La alimentación juega un papel clave en la salud bucodental, por esta razón no es de extrañar el hincapié que le hacemos en este sector y es que una alimentación incorrecta puede ser causa directa de la aparición de enfermedades dentales tan comunes como la caries. A través de este artículo vamos a conocer una serie de consejos de alimentación durante el embarazo, siendo este un período donde se deben extremar los hábitos alimenticios y de higiene oral ya que la mujer estará más expuesta a padecer enfermedades orales. Útiles consejos de alimentación durante el embarazo Existe el falso mito de que un embarazo implica la pérdida de un diente, sin embargo si que es cierto que se trata de un período que conlleva una serie de cambios hormonales que afectan directamente a nuestra boca, especialmente a las encías. Es importante extremar nuestros hábitos de alimentación así como es imprescindible mantener una estricta higiene bucodental con el objetivo de evitar la aparición y desarrollo de enfermedades bucodentales, como por ejemplo la caries, la gingivitis o las aftas bucales. Durante el embarazo es común que se produzca un déficit de vitaminas (A, B, C) así como también hay que hablar de un sensible descenso del nivel de minerales como el zinc o el hierro, por lo que a través de la alimentación tenemos una interesante alternativa para recuperar los niveles normales. Empezamos hablando de la importancia de los lácteos ricos en vitamina A o bien todo tipo de frutas ricas en vitamina C, como por ejemplo los cítricos o las fresas. A la hora de recuperar los niveles habituales de vitamina B tenemos a nuestra disposición diferentes alimentos como lácteos, huevos o carnes mientras que el zinc lo encontramos presente en carne, pescado y huevos. Finalmente, hay que hablar de alimentos ricos en hierro y, en este sentido, tenemos una amplia variedad a nuestro alcance (carne, frutos secos, legumbres…). La nutrición de la futura mamá es clave para tener un embarazo saludable. La gestación es una etapa con necesidades nutricionales especiales que la madre debe satisfacer a través de una dieta equilibrada. La mejor dieta en el embarazo es una dieta variada y completa, con alimentos que aporten nutrientes de calidad. La cantidad de comida, la forma de prepararla, los alimentos más convenientes y los que hay que evitar son algunas de las recomendaciones que daremos a través de diez consejos para una alimentación sana en el embarazo. 1) No es cuestión de cantidad, sino de calidad Estar embarazada no significa que haya que comer por dos. No hay que comer mucho más, sino comer mejor. La ingestión de calorías recomendada durante el embarazo se sitúa en torno a las 2.000 calorías diarias. El 70 por ciento de la dieta debe estar compuesta por cereales, pan y pasta, preferiblemente integrales. Al menos cinco raciones diarias de fruta y verdura. De dos a tres porciones diarias de proteínas y de dos a tres porciones de lácteos desnatados. En el primer trimestre no hay necesidad de calorías extra. Es recién a partir del segundo trimestre cuento las necesidades de calorías aumentan, pero muy poco, alrededor de 300 calorías más por día. Por tanto, esto no justifica excederse con los dulces y alimentos poco saludables. Tampoco es momento de restringir calorías. Con una dieta equilibrada el organismo recibirá la cantidad de energía que necesita para que el bebé se desarrolle adecuadamente. Lo importante es tomar alimentos ricos en nutrientes y vitaminas como ácido fólico, hierro, calcio y yodo, pero no en grasas. La dieta ha de ser variada a base de verduras, frutas, cereales, lácteos y legumbres, sin olvidar el aporte diario de proteínas de carne y pescado. El aumento de peso ideal en el embarazo se sitúa entre los 9 y los 12 kilos, un aumento que garantiza el adecuado crecimiento del bebé así como la salud de la madre, ya que un exceso de peso de la futura mamá puede acarrear complicaciones en el embarazo y en el parto. 2) Consumir varias raciones al día Es preferible consumir pequeñas raciones varias veces al día para favorecer la digestión y combatir la pesadez y la acidez de estómago típica del embarazo. En lugar de hacer ingestas copiosas, haz más comidas a lo largo del día y mastica bien los alimentos. Elige tentempiés sanos como frutas o lácteos para comer a lo largo del día entre el desayuno y la comida o entre la merienda y la cena extendiendo así de cuatro a seis las comidas diarias. 3) Nutrientes esenciales Es necesario que la embarazada ingiera algunos nutrientes imprescindibles para un correcto desarrollo del bebé. No puede faltar el calcio, para un adecuado desarrollo óseo, el hierro, para la formación de los glóbulos rojos, el ácido fólico para prevenir defectos congénitos, el yodo y el omega 3, para un mejor desarrollo cerebral y cognitivo. Todos estos nutrientes pueden conseguirse a través de una adecuada alimentación, pero la realidad demuestra que muchas veces la ingesta de estos nutrientes no es la suficiente, por tanto se recomiendan suplementos nutricionales para cubrir posibles carencias. 4) Mantenerse hidratada El consumo de agua es muy importante en el embarazo, así como de otros líquidos, para mantener la hidratación adecuada. Facilita la digestión, la eliminación de toxinas y ayuda a aliviar las principales molestias del embarazo como el dolor de cabeza, el estreñimiento y, al contrario de lo que puede pensarse, la retención de líquidos. También puedes beber zumos de fruta naturales. Se recomienda aumentar entre 0,5 y un litro la ingesta de líquidos en el embarazo. Está prohibido el consumo de alcohol en el embarazo, ni siquiera una gota, pues cada mujer es diferente y no se sabe la cantidad que puede llegar a afectar el desarrollo del bebé. 5) Alimentos seguros Pescado: es una fuente importante de omega 3 y omega 6, nutrientes imprescindibles en el embarazo, pero el pescado grande lo es también en mercurio. Por tanto, se recomienda limitar la ingesta de ciertos pescados como el atún