los que no te fijas en la composición de los alimentos que compras habitualmente y ahora empiezas a hacerlo te llevarás una sorpresa: estás consumiendo una cantidad de azúcar muy superior a aquella con la que contabas.

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Tipos de manchas dentales

Una sonrisa bonita nos hace sentir más seguros y contentos con nuestra imagen. Además también resulta atractiva para los demás. Pero una sonrisa bonita es sinónimo de una sonrisa sana. Así, las manchas dentales, además de ser antiestéticas, pueden ser una señal de que algo no va bien en nuestra higiene bucodental. Lo ideal es que nuestra sonrisa luzca blanca y radiante, pero esto no siempre es así. Las manchas dentales decoloran el aspecto de los dientes y resultan muy poco estéticas. A veces incluso llevando a cabo una buena limpieza oral a diario, las manchas dentales pueden aparecer en la superficie de nuestros dientes. Entonces, ¿Cuál es el origen de estas manchas? Existen muchos factores que provocan la aparición de las manchas en los dientes. Uno de los más importantes es la alimentación. Así, alimentos como los arándanos, el vino, el café y el té pueden generar estas manchas. También el tabaco o algunas enfermedades pueden influir al respecto. No obstante, las manchas persistentes suelen ser causa de una mala higiene bucodental por la acumulación de placa bacteriana. En este sentido un buen cepillado. o y el uso del hilo dental son la clave para evitar la aparición de las manchas dentales. Tipos de manchas dentales Las manchas dentales pueden ser de tres tipos: Superficiales. Suelen aparecer en los espacios entre dientes y sobre la superficie de dientes fisurados. Su aspecto es de un color marrón oscuro y su origen es generalmente el consumo de alimentos como el café o el tabaco. El blanqueamiento dental es un buen tratamiento para eliminar este tipo de manchas, aunque puede ser insuficiente al encontrarse en las pequeñas fisuras de los dientes. En estos casos se recurre a tratamientos más agresivos para recuperar el tono blanco en los dientes. Intrínsecas. Forman parte de la propia estructura dental. Son de un aspecto grisáceo e incluso blanquecino y se deben a varias causas: genética, enfermedades, medicamentos… son las manchas dentales más difíciles de eliminar. Depósitos blandos. Son manchas dentales en la capa externa del esmalte, causadas por la acumulación de placa bacteriana en la boca. Su origen suele ser una mala higiene bucodental y el tratamiento más usado es el pulido dental. Esta técnica es indolora y consiste en la aplicación de una pasta dental específica sobre la superficie dental. Para evitar las manchas dentales es muy importante moderar los alimentos y bebidas que las provocan, así como hábitos perjudiciales como el tabaquismo. También hay que vigilar las fisuras en los dientes. Aunque sean muy pequeñas, las manchas dentales pueden penetrar en ellas, de modo que serán casi imposibles de limpiar. En estos casos lo más recomendado es una limpieza dental profesional. En casa se pueden probar algunos productos específicos para eliminar las manchas y recuperar el tono blanco en los dientes, aunque suelen ser una solución temporal y a corto plazo. Lo mejor es acudir regularmente a la Dra. Sánchez, tu odontóloga de confianza, para mantener en buenas manos una sonrisa sana y con un tono blanco y radiante.

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Alimentos para combatir el estrés y cuidar tu boca

Cuando pasamos por periodos de mucho estrés es común tener la tentación de recurrir a comida basura. Si bien satisfacen la ansiedad del momento, este tipo de alimentos son muy perjudiciales para nuestra salud bucodental. Esto se debe a que se trata de alimentos generalmente bajos en nutrientes y con mucho azúcar. A la larga, estos alimentos perjudican más que ayudan a nuestra salud. No obstante existen varios alimentos que pueden satisfacer estas necesidades y que, además, son saludables para nuestra boca. Es recomendable comer moderando las cantidades y reforzar las comidas del día. Además, debemos limpiar los dientes después de ingerir cualquier tipo de alimento. De este modo evitaremos la acumulación de biofilm oral o placa bacteriana, que puede dar lugar a infecciones y demás complicaciones en nuestra boca. Alimentos para estrés y salud bucal Hay una gran diversidad de alimentos que a la vez que pueden satisfacer los periodos de hambre causados por el estrés, no son tan perjudiciales para nuestra boca: Verduras de hoja verde. Este tipo de verdura es rico en vitaminas y minerales. Una buena opción para saciarse comiendo verduras es combinarlas en el mismo plato con otros alimentos igualmente saludables para nuestra boca, como el salmón. Las verduras más beneficiosas para nuestra boca son la espinaca cruda o el apio, entre otras. Arándanos. Las frutas en general son beneficiosas para nuestro organismo. En el caso de los arándanos, son especialmente beneficiosos porque son un buen complemento en las comidas y ayudan a combatir el estrés. Es un buen alimento para picar entre horas sin dañar excesivamente el esmalte. Manzanas. Otra fruta que es ideal para comer entre horas y que es beneficiosa, porque conllevan un proceso pausado de masticación que estimula los mecanismos de limpieza necesarios para disminuir la acumulación de placa bacteriana en dientes y encías. Alimentos fermentados. Este tipo de alimentos ayudan a disminuir las bacterias en el intestino, algo que según varios estudios está relacionado con problemas como el estrés. Chocolate negro. Aunque su consumo debe ser moderado, es beneficioso comer chocolate con al menos un 70% de cacao. Este tipo de chocolate libera unas toxinas que contribuyen a disminuir el estrés y aumentar los niveles felicidad y bienestar en nuestro organismo. El consumo habitual de este tipo de alimentos es favorable para mantener unos dientes y encías más sanos, además de saciar el hambre causada por el estrés. Sin embargo, es fundamental mantener una rutina de higiene bucodental, basada en un cepillado diario, el uso de enjuagues bucales y el hilo dental para lograr una boca sana y sentirnos bien.

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10 alimentos que te ayudan a mantener los dientes sanos.

Qué gran verdad es esa de que eres lo que comes. Pero, si hablamos de los dientes y concretamente de su salud, habría que variar un poco el dicho por “eres lo que masticas”. Vamos a citar 10 alimentos que, sin saberlo, actúan como aliados nuestros en la lucha contra la placa, la desmineralización y el refuerzo de nuestros dientes. Existen ciertos alimentos de forma natural limpian, dan brillo y nos defienden contra las bacterias que pueden causar daños en nuestros dientes y encías. Como ya señalamos, la mayoría de las personas está convencida de que tener una sonrisa limpia y sana es importante no sólo en el ámbito social sino también en el profesional. Así que hoy nos vamos detener un poco en esos alimentos que tienen ese plus de beneficio para nuestra sonrisa señalando algunos de ellos: La piña puede ayudar en el blanqueamiento. Hay estudios que indican que la bromelina de la piña actúa como un “quitamanchas natural” y también contribuye a luchar contra la placa bacteriana. El jengibre tiene efectos anti-inflamatorios que pueden ser buenos para los tejidos blandos de la boca como las encías y contribuir a disminuir el riesgo de cualquier dolencia de éstas. Las zanahorias contienen vitamina A, la cual se necesita para tener un saludable esmalte dental. Si las consumes crudas estimularás la secreción de saliva que es el limpiador natural de tu boca. De hecho masticar cualquier vegetal crujiente (como el apio, por ejemplo) tiene el potencial de limpiar tus dientes de forma natural -pero hay que seguir con el cepillado, a ver si ahora nos vamos a cambiar los cepillos por un manojo de verduras-. La albahaca es un antibiótico natural que actúa reduciendo las bacterias en la boca. Gracias a varios de sus aceites esenciales y distintos tipos de ácidos inhibe el crecimiento bacteriano en tu boca. El queso es rico en proteínas, calcio y fósforo, todo lo cual ayuda contra la guerra química constante que tiene lugar en tu boca contra los ácidos que producen las bacterias. Además, tanto el calcio como el fósforo contribuyen a remineralizar tus dientes. Las semillas de sésamo también contribuyen a luchar contra la placa dental, lo mismo que masticar nueces, además del calcio que ya de por sí tienen. Las setas shitake tienen un compuesto polisacárido llamado lentinan que a parte de sus propiedades anticancerígenas, también inhibe el crecimiento de bacterias. Las cebollas y el ajo también contienen compuestos sulfurosos que también les sientan fatal a las bacterias que causan caries… siempre que se consuman crudas, ya que cocinadas pierden estas características. El salmón es una buena fuente de calcio y vitamina D, otro nutriente necesario para la salud de huesos y dientes. El brócoli contiene hierro que ayuda a formar una película resistente al ácido en nuestro esmalte. Sin duda son buenos aliados en la salud bucal pero recuerda que el cepillado y el cuidado diario son fundamentales para ella así como las revisiones periódicas con tu dentista de confianza. Para estar tranquilo con tu boca, en Tres Cantos y alrededores visítenos en Sancal donde nuestro equipo integral de especialistas están a tu servicio para todo lo que tú, tu boca y la de los tuyos podáis necesitar.

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