Traumatismo dental: ¿qué hacer tras recibir un fuerte golpe en los dientes?
Quien tiene niños cerca o practica deportes como el fútbol o el rugby lo sabe: los traumatismos dentales constituyen, junto con la caries, una de las urgencias dentales más comunes.Y es que los fuertes golpes en la boca suelen tener consecuencias en nuestra dentadura que debemos solucionar con rapidez: la viveza de la actuación del profesional que aborde el caso es fundamental en la reconstrucción y salvación de la pieza dental. Pero ¿qué es exactamente un traumatismo dental y en qué situaciones suele ser más común? ¿Qué es un traumatismo dental? En muchas ocasiones, los fuertes golpes en la cavidad oral provocan lesiones en los dientes y en los tejidos blandos de la boca. Éstos pueden ser consecuencia de una fuerte colisión causada por un accidente, una caída aparatosa o debido a la práctica de deportes de contacto. Si bien hay casos en los que únicamente se ve dañado el esmalte de la pieza, el golpe puede provocar desde la fractura de la pieza dental al desplazamiento o avulsión – caída- de la misma. ¿Quién suele verse afectado por un traumatismo en las piezas dentales? Normalmente, los traumatismos dentales se deben a contusiones provocadas por fuertes golpes derivados de la práctica de deportes de contacto o de juegos bruscos. Su incidencia, aunque también es común entre los adultos, es especialmente notable entre la población infantil, fundamentalmente en niños con edades comprendidas entre los 6 y los 12 años. Es a estas edades cuando son más habituales las caídas producto de la práctica de actividades tales como montar en bicicleta o en monopatín, que ponen en riesgo la salud de nuestros dientes. Si nos centramos en el caso de traumatismos dentales en bebés, igualmente frecuentes, los achacaríamos a las lesiones sufridas como consecuencia de caídas propias de la época en la que el niño pasa de ser completamente dependiente a caminar y tener, por tanto, cierta autonomía. Es durante el proceso de desarrollo motor cuando las caídas se vuelven habituales. Según vamos avanzando en la edad de aquellos que se ven afectados por un traumatismo dental, podemos destacar las disputas típicas de adolescentes o los accidentes automovilísticos como otras posibles causas frecuentes de los traumatismos en los dientes. Además, también pueden verse afectados por los mismos personas con problemas de movilidad que son, por tanto, más proclives a caerse, o personas que sufren ataques epilépticos. Los traumatismos dentales suelen afectar, mayoritariamente, a los incisivos centrales de la arcada superior. Es decir, a las piezas que reciben el fuerte golpe que causa el traumatismo. Debemos hacer hincapié en el hecho de que aquellas personas con malposiciones en los huesos maxilares son más proclives a sufrir un daño en los dientes. El hecho de que el maxilar sobresalga de manera inusual supone la pérdida de la protección del labio y, por tanto, una mayor posibilidad de sufrir un traumatismo dental. Además, existen anomalías en el desarrollo normal de la estructura dentaria que favorecen los traumatismos dentales. Entre estas afecciones, destacan la amelogénesis imperfecta –anomalía en el crecimiento del esmalte que tiene lugar durante el desarrollo dentario- o la dentinogénesis imperfecta –una afección de carácter hereditario que afecta al desarrollo normal de la estructura de la dentina-. La debilidad del esmalte no sólo afecta a la apariencia del diente, sino que también compromete la protección del mismo frente a la acción de las bacterias que anidan en la boca o, en este caso, de fuertes golpes. ¿Qué debemos hacer ante un fuerte golpe en los dientes? En muchos casos, el daño derivado de un traumatismo dental es fácilmente perceptible a simple vista mientras que, en otras ocasiones, la afección de la pieza es bastante más severa de la que se aprecia en un primer momento. En caso de que no seamos conscientes del daño a simple vista, debemos tener cuidado si observamos ciertos síntomas como, por ejemplo, un dolor puntual a la hora de morder o de consumir ciertos alimentos. Sufrir un duro golpe en la cavidad oral puede tener consecuencias muy variadas que oscilan desde un daño mínimo del esmalte a la fractura o pérdida de la pieza dental. En todos los casos, es necesaria la evaluación y actuación rápida de un especialista, que valorará la gravedad del golpe y, también, si hay daños imperceptibles a simple vista en los dientes adyacentes. ¿Qué consecuencias tiene un traumatismo en una pieza dental? Un fuerte golpe puede tener numerosas consecuencias en nuestra boca: Puede provocar movilidad dentaria. Una pieza dental puede modificar su posición inicial en la arcada. Se puede producir la intrusión de la pieza dental, dañando los tejidos de soporte. Daño en los huesos maxilares e, incluso, fractura de los mismos. Heridas en la lengua o en los labios. Daño o caída de nuestros dientes. Dependiendo del daño que sufra la pieza dental, podemos distinguir cuatro consecuencias diferentes en nuestros dientes: Afección del esmalte dental que, dependiendo de la gravedad de dicha afección, afectará también a la dentina de la pieza. Fractura coronaria -o rotura de la corona dental- que, en los casos más graves, puede llegar a afectar a la pulpa dental. Rotura de la corona y fractura radicular -de la raíz- del diente. Avulsión dentaria –o caída de la pieza dental-. Ante este amplio abanico de consecuencias, podemos distinguir varias maneras de actuación. ¿Qué tratamientos son los más adecuados ante un traumatismo en el diente? En caso de una afección leve, es decir, de dientes astillados o de una rotura mínima de la corona, debemos conservar la parte del diente resultante de la fractura y llevarla a la consulta del especialista. El odontólogo tratará de unirla a la pieza dental y, en caso de que no sea posible, intentará restaurar la pieza con composite o, en su defecto, con un tratamiento de carillas. Cuando, a causa del traumatismo dental, se ha fracturado buena parte de la corona dentaria, se recurre a la colocación de una corona. En estos casos, debemos tener en cuenta que si la pulpa dentaria ha sufrido algún daño, se deberá llevar a cabo anteriormente un tratamiento de conducto –o endodoncia-. Ante un pronóstico más grave en el que se haya dañado tanto